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JOSE MANUEL RESTREPO

AUTOBIOQRAfIA.

Apuntamientos sobre la emigración


de 1816. e índices del ~'DiarioPolítico",

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JOSE MA-NUEL RESTREPO

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BIOGRAFIA
DE

JOSE MANUEL RESTREPO

ESCRITA POR EL MISMO


Nació en la parroquia del Envigado del distrito capitular
de Medellín en la provincia de Antioquia, el 30 de diciembre
de 1781. Fueron sus padres don José Miguel Restrepo Puerta
y doña Leonor Vélez Calle, ambos oriundos de familias antiguas
y distinguidas en el país. Su padre era agricultor y dueño de
minas de oro, en cuyos trabajos se ocupó siempre.
Mientras que era niño, José Manuel se crió en la casa de
su abuelo materno don Cristóbal Vélez, al cuidado de su madre
y de su tía doña Gertrudis Vélez. Allí permaneció hasta que
salió de una mala escuela de primeras letras; entonces fue a
residir en la hacienda de Angostura, donde vivían sus padres
la mayor parte del tiempo; poco sabía escribir porque todo es-
taba muy atrasado entonces.
Por temporadas vivía allí también su tío don José Ignacio
Vélez, quien era muy aficionado a leer, especialmente historia.
José Manuel comenzó a leer en aquellos libros, y en breve tuvo
pasión por la lectura de la historia.
En uno de sus viajes al Envigado encontró en la casa de
su abuelo los Comentarios del marqués de San Felipe, sobre la
célebre guerra de sucesión de Felipe 59 al trono de España.
Leyolos rápidamente, y su tío don José Ignacio Vélez informó
casualmente al doctor Alberto María de la Calle, tío de su ma-
dre, la afición que tenía José Manuel por la lectura. El doctor
Calle, que era un eclesiástico ilustrado y de mucha virtud, lo
examinó y quiso saber su opinión sobre el mérito de algunos
generales, cuyos hechos de armas refieren los comentarios del
marqués de San Felipe. Es de inferirse que las respuestas
de José Manuel gustaron al doctor Calle, y que deduciría de
ellas que tenía su sobrino alguna inteligencia y juicio. Inme-
diatamente dijo a don José Miguel Restrepo "que sería lástima
que su hijo José Manuel no siguiera la carrera de estudios y
cultivara su inteligencia más bien que ser agricultor o minero";
se ofreció al mismo tiempo a dirigir sus estudios y a cuidar
de su educación. El padre de José Manuel convino gustoso en
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este arreglo y dejó a su hijo en el Envigado, en la casa de su


abuelo. Su amor a la lectura decidió de su profesión y ejerció
un grande influjo sobre el resto de su vida; tenía entonces doce
años, o trece.
Los seis años siguientes los empleó José Manuel en estudiar
gramática latina, en la traducción y lectura de los principales
poetas y clásicos latinos, que analizaba con su maestro y con-
discípulos. Al mismo tiempo leía por diversión cuantos libros
conseguían el doctor Calle y su tío don José Ignacio Vélez; que
ciertamente no eran. muchos en el estado de atraso en que se
hallaban los conocimientos en la provincia de Antioquia, en el
último decenio del siglo 18Q• Tenía también a su disposición la
librería de los doctores Cristóbal y Carlos Restrepo. La lectura
de las obras críticas de Feijóo le fue muy útil y lo estimuló en
el estudio, dándole algunos principios de crítica y despejando
su entendimiento de muchas rancias preocupaciones de aquel
tiempo.
Uno de los grandes beneficios que le hizo el doctor Calle,
fue cuidar de inspirarle el conocimiento y práctica de la religión
y de la moral cristiana. Hízolo con el amor de un verdadero
padre y con el celo de un eclesiástico virtuoso y de severas cos-
tumbres. Estos principios religiosos y morales han influído mu-
cho en la vida y en la suerte de Restrepo. Es con gusto y un
profundo reconocimiento que confiesa haberlos debido al doctor
Calle, su querido preceptor.
La edad de José Manuel crecía y las circunstancias domés-
ticas de su padre no le habían permitido enviarle a continuar
sus estudios en uno de los colegios de Santafé de Bogotá. Al
fin se realizó su viaje en agosto de 1799, en que iba a cumplir
diez y nueve años.
Por consiguiente principió el estudio de filosofía o ciencias
naturales, cuando ya su juicio estaba un poco maduro. Fue su
catedrático el doctor don Crisanto Valenzuela, quien abrió un
curso de tres años el 18 de octubre de 1799, y lo concluyó en
la misma fecha de 1802.
En octubre de este año entró Restrepo a cursar derecho ci-
vil de romanos; continuó después estudiando derecho canónigo,
bajo la dirección del doctor don Frutos Joaquín Gutiérrez. Al
cabo de cuatro años de estudio de derecho obtuvo los grados de
bachiller, licenciado y doctor en derecho canónigo, conferidos
en la universidad dominicana de Santo Tomás de Aquino. Todos
sus estudios los hizo como colegial de San Bartolomé, estimado
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siempre por sus superiores porque era exacto en cumplir sus


deberes.
Durante sus cursos de facultad mayor, tuvo Restrepo por
regla invariable no limitarse a sólo el estudio de obligación.
Un año estudió francés, otro italiano, otro geografía y otro
principios de literatura. Para el último estudio se asoció con
otros concolegas y formaron una sociedad titulada de "Buen
Gusto", cuyo objeto era adquirirlo. Dirigía sus estudios don Ma-
nuel de Socorro y Rodríguez, bibliotecario; escribiendo memo-
rias sobre diferentes puntos que les daba y corrigiéndoles sus
escritos, consiguieron alguna práctica en escribir, lo mismo que
formar su gusto. Fueron miembros de esta sociedad, los jóvenes
J. María Grueso, Francisco López Aldana, José María Gutié-
rrez, José María Salazar y José Manuel Restrepo.
Obtenidos los grados universitarios emprendió Restrepo el
estudio práctico de las leyes españolas con el doctor don José
María Castillo y Rada, abogado de mucho crédito en Santafé.
Tal estudio debía durar tres años, y se dedicó en el intermedio
a adquirir algunos conocimientos en astronomía y geodésica.
Tenía Íntima amistad con don Francisco José Caldas, director
del Real Observatorio Astronómico de Santafé, fabricado bajo
la dirección del célebre botánico doctor don José Celestino Mu-
tis, que aún vivía. Caldas daba lecciones a Restrepo a fin de
adquirir los conocimientos necesarios para levantar un mapa
de la provincia de Antioquia, cuya geografía era desconocida
o estaba plagada de errores capitales, como el de hacer pasar
por Medellín al río Nare.
Hizo también un viaje con Caldas por Anolaima, La Mesa,
Melgar, Cunday, Pan di y Fusagasugá, con el objeto de estudiar
botánica.
Mutis fue quien le ayudó a conocer multitud de plantas, y
Caldas le dirigía en el estudio de los diferentes sistemas para
clasificar el reino vegetal que tan rico y vario se ostenta en
nuestros hermosos bosques y altas cordilleras de los Andes.
Era ya tiempo que Restrepo volviera a la casa paterna.
pues había concluído sus estudios. Por consejo y bajo la direc-
ción de Caldas compró un barómetro, un termómetro, un pe-
queño grafómetro, una aguja de marcar, y otros pequeños ins-
trumentos necesarios para levantar la carta de la provincia de
Antioquia. En 1807 regresó a Medellín en el mes de enero.
Por más de un año que Restrepo estuvo en Antioquia, su
principal ocupación fue hacer observaciones astronómicas, geo-
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désicas y barométricas para dar a conocer a su país en una


memoria que pensaba publicar sobre la provincia. Ocupábase
también en estudiar las plantas y hacer colecciones como botá-
nico para enviarIas al doctor Mutis, quien le había encargado
principalmente esqueletos de las quinas de Antioquia.
En junio de 1808 volvió a Santafé con el designio de ha-
cer sus últimos estudios para recibirse y obtener el título de
abogado de la Real Audiencia del Nuevo Reino de Granada.
En efecto se presentó a examen, que se le hizo en 26 de
septiembre de 1808, y obtenida su aprobación en los diferentes
actos, se le expidió el correspondiente título en 30 del citado mes.
Restrepo determinó practicar la abogacía por algún tiempo
en la capital, que era el mejor teatro para formarse. En el mes
de enero siguiente la Real Audiencia le nombró abogado de po-
bres, destino que desempeñara por algunos meses. El estudio
práctico de las leyes en los tribunales de la capital le puso en, ..
aptitud para desempeñar cualquiera destino en la carrera de
abogado, profesión que pensaba seguir, porque no tenía patri-
monio para emprender otro modo de mejorar su fortuna, pues
la de su padre se había arruinado o estaba atrasada. Desde 1808
había comenzado la revolución de España, causada por la per-
fidia de Napoleón con el objeto de destronar a los Borbones.
Restrepo y casi todos los granadinos de alguna ilustración se-
guían aquella revolución con el mayor interés, persuadidos co-
mo lo estaban, de que influiría sobre la suerte de la América
española. En 1809 aún no tenían ideas sobre la independencia
de estos países; mas estando persuadidos de que la España eu-
ropea tendría que ceder al poder colosal de Bonaparte, se de-
dicaron a formar la opinión, "de que la América española no
debía en aquella hipótesis seguir la suerte de la España, sino
conservar la independencia de la Nueva Granada para que Fer-
nando 7Q viniera a reinar en ella".
Profesando tales principios de política, se juzgó inoportuna
la revolución de Quito, del 10 de agosto. Sin embargo, estas
opiniones cambiaron durante las vicisitudes de aquella revolu-
ción que no habiendo hallado apoyo en las demás provincias
fue sofocada antes de un año, y que produjo la sangrienta eje-
cución de los patriotas degollados el 2 de agosto. Al terminar
el año de 1809, ya la opinión de los hombres pensadores estaba
por la formación de una junta de gobierno en Santafé, para que
mandase en todo el virreinato e impidiera que Napoleón se
apoderara del Nuevo Reino de Granada, en el caso de sujetar
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completamente a la península. Así pensaban los doctores Cami-


lo Torres, Joaquín Camacho, Ignacio Herrera, Frutos Joaquín
y José Gregorio Gutiérrez, y otros célebres abogados y hombres
ilustrados de la capital que dirigían la opinión. Restrepo y los
jóvenes de su edad, que estaban como en segunda línea, seguían
con entusiasmo las opiniones de aquellos individuos que tenían
y respetaban como a sus maestros.
Tal era la disposición de los ánimos que alarmaba a las
autoridades españolas, cuando Restrepo dejó a Santafé y se tras-
ladó a Medellín con el designio de establecerse allí.
Durante su residencia en Santafé había sido uno de los
colaboradores del Semanario del Nuevo Reino de Gmnada, para
el cual escribió una extensa memoria sobre la geografía, pro-
ducciones, industria y población de la provincia de Antioquia,
memoria que se publicó desde el número 6Q de 1809 hasta el 12Q,
y que tuvo bastante aceptación; también formó el mapa de la
provincia de Antioquia, para el cual fijó matemáticamente al-
gunos puntos. Aunque dicho mapa tuviera imperfecciones, era
sin duda alguna el mejor que había en aquella época de atraso
en la geografía granadina.
Era su ánimo vivir de su profesión de abogado y hacer al-
gún pequeño comercio de mercancías con un corto capital a
censo que le había conseguido su padre. Tenía en Medellín nu-
merosos amigos, por cuyo medio compraba y vendía las mer-
cancías por mayor.
Bien pronto le nombró su asesor interino el gobernador
de Antioquia don Francisco Ayala, destino que aceptó sin suel-
do, y que solamente le producía los derechos de actuación, Sir-
viole en los primeros meses de 1810, mientras llegaba el asesor
propietario nombrado por el rey, doctor don Juan Elías López,
abogado de Cartagena, muy distinguido por sus talentos.
Mientras residió Restrepo en Antioquia comenzaron en Car-
tagena las novedades revolucionarias. El cabildo puso adjuntos
al gobernador Montes, y por consiguiente le restringió la au-
toridad que le había concedido el rey. Habiendo comunicado al
cabildo de Antioquia esta innovación fue aprobada por él, aun-
que con algunos miramientos para no alarmar al gobernador
Ayala.
En Antioquia se unió Restrepo muy estrechamente, así por
amistad como por sus opiniones políticas, con los doctores José
Pardo y José María Ortiz, con don Juan del Corral y con el
coronel don Dionisio Tejada,que accidentalmente residía en An-
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tioquia, sujetos que por su influjo en la capital de la provincia


podían dirigir la opinión pública. Ya veían con claridad que
era inminente una revolución con el objeto de subrogar a las
autoridades españolas con otras nombradas por los pueblos del
Nuevo Reino de Granada. El horizonte político estaba anublado
y aún no se columbraba el buen o mal éxito que tendría la
revolución.
Al fin estalló en Santafé la revolución que se esperaba,
ocurrida el 20 de julio de 1810, por la que se depuso al virrey
Amar, a la Audiencia y demás autoridades españolas. En con-
secuencia el cabildo de la capital de Antioquia invitó a los de-
más de la provincia, para que eligieran y enviaran sus dipu-
tados, a fin de acordar de consuno lo que debiera hacerse en
aquellas difíciles circunstancias. Restrepo estaba en Medellín e
influyó allí, para que se accediera a la invitación del cabildo de
Antioquia. Reunidos los diputados en la capital, acordaron el
establecimiento de una junta independiente de la de Santafé, .
junta que ejercería el gobierno de la provincia en todos sus
ramos. En aquella época aún no se tenía idea de las ventajas
de la división de poderes que tampoco era posible en las cir-
cunstancias.
Instalada la junta en octubre del mismo año, ésta nombró
a Restrepo su secretario, con voto deliberativo. En los primeros
días de noviembre fue a ejercer su nuevo destino. Era presiden-
te de la junta el gobernador español don Francisco Aya1a, cu-
yas opiniones anti-revolucionarias se plegaron al influjo de los
miembros de la junta y a los temores que le inspiraban.
Esta había accedido a la invitación, que la de Santafé di-
rigió a las provincias para que enviaran diputados que forma-
ran la junta suprema o el congreso del Reino. Procedió en
consecuencia a nombrar dos diputados. Fueron escogidos en di-
ciembre el doctor don José Manuel ::Restrepo y don Juan del
Corral, como primero y segundo diputados, ordenándoseles que
se trasladaran inmediatamente a Santafé.
En este tiempo arregló Restrepo su matrimonio con doña
Mariana Montoya, hija del doctor don José María Montoya,
miembro de la junta, y de doña Josefa Zapata. Debía verifi-
carse este enlace en una época posterior.
Los nuevos diputados emprendieron su viaje a Santafé, por
enero de 1811. A su arribo hallaron que se había disuelto un
congreso prematuro que formaron unos pocos diputados, a quie-
AUTOBIOGRAFÍA 13

nes la junta de la capital no quiso reconocer. No había por


tanto, esperanza de una próxima reunión del congreso del Reino.
Otra novedad con que se hallaron fue que la provincia de
Santafé de Bogotá, que se llamó Cundinamarca, se había dado
una constitución monárquica, que Fernando 79 debía venir a
jurar en Santafé. Esta constitución sólo era una máscara trans-
parente para cubrir las ideas de independencia que principiaban
ya a germinar en los cerebros de algunos de nuestros hombres
ilustrados.
Faltaban diputados para formar el congreso, y entretanto
se ocupó Restrepo, primero, en estudiar los principios del de-
recho constitucional, y segundo, en redactar un proyecto de
constitución para la provincia de Antioquia, bajo el supuesto
de que fuera una de las que formaran la confederación del
Nuevo Reino de Granada.
El establecimiento de una confederación semejante a la
de los Estados Unidos del Norte era la utopía política de la ma-
yor parte de los próceres que dirigían la opinión pública en
aquel tiempo. Así fue que los diputados de las provincias reu-
nidos en Santafé determinaron formar un acta de federación
imitando la que hicieron los americanos del norte, durante la
guerra de su independencia. Desde las primeras conferencias
hubo divergencia de opiniones. El doctor don Manuel Bernardo
de Alvarez, diputado por Santafé, y el doctor don Ignacio He-
rrera por el Chocó, rechazaban la federación, y se decidían por
un gobierno central semejante al de los virreyes. Restrepo fue
nombrado secretario de la diputación, y el doctor don Camilo
Torres se encargó de redactar el acta proyectada.
Entretanto una revolución tramada por los numerosos par-
tidarios que tenía en Santafé don Antonio Nariño, y acaso con
su acuerdo, derribó al presidente Lozano (don Jorge), y colocó
a Nariño en su lugar el 11 de septiembre de 1811. Eran bien
conocidas las opiniones de Nariño contra el gobierno federativo;
así con esta revolución se alejaron aún más las esperanzas de
la instalación de un congreso de diputados de las provincias.
Sin embargo, los diputados residentes en Santafé no inte-
rrumpieron sus conferencias y acordaron el Acta de Unión.
Los diputados Alvarez y Herrera habían asistido a la mayor
parte de las conferencias sin manifestar una decidida oposición
a los principios que desenvolvía el acta. Mas cuando llegó el
momento de firmarla se denegaron a poner su firma, el primero
por instrucciones, y el segundo por influjo de su pariente Na-
14 JosÉ MANUEL RESTREPO

rmo. Los demás la suscribieron y Restrepo como diputado se-


cretario el 27 de noviembre de 1811.
Después de dar este paso, los diputados, viendo la oposición
que había en Santafé contra el congreso, se persuadieron que
jamás podría instalarse en esta ciudad. Determinaron, pues,
trasladarse a Ibagué en la provincia de Mariquita, población
bien situada y de buen clima. En diciembre próximo de 1811
siguieron para aquella ciudad los representantes de Antioquia,
Cartagena, Neiva, Pamplona y Tunja, señores José Manuel Res-
trepo, Enrique Rodríguez, Manuel Campos, Camilo Torres y
Joaquín Camacho, nombrados por el orden alfabético de las
provincias que representaban. Estos fueron los mismos que ha- ,
bían firmado el Acta de Unión. ,.,~

Ocupáronse los diputados en Ibagué en excitar a las pro-


vincias, cuyos representante no habían sido nombrados aún, a'::-
que los eligieran; en promover la defensa de las provincias ,.
atacadas por los españoles, y acelerar en 10 posible la deseada
unión que Nariño impedía por cuantos medios estaban a su al-
cance, que eran muchos.
Cansado Restrepo de tantas contradicciones, perdió la es-
peranza de que se reuniera el congreso. Hizo, pues, renuncia
de la diputación con que le había honrado su provincia. El se-
ñor Corral hizo lo mismo, y el colegio electoral que se reunió
en Rionegro 1 para acordar la constitución provincial los reem-
plazó eligiendo a los doctores José María Dávila y Joaquín de
Hoyos. Influyó en la renuncia de Restrepo el haberse casado
por poder desde el mes de enero último. Trasladose a Rionegro
en el mes de julio, y por algún tiempo fijó allí su residencia
sin destino público.
Habiendo fallecido en 1812 el doctor José Antonio Gómez,
primer presidente constitucional de Antioquia, lo reemplazó don
José MiguelRestrepo, vicepresidente y padre del que esto escribe.
Por esta circunstancia no estuvo Restrepo libre de tener alguna
intervención en los negocios políticos de su patria; debía ayudar
privadamente a su padre y darle sus consejos.
En mayo de 1813 sufrió el dolor de perder a su primer
hijo, que nació muerto, desgracia que estuvo a llevar al sepulcro
a la madre, por falta de un médico facultativo, de que se carecía

, I

1En este colegio constituyente se adoptó el proyecto que Restrepo habla re·
dactado.
AUTOBIOGRAFíA 15

enteramente en Rionegro. Al fin una fuerte naturaleza triunfó


de la enfermedad.
Poco tiempo después hallábase Restrepo en la ciudad de
Antioquia, cuando se recibieron las tristes nuevas de que el bri-
gadier español Sámano había ocupado toda la provincia de Popa-
yán hasta Cartago; temiose que avanzara sobre la de Antioquia,
que se hallaba enteramente indefensa. Estando reunida la le-
gislatura provincial, ésta por unanimidad acordó nombrar dic-
tador a don Juan del Corral, quien poco antes se había distin-
guido por su energía revolucionaria procediendo contra varios
realistas de Antioquia que se oponían al sistema de la revolu-
ción. El 31 de julio de 1813 se hizo este nombramiento oportuno
que cambió la faz de la provincia. Restrepo fue elegido secre-
tario de gracia y justicia, y el doctor José María Ortiz, de guerra
y hacienda, del nuevo gobierno. Corral continuó procediendo con-
tra los realistas de Medellín y Rionegro, a quienes expeliera de la
provincia en número de 25, confiscándoles más de $ 60.000. Con
estos fondos pudo ocurrir a los crecidos gastos que tuvo que
hacer para mejorar el estado de defensa de la provincia. Corral
decía: "que no pudiendo los republicanos ganar a los españoles
ni a los realistas, debían hacer la guerra a su costa". Esta me-
dida revolucionaria hizo mucho ruido en la Nueva Granada, y
aunque sensible, produjo muy buenos efectos sobre la opinión
pública, que mejoró y se desarrolló en la provincia, viendo la
energía de su gobierno.
Añadiose otra medida capital. Corral determinó declarar
la independencia absoluta de la España. Verificose por un acta
solemne que se firmó en 11 de agosto de 1813, suscrita por el
dictador y por sus dos secretarios Ortiz y Restrepo. La decla-
ratoria se juró en seguida en toda la nueva república de An-
tioquia, que debía confederarse con las demás provincias que
antes compusieron el Nuevo Reino de Granada.
Restrepo había visto los males que el sistema de gobierno
federativo causaba en el país, y la anarquía que reinaba por
doquiera. En consecuencia presentó en el mes de junio anterior
un proyecto de ley centralizando en el congreso la suprema
dirección de los ramos de guerra y hacienda. La legislatura de
Antioquia adoptó la medida que casi al mismo tiempo se pro-
puso también por el cuerpo legislativo de Cartagena. En junio
de 1813 la concentración habría producido buenos efectos, que
no se pudieron obtener dos años después, que fue cuando la
adoptó el congreso de las Provincias Unidas.
16 JosÉ MANUEL RESTREPO

Deseoso Corral de no limitar a solo Antioquia sus provi-


dencias de mejoras internas, se trasladó, primero a Medellín y
después a Rionegro, donde fijó su residencia. Tenía el proyecto
de establecer en Medellín una casa de moneda, y una grande
maestranza o fábrica de máquinas, armas y municiones en Rio-
negro. Estaban adelantadas estas empresas, mas la Providen-
cia no quiso que las perfeccionara. Una afección pulmonar lo
llevó al sepulcro el 7 de abril de 1814, con sentimiento general
de la provincia.
El había promovido ante la legislatura provincial de An'! I

tioquia la abolición de la esclavitud, declarando que nacerían \;,


libres los hijos de las esclavas. Murió antes de ver realizados:~:~
sus filantrópicos deseos, y sancionada el 20 de abril esta me-J<
dida atrevida, que fue el origen y modelo de la ley colombiana.'"
Restrepo, que era también secretario del sucesor de Corral, bri~ .
gadier Dionisio Tejada, fue quien autorizó el decreto del go~'
bierno de Antioquia, mandando ejecutar la mencionada ley que
debía producir grandes consecuencias. Era al mismo tiempo
secretario de guerra y hacienda el doctor Francisco Antonio
Ulloa, natural de Popayán, escritor elocuente y joven abogado
de muy distinguidos talentos.
La administración de Tejada fue desgraciada, a pesar de
la bondad y bellas prendas que le adornaban. Los recursos pe-
cuniarios que son el núcleo principal de toda mejora se dismi-
nuyeron, y ya no se pudieron continuar activamente las empre-
sas iniciadas por Corral, que dirigía el coronel de ingenieros
Caldas.
Además se suscitó y llegó a un grado muy fuerte de acri-
monia la cuestión sobre la residencia del gobierno en Rionegro,
siendo Antioquia la capitaL El cabildo de esta ciudad reclamó
contra la traslación del gobierno provincial, que él creía ser una
infracción de sus derechos. El gobernador alegaba, no sin fun-
damento, razones de conveniencia pública. Todo el distrito ca-
pitular de Antioquia negó la obediencia a Tejada y estuvo la
provincia en división completa cerca de un año. Al fin se con-
vino en que se reuniera, en la parroquia del Envigado, un colegio
constituyente, el que decidiría la cuestión de la residencia del
gobierno provincial. Tomase esta revolución en cumplimiento
de un decreto del congreso de las Provincias Unidas.
Restrepo era uno de sus -miembros, quien fue nombrado ;~'<
secretario.
AUTOBIOGRAriA 1fl

Al cabo de un mes de sesiones se acordó la .nueva consti-


tución en 10 de julio de 1815.
Por uno de sus artículos se establecía que el gobernador de
la provincia residiera en la capital de Antioquia. Esta resolución.
que era justa y política, disgustó a Tejada y a sus partidarios
en Medellín y en otros lugares de la provincia. El 29 de sep-
tiembre comenzaron a hacerse reuniones tumultuarias en Me-
dellín, que fueron imitadas en otras poblaciones desconociendo
la constitución. Tejada y sus amigos las promovían. En conse-
cuencia quedó la provincia sin leyes fundamentales, y sujeta al
capricho de sus gobernantes.
Restrepo, enemigo de estas puebladas, se había retirado al
seno de su familia en Rionegro, sin ejercer destino alguno pú-
blico, desde que el colegio revisor terminó sus sesiones. Estaba
decidido a no servir más con el gobernador Tejada; pero al fin
de 1815, fueron tantas las súplicas de este para que se encar-
gara de nuevo de la única secretaría que había en la goberna-
ción provincial, que al fin accedió para ver si podía prestar
servicios útiles a su patria, en aquellos días tan críticos. Esta
condescendenciafue una locura de su parte. La crisis era muy
peligrosa, y atacadas por todas partes las "Provincias Unidas",
no era dado a un ciudadano detener el curso rápido de los acon-
tecimientos de la reconquista española. Sin embargo, Restrepo
creyó que debía a su querida patria sus últimos aunque débiles
e inútiles servicios.
Así fue en efecto: por más que trabajó al lado del gober-
nador Tejada no pudieron impedir la derrota de los patriotas
en la Ceja alta de Cancán, el 22 de marzo de 1816. En seguida
fue ocupado sin resistencia alguna el resto de la provincia, emi-
grando hacia Popayán las reliquias de las tropas y los patriotas
más comprometidos, entre ellos Restrepo. El gobernador Tejada
se acobardó en el camino y se ocultó en un bosque de la pa-
rroquia de Zabaletas. Pocos meses después, toda la Nueva Gra-
nada fue sometida enteramente a la tiranía del implacable y
feroz Morillo.
El año de dieciséis no se olvidará jamás a los que sobre-
vivimos a época tan desgraciada. Habíamos perdido seis años
de penas y sacrificios, los más duros para conquistar la inde-
pendencia de nuestra querida patria, y con ella, según creíamos,
la felicidad de nuestros con~iudadanos. En vez de conseguir tan
nobles objetos, solo esperábamos de un conquistador irritado, el
cadalso y la muerte, la miseria y degradación de nuestras fa-
Autobiografía-2
18 .rOS~ MANUEL RESTBEPO

milias. Se necesitaba una alma fuerte para sufrir tamañas des-


gracias y no cometer algún acto de desesperación a fin de abre-
viar tan miserable existencia.
Restrepo emigraba hacia Popayán en los primeros días de
abril. Tenía el proyecto de pasar al valle de Neiva y ver si po-
día atravesar la cordillera oriental, por el camino que llaman de
los Andaquíes, y bajar al Brasil por algunos de los ríos tribu-
tarios del Amazonas. Era casi imposible realizar este proyecto;
así fue que ningún patriota lo pudo conseguir.
Estaba Restrepo en Ansermaviejo con sus compañeros de
viaje, uno de ellos el señor Sinforoso García, cuando recibieron
cartas de Rionegro llamándoles, alegando que los realistas que ,',
habían ocupado la provincia de Antioquia "no manifestaban' '
intenciones malas contra los patriotas". Esta noticia y la per-
suasión de que no había puerto ni camino alguno por donde
escapar, obligaron a Restrepo y a sus compañeros a tomar la I

arriesgada resolución de volver a Rionegro, donde se presenta- :\!


ron al comandante español don Francisco Warleta. A pesar de
que tenía un carácter duro y cruel, según lo manifestó después,
le hallaron afable; hasta entonces, que era el mes de mayo, ha.
bía tratado bien a la provincia; temía exasperar a los pueblos,
y que la fama de sus hechos le cerrara la entrada a la provincia
de Popayán, para donde debía seguir muy pronto. Guardaba to-
da la saña para descargarla sobre sus desgraciados habitantes.
Antes de partir pasó a Lima una larga lista de todos los pa-
triotas que debía prender y juzgar por un consejo de guerra
permanente, y enviar las causas a Morillo, de quien emanaba
la orden, fecha 29 de mayo. Uno de los designados era Restrepo.
Sería harto difícil pintar todas las penas, temores y hu-
millaciones que sufriera Restrepo en mayo, junio y julio, en
cuyo tiempo los españoles lo molestaron dándole comisionesodio-
sas o difíciles, y con exacciones de víveres y dinero. Entre otros
tuvo el dolor de ver conducir a Santafé como reo de estado al
gobernador de Antioquia Dionisio Tejada, con quien Restrepo
había sido compañero y amigo Íntimo. Estaba informado de
que las cárceles de la capital se hallaban atestadas de los pa-
triotas más distinguidos a quienes se juzgaba conforme a las
órdenes de Morillo y de su 29 Enrile, con la mayor severi-
dad. Sabíase ya a la mitad de agosto, que muchas e ilustres
víctimas habían sido fusiladas en Santafé y en las provincias.
Estas noticias alarmantes tenían colgada siempre sobre la ca- \
beza de Restrepo y. de los demás patriotas de Antioquia, la es-
AUTOBIOGRAFfA 19

pada de' Damocles. Parecíales a cada momento que iban a ser


sepultados en calabozos a fin de juzgarlos y condenarlos al su-
plicio.
Antioquia tuvo la fortuna de que en lugar de Warleta, que
siguió a Popayán, recayó el gobierno en el coronel don Vicente
Sánchez Lima. Este se propuso hacer dinero y entregarse a las
diversiones sin cumplir las órdenes que le dejara Warleta, de
prender a multitud de personas, cuyas listas nominales le dejó.
Tal omisión era una falta grave para los pacificadores, y mayor
el no haber cumplido las órdenes de Morillo y Enrile, faltas que
le costaron después violentas persecuciones de parte de los dos
jefes. Mas el tiempo corrió y los patriotas de Antioquia salva-
ron sus vidas, aunque sufrieron en sus intereses.
En los últimos días de agosto de 1816 recibió Restrepo una
orden del gobernador Sánchez Lima, para que se trasladara sin
demora ni excusa al nuevo camino de Sonsón a Mariquita, y
que en clase de director, se mantuviera en él hasta que se
terminase. Esta orden se refería a otra del general Enrile, que
Restrepo consiguió después y que es digna de copiarse, pues
pinta el carácter de los jefes españoles. Dice así: "Don J. Res-
trepo, sano, enfermo, de cualquiera suerte que se halle, saldrá
al camino y permanecerá en dirección de los trabajos de él
hasta su conclusión, sin permitirle bajo ningún pretexto, sea
cual fuere, el que se separe, pues teniendo grandes conocimien-
tos del país, y habiendo publicado en diferentes papeles sus
deseos de la felicidad de la provincia con la apertura de cami-
nos, se le proporciona esta ocasión en que acredite que su
celo e interés por el bien público, que tanto ha proclamado, no
es vano ni de palabras, justificándolo con su asistencia y tra-
bajo personal. Todos los que han servido de ingenieros durante
la revolución se destinarán precisamente a dicha obra, y per-
manecerán constantemente en la misma forma que Restrepo" '.
Este cumplió la orden trasladándose al camino de Sonsón,
donde halló más de 1.500 peones. Dirigíalos el ingeniero Manuel
Antonio JaramilIo, condenado igualmente a los trabajos del ca-
mino. Asociados lo abrieron hasta Mariquita y lo mejoraron en
lo posible, fabricando puentes de madera en los ríos San Pedro,
Samaná y Moro.
Hallándose en las cercanías de Mariquita fue llamado a
esta ciudad por el coronel Fresno, uno de los perseguidores de

, "Copiada de la Gaceta, de Carta~ena, de 25 de mayo de 1822, número 17.


JosÉ MANUEL RESTREPO

los patriotas. Temió Restrepo que fuese para enviarle preso a


Santafé, pero felizmente escapó de este peligro. La comisión de
Fresno se redujo a darle órdenes: "lQ, de que el camino tu-
viera 25 varas de ancho; 2Q, que los puentes fueran el mismo
.ancho; 3Q, que todo el camino de Sonsón se cubriera de cascajo; ,
4Q, en fin, que se arrancaran de raíz todos los árboles cortados".
Son tan disparatadas estas instrucciones que no merecen ana-
·lizarse. Parahuír Restrepo de cualquiera traición de Fresno, se
internó de nuevo en la montaña por donde pasaba el camino.
Hallábase construyendo el puente del río Moro, cuando se
le presentó el coronel español don Sebastián Díaz, que de paso
inspeccionaba el camino e iba, según dijo, a relevar al gober':
nador Sánchez Lima. Su cara adusta y severa no gustó a Re&.
trepo, a quien pareció de mal agiiero; opinión confirmada por'
varias expresiones que Díaz vertió en Sonsón contra él. Persua-
dióse de que los españoles querían aprovecharse de sus. servi- ,
dos, y sacrificarlodespués.
Tan cierto es esto, que entre los papeles de Restrepo co-
rrespondientes a 1816,se halla una lista, firmada por el general
Morillo, de los patriotas que debían ser aprehendidos y remitidos
a donde él se hallara. Tiene la fecha de 18 de noviembre de
1816. Uno de los designados era Restrepo. Díaz era sin duda el
ejecutor designado de las órdenes de Morillo contra los patrio-
tas de Antioquia.
Por fortuna, o más bien por un favor especial de la Pro-
videncia, Sánchez Lima no entregó la gobernación a Díaz, di-
firiendo la posesión de un día para otro con varios pretextos.
Los vecinos principales de la provincia animaban a Lima en
su resistencia, porque veían que la libertad, propiedades y vidas
de muchos dependían de la prolongación de esta disputa. Con-
venía ganar tiempo mientras Morillo regresaba a, Venezuela,
pues se decía que SU partida estaba próxima.
Entretanto la familia de Restrepo consiguió de Sánchez
Lima una licencia temporal para que fuera a Rionegro. Al
cábo de sesenta días de una vida harto penosa, en que solo se
alimentaba con arroz cocido, carne asada, chocolate ypanela,
Restrepo abandonó la montaña de Sonsón. Teniendo una cons-
titución robusta, su salud triunfó de la humedad combinada
con el calor del desabrigo en ranchos de paja, del trabajo yle ¡'
las penas morales. '
En el camino pensó seriamente sobre la crítica situación.
en que se hallaba de ser preso y sacrificado en un patíbulo por
AUTOBIOGRAFÚ 21

los españoles, por 10 cual determinó escaparse 10 más pronto


que le fuera posible a un país extranjero. Después de ver a su
familia, fue a Medellín a dar informes sobre el camino. Sánchez
Lima le aseguró que no entregaría a Díaz el gobierno de la
provincia. Habiéndole sondeado cautelosamente sobre si daría
a Restrepo un pasaporte, supo éste con placer que le conferiría
la comisión que tenía por encargo de Enrile, de nombrar una
persona que levantara el mapa del bajo Cauca, y que entrando
por las bocas del Atrato hiciera lo mismo con este río. En efecto,
Lima le dio esta comisión por escrito, el pasaporte y demás
papeles, en la inteligencia de que Restrepo no volvería a Me-
dellín en mucho tiempo y de que se iría a Jamaica.
No perdió tiempo; hizo prontamente sus preparativos de
viaje, y lo emprendió de Rionegro el 9 de noviembre de 1816
por la vía de Santa Rosa, Yarumal y Cáceres. El primer día
fue a dormir en Hatogrande al pie de la cuesta del Zarzal. A
las dos de la mañana un hombre toca a la puerta y pregunta
si Restrepo estaba allí; este recibió una carta de su mujer, acom-
pañándole otra de don Rafael Caro, secretario de Lima, dicién-
dole "que el gobernador lo esperaba sin falta en Medellín el
diez". Resolvió obedecer y en efecto llegó a esta villa a las diez
de la mañana. Allí supo que Lima había recibido órdenes muy
terminantes de Morillo para que entregase el mando a Díaz y
siguiera preso a Santafé, donde continuaban los asesinatos ju-
rídicos de los patriotas. Restrepo se persuadió que Sánchez Li-
ma iba a entregar el gobierno, y que lo había llamado para
impedirle su viaje, y que Díaz pudiera atraparle. Resolvió pues,
con acuerdo de su tío el doctor Silvestre Vélez, no presentarse
al gobernador, que acababa de llegar de Antioquia, y volver a
Hatogrande, según lo verificó. En aquellos momentos críticos
no debía perder tiempo. Su razonamiento era sencillo. "Si per-
manezco en la provincia, decía, los españoles me sacrifican, y
si me voy puedo acaso escapar".
En Hatogrande redujo su equipaje a lo más pobre y sen-
cillo, disponiendo que lo demás regresara a Rionegro. El 11, a
las 12 de la noche emprendió su marcha para Yarumal. En
este mismo día nació en Rionegro, bajo de bien tristes auspicios,
su segunda hija, María Jesús.
El 12 a las 'l de la mañana llegó a Yarumal a la casa de
SU hermano José María, quien dispuso todo lo necesario para
sU marcha por el nuevo camino de Cáceres. El 15, a las 7 de
la noche, arribó a esta arruinada ciudad. El capitán a guerra
22 JOSÉ 'MANUEL RESTREPO

don Tomás Doval, luego que vio 16s papeles de Restrepo, le dio
cuanto necesitaba para continuar su viaje. Pensaba antes ir a
Cartagena y presentarse al virrey Montalvo, pero en Cáceres,
mejor instruído, determinó seguir a Santa Marta, donde tenía
amigos y con más facilidad podría embarcarse para Jamaica.
El 16 se embarcó Cauca abajo, y temeroso de que el go-
bernador Lima le hiciera perseguir o que hubiese dado órdenes
anteriores para detenerlo en la boca de Nechí, último pueblo
de Antioquia, navegó por la noche y antes de las seis de la
mañana pasó de aquel punto. La lluvia y el mosquito le mo-
lestaron mucho la segunda noche de viaje; pero el 18 llegó •
Magangué, villa de regular población a la izquierda del Cauc••
Aquí permaneció hasta el 22 por falta de embarcación para.'
seguir. Consiguiola al fin en compañía de un señor Noriega, .,
supo, antes de partir, que Enrile había pasado para Cartagena,
circunstancia que le afirmó aún más en su designio de ir a
Santa Marta. Enrile lo habría perseguido como insurgente y
desertor del camino de Sonsón.
No ocurrió novedad en el viaje hasta el pueblo de San Juan
de la Ciénaga, a donde arribó el 25 por la tarde. Tuvo la im-
prudencia de ir a presentar su pasaporte al comandante militar
Meléndez, quien conocía a Restrepo y en el momento lo recordó.
Habiendo examinado el pasaporte, dijo que era para ir a Car-
tagena y no a Santa Marta. Se denegó, pues, a dar el pase aña-
diendo que al día siguiente iría acompañado con un oficial;
malició que iba fugitivo. Dos horas después volvió Restrepo y
tuvo la fortuna de que había puesto el pase por las seguridades
que Meléndez tenía, de que iba a presentarse al gobernador,
dadas por el mismo Restrepo.
El 26 a las 7 de la mañana arribó a Santa Marta y envió
aviso a don Pedro Sáenz, su concuñado, que estaba allí de regreso
de Londres. Como español europeo, era la persona más a pro-
pósito para facilitar el viaje de Restrepo a Jamaica. Hubo la
desgracia de que estaba con jaqueca, y su criado vino a la po-
sada y le persuadió que fuera a la casa de su amo. Pensaba
Restrepo no ocultarse en Santa Marta y cometió aquella segun- '
da imprudencia que pudo costarle cara. Fue a donde Sáenz, quien
se sorprendió mucho al verle, pues le creía muy distante. Des-
pués de imponerse del pasaporte y demás circunstancias deter-
minó que no se presentara al gobernador Porras, quien era muy
enemigo de los insurgentes y tenía órdenes para no dejar e1l1•.
barcar a ninguno que hubiere sido insurgente, aun cuando 11e""
AUTOBIOGRAFfA 23

vara pasaporte del mismo Morillo. Sáenz, de acuerdo con el se-


ñor Domingo Granados, resolvió que debía permanecer escondido
mientras salía un buque para Jamaica. Granados le llevó a la
casa del señor Lucas Mendivil, quien vivía solo con una hermana.
Restrepo era desconocido en Santa Marta y pasó en la casa por
un vecino de Magangué.
Desde el 26 de noviembre en que ocurrían estos sucesos,
estuvo oculto hasta el 30. Viéronle algunos de sus amigos del
interior, que estaban en Santa Marta y eran de confianza. Des-
de el 29 supo Sáenz que el gobernador, avisado por Meléndez,
sabía el arribo de Restrepo a la plaza; temíase que hiciera di.
ligencias para descubrirlo, lo que no sería muy difícil, pues 10
sabía un español de quien se temía un denuncio. Por fortuna
el 1Q de diciembre debía salir para Kingston el bergantín Lord
Rodmey, y de acuerdo con el capitán Bowrky se dispuso por
Sáenz todo 10 necesario para el viaje. Tan importantes servicios
de este amigo generoso jamás los olvidará Restrepo.
Embarcose éste pasadas las ocho de la noche, vestido de ma-
rinero y asociado con otros de la misma clase. Había el riesgo
de que el gobernador, malicioso ya, mandara registrar el buque,
cuya carga era de asnos y caballos. Estos recelos no eran vanos,
pues de las nueve a las doce de la noche fue registrado dos
veces: la primera, por un oficial, y la segunda, por un comisario
de policía. Mas no pidieron el rol de la tripulación, entre la
cual estaba Restrepo; así no es probable que lo buscaran.
El 1Q de diciembre a las 6 de la mañana se hizo a la vela
el barco, y salió sin novedad fuera de las baterías del morro.
Hasta entonces no cesó la ansiedad y cuidados de Restrepo, quien
había estado muy expuesto en Santa Marta a caer en manos de
sus crueles enemigos los españoles, que lo hubieran sacrificado
o por lo menos enviado preso a España.
El mismo día que se embarcara hizo publicar un bando el
gobernador de la plaza, disponiendo que todo vecino que tuviera
personas alojadas en su casa comunicara sus nombres a la po-
licía. Sin duda se quería descubrir el escondite de Restrepo;
mas ya era. tarde.
Este arribó sin novedad a Kingston, de Jamaica, a los vein-
ticinco días después que salió de su casa; es decir el 4 de
diciembre de 1816. En todo el viaje gozó de completa salud.
En Kingston fue a vivir con sus hermanos políticos Francisco
y Juan Antonio Montoya, y con el señor Joaquín Mosquera, su
antiguo amigo. Como Restrepo iba pobre, era una gran fortuna
24 JosÉ MANUEL RESTREPO

hallar en Jamaica amigos y parientes que le auxiliaran para


vivir en una tierra extraña. Cuando Morillo tomó a Cartagená
había perdido cornocinco mil pesos en mercancías inglesas. So-
lo contaba para todos sus gastos y los de su familia con igual
suma, que tenía en poder de don Pedro Sáenz, y que este le
salvó añadiendo un nuevo servicio a los demás que le había
hecho.
La vida de Restrepo en Kingston fue monótona y cansada.
Ocupose en leer y estudiar francés e inglés. Vivía con amigos
y compatriotas, y su franca y amena conversación era su única
distracción. Cansado de esta vida y debilitada un poco su salud,
determinó Restrepo hacer un viaje a los Estados Unidos para
fortificarla a ver si podía aprender algo que le fuera útil mien-;:.
tras que duraba su emigración,o en lo venidero, que se le \
presentaba muy oscuro.
El señor Francisco Montoya le franqueó los fondos nece.•.
sarios para vivir seis meses económicamente, y el 22 de junio
de 1817 se hizo a la vela en el bergantín inglés mercante Blu-
cher. Estuvo tres días mareado. El 24 a las 12 de la noche
corrimos un gran riesgo de estrellarnos en la Gran Caimana,
pequeña isla que de repente se descubrió a la popa. Por fortuna
se pudo· evitar el riesgo, que fue inminente. El 28 avistamos
dos buques, un bergantín y un bergantín goleta que se acerca-
ron al nuestro y enviaron un bote a registrarlo, pues eran de
la marina. española y nos hallábamos cercanos a La Habana.
Un marinero conoció que Restrepo era español y le obligaron
a que pasara a bordo del bergantín. El comandante, que era un
joven fino, le trató bien y después de examinarle y de reconocer
los papeles del barco que llevó el capitán de nuestro buque, les
permitió regresar a su bordo y que continuaran su viaje. Esto
sucedía a las once de la noche, y por las expresiones de los
oficiales y soldados que vinieron a bordo del Blucher, temió
Restrepo que tratándolo como a insurgente se lo llevaran a La
Habana; empero, estaba resuelto a todo. Aquellos buques anda-
ban (en) solicitud de corsarios insurgentes y hacían el registro
para impedir que los mercantes les llevaran articulos de guerra.
A las 9 de la mañana del 25 de julio anclamos sin· no-
.vedad en el puerto de Staten-Island, lugar de la cuarentena en
la hermosa bahía de Nueva York. Su vista es grandiosa por
su movimiento marítimo y por las islas que la rodean llenas de
verdura, de casas elegantes y de bosquecillos cultivados.
AUTOBIOGRAFíA 25

El 26 conseguimos los pasajeros del Blucher que nos per-


mitieran ir a Nueva York, dejando a bordo nuestros equipajes
mientras que se limpiaba el buque y se le permitía trasladarse
a la ciudad. Restrepo iba con calentura ligera que pronto se
quitó.
Sabía hablar muy poco inglés e inmediatamente buscó maes-
tro y se dedicó a aprenderlo. En su estudio, en la lectura de
periódicos y en conocer la ciudad y sus alrededores pasaba el
tiempo. Podía viajar muy poco porque era preciso no hacer
gastos y ser económico. En cuanto a clima había ganado poco,
pues en julio y agosto era el tiempo tan caluroso como en
Kingston de Jamaica.
A fin de agosto hizo Restrepo una excursión hasta Kings-
ton por el río Hudson, navegando cien millas en un bote de
vapor. El río es hermoso y pobladas sus márgenes. Pronto re-
gresó a Nueva York, después de haber conocido algunos luga-
res del interior. Temiendo los gastos no pudo ir hasta Albany.
En el mes de septiembre se trasladó a Philadelphia por
una línea de carruajes que pasaban por Trenton y Bristol, ca-
minando la distancia de 56 millas. En Bristol se embarcó en
el Delaware, y a las dos horas estuvo en Philadelphia. El via-
je le costó nueve pesos tres reales.
Esta ciudad le pareció de mucha regularidad y permaneció
en ella hasta el 12 de septiembre deseando conocer a Baltimore
y Washington, se embarcó en el Delaware hasta Newcastle, y
de allí siguió por tierras del Estado de Delaware hasta cerca
de Baltimore a donde arribó el 13. Vio esta hermosa ciudad y
sus alrededores hasta el 19 de septiembre. Desanimóse de ir a
Washington en aquellas circunstancias porque no estando reu-
nido el congreso nada había que ver en la capital de los Estados
Unidos. Para conocer un poco el país determinó regresar por
el interior en una diligencia. Por este camino atravesamos el
largo puente sobre el río Susquehannah, que según se le aseguró
tenía 2.640 yardas. Era de noche y no pudo observarlo, pero
le dijeron que el río no era hondo, y que estaba construí do sobre
pilastras de piedra. Por la noche dormimos en la ciudad de Lan-
caster, antigua capital del Estado de Philadelphia. El 20 segui-
mos para esta ciudad, a donde llegó Restrepo a las cinco de la
tarde, volviendo a su antigua' posada; este viaje le costó 23
pesos por todo.
Teniendo Restrepo que volver'a la Nueva Granada, le pa-
reció útil y político visitara.l ministro espafiol don Luis' Onis,
26 JOSÉ MANUEL RESTREPO

;paraquien t~nía una carta de introducción. Con este objeto fue


a Bristol donde residía el señor Onis; he~ha la visita regresó
el mismo día a Philadelphia.
Deseaba estudiar algo sobre manufacturas. Con este objeto
y provisto de cartas de recomendación, se trasladó a Wilming-
ton, pequeña ciudad situada a la derecha del río Susquehan.
nah; en sus cercanías están los célebres establecimientos de
Brandiwine. En uno de ellos, correspondiente a Mr. Victor Du-
pont, conoció Restrepo, comiendo en la casa de este caballero,
al mariscal Grouchy, de quien tanto se hablaba por su conducta
en la batalla de Waterloo. Viajaba entonces en los Estados Uni.
dos con un coronel hijo suyo, que también estaba allí. Desde
el 3 de octubre hasta el 2 de noviembre permaneció en Wil-
mington .con el objeto indicado. De aquí volvió a Philadelphia.
En esta ciudad, quiso Restrepo estudiar el arte de teñir
telas; mas no pudo hallar un buen maestro práctico que pidiera l
un precio moderado, único que él podía pagar. Aplicose también
a aprender el arte de curtir y teñir cueros de todas clases, lo
que le pareció podría serIe útil en su país.
Ya comenzaba el frío hacia el 8 de noviembre y había
fuertes heladas. Restrepo sin experiencia en estos climas del
Norte, no se había vestido interiormente de lana, y al salir de
una pieza caliente por una estufa, se constipó. Mas no hizo
caso y continuó saliendo al aire frío que le hacía daño. Al fin
en 5 de diciembre tuvo un fuerte frío de dos horas; en seguida
le entró calentura; pasó una noche horrible y en continuo de-
lirio. Sentía dolor en el pecho y debajo de las últimas costillas•.
Al siguiente día amaneció aliviado y llamó un médico, quien
dijo no tenía calentura, pero que le entraría de nuevo como
sucedió a las 11 del día, aunque menos fuerte que la anterior.
Por la tarde lo sangraron y le pusieron un cáustico en el pecho
donde tenía la enfermedad.
Esta continuó fuerte a pesar de una segunda sangría y
de otro cáustico bien grande aplicado por consejo de un segun-
do médico que se buscó para que se asociara con el primero.
Era una inflamación del pulmón que comenzó a ceder a los diez
días, aunque lentamente. Los compañeros de posada se intere-
saron y acompañaron a Restrepo en su enfermedad. El, lejos
de su familia y en una tierra extraña donde su vida o muerte
debía verse con indiferencia por todo el mundo, tuvo que re-
vestirse de firmeza para no acobardarse.
AUTOBIOGRAFÍA 27

Cuando cayó enfermo tenía ajustado su pasaje a Jamaica


en el bergantín Céfiro, y pagados cincuenta pesos de pasaje.
Por su enfermedad no pudo embarcarse y perdió esta pequeña
suma. La demora le obligó a tornar prestados de Mr. Piexotto,
un habitante de Jamaica, $ 150, quien tuvo la bondad de dár-
selos y dejar orden a su banquero para que le diera más di-
nero si lo pedía; acción generosa que Restrepo nunca ha olvidado.
El 20 de diciembre hizo buscar otro buque para Jamaica,
el que halló. Pero habiendo soplado aquel día y al siguiente un
viento muy frio del Noroeste, el río Delaware se heló y quedó ce-
rrada la navegación. Había peligro de que continuara así todo
el invierno, lo que consideraba Restrepo como una gran des-
gracia porque su salud era delicada, le daban calenturas y los
médicos opinaban que el mejor remedio sería ausentarse de los
Estados Unidos.
Desde el 23 varió el tiempo y el 25 de diciembre ya había
, esperanza de salir el buque llamado el Cora. Entretanto arre-
gló el honorario de los médicos que le costó $ 60. Por desgracia
no le alcanzó el dinero y tuvo que hacer una obligación por
.$ 40, a la dueña de la posada para enviárselos de Jamaica,
necesidad que le mortificó mucho, a pesar de que la señora,
I llamada Mrs. Dolbog, no tuvo dificultad en admitir su firma.
I $ 140 le había costado la enfermedad.
I El domingo 28 por la tarde se embarcó Restrepo, todavia
convaleciente y propenso a. ligeras calenturas. Tuvo que per-
manecer en la cama los tres días que tardó el buque en bajar
el río hasta el mar, que son 44 leguas 2/3. Después de salir
al mar sufrió en los días 4 y 5 de enero de 1818 una borrasca
formidable, estando con calentura; pero mejoró el tiempo desde
el 6, y ya Restrepo pudo levantarse y pasear sobre cubierta.
En el resto de la navegación el Cora sufrió calinas entre Cuba
y Santo Domingo, mas no hubo novedad particular. El 21 de
enero desembarcó en Kingston al cabo de veinticuatro días de
navegación. Llegó Restrepo en completa salud.
Gastó en su viaje siete meses completos. Conocer un poco
el país; aprender a hablar regularmente el inglés, y haber pa-
sado una vida más variada que en Jamaica, fueron las únicas
ventajas que obtuvo Restrepo con su viaje a los Estados Uni-
dos. Entonces confiaba en que sus estudios sobre manufacturas
y tenerías le servirian de mucha utilidad, pero nunca llegó el
día en que se realizaran· sus esperanzas.
28 JosÉ MANUEL RESTREPO

Seis meses vivió después en Kingston sin,ocurrirle nove-


dad particular. Ya podía regresar a la Nueva Granada,porque
durante su ausencia, su mujer había solicitado y obtenido del
virrey Montalvo un indulto. Restrepo. no lo habría solicitado
directamente sino en la última necesidad; este paso hubiera
hecho sufrir mucho a su dignidad y amor propio. Pensó, pues,
regresar al seno de su familia residiendo antes algún tiempo
en Cartagena. Embarcose en junio para esta ciudad. A su' arri-
bo fue bien recibido por el brigadier don Gabriel de Torres,
gobernador de la plaza, y por los demás españoles. En conse-
cuencia determinó residir allí el resto de 1818 y ocuparse en
el ejercicio de la abogacía, y en hacer algún comercio de mer-
cancías. Al efecto arregló una compañía con el señor Francisco
Montoya, quien siempre residió en Jamaica, para que hiciera las
remisiones que se venderían por mayor, bajo la dirección de
Restrepo.
Bien pocas ventajas obtuvo este del ejercicio de la aboga-
cía; algunas un poco mayores consiguió de la venta de mer-
cancías inglesas remitidas por el señor Montoya. Por esto y
porque deseaba reunirse a su familia, determinó seguir a An-
tioquia llevando un pequeño negocio que compró en Cartagena.
En el mes de enero de 1819 emprendió su viaje asociado a
don Rafael Mosquera, con quien había vivido en Cartagena, el
que siempre le fue muy buen amigo; volvía este de su emigra-
ción y regresaba a Popayán. El viaje fue feliz y en febrero
llegó Restrepo a su casa de Rionegro al cabo de dos años cua·
tro meses que había salido fugitivo. Aquel fue un día feliz, pues
veía a su esposa y a sus dos hij os Valentín y María Jesús; sus
caricias dulcificaron en gran parte las penas anteriores.
Empero el estado político del país no daba garantías de
seguridad ni orden al pueblo granadino ni a los individuos. Sá-
mano ejercía la áutoridad de virrey con un despotismo bárbaro,
y el coronel Carlos Tolrá era gobernador de Antioquia. Su con-
ducta en Popayán y en otros puntos había sido cruel, y Res-
trepo estaba tildado por el partido español como uno de los
primeros insurgentes de Antioquia. Añadíase por algunos es-
pañoles "que había ido a Narte América para radicarse más en
los principios republicanos y ser más insurgente".
Necesitó, pues, mucha circunspección y conducta para Ii~
brarse de alguna red que le quisieran' tender sus enemigos rea-
listas. Con este' objeto se propuso vivir retirado ocupándose
solamente en sus negocios domésticos.
AUTOBIOGRAFíA. 29

El español don Antonio del Valle quiso amedrentarlo, ame-


nazándole con que iba a reclamar daños y perjuicios contra él,
por la prisión que había sufrido bajo la dictadura de Corral.
Mas Restrepo le contestó con firmeza "que si Valle presentaba
documentos contra él, le obligaría a presentar las peticiones en
que Valle había pedido carta de naturaleza al gobierno repu-
blicano". Esta indicación bastó para imponerle silencio,porque
tal solicitud era un grave delito para el gobierno real.
Había algún tiempo que entre los patriotas corría el rumor
de que en los llanos de Venezuela, Bolívar hostilizaba a los
realistas y que obtenía ventajas. Añadíase desde principio de
julio que se acercaba a la Nueva Granada y que estaba a Guas-
dualito con una división respetable de tropas. Estas noticias
que antes eran inciertas se confirmaron por cartas de Santafé.
Se supo que Bolívar con dos mil doscientos hombres había atra-
vesado la cordillera y que en Gámeza había empeñado ya una
acción en que perdió 180 hombres. No hay que añadir que es-
tas nuevas causaron a Restrepo y a los demás patriotas de
Antioquia mucho placer, y que revivieron sus esperanzas de
arrojar el yugo de los españoles. Esto sucedía en los últimos
días de julio de 1819.
En los quince primeros de agosto se continuaron recibien-
do noticias de que las tropas de Bolívar ganaban terreno, pero
todos los.realistas aseguraban que en breve sería destruído por
Barreiro y el ejército Real "el loco de Bolívar", pues así 10 lla-
maban. Los patriotas creíamos, aunque sin datos bastantes, to-
do lo contrario.
El 15 de agosto, a las 4 de la tarde, se supo con certidum-
bre en Rionegro que los realistas habían sido derrotados por
el "loco traidor", y que los españoles y realistas bajaban el
Magdalena emigrados. Restrepo y los demás patriotas se pro-
pusieron estar alerta y guardar circunspección. El gobernador
Tolrá había asegurado que castigaría muy severamente a cual-
quiera que esparciera noticias adversas a las armas reales.
Sin embargo el gobernador tuvo miedo y se preparó para
emigrar hacia Zaragoza con todos los españoles y algunos rea-
listas criollos. Debía defender la provincia por órdenes expresas
del virrey. Pretendió después armar. caballería, y muy pocos
hombres pudo reunir. En Marinilla y Rionegro fueron hostili-
zados sus partidarios, de modo que temerosos se retiraron a
Medellin. Los patriotas no teníamos un fusil y nos propusimos
atemorizar a los realistas~ cogiendo su correspondencia; espar-
30 JOSÉ MANUm. RESnu:PO

eiendo' noticias .supuestas sobre triunfos de los republicanos, y


anunciando su marcha hacia la provincia. Este sistema produjo
muy buenos efectos, porque aceleró la fuga del gobierno. pri-
vá'ndole de algunos destacamentos que se dispersaron por el
miedo que se les infundiera.
El 28 de agosto supimos que el teniente coronel José María
Córdova llegaba a las 5 de la tarde a Rionegro con 40 hom-
bres y unos 60 más que arribarían después, la mayor parte
prisioneros de los vencidos realistas. Esta pequeña fuerza no
daba seguridad ni garantías. Por tal motivo, y porque nada
se sabía del estado que tenían Venezuela y el ejército de Mo-
rillo, Restrepo se excusó de admitir el empleo de gobernador
político, que Córdoba le confirió por orden de Bolívar. Sin em-
bargo después de algunos días de reflexión aceptó el empleo, por
la consideración "de que si cada uno de los patriotas no hacía
cuanto pudiera, a fin de sostener la sagrada causa de la inde-
pendencia, ésta caería de nuevo y los españoles no dejarían pa-
triota con vida". Tomó posesión del destino el 2 de septiembre
de 1819.
Tenía _el encargo de reorganizar los cabildos, las rentas
públicas y todos los ramos de la administración civil de la pro-
vincia. Lo militar dependía de Córdova eon el título de coman-
dante general.
Inmediatamente se dedicó con mucha actividad a cumplir
sus deberes. Una de sus primeras providencias fue rebajar el
precio de cada libra de tabaco estancado, de 8 a 4 reales. Be-
nefició a la provincia sin perjuicio de la renta. Rebajó también
dos pesos en cada cántara de aguardiente, aumento que había
hecho el gobierno español de Sámano.
Visitó a Medellín ya Antioquia, a donde llegó el 12 de
septiembre. El día anterior había hecho pasar por las armas
el comandante Córdova al oficial real don Antonio del Valle,
porque se le dedujo, por contadores, un alcance en sus cuentas.
Tenía preso al 2Q- oficial real don R.afael Caro, a quien Res-
trepo tuvo la fortuna de salvar. El 18 del mismo hizo fusilar
Córdova en Medellín a otro español prisionero, don Baltasar
Alvarez. Los realistas temblaron de Córdova y ya no hubo te-
mor alguno de que pudieran levantarse contra la pequeña fuer-
za que mandaba. Parece que se proponía espantarlos, y que
huyeron.
Los españoles habían' ocupado nuevamente a Zaragoza. Pa-
ra- recuperarla envió Córdova un destacamento que fue batido;
· A.UTOBIOGBAJ'fA 31

esto causó temores en la' provincia. Córdova para manifestar"


que no temía, mandó fusilar a diez españoles, soldados expedi-
cionarios que tenía prisioneros. Restrepo le improbó esta eje-
cución, por la que tuvieron un disgusto. Sin embargo, en 19 de
noviembre hizo fusilar también al oficial español Martinillo y
a dos soldados que habían sido hechos prisioneros en el Chocó.
Córdova, como todos los que habían hecho la guerra en Vene-
zuela, tenían sus corazones endurecidos y no daban entrada a.
sentimiento alguno de compasión para con sus enemigos ven-
cidos. Restrepo no era así, y jamás en su vida pública hizo
matar a nadie.
El continuaba gobernando la provincia de Antioquia cuan-
do ocurrió una desgracia. El 28 de diciembre, corriendo el co-
mandante Córdova unos toros en la plaza de Rionegro, dio su
caballo una caída; quedó privado más de ocho horas, al cabo
de las cuales recuperó sus sentidos pero completamente loco,
pues el golpe fue en la cabeza. Le entró calentura, y por al-
gunos días estuvo en peligro de morir.
El 7 de enero de 1820 se supo que el coronel español don
Francisco Warleta con 330 soldados de línea, atacaba la pro-
vincia por Zaragoza. A causa de la enfermedad de Córdova,
Restrepo, asociado con el capitán Carlos Robledo, dictó cuantas
providencias militares y civiles juzgó necesarias para defender
la provincia. El capitán Juan María Gómez siguió hacia Reme-
dios el 9 de enero, y ellO debía marchar el resto de un batallón'
(Antioquia) organizado desde antes.
Restrepo después de haber animado a la defensa a los ha-
bitantes de Rionegro pasó a Medellín con el mismo objeto. Allí
supo que la permanencia de la señora Juliana Rendón en aque-
lla ciudad perjudicaba mucho, porque la opinión no se mani-
festaba por temor o consideraciones a dicha señora, mujer de
Tolrá. La hizo seguir para Santafé con un tío suyo, y a la se-
ñora Rosa Santamaría para Amagá, pues era otra realista muy
decidida. Libres los patriotas de tales e importunos testigos, se
manifestaron sin rebozo alguno decididos por la independencia.
En Medellín dio una proclama que produjo buen efecto para
animar a los pueblos a defender sus hogares, y volvió a Rione-
gro el 13 de enero.
En los días 14 a 16 recibió funestas noticias: 1\1. Que una
expedición enemiga subía por el Magdalena; 2\1. Que por Re-
medios avanzaban tropas españolas; 3\1. Que otra expedición de
buques de guerra atacaba el Chocó,cuyo gobernador pedíaauxi-
32 JOSÉ -MANUEL RESTREPO

liosal de Antioquia, que nada le podía enviar; 4' En fin, que


el general español Calzada había sorprendido la guarnición.de
Popayán y que marchaba sobre el Valle del Cauca. Esto parecía
una combinación peligrosa para los patriotas, que aún no esta-
ban preparados para resistirla.
Empero los de Antioquia no nos acobardamos, y con entu-
siasmo continuamos activando la defensa de nuestra patria. Tu-
vimos la fortuna de que el comandante Córdova recuperó su
juicio, y aunque cojo, pudo seguir a Barbosa, donde se habían
reunido las tropas; esto era un grande alivio para Restrepo,
porque disminuía sus cuidados y su responsabilidad.
En aquellos mismos días peligrosos (el 14) envió éste con
el doctor Miguel Uribe Restrepo en barras de oro, un situado
de 68.800 pesos como auxilio al gobierno general, y tuvo ade-
más lo necesario para ocurrir a los gastos más urgentes. Esta-
ban reorganizadas y eran productivas las rentas de la provincia.
El entusiasmo patriótico suplía también cualquiera falta de fon-
dos públicos.
La expedición española que subía el Magdalena fue batida
completamente el 23 de enero, y la columna invasora por Re-
medios se retiró, noticias que causaron mucha alegría en la
provincia.
Mas el 2 de febrero fue turbada con las nuevas de que
Warleta había subido el Cauca hasta Cáceres, y que se avanZá-
ba sobre Yarumal. El 1Q de febrero ocupó esta parroquia, donde
hallara toda clase de recursos. El comandante militar y el go-
bernador político dictaron las providencias necesarias para ba-
tir al enemigo. Córdova marchó en persona con 400 hombres
de línea que había disciplinado, fuera de los militares que se
reunieron en Santa Rosa. Warleta no se atrevió a avanzar de
Yarumal, y Córdova después de dos combates que diera a sus
tropas en Pajarito y Chorrosblancos. le obligó a emprender su
retirada por la fragosa montaña de Cáceres, donde perdió bas-
tante gente, sucesos que ocurrieron en los últimos quince días
de febrero.
El 28 recibió Restrepo la Ley Fundamental que erigía la
República de Colombia.Le pareció una medida capital para con-
seguir la independencia. Sostuvo aquella Ley con todo su pe-
queño influjo, pues por experiencia y convicción cada día era
más decidido contra la anarquía y debilidad del sistema de
gobierno federativo.
AUTOBIOGR.U'iA 33

Poco después se supo que los españoles habían sido recha-


zados en el Chocó, y que Calzada lo sería igualmente en él
Valle del Cauca, donde había encontrado una resistencia ines-
perada. Por consiguiente cesaron los peligros de Antioquia que
a su turno iba a atacar a los españoles en el bajo Cauca y en
el Magdalena.
Libre Restrepo de los cuidados de defensa, tuvo que ejecu-
tar en el mes de abril una medida útil a la Nueva Granada,
pero nociva a Antioquia. Tal fue la de sacar mil esclavos ro-
bustos a quienes Bolívar daba la libertad con tal de que sirvie-
ran tres años en el ejército colombiano. Restrepo debió reves-
tirse de mucha firmeza e imparcialidad para llevar al cabo,
como lo hizo, esta medida que repugnaban los amos a quienes
no se ofrecía indemnización alguna. Cerca de 900 esclavos en-
vió a Santafé. Eran 3.000 los pedidos a la Nueva Granada,
pedimento que se apoyaba en miras de profunda política para
lo venidero. Bolívar temía siempre una rebelión de la raza negra.
En los meses de septiembre hasta noviembre se hicieron en
las provincias de la Nueva Granada las elecciones de diputados
para el congreso general de Colombia, que debía reunirse en
el Rosario de Cúcuta a principio de 1821. Restrepo fue elegido
por Antioquia y el Chocó.Según los reglamentos vigentes, debía
preferir, como lo hizo, la representación de esta provincia.
El Libertador en su reciente viaje a Cartagena pidió al
gobernador político de Antioquia 24.000 pesos para satisfacer
2.000 mil fusiles que había comprado. Tuvo el gusto de enviar-
los a vuelta de correo. Los consiguió bajo de su responsabilidad
privada, mientras los había de las rentas públicas. Remitiólos
en 16 de octubre de 1820.
Los servicios que en el curso de este año prestó Restrepo
a la causa de la independencia fueron grandes y oportunos,
como se manifiesta a todo hombre imparcial. El recuerda sobre
todo con placer el haber contribuido eficazmente a la defensa
de Antioquia. Esta provincia cortaba la línea de los españoles
desde Quito a Cartagena e impedía sus combinaciones, cosa
muy importante y que nos libró de muchos riesgos.
Restrepo había principiado desde 29 de julio de 1819 a
llevar un Diario Político. Fue al principio muy conciso y des-
pués lo ha mejorado. Tiene ya treinta y seis años de duración.
También concibió en este año 1820 el proyecto de escribir la
Historia de nuestra Revolución,y comenzó a reunir documentos
para realizarlo. La lectura de Robertson le inspiró la idea.
34 JosÉ MANUEL RESTREPO

Ya había terminado el año de 1820, tan fecundo en sucesos


felices para la independencia, y corría el mes de marzo de
1821. El congreso general de Cúcuta no se había reunido por
falta de número. Con esta noticia Restrepo determinó ir a él~
porque lo consideraba de suma importancia para constituír y
organizar a Colombia. Los pueblos comenzaban a sentir el pe~
ligro y a murmurar del gobierno puramente militar que habían
tenido por cerca de dos años. Habiendo conseguido que se le
nombrara sucesor en el gobierno de Antioquia se puso en ca-
mino el 9 de abril. Tomando la vía del Pedral y Girón, llegó al
Rosario tres días después del 6 de mayo en que el vicepre-
sidente de la República Antonio Nariño había instalado el con-
greso general de Colombia.
En esta corporación, acaso la más respetable que se hubiera
reunido en Venezuela y Nueva Granada por las eminentes dotes
de muchos de sus miembros, fue Restrepo uno de los cinco que
compusieron la comisión encargada de presentar el proyecto de
Constitución para Colombia. Redactólo el doctor Vicente Azue-
1"0. En el mes de julio presidió también el congreso por quince
días. Como tal, redactó el proyecto de ley presentado por el
doctor Félix Restrepo para que nacieran libres los hijos de las
esclavas, y firmó la célebre ley de 19 de julio, que puso las ba-
ses para la extinción de la esclavitud en Colombia. Suceso me-
morable en que tuvo mucha parte así en Antioquia como en
Cúcuta.
Restrepo asistió a las sesiones del congreso hasta que se
terminaron el 14 de octubre de 1821. El presentó y sostuvo va-
rios proyectos de ley sobre fundaciones de colegios, escuelas y
mejoras de la educación pública, la que ha llamado siempre toda
su atención.
El vicepresidente de la república, encargado del Poder Eje-
cutivo, general Santander, le nombró el 15 de octubre secretario
del interior del gobierno de Colombia. Dióle excelentes compa-
ñeros: para hacienda al señor José María del Castillo; para
relaciones exteriores al señor Pedro Gual, y para guerra y ma-
rina al señor Pedro Briceño Méndez. El 16 comenzaron sus
funciones autorizando los decretos de ejecución de varias leyes.
El 17 se dirigió a Bogotá el vicepresidente, y Restrepo le si-
guió el 18 de octubre de 1821.
En la capital de ·la república Restrepo trabajó con asidui-
dad y constancia en que se publicaran y ejecutaran fielment9
la constitución y las leyes de la república. Consiguiólo en efec-
AUTOBIOGRAFíA 35

to, no tanto por sus esfuerzos como por la firmeza y talentos


del vicepresidente y el auxilio de sus dignos compañeros en el
ministerio. Este era compacto, y en todos los negocios impor-
tantes no había divergencia de opiniones. Colombia también se
manifestaba contenta con los trabajos de los secretarios del Po-
der Ejecutivo.
Luégo que fueron evacuados los principales y más urgentes
negocios del departamento del interior, Restrepo obtuvo una
licencia temporal para ir a Rionegro por su familia. Partió en
los últimos días de junio y regresó a Bogotá el 7 de agosto de
i 1822, aniversario de la batalla de Boyacá, que Santander cele-
braba siempre en los primeros años de Colombia. La familia
de Restrepo se componía entonces de su mujer y de tres hijos:
María Jesús, Ruperto y Ursula; el mayor, Valentín, murió a
los siete años de edad cuando su padre se hallaba en Cúcuta.
En febrero de 1823 tuvo la desgracia de que Ruperto .cayó
de un balcón a la calle; poco después su hija Ursula fue atacada
de alferecía. Viéronse ambos a la muerte, pero sanaron.
El congreso constitucional de Colombia tuvo sus primeras
sesiones en 1823. Restrepo le presentó su primera memoria o
exposición sobre los negocios de su departamento. Este docu-
cumento importante tuvo mucha aceptación y sirvió de norma
en 10 venidero para otros de igual clase. El mismo favor público
obtuvieron las demás exposiciones que presentaba Restrepo a
los congresos colombianos de 1824 hasta 1827. Tanto él como
sus compañeros fueron siempre tratados por los miembros del
cuerpo legislativo con la mayor delicadeza y consideraciones.
j Qué diferencia con la permanente hostilidad y aun mala crian-
za que se introdujo después en las cámaras legislativas para
con los secretarios del Poder Ejecutivo!
Igual favor que en el congreso hallaron los trabajos de
Restrepo en la secretaría del interior, en el pueblo colombiano.
Acaso no llegaron a tres las censuras que le hicieran por la
imprenta. Además, sabía por los numerosos amigos que tenía
en las provincias, cuál era la opinión pública sobre su conducta
oficial. Esta buena opinión le era siempre muy satisfactoria y
le animaba a continuar trabajando en el servicio de la nación.
En sus negocios domésticos sufrió en 1825 y 26 una gran
desgracia. Tenía algunas minas de oro en. Antioquia, y sabien-
do que en la Gran Bretaña había mucho entusiasmo por las
empresas de minas en la Nueva Granada, compró otras que le
costaron una suma fuerte para su pequeña fortuna. Vendiólas
36 JosÉ MANUEL RESTREPO

todas a un extranjero en 20.000 libras esterlinas. Este no pudo


cumplir y las letras giradas volvieron contra Restrepo. Tal con-
tratiempo lo puso en una situación muy penosa porque fue ne-
cesario pagarlas. Lo consiguió haciendo enormes sacrificios que
arruinaron su pequeña fortuna y no le dejaron con qué satis-
facer todas sus deudas. Por muchos años vivió en esta posición
de tanta angustia para un hombre pundonoroso. Mas su desgra-
cia no llegó al último extremo de que lo ejecutaran sus acree-
dores. La mayor parte eran amigos que tuvieron consideraciones,
persuadidos de que sus atrasos habían sido inculpables.
En 1827 se publicó en París la primera parte de su historia
de Colombia. En lo general tuvo aceptación. Pero estando vivos
muchos de los actores en la revolución, fue herido su amor pro-
pio con algunos juicios del historiador. Esto le causó varios
sinsabores y le manifestó "que era peligroso publicar una his-
toria de hechos contemporáneos". Tal consideración influyó en
su ánimo para suspender por algunos años la continuación de
la historia de Colombia. La que había publicado nada produjo
a su autor, quien perdió una parte de los gastos.
Los fuertes terremotos de 1826 y 1827 no causaron daño
alguno ni a él ni a su familia, aunque participaron de los ma-
les públicos que deploraban. Los hijos de Restrepo se habían
aumentado en 1825 con dos gemelos, José Manuel y Leonor.
Desde 1826 se había comenzado a sentir otro terremoto
que era político, el que conmoviera a Colombia hasta sus fun-
damentos. Tal fue la rebelión de Páez en Venezuela contra la
constitución y el gobierno colombiano.Restrepo contribuyó con
su voto a que no se le hiciera la guerra y que se esperara el
regreso del Libertador, que se hallaba en el Perú. Semejante
medida ahorró a Colombia una guerra civil que habría sido
funesta .
.A consecuencia de aquella rebelión acordó el congreso co-
lombiano que se reformara la constitución, y convocópara Oca-
ña UI1aconvención constituyente. Por una desgracia lamentable
hubo fuertes bandos entre los diputados, que terminaron en la
disol ución de aquel cuerpo el 11 de junio de 1828.
Cuando ya se vio que este suceso era inevitable, los pa-
triotas y los secretarios del gobierno que residían en la capital
busc::l.roncon ansiedad algún medio para conservar la unión de
Colombia y evitar la anarquía que parecía inevitable. La cons-
titución de Cúcuta había sido despedazada en Venezuela y en
otras provincias, así parecía imposible restablecer su imperio.
AUTOBIOGR~FfA 37

Decidiéronse por la dictadura de Bolívar que había salvado an-


teriormente la existencia política de Venezuela, Nueva Grana-
da y el Perú. Proclamose por el acta de Bogotá del 13 de junio
de 1828, que fue rápidamente adoptada por todos los pueblos
de Colombia. Restrepo tuvo mucha parte en estos sucesos, y es-
peraba que la república después de tener por cubierta por algún
tiempo la estatua de la Libertad, se reorganizaría de nuevo sin
experimentar revoluciones. Mas no sucedió así, por dos causas.
Fue la primera, la conjuración del 25 de septiembre en
que asesinos inmorales profanando el nombre de libertad qui-
sieron asesinar a Bolívar e irritaron las pasiones a un grado
de mucha exaltación. La segunda fue la guerra que el Perú hizo
a Colombia, originada de la envidia de Lamar hacia Bolívar y
de sus deseos de humillar a nuestra república. El Libertador
tuvo que trasladarse al Sur y el consejo de ministros que de-
jara en Bogotá encargado del gobierno, aunque trabajó mucho
no pudo hacer todas las reformas que Bolívar habría llevado
al cabo con su vasto influjo.
Lo presidía el señor Castillo por nombramiento expreso del
Libertador.
Fatigado con el cúmulo de negocios que tenía a su cargo,
Restrepo aprovechó la ocasión de que vacara la dirección de la
casa de moneda de Bogotá, y solicitó se le confiriera. Bolívar
le dio este empleo, del que tomó posesión el 30 de noviembre
de 1828. Mas por entonces no se le eximió de la secretaría del
interior, y tuvo que servir ambos destinos mientras el Liber",
tador iba al Sur a combatir la rebelión de Obando y las tropas
del Perú.
Entretanto convocó desde Popayán un congreso constitu-
yente de Colombia que debía reunirse en Bogotá el 2 de enero
de 1830, es decir un año después para dar tiempo a. que se hu.
biera restablecido la tranquilidad y cesado la guerra. En el cur-
so de 1829 se discutió por todas partes la cuestión "de cuál
sería la mejor organización para asegurar la estabilidad, el pro-
greso y prosperidad de Colombia". Hubo diferentes opiniones
y los miembros del consejo de gobierno se decidieron por el
establecimiento de una monarquía constitucional con Bolívar
a su cabeza, mientras viviera, con el título de "Libertador pre-
sidente", y con un príncipe europeo después de su muerte. Los
miembros del consejo dieron algunos pasos para realizar esta
idea, de la que también participaba Restrepo. Era condición
precisa que el congreso constituyente la. adoptara en plena li-
38 JOSÉ MANUEL RES'1'REPO

bertad. Los miembros del consejo de gobierno trabajaron pri-


vadamente por formar la opinión pública a favor del proyecto,
lo que era harto difícil conseguir. Dieron igualmente algunos
pasos oficiales hasta con el Libertador. Este guardó silencio
por algunos meses, pero al fin improbó el designio desde Po-
payán exponiendo muy buenas razones, con lo cual se le aban-
donó enteramente. Sería largo exponer los fundamentos en que
se apoyaba, los dejamos para la Historia.
El 1Q de octubre tuvo Restrepo la pena de perder a su
padre a los setenta y cuatro años de edad. Murió en la hacien-
da de Socaire donde vivía desde 1825, y fue sepultado en la
iglesia de Suesca.
Restrepo había hecho repetidas instancias al Libertador
para que lo eximiera de servir la secretaría del interior. Al fin
le admitió la renuncia desde Supía en el Valle del Cauca en
18 de diciembre, mas no le nombró sucesor. Habiendo llegado
a Bogotá, renovó el Libertador todo el ministerio en 20 de ene-
ro de 1830. Sirvió, pues, Restrepo la secretaría del interior, ocho
años tres meses.
La república estaba en aquellas circunstancias en un esta-
do de transición, y tanto por esto corno porque deseaba y tenía
necesidad se retiró al seno de su familia y no tomó parte al-
guna en los negocios políticos durante el congreso constituyente
de Colombiani bajo la corta administración del señor Joaquín
Mosquera. Este fue privado de la presidencia por la rebelión
del Callao, apoyada por el general Urdaneta y por otros jefes
que se decían amigos de Bolívar. Restrepo queriendo salvar los
fondos que había en la casa de moneda continuó desempeñando
su dirección. Por dos veces le nombró Urdaneta miembro del
Consejo de Estado, y otras tantas renunció, lo que fue desagra-
dable a .aquél y le dijo: ."que los había abandonado". Empero
no estaba en sus principios apoyar a los rebeldes.
Restablecido el gobierno legítimo en mayo de 1831 a car-
go del vicepresidente Caicedo, este le nombró para el mismo
destino en el Consejo de Estado. Admitió entonces y sirvió el
destino hasta principio de 1832, en que comenzóa regir la nue-
va constitución.
Luégo que el señor Márquez se encargó del Poder Ejecutivo
de la Nueva Granada le confirió en marzo la comisión diplo-
mática de ir a Quito a reclamar del general Flores el territorio
que había usurpado de las provincias de .Pasto, Popayán y
Buenaventura; se le dio por segundo comisionado al reverendo
AUTOBIOGRAFfA 39

obispo de Santa Marta doctor José María Estévez, y para se-


cretario al coronel José Acevedo. Como Restrepo ha tenido por
sacrificio invariable de conducta no excusarse siempre que sus
servicios se han considerado como entonces útiles a la patria,
admitió la comisión. Esta partió en abril y llegó a Ibarra a fin
de mayo. Abriéronse allí las negociaciones que después se tras-
ladaron a Quito aunque sin resultado alguno. El gobierno gra-
nadino, conforme a la constitución, no podía abandonar a Flores
un palmo de su territorio y este exigía alguna concesión para
mejorar los límites del Ecuador. Rompiéronse pues las nego-
ciaciones el 12 de agosto de 1832, y los comisionados granadi-
nos pidieron sus pasaportes para volver a su país. Pusiéronse
en camino el 23 de agosto. De tránsito por Pasto y J uanambú
dejaron todo dispuesto para una insurrección que se realizó;
por causa de ésta Flores perdió enteramente la cuestión y se
reintegró el territorio granadino.
Cuando los comisionadosregresaron a Bogotá ya mandaba
el general Santander como presidente. Por orden suya el se-
cretario de relaciones exteriores Alejandro Vélez, pasó a los
comisionados en 29 de octubre una nota muy lisonjera apro-
bando su conducta en todas sus partes, la que tanto había in-
fluído en el buen éxito de la cuestión.
En seguida el presidente nombró a Restrepomiembro de
la Academia Nacional de la Nueva Granada, la que se instaló
el 6 de enero de 1833.
El congreso granadino en su primera reunión constitu-
cional eligió a Restrepo miembro del Consejo de Estado. Excu-
sose de admitir el destino porque deseaba separarse en lo po-
sible de la política y administración.
En el mismo año de 1833 fue nombrado director general
de tabacos, con el objeto de que reorganizara la renta y esta-
bleciera la nueva oficina. Cumplidos estos objetos renunció el
destino y volvió a su empleo de director de la casa de moneda.
Lo mismo sucedió en 1836 en que se le nombrara interinamente
para servir el destino de director de tabacos, bajo la condición
de que al mismo tiempo desempeñara las funciones de director
de la casa de moneda de Bogotá.
Con actividad y orden tenía tiempo Restrepo para cumplir
debidamente con funciones tan diferentes y complicadas. Mas
no solo con ellas sino con las que demandaba la dirección ge-
neral de instrucción pública, que estuvo a su cargo desde 13
de octubre de 1832. en que regresó del Ecuador, hasta 21 de
40 JosÉ MANUEL RES'1'REPO

junio de 1842,en que fue suprimida y agregada a la secretaría


del interior. Hizo este largo servicio sin sueldo alguno, y cuando
lo terminó, el secretario del interior~ Ospina, le manifestó que
el Poder Ejecutivo quedaba muy complacido y satisfecho por
su comportamiento en la dirección general de instrucción pú-
blica.
En abril de 1837 tuvo la pena de que mientras duraban
las vacaciones de la semana santa se robaron de la fundición
de la casa de moneda 126 marcos de oro de 221;2 quilates de
ley, que valían cerca de veinte mil pesos. Aunque hubo fuertes
indicios contra algunas personas no pudo descubrirse el ladrón,
tanto por defecto de las leyes comode los·jueces. La causa del
robo fue que hasta entonces los metales preciosos a cargo del
fundidor y los caudales de la tesorería se habían custodiado en
cajas de madera y en piezas de paredes delgadas y de adobe.
Esta confianza en la moralidad de los pueblos no subsistió por
más tiempo con este desengaño.
Por agosto de 1839 obtuvo Restrepo una licencia por dos
meses para visitar a su país natal y a su familia, que no había
visto en diez y siete años. Verificol() también con el objet() de
arreglar algunos negocios domésticos. Entonces vio por la úl-
tima vez a su anciana madre que había cumplido ochenta años.
Murió después de algunos meses. Restrepo volvió a Bogotá cum-
plido el término de su licencia.
Siguiose por cerca de dos años la revolución que el general
José María Obando y sus partidarios comenzaron en Pasto, por
julio de 1839,y que no se extinguió del todo hasta los primeros
meses de 1842. El partido llamado liberal se sublevó en la ma-
yor parte de la república, y esta se vio en peligro de ser destruída
por la guerra civil y la anarquía, de las que se salvó como por
un milagro. Restrepo se declaró contra la revolución e hizo cuan-
to estuvo a su alcance para contrarial'la. Su máxima invariable
ha sido y es todavía "estar al lado del gobierno legítimo aun
-cuando los que 10 ejerzan no sean sus amigos políticos". Este
es el principio salvador del gobierno de las mayorías que debe
imperar en las repúblicas.
En 1841 tuvo Restrepo sinsabo:t'es domésticos además de
los públicos. Estuvo al morir de una calentura tifoides el doctor
Bernardo Herrera, casado desde 1837 con su hija María Jesús
Restrepo, mas al fin se salvó. En seg-uidacayó enfermo el mis-
mo Restrepo con otra calentura semejante, que afortunadamente
no fue tan grave. Se curó del todo en un clima templado.
AUTOBIOGRAFíA 41

Por este tiempo la situación de la fortuna de Restrepo ha-


bía mejorado algún tanto. En 1840 vino a Bogotá el general
Juan D'Evereux, su más fuerte acreedor, por una suma que
le dio a interés. Persuadido de los atrasos inculpables de Res-
trepo, fue generoso y se contentó con recibir mil quinientos
pesos de contado y una renta vitalicia de 800 pesos anuales,
pagaderos por semestres. Con este ejemplo otros acreedores
hicieron transacciones que facilitaron a Restrepo el pago suce-
sivo aunque lento de sus deudas. No tuvo pues en lo venidero
la ansiedad y las penas que le causaban sus deudas. Sus días
corrieron más tranquilos rodeado de su familia, cuya dulce com-
pañía lo había consolado siempre.
En 1842 bajo la administración del general Herrán fue
nombrado ministro plenipotenciario para ajustar un tratado con
el señor Adams, encargado de negocios de su majestad britá-
nica sobre el comercio de negros y para impedirlo. Firmose,
pero no fue ratificado por el gobierno inglés. El de la Nueva
Granada quedó muy satisfecho del modo con que Restrepo con-
dujo las negociaciones y de los artículos de dicho tratado.
En los primeros días de 1843 tuvo necesidad Restrepo de
ir a Villeta con el objeto de curarse de una fuerte afección
catarral. Pasó a Ambalema, a Honda y Guaduas. Acaso estos
climas lo dispusieron a un fuerte ataque de fiebre que duró
pocos días; pero lo debilitó sobremanera. Regresó a Bogotá
todavía con salud muy débil. Por consejo de su médico deter-
minó ir a convalecer en el clima frío de Simijaca. Partió el
11 de marzo, y en las cercanías de Gachancipá el caballo dio
una caída, le cogió debajo la pierna derecha y se rompió el
hueso principal cuatro pulgadas arriba del tobillo. Por fortuna
en aquel momento angustiado apareció su amigo el señor arzo-
bispo Mosquera, que regresaba de su visita y había salido de
Gachancipá. Este le auxilió para trasladarlo a la casa del cura;
.1
encargose también de avisar· a la familia en Bogotá, según lo
hizo. Conducido por ella a su casa sufrió la reducción y más
de setenta días de cama. Afortunadamente convaleció en quie-
tud de sus males anteriores y quedó antes de seis meses curado
perfectamente de la rotura de su pierna. Beneficio inestimable
debido a un especial favor de la Providencia que le había dado
una constitución seca, sana y robusta.
En agosto de 1841 fue nombrado Restrepo ministro ple-
nipotenciario para terminar los negocios pendientes en la co--
misión colombiana de ministros. La mayor parte y la más im-
42 JosÉ MANUEL RESTREPO

portante de estos negocios estaba ya concluída por los señores


Rufino Cuervo y Alejandro Vélez que le habían precedido en
la plenipotencia. Sin embargo, desde entonces no ha faltado
quehacer a Restrepo como encargado de los archivos de ne-
gocios colombianos,que ha custodiado escrupulosamente, y con-
forme a la importancia de los documentos que contienen.
Bajo la administración del general Tomás C. Mosquera,
que fue escogido para suceder a Herrán, nada ocurrió a Res-
trepo ni a su familia, digno de recordarse. Solamente que sus
dos hijos varones, Ruperto y Manuel, estuvieron ausentes en
Europa. El primero, como socio de la casa de Montoya, Sáenz
y Compañía, y el segundo, para completar su educación prác-
tica mercantil. Nunca ha pensado que sus hijos vivan de des-
tinos públicos, que solo producen una escasa subsistencia, y
sueldos que siempre se gastan en su totalidad.
Durante la administración del general Mosquera, este se
empeñó en mejorar nuestras casas de moneda. El hizo traer y
montar nuevas máquinas que se hallan conformes a las últimas
invenciones y progresos que ha hecho la maquinaria; él pro-
movió la reforma de nuestras leyes monetarias; él extinguió
casi enteramente la moneda de plata antigua llamada macuquina
e introdujo los francos y pesos franceses que tanto han mejo-
rado nuestra circulación. Restrepo le ayudó eficazmente, pues
ejecutaba y supervigilaba todo lo relativo a la casa de moneda
de Bogotá, de que era director. Desde que entró a servir el des-
tino, se propuso mejorar el establecimiento que estaba montado
como en 1756, en que lo asumió el rey de España. En efecto,
desde 1837 pidió a Francia y a los Estados Unidos nuevas
rieleras; realizó la construcción de hornos de reverbero, e in-
trodujo el carbón de piedra o mineral, con cuyo uso se ahorró
una suma considerable en el consumo de combustibles, fuera de
otra cantidad excedente de cincuenta mil pesos que hizo ganar
al gobierno de la república, sugiriendo la compra de plata de
alhajas, lo que al mismo tiempo benefició a los vendedores. Res-
trepo está persuadido y se complace de que sus servicios en la
casa de moneda hayan sido útiles a la patria.
El 1Q de marzo de 1849 se inauguró la administración del
general José Hilarío López, que desde los primeros meses co-
menzó a remover a empleados antiguos porque eran del partido
conservalor, al que correspondía y ha correspondido siempre
Restrepo. Pensó, pues, que él también sería removido de su em-
pleo de administrador de la casa de moneda y se mantuvo re-
AUTOBIOGRAFíA 43

tirado de los miembros de la administración esperando que se


le removiera, pero no se realizó.
Entretanto ocurrió en la casa de moneda un suceso des-
agradable; tal fue el alcance que tuvo el fundidor Angel María
Chaves, que ascendió a cerca de veinte mil pesos. El secretario
de hacienda, MurilIo, pretendió hacer cargos al administrador
porque no había impedido esta quiebra, y aun por medio del
subdirector de ventas, Ancízar, le dirigió una orden capciosa
pidiendo ciertos informes. Restrepo en contestación acompañó
documentos que manifestaban hasta la evidencia su inculpa-
bilidad. Se calló, pues, el secretario de hacienda y nada se le
I 'Volvióa decir en la materia. Después fue siempre bien tratado
por el presidente López, por MurilIo y demás jefes del gobierno
llamado liberal, a pesar de que sabían no pertenecer Restrepo
a su partido.
Sin embargo de éstos, siempre desaprobó Restrepo los pa-
peles incendiarios que publicaban algunos conservadores que
debían causar una revolución, la que Restrepo juzgaba ser ile-
gal e inconveniente. En 1851 estalló por desgracia para la re-
pública. El gobierno que siempre dispone de muchos medios, la
comprimió fácil y prontamente. El partido conservador quedó
manchado por culpa de los crasos y apasionados errores de al-
gunos de sus miembros. Oprimiósele y difamósele por los libe-
rales enrostrándole al mismo tiempo cQnsecuencia de su mal-
hadada rebelión; estos se creyeron seguros de dominar a la
Nueva Granada por muchos años.
Desplegaron entonces toda su intolerancia y furor contra el
partido conservador, persiguiendo a sus primeros hombres. El
señor arzobispo Mosquera, su vicario el doctor Antonio Herrán,
junto con los obispos de Cartagena y Pamplona, fueron las vícti-
mas condenadas a las prisiones y al destierro, porque se denega-
ron a ejecutar leyes anticatólicas. El primero y el último han
muerto lejos de su patria; Restrepo se opuso en cuanto le fue po-
sible a estas persecuciones. El publicó una hoja suelta firmada
con su nombre para ver si podía conseguir que se adoptara el
sistema de un concordato con el Papa, más bien que la libertad
absoluta de la Iglesia, opinión que al fin prevaleció.
En 2 de noviembre de 1852 fue nombrado y aceptó el des-
tino de ministro plenipotenciario de la Nueva Granada, para
negociar con el ministro de Venezuela, señor VilIafañe, un tra-
tado de límites, tratado muy importante a la Nueva Granada, y
que Restrepo hubiera querido concluír. Mas a poco tiempo se
44 JosÉ MANUEL RESTREPO

revocó su comisiónpara dar gusto al gobierno de Venezuela que


deseaba radicar en Caracas las negociaciones para el arreglo
de todas las cuestiones pendientes con aquella república. Parece
que su gobierno solo intenta ganar tiempo y no hacer justicia
a la Nueva Granada.
Cuando se acercaba el congreso de 1853, publicó Restrepo
una serie de artículos contra la opinión de los liberales, "de que
todas las contribuciones debían ser directas". Una mezcla de
indirectas y pocas directas es el sistema seguido por las na-
ciones cultas a quienes debemos imitar.
Publicó también otra serie de artículos que formaron un
folleto, contra el sistema de gobierno federativo como el de los
Estados Unidos. Combatía varios proyectos de constituciones
federativas que se habían publicado en 1852 para que se adop-
taran por el congreso de 1853. Tiene Restrepo la persuasión d&
que estos escritos produjeron buenos efectos, y que influyeron
para que en 1853 no se acordara una constitución federativa.
El 1Q de abril de 1853 comenzóla presidencia harto funesta.
a la república del general José María Obando. Este dio a Res-
trepo algunas comisiones verbales para ver si conseguía arre-
glar su desavenencia con el delegado apostólico señor Barili, por
los insultos que les hizo a la Santa Sede y a su representante
en la alocución que dirigiera Obando a los granadinos el 1Q de
abril. Mas bien pronto se persuadió Restrepo de la poca since-
ridad de Obando y de que sus encargos eran solo meras pa-
labras. Desde entonces se alejó Restrepo de la casa de gobierno
a donde iba solo a hacer algunas visitas de mera etiqueta.
Otros muchos ciudadanos hicieron lo mismo, persuadidos
como lo estaban del carácter doble y falso de Obando. Por esto
fue que a pesar de los exagerados elogios que diera a la cons-
titución de 21 de mayo de 1853, cuando la hizo publicar, todo-
el mundo creía que la detestaba y minaba en cuanto podía. De,
aquí provino que desde muy temprano después de su publica-
ción, se hablaba mucho de un golpe de estado que se preparaba.
para abolirla por la fuerza.
Restrepo no creyó que se realizaran estos designios, como
no lo creian otros muchos. Así fue que el funesto 17 de abril
los cogió enteramente desprevenidos. Restrepo desde el primer
día creyó que Obando era cómplice o más bien director de la.
rebelión del general Melo. Por esta convicción no quiso volverlo
a ver, sin embargo de que se le hicieron varias indicaciones por
AUTOBIOGRAFÍA 45

amigos de Obando, de que fuera a verle y darle consejos que


necesitaba en su prisión, la que siempre se juzgó simulada.
En 27 de abril se dirigieron órdenes a Restrepo para que
diera ciertos informes al gobierno revolucionario, sobre la casa
de moneda. Su contestación fue terminante: "que no podía seguir
en el destino de administrador de la casa de moneda". Túvose
por una renuncia y se le admitió, lo mismo que al segundo jefe
José Gregorio Gutiérrez. El gobierno revolucionario hizo varios
nombramientos de jefes para la casa de moneda, y ninguno quiso
admitir. Este fue el motivo por que Restrepo y su familia si-
guieron viviendo en la casa de moneda. Todos sus útiles, máqui-
nas y enseres estaban bajo la responsabilidad del administrador
y del pagador cajero; así no podían abandonarlos a merced de
los facciosos. Continuaron, pues, cuidándolos para ver si podían
salvarlos, como en efecto lo consiguieron. Solamente el intruso
gobernador Beriñas extrajo tres mil pesos fuertes en oro; única
pérdida que sufrió la casa de moneda durante la revolución.
En su curso, Restrepo y su familia sufrieron mucho. Desde
los primeros días su hijo Ruperto tuvo que asilarse en la lega-
ción de los Estados Unidos para no ir a la cárcel, o exhibir
15.000pesos que le querían robar a la casa de Montoya y Sáenz,
de que era socio. El mismo Restrepo en la necesidad de asilarse
en la casa de la legación británica cuando los facciosos pren-
dieron a los señores Márquez, Santamaría, Malo y otros, a fin
de sacarles dinero. Temieron Restrepo y su familia que hicie-
ran lo mismo con él, y en su edad era matarlo el sumergirlo
en un estrecho y horrendo calabozo, suerte que cupo a varias
personas ancianas o respetables.
Después de las derrotas de Zipaquirá y Tíquisa, Restrepo
salió en junio de su asilo, porque eran muy tardías las espe-
ranzas de que se restableciera el gobierno legítimo, y no debía
ser gravoso. Volvió a la casa de moneda a vivir con su mujer
y sus dos hijas, Ursula y Leonor. Manuel estaba en Ambalema
como dependiente de la casa de Montoya y Sáenz.
En agosto sufrió la pena de que el dictador Segundo Ra-
món Mercado envió preso a Facatativá a don Bernardo Herre-
ra, su hijo político, porque él y el doctor Núñez Conto no ha-
bían presentado al señor Pedro Antonio Restrepo, de quien eran
fiadores. Casi todo el mes estuvieron detenidos por Melo en
aquel pueblo, hasta que Pedro Antonio Restrepo hizo el sacrificio
de exhibir 2.500 pesos de empréstito forzoso porque restitu-
yeran la libertad a sus fiadores.
46 JosÉ MANUEL RES'l"REPO

Con motivo de esta prisión, Melo dio a Mercado la orden


para que exigiera a Restrepo mil pesos por haber fiado también
a su primo Pedro Antonio. No se ejecutó la orden, y por ob-
servaciones que hizo a Mercado el señor Gregorio VilIafañe,
ministro d~ Venezuela, a quien debió lo mismo que su familia
muy distinguidos servicios.
Estaba aún pendiente el cumplimiento de aquella exacción
o robo, cuando en septiembre el gobernador de Bogotá comu-
nicó a Restrepo la orden para que hiciera fabricar en la casa
de moneda 500 lanzas destinadas al ejército de los rebeldes. No
quiso cumplirla, y temiendo el enojo de las autoridades faccio-
sas que tiranizaban la capital, tuvo que asilarse de nuevo en
la casa de la legación venezolana donde residía su hijo Ruperto,
su sobrino José María Sáenz, y estuvo después su yerno Ber-
nardo Herrera.
Allí permanecieron asilados gozando de la protección de
la bandera venezolana, aunque no sin cuidados de que los de-
mocráticos de la capital violaran el asilo, como lo intentaron
más de una vez.
Restrepo, bajo de su responsabilidad, franqueó de la casa
de moneda plomo para balas, algunos instrumentos y dinero de
su propiedad para hacer la guerra a los rebeldes. Todo patriota
debía combatir su horrenda tiranía por cuantos medios le fue-
ran posibles.
En noviembre aún su mujer e hijas tuvieron que dejar su
domicilio ordinario y esconderse en otra casa. Temíase que Mer-
cado y compañía persiguieran a la primera, por su actividad
y decisión en promover el triunfo de la causa constitucional.
Este se acercaba en los primeros días de diciembre de 1855
e iban a cesar las angustias y peligros de Restrepo, de su fa-
milia y de todos los constitucionales. No se pueden describir
en un escrito rápido como este, todos los sufrimientos que tu-
vieron en los siete meses, diez y ocho días que duró la infausta
dictadura de Melo, Mercado y compañía. Casi no hubo día en
que no fueran robadas las propiedades, presos y ultrajados los
ciudadanos y atormentados en húmedos calabozos. Estos lúgu-
bres recuerdos jamás se borrarán de nuestra memoria.
Amanecieron por fin los días 3 y 4 de diciembre, en que
después de un combate reñido y sangriento, los ejércitos del
Sur y del Norte ocuparon a Bogotá desalojando a los soldados
rebeldes de todos los puntos fuertes que defendían. Verificose
la rendición a las cuatro de la tarde del día 4. El júbilo de
AUTOBIOGRAFíA 47

Restrepo, de su familia y de todos los ciudadanos amantes de


la libertad, de la constitución y de las leyes que la garantizan,
llegó a su colmo, en aquellos días y los siguientes que fueron
de verdadera alegría.
Antes del 17 de abril había Restrepo abierto una suscrip-
ción para imprimir en París la historia de Colombia, es decir,
de Nueva Granada, Venezuela y Colombia. La obra es el resul-
tado de algunos años de trabajo y consta de cuatro tomos que
formarán como dos mil páginas impresas. Terminose en 1850 en
que se acabaron de poner en limpio los manuscritos principiados
diez años antes.
Fuéra de estos tiene escogidos para ordenar y escribir en
limpio, documentos muy importantes sobre nuestra revolución
que formarán un tomo quinto de apéndice a dicha historia. Con
la revolución de Melo se han trastornado sus proyectos para la
publicación. La juzga muy útil para la juventud granadina que
del todo ignora nuestra historia. Restrepo va a emprender, com-
pendiarla o formar un resumen que pueda servir para la en-
señanza secundaria en los colegios granadinos.
Fuera de la historia tiene Restrepo una colección abundan-
te de documentos originales, folletos, hojas sueltas y periódicos
de nuestra revolución que pueden ascender a más de cien tomos
abultados. Deja una colección preciosa de los documentos que
le han servido para escribir la historia de Colombia, al cuidado
de sus hijos, para que se custodien y conserven en la familia
como un depósito sagrado que les recomendó su padre en sus
últimos años.
Para duración tuvo el gozo y alegría que sintieran Restrepo,
su mujer e hijos, con los felices sucesos del 3 y 4 de diciembre.
Nuestra querida hija Ursula se sintió indispuesta desde el 25
de diciembre y el 26 le entró calentura. Su padre, que había ido
por tres días al campo regresó el 28 y halló que la enfermedad
estaba haciendo progresos. El doctor Jorge Vargas la asistía en
calidad de médico por indicación de ella misma. El mal comenzó
por una erupción a la piel y dolor en la garganta, síntomas que
desaparecieron en breve, mas no la calentura que se aumentaba
diariamente. Desde el 1Q de enero estuvo ya muy mala y la ca-
lentura se declaró en tifoidea. Siguiéronse fuertes convulsiones y
grande postración. Ella misma hizo llamar el 2 de enero de
1855 a su confesor. En un momento de mejoría se confesó y
al día siguiente recibió los sacramentos de la eucaristía y ex-
tremaunción, con la fe ardiente y el recogimiento que acostum-
48 JOSÉ MANUEL ~S'1'REPO

braba. La enfermedad continuó aumentándose, y el 9 a las


11 de la mañana expiró dejando a sus padres y familia sumer-
gidos en el más acerbo dolor. Pocas jóvenes tienen las dotes que
poseía Ursula. Amable, sensible, virtuosa, pura y bien educada,
hacía la felicidad de sus padres y familia. Nació el 21 de oc-
tubre de 1821; tenía pues treinta y tres años setenta y cinco
días. Era su figura hermosa, blanca y rubia; su estatura y
formas bien proporcionadas. Así es que ha sido sentida gene-
ralmente. Sus exequias se hicieron en la iglesia de agustinos
descalzos, y sus restos mortales reposan en el cementerio público.
Este ha sido un golpe formidable que ha despedazado el
corazón de Restrepo, y que amargará los días que le restan de
vida. Ursula y Leonor acompañaban siempre a sus padres; uni-
das por el amor más tierno, jamás se separaban sino por mo-
mentos, y constantemente vivían al lado de su madre. Es por
tanto un vacío inmenso el que ha dejado en la casa de sus pa-
dres; vacío que no se puede llenar y que ha hecho desgraciada a
su tierna madre. Solamente el sentimiento religioso y la creen-
cia que tienen sus padres, de que Dios es quien dispuso llevarse
a Ursula, cuyosdías estaban contados, puede mitigar algún tan-
to su justo dolor. j Que se haga la voluntad divina!. ..
Se aprovecha Restrepo de esta solemne ocasión para mani-
festar a sus queridos hijos, a quienes destina este escrito, "que
en toda su vida ha conservado los sentimientos religiosos y las
creencias de la religión católica, apostólica, romana, que le en-
señaron sus padres y especialmente su maestro y preceptor el
doctor Alberto María de la Calle, procurando también ajustar
su conducta a los principios de la moral cristiana que le inspi-
raron los mismos,con un amor y cariño que jamás se desmintió.
Ruega con el mayor encarecimiento a sus queridos hijos
4'que nunca abandonen, y que practiquen siempre los preceptos
de la religión y de la moral cristianas que cuando niños les
procuraron enseñar sus padres". Huyan la indiferencia reli.
giosa y el quebrantar los preceptos de una rígida moral; ella
reprueba el que voluntariamente se falte a lo pactado, el que
no se diga la verdad aun en materias leves, y que se vulnere
el honor del prójimo.
Restrepo en el curso de su vida ha sido considerado y es-
timado en la sociedad, bien haya estado en alta o baja fortuna,
10que atribuye a su buena conducta y a sus opiniones religiosas
sin fanatismo ni severidad extremada. i Que sus hijos imiten
AUTOBIOGRAFÍA 49

este ejemplo, y sacarán los mismos frutos! Dios además les


prepara la bienaventuranza eterna.
Ha sido una desgracia muy grande para Restrepo y su fa-
milia la pérdida de su querida hija Ursula en una época en que
podía vivir más tranquilo.
Ha tenido la fortuna de que después de las transacciones
que inició con sus acreedores en 1840 ha ido pagándoles sus
respectivos haberes. En diciembre de 1854, ya debía muy poco y
tiene algún manejo, con cuyos productos puede vivir regularmen-
te con su familia. Este feliz resultado es debido principalmente
a la habilidad e inteligencia práctica de su hijo Ruperto, quien
ha manejado los intereses de su padre desde 1842. Lo mani-
fiesta con mucho gusto para que sus hermanos se lo agradezcan.
Restrepo es todavía administrador de la casa de moneda
con la última asignación de 1.500 de 8/10 anuales. En 1854 no
ha percibido 200 pesos, porque la revolución hizo cesar casi en-
teramente los trabajos de la amonedación. Así es que continúa
desempeñando el destino por una especie de habitud contraída
en veinticinco años de servicio en el establecimiento.
Para el caso de que vengan las enfermedades, solicitó en
1851 y obtuvo conforme a la ley del Poder Ejecutivo, una pen-
sión vitalicia de 6.400 reales. Tiene, pues, asegurado este recurso
para cualquier evento desgraciado que pueda ocurrirle.
Otro de los beneficios que Restrepo debe a la Providencia
es una constitución sana y robusta. Concediole (la) naturaleza
un cuerpo alto y siempre delgado, un color blanco entre pálido
y rosado; cabellos rubios en la juventud, castaños en la edad
media y blancos en la vejez; rostro aguileño, nariz larga y recta,
boca regular y barba poblada. Joven aún aprendió a ser metódico
para aprovechar su tiempo, y ordenado en sus papeles y menaje
de su gabinete particular. Desde los veinte años de edad ha tra-
bajado de ocho a diez horas diarias en el estudio, lectura, escri-
tura y meditación sin fatiga, y todavía en su edad actual de
setenta y tres años seis meses, puede trabajar y trabaja por
lo común en los objetos expresados, ocho horas diarias. Para
no perder la vista disminuída ya, ha tenido que dejar el estudio
por la noche, hace tres años. Esta fortaleza es debida a su ro-
busta salud. Siempre ha tenido buen estómago y excelente di-
gestión. Cree deberlo en gran parte al orden y regularidad de
sus alimentos y al ejercicio que siempre hace a pie dos veces
al día cuando no hay impedimento, y a caballo una o dos veces
en la semana, fuera de algunos viaj es al campo y a tierras ca-

Autobiografla-4
50 JosÉ MANUEL RESTREPO

lientes, los que dan nueva energía a su cuerpo y a sus facul-


tade:s. Todavía no le amenazan las enfermedades que no tarda-
rán <Em venir. Las aguarda con calma filosófica y cristiana como
precursoras de la voz del Dios Omnipotente que lo llamará a
la tumba y a la eternidad. iPlegue el Sér Supremo que sea para
llevarlo a una vida más feliz! ...
Bogotá, 30 de junio de 1855.

•••
CON7INUACION DE LA BIOGRAFIA DE JOSE MANUEL RES TREPO

Desde el 19 de julio de 1856, en que principia esta narra-


ción, no pudo Restrepo ocuparse activamente en llevar al cabo
la impresión de la Historia de Colombia.Dejola para 1857. En
este año abrió con buen éxito una suscripción y consiguió que
los señores Juan de Francisco Martín y Manuel María Mosque-
ra, residentes en Paría, se interesaran generosamente en reali-
zar la empresa, ofreciendo que harían todo lo que estuviera a
su alcance. En efecto don Juan celebró el contrato con M. Jac-
quin de Besanzón, quien se obligó a imprimir la obra más barata
que los impresores de París. Así fue en todo el año de 1858, se
hizo la impresión de los cuatro tornos de que se compone la
historia, cada uno de 600 a 700 páginas. Los caracteres, el pa-
pel y la corrección que hicieron los señores Mosquera y Julio
Arb()leda resultaron, ésta bastante exacta y aquél bueno, lo mis-
mo que la encuadernación en media pasta y lomos de tafilete.
En 1859 se recibieron en Bogotá los ejemplares, y el pú-
blico tuvo conocimiento de la Historia.
Parece que ésta ha gustado generalmente y pocas críticas
se lE han hecho, pero no se puede explicar bien cómo es que
ningún periódico ha analizado la obra para elogiar su mérito
o censurar sus defectos. Esto acaso habrá provenido de la di-
ficultad que hay para escribir un artículo bien razonado sobre
la :materia. Mas sea de esto lo que fuere, Restrepo se ha com-
placido en haber podido hacer a su patria el servicio de escribir
la Historia de Colombia que ignoraba toda nuestra juventud
de treinta a cuarenta años de edad.
Se tiraron de dicha Historia 2.150 ejemplares; los 400 en
mej or papel; 200 de éstos se encua.dernaron en media pasta y
el rEsto en pasta entera. De la impresión común fueron encua-
dernados 1.200 ejemplares y 550 a la rústica para irlos encua-
AUTOBIOGRAl-'fA 51

dernando en pasta luégo que se necesiten. Aún no ha sacado el


autor los gastos y tardará tiempo en realizarlos, pues ascen-
dieron a 30.000 francos. Al mismo tiempo que Restrepo daba
los pasos conducentes para imprimir su historia, se ocupaba en
1858 en corregir su "Diario Político y Militar o memorias sobre
los sucesos importantes de la época". Formó tres gruesos tomos
que componen 922 pliegos de cartas en letra menuda, la mayor
parte del autor. Esta obra es de la mayor importancia para la
historia y la terminó en 31 de agosto de 1858. Comprende el
espacio de treinta y ocho años sin interrupción alguna. Es un
trabajo que Restrepo aprecia mucho por su fondo, aunque el
estilo no sea bien correcto, por no haber tenido tiempo de co-
rregir lo mej or.
El autor suspendió este Diario para ocuparse de preferen.
cia en escribir la Historia de la Nueva Granada desde 1832 en
que termina la de Colombia. Tiene ya escrito hasta 1850 y la
mayor parte en limpio. Piensa cerrarla en el año de 1858, en
que se estableció en Nueva Granada el gobierno federativo; de.
ja para otros la continuación. La terminará si Dios le da vida
y salud.
Los negocios de intereses de Restrepo han ido mejorando
bajo la buena dirección de su hijo Ruperto. Por eso compró en
1858 una casa alta a continuación del palacio del gobierno, ca·
rrera de Popayán, número 37. La refaccionó en 59, y en 60 la
ocupó con su familia, dejando con sentimiento la antigua habi.
tación de la casa de moneda. En seguida renunció el empleo de
administrador y le fue admitida la renuncia en 31 de agosto
de 1860 (Gaceta número 2250), dándole por sucesor al distin-
guido ciudadano Lino de Pombo. Sirvió este destino treinta
años. Separase de él con sentimiento, pues abandonaba anti.
guas y agradables habitudes. Hízolo por sentirse debilitado por
los años (setenta y ocho años y medio), y ser preciso desean.
sar después de haber servido a su patria desde 1810, por el
espacio de cuarenta y seis y medio años.
Poco después de salir de la casa de moneda dio a Restrepo
una ligera calentura escarlatina que no cuidó, y desapareciendo
la erupción le sobrevino una calentura intermitente, que desde
el 3 de agosto le ha molestado mucho por tres meses y medio,
aunque no fuerte. Hace veinticinco días que no le da y espera
en Dios que se le habrá cortado definitivamente y restablecídose
su buena salud.
Bogotá, 22 de noviembre de 1860.
52 JosÉ MANUEL RESTREPO

Para restablecer del todo su salud y la de su .esposa, deter-


minó Restrepo ir al clima templado de Fusagasugá adonde se
trasladó con toda su familia el 14 de diciembre. Unida la ac-
ción restauradora de aquel benigno clima al ejercicio diario, a
los baños fríos y a una dieta regular en la comida y bebida,
consiguió restablecer enteramente su salud.
Tuvo sin embargo algunas molestias causadas por una
guerrilla que se levantó en dicha parroquia en favor de Mos-
quera, que ocupaba ya en los meses de enero y febrero de
1861 casi todo el valle del Magdalena, desde La Plata a Honda.
A causa de dicha guerrilla auxiliada por los principales vecinos
de Fusagasugá se encarecieron los víveres y se persiguió a las
caballerías que tenía Restrepo para su uso y el de su familia.
Entonces era muy común el arbitrio enseñado por Mosquera y
sus agentes, de estancar la carne y de venderla por su cuenta,
expropiando, es decir, apoderándose violentamente de los ga-
nados de los conservadores. De esta manera habían arruinado
"
los hatos y haciendas de los propietarios de Neiva y Mariquita,
que no pertenecían al partido llamado liberal, por una verdadera
ironía. La guerrilla de Fusagasugá se aprovechó del mencionado
arbitrio, y sus jefes prohibieron bajo la multa de cincuenta pesos
que los particulares mataran reses para el abasto del pueblo, que
fue compelido a comprar mala carne al precio de la buena.
Sabiendo Restrepo que el alcalde Rafael García quería exi-
girle cien pesos a préstamo forzoso, dispuso regresar a Bogotá
con su familia. Verificolo felizmente el 28 de febrero, libertán-
dose de nuevas molestias.
Sin embargo el estado del país era violento, y ningún ciu-
dadano podía gozar de tranquilidad en medio de la guerra y
efervescencia de los partidos políticos. La división había pene-
trado hasta en el seno de las familias. En muchos casos el padre
era de una opinión, la madre de otra y los hijos se dividían
también llamándose unos liberales y otros conservadores o go-
dos, como los titulaban los liberales; por consiguiente se había
perdido en las familias la mutua confianza y benevolencia, cir-
cunstancia verdaderamente lamentable que aumentaba los males
de la guerra que hacía Mosquera a la Confederación Granadina.
Restrepo en esta lucha de los partidos no dudó un momento
el que debía seguir. Se decidió por el sostenimiento del gobierno
de la Confederación, sin cuidarse de que gobernara este o aquel
individuo. Era el gobierno establecido por la mayoría de su-
fragios de los granadinos y del congreso, alta corporación ele-
AUTOBIQGRM'ÍA 53

gida conforme a la Constitución y leyes vigentes. Nada se podía


alegar de parte de Mosquera y compañía que fuera capaz de
invalidar la legitimidad del presidente y demás funcionarios de
la expresada Confederación. La vanidad, la ambición y la envidia
de Mosquera, eran sus únicos títulos a mandar en la Nueva Gra-
nada. N o podía sufrir que el doctor Mariano Ospina le hubiera
sido preferido en las últimas elecciones de presidente, y des-
de entonces había dicho públicamente "que él lo echaría abajo".
Este era el objeto de la cruda guerra que hacía al gobierno de
la Confederación. Aspiraba a mandar sin más leyes que su vo-
luntad apoyada en la fuerza militar, y a ser el tirano de su
patria, olvidándose de que ésta le había colmado de honoríficas
distinciones.
Agitada en todas partes la Nueva Granada, el ejército del
gobierno legítimo fue a buscar al de Mosquera en el valle insá-
lubre del Magdalena. Mas habiéndose levantado Santos Gutié-
rrez y obtenido ventajas en el Estado de Boyacá, el jefe de la
Confederación, que acompañaba al ejército y hacía la campaña,
envió una expedición para someter a Gutiérrez. Empero fue
confiada a un general inepto que no supo dictar medida alguna
militar; su fuerza, que era muy superior en número y calidad
a los reclutas de Santos Gutiérrez, fue dispersada, y el gobierno
de la Confederación recibió un golpe funesto y de pésimas con-
secuencias. Viose obligado Ospina a volver con su ejército a la
explanada de Bogotá para cubrir la capital, que podía ser ata-
cada por las fuerzas liberales de Boyacá.
Verificada esta marcha retrógrada, Mosquera dejó su cam-
po fortificado del Raizal, al oriente de Guaduas, que era muy
fuerte. Determinó montar la cordillera por el camino de Sa-
saima y La Vega, operación que realizara sin obstáculo alguno, y
pudo reunir sus fuerzas en la primera quincena de abril, esta-
bleciéndose en el campo de Santa Bárbara, que yace en los úl-
timos recuestos orientales de la cordillera de Subachoque, al que
también fortificó. El ejército de la Confederación acampado en
Tunja se movió lentamente sobre el enemigo a quien atacó el
25 de abril en sus posiciones. Sigui ose un reñido combate que
terminara la noche. Batiose a Mosquera en todas partes, y ha-
bría corrido una suerte funesta sin sus fortificaciones. La noche
fue cruel en su campamento, pues si las tropas del gobierno
repetían el ataque en la mañana del siguiente día, habrían tenido
que rendirse, lo que confesaron después los mismos jefes y ofi-
ciales de Mosquera.
54 JosÉ MANUEL RESTREPO

Empero el general en jefe París nada hizo, y sólo trató el


26 de que se enterraran los muertos. Esta inacción salvó a
Mosquera y a sus tropas desalentadas de un gran peligro; la
deserción era hasta por compañías. Así nuestros jefes tienen
una grande responsabilidad, y de aquel descuido se originaron
todos los males que ha sufrido y que todavía sufrirá nuestra
querida patria.
La causa de la legitimidad obtuvo alguna compensación
con la derrota, en El Rosal, de una columna de infantería y ca-
ballería como de quinientos hombres, que de La Mesa conducían
refuerzo a Mosquera, el general José María Obando y Patro-
cinio Cuéllar. Esta columna fue derrotada completamente por
otra que salió a su encuentro, enviada del ejército constitucio-
nal. Allí murió Obando, y Cuéllar fue herido de muerte. Díjose
sin fundamento bastante, que Obando había sido asesinado des-
pués de rendido, de cuyo hecho nos parece que no hay pruebas
evidentes. Obando peleó con su fuerza y sufrió la suerte de los
que son vencidos en un combate, la prisión o la muerte.
En mayo y junio hubo de uno y otro bando marchas y
contramarchas en las que manifestó siempre Mosquera más pe-
ricia y decisión que los jefes de parte del gobierno. Estos per-
dieron a Zipaquirá con su rica salina y la fuerte línea del río
Tunja; al fin Mosquera ocupó a Usaquén, y el ejército consti.
tucional se situó en el campo fortificado del Chicó. Pasáronse
los primeros días de junio esperando cada uno, que su enemigo
le atacara. El 12 Mosquera empeñó el combate y sufrió un des-
calabro; empero el 13 fue embestido su campamento de Usaquén
y se combatió casi todo el día sin que las tropas del gobierno
hubieran conseguido forzarlo. En ambas acciones tuvieron los
dos ejércitos graves y dolorosas pérdidas, de jefes y oficiales,
porque salieron heridos como en Suba choque los más distingui-
dos constitucionales, pérdida verdaderamente irreparable. Des-
de este día entró el desaliento en las tropas del gobierno y creció
la deserción aun pasándose a las filas enemigas, lo que dismi.
nuyó sobremanera las fuerzas constitucionales. Por nuevas ma-
niobras de Mosquera, el ejército de la confederación se retiró
hasta el río del Arzobispo fortificando el recuesto de la cordi.
llera que termina en el convento de San Diego. Mosquera se
avanzó hasta el Chapinero.
Allí puso Mosquera en capilla a los doctores Ospinas, y los
hubiera matado sin la intervención del cuerpo diplomático y
AUTOBIOG~FÍA 55

del señor arzobispo, que impidieron se cometiera tan horrendo


atentado.
Conociendo Mosquera que tenía superioridad numérica, dic-
tó el 17 de julio sus disposiciones para atacar la ciudad al día
siguiente. Verificolo desde las cinco de la mañana en que 150
hombres bajaron del cerro de Monserrate y flanquearon las trin-
cheras de San Diego. El combate fue recio en aquella loma, pero
al fin Mosquera tomó las posiciones y dispersó las tropas del
gobierno. Al mismo tiempo la división Mendoza que marchaba
por el Ejido, ocupó sin oposición el barrio de las Cruces al sur
de la ciudad, de donde penetró hasta la plaza de Bolívar y
puso en libertad a todos los presos que había en la cárcel. En
esta entrada fueron saqueadas varias casas de conservadores,
pero el daño fue menor de lo que se temía. En la puerta de la
cárcel asesinaron a varios ciudadanos de la guardia de los pre-
sos, sin embargo de que no hicieron acto alguno de resistencia,
y otros varios asesinatos se perpetraron en las calles. Pero se
meditaba por Mosquera y por algunos de sus jefes, exaltados
liberales, un horrendo asesinato que por circunstancias particu-
lares se difirió para el día siguiente. El prefecto de la ciudad,
Plácido Morales, y el intendente del Gobierno de la Confedera-
ción, doctor Andrés Aguilar, eran aborrecidos porque habían
tenido la enojosa tarea de hacer guardar y que no se escaparan
los presos políticos cogidos en Santander y en otros puntos de
la república. A las 4 de la tarde (julio 19) se les sacó de su
prisión bajo el pretexto de conducirlos a otra, y se les llevó
a la plazuela de Jaime, sin el menor aviso previo de la muerte
que iban a sufrir. Rápidamente se hicieron allí los preparativos
y se les pasó por las armas, dejando abandonados sus cadáveres
a la piedad de sus parientes y amigos espantados de tamaño
atentado, que inspiró justamente el odio más profundo contra
el tirano Mosquera y sus satélites. José María Piñeres fue quien
mandó la tropa destinada a cometer este crimen que jamás se
olvidará en Bogotá.
Junto con Morales y Aguilar, recibió también la muerte
Antonio Hernández, a quien se atribuía, sin pruebas suficientes,
que había asesinado al genBral Obando después de rendido. Si
la multitud de gente que se reunió en la plaza de Bolívar el 18
por la tarde no hubiera impedido verifkar la ejecución de ta-
maño atentado, habrían sido también pasados por las armas sin
culpa alguna, José María Hernández y otros dos hijos, hermanos
56 JosÉ MANUEL RES'I'REPO

de Ambrosio. La demora hizo que Mosquera revocara tan in-


justa sentencia contra aquellos honrados labradores.
Tantos, tan varios y tan lamentables sucesos acumulados
en pocos meses minaron nuevamente la salud de Restrepo, cu-
yas profundas convicciones en favor del gobierno legítimo, lo
mismo que la de la mayor parte de su familia, no podían va-
riarse con el mal éxito de su causa. Arrostró, pues, las penas
que le enviara la Providencia con el debido valor; no visitó a
ninguno de los vencedores, reduciéndose al silencio de su casa,
a sus estudios favoritos y al trato de su familia.
Con semejantes preludios y con las seguras noticias que
habían circulado del programa de Mosquera, luégo que triun-
fara, todos los conservadores esperaban nuevos excesos. Estos no
se hicieron aguardar. El delegado apostólico, conde Ledochowiski,
fue expelido de la Nueva Granada, y solamente se le concedieron
tres días de plazo. En seguida se mandó salir a los padres de
la Compañía de Jesús dentro de setenta y dos horas, término
que se prolongó hasta por ocho días. Ellos siguieron para Car-
tagena, y su destierro fue muy sensible y penoso a todos los
fieles católicos a quienes hacían tantos bienes con la enseñanza
de la juventud, y la dirección de las conciencias. En seguida
Mosquera se declaró investido del derecho de tuición sobre la
iglesia granadina, lo que significaba. que ningún funcionario
eclesiástico ejercía las facultades que le correspondieran sin
consentimiento del jefe del gobierno de los Estados Unidos. El
señor arzobispo Herrán no convino en esto, y principió la divi-
sión entre la potestad civil y la eclesiástica. Pocos días después
expidió Mosquera su decreto declarando que todos los bienes
de las comunidades religiosas, de capellanías y de corporaciones
civiles, corresponderían y serían administrados en lo venidero
por cuenta de su gobierno, y que daría a los religiosos y mon·
jas una renta viajera. Quiso al mismo tiempo que todos los
interesados en los bienes de manos muertas firmaran una de-
claración "reconociendo el derecho de tuición y conformándose
con la desamortización de dichos bienes". Sólo pudo conseguir
unas pocas firmas, y furioso dio entonces un decreto suprimien-
do los conventos de regulares y monjas, diciendo a éstas que
podían abandonar los claustros. Los religiosos que no firmaron
la declaración pedida, .fueron desterrados a varios lugares in-
salubres, y por fin dejó quietas a las monjas, porque vio Mas-
quera cuánto era el disgusto de la I>oblación de Bogotá con
AUTOBIOGRAFÍA 57

providencias tan injustas y tiránicas contra unas mujeres con-


sagradas a Dios y que eran inofensivas.
Entretanto se hacían sufrir amargas penas al señor arzo-
bispo Herrán, y el secretario Cerón le trataba como a un hom-
bre miserable y de la última clase de la sociedad. Era el motivo
haber protestado y resistirse a cumplir las providencias de
Mosquera, arrogándose el derecho de tuición, usurpando los bie-
nes de la Iglesia garantidos por las leyes y persiguiendo al
clero. El nuevo presidente de los Estados Unidos no pudo su-
frir esta oposición fundada en leyes civiles y en los cánones
de la Iglesia católica; así el 8 de noviembre a las 6 de la mañana
le hizo sacar violentamente de su palacio y lo dirigió rodeado
de soldados para Barranquilla, según dijeron. En Honda se jun-
tó con los religiosos desterrados y fue conducido a Cartagena.
Este insulto hecho a tan alto dignatario de la Iglesia granadina
ha causado la más profunda pena a los verdaderos católicos, y
por consiguiente a Restrepo.
Con la cruda persecución que Mosquera y sus agentes prin-
cipales hace na la religión y a la Iglesia de Jesucristo, los mi-
nistros del santuario se han ocultado o andan fugitivos por el
temor de que les arranquen firmas y declaraciones contrarias
a sus conciencias. De aquí proviene que la mayor parte de los
templos está cerrada y hay muy pocas misas los días de fiesta.
Al mismo tiempo privados los sacerdotes de las rentas de que
se sostenían, que cobran y disipan Mosquera y su comparsa,
se hallan sufriendo hambres y miserias. j Y todavía dicen nues-
tros opresores que sus providencias en nada se dirigen contra
la religión! i Como si el culto no fuera una parte de la institu-
ción divina! ... Al ver todo esto, uno se persuade que los per-
seguidores de nuestra divina religión no profesan ninguna, y
es preciso creerlo porque sus hechos 10 comprueban hasta la
evidencia.
En noviembre, después de una ligera calentura catarral, le
volvieron a Restrepo las calenturas intermitentes que padecie-
ra el año anterior. Apenas sube el pulso de 72 pulsaciones, que
es su estado normal, a 76 hasta 80, sin dolor de cabeza y con-
servando un regular apetito. El estado moral del paciente y las
muchas y diarias penas que sufre por las violencias, opresión
y tiranía del gobierno de lVIosquera, han sido las causas para
que la enfermedad, desapareciendo por algunos días, vuelva des-
pués sin motivo alguno conocido. No han valido para desterrar-
la los medicamentos aplicados por el excelente médico doctor
58 JosÉ MANUEL RES1.'REPO

Nynián Cheyne; así han corrido los meses de noviembre, di.


ciembre y enero, sin conseguir que desaparezca la calentura. Es
verdad que continúa sin interrupción la excitación penosa ema-
nada de la tiranía de Mosquera, Rojas Garrido, Cerón, Santa-
coloma y otros tiranuelos subalternos tan insolentes y opresores
como el dictador.
Apenas hemos bosquejado la opresión y latrocinios come-
tidos contra los prelados y ministros del culto católico, y contra
los bienes de la Iglesia; pero aún hay negros tintes qué añadir
al cuadro, los que vamos a distribuír rápidamente, pues tene-
mos impaciencia por acabar tan enojosa tarea.
Las exacciones de dinero desde que Mosquera ocupó a Bo-
gotá han sido continuas y exorbitantes, pagándolas solamente
los conservadores, en castigo de su fidelidad a la Constitución
y leyes de la Confederación Granadina. Al respetable señor Rai-
mundo Santamaría le exigieron por sí diez mil fuertes y cinco
mil por su hijo Ricardo, suma que no había ejemplar en más
de cincuenta años que llevamos de revolución, que se hubiera
arrancado a ningún ciudadano. La cuota de diez mil fuertes
ha sido muy común, y de aquí para abajo hasta mil. Al que
esto escribe se exigió la última cantidad. Al que no ha pagado
la derrama o hecho arreglos de satisfacerla a cortos plazos,
ha sido encarcelado y embargados sus bienes. Por nada han
querido Mosquera y compañía publicar las sumas exigidas con
tanta violencia e injusticia. Creen algunos que ascienden a más
de 600.000 pesos en Bogotá; se guarda el secreto para negar
después sus violentas exacciones. Hay hacendados a quienes se
embargaron los semovientes, únicos valores con que podían sa-
tisfacer la contribución, y sin embargo los ejecutan porque pa-
guen, injusticia que clama al cielo.
El designio confesado por nuestros tiranos es no dejar
a los conservadores una peseta para que no puedan intentar
una reacción, y aun Aníbal Galindo dijo en un documento ofi-
cial que firmó como secretario del gobernador de Cundinamarca,
que debían quitarse los bienes a los conservadores para darlos
a los liberales en .premio de sus distinguidos servicios.
Por órdenes de Mosquera se remataron en Honda crecidas
cantidades de mercancías de particulares que estaban en vía
para Bogotá, las que se confiscaron a sus dueños inocentes y
se vendieron por lo que ofrecían. Este ha sido el primero y
funesto ejemplo en nuestras malhadadas revoluciones, de apo-
derarse violentamente de las mercancías del comercio, que siem-
AUTOBIOGRAF'ÍA 59

pre habían sido respetadas, y de confiscarlas en provecho del


gobernante que ha usurpado el poder.
¿ Qué diremos de los destierros de familias enteras de se-
ñoras, porque son opuestas a la administración de Mosquera?
Es una violencia en que nuestros opresores han excedido lo que
hicieron los españoles en 1816.
En el mes de enero se han redoblado los actos de tiranía
en la desgraciada ciudad de Bogotá. Más de 600 soldados se
ocuparon una semana entera en rodear las manzanas y registrar
las casas, buscando hombres escondidos, armas, municiones y
caballos; actos de tiranía y opresión que nunca se habían co-
metido en nuestra capital. Estos registros tenían por objeto
quitar todo recurso de armas y municiones que se pudieran
enviar a la guerrilla de Guasca, que se dice haber aumentado
su fuerza, y aprehender a varios jefes militares y civiles que
se habían escondido. Al que se buscaba con más empeño era al
señor Ignacio Gutiérrez, designado para ejercer el Poder Eje-
cutivo de la Confederación. Hubo denunciantes viles que dijeron
las casas donde se ocultaba, y fue buscado su escondite con la
mayor actividad. Tuvo Gutiérrez la desgracia de que al saltar
una pared se rompió un muslo y le fue necesario acogerse a
la primera casa conocida que halló. Le vieron entrar. le de,
nunciaron, y a las diez de la noche del 26 de enero le hallaron
en un lecho de dolor. Aunque Mosquera había dicho que lo fu-
siJ>.ría en el acto de su aprehensión, no lo verificó. Gutiérrez
le escribió una carta decorosa a fin de que cesara el destierro
ejecutado ya de su hermano, cuñada y sobrinas. Lo concedió,
pero hizo trasladar a Gutiérrez a un cuartel, privado de comu-
nicación. La ocultación anterior de Gutiérrez era una sombra
que aterraba a Mosquera, quien temía siempre una revolución
capitaneada por el primero en favor de la moribunda Confe-
deración Granadina.
Los bandos que hace publicar Mosquera parecen de un loco
furioso. El 19 de enero hizo publicar uno por el cual se propuso
obligar a todos los comerciantes de Bogotá a que firmaran la
declaración de que apoyarían en todo a su gobierno, que le
prestarían sin tardanza eficaces auxilios, y que en todas sus
operaciones comerciales recibirían los billetes de tesorería por
su valor nominal. Esta exigencia iba respaldada por la amenaza
que respecto de algunos se principió a realizar, declarando em-
bargados y confiscados los bienes del que no hiciera tal pro-
mesa. En efecto ninguno se pudo resistir, y en el momento
60 JosÉ MANUEL RES'l'REPO

fueron publicados los nombres de los que suscribieron la pro-


mesa. Bien pronto dirá Mosquera haber sido voluntaria, para
ver si consigue que se olviden sus odiosas violencias.
El domingo 26 dijo por otro bando que dentro de cuarenta
y ocho horas se presentasen los que se hallaran escondidos, y
que si no lo cumplían "serían fusilados en el acto de su apre-
hensión". Todo el mundo estaba seguro de que lo cumpliría, y
se presenooron los que se habían ocultado. Es tanto el odio que
Mosquera profesa a Bogotá, porque la mayoría de sus habitan-
tes no le es adicta, que dijo públicamente "que si tenía reveses
militares, antes de abandonar la ciudad la quemaría como ha-
bían hecho los rusos con Moscú". Lo mismo repitió su secretario
Rojas Garrido, extravagante, ordinario y sin educación.
No puede ser mayor el odio que profesan en Bogotá a Mos-
quera, Garrido, Cerón, Santacoloma y a otros de la pandilla
opresora. Hombres y mujeres, sobre todo en las clases alta y
media, así como el pueblo en su generalidad los aborrecen cor-
dialmente. Si hubiera una reacción victoriosa, es probable que
fuera mala su suerte.
La guerrilla de Guasca ha puesto en mucho cuidado a Mos-
quera, quien determinó ir personalmente a combatirla, luégo
que limpiara, como él decía, a Bogotá. El 28 de enero ha par-
tido con 700 infantes y 100 jinetes de mala calidad. Esta gue-
rrilla, cuyo extenso campo de acción son los páramos situados
al oriente de la capital, que tienen mucha extensión, ha batido
al general Mendoza y a otros jefes cogiéndoles muchos prisio-
neros, armas y municiones. Mosquera confiesa que ella le ha
frustrado sus planes. Probablemente matará a cuantos haga pri-
sioneros de la guerrilla, pues se halla muy irritado contra ella.
Antes de marchar recibió la funesta noticia de que la ex-
pedición de 1.500 hombres que vino de Cartagena y siguió de
Honda a someter el Estado de Antioquia a la voluntad y ca-
prichos del dictador, fue derrotada completamente el 14 de di-
ciembre en Santo Domingo por el general Henao y las tropas
del gobernador Giraldo, y que son muy raros los que pudieron
escapar. Por esto se ignoran los detalles, pero el hecho es in-
dudable. Antioquia se libró de que les quitaran a sus habitantes
trescientos o cuatrocientos mil pesos, como lo pensaban hacer
los invasores. Por otra parte la lección será muy útil en lo ve-
nidero para que se respete a los habitantes de Antioquia, nues-
tra querida patria.
AUTOBIOGRAflA 61

Sin embargo esta victoria no es decisiva, pues según las


noticias que publican los liberales, la suerte de las armas no
es favorable en otros puntos al gobierno constitucional. En el
Sur, Julio Arboleda perdió a Popayán, y probablemente se re-
tirará al Valle del Cauca. En el Norte, Canal sólo ocupaba los
cantones de San José y del Rosario de Cúcuta, extensión muy
pequeña del Estado de Santander. Creemos que en la actualidad
lo ocupará todo entero Santos Gutiérrez con su ejército vic-
torioso.
Una opresión tan violenta como la que sufrimos los gra-
nadinos; la supresión de la libertad de imprenta y de todas las
garantías; la dilapidación de las rentas confiscadas a manos
muertas y de los fondos públicos; los males que causa la cir-
culación forzada de los billetes de tesorería mandados recibir
a la par con graves penas en caso de falta, aun cuando pierdan
en el comercio un treinta por ciento, por no haberse dado ga-
rantías que aseguren su amortización, son causas muy poderosas
para entristecer hasta a los granadinos indiferentes. ¡Cuánta
no será, pues, la pena y los sufrimientos que padecen los que
desean ardientemente, como Restrepo, que se restablezca en la
Nueva Granada el imperio de la Constitución y de las leyes
abolidas por la voluntad absoluta del dictador y sin esperanza
próxima o probable de que caiga el usurpador de los más caros
derechos de los granadinos! Proviene de tantas penas el que
no se mejore la salud deteriorada de Restrepo, aunque opone
a sus padecimientos morales toda la fuerza de alma de que es
capaz en su edad avanzada.
En el mes que termina hoy, 31 de enero, ha tenido ca-
lentura casi todos los días duránclole de diez a doce horas. Es
intermitente, y aunque sólo aumenta su pulso de seis a ocho
pulsaciones, sin dolor de cabeza ni otro síntoma alarmante, te-
niendo bueno el apetito y digestión, y pudiendo trabajar con
su cabeza despejada, sin embargo toda enfermedad es molesta,
y las calenturas intermitentes son tenaces para quitarse, lo que
conserva en el paciente una incertidumbre harto desagradable.
Apuntamientos sobre la emigración que hice en
1816de la provincia de Antioquia a '0 de Popolfán.
La revolución que comenzó.en la Nueva Granada en 20
de julio de 1810, cuando se estableció una junta de gobierno en
la ciudad de Santafé, había durado con varios sucesos hasta
'1816. En el mes de enero de este año se supo que el ejército y
escuadra española habían tomado la plaza de Cartagena, ma.n-
dadas por el general don Pablo Morillo ysu segundo, don Pas-
cual Enrile; que don Sebastián de Calzada había derrotado a
las tropas independientes mandadas por Garcia Rovira, y que
todo anunciaba una próxima terminación de la guerra. Yo me
hallaba en Medellin de secretario del gobierno, y vi también
que la provincia de Antioguia iba a ser. ocupada muy pronto.
Así llevé allí a mi mujer e hijo para aguardar el desenlace.
Se pasaron los meses de enero y febrero en la incertidum-
bre der éxito, cuando en los primeros días de marzo se supo
que una división española de infantería y caballería avanzaba
de Zaragoza a Remedios. Ninguno podía creer que por aquellos
caminos fuera posible que entrara caballería, pero el suceso qui-
tó la duda. El 24 de marz{) se supo que la división de tropas
de la provincia mandadas por Linares y Malo habían sido de-
~rotadas en la Ceja de Cancán; que habíán recibido un terror
'pánIco a la vista de 22 húsares; que no hacían frente, pues
huían en el momento. Las acciones fueron el 18, 21 y' 22 de
marzo; las tropas independientes se retiraron 'hacia Barbosa,
cerrando'los caminos para impedir la persecución. Algunos eran
de sentir que en Barbosa debía arriesgarse una nueva acción,
pero yo siempre Juzgué que nQ se debía exponer a un saqueo
el hermoso valle de Medellin, el que sería. inevitable después
de una acción, que con tropas bisoñas y espantadas era preciso
que se perdiese. Además los pueblos se hallaban cansados de
la revolución y deseaban que se restableciera el gobierno anti-
guo, bajo del cual creían descansar. El 29 de :marzo casi todos
los habitantes de Medellin habían emigrado a los· campos y
el lugar estaba solitario; por consiguiente el gobierno sin apoyo.
66 .JosÉ MANUEL RESTREPO

El 26 vino a Medellín el comandante Linares con el cape-


llán de las tropas doctor Céspedes. Dijeron al gobernador re-
volucionario don Dionisio Tejada que no había que contar con
soldados bisoños, y que la división española consta de 1.500
hombres de infantería y caballería bien disciplinados. En con-
secuencia aconsejé a Tejada que diera orden para que no se
empeñara acción en Barbosa y que las tropas se retiraran. En-
tonces descansé, por la suerte del valle de Medellín. Tejada re-
solvió irse con las tropas a la provincia de Popayán, lo que yo
jamás creí que se pudiera conseguir.
El 26 fue miércoles, y yo llevé muy temprano a mi mujer
ya mi hijo Valentín con mi madre y hermana Nicolasa al
Envigado, para que de allí siguieran el 28 a los Titiribíes, a la
casa de mi tío Pedro de Restrepo, a donde debían pasar un
mes, en tanto que los españoles arreglaban la provincia para
que se libertaran de cualquier insulto, que son inevitables, de
soldados vencedores. A las 11 de la mañana volví a Medellín.

JUEVES 27 La ciudad estaba sola, y así los pocos vecinos que


DE MA.RZO. habían quedado se juntaron en la casa de moneda,
y se hicieron patrullas toda la noche; yo estuve
también acuartelado para conservar el orden. Tejada firmó en
este día una circular a los cabildos diciéndoles que se retiraba
,a Popayán. Yo había resuelto irme a Honda por Sonsón a fin
de meterme en las montañas de los andaquíes y salir por ellas
.al río Amazonas. Esta empresa era pintada por algunos como
fácil, pero los mapas manifestaban que era difícil; mas no ha-
,bía otra salida. También pensaba seguir a Popayán para jun-
tarme con algunos amigos y tomar la misma ruta atravesando
el páramo de Guanacas. Todas mis medidas estaban prontas
para semejante viaje.
Disuelto el gobierno y mandadas retirar las tropas, nada
me quedaba que hacer sino emprender mi emigración. Salí, pues,
de Medellín para el Envigado a las 5 de la tarde. j Qué ideas
tan melancólicaslas que me ocupaban había más de un mes! Te-
ner que abandonar mi mujer que se hallaba encinta y con mi
pequeño Valentín de dos años; dejar a mis padres, amigos, etc.,
y quizás para siempre. Hallarme expuesto por opiniones polí-
ticas y por los sucesos de la revolución que habían sido inevi-
tables, a morir en un cadalso como un criminal, eran sin duda
ideas horriblemente funestas. Sin embargo varias reflexiones
me dieron valor y serenidad en tan críticos momentos. "Es pre-
APUNTAMIENTOS SOBRE LA EMIGRACIÓN DE 1816 07

ciso que el hombre se muestre impá\Tidoa todo lo que es nece-


sario e inevitable", máxima preciosa de uno de los primeros
filósofos del último siglo.
A las 6 de la tarde llegué al Envigado y ya estaba todo
pronto para que mi familia siguiera el día siguiente para Ama-
gá con mi tío don Pedro de Restrepo.

VIERNES 28 Jamás olvidaré este día, uno de los más funestos


DE MARZO. de mi vida, el que probablemente no tendrá igual.
A las 5 de la mañana me despedí de mi esposa,
madre, etc. Dejo a cualquiera que ame a su familia la conside-
ración de este momento, viendo a una mujer joven y querida
en extremo, que anegada en llanto no puede separarse de mí, y
cuyos brazos es preciso desenlazar de mi cuello... Pero corra-
mos un velo a escena tan melancólica.
Yo vi a algunas personas después, y a las 7 de la mañana
sali para Rionegro hacia donde antes de amanecer había se-
guido mi equipaje, que se componía de una carga de baúles, una
de petacas, un criado pequeño nombrado Pablo, una mula y
un caballo de silla. Hallé la cuesta de las Palmas muy mala, y
hasta la una de la tarde no llegué al principio del Llano de
Chachafruto. Llegué a una casa a comer algo y allí me dijeron
haber noticias de Rionegro, que habían jurado al rey, que se
esperaba una división de tropas españolas aquel día; que todas
las personas distinguidas habían emigrado, entre ellas don Sin-
foroso García, con quien yo pensaba reunirme y quien llevaba
mis provisiones. Tales noticias eran inesperadas para mí, pues
ignoraba lo que podía haber sido causa de aquellas novedades.
Dudé algún tiempo lo que debía hacer, si seguir por la Ceja a
juntarmecon García o retroceder. Mas conociendo lo que son
los pueblos en tales casos, temí que yendo solo me quisieran
poner preso para congratularse con el vencedor. Resolví, pues,
volver a dormir aquella noche al Envigado y seguir a Popayán
por Amagá. Así alquilé un caballo que llevara los baúles, pues
la mula estaba fatigada. Yo saqué el dinero que tenía, que eran
800 pesos, y lo puse en el cojinete de mi silla; di orden al cria-
do que precisamente fuera aquella noche al Envigado; monté
en la muja. y mi. negro Pablo siguió conmigo en el caballo.
Caminé bien apriesa y a las 5lh de la tarde llegué a aquella
parroquia.
Busqué un caballo de camino que me sirviera en cualquiera
apuro, el que me costó 50 pesos. A las 7 llegó Lin~res con al-
JOSÉ -MANUEL RESTREPO ..

-gunos oficiales y soldados para preparar cuarteles a las demás


tropas que.dormían aquella noche en Hatoviejo.

'SÁBADO" 29. Dormí en la casa de Íni padre, y a las 3% de la


"o'

mañaná monté en el caballo, llevando el criado el


otro. Caminé sin novedad hasta las· 7% en que me alcanzó un
hombre de Itagiií, el que me dijo que aquella mañana había
.dormido un rato en su casa el gobernador Tejada con un peón
.y un mozo dependiente suyo, Abad, y que había seguido por la
montaña de San Miguel. Esto me dio cuidado porque juzgué
que habría novedad. Tejada pensaba seguir con las tropas para
ir más seguro. A las 91;2 llegué a Amagá y vi allí a mi mujer,
madre y hermanos. Les oculté la mayor parte de las cosas que
sabía y dije a mi tío que aqUellamisma tarde debía yo adelan-
tar mis jornadas para ver a Tejada en Santa Bárbara. Busqué
una mula más, un buen peón y algunas provisiones de que yo
carecía, porque las debía tomar en Rionegro, y a las 3 de la
tarde seguía dormir en el paraje que llaman los Guarcitos.
A poco hallé a don Juan Bautista Quintana, de Remedios, y
00

donJuan Muñoz, de Barbosa, con quienes seguí; a las 6 de la


tarde arribé a 10 de don Joaquín Vásquez en que me vi con dos
hijas de doña Micaela Barrientos que habían venido a escon-
derse allí. Este día fue igualmente penoso y triste para mí, pues
tuve que volverme a separar de mi familia.

DOMINGO 30. Muy temprano monté en mi mula habiendo antes


aconsejado a don Juan Muñoz que no emigrara,
pues él no tenía mayores comprometimientos. Caminé mucho
ya la 1 de la tarde llegué al Guamal cerca de Santa Bárbara
para saber si Tejada había pasado, pues allí se unen los ca-
minos de Zabaletas y Amagá. Seguí, pues, a Santa Bárbara y
o

fui a posar a donde un Duque. Aquellá parroquia está arruina-


da del todo. A las 5de la tarde me alcanzó Quintana y mis
baúles.
Las gentes que vinieron de Zabaletas de misa, dijeron que
-el' cura había predicado aquel día sobre la obediencia al rey, y
que se había acabado la república. También que se habían em-
bargado en el mismo pueblo varios cajones del gobierno revo-
lucionario, lo que no me agradó, pues por la pintura que me
hicieron, conocí que eran los papeles de la secretaría. Don José
Ignacio Duque me dijo igualmente que a nadie dejaban pasar
por Bufú sin orden del gobierno, así que si yo no la llevaba,
APUNTAMIENTOS SOBRE LA E!\iIGRACIÓN DE 1816 69

que era mejor fuera por Caramanta, y saliera a la Vega de


Supía por aquel camino que ya estaba cerrado. Sin embargo
Quintana y yo determinamos ir a Arma.

LUNES31. Muy temprano hicimos ensillar y nos adelantamos


dejando atrás el peón de los baúles solo, pues él
dijo que era práctico del camino. :Mas por precaución .llevaba
el dinero en el cojinete. El río Buey estaba crecido, sin embar-
go pasamos a éste y el de Arma sin novedad; tampoco tuvimos
alguna hasta Arma, adonde arribamos a las tres de la tarde.
Allí supimos que don Sinforoso García y los demás emigrados
de Rionegro habían seguido aquella mañana para Bufú. Doña
Bárbara Tanco y sus hijos estaban esperando en esta parroquia
a su marido, el gobernador Tejada. La hallé en las mayores
aflicciones. Todo su equipaje se lo habían dejado cerca del Abe-
jorral; había rumores de estar embargado por las justicias de
Rionegro, y ella no tenía un pan qué comer con su numerosa
familia. Vino a mi posada bañada en lágrimas, preguntándome
sobre todo por su marido a quien juzgaba preso. Yo la .consolé
diciéndola que yo· lo juzgaba muy próximo, pues venía por
Zabaletas, y que si allí se oponían a que pasara podría hacerla
con una escolta de soldados. Yo verdaderamente creía que así
era. Di a aquella desgraciada dama algún dinero y vestuarios,
y quedé de enviarla mulas de la Vega para que siguiera y es-
perara allí a su marido.

MARTES19 Pasé la noche bien mal, y muy temprano seguí pa-


DE ABRIL. ra Bufú. Llegué a las 11 de la mañana. Allí en-·
contré pasando la familia del doctor don Félix de
Restrepo, menos a éste que se había adelantado a Supía. Hasta
las tres de la tarde no concluyeron y entonces lo hice yo sin
novedad alguna. Fui a dormir a la hacienda de Moraga. En-
contré aquí a don Sinforoso García, don Pedro Carvajal, el
presbítero don José Miguel de··la Calle y el doctor Lucio de
Villa; todos eran muy amigos, y su hallazgo me fue agradable,
por una parte, excitándome, por otra, ideas tristes. García me
llevaba 700 pesos que me importaba recibir.

MIÉRCOLES 2. Partimos por la mañana ya con más tranquili-


dad, pues no había riesgo de enemigos. Pasa-
mos las célebres minas de Marmato, que se hallan situadas en
un cerro elevado, y a las tres de la tarde arribamos a la Vega
70 .JoSÉ MANUEL RESTBEPO

de Supía. El juez de allí nos dio una casa de las mejores aun-
que bien mala, pues aquel es un hogar miserable en que todo
es caro y nada se encuentra. Se halla puesto en un valle bien
húmedo. Don Francisco Javier Vallejo que iba con nosotros, nos
sirvió infinito, pues tenía allí conexiones. Ordenamos, pues,
nuestras cosas del mejor modo posible para aguardar en aquel
lugar algunas noticias de nuestra provincia.
El jueves 3, escribí yo a mi casa y a algunos amigos de
Medellín preguntándoles si yo podría volver sin peligro, y có-
mo habían tratado los españoles a la provincia. Esperaba la
contestación cuando más largo dentro de ocho días.
Resueltos a pasar en la Vega ocho o diez días, hicimos em-
potrerar nuestras mulas y ordenamos nuestras cosas. Sin di-
versión alguna, atribulado el espíritu. y viendo a García y Car-
vajal afligidos en extremo, viví aquellos días muy incómodo.
El miércoles 9 recibió García cartas de Rionegro en que
el doctor Montoya, su mujer y amigos le instaban para que
se volviera, pues siempre tendría un cargo por la comisión que
le había dado Tejada de que llevara a Popayán cosa de 20.000
pesos de plata de iglesias y barras. Le decían que había espe-
ranzas de que sus tropas españolas trataran bien a la provincia.
Habiéndome él y Carvajal pedido consejo, se lo di de que se
volvieran; pero yo no determiné hacerlo porque nada hablaba
mi suegro respecto de mí, lo que sentí, pues lo juzgaba una
falta de cariño. En consecuencia resolvieron volverse el siguien-
te día.
JUEVES10. A las 12 del día siguieron don Sinforoso García,
Carvajal y Vallejo para la provincia, llevando con-
sigo los intereses del Estado que Tejada entregó al primero.
Temieron que en la Vega se los quisieran quitar; así fue pre-
ciso ir armados y resueltos a defenderlos. Yo determiné seguir
a Quiebralomo,lugar cercano, con el doctor Villa y padre Calle.
Lo verifiqué a las 2 de la tarde y llegué a las 5.
VIERNES11. Como no habíamos tenido noticia de las tropas
que se retiraban hacia Popayán con Linares y
Malo, juzgábamos que venían por el camino de Caramanta;
supimos también que el capitán Antonio Malo había hecho una
muerte cerca de Arma y robado el equipaje de José María Ro-
dríguez. Así, temiendo justamente u.na suerte igualo que vi-
niera una partida española y nos arnarrara, determinamos se-
guir a Ansermaviejo.
APUNTAMIENTOS SOBRE LA 1J14IGRACIÓN DE 1816 71

Montamos a las 8 de la mañana, y a las 81;2 comenzó una


lluvia que, unas veces muy fuerte y otras menos, duró todo el
día. El camino era muy liso, de pasos malos y lodo, a que aña-
dido el inmenso peso de las ruanas mojadas y el poco alimento
nos hizo pasar un día muy incómodo. A las 4~ llegamos al
pueblo miserable de Quinchía, en donde por lo menos hallamos
una buena casa en qué dormir. El temperamento es templado
como todo el demás terreno desde la Vega, y si hubiera pobla-
ción, sería muy abundante. Mas en ninguna parte se hallaba
qué comer y sólo había hambre y miseria, debida principal-
mente a la langosta que en el año de quince desoló toda la ve-
getación y siguió hasta más abajo de Antioquia por el Valle
del Cauca. Fue esto cosa singular, pues desde 1819 no se co-
nocía allí semejante plaga.

SÁBADO 12. En este día caminamos sin novedad. Pasamos al


mediodía a Villalobos, un trecho de camino en que
por cerca de media legua sólo se pisa lodo; está para subir al
alto del mismo nombre. De él se mira a lo lejos el extenso y
hermoso Valle del Cauca, cubierto en algunas partes de bosque
y en otras limpio y en sabana. De Villalobos parte el camino
que por Chami va para el Chocó.A las 4 de la tarde arribamos
a Ansermaviejo, adonde pensábamos esperar noticias de la
provincia para resolver si adelantábamos nuestras jornadas a
Cartago o no. Anserma es un pequeño lugar de paja, puesto so-
bre una eminencia a poca distancia del Cauca, que se halla al
Oriente. Todos estos terrenos son muy quebrados, lo mismo que
los de Antioquia, y el Cauca corre entre rocas y peñascos. Nos
alojamos en la casa del cura que estaba sola.

DOMINGO 13. Este día fue primero de Pascua de Resurrección.


El padre Calle y doctor Villa dijeron misa, y su
conversación mitigaba algún tanto las penas que sufría nuestro
espíritu. Nos hallábamos irresolutos sin saber si debíamos se-
guir hacia Cartago, que aún distaba siete días, o detenernos. Al
fin resolvimos lo último hasta tener noticia de nuestras fami-
lias y amigos.

LUNES 14. Pasamos sin novedad hasta la una de la tarde en


que me dijeron que un peón me buscaba en una
casita inmediata adonde me quería hablar. Fui a donde estaba
y hallé que era de la Vega; venía de parte de don Escolástico
7~ .JosÉ MANUEL RESr~EPO

Marulanda que se hallaba allí de vuelta de Rionegro, adonde


lo habíamos enviado Carvajal, Garcia y yo, a saber el estado
de las cosas y traernos nuevas de nuestras casas. En efecto
lo ejecutó, y yo recibí cartas del doctor Montoya, don José Solís
y otros, en que nos decían que los españoles trataban muy bien
a la provincia y que hasta entonces no había castigo ni prisión
alguna. Vi el bando del comandante don Francisco Warleta, que
me pareció benigno y que no anunciaba rigor. En el momento
manifesté a mis compañeros tales documentos y entramos en
deliberación acerca del partido que debíamos tomar. No tardó
mucho tiempo en decidirnos, persuadidos, como lo estábamos,
de que toda la .Nueva Granada iba a ser subyugada muy pronto,
y que con nuestra emigración no hacíamos otra cosa que pro-
longar un poco nuestras penas, pues al fin los españoles nos
habían de coger, y aunque en la provincia de Popayán en nada
nos mezcláramos, como pensábamos hacerlo,serían siempre ma-
yores entonces nuestras culpas políticas. Resolvimos,pues, regre-
sar al día siguiente.

MARTES15. Montamos a las 8 y caminamos sin novedad. En


Villalobos hallamos al dQctor don Félix Restrepo
y a su familia que regresaban a Popayán; se habían detenido
ocho días en la dormida que hayal lado del norte del río, cuyo
nombre no recuerdo, porque su hija había abortado allí. Le
dijimos solamente que volvíamos a la Vega. Temiendo las tropas
de Linares y Malo no queríamos decir nuestras intenciones, pues
nos hubieran robado y tratádonos como enemigos. Poco más
adelante de Villalobos nos llovió, pero tuvimos la fortuna que
pasó pronto. El resto del día fue bueno y llegamos a Quinchía
temprano. El doctor Villa era en extremo cobarde para andar
a caballo en aquellos caminos.

MIÉRCOLES 16. El día amaneció hermoso y la cordillera neva-


da que se halla sobre Honda estaba descubierta
y se veía muy bella. Los nevados heridQs por los primeros rayos
del sol forman un espectáculo brillante y sublime. En este día en-
contramos al doctor Céspedes, a varios oficiales y soldados que
seguían de la Vega para Popayán. Iban en la mayor miseria,
y nos contaron que habían tenido que mantenerse con palmas
y otros vegetales en la montaña de Caramanta. Por Santa Bár-
bara pasaron el Cauca y tomaron aquel camino, temiendo .que
ya los hubieran cortado los españoles en Bufú. Cuando oí su
APUNTAMIENTOS SOBRE LA EMIGRACIÓN DE 1816 73

relación me persuadí más de lo disparatado que era el proyecto


mío de salir por los Andaquíes al Amazonas, o de vivir en los
bosques. Para éste se necesita una educación más fuerte que la
que hemos recibido los americanos de alguna comodidad.
A las 31,-2 llegamos a Quiebralomo en donde vimos a Lina-
res, a Malo y a doña Bárbara Tanco. Nos dijo que estaba re-
suelta a seguir a Cartago, pues .ninguna noticia había tenido
de su marido don Dionisio de Tejada. Allí me contaron que con
30 granadinos no se había atrevido a pasar por el pueblo de
Zabaletas, adonde unos pocos indios· incitados, según se dijo,
por el cura Duque, se opusieron a su pasaje. La señora Tanco
nos dijo que el comandante español de Arma la había llamado
a nombre. del coronel Warleta y que ella no quería volver a
pesar de que le ofrecían todos los auxilios y seguridad. j Qué mal
hizo la infeliz! A las 5 llegamos a la Vega el doctor Villa y yo.
El padre Calle se quedó en el Guamal y Linares le había per-
suadido que iba a ser sacrificado por los españoles, por lo cual
dijo que no nos acompañaba porque esperaría allí algunos días
más. De Quiebralomo al Guamal vinimos discurriendo sobre
esto; nos hizo e hicimos reflexiones bien amargas sobre la in-
certidumbre de nuestra suerte y si seríamos sacrificados. Fue-
ron momentos muy amargos, pero yo estaba entregado a mi
suerte y en brazos de la Providencia; así me resolví a sufrir
lo que ésta hubiera decretado. En la Vega hallamos a don Es-
colástico Marulanda que nos esperaba para seguir con nosotros
a Rionegro.

JUEVES 17. Estuvimos en la Vega hasta el mediodía en que


salimos a dormir en Moraga. Nos cogió una pe-
queña lluvia en los minerales de Marmato que puso el camino
intransitable. Estando en una casita recibí cartas de Rionegro
y un pasaporte del comandante Warleta; a prevención yo había
enviado a Arma por uno del capitán Melián que mandaba allí.
Llegamos a Moraga sin novedad, en donde dormimos.

VIERNES 18. Salimos a las 8 y caminamos despacio; la noche


había sido muy lluviosa de modo que hallamos a
la quebrada o pequeño río de Arquía muy crecido e incapaz de
poderse vadear. Nuestro compañero Marulanda, que era muy
práctico, hizo pasar las sillas y equipaje por un puente de ma-
dera que había para los de a pie; las mulas pasaron nadando.
74

En toda esta faena tardamos mucho tiempo. A poco hallamos


el peón que habíamos enviado a Arma que volvía con los pasa-
portes, incluso el del padre Calle a quien se lo enviamos a la Vega
instándole que se viniera. En Bufú tardamos infinito en pasar,
pues. el río Cauca es allí muy rápido y sólo se pueden llevar
tres mulas cada vez. Determinamos dormir allí.
Desde mi subida había observado las fortificaciones que
hizo en Bufú don Francisco Caldas cuando en julio de 1813
ocupó la provincia de Popayán don Juan Sámano, general es-
pañol. Tales fortificaciones costaron a la provincia de Antioquia
10 o 12.000 pesos. Ellas se creían intomables, pero aunque yo
no lo entiendo, me parecieron miserables. Son dominadas com-
pletamente por un cerrito,que hayal lado de la Vega, de donde
con artillería podrían destruír a los defensores de otro lado.
Cuando yo las vi estaba podrida la fajina de que se componían.

SÁBADO 19. Hizo esta noche una gran tormenta con una fuerte
lluvia, y todavía amaneció lloviendo. El Cauca es-
taba muy crecido, de modo que todos los prácticos fueron de
opinión que era imposible pasar la quebrada de Pácora, que se
pasa por su embocadura y por consiguiente la represa del Cau-
ca. Enviamos, pues, a hacer una balsa para pasar el equipaje, y
a las 11 montamos. Mucho tiempo se tardó en poner todo del
otro lado y al fin lo conseguimos a la una. A esta hora empren-
dimos subir la larga cuesta de Pácora. Antes de la mitad se
cansó mi mula, de tal suerte que ni eon la silla podía. Fue pre-
ciso caminar a pie mucho tiempo, pues la silla iba en una de
carga muy mala. Al fin subimos y a las 5 de la tarde llegamos
a Arma. Fuimos a posar a la casa del cura. Inmediatamente
nos presentamos al teniente graduado de capitán don F. Melián.
Era un joven natural de Valencia en Caracas que nos trató
bien. Allí tenía un destacamento de 25 hombres negros de Vene-
zuela, con los que lo habían enviado a perseguir a Tejada, Li-
nares y Malo; pero sabiendo que los dos últimos tenían consigo
como 60 hombres, había pedido refuerzo y no se atrevía a pasar
a la Vega. En Bufú no había más que paisanos destacados.

DOMINGO
20. Este día 10 pasamos en Arma. Supe que don
N areiso Estrada me había embargado dos mu-
las, que a mi subida dejé a un mozo de allí para que me las
cuidara. Era como bienes de emigrado. Melián mandó que me
APUNTAMIENTOS SOBRE LA I:MIGRACI6N DE 1816 75

las entregaran y me llevaron 11 pesos por los pocos días que


las tuvieron.

LUNES 21. Salimos a las 8 y a las 11 llegamos al río de Arma


por el camino que sigue al Abejorral. Estaba cre-
cido y lo pasamos en una pequeña balsa. Del lado de Abejorral
el camino estaba perdido o derrumbado, por lo cual fue nece-
sario buscar otro paso para las mulas y cargas. Conseguimos
al fin que pasaran sin mojarse. Comimos a la orilla del río en
que hay mucho calor y mosco, y a las 12 emprendimos subir
la media cuesta que llaman. La fortuna es que en 10 bajo hay
bosque. Es una de las más largas que he visto, y hasta las 5
de la tarde no llegamos a la cima. que es tierra muy fría. Dor-
mimos en la Aguada.

MARTES 22. Todavía subimos más y el camino es por la cima


de la cordillera. A las 8 encontramos un oficial
negro y algunos soldados de las tropas del rey, que iban para
Arma. A las 12 arribamos al Abejorral. Es una parroquia nue-
va de paja y en un pequeño valle frío. Estaba sin gente. Po-
samos en una misma casa con el padre Calle, que desde· el
domingo nos había alcanzado en Arma, resuelto a sufrir la
misma suerte que nos cupiera a nosotros. Deseábamos bestias
de refresco pero nos fue imposible encontrarlas.

MIÉRCOLES 23. Este día fuimos a dormir a Piedras; el camino


estaba lleno de lodo y en extremo pesado, pero
no nos llovió.

JUEVES 24. Salimos temprano con ánimo de llegar a Rionegro


en aquel día. Marulanda, nuestro compañero a quien
debimos mil atenciones, nos dio en Piedras caballos de refresco;
así a las 12 llegamos a la Ceja. Marulanda se quedó en su casa.
Nosotros comimos allí; no íbamos sin cuidado, pues supimos en
Piedras que habían depuesto a los alcaldes don Pedro Arango y
don Ignacio Gutiérrez por una pequeña falta, y los habían puesto
a trabajar con una cadena. Esto y el hallarse embargados los
bienes del doctor Villa y padre Calle, aunque no los míos, nos
daba idea que los españoles no serían muy benignos. En los
llanos de la Ceja encontramos 150 peones que iban a abrir el
camino de Sonsón a Mariquita, bajo la dirección de don Manuel
Antonio Jaramillo y don Salvado!' de Isaza.
76 JosÉ MANUEL RESTREPO

A las 5 de la tarde arribamos al Rionegro, cuyos puentes


estaban caídos por las crecientes del sábado 19, que fueron ge-
nerales. Don Sinforoso García y don Félix de Isaza estaban
comisionados para levantarIos. El .río se pasaba por balsa. A
las 5% llegué a mi casa, ocupada entonces por García y su
familia. Toda la del doctor Montoya, que yo siempre tengo por
mía, tuvo el mayor placer. de mi regreso. Me dijeron tantas
cosas y contaron anécdotas del coronel Warleta, de modo que
depuse mis temores y creí de buena fe que la revolución había
tenido un feliz desenlace, y que nada había que temer. A las
61h me presenté a dicho comandante y me dijo que fuera a
descansar a rnicasa. Lo mismo dijo al doctor Villa y padre Ca-
lle, a quienes mandó desembargar sus bienes. Dormí, pues, con
alguna tranquilidad aquella noche, después de dos meses que
hacía pasaba la vida más amarga. Mi mujer estaba para llegar
a Rionegro, pues sus padres habían enviado a Amagá por ella.
En mi emigración tardé veintisiete días y me costó cerca
de trescientos pesos, pasándolo siempre miserablemente. Cuan-
do emigré estaba firmemente persuadido que el comandante
de las tropas españolas era el coronel Morales, de Venezuela,
cuya crueldad es bien conocida. De lo contrario me hubiera es-
condido en una montaña y aun hubiera capitulado con los es-
pañoles, lo que sin duda habría sido lo mejor en el estado en
que se hallaba la Nueva Granada. Hasta el día en que recibí
en Ansermaviejo el bando de Warleta no supe quién era el co-
mandante.

VIERNES 25. En este día presenté a Warleta el título de juez


de diezmos de la provincia, que me había exten-
dido el gobierno revolucionario. Me mandó continuara en el
empleo hasta nueva orden.
Los sucesos posteriores a esta época me demostraron que
eran muy justos los temores que traía acerca de mi suerte,
cuando regresaba de la emigración, Y"que mi tranquilidad los
primeros días era sin fundamento. Pero jamás me pesará el
no haber continuado mi emigración hasta la provincia de Po-
payán. Entonces sin duda me envía Warleta a Santafé, en don•.
de el general Morillo me habría fusilado. Lo mismo me sucede
si como pensaba sigo de Rionegro por Sonsón a Honda. Me
coge aquí la revolución que hubo, y sufro la misma suerte. En
circunstancias tan críticas como el desenlace de una revolución,
el menor suceso tiene consecuencias que aturden. Mis resolucio-
APUNTAMIENTOS SOBRE LA EMIGRACIÓN DE 1816 77

nes en aquella época siempre fueron las mejores que podía to-
mar, pues aunque hice un viaje que fue inútil, debí hacerlo ha-
llándome en la inteligencia de que Morales era el comandante
español. Debo, pues, dar siempre gracias a la Providencia que
me salvó de tantos peligros.

Kingston, de Jamaica, mayo 9 de 1818.


Diario del viaje que hice de la ciudad de
Rionegro en la provincia de Antioquia. a
'a de Kingston. en 'a isla de Jamaica.
Año de 1816.
Habiendo las armas del rey de España ocupado la Nueva
Granada en mayo de 1816, después de una revolución de seis
años, todos los hombres que habían figurado en ella fueron se-
pultados en los calabozos. El 5 de julio comenzó el degiiello, por
don Antonio Villavicencio, y le fueron sucediendo todos los
demás jefes de la revolución, de modo que Santafé, la capital, y
todas las demás provincias tuvieron que vestirse de luto, y mu-
rieron en un patíbulo, con la ignominia de criminales, hombres
en quienes todo el mundo respetaba la virtud y la ciencia. j Fu-
nestas consecuencias de las discordias civiles! ...
Desde el 25 de abril en que regresé a Rionegro de la emi-
gración que había emprendido hacia la provincia de Popayán
el 28 de marzo en que a consecuencia de la derrota que su-
frieron las tropas de Antioquia en la Ceja de Cancán se disol-
vió el gobierno revolucionario, había pasado momentos bien
amargos. Es cierto que por un favor especial de la Providencia
la provincia de Alltioquia no vio las escenas de sangre y deso-
lación que las demás de la Nueva Granada; el coronel don Fran-
cisco Warleta, jefe de la división española que la ocupó, sin
embargo de la aspereza de su carácter y de las órdenes de los
generales Morillo y Enrile, no quiso enviar ningunos de sus
habitantes al cuartel general, sin embargo de que se le remi-
tieron listas de los que se juzgaban más criminales entre los
revolucionarios. La misma conducta observó don Vicente Sán-
chez de Lima, a la cual debo sin duda el no haber muerto fusi-
lado. Según los empleos que obtuve en la revolución, si voy al
cuartel general de Santafé me habría tocado una suerte tan
desgraciada. Allí murieron hombres que figuraron menos que yo.
Persuadido de semejantes ideas pasé los meses de julio y
agosto en las mayores ansiedades, esperando por momentos el
que me pusieran preso. Una de las cosas que me daba mayor
cuidado era el que en Santafé se seguía la causa de don Dionisio
Tejada, último gobernador revolucionario de Antioquia, de quien

Autobiografia-6
82 JosÉ MANUEL RESTREPO

yo había sido secretario; debía temer justamente que se me


complicara en algo.
Me hallaba en tales circunstancias, cuando en 20 de agosto
me comunicó el gobernador Lima la orden de que siguiera a
Sonsón a dirigir el nuevo camino que se estaba abriendo de
esta parroquia a la ciudad de Mariquita. El gobernador me
decía que era por orden de don Pascual Enrile, jefe del estado
mayor general del ejército expedicionario, y las palabras con
que se expresaba me hacían algún honor a pesar de contener
la frase de que "estuviera en el camino hasta su conclusión, sin
permitirme que me separara por motivo alguno".
El 22 de agosto partí para aquel destino un poco tranquili-
zado, creyendo que los generales españoles se habrían hecho el
cargo de castigarme manteniéndome en aquel desierto. Yo con-
seguí con más de mil hombres el romper el camino en 21 de sep-
tiembre, en que se unió con el de Honda y Mariquita. Hallán-
dome cerca de ésta me envió a llamar don Miguel Fresno, un
teniente coronel de húsares que venía con varias comisiones del
señor Morillo, entre ellas la de inspeccionar el nuevo camino
para Sonsón. Estuve inquieto aquel día pero me presenté al
mencionado oficial que era joven y me trató bien. Habiéndome
hecho algunas observaciones y preguntas sobre el nuevo camino,
me dejó volver a él. En Mariquita estuve dos horas, y allí
supe que las muertes y los suplicios continuaban en Santafé;
que ya habían muerto Tejada, Dávila y la mayor parte de
mis amigos.
Afligido mi corazón e inquieto más que nunca sobre mi
suerte, me volví al camino. A mi regreso hallé defectos gra-
vísimos en lo abierto, los que era preciso enmendar. Mas los
peones se me desertaban, no había víveres con qué mantenerlos
y los puentes sobre los ríos Moro y Miel estaban difícíles. Yo
me fijé en la mitad del camino que es en el Moro; mi compa-
ñero don Manuel Antonio Jaramillo iba a los puntos en que se
necesitaba dar órdenes, etc. Mi vida era llena de cuidados, de
trabajo y de incomodidades, pues comía muy mal y estaba vi-
viendo en un rancho miserable. Con todo, la idea de que aquel
destierro era probablemente el castigo que me daban los espa-
ñoles, me hacía llevaderos mis trabajos.
Me hallaba en tal situación apurando que se construyera
el puente de río Moro, cuando el 6 de octubre me dicen unos
peones que llegaron del río Miel, que atrás venía un coronel
español que decía estar nombrado de gobernador de Antioquia
DIARIO DEL VIAJE DE RIONEGRO A KINGSTON 83

por el señor Morillo y que llegaría al siguiente día muy tem-


prano. Un nombramiento tan repentino quitando al señor Lima
me dio mucho cuidado. Se me fijó la idea de que enviaba el
general a semejante gobernador para que hiciera las prisiones
y remisión de reos a Santafé que no habían verificado los se-
ñores Lima y Warleta.
En efecto, el 7 muy temprano llegó el nuevo gobernador
al río Moro. Yo fui a recibirlo y me habló con un ceño que
no era para tranquilizarme. Sin embargo en la conversación me
pareció mejor y me dijo algunas expresiones que calmaron en
parte mi agitación, pues me indicaban que yo permanecería
abriendo aquel camino. Se llamaba don Sebastián Díaz, tenien-
te coronel de ingenieros, joven de veinticinco a treinta años.
Allí permanecí lleno de amargura con tantas ideas fúne-
bres que me ocurrían acerca de los suplicios de Santafé, hasta
que a los ocho días supe que el señor Lima se había denegado
a entregar el mando a Díaz, sin primero consultar al virrey
de quien también dependía. Semej ante noticia me llenó de gus-
to lo mismo que a toda la provincia consternada con la venida
del nuevo gobernador. Lima estaba empeñado en que sus habi-
tantes no padecieran tanto como el resto del reino.
El 15 de octubre me hallaba en río Moro cuando recibí
orden del señor Lima para que dejando el camino bajo la di-
rección de don Manuel Antonio Jaramillo me presentara en
Medellín a dar cuenta de mi comisión. Si al mismo tiempo no
hubiera recibido otra carta de mi mujer doña Mariana Mon-
toya, en que me decía no tuviera cuidado por aquella orden,
me habría sorprendido algún poco, juzgando ser otra cosa. El
16 emprendí mi marcha para Rionegro. En cuatro días llegué
a Sansón con un tiempo muy malo; allí me detuve el domingo
20 y el 22 llegué a mi casa de Rionegro, a los dos meses com-
pletos que faltaba de ella.
Estando el gobernador Lima ausente, no me detuve más
que la noche y el 23 llegué a Medellín. Bajando la cuesta de
Santa Elena me puse a meditar la situación crítica en que me
hallaba, si volvía al camino de Sansón, sobre todo si se recibía
de gobernador don Sebastián Díaz el que era muy probable
I trajera instrucciones de enviarme a Santafé. Yo me hallaba
persuadido que perecía en un cadalso si caía en manos del se-
ñor Morilla. N o porque yo hubiera cometido algún crimen en
la revolución, sino por mis opiniones políticas.
84 JosÉ MANUEL RESTREPO

Con tales pensamientos vi claramente que yo no podía es-


tar seguro en el camino de Sonsón ni en la provincia, y que
lo mejor era salir cuanto antes de ella. El señor Lima me había
dicho desde el mes de agosto que estuve en Antioquia, que tenía
orden del general Enrile de hacerme levantar un mapa muy
exacto de la provincia. Se me ocurrió decirle que estando ya
casi concluí do el camino de Sonsón yo quería emplearme en la
otra comisión de levantar el mapa, comenzando por el Cauca,
desde Cáceres hasta Nechí. Consiguiendo esto me podría ir a
Cartagena a presentarme al virrey quien yo sabía que estaba
más benigno que Morillo. Esto en el caso de que se recibiera Díaz.
Luégo que llegué a Medellín consulté mi proyecto con va-
rios amigos, los que lo aprobaron y me dijeron que el mismo
Díaz había dicho que mi padre y yo éramos los primeros que de-
bían ponerse presos con más de 40 de los vecinos principales
de la provincia. Con tal noticia me afirmé más en mis designios
de venirme a Cartagena. En efecto hablé al gobernador Lima
y convino en darme la comisión que yo pedía. Yo le di cuenta
del estado del camino de Sonsón y aprobó mis procedimientos,
lo mismo que algunos proyectos que le propuse para su con-
clusión.
Sabiendo que mi padre debía ser víctima del gobierno de
Díaz, le hice un peón a su mina del Cauca llamándolo para que
habláramos. Como debía tardar cuatro o seis días, permanecí
encerrado en mi casa de Medellín hasta el lunes 28 de octubre,
en que a las 6 de la mañana fui a ver a mi padre en la otra
banda en casa de mi tío don José Antonio Restrepo. Este fue
uno de los momentos más amargos de mi vida, al ver a mi an-
ciano padre lleno de las más sencillas virtudes, amenazado a
los sesenta años, de ser conducido a un calabozo como un cri-
minal. iAh!, i qué cosa tan horrible! Y esto por hombres que
se juzgan humanos ...
Tuve que revestirme de toda la firmeza de alma para sa-
lir de aquel lance con alguna serenidad. Allí convinimos en que
nos vendríamos a Cartagena lo más pronto que fuera posible,
sobre todo si don Sebastián Díaz tomaba el mando, y que si
yo no me detenía en Yarumal lo esperaría en Cáceres.
El mismo lunes 28 de octubre seguí yo a Rionegro para
arreglar mis negocios, quedando el señor Lima de que me en-
viaría cuanto antes la comisión. Allí impuse a mi esposa de los
designios que tenía, que ella no pudo menos que aprobar por-
que iba mi seguridad. Como se pasaron tres días sin venir la
DIARIO DEL VIAJE DE RIONEGRO A KINGSTON 85

comisión, tuve que despachar un extraordinario a Antioquia,


a donde había seguido el gobernador; a los seis días no había
regresado el peón y yo pasé aquel tiempo en las mayores agi-
taciones. La idea de separarme de mi familia acaso para siem-
pre dejándola con poco dinero y expuesta a mil miserias, afligía
mi corazón, principalmente hallándose mi mujer muy próxima
a parir; pero mi seguridad era sobre todo y el libertarme de
las humillaciones que muchos españoles querían hacerme sufrir.
Ya me hallaba resuelto a seguir para Cartagena, aun sin pa-
saporte, cuando el 8 de noviembre lo recibí. En él se decía que
se me comisionaba para levantar un plano del Cauca y que des-
pués entrara por el Atrato, y que levantara otro igual de este
río. Podía irme a Cartagena sin que nadie pudiera impedirlo.
Como yo estaba pronto, salí el 9 a las cuatro de la mañana.
Una multitud de ideas, las más tristes, se agolparon en aquellos
momentos para afligir mi corazón, pero yo resistí con toda la
fuerza que un hombre deba manifestar en semej antes casos.
Tomé el camino de Guarne para salir a Hatogrande; a las 4
de la tarde hice alto para dormir al pie de la cuesta del Zarzal
en una casa pequeña de un pobre.
Allí estaba durmiendo para seguir a Yarumal el día siguien-
te, cuando a las 2 de la mañana tocan a la puerta y preguntan
si yo me hallaba en aquella casa. Dije que sí y entró un peón
de Rionegro con una carta de mi esposa incluyéndome otra de
don Rafael Caro que se hallaba de secretario del gobernador,
diciéndome que éste me aguardaba sin falta en Medellín ellO,
que era el siguiente día domingo. Semejante orden no dejó de
sorprenderme y sentí mucho que se me detuviera mi viaje. Mas
habiendo meditado la materia me resolví ir a Medellín cum-
pliendo con la orden del jefe.
A las 6 de la mañana del 10 de noviembre hice ensillar
mi mula, y dejando mi equipaje en la misma casa seguí a Me-
dellín con el peón que vino de Rionegro. A las 9 llegué y toda-
vía el gobernador no había arribado de Antioquia. En el camino
hallé a don Manuel Puerta, el que me manifestó una proclama
del señor Lima en que decía a los pueblos de la provincia que
eran falsos los rumores que se habían esparcido, de que el co-
ronel Díaz iba a hacer prisiones en ella. Que el general en jefe
era muy piadoso y que no derramaría la sangre de sus mora-
dores. Como yo le había oído lo contrario en conversación fa-
miliar, no pude combinar lo uno con lo otro.
86 JosÉ MANUEL RESTREPO

Luégo que estuve en Medellín hice llamar a mi tío el doctor


Vélez, y habiéndome dicho que había llegado el correo de Santafé
le supliqué fuera a inquirir las noticias que hubiera traído, lo
mismo que cuál era el objeto de la venida del gobernador Lima
que había sido tan repentina. A poco tiempo regresó y me di-
jo que se aseguraba, había orden terminante del señor Morillo
para que en el momento se entregara el mando a Díaz y que
Lima fuera preso a Santafé. Entonces inferí que el llamamiento
que éste me había hecho era para tenerme seguro y que el su-
cesor me atrapara; me persuadí aún más, recordando la procla-
ma que en el camino me mostró Puerta, pues en ella veía afir-
madas por Lima cosas absolutamente contrarias a lo que él
había dicho a todo el mundo. Su menor expresión era "de que
Díaz venía a destruír y saquear la provincia, que a él lo quita-
ba el general Morillo porque no había hecho lo uno ni lo otro".
Mi situación entonces fue muy crítica. Si veía al goberna-
dor me exponía a que me sacrificara. Si huía hacia Yarumal
era probable que Lima me hiciera perseguir y aprehender, por
no haber cumplido con su orden de verlo en Medellín. Al fin,
meditando los inconvenientes de uno y otro partido, determiné
seguir en el acto para Yarumal, pues haciendo esto podía ser
que escapara, y quedándome estaba seguro de que me prende-
rían. Todas estas reflexiones las hice delante de mi madre que
traspasaba mi corazón de amargura, cuando yo la veía que es-
taba en vísperas de perder a un esposo y a un hijo querido.
Este momento del cual pendía mi existencia es uno de los más
críticos que he tenido en mi vida. A las 12 del día monté en la
misma mula en que había venido, y dejé a mi madre que mani-
festó bastante firmeza de alma.
Para hacer mi viaj e menos sospechoso me dirigí a la otra
banda del río, y por el Pedregal salí a Hatoviejo. Apuré mucho
la mula que se me cansó, y llegué a Hatogrande a las 4% de
la tarde, a la misma casa en que dormí la noche anterior, y
en donde estaba mi equipaje.

DÍA 11. En el camino determiné hacer lo volver a Rionegro y


decir que iba a una comisión de cortos días, llevando
poca ropa para ir más ligero. En efecto, lo arreglé todo y escribí
a mi casa. Quería seguir a las 6 de la tarde, pero me persua-
dieron era mejor esperar a las 11 o 12 en que había luna, pues
la cuesta tenía pasos malos en que arriesgaba a caerme en la
DIARIO DEL VIAJE DE RIONEGRO A KINGSTON 87

obscuridad. Me pareció bien el consejo y descansé algo entre-


tanto porque me hallaba estropeado de la mula.
Monté a las 12 de la noche llevando un peón de Rionegro
llamado Pascual García con una mula de carga, otra de silla y
yo en un excelente caballo. La luna prestaba la claridad sufi-
ciente para caminar, y subimos la cuesta del Zarzal sin novedad
alguna. En el alto hice montar al arriero en mi mula de silla
y seguimos a galope. A las 8 almorcé en Riogrande y a las 111/2
pasé por Santa Rosa. De aquí para adelante las bestias iban
ya estropeadas y caminaban menos. En Vallecito me cogió una
fuerte lluvia y el camino se puso muy malo. A las 5 llegué a
la casa de los llanos de Cuivá, en donde me detuve a hacer no-
che con ánimo de seguir a la una de la mañana. Siempre temía
que viniera una orden del juez de Yarumal para que me de-
tuviera el viaj e.

DÍA 12. En el lugar en que dormí, que es la única casa que


hay en aquel páramo, hace mucho frío; sin embargo,
dormí hasta la 1 de la mañana, en que salió la luna, y a las 2
monté en el mismo caballo que el día anterior. La mañana es-
taba clara en el llano, pero luégo que entré al monte se obs-
cureció con la sombra de los árboles. El camino es malo y así
no pude caminar bastante hasta que fue de día. Entonces apuré
siguiendo solo y dejando atrás el peón que me acompañaba. A
las 7 de la mañana llegué a la casa de mi hermano don José
María Restrepo, en el lugar que llaman Santa Juana, una legua
de Yarumal.
Estaba en el sitio y en el momento le envié a llamar en
compañía de mi cuñado Manuel Carrasquilla. En efecto vinie-
ron y les expuse la situación en que me hallaba con la necesidad
de seguir el día siguiente para Cáceres, antes que el gobierno
me hiciera detener. Allí les dije que nuestro padre haría lo mis-
mo dentro de pocos días. Tal entrevista fue tierna; ella nos arran-
có mutuamente lágrimas, tributo debido a la naturaleza en tales
circunstancias. Acordamos varias precauciones para frustrar
cualquiera orden que viniera del gobierno y que se dirigiera a
detenerme. Mi cuñado fue a buscar los peones, víveres, etc., para
seguir el día siguiente, y yo determiné permanecer en Santa
Juana hasta la noche. A las 6 fui al Sitio y dormí en casa de
mi hermana Sacramento. Todo estuvo pronto para madrugar, y
eternamente viviré agradecido a mis hermanos que me sirvie-
ron perfectamente en aquellas circunstancias. Supe que ningu-
88 JOSÉ MANUEL RESTREPO

na orden había del gobierno y arreglé las cosas para que no


me perjudicara cualquiera que viniera después.

MIÉRCOLES 13. A las 4 de la mañana salí llevando un peón


carguero con mi ropa; dos con comida y otro
para que me cargara en los lugares en que no pudiera ir a ca·
ballo y un criado. Mi hermano José María me dio dos bestias
de silla que debían conducirme hasta la mitad del camino. Este
se hallaba recién abierto y bastante malo, principalmente por
el lodo que había hasta el pequeño río San Julián. Todo lo pasé
a caballo y fui a dormir a la tolda de piedras blancas habiendo
hecho una jornada muy larga, pues sin contar las demoras ca-
miné diez y media horas. Tuve alguna inquietud por un peón
que este día vimos venir en nuestro alcance, pero resultó ser
uno enviado por mi hermano para que volviera con las bestias.
El me dijo también de un pliego que llevaba del gobierno uno
de mis peones dirigido al capitán aguerra de Cáceres; yo lo
pedí para entregarlo, pues me importaba mucho porque podía
ser la orden para detenerme.

JUEVES14. Madrugué y me puse en camino a las 5% de la


mañana; a poco trecho el camino tuvo ya pedazos
que no estaban abiertos y otros muy malos, y en cinco horas
llegué a la quebrada de Medialuna que es un río no caudaloso.
Hay una cuesta inmensa para bajar de la tolda en que dormí, y
casi toda ella estaba sin abrir y sólo había camino de a pie. Yo
pretendí pasar un macho y llevármelo hasta cerca de Cáceres
a fin de ir a caballo algunos trechos, pero no se pudo conseguir
porque la quebrada había crecido y no tenía paso de bestia; así,
de aquí se devolvieron las caballerías.
Los de a pie fuimos a buscar un puente que hay arriba
del camino real y pasamos a las 111/2, En la orilla comí y no
habiendo silleta para cargarme dejé a dos peones que la hicie-
ran de la madera seca de un rancho y yo emprendí subir la
cuesta de Medialuna a pie. Siendo un país caliente a la mitad
del día y la subida muy empinada me fatigué infinito, pues
tampoco me hallaba acostumbrado a semejantes marchas; sin
embargo en dos horas y media me puse en el alto de Corcovado,
tierra fresca en que descansé y tomé alguna cosa de comida.
Yo iba descalzo, únicamente con alpargates que me quité en
muchos pedazos de la cuesta porque me maltrataban mucho el
pie. De Corcovado a Buenavista tardé otras dos horas y media
DIARIO DEL VIAJE DE RIONEGRO A KINGSTON 89

todavía a pie, en cuyas cinco horas caminé una jornada de


peones con tercios. Toda la planta de los pies y principalmente
la de los dedos llegó ampollada.

DíA 15 Dormí en un rancho bastante bien y a las 51;2 salí


VIERNES. llevando un peón que me cargara solamente a trechos,
y para descansar cuando estuviera fatigado. El ca-
mino de Buenavista para adelante es bastante llano, por lo cual
yo podía caminar bien. En cuatro horas estuve en la quebrada
Ancha en donde almorcé. Al cabo de otras tres llegué a la ran-
chería de las ricas minas del Raudal; allí supe que podía em-
barcarme y llegar a Cáceres el mismo día; yo lo deseaba infinito,
pues no me consideraba seguro hasta que no me viera río aba-
jo. Me detuve unos pocos momentos, y caminando tres horas
más llegué a las cuatro de la tarde a la estancia de San Panta-
león que se halla sobre el Cauca que es navegable, aunque hay
algunos peligros. Tuve la fortuna de hallar una barquetica que
con un boga que servía de piloto me dijeron era bastante para
llevarme a Cáceres aquella noche, con mi criado y equipaje. Así,
después de haber despedido los peones que me trajeron de Ya-
rumal y escrito a mis hermanos, me embarqué a las 5 de la tarde.
El Cauca es allí muy rápido y corre hasta muy abajo entre
rocas, lo que hace bastante peligrosa su navegación. Sin em-
bargo, entregado a la Providencia ningún cuidado tenía y mi
ánimo se tranquilizó un poco de las agitaciones que había pa-
decido en todo el viaje, temiendo a cada momento que me al-
canzara alguna orden o peón del gobierno. Pero yo no habría
vuelto sino compelido por la fuerza. Además los peones que lle-
vaba eran muy prácticos de aquellas montañas, y extraviándo-
me del camino habría salido al Cauca abajo de Cáceres y em-
barcádome en él; si me hubieran perseguido estaba seguro que
mis hermanos me lo habrían avisado.
La barqueta, que era de a tres, bajó rápidamente, y antes
de anochecer salí felizmente de los peligros. El piloto era muy
práctico. A las 7 llegué a Cáceres, después de dos horas de
navegación.
Llevando un pasaporte y orden del gobierno para que se
me dieran todos los auxilios necesarios me dirigí a la casa del
capitán aguerra don Tomás Doval. Le manifesté mi comisión
y la obedeció diciéndome que al día siguiente podía seguir, pues
yo le dije que me importaba mucho ir cuanto antes hasta la
boca de N echí.
90 JosÉ MANUEL RESTREPO

El primer objeto de mi viaje fue de ir a presentarme en Car-


tagena al virrey con el designio de libertarme de que me lle-
varan a Santafé. Mas en el camino había pensado sobre la ma-
teria y visto que era mejor, si podía, irme a Jamaica para vivir
allí en tranquilidad. En la casa de Doval encontré a don José
María Carrasquilla que venía de Cartagena, e informándome
con él me dijo que en aquella plaza no había oportunidad para
pasar a Jamaica porque los barcos eran muy raros, y que a
Santa Marta venían buques todos los días. Con el pretexto de
comercio dije que me iría a la última plaza. Mi pensamiento
fue hacer públicamente mi viaje y aun presentarme al gober-
nador diciendo que iba después a Cartagena para trasladarme
al Atrato cumpliendo mi comisión. Entretanto pensaba hacer
esfuerzos por conseguir pasaporte a Jamaica y quedarme en
esta isla. Semejante plan tenía evidentemente muchos defectos.
Antes de pasar adelante en mi diario diré alguna cosa del
camino de Yarumal a Cáceres. El es corto según consta del mi
diario y tiene las mayores ventajas para todo el norte de la
provincia, a excepción de las cuestas de San Julián y Medialuna;
el resto del camino es bastante igual por sobre una cuchilla
larguísima; de ella se descubren las abras del Nechí, Anorí, etc.,
tan ricas en oro. Las tierras por donde pasa este camino son
estériles, por lo general, hasta la quebrada de Medialuna; de
aquí hasta el Cauca son excelentes y ordinariamente cálidas o
templadas. Desde la estancia de San Pantaleón a Cáceres hay
dos días por tierra sin abrir el camino, pero abierto quedará
de uno por terrenos llanos y muy fértiles. Sin embargo, no ha-
biendo en Yarumal recuas de mulas tardará mucho tiempo en
hacerse por esta vía un comercio extenso.

SÁBADO16. Dormí en casa de Doval y por la mañana escribí


para mi casa y mis hermanos encargándose Ca-
rrasquilla de las cartas. Como yo no tenía confianza en éste, na-
da dije a mi mujer acerca de mi viaje a Santa Marta. A las 10 de
la mañana me embarqué con mi criado en una barqueta de dos
bogas buenos. Bajé muy rápidamente el Cauca, que de Cáceres
para abajo no tiene peligros, aunque será un poco difícil para
subirlo por la mucha corriente. Dije a los bogas que al día si-
guiente habíamos de pasar antes de amanecer por la boca de
Nechí, en donde yo temía que no quisieran dejarme pasar, pues'
el gobernador podía haber comunicado alguna orden para el
efecto. Era difícil pero yo quería caminar con seguridad. Por
DIARIO DEL VIAJE DE RION]lJGROA KINGSTON 91

este motivo navegué todo el día hasta las 9 de la noche en que


llegué a dormir en la estancia que llaman Cascajo. Esta parte
del Cauca es bastante despoblada.

DOMINGO17. A las 21;2 de la mañana en que salió la luna,


levanté los bogas y a las 3 nos embarcamos.
Los hice bogar mucho porque aún estaba lejos la boca de Nechí,
por donde pasé a los 3M. para las 6. Ninguno vio mi barqueta,
pues, en este pueblo que se halla arruinado, todos estaban dur-
miendo. Fui a almorzar al Bejucal, tres horas y media de na-
vegación más abajo. De pasada vi el cerro de Santa Lucía a
donde en tiempo de la patria don Diego Salazar y otros dije-
ron que habían hecho fortificaciones, cuya ridiculez palpé en-
tonces. Desde la boca de Nechí las márgenes del Cauca están
llenas de platanares y estancias bastante bellas, y en ambos
márgenes se ven los terrenos más feraces. Del Bejucal hasta
frente del cerro que llaman el Corcovado, en donde acaba casi
sobre el Cauca la cordillera de Quindío, gasté cuatro horas
treinta y seis minutos. Una hora de navegación más arriba co-
mienza la división del Cauca en los caños de Perico y de Moja-
na; bajando, éste se halla a la izquierda, y aquel que yo seguí,
a la derecha. A laR 6 de la tarde arribé al pueblo de Lachy.
En él me detuve una hora, y los bogas creyeron mejor navegar
toda la noche, que estaba hermosa. El río por allí, hasta su boca,
parece una ciénaga y no hay el menor peligro. Yo convine, y
habiendo puesto dentro de la barqueta mi toldillo para defen-
derme del mosquito, que era inmenso, me acosté y dormí a las 8.
Serían las 11 cuando el ruido de una tormenta con fuerte viento
y lluvia me despertó. La pequeña tolda que llevaba la barqueta
consistía en una ruana de hilo y un encerado encima. A poco un
golpe de viento se llevó el encerado, que no estaba asegurado bien,
y sólo quedó la ruana. El agua pasó, pues, y en pocos momentos
nada me quedó seco. La noche era horriblemente obscura, de mo-
do que los bogas nada veían e ignoraban en dónde se hallaban.
Si continuábamos había peligro de que el viento volteara la bar-
queta. Al fin con un relámpago vieron el puerto de una estancia
en que desembarcaron, mas yo no lo quise hacer porque la llu-
via era muy fuerte y nada adelantaba sin ropa con qué dormir.
En la casa no abrieron la puerta a los bogas y el mosco los echó
otra vez a la barqueta. Estando un poco más claro continuamos
la navegación, pero la tempestad no cesó hasta las 4 de la ma-
ñana. Yo pasé toda la noche sentado, sin nada seco en mi cuerpo,
92 JosÉ MANUEL RESTREPO

si no es el reloj que me puse en el pecho. A esto se añadía que


había innumerables mosquitos que no me dejaban salir del tol-
dillo. Esta acaso es la peor noche que he pasado en toda mi vida.

LUNES18. Al fin amaneció un día hermoso y a las 6112 arribé


a una estancia para ponerme ropa seca y comer
algo. A las 8112 seguí mi navegación sin novedad alguna. Ob-
servé que desde la separación de los caños de Perico y Mojana
hasta que vuelven a unirse gasté diez y nueve y media horas
de navegación, de modo que la isla de Majagual que forman es
muy larga y fértil. En las márgenes del Cauca, que tienen ex-
celentes pastos mezclados con bosques, se ven muchas hacien-
das de ganados y caballos, sin duda son muy difíciles para re-
coger y pastorear. A las 4 de la tarde llegamos a Magangué,
tardando dos horas y un cuarto desde la boca de Mojana.
Yo traía cartas de recomendación para un caballero de
Magangué llamado don Jerónimo; éste me hospedó en su casa
y me ofreció lo que necesitara.

MARTES19. En este día sabiendo que había una piragua que


debía seguir para Santa Marta al otro, o a los
dos días, busqué pasaje en ella con el objeto de ir más cómodo,
y de que no me costara tanto el viaje. El de Cáceres a Magangué
me había costado 331;2 pesos. Yo me hallaba escaso de dinero
y era preciso economía.
El 20 supe que el señor Enrile venía de Santafé para Car-
tagena y que estaba llegando a Mompós.Esta noticia me afirmó
en mi resolución de ir a Santa Marta. El había mandado que
yo permaneciera en el camino de Sansón hasta que se conclu-
yera, y si me veía en Cartagena era probable que diera al vi-
rrey malos informes de mí, y acaso me hiciera prender. Tam-
bién supe el general Morillo había salido o estaba para
salir de Santafé para Venezuela. En este día llegó de Mompós
un oficial español llamado Zapata a coger bogas; tomó dos de
la piragua en que yo debía salir y los prendió para llevárselos;
tal acaecimiento impidió nuestra pa.rtida aquel día. Ya me ha
pesado no haber seguido en una barqueta pequeña con dos bo-
gas; deteniéndome en Magangué arriesgo a que si envían de
la provincia una requisitoria por rní, puedan alcanzarme. En
este día envié al capitán aguerra de Cáceres una carta del go-
bernador Lima que un peón me recomendó y yo había olvidado
temiendo fuera para detenerme.
DIARIO DEL VIAJE DE RION:JiJGROA KINGSTON 93

JUEVES21. En este día el dueño de la piragua consiguió que


le soltaran los bogas, pero siendo tarde ya no se
pudo emprender el viaje, que se dejó para el día siguiente. El
capitán aguerra pUSOel pase a mi comisión o pasaporte.
VIERNES22. Después de las 10 fue que conseguí que saliera
la piragua. En ella iban de pasajeros un tal No-
riega, mulato rico de Magangué, con dos dependientes suyos; la
barqueta iba de cuenta del primero que me dio pasaje por 12
pesos hasta la Ciénaga. En tres y un cuarto horas salimos a
la boca de Tacaloa, en donde se juntan el Cauca y Magdalena,
formando un río muy hermoso. Las aguas son mansas sin que
haya algún peligro.
Antes de pasar adelante diré algo sobre Magangué, lo que
se me había olvidado. Este es un lugar casi todo de paja, como
de 2 a 3.000 habitantes. Se halla situado a la orilla occidental
del Cauca, y sólo tiene dos largas calles sobre el río. Su as-
pecto anuncia que va arruinándose. La última guerra entre
Santa Marta y Cartagena le ha causado muchos daños.
SÁBADO 23. Ninguna novedad tuvimos en la navegación y ro-
damos toda la noche. A las 10 llegamos a Barran-
ca, un pueblo que sólo presenta ruinas causadas por la última
guerra. Allí nos presentamos al corregidor Ibargiien, un espa-
ñol del ejército del señor Morillo. Yo temía que pusiera algún
obstáculo en dar el pase a mi pasaporte por ser una comisión
para levantar mapa, pero no hubo novedad. A Noriega sí lo
detuvo por unas cargas de tabaco que llevaba para Santa Marta,
sin embargo de que traían sus correspondientes guías. Así nos
detuvimos entretanto que hizo las diligencias oportunas, pero
no pudo conseguir el desembargo hasta las 2 de la tarde, en que
continuamos nuestro viaje. Le costó a Noriega dar al corregidor
150 pesos para que le dejara llevar el tabaco; estos son los gajes
de semejantes jueces. A las 8 de la noche pasamos por el cerro
de San Antonio tan célebre en la última guerra; guardamos
mucho silencio para que el resguardo no nos hiciera arrimar y
nos detuviera.
DOMINGO 24. Rodamos toda la noche sin novedad alguna y
amanecimos cerca de Soledad, lugar de la pro-
vincia de Cartagena. Se entra a él por un caño y ciénagas que
lo rodean. Nosotros fuimos para oír misa y almorzar allí. Nos
entretuvimos en esto y cuando menos pensamos había pasado
94 JosÉ MANUEL RESTREPO

la misa, cuyos toques no oímos. Yo paseé el lugar, que es grande,


con buenas casas de teja y de paja. A las 11 volvimos a con-
tinuar la navegación; a la 1 comimos en la mitad del caño
Clarín, y a las 3 salimos a la primera ciénaga. Es hermosa,
aunque poco profunda, pues toda ella se navega con palancas
o latas. Aquí oí por la primera vez €l ruido majestuoso de las
olas del mar que se estrellaban en la ribera. La cercanía de
este elemento me excitó más el deseo de asegurar mi libertad
pasándome a una isla extranjera.

LUNES 25. Dormimos en la ciénaga en donde hay una mul-


titud inmensa de mosquitos; yo me metía en mi
toldo y el calor me dejaba dormir poco. Toda la noche estuvi-
mos amarrados en un mismo lugar. La ciénaga en 10 interior
se compone de muchos caños en que hay infinita yerba que
baja principalmente del Cauca a donde entra de la quebrada
de Raya y de otras ciénagas interiores; la llaman Tarura; ella
vegeta y anda siempre flotante sobre el agua. Algunas veces se
agolpa a la entrada de los caños, de modo que es preciso cor-
tarla a machete para que entren las barquetas. A las 6 de la
mañana entramos a Caño Sucio que es muy estrecho y en donde
aún se miran restos de las estacadas y palizadas que hicieron
los de Santa Marta para defenderse de las fuerzas sutiles de
Cartagena. A las 9 de la mañana salimos a la gran ciénaga que
por algunas partes hace horizonte, pero con todo es muy poco
profunda y se navega a lata; su agu.a es salada y abunda mu-
cho en pescado. Aquí vi por la prirnera vez algunos botes na-
vegando a la vela. A las 3 de la tarde hizo un fuerte viento;
las aguas se encresparon y la ciénaga o más bien lago de Santa
Marta hacía olas bastante elevadas, 13s que al fin se aplacaron.
A las 5 de la tarde pasamos al frent€ de la barra y vi las olas
y extensión de la mar. Espectáculo grandioso que no puede me-
nos que hacer una fuerte impresión en el alma. Sobre todo el
ruido de las olas que fuertemente se estrellan contra las costas
de Santa Marta y que se oye como truenos distantes, no puede
menos que ser sublime. De paso vi 13 célebre salina de la Cié-
naga que para este pueblo es muy rica, y llegamos a Pueblo
Viejo, punto a donde sólo llegan los barcos que arriban de lo
interior a las 51h de la tarde. Allí había un pequeño destaca-
mento mandado por un sargento. lIabiéndole presentado nues-
tros pasaportes nos mandó regresar dentro de media hora; lo
ejecutamos así y ya les había puesto €l pase.
DIARIO DEL VIAJE DE RIONEGRO A KINGSTON 95

Habiendo fletado una barqueta salimos embarcados para el


pueblo de San Juan de la Sabana. Se va por un caño que pasa-
:mosen tres cuartos de hora llevando con nosotros nuestros equi-
paj es. Desembarcamos cerca del pueblo mencionado, y en un
cuarto de hora más llegamos a él a las 8 de la noche.
Noriega y los demás compañeros tenían allí conocimiento
y me dij eron que aquella misma noche debíamos seguir en ca-
ballos para llegar amaneciendo a Santa Marta, a fin de liber-
tamos de el sol. Yo convine y salimos a buscar las bestias; el
pueblo es rico y se halla en la mitad de una sabana. Tiene bas-
tantes casas y algunas hermosas; parece que tendrá mil habi-
tantes. Allí reside un comandante militar que debía inspeccionar
nuestros pasaportes. Habiendo hallado las bestias fuimos a pre-
sentarIos a las 9 de la noche; no lo hallamos y volvimos un
cuarto de hora después y ya estaba en su casa. Luégo que vio
mi nombre me dijo si yo le conocía; contesté que juzgaba era
don J. Meléndez a quien yo había visto en Santafé cuando es-
tudiaba; era el mismo y me hizo unos tantos cumplimientos.
Habiendo observado mi pasaporte me dijo que aquel no era
bastante para ir a Santa Marta, pues sólo era una comisión
para levantar un mapa del Cauca, con otras varias cosas que
añadió dando a entender que había malicia. Yo le contesté que
debiendo yo seguir al Atrato debía ir a Cartagena o Santa Mar-
ta, y que teniendo negocios en la última plaza me había sido
indispensable ir a ella. Mas ni esto ni el manifestarle que de-
seaba seguir con mis compañeros valió para que pusiera el pa-
se; dijo que necesitaba pensarlo y que volviera al siguiente día
a las 8.
Nada me agradó esto y deseando irme aquella noche, volví
a las 10 a suplicar de nuevo a Meléndez que me pusiera el
pase; luégo que llegué me avisó haberlo verificado con la cláu-
sula: "Pase por lo que respecta a esta comandancia". Desde la
primera vez me había contado sus padecimientos cuando estuvo
prisionero de los patriotas en Cartagena. Acaso debí el pase a
que supo era yo concuñado de don Pedro Sáenz, quien le hizo
mucho beneficio en aquella época. Me despedí dándole las gracias.

DÍA 26 A las 121j2 de la noche montamos para seguir a Santa


MARTES. Marta; al cuarto de hora pasamos por Papares a
donde en 1813 fueron derrotadas las tropas de Car-
tagena muriendo su comandante Chatillón. El camino es por la
orilla de la mar y hay que pasar algunas puntas de cuchilla
· 96 JosÉ MANUEL RES'.l'REPO

que se avanzan hasta la ribera. Habiéndome apeado a las 2 pa-


ra descansar un poco, cuando volví a montar la mula en que
venía se espantó, derribó a un criado que yo traía a la grupa
y se escapó derribándome las ruanas que había sobre la silla;
ella echó a correr adelante de nosotros, y en más de una hora
caminé a pie; al fin la cogieron los compañeros; el criado, que
era un indio de la Ciénaga, renegaba como un condenado y no
estaba en calma. Pasamos dos puntos fortificados por los sa-
rnarios para defenderse de Cartagena, y a las 6 de la mañana
llegué al pequeño pueblo de Gaira; tiene un río muy lindo, unas
pocas casas de paja y buen temperamento. Tuve que detenerme
porque la bestia que traía los baúles se había atrasado. De allí
seguí, y en el alto de Gaira un destacamento inspeccionómi pasa-
porte, sin que hubiera novedad.
El pasaje del comandante Meléndez en la Sabana me había
dado inquietud acerca del modo con que me recibiría el gober-
nador de Santa Marta. Así determiné ver primero a un amigo
que se hallaba en dicha ciudad. A las 7 de la mañana llegué a
ella y fui a apearme a la casa en que iba a posar mi compañero
de viaje Noriega. Mi ánimo era llamar a mi amigo don P. S.
para que me dijera si me presentaba al gobernador o no. En
efecto envié con mi criado a decir que viniera, pero se hallaba
dormido e indispuesto, y no le dieron el recado. Vino su negro
a la casa y me dijo que fuera yo a donde su amo. Atolondrada-
mente asentí y este paso pudo costarme caro según se verá. Al
entrar me vio un criado del español D. R. Yo sorprendí a mi
amigo S ... , que me juzgaba muy lejos. Pasada la primera sor-
presa, me preguntó cómohabía venido. Le :mostrémi pasaporte,
le dije el pasaje con Meléndez, comandante de la Ciénaga, y
le expresé mi ánimo de presentarme al gobernador a ver si
conseguía pasaporte para Jamaica, pues me consideraba en pe-
ligro de la vida en la Nueva Granada; él lo conocía acaso más
que yo, y me dijo que él era de opinión que no me debía pre-
sentar al jefe, pues aborrecía mucho a los que habían tenido
parte en la revolución; que sabía haberle llegado órdenes que
no dejara embarcar a ninguno que supiera había sido insurgente
aun cuando trajera pasaporte del mismo general Morilla. Ha-
biendo consultado con un amigo suyo, resolvieron que yo debía.
permanecer escondido, en tanto salía para Jamaica un barco
inglés que debía hacerse a la vela dentro de tres días. En efec-
to, un vecino de Santa Marta me buscó una casa y a las 11 me
trasladé a ella, pues yo era desconocido.El amo dijo a su madre
DIARIO DEL VIAJE DE RIONEGRO A KINGSTON 97

y una hermana que yo venía de Magangué y era de Cáceres, re-


comendado por un conocido suyo. Me hice enfermo por lo que
pudiera acontecer, y me encerré en un cuarto independiente de
la casa. Habiendo yo venido con tanta publicidad temía que el
comandante Meléndez diera cuenta de mi pasada, o también el
destacamento de Gaira. Me daba igualmente cuidado el que me
hubiera visto el esclavo del español R., que me aborrecía por
acaecimientos de la revolución. Sin embargo, resignado a todo,
permanecí tranquilo. Mi equipaje que apenas era un baúl con
mi cama y 6 camisas, me 10 recogió S., y dio sus disposiciones
para que nada faltara al criado que yo traje de Yarumal.

MIÉRCOLES27. Ninguna novedad hubo en este día; me vieron


dos o tres de los que había en Santa Marta,
de mis conocidos de la provincia, y que eran de confianza de S.
El 28 salía un barco para Francia y S. me dijo que si quería
irme en él y evitar los riesgos que pudiera haber en la demora.
Yo no me resolví, por ser a tanta distancia de mi familia y
creer que no tardaría el buque para Jamaica. S. dio algunos
pasos para que si el comandante Meléndez no había avisado al
gobernador de Porras, no le dijera nada de mi pasada por la
Ciénaga. Yo me ocupé en leer el poema de los Incas, de Mar-
mantel.

JUEVES28. Pasé la noche bien. En este día temiendo que el


español R. diera algún denuncio de que S. sabía
estar yo en Santa Marta, se le hizo hablar por A. L. Se mostró
muy enemigo mío vertiendo expresiones que 10 manifestaban, y
que era el mayor sacrificio que podía hacer a la amistad de S.
La fortuna fue que necesitaba a éste para sacar sus ropas bien
despachadas de la aduana. De 10 contrario es tan infame, que
no dudo me habría denunciado. El español J. F. O. se portó
mejor: me fue a ver e hizo ofrecimientos que ignoro si eran
sinceros.

VIERNES 29. Hasta las 11 de la mañana pasé bien. A esta hora


vino a mi casa S. y me dijo que acababa de sa-
ber que el gobernador había enviado a preguntar quién era "el
doctor don José Manuel Restrepo". El comerciante que fue in-
terrogado contestó que era de Antioquia, en donde me hallaba.
En consecuencia se tomaron precauciones para escaparme al
campo, si me buscaban, aunque era difícil descubrir la casa. En

AuLobiografia-7
98 JosÉ MANUEL RESTREPO

el mismo día supimos que el comandante Meléndez decía al


gobernador haber yo pasado por allí, y que sin embargo de
conocerme por insurgente, como iba a presentarme a él me ha-
bía dejado pasar. i Qué mal hice en presentarme a Meléndez y
en ir a casa de S., dejándome ver del criado de R.! Si me man-
tengo en la casa adonde me apié y aguardo allí a S., no habría
estado expuesto a que este pícaro me denunciara. Ambos pasos
fueron de atolondramiento inexcusable, y que provinieron de
no pensar yo estar escondido en Santa Marta, lo que también
era un disparate. Mi amigo S. pasó un día muy inquieto y dio
varios pasos para evitar cualquiera pesquisa. j Ah! j Jamás ol-
vidaré yo un tan vivo interés como el que manifestó por mí!
El buque no debía salir hasta el día siguiente al mediodía.

SÁBADO 30. Pasé la noche inquieto acerca del éxito de mi em-


presa. S./ me había dado 400 pesos y algunas otras
cosas que me faltaban, encargándose también de costear mi cria-
do para que regresara a la provincia. Habíamos determinado
que yo me embarcara a las 2 de la tarde vestido de marinero, a
cuyo efecto me trajeron ropa, y que otro vendría a acompañar-
me. Se habló con el capitán, que estuvo de acuerdo. Llegó la
hora sin haber más novedad respecto del gobernador, y se dijo
que pasara la visita del barco por si acaso me hacía buscar a
bordo. En la tarde no hizo viento alguno para salir del puerto,
y por este motivo 110 resolvió hacerse a la vela a las 6 de la
tarde, como pensaba, sino a las mismas horas de la mañana
siguiente.
A las 7 de la noche vino a mi casa un marinero que habla-
ba español, pero no pude salir hasta las 8 porque una visita se
puso a conversar en el zaguán. Al fin salí con mi traje de cha-
queta, y en un solar inmediato me :puse una camisa colorada
de bayeta y un calzón azul de lo mismo, todo bien sucio y as-
queroso. El marinero me dijo que a todo lo que hablara res-
pondiera ies, para hacer creer que yo era inglés. Así llegamos
a la playa y nos embarcamos en un bote para llegar a bordo
del bergantín goleta Lord-Rodney. El capitán me recibió muy
bien y mandó que me pusieran una hamaca sobre cubierta para
dormir aquella noche. Había el peligro de que el gobernador
enviara a las 11 o 12 de la noche a registrar el barco a fin de
ver si yo estaba allí, por lo cual me quedé con el mismo vestido,
y a las 9 me tendí en la hamaca. Yo me hallaba agitado, pues
si venían a buscarme era difícil escapar; así no pude dormir. ti
DIARIO DEL VIAJE DE RIONEGRO A KINGSTON 99

En efecto, a las 11 de la noche sentí venir un bote y oí uno


echando ajos porque no le arrojaban un cable para subir. En
el momento creí que era un oficial. Lo mismo se persuadieron
el capitán y el contramaestre. Este vino a donde mí y me llevó
a esconder al lugar en donde duermen los marineros, cosa muy
mal pensada, pues habían de registrar allí. A poco lo pensaron
mejor y me hicieron mezclar con los marineros que comenzaron
a gritar como que estaban tirando un cable; a pocos minutos
me dijeron que ya se habían ido; sólo registraron la cámara;
eran paisanos, segÚn me dijeron, los que buscaban a un mu-
chacho.
Me volví a acostar, continuando mi agitación. A las 121;2
sentí venir otro bote, que me puso igualmente en cuidado, aunque
salí pronto de él, pues eran dos pasajeros que iban para Ja-
maica en el mismo barco. El resto de la noche lo pasé sin dor-
mir, porque en semejante situación no podía tener reposo.

DOMINGO 1Q A las 41;2 comenzaron a moverse los marineros


DE DICIEMBRE. para salir, lo que yo anhelaba infinito, pero
tardaron mucho en levantar el ancla y demás
maniobras, de modo que llegaron las 6, sin que el bareo se hu-
biera hecho a la vela. A cada momento corría el riesgo de un
nuevo registro; así le envié a decir al capitán que no hablaba
español, que saliera pronto según había prometido; efectiva-
mente a pocos minutos lo verificó con un buen viento.
Aún había el peligro de que al salir de las baterías del
morro hubiera algún registro, por lo cual no me podía contar
seguro hasta que no estuviera en alta mar. Como aquella costa
es de mar muy brava, y yo me bajé al lugar de los marineros
que hiede mucho, a pocos minutos estuve mareado con ansias
y fatigas mortales, de modo que no pude gustar el placer de
haber salido felizmente del morro. A la media hora subí a la
cubierta para ver si me aliviaba, pero no tardó mucho en venir
una ola que me mojó completamente. Entonces el marinero que
me había acompañado para embarcarme, y que se llamaba John
Enríquez, me bajó a la cámara y el capitán me dio su camarote.
Hasta entonces había estado con la camisa y calzones de ma-
rinero. El resto del día lo pasé muy mal, sin poderme levantar
ni comer, pues todo lo trasbocaba. La noche fue igualmente
mala.
100 JosÉ MANUEL RESTREPO

LUNES 2. Amanecí mareado, pero habían cesado los vómitos.


La cabeza estaba atolondrada. No pude comer sino
un plátano asado y un poco de vino. Por la tarde me tendieron
un colchón sobre cubierta, en que descansé bastante. Me hallaba
débil en extremo, y así dormí poco. El viento es excelente y
esperamos llegar a Kingston en 3.

MARTES3. Amanecí bastante mejorado del mareo. El viento


continúa siendo bueno. Hoy he hablado con dos
pasajeros vecinos de Santa Marta y criollos, que van para Ja-
maica; con ninguno de ellos he querido descubrirme. El buque
va cargado de caballos que le dan pésimo olor; va también una
mulata francesa y cuatro negras. El capitán me trata y atiende
muy bien.

MIÉRCOLES4. A las 6 de la mañana tenemos a la vista las


montañas de Jamaica, en las cercanías de Punta
Morante. La calma es profunda y nada avanzamos; ella conti-
nuó toda la mañana, de modo que no pudimos llegar a Puerto
Real, hasta las 3112 de la tarde. La costa de la isla nada ofreció
a mi vista que fuera particular. En Puerto Real pasaron las
visitas del buque por los oficiales de la aduana, de la marina y
del fuerte, sin que hubiera novedad. A las 4112 me junté con
los dos pasajeros, de los cuales el principal llamaba don Pedro
Lafaurie, y luégo que estuvimos en la bahía nos fuimos a tierra
en un bote. Yo salté con mi chaqueta y un sombrero de paja.
El compañero me enseñó la casa de don José Iglesias, a donde
juzgaba que vivían don Francisco y don Juan Antonio Montoya,
mis hermanos políticos que se hallaban en Kingston. Yo me
complacía de la sorpresa que les iba a dar, pues no tenían la
menor idea de mi venida. A donde Iglesias supe que no vivían
allí, pero hallé a don Carlos Calvo, que me fue a llevar.
Juan Antonio estaba en el balcón, y me conoció cuando iba
llegando. En el momento gritó: Restrepo, y bajó a encontrarme
con Pacho. Entonces sentí gusto por la primera vez, después
de diez meses de continuas agitaciones, y mi venida fue agra-
dable en extremo a todos, pues me juzgaban preso en Santafé.
Allí también vivía don Joaquín Mosquera, amigo mío. Aquella
noche dormí con la mayor tranquilidad, seguro ya de que me
pusieran en un calabozo cuando menos lo pensara, y me trataran
como a un criminal. Es cierto que me era muy doloroso estar
separado de mi familia, pero ella puede ahora vivir segura de
DIARIO DEL VIAJE DE RIONEGRO A KINGSTON 101

que algún día me verá salvo y libre de riesgos. Desde el día 9,


que salí de mi casa hasta el día que llegué, han corrido vein-
ticinco días, que es un viaje pronto. He sido tan feliz que en
el viaje no tuve un dolor de cabeza.

DICIEMBRE 5 En todo este tiempo permanecí en Kingston, sin


HASTA 21 más novedad que unas calenturas que tuve en el
DE JUNIO mes de abril, no fueron fuertes, y a los cinco días
DE 1817. estuve sano. Me curó el doctor Douhet. Vivíamos
cinco americanos juntos, y de este modo nos sa-
lía un poco más barato. Yo desde el 20 de diciembre me puse
a estudiar francés con Mr. Second, y continué cuatro meses, en
que aprendí a hablar y a pronunciar regularmente. También
me ocupaba en leer libros ingleses para adelantar la traducción;
tal fue la Historia de Inglaterra, por Hume, en 16 tomos, hasta
el principio del reinado de George 3Q, Cansado de estar en Kings-
ton, pues no juzgaba oportuno volver a la Nueva Granada has-
ta que no estuviera bien tranquila, sin embargo de poderlo
hacer con el indulto publicado, resolví hacer un viaje a los Es-
tados Unidos, con el objeto de fortificar mi salud debilitada,
conocer aquel bello país, y aprender algo que sea útil. Mi cu-
ñado Pacho Montoya había resuelto ir conmigo, pero al fin sus
negocios no se lo permitieron. Yo ajusté mi pasaje en el ber-
gantín inglés Blucher, que me dijeron salía en 19 de junio, pero
de día en día se difirió la salida hasta el 20, lo que me inco-
modó infinito. Mi viaje está detallado en el siguiente

Diario de un viaje que hice de Kingston de Jamaica


a New York. en los Estados Unidos.

AÑo DE 1817.El sábado 21 a las 7 de la noche, me embarqué


JUNIO. en Kingston en un bote, y acompañado de Mr.
A. C. Piexotto, un pasajero judío que también
se dirigía a los Estados Unidos, me trasladé a la ciudad de
Puerto Real, que se halla a 4 millas distante, y a la boca de
la hermosa bahía de Kingston. Allí se había trasladado desde
por la tarde el bergantín goleta inglés llamado Blucher, en el
que había ajustado el pasaje por 60 pesos. Mis provisiones las
hice en compañía de Piexotto, quien se encargó de la compra.
,"j\:'l' ',',
',1/. .~ ~ r . ".1 t.. " '-'
102 JOSÉ MANUEL RESTREPO

La tarde de embarcarme le pedí la cuenta, y habiéndomela pre-


sentado resultó que había hecho unos preparativos demasiado
buenos, y que la mitad me costaba 85% pesos en lugar de 60,
que poco más o menos debieron costar los víveres. Pero estando
ya comprados, siendo Piexotto un hombre de quien yo había
hecho confianza, fue preciso pasar por la cuenta y pagarle su
valor. Antes de ir a bordo estuvimos en Puerto Real, que des-
pués del último incendio sólo presenta ruinas y dos calles muy
malas, situadas en una lengua de tierra bien estrecha. Como en
su puerto, que es la entrada de la bahía, hay siempre anclados
4 o 6 buques de guerra, el concurso de oficiales ingleses de
marina y de las tripulaciones es 10 que mantiene el comercio
de Puerto Real. A las 9 de la noche pasamos a bordo tres pa-
sajeros con algunos otros que acompañaban a Piexotto; allí
cenamos, después los ingleses cantaron algunas canciones aun-
que sin música, y a las 11 de la noche se embarcaron en el
mismo bote en que habíamos ido, y regresaron a Kingston, pues
la noche era hermosa. Yo puse mi cama en un camarote que
no era el que yo había ajustado, y en el que me hice cargo de
dormir aquella noche.
El domingo 22 nos hicimos a la vela a las 7 de la mañana
con un viento medio. El rumbo se dirigía hacia el Occidente, por
toda aquella parte de la isla de J alUaica e ir a pasar por el
canal de Bahama. Los pasajeros que nos hallamos a bordó eran
8: MI'. Piexotto, hombre como de cuarenta años, judío, natural
de Jamaica y dependiente de la casa de Moravia; MI'. Wilson,
un viejo escocés; MI'. Ledford, como de treinta años, inglés de
Jamaica que estaba enfermo y lleno de granos que parecían
aradores; Mr. D' Aguilar, inglés de Jamaica que llevaba un ni-
ño de cinco años llamado Manuel; Pacífico, hijo de un judío de
la misma isla; MI'. Keusitt, natural de Londres, todos los cua-
les eran plantadores o hacendados en la isla. Iba también un
médico inglés, residente en Jamaica, lUUYenfermo de hidropesía,
que se quejaba continuamente; llevaba una criada, y Piexotto
una negrita.
De lo dicho se infiere que mi viaje no ha de ser cómodo;
en la cámara sólo hay cuatro camarotes, y aunque hay otros en
10 que llaman los ingleses el steerage, todo se halla tan lleno de
baúles, cosas de comida, pipas de agua, etc., que sin duda es un
lugar muy incómodo. El olor del barcQ también es muy malo, y
por todas partes se ve el desaseo. El capitán del bergantín se
llama Matías Calder, inglés de nacimiento.
DIARIO DE UN VIAJE DE KINGSTON A NEW YORK 103

Cuando nos hicimos a la vela, puedo decir que me hallé en


una posición muy nueva para mí. Mr. Piexotto y el capitán ha-
blaban un poco de español, y MI'. D'Agui1ar, francés; todos los
demás, sólo inglés. Ellos gustaban de hablar más bien su lengua
propia que la mía, por consiguiente yo podía conversar muy
poco, pues además no teníamos intereses comunes sobre qué
tratar, y la conversación acerca de asuntos indiferentes es muy
insípida. Por consiguiente me estaba aislado y sin diversión
ninguna.
Después de dos horas de navegación me sentí absolutamen-
te mareado, con los vómitos y fatigas que son consiguientes. Así
pasé todo el día en la cama sin comer nada. El viento fue bueno.

LUNES 23. El día amaneció lluvioso y continuó la lluvia todo


el día; yo estuve en la cama enfermo del mareo, y
muy incómodo, porque siendo necesario tapar la puerta de la
cámara o steerage, quedábamos en el obscuro con un calor in-
soportable, a que se añadía un gran número de zancudos que
me atacaban en el momento y no me dejaban descansar. A las
4 de la tarde vimos una goleta, que se creyó un corsario de los
patriotas, que roban por lo común cuanto pueden, sea cual fuere
la bandera, pero habiéndose acercado conocimos ser un buque
mercante que pasó de largo. Tuvimos poco viento.

MARTES 24. En la noche dormí poquísimo, incomodado por el


movimiento del barco, pero estuve bueno y libre
ya del mareo. De las 9 a las 10 de la mañana llovió, y todo
el día se pasó lloviendo a ratos, por lo cual no podía estar sobre
cubierta, pues me mojaba, y abajo era muy incómodo por el
calor, obscuridad, mal olor y mosquitos. Como cuando ajusté
mi pasaje pedí y señalé una cama en la cámara de adelante,
este día la reclamé al capitán, que hizo pasar mi colchón a una
de las bajas, quedando sobre mí otro pasajero. Poco viento. A
las 6 de la tarde vimos una fragata mercante que venía detrás
en el mismo rumbo que nosotros. A las 2 y % de la noche me
había dormido, cuando gritó un marinero "tierra, tierra a la
popa y muy cercana", lo que era un gran peligro. En el mo-
mento todos los pasajeros se ponen en pie, y el capitán da sus
órdenes para virar el barco y apartarlo de la tierra; felizmen-
te la maniobra se hizo con prontitud, y siendo el viento bueno
nos apartamos de la tierra. Con cuatro o cinco minutos más, el
buque se estrella contra la tierra y naufragamos, estando yo en
104 JosÉ MANUEL RESTREPO

mi cama dormido, por cuya circunstancia habría perecido; así


nos salvamos por un beneficio de la Providencia. La tierra era
la isla que llaman de la Gran Caimana.

MIÉRCOLES 25. El día amaneció y fue hermoso. Con el fuerte


movimiento del barco estuve con ansias y vó.
mitos después de almorzar, aunque me duró poco este nuevo
mareo. Nuestro orden era el siguiente: A las 7 de la mañana,
luégo que nos levantamos, tomábamos café, que en los barcos
es muy mal hecho. A las 9 almorzábamos algún guiso o frito con
algunas otras cosas; bastante bueno el almuerzo; a las 12 del
día se tomaba un segundo almuerzo de una tajada de jamón o
carne salada fría, a que se añadía un poco de cerveza, vino o
brandy con agua; a las 3 comíamos bastante bien, y a las 5
de la tarde tornábamos té, que nos servía de cena; aquí fue a
donde primero lo usé y me agradaba tomar dos tazas, pues se-
gún la costumbre inglesa se toman siempre, tanto de café como
de té, las tazas que cada uno quiere. Yo me estaba sobre cu-
bierta tomando el fresco hasta las 81;2 o 9 de la noche, en que
bajaba a acostarme. Por lo común 10 pasaba pensando y ha-
ciendo entes sobre cuanto me ocurría a la imaginación. Otras
veces envolviéndome en mi capote de bayetón me tendía sobre
las tablas de cubierta, y allí dormía un sueño. N o habiéndome
acomodado en la cámara la noche anterior porque hedía mucho
el agua que hace el barco, y que se pudre, volví a ocupar mi
primer camarote en el steerage, que es más fres'~o y no tan es-
trecho. Hubo regular brisa. En este día observaron el capitán
y el 29, que se llamaba Mr. Hubert, la altura del sol al medio-
día; resultó que el barco se hallaba a aquella hora a los 19 grados
51 minutos del Norte. El punto de donde nos hicimos a la vela
está a 18° 18'.
El jueves 26 amaneció muy bello, y yo enteramente libre
del mareo. El calor fue insoportable por la calma que reinó todo
el día. El de la cámara se disminuyó un poco, por medio de
un ventilador que puso el capitán. Era un gran saco de lona
abierto por arriba a manera de un pabellón; esta abertura se
vuelve hacia el lado de donde sopla el viento, que se precipita
abajo por el saco y purifica el aire de la cámara. En el barco
íbamos muy incómodos, sobre todo para comer. El lugar a don-
de 10 hacíamos era sobre cubierta, y nos servían de mesas unos
bancos que eran jaulas de gallinas y patos; los manteles eran
unos pedazos de lona sucia, y tampoco estaban muy limpios los
DIARIO DE UN VIAJE DE KINGSTON A NEW YORK 105

platos, cubiertos, etc. El sol, principalmente, y el movimiento del


barco nos incomodaban, a la hora de comer, pues el primero nos
tostaba, y el segundo hacia correr y derramar los platos; todo
esto producía sensaciones harto desagradables.
Desde este día comencé a estudiar la pronunciación de la
lengua inglesa. Mr. Piexotto y Mr. D'Aguilar me daban leccio-
nes en una cartilla, sobre el modo de deletrear. Además yo es-
tudiaba los principios del excelente diccionario de Walker. Así
pasaba el día lo mejor que me era posible, dividido entre el
estudio y la lectura de Plutarco o de otros libros ingleses que
llevaba Mr. Wilson, uno de los pasajeros. Latitud al mediodía
21° 5'.

VIERNES 27. El día es hermoso y yo he amanecido bueno, pero


con poco viento. Por la proa nos sigue un barco,
y a popa se ve el cabo corriente de la isla de Cuba, al cual
llegamos a las 2 de la tarde. Navegamos al Poniente de Cuba, y
a lo lejos se ven perderse en las nubes las elevadas montañas
que la atraviesan de Norte a Sur, y que forman una cresta lle-
na de picos. Calma. Otro buque va adelante del nuestro desde
que amaneció. Latitud 21° 45'. En la noche siguió la calma y
no pudimos remontar el cabo de San Antonio, a cuya vista
amanecimos al día siguiente.

SÁBADO 28. La fragata que ayer estuvo adelante, hoy está


casi en el mismo lugar que nosotros. Es mercante
e inglesa. Poco viento todo el día hasta las 4 de la tarde, en
que lo hubo contrario. Fue precedido de una multitud de gran-
des peces que los ingleses llaman popass; ellos nadan sacando
el cuerpo alternativamente y zambulléndose dentro del agua.
Son negros, de poco más de una vara de largos y de la figura
de una zabaleta. Dicen que cuando pequeños son buena comida.
Como a las 2 de la tarde se avistaron a popa dos velas y a poco
rato se vio con el anteojo, que eran buques de guerra con bande-
ra española: un bergantín y un bergantín goleta. A cierta dis-
tancia tiraron un cañonazo, y con cierta celeridad se dirigieron
hacia el otro buque inglés que iba al Este a poca distancia
nuestra; ellos eran muy ligeros y el capitán creyó que ya se
habían ido y dejádonos; así, todos los pasajeros volvieron a sa-
car el dinero y papeles que habían escondido para el caso de que
fueran corsaríos. Sin embargo de haberlos casi perdido de vista,
a las 7 de la noche ya el bergantín goleta estaba sobre nosotros;
106 JOSÉ MANUEL RESTREPO •

él hizo al capitán las preguntas ordinarias de "qué barco era;


a dónde iba; qué llevaba, y de dónde venía". Contestadas con
la bocina se retiró, y a las 10 de la noche volvieron los dos
barcos a estar cerca del Blucher. El comandante pidió que pa-
sara nuestro capitán a su bordo para registrar los papeles, con
arreglo a la costumbre de las naciones, de que el barco de gue-
rra registra a los mercantes. Habiendo contestado el capitán
que su bote se hallaba inutilizado, el bergantín echó el suyo al
agua, y dos oficiales españoles pasaron a bordo del Blucher con
algunos soldados y marineros; resultó que los buques eran el
bergantín Realista y el San Fernando, de la marina real de
España, los que habían salido de La Habana a cruzar en busca
de los corsarios insurgentes. Yo me había bajado a mi cama
y acostado; dos marineros españoles entraron a mi camarote
registrando el barco, y viéndome dijeron que mi cara sin duda
era de español, y me hicieron salir a cubierta, llamado por el
oficial. Luégo que se le dio cuenta de nuestro destino mandó
que el capitán y yo pasáramos a bordo del bergantín de guerra.
Conociendo la arbitrariedad con que ordinariamente proceden
los oficiales de buques de guerra, creí que me quisieran inco-
modar. Sin embargo, sin dárseme nada pasé con el capitán
Calder y me presenté en el bergantín. El oficial comandante
era un joven que hablaba inglés, y parecía de buena educación.
Registró los papeles del Blucher y me preguntó si iba para
Nueva York y qué pasaporte llevaba; yo contesté que ninguno,
por no ser necesario para ir a los Estados Unidos, y no haber
en Kingston cónsul español. No hizo más inquisiciones, y dijo
que podíamos volvernos a nuestro barco, excusándose de haberlo
detenido en virtud de las órdenes estrechas que tenía de su
gobierno para registrar los buques mercantes e impedir que
llevaran artículos de guerra a los insurgentes. Cuando yo esta-
ba en el barco de guerra, los oficiales y soldados españoles no
dejaron baúl que no quisieran registrar, con ánimo sin duda
de robar 10 que pudieran. Uno de ellos quiso abrir uno de mis
baúles, y cuando le dijeron que yo tenía la llave soltó la expre-
sión de que me debían llevar a La Habana, pues yo acaso era
un insurgente. Me hallaba resuelto a cualquier cosa, persuadido
como lo estaba que aquella era mala gente, pero el comandante
se portó. Vueltos a nuestro barco dimos de beber a los oficiales
y soldados, que regresaron a sus buques a las 11112 de la noche,
y a poco nos hicieron señal que podíamos seguir nuestro viaje;
así lo verificamos, bien alegres de haber salido bien de una
DIARIO DE UN VIAJE DE KINGSTON A NEW YORK 107

visita que era harto desagradable. La noche fue de luna muy


hermosa, y al mediodía estuvimos a la latitud de 22° 19'.

DOMINGO 29. El día amaneció muy bello habiendo yo pasado la


noche bien; hay calma y cuatro barcos a la vis-
ta, uno a popa y los tres restantes al costado izquierdo. Latitud
observada al mediodía 22° 23'. A las 3 de la tarde todas las
velas habían desaparecido por distintos rumbos; calma de las
2 a las 3, pero después hubo buen viento toda la noche; yo
me dormí sobre cubierta hasta las 12 de la noche. Esta, por lo
común, me es muy desagradable por la falta de sociedad. Al-
gunas veces me entrego a meditaciones profundas sobre el es-
pectáculo sublime que ofrece la mar agitada en una de esas
noches brillantes que se disfrutan dentro de los trópicos, ador-
nada con millares de estrellas de primera magnitud. El pen-
samiento no puede menos entonces que elevarse a la considera-
ción del Sér Supremo que crió, que conserva y da movimiento
a seres tan estupendos.

LUNES 30. El día amaneció hermoso pero en calma. Dormí


bien y me levanté sin novedad. No hay barco algu-
no a la vista. A las 8 apareció una fragata, que a las 9112 se
conoció era de comercio. Latitud, 229 57'. A la una de la tarde,
que fue el segundo almuerzo, tuve un disgusto con Mr. Piexotto.
Yo me hallaba leyendo en la proa, y di orden para que el co-
cinero me llevara un vaso de vino; entonces Piexotto y el ca-
pitán me enviaron a decir que viniera a tomar lo; repetí que
me lo enviaran, y Piexoto me gritó que viniera, con un imperio
que me incomodó. Entonces vine y le dije que aquel no era
modo de tratarme, pues ninguna autoridad tenía sobre mí. Con-
testó que yo no sabía de chanzas, a que le dije que aquel modo
no lo era sino un desprecio; que yo gustaba de chanzas cuando
era tiempo, pero también que nadie me faltara. Quedamos co-
rrientes al fin, pero esto servirá para que Piexotto no quiera
tener tanta satisfacción conmigo. Este es el carácter de los ju-
díos, en el momento tutean a cualquiera y usan de modales y
expresiones ordinarias, pues casi todos ellos carecen de educa-
ción, y no saben más que comprar y vender. La calma duró
hasta las 10 de la noche, en que hubo lluvia y un chubasco o
iuerte viento. Este, por lo común, cuando ha soplado los días
anteriores ha sido contrario, por consiguiente hemos avanzado
muy poco en nuestro viaje según se ve de las latitudes, pues
108 JOSÉ MANUEL RESTREPO

nuestro rumbo general es el Norte, de modo que si la latitud


no crece no adelantamos.

JULIO. Dormí bien y me levanté a las 7 de la mañana en


MARTES lQ. que reinaba un viento del Este. La tierra ama-
neció a la vista hacia el Sureste, y era una parte
de la Isla de Cuba con cordilleras elevadas que forman cresta
y están como a 6 leguas de distancia. Por el mismo lado hay
una vela a la vista. De las 10 a las 11, lluvia y chubasco, 10
mismo de las 4 a las 5 de la tarde, en que se avistó otro buque.
El viento fue bueno toda la noche aunque muy fuerte, de modo
que no pudiéndolo sufrir en la cubierta desde las 6 me bajé a
mi cama, en que pasé una buena noche y dormí bien. En este
día no se pudo observar el sol, para conocer la latitud en que
nos hallábamos.

MIÉRCOLES2. Me he levantado a las 7, el día está hermoso


aunque sin viento. Hay una vela a la vista, y a
las 9 se descubrió otra al Este. A la misma hora han hecho
los marineros la farsa de la venida del dios Neptuno con su
esposa Anfitrite, lo que ejecutan siempre cuando los buques
pasan el trópico o están a la latitud de 23° 23', es del modo
siguiente: un marinero se viste con una barba muy larga hecha
de un cuero de oveja negra; se pone una chaqueta bien horri-
ble, y trae en la mano un palo que remata en tres puntas y
figura el Tridente; otro marinero se pone también una especie
de camisón del modo más horrible que puede, y con el nombre
de Anfitrite va al lado del que se dice Neptuno. Ambos disfra-
zan su voz, y bajando a la cámara llaman a los pasajeros y
les dicen en inglés que si han bebido buena cerveza con otras
cosas igualmente disparatadas de que no me acuerdo. Los ma-
rineros y aun los que figuran los dioses, se echan mutuamente
agua y dicen que pueden hacer lo mismo con los que otra vez
no han pasado el trópico. Así es necesario darles algo de beber
o dinero, objeto de semejante farsa. Yo con el niño Pacífico
les di dos pesos y dos frascos de ron, y nos dejaron en paz.
Todos los demás pasajeros habían pasado otra vez el trópico.
Semejante farsa ha costado algunas veces pesadumbre a pasa-
jeros que no saben de chanzas; no se han querido prestar a
ella; los marineros se han incomodado, los han embadurnado
de brea, afeitándolos con un cuchillo y mojado completamente.
A los capitanes, es cierto, les costó una multa cuando arribaron
DIARIO DE UN VIAJE DE KINGSTON A NEW YORK 109

a tierra. Cuando los barcos van a Europa se hace esta farsa


luégo que se avista el banco de Terranova. Todo el día fue de
calma hasta las 6 de la tarde que se levantó un viento contrario
que apartaba al barco del canal de Bahama, a donde debíamos
entrar. La noche fue buena, pero me incomodaron mucho los
mosquitos de que está llena la cámara, y que no me han dejado
descansar en la navegación. Al mediodía estuvimos en la latitud
de 23° 59'. Hoy ha habido en el mar muchos peces volados
que se levantan del agua y vuelan como media cuadra hasta
que se les comienzan a secar las alas. Son como de una cuarta
de largos y delgados.

JUEVES3. Me he levantado a las 7; día hermoso aunque reina


la calma más profunda. Parece que el barco se halla
clavado en las aguas. El día se avanza, la calma continúa y el
calor es insoportable. Nos hallamos en el golfo de la Florida
a los 24° 24' de latitud. No ha habido más novedad que la apa-
rición de varios delfines. Es un pez de color verde con pintas
amarillas que brilla mucho dentro del agua cristalina del mar.
La calma continuó toda la noche, aunque fue hermosa. Por la
mañana aparecieron dos barcos a la vista, y al Sureste, los que
acabaron de desaparecer a las 6 de la tarde. Mi salud continúa
excelente.

VIERNES 4 Pasé la noche bien, me levanté a las 6, en que el


DE JULIO. día era hermoso, aunque de mucha calma; así con-
tinuó hasta las 6 de la tarde; el calor fue inso-
portable, principalmente desde las 12 hasta las 5 de la tarde.
Entonces comenzó la brisa, aunque poca. Latitud al mediodía:
25° 27'.

SÁBADO5. Esta noche dormí muy poco. A las 8 me acosté


sobre cubierta, y después de un sueño bajé a mi
camarote donde el calor no me dejó dormir. Entonces subí a
cubierta y tampoco pude conciliar el sueño; a las 3 de la ma-
ñana regresé a mi cama, y al fin me dormí hasta las 6 en que
me levanté. El día es hermoso y el viento bueno, de andar 7
millas 2/3 leguas cada hora. El mismo barco de los días an-
teriores sigue nuestro rumbo. Se ha acercado a las 9 de la
mañana, y la fragata inglesa mercante la Princesa Carlota;
capitán Bietti, que viene del Norte de Jamaica y va para Lon-
dres. El viento sigue bueno todo el día, y anduvimos 8 y 9
110 JosÉ MANUEL RESTREPO

millas por hora. Lluvia a las 4 de la tarde; por la noche ha


calmado el viento y pasé buena noche. Al mediodía estuvimos
a los 279 52', de donde se infiere que hemos andado mucho.

DOMINGO6. Me he levantado a las 6, y hubo lluvia con calma


hasta las 8 en que refrescó el viento. Haya nues-
tra vista dos velas: la princesa Carlota y otra fragata mercan-
te que sigue nuestro rumbo. A Poniente se ve la tierra de la
Florida en el punto de Santa María; es muy baja y llana. La-
titud al mediodía 29° 20'. A las 2 de la tarde hay calma. A esta
hora la fragata mercante dirigió su rumbo hacia Poniente, y al
pasar inmediata a nosotros echó bandera americana. A las 3
cogieron los marineros un delfín con un anzuelo; es como de
una vara de largo, de colores muy brillantes, verde y amarillo, y
con dientes de colmillo que parecen de pescado carnívoro. A la
misma hora se vio un bergantín goleta siguiendo nuestro rum-
bo. Aquí por la primera vez observé toda la superficie del mar
cubierta de una planta marina, como de media vara o menos
de larga, con frutas y hojas amarillas muy menudas. Nace y
crece en el agua y sigue el curso de las olas, sobre las cuales
está siempre. El golfo de Florida abunda mucho de tales plan-
tas. Vi igualmente aquí unas pequeñas aves que parecen golon-
drinas, y que se encuentran en alta mar; ellas se alimentan de
lo que encuentran sobre las olas, y cogen lo que se les tira del
barco; para esto se apoyan volando sobre la superficie del agua.
Pero me aturde cómo pueden vivir volando sin reposarse sobre
alguna cosa, especialmente por la noche y cuando hace tempes-
tad. Ellas se hallan a veces a más de 40 leguas distantes de
la tierra. Hubo poco viento que variaba a cada instante. La
noche fue hermosa y la pasé bien.

LUNES 7. Amaneció lloviendo y una brisa muy fuerte, por lo


que no me levanté hasta las 7. No pude sufrir el
viento sobre cubierta, por lo cual me volví a mi camarote; allí
permanecí hasta las 91;2 en que subí a almorzar. Sólo pude co-
mer muy poco por la brisa y el fuerte movimiento del barco;
así regresé a mi cama mareado y con e1 estómago revuelto, y
pasé en ella hasta la 1 de la tarde. A las 12~~hubo una fuerte
lluvia y cayó un rayo muy inmediato, de modo que yo juzgué
había sido sobre el barco, según acontece muchas veces. Latitud
al mediodía 30° 11'. Todavía a la 1 no pude sufrir sobre cu-
bierta, y me vi obligado a regresar a la cámara en donde per-
DIARIO DE UN VIAJE DE KINGSTON A NEW YORK 111

manecí con dolor de cabeza hasta las 5 de la tarde, en que


me alivié y pude salir otra vez sobre cubierta. Aún juzgo que
tardaremos una semana para llegar a New York; ya anochece
a las 7 y amanece a las 5. El viento en popa duró toda la no-
che, que yo pasé regularmente bien. En el día no se vio ningún
barco.

MARTES 8. Toda la mañana se pasó lloviendo hasta las 10;


ningún barco a la vista. El día entero ha sido de
poco viento pero en popa, el que continuó por la noche, en que yo
dormí bien. Al mediodía se observó por el piloto y el capitán
la latitud de 32° 5'; así, de ayer a hoy se han andado cerca de
dos grados o 115 millas que hacen 35 leguas, y que ha sido
mucho caminar. Dormí bien.

MIÉRCOLES 9.
Me levanté a las 7 en que hubo buen viento que
duró hasta las 2 de la tarde, en que comenzó
alguna calma aunque no absoluta; a las 7 de la tarde comenzó
la brisa que siguió toda la noche, pero no fuerte. A las 2 de
la tarde se avistó un barco a proa, que bien pronto desapareció.
Latitud 33° 46'. Hoy me he divertido un rato tirando bizcocho
y otras cosas semejantes a las avecitas negras con pintas blan-
cas de que hablé el día 6. Ellas vienen a coger cuanto ven que
se tira del barco.

JUEVES 10. Pasé buena noche; amaneció lloviendo y así con-


tinuó hasta las 10 en que abrió un hermoso día.
La calma fue profunda hasta las 2 de la tarde, en que principió
la brisa, aunque no fuerte. Latitud al mediodía 35Q 1'. A esta
latitud, aunque ha refrescado un poco, el calor todavía incomoda
bastante. Desde las 4 el viento fue bueno hasta las 2 de la ma-
ñana, en que hubo una fuerte lluvia con un chubasco. En medio
de él una goleta se hallaba tan cerca de nuestro barco que fue
necesario colgar un farol para que no nos tropezáramos uno
contra otro buque.

VIERNES 11.
Pasé ma'a noche por el fuerte movimiento que
tenía el barco por la brisa; me levanté a las 6;
buen día; una goleta sigue nuestras aguas; a las 9 ha tomado
el rumbo del Este y desaparecido. Poco viento todo el día. A
las 11 de la mañana amaneció una gran manada de popass, los
grandes pescados de que hablé anteriormente, los que se per-
112 JosÉ MANUEL RESTREPO

dieron por el Sur. Latitud 36° 53'. A las 2 de la tarde los ma-
rineros cogieron 3 delfines pequeños, el que es excelente pes-
cado para comer. A las 6 hubo regular brisa que duró toda la
noche que era hermosa aunque fría y el viento húmedo.

SÁBADO 12. Pasé la noche bien, y me levanté a las 5%; había


buen viento y una vela a la vista. A las 7 apareció
una manada de popass que observé muy bien a proa. Nadan
igualmente boca arriba, y por el espinazo son negros; hay al-
gunos que pesan hasta 400 libras. A la misma hora se avistó
una vela, que habiéndose acercado a las 9 habló con la bocina, y
dijo ser el bergantín americano George Washington, de Norfolk,
con dos días de viaje; aseguró que distábamos 40 leguas de tie-
rra. El capitán hizo echar la sonda que es una larga cuerda
con nudos que indican el número de brazas, y diez o doce libras
de plomo. Resultó que el fondo tenía 40 brazas u ochenta varas
de agua. Otro barco apareció a las 11, y de pronto se perdió
de vista. Latitud 38° 17', por consiguiente el viento ha sido
bueno. A las 5 de la tarde apareció una bandada de aves muy
semejantes al pato y de su tamaño, el color negro blanquizco;
eUas venían nadando sobre las olas, y tanto número hacía una
vista muy hermosa. Se llaman en inglés seagull. Es admirable
ver estas aves a tanta distancia de tierra; ellas tenían su di-
rección al Sur, es decir, que se apartaban más y más de la costa.
El capitán cree que llegaremos mañana a la bahía de New York,
pero estando ella a 41° de latitud, juzgo que nuestro arribo
será pasado mañana, sin embargo de que el viento es excelente;
así continuó toda la noche, que pasé bien.

DOMINGO 13. Me he levantado a las 51/2; la mañana es her-


mosa pero muy poco viento. La tierra aparece a
Poniente y nuestro rumbo es el Norte. De las 9 a las 11 ha
llovido y la calma continúa. Parece que mientras más deseos
tenemos de llegar, después de un viaje que ya es demasiado
largo, más obstáculos se oponen y los vientos se conjuran con-
tra nosotros. Latitud 39° 54'. A las 2 de la tarde se vieron
varios pequeños barcos que desaparecieron pronto. Vi también
un gran pescado negro del tamaño de una mula, que los ingleses
llaman cmmp; ocho o diez veces se levantó sobre el agua, que
siendo muy cristalina se vio completamente. A las 6 de la tarde
había seis barcos a la vista y la calma siguió hasta las 11 de
la noche en que la brisa refrescó y así estuvo toda la noche.
DIARIO DE UN VIAJE DE KINGSTON A NEW YORK 113

En ella, 10 mismo que en las dos anteriores, ha hecho frío. Hasta


el anochecer la tierra se vio siempre a Poniente, y es la costa
de la Nueva Jersey, entre Nueva York y Philadelphia.

LUNES14. Me levanté a las 6 de la mañana, que era hermosa.


La brisa excelente, de andar 7 y 8 millas por hora,
la que duró hasta las 12. La tierra está a la vista y aparecen
algunas colinas de la costa. A las 12 comenzó de nuevo la cal-
ma y duró hasta las 3 de la tarde. Todo el día estuvimos viendo
pequeños barcos, y desde las 12 se ha distinguido perfectamente
la costa. Es bellísima, pues se miran pequeñas casas rodeadas
de árboles que parecen de lejos pinos o cipreses. Hay una gran-
de variedad de pedazos cultivados y otros de bosques que hacen
un contraste muy lindo. i Qué sensaciones las que experimento
al ver por la primera vez este rico país adonde se respira
con pureza el aire de la libertad! ... Al anochecer había más
de 20 barcos a la vista, los unos pescadores y los otros mayores.
Pero la calma continúa, de modo que andamos muy poco. A las
6 vimos la entrada de la bahía de New York iluminada con tres
fanales puestos en una torre (Light-House), a fin de que los
barcos no peligren. A las 5 de la tarde vino a bordo un piloto
práctico de la bahía que debe mandar la maniobra y conducir el
barco hasta el puerto. Los buques nada tienen que pagar a estos
pilotos, que reciben sueldo del Estado. Es condición esencial de
todo barco el tomar un piloto del país, pues de lo contrario si
se pierde, el capitán es responsable. La noche fue buena, aunque
hizo bastante frío. No hubo observación de latitud porque ya
no es necesaria.

MARTES15. Me levanté a las 6 de la mañana y el bergantín


se hallaba en la bahía de New York. Navegamos
entre Long Island, al Oriente, y la isla Staten, a Poniente.
el espectáculo no puede ser más encantador: unas costas per-
fectamente cultivadas; los frutos que comienzan a madurar o
que tienen el verde más hermoso; casas bellísimas, cercadas de
bosquecillos encantadores; fuertes baterías; multitud de barcos
anclados, y todos estos objetos embellecidos por los primeros
rayos d~ un día hermoso; es un país rico, libre y feliz. iAh!,
qué contraste con la América del Sur, adonde la naturaleza ha
hecho tanto por la felicidad de sus moradores. Pero dejemos por
ahora estas ideas melancólicas. A las 9 anclamos en el puerto
de la isla Staten en donde los barcos deben hacer. la cuarentena,
Autobiograffa--8
114 JosÉ MANUEL RESTREPO

especialmente en el verano en que hay mucho cuidado para que


New York no se contagie de la fiebre amarilla. Inmediatamente
llegó a bordo un oficial de aduana para ver de dónde venía el
barco, qué carga traía, cuántos pasajeros, etc. A las 10 vino
también la visita de sanidad que es un médico, el que examina
los pasajeros y marineros para ver si hay alguno enfermo, o
lo ha habido en la navegación, qué mal, etc. Si resulta alguna
enfermedad contagiosa o que el barco viene de un país adonde
había peste, lo detienen allí cuarenta días con todos los pasa-
jeros, a quienes permiten saltar a tierra en la dicha isla. Los
enfermos deben ir precisamente al hospital que hay en ella, y
toda la ropa sucia que haya en el barco debe darse a lavar allí
mismo. A las 12 del día saltamos a tierra con toda felicidad,
pues a excepcióndel doctor que se embarcó enfermo en Kingston,
el que se ha empeorado, todos los demás estamos sanos y sin
la menor novedad. Entonces vi navegando por primera vez un
steam-boat o bote de vapor. Caminaba con una grande velo-
cidad, y estando muy pintado con muchos pasajeros sobre cu-
bierta fue un espectáculo nuevo y hermoso para mí. Todos los
pasajeros del Blucher nos fuimos a comer y vivir en una mis-
ma posada en la isla Staten, inciertos aún del tiempo que ten-
dríamos para pasar allí sin concluír nuestro viaje. La situación
del lugar es muy bella en la falda de una colina; las casas están
rodeadas de álamos, que es un árbol del tamaño y figura pi-
ramidal de nuestros sauces; ellas están cubiertas de tablas, y
todos los suelos son de lo mismo, cubiertos de tapetes o de un
fuerte lienzo dado al óleo y pintado de colores imitando al ta-
pete. Las paredes están cubiertas de papel pintado. Tienen mu-
cho gusto en muebles, principalmente en sillas, mesas, cómodas,
etc., que son de caoba, y las veces pintadas y dadas de colores.
Pasé la tarde viendo el lugar y la noche muy bien, en una exce-
lente cama con colchón de plumas, que sin duda es muy agra-
dable después de una larga navegación.

MIÉRCOLES 16. Me levanté a las 7 de la mañana que era muy


hermosa, y sin saber qué hacer en aquel lugar,
sobre todo si nos obligaban a pasar en él algún tiempo guar-
dando la cuarentena. Mi situación era bien desagradable; sólo
Mr. Piexotto entendía el español de mis compañeros, y otro el
francés; pero ambos gustaban más bien de hablar su lengua
propia que una extraña; así yo me hallaba casi aislado porque
no encontré algún otro que hablara francés, sin embargo de
DIARIO DE UN VIAJE DE KINGSTON A NEW YORK 115

que el lugar estaba lleno de pasajeros. A las 7 llegaron 40 de


Savannah, en la Georgia, de modo que no había posadas. Fui-
mos, pues a empeñarnos con el doctor Brown, que era el jefe de
la oficina de sanidad, para que nos permitiera irnos a New
York; al fin, después de muchos pasos, lo conseguimos a las 12,
con grande placer mío. El sol y el calor eran muy fuertes, por-
que estábamos en el verano, y el termómetro subía de 78° a 85';
así fue preciso suspender nuestra partida hasta las 4 de la
tarde. Sólo teníamos que navegar una legua porque New York
está cerca de Staten, viéndose de aquí sus torres y más altos
edificios. No nos permitieron llevar nada de nuestro equipaje,
solamente un lío de ropa con algunas camisas, corbatas, etc.
El buque debía permanecer en la cuarentena y llevar la carga
en botes a New York. Como cada momento parten botes para
esta ciudad de Staten, a las 4 de la tarde nos embarcamos en
uno todos los pasajeros del Blucher; tienen un mástil y nave-
gan con vela, pero la brisa fue muy poca y tardamos una hora
en navegar las tres millas que era nuestro viaje. La bahía es
hermosísima, sobre todo cerca de la ciudad; ella es formada por
el ríó Hudson al Poniente, y el East al Oriente, que se juntan
a donde concluye New York, teniendo también comunicación
más arriba, de modo que está situada en una isla que se llama
Manhattan. En la boca del East hay una pequeña isla en donde
reside el gobernador del Estado de New York, que es muy lin-
da. En el medio está la casa sin que haya otro edificio, y en
un extremo hay una gran batería o fuerte de piedra para de-
fender a la ciudad. Nosotros arribamos a las 5, y desembarca-
mos al lado del Este del paseo de la batería. De allí fuimos a
una pensión o casa particular en donde admiten extranjeros
pagando cierta cantidad. Estaba situado en el número 34 de
Water-Street o calle del Agua. Después de tomar café, a las 6,
me sentí un poco indispuesto, con dolor de cabeza y principio
de calentura; me a.costé con esta incomodidad y temiendo en-
fermarme.

JUEVES 17. Pasé la noche mal con alguna calentura, de modo


que dormí muy poco. Habiéndome levantado cerca
de las 8 bajé a almorzar, y me hallé enteramente sin apetito, con
la boca muy amarga. A pesar de esto salí con los compañeros a
ver la ciudad; ella me pareció muy hermosa. Las casas son de
ladrillo, de tres altos por lo común, pero ninguna con ventanas
o balcones volados, como los edificios españoles. Todas ellas
116 JOSÉ MANUEL RESTREPO

tienen hacia la calle una escalera de piedra de cuatro a seis


escalones con sus barandillas de hierro, la que sirve para subir
el primer piso de la casa. Debajo de éste hay una bóveda u otro
piso más bajo que la calle, el que sirve para la cocina y para
guardar la leña, de que hay tanto consumo, principalmente en
invierno. Todas las casas tienen sólo el frente, y ninguna hay
claustreada. En lo interior son lo mismo que las de Staten, pe-
ro con más lujo. Las calle de New York están divididas en tres
partes; a cada lado tienen un trecho enladrillado y más alto;
en el :medio son empedradas para que pasen los carros, coches,
etc., que con semejante orden jamás incomodan a los de a pie;
En esie día fui introducido a un Mr. Piexotto por mi compa-
ñero del mismo nombre que era un judío comerciante y respe-
table. Pasé todo el día incómodo con la calentura, aunque no
fuerte, y me cansé mucho de andar en una ciudad tan grande,
adondE todas las casas son distantes por lo común, de modo
que si:n pensarlo se anda una legua con poco que tenga uno que
hacer. A la 1 me fui a presentar con los compañeros, a la ofi-
cina de sanidad pública, por habernos dado en Staten el per-
miso de venir a New York, bajo la condición de que por cuatro
días nos presentáramos aquí a la misma, para hacer constar
que estábamos alentados. Pasé el día incómodo, aunque anduve
en él, y por la noche estuve hasta las 9 en una posada con el
capitá.n del Blucher. Allí encontré un francés que había estado
en Cartagena en el tiempo de la revolución, con quien me en-
tretuve conversando. Volví a la posada con mi calentura lenta
y el mismo desgano de comer.

VIERNES 18.. Me levanté con la misma indisposición que el día


anterior, la que siendo ligera no quise buscar
médico ni hacerme nada. No me acomodo en la casa en que
estoy, y es preciso buscar otra posada en donde tenga una
pieza para mí solo. Salí con este objeto y a la aduana por una
orden para traer mi equipaje. Anduve incómodo hasta la 1 de
la tarde en que me fui con Mr. A. C. Piexotto a buscar una pen-
sión. La hallamos en la casa de Mrs. López, una familia de
judíos en el número 292 de Greenwich-Street. Me dieron con
Piexotto un cuarto muy pequeño que no me acomodó, pero de-
termi:né pasar allí algunos días. La pensión me costaba diez pe-
sos por semana. Sigo sin apetito y alguna calentura.
DIARIO DE UN VIAJE DE KINGSTON A NEW YORK 117

JULIO 19 Continué enfermo cuatro días más. Lo que más


HASTA 2 sentía yo los primeros días que estuve malo
DE SEPTIEMBRE. fue que si me agravaba me harían volver al
hospital de Staten, lugar en donde absoluta-
mente carecía de conexiones, y a donde hubiera tenido que estar
cuarenta días, lo que me excitaba ideas muy desagradables y
funestas. Así, esperando que me había de mejorar me presenté
siempre a la oficina de sanidad pública lo mismo que sano. El 20
busqué médico, que me dijo no era de cuidado la enfermedad, que
con uno o dos purgantes estaría bueno. Efectivamente, los tomé y
a los cuatro días me sentí sano del todo. En la pensión de Mrs.
López vivía, hasta el 28 de julio en que me pasé a otra en la
esquina de Broad- Way y Wall-Street, en la casa de Mrs. Mor-
rison. También me costaba diez pesos por semana, fuéra de vino,
limpiada de zapatos y ropa limpia. La situación de esta casa
era muy bella y en un paraje muy divertido, y en el centro de
la ciudad. La primera casa estaba lejos del centro y me desagra-
daba el carácter de los judíos, que siempre son muy ordinarios.
En la última pensión todos eran o americanos o ingleses; así
me veía obligado a hablar la última lengua, y por consiguiente
adelantaba en su estudio, motivo por el cual no quería vivir con
hombres que hablaran español. En todas estas pensiones se al-
muerza un poco de café o alguna otra cosa muy corta a las 8
de la mañana. Se come a las 2 o 3 de la tarde, dan té a las 61;2
o 7, y en algunas una cena ligera a las 9, lo que no es común.
En la pensión no hallé quien hablara francés, y como yo
no entendía el inglés, pasaba una vida bien insípida. Es cierto
que desde los primeros días de la navegación comencé a estu-
diar pero sin maestro, había hecho muy pocos progresos y en-
tendía sólo algunas pocas palabras. Por semejante motivo, no
pudiendo hallar un maestro de inglés que hablara español me
vi obligado a ocurrir a don Mariano Velásquez, un español que
había tiempo residía en New York, y me dijeron hablaba bien
el inglés, del que había publicado una gramática. Efectivamente
le hablé y me dio tres lecciones cada semana, todo el mes de
agosto, pero pronunciaba mal y conocí que no era buen maestro.
Luégo que estuve sano comencé a ver a New York y sus
alrededores. La ciudad tiene ~alles soberbias, de las cuales es
la primera Broad-Way, adonde es el paseo general; están las
tiendas de moda y concurren todas las mujeres que quieren ver
y ser vistas. En las calles de Pine, Water, Front y Souch se
halla todo el comercio, que es muy fuerte, pues New York es
118 JOSÉ MANUEL RESTREPO

la primera ciudad mercantil de los Estados Unidos. En el úl-


timo año entraron dos mil quinientos veintinueve barcos carga-
dos y salieron dos mil ochocientos treinta y seis para todas las
partes del mundo. Allí se encuentran cuantas mercaderías se
pueden apetecer, y algunas a precios bien baratos.
Los paseos más frecuentados son el de la batería, Brookleen
y Hoboken. La batería es un espacio triangular adonde remata
la isla de Manhattan, el que al Oriente tiene al río East y al
Poniente al Hudson que se juntan allí, y por consiguiente el
paseo domina la bahía en la cual a cada momento se ven subir
y bajar multitud de barcos. En el verano, que yo lo vi, se jun-
taban los domingos de las 6 para adelante hasta las 8 de la
tarde, más de cuatro o cinco mil personas de ambos sexos, lo
que hacía un espectáculo brillante. Unos caminaban en el paseo
que está sembrado de árboles que forman calles, ya circulares,
ya haciendo triángulos, etc. Otros se sientan a conversar sobre
bancos colocados al borde de la muralla que han hecho sobre
la mar. Casi en el un extremo hay una casa de figura circular,
adonde se venden helados y todos los refrescos que se requie-
ran. Por lo común yo me paseaba solo, porque no hallé un
amigo de mi gusto y es muy difícil adquirir conexiones en
una ciudad extranjera. Entonces conocí más que nunca la falta
que me hacía un compañero y el idioma del país. Sin estas dos
cosas los viajes no son agradables y se halla siempre un vacío
inmenso.
El paseo de Brookleen es una población de 5 a 6.000 almas
que se halla en Long Island, frente a New York. Se pasa el río
East en un gran bote que con una máquina mueven diez caba-
llos. Se llama team-boat. Es grande, en que caben más de 100
personas, coches,calesas y caballos. Se paga 112 real por el paso.
La población es linda y tiene cerca bosques y prados encantados.
Hoboken está al lado opuesto del río Hudson; éste se pasa
en un team-boat, lo mismo que el East, y se tarda una hora en
atravesarlo porque tiene una legua de 1/3 de ancho. El paseo se
reduce a ir a una casa rodeada de un bosquede sauces muy lindos
con asientos por debajo. Allí unos toman refrescos, juegan, can-
tan, etc. Hay también algunas otras casas de campo en la in-
mediación adonde se pasean las gentes. El navegar el río en
la ida y vuelta es saludable en el verano. Hoboken, el lugar de
moda en New York para los desafíos. Durante mi residencia
en los Estados Unidos vi anunciados en las gacetas más de 4
de que se había seguido muerte o heridas.
DIARIO DE UN VIAJE DE KINGSTON A NEW YORK 119

New York es una ciudad de ciento diez mil almas. La


población está muy reunida y no ocupa mucho espacio. La ma-
yor parte de las casas tienen pizarras para cubrirlas, otras te-
jas y otras tablas. Hay muchas calles torcidas, y a excepción
de Broad-Way acaso no hay otra derecha. Algunas son muy
estrechas aunque todos los años se reforman dos o tres a costa
del cuerpo municipal, que dicen tiene más de un millón de fon-
dos, y también ayudan los que tienen casas en la calle que se
ensancha. Como todos creen que New York será siempre la
primera ciudad de América, y que se extenderá a toda la isla
de Manhattan, se ha formado un plano del modo con que se han
de continuar las calles para que queden bien derechas en todo
lo que se vaya formando de nuevo.
La posición entre los dos ríos East y Hudson, que son na-
vegables para cualquiera especie de barcos, y el no helarse la
había en los inviernos, de modo que los buques puedan entrar
y salir en todo el año, da a ,New York ventajas incalculables
para el comercio. La mayor parte de los barcos mayores del
comercio anclan en los guafes del río East, adonde se ve un
bosque de mástiles.
Las carretas que hay matriculadas en New York para
conducir los efectos del comercio son 2.000 y 800 coches de
alquiler. Los caballos de los primeros y segundos son muy her-
mosos y muy bien cuidados.
Los principales edificios son la iglesia protestante de San
Pablo, la de San Juan, la de la Trinidad y otras varias; la
mayor parte tienen torres bien elevadas, que de lejos hacen muy
buena vista. La catedral de los católicos romanos, llamada San
Patricio, es también hermosa. Las iglesias se diferencian de
las nuestras, en que toda su extensión está repartida en asientos
que por un lado tienen su puerta y por lo común llave. Cada
familia paga un tanto por una de aquellas bancas adonde caben
6 u 8 personas, y tiene derecho para que ninguno otro se siente
allí. De semejante modo está repartida la iglesia entera, de
suerte que el extranjero tiene que estarse parado o de rodillas.
Las mujeres van a la iglesia, lo mismo que ordinariamente
andan en la calle, con traje blanco o de colores, su gorra de
paja o género y un pañuelón para abrigar el pecho. Desde la
gloria hasta alzar, todo el mundo está sentado. El canto de la
catedral es excelente y lo ejecutan mujeres; sin embargo me
pareció un poco teatral. En New York hay un obispo que yo
no conocí.
120 .JosÉ MANUEL RESTREPO

La casa de la ciudad o cabildo es uno de los mejores edi-


ficios de los Estados Unidos; toda es de mármol blanco y de
muy bella arquitectura; allí existen todas las oficinas, y dicen
que costó un millón de pesos. Tiene delante una pequeña plaza
triangular sembrada de árboles que forman calles, y en el ve-
rano, excelente sombra. Por medio de barandillas está separada
de las dos calles inmediatas; son de madera, y me dijeron que
las iban a hacer de hierro. Se Ilama el Parque.
Los alrededores de New York hacia el Norte son muy be-
llos, pues tiene muchas casas de campo con excelentes situacio-
nes, bosques, jardines, etc. Cerca de Manhattan-Well observé
una batería que se hizo en la última guerra para cubrir la ciu-
dad en el caso de un ataque por los ingleses. Lo más bello de
las cercanías de la ciudad es Long Island. Yo estuve hasta Flas-
burg, a 3 millas de New York. Por todas partes hay caminos
muy buenos de coche. Lo que más me agradó en aqueIla isla
fueron los huertos de árboles frutales; hay algunos de diez o
doce cuadras de superficie, todos de perales y manzanos a seis
yardas de distancia; por debajo están limpios o sembrados de
maíz, papas, etc. Los árboles de manzana tienen de 6 a 8 va-
ras de altos; abajo sólo tienen un tronco y arriba un copo muy
hermoso. Es inmensa la cantidad de manzanas que se cosechan
anualmente; gran parte se exporta y lo demás se consume en
el país para comer y hacer sidra. En Long Island se han cogido
manzanas de dos libras.
Yo pasaba el tiempo en New York paseando, estudiando
inglés y leyendo en una sala de lectura adonde me suscribí por
doce reales un mes. Allí había todos los papeles públicos de
América y Europa; es una institución muy buena y de gran
recurso para los extranjeros.
Deseando conocer algo de lo interior del país proyecté el
22 de agosto un viaje por el río Hudson arriba, acompañado de
Mr. Naar, un judío amigo mío que me había atendido mucho,
por cartas de recomendación que llevé de Jamaica. El steam-
boat para la ciudad de Albany debía partir a las 5 de la tarde;
así nos preparamos para esta hora. En efecto poniéndonos a
bordo se echó al agua a la hora expresada. Sin duda es una
de las cosas más agradables el navegar en steam-boat; este se
llamaba el Richmond, tiene de 130 a 140 pies de largo, y la
tercera parte de ancho de la misma figura de una fragata; en
el medio está toda la máquina que es muy complicada. Los
pasajeros van sobre cubierta cuando quieren, en donde hay
DIARIO DE UN VIAJE DE KINGSTON A NEW YORK 121.

asientos y un toldo que defiende del agua y del sol; debajo


hay salones bellísimos adornados de espejos, mesas de caoba•.
sillas, ete. Alrededor de la sala o cámara están las camas em-
butidas en las paredes del barco con sus buenos colchones, y
todo lo demás que es preciso. Las mujeres tienen su cámara.
separada para dormir y estar allí cuando quieran. Sólo para.
comer van a la cámara de los hombres. A poco tiempo que nos
embarcamos, como 80 o 100 pasajeros, el capitán llamó a pagar
el pasaje. Yo pensaba navegar 100 millas, y la subida me costó
4% pesos y la cena 4 reales. Allí venden frutas, licores y cuan-
to uno apetezca. El steam-boat camina ocho millas por hora.
aunque sea contra el viento y la marea. Durante el día fui muy
divertido viendo las márgenes del río que están muy cultivadas
y llenas de caseríos. A las 7% anocheció, y de noche pasamos
a West-Point adonde en la revolución los americanos detuvieron
a los ingleses. El río da muchas vueltas y se encierra dentro
de colinas escarpadas de piedra, arriba de West-Point, en que
existe la escuela general de ingenieros de los Estados Unidos.
pero no hay peligro alguno, y los buques mayores pueden subir
en el Hudson hasta 140 millas arriba de New York. Me dicen
que es muy profundo y que tiene a veces hasta cien brazas
de agua.
A las 10 me acosté y amaneció lloviendo. El día era frío
a pesar de que nos hallábamos en medio del verano. Habiéndo-
nos dicho a las 5 de la mañana que estábamos cerca del lugar
adonde debíamos desembarcar, nos levantamos; el día era muy
malo, con lluvia y viento, de modo que el río estaba muy agi-
tado. Enfrente del puerto llamado Esopus, detuvieron el steam-
boat, lo que se ejecuta dejando salir el vapor del agua caliente.
que es el que pone en movimiento la máquina, y echaron el bote
al agua atándolo con la punta de un largo cable. Al bajar en
él vino una ola y me mojó toda la casaca y el sombrero, pero
salimos a la orilla sin más novedad. Cerca está un hotel o
posada adonde arribamos a las 6 y %, de modo que en trece y
media horas anduvimos cien millas o 33 1/3 leguas. Habiendo
almorzado en el hotel Mr. Naar y yo, partimos para Kingston•.
lugar de nuestro destino, a las 8 en un carro de un caballo.
Caminamos al occidente del río y montando unas pequeñas co-
linas cubiertas de pinos blancos llegamos a las 9 a nuestro
destino.
Kingston es una ciudad pequeña en una llanura elevada;
tiene muy bonitas casas en grandes solares, de modo que ocu-
122 J'OSÉ MANUEL RESTREPO

pa bastante extensión. Las casas son cubiertas de tablas y las


calles muy arenosas. Sin embargo tiene su Banco, su gaceta
diaria y dos imprentas. Allí encontramos al amigo de Mr. Naar
que era un viejo holandés que vivía en el campo. Después de
comer en una posada partimos a las tres para la hacienda;
atravesamos un valle fértil y cultivado; el trigo estaba ya segado,
pero el maíz todavía se hallaba de una vara de alto. De éste y
de las papas siembran una gran cantidad. El holandés, Mr. Naar
y yo íbamos en un carro tirado por dos caballos. Ya habíamos
andado cuatro millas y nos faltaban dos, cuando el un caballo
se enfermó y no se pudo hacerle levantar; así fue preciso re-
solvernos a seguir a pie, porque no se podía hallar otro. A las
6 llegamos a la casa de campo situada en una cañada y a la
orilla de un río; era muy fea y todo anunciaba un campo aban-
donado, pues el dueño vivía por lo común en New York. Su
negocio en aquel campo era sólo el de vender madera de los
bosques inmediatos, para aserrarla y venderla en tablas había
una sierra de agua; también un molino para hacer polvo de
tabaco, el que igualmente era molido por el agua. En la casa
tenía de cuidandero a un holandés casado, cuya mujer era muy
inteligente en telas; vi una casaca del marido, hilada, tejida y
cosida por ella en que sólo había tenido que pagar la teñida.
A las 9 de la mañana del 24 salimos para Kingston, a fin
de regresar a New York. En el camino vi sementeras de un
grano que llaman bick-wheat (trigo de cabro) ; se produce en
las lomas, y usan mucho su harina para hacer unas arepas que
fríen en mantequilla y son bien sabrosas. Es una yerba de una
vara de alto, su flor es blanca y el grano negro pequeño.
Tardamos dos horas en llegar a Kingston; allí comimos y
a las 3 de la tarde partimos para Esopus, porque el steam-boat
que bajaba de Albany debía pasar a las 4 de la tarde. Llegamos
con una tarde hermosa, y a dicha hora divisamos a lo lejos la
columna de humo, por la cual se conoce la aproximación de
un steam-boat; llegó a las 41;2 y envió el bote a recoger los
pasajeros, del mismo modo que cuando salimos el día antes.
Aquel steam-boat era el Chanciller Lewisgton, el mejor, acaso
que hay en los Estados Unidos. Dicen que costó 40.000 pesos.
Las cámaras son magníficas lo mismo que todos los muebles.
Lo medí paseándome en él y tenía 150 pies de largo con 70
de ancho en su mitad, pues la figura es como la de un champán;
sin embargo, a pesar de que toda la máquina es muy pesada,
DIARIO DE UN VIAJE DE KINGSTON A NEW YORK 123

cala solamente 4 pies de agua. iQué útiles serían estas embar-


caciones en nuestro río Magdalena!
Antes de anochecer pasamos varias ciudades situadas a la
orilla del rio, de las cuales Pokeepsie y Newark son las mayores;
navegamos toda la noche y a las 4% de la mañana arribamos
a New York, siendo todavía obscuro.
A excepción de los objetos nuevos que vi, ninguna otra di-
versión tuve en este paseo. Sentí no haberlo hecho más bien a
Albany que dicen es una bella ciudad, la capital del Estado de
New York y a 160 millas de ésta, pero la falta de un compa-
ñero me desanimó, y el que me costaba 10 menos 30 pesos. Sin
un amigo son incómodos los viaj es en los países extranj eros,
porque no se halla con quién tratar. A mi llegada a New York
determiné seguir a Filadelfia, el 2 de septiembre. Cuatro días
antes me encontré casualmente con M. de Chasseriau, un fran-
cés que me había traído cartas de Jamaica, quien me introdujo
a algunos de sus amigos en New York, los que me dieron cartas
de recomendación para Filadelfia. En estos días asistí también
al circo de caballos, que es una compañía de volatines en caba-
llos que hacen cosas bastante primorosas, y al teatro de come-
dia que es bello y en que hubo una concurrencia. brillante. Yo
entendí poco. Vi también el museo de historia natural, la sala
de pinturas y una casa de fieras en que había dos grandes ti-
gres de Asia, un león de Africa, dos camellos y una ballena en
esqueleto que pesa 5.000 libras.
Entre las edificios dignos de verse en New York, es el hotel
de la ciudad adonde van a posar todos los extranjeros de rango.
El edificio es muy grande, las salas y muebles son magníficos.
Está en Broad-way, y sólo el componerlo costó 30.000 pesos.
La cosa más curiosa probablemente es el panorama de Mr.
Stausen. Es una máquina que representa una ciudad mercantil
en donde se ven puentes, calles, almacenes, talleres, paseos, un
puerto, barcos que entran y salen desplegadas las velas, todo
hecho de figuras como de una cuarta, de las cuales cada una
se mueve en su oficio por medio de resortes. Aquí se ven un
hombre y una mujer, paseándose; más allá, un artesano labrando
una piedra, etc. Esta invención costó inmenso trabajo a un ma-
quinista excelente, y ahora le produce una renta. Lleva 4 reales
por dejarla ver; todo lo demás vale 2 reales, pues nada se ve
de balde, así en los Estados Unidos como en Europa.
124 JOSÉ MANUEL RESTREPO

SEPTIEMBRE 2. A las 10 de la mañana partí de New York para.


Filadelfia. Mi equipaje lo envié por mar, por-
que me costaba mucho el llevarlo conmigo. Sólo traía un por-
mantó o maletón con alguna ropa blanca y una casaca. El
steam-boat se llamaba Atalanta, y era más pequeño que los
que dejo descritos. En hora y cuartl) llegamos al puerto de Eli-
zabeth-Town, al Poniente de New York. Aquí desembarcamos
los pasajeros y se presentaron los stages, en que debíamos ha-
cer el viaje de tierra. Son unos grandes coches con cuatro ór-
denes de asientos en que caben hasta 14 pasajeros, incluso el
cochero; son tirados por cuatro caballos y atrás van los ma-
letones o baúles de cada uno, los que no deben pesar más que
14 libras. En el que me tocó sólo iban 6 personas. Al cuarto de
hora llegamosa Elizabeth-Town, que es población bastante gran-
de. Comimosa la 1 de la tarde en una posada; por la comida
se pagan 6 reales, y 4 por el almuerzo o cena. Como los stages.
pasan siempre a una misma hora y tienen su hotel destinado
para comer, cuando llegan los pasajeros está la mesa puesta con
una buena comida. Allí se quedaron dos de los viajeros, y sólo
seguimos una vieja, una muchacha y un mulato tullido. ¡Qué
bella compañía! A las 31/2 llegamos a Brunswick que es una
bella población sobre un río navegable; pasamos después unas.
colinas muy incómodas y llenas de piedra en donde maltrata
mucho el movimiento del stage; a las 5 arribamos a Prince-
ton, cuyas cercanías son deliciosas por sus bosques tan bellos;
allí se ve un colegio adonde concurren muchos estudiantes de
los Estados Unidos. A las 7 de la tarde llegamos a Trentoil,
que es la capital del Estado de New Jersey. Me pareció una
ciudad un poco menos que Medellín. Yo no salí a verla porque-
ya era noche. Dormí en el hotel adonde van todos los pasa-
jeros del stage. La cena y la cama cuestan 6 reales.

SEPTIEMBRE 3. A las 5 de la mañana partí de Trenton en el


mismo stage y con los compañeros dichos. Lué-
go que se sale del lugar se encuentra el río Delaware, que tiene
para pasarlo un soberbio puente de un arco de madera. Creo
que es de más de cien varas de largo, aunque no pude obser-
varIo bien. El ancho está dividido en cuatro partes, lo mismo-
que todos lospuentes de los Estados Unidos, por medio de baran-
dillajes. La primera división de la derecha es angosta para los
de a pie que van a Poniente, por ejemplo; la segunda, para los.
carruajes que van; la tercera, para los que vienen, y la cuarta
DIARIO DE UN VIA.JE DE KINGSTON A. NEW YORK 125

para las gentes de a pie que vienen igualmente. De esta manera


jamás hay peligro de que dos carruajes se cierren el paso; cada
uno en cualquiera parte debe tomar su derecha en observancia
de la ley. A las 7 y 1,4llegamos a Bristol, que es un lugar de sólo
una calle, pero muy linda y situada sobre el Delaware; allí tiene
casa y reside ordinariamente el señor Onis, embajador de Es-
paña. Habiendo almorzado en un hotel estuve pronto para em-
barcarme en el Delaware, en el steam-boat a las 7 y % de
la mañana.
El viaje desde Elizabeth-Town hasta Bristol es de 56 mi-
llas, atravesando el Estado de New Jersey. El país es bastante
llano y los caminos de ruedas. Cada 4 o 5 millas se paga un
peaje de medio real por cada carruaje que pasa. Los caminos
han sido abiertos por compañías de particulares, que tienen
obligación de mantenerlos siempre buenos, cobrando el expre-
sado impuesto. De esta manera se han compuesto los caminos
de un extremo al otro de los Estados Unidos, con muy poco
gravamen de los pueblos.
Embarcados en el steam-boat pasamos a las 8 por Bur-
lington frente a Bristol, que parece del río una ciudad de huer-
tos y edificios muy hermosos. Todas las márgenes del Delaware
se ven cultivadas. Su aspecto por lo general es lo mismo que
el resto de los Estados Unidos, es decir, algunos pedazos cul-
tivados o con gramas y los demás cubiertos de bosques. Estos
se cuidan mucho por los propietarios, porque les son de la ma-
yor utilidad para maderas de edificios y construcción de barcos,
para cercas y para quemar, sobre todo en el invierno. Allí no
se derriba un monte si no hay necesidad para ello. A las 10%
llegamos a Filadelfia bajando siempre el Delaware. Todo el
viaj e me costó 9 pesas 3 reales.
Yo mandé a uno que cargaba mi maletón que me condujera
a un hotel y posada. En efecto me llevó a la de Indah en la 3~
calle del Sur número 34, con ánimo de permanecer allí 3 o 4
días mientras encontraba una casa particular adonde vivir. El
cuarto que me dieron era bajo y no me agradó. Sólo permanecí
allí dos días y me pasé a una pensión, en el número 59 de la
calle 7f}. del Sur. La ama de la casa se llamaba Mrs. Dolby;
me dio un buen cuarto, y todo me costaba 7 pesos por semana.
El aspecto de Filadelfia es muy brillante; todas las casas
son iguales por lo común. En lo general se asemejan a las de
New York, y son de tres altos. Tienen un pequeño zaguán que
conduce a una sala baja, adonde se reciben las visitas. La es-
126 JOSÉ MANUEL RESTREPO

calera está en el centro de la casa, y en cada alto hay dos ór-


denes de piezas: la una mira a la· calle y la otra a lo interior.
Tampoco son claustreadas; todas son de ladrillo muy encen-
dido y pequeño; ni usan blanquearlas sino en la juntura de los
ladrillos, lo que hace una vista hermosa. Las paredes son muy
delgadas, pues apenas tendrán un pie. Ordinariamente los te-
chos están cubiertos con pizarras; las puertas y ventanas son
pequeñas y guardan proporción con las casas, no como algunas
de las nuestras en Antioquia, que todas se vuelven puertas
colosales.
Filadelfia es la ciudad más regular de América, pues desde
el principio se hizo bajo un plan. Está dividida en dos partes igua-
les que se llaman del Sur y del Norte, por medio de la calle del
mercado que gira de Oriente a Poniente, y tiene más de 25
yardas de ancha. Las calles son muy derechas, y las que corren
de Norte a Sur se llaman por su número 1"', 2\', 3"', etc., del
Norte o del Sur. Las que atraviesan tienen sus nombres pro-
pios. De esta manera ninguno se puede perder, y cuando se
sabe el número de la casa es muy fácil encontrarla. Todas las
calles están divididas en tres partes: las dos de los lados enla-
drilladas para los de a pie, y el medio empedrado para los ca-
rruajes. La policía es excelente, y las calles se mantienen muy
limpias.
El mercado de Filadelfia es excelente y diario; está en la
calle de su nombre, en cuyo medio hay un techo construido
sobre pilastras de ladrillo, y que se extiende por seis cuadras;
así los que compran y venden están defendidos del sol y de la
lluvia; cuatro de estas cuadras, que tienen como 120 yardas
de largas, se llenan todos los días de cuanto se necesita para
el lujo y para. la comodidad.
Los edificios notables de Filadelfia son el hospital, fundado
por Guillermo Penn, cuyo aseo y limpieza son admirables; la
casa de la ciudad, que al tiempo de la revolución sirvió para
el congreso, y en que se declaró la independencia. La casa del
Banco de Pensilvania, hoy de M. Guillard, y la que fue antes
de los Estados Unidos. De las iglesias ninguna hay notable. El
Hotel de Washington es magnífico, lo mismo que la sala de este
nombre y la logia de los masones. En ambas se dan bailes pú-
blicos al tiempo del invierno, pues los bailes particulares son
muy raros. El teatro también es bello y la iluminación de gas
muy linda.
DIARIO DE UN VIA.TE DE KINGSTON A NEW YORK 127

Aunque en Filadelfia hay algunos sitios bellos para pasear,


no son frecuentados. Por lo general dicen que sus habitantes
son demasiado serios, lo que se atribuye a los muchos Cuá-
queros que hay, y que acaso forman un cuarto o quinto de la
población; ésta asciende a cien mil almas, pero la extensión de
Filadelfia es mucho mayor que la de New York; aquella ciudad
tiene por lo menos una legua de larga, y media de ancha. Al
Oriente se halla fundada sobre el río Delaware, por el cual su-
ben navíos de línea, y al Occidente tiene el Schuylkill que es
pequeño pero que sirve para conducir leñas, maderas, etc. Hay
sobre él dos puentes de madera de un solo arco de más de
cincuenta yardas de ancho, sobre los cuales pasan toda especie
de carruaj es.
De este río se provee Filadelfia de agua, que por cañerías
se distribuye a todas las casas y calles. El río está mucho más
bajo que la ciudad, por 10 cual el agua se saca por medio de
una gran máquina de vapor de la construcción de los steam-
boats. Con bombas aspirantes y de presión se hace subir el
agua más de treinta varas, hasta que se pone sobre el nivel
de Filadelfia y se hace correr hacia ella. Semejante estableci-
miento es preciso que cueste mucho a la ciudad, porque hay
un consumo enorme de leña.
Sobre el Schuylkill vi unos jardines de Mr. de Prat, muy
bellos por la multitud de plantas exóticas que allí tiene y los
lindos bosques que ha formado. Allí encontré muchas de la
América del Sur, las que están sembradas en grandes cajones;
en invierno las meten bajo de techo cubierto con cristales, para
que penetre el sol, y con estufas calientes el aire de las piezas.
De esta manera consiguen que fructifiquen, y algunas sazonen
su fruto. Del mismo modo conservan otras semejantes en las
casas particulares.
Filadelfia tiene muy ricos propietarios, capitalistas y co-
merciantes. El tráfico de exportación consiste en harinas, que
son las mejores de todos los Estados Unidos, en carne salada,
papas, cerveza, sombreros y otras muchas cosas. El de impor-
tación principalmente es de la India, de Liverpool y de Bour-
deaux. Hay cuatro o cinco calles que de un extremo a otro no
son más que almacenes y tiendas. Todos tienen un letrero que
dicen a quién pertenecen y lo que se vende. Casi no hay una
tienda o almacén que no corresponda a compañia, pues en los
Estados Unidos hasta los zapateros trabajan en compañías.
128 .10S~ MANUEL REBTREPO

Una de las más bellas instituciones que hay en Filadelfia,


10 mismo que en las principales ciudades de Norte América,
es la que llaman Prisión de la ciudad. Allí están encerrados
todos los reos de algún delito, desde el día que los prenden,
hasta que los ponen en libertad, después de sufrida la pena de
la ley. En el momento que entra cualquiera le preguntan su
oficio, y si no lo tiene, a qué quiere aplicarse; le dan instru-
mentos y materiales y lo hacen trabajar. A cada uno le llevan
su cuenta exacta de lo que vale la comida, vestido, herramientas,
etc.; lo mismo ejecutan con la obra o manufactura que hace,
la que se vende por cuenta de la casa. De esta manera el día
que sale se ven el cargo y la data. Si algo resulta a su favor se
lo entregan, y de lo contrario nada le exigen. Para evitar el
que dejen de trabajar hay sobrestantes muy activos que no los
dejan descansar. En esta prisión es adonde todos los reos, tanto
hombres como mujeres que no tienen delito de muerte, son
encerrados por seis, ocho o más años, según la gravedad de
su crimen, a fin de que lo purguen. Con el método expresado
aprenden oficio o toman amor al trabajo, y hay algunos que
el día que son puestos en libertad se hallan con un capital. La
prisión de New York, adonde hay gran número de manufac-
tureros me pareció mejor que la de Filadelfia. Es admirable el
aseo que hay en estas casas, que a pesar de los criminales que
encierran tienen más que nuestros colegios. Semejantes insti.
tuciones, ciertamente hacen honor a los genios filantrópicos que
las han escogitado.
El acrecentamiento de Filadelfia, lo mismo que el de las
demás ciudades de los Estados Unidos es asombroso. De veinte
años a esta parte se ha duplicado, y en el último año de guerra
con los ingleses se fabricaron mil quinientas casas. Es muy
común edificarse una manzana entera a un mismo tiempo, lo
que se ejecuta por compañías de artesanos. Cuando éstos no
tienen bastante en qué ocuparse se asocian el albañil, el car-
pintero, etc., y compran un solar que no falta quién les dé a
crédito, y tomando también fiados los materiales edifican en·
muy poco tiempo una multitud de casas. De este modo es que
hay muchas manzanas absolutamente uniformes, sin que la una
casa se distinga de la otra. Después las alquilan o venden, pues
los arrendamientos son muy caros. Una casa en que pueda vivir
una familia de ocho a diez personas vale 800 pesos al año, y
las buenas cuestan de 1.000 a 1.500 pesos.
DIARIO DE UN VIAJE DE KINGSTON A NEW YORK 129

Sé una anécdota por la cual se conoce el aumento de Fila-


delfia. En 1780 o poco antes se vendió un gran solar que se
halla situado en la calle del mercado en mil doscientos pesos
sin casa alguna. Así permaneció hasta 1810 en que lo compró
un francés en 80.000 pesos de contado. En 1817 le daban por
él trescientos mil pesos una compañía de artesanos para edi-
ficar allí 87 casas. Pide quinientos mil, y todos son de opinión
que sin duda se los darán. De esta manera, algunos que poseían
tierras alrededor de la ciudad han hecho unas fortunas bri-
llantes vendiéndolas para solares. Hay cuadras que todavía se
hallan fuéra de la población, que se han vendido por 36.000
pesos. Bajo de este respecto, j qué riquezas no habrán adquirido
los dueños de tierras, sólo con el curso del tiempo y la pros-
peridad del país!
Rodeado, como yo me hallaba de artes y ciencias en este
país culto, desde N ew York comencé a pensar a qué estudio
de alguna arte me dedicaría, que en lo venidero me fuera útil,
y con la que pudiera resarcir todos los gastos que tengo hechos
en mi viaje. Al principio me decidí a estudiar maquinaria, pero
no pude hallar un maestro. Después de meditar mucho determiné
tomar conocimientos de las máquinas y preparaciones que se
dan al algodón y a la lana para reducirlas a telas. Con tal ob-
jeto supliqué a Mr. Holland, un comerciante de Filadelfia, para
quien yo había llevado cartas de introducción, el que me llevara
a una fábrica de telas; en efecto así 10 hizo y vi todas las má-
quinas para hilar algodón. Había en aquella manufactura 2.000
husos, pero me pareció todo muy complicado y que las máqui-
nas necesitaban de un estudio serio.
Deseando emprenderlo determiné hacer cuanto antes el via-
je que tenía resuelto de Baltimore y Washington, para volver
a Filadelfia y estudiar con tranquilidad. Así habiendo puesto
en mi maletón seis mudas de ropa me embarqué el 12 de sep-
tiembre sobre el Delaware en un bello steam-boat. A la 1 y 10
minutos de la tarde nos echamos río abajo teniendo muy con-
traria la marea. A las 4 y 20 minutos de la tarde pasamos por
frente de Chester; allí vi el navío americano, el Franklin de 74
construí do en el arsenal de Filadelfia. Dicen que es el más bello
buque de los Estados Unidos, que admiran todos los conocedores.
A las 6 pasamos a la vista de Wilmington situado al poniente
del Delaware en una pequeña eminencia que tiene una vista
muy hermosa, y a las 6112 de la tarde desembarcamos en N ew
Castle. Pasamos la noche en un hotel adonde llegan todos los

Autobiografía-9
130 .rosÉ MANUEL RESTREPO

pasajeros. La ciudad es pequeña1 y no la pude ver porque la


noche era obscura; corresponde al Estado de Delaware. A las
3 y 1,4 de la mañana me despertaron y partimos en el stage los
que nos dirigíamos a Baltimore. A las 61/2 arribamos a la orilla
del Elkton un pequeño río que desagua en la bahía de Chesa-
1

peake habiendo caminado por tierra 17 millas, atravesando el


1

Estado de Delaware.
En el puerto hallamos un steam-boat que había llegado de
Baltimore y aguardamos hasta las 8112 en que arribaron los pa-
sajeros que venían para la vía de Wilmington. Así a las 8 y %
de la mañana del 13, se echó río abajo el steam-boat. Navega-
mos por el Elkton hasta las 10 y 48 minutos. en que salimos
a la bahía del Chesapeake que principalmente se forma por el
Susqueannah. Desde la boca de este río la bahía es un pequeño
mar y apenas se alcanzan a ver las márgenes que tienen islas
y puntos de vista encantadores. A las 4l¡2 de la tarde desembar-
camos en Baltimore a fin de posar a la pensión de una francesa
nombrada Madama Girard.
El 14 era domingo en que nada pude hacer porque en los
Estados Unidos es un día que se guarda con mucha rigidez, y
es mal visto el que se paseen. Por la mañana fui a la iglesia
catedral, que es una capilla chica en que cantan admirablemente
al tiempo de la misa. El coro se compone la mayor parte de
mujeres. Hubo un gran sermón.
En Baltimore reside el arzobispo católico romano, único que
juzgo hay en los Estados Unidos. El primero fue el señor Carro1l 1

de mucho nombre que murió hace poco tiempo. Ahora es el señor


Marechal francés de origen que reside en Nueva Orleans. En
1

Baltimore hay más de diez mil católicos, y están fabricando una


catedral que es muy hermosa.
Baltimore es una ciudad de excelente situación que tiene
1

50 a 60.000 habitantes. Está dividida en dos partes por un pe-


queño río, y su terreno es un poco desigual, principalmente la
parte nueva que ha sido construída en la falda y sobre una co-
lina que domina el puerto. Baltimore apenas era conocida al
tiempo de la revolución del Norte América, y crece con la mayor
rapidez. Actualmente se fabrican ochocientas casas, y una gran
parte de ellas por compañías de artesanos corresponde al Estado
de Maryland.

LUNES 15. Amaneció lloviendo y continuó así todo el día, de


modo que tuve que permanecer en la casa.
DIARIO DE UN VIAJE DE KINGSTON A NEW YORK 131

El 16, 17 Y 18 los pasé viendo la ciudad y sus alrededores;


es bella, principalmente la calle de Baltimore en donde residen
y están los almacenes de moda. Los edificios y calles son por
lo general lo mismo que los de Filadelfia, pero más irregulares
en la parte baja de la ciudad, pues la alta y nueva es regular.
A la orilla del mar vi una máquina para aserrar madera y
un molino de trigo movidos por el vapor que me parecieron exce-
lentes. También una fábrica para hilar algodones en que había
seis mil husos que se mueven por el mismo principio. No la vi
en movimiento porque no había expendio para el hilo, pues las
fábricas de algodones de los Estados Unidos están ahora de pa-
rada. Los ingleses después de la guerra han introducido tantas
manufacturas y tan baratas, que las del país, en donde un jor-
nalero gana un peso diario no han podido sufrir su concurren-
cia. El 18 fui a seis millas de la ciudad a ver las fábricas de
Mr. Hallicot y compañía, para el cual me dieron una carta de
recomendación. Estas fábricas que son magníficas, están a las
orillas del pequeño río Patapsco, en cuya agua se mueven. Allí
vi una fábrica de clavos, otra de hilar que estaba en movimiento,
y en que se teje fula blanca por medio de máquinas, y un mo-
lino de trigo también muy bueno. Pasé el día examinando estas
fábricas y a la tarde regresé y fui a visitar la toma del agua
de que se provee la ciudad. Está construí da bajo el mismo prin-
cipio que la de Filadelfia. El agua sube a lo más alto de la ciu-
dad, y de allí se reparte a donde se quiere.
El monumento que el Estado Maryland está erigiendo al in-
mortal Washington, será uno de los edificios dignos de verse en
Baltimore. Está situado sobre una colina al poniente del puerto
adonde se calcula que muy pronto llegará la población. Es una
torre de mármol blanco que dicen tendrá más de cien pies de
alta pero que todavía apenas se eleva unos doce o quince. En el
centro tiene una escalera que hace un caracol. No vi el modelo,
mas siendo un monumento destinado a la memoria del hombre
que idolatran los norteamericanos, debe ser muy bello. Dicen que
costará más de cien mil pesos.
En Baltimore me desanimé a ir a Washington; allí me di-
jeron que no estando reunido el congreso nada había que ver
en aquella ciudad, pues los edificios pÚblicos estaban todavía sin
reedificar, después que los quemaron los ingleses en la Última
guerra. La capital de los Estados Unidos aún está despoblada, y
sólo existe su magnificencia sobre el plano. Tardarán muchos
años para que éste se llene. Dicen que el capitolio quedará me-
132 JOSÉ MANUEL RESTREPO

jor de lo que era, lo mismo que la casa del presidente, que se


concluirá en noviembre próximo.
Para ver un pOCOmás del país determiné regresar a Fila-
delfia por lo interior, tocando en Lancaster; era una vía un po-
co más larga y más costosa pero divertida. Ajusté, pues, el stage
que salió a las 5 de la mañana del 19 de septiembre. La ma-
ñana era fría y el terreno por donde íbamos desigual; así los
caballos trabajaban bastante. Todo el día hasta las 4, camina-
mos por un país estéril, la mayor parte cubierto de bosques, de
los cuales habían algunos muy bellos. Las labranzas eran pocas, y
sólo pasamos a la 1 de la tarde por una aldea llamada Francfort.
Está construída en la cima de una colina en que no hay agua
corriente, sin embargo todas las casas tienen su pozo, que eje-
cutan haciendo un hoyo hondo hasta que brota agua; entonces
le hacen una pared circular y le ponen una bomba con la que
extraen el agua siempre que la quieren. Semejante uso fuera
muy útil en nuestras casas y haciendas de la provincia, pues
una bomba cuesta bien poco.
A las 4 y % de la tarde arribamos a York, que es una villa
chica, pero de muy bella situación en una llanura y país bien
fértil. Habíamos andado 48 millas o 16 leguas, porque el stage
anda muy apriesa, y cada 3 o 4 millas remudan caballos. Co-
mimos en York, y a las 5 de la tarde salimos para Lancaster;
a poco cerró la noche que era hermosa y el camino llano. A
las 7 arribamos al río Susquehannah que es muy caudaloso, y
debíamos atravesar. Tiene un puente de madera que aún no está
cubierto, y me aturdió el tiempo que tardamos en pasarlo, que
fue más de ~ de hora. Entonces pregunté el largo que tenía, y
me dijeron que milla y media, es decir, 2.640 yardas. Sentí mu-
cho que fuera de noche para observar este puente, que sin duda
es asombroso. Después me dijeron que el río no era hondo a
pesar de las muchas aguas que recoge, y que el puente estaba
apoyado sobre pilastras de piedra. Debe haber costado mucho
trabajo y dinero.
A uno y otro lado de este río hay dos pequeñas aldeas, de
cuyos nombres no me acuerdo, y la de parte de Lancaster es
muy bonita. Llegamos a esta ciudad a las 10 de la noche, ha-
biendo andado 22 millas desde York. Nos apeamos en el hotel
destinado a los viajeros del stage. Llegué muy cansado y abu-
rrido de viajar sin un compañero, pues como hablaba poco in-
glés costaba dificultad el que me entendieran, así más bien lo
DIARIO DE UN VIAJE DE KINGSTON A NEW YORK 133

pasaba callado. Todos los americanos me tenían por francés, que


hablaba un poco mejor.
Lancaster era la capital del Estado de Pensilvania, pero ha·
biendo crecido mucho su población trasladaron el gobierno a
Harrisburg, pues los americanos no aman las ciudades popu-
losas para la residencia de sus gobiernos, y quieren que éstos
fomenten a las pequeñas. Yo pensaba pasar el 20 en Lancaster,
pero viéndome solo sin diversión ninguna en qué ocupar el día, y
considerando que las ciudades de los Estados Unidos sólo difie-
ren en ser más grandes o más pequeñas, pues las calles, edificios,
etc., son todos bajo de un mismo plan, di por vista a Lancaster, y
determiné partir para Filadelfia el siguiente día. La ciudad me
pareció poco más o menos de 8 a 10.000 habitantes, Y se halla
situada en una hermosa llanura. Las montañas se miran al No:r-
te a mucha distancia.
El condado o Departamento de Lancaster es el más fértil
y mejor cultivado de los Estados Unidos. Allí cosechan cantida-
des inmensas de trigo, maíz, papas y otras cosas semejantes;
crían también bastante ganado, y los caballos son muy buenos.
A uno y a otro lado del camino se miran muy bellas plantacio-
nes, casas que anuncian la comodidad y la riqueza y bosques
lindos. Por debajo están limpios, naturalmente; los troncos son
bien rectos y los rayos del sol apenas pueden penetrar. Como
he dicho los cuidan mucho sus dueños por la grande utilidad que
de ellos les resulta. Las haciendas están divididas en pequeñas
suertes por medio de cercas de madera.
En una de estas haciendas vi arando, arte que los ameri.
canos han adelantado infinito. Lo hacen con caballos que cami-
nan mucho más que los bueyes. El arado es de nueva invención,
el que cada vez que va o viene ara una cuarta de yarda. Voltea
el cespedón la yerba para abajo de modo que siempre se mueve.
Tanto los bueyes como los caballos tiran de los hombrillos. Sería
dilatado hacer una descripción de tal instrumento.
A las 4 de la mañana del 20 de septiembre montamos en el
stage para Filadelfia; el camino es llano, y por lo común exce-
lente, hecho a manera de camellón (turnpike), pero más ancho.
Observé que en los Estados Unidos es una rareza encontrar via-
jeros a caballo, lo mismo que a pie. Todos viajan por tierra, o
en los stages o en carros. Hasta la 1 de la tarde nada hubo
particular a excepción de atravesar un pequeño valle con un río,
una villa y un cultivo aún mejor que el resto de las campiñas
que desde Lancaster hasta Filadelfia son muy risueñas y férti.
134 JOSÉ MANUEL RESTREPO

les. Habiendo arribado a aquella hora a un hotel oímos a poco


tiempo música militar y un gran tropel de gente. Llegó inme-
diatamente, y supimos que llna compañía de caballería y otra
de infantería de la milicia de Filadelfia venían con gran pom-
pa, y oficiales de graduación a poner la primera piedra de un
monumento decretado a la memoria de 60 americanos que en
la guerra de la revolución fueron sorprendidos por los ingle~es
en una colonia inmediata y pasados a cuchillo. Ellos murieron
por la patria '.
El Stage mudó caballos y se detuvo allí mientras pasaba la
procesión militar. Después partió porque todavía nos faltaban
15 millas para llegar a Filadelfia. En efecto arribamos a las
5 de la tarde; entramos por la calle del mercado, pasando el
SchuylkilI por el puente que corresponde a ella. Fui a vivir en
la misma pensión de lVIrs.Dolby. En este día caminamos sesenta
y cuatro millas. La ida a Baltimore me costó por todo gasto,
9 pesos 2 reales, y el regreso, 13 y 5 reales.

SEPTIEMBRE 21
A mi regreso a Filadelfia fui introducido en
HASTA lQ el Ateneo, que es una sala en donde se hallan
DE OCTUBRE. todos los papeles públicos de los Estados Uni-
dos y algunos de Europa. Tal institución es
sostenida por suscripciones de varias personas ricas, y los ex-
tranjeros son admitidos sin pagar nada, siempre que los intro-
duzca uno de los suscriptores. Hay también algunos libros bue-
nos. El ateneo es un gran recurso para un extranjero que no
es negociante, pues allí puede divertirse hasta las 10 de la noche
en que se cierra.
Para los comerciantes es mejor el Café del Comercio o la
Bolsa, en que se reúnen todos los que quieren saber noticias;
allí se saben los barcos que han entrado en el día, su cargamento,
los que han salido, etc. También se encuentran los papeles pú-
blicos que en Filadelfia pasan de ocho gacetas diarias publica-
das, unas por la mañana y otras por la tarde. En todas las ciu-
dades mercantes de los Estados Unidos hay un café de comercio;
allí se venden también licores.
El museo de Mr. Peal en Filadelfia es muy rico. En él se
ven conservados una multitud de cuadrúpedos, aves, peces y
reptiles de todos países y de todos climas. La colección de
aves es muy abundante. También hay minerales y otras muchas
cosas de historia natural. Por la noche lo iluminan con gas, in-
1 Probablemente el autor se refiera a la batalla de Germantown.
DIARIO DE UN VIAJE DE KINGSTON A NEW YORK 135

vención que se ha perfeccionado mucho en los últimos años. La


luz es muy clara, no necesita mecha, y en un momento se ilu-
mina un edificio o se deja obscuro. Sería muy largo entrar en
más detalles. El museo está colocado en la gran sala que fue del
congreso cuando residía en Filadelfia, la que cae a la calle de
Chestnut. Se pagan dos reales por verlo, y no hay extranjero
que no lo visite dos o tres veces. Así el dueño tiene con esto una
renta muy cuantiosa. Vi otros dos museos en New York y en
Baltimore.
Lo que verdaderamente me aturdió es el esqueleto del mam-
mouth, un animal cuya especie se ha perdido. Sus huesos se
encuentran en algunas partes del Norte América haciendo exca-
vaciones. Los huesos y el esqueleto entero que se consiguió ajus-
tar por medio de varillas de hierro, es colosal, me parece que
tendrá de alto tres yardas y acaso algo más. Tiene dos grandes
colmillos que dan una vuelta a modo de cuerno, a quienes no
faltan seis pies de largos y casi una cuarta de diámetro; ellos
caen hacia abajo. Los naturalistas convienen en que el mammouth
era un animal carnívoro, pero no han podido resolver la cues-
tión de ¿ cómo se extinguió su especie y por qué catástrofe? Lo
cierto es que este cuadrúpedo asombra. Yo estuve mucho tiempo
considerándolo, y no pudo menos que excitarme ideas sublimes
sobre la grandeza de las obras del Todopoderoso. En Baltimore
hay otro esqueleto del mismo animal, y con el museo corresponde
igualmente a MI'. Peal.
Por este mismo tiempo y en los meses anteriores, hablaron
mucho las gacetas de los Estados Unidos, de otro animal extra-
ordinario. Tal era una serpiente de mar que se vio repetidas
veces en la bahía de Glóucester en la Nueva Inglaterra, se veía
con la cabeza afuera más de una yarda, la que aseguran era
como la de un caballo. El diámetro del cuerpo de pie y medio, y
el largo según algunos, de cien pies (33 1/3 yardas), otros de-
cían que 70, otros que 50. Aseguran que nadaba con una ve-
locidad estupenda, no permitía que nada se le acercara, pues
se retiraba con señales de ser muy feroz. Se ofrecieron premios
al que la cogiera viva o muerta, pero ninguno de los pescadores
pudo, y algunos que lo emprendieron se retiraron amedrenta-
dos. La serpiente tampoco se ponía a tiro, y creían que nada le
harían las balas si no se conseguía herirla en un ojo. Este es
un animal de que los naturalistas no tenían idea. Sin embargo
con el motivo de la aparición de ésta se ha publicado en París
una memoria por MI'. de la Martiniere, probando que existe
136 JOSÉ MANUEL RESTREPO

la serpiente de mar. En tres meses no había día alguno en que


las gacetas de los Estados Unidos dejaran de contener noticias
acerca de la serpiente. Ella al fin desapareció, y se cree que
fue a la bahía de Glóucester persiguiendo algún cardumen de
peces con los cuales se alimenta.
El resto de este tiempo lo pasé en Filadelfia viendo la ciu-
dad y sus alrededores, y estudiando inglés o leyendo en el Ate-
neo. Las diversiones eran ningunas, porque no las hay públicas
en el verano, en que todas las gentes se retiran al campo. De
noche concurría a la casa de un español, adonde se juntaban
algunos amigos.
Llevando adelante mis ideas de adquirir conocimientos so-
bre algunas artes y manufacturas fui introducido por Mr. Hol-
land que me hacía muchas atenciones, a Mr. Young, un caballero
que tiene una manufactura de paños cerca de Wilmington De-
laware. El tuvo la bondad de ofrecerme una carta de recomen-
dación para un hijo suyo a fin de que la viera y examinara las
máquinas, etc., según me agradara. Así resolví ir a la dicha
ciudad; mas como yo sabía que allí cerca estaban los célebres
molinos y fábricas de Brandywine, correspondientes a los her-
manos Dupont, franceses, busqué una carta de recomendación
para ellos, a fin de verlo todo.
Debiendo yo volver a mi país que se halla sujeto al gobierno
español, en Baltimore fui introducido por un Mr. Barry al cón-
sul de España que era un joven muy amable. El me dio una
carta de introducción para el señor Onis, embajador español en
los Estados Unidos, el que entonces residía en Brístol. Así re-
solví ir a ver a su excelencia antes de partir por Wilmington.
El 29 de septiembre me embarqué a las 5 de la mañana en
el steam-boat que todos los días sube el Delaware para condu-
cir los que van para N ew York, y llegamos a Brístol a las 8.
Después de almorzar en el hotel del steam-boat, que es el más
caro de cuantos vi en mis viajes, pues llevan por el almuerzo
6 reales, y 7 por la comida, visité el lugar que tiene una calle
muy linda sobre el río. A las 11 me presenté al señor Onis, que
me recibió con mucha afabilidad. Hace nueve meses que es em-
bajador; será un hombre de cuarenta y cinco a cincuenta años.
Vi en Brístol una pequeña fábrica para hilar algodón que no
pasaba de 1.500 husos. También unas máquinas para cardar e hi-
lar lana con la mano, las que me parecieron excelentes. A las 3
de la tarde que el steam-boat regresaba a Filadelfia me embarqué
en el mismo que había subido, y llegué a mi casa a las 6.
DIARIO DE UN VIAJE DE KINGSTON A NEW YORK 137

Joseph Bonaparte vive en Burdeu-town cerca de Brístol en


una bella casa de campo, que dicen ha comprado allí en donde
aseguran que se pasa una vida excelente con las riquezas que
tiene. También hay en Filadelfia una casa suya, adonde vive en
el invierno; deseaba conocerlo pero no se proporcionó ocasión.
El 2 de octubre a las 3 de la tarde partí para Wilmington
Delaware. Iba en el steam-boat que va todos los días a aquella
ciudad. Nada particular me ocurrió en la navegación, y llegué
a las 9;4 de la noche, que era obscura. La marea fue muy fuer-
te y contraria, lo que retardó un poco el viaje. Pasé la noche
en un hotel.
Al siguiente día 3, habiendo alquilado una calesa, me tras-
ladé a Brandywine que está a 4 millas de Wilmington, a la
factoría de Mr. Young. Habiendo entregado la carta de su padre
a Mr. William young, me mostró la fábrica. Es muy hermosa
y las máquinas excelentes, pero muy costosas, pues con los edi-
ficios no baja su valor de 70.000 pesos. Aquí lo que se fabrica
principalmente son casimires.
Conocí que era imposible entender todas las máquinas y ope-
raciones si no hacía muchos viajes o vivía cerca de la fábrica.
Viniendo de Wilmington me costaba cada vez por lo menos doce
reales. Empeñé, pues, a Mr. Young para que me buscara una
posada en las inmediaciones a fin de pasar allí quince días e
ir todos a la manufactura. Aquel regresé a Wilmington, y sa-
biendo que en el hotel adonde vivía me llevaban dos pesos dia-
rios, busqué el mismo día una pensión. La hallé en donde Mr.
GiIlis en que me dieron un cuarto solo aunque pequeño, lleván-
dome cinco pesos por semana.
El 4 conocí a Wilmington que es una pequeña ciudad co-
rrespondiente al Estado de Delaware. Tendrá, poco más o me-
nos, 4.000 habitantes, y será de 300 a 400 casas. Está situada
sobre un brazo del río Delaware por donde entran hasta ber-
gantines. Parte de la ciudad se halla sobre una colina que do-
mina el río, y desde las casas se miran todos los barcos que
suben y bajan el Delaware. Wilmington es célebre por la mul-
titud de fábricas que se han construído en el río Brandywine;
él es chico, pero bajando precipitado han podido sacar muchas
acequias para mover los molinos o grandes ruedas que dan im-
pulso a las máquinas. En la inmediación de la ciudad están cinco
o seis molinos de trigo que es un paseo muy lindo. Situados so-
bre el río, y en el lugar hasta donde llega la marea los barcos
que vienen cargados de trigo arriman a los molinos, y con má.
138 Jost MANUEL RES'rREPO

quinas los descargan en un momento. Los barriles de harina


caen también adentro con la misma facilidad. El trigo se limpia
o muele, y la harina se cierne y cae en el lugar en que se em-
barrila, todo sin más que el movimiento comunicado por el agua
a varias máquinas. El orden es complicado, y un molino de es-
tos cuesta de 15 a 20.000 pesos. Mas sólo se necesitan dos peones
o tres, y hay algunos que en una semana dan 30 a 40 barriles
de harina diarios. Cerca de tales molinos hay muchas fábricas
de toneles.
El 8 volví a la fábrica de Mr. Y oung; supe que no había
allí cerca, esperanza alguna de posada. Esto me fue muy sen-
sible, pues veía frustradas mis esperanzas de estudiar las má-
quinas y operaciones de las manufacturas. En el mismo día Mr.
William Young me introdujo con el hijo de Mr. Víctor Dupont
que vive allí cerca. Vi la manufactura de paños de su padre y
que es muy extensa, y en que actualmente fabrican muchos casi-
mires para el ejército de los Estados Unidos. Enfrente y al po-
niente del Brandywine hay otra fábrica que es de pólvora, y
que yo no vi porque el dueño es reservado en mostrarla. A la
tarde regresé a mi posada.
La situación de Wilmington me había agradado lo mismo
que la posada en que estaba, por lo cual determiné pasar allí
el mes de octubre. De día paseaba cuando estaba cansado de
estudiar, y por la noche me ocupaba en leer inglés, en traducir,
etc., pues jamás salía de mi casa; Mr. Gilles, el dueño de la pen-
sión en que vivía, me daba también por la noche algunas leccio-
nes de leer inglés; él mismo me buscó un comerciante que co-
rregía mis composiciones y traducciones del español al inglés.
De esta manera empleaba el tiempo útilmente. Hice tres viajes
más a ver y observar las fábricas de Brandywine, pero al fin
conocí que ya no les agradaba, y que no querían decirme todo
lo que yo deseaba saber a pesar de las cartas de recomendación
que tenía. La reserva es muy común a todos los artistas que no
quieren enseñar su arte, si no es por mucho dinero. La prueba
de esto es que en la fábrica de Mr. Dupont había un tintorero
francés muy bueno; habiéndole propuesto que me diera algunas
lecciones, por el espacio de una semana, me pidió trescientos
pesos por enseñarme aquel tiempo; aunque yo deseaba mucho
aprender la tintura que ha hecho progresos estupendos en los úl-
timos años, aquella suma me asustó y desistí de mi proyecto.
En uno de estos viajes a casa de Mr. Dupont conocí al ma-
riscal Grouchy que fue tan célebre en tiempo de Bonaparte, y
DIARIO DE UN VIAJE DE KINGSTON A NEW YORK 139

que después de su caída se ha retirado a vivir en Filadelfia.


Comió allí con un hijo suyo habiendo yo también sido de la
compañía.
En las cercanías de Wilmington visité las fábricas de papel
de los dos hermanos Gilpin. Son establecimientos muy extensos
sobre el Brandywine que pueden haber costado más de tres-
cientos mil pesos. Este río es también célebre por la batalla de
su nombre que perdió Washington contra los ingleses.
Sin embargo de que Wi1mington es una ciudad pequeña
tiene dos gacetas cada semana, tres imprentas, varias librerías
de venta y tres Bancos por el papel moneda que corre.
La mayor parte de los habitantes de Wilmington son cuá-
queros; aunque hay una capilla católica romana, todavía no es-
tá concluida. Por este motivo los domingos iba yo a las iglesias
protestantes, para tomar conocimiento de sus ceremonias. En
. general la moral que predican es muy pura y se reduce a la
del Evangelio. Inculcan mucho el que se lea y estudie la Biblia.
Por el último tiempo del mes de octubre, ya yo entendía la ma-
yor parte de los sermones predicados en inglés. Dos veces asistí
a la congregación de los cuáqueros; en la una oí predicar hora
y media a una mujer; esta secta no tiene sacerdotes, y lleva
que las mujeres pueden ser ministros de la palabra divina, lo
mismo que los hombres, cuando se sienten inspiradas por el Es-
píritu Santo. Por lo general en ninguna de las iglesias a que
asistí se predica sobre sus dogmas, y todo lo que escuché fue
sobre la Biblia y el moral del Evangelio.
Como en Wi1mington hay varios tejedores yo iba casi todos
los días a observar sus máquinas y a conocer los nombres que
se les dan en inglés. Lo mismo ejecutaba con las tenerías y
zurradores, artes que se hallan muy adelantados en el Norte
América. Luégo que regresaba a mi casa apuntaba cuanto había
visto o aprendido que fuera útil; en esto empleaba gran parte
de mi tiempo. También en recibir lecciones de francés en la
casa, pues allí vivía uno que me propuso que él me daría lección
de francés y que yo le enseñaba español. Así 10 hice y con
semejante método adelanté bastante en la pronunciación. Igual-
mente hice en Wi1mington algunos progresos en el inglés; a fin
de octubre ya yo me hacía entender y entendía una conversa-
ción acerca de cosas comunes.
La temperatura de Wi1mington en el mes de octubre era
en extremo agradable; los días que caían escarchas eran fríos,
poco más o menos como en Santafé, y los demás como el clima
140 JOSÉ MANUEL RESTREPO

de Rionegro. Con las escarchas los árboles comenzaron a perder


sus hojas, y en 30 de octubre ya todos ellos estaban desnudos
y principiaban a excitar las ideas melancólicas del invierno.
Debiendo yo regresar a Jamaica en el mes de noviembre, y
habiendo llenado en lo posible las miras que me habían llevado
a Wilmington, determiné volver el 2 de noviembre a Filadelfia.
Me embarqué, pues, en el steam-boat a las 7112 de la ma-
ñana de este día; la marea fue muy fuerte y en contra, así no
llegamos a Filadelfia hasta las 3 de la tarde. Ya comienza a
hacer bastante frío y es preciso usar de fuego para calentarse.
N o vi en Chester el navío Franklin; hacía quince días que se
hizo a la vela para Norfolk; tomará allí a Mr. Rush que va de
embajador extraordinario a Londres. Dicen que es el primer
navío americano que entrará en los puertos de Inglaterra. Des-
pués debe seguir al Mediterráneo a relevar el Washington que
regresa a los Estados Unidos. Yo volví a la pensión de Mrs.
Dolby.

NOVIEMBRE 3 Mi primer cuidado luégo que llegué a Filadelfia


HASTA 30. fue buscar un maestro que me diera lecciones
de inglés a fin de adelantar más; solicité uno
que me tuviera en su casa porque este era el mejor método de
hacer progresos; mas no pudiéndolo hallar con tales cualidades
tomé otro llamado Mr. Laffita, español de origen, pero criado
en los Estados Unidos. Hablaba muy bien ambas lenguas, y en
todo el mes que me dio lecciones adelanté bastante. Me llevó
diez pesos.
Otro de los ramos en que yo deseaba recibir algunas lec-
ciones prácticas era de tintura. Así recorrí varios artistas que
la ejercían en Filadelfia con nombre, pero todos se excusaron,
aunque les ofrecí pagar su trabajo. Esto proviene de que son
muy celosos de su arte, y no quieren enseñarla porque juzgan,
pueden disminuirse sus ganancias.
Deseaba también aprender algo de química, al menos lo ne-
cesario para entender los libros que tratan de la tintura. Hice
hablar a un maestro célebre para que me diera lecciones pri-
vadas, y dijo que sólo tenía tiempo para las públicas y que era
muy corta mi residencia en Filadelfia para aprender algo que
me pudiera ser útil. Así tuve que renunciar a mis ideas de apren-
der la tintura, práctica y especulativamente.
Fui más feliz acerca del modo de fabricar los tafiletes de
colores, que son tan usados en la Europa y en los Estados Uni.
DIARIO DE UN VIAJE DE KINGSTON A NEW YORK 141

dos. Hallé un fabricante que me permitió ir a su manufactura


a observar todas las operaciones, pagándole sí este favor. Dis-
tribuía, pues, mi tiempo en el estudio de semejante arte, en el
inglés y algunos otros ramos.
Sin embargo la asistencia a la fábrica de tafiletes me hizo
daño. Como el 8 de noviembre caían ya fuertes heladas de con-
gelar por la noche el agua, estuve por la mañana de este día
en una pieza adonde había fuego. Salí de allí al frío hallándome
sin interior de lana, y en el momento me constipé. Por la noche
me dio alguna calentura y tos muy fuerte; sin embargo tenien-
do apetito y deseando aprovechar el tiempo, continué yendo a
la fábrica mencionada, y saliendo a la calle, mas tomé algunos
medicamentos que me aliviaron un poco, aunque siempre que
salía el aire frío me excitaba la tos.
El 12 ajusté mi pasaje para Kingston de Jamaica en el ber-
gantín Cephir, capitán Lundston. En el mismo debía embarcarse
Mr. Piexotto, el judío con quien fui a New York, el que regre-
saba a Kingston con su familia que se hallaba en Filadelfia. El
pasaje lo ajusté en 40 pesos, y Piexotto quedó de poner el ran-
cho por cincuenta. El bergantín se hará a la vela del 25 al 30
de este mes, época en que todos mis negocios estarán concluídos.
A mediados de noviembre llegó a Filadelfia el canónigo
doctor Pey, arcedián de Santafé, y el doctor don Cecilio de Cas-
tro, clérigo de Ocaña. El señor Morillo los enviaba para España
como insurgentes a la altura de las Azores o muy cerca de las
costas de la península; fue tomado el barco por un corsario de
Buenos Aires, adonde dirigió la presa. Estuvieron, pues, en el
mar cerca de tres meses, pasando muchos trabajos y robados
de cuanto tenían. Al fin falto el barco de provisiones arribó a
Portsmouth en donde tuvieron la fortuna de que los echaran a
tierra. Allí pasaron muchos trabajos sin entender el inglés ni
ser entendidos hasta que hicieron poner en la gaceta un artículo
inquiriendo si había alguno que los conociera. Felizmente llegó
a noticia de don Antonio Castillo, natural de Santafé que se
hallaba en Filadelfia y les escribió que se vinieran a esta ciudad
ofreciéndoles lo que necesitaran, acción generosa y que le hace
mucho honor. Los señores Pey y Castro, lo mismo que don An-
tonio Castillo y su hermano don José María con otro caballero
natural de Caracas llamado don Bernardo Castillo, han ajustado
pasajes en el Cephir. Así tendré sociedad pero iremos incómo-
dos porque hay 16 pasajeros.
142 JosÉ MANUEL RESTREPO

Es singular él objeto que principalmente condujo a Fila-


delfia a don Antonio Castillo; fue a imprimir la vida de una
monja su tía, llamada la Madre Francisca, y escrita por ella
misma en el siglo pasado. Ya se puede considerar lo que podría
escribir una monja que se crió y vivió en Tunja a la mitad del
siglo 19. Anécdotas miserables de convento contadas en un es-
tilo bajo, llenan más de 300 páginas; pero la familia de la mon-
ja tiene pretensiones de que fue santa, y que la tal obra le hace
honor.
En este mes de noviembre se abrió en la Universidad mé-
dica de Filadelfia el curso de lecciones que en el invierno dan
los maestros de los diferentes ramos. Hay siempre una, dos o
tres lecciones de apertura, a las que asisten hombres y mujeres,
y las dan con mucha magnificencia. Yo asistí a dos de' Filosofía
natural. En estas lecciones previas exponen los maestros las
materias que pretenden enseñar a fin de atraerse discípulos,
Cada uno de ellos les paga desde cinco hasta diez pesos porque
unos llevan más que otros por los tres meses de invierno. Así
los maestros, tanto en artes como en ciencias son pagados por
los discípulos, y no por el público. Mas todo el que paga puede
estudiar lo que mejor le agrade.
Filadelfia está llena de estudiantes, principalmente de me-
dicina, pues su universidad es muy célebre y un bello edificio.
Son tantos los que estudian esta facultad que me aseguraron
había maestro que ganaba al año de 8 a 10.000 pesos. Los pro-
fesores se nombran por los miembros de la Universidad men-
cionada.
Semejante método de enseñanza pagándose los maestros por
los discípulos es excelente, pues sabemos que las rentas públicas
son difíciles para fundarse; ellas se pierden siempre y los ca-
tedráticos están mal pagados. En los Estados Unidos los discí-
pulos pagan adelantado. En Filadelfia apenas hay arte o ciencia
de que no se encuentren maestros que anuncian en las gacetas
lo que piensan enseñar y lo que llevan.
Teniendo todavía algunas dudas acerca de ciertas máquinas
en las manufacturas de lanas, como también sobre la tintura, y
sabiendo que en Germantown había una muy buena correspon-
diente a Mr. Fisher, solicité una carta de introducción para este
caballero, y el 25 a las 10 de la mañana partí en el stage para
dicha ciudad. Está al norte de Filadelfia y a seis millas de dis-
tancia. Los alrededores son muy bellos hacia aquella parte, y
están muy cultivados en el camino de Germantown. Dicha ciudad
DIARIO DE UN VIAJE DE KINGSTON A NEW YORK 143

es sólo de una calle de más de una legua de larga. Sus habitantes


son casi todos de origen alemán; allí se fabrican muchas telas,
principalmente medias de lana finas.
Tuve la desgracia que Mr. Fisher no estaba en su fábrica
ni tampoco alguno de sus compañeros; sin embargo vi y observé
la manufactura que es de paños y muy extensa. El batán y
casa de tintura están por separado; el director de ésta me pro-
metió que pagándole me daría principios prácticos; pero debien-
do partir muy pronto para Jamaica no me determiné a recibir
semejantes lecciones. La fábrica dista muy poco de la ciudad
en donde hay posadas para vivir, así con mucha comodidad hu-
biera podido aprender allí la tintura. A las 2 de la tarde que
reg¡'esé a la ciudad de la manufactura, ya el stage había pasado
para Filadelfia y yo no tenía en qué volver. N o había más
recurso que dormir en Germantown o venir a pie. Me resolví a
lo último, pues la tarde y el camino eran muy buenos. Salí
después de comer a las 3 de la tarde y caminé bien aprisa. cada
cuarto de hora una milla; arribé a Filadelfia a las 5 cuando
estaba obscureciendo, y anduve dos leguas. Tenía esperanzas
que el ejercicio me cortara el constipado que aún me dura.
En estos mismos días compré algunos libros sobre artes y
manufacturas, los que juzgo me serán útiles en lo venidero;
empleé en ellos cincuenta pesos.
Acercándose ya el término de mi viaje, me parece oportuno
dar algunas

Noticias generales sobre los Estados Unidos.


Todo el mundo sabe que en 1774 en que los Estados Unidos
hicieron revolución, tenían dos y medio millones de habitan-
tes. En 1810 que se hizo el último censo ascendía ya la población
a siete millones y medio; todos creen que cuando se repita el
censo en 1820, resultarán más de nueve. Está averiguado que
cada veinte años la población se duebla.
La emigración que viene de Europa a la América del Norte
es asombrosa. En cinco meses que yo residí en los Estados Uni-
dos llegaron a Filadelfia solamente más de 2.000. La mayor
parte de ellos son aleman~ holandeses y de Irlanda. Ellos se
obligan a servir cierto tiempo para satisfacer su pasaje. Los
artistas y labradores que vienen de este modo hacen por lo co-
mún grandes fortunas en los campos y en los talleres. El jor-
nalero gana por lo menos un peso diario; así es evidente que
144 JosÉ MANUEL RESTREPO

aún todavía no pueden prosperar las manufacturas ni sufrir la


concurrencia con los ingleses, adonde los jornales son baratos.
En lo interior del país, y. sobre todo en los nuevos Estados
del Occidente, hay muchas y excelentes tierras que se venden a
bajo precio; por este motivo la población y los emigrados dia-
riamente se trasladan hacia dichos puntos, que se pueblan con
una rapidez estupenda. Los Estados de Kentucky, Ohio, Misisipí,
Luisiana y otros ven todos los días innumerables familias que
del Este y de la Europa vienen a cultivar sus fértiles campiñas.
Como todos los frutos salen embarcados por el río Misisipí, Nue-
va Orleans que es el almacén general del Oeste, vendrá a ser
dentro de poco la primera ciudad de los Estados Unidos. La
compra que su gobierno hizo a Bonaparte de la Luisiana ha au~
mentado tanto el poder y recursos de los americanos, que ellos
dicen que después de conseguir su independencia y darse una
constitución, no hay otro suceso en su historia política que pue-
da compararse con la adquisición de la Luisiana.
El gran proyecto que ahora tiene el gobierno general es
comprar las dos Floridas a España. Este es el asunto de todos
los círculos políticos. Ellas son de la mayor importancia para
los americanos, cuyo terreno las rodea por todas partes. Tienen
las más fundadas esperanzas de conseguirlo por negociaciones.
El gobierno de los Estados Unidos también extiende su te-
rritorio comprando tierras a las tribus de indios que habitan
al Occidente, y en lo interior de los estados Unidos. Anualmente
hace grandes adquisiciones, y los indios se van retirando de sus
fronteras. Después vende el gobierno las tierras a los colonos,y
las ventas constituyen una renta bien productiva. En 1816 as-
cendió a un millón de pesos.
Aunque no pude conseguir una estadística exacta de los Es-
tados Unidos, por el mensaje del presidente al congreso que se
reunió en diciembre de 1817 sé que las rentas del gobierno
general ascienden a 24 millones de pesos, y los gastos a 19, de
modo que anualmente quedan de 5 a 6 millones para la extin-
ción de la deuda nacional que no es muy crecida.
En casi todos los Estados Unidos 10 que corre en la circu-
lación es papel moneda emitido por los bancos; éstos existen has-
ta en los más pequeños lugares, habiendo muchos con diferentes
denominaciones en las grandes ciudades. Su papel se recibe a
la par en los que están acreditados, pero hay muchos de las
ciudades chicas que para reducirse a numerario tienen que per-
der hasta un 5%. El Banco de los Estados Unidos, en que tiene
DIARIO DE UN VIAJE DE KINGSTON A NEW YORK 145

parte el gobierno general, es de los más célebres, y aseguran que


gira más de 30 millones de pesos de capital. Los Bancos son
muy cómodos. Los Bancos son muy cómodos para el comercio
y para los extranjeros. En ellos. deposita todo el mundo su di-
nero; el Banco corre el riesgo, lleva una cuenta exacta, y se 10
da a uno cuando y del modo que lo quiere.
La casa de moneda de los Estados Unidos está en Filadelfia.
Es poco costosa, y las máquinas muy sencillas y de gran perfec-
ción..Acuña águilas de medio peso; reales de diez céntimos, de
los cuales diez componen el peso y una moneda de cobre que lla-
man céntima, y que cien valen un peso. Así en el comercio lo
que se usa son pesos y céntimas, diciéndose por ejemplo "esto
vale tantos pesos y tantas céntimas". Semejante. método facilita
infinito los· cálculos, pues todo el mundo sabe que el sistema de
decimales es el más sencillo.
Nuestras onzas de oro sólo valen 15 o 15% pesos. 'Corre
toda la moneda española de cordoncillo de plata por el mismo
valor que nosotros le damos, y por los fuertes se paga un premio
de tres por ciento.
El ejército de los Estados Unidos es en este año de 8 a
10.000 hombres, por ser tiempo de paz. Aseguran que la milicia
asciende a un millón de hombres. Ella ha dado pruebas de valor,
principalmente contra los ingleses en Nueva Orleans. Yo juzgo
i que son excelentes tiradores, porque todo el mundo ama la caza;
I mas no sé qué tan instruí dos se hallaron los milicianos en las
evoluciones militares. Lo cierto es que en cinco meses que he per-
manecido en el Norte América jamás he visto que la milicia se
reúna a hacer el ejercicio, cuando en Jamaica apenas hay se-
mana en que no se vea maniobrar un batallón 'de milicias.
El presidente y demás miembros. del gobierno general re-
siden en Washington, capital de los Es~!los Unidos. Los. miem-
I

bros del congreso van allí 801amentecuanQo éste se junta en los


meses de diciembre, enero y febrero. El presidente ha hecho este
I

\ año un largo viaje que comenzó (juzgo que en junio) por el


, Estado de New York, siguió a la Nueva Inglat~rra o Estados
I del Este; después. continuó a visitar las fronteras por el lado
del Canadá y los Lagos. Dicen que llevó ingenieros para levan-
, tar planos y proyectar fortificaciones que ~an a erigirse en
aquella frontera. El presidente llama James. Monroe, hombre
muy popular, de grandes luces y talentos políticos; él ha con-
. seguido apaciguar los partidos terribles que se suscitaron en la
última guerra con los ingleses, los que estuvieron a punto de
Autobiografía-lO
146

causar un cisma. en la Confederación, separándose los EstadóS


del Norte de los del Sur.
Todo el mundo sabe que en los Estados Unidos es permi-
tido ellíbre ejercicio de todas las religiones sin que haya alguna
dominante. Sin embargo de esto, ninguno aborrece a otro porque
juzgue que es hereje, tratándose y amándose todos los miembros
de distintas creencias como hermanos y prójimos. Si esto no se
viera realizado tendría dificultad para creerse. Por consiguien,-
te jamás en la sociedad se trata de religión~ viviendo cada uno
pacíficamente en la que le inspiran sus p~dres.
Lo mismo sucede en cuanto a los partidos políticos; en los
papeles públicos se ve mucho encarnizamiento pero me aseguran
que no pasan al trato privado. Muchas veces son amigóS dos
individuos que con la pluma parecen muy enemigos. Esto se
me hace difícil.
A las épocas de elecciones cada partido político quiere que
el candidato sea de los suyos. Los miembros que lo componen
se juntan y deciden por quién han de votar, por ejemplo, los
federalista s, y lo mismo hacen los republicanos y demócratas.
Los meses de agosto, septiembre y octubre fueron en el Estado
de Pensilvania de una guerra cruel sobre la elección de gober-
nador, que es allí un puesto de grande importancia. Las gacetas
no hablaban de otra cosa. Los candidatos o personas escogidas
eran un tal Mr. Findlay y otro Mr. Heister; parece que aquél
era de los demócratas, y éste, de los federalistas. A cada uno
le sacaron cuantos defectos y virtudes había tenido en su vida.
Al fin en octubre se hizo la votación de todos los padres o ca-
bezas de familia, que ganó Findlay por 7.000 votos. Entonces
todo el mundo calló obedeciéndole como a jefe.
Los partidos principales que hay en el gobierno son los
federalistas y republicanos o demócratas. Jamás pude compren-
der bien la verdadera diferencia que tienen. Parece que los fe-
deralistas se inclinan un poco a la aristocracia, y los otros a
la democracia. Los gobernantes desde Jefferson han sido todos
republicanos, y los otros anteriores federalista s, incluso Wash-
ington. En el congreso hayal presente una mayoría de fede:ra-
listas, y en la cámara de representantes dominan los repu-
blicanos. Dentro de poco tiempo serán éstos superiores en todos
los ramos del gobierno.
Los Estados Unidos son veinte en la actualidad. Hay 40
senadores y 180 representantes en el congreso. Al tiempo de la
revolución las provincias eran trece. Por lo común la l'-6Sideneia.
DIARIO DE UN VIAJE DE KINGSTON A NEW YORK 1~7

de los gobernadores está fijada en ciudades pequeñas de lo in-


terior, con dos objetos: el primero, de fomentarlas, y el segun-
do, de libertarIes de las intrigas y comprometimientos en que
los ponen el influjo de los ciudadanos ricos que hay en las
grandes ciudades.
La falta del idioma y de mucho trato con los habitantes de
los Estados Unidos, no me dejan pronunciar un exacto juicio
acerca de las costumbres públicas; algunos juzgan que ellas son
corrompidas, pero yo pregunté a varios individuos, y todos me
dijeron que en lo general eran buenas, tanto en hombres como
en mujeres, sin embargo de las grandes ciudades como en todo
el mundo, hay corrupción y mala fe. Lo que sí puedo decir, es
que hay poco ladrón. En todas las tiendas ponen algunas telas
en la puerta y contra la pared de la calle sin que jamás haya
alguno que se las robe. También he visto bosques de maderas
bellísimas en las goteras de las ciudades. Los dueños cortan ár-
boles y reduciéndoles a leña la dejan secar a la vista de todo
el mundo. Sin embargo nadie se la roba ni corta un árbol a
pesar de que los montes se hallan algunas veces sin cerca nin-
guna. ¿Sucedería esto en nuestras villas y ciudades? Además,
siendo los Estados Unidos un país nuevo adonde la clase de
jornaleros es bien pagada, y todo el mundo que sea industrioso
encuentra en qué ocuparse, es evidente que las costumbres pú-
blicas deben ser buenas.
En las ciudades populosas y mercantiles el lujo se ha au-
mentado mucho, y por consiguiente ha. de crecer la corrupción.
Esta debe minar al fin el gobierno republicano según lo han
vaticinado algunos políticos.
En ninguna de las ciudades de los Estados Unidos se en-
cuentran mendigos por las calles. Ningún ciudadano da limosna
al que pueda trabajar, y los que no se hallan en aptitud de
hacerla son mantenidos en hospicios que hay en casi todas las
ciudades de alguna población.
La marina de los Estados Unidos crece con mucha rapidez;
en el año de 1818 tendrán nueve marinos de línea, doce fraga-
tas y otros muchos buques pequeños, todos de excelente cons-
trucción, y que maniobran según ellos, mejor que los ingleses.
La prueba es que en la última guerra siempre que se batieron
dos buques con fuerzas iguales, salió victorioso el americano.
Este juzga que si hay otra guerra conseguirá abatir el orgu-
llo inglés.
148 JOSÉ MANUEL RESTREPO

Entre los buques de los Estados Unidos es muy célebre la


fragata de vapor. Ha sido'construída bajo los mismos principios
que los steam-boats. Dicen que tiene cinco pies de espesor y
que ninguna bala puede traspasar su grueso. Monta veintidós
cañones de a 36, y en el caso del combate puede arrojar sobre
el barco enemigo ochenta toneladas de agua caliente en cada
minuto. Por esto no podrá jamás ser abordada. Semejante má-
quina fue construida en New York para atacar en tiempo de
calma los navíos ingleses que bloqueaban su puerto en la últi-
ma guerra; apenas se había concluido cuando se hizo la paz.
Aseguran que costó 400;000 pesos. Yo la vi y estuve a su bordo
en el arsenal que se halla en el río Eart. Es máquina asombro-
sa, y sin duda ningún navío podría defenderse de ella en tiempo
de calma. Dicen que van a construír otras tres. Su director fue
Fulton, el inventor de los steam.boats.
Cualquiera que viaja en los Estados Unidos ve por toda
parte reinar la abundancia, la paz y la felicidad. Todos los
años se erigen nuevas ciudades, se abren caminos, se desmontan
terrenos incultos, se ahondan canales y se transforma la faz
de sus provincias.·Los buques americanos llenan los·puertos de
todas las naciones, y en menos de cuarenta y cinco años han
.fundado un imperio colosal. De aquí se infiere que los princi-
pios de su gobierno deben ser excelentes. Como el objeto .de
mi viaje era otro, yo no los profundicé, así me es imposible
desenvolverlos,lo que tampoco permiten las circunstancias. Con-
tinuaré, pues, el diario gue había interrumpido.

DICIEMBRE 19 El 19 de este mes llegó sin ql.Je.el capitán del


. HA,STA 28. Cephir asignara día. para. hacerse a la vela. En
él prometió que saldría sin falta el 11 del co-
rriente, pues el invierno entraba ya. Mis deseos de partir eran
muy ardientes, porque el frío me sentaba mal y me era muy in-
cómodo.El constipado me seguía con la misma fuerza, y aun se
aumentaba siempre que salía a la calle; algunos me decían que
permaneciera en la cama, pero teniendo diligencias que prac-
ticar en la calle, .me era imposible. Fuera de esto yo no creía
que me fuera peligroso, y esperaba que embarcándome luégo
que llegara a país templado, me alentaría.
En el día citado fui a conocer el teatro de Filadelfia que
es muy bello e iluminado con gas. Los actores y actrices me
parecieron que representaban bien. Cuesta un peso la entrada
y asiento. Dos días antes había estado en el circo de volatines
DIARIO DE UN VIAJE DE KINGSTON A NEW YORK 149

de a caballo. Ejecutaron cosas bastante buenas, principalmente


una mujer que bailó en la cuerda floja e hizo a caballo varias
pruebas que merecieron aplausos. El precio de entrada y palco
era también de un peso. El sereno de estas dos salidas por la
noche me hizo bastante daño al pecho, pues todo el mes de no-
viembre había permanecido en mi cuarto por la noche.
El 1Q de diciembre o poco antes, me cogió en la calle una
nevada, la primera que yo veía. La nieve cae como plumas o
pelusas menudas que vuelan por el aire, pero a veces muy den-
sas, y en poco tiempo cubren la tierra tres, cuatro o más pul-
gadas. El frío es muy intenso cuando neva y suele caer con
mucho viento.
Todas estas causas reunidas, y el no haberme vestido bien
abrigado desde los primeros hielos contribuyeron a agravar mi
constipado de que yo no hacía mucho caso a pesar de que tenía
miedo a la consunción o tisis de que dicen. mueren lo menos
una sexta parte de los habitantes de Filadelfia y New York.
Según los médicos esto proviene de las variaciones tan repen-
tinas de la atmósfera y del poco abrigo de las mujeres que en
todos los países prefieren estar a la moda, al abrigarse y vivir
con salud.
El 5 de diciembre salí por la tarde con Un frío intenso a
ver algunas cosas para mi viaje; cuando regresé a la posada a
las 6 de la tarde, me hallé con muy poca gana de cenar, lo que
ejecutábamos a las 7. Concluída me 'retiré a mi cuarto y me
puse a escribir, mas el frío que yo atribuía al tiempo de in-
vierno se aumentó mucho y conocí que era de enfermedad, pues
no se quitaba a pesar de que me calentaba en el fuego. Así
estuve desesperado hasta las 9 de la noche en que me entró
calentura; antes de acostarme recibí un baño de pies; la noche
fue horrible; casi nada dormí y la calentura me hizo desvariar
en toda ella. Sentía dolor en el pecho y bajo las últimas costillas.
El 6 me levanté un poco aliviado. En la misma casa vivía
un médico llamado el doctor Malcom a quien hice llamar. Me
halló levantado a las 9; dijo que no tenía calentura pero que
era muy probable que entrara de nuevo, y que sin duda la en-
fermedad provenía del constipado. A las 11 me dió un destemple
corto a que se siguió calentura, aunque no tan fuerte como la
noche anterior. A las 4 de la tarde dijo el médico que era pre-
ciso sangrarme y ponerme un cáustico en el pecho para que se
me aliviara. Así se hizo a las 5, y durante la sangría que fue
150 .JosÉ MANUEL RESTREPO

de una libra me vino vómito y expeIí mucha bilis. La noche


fue bien mala.
Mi situación era harto triste lejos de mi familia, con pocos
amigos y principiando una enfermedad que sin duda era grave.
Una de las cosas que más me incomodaba era pensar que acaso
el Cephir se iba para Jamaica sin yo poder embarcarme. Sin
embargo de todas estas consideraciones, acostumbrado ya a su-
frir la adversidad, me resigné en 10 que dispusiera la Provi-
dencia. Tenía la fortuna de que muy cerca de mi posada vivían
los dos señores Castillos con los doctores Pey y Castro, que eran
mis paisanos, y juzgaba que me atenderían como en efecto lo
verificaron durante el curso de mi enfermedad.
La noche fue mala con mucha calentura. Tenía la incomo-
didad de que no había quién me diera las medicinas, pues la
dueña de la casa tenía apenas una criada. La cabezay el pecho me
dolían bastante. En el curso del día 7 el cáustico del pecho
levantó, y me hicieron otras muchas medicinas, pero la fiebre
seguía con la misma fuerza aunque sin perturbarme en nada
el conocimiento. En la noche algunos caballeros americanos que
vivían en la misma posada determinaron acompañarme, y así lo
ejecutó uno, acción que me causó mucha gratitud, y otro hizo
igual cosa la noche siguiente que fue domingo 9 de diciembre.
En este día la enfermedad fue lo mismo que el anterior. Yo
sentí dolor en el lado izquierdo que llegaba hasta el espinazo;
el médico, pues, resolvió poner otro cáustico sobre la parte ado-
lorida. Lo trazó grande, y a poco levantó porque las cantáridas
eran muy frescas. Este me causó un gran tormento y en seis
días no me dejó acostar por aquel lado. El 9 busqué una mujer
inglesa que me cuidara, la que me salió excelente y gastó mu-
cho esmero conmigo.
El doctor MaIcom viendo que la enfermedad no cedía aún
después de haberme aplicado todos los remedios de la medicina,
me propuso que si quería que él llamase otro médico amigo suyo
para que ambos me asistieran. Convine en ello, y el lunes 1Q
trajo al doctor Park que tenía a su cargo el hospital de Fila-
delfia. Determinaron de común acuerdo, que debían hacerme
sangrar otra vez sacándome ocho onzas, lo que se verificó inme-
diatamente.
Ambos médicos eran de sentir que permaneciendo en aquel
clima acaso seguiría enfermo todo el invierno, y que yéndome
a un temperamento templado o caliente me alentaría pronto.
Todavía el Cephir no había seguido para Jamaica, y yo deseaba
DIARIO DE UN VIAJE DE KINGSTON A NEW YORK 151

con ansia embarcarme en él. Así pregunté a los médicos si en


el estado en que me hallaba sería posible navegar. Ellos dijeron
que si había un buen camarote adonde estar abrigado, podría
seguir a Kingston aunque con algún riesgo. Mas como en el
barco mencionado venían 16 pasajeros, entre ellos cinco o seis
mujeres, yo juzgaba que no se hallaría lugar a propósito para
un enfermo. Supliqué, pues, al doctor Ma1comque fuera a bordo
y examinara el buque. Habiéndolo verificado me dijo que estaba
muy incómodo y que arriesgaba a morirme si me embarcaba.
Entonces renuncié a las esperanzas de mi viaje porque el Cephir
debía hacerse a la vela el 14 como en efecto lo verificó, y juzgué
perdidos los 50 pesos que Piexotto había empleado de mi cuenta
para rancho.
Este caballero se portó muy bien conmigo. La víspera de su
viaje me entregó 150 pesos que yo le había pedido prestados pa-
ra devolvérselos en Kingston. Cuando caí enfermo tenía apenas
unos 80 pesos para pagar mi pasaje y gastar los pocos días que
juzgaba permanecería en Filadelfia. Sin el favor de Piexotto ¿ qué
trabajos no habría pasado en un país extraño y sin dinero? Ade·
más él previno a su corresponsal que si yo seguía enfermo y
necesitaba dinero bien podía dármelo. Piexotto me había conocido
en Kingston y estaba persuadido que en el momento de que
mi cuñado Montoya recibiera la noticia o libramiento mío sería
reintegrado. Con todo le viviré siempre agradecido.
La fiebre y demás síntomas continuaron lo mismo hasta el
14 por la noche; el 15 por la mañana se hizo a la vela el Cephir
en que yo escribí la noticia de mi enfermedad, y se embarcaron
los paisanos que algunas veces me acompañaban; ellos sintieron
dejarme allí con una enfermedad grave. Si no hubiera estudiado
el inglés que ya entendía, probablemente hubiera pasado mayo-
res trabajos en mi enfermedad; médicos, enfermeras y todos
los de la casa hablaban sólo aquel idioma. Por estos y otros mu-
chos motivos, el que viaja debe conocer el idioma del país que
recorre.
El 15 la fiebre comenzó a disminuírse lentamente. Jamás
me debilitó mucho, y siempre conservé despejada la cabeza aun-
que algunas veces me dolía. Continué así mejor hasta el 18, en
que me diJo el médieo debía levantarme; lo hice en efecto pero
el frío excesivo me obligó a volver a la cama, y en ella perma-
necí dos días hasta el 20 en que ya pude escribir una carta sin
calentura alguna. Mis esperanzas revivieron entonces, y encar-
gué a uno de los que vivían en la posada el que me solicitara

',' ..•.. :1
152 JOSÉ MANUEL RESTREPO

si había algún buque para Kingston de Jamaica; tuve la feli-


cidad de que en el mismo día se hallara el Cora, cuyo capitán
prometió que me llevaría en el barco que se haría a la vela den-
tro de cuatro o cinco días.
La desgracia que me perseguía hizo que el 20 que fue sábado
principió a soplar un fuerte viento del Norueste que produjo
un frío excesivo; el 21 continuó todo el día y a las 12 ya el
río Delaware estaba en parte helado, y ninguna embarcación
podía salir. Muchos barcos que subían o bajaban el río estu-
vieron al perderse en el hielo.
El 22 yo continuaba mejorándome, pero mis esperanzas de
partida fueron casi del todo perdidas. El hielo se había conden-
sado sobre todo el río enfrente y abajo de Filadelfia, y aunque.
era muy raro que el Delaware se helara tan temprano había
ejemplares, y si continuaba el frío podía muy bien cerrarse la
navegación todo el· invierno. En tal caso tenía yo que ir a em-
barcarme en Baltimore o New York, cuyas bahías son navega-
bles en cualquiera tiempo del año; hacía nuevos gastos y acaso
mé hallaba sin dinero. Semejantes ideas no dejaban de afligir-
me causándome una incertidumbre .bastante penosa.
El 23 con el apetito que tenía me excedí un poco en la co-
mida, y pasé la noche con alguna calentura. Ya no me asistía
más que el doctorPark porque el doctor Malcom estaba desde
el 19 con una fuerte calentura y se temía que muriera. El tiem-
po ha variado desde el 22 y tengo esperanza de que el hielo
se deshaga en el río. El 24 Y 25 continúa lo mismo. He guardado
dieta y la fiebre ha cesado. Sólo me molesta un poco de debi.
lidkd y algún dolor que siento en la espalda bajo la paleta del
lado derecho.
En el 25 por la noche volví a tener una pequeña calentura.
Esto prueba que me hallo muy delicado y alguna cosa me habrá
hecho daño. El tiempo sigue benigno según los naturales del
país; sin embargo para mí es frío en extremo. j Qué aspecto
tan melancólico el del invierno, principalmente para los que
hemos nacido y criádonos en los valles encantadores de la Amé-
rica del Sur adonde reina una primavera perpetua, y en donde
jamás se ha sentido el soplo penetrante de los vientos del Norte!
Yo padecí mucho el mes de invierno que pasé en Filadelfia,
tanto en la enfermedad como en la convalecencia. Aquélla me
hizo coger horror al invierno; todo el día tenía que estar arri-
mado al fuego de la chimenea que tenía en mi cuarto. En cada
pieza de las casas de los Estados Unidos hay una, y las de las
DIARIO DE UN VIAJE DE KINGSTON A NEW YORK 153

salas de recibir visitas son magníficas, pues se hallan guarne-


cidas de mármol y con un grande espejo sobre ellas. Son de tal
construcción las buenas, que jamás hay humo en la pieza, y la
leña arde con mucha facilidad. Las chimeneas son muy cómo-
das, y serían agradables en nuestros países fríos para los tiem-:
pos de lluvias en que tanto se enfrían los pies por la falta de;
ejercicio.
El 26 comencé a tener esperanza de que podría embarcar-
me; por la noche había caído una fuerte lluvia y continuó por
la mañana con la cual todos fueron de opinión que el hielo que
había en el Delaware se desharía; en efecto así aconteció, Y'
por la tarde principiaron a moverse algunos barcos.
El 27 a las 10 de la mañana vino a mi casa un Mr. Mather-
son a nombre del capitán del Cora a avisarme que el buque
estaba cargándose con mucha celeridad, que ya iba a ser des-
pachado en la Aduana, y que pensaba salir aquel día que era
sábado, por la tarde, así que estuviera pronto. Encargué al mis-
mo Matherson que me comprara el rancho para la navegación,.
pues me aseguraron que era hombre de confianza; yo me puse
a componer mis baúles y arreglar todo con mucha priesa. A uno
de mis amigos que vivía en la misma casa le encargué que me
buscara algunas cosas que me faltaban. El vio al doctor Park,.
uno de los médicos, quien dijo me llevaba veinte pesos los que
le envié. El doctor Ma1comseguía enfermo de mucha gravedad,.
y no se le podía preguntar cuanto valían once días que me asis-
tió. Yo juzgaba que serta lo mismo que el doctor Park. A las
5 de la tarde me hallaba pronto para embarcar, pero aún no
me había avisado el capitán si salía o no. A las 7 envié mi
equipaje a bordo, y supe que no nos iríamos hasta el día siguiente.

DOMINGO 28. Pasé la noche un poco mal. A las 10 de la ma-


ñana vino Mr. Matherson a decirme que era tiem-
po de ir a bordo, a cuyo efecto había yo pedido un coche de
alquiler temiendo que el aire frío me hiciera daño. La cuenta
de víveres importó sesenta y cuatro pesos cuando yo esperaba
que sería poco más de 40. A la misma hora me envió a decir el
doctor Malcom que su asistencia valía 40 pesos, nada menos.'
Entonces vi que no me alcanzaba el dinero para satisfacer So
todos, así contesté al apoderado del médico que aunque me pa-
recía caro estaba pronto a pagar, pero no de contado, sino de
Jamaica dentro de cuatro meses. Expuse que él sabía haberme
enfermado en los momentos de partir, cuando sólo había con-
154 JosÉ MANUEl. RESTREPO

servado el dinero bastante para mi transporte a Kingston. Con-


testó que se conformaba con lo que yo decía, siempre que la
dueña de la posada, Mrs. Dolby, admitiera en mí, pues los 40
pesos eran para pagarle. Esta señora dijo que con mucho gusto,
y aún no quería un conocimiento que le hice confesando que le
debía aquella suma. Debí también el favor a Mr. Kearner y a
Mr. Boy, dos jóvenes grabadores que vivían en la citada casa,
el que ofrecieron que ellos saldrían por fiadores y responderían
por cualquiera suma que yo debiera. Esto es bien singular entre
extranjeros. El decir que no podía pagar de contado fue una
cosa que me mortificó bastante. La enfermedad me costó 140
pesos más de lo que habría gastado sin ella.
A las 10 y 1;2 de la mañan monté en un coche, y acompa-
ñado de Mr. Kearner fui al puerto en que estaba el bergantín.
Había estado encerrado veinticuatro días. Aquel era muy bello,
aunque sin viento; estuve más de media hora esperando en el
waje a que nos hiciéramos a la vela, pero al fin me dijo el
capitán que se llama Mr. Arnold, que no podíamos salir hasta
las 5 de la tarde. He visto el Delaware y todavía tiene bastante
nieve que baja de continuo. Como la casa adonde yo vivía estaba
lejos, me fui a la de Mr. Matherson que era poco distante. Allí
le pagué las provisiones en las que me cargó demás por lo me-
110S 20 pesos. En los viajes siempre se paga el noviciado, y al
extranjero todo el que puede lo roba.
Comí donde Matherson adonde fue también Mr. Arnold el
capitán. Habiéndole ido a pagar el pasaje que eran cincuenta
pesos en billetes de Banco me dijo que él querría mejor recibir
aquel dinero en Kingston, pues no tenía destino que darle al pa-
pel moneda. Yo convine, y en el momento envié a pagar los
40 pesos que había quedado debiendo a Mrs. Dolby; así tuve el
gusto de no salir debiendo de los Estados Unidos.
A las 5 de la tarde se hizo el barco a la vela río abajo.
Yo sentí un gran placer y di gracias a la Providencia de que
pudiera salir, pues temía que el Delaware se volviese a cerrar, y
sin pasar a un clima templado yo permanecería mucho tiempo
enfermo; el invierno es muy contrario a mi salud. Todavía me
continúa el dolor en la espalda y bajo la paleta derecha, lo que
110 deja de darme cuidado. Si me empeoro pienso ponerme un
cáustico sobre aquella parte, el que llevo preparado.
Desde que entré en el barco me fui a mi cama para perma-
necer abrigado y guardarme del aire frío. Solamente voy yo de
pasajero y en la cámara hay comodidad para tres personas. En
DIARIO DE UN VIAJE DE KINGSTON A NEW YORK 155

todo el curso de la noche no hubo viento alguno, y teniendo el


río poca o ninguna corriente apenas andaríamos una milla. La
marea que sube hasta más arriba de Filadelfia también era con-
traria. Yo tuve mucho frío y debilidad esta noche.

LUNES29 La calma continuó todo el día que fue malo,


DE DICIEMBRE.pues llueve y hace mucho frío. A las 4 de la
tarde anclamos porque apenas se ve por la nie-
bla; había bastante hielo en el río, y sin brisa el barco no podía
apartar los grandes trozos. Sólo anduvimos tres millas; llovió
toda la noche y el frío era intenso; yo no he tenido novedad.

MARTES30. A las 7 de la mañana se levantó el ancla y se


fijaron las velas con buena brisa. El día es llu-
vioso, frío y de niebla densa, por este motivo yo permanecí en
mi cama lo mismo que los anteriores, cosa demasiado molesta
pero necesaria. Por lo demás tengo buen apetito y por consi-
guiente sigo restableciéndome. El viento en popa continuó todo
el día, y a las 41;2 anclamos en New Castle. i Qué diferencia
entre el steam-boat y los buques de velas! En aquel había nave-
gado cuando fui a Baltimore, el espacio que hay entre Filadelfia
y New Castle en cinco y media horas, y ahora ha tardado el
bergantín poco menos de dos días y una noche.
Hoy he .cumplido treinta y seis años.

MIÉRCOLES 31. A las 7 de la mañana nos hicimos a la vela,


el día es hermoso y buena la brisa. A las 12
me levanté pero a poco tiempo se me enfriaron mucho los pies.
Me asomé a ver el río que aquí es una gran bahía y apenas
se alcanzan a ver las orillas; así es un pequeño mar. El Delaware
sólo se hiela de New Castle para arriba, pues hasta aquí el
agua es muy salada y entonces difícilmente se hiela. Filadelfia
tiene esta grande desventaja para el comercio, que lo menos dos
meses del año está cerrado el Delaware, y cesa todo su comercio
marítimo. A las 21;2 tuve que volver a la cama. A las 9 de la
noche llegamos a la boca del río en que hay un fanal o casa
con un gran farol para dirigir a los navegantes. A tal hora se
fue a tierra el piloto práctico del río que había venido con
nosotros dirigiendo el bergantín. También es pagado por la ciu-
dad, y los dueños de buques nada tienen que pagarle. Desde
Filadelfia hasta la boca del Delaware en el mar hay 134 millas
o 44 leguas 2/3. La noche era hermosa y el viento bueno. Yo
156 JosÉ MANUEL RESTREPO

me alegré infinito de que hubiéramos salido felizmente del río


que en semejante época tiene algunos peligros; la pasé bien.

JUEVES lQ El día amaneció hermoso y había buena brisa pero


DE ENERO débil. Estoy algo mareado aunque poco, de modo
DE 1818. que puedo almorzar. Latitud al mediodía 38° 8' al
Norte. Filadelfia está a 39°. El viento continuó fa-
vorable todo el día y la noche. Yo lo pasé en la cama temiendo
el frío de los pies que era muy fuerte cuando me levantaba.

VIERNES 2. La noche fue eterna para mí porque no pude dor-


mir, sin embargo nri salud continúa buena y se
ha quitado el dolor que tenía en la parte alta de la espalda;
también se ha pasado el mareo. El día amaneció hermoso y yo .
me levanté a las 11. Subí sobre cubierta, pues ya no hace tanto
frío, por lo que hemos avanzado al Sur. El barco es muy ligero.
Latitud 36° 47'. Vimos por la popa, y atrás, a la goleta Robert
que se hizo a la vela de Filadelfia para Kingston tres días an-
tes que nosotros.

SÁBADO 8. Sin duda el haberme excedido un poco en la comida


fue causa de que esta noche tuve calentura y ama-
necí con ella; a esto se añade que desde las 4 de la mañana
comenzó un terrible huracán del Sur, que todavía dura ahora
que son las 12 del día. Esto me ha mareado, no he dormido
nada, y hoy sufro uno de los días más incómodos de mi vida.
El ruido de la mar agitada, las olas entumecidas que se estrellan
con un ruido horrible contra el barco, pasando por encima y
dándole un movimiento en extremo desagradable; el verme en
fin, reducido a mi cama, mareado y con fatigas mortales, todo,
todo contribuía a desesperarme y hacerme padecer. Nada comí
en todo el día, y por la noche me sentía en extremo débil. La
borrasca continúa sin embargo de que son ya las 11 de la noche.

DOMINGO 4. Al fin pasó esta noche terrible para mí. El día


vino sin que la borrasca hubiera amainado un mo-
mento y sin que yo durmiese nada. A las 7 de la mañana el
viento del Sur, que nos era contrario cambió al Nordeste y con-
tinuó soplando con la misma violencia hasta las 9; a las 10
cesó, después de veintisiete horas que duraba, y quedó en una
brisa agradable. Yo amanecí sin calentura, la que me duró un
día y una noche aunque no fuerte; sin embargo aún tenía la
DIARIO DE UN VIAJE DE KINGSTON A NEW YORK 157

cabeza mala y también el estómago a causa del mareo; así pude


comer poco y lo pasé en la cama. Latitud 35° 2'. El día fue de
buena brisa y lo mismo la noche, en que dormí regularmente.

LUNES 5. Amanecí bueno y con apetito; el día era hermoso,


por lo cual me levanté a las 11 de la mañana, mas
no pude subir a cubierta porque la brisa era fuerte y muy baja
la obra muerta del barco, de modo que las olas pasan por en-
cima de él con muy poco que la mar se agite; esto es muy in··
cómodoporque no puedo hacer ningún ejercicio. Latitud 34° 10'.
A las 3 de la tarde me volví a la cama y la noche la pasé con
mucho calor que me parece era de calentura .

. MARTES 6. Esta mañana estoy indispuesto, -hay mucho viento,


por lo. cual aún permanezco mareado, y es preciso
continuar en la cama que ya me cansa. Se halla mi estómago
cargado y necesito de una purga que no me resuelvo a tomar
por la incomodidad que hay en la cámara del barco. Latitud 32°
50'. Desde el sábado último el aire no es tan frío' y hoy se halIa
templado; así no haciendo viento y estando el día hermoso me
levanté a las 2 de la tarde con el objeto de hacer algún ejercicio
sobre cubierta, en donde pasé hasta las 5; estuve bueno e igual-
mente la noche.

MIÉRCOLES 7. El día amaneció hermoso, pero el viento era con-


trario. Me levanté a las 10, y subí a cubierta
porque en esta latitud el clima es muy agradable. A las 11 hubo
un berga.ntín a la vista que parecía ser corsario, aunque al fin
desapareció al poniente. Latitud 32° O'. A las 12 otro barco pasó
a la vista. El día entero y la noche, la brisa fue contraria. Yo
lo pasé regularmente y dormí bastante bien.

JUEVES 8. El día es bello, el clima agradable, pero el viento


contrario. A las 11 salí sobre cubierta estando bue-
no. Latitud 30° 57'. A las 2 sentí ya bastante calor en la cámara,
y desde las dos noches anteriores había tenido que disminuír
frazadas. Esta fue también muy calorosa. Sin embargo quiero
más bien sufrir el calor que el frío intenso del invierno en los
países septentrionales.

VIERNES 9. La suerte adversa nos persigue todavía; la brisa


no ha cambiado, y de ningún modo se cansa en
sernos contraria; todavía reina un Surueste que no nos deja
158 .JOS~ MANUEL RESTREPO

avanzar, Y es el mismo de los días anteriores. Esto hace que


tendremos sin duda un pasaje muy largo; nos faltan once gra-
dos, es decir 660 millas y apenas avanzamos cada veinticuatro
horas un grado que son sesenta millas. Creo que el pasaje no
bajará de veinticuatro a veinticinco días. Latitud 290 50'. El
viento del Suroeste continuó lo mismo, apesar de que a las 6 de
la tarde hubo una pequeña lluvia. Toda la noche siguió lo mismo
la brisa.

SÁBADO 10. En este día, que era bello, nada hubo de particu-
lar; se vió una vela que a poco desapareció. Todo
el día y toda la noche continuó el viento Suroeste contrario.
Latitud 280 44'. Yo me siento bastante fuerte, y voy restable-
ciéndome con la dieta que guardo, pues casi nada más como
que gallina y huevos. En el barco no hay comodidad alguna
para cuidar a un convaleciente; los que sirven en la cámara
son dos muchachos, los más desaseados que puedan imaginarse;
platos, cubiertos, ete., todo participa de su porquería, de modo
que para comer es preciso hacerse uno violencia y cerrar a todo
los ojos. Me ha servido mucho un barril de manzanas que em-
barqué para comer cocidas y asadas, pues son excelentes para
el pecho, aunque el mío está casi bueno.

DOMINGO 11. Pasé la noche bien, y me siento mejor cada día.


La mañana es linda pero el viento siempre con-
trario, y así permaneció todo el día y la noche. Es preciso te-
ner mucha paciencia para sufrir tales demoras en nuestro via-
je, cuando por lo común en este tiempo del año reinan los vien-
tos del Norte que nos serían favorables. Latitud 280 17'. En
veinticuatro horas sólo hemos andado 17 millas. Lo único agra-
dable que tenemos es el temperamento que a esta latitud es
muy bueno. principalmente por la noche. Ya comienzan a verse
elevadas las estrellas del cielo austral. Ellas me excitan recuer-
dos de mi país en días más felices de ese suelo, en favor del
cual ha sido tan profusa la naturaleza, y por quien el gobierno
ha hecho tan poco. Cuántas ventajas tiene la América del Sur
sobre la del Norte, sepultada la tercera parte del año dentro
de nieblas densas y cubierta de nieve j Si aquélla tuviera el go-
bierno de ésta! ..• Pero abandonemos ideas que me han hecho
tan desgraciado.
DIARIO DE UN VIAJE DE KINGSTON A NEW YORK 159

LUNES12. El día amaneció hermoso pero la calma es profun-


da. La desgracia me persigue, y cuanto mayores
son mis deseos de llegar, tanto más grandes son los obstáculos
que presenta la naturaleza. Mas no hay otro remedio que tener
paciencia y sujetarnos a sus leyes. A las 8 comenzó una brisa
del Nordeste, que sólo duró hasta 1803 12, y que después fue
contraria. Latitud 27° 40'. A las 4 se levantó un viento fa-
vorable que nos hizo andar bastante.

MARTES13. El día amaneció hermoso; el viento ha sido fa-


vorable; cambió antes de las 12, y fue malo aun-
que no mucho. Siempre subsiste fuerte. Latitud 26° 30'. A las
2 de la tarde hubo un chubasco muy recio y lluvia; la brisa
entonces nos fue contraria. Por lo común ésta dura, y 10 favo-
rable pasa rápidamente. Así continuó el viento hasta las 11 de
la noche en que hubo calma. Yo me siento bastante bueno. Sólo
tengo delicado el estómago y las piernas sin fuerza, 10 que pue-
de nacer del poco ejercicio que hago en el barco, pues su cu-
bierta siempre está húmeda.

MIÉRCOLES 14. El día amaneció hermoso, pero en calma; hay


un barco a la vista hacia proa que pasó de lar-
go. Latitud 26° 00'. La calma duró hasta las 2 de la tarde en
que se levantó un fuerte viento Norte, y siguió toda la tarde
y noche. Para mí fue muy incómodoporque me mareó un poco
y tuve que ir a la cama a las 6 de la tarde. Con este motivo
y el movimiento del barco apenas dormiría tres horas en toda
la noche.

JuEVES 15. Amaneció el día hermoso, y con el mismo viento


favorable de andar ocho millas por hora. Lati-
tud 23° 30'. Es admirable 10 que hemos andado en las veintidós
horas de viento favorable; han sido 2% grados al Sur, y 1° y
50' al poniente. A las 2 de la tarde la brisa varió un poco y
no fue tan favorable. Si no es contraria y continúa soplando con
la misma fuerza, el capitán espera ver mañana la tierra en las
islas que llaman los ingleses Turks. Siguió la brisa y a las 9lh
de la noche el centinela gritó, tierra, al Sureste yen nuestro
mismo rumbo. En el momento viró el buque y salimos del pe-
ligro. Era la isla de Mayaguana a los 22° 40'. El barco se ha-
llaba más de 30 leguas al poniente de donde lo creía el capitán.
Aquella isla es pequeña y poblada por los ingleses. A la hora
::160 JOSÉ MANUEL RESTREPO

.expresada se puso el buque a la capa, y así pasamos la noche


para no avanzar, pues era peligroso. Yo dormí bien.

VIERNES 16. El día es bello, y a las 6l¡2 de la mañana después


de haber reconocido bien la tierra y el lugar en
.que nos hallábamos se hizo el barco a la vela con viento favo-
rabIe; a pocotiempo sopló más del Sur, aunque siempre bueno.
Latitud 22° 04'. Como adelante y en nuestro mismo rumbo es-
taba la isla Heneaga, la que a las 6 de la tarde se veía de sobre
los mástiles, fue preciso a las 7 de la noche poner el buque a
ia capa porque ella es muy baja y cerca están los bajos del
{joral. En la noche perdimos de andar 70 millas, pues toda la
noche hubo excelente viento. Este día pasaron cerca de nosotros
<dosbarcos con su rumbo al Norte.

SÁBADO 17. A las 5 de la mañana nos hicimos a la vela, y a


las 7 estábamos frente a 1a isla Heneaga que apa-
recía al Este. Su medio se halla a los 21° 40' de latitud. A las 10
la perdimos de vista. Latitud al mediodía 20° 40'. A esta hora
se comenzaron a descubrir las montañas de Baracoa en la isla
'<leCuba, las que corren de Norte a Sur desde el cabo Maizé.
A las 2 pasamos por delante de este cabo y las mencionadas
montañas se veían muy claras a las, 4; ellas no parecen altas
.comparadas con los Andes, aunque en sí lo son bastante. Desde
Jas 5 la brisa muy fuerte y en popa hasta cerca de las 2de la
mañana. Nuestro bergantín andaba diez millas por hora y a
veces hasta doce. Es sumamente ligero, construído en Baltimore
para ser un corsario francés, pero lo cogieron los ingleses la
primera vez que salió al mar en la última guerra con los ame-
ricanos .. ,
iQué sensaciones tan agradables se experimentan y qué
ideas tan sublimes las que se excitan en la imaginación nave-
'gando entre los trópicos con una noche tan bella como la ante-
rior! La luna brillaba con una luz muy clara. La mayor parte
de las estrellas de primera magnitud, Orión, los pies del Cen-
tauro y otras muchas adornaban el firmamento. Las olas de la
mar agitadas por los vientos rodaban con un ruido majestuoso
-que no podía menos que elevar el alma hacia el Autor soberano
.que da impulso a los vientos y a los demás espectáculos gran-
<diososque nos presenta la naturaleza. Embebido en tales ideas
y disfrutando de aquella situación encantadora, me estuve sobre
4::ubiertahasta las 10 de la noche. Mucha razón tienen los poetas
AUTOBIOGRAFÍA 161

para colocar las narraciones de los poemas en las navegaciones


que hacen sus héroes, y en una noche como la que acabo de
pintar.

DOMINGO 18. El día es hermoso, pero hay una calma completa


que ha comenzado a las 2 de la mañana. Al
Oriente se descubren el cabo Tiburón y la alta cadena de monta-
ñas de la isla de Santo Domingo,hoy Haití, llamadas de la Hotte
que corresponden a la república de mulatos que manda Petión.
Ellas se extienden hacia el Oriente y tienen semejanza a los
Andes de la América del Sur. Hay un barco a la vista al Este.
Tan agradables como fueron mis sensaciones la noche anterior
en que navegaba con una hermosa noche y con excelente viento,
han sido hoy de desagradables con la calma y el calor sofocante
que ella trae consigo, duró también la noche, y siempre estuvi-
mos enfrente del cabo Tiburón sin avanzar nada.

LUNES 19. Amaneció en calma teniendo las aguas una especie


de movimiento oscilatorio en extremo desagrada-
ble. No se podía estar sobre cubierta por el sol, y en la cámara
había mucho calor; sin embargo la preferí y me estuve en la
cama hasta las doce del día, parte leyendo y parte dormido. En
toda la navegación el estudio del inglés y la lectura han sido
mis diversiones. He estudiado gran parte de la gramática in-
glesa de Cobbett, principalmente la tabla de los verbos irregu-
lares y la de partículas y proposiciones que tiene al fin. He
leído también en inglés la Historia de Jamaica y demás Antillas
inglesas, por Edward. A las 12 hubo algún viento, pero todavía
no vemos las montañas de la isla de Jamaica; ásí no podemos
llegar hoy como pensábamos. Latitud 18° 20,. A las 4 de la tar-
de se descubrió a proa la Punta Morante de la isla de Jamaica,
pero el viento fue todo el día muy poco y a golpes. A las 12 de
la noche el bergantín tuvo que ponerse a la capa dejando de
continuar su rumbo temiendo los arrecifes de la expresada Punta.

MARTES 20. A las 6 de la mañana el barco se hizo a la vela.


Yo me levanté creyendo estar muy cerca de Puer-
to Real, término de nuestro viaje. pero ¿cuál fue mi sorpresa
cuando busqué por todas partes la tierra y no la pude hallar?
La corriente de la mar era sin duda muy fuerte en aquel punto,
y arrastró el barco por la noche arrojándonos a gran distancia.
El viento es poco. Después de las 9 de la mañana vimos otra
Autobiografía-U
162 JOSÉ MANUEL RESTREPO

vez la tierra a la distancia que ayer al ponerse el sol, de modo


que perdimos anoche estando a la copa lo menos 4 millas por
hora. A la misma hora de las 9 avistamos un bergantín que
sigue el rumbo que nosotros; a las 4 de la tarde lo perdimos
de vista, pues se atrasó. A las 12 con un viento regularmente
bueno arribamos al frente de la Punta Morante y comenzamos
a ver las bellas plantaciones de caña de azúcar que cubren las
colinas que la rodean, y que se extienden hasta la ribera del
mar p()r Puerto Morante y Monrant-Bay. Tales haciendas tie-
nen muy hermosa vista de la mar, sobre todo la del Belvedere,
situad2 en un plano un poco inclinado y con muchas palmas de
coco e:n la orilla de la mar. Los molinos para moler la caña en
casi todas ellas son de viento, y las aspas que giran continua-
mente hacen una vista graciosa. Un poco más a lo interior de
la isla se divisan las altas montañas azules que atraviesan su
interior de Oriente a Poniente. Su terreno aparece muy estéril,
y lo es en efecto según todos los autores que tratan de Jamaica.
A las 12 vino a bordo del Cara el piloto práctico que nos ha de
conducir hasta Kingston, pues hay muchos arrecifes en toda la
costa y en sus cercanías. Pasamos las colinas de Yellaws a las
6 de la tarde, y con una noche hermosa navegamos hasta las 11
de la :noche, en que se puso el buque a la capa. En todo el día
hubo poco viento, aunque no fue calma.

MIÉRCOLES21. El día ha amanecido hermoso aunque hay muy


poco viento. En la noche hemos perdido terre-
no, pues en lugar de estar en Cow-Bay adonde llegamos ayer,
nos hallamos a las 7 enfrente a las colinas de Yellaws, que
pasamos ayer tarde. Ahora tenemos a la vista las altas monta-
ñas azules, cuyos picos están descubiertos hacie el Norte. Todo
este día fue de calma, que desesperaba viendo a Kingston tan
cercano y sin poder llegar. Al fin a las 4 de la tarde arribamos
a Port-Royal, y vinieron sucesivamente tres botes a bordo de
nuestro bergantín. El primero de la Sala Comercial de Kingston,
a saber de dónde venía el barco, el nombre del capitán, la carga
y pas~,jeros que traía. En el momento que el bote regresó a
tierra el telégrafo anunció todas estas noticias, y por los colo-
res de las banderas se supieron en Kingston a 3 o 4 millas de
distancia. Semejante establecimiento es excelente, y apenas ha-
brá cuatro meses que se ha fundado. También se entregaron
las cartas. Vino después la visita del comandante del puerto,
quien es el capitán del Salisbury, un navío de 50 cañones que se
AUTOBIOGRAFÍA 163

halla anclado en la boca de la bahía; él envía un oficial subalter-


no. La Última visita fue del comandante del fuerte llamado Car-
los. Todos preguntaron ·10 mismo que el primero, y sólo de ce-
remonia. Después se siguió una calma profunda, y es difícil que
el barco llegue esta noche al puerto de Kingston. Cansados de
esperar viento, a las 6% de la noche el capitán Arnold y yo
tomamos un hermoso bote que traía el bergantín, y muy pronto
llegamos a Kingstol1. Eran las 7 cuando desembarcamos en el
warfe de Kings-Street, después de veinticuatro días de nave-
gación. Yo no sabiendo adonde vivía mi cuñado don Francisco
Montoya pasé a la casa de don Francisco Infanzón con el objeto
de preguntarle; él me dijo que Montoya estaba en Santa Marta.
Entonces inquirí por la habitación de don Pedro Arrubla, ami-
go que yo sabía estar en Kingston, y a quien deseaba con ansia
ver después de que tanto padeció en su emigración desde An-
tioquia hasta Trinidad de Barlovento, atravesando todas las lla-
nuras del Orinoco. Habiendo sabido la casa me trasladé a ella
a las 8 y no lo encontré. Sin embargo permanecí allí para
darle la sorpresa de que me hallara de repente en su casa, cuan-
do acaso me creía enfermo en los Estados Unidos. Vino a las
10, y al entrar la puerta ve un hombre en la sala; se suspende,
me reconoce y vuela a mis brazos. En aquel momento disfru-
tamos todo el placer que produce en tales casos la verdadera
amistad. Tuvimos materia fecunda para una conversación ani-
mada hasta las 2 de la mañana, en que nos retiramos a dormir.
Yo me sentía absolutamente bueno, lo que nudo a la feliz ter-
minación de mi viaje volviendo a ver a mis amigos y antiguos
compañeros, no pude menos que elevar mi corazón y dar gra-
cias al Todopoderoso por tantos beneficios.

JUEVES 22. Amanecí bueno, y entonces recibí cartas atrasadas


de mi familia. A las 11 conseguí mi equipaje, que
conduje a mi casa, después de pagar los 50 pesos que me costó
el pasaje. Di también las gracias al capitán del bergantín Cara
por el cuidado y atenciones que me manifestó durante la na-
vegación. Con esto queda concluí do el diario de mi viaje a los
Estados Unidos, en que gasté siete meses completos.

Kingston de Jamaica, enero 23 de 1818.

J. MANUEL RESTREPO.
DIARIO POllTICO y MiliTAR

POR

J051: MANUEL RESTREPO


TOMO

Onomástica

ABASCAL José Fernando (virrey de Lima), 176.


ABISBAL conde de la, 230.
ACEVEDO Joaquín (capitán), 396.
Acevedo Juan Miguel, 396.
Acevedo Pedro (teniente coronel), 71.
A'COURT, WILLIAM, Sir (embajador inglés), 213.
AGAR Pedro, 76.
AGUADO (español), 26.
AGUALONGO Agustín (teniente de milicias de Pasto), 203, 225, 228, 236
y 256.
AGUERO Jerónimo (diputado al Congreso del Perú), 275.
AGUILAR José (capitán), 39, 42, 43 y 48.
AGUINGUINPADE (corregidor de Turbaco), 75.
AGUIRRE Juan (gobernador español), 27, 30.
Aguirre Vicente (coronel), 248 y 282.
ÁLAVA (general), 194 y 240.
ALDANA (coronel), 17.
Aldana (diputado a la Convención de Ocaña), 380.
ALEJANDRO 19 (emperador de Rusia), 180, 284 y 285.
ALMEIDA Manuel, 380.
ALVARADO,211.
ALVAREZ Andrés María (teniente coronel), 48.
Alval'ez Baltasar (español), 27.
ALVAREZ (mulato guerrillero), 95.
Alvarez Tirado Carlos, 70.
AMADOR Juan de Dios (intendente), 306.
AMAR Y BORBON Antonio (virrey de Santafé), 14, 15, 17 y 19.
AMARILLAS (marqués de las), 195.
ANDERSON Richard Clough (ministro de los Estados Unidos en Colom-
bia), 259 y 260.
ANDUAGA Joaquín (ministro español), 169.
ANGLES (oficial de la secretaría del virrey), 18.
ANGULEMA (duque de), 215, 230, 232, 240 y 241.
ANGULO Francisco (quiteño), 247.
ANTE Antonio (doctor), 247.
ANZOATEGUI José Antonio (general), 13, 28 y 32.
Anzoátegui Miguel (jefe político), 346.
APODACA Juan Ruiz de (conde del Venadito, virrey de México), 143.
168 JOSÉ MANUEL RESTR.EPO

ARAMBURU Martín, 235.


ARANDA (coronel español), 83.
ARANDA Francisco (diputado de Caracas), 360, 379 Y 383.
ARANGO Jorge Luis (doctor), 7 y 8.
ARANZA (oficial colombiano), 336.
ARANZAZU Juan de Dios, 19 y 20.
ARBOLEDA Julio, 336 y 343.
Arboleda Rafael, 398.
Arboledas (familia), 398.
ARCE Manuel José (presidente de Guatemala), 370.
ARENALES (coronel peruano), 151.
ARIAS Buenaventura (obispo de Jericó), 840.
ARISMENDI Juan Bautista (general), 51 y 293.
ARIZABALO (venezolano), 366.
ARMERO Cristóbal (cónsul de Colombia en Lima), 330 y 359.
ARREDONDO (general español), 250.
ARRUBLA Juan Manuel, 384.
Arrubla Manuel Antonio, 242.
ARRIETA José (comandante), 348 y 363.
ARROYO (comandante), 129.
ARTETA Ignacio (coronel), 177.
AURY Luis (general), 83, 85, 86, 93 Y 198.
AUSTRIA José (capitán), 302 y 303.
AVENDA~O Francisco (coronel), 291 y 310.
AVILA Juana de, 158.
AVIL€S Manuel (diputado), 383.
AYALA Ramón (coronel), 75 y 138.
AYMERICH Melchor (mariscal), 79,80,81,82, 94,96,103,168, 172 Y 173.
AZUERO Juan Nepomuceno (clérigo), 390 Y' 401.
Azuero Pedro Celestino (catedrático de filosofía), 389 y 391.
Azuero Vicente (doctor), 115, 125, 180, 213,288, 309, 313, 322, 328, 342, 343,
351, 355, 358, 363, 364, 378, 379 a 380, 382, 387, 390 Y 401.
Azueros (familia), 334.
AZULA BARRERA Rafael (doctor), 7.
AZUOLA José Luis (presbítero), 229.
AZUOLA Luis Eduardo (doctor), 31, 112 Y 1.13.

BALBUENA Miguel (coronel), 45, 61, 76 Y 187.


BALLESTEROS Francisco (general español), 64, 68, 158, 194, 232, 240
Y 241.
BA~OS Manuel (diputado), 117.
BARAL Luis A. (senador), 282, 319, 331 Y 343.
BARRADAS (oficial español), 42.
BARREIRO José María (general), 13, 15,1&,24,29 y 30.
BARRETO (presbítero), 380.
BARRETO Jesús (general), 156, 164, 166 Y 167.
Barreto Sixto (general), 335 y 336.
DIARIO POLÍTICO Y MILITAR - ONOMÁSTICA 169

BARRIGA Y BRITO Tomás (doctor), 390.


BARRY Juan (capitán de fragata), 190 y 198.
BASADRE Ignacio (coronel), 273.
BELTRAN, 14l.
BELUCHE Renato (general de brigada), 208.
BELLO (vecino de Turbaco), 75.
BENAVIDES, 275.
BENTHAM Jeremías, 288 y 389.
BERINDOAGA (ministro de Torre Tagle), 249 y 250.
BERMUDEZ José Francisco (general), 107, 108, 110, 111, 139, 217,218,222,
227, 228, 234, 293, 301, 302, 310, 316, 318, 325 Y 326.
BERNAL Ignacio (subteniente), 48.
BLANCO Félix (coronel), 368.
BOLIVAR José (coronel), 363 y 376.
BOLIVAR Simón (Libertador), 13 a 17, 19 a 21, 24, 28 a 32, 35 a 37, 48,
50 a 55, 57, 59, 60, 62, 68 a 74, 76 a 79, 81, 85, 86, 90 a 97, 99, 100, 104a
114, 117 a 122, 124, 126, 129, 130, 137, 141, 142, 147, 148, 152 a 156,
159, 163 a 170, 173 a 179, 181, 184 a 186, 192 a 194, 196, 203, 204,
206 a 208, 210 a 212, 215, 216, 218 a 220, 223 a 226, 228, 230, 232,
233, 235, 241 a 248, 250, 252, 253, 255, 258, 260, 261, 265 a 268, 270,
273 a 279, 281, 282, 284 a 287, 293 a 320, 322 a 339, 341 a 345, 347 a
364, 368, 369 Y 371 a 403.
BORBON (cardenal de), 68.
BORBON (familia), 182.
BORBONES (familia), 215.
BORRERO Vicente (doctor), 70 y 357.
BOUGlER Sebastián (coronel), 162 y 314.
BOURMONT Luis de (conde, general francés), 240 y 24l.
BOVES Benito (teniente coronel), 195, 196, 204, 206 Y 214.
Boves José Tomás (general), 130 y 393.
BOYER Juan Pedro (presidente de Haití), 148 y 278.
BRAVO José Ramón (oficial), 335.
BRAVO Nicolás (general), 221.
BRICE~O Domingo, 296.
Briceño Emigdio (general), 199, 391 Y 394 a 396.
Briceño Méndez Pedro (general), 73, 85, 91, 93, 124, 129, 270, 272, 276, 278,
282, 285, 296, 297, 314, 356, 379 Y 383.
BRION Luis (almirante), 62 a 64, 66, 67, 70, 73, 79, 83, 86 Y 93.
BRUSUAL DE BEAUMONT Domingo (diputado), 383.
BURGOS Ramón (coronel), 367.
BUROS Lope (capitán), 314.
BUSTAMANTE José (comandante), 326, 330, 333, 334, 335, 336, 345 Y 363.
BUSTOS LOSADA Carlota, 8.

e
CAAMA~O (español), 13l.
CABRERA DE NEVARES Miguel, 155 y 159.
CALA Manuel (coronel), 234, 291, 314 Y 323.
170 JosÉ MANUEL RESTREPO

CALCA~O Juan Bautista, 337.


CALONGE Jacinta, 78.
CALZADA Sebastián de la (general), 16, 24, 29, 45 a 52, 54 a 56, 59, 61,
63, 64, 69, 71, 94, 186, 189, 192, 193, 198, 200, 201, 204, 207, 208, 230
Y 234.
CALLE José Miguel de ]a (vicario), 32.
CALLEJA (comandante español), 50.
CAMACHO Ignacio, 146.
CAMPBELL Patricio (coronel inglés), 239, 244, 245, 259, 261, 262 Y 272
a 274.
CAMPOS (superintendente de la casa de Moneda de Santafé), 100.
CAMPOS (comandante), 58 Y 60.
CAMPUZANO Francisco Luis, 16 y 20.
CAMPUZANO José, 19.
CAMPUZANO Juan Crisóstomo, 15 y 20.
CAMPUZANO Wenceslao, 20.
CANABAL Eusebio María, 76.
CANCINO José María (coronel), 34, 56 Y 58.
CANDAMO (español), 93.
CANNING George (ministro de Estado inglés), 245, 249, 251, 252, 261, 262,
362.
CANO (brigadier), 69 y 72.
CANTERAC José de (general), 135, 143, 179, 192, 223, 228, 246, 253, 261
Y 265 a 267.
CARABA~O Francisco (coronel), 244, 276, 282, 292, 294, 302, 303 Y 325.
CARLOS XIV Juan (rey de Suecia), 197 y 210.
CARMONA Francisco (general), 53, 58 a 60, 208 y 214.
CARRASQUILLA Juan (español), 22.
Carrasquilla Juan de Dios, 19 y 20.
Carrasquilla (los), 24.
Carrasquilla Secundino, 20.
CARRATALÁ (jefe de división español), 255.
CARRE~O José María (general), 82 y 149.
CARRERA Y COLINA Manuel, 234 y 235.
CARRILLO Juan de la Cruz (coronel), 32, 106 a 108 y 207.
CARRIZO Manuel (teniente), 18 y 21 a 24.
CARUJO Pedro, 389 y 391 a 396, 400 y 401.
CARVAJAL (comandante de guías), 61, 98, 102 y 103.
CARVAJAL Lucas (coronel), 156 y 165.
Carvajal Pedro Francisco (doctor), 70.
CASA LEON (marqués de), 198.
CASAS José Ignacio (coronel), 226.
CASTELAR, 58.
CASTELLI Carlos (coronel), 350.
CASTILLO Rosario, 401.
CASTILLO (coronel republicano), 148 y 167.
CASTILLO (general), 247 y 340.
CASTILLO Isidro (teniente coronel), 367, 372 y 401.
DIARIO POLÍTICO Y MILITAR - ONOMÁSTICA 171

Castillo Paz (general de brigada), 186.


Castillo Rafael (diputado), 360.
Castillo y Rarla José María del, HG, 119, 120, 124, 125, 282, 285, 310, 311,
322, 345, 354, 358, 372, 377, 380, 383, 386 Y 395.
CASTRILLON Manucl (intendente), 399.
CASTRO TOVENO (conde de), 195.
CATURLA José (gobernador), 139.
CAYCEDO Domingo (general), 213, 282 Y 33l.
Ca)'cedo José María, 50.
Caycedo y Flores Fernando (arzobispo), 229 Y 340.
CEDEÑO Manuel (general), 107 y 109.
Cedeño Manuel (comandante), 398.
CENTENO, 366 Y 401.
CESTARIS Cayetano (coronel), 170, 172,174 Y 176.
CIRES Tomás (brigadier), 72.
CISNEROS (oficial venezolano), 185, 208, 361, 366 y 401.
CLAY Henry, 74.
CLEMENTE AnacIeto, 305.
CLEMENTE Lino de (general), 147, 158, 160, 187, 188, 189, 192, 193, 199,
200, 207, 310, 311 y 322.
COCKBURN (ministro de S. M. británica), 291, 342, 343 y 344.
COCHRANE Tomás (almirante, conde de Dundonald, lord), 50, 59, 76, 92,
97, 136, 151 Y 157.
CONCHA José (col'onel), 51, 53, 58, 195 Y 196.
CONDE Francisco (intendente), 323.
CONSTANTINO Paulovich (gran duque de Rusia), 285.
CORDERO Luis (oficial del regimiento de Numancia), 100 y 101.
CORDOV A (comandante español), 196 y 224.
Córrlova José M¡;ría (general), 23, 24 a 27, 31, 39, 41, 43 a 47, 49, 50, 51,
55, 58, 60 a 63, 65, 66, 67, 69, 138, 148, 149, 153, 155, 170, 172, 231,
236, 268, 390, 392, 395, 397 Y 399.
CORDOVA Salvador (coronel), 58.
CORONADO Bonifacio, 367.
Coronado Pedro, 367 y 372.
CORRAL Manuel, 58.
CORREA Buenaventura (subteniente), 26.
Correa Ventura (soldado), 23.
Correa (brigadier), 85.
CUERVO Rufino (doctor), 309 y 313.

CH
CHASSERIAU (mr.), 251 y 259.
CHATEAUBRIAND Francisco Renato (vizconde), 245.
CHA VES Pedro Pablo, 244.
CHIRIBOGA (diputado de Quito), 248.
CHITTI Walterio D. (comandante), 264.
172 JosÉ MANUEL RESTREPO

D
DAMAS (barón de), 354.
DANELLS (capitán), 162, 198, 205 Y 217.
DAUKINS (mr. inglés enviado al Congreso de Panamá), 291.
DE CUARTELL (coronel holandés), 261.
DE DIEGO, 141.
DE FRANCISCO MARTIN Juan (doctor), 275 y 383.
D'EVEREUX Juan (general), 32, 115, 116, 125 Y 197.
DELGADO (capitán), 18.
Delgado Francisco (teniente coronel), 99 y 189.
Delgado José María (teniente coronel), 226 y 314.
Delgado Juan (coronel), 189.
Delgado Miguel, 336.
Delgado Ruperto, 51.
DEMARQUET (coronel), 305 y 306.
DESRIVIERES (comisionado haitiano), 259.
DIAZ (coronel español), 27.
Díaz José Domingo, 366.
Díaz Pedro Pablo, 244 y 303.
Díaz Sebastián (teniente coronel), 47.
DIEGO Isidro de (brigadier), 141 y 195.
DOMINGUEZ Juan (capitán de Aragón), 56.
Domínguez Felipe (jefe político), 868.
Domínguez Rafael (representante), 336, 361, 377 Y 402.
DONCELOT (general, gobernador de Martinica), 231 y 259.
DUANE (coronel), 198.
DUARTE Domingo, 72.
DUFRESNE, 273.
DUPOTET (comandante), 273.

ECHEVARRIA (tesorero), 189.


ECHEVERRIA (diputado de Caracas), 377 y 378.
Eeheverría José Tiburcio, 95, 106, 137, 181 Y 182.
ELBERS Juan Bernardo de, 245.
ELIZALDE Antonio (coronel), 330, 333, 358 Y 363.
Elizalde Francisco (coronel), 333, 334, 336, 342 Y 343.
Elizalde José, 100.
ELIZALDES, los, 346.
ENGLISH (coronel inglés), 17 y 115.
ENRILE Pascual, 94.
ESCALANTE Severo, 19.
ESCALONA (general, gobernador de Venezuela), 107, 129, 269, 286, 291
Y 292.
ESCOBAR Manuel Santos (maestrescuela de Popayán), 354.
ESCOBEDO (coronel), 329.
Escobedo Gregorio (comandante general de las armas en Guayaquil), 82.
Eseobedo Gregorio (capitán), 101.
DIARIO POLíTICO Y MILITAR - ONOMÁSTICA 173

ESCOTO Juan (Erígena, filósofo y teólogo), 237.


ESCOV AR Mariano, 377.
ESPANTOSO Vicente, 10l.
ESPELIUS Francisco (capitán de fragata), 90, 95 Y 106.
ESPINAL Valentín (diputado a la Convención de Ocaña), 402.
ESPINOLA Navas, 303.
ESPOZ y MINA Javier (general español), 195.
ESTEBANEZ Francisco (alcalde), 22.
ESTEVEZ José María (canónigo de Bogotá), 340.
ETRURIA, reina de, 90.

FÁBREGA José (coronel), 140, 141 Y 149.


F ANDEO, 402.
FARíAS (teniente coronel), 129, 147 Y 222.
FERGUSSON William Owners (coronel, edecán del Libel'tador), 324, 373,
382 Y 394.
FERNANDEZ fray Mariano,229.
Fernández Gómez Diego, 283.
Fernández Madrid José, 341, 353 Y 354.
FERNANDO 79, 57, 64, 67, 68, 69, 131, 136, 143, 149, 159, 167, 194, 195,
221, 232, 240, 241, 245, 251, 253, 258, 260, 277, 313, 325, 360 Y 367.
FERREIROS Antonio (diputado al Congreso del Perú), 275.
FERRER, 58 Y 60.
FIERRO Pantaleón del (teniente coronel español), 168.
FIGUEREDO (coronel), 91 y 95.
FLEGEL Luis (oficial), 30l.
FLORES Juan José (general), 219, 224,226, 253, 256, 298, 330, 333, 335,
336, 339, 340, 346, 347, 348, 358, 363, 369, 385, 388 Y 393.
FORTOUL Pedro (general), 192 y 282.
FREIRE Nicolás (general), 211 y 216.
FUDGER HARRIS, 295.

GAiNZA. Gabino (capitán general español), 149.


GALINDO, 98.
Galindo León (jefe de Estado Mayor de la división del Sur), 45.
Galindo Cayetano (oficial), 39l.
Galindo Teodoro (subteniente), 390 y 396.
GALLO (clérigo), 377.
GAMARRA Agustín (general peruano), 384, 385 y 387.
GARCIA (comandante del batallón Neiva), 98, 99 Y 103.
Gartlía (g{}bernador de Santa Marta), 218.
García Barrio, 100.
García Basilio (comandante), 99, 102, 104, 148, 155, 156, 164, 165 Y 168.
García de Frías Anastasio (diputado), 383.
García del Río Juan (ministro de Estado y R. R. E. E.), 135.
García fray Juan, 366.
174 JosÉ MANUEL RESTREPO

García José (coronel), 102 y 193.


GARNICA fray .Mariano (coronel del orden de predicadores), 354.
GELDE (español), 222.
GOLDSMITH (casa de), 254.
Goldsmith B. A., 289.
GOMEZ (coronel), 152.
Gómez (oficial español), 91.
Gómez Cástor (teniente), 63 y 67.
Gómez Francisco (general), 216,218 Y 220.
Gómez Diego Fernando (senador), 115, 125, 283, 336, 391 y 401.
Gómez Francisco (general), 216,220 Y 305.
Gómez Hoyos Joaquín (diputado), 70.
Gómez Juan María (coronel), 27, 30,41,48, 129, 150 Y 187.
Gómez Miguel (el indio), 211 Y 213.
Gómez Plata Juan de la Cruz (canónigo), 890.
GóNIMA Rafael (español), 22.
GONZALEZ (teniente), 66 y 67.
González (coronel), 132.
González Florentino (doctor), 389, 390, 391, 892, 395, 396 y 400.
González Francisco (coronel), 101, 102 Y 172.
González Linares Francisco, 95.
González Reyes (teniente coronel), 209 Y 217.
González Vicente (teniente coronel), 163 y 169.
GORI José Joaquín (doctor), 383.
GRAHAM (inglés), 181.
GREGORIO 7" (san), 146.
GRIMON Pedro Vicente (doctor), 383.
GROWN (general), 400.
GRUESO José María, 174 y 175.
GUAL Pedro, 67, 115, 124, 190, 270, 272, 278, 279, 280, 282 Y 401.
GUERRA La (coronel), 317.
GUERRA Ramón Nonato (coronel), 390, 392 Y 394.
GUERRERO (oficia}), 44, 53 Y 60.
Guerrero (diputado de Quito), 248.
Guerrero Cavero (teniente coronel), 58.
Guerrero Mi¡¡-uel (general), 282.
GUEVARA (general), 315.
GUIDO Tomás (coronel), 100.
GUILLERM:O 19 de Nassáu (rey de los Países Bajos), 197, 261 y 262.
GUISE (almirante peruano), 243 y 271.
GUISTINIANI (cardenal, obispo de lmola), 360.
GUTIERREZ (médico), 63.
GUTIERREZ Custodio (oficial republicano), 34.
GUZMAN Antonio Leocadio, 296, 279, 305, 306, 313, 315, 316 Y 337.

HALL (coronel inglés), 180.


HAMILTON (coronel inglés), 239, 244, 245, 259, 272 y 273.
DIARIO POLíTICO Y MILITAR - ONOMÁSTICA 175

HENDERSON (cónsul), 239, 244, 246 y 249.


HERAS Tomás (coronel), 99, 105, 110, 150, 157, 158 Y 177.
HERMOSO Rafael, 383.
HERRAN Pedro Alcántara (general), 357, 381 Y 398.
HERRERA (general 29 de Riva Agiiero), 242.
HERRERA Ignacio (doctor), 194, 246 Y 257.
Herrera José María (teniente coronel), 68, 69, 70 Y 73.
HERRING (inglés), 18l.
HERVEY (ministro inglés), 137.
HINESTROSA (oficial), 39l.
HOLBACH Pablo Enrique (barón de), 229.
HORE (general), 57.
HORMENT Agustín, 389, 390, 392, 394 Y 400.
HUIZI Juan Pablo (diputado a la Convención de Ocaúa), 402.
HURTADO Manuel José (doctor), 254, 258, 262, 270, 289 Y 398.

!BARRA Diego (coronel, edecán del Libertador), 111, 170 a 172, 242,293,
294, 298, 316 Y 317.
ICAZA Martín Santiago de (diputado), 383.
ILLARAM:ENDI (comandante), 129.
ILLINGWORTH Juan (general de brigada), 35, 133, 134, 271 Y 358.
INCHAUSPE (teniente coronel), 129.
INCHAZU (coronel), 323.
INFANTE Leonardo (coronel), 271 y 302.
ISLA José María, 235.
ISTUETA Julián, 233.
ITURBE (coronel), 199.
ITURBIDE Agustín (general), 136, 143, 160, 191, 211, 214, 216, 221, 258
y 268.

JACOME, 95.
JARAMILLO Francisco (capitán de ingenieros), 34, 54, 55 Y 58.
J aramillo Manuel Antonio (diputado), 70.
JIMENA Rafael, 101, 134 y 177.
JIMENEZ DE ENCISO Salvador (obispo), 29, 64, 69, 77, 81, 99, 104, 148,
167 a 169, 174, 175, 186 Y 193.
Jiménez (coronel), 16, 24 Y 30.
Jiménez Florencio (capitán de caballería), 75.
JOSE MARIA (criado de Bolívar), 389.
30SE BONAP ARTE, 354.
JURIEN (almirante francés), 110 y 111.
176 .JosÉ MANUEL RESTBEPO

LABORDE Angel (contraalmirante), 224, 225, 230 Y 374.


LA FUENTE (coronel), 242.
LAMAR José (general), 152, 266, 334, 336,339, 346,347,359,363,385 Y 400.
LANDER Tomás, 244.
LANDES (conde de), 200.
LANZA (coronel), 232.
LARA Jacinto (general), 64, 65, 66, 69, 73, 77, 78, 147, 151, 166, 326 Y 329.
LARREA Modesto (marqués de San José), 339.
LASERNA José de (virrey del Perú), 135, 143, 179, 232, 255 Y 266.
LATORRE Mareos, 33.
Latorre Miguel de (general), 27, 29, 32, 34, 35, 53, 54, 68, 69, 70, 77, 90, 94,
95, 105,106, 107 a 109, 129, 147, 150, 154 Y 162.
LAVALLE (sargento mayor), 171.
LAZO DE LA VEGA Rafael, (obispo de Mérida), 117, 118, 189,235 y 340.
LEDESMA (alias cocorote), 52.
Ledesma (comandante), 59.
LEIVA Antonio, 349.
LEMA Antonio (español), 22.
LEON (comandante), 200.
LETAMENDI (oficial de Numancia), 100.
LEVEL DE GODA Andrés, 302 y 361.
LIEV ANO Romualdo (doctor), 380 Y 390.
LIN ARES Francisco, 72, 73 y 85.
LI~AN (secretario del obispo), 174.
LIVERPOOL (ministro), 251 y 261.
LONDONDERRY (marqués de, lord.), 182, 190 y 197.
LOPEZ, 55, 56 Y 132.
López (coronel), 15 y 170.
LOPEZ BA~OS, 241.
López Francisco (doctor), 380 y 390.
López Ignacio (teniente), 389 y 390.
López José Hilario (general), 393, 396 a 400 y 403.
López MéndezLuis (doctor), 182, 183, 179, 335 Y 336.
López Méndez Simón, 330.
López Nicolás (coronel), 60, 94, 131 Y 132.
López Narciso (coronel), 213, 214, 225 Y 227.
López Peligrín Ramón, 159.
López Quintana Lino (teniente coronel), 226.
LOPEZ DE SANTANA Antonio (genera!), 211 y 221.
LORENZANA Luis, 22.
LORICH Severino (cónsul sueco en Estados Unidos), 210.
LOYOLA (coronel), 201.
LUCA (príncipe de), 136 y 143.
LUIS XVIII (rey de Francia), 210.
LUNA PIZARRO Javier de (presidente del Congreso Constituyente del
Perú), 347.
LUQUE (coronel), 219 y 373.
DIARIO POLíTICO Y MILITAR - ONOMÁSTICA 177

LL

LUNAS (oficial), 15, 17 Y 23.

MACERO Felipe (coronel), 301, 302, 310 Y 316.


MAC-GREGOR Gregor (general), 33 y 57.
ft1ACKINTOSH James, 51 y 182.
MACKINTOSH Juan (teniente coronel), 176.
MADRID José Fernández (diplomático), 341 y 353.
MAGALLAN Joaquín (capitán de Dragones de Daule), 100.
MAGNAN (marqués de), 272.
MAIZ José Antonio, 34.
MANRIQUE Manuel (general), 91, 95, 209, 218, 220, 221, 222 a 225, 227
Y 228.
MARGALLO Francisco (doctor), 229 y 288.
MARI~O Santiago (general), 51, 129, 302, 324, 350 Y 367.
MARQUEZ José Ignacio de (doctor), 115, 125 Y 379.
lUál'quez Remigio, 222.
MARTIGNI Buchet de (comisionado francés), 288, 296, 297 Y 353.
MARTINEZ DE AP ARICIO Manuel, 172.
MartÍnez Faustino (doctor), 18, 21 a 26, 39 Y 84.
Martínez Malo Manuel (comandante), 129 y 130.
MARTINILLO (oficial), 3l.
MARTORELL P. (edecán del general Páez), 298.
MATA (comandante), 3 y 15.
MAZA Hermógenes (general), 61, 63, 75 Y 138.
MEDINA (asesor del gobernador de Pasto), 196.
MEDINACELI (coronel), 276.
MELENDEZ (teniente), 30 y 296.
MELLAO (coronel), 109.
MENDEZ Ramón Ignacio (arzobispo de Caracas), 283 y 340.
MENDOZA (capitán), 63.
Mendoza (intendente), 291.
Mendoza Cristóbal (doctor), 282, 315 Y 326.
Mendoza Luis (diputado), 115.
Mendoza Rafael (capitán), 391, 392 Y 396.
MENDIGUREN (oficial español), 34 y 58.
MERCHANCANO Eustaquio (teniente gobernador de Pasto), 196, 203,
228, 236, 253 Y 256.
MERINO Rafael (comandante), 333.
Merino Pablo (diputado), 379 y 383.
MERIZALDE J~sé Félix (doetor), 213 y 396.
MEYER (oficial), 368.
NI~O (diputado de Quito), 248.
MIRANDA Calixto (obispo de Cuenca), 340.
Miranda (oficial colombiano), 362.
Miranda Leandro, 364.

Autobiografia-12
178 JosÉ MANUEL RESTREPO

MIR:.;.ESJosé (general), 52, 56, 76, 82, 99, 104,133, 134, 148, 235 Y 236.
MIY.-ARES Pedro José, 95.
MOLES José (coronel español), 93, 98, 99 Y 103.
MOLINA Ignacio (administrador de correos), 19.
MoliIina Pedro, 269.
MOLLlEN Gaspar de (de la Legión de Honor), 200 Y 210.
MOM'AGAS José Gregorio (general), 315.
Mon;.agas José Tadeo (general), 83, 293 Y 367.
MOM'ET (oficial español), 249.
MOM'ROE James (presidente de los Estados Unidos), 59, 143 Y 159.
MOM'TEAGUDO Bernardo (teniente coronel), 135, 186, 191 Y 273.
l\IO~TES DE OCA (coronel), 76 y 96.
MO~TES José (general), 367 y 374.
Monr"tes Toribio (brigadier), 113 Y 176.
MO~TILLA Mariano (general), 59, 60, 61, 62, 65, 66,69,70,71, 73,74,75,
78, 79, 86, 78, 79, 86, 93, 137, 138, 139, 192, 199, 201, 205, 208, 213,
214, 216, 218, 222, 276, 282, 305, 887, 374 a 876, 378, 890 Y 401.
MO~TOYA ZAPATA Francisco (diputado), 70, 242 Y 252.
MO~TOY A José Manuel, 21.
MO~TUF AR Francisco (diputado), 383.
l\IO~ZON (coronel), 402.
MOFEALES Antonio (gobernador del Socorro), 81, 93 ~ 172.
Mor.ales Francisco Tomás (general), 17, 54, 55, 97 a 99, 103, 107, 108, 109,
129, 130, 139, 154, 157, 158, 161, 162, 184 a 189, 192, 193, 197 a 201,
203 a 211, 213, 214, 216, 218, 220, 221, 224 a 227, 231, 250, 300, 362
Y 390.
Mor:ales Juan de Dios (de los asesinados en Quito en 1809), 176.
MOmENO DE SALAS José (diputado), 383.
MOmENO Jaime (gobernador español), 220.
MOIEILLO (comandante), 161.
Moriillo (teniente coronel), 165.
Mori-illo Lorenzo (coronel), 158 y 160.
Mori'illo Pablo (mariscal de campo), 14, 17,26, 52 a 56, 65, 68 a 70, 73, 77
a 80, 84 a 87, 89,90,94, 95, 97, 103, 137, 150, 158, 194, 216, 230, 232,
240, 300 Y 352.
MOSQUERA Joaquín (doctor), 142, 151, 154, 157, 179, 187, 216, 282, 377
Y 379.
Mos.~quera Rafael (diputado), 246, 257, 377 Y 379.
Mos.:quera Tomás Cipriano (general), 256, 335, 396 Y 398.
MOESQUERAS (los), 398.
l\10TIA Aquiles de la (caballero de Malta), 200.
Mot:.a Bernardo (diputado de Tunja), 360.
MOWULIEN, 251.
MOn ANO Damián (coronel español), 246.
MU~OZ, (capitán), 92.
MUMOZCornelio (coronel), 323.
Muñiíoz Ignacio (doctor), 375 y 378.
Muññoz Manuel (coronel), 377.
Muññoz Simón (coronel), 30, 34, 52, 57, 97,98, 103 Y 104.
MUIRGEON Juan de la Cruz (general español), 128, 140, 141, 147, 148,
151, 152, 154 Y 156.
DIARIO POLÍTICO Y MILITAR - ONOMÁSTICA 179

MURGUEITIO Pedro José (general), 59, 297, 396, 397, 398 Y 400.
MUGUERZA Pedro, 30l.
MUY Juan Bautista Luis Felipe de Félix Saint-Maime, conde de, 194.
Muzí Juan (arzobispo de Filipos y vicario apostólico de Su Santidad en
Chile), 275.

NAPOLEON, 344.
NARI~O ANTONIO (general), 76, 78, 112,113,114,115, 116,119, 120, 121,
125, 180, 194, 212, 213 Y 235.
N ARV ARTE Andrés (diputado a la Convención de Ocaña), 379 Y 402.
NEGRETE Celestino (general mejicano, alias coronel llantos), 221.
NICOLAS 1 (zar de Rusia), 285 y 291.
NOVOA, 363.
NU~EZ DE CACERES (secretario del general Páez), 294, 303 Y 325.

o
OBANDO Antonio (general), 339,340, 346, 348, 349, 390.
OBANDO José María (general), 31, 52, 98, 148, 163, 196, 224,256, 393, 396
a 400 y 403.
OBERTO Rudesindo (oficial), 196.
OBESO Francisco, 22.
OBESO Ignacio, 19.
OBESO José María, 22, 27 Y 3l.
OBRERO (español), 26.
O'DONELL, 34.
O'DONOJU Juan (virrey de México), 128, 136, 143, 148 Y 160.
O'HIGGINS Bernardo (general chileno), 76, 143, 211, 216 Y 22l.
OLA~ETA Antonio (general), 230, 253, 255, 267, 273 Y 276.
O'LEARY Daniel Florencio (general), 295, 301 a 303, 310, 314, 316, 386 a
388, 394 Y 399.
OLIVA (oficial español), 246.
OLIV ARES José Manuel (coronel), 315 y 368.
OLMEDO Joaquín, 101, 134, 177 Y 215.
OLMO José del, 130.
OLLAG"OE (español), 13l.
OREJUELA Fermín, 383.
ORE LLANA José Matías (diputado), 383.
ORTEGA Y NARI~O José María (general), 308 y 331.
ORTIZ Jerónimo, 50 y 58.
0810 Juan José (clérigo), 213, 246 Y 257.
OSORIO Alejandro (doctor), 31, 115, 125, 213 Y 334.
OVALLE José (español), 22.
OWEN Eduardo, sir, 214.
180 JOSÉ MANUEL RESTREPO

PIO IX, 182, 277, 340, 341, 354 Y 360.


P ADILLA José (almirante), 66, 130, 131, 205, 218, 224, 225, 227, 305, 374
a 376, 378, 380, 390, 392, 394 Y 402.
P AEZ José Antonio (general), 13, 53 a 55, 60, 106 a 109, 111, 129, 150, 159,
162, 185, 187, 190, 192, 193, 208, 217, 231, 233, 234 a 236, 262, 269,
272, 279, 282, 286, 291 a 296, 298, 301 a 303, 306, 309, 310, 312 a 321,
323 a 326, 341, 344, 350, 361, 366, 367, 374 Y 40l.
P ALAREA (oficial español), 194.
PANDO José María, 278.
PARADA Patricio (herrero), 390.
PARDO (brigadier español), 55.
PAREDES Cruz (coronel), 368.
P ARIS Joaquín (general), 31, 164, 165 Y 399.
PASOS Antonio, 19.
PAZ DEL CASTILLO Juan (general), 271, 297,330, 336 Y 340.
PLAZA (coronel), 109.
PEDRO el Grande (zar de Rusia), 55..
PEDRO (emperador del Brasil), 197, 282 Y 284.
PELEGRIN (ministro), 155.
PELGROM José María (editor de La Aurora), 303.
PE:r:l'A Miguel (doctor), 117, 125, 271, 287, 292,294,303,323,324,344 Y 377.
PE:r:l'ALVER Fernando, 114, 115, 125,292,302 y 303.
PEREIRA (coronel), 108, 110, 111 Y 139.
PEREZ Donato, 13.
PEREZ José Gabriel (general), 85, 168, 169, 176, 300, 333, 335, 339, 340
Y 346.
PEREZ Vicente, 19.
PEZUELA Joaquín de la (marqués de Vilurna, virrey del Perú), 90 y 98.
PIAR Manuel (general), 302.
PIEDRA Miguel de la, 102.
PINEDA Antonio (regidor), 247 y 248.
PI:r:l'ANGO Judas Tadeo (general), 158, 161 Y 162.
PI~ERES Juan Antonio (coronel), 374.
POLINAC Augusto Julio Armando María (príncipe de), 252.
POMAR Miguel María (diputado), 383.
PONTON Mariano (americano), 22.
PORRAS Vicente (mariscal), 84, 140 y 141.
POSADA Jorge (presbítero), 42.
POSADAS José Ignacio, 42.
PRETO (coronel), 220.
POWLES (inglés), 181.
PUENTE (oficial español), 15I.
PUERTA (oficial), 58 y 60.
PFJGI,S Vicente (español), 20;;:,
P!TUDQ (cor;landante), 165.
DIARIO POLÍTICO Y MILITAR - ONOMÁSTICA 181

QUEREYACO (fraile), 100.


QUIJANO José María, 362.
QUIROGA Antonio (coronel), 57 Y 83.
QUIROGA Manuel Rodríguez de (de los asesinados en Quito el año de
1809),176.

RABELO (fraile), 366.


RACINES (fraile), 400.
RAMIREZ, 40l.
RAMIREZ José María (clérigo, alias Ramirote), 377.
RA:MIREZ (oficial realista), 135 Y 143.
RAMOS Alejo (coronel), 129 y 130.
RAMOS Antonio (coronel), 129.
RANDOLPH (mr.), 390.
RANJEL (coronel republicano), 110.
RASCH Federico (coronel), 132.
RATTIER (conde de), 200.
REAL José María del (doctor), 246, 305, 379 Y 380.
REIMBOLD (coronel), 375.
RESTREPO, 78.
RESTREPO Félix de (doctor), 70, 114, 125 Y 373.
RES TREPO José Manuel (historiador), 5, 7, 8, 24, 25, 70, 115, 124, 125,
310, 311, 349, 358 Y 395.
RESTREPO POSADA José (monseñor), 9.
RETAMAL Miguel (teniente coronel español), 168.
REVENGA José Rafael (doctor), 95, 106, 137, 182, 190, 197, 209, 214, 242,
268, 279, 310, 311, 350, 356, 358 Y 372.
REYES VARGAS (coronel), 83, 84,94,150 Y 161.
RICAURTE Joaquín (general), 29.
RICAURTE José María (coronel), 43, 55, 71 Y 78.
RIEGO Y NU~EZ Rafael (general y patriota español), 83, 232 Y 241.-
RIEUX Luis Francisco de (general), 78, 137, 205 Y 209.
RIVA AGfiERO José de la (presidente peruano), 215, 223, 228, 230, l)~2,
242, 243 Y 400.
RIV AS Francisco (editor de La Aurora), 294 y 303.
ROBLEDO Carlos (capitán), 24 a 26, 30, 31, 41 Y 42.
ROBLEDO Miguel (comandante), 48 y 49.
ROCA Francisco, 101, 134, 177 Y 215.
RODIL (brigadier español), 249, 267, 270, 271, 273 Y 285.
RODRIGUEZ Enrique (intendente del Magdalena), 209.
RODRIGUEZ Francisco (marqués del Toro), 234.
RODRIGUEZ Gregorio (obispo de Cartagena), 69, 70 Y 72.
RODRIGUEZ Miguel (capitán de húsares), 29 y 235.
RODRIGUEZ Pedro (español), 22.
ROJAS PINILLA Gustavo (general jefe supremo), 407.
182 JOSÉ MANUEL RESTREPO

ROMERO (coronel), 66, 76 Y 138.


ROMERO Juan José, 402.
RONDON Juan José (héroe del Pantano de Vargas), 187.
ROSCIO Juan Germán (vicepresidente de Venezuela), 37 y lll:\.
RUEDA BRICE1'lO Ana, 8.
RUIZ (mayor), 171.
RUIZ Pedro (coronel), 318.
RUNNEL (inglés), 53.

s
SAENZ Manuela, 389.
SAENZ Pedro, 15 a 18 y 20.
SALAZAR CARRILLO DE CORDOBA FRANCISCO (agente del Perú en
Guayaquil), 152.
SALAZAR y BAQUIJANO (vicepresidente del Perú), 347.
SALAZAR José l\'laría (doctor), 349.
SALAZAR Francisco (subteniente), 392.
SALAZAR Zoilo (teniente coronel), 42.
SALG ADO Bartolomé (teniente coronel), 132.
SALOM Bartolomé (general), 32, 185, 223, 225, 226, 228, 230, 231, 248, 305,
322 Y 341.
SAMANO .Juan (virrey), 28, 30, 64, 65, 69, 70 y 72.
SANCHEZ LIMA (coronel), 64 a 66, 75,80,82,91 Y 128.
SANDERS Arturo (general), 326 y 329.
SANDES (coronel), 156.
SANIN Manuel, 19 y 27.
SAN MARTIN José de (general), 15, 59, 76, 82, 90, 92, 98, 100, 101, 103,
135, 136, 143, 152, 153, 157, 179, 185, 186, 221, 243 Y 258.
SAN MIGUEL Ignacio de, 194.
SAN MIGUEL Evaristo (general y político español), 215 y 232.
SANTA ANA AntoJlio López de (general mejicano), 211 y 221.
SANTACRUZ Andrés (general y presidente de Bolivia), 156, 172, 176,223,
228, 230, 232, 243, 326, 327, 347, 359 Y 397.
SANTAMARIA Antonio María, 14 a 16.
SANTAMARIA Julián (teniente coronel), 265 y 267.
SANTAMARIA Manuel, 20.
SANTA MARI A Miguel (mexicano), 67, 70,114, 125, 142,214 Y 250.
SANTANA Antonio (general, véase López de Santa Ana).
SANTANDER Francisco de Paula (general), 13, 28, 29, 33, 36, 37, 41, 80,
119, 120, 121, 122, 126, 142, 212, 235, 245, 268, 276, 279, 280, 282, 285,
287, 294, 296, 302, 304, 306, 307, 309, 312, 316, 319, 321, 331 a 333,
336 a 338, 341, 342, 343, 345, 348, 351 a 355, 357, 358, 360, 369,
372, 377 a 383, 386, 387, 390, 392, 394 a 396, 400 Y 401.
SANTANDER y VILLAVICENCIO Leonardo (obispo de Quito), 175 y 186.
Santander y Villavicencio Leandro (véase Leonardo).
SANTOS ESCOBAR Manuel (maestrescuela de Pamplona), 354.
SAi-tUDO Joaquín (español), 22.
SAi-tUDO :!'.Ianuel (edecán de Villalón), 21 y 22.
DIARIO POLÍTICO Y MILITAR - ONOMÁSTICA 183

SARDA José (general), 197 a 199,201 Y 211.


SARRIA, 23l.
SARTORIO Juan (brigadier), 90, 95 Y 98.
SENMATH (coronel), 200.
SERNA José de la (conde de los Andes, general español, virrey del Perú),
135, 143, 179, 232, 255 y 266.
SIL VA Laurencio (general), 323, 368 Y 372.
SILV A Rudesindo (capitán), 390 y 394.
SIMON (fraile), 100.
SIRAKOSKI (comandante), 398.
SMITH Guillermo, 301 y 325.
SOLANILLA, 33l.
SOTO Francisco (doctor), 114, 115, 246, 309, 313, 334, 336, 351, 352, 355,
358, 376, 377 a 380, 382, 387, 390 Y 401.
SOUBLETTE Carlos (general), 13, 29,32,106, 107, 111,130,149, 150, 152,
158, 161, 162, 184, 190, 231, 234, 270, 282, 310, 311, 351, 358 Y 372.
SPELIUZ Francisco (capitán de fragata), 90, 95 Y 106.
STEW ART, sir Carlos, 281.
STUERS Jonhkeenvan (cónsul de Holanda), 362 y 364.
SUCRE Antonio José de (mariscal), 85, 96, 99, 104, 131 a 134, 140, 147,
151 a 153, 156, 168, 170, 172, 173, 176, 177, 204, 210, 216, 223, 228,
230, 232, 243, 266, 268, 273, 276, 279, 282, 286, 300, 325, 327, 359,
384, 388, 397 y 398.
SUGARZAZU Pedro (comandante), 301.

TAGLE Y PORTO CARRERO Bernardo (general peruano, marqués de To-


rre Tagle, conde de la Monelos, grande de España), 230.
TALAVERA Mariano (canónigo), 332.
TAMARIZ (coronel), 132.
TANCO Nicolás (ministro de Hacienda), 372 y 395.
TEJADA Ignacio (ministro en Roma), 277, 340, 354 Y 36l.
TELLO (coronel), 79, 108, 110, 111, 129, 150 Y 157.
TERRAZAS Martín (obispo de Dórila), 361.
TISTINGA (teniente coronel), 324.
TODD Carlos (coronel, enviado de los Estados Unidos), 198 y 20l.
TOLRA Carlos (general), 14, 15, 17, 24, 26, 30, 31, 39, 140 Y 153.
TOLRA Juan (comandante), 15 y 16.
TORO JUBa del, 72, 73 y 85.
TORO Jerónimo, 193, 204, 224 Y 231.
TORO RODRIGUEZ Francisco (marqués del), 234.
TORRAL VA Hilario (teniente coronel), 83.
TORRE TAGLE (marqués de, véase Tagle Bernardo), 153, 1'ffl, 232, 246,
249, 250 Y 286.
TORRELLAS Andrés (coronel, presbítero), 185, 200, 201, 207, 223, 324 Y 325.
TORRENS J. A. (coronel, encargado de negocios de Méjico en Colombia),
273.
184 JosÉ MANUEL RESTREPO

TORRES Gabriel de (general), 62, 65, 67, 69, 70, 78, 80, 93, 99, 137, 151,
156, 163 a 165 y 167.
TORRES Ignacio (general), 339 y 363.
TORRES J ~rónimo (doctor), 213, 336 Y 343.
TORRES Manuel de, 184.
TORRES Pedro León (general), 96 y 104.
TRIANA Benedicto (capitán), 392.

u
UCROS José (doctor), 383.
UCROS Vicente (intendente), 375.
UNANUE, HIPOLITO (doctor), 135.
URBANEJ.A Diego Bautista (doctor), 293, 294 Y 298.
URBINA (capitán), 330.
URDANETA Benito (oficial), 47.
URDANETA José María (capitán), 226.
URDANETA Luis (coronel del regimiento de Numancia), 100, 101 Y 33l.
URDANETA Rafael (general), 49, 60, 73, 77,101, 105 a 108, 152, 192, 204,
208, 213, 282, 299, 310, 315, 322, 323, 324, 341, 347, 352, 353, 356,
372, 390, 395 Y 397.
URDININEA José María Pérez de (presidente interino de Bolivia), 387.
URIBARRI (oficial), 227.
URIBE Juan (doctor), 70.
URIBE Miguel (doctor), 42, 334, 336, 355 Y 358.
URREA José, 20 a 22 y 26.
URRECHA Tomás (capitán de navío), 90.
URRUTIA Manuel María, 77.
USCATEGUI (senador), 329.

v
VALCARCEL (teniente coronel), 82.
VALDES .:Jerónimo (general), 253, 255, 266 Y 267.
VALDES :Manuel (general), 51 a 55, 59, 60, 61, 63, 64, 69, 72, 76, 86, 92,
93, 98, 99, 102 a 104, 151, 156, 163, 164, 165, 178, 215, 330 Y 335.
VALDIVIESO Francisco (doctor), 19l.
VALDIVIESO José Félix (doctor), 383.
VALENCI.A José Cornelio (diputado), 115 Y 400.
VALLARI:NO José, 390.
VALLE A:ntonio del, 27.
VALLE OSELLE (marqués de), 135.
VARELA Ange), 398.
VARGAS (véase Reyes Vargas), 83.
VARGAS ..Juan N., 382.
VARGAS "rEJADA Luis (diputado), 377,378, 387,390 a 394.
VASQUEZ NOVOA José María (capitán general), 96.
DIARIO POLíTICO Y MILITAR - ONOMÁSTICA 185

VASQUEZ Rafael (doctor), 382.


VEGAL, 21.
VEGA LES (los), 21.
VERGARA Estanislao (doctor), 31, 372, 373 Y 395.
VICTORIA Guadalupe (general mejicano), 221 Y 269.
VIDAURRE Manuel (plenipotenciario del Perú), 277, 278, 330, 331, 345
Y 363.
VILLA (teniente coronel), 63, 6El.
VILLA José (enviado extraordinario y ministro plenipotenciario del Perú),
371.
VILLALOBOS Maurieio (Pardo), 20 y 26.
VILLALON Manuel (español), 20 a 22 y 26.
VILLAOA Joaquín (comandante de puerto), 100.
VILLAMIL José (capitán de puerto), 100.
VILLAMIL Natividad (mayor), 192 y 199.
VILLAVICENCIO José Fermín (diputado), 383.
VILLELE (ministro de R. R. E. E. francés), 262 y 276.
VIOLO (español), 42.
VIVERO José Pascua! (gobernador español), 100.
VIVES (capitán general), 232.

w
WARLETA Francisco, 39, 41, 42, 43, 45, 47, 53, 55, 58, 61, 69 y 72.
WASHINGTON Jorge, 184.
WATS (cónsul inglés en Cartagena), 239.
WILSON sir Robert, 355.
WILSON (coronel, edecán del Libertador), 355, 356 y 383.
WRIGHT Ricardo (comandante general), 393.

z
ZAMBRANO Ramón (coronel), 174.
ZAMORA (comandante del 49 distrito militar de Venezuela), 302.
ZAYAS (oficial español), 194.
ZEA Francisco Antonio (doctor), 37, 60, 68, 70, 74, 76, 137, 180 a 183,190,
191, 197, 200, 209, 214, 219, 242 y 254.
ZULAIBAR Diego, 20.
ZULAIBAR Wenceslao, 389, 390, 394 Y 400.
TOMO 11

Onomástica

ACERO Ignacio (campesino rico), 102 y 105.


ACERO Ignacio (coronel), 174, 176,218, 290 Y 293.
ACERO Mariano (coronel), 16l.
ACEVEDO Alonso, 114.
ACEVEDO José (coronel), 114 y 229.
ACOSTA Joaquín (general), 267, 268, 287 Y 322.
ADAMS John-Quincy (69 presidente de Estados Unidos), 26, 27 y 45.
AGUDELO (oficial), 354.
AGUIRRE Vicente (ministro de guerra y marina en el Ecuador), 349.
AHUMADA Buenaventura, 102, 103, 105, 126, 136, 141, 161, 162, 164, 165,
167, 169, 170, 171, 174, 176, 177, 179,197 Y 218.
ALANDETE Manuel (alcalde parroquial), 299, 304 Y 363.
ALBORNOZ Miguel (teniente), 224.
ALCAZAR (sargento), 246.
ALDECREUX Federico (general), 195.
ALEJANDRO EL GRANDE, 2l.
AL VARADO Miguel, 26l.
ALVAREZ (comandante), 252.
ALV AREZ Manuel (fiscal), 192 y 197.
AL VAREZ Rafael (prefecto), 170.
ALZURU Juan Eligio (coronel), 204 a 206, 208, 211 Y 212.
AMADOR Juan de Dios (prefecto), 92.
AMADOR José María, 363.
AMA YA, Francisco Ignacio, 288, 289, 291, 293 Y 296.
AMA YA Juan, 296.
ANDERSON Richard Clough (ministro de Estados Unidos en Colombia), 27.
ANDRADE (coronel), 37 y 91.
ANGUIANO Manuel (teniente), 290, 297 Y 307.
ANGUIANO Miguel (teniente), 287 y 288.
ANGULEMA (duque de), 138.
ANTONINO PIO (emperador romano), 142.
ARANA Joaquín (cabecilla), 259.
ARANDA Francisco, 66.
ARAUJO Francisco (capitán de ingenieros mejicano), 212.
ARANZAZU Juan de Dios, 88, 101, 115 Y 313.
ARBOLEDA, 331.
ARBOLEDA (sargento), 216.
ARBOLEDAS (los), 8.
188 JosÉ MANUEL RESTREPO

ARGANIL Juan Francisco (doctor), 44.


ARISMENDI Juan Bautista (general), 60 Y 78.
ARIZABALO (español), 37.
ARJONA (oficial), 13.
ARJONA Alejo, 290 y 291.
ARJONA José, 309.
ARJONA Juan, 290 y 296.
ARJONA Manuel, 292.
ARJONA Pedro (alférez), 287, 288, 289,290 Y 307.
ARJONA Ramón, 292.
ARJONAS (familia de), 289.
ARMAZA Mariano (coronel), 18 y 19.
AROSEMENAS (los), 209.
ARTETA José María (ministro de la Alta Corte), 261 y 353.
ARTET A Nicolás, 236.
ARTETA Pedro José, 257 y 261.
ARTETA Salvador, 257.
ARROYO José Antonio (prefecto del Cauca), 130 Y 134.
ARRUBLA Juan Manuel, 118.
ARRUBLA Manuel Antonio, 118.
ASCASUBI Manuel, 302, 337 Y 356.
AUSTRIA José (coronel), 30, 54 Y 131.
AVENDA~O (coronel), 70.
AZUERO Juan Nepomuceno, 10, 118, 192 Y 197.
AZUERO Vicente (doctor), 10, 45, 98, 110, 117, 118, 129, 185, 192, 194, 197,
198, 201,206, 210, 219, 221, 232, 244, 254, 256, 267, 268, 275, 276 Y 295.
AZUEROS (los), 198.

BARALT Luis (doctor), 93, 110 Y 117.


BARRADAS (general), 28 y 58.
BARRIGA Francisco (coronel), 88, 90, 108, 118,128, 171 Y 181.
BARRIGA Isidoro (general), 178,183,342,346, 352,353,356,357,359, 36D,
364 Y 368.
BARRIGA Joaquín (gobernador), 130 y 170.
BARRIGA Sebastián (comandante), 359.
BARROT Adolfo (cónsul francés), 293, 297,298, 299, 300, 304, 308, 311 a 313,
317, 318,332, 347,358,361 Y 363.
BELMORE (duque de, gobernador de Jamaica), 150.
BELTRAN (canónigo), 349.
BENAVIDES (coronel español), 23 y 24.
BENITEZ, 356.
BENITO REBOLLO Manuel (doctor), 155,267, 275, 277 Y 377.
BENTHAM Jeremías, 44.
BERI~AS Ramón, 162, 164, 165, 167, 169 Y 218.
BERMUDEZ (general, vicepresidente del Perú), 323 y 347.
BERMUDEZ (general), 347.
DIARIO POLÍTICO Y MILITAR - ONOMÁSTICA 189

BERMUDEZ JOSE Francisco (general), 70, 141 Y 199.


BERRY Marie Caroline Ferdinande Louise de Borbón (duquesa de), 270.
BLANCO Pedro (general), presidente de Bolivia), 18, 19 Y 24.
BLANCO (clérigo, general), 94.
BLANCO José Félix (general), 140, 144 Y 199.
BOLlV AR Felicia, 149.
BOLlV AR Fernando, 149.
BOLIVAR Juan, 149.
BOLlV AR Juan Vicente, 149.
BOLIV AR Juana, 149.
BOLlV AR María Antonía, 149.
BOLIV AR Simón (Libertador), 7, 9, 10, 11, 13, 15 a 39, 42 a 53, 55 a 57,
59 a 65, 67 a 78, 80 a 94, 97 a 103, 105, 110, 113 a 115, 120 a 125,
127 a 135, 137, 138, 140, 142, 144 a 154, 156, 157, 164, 166, 197, 199,
208, 210, 211, 215, 228, 243, 246, 271, 272, 279, 281, 283, 288, 301,
309, 321 Y 33l.
BONAPARTE,69.
BORBON Carlos María Isidro de, 269, 309, 312, 323, 333, 340, 341 Y 358.
BORDA José, 355.
BORRAS Miguel (general), 60.
BORRERO Eusebio, 272 y 318.
BORRERO Vicente (doctor), 65, 82, 86, 90, 117, 126, 155, 169, 170, 176,
185 Y 332.
BOUCHART Hipólito, 22.
BOURDEAUX (duque de), 139.
BRESSON Charles de (comisionado francés), 16, 26 Y 3l.
BRETON Higinio (vecino de Bucaramanga), 363.
BRETON, José Ignacio (vecino de Bucaramanga), 363.
BRETON Matías (vecino de Bucaramanga), 363.
BRICE~O Justo (general), 114, 121,122, 124, 126, 128, 135, 140, 141, 143,
156, 164, 167, 168, 170, 174, 176, 179, 180, 182 a 187, 189, 191, 199
Y 206.
BRICE~O MENDEZ José María (coronel), 104 y 254.
BRICE~O MENDEZ Pedro (general), 76, 99 Y 149.
BURBANO fray Antonio, 261 y 313.
BURGO S Simón. 52 y 62.
BUSTAMANTE Anastasio (general mejicano), 78 y 27l.
BUSTILLOS Lorenzo (coronel), 99.

e
CABARCAS Juan José (deán de Panamá), 327.
CALHOUN John C. (secretario de Estado de los Estados Unidos), 278.
CALVO Casimiro (de los editores de la Gaceta de Colombia), 156 y 198.
CALLE Manuel (oficial), 290.
CALLE Miguel (oficial), 354.
CAMACHO Salvador (doctor), 275 y 278.
CAMPBELL Patricio (coronel), 26, 31, 32 Y 56.
190 JosÉ MANUEL RESTREPO

CAMPOS José Antonio, 356.


CANABAL Eusebio María (doctor), 80, 81, 88 Y 204.
CARABA~O Francisco (general), 52, 60 Y 240.
CARLOS 109 (rey de Francia), 138, 139 Y 270.
CARMONA Francisco (general), 94, 168, 179 Y 205.
CARO Antonio, 86.
CARO Rafael, 120.
CARRASQUILLA Francisco, 34.
CARRE~O José María (general), 26, 90, 149 Y 195.
CARRILLO CRUZ (general), 128, 138 Y 199.
CARRION Manuel (gobernador), 15 y 303.
CARRIZOSA Isirloro (alcalde), 93.
CARUJO Pedro, 45, 46, 144, 157 Y 216.
CASTELLI Carlos (coronel), 85, 87, 104, 118, 140, 141, 143, 179, 184, 186
Y 187..
CASTILLO Isidro, 28.
CASTILLO José María (cura de Mariquita), 207 y 208.
CASTILLO Rosario, 28.
CASTILLO Y RADA José María del, 25,26,30, 36, 59, 64, 65, 67, 73, 74,
75, 106 a 108, 117, 167, 173, 178, 179, 180, 184, 185, 192, 195, 198,
214, 267, 268, 274, 275, 287 Y 307.
CASTILLOS (los) 28.
CASTRELLON (alcalde municipal de Cartagena), 299.
CASTRILLON Manuel María (intendente de Popayán), 7 Y 8.
Castro Victorino (alférez), 224.
CAYCEDO Domingo (general), 61, 64, 65, 72, 73, 74, 80, 81, 86, 87, 88, 90,
91, 100, 104, 106, 107, 109, 112, 132, 155, 159, 164, 165, 169, 170, 171,
173, 174, 176 a 184, 189, 190, 192, 193, 197, 198, 207, 210, 211, 214,
215,217,232 Y 260.
CAYCEDO y FLORES Fernando (arzobispo), 93 y 155.
CELIS Pedro (coronel), 60.
CENTENO (oficial), 37.
CERDE~A (general peruano), 29.
CESPEDES José María, 174 y 175.
CESPEDES Juan María, 267.
CISNEROS Dionisio (coronel), 38 y 224.
CLAY Enrique (ministro de Estado de los Estados Unidos), 27, 278 Y 279.
CLEMENTE Lino de (general), 55 y 60.
COLERIDGE Guillermo Hart, 332.
CONCHA José (coronel), 138 y 158.
CONSTANT de Rebecque, Benjamín (político francés), 44.
CORDOVA José María (general), 7,8,28, 33 a 38, 41, 43,46 a 49, 51, 52,
56, 85, 143,219 Y 226.
CORDOVA Manuel María (coronel), 9.
CORDOVA Salvador (coronel), 33, 35, 47, 50, 143, 149, 186, 187, 258 y 259.
CORDOVAS (los), 34.
COUTIN Guillermo Eduardo (francés), 50.
CUENCA Ciprián, 295.
CUERVO Rufino (doctor), 262, 267, 268 y 295.
CUEVAS Francisco, 275.
DIARIO POLíTICO Y MILITAR - ONOMÁSTICA 191

CH

CHAVES fray José Antonio (franciscano, preconizado obispo de Casanare),


321 y 329.

DASTE Bernardo (doctor), 356 y 364.


DAVID, 33l.
DE FRANCISCO MARTIN Juan (doctor), 67,72, 73, 76, 129, 144, 148, 149,
160, 168, 195, 200, 206 Y 279.
DELGADO Manuel (coronel), 209 y 210.
DEl\lARQUET (coronel), 9.
DESTUTT DE TRACY Antoine Louis Claude (conde de), 287.
DIAGO Rafael (comandante general), 210.
DIAZ Demetrio (coronel español), 73 y 76.
DIAZ GRANADOS Esteban, 178.
DOMINGUEZ Benedicto (secretario de la Academia Nacional), 267 y 275.
DOMINGUEZ DE HOYOS Pedro (juez político), 102, 118, 141, 161, 162,
164, 165, 167, 169, 197 Y 218.
DON CARLOS DE BORBON (véase Borbón Carlos María Isidro).
DONCET (doctor), 266.
DORREGO Manuel (presidente argentino), 24.
DUNCAN Alejandro (inglés), 10l.
DURAN (capitán), 135.
DUPONT (gobernador de Martinica), 297.
DUPOTET (contraalmirante), 313.

ECHANIQUE Camilo, 302.


ELBERS Juan Bernardo, 366.
ELIZALDE Antonio (general), 356, 357 Y 368.
ELIZALDE Juan Francisco (coronel), 364.
ENRIQUE 59, 270.
ERASO José (oficial), 249.
ESCALANTE (muerto en Antioquia), 49.
ESCANDON Juan Nepomuceno, 296.
ESCOBAR Juan Nepomuceno (canónigo), 155 y 185.
ESGUERRA Sebastián (secretario del Senado), 318.
ESPINAR José Domingo (general), 42,138,137,138,155,156,1'15,1'18 Y 183.
ESPONDA Sebastián (coronel), 159.
ESTE S Diego (oficial inglés), 336 y 338.
ESTEVEZ José Maria (obispo de Santa Marta), 62, 64, 90, 147, 148, 229,
275, 326 Y 327.
ESTRADA Manuel (oficial), 212.
192 JosÉ MANUEL RESTREPO

FABREGA José (general), 204.


FARFAN Antonio (general), 236, 253,838 Y 360.
FARIAS (coronel), 91.
FEBRES CORDERO León (general), 17 y 166.
FERNANDEZ Antonio, 257.
FERNANDEZ de SOTOMAYOR Juan, 185.
FERNANDEZ MADRID José (doctor), 132.
FERNANDEZ Tomás (comandante), 135 y 187.
FERNANDO 79, 269, 309, 311, 323 Y 351.
FILANGIERI Cayetano (jurisconsulto y economista italiano), 44.
FLEMMING (almirante inglés), 56.
FLOR Francisco, 368.
FLOR Vicente, 337.
FLORES Angel María (doctor), 272.
FLORES Eduardo, 187.
FLORES Juan José (general), 9, 11, 12, 14, 17,21,22,24, 26, 29, 30, 91, 92,
94, 95, 96, 98, 116, 134 a 137, 142, 145, 147, 153, 156 a 159, 161, 166,
177, 178, 183, 195, 204, 205, 209, 210, 212, 213, 215 a 220, 225 a 227,
234 a 238, 240 a 242, 245 a 248, 250, 252, 253, 254, 256 a 259, 261
a 263, 294, 297, 801 a 803, 306, 812, 320, 821, 823, 831, 336 a 889,
841 a 346, 348, 349, 352, 353, 356, 357, 359, 360, 364 Y 368.
Florida Blanca (conde de), 340.
FLORIDO Rosa (beata), 354.
FOMINAYA (comandante), 166.
FORTOUL Pedro (general), 128 y 138.
FRANCO Manuel María (coronel), 290 y 346.
FRANCISCO de Paula (infante), 13.
FRITOT (obras de), 44.
FUENMAYOR (gobernador de Maracaibo), 369.

GAITAN Carmen, 162 y 163.


GAITAN José María (coronel), 97, 102, 103, 105, 108, 118, 202 Y 213.
GALLEGOS José Eusebio, 240.
GAMARRA Agustín (general), 7, 14, 18, 20, 22, 23, 24, 29, 50, 199, 337,
347 Y 354.
GAMBA Fortunato (doctor), 292 y 295.
GANGOTENA Mariano, 337.
GARCIA DEL RIO Juan (doctor), 59,64, 67, 72, 73, 76, 99, 164, 166, 167,
169, 170, 172, 173, 175, 177 a 180, 182, 185, 261, 294, 339 Y 342.
GARCIA Joaquín, 267.
GARCIA Pedro Antonio (coronel), 115 y 117.
GARNICA fray Mariano (obispo de Antioquia), 36.
GIL Antonio, 192.
GIRALDO (edecán de Córdova), 47, 49 Y 143.
GLEN Juan (primer comandante), 149.
DIARIO POLíTICO· Y MILITAR - ONOMÁSTICA 193

GOMEZ (padre), 131.


GOMEZ BELISARIO (presbítero), 9.
GOMEZ DE LA TORRE Joaquín, 337.
GOMEZ Diego Fernando (doctor), 10, 45, 97, 155, 162, 185, 210,232, 267,
275 Y 278.
GOMEZ fray Teodoro, 158.
GOMEZ Juan María (coronel, tesorero de Antioquia), 305, 311 Y 313.
GOMEZ PEDRAZA Manuel (general mejicano), 12,24 Y 271.
GOMEZ PLATA Juan de la Cruz (obispo de Antioquia), 272,274,318 Y 327.
GONZALEZ, 178.
GONZALEZ (coronel), 208.
GONZALEZ Benedicto, 47 y 49.
GONZALEZ Florentino (doctor), 45, 48, 211, 272, 293, 322 Y ·324.
GONZALEZ Francisco Javier (comandante), 118.
GONZALEZ J. Ignacio (prefecto del Cauca), 175.
GONZALEZ Miguel (secretario general de Flores), 343.
GONZALEZ Vicente (general), 342 y 360.
GORI José Joaquín (doctor), 155.
GRACIA Lucas (fusilado), 296.
GRAVETE Antonio (coronel), 170 y 172.
GREGORIO 169, Papa (Bartolomé Alberto Cappellari), 242.
GRILLO Antonio (fusilado), 296.
GRILLO Francisco (fusilado), 296.
GRILLOS (los), 289.
GRUESO José María, 9.
GUAL Pedro, 24, 27, 33, 38, 40, 80, 120, 184, 185 Y 214.
GUDíN (relojero), 35 y 41.
GUERRA Antonio (coronel), 27.
GUERRERO Joaquín, 365.
GUERRERO José María (coronel), 338 y 341.
GUERRERO Manuel (coronel), 7.
GUERRERO Vicente (general y político mejicano, presidente de la Repú~
blica), 12, 13, 16, 24, 26, 45 y 78.
GUEV ARA Victoria (alférez), 224.
GUISE (almirante), 8.
GUTIERREZ (edecán del general Piñeres), 166.
GUTIERREZ MORENO Agustín (doctor), 120, 185,272,274,277,282 Y 318.
GUZMAN Leocadio, 69.

HALL Francisco (coronel), 302.


HARRISON WILLIAM HENRY (general), 26, 35, 36, 41, 42 Y 45.
BENDERSON (cónsul), 35, 41 Y 42.
HERES Tomás (general), 271 y 28L
HERNANDEZ (capitán), 160.
HERRAN Pedro Alcántara (general), 61, 65, 73, 76, 83, 88, 334 Y 369.
BERRERA Agustín (doctor, secretario del arzobispo Mosquera), 207.
HERRERA Ignacio (doctor), 194.

Autobiografía-13
BERRERA Manuel (capitán), U, 37 Y 49.
BERRERA TOMAS (general), 132, 206, 206, 208, 209, 211,212.
HINESTROSA J. Marí., 278.
HORMBCHEA Carlos (oficial retirado), U3.
BORMENT Arustín, 93 y 216.
BOYOS, 165.

IBA~EZ Nieolasa, 35 y 36.


IBARRA Diego (general), 55.
IBARRA8, 1011, 99.
ICAZA Martín Santiago de (diputado de Guayaquil), 67.
INFANTE Leonardo (general), 99 y 171.
ISABEL 2" Marí~ Luisa (reina de España), 351.
IZQUIERDO Mauael,291.

JACKSON Andrew (general, presidente de los Estados Unidos), 26, 45,


279 Y 280.
JACKSON Tomás (oficial al servicio de Colombia), 107, 119, 167, 182, 224
Y 238.
JARAMILLO Manuel Antonio, 33, 34, 38,47 Y 50.
JlMENEZ Floreneio (general), 85, 87, 94, 102, 103, 106, 107, 108, 109, 119,
121, 122, 132, 141, 145, 161, 163, 174, 175, 176, 177, 179, 180, 182,
183, 188, 189 Y 201.
JlMENEZ Manuel (coronel), 93, 105, 109, 124, 118 Y 119.
JOHNSON Juan (oficial inglés al servicio de Colombia), 103, 107, 113, 119,
167, 182,185, 224 Y 238.
JONES Roberto F. (capitán), 362.
JURADO JOIIéI (secretario de Roeafuerte), 349.

LACROIX Luis Peru de (general), 88, 89, 141, 142 Y 177.


LA FUENTE Antonio Gutiérrez de (general), 23, 50 Y 347.
LA GRANDltRE Pierre Paul Maríe de (comandante), 297, 298, 299, 300,
301, 304Y 313.
LAGRAVE Modesto, 366.
LAMAR José (general), 11, 12, 14, 15 a 19, 21 a 24 y 33.
LANNES Napoleón (duque de Montebello), 16 y 32.
LARREA Y LOREDOJosé Modesto (plenipotenciario del Ecuador), 38, 40,
72, 256, 302, 339 Y 342.
LATORRE Miguel de, 28.
LAVALLE Juan (general argentino), 24.
DIAlUO POÚTICO y MILITU - ONOMÁSTICA 196

LEIVA y MILLAN José, 295.


LEMOINE Amald (encargado de negocios de F1oancia),241.
LEON Manuel de (comandante ecuatoriano), 204.
LlEVANO ROMUALDO,214.
LIRA Agustín (coronel), 27.
LOEDEL,356.
LOPEZ DE SANTA ANA Antonio (véase Santa Ana Antonio López de).
LOPEZ fray Pedro León, 321.
LOPEZ José Hilario (general), 7, 8, 9, 11, 37, 96, 100, 127, 130, 134, 135,
136, 137, 141, 142, 143, 145, 156, 157, 159, 163, 165, 166, 170, 175,
176, 177, 178, 179, 180, 182 a 186, 188, 189, 192, 193, 194, 195, 197,
198, 200, 207 a 209, 212, 215, 218, 225, 235, 244, 246, 249, 256, 258,
262, 276, 280, 313, 317, 320, 348, 361, 362 Y 369.
LUIS Felipe 1'" (rey de Francia), 139 y 2'10.
LUQUE José Ignacio (general venezolano), 38, 102, 161, 163, 167, 168, 170,
171, 179, 187, 193, 195, 206, 209, 213, 234, 348, 358 Y 366.

LL

LLERAS Lorenzo (doctor), 272, 293, 822 Y 325.


LLONA Leocadio (secretario de la legación del Ecuador en Bogotá), 303.

MC. AFEE Robert B. (encargado de negocios de Estados Unidos), 286


y 287.
MACERO (general), 70.
MACKAUAngel René Armand, barón de (almirante francés), 298, 308, 311,
347, 358, 361, 362 Y 363.
MC. NIGHT (doctor), 149.
MADIEDO Juan, 220.
MADRID Francisco, 338.
MAMBY Tomás (coronel), 166.
MANRIQUE (coronel, ministro de la Corte Marcial en el Ecuador), 365.
MANTILLA José María (general), 118.
MARCO AURELlO, 142.
MARCOS Antonio (canónigo), 349.
MARES Pedro (coronel), 122, 127, 135, 136, 140, 148 Y 189.
MARGALLO Anacleto (doctor), 354, 355 Y 365.
MARIA CRISTINA (reina, viuda de Fernando 79), 311, 333 Y 340.
MARIA DE GLORIA (reina de Portugal), 309.
MARIA ISABEL (princesa), 312.
MARIÁTEGUI Francisco (plenipotenciario del Perú en Quito), 241 y 242.
MARI~O Santiago (general), 52, 78, 90, 94, 141, 199, 203 Y 369.
MÁRQUEZ José Ignacio de (doctor), 65, 74,81,98,110, 117,118,129,200,
203, 210, 211, 213, 214, 217, 219, 228, 238, 244, 245, 256, 260, 274 a
277 y 278.
.196 JosÉ MANUEL RESTREPO

MARTEL (coronel), 156.


MARTIGNI Buchet de (encargado de negocios de Francia), 311 y 332.
MARTIN (diputado), 73 y 78.
MARTINEZ DE LA ROSA Francisco (político y escritor español), 333,
350, 352 Y 358.
MASUTIER Juan (capitán), 135.
MATEU Manuel, 368.
MAZA Hermógenes (general), 179.
MENA Pedro (coronel), 312, 343 Y 345.
MENDEZ Rafael Ignacio (arzobispo de Caracas), 281 y 322.
MENDOZA (comandante militar), 251.
MENDOZA Jerónimo (doctor), 126, 164, 192, 195 Y 198.
MERINO Pablo (doctor), 303, 342, 349, 357, 360 Y 368.
MERIZALDE José Félix (doctor), 325.
METTERNICH·WINNEBURG Clemente Wenceslao (príncipe de), 266.
MEYER (alemán), 194.
MICHELENA Santos (ministro de Venezuela), 293, 294, 305, 344, 345 Y 368.
MIER Joaquín (coronel), 147 y 149.
MIGUEL 1. de Braganza (rey de Portugal), 309, 323, 340, 341 y 359.
MIRABAL Antonio (teniente), 224.
MIRES José (general), 19 y 2I.
MOLINA Calixto (general), 220.
MONAGAS José Gregorio (general), 166, 199 Y 203.
MONAGAS José Tadeo (general), 160.
MONROY (de Paipa), 181.
MONTEBELLO Napoleón Lannes (duque de), 16, 26, 31 Y 32.
MONTECúCULLI Raimundo (general austríaco), 149.
MONTEVERDE Domingo (marino y militar español), 15I.
MONTILLA Mariano (general), 10, 26, 30, 38, 49, 68, 92, 99, 102, 134, 135,
141, 143, 149, 160, 168, 174, 177, 179, 189, 195, 197, 200, 203, 206,
224, 238, 264, 271, 27,1 Y 341.
MONTOY A Francisco 118 y 178.
MONTOYA José Manuel (coronel), 106, 114, 118, 197,254,288, 289 Y 292.
MOORE Tomás P. (coronel), 26, 45 y 279.
MORALES Antonio (general), 116, 117 Y 394.
MORALES Darío, 337.
MORALES Juan de Dios, 337.
MORENO DE SALAS (coronel), 134.
MORENO Juan Nepomuceno (general), 127, 136, 156, 182 a 187, 192, 193,
194, 197, 202, 210, 225 Y 234.
MOSQUERA Joaquín, 53, 72, 75, 80, 81, 245, 274, 278, 281, 303 Y 324.
MOSQUERA Manuel José (arzobispo de Bogotá), 326.
MOSQUERA Pedro (doctor, ministro interino del Interior), 179, 180 Y 274.
l\lOSQUERA Rafael, 130, 228, 245, 274, 275, 276 y 277.
MOSQUERA Tomás Cipriano de (gran general), 8, 50, 88, 90, 93, 94, 95,
97, 98, 100, 101, 102, 104, 105, 109, 110, 111, 115, 119, 121, 122, 123,
124, 126, 127, 128, 131, 132, 155, 159, 170 Y 282.
MORILLO Apolinar (coronel de caballería), 258.
MORILLO Pablo, 28, 163 y 307.
MIGuERZA Pedro (general), 83, 104, 120, 141, 157, 158, 159, 178 Y 195.
MUÑOZ Manuel (coronel), 293.
DIARIO POLÍTICO Y MILITA.R - ONOMÁSTICA 197

NAPOLEON, 149.
NARVAEZ Vicenta, 10.
NARVARTE Andrés (doctor), 271.
NAVARRO Justo, 365.
NAVAS (comandante), 360 y 364.
NECOECHEA Mariano (general argentino), 22 y 23.
NEGREROS (revoltoso), 258.
NIETO Antonio, 292 y 296.
NOGUERA José Catalino (escribano), 149.
NOVOA Diego,242.
NU~EZ (comandante), 186.
NU~EZ Marcelino (comerciante), 161.

o
OBALDíA José de, 209.
OBANDO José Antonio (general), 37, 96, 100, 121, 122, 168, 170, 180, 185,
197, 201, 203, 208, 214, 219, 232, 234 Y 262.
OBANDO José María (general), 7, 8, 9, 11, 28, 33,46,49, 74, 92, 95, 98, 99,
114, 127, 130, 134, 135, 136, 137, 141, 142, 143, 145, 156, 157 a 159,
161, 163, 165, 166, 170, 175, 177, 178, 183, 184, 185, 192, 193, 194,
195, 197, 209, 210, 213, 215, 216, 217, 218, 228, 229, 232, 234, 240, 241,
248 a 250, 252, 253, 256 a 258, 261, 267, 269, 280 Y 364.
OBESO Manuel (presbítero), 50.
O'CARR mr. (oficial americano nacionalizado), 41.
O'LEARY DANIEL Florencio (general), 14, 35, 37, 38, 40, 41, 46, 47, 49
a 51, 68, 90, 95, 238, 279 Y 341.
OLMEDO José Joaquín (vicepresidente del Ecuador), 136, 137, 236 Y 245.
ORBEGOZO Luis José (general, Presidente del Perú), 14, 323 Y 347.
ORDO~EZ Juan Clímaco (doctor), 332.
ORLEANS (duque de), 55, 138 Y 139.
ORRANTIA Joaquín, 207 y 208.
ORTA (general), 197 y 202.
ORTEGA José María (general), 93, 104, 117 y 185.
ORTIZ Pedro (alférez), 354 y 355.
OTAMENDI Juan (general), 209, 352 Y 356.
OSES Fructuoso (coronel venezolano), 258, 259, 352, 360 Y 364.
OSORIO Alejandro (doctor), 61, 65, 98, 232, 275 Y 278.

PAEZ José Antonio (general), 12, 21, 25, 30, 44, 48, 51, 52, 54 a 57, 59,
60, 61, 63, 69, 70, 71, 78, 83, 90, 91, 98, 99, 127, 135, 137, 152, 153,
160, 166, 168, 199, 203, 220, 264, 271, 272 Y 369.
PALACIOS URQUIJO Basilio (coronel), 226 y 234.
198 Jost MANUEL RESTBEl"O

PALACIOS José (mayordomo de Bolívar), 149.


PALACIOS Leandro (encargado de negocios en Londres), 132.
P ALMERO Miguel, 38.
PALMERSTON Henry Temple (lord, ministro inglés), 340.
PALLARES Antonio (general), 257, 302, 331, 339, 341 Y 342.
PARDO Manuel (general), 155 y 185.
PAREDES José de la Cruz (coronel), 149 y 198.
PAREDES VILLAVICENCIO Joaquín, 7.
PARIS Joaquín (general), 88, 104, 110, 120 Y 126.
PARIS José, 174 y 291-
PARIS Mariano (coronel), 65, 104, 106, 167, 169, 170, 172, 177, 179, 182,
185, 289, 290, 291, 292 Y 354.
PARISES (los), 292 y 293.
PARRA Juan Nepomuceno, 174.
PASOS (doctor), 261-
PATRIA (general, véase Reyes Patria Juan José).
PAVAJEAU Juan, 149.
PEDRAZA (mejicano, véase Gómez Pedraza Manuel).
PEDRO de Portugal, 309.
PE~A Fernando, 78.
PE~ A Manuel, 342.
PE~ A Miguel, 60.
PERALES (sargento), 246.
PERALES Javier, 38.
PERAL T A Martín, 327.
PEREIRA José Francisco (doctor), 120, 155, 178, 213, 226, 232 Y 276.
PEREZ José Gabriel (general), 69, 149 Y 360.
Pérez Romero Manuel, 149.
PETIT (comandante), 360, 364 Y 368.
PEY José Miguel (doctor), 164, 169, 192 Y 195.
PI~ANGO Judas Tadeo (general), 55, 99, 198 y 199.
PI~ERES Vicente (general), 10, 97, 104, 111, 126, 162, 165 a 170,313,317
Y 320.
PLAZA (general), 11.
POINSETT Joel Roberts (ministro americano), 27 y 45.
POMBO Lino de (doctor), 261,305,326,345 Y 368.
PONCE Ramón (doctor, gobernador del Socorro), 135 y 143.
PORTOCARRERO Trinidad (general), 40,83, 168, 179 y 205.
POSADA Joaquín, 67.
POSADA GUTlERREZ Joaquín (general), 135, 163, 164, 166, 167, 178, 179,
180, 197, 261 Y 289.
POSADAS, 10.
POSADAS (diputado), 73.
POSADAS Ramón (vicario de Marinilla), 41 y 49.
POWLES y COMP A~IA, 149.
POWLES ILLINGWORTH y COMP A&fA, 344.
PRADO, 258.
PRIETO José (coronel de Guayaquil), 17 y 23.
PRIETO Rafael (jefe político), 292.
DIABlO POLÍTICO Y MILITAR - ONOMÁSTICA 199

Q
QUIJANO José Antonio (comandante), 209, 210, 288 Y 291-
QUIJANO Manuel María (diputado), 210, 276, 325 Y 336.

R
RAMIREZ Antonio, 296.
RAMIREZ José María (clérigo, alias Ramirote), 11, 171, 218 Y 269.
RASCH Federico (coronel), 195.
RAULET (comandante peruano), 16 y 19.
REBOLLO Manuel Benito (doctor), 155, 267, 275, 277 Y 317.
RECUERO Domingo, 363.
RESTREPO José Félix de (doctor), 93, 118, 185, 200, 232 Y 262.
RESTREPO José Manuel (historiador), 5,155, 185,229,267,275 Y 276.
REVENGA José Rafael (doctor), 57.
RÉVÉREND Próspero (doctor), 149.
REYES PATRIA Juan José (general), 143, 184 Y 365.
RIEUX Luis de, 117.
RIGNY (almirante, ministro de negocios extranjeros), 363.
RIV A AGtiERO José de la (presidente del Perú), 20, 21, 40 Y 64.
ROBLEDO (oficial), 186.
ROCAFUERTE Vicente (político ecuatoriano, presidente de la República),
303, 312, 320, 323, 331, 336, 338, 343, 345, 346, 347, 349, 350, 353,
356, 357, 358, 359, 360, 364, 365 Y 368.
RODIL José Ramón, (general español), 359.
RODRIGUEZ Alejo, 296.
RODRIGUEZ Enrique (doctor), 161-
RODRIGUEZ (coronel), 195.
RODRIGUEZ Honorato (coronel), 228.
RODRIGUEZ José (capitán), 224.
ROJAS Andrés (general), 160 y 199.
ROJAS Ezequiel (doctor), 295.
ROLDAN Manuel, 259.
ROMAY Manuel (gobernador), 193.
ROS Manuel, 17.
ROUSSEAU Juan 1acobo, 44 y 149.

s
SÁENZ José Ignacio (coronel), 252.
SÁENZ José María (general, miembro de la Sociedad del Quiteño Libre),
331 y 337.
SÁENZ Manuela, 93, 102 Y 151.
SÁENZ Pedro, 33.
SAGÁSTIGA José María (oficial ecuatoriano), 259.
SALAZAR Manuel (vicepresidente del Perú), 23.
SALMON (ministro de su majestad católica). (Véase González Salmon
Manuel), 351.
SALOM Bartolomé (general), 27, 52 Y 153.
200 ¡OSÉ MANUEL RESTBEPO

SALVADOR Antonio (doctor), 286 y 261.


SAL VADOR José, 842 y 868.
SANDERS Arturo (general), 17.
SANDOV AL José, 296.
SAN MIGUEL Víctor Félix (ministro), 889.
SANTA ANA Antonio López de (general y político mejicano), 13, 58 Y 271.
SANTACRUZ Andrés (general, presidente de Bolivia), 9, 20, 24, 50, 64 Y
199.
SANTAMARIA José, 155, 169 Y 185.
SANTAMARIA JuUán, 126, 172 Y 177.
SANTAMARIA Miguel, 171.
SANTAMARIA Raimundo, 155, 170, 176, 177 Y 185.
SANTANA Juan (coronel, antiguo edecán de Bolívar), 144 y 187.
SANTANDER Francisco de Paula (general), 7, 10, 16, 21, 22, 35, 45, 46,
70, 104, 153, 201,216, 220, 221, 227, 238, 243, 244, 245, 251, 254, 255,
256, 264,269, 274, 276, 277, 284, 287, 293, 308, 309, 313, 317, 320 a
322, 324, 325, 331, 355 Y 369.
SANTOS Telmo, 296.
SARDÁ José (general), 26, 157, 288, 289, 290 a 293, 295, 296, 809, 313,
354, 855 Y 365.
SARMIENTO 340.
SARRIA Juan Gregorio (coronel patiano), 99, 100, 209, 210 Y 249.
SARRIA Manuel (alcalde de Cali), 258.
SERGEANT (comisionado de Estados Unidos al Congreso de Panamá), 27.
SERNA José María, 102, 103, 105, 106, 169, 171, 290, 292, 809 Y 354.
SERN A Ricardo (oficial de artillería), 354, 355 Y 365.
SERVIEZ Miguel (general), 48.
SILVA José Laurencio (general), 88, 84,89, 149 Y 195.
SOTO Francisco (doctor), lO, 45, 88, 98, 210, 214, 221, 282, 244, 256, 267
Y 295.
SOTO Ramón (coronel), 83, 104 Y 190.
SOTOMAYOR Juan (obispo de Cartagena), 93 y 208.
SUAREZ Joaquín (doctor), 197.
SUCRE Antonio José de (gran mariscal), 12, 14, 15, 19, 26, 30, 48, 57, 58,
62, 64, 78, 88, 86, 87, 91, 96, 98, 100, 129, 180, 134, 142, 145, 153,
175, 195, 197 Y 250.
SOUBLETTE Carlos (general), 80, 51, 52,54,56, 153, 271 Y 369.
SOUZA DIAZ Luis de (comendador, ministro del Brasil), 159.

T
TALERO José María, 365.
TALLEYRAND-Peligrod Carlos Mauricio de (principe de Benevento), 340.
TAMARIS (español), 349.
TANCO Nicolás M. (ministro de hacienda), 61.
TENORIO l\'[arcelo, 36.
TEJADA Ignacio (encargado de negocios de la Nueva Granada cerca de
Su Santidad), 321.
TEJADA Juan, 126.
TITO (emperador romano), 142.
DIARIO POLÍTICO Y MILITAR - ONOMÁSTICA 201

TOBAR Miguel, 232, 275 Y 278.


TORICES (doctor, ministro de hacienda~, 107.
Toro Teresa, 148.
TORRENS Anastasio (coronel, encargado de negocios de Méjico en Bogotá),
27 y 41.
TORRENTE Manuel Ignacio (teniente 19), 354.
TORRES Ignacio, 300.
TORRES Jerónimo (general), 360.
TOVAR BERNARDO, 275.
TOVAR PONTE Martín (diputado venezolano), 78.
TRACY-DESTUTT de, Antoine-Louis-Claude (comandante, véase Destutt
de Tracy).
TRAJANO (emperador romano), 142.
TRIANA José María (educador), 244, 267 Y 287.
TRIANA Juan Nepomuceno, 296.
TRIANA Víctor, 359 y 366.
TURNER Guillermo (ministro inglés), 'lIS, 107, 123, 167 Y 169.

u
UCRóS José (general), 369.
URBANEJA Juan Bautista (vicepresidente de Venezuela), 127.
URDANETA (oficial), 209.
URDANETA Francisco (general), 33 y 184.
URDANETA Luis (general), 134, 147, 156,158,159,161,166, 177, 204,205,
206, 208, 212 Y 246.
URDANETA Rafael (general), 29, 30, 34, 35, 36, 54 a 57, 65, 73 a 76, 82,
83, 86, 87, 89, 94, 97, 98, 100, 103 a 105, 112, 113, 114, 120, 121, 123,
125, 126 a 128, 131, 134, 135, 136, 138, 140 a 144, 148, 154, 155, 157,
159, 161, 162, 164, 165 a 183, 185, 187, 189, 191, 195, 197, 201, 203,
204, 224, 261, 264 Y 313.
URIBE Miguel Saturnino (doctor), 97 y 318.
URIBE RESTREPO Miguel, 232 y 244.
URICOECHEA Policarpo, 178.
URISARRI Eladio, 295 y 325.
URQUINAONA Francisco (prefecto interino), 120, 124.
URRETA Gregorio (coronel, gobernador de Antioquia), 38, 49, 88 Y 184.
URRUTIA Mariano (eclesiástico), 9.

v
VALDJ;:SManuel (general), 140, 144, 203 Y 206.
VALDIVIESO José Félix (ministro del gobierno del Ecuador), 236, 248,
262, 294, 337, 341, 342, 343, 346 a 350, 353, 359, 360, 364 Y 365.
VALDlVIESOS los, 15 y 20.
VALENZUELA EIoy (cura de ZÍpaquÍrá), 359, 363 y 368.
VALERO Antonio (general), 38.
VALLARINO José (prefecto), 204, 232,244 Y 276.
VAN BUREN Martín (89 presidente de los Estados Unidos), 279•

.,,:. : ..~ ¡';'¿ i-/; l~


~:,¡L:m::CA Ll'tS-AN':¡
¡tf'"'O:¡¡";¡,,..rA'In0iJ.
202 .10sÉ MANUEL RESTBEPO

VANEGAS Ruperto, 365.


VANEGAS Vicente (coronel), 195.
VAN NESS Cornelius (ministro de los Estados Unidos), 350 y 358.
VARGAS Fennín, 47 y 48.
VARGAS José (doctor), 149 y 369.
VARGAS José (gobernad9r del Chocó), 50.
VARGAS José María (coronel), 65, 101,103,172, 199 Y 202.
VARGAS Juan (editor de La Aurora), 118.
VARGAS Natividad (subteniente), 113.
VARGAS TEJADA Luis, 10 y 82.
VASQUEZ Rafael (secretario de la cámara de representantes), 318.
VELASCO José Miguel (general), 18 y 24.
VELEZ (capitán, mandado pasar por las armas por Córdova), 49.
VELEZ Alejandro (doctor), prefecto de Antioquia, 132, 185, 200, 210, 213,
232, 256,276, 277 Y 278.
VELEZ Francisco (general), 77, 85, 87, 88, 90, 103, 108, 111, 112 Y 292.
VERGARA Estanislao (doctor), 29, 31, 32, 73, 80, 126, 145, 164, 165, 172,
192, 197Y 267.
VESGA José !'liaría (coronel), 209, 298, 299, 311, 313, 317 Y 358.
VICTORIA Manuel Félix Fernández (general, presidente de Méjico), 16.
VICTORU, 356.
VILLAMARIN (oficial), 258.
VILLAMIL Pedro, 297 y 307.
VIVERO Manuel. 258 y 259.

w
WARLETA Francisco (general), 48.
WASHINGTON Jorge (presidente de Estados Unidos), 313.
WHIITLE Diego (general), 134, 215 Y 247.
WILSON Belford (coronel), 82 y 149.
WILSON Roberto (general), 149.
WOODBINE Jorge (inglés), 293.
WRIGHT Ricardo (general), 331, 356, 36Q Y 365.

YEPES Agustin. 296.

z
ZALDUMBIDE Ignacio de (revolucionario contra Flores, murió asesinado
en Imbllbura), 331 y 337.
ZAMBRANO Manuel (ministro del Ecuador en Bogotá), 303.
ZUMALACÁRREGUITomás (general español), 359.
ZUBIRíA Manuel de (coronel), 209, 210 y 215.
ZUDEA José María (coronel), 346.
Zú~IGA Matías,296.
TOMO 111

Onomástica

ABELLO Manuel, 295.


ABERDEEN lord (ministro de Relaciones Exteriores de su majestad bri-
tánica), 321.
ACERO Mariano (coronel), 206, 228 Y 229.
ACEVEDO TEJADA Alfonso (genera!), 37, 156, 158, 159, 181 a 183, 196,
~,n~~~~,~~m,W,G~G~~,~,a~a~a~
511, 513 Y 522.
ACEVEDO 10SE (general), 251, 256, 302, 327, 334, 377, 381, 386, 387,
408 Y 425.
ACEVEDO Ramón (oficial), 269 y 270.
ACOSTA 10aquín (general), 145, 204, 235, 255, 281, 302, 304, 318, 319, 355,
370, 375, 377, 378, 398, 399, 404, 405 Y 467.
ADAMS John-Quincy, 68.
EFFRE (monseñor, arzobispo de Paris), 568.
AGUIRRE Francisco (vicepresidente del Ecuador), 266.
AGUIRRE Miguel Maria (historiador boliviano), 534.
AHUMADA Buenaventura, 289.
ÁLA VA Ricardo (embajador español en Londres), 34.
ALCÁZAR Bernardo, 121.
ALCÁZAR Pablo, 295.
ALDAO José Félix (gobernador de Mendoza, caudillo argentino, exdomi-
nico ), 323.
ALEGRIA José Antonio (guerrillero), 268 y 288.
ALEGRIA S los, 281.
ALEMAN José María, 543.
ALMONTE Juan Nepomueeno (general mejicano), 565.
ALV AREZ Antonio Mariano (teniente coronel), 136, 137, 139, 141, 142, 145,
147, 173, 189, 191, 325 Y 326.
AL VAREZ Francisco, 366 y 372.
ALVAREZ MENDlZÁBAL José (español), 41, 42, 45 Y 55.
ALZATE Andrés (alférez), 173.
ALZA TE Gabriel, 357 y 372.
AMADOR Juan de Dios, 519.
AMAYA 10sé Antonio (deán), 456.
AMORóS Luis (S. J.), 374.
A:NCiZAR Manuel (doctor), al, 482, 534 Y 536.
ANDRADE (coronel, gobernador de Santa Marta), 260 y 428.
ANGITUEDAD Ramón (capitán), 203.
APARICIO Juan N., 260.
204 JOSÉ MANUEL RESTREPO

ARAGO DominiqueFran~ois (francés, matemático y astrólogo), 554 y 564.


ARANA, 289.
ARANDA Francisco (ministro de Venezuela), 327 y 391.
ARANDA Pedro Pablo (Abarca y Bolea, conde de), 375.
ARANZAZU Juan de Dios, 52, 59, 93, 110, 184, 239, 246, 262, 302, 308, 322,
324 Y 414.
ARBOLEDA Julio, 285, 372, 373, 409, 410, 414 Y 557.
ARCOS Juan Gregorio, 173.
ARDILA Juan José (clérigo), 381.
ARDILA Ramón (prófugo, véase Azuero Custodio), 361.
ARENA Agapito (alférez), 372.
ARENAS José María (gobernador), 117 y 424.
AR~VALO (oficial reformista venezolano), 38.
ARGOTE Juan José (representante por Caracas), 543.
ARJONA Pedro, 116.
ARMA (alférez), 304.
ARMERO José Doroteo, 436.
AROSEMENA BIas, 483.
AROSEMENA Justo (subsecretario de Relaciones Exteriores), 574.
AROSEMENA Mariano, 114 y 469.
ARROYO Santiago, 427.
ARRUBLA Juan Manuel, 397, 455, 475 Y 517.
ARTETA Pedro José (vicepresidente de la Convención de Ambato), 26.
ASCASUBI Manuel (vicepresidente del Ecuador), 529.
AUMALE duque de (general e historiador francés, 49 hijo de Luis Felipe,
virrey de Argel), 555.
AUSTRIA José (coronel), 32 y 39.
AVENDA~O Andrés (conspirador), 366.
AVIL~S (mayor), 360. --
AYALA José María (oficial), 263.
AZCU~NAGA Vicente (intendente general), 424 y 425.
AZPURúA,543.
AZUERO Custodio (alias Ramón Ardila), 210, 361 Y 365.
AZUERO Evaristo, 372.
AZUERO José,177, 179, 256, 269 y 270.
AZUERO Juan Nepomuceno (eclesiástico), 515.
AZUEROS los, 331 y 372.
AZUERO Manuel (doctor), 174, 178, 179 Y 210.
AZUERO Vicente (doctor), 52, 59, 63, 65, 69, 70, 71, 89, 90,110,112,114,115,
117,118,122,129,164,173,177,179,184,185,187,188, 189, 192, 206,
208, 210, 219, 225, 230, 239, 891 Y 392.
AZUOLA Luis María, 52.

B
BALLlVIÁN JOSE (general, presidente de Bolivia), 111, 130, 1(5,277, 288,
293, 316, 357, 365, 521, 528, 531, 534, 538 Y 539.
BALUFFI Cayetano (internuncio, obispo de Bagnorea, cardenal obispo de
Imola), 92, 93. 248. 818 Y 845.
BARRIENTOS Demetrio (alcalde de Hatoviejo), 292.
DIARIO POLíTICO Y MILITA& - O':~OMÁSTICA 205

BARRIGA Isidoro (general), 8 y 12..


BARRIGA Joaquín María (general), 190, 199, 263, 264, 329, 465, 547, 560
Y 572.
BARRIGA Valerio Francisco (coronel), 26.
BASTIDE Julio (ministro francés), 564.
BÉLUCHE Renato (capitán), 45.
BELZU Manuel Isidoro (general, presidente de Bolivia), 538.
BEN AVENTE Diego José (plenipotenciario chileno), 534.
BENITO REBOLLO Manuel (presbítero), 185 y 515.
BENTHAM Jeremías (filósofo y jurico~sulto inglés), 38, 47, 58, 312,
328 Y 424.
BERMUDEZ Domingo, 159 y 160.
BERMUDEZ (oficial peruano), 353.
BERI~AS Ramón (gobernador), 261, 273 Y 333.
BETHEMONT (ministros de los cultos), 564.
BIDDLE Carlos (coronel norteamericano), 62, 63, 65, 76 Y 101.
BIDLACK Benjamín A. (ministro de Estados Unidos), 444 y 568.
BLACKFORD William W. (encargado de negocios de Estados Unidos),
319, 336, 399 Y 444.
BLANCO ENCALADA Manuel (general chileno), 107 y 111.
BLAS Pablo (S. J.), 374, 390 Y 429.
BLANC Luis (diputado francés), 571.
BLANCO José Félix (general), 506.
BOLA~OS Pedro (guerrillero), 182.
BOLIV AR Simón (Libertador), 11, 36, 44, 80, 90, 131, 181, 241, 278, 279,
315, 329, 330, 331, 337, 345, 348, 349, 350, 354, 459, 460, 475 a 479
y 488.
BORBON Carlos María Isidro de, 27, 40, 42, 61, 71, 108, 124, 147, 148,

BORR:::~~bi.
BORJA Ramón (doctor), 428 .•
(g.n""'¡), 91,
259, 280, 302, 367, 372, 384,."
. ,.173, 185, 202, 239, 242, 246,
0.

394, 429, 438, 439, 446, 447,


455, 464, 483, 529 Y 572.. '" .•. '
BORRERO Vicente (coronel), 129, 174, 225, 226, 229, 232 a 236,240 Y 241.
BOTERO José María (presbítero), 44, 45, 46, 58, 59, 104 Y 105.
BOVES José Tomás (general), 10 y 98.
BOYER Juan Pedro (presidente de Haití), 343 y 385.
BRACHO Miguel (maestro de dibujo en el colegio militar), 535.
BRAVO Nicolás (presidente de Méjico), 344.
BRICE~O MENDEZ Pedro (general), 38, 43 Y 44.
BRICE~O y BRICE~O Domingo, 32.
BROWN Guillermo (general), 131.
BRUSUAL BIas, 273.
BUCHANAM James, 568.
BUITRAGO Marcelo (general), 271, 274, 284 Y 425.
BULNES Manuel (general), 125 y 130.
BURBANO fray Antonio (agustino), 23.
BURG08 SimÓft, 93, 246 Y 366.
BUSCIONI Sebastián de (secretario de la Santa Sede), 318 y 345.
BUSTAMANTE (general peruano), 347.
BUSTAMANTE Anastasio (general mejicano), 565.
BUSTAMANTE Vicente (coronel), 156.
206 JOsé MANlJIlL REImlD'O

e
CABAL Augusto (capitán), 263 y 264.
CABALLERO Andrés (diputado), 453.
CABARCAS Juan José (obispo de Panamá), 37, 366, 367, 382, 390 Y 438.
CABRERA Ramón (general español, conde de Horella), 124, 147 Y 150.
CABRERA WALDAMERO (jefe político de Funza), 396.
CÁDlZ Ramón, 321.
CAICEDO Domingo (general), 59, 65, 69,70, 117, 118, 122, 128, 130, 184,
185, 186, 201, 202, 205, 221, 231, 232, 246, 259, 297, 308, 317, 327,
338, 350 Y 351.
CAICEDO Francisco (teniente coronel), 2¿g.
CAICEDO Joaquín, 514.
CALATRAVA José María (español), 88.
CALCA~O Juan B., 32.
CALDERON (teniente), 249.
CALDERON Antonio (teniente), 198.
CALDERON Ramón (oficial), 177.
CALHOUND John C., 389.
CALVO Juan Antonio (diputado), 368 y 539.
CALVO Mariano (doctor), 184, 224, 256, 465 Y 469.
CALZADA Sebastián, de la (brigadier), 273.
CAMACHO Manuel Antonio, 263.
CAMACHO Salvador, 210, 230 Y 546.
CAMARGO Cayetano, 346.
CAMPUZANO Francisco (contador), 424.
CAMPUZANO Pío (cura de Ayape1). 280 y 290.
CANABAL Eusebio Maria, 90, 11 Y 410.
CANALIZO Vicente (general),
CANCINO José María (coronel
CANTERA José María (may" 294 Y 360.
l~
CANTIL LO Mariano (capit ,.
CAAIZO Francisco, 366.
CAPELLARI Bartolomé Alberto (cardenal, Gregorio XVI), 481.
CARABA~O Francisco (coronel venezolano), 45.
CARBO Pedro, 133.
CARBONELL Luis (contador), 339 y 344.
CARDENAS José María, 52.
CARDENAS Manuel, 305 y 310.
CARDENAS Vicente (diputado), 373, 422, 440, 442 Y 446.
CARLOS In, 375, 546 Y 552.
CARMONA Francisco (general), 203, 219,223, 225, 226, 229, 233, 235, 236,
240, 241, 242, 243, 244, 247, 254, 260, 262, 266, 268, 270, 272, 274,
278, 280, 282, 284, 285, 291, 296, 297, 299, 300, 301 Y 450.
CARNOT Lázaro Hipólito (ministro de instrucción pública francés), 562
y 564.
CARO Diego (oficial), 260.
CARO Y TANCO Antonio, 218.
CARO José Eusebio (doctor), 373, 473, 524 Y 547.
CARRASQUILLA Juan Manuel, 65.
CARRE~O José María (general), 32, 39, 89 Y 329.
DIARIO POLfTlcO y MILt'l'Aa - ONOMÁSTICA 207

CARRIóN (obispo de Quito), 356.


CARUJO Pedro, 38 y 45.
CARVAJAL Ignacio (doctor), 173 y 305.
CASTILLA Ramón (general peruano), 367, 365, 378, 388, 394, 401 Y 434.
CASTILLO Bartolomé, 160.
CASTILLO Pedro Alcántara, 559.
CASTILLO Y RADA José María del (dCX!tor), 10 y 11.
CASTRILLON Manuel José, 158, 231 Y 2"5.
CASTRILLON José Antonio, 259 y 263.
CASTRO Félix, 239 y 384.
CAUSSIDIERE Marc (diputado francés)_ 571.
CAVAIGNAC Louis Eugéne (general, JZ::1inistro de guerra francés), 568
Y 572.
CAZY (ministro de marina francés), 564, •
CENTENO (español), 401.
CERDE1iiA (general peruano), 130 y 131_
CESPEDES Angel María, 305.
CgSPEDES Juan María (canónigo), 385 y 536.
CgSPEDES Manuel, (jefe de Estado MaFor del Perú), 341.
CISNEROS Juan Dionisio (indio), 404.
CODAZZI Agustín (general), 97.
COLOMA Ildefonso (general peruano), 3-41.
COLLAZOS Martiniano (general), 144, 2-44, 250, 260, 262, 265 Y 272.
CONDE Fernando (redactor de El Aviso) '" 546.
CONSTANTINE (secretario de Stewart) "" 295 Y 303.
CORDOVA Jacinto (coronel), 235, 240, 24:1, 242, 244 a 247, 263 Y 288.
CORDOVA Salvador (coronel), 26, 46, L_76, 189, 190, 193, 199, 202, 203,
211, 213, 218, 219, 223 a 226, 229, 232, 233, 234, 235, 239, 248, 254,
255, 257, 259, 263 Y 511.
CORDOVA Vicente, 268.
CORREA Félix (alférez), 327.
COURTINES Jackes de (francés), 364.
COX Jacobo (mayor general), 67.
CRgMIEUX Isaac Moise, llamado Adolph.e (ministro de hacienda francés),
554 y 564.
CUERO Y CAlCE DO fray Fernando (obLspo de Popayán), 242.
CUERVO Rufino (doctor), 113, 175, 266, 297, 299, 305, 313, 317, 322, 324,
333, 340, 355, 384, 388, 393, 409, .10, 457, 463, 479, 483, 508, 510,
512, 523, 530, 547, 567, 572 y 575.
CUEVAS Francisco Javier, 239.
CUZCO Juan del, 325 y 326.

ca
CHACóN Domingo, 146.
CHARRAS Jean Baptiste Adolphe (minis-tro de guerra francés), 564.
CHARUN Agustín G. (clérigo, ministro peruano de Relaciones Exterio-
res), 314.
CHAUX Francisco J. (juez del tribunal dlel Cauca), 321.
CHAVES Angel María, 501.
208 JosÉ ~NUEL RESBTREPO

CHAVES Antonio José (gobernador), 185, 186,187, 141, 143.


CHAVES fray José Antonio (obispo de Caalidonia), 98.
CHAVES José (alias el zambo), 305 y 32•.
CHAVES Tadeo, 396.
CHIARI Miguel, 169 y 184.
CHAYNE Niniano (doctor), 515.

DASTE Bernardo (general), 112, 113, 305-3 314 Y 436.


DAVISON Diego, 65.
DAZA Lorenzo, 389.
DE FRANCISCO MARTIN Juan (doctor., 280, 417, 429, 454, 461, 469,
473, 522 Y 534.
DELGADO Manuel (comandante), 142 y 176.
DESTUTT DE TRACY Antoine Louis-Cla"1llUde, 44 y 812.
DIAZ GRANADOS Pedro (gobernador interino de Santa Marta), 301.
DIAZ Prudencio, 343.
DIAZ Rafael (capitán), 253.
DIAZ RAMON, 197.
DiEZ Juan Antonio (alcalde de Panamá), r¡2, 74, 76 Y 82.
DON CARLOS (véase Borbón, Carlos M_ría Isidro de).
DUARTE Eusebio (conductor de correos), 304 y 372.
DUCLERC (ministro de hacienda francés) , 564.
DULCEY Santiago, 320, 364 y 372.
DUPONT de l'Eure Jacques Charles, 554.
DURÁN Juan Evangelista, 392.
DURÁN Pablo, 232.

ECHENIQUE José Rufino (presidente del Perú), 394.


ECHEVARRiA Miguel (doctor), 438.
ECHURT DEP ASOS Candelaria, 283.
EGEA Leandro (fiscal), 178 y 515.
EGUiA (general carlista), 150.
ELEJALDE Juan Antonio, 292.
ELfAS Domingo (jefe del Ejecutivo peru:=lno), 388, 394 y 534.
ELfO Y EZPELETA Joaquín (general ca•. lista), 150.
ELlZALDE (oficial), 428.
ERASO José, 146, 147, 149, 154, 169 Y 325- a 327.
ERCELLES (coronel peruano), 341.
ESCOBAR Joaquín, 65 y 380.
ESCOBAR Nicolás (gobernador de la pro'&7:inciade Vélez), 156.
ESPA~A (conde de), 150.
ESPA~A Estanislao, 143, 153, 156, 164, 1L65, 169, 189, 277, 281, 289, 305
Y 321.
ESPA~ A Ramón, 273.
DIARIO POLÍTICO Y MILITAR - O~OMÁSTICA 209

ESPA:RAS los, 357.


ESP A:RA Tomás, 304.
ESPARTERO Baldomero (duque de la Victoria, .::general y político español),
147, 148, 149, 150, 354 Y 359.
ESPINA Ramón (general), 196 y 280.
ESPINEL Marcos (encargado de negocios del Ec-uador), 404, 429, 437 Y 469.
ESTEVEZ José María (obispo de Santa Marta:::>, 17.
ESTEVEZ Lorenzo (coronel), 244, 304 Y 305.

F
FÁBREGA Carlos (gobernador de la provincia -de Santa Marta), 360,361,
365 Y 372.
FARFÁN José Francisco (coronel), 96, 97, 98, 1d6, 206, 208, 228, 450 Y 550.
FARiAS Francisco (coronel), 39 y 45.
FEBRES CORDERO León (general), 35.
FEDERICO GUILLERMO IV (rey de Prusia)_ 562.
FELIX Edmond (jamaicano), 361.
FELIX Hermógenes, 365 y 366.
FERNANDEZ Candelaria, 291.
FERNANDEZ DE CORDOVA Manuel (coronel:>, 305.
FERNANDEZ DE SOTOMAYOR y PICON Jualb. (obispo de Cartagena), 17.
FERNANDEZ MADRID Pedro, 404 y 489.
FERNANDEZ Manuel (S. J.), 374 Y 395.
FERNANDINI Juan Pablo (general peruano), 60.
FERNANDO 7Q, 149.
FERREIROS Manuel (plenipotenciario peruano ), 534.
FIERRO (padre), 143.
FIGUEROLA Justo (presidente del Perú), 347 ':'Y 394.
FINOL (comandante), 39.
FLOCON Ferdinand (ministro de comercio fran.-cés), 564.
FLOR VICENTE (ecuatoriano), 9.
FLORES José Maria (natural de Buenos Aires) , 357.
FLORES (coronel), 274.
FLORES Juan José (general), 8, 9, 10, 12, 13, 18, 22, 23, 24, 31, 32, 33,
37, 99, 129, 137, 151, 167, 171, 172, 175,1 76, 184, 185, 189, 191, 197,
211, 246, 259, 266 a 268, 273 a 276, 281, 3:05, 314, 316, 322, 325, 330,
335, 336, 346, 350, 352, 356, 357, 390, 4{)-4, 412, 413, 417, 419, 422,
428, 429, 430, 431, 434, 436, 437, 442, 446, 456, 483 a 499, 504 a 506,
508, 511, 517, 528, 529, 534, 535, 537, 54~-, 552, 553, 555, 565, 566 Y
567.
FLORES LEOPOLDO, 177 y 276.
FORCADELL Domingo (general carlista), 150.
FORERO Gregorio (coronel), 144, 156, 222, 224"" 225 Y 279.
FORTIQUE Alejo (ministro de Venezuela), 42~ Y 425.
FORSYTH mr., 498.
FORTúN Rafael (S. J.), 374.
FRANCIA José Gaspar Tomás Rodríguez (dict...ador paraguayo), 359.
FRANCO Manuel María (coronel), 158, 159, lr'7, 178, 179, 181, 182, 183,
219 Y 252.

Autobiografía-U
210 JosÉ MANU· EL RESTREPO

FRANCO PINZON José María (dire:ctor general de rentas), 473.


FRElRE .Joaquín (S. J.), 374 Y 395.
FREIRE Nicolás (general chileno), 70 Y 81.
FROEZ Valentín, 108.

GAITAN Alejandro (oficial), 159, 1'"78, 183 Y 188.


GAITAN Domingo (mayor), 157 y 158.
GAITAN José :María (coronel), 159, 160, 178, 183 y 188.
GAITANES los, 159, 183 Y 188.
GALA ViS José María, 227, 413, 535= 565 Y 574.
GALINDO (oficial retirado), 214.
GALINDO Tadeo, 232, 233, 257 Y 26 7.
GALLEGOS Eusebio, 40.
GAMARRA Agustín (general, presi<3.ente del Perú), 27, 38, 122, 123, 125,
126, 145, 177, 267, 288 Y 293.
GAMBA Miguel (coronel), 52 y 424.
GARCIA DE PAREDES Ramón (prElsbítero), 114.
GARCIA DEL RIO Juan (doctor), 7.c, 99, 130, 131 Y 473.
GARCIA Francisco (S. J.), 374.
GARCIA Juan (venezolano), 543.
GARCIA .Julián (redactor de El LibEral), 543.
GARCIA Mamerto, 396.
GARCIA Manuel Gregorio (comanda.....nte), 289.
GARCIA MATOS (coronel), 291.
GARCIA Pedro (S. J.), 374 Y 395.
GARELLA Napoleón (ingeniero frarlcés), 364 y 431.
GARNIER-P AGES Louis Antoine, 5(;4.
GASP AR Manuel, 321.
GERMAN RlBON Manuel, 300.
GERMAN RIBON Tomás, 204.
GlRALDO, 289.
GIRALDO (presbítero), 256.
GOMEZ (asesinado en Palmira), 27(;.
GOMEZ (presbítero), 256.
GOMEZ DE LA TORRE Manuel (Córlsul del Ecuador en Pasto), 445 y 446.
GOMEZ Diego Fernando (doctor), 615, 90, 438, 483 Y 508.
GOMEZ Emigdio, 255.
GOMEZ .Juan, 196.
GOMEZ .Juan Esteban (general), 35_ 37, 38, 183 y 204.
GOMEZ Jllan María (general), 126, 189, 226, 229, 233, 234, 276, 277, 284, 289,
290, 291, 292, 293, 297, 411, a12, 415, 458 Y 465.
GOMEZ MARTINEZ Joaquín (presbítero), 438.
GOMEZ Narciso, 214.
GOMEZ PLATA Juan de la Cruz (~bispo de Antioquia), 37, 44, 46, 193,
218, 258 Y 297.
GOMEZ Víctor, 190.
GOMILA Ignacio (S. J.), 416.
GONZALEZ CAMACHO José María (coronel), 260 y 346.
DIARIO POLÍTICO Y MILITAR - ONOMÁSTICA 211

GONZALEZ EUas, 243.


GONZALEZ Florentino (doctor), 52, 102, 103, 117, 144, 149, 163, 171, 174,
187, 206, 210, 230, 331, 481, 482, 500, 508, 509, 510, 526, 547, 560,
572 Y 573.
GONZALEZ José María (coronel), 187, 193, 194, 195, 196, 198, 199, 200,
205, 211, 212, 222, 223, 225, 226,227, 262 Y 278.
GONZALEZ Juan de la Cruz, 263.
GONZALEZ Manuel (coronel, gobernador del Socorro), 159, 180, 181, 182,
183, 209, 215, 216, 228, 229, 230, 233, 239, 250 Y 251.
GONZALEZ María Antonia (de Aranzazu), 414.
GONZALEZ Nicolás (jamaicano), 360,361 Y 365.
GONZALEZ Ramón, 296.
GONZALEZ Rubio Mateo (obispo de Lambesa, auxiliar del de Popayán),
164, 289 Y 427.
GONZALEZ URBINA José María (coronel), 250 y 372.
GORI José Joaquín (doctor), 108, 126, 161, 188, 192, 239, 317, 322, 324,
336, 340, 341, 342, 461, 529, 547, 567 Y 572.
GRANADOS Agustín (jefe político), 360.
GRAU José María (tesorero provincial de Bogotá), 424.
GREGORIO XVI Bartolomé Alberto Cappelari (Papa), 17, 37, 114, 382 Y 481.
GREIFF Carlos (ingeniero sueco), 523.
GRICE Enrique (inglés), 500.
GROSS Jean-Baptiste Louís (barón), 145.
GUAINAS (mestizo), 281.
GUARDA (general peruano), 342.
GUERRERO José del Rosario (comandante), 264 y 269.
GUERRERO José María (general), 428 y 430.
GUERRA Antonio (general), 436.
GUERRIER Philippe (general, presidente de Haití), 433.
GUEV ARA (general venezolano), 39.
GUILARTE (general boliviano), 538.
GUILLERMO IV, 70 a 74, 77, 80, 82, 84, 96, 101 Y 103.
GUILLERMO (capitán de buque danés), 428.
GUILLOT Marcelino, 285.
GUIZOT Guillermo (doctor), 553.
GUTIERREZ Agustín (vicepresidente del senado), 13.
GUTIERREZ Bartolomé, 396.
GUTIERREZ Ignacio (doctor), 297, 313, 327, 333, 380, 473 Y 501.
GUTIERREZ José A. (mayor), 256 y 535.
GUTIERREZ Pedro (secretario del colegio militar), 535.
GUZMAN Leocadio (redactor de El Venezolano), 376, 389, 391, 520, Y 558.

HACHA Santiago (alias Agustín Rodriguez), 272.


HALKETT Peter sir (almirante inglés de las Antillas), 74, 77 Y 78.
HATH Frederick y Compañía, 490.
.t HENAO Braulio (capitán), 248, 252, 253 Y 257.
HEREDIA Narciso de (conde de Ofalia), 120.
HERES Tomás (general), 35.
212 JosÉ MANUEL RESTREPO

HERNANDEZ Lorenzo (general), 265, 271 Y 276.


HERRAN Antonio (arzobispo de Bogotá), 241 y 257.
HERRAN Felipe, 291.
HERRAN Javier, 462.
HERRAN Pedro Alcántara (general), 75, 78, 79, 83, 114, 135, 138, 139, 140
a 144, 146, 154 a 160, 162, 164 a 166, 169, 171 a 175, 177, 182, 183,
185, 186, 189, 191, 194, 197, 201, 202, 208, 209, 211 a 214, 216 a 218,
220 a 223, 226, 229, 232, 233, 236, 239, 241 a 244, 246 a 249, 256, 262,
265, 267,268,270,271, 274 a 280, 283, 284,292, 294 a 296, 298 a 303,
308, 309, 317 a 319, 323, 327, 342, 368, 374, 377, 379, 403, 407, 411,
412, 413, 317, 418, 422, 430, 435, 444, 445, 446, 470, 491, 525 y 526, 567
Y 568.
HERRERA Bernardo (doctor), 392.
HERRERA Joaquín (general, presidente de Méjico), 454 y 455.
HERRERA Ramón (general en jefe), 123.
HERRERA Tomás (general), 72, 297, 299, 302, 310, 311, 488 Y 565.
HERRERA Y ARCE Pedro (administrador de salinas), 424.
HIDALGO (gobernador del Ecuador), 8.
HINCAPIÉ (doctor), 252.
HOPKINS Evan (ingeniero), 524.
HORMECHEA Carlos, 284.
HOYOS Francisco J. (gobernador de Tunja), 216.
HOYOS Jorge Juan (doctor), 112, 299 Y 313.
HUIZI Juan Pablo, 32 y 306.
HURTADO Manuel José (gobernador de Panamá), 72.
HUYALDE Francisco (S. J.), 374.

IBAíitEZ Manuel, 260.


IBARRA Diego (general), 27, 29 Y 30.
IBITO (indio), 281.
ILLINGWORTH Juan, 428.
INDABURO Lorenzo (capitán), 252.
IRIARTE Ignacio (teniente coronel), 343.
IRIBARREN Guillermo, 524.
IRISARRI (general), 131.
IRISARRI Antonio J. (director de El Cristiano Errante), 480, 488, 522 Y 559.
ISABEL SEGUNDA (reina de España), 15,27, 34, 40, 42, 45, 46, 55, 71,
88, 103, 108, 120, 124, 148, 150, 359 Y 425.
ISAZA, 273.
ISTúRIZ Javier de (político español), 491.

JACKSON Andrew (presidente de Estados Unidos), 68.


JADO Francisco (coronel), 419.
DIARIO POLÍTICO Y MILITAR - ONOMÁSTICA 213

JARAMILLO Manuel Antonio, 257, 259 Y 263.


JARAMILLO Clemente (capitán), 247, 248, 252, 253 Y 257.
JELLACHICH DE BUZIM José (Barón, Ban de Croacia), 575.
JlMENEZ DE ENCISO y COBOS P ADlLLA Salvador (obispo de Popa-
yán), 119, 137 Y 242.
JIMENEZ Florentino (coronel), 39 y 551.
JOINVILLE (princesa de), 555.
JOINVILLE príncipe de (hijo de Luis Felipe), 131 y 555.
JOJOA Crisanto, 321.
JOJOAS (indios de La Laguna), 305.
JOLY Nicolás (coronel), 39.
JORGE 39 de Inglaterra, 497.
JOSA Juan Ramón (coronel), 305 y 321.
JOSAS (familia), 305.

KLINGER (coronel al servicio del Ecuador), 357.

LABARCÉS Agapito, 360, 366 Y 389.


LABARCÉS Gregorio (jamaicano), 361 Y 365.
LAMARTINE Alphonse Marie Louis de Prat de, 554, 562 Y 564.
LAMBESA (obispo de, véase González Rubio, Mateo).
LAFUENTE Antonio Gutiérrez de (general), 287, 293, 316, 322, 323 Y 333.
LAfNEZ José (S. J.), 374.
LANDÍNEZ Judas Tadeo (doctor), 287 y 296.
LARA, 396.
LARREA José Modesto (marqués de San José), 469, 470, 471 Y 472.
LASPRILLA José María, 228.
LATORRE José María, 450 y 451.
LANSFELD (condesa de - Lola Montes), 563.
LA VALLE Ventura (ministro de Chile), 314.
LEDRU ROLLíN Alexandre Auguste, 554, 562 y 564.
LEFEVRE (grabador), 121.
LEIVA Francisco (oficial), 281.
LEMOINE Arnald, 145.
LEON Juan Bernardo (vicepresidente del Ecuador), 33.
LEON Matías, 305.
LEONI (ciudadano de Estados Unidos), 303 y 304.
LEOPOLDO (rey de Bélgica), 554 y 555.
LlOT W. B. (ingeniero inglés), 420.
LISLE Edouard de (marqués de Siry, encargado de negocios francés),
404 y 467.
LOBELO, 290.
LOMBANA Ramón, 257.
214 JosÉ MANUEL RESTREPO

LOMBANA Vicente, 112 y 511 a 513.


LOPEZ ALDANA Francisco de Paula, 17 y 473.
LOPEZ DE SANTANA Antonio (véase Santa Ana Antonio López de).
LOPEZ Joaquín María (orador español), 354.
LOPEZ José Hilario (general), 13, 52, 59, 65, 75, 79, 83, 84, 85, 93, 114,
115, 219, 225, 229, 242, 410, 449, 488, 539, 567, 572, 575 Y 576.
LOPEZ Juan Antonio, 240.
LOPEZ Manuel María (comandante), 176 y 268.
LOPEZ Pedro Antonio (comandante), 166, 169, 171 Y 231.
LOPEZ Pedro José, 275.
LORA José Antonio (teniente coronel), 284 y 294.
LOZANO PEINADO Miguel (oficial español), 178.
LUIS 1. (rey de Baviera), 563.
LUIS FELIPE I (rey de Francia), 404,467, 468, 554, 555 Y 563.
LUNA Bautista (capitán), 305.
LUZÁRRAGA (ecuatoriano), 430.

LL

LLERAS Lorenzo María (doctor), 102, 117, 118 y 208.


LLORI Francisco, 191.

MABISOI Agustín, 305 y 321.


MAC·ADAMS John Loudin (ingeniero escocés), 62.
MAC·DOWELL Alejandro, 65 y 384.
MAC·GEACHY, Mr. (agrimensor real de Jamaica), 420.
MC·GREGOR Gregor, 85.
MC·AFEE Robert B., 97.
MACHUCA (coronel), 112.
MACKINTOSHJaime, 132.
MADERO Primo (teniente), 343.
MADIEDO Juan, 208.
MADRID Francisco (general), 428.
MADRID Pedro, 404 y 489.
MALO Antonio (presidente del Senado), 236 y 248.
MALO Benigno (doctor), 436.
MALLARINO Manuel María (doctor), 161,236, 258,390,413, 465, 530, 536,
565 y 568.
MANDEVILLE (ministro inglés en la Argentina), 344.
MANDEVILLE W. de (encargado de negocios francés en Quito), 266.
MANFREDO Juan Francisco (presbítero), 382.
MANTILLA José María (general), 230, 346 y 449.
MARIA (Virgen), 17, 54 Y 55.
MARIA CRISTINA (reina de España), 483, 485, 490, 495, 496, 508 Y 511.
MARIATEGUI Francisco Javier (peruano), 306.
DIARIO POLÍTICO Y MILITAR - ONOMÁSTICA 215

MARIE Alexandre Thomas (francés), 554 y 564.


MARCOS Francisco (ministro del Ecuador), 97, 108, 113, 133, 172 y 346.
MARI:~O Santiago (general venezolano), 29, 32, 35, 38, 545, 560 y 561.
MARIO Cayo (general romano), 12.
MARQUEZ José Ignacio (doctor), 17, 59, 65, 66, 69, 70, 71, 89, 90, 91, 93
a 95, 102, 104, 105, 112, 117, 119, 122, 124, 126, 129, 133, 137, 141,
144, 155, 161, 168, 170, 177, 178, 179, 187, 188, 194, 195, 199, 203,
207, 215, 221, 224, 225, 227, 231, 232, 242, 262, 268, 301, 307, 317,
336, 342, 367, 375, 392, 406, 409 a 412, 436, 450, 464, 480, 482 y 567.
MARTIN Carlos, 559 y 560.
MARTINEZ APARICIO José (comandante granadino), 112.
MARTINEZ DE LA ROSA, Francisco (ministro español), 15 y 425.
MARTINEZ Francisco E. (gobernador), 260 y 269.
MARTINEZ José Vicente (doctor), 225, 261, 449, 453, 458 y 506.
MARTINEZ María, 253.
MARROQUIN Juan Antonio, 116 y 417.
MASTAY Juan María (conde de Mastai Ferrete, cardenal, Pío IX), 481.
MELENDEZ Desideria, 326.
MELGAREJO Concepción (coronel), 146, 210, 212, 216 y 230.
MELGAREJO Juan Bautista (jefe político de Arauca), 550.
MENDEZ Marcelino, 364.
MENDEZ Ramón Ignacio (arzobispo de Caracas), 81 y 151.
MATAMOROS, 389.
.l\'IENDIBURU, 305.
MENDIZÁBAL (véase Alvarez Mendizábal José).
MENDOZA Rafael, (coronel), 210, 272 y 284.
MENENDEZ Atanasio, 296.
MENENDEZ Manuel (jefe del Ejecutivo peruano), 314, 316, 322 Y 323.
MERINO Pablo (vicepresidente del Ecuador), 447, 529 y 534.
METTERNICH Clemente Wenceslao (príncipe de), 561.
MICHELENA Santos (doctor), 7, 40, 108, 113, 317, 324, 325, 537 y 543.
MIER Joaquín, 329.
MIYóN (conde francés), 145.
MOLANO Fernando, 396 y 397.
MOLINA Calixto (coronel), 190, 210 Y 212.
MONAGAS José Tadeo (general, presidente de Venezuela), 35, 39, 40, 505,
506, 520, 535, 537, 538, 539, 543, 544, 545, 547, 549, 550, 551, 558
Y 571.
MONTA~ERO José Antonio, 304.
MONTERO Juan Nepomuceno (diputaqo), 511, 512 y 513.
MONTES Lola (condesa de Lansfeld), 563.
MONTILLA Mariano (g'eneral), 35 y 45.
MONTOY A Francisco, 65, 101, 151, 303, 380, 386, 469 y 502.
MONTOYA José Manuel, 116.
MONTO YA SÁENZ y Compañía, 523.
MONTPENSIER (duquesa de), 555.
MORA José Joaquín de, 528.
MORALES Ignacio (presidente de la Sociedad Católica), 65, 116, 119 y 187.
MORALES (ecuatoriano), 430.
MORÁN (general), 126, 130 Y 350.
MORATO Rafael (teniente general), 147.
216 JosÉ MANUEL RESTREPO

MORE GREGG Gil, 284 Y 291.


MORENO Jerónimo, 173, 305 Y 321.
MORENO José Antonio, 305.
MORENO Juan E. (comandante), 143.
MORILLO Apolinar (coronel), 146, 147, 148, 154, 159, 169, 325, 326 Y 327.
MORILLO Pablo (mariscal de Campo), 10, 11 Y 25.
MOSQUERA Amalia, 318 y 324.
MOSQUERA Joaquín (doctor), 17, 51, 53, 58, 160, 241, 297, 312 Y 443.
MOSQUERA José Rafael (doctor), 108, 110, 112, 126, 236, 297, 307, 309
Y 359.
MOSQUERA Manuel José (arzobispo de Santafé), 17, 34, 46, 137, 151, 182,
206,239,307, 321,367, 374, 381, 383,390 Y 397.
MOSQUERA Manuel María (ministro en Londres), 128, 129, 320, 321, 422,
440, 490, 491, 497 Y 507.
MOSQUERA Tomás Cipriano de (gran general), 115, 135, 166, 169, 172,
173, 174,176, 177, 182, 185, 191, 202, 210, 212, 213, 216 a 223, 229,
236, 240,241, 243, 244, 247, 250, 251, 254, 256, 260, 262 a 264, 266 a
269, 273, 274, 275, 280, 281, 285, 288, 290, 292, 303, 315, 317, 318,
321 a 323, 335, 340, 352, 353, 384, 388, 392, 393, 394, 402, 409, 410,
412, 413, 416, 420, 439, 440 a 442, 456, 458, 461, 469, 470, 475, 480,
484, 499, 511, 513, 515, 518, 520, 522, 529 a 531, 536, 537, 545, 546,
547, 552,553, 556, 558, 560, 565, 566,567, 570, 572, 573 Y 575.
MOTA Bernardo María de la (canónigo), 453.
MOTA Juan (coronel), 112.
MOTA Manuel (gobernador de Tunja), 177, 178 Y 179.
MOTA Mariano María de la, 126.
MOYA Joaquín, 463.
MfiLLER (general), 13l.
MUNIVE Vicente, 366.
MU~OZ Cornelio (general), 548, 549 Y 550.
MU~OZ CHAVES Antonio (capitán), 140.
MU~OZ Fernando (duque de Riánzares), 483, 490 Y 496.
MURILLO Toro Manuel (doctor), 176, 295 Y 531.
MURRAY (comandante), 290.
MUTIS Domingo (comandante), 144 y 149.
MUTIS Manuel María (coronel), 136, 206, 223, 228,243 Y 326.
MUZI Juan (arzobispo de Filipos y vicario apostólico de Chile), 481.

NACHE Diego, 364.


NAJERA Fernando, 179.
NARI~O Antonio (general), 140.
N ARV ÁEZ Francisco, 304.
NARVARTE Andrés (vicepresidente de Venezuela), 27,30,61 Y 66.
N A VARRETE Gregorio, 396.
N AV AS (oficial), 450.
NECOECHEA Mariano (militar argentino), 130.
NEGRI (general carlista), 150.
DIARIO POLÍTICO Y MILITAR - ONOMÁSTICA 217

NEIRA Juan José (general), 177, 178, 179, 185, 187, 192, 196, 197, 198,
200, 201, 207, 222, 226, 227, 228, 276 Y 278.
NEMOURS (duque de), 554 y 555.
NIETO Diego (general peruano), 119, 353, 357, 358, 365 Y 378.
NIETO Domingo (general), 121, 342 Y 347.
NIETO FERNANDO, 501.
NIETO Juan Crisóstomo (juez de 1~ instancia de la provincia de Chacha-
poyas), 361.
NISSER Pedro (ingeniero sueco), 253.
NOGUERA Andrés, 141, 143, 144, 150, 153, 156, 157, 160, 164, 165, 167,
169, 171 a 175, 177, 182, 183, 189 Y 197.
NOVOA Diego, 413.
NU~EZ Francisco (comandante de armas), 488.

o
OBALDfA José de, 65 y 112.
OBANDO Antonio (general), 52, 59, 93, 268, 269, 273 Y 305.
OBANDO José María (general), 13, 59, 64 a 66, 69, 70, 71, 89, 90, 91, 93,
95, 104, 140, 141, 146, 147, 148, 153 a 162, 165 a 168, 171, 173 a 176,
182, 183, 185 a 187, 189 a 191, 195, 197, 216, 219, 231, 232, 235, 236,
240 a 247, 249, 251, 254, 259 a 264, 266, 267, 269, 275 a 277, 281,
282, 289, 299, 301, 305, 310, 314, 315, 325 a 327, 329, 333, 346, 352,
355, 358, 390, 401, 402, 410, 413, 417, 422, 428, 430, 435, 437, 440,
442, 443, 447, 448, 455, 456, 464, 470, 471, 528, 546, 553 y 559.
OBREGON Francisco Antonio (gobernador de Antioquia), 189, 256, 257,
268, 284 Y 410.
O'CONNELL Daniel, 354.
O'CONNOR (general), 131.
O'DONNELL Leopoldo (conde de Lucena, duque de Tetuán), 150.
OF ALIA (conde de, Narciso de Heredia), 120.
OLANO Antonino (doctor), 112, 506, 509 y 511.
OLA~ETA Casimiro (doctor boliviano), 531.
OLARTE Cosme, 159 y 177.
O'LEARY Daniel Florencio (general), 366, 378, 489, 530 Y 553.
OLIVA (coronel), 39.
OLMEDO Joaquín (presidente de la Convención de Ambato), 26 y 413.
ORBEGOZO Francisco, 17.
ORBE GOZO Luis José (presidente del Perú), 23, 27, 33, 36, 38, 43, 58, 60,
67, 69, 118, 119, 121, 126, 145 Y 350.
ORDO~EZ Juan Clímaco (doctor), 13, 86, 190, 193, 194, 209, 216, 227,
313, 336, 355, 358, 377, 379, 386, 393, 397, 398, 403, 410, 412, 416,
420, 424, 443, 483, 539, 546 y 552.
ORIBE Manuel (general, presidente del Uruguay), 353, 359 Y 441.
ORLEANS Luis Felipe de, 71.
ORLEANS (duque de), 554 y 555.
ORLEANS (duquesa de), 555.
ORMAZA Juan Pablo, 321.
ORRANTIA Joaquín, 65 y 380.
218 JOSÉ MANUEL RESTREPO

ORTEGA Y NARIr:íO José María (general), 166, 184, 196, 200, 201, 202,
205, 313, 473 Y 535.
ORTIZ DE ROSAS Juan Manuel (general, véase Rosas Juan Manuel).
ORTIZ Joaquín, 227.
ORTIZ Manue~284, 289, 291 Y 293.
ORTIZ Miguel (gobernador de Neiva), 281.
ORTIZ SARASTI Manuel, 294, 297 Y 281.
OSORIO Alejandro (doctor), 102, 115, 236, 258, 309, 335, 367, 465, 512,
540 Y 543.
OSPINA Pastor (doctor), 161, 236, 297, 413, 522 Y 534.
OSPINA RODRIGUEZ Mariano (doctor), 112, 126, 190, 256, 302, 304, 310,
327, 328, 338, 352, 355, 371, 376, 377, 379, 388, 397, 408, 413, 425,
432, 449,481, 525, 547, 560 Y 572.
OSPINO Emeterio, 295.
OTAMENDI Juan (general), 10, 13, 112, 357, 419, 430 Y 436.
OVIEDO Francisco, 305 y 321.

PACHECO Santos (coronel), 218, 222 Y 241.


PACHON Candelario, 550.
PADILLA Antonio (oficial), 293.
PAEZ José Antonio (general), 12, 28, 30 a 33, 35, 37 a 40, 43, 45, 61, 97,
98, 104, 206, 317, 324, 325, 389, 391, 499, 503, 504, 506, 537, 539,
544, 545, 548 a 551, 553, 557, 558, 565, 570 Y 571.
PALACIOS Miguel (presidente de la cámara de Guayana), 538.
PALACIOS Ramón (comandante), 548 y 550.
PALLARES, 430.
PALMERSTON Henry Temple, Lord (politico inglés), 71, 73, 75, 76, 95,
96, 101, 491, 497 Y 564.
PAPINEAU Luis José (jefe popular canadiense), 107.
PARDO Juan A. (doctor), 315 y 417.
PARDO Lorenzo, 366.
PAREDES Justo (vecino de Panamá), 72 y 79.
PAREDES Mariano (general mejicano), 454, 474, 489, 500 Y 565.
PARIS Joaquín (general), 196, 202, 205, 207,222,224 a 226, 229, 280 Y 516.
PARIS José Ignacio, 459, 460 Y 477.
PARIS Mariano, 164.
PARIS Miguel (lego jesuita), 374.
PARRA Ricardo de la (doctor), 297, 299 Y 310.
PASOS Candelaria Echurt de, 283.
PATIr:íO Manuel de Jesús, 325.
PATRIA Juan José (general), 177, 180, 182, 183, 185, 187, 188, 191, 193,
196, 197,199, 200, 215, 216, 226 Y 227 a 229.
PATRON Juan C. (comandante), 291.
PAZ Manuel María, 535.
PEEL Roberto Sir (político inglés), 354.
PE~A Pedro Antonio de la (teniente coronel, gobernador de Mompós), 150
y 265.
DIARIO POLÍTICO Y MILITAR - ONOMÁSTICA 219

PEREAS (hermanos), 364.


PEREZ Norberto (presbítero), 318.
PEREZ PRIETO Nicolás (gobernador de la provincia de Santa Marta), 413.
PEY José Miguel (general), 118.
PEZET Juan Antonio (general peruano), 347.
PIAMONTE Carlos Alberto (rey del), 561, 563, 566 Y 571.
PIEDRAHITA José Ignacio (fusilado en San Antero), 273 y 291.
PIERROT (general, presidente de Haití), 433.
PIMENTEL, 276.
PINEDA Anselmo (coronel), 284, 252, 253, 281, 297, 299, 302, 310, 417 Y 418.
PINO José María, 296.
PINZON Cerbeleón (doctor), 307 y 336.
PI~ANGO Judas Tadeo (general), 548.
PI~ERES José María, 252.
PI~ERES Juan Antonio (coronel), 203, 204, 211, 219, 236 Y 265.
PI~ERES Vicente, 233, 252, 254, 257 Y 262.
PIO IX (Juan María Mastai, conde de Mastai Fenetti), 481, 533, 562 Y 563.
PITT ADAMS WILLIAM (encargado de negocios), 269, 270,275,282, 283,
303, 304, 306 Y 341.
PLATA José María, 296.
PLAZA Antonio (doctor, redactor de El Clamor de La Federación), 145,
522, 528 Y 529.
PLINIO (el antiguo, naturalista romano), 20.
POLK James Knox (presidente de Estados Unidos), 444 y 448.
POMBO Lino de, 50 a 52, 59, 63, 108, 110, 114, 121, 126, 144, 161, 174, 184,
206, 213, 230, 246, 336, 341, 403, 406, 416, 424, 443, 453, 454, 456,
458, 459, 461, 462, 465, 480, 483, 506, 508 y 535.
POMBO Zenón (doctor), 52 Y 160.
PONCET Antonio (ingeniero), 536.
PONTóN Juan N., 257.
PONTóN Sixta, 45.
PORRAS Rafael (doctor), 469 y 479.
POSADA GUTIERREZ Joaquín (general), 203,241,242,244,245,246,247,
251, 252, 254, 262, 280, 290, 292, 329, 330, 368, 406 Y 413.
POWELS ILLINGWORT WILSON y C~ (agentes de los tenedores de va-
les en Europa), 421.
PRADILLA Urbano (doctor), 406.
PRESTON (senador americano), 68.
PRIETO Nicolás, 179.
PRIETO Nicolás (gobernador de Ríohacha), 272 y 365.
PRIMERO Félix, 343.
PULIDO Miguel, 396.
PURVIS (almirante inglés), 353.

QUESAnA Vicente Jenaro de (capitán general de Castilla), 71.


QUEVEDO Nicolás (doctor), 230.
220 JOSÉ MANUEL RESTREPO

QUIJANO José Antonio (coronel), 184.


QUIJANO Manuel de Jesús (diputado de Popayán), 373.
QUIJANO Manuel María (doctor), 52 y 463.
QUINTANA Mariano (secretario en la contaduría general de hacienda), 424.
QUINTERO Angel (doctor), 557 y 570.
QUIROGA (coronel peruano), 43.

RAFETTI José (italiano), 235, 255,257,262, 268,272,279,284,292 Y 296.


RAIGADA (general peruano), 322.
RAINSFORD William Henry (vicecónsul inglés), 303.
RAMIREZ Anacleto (S. J.), 374.
RAMIREZ Manuel (gobernador de Maracaibo), 27.
RAMIREZ Restituto, 292.
RAMOS (los), 291.
RANJEL Matías (oficial), 178 y 276.
REAL Antonio del (Redactor de la Gaceta Mercantil), 531.
REAL José María del (doctor), 18.
REBOLLEDO Ramón (doctor, juez del tribunal del Cauca), 241 y 246.
REBOLLO (consejero, véase Benito Rebollo Manuel, presbítero).
RECURT Adrián-Barnabé Athanase (ministro del interior francés), 564.
REED Tomás (arquitecto), 517.
RENDON Telésforo (contador), 424.
RESTREPO Cristóbal, 360.
RESTREPO Felipe de, 256.
RESTREPO José Manuel (historiador), 5, 52 Y 256.
REYES PATRIA Juan José, 187 y 216.
RIASCOS Joaquín (oficial), 247,264, 278,280,282, 283, 291, 360, 366 y 372.
RIBERO Mariano (prefecto de Junín), 488.
RIBON Manuel (gobernador de Mompós, véase Germán Ribón Manuel).
RIBON Tomás G. (véase Germán Ribón Tomás).
RICAURTE Pedro, 321.
RIPOLL Ramón (doctor), 94.
RIVA Pastor de la (coronel), 130.
RIVAS Rafael, 573.
RIVERA José Fructuoso (doctor, presidente del Uruguay), 323 y 353.
RIZO (dueño de La Fragua), 410.
ROBLEDO Bibiano (oficial), 263.
ROCA Vicente Ramón (presidente del Ecuador), 413, 435, 436, 447, 449,
490, 529, 567 y 570.
ROCAFUERTE (capitán), 259.
ROCAFUERTE Vicente (presidente del Ecuador), 8, 12, 18, 22 a 27, 31,
33, 60, 112, 316, 356, 402, 436 y 519.
RODRIGUEZ (gobernador de San Fernando de Apure), 97.
RODRIGUEZ Andrés, 325.
RODRIGUEZ Antonio, 396.
RODRIGUEZ Juan (soldado), 147.
DIARIO POLÍTICO Y MILITAR - ONOMÁSTICA 221

RODRIGUEZ Juan Gregorio, 325.


RODRIGUEZ Manuel, 178 y 255.·
RODRIGUEZ o HACHA Santiago, 364.
RODRIGUEZ Pedro- (gobernador de Pasto), 570.
RODRIGUEZ Santiago (doctor), 35.
RODRIGUEZ Tomás (sargento mayor), 305.
RODRIGUEZ TORICES Antonio, 52, 256 y 313.
RODRIGUEZ (los), 179 y 326.
ROJAS (capitán), 234.
ROJAS Ezequiel (doctor), 368, 373, 406, 506 Y 539.
ROJAS PINILLA Gustavo (general jefe supremo, presidente de la repú-
blica), 579.
ROMAY Manuel (doctor),204.
ROMERO Juan José (plenipotenciario de Venezuela), 341.
ROSAS Juan Manuel Ortiz de (general, presidente argentino), 99, 277, 323,
353, 359 Y 441.
RUBIO Antonio (mayor), 265, 271 y 284.
RUBIO José María (gobernador interino), 560.
RUIZ Antonio (capitán), 305.
RUSSELL José (procónsul inglés), 71 a 79, 82 a 85, 95, 96, 102, 103 Y 109.

s
SAA VEDRA Manuel María, 453 y 456.
SALADOR, José (doctor), 9.
SALAMANCA y MAYOL José de (marqués de Salamanca, banquero y
político español), 485.
SALAS (general mejicano), 500.
SALAS José Antonio (diputado de Maracaibo), 538 y 543.
SALA VERRI Felipe Santiago (general, presidente del Perú), 23, 27, 33,
38, 41, 43, 58, 60 Y 145.
SALAZAR Juan Antonio (doctor), 515.
SALG AR Juan P., 396.
SALOM Bartolomé (general), 504, 505 Y 506.
SAMPER Juan Antonio, 181.
SAMPER JOSE María, 392.
SAMPLE Jacobo (general, encargado de negocios de Estados Unidos),
113, 303, 304, 318 Y 319.
SANABRIA Juan de la Cruz, 320.
SANABRIA Tomás (ministro del Interior en Venezuela), 543.
SANCLEMENTE Ramón (diputado), 511.
SANCHEZ Agustín (soldado), 343.
SANCHEZ Manuel Cipriano (prebendado), 329.
SANCHEZ Pedro Antonio (teniente coronel), 160, 173, 189, 246, 251, 261
264.
SÁIZ José María (doctor, secretario del Senado), 161, 236, 367, 406, 449
Y 506.
SAN JOSE (esposo de la Virgen María), 17.
222 JOSÉ MANUEL RESTREPO

SAN PEDRO, 17.


SAN ROMAN Francisco de (S. J.), 374 Y 429.
SAN ROMA N Miguel (general peruano), 316, 353, 358 Y 434.
SANTA ANA Antonio López de (general y político mejicano), 43, 67, 68,
131, 344, 431, 434, 489, 500, 521, 527, 530 Y 565.
SANTACRUZ Andrés (general, presidente de Bolivia), 33, 36, 38, 39, 40,
43, 58, 60, 66, 67, 69, 70, 80 a 82, 99, 100, 102, 107, 116, 118, 119, 121,
122, 123, 126, 130, 131, 145, 273, 288, 293, 347, 350, 365, 378 Y 496.
SANTAMARIA Miguel (ministro de Méjico), 42 y 55.
SANTAMARIA Raimundo (doctor), 65, 393, 502 y 509.
SANTANA (boliviano), 277.
SANTANA José Ventura, 32.
SANTANDER Francisco de Paula (genera!), 45, 46, 58, 59, 64 a 66, 85,
87, 90, 92 a 94, 102 a 104, 108, 110, 112, 115, 118, 124, 129, 157, 164,
166 a 168, 301, 331, 391 Y 480.
SANTOS José Angel (doctor, secretario del senado), 539.
SANZ DE SANTAMARIA José, 118.
SARDÁ José (general), 19.
SARRIA Juan Gregorio (guerrillero de Patía), 153, 154, 156, 160, 169, 171,
173, 176, 182, 201, 219, 231, 232, 243, 245, 246, 261 a 263, 266, 275,
281, 288, 289, 325, 326 y 343.
SA VO Nicolás (encargado de negocios de la Santa Sede), 318, 345 Y 411.
SCHLOSS Segismundo, 473.
SCOTT Winfield (general en jefe del ejército de Estados Unidos en Méji-
co), 530.
SERAROLS Luis (S. J.), 374.
SERNA José María, 10, 18 Y 19.
SERN A MANUEL, 214.
SERRANO Luis José (obispo de Santa Marta), 329.
SERVIEZ Manuel, 254.
SEVILLA Matías (jefe político), 360.
SHANNON Wilson (ministro de Estados Unidos en Méjico), 427.
SILA (dictador romano), 12.
SILVA, 389.
SILVA José Laurencio (general), 27 y 30.
SILVESTRE Melchor de (general, militar español y caudillo carlista), 150.
SISOS, 389.
SMITH GuilIermo (coronel), 543.
SOMOZA (comandante), 291.
SOTO Francisco (doctor), 52, 59, 63, 64, 93, 104, 110, 112, 129, 176, 177,
180, 185, 188, 192, 208, 239, 331 y 453.
SOUBLETTE Carlos (general), 25, 55, 71, 89, 97, 104, 317, 324, 340, 366,
378, 389, 391, 499, 506, 548, 550, 551, 553, 558 Y 571.
SOUBLETTE Evaristo, 553.
SOUBLETTE Soledad, 378 y 553.
STAG Leonardo (general), 436.
STEWART Roberto (ministro inglés), 283, 285, 295, 303, 319, 320, 351 y 366.
STEPHENS John Lloyd, 353.
SUCRE Antonio José de (gran mariscal), 65, 146 a 149, 154, 165, 173, 325
a 327 y 356.
DIARIO POLÍTICO Y MILITAR - ONOMÁSTICA 223

TACO N (teniente), 346.


TALA VERA Mariano (obispo de Guayana, presidente del senado), 538.
TA VERA José María, 364 y 372.
TAYLOR Zacarías (general americano), 488 y 521.
TELLEZ José (S. J.), 374 y 383.
TELLO Cayetano, 346 y 348.
TOMASON (haitiano), 284.
TONO Rafael (general), 284 y 294.
TRÉLAT UIysse (ministro francés de trabajos públicos), 564.
THIERRY Charles (Barón inglés), 22.
TORENO José María Queipo de Llano y Ruiz de Saravia (conde de),
41 y 42.
TORICES Antonio (gobernador), 204 Y 265.
TORO Fermín (enviado extraordinario y ministro plenipotenciario de Ve-
nezuela), 375, 398, 404, 405, 429, 491 Y 499.
TORRES Apolinar (oficial), 147 y 246.
TORRES Fidel, 173, 326, 357 Y 372.
TORRES Francisco de P. (doctor), 126, 449 Y 506.
TORRES fray Leandro (de San Juan de Dios), 21.
TORRES José Ignacio (comandante), 38.
TORRES Pedro Antonio (obispo de Cuenca), 329.
TORRES Y ESTANZ José (obispo de Pamplona), 98.
TORRICO Juan Crisóstomo (general peruano), 316, 322, 323, 333, 353, 357
y 358.
TORRELLA Pablo (S. J.), 374.
TOVAR Martín, 32 y 324.
TOVAR Miguel (doctor), 17.
TOSCANA (gran duque de), 533.
TRIST Nicholas P., 548.
TRONCOSO (civil), 219, 252, 272, 284, 285 Y 296.
TRUJILLO Felicidad (S. J.), 374.
TURNER Guillermo (ministro inglés), 73 a 80, 102 y 103.
TURNER Tomás (cónsul de su majestad británica en Panamá), 71, 72 Y 73.
TYLER John Franklin Pearce (presidente de Estados Unidos), 389.

u
UGARTECHE (jefe de Estado Mayor peruano), 342.
UJUETA Joaquín (gobernador), 204.
URBANEJA Diego Bautista, 324.
URBANEJA Juan Bautista (doctor), 391.
URBINA Cerbeleón {eor~nel), llZ.
URBINA José María (secretario de gobierno), 446.
URDANETA Francisco (general), 26, 196 Y 223.
URDANETA Manuel (capitán), 217 y 409.
URDA NETA Rafael (general), 432, 434 Y 439.
URIBE Eulogio (capitán), 292.
224 JosÉ MANUEL RESTREPO

URIBE José María, 257.


URIBE Miguel Saturnino (vicepresidente de la cámara), 13, 65, 185 Y 190
a 194.
URIBE RESTREPO Miguel (presidente del senado), 13, 52, 59, 86, 108,
129, 173 Y 239.
URISARRI Eladio (doctor), 90, 117, 184 Y 515.
URRUTIA Mariano (doctor), 139 y 161.
USCATEGUI Francisco de Paula (mayor), 157 y 158.
UZTARIS Mariano, 329.

v
VALDERRAMA Pedro Ignacio, 65.
VALDIVIESO José Félix (doctor), 10, 13, 24, 25, 305, 413, 417, 428 a
430 y 436.
VALDES Jerónimo (general de la reina), 27 y 39.
VALDESPINAS (general carlista), 150.
VALENCIA (general mejicano), 527.
VALLARINO José, 239.
VALLE Ignacio, 360, 366 y 372.
VAN BUREN Martín (89 presidente de Estados Unidos), 97 y 101.
VANEGAS Ricardo (editor de La América), 546, 558 y 560.
VANEGAS Vicente (coronel), 158, 159, 168, 179, 183, 213 y 265.
VARELA Angel María, 260.
V ARGAS Inocencio (doctor), 18.
VARGAS José María (presidente de Venezuela), 16, 24, 27, 30, 61, 66, 329
y 330.
VARGAS Juan N., 112 y 208.
VASQUEZ Julián, 280.
VASQUEZ Rafael María (presbitero), 158 y 159.
VEGAL Pablo, 267.
VELASCO José María, 422.
VELASCO José Miguel de (general, presidente de Bolivia), 145, 277 Y 293.
VELEZ ALEJANDRO, 17, 90, 236 Y 239.
VELEZ BARRIENTOS Manuel (diputado), 512.
VELEZ Dionisio E. (diputado), 511.
VELEZ Francisco de Paula (general), 179, 196, 198, 200 a 202 y 205.
VERGARA Estanislao (doctor), 90, 366 y 410.
VERGARA José María (redactor de El Aviso), 546, 559 y 560.
VESGA José María (coronel), 153, 215, 218, 223 a 225, 228, 229, 232, 233,
248, 252, 253, 255 a 257, 267 y 268.
VICENTE Antonio (S. J.), 374.
VICTORIA l. (reina de Inglaterra), 70, 315, 329, 341, 354, 366, 491, 497,
506, 528 y 564.
VIDAL Francisco (general peruano), 323, 333 y 343.
VIDAURRE (coronel), 102.
VIECO (oficial), 250.
VILAR Pablo, 295.
VILLAMIZAR Isidro, 185.
DIARIO POLÍTICO Y MILITAR -, ONOMÁSTICA 225

VILLOTA Francisco María de la (presbitero), 134 a 136, 143, 171 Y 282.


VIVANCO Manuel Ignacio de (general, presidente del Perú), 293, 316,342,
347, 350, 353, 357, 358, 365, 378, 388 Y 394.

w
WEBSTER Daniel (secretario de Relaciones Exteriores de Estados Uni.
dos), 318.
WILSON Belford H. (cónsul inglés en Lima), 287, 341 Y 538.
WILSON Patricio, 473.
WRIGHT Ricardo (general inglés), 412, 434, 485, 490,508,527 Y 535.

z
ZALDUA Francisco Javier (doctor), 511, 512, 513 Y 539.
ZAMORA Estanislao, 264 y 265.
ZAMORA Gaspar, 396.
ZAMORA José María (general venezolano), 549 y 551.
SAWADZKY Estanislao (ingeniero), 572.
ZORRO (de Facatativá), 396.
ZUMALACÁRREGUI Tomás (general español), 27.
Zú:RIGA Justo (comandante), 157.

Autoblografla-:L5
TOMO IV

Onomástica

ABELLO Manuel (coronel), página 452.


ABELLO Manuel (presidente de la Asamblea del Magdalena), 698.
ABELLO Tomás (gobernador del Magdalena), 707.
ACERO Ignacio (el campesino), 176.
ACERO Ramón, 150.
ACEVEDO Alfonso, 43 y 91.
ACEVEDO Angel (presbitero, cura de Ventaquemada), 184.
ACEVEDO José (general, secretario de Relaciones Exteriores), 33, 37,
39 Y 40.
ACEVEDO Ramón (coronel), 473, 478, 509, 510 Y 514.
ACOSTA Joaquín (general), 51, 113, 171, 177, 187,208 Y 253.
ACOSTA José María (general), 181 y 524-
ADAMS William Pitt (encargado de negocios de la Gran Bretaña), 200.
AFANADOR José María (gobernador del Socorro), 439 y 456.
AFANADOR José Pascual (doctor), 126.
AGUDELO Gabriel, 364.
AGUDELO José, 154.
AGUDELO Santos, 86.
AGUILAR Andrés (doctor), 384, 392, 412, 537, 549, 560, 564 Y 574.
AGUIRRE Francisco (ministro del Ecuador en el Perú), 575.
AGUIRRE Manuel (teniente), 182.
ALARCON Vicente, 150 y 153.
ALBERTIER Próspero (canciller de la legaci6n francesa), 185 y 196.
ALCÁZAR Bernardo, 665.
ALCIRA Juan (español), 130, 144 Y 145.
ALCIRA PÁEZ Julián, 676.
ALEGRIAS J. Antonio, 536.
ALEGRIAS los, 581.
ALEJANDRO II Emperador de Rusia, 564-
ALEMAN José María (capitán), 388.
ALVAREZ Andrés María (venezolano), 715.
ALVAREZ Francisco Eustaquio (el macho), 149, 282, 302, 303, 526, 536
Y 609. _
(ALVAREZ Juan (general mejicano), 557.
ALVAREZ Rafael, 131.
ALZATE Miguel (teniente coronel), 155, 167, 170, 173, 180, 340, 419 Y 425.
ALZATES (jefes), 417 y 418.
AMADOR José María, 613 y 614.
228 .JosÉ MANUEL RESTREPO

AMAYA José Antonio (deán de la catedral de Bogotá), 54, 126 Y 497.


ANAYA José Manuel (doctor), 551, 698 Y 717.
ANCfZAR Manuel (doctor), 49, 61, 113, 203, 207, 225, 233, 253, 334, 337,
351, 538, 573, 595, 603, 613, 618, 644, 662 Y 677.
ANDRADE (coronel), 16.
ANGARITA, 420.
ANGEL Antonio, 467.
ANGULO Miguel W. (doctor), 433 y 435.
ARANDA PONTE Francisco (secretario del general Castelli), 568, 571
Y 630.
ARANGO Rafael, 393.
ARBELÁEZ (doctor), 689.
ARBOLEDA Julio, 132, 134, 159, 165, 168,173, 179, 197, 232, 274, 347, 379,
394 a 398, 400, 403, 405, 427, 432, 449, 451, 459, 494, 497, 521, 536,
539, 553, 665 Y 721.
ARBOLEDA Sergio, 274.
ARCILA Bonifacio (capitán), 182.
ARDILA José María (coronel), 154, 167, 172, 187, 274, 388, 396,397, 407,
423, 432, 446, 448, 460, 461, 463, 465 a 471, 473, 474, 480, 486 a 489,
492, 506, 507 Y 509.
ARDILA Marcos, 150.
ARDILA Ramón (doctor), 375 a 377, 385, 386, 410, 412, 421, 448, 459, 489,
494, 500, 570 Y 572.
AREN AS Rita, 194.
ARGÁEZ Ramón (doctor), 368.
ARGV'EDAS Casto (capitán boliviano), 11.
ARJONA Manuel, 122 y 123.
ARMERO y OTERO Luisa, 135.
ARNEDO Pedro (coronel), 513, 515 Y 706.
ARISTIGUIETA Jesús María (diputado de Venezuela), 609.
ARIZABALETA Próspero, 598.
AROSEMENA Carlos, 207.
AROSEMENA Justo (doctor), 337, 543, 550, 554, 579, 608, 660, 661, 668
Y 677.
AROSEMENA Mariano (encargado de negocios granadino en Lima), 190,
248 Y 638.
ARRUBLA Juan Manuel, 412, 725, 738 Y 740.
ARRUBLA Manuel Antonio, 130, 388, 389, 391 Y 415.
ARRUBLAS los, 412.
ARTURO Juan Antonio (gobernador de Pasto), 331.
ASCÁSUBI Manuel (vicepresidente del Ecuador), 52, 55, 87 Y 98.
ASPINW ALL Guillermo B., 24, 41 Y 42.
ASPINWALL (compañia de), 46, 60, 67, 68, 101, 191,201,231 Y 252.
AVERY Percy l., 576.
AZCUl1:NAGA Vicente (doctor), 43, 431, 433, 436, 516 Y 714.
AZUERO Juan Nepomuceno (obispo de Antioquia), 81, 126, 209, 212, 238
Y 412.
AZUERO Rufino, 447, 451 Y 452.
AZUERO Vicente (doctor), 66, 92, 129, 143 Y 361.
AZUERO Zacarías, 393 y 457.
DIARIO POLfTIco y MaJTAR - ONOMÁSTICA. 229

BALLESTEROS Cruz, página 541.


BALLIVIÁN José (general, presidente boliviano), 23 y 46.
BARALT Luis Andrés (doctor), 49.
BARASARA Francisca (panadera), 508.
BARAYA José María, 59.
BARAYA Zenón, 306, 393, 465 Y 548.
BÁRCENAS Juan N., 709.
BARILI Francisco (secretario privado del Nuncio de Su Santidad), 189.
BARILI Lorenzo (nuncio de Su Santidad), 183, 189,225,239,284,297 a 299,
323, 350, 375, 395, 472, 507, 600, 648 Y 678.
BARING hermanos y compañía, 616.
BARONA (fraile), 230.
BARRERA Juan Manuel (secretario de la Asamblea del Magdalena), 698.
BARRETO Benigno (doctor), 603 Y 720.
BARRIENTOS Estanislao, 552.
BARRIGA Joaquín María (general), 18, 123, 126, 156, 158, 160, 360, 369,
373, 482, 490 Y 552.
BARRIGA José María (comandante), 380,383, 386,391, 394, 404 Y 515..
BARRIGA Valerio Francisco (general), 30, 109, 218, 226, 344, 412, 427
Y 554.
BARROT Odilón, 22.
BASTIAT Claudio I<'ederico(doctrinas de), 231.
BEAUHARNAIS Hortensia (reina de Holanda), 10.
BELZU Manuel Isidro (general, presidente de Bolivia), 11, 12,23,46 Y 575.
BENEDETTI Ramón (doctor), 710.
BENITO Nemesio, 158, 163, 397 Y 505.
BENNET John A. (encargado de negocios de l0s Estados Unidos), 428,
437, 467 Y 495.
BERI~AS (señorita), 78.
BERI~AS Ramón (gobernador), 369, 370, 373, 374, 379, 381 a 383, 390,
396,401, 406, 407, 412, 417, 419,421,423, 424, 431 a 433, 435,437,
439, 446, 452, 460, 467, 469, 476, 488, 492, 505, 514, 545, 632 Y 700.
BERN AL Eusebio (doctor), 383 Y 384.
BERNAL Pedro (mayor), 467.
BLAGGE Benjamín, 151 y 211.
BLANC Luis (político e historiador francés), 127, 303 Y 561.
BLANQUI Arturo (encargado de negocios de Francia), 92, 185 Y 195.
BLYTHS y compañía, 560.
BOLIVAR Simón, (Libertador presidente), 98, 106 a 108, 122, 200, 262,
263, 272, 273, 282, 412, 594, 680, 692 Y 703.
BONAPARTE Carlos Luis Napoleón, 10.
BONAPARTE Luciano, 13.
BONAPARTE Luis (príncipe), 10, 13, 22 y 35.
BONAP.ARTE 1o~ 613.
BONITTO Carlos, 467.
BONITTO NeIson, 713.
BONNARD (francés), 594.
BORDA José Cornelio, 739.
BORDA Ramón, 421.
230 JosÉ MANUEL RESTREPO

BORlA Manuela, 194.


BORRERO Eusebio (general), 18, 151,152, 157, 161 a 164, 167, 170 a 172,
174 a 180, 188, 192, 193, 244 Y 304.
BORRERO Juan de Dios (gobernador de la provincia de Buenaventura),
346.
BOWLIN James B. (ministro de los Estados Unidos), 560, 621, 623, 624,
639, 649,664 a 666, 677, 678 Y 686.
BRACHO Miguel, 190.
BRANDEBURGO Federico Guillermo, conde de (general, presidente del
Consejo de Ministros de Prusia), 9.
BRAVO (sargento chileno), 252.
BRICE~O Emigdio (coronel), 155, 157, 165, 223, 443, 450 Y 521.
BRICE~O Justo, 373, 377 a 379, 381, 387 Y 526.
BROWN Ricardo (oficial de artillería), 513, 515 Y 537.
BRUSUAL BIas, 53, 60 Y 87.
BUCHANAN James (presidente de los Estados Unidos), 664, 667, 674,
681, 685 Y 686.
BUENO Manuel Antonio (clérigo), 238, 280 Y 297.
BUITRAGO Marcelo (general), 399 y 561.
BULWER.CLAYTON (tratado), 624.
BULWER Henry L., 624.
BUNCH Roberto, 495, 524 Y 633.
BUSCIONI Sebastián (nuncio de Su Santidad), 189.
BUSHNAN John Stevenson, 581 y 610.

e
CABALLERO Lucas (gobernador del Socorro), página 560.
CABRERA Rafael (clérigo), 297.
CABRERA Vicente (capitán), 93.
CAICEDO Andrés, 127, 128 Y 130.
CAICEDO JURADO Domingo, 195.
CAICEDO JURADO Francisco, 188, 195 Y 568.
CAICEDO María de los Angeles, 78.
CAICEDO Rafael, 428.
CAICEDO ROJAS José María, 99, 192 Y 336.
CAICEDO SANTAMARIA Domingo (general), 168, 195 Y 380.
CAICEDO SANTAMARIA Fernando, 195.
CAICEDO los, 158,167 Y 168.
CALDAS Francisco José de, 641 y 669.
CALDERON Pedro Pablo (canónigo, rector del Seminario), 633.
CALLE Vicente U. (administrador de correos de Medellín), 612 y 689.
CALVACHE Ramón, 186.
CALVO Bartolomé, 637,638 Y 720.
CALVO Dolores, 482 y 483.
CALVO Joaquín Bernardo (plenipotenciario de Costa Rica), 626.
CALVO Juan Antonio, 16,697 Y 707.
CALVO Mariano, 242.
CAMACHO Manuel Dolores (doctor), 103, 106 Y 134.
DIARIO POLÍTICO Y MILITAR - ONOMÁSTICA 231

(:AMACHO (oficial, "el loco"), 445, 466 Y 481.


(:AMACHO ROLDAN Miguel, 716.
CAMACHO ROLDAN Salvador, 128, 190,198, 213, 333, 337, 338, 367,482,
507, 539, 550 Y 552.
CAMARGO Pablo Hilarión (doctor), 238-
CAMARGO Waldo, 124.
CAMPUZANO José Antonio, 594 y 595.
CAMPUZANOS los, 467.
CANABAL Eusebio María (doctor), 43.
CANAL Leonardo (doctor), 494.
CANALES los, 475.
CANCINO (presbitero), 522.
CANINO (principe de), 13.
~A1il'AS José María (general de Honduras), 684.
CARAZO José (coronel), 447, 450, 491 Y 525.
CARBO Pedro (encargado de negocios del Ecuador), 170 y 178.
CARDEN AS Manuel, 150, 151,200 Y 211.
CARDENAS Simón, 79 y 85.
CARDENAS Vicente (doctor), 179, 197, 543, 553 Y 554.
CARDONA Vicente (oficial), 425•.
CARDOSO Joaquin (clérigo), 420.
CARLOS 1II, 87 Y 696.
CARLOS ALBERTO (rey del Piamonte), 9, 44 Y 45.
CARLOS FRANCISCO (Archiduque de Austria), 22.
CARO (diputado), 618.
CARO ñiego (capitán), 513 y 517.
(:ARO José Eusebio, 51, 52, 57, 85 Y 92.
~ARON DE LET Luis Francisco Héctor, Barón de (presidente de Quito),
715.
CARRANZA Gregorio, 150.
CARRERA Martín (general de División), 590.
CARRERA Rafael (presidente de Guatemala), 558 y 575.
CARROLL, 495.
CARVAJAL José R. (gobernador de Chocontá), 377.
CARVAJAL Manuel Wenceslao (doctor), 206 y 308.
CARVAJAL Timotea (esposa del general Obando), 507.
CARVALLO Matias (ministro de Chile en Paris), 323.
. CASS Lewis (secretario de Relaciones Exteriores de los Estados Unidos),
686, 695, 717, 722, 735 Y 736.
CASTELBLANCO Segundo del (doctor), 330 y 469.
CASTELLI Carlos L. (general), 16, 568, 571, 579, 585, 591, 594, 597, 598
Y 609.
CASTELLO David, 496, 501, 582, 583 Y 721.
CASTILLA Eugenio (doctor), 132, 212, 237, 296 Y 298.
CASTILLA Ramón (general, presidente del Perú), 87, 291, 557, 558, 561,
575, 645 Y 728.
CASTILLO Nicolás, 150 y 153.
CASTILLO Y PAZ Juan, 610.
CASTREJóN (venezolano), 169.
CASTRO, 706.
CASTRO (el chapin), 160.
232

CASTRO Antonio, 449, 455, 456,470,494 Y' 496. '1

CASTRO Diego (coronel), 395, 408, 410, 432, 437, 440, 456 a 460, 466, 47.,
484, 485, 491, 499, 500, 502, 513, 515 Y 706.
CASTRO José Joaquín, 471-
CASTRO José María (presidente de Costa Rica), 102.
CASTRO Julián (general), 727.
CASTRO N. (secretario de la legación de Méjico), 347.
CASTROS 108, 429.
CAVAIGNAC Luis Eugenio (general, ministro de guerra :francés), lO, 13:
y 22.
CENTER A. J., 273 Y' 286.
CERA Simón (presbítero), 671.
CERDE:RA rey de, 36.
CERVANTES Miguel de, 99.
CISNEROS Francisco (comandante), 502 y 519.
CLARENDON George William Frederick Villiers, conde de (lord), 416\
635, 637 Y 641.
CLAYTON Juan M. (secretario de Estado de los Estados Unidos), 191
. Y 624.
CLEMENS, 575.
CODAZZI Agustín (general), 16, 38, 61, 104, 105, 203, 255, 274, 276, 315,
349, 357, 360, 537, 565, 590, 691, 704 Y 709.
COENEN Franz (violinista), 263.
COLLAZOS Avelino, 169 Y' 188.
COLLAZOS Domingo, 169.
COLLAZOS Martiniano (general), 169,429, 435 Y 442.
COMONFORT Ignacio (general, presidente de Méjico), 631, 652 Y 727.
CONDE Fernando, 222.
CONSUEGRA Pedro Mártir (doctor), 369, 374, 377, 389, 396, 407, 40~,
410, 421, 457, 471, 508, 585 Y 716. I

CONTO Nicomedes (gobernador del Chocó), 256.


COPETE Franeisco,160.
CORDERO Federico (general), 727.
CORDOVA Jacinto (coronel), 137, 139, 140, 143, 146 Y 274.
CORDOVA Manuel F., 173.
CORENA Melchor (coronel), 140, 400, 403 a 406, 408 a 410, 455, 460, 463,
475, 477 Y 494.
CORIOLANO (general romano), 84.
CORONADO José María, 158, 343, 344, 407 Y 613.
CORRAL Manuel, 153.
CORREA Andrés, 188.
CORREA José Antonio, 693.
CORWINE Amós B., 623.
COVALEDA Severiano (comandante), 164.
CRAMPTON Sir John Fiennes TwisItone Barth (ministro inglés en loS
Estados Unidos), 624 y 626.
CRAVEN J. A. M. (teniente), 695.
CRISTANCHO (oficial), 160.
CRUZ Saturnino, 194.
CRUZ Tomasico, 194.
CUALLA José Antonio (imprenta de), 43.
DIARIO POLíTICO Y MILITAR - ONOMÁSTICA 233

CUBILLOS Higinio, 467.


CUBILLOS Juan, 480 y 486.
CUCALON José María (panameño), 556.
CUELLAR Patrocinio (doctor), 123, 131, 195, 209, 231, 277, 280, 282, 296,
298, 306, 350, 366, 380 Y 381.
CUENCA Domingo Ciprián (doctor), 43 y 67.
CUENCA Lisandro (teniente coronel), 376, 377, 386, 396, 410, 421, 465
Y 471.
CUERO Y CAICEDO fray Fernando (obispo de Popayán), 174 y 243.
CUERVO José Joaquín, 150.
CUERVO Rufino (doctor), 10, 11, 14 a 16, 18 a 21, 45, 46, 263, 335, 336,
347, 350, 358, 359 Y 543.
CUSHING Courtland (agente diplomático de los Estados Unidos), 233.

CH

CHACóN José Antonio (capitán de Rúsares). página 159.


CHACóN Melitón, 150.
CBAVES (sillero), 16l-
CBAVES Angel María, 48.
CHAVES fray José Antonio (franciscano, auxiliar del Arzobispo de Bo-
gotá, obispo de Calidonia), 176, 192, 259, 274, 327, 536 Y 608.
CHARUN Agustín G. (presbítero), 249.
CBAUNCEY (Compañía de Aspinwall, Stephens y Chauncey), 67.
CBAUNCEY Benry, 24 y 67.
CBAYNE Ricardo Niniano (doctor), 197, 242, 245, 594 Y 667.
CBESSMAN, mr. 700.
CBIARY Miguel (doctor), 195, 362, 441, 640,665,715 Y 720.

DANAIDES (tonel de las), página 247.


DANIES Nicolás, 234.
DAVIS (comandante de la fragata Santa María), 615 y 684.
DAVIS Tomás (ingeniero mecánico), 15.
DAVOREN Lucio, 583.
DE FRANCISCO MARTIN Juan (doctor), 30, 34, 44, 66, 99, 105, 125,649
Y 691.
DELGADO Cayetano (doctor), 192.
DELGADO Juan Antonio, 120.
DELGADO Manuel, 137 y 140.
DEUSTUA (general peruano), 244 y 558.
DIAGO Eustaquio, 633.
DIAGO Francisco de Paula (coronel), 154, 158, 159, 166, 167 Y 188.
DIAZ Antonio, 606.
DIAZ Aureliano, 183 y 186.
DIAZ Casimiro D., 328.
234 JosÉ MANUEL RESTREPO

DlAZ Emigdio, 183 y 186.


DIAZ Manuel (gobernador de Panamá), 94.
DIAZ Manuel María, 638.
DlAZ Nabor, 183 y 186.
DIAZ Nepomuceno, 183 y 186.
DlAZ Nerio, 183 y 186.
DIAZ Rufino (alférez), 331.
DIAZ los (Aureliano, Emigdio, Nabor, Nepomuceno y Nerio), 183.
DODlNO Pedro, 694.
DUQUE DE SABOYA (Víctor Manuel Il), 44.
DURAN Antonio Maria (gobernador), 449,464,476 Y 481.
DURAN Celcstino (gobernador interino de Zipaquirá), 373, 407, 466, 482,
483,487,495,509,519 Y 537.
DURÁN José María, 435.
DURÁN Juana (panadera), 508.
DURÁN Pablo (general), 385 y 706.

ECHENIQUE José Rufino (general, presidente del Perú), páginas 87, 149,
230, 272, 557 Y 558.
ECHEVARRIA Miguel (doctor), 698.
ECHAVARRIAS los, 706.
ECHEVERRI Camilo (doctor), 188.
ECHEVERRIA Ciriaco (oficial), 431, 433, 491 Y 525.
ECHEVERRIA HERMANOS (imprenta de), 587 y 600.
ELBERS Juan Bernardo, 219.
ELIZALDE Antonio (general ecuatoriano), 52, 60, 87, 99, 102, 110 Y 230.
ELORGA Gregorio, 161, 469 Y 526.
EMPERADOR DEL BRASIL (Pedro 11 de Braganza, 1825-1891), 305.
ESCALLóN Liborio (doctor), 674 y 693.
ESCOBAR Arcesio (doctor), 608.
ESCOBAR Avelino, 339.
ESCOBAR José Nicolás (doctor), 291, 300 Y 301.
ESGUERRA Manuel H. (doctor), 561 y 585.
ESPINA Ramón (general), 223 y 561.
ESPINAR José Domingo (general), 110 y 111.
ESPINOSA Bernardo (doctor), 135.
EUGENIA (emperatriz de Francia), 613.
EUGENIO LUIS JUAN JOSE (príncipe imperial), 613.
EVERETT y BROWN (compañía de navegación), 621.
EVIKINE (comandante de la fragata Orión), 678.

FÁBREGA José de (gobernador de Panamá), páginas 607, 615 Y 639.


FALQUEZ Federico, 344.
FALLA, 367.
DIARIO POLÍTICO Y MILITAR - ONOMÁSTICA 235

FEIJóO Juan Bautista (vecino de Caloto), 643.


FEIJóO Manuel José, 194.
FERMIN 19 (soulouque Fermín), 55.
FERNANDEZ DE SOTOMAYORJuan (obispo de Cartagena), 33.
FERNANDEZ Dolores (esposa del general Briceño), 482.
FERNANDEZ Eliécer, 606.
FERNANDEZ Eulogio (venezolano), 586.
FERNANDEZ MADRID Pedro (doctor), 539, 652, 669 Y 693.
FERNANDEZ PE:litA Ignacio (arzobispo de Caracas), 22.
FERNANDEZ SAAVEDRA Manuel (obispo de Panamá), 126 y 319.
.FERNANDO (emperador de Austria), 22.
FERRO Manuel. 130 y 150.
FERRO, VALENTIN, 514.
FILLMORE Millard (vicepresidente de los Estados Unidos, encargado del
Poder Ejecutivo), 106.
FLORES Jacinto, 513.
FLORES Juan José (general), 10, 11, 55, 102, 111, 118, 144, 168,176, 179,
197, 210, 216, 222, 225 a 228, 230 a 236, 239, 240, 242 a 244, 246, 248
a 253, 256, 261, 266, 334, 345, 674, 679, 690, 697 Y 715.
"FLORESNicomedes (doctor), 337.
FONSECA Eitanislao (doctor), 713.
.FOOTE Thomas M. (encargado de negocios de los Estados Unidos), 59
y 106.
FORERO GAITAN Manuel (canónigo), 373.
FORERO Justo, 469, 473, 479 Y 514.
FRANCISCO JOSE CARLOS (emperador de Austria), 22 y 35.
FRANCO Habacuc (comandante), 441, 502, 706 Y 725•
.FRANCO Manuel María (general), 89, 134, 136, 137, 139, 143, 147, 153,
159, 165, 168, 201, 208, 230, 244, 246, 247, 258, 334, 373, 374, 376,
385, 396 a 399, 401, 402, 409 Y 419.
FRASER Santiago (coronel), 282, 318 Y 336.
FREILE Juan, 708.
FUENMA YOR María, 100 y 130.

GACHARNÁ Gregorio (el indio), páginas, 429 y 526.


'GAITAN José María (general), 375, 385 Y 552.
'GALAVIS José María (doctor), 10.
GALlNDO Aníbal (doctor), 536 y 678.
~ALVEZ Federico, 709 y 726.
,GALVEZ Pedro (Ministro del Perú en La Nueva Granada), 692 y 693.
GALVIS Federico, 709 y 726.
'GALLEGOS Ana (esposa del señor Obaldía), 430.
>GALLOAndrés (vicario), 264.
'GAONA Simón (canónigo), 290.
GARCIA José Joaquín (doctor), 107.
·GARCIA Lino (gobernador del Socorro), 440, 459, 489 Y 526.
236 Jost MA.NUEL RESTREPO

GARCIA Miguel, 194.


GARCIA MORENO Gabriel (presidente del Ecuador), 103.
GARZON Hermógenes, 150.
GARZON Juan Gualberto, 150.
GARRIDO (fraile), 208 y 230.
GEOFFROY L. de (secretario de la legación francesa), 677.
GIL Manuel (S. J., visitador y superior de los jesuitas), 90.
GIOBERTI Vicente (secretario de estado del Piamonte), 36.
GlRALDO Rafael María (doctor), 192, 612 Y 720.
GIRARDIN Emilio de (autor francés), 303.
GIRóN Dámaso (comandante), 379, 407, 413, 414, 439, 444, 446, 448, 453
Y 456 a 459.
GOITIA José María, 638.
GOITIA Pedro (diputado), 638.
GOITIAS los, 638.
GOMEZ (el negro, venezolano), 169.
GOMEZ Daniel (padre superior del colegio del Sagrado Corazón de Je-
sús), 600.
GOMEZ DE LA TORRE Manuel (secretario de Relaciones Exteriores del
Ecuador), 10.
GOMEZ DE LA TORRE Teodoro (coronel, ministro del Ecuador ante el
gobierno de Colombia), 607, 608 Y 624.
GOMEZ Diego Fernando (doctor), 67 y 310.
GOMEZ Emeterio (comandante), 159.
GOMEZ Froilán, 153.
GOMEZ GUTIERREZ Carlos (gobernador de Buenaventura y Cauca), 132,.
134, 147, 164, 206, 308 Y 346.
GOMEZ HOYOS Joaquín, 427.
GOMEZ José Antonio (doctor), 148, 207 Y 308.
GOMEZ José Maria (gobernador de Antioquia), 183 y 186.
GOMEZ Juan Antonio (doctor, secretario del general López), 337.
GOMEZ Juan Antonio (coronel), 207.
GOMEZ Juan María (general), 21, 63 Y 64.
GOMEZ Juan Nepomuceno, 251.
GOMEZ LATORRE Francisco (adjunto de la legación del Perú), 607.
GOMEZ Narciso (doctor), 398.
GOMEZ Nepomuceno (doctor), 275 a 277.
GOMEZ PLATA Juan de la Cruz (obispo de Antioquia), 54 y 103.
GOMEZ RAMON (doctor, alias el sapo), 292, 719 Y 724.
GOMEZ TELESFORO (capitán), 182.
GóNGORA CORDOVA Manuel, 383, 392, 407, 412, 419, 421, 423, 428, 474,.
478, 480, 503, 504, 507, 508 Y 523.
GóNGORA N., 128.
GONZALEZ Eusebio, 481.
GONZALEZ Florentino (doctor), 18, 43, 150, 151, 256, 268, 279, 280, 282,
290, 292, 296 a 304, 350, 359 a 361, 543, 559, 589, 610, 674, 678, 680,.
686 Y 738.
GONZALEZ Joaquín, 392 y 408.
GONZALEZ José María, 388.
GONZALEZ José María (general), 451.
GONZALEZ José María, 616.
DIARIO POLíTICO Y MILITAR - ONOMÁSTICA 237

GONZALEZ Manuel José, 552, 717 Y 721.


GONZALEZ Miguel, 505.
GONZALEZ Ramón, 121.
GONZALEZ Ulpiano (institutor), 54.
GONZALEZ Vicente (genera}), 199 y 430.
GONZALEZ y CARDENAS (compañías de navegación), 211.
GORI José Joaquín (doctor), 14, 15, 18,22, 67, 212, 223; 237, 240, 243,249,
257, 259, 280, 282, 295, 296 Y 376.
GOODING José, 395.
GOURY DU ROSLAN Celian (barón, enviado extraordinario y ministro
plenipotenciario de Francia en Colombia), 195, 196, 279, 304,467,495,
504, 508, 526, 553, 555, 636, 647 Y 678.
GRACE Juan M., 542.
GRAU José María, 375.
GREEN James S. (encargado de negocios de los Estados Unidos), 338,382,
406, 449, 451 Y 457.
GRICE Enrique, 360, 361, 542 Y 713.
GRIFFrrH Felipe (encargado de negocios de su majestad británica), 610,
634 a 637,647, 667, 672, 673 Y 691.
GRlLLO Mariano, 155 y 489.
GRILLO Miguel, 155.
GRIMEA (padre agustino descalzo), 633.
GUAINAS José María (el indio), 536.
GUAL Pedro, 727.
GUARNIZO Benigno, 195.
GUERRA (cantante), 738.
GUERRA (general), 252.
GUERRERO Rosario (jefe de milicias), 418.
GUEVARA Domingo (oficial), 165.
GUEVARA Silvestre (presb1tero), 243.
GUILLEN, 306.
GUTIERREZ Bruno, 463.
GUTIERREZ DE LARA Jorge (doctor), 34, 44, 163, 285 Y 471.
GUTIERREZ Gregorio, 382 y 471 a 474-
GUTIERREZ Hipólito (comandante), 443,502 Y 519.
GUTIERREZ Ignacio, 34.
GUTIERREZ Jacinto, 732.
GUTIERREZ Juan (teniente coronel), 390, 459, 462, 464 a 468, 470, 473 a
477, 479, 480, 483, 485 a 491, 508, 511, 526 Y 572.
GUTIERREZ LEE Pedro (gobernador de Bogotá), 361, 364, 426, 427,455,
470, 480, 486, 490, 493, 500, 501, 505, 516, 521, 536, 577, 578, 581,
590, 601, 644, 647 Y 693.
GUTIERREZ Santos (general), 489, 491, 493 Y 677.
GUTIERREZ VERGARA Ignacio (doctor), 34, 43, 44, 59, 652, 680, 702,
719 Y 729.
GUZMAN Antonio Leocadio (vicepresidente de Venezuela), 43, 46, 53, 87,
122, 256 Y 272.
GUZMAN BLANCO Antonio, 110.
GUZMAN fray Pedro, 168 y 188.
GUZMAN Juan Bautista (general), 143 y 196.
238 .JosÉ MANUEL RESTREPO

HENAO (colegial), página 79.


HENAO Braulio (comandante), 167, 168, 171,173 a 175, 244, 245, 272, 419,
458, 469, 484, 488, 502, 521 Y 524.
HENNINGSEN Charles Frederick (general), 651.
HEREDlA Emeterio (artesano), 325.
HERNANDEZ Domingo (polvorero), 594 y 595.
HERN ANDEZ Jacinto, 618.
HERNANDEZ José Maria (campesino de Funza), 389 y 507.
HERRAN Antonio (arzobispo de Bogotá), 215, 258 a 260, 264, 323, 349,
375, 395, 472, 506, 522, 536, 544, 576, 600, 601, 607, 608, 640, 671,
676, 723 Y 735.
HERRAN Pedro Alcántara (general), 24, 31, 33, 38, 41, 42, 46, 61, 66,
126, 127, 200, 222, 438, 440, 444, 446, 451, 474, 498, 510, 512, 517,
523, 541, 551, 562, 623, 626, 650, 679, 686, 695, 701, 702, 717, 722,
735 Y 736.
BERRAN Vicente, 641.
HERRERA Bernardo (doctor), 68, 220, 304, 350, 366, 421, 436, 439, 442,
448, 452, 454 Y 455.
HERRERA ESPADA Pedro (venezolano, profesor de la Universidad Na-
cional),107.
BERRERA José María (presbítero), 223 y 224.
HERRERA Julián, 412.
BERRERA Tomás (general), 30, 47, 66, 80,81, 85, 88, 97, 121, 125, 140,
148, 155, 156, 163, 167, 170, 171, 173 a 175, 177 a 182, 186 a 188,
192, 209, 223, 225, 229, 230, 234, 245, 247, 253, 282, 285, 288, 298,
301, 303, 318, 347, 362, 370, 372 a 377, 379, 380, 382 a 391, 393 a
403, 409, 413, 418, 419, 422, 424, 425, 427, 431, 438, 441, 445, 451,
461, 475, 494, 496, 498, 509, 513, 515, 517 Y 547.
HERRERA Vicente (doctor), 552, 618 Y 719.
HERRERA Y ARCE Pedro, 58.
HESSE Francisco Hugo de (ministro de Panamá), 53G.
HOLANDA reyes de (Hortensia y Luis), 10.
HOLGUIN Carlos, 721.
HOLTON Isaac Farwell (botánico americano), 265.
HOYOS Bemabé, 419.
HOYOS Juan José, 707.
HUMBOLDT Alejandro (barón de), 111.
HURTADO Manuel José, 667 y 672.

IBA~EZ Manuel (coronel, el manco), páginas 134, 136, 173, 179, 232 Y 274.
ICAZA Joaquín (presbítero), 192.
IREGUI Juan Nepomuceno (doctor), 149.
IRISARRI Antonio José (ministro de Guatemala y Salvador), 625 y 626.
DIARIO POLÍTICO Y MILITAR - ONOMÁSTICA 239

JÁMOCE (oficial de caballería), página 367.


JARAMILLO Clemente (comandante), 525.
JARAMILLO Heliodoro, 167 y 171.
JARAMILLO Luciano, 605, 606, 623, 628, 665 Y 720.
JARAMILLO Manuel José, 462.
J ARAMILLO Rafael, 194.
JELLACHICH DE BUZIM José (ban de Croacia), 9 y 12.
JIMENEZ Manuel (coronel), 164, 373, 383, 394, 398, 402, 403, 407, 440,
443, 445, 468 a 471, 480, 488, 577, 578 Y 585.
JIMENEZ MORA Juan N. (doctor), 676 y 714-
JUÁREZ Benito (general, presidente de Méjico), 732.

KING Yerverton P. (encargado de nellocios de los Estados Unidos), páginas


179 y 191.
KLEIN Mateo (francés), 24.
KOSSUTH Luis de (jefe de los liberales húngaros), 9.

LABARC¡;;SFrancisco, páginas 452, 470, 491 Y 698.


LABARC¡;;Slos, 478.
LA FUENTE Antonio Gutiérrez de, 558.
LALINDE Segismundo, 393, 396, 397,407,421 Y 725.
LAMARTINE Alphonse- Marie- Louis de Prat de, 10 y 22.
LANCASTER José, 272 y 273.
LANSóN M. (francés), 606.
LARREA Modesto, 178.
LARROTA Miguel, 139.
LASPRILLA José María, 336.
LASTRA Francisco de Paula, 274.
LATORRE Eustasio, 457.
LATORRE Evaristo, 160.
LATORRE José Antonio, 479 a 481 y 483 a 485.
LATORRE Luis, 479 y 480.
LATORRE URIBE José María (doctor), 350, 359, 437, 441, 454, 574, 584,
596 Y 597.
LATORRES los, 367.
LAVERDE Luciano, 461.
LAVERDE Manuel, 461.
LEDOCHOWSKI Miecislao (delegado apostólico), 648 y 723.
LEDRU·ROLLfN Alexandre Auguste, 10 y 22.
240 Jost MANUEL REsTREPO

LEIV A Uldarico, 158, 188, 195, 693 Y 721.


LEMOS Pedro, 326.
LEON Miguel (artesano), 316, 325, 368, 514 Y' 706.
LERDO DE TEJADA Sebastián (presidente de Méjico), 631.
LEY OBALDIA, 128.
LIl1:VANO Romualdo (doctor), 83.
LlNARES José (presidente de Bolivia), 12 y 23.
LISBOA Miguel de (ministro del Brasil), 305, 317 Y 579.
LIS LE Eduardo de (encargado de negocios de Francia), 92.
LlVERANI (véasePIANORI Giovano).
LlZARRALDE Luis R., 259.
LOBO (presbítero, cura de Belén de Antioquia), 188:
LOGAN Dundas (inglés), 407, 495 Y 496.
LOMBANA Vicente (doctor), 66, 81, 106, 124, 129, 143, 257, 258, 285, 288,
304, 362, 525 Y 526.
LONDO~O Antonio María, 544.
LONDO~O Francisco, 150.
LONDO~O José Antonio (comandante), 502 y 521.
LOPEZ José Hilario (general), 14, 15, 18 a 20, 22, 25, 27 a 31, 33, 36, 37,
39, 40, 43, 47, 50, 52 a 54, 56 a 58, 65, 68, 70, 71, 81, 83, 84, 88, 91,
92, 100, 106 a 109, 113, 114, 119 a 121, 127, 128, 133, 141, 144, 146,
149, 157 a 159, 164, 165, 172, 174 a 176, 182, 184, 185, 190, 193, 194,
197, 207, 209, 212,215, 218, 220 a 228, 230, 231, 234, .245 a 248, 257,
258, 260, 261, 263, 272, 274 a 277, 280, 283, 284, 289, 292, 296, 298,
302, 304, 311, 323, 880, 336, 337, 344, 363, 375, 379, 381, 387, 389,
390, 391, 393 a 403, 405, 408, 413, 430, 432 a 434, 436, 488, 441, 449,
453,454,462,463,465,473,476.478,484,487,492 a 496, 499 a 501, 504,
506 a 509, 512, 519, 521, 522, 584 Y 674.
LOPEZ Juan Gregorio, 140.
LOPEZ Laureano (coronel), 93.
LOPEZ Manuel, 894.
LOPEZ MENDEZ Luis, 96 y 672.
LOPEZ Narciso (venezolano), 98.
LOPEZ Pedro José, 187.
LOPEZ Rudesindo (cura de la iglesia de Santa Bárbara), 285 y 314.
LOPEZ Vicente (argentino), 233.
LOSADA Pastor, 470 y 474.
LUBECK Ernest (pianista), 263.
LUISIA Rosina de (cantante), 738.
LUIS NAPOLEON, 205, 212, 564, 574 Y 613.
LUQUE Francisco J., 131.

LL

LLANOS Francisco, página 150.


LLERAS Lorenzo María (doctor), 43, 54, 78 a 80, 29, 184, 190, 234, 280,
282, 284, 291, 317, 318, 323, 334, 336, 361, 369, 372, 490, 525, 579,
587 Y 704.
DIARIO POÚTICO y MILITAR - ONOMÁSTICA 241

MAC ADAMS John Loudon (ingeniero escocés), página 216.


MAC CORVIN (cónsul de los Estados Unidos en Panamá), 94.
MAC DOWALL Alejandro, 274, 428, 451 Y 452.
MACKINTOSH Jaime, 36, 38, 67, 73, 96, 216, 219, 231, 285, 239, 262,263,
265, 311, 633 a 635, 647, 653, 666, 667, 672, 678, 691 Y 717.
MADERO (oficial), 659.
MADERO Ignacio (alférez), 609.
MADIEDO Nicolás (coronel), 447, 450 Y 525.
MADRID (véase FERNANDEZ MADRID Pedro).
MALDONADO Domingo A. (doctor), 130, 296 Y 435.
MALDONADONEIRA José María, 327, 328 Y 376.
MALDONADONeira Juan de Dios, 327.
MALDONADOS los, 328.
MALO Antonio (doctor), 388, 389 Y 393.
MALO BLANCO José María (doctor), 331,489, 500, 503, 543, 603, 674,702,
706, 717 Y 721.
MALO Juan (administrador de las salinas de Tausa), 43 y 79.
MALO Manuel (carpintero), 369.
MALLARINO Manuel María (doctor, vicepresidente de la República), 172,
183, 346, 543, 553, 594, 600, 610, 702 Y 721.
MANRIQUE Antonio (administrador de las salinas de Zipaquirá), 43.
MANRIQUE Manuel, 392.
MANRIQUE Mariano, 135.
MANRIQUE Olegario, 470.
MANSILLA Lucio (general, cuñado del general Rosas), 233.
MANTILLA José María (general), 18,58, 81, 85, 100, 109, 143, 172,209,
212, 280, 334, 336, 384, 407, 419, 431, 436, 437, 439, 519, 520, 543,
545, 577 Y 618.
MARCOLETA J. (ministro de Nicaragua en Washington), 629.
MARCY William L. (ministro de Relaciones Exteriores de los Estados
Unidos), 632.
MARIÁTEGUI Francisco José, 249.
MARI~O Santiago (general), 53 y 60.
MARK Eduardo Guillermo (vicecónsul británico), 262, 265, 340, 635, 667
Y 672.
MARQUEZ José Ignacio de (doctor), 28, 33, 34, 44, 53, 54, 127, 350, 359,
388, 389, 407, 437, 441, 445, 454, 456, 492, 506, 574, 584, 596 Y 597.
MARROQUIN Juan Antonio (doctor), 466 y 729.
MARROQUIN Manuel, 466.
MARROQUINES los, 467.
MARTIN Carlos (doctor), 89, 132, 192, 209,222,225,226,234,236,257 Y 262.
MARTINEZ Basilio, 392.
MARTINEZ DEL RIO (casa de), 660 Y 661.
MARTINEZ Escolástico, 150.
MARTINEZ Jerónimo, 431 y 433.
MARTINEZ José María, 161 y 516.
MARTINEZ Juan, 189.
MARTINEZ Rito Antonio (doctor), 720.
MATA Nicomedes (músico), 306.

A utoblografla--16
242 .JOSÉ MANUEL RESTREPO

MATEUS Alfonso, 422.


MATEUS Antonio, 288, 325, 331, 408, 413, 415, 426, 461, 544, 580, 595,
598, 606 Y 609...
MATEUS llamón, 438,516,517 Y 571.
MAY Juan (ingeniero americano), 267,315, 595 Y 599.
MAZADE M. Carlos (autor de El Socia'lismo en la América del Sur), 257.
MEADE (coronel), 178.
MEDICA (capitan, cocinero del general Melo), 432.
MEDINA Bernardo (obispo de Cartagena), 649.
MEDINA Manuel María, 584, 603, 652.,693 Y 717.
MEDINAS (panaderas), 508.
MEEK Jorge, 360.
MEJIA Florencio (doctor), 433 y 435.
MEJIA Francisco (general), 320.
MELGAREJO Concepción (coronel), 143,169, 178 Y 468.
MELO José María (general), 300 a 302, 314, 356, 361, 368 a 385, 388, 390
a 392, 394 a 398, 400 a 424, 426 a 429, 431 a 433, 435 a 437, 439 a
456, 458 a 468, 470, 471, 473 a 487,490' a 492, 494 a 502, 504 a 508,
510 a 523, 525, 526,533, 534, 538, 545, 548, 552, 555, 570 a 572,
574, 578, 581; 585, 586, 587, 596, 632, 644, 700, 706 Y 716.
MENDIBURU y BONET Manuel (general), 248._
MENDOZA Antonio (doctor), 152, 178, 189,458 Y 462.
MENDOZA. Camilo, 513.y 515.
MENDOZA Eusebio (gobernador de Pamplona) , 410 y 494.
MENDOZA Manuel, 494.
MENDOZA Rafael (general), 156, 163, 165 a 167, 171, 177, 181, 207, 239,
257, 327, 373, 443, 450, 477 Y 517.
MENDOZAS (de Pamplona), 475.
MERCADO Ramón (doctor), 120, 132, 134, 141, 142, 164, 325, 346, 350,
366, 375, 376, 386, 410, 417, 419, 421, 423, 427, 431, 432, 434, 436,
437,4.39, 444, 445, 448, 449, 456, 459, 463, 466, 467, 472, 473, 476,
482, 483, 485, 487, 488, 490, 491, 495, 498, 503, 506, 507, 512, 515,
519, 537, 542, 577, 700, 704, 706, 716 Y 725.
MERf Juan, 425.
MÉRIDA Rafael Diego, 200.
MERIZALDE José Félix (doctor), 107.
MERVINE William (comodoro americano), 638 y 639.
MICHLER Nathaniel (teniente), 695.
MICHELENA Santos, 672.
MICHELSEN Carlos, 383, 481, 484, 519, 669, 674 Y 720.
MIER JOAQUIN B., 194 Y 417.
MIRÁNDOLA (cantante), 738,
~URÁNDOLA Julieta de, 738.
MOGOLLON Carlota, 734 y 735.
MOGOLLON Rafael, 461.
MOLANO Severo, 336.
MONA GAS José Gregorio (general, presidente de Venezuela), 110, 122,
190, 243, 319 a 321, 329, 421, 424, 559, 679, 727, 732 Y 734.
MONAGAS José Tadeo (general, presidente de Venezuela), 15, 16, 50, 53,
60, 86, 87, 104, 122, 321, 329, 559, 568 a 572, 576, 579, 591, 609 Y 626.
DIARIO POLíTICO"'/: MILITAll - ONOMÁSTICA 243

MONAGAS los, 110, 321, 421, 464 Y 568.


MONSALVE (cajero del general Flores), 256.
MONSALVE Félix (teniente coronel), 331, 428, 443 Y 459.
MONTOYA Francisco, 131, 392, 560, 593 Y 697.
MONTOYA Juan Antonio, 161.
MONTOY A Luis, 510.
MONTO YA, SÁENZ y COMPA~IA (casa de), 103, 159,383,414,427,430,
621, 648 Y 696.
MORA Francisco S. (ministro plenipotenciario de Méjico en Colombia),
542, 587, 607 Y 608.
MORA Juan Rafael (presidente de Costa Rica), 611, 619, 684 Y 695.
MORALES Abdón, 314.
MORALES Antonio (general), 248.
MORALES CASTRO Angel María, 148, 194, 206 Y 326.
MORALES Ignacio, 705.
MORALES MONTENEGRO Francisco, 149, 153, 314, 515, 612, 613 Y 689.
MORALES Pacho, 377.
MORALES Plácido, 291 y 299.
MORALES los, 153 y 313.
MORALES Ramón (médico), 285 y 314.
MOREIRA Francisco (encargado de negocios del Perú en el Ecuador), 249
y 266.
MORENO Jenaro, 616.
MORSE Isaac E. (plenipotenciario de los Estados Unidos en Colombia),
648, 649, 657, 658, 662, 664 a 666, 679 Y 686.
MORTON (francés), 480.
MOSQUERA José María (gobernador de Popayán), 581.
MOSQUERA Manuel José (arzobispo de Bogotá), 91, 92, 103, 126, 133,
134, 139, 145, 146, 155, 157, 159, 176, 178, 183, 185, 197, 208, 213, 215,
222 a 224, 228, 236 a 239, 241, 242, 245, 249, 250, 254, 259, 261 a
264, 277, 290, 319, 323, 332, 347, 350, 358, 537, 601 Y 728.
MOSQUERA Manuel María (doctor), 36, 254, 259, 649 Y 729.
:MOSQUERA Tomás Cipriano de (gran general, presidente), 7, 8, 10, 11.
17, 20, 21, 25 a 29, 32, 34, 38, 43~ 45, 46, 48, '51, 61, 94, 127, 133, 172,
175, 178, 183, 400, 401, 402, 409, 415, 416, 418, 427 a 434, 436, 438,
440, 442, 444 a 446, 449, 451 a 453, 457, 463, 464, 466, 468. 470.
474 a 480, 483 a 489, 491 a 494, 496, 498, 500, 503 a 505, 507 a 512,
514, 520 a 523, 526, 527, 537 a 539, 541 a 543, 550, 551, 553. 568,
575, 608, 623, 626, 627, 629, 630, 632, 642, 658, 663, 669, 671. 677,
680, 682, 683, 697, 703, 707, 719, 722, 723 y 725.
MOTA Bernardo María de la (vicario), 264.
MU~OZ (comisionado ecuatoriano), 170.
MU~OZ Francisco, 618.
MU~OZ Juan de Dios, 392.
MU~OZ Salvador, 146 y 147.
MURILLO TORO Manuel (presidente},3Q,33, 37, 39,43 a 46, 49-, 50, -52.'
66, 68 a 70, 88, 100, 109, 114, 126, 128, 143, 144, 163, 185, 190, 198,
204, 208, 213, 217 a 219, 226, 228, 231, 234, 235, 246 a 248, 257, 261,
275, 279, 292, 304, 311, 312, 330, 337, 338, 347, 348, 352, 362, 367,.
368, 471, 538, 542, 543, 550, 552, 563,578,586,.600, 626, 629, 630, 632,
642, 663, 677, 699, 701, 703, 706, 708, 709, 714, 719, 723 y 726.
Jost MANUEL RESTllEPO

: MURRAY Tomás (general inglés), 97 y 109.


~ MUTIS Domingo (coronel), 394.
:. MUTIS José Celestino, 551.

:: NAPOLEON, página 55.


:: NAPOLEON III (Carlos Luis Napoleón Bonaparte), 10 y 212.
:: NARV AEZ Antonio (capitán), 373, 443 Y 450.
_ NAVARRETE Lorenzo (S. J. ),721.
= NAVARRO Josefa, 423.
= NAVARRO Juan de Dios (padre prefecto del Colegio del Sagrado Corazón
de Jesús), 600.
NAVAS Alejandro (comandante), 429.
NAVAS Antonia, 471 y 475.
NEIRA Juan, 80 y 158.
NEIRA Juan Nepomuceno (doctor), 165.
NEIRA Pedro (gobernador de Tunja), 412, 525 Y 716.
NICOLAS (emperador de Rusia), 564.
NIETO Juan José (gobernador de Cartagena), 386, 418 Y 425.-
NIETO Rafael (alférez 29), 159.
NIETO Vietoriano (coronel), 413.
NI1~O Luis (obispo de Pamplona), 649 y 724.
NOLLET conde (cónsul francés en Panamá), 654.
NOVOA (clérigo), 256.
NOVOA Diego (presidente del Ecuador), 52, 60, 87, 98, 101, 118, 168, 169,
176, 177, 197, 210, 225, 228, 232 Y 233.
NU:fitEZ CONTO Juan N. (doctor), 222, 280,304, 318, 374 a 377,423, 436,
439, 442, 448, 452, 454 Y 455.
NU:fitEZ Pedro, 694.
NU:fitEZ Rafael (doctor), 285, 325, 420, 423, 451, 452, 5~, 550, 552 a 554,
560, 590, 604, 605, 615, 622, 628, 629, 654 Y 655.

o
OBALDfA (ley), página 128.
OBALDfA José de (vicepresidente de Colombia), 29, 66, 67, 99, 105, 110,
119, 125, 126, 143, 183 a 185, 187, 194, 196, 198, 257, 282, 299, 304,
318, 366 a 370, 372 a 377, 382, 388,390, 391, 394, 397, 406, 412, 431,
432, 434, 438, 441, 445, 446, 451, 467, 500, 504, 518, 539, 541, 552,
553, 556, 562 Y 564.
OBANDO Bartolomé, 186.
OBANDO David (alférez), 398.
OBANDO José Antonio (general), 61, 426 Y 454.
()BANDO José María (general), 7, 8, 21,22, 28, 32, 34, 48, 49, 61, 63, 65,
67, 71, 83, 85, 93, 103, 104, 126, 140, 143, 145, 147, 148, 151, 153,
158,159, 165,168,175, 178, 186,187,200,201,207,208,229,230,234,
DIARIO POLfTICO·Y MILITAR - ONOMÁSTICA 245

243, 244, 246, 247, 252, 253, 258, 260, 278 a 280, 283, 285, 289 a 292,
295, 296, 299, 301 a 304, 308, 309, 311, 314, 317, 318, 322, 325, 329,
331, 334, 340, 341, 343, 348, 355, 356, 361, 362, 363, 379, 380 ~ 382,
387 a 390, 395, 402, 408, 409, 411 a 414, 432, 434, 437, 440, 447,450,
451,481,483,488 a 490, 497, 504, 507, 519, 523, 536, 537, 538,~43 a
545, 548, 549, 551 a 555, 559, 560, 563, 564, 570, 571, 573, 574, 577,
580, 584, 591, 596, 597, 601 Y 688.
OBREGON Francisco Antonio (doctor), 361, 369 a 372, 374, 377 a 379,381,
388, 396, 407, 408, 410, 411, 414, 417, 419, 421, 445, 449, 507, 519,
537, 542, 577, 700 Y 704.
O'CONNELL Daniel (libertador de Irlanda), 358.
OLANO Antonino (doctor), 121, 172, 183,236, 550, 552, 580 Y 590.
OLA~ETA Casimiro (doctor), 12.
OLARTE (casas de), 499.
OLARTE Francisco (comandante), 513 y 517.
OLARTE José Antonio (de Moniquirá), 424.
OLARTE Pantaleón (alférez), 164.
O'LEARY Carlos (encargado de negocios inglés), 401 Y 416.
O'LEARY Daniel Florencio (general, encargado de negocios británico), 38,
42, 163, 174,200,201,227,230,231,245,247,262, 340 Y 357.
O'LEARY Simón, 429 y 430.
OLIVOS Paulino (clérigo), 576.
ORDO~EZ Carlos, 456 y 482.
ORDO~EZ Juan Clímaco (doctor, presidente de la Cámara), 16, 18, 104
Y 676.
ORRANTfA Joaquín, 671.
ORTEGA Y NARI~O José María (general), 59, 628, 652, 656 Y 693.
ORTEGA Y NARI~O Mariano (coronel), 156.
ORTIZ BORJA Rosalina, 194.
ORTIZ DE ROSAS Juan Manuel (véase ROSAS Juan Manuel Ortiz de).
ORTIZ Joaquín, 625.
ORTIZ Juan Francisco, 448.
OTAOLA Pedro, 494 y 496.
OTERO Rafael (diputado), 618.
OTERO Rudesindo, 421 y 491.
OSA Francisco de la (doctor), 183.
OSMA (ministro del Perú en los Estados Unidos), 248 y 642.
OSORIO, 155.
OSPIN A Francisco, 272.
OSPINA Ignacio (doctor), 362, 438, 454, 652 Y 665.
OSPINA Pastor (doctor), 16,47, 154, 157, 158, 160, 164, 187, 194, 195,327.
330, 347, 368, 379, 380, 413, 416, 422, 438, 552, 545, 583, 584, 693.
Y 702.
OSPINA RODRIGUEZ Mariano (presidente de Colombia), 16, 18, 38, 47.
109, 121, 123, 126, 155, 156, 159 a 161, 163, 165, 186, 187, 189, 194,
223, 232, 235, 243, 245, 258, 340, 422, 425, 426, 439, 517, 541, 603,
608, 617, 626, 627, 629, 630, 632, 642, 643, 658, 659, li63, 664, 667.
669, 670, 679, 686, 700, 717, 719, 722, 725 Y 726.
OSPINAS los, 160, 165, 195 Y 432.
OSPINO Emeterio (canónigo de Antioquia), 224.
246 JOSÉ MANUEL· RESTBF;J'O

PABLO Bias (S. J.), página 721.


PABON Joaquin (capitán), 158.
PABON José Justo (gobernador de Antioquia), 162, 330, 331,334,340,417,
418, 419, 422 Y 425.
P ADILLA Zenón, 524.
PAEZ José Antonio (general), 11, 15, 16, 50, 51, 53, 60, 86, 98, 104, 453,
532, 568, 571 Y 680.
PAEZ Juana (hija del general José Antonio Páez), 86.
PAEZ Ursula (hija del general José Antonio Páez), 86.
PALACIOS Nepomuceno, 306, 315 Y 316.
PALAU Emigdio (doctor, gobernador provisorio del Estado del Cauca),
697, 703 Y 707.
PALMA (secretario de Su Santidad el Papa), 12.
PALMERSTON Henry Temple (lord), 36,686 Y 700.
PANIAGUA Valerio, 150.
PARDO Andrés María (médico), 709.
PARDO Juan Antonio (secretario de Relaciones Exteriores), 21, 121, 155,
482, 552, 652, 670, 672, 673, 719 Y 732.
PARDO Patricio (tipógrafo), 49, 301 Y 302.
PARDO VENEGAS Joaquín, 500.
PAREDES Victoriano de Diego (doctor), 34, 40, 48, 68, 88, 191, 192, 200, 216,
268, 287, 711 Y 724.
PAREZ Miguel (S. J.), 72l.
P ARIS, 172.
P ARIS Antonio, 306, 313, 314 Y 316.
P ARIS Enrique, 533.
PARIS Joaquin (general), 160, 387, 393 a 401, 403,405, 414, 427, 522, 551,
693, 700 Y 70l.
PARRA Ricardo de la (senador), 151, 211,586, 618,668 Y 669.
PATI~O Manuel, 113.
PATI:RO Pedro, 225.
PATRIA Juan José (general), 396, 397, 400,419, 421, 424, 426, 428 a 431,
442, 444, 446, 453, 456 a 459, 463 a 466, 469, 471, 474 a 476 y 480.
PAZ DEL CASTILLO Juan, 610.
PAZ José María, 721.
PAZ José Miguel, 583.
PAZ SOLDÁN José Gregorio (ministro de Relaciones del Perú), 272, 282,
290, 291, 311 Y 35l.
PEDRO 11 DE BRAGANZA (emperador del Brasil, 1825-1891), 305.
PE:RA Joaquín, 192.
PE:R A Lino, 153 y 425.
PE:RA Lino (director del presidio), 578, 691 Y 704.
PE:RA Rafael (coronel), 383, 384, 390, 391, 397, 463, 466 Y 485.
PERALTA Pedro (diputado), 543 y 618.
PEREIRA GAMBA Nicolás (diputado), 618.
PEREIRA GAMBA Próspero (diputado), 212 y 222.
PEREZ Agustín, 137.
PEREZ Felipe (gobernador de Zipaquirá), 330 y 333.
PEREZ Joaquín, 507 y 508.
DIARIO POLíTICO Y MILITAR - ONOMÁSTICA 247

PEREZ José Antonio (arzobispo de Caracas), 243.


PEREZ José Manuel (gobernador de Santa Marta), 418.
PEREZ Lázaro María (secretario del Senado), 347, 539, 543, 554 Y 618.
PEREZ P AGOLA Braulio, 192.
PETRARCA Vicente (secretario del señor Barili, nuncio de Su Santidad),
189.
PIANORI Giovanno, 574.
PIEDRAHITA (señorita), 594.
PIEDRAHITA Luis, 450.
PIERCE Franklin (presidente de los Estados Unidos), 624, 650, 651, 667
Y 669.
PINEDA Anselmo (coronel), 47, 160, 179, 333, 379, 385, 394, 399, 461,467,
475, 479, 480 Y 489.
PINEDA Pedro, 253.
PINTO Juan Nepomuceno, 147,194, 206 Y 326.
PINZON Cerbeleón (secretario de Relaciones Exteriores), 26, 344, 352,362,
368, 369, 373, 408, 412, 428, 463, 482, 516, 541, 546, 555, 604 Y 605.
PINZON Flavio (gobernador de Bogotá), 305.
PINZON Ignacio (gobernador), 373.
PIRERES Germán (director de El Alacrán), 23, 57, 58, 85, 100 Y 706.
PI~ERES José María (gobernador de Mompós), 694 y 695.
PIRERES Juan Antonio (coronel), 430.
PI~ERES Vicente (general), 181, 375 Y 385.
PIO IX (Juan María Mastai, conde Mastai-Ferrettí), 12, 13, 23, 35, 36, 37,
45, 125, 126, 138, 149, 183, 189, 210, 215, 222, 243, 249, 250, 275, 277,
280,284,290, 296, 297, 307, 308, 312,319, 323, 347, 350, 472, 544,574,
630, 632, 640, 644, 648 Y 662.
PLATA José María (doctor), 52, 108,132, 134, 146, 192, 195, 201, 213 a 215,
218, 222, 226, 231, 234, 282, 284, 286, 289, 291, 292, 296, 301 a 303,
305, 306, 318, 337, 352 a 354, 362, 369, 372, 412, 418, 420, 425, 431,
438, 482, 518, 524, 541, 546, 553, 580, 581, 583, 610 Y 672.
PLAZA (oficial), 513.
PLAZA Antonio (director de El Constitucional), 326.
PLAZA Felipe (mayor), 398.
PLAZA José Antonio, 113.
POMBO Lino de (doctor), 58, 362, 369, 370, 373, 438, 441, 445, 454, 456,
553, 581, 587, 598, 600, 604, 607, 608, 624, 628, 631, 634, 635, 639,
647, 654, 660 a 662, 665, 666, 669, 686 Y 702.
POMBO Manuel (secretario de la Cámara), 539, 603, 652 Y 717.
POMBO Rafael (secretario del general Herrán), 562.
POMBO Zenón (gobernador de Popayán), 408, 413 Y 720.
PONCE Fernando (oficial), 443, 477 y 480.
PONCE Julián (diputado), 236.
PONTóN Sixta (esposa del general Santander), 514, 600 y 601.
PORRAS Rafael (subsecretario de hacienda), 301.
PORTILLA Bartolomé de la, 230.
PORTO CARRERO José María, 407 y 52!.
POSADA GUTIERREZ Joaquín (general), 430 y 481.
POSADA Joaquín (director de El Alacrán), 23, 57, 85, 376, 377, 387, 415,
439, 448, 470, 472, 481, 484, 486, 492, 511, 515, 526, 535, 536, 541,
704, 706 Y 725.
248 , JosÉ MANUEL RESTREPO

POSE Mariano, 469.


POTES Marcelino (vallecaucano), 147.
POWLES GOWER y Compañía (casa de), 733.
POWLES John D., 595 Y 616.
PRADILLA Antonio María (secretario de la Cámara), 49 y 121.
PRADILLA Urbano (gobernador), 19,27,155, 157 Y 368.
PRADO Guillermo, 194.
PRIETO (coronel), 480.
PRIETO Antonio (juez), 314.
PRIETO José María (comandante), 398.
PRIETO Manuel, 425.
PROUDHON Pedro José (autor francés), 303 y 561.
PULIDO Miguel (el joven), 525.
PUYANA EUas (obispo de Caradro), 103.

QUEVEDO, página 78.


QUEVEDO DE VILLAFA~E Margarita (cantante), 107, 265, 365 Y 594.
QUEVEDO RACHADELL Nicolás, 107,262 Y 594.
QUlJANO Aquilino, 384.
QUIJANO Ignacio, 470.
QUIJANO Manuel de Jesús (vicepresidente de la Cámara), 16, 32,.34, 381,
405, 408, 413, 660 Y 697.
QUIJANO PauUno, 507 y 525.
QUINTERO Hilarío (mayor), 380, 381 y 470.
QUINTERO José María (alias trabuco), 477.
QUI~ONES Antonio, 473.
QUIRóS (general costarricense), 619.
QUIRóS Pedro Ramón (sargento), 356 y 368.

RACINES fray Fernando (obispo de Antioquia), página 126.


RACINES Juan, 463.
RADETZKY Juan José Wenceslao Antonio Francisco Carlos, conde de Ra-
detz (mariscal, jefe de los austríacos), 44.
RAMIREZ GARCIA (artesano), 59.
RAMIREZ Pedro, 160.
RAMOS Manuel, 13l.
RASPAIL Francisco Vicente (francés), 22.
REAL Antonio del (ministro juez de la Alta Corte de Justicia), 126, 220,
234, 268, 280, 304, 325, 343, 352, 366, 369, 372, 551, 552 y 554.
REAL José María (doctor, secretario de gobierno), 408, 482, 490, 670 y 676.
REBOLLEDO Miguel, 643.
REBOLLO (presbítero), 33.
REED Tomás (arquitecto), 505.
DIARIO POLfTICO y MILITAR - ONOMÁSTICA 2491

RENDóN Estanislao (cumanés, candidato a la presidencia de Venezuela),.


110, 122 Y 320.
REQUA Jaime A. (ciudadano americano), 576.
RESTREPO Canuto (clérigo), 244.
RESTREPO José Félix (doctor), 120,
RESTREPO José Manuel (historiador), 5 y 359.
RESTREPO Marcelino, 161-
RESTREPO Pedro Antonio (doctor), 152, 192, 244, 368, 369, 408, 412,418,.
436, 437, 442, 448, 452, 454 Y 455.
RESTREPO Ruperto, 392, 464 Y 697.
RESTREPO Ursula, 535.
RESTREPO Venancio (representante), 422, 471, 608 Y 693.
REY DE CERDE:RA, 36.
REYES Gabriel, 468 y 469.
REYES Joaquín (coronel), 489.
REYES Luis (gobernador de Tundama), 468.
REYES PATRIA Juan José (véase PATRIA Juan José).
RIA:RO Domingo Antonio (obispo de Antioquia), 241, 264, 322, 323, 350,.
524 Y 550.
RICAURTE Bartolomé (administrador de las salinas de Zipaquirá), 517~
RICAURTE Gil, 420.
RICAURTE Pío, 544.
RICAURTE Valerio (contador de la oficina general de cuentas), 665.
RICa (inglés, director de las salinas de Zipaquirá), 398.
RICO Ciriaco, 507.
RINCON, 78.
RINCON (asesino del general Collazos), 435.
RIOFRIO Miguel (encargado de negocios del Ecuador en Bogotá), 607,608,.
624 Y 660.
RIOS (coronel ecuatoriano), 119.
RIPOLL Custodio (diputado), 64.
RIVADAVIA Bernardino, 191-
RIVADENEIRA Timoteo (gobernador de Tunja), 469.
RIVAS José María (secretario de rentas), 693.
RIVAS Medardo (cónsul en Venezuela), 47 y 203.
RIVAS Patricio (presidente de Nicaragua), 624 Y 629.
RIVAS Rafael (doctor), 46, 191 Y 665.
RIVAS Teresa, 482.
RIZO Mauricio, 491-
ROBESPIERRE Maximiliano, 13, 45 Y 166.
ROCA Vicente Ramón (presidente del Ecuador), 52,55, 60 Y 119.
ROCAFUERTE Vicente (ministro de Méjico), 587.
RODRIGUEZ Avelino (gobernador de Bogotá), 481, 483 Y 495.
RODRIGUEZ Camilo, 79, 85, 369, 392, 407, 409 Y 491-
RODRIGUEZ Fausto, 735.
RODRIGUEZ Gabriel, 468.
RODRIGUEZ Ignacio, 144, 145, 149 Y 150.
RODRIGUEZ Juan Bautista (general), 464.
RODRIGUEZ PARRA José Manuel (gobernador de Cuenca), 641.
RODRIGUEZ Pedro, 150 y 153•.
RODRIGUEZ TORICES Antonio (secretario de guerra), 590.
250 JOSÉ MANUEL, RESTREPO

RODRIGUEZ )08, 479.


ROJAS Eleuterio, 58.
:ROJAS Ezequiel (doctor), 30, 33, 207, 272, 304, 543 Y 560.
ROJAS fray Bernabé (obispo de Santa Marta), 536, 550, 597, 602, 723 y 733.
ROJAS GARRIDO José María (doctor), 132, 212, 222, 225, 315, 325, 609
Y 732,
ROJAS PINILLA Gustavo (general jefe supremo, presidente de Colom-
bia), 743.
,ROJAS PINZON José María (coronel), 379, 419, 459 Y 461.
ROMERO (presbítero, capellán del ejército), 500.
ROSAS Juan Manuel Ortiz de (general argentino), 23, 191 Y 233.
ROSAS Manuelita (hija del general argentino Juan Manuel Ortiz de Ro-
sas), 233.
ROSLAN Goury du (barón, ministro francés), 279, 304 Y 417.
ROSSI (cantante), 738.
ROSSI Pellegrino (ministro de Su Santidad), 12.
ROVIRA Ignacio (oficial), 503.
RUBIO Antonio (comandante), 159 y 163.
RUBIO José María (magistrado de la Corte Suprema), 665.
RUBIO Nicolás (cónsul peruano en Panamá), 659.
RUSSI Raimundo (doctor), 130, 144, 145, 149, 150, 153, 161, 184, 215, 486
y 526.

s
SAA Luis (secretario del jefe supremo de Guayaquil y Quito), página 118.
,SAA VEDRA Manuel F. (canónigo), 48, 148, 248, 258, 260, 261, 264 Y 545.
SÁENZ Carlos, 89 y 150.
SÁENZ José María (doctor), 152, 178, 392,435, 464, 504, 515 y 697.
'SÁIZ José María (juez de la corte de cuentas), 43.
SALAS Mariano (general de división), 590.
SALAVARRIETA Policarpa (heroína), 291.
SALCEDO Próspero, 438.
SALGAR Eustorgio (doctor), 699 y 701.
;SAL VADOR Manuel, 425.
SAMPER AGUDELO José María (redactor de El Sur Americano), 52, 80,
119, 131, 347, 348, 380, 538, 553, 606, 610, 613, 617, 618, 630, 632,
641, 644, 647, 648, 662, 671, 676 Y 677.
SAMPER José María (hijo), 90.
:SAMPER Manuel, 396.
SAMPER Miguel (vicepresidente de la Cámara), 121, 562 Y 580.
SAMUDlO, 306.
SANCLEMENTE Manuel Antonío (doctor),221, 362,454,519,543,573,670
Y 719.
,SANCHEZ, 374.
SANCHEZ Estanislao (doctor), 385.
:SANCHEZ' Jacobo (doctor), 143, 144, 169 Y 203.
,SANCHEZ Leandro (sargento mayor), 513, 516 Y 537.
:SANDINO Andrés, 473.
DIARIO POLíTICO Y MILIT.AR- ONOMÁSTICA 251

SANDOV AL (oficial de guardia), 548.


SANTA ANA (Antonio López de, general mejicano), 557, 576, 587 Y 590.
SANTACRUZ Andrés, 23.
SANTA CRUZ Juan (clérigo), 173.
SANTACRUZ Tomás (general), 575.
SANTAMARIA Jenaro, 461.
SANTAMARIA Lázaro, 461.
SANTAMARIA Raimundo, 388 y 389.
SANTANDER Eliseo, 327.
SANTANDER Francisco de Paula (general), 514 y 600.
SARASTI Agustín Ramón (senador), 64.
SARMIENTO Joaquín (doctor), 260 y 467.
SEGURA Ltlis (S, J.), 721.
SERN A Mercedes, 194.
SERRANO Luis José (obispo de Santa Marta), 242.
SIL VA (doctor), 304.
SIL VA José Laurencio (general), 51.
SILVA Juan, 636 y 640.
SILVESTRE Zoilo (doctor, juez del crimen), 541 y 717.
SIMONS (capitán inglés), 199.
SLOO A. G. (coronel americano), 254.
SOFIA (archiduquesa de Austria), 22.
SOJO José María (gobernador del Magdalena), 698.
SOLANO José María (diputado), 288, 476 Y 552.
SOLARO DE LA MARGARITA Clemente (conde), 36.
SOLARTE Salvador, 155.
SOLER (comandante), 167, 170 Y 526.
SOTO Alejandro (natural de Medellín), 451.
SOTO BENITEZ José María (oficial de la administración de correos de
Medellín), 612.
SOUBLETTE Carlos (general), 16, 51, 83, 194, 532 Y 734.
SOULl1: Pierre (diplomático americano), 559.
SOULOUQUE Fermín (Fermín 19, presidente de Haití), 54 y 55.
STEPHENS John Lloyd (comisionado de la casa Aspinwall), 24, 67, 73,
91, 94 Y 191.
STEVENSON Bushnan John, 581.
STEWART sir Houston (almirante), 678.
SUAREZ Estanislao, 164.
SUAREZ Ignacio (cura de Coyaima), 701.
SUAREZ Manuel, 80.
SUCRE Antonio José de (gran mariscal), 7, 8 Y 34.
SULLIVAN E. (ministro británico en Lima), 616 y 700.

TALERO Francisco, página 463.


TANCO Diego, 415.
TANCO Gregorio, 58.
TANCO José, 53.
252 ¡OSÉ MANUEL JlEBTBEPO

TANCO Nicolás, 57 y 59.


TÁVARA Santiago (ministro del Perú en la Nueva Granada), 255, 258,
266, 272, 274 Y 275.
TAVERA Gonzalo A. (gobernador de Santander), 699.
TAYLOR Zacarías (presidente de los Estados Unidos), 55, 59 Y 106.
TEJADA Manuel (coronel), 413, 641 Y 643.
TEJEIRO Andrés (secretario de guerra), 377.
TELLER E. A. (doctor, editor del Panamá Echo), 110 y 111.
TELLEZ CARO Domingo (diputado), 618.
TIRADO (ministro peruano), 249.
THOMAS M. (véase FOOTE Thomas M.).
THOMPSON Tomás, 713.
TOBAR Bernardo (doctor), 188.
TOBAR Luis (teniente coronel), 339.
TOLEDO Natalia, 482.
TORO Andrés, 392 y 467.
TORRES CAICEDO José María (editor de El Día), 57 y 109.
TORRES David (gobernador de Boyacá), 706.
TORRES Fernando (clérigo), 285.
TORRES Francisco de Paula (juez de la corte de cuentas), 43, 155 Y 665.
TORRES Pedro Antonio (capellán del Libertador en el Perú, deán del
Cuzco, de Quito y obispo de Cartagena), 33, 103, 111, 249, 255, 259,
277, 350 y 524.
TORRES Y ESTANS José Jorge (obispo de Pamplona), 254, 259, 268, 277
Y 290.
TORRICO Juan Crisóstomo (general peruano), 558.
TOSCANA Duque de, 32.
TRIANA José Januario (botánico, miembro de la comisión corográfica),
583 y 630.
TRIANA José Maria, 150.
TRONCOSO Francisco (secretario de Relaciones Exteriores), 40, 48 Y 121.
TRONCOSO Miguel (coronel), 434, 458, 464 Y 489.
TOTTEN George Muirson (ingeniero), 614 y 640.
TOWSLEY Lovias D., 576.

u
UMA~A Cristóbal, página 442.
UMA~A Enrique (doctor), 512.
UMA~A Luis, 512.
UMA~ A Manuel, 388, 389 Y 392.
UNDA N. (oficial), 544.
UPEGUI N. (conductor de correos), 612.
URBINA Francisca, 476 y 477.
URBINA José María (general ecuatoriano), 60, 87, 168, 176, 179, 197,210,
225, 228, 232, 233, 239, 243, 244, 248, 249, 252 Y 271.
URDANETA Enrique, 480, 481, 483 Y 485.
URDANETA Francisco (general), 27, 378,481 Y 485.
URDANETA José María, 374.
DIARIO POÚTICO y MILITAR - ONOMÁSTICA 253

URDANETA Manuel, 480, 481, 483 Y 485.


URDANETA los 485.
URIBE ANGEL Wenceslao (doctor), 57,435 Y 441.
URIBE ARANGO Pedro, 388 y 389.
URIBE Cruz, 494.
URIBE Juan, 694.
URIBE Juan Crisóstomo (doctor), 192.
URIBE Miguel S., 383 Y 384.
URIBES los, 414.
URICOECHEA Ezequiel, 739.
URICOECHEA Francisco Javier, 150.
URICOECHEA Máximo, 463.
URISARRI Eladio (agente diplomático en Roma), 36.
URQUIZA Justo José de (general, presidente de la Confederación argen-
tina), 233 Y 330.
URRUTIA A:RINO José María (gobernador de Panamá), 557.
URRUTIA Wenceslao (secretario de Relaciones Exteriores de Venezuela),
732.

v
VALBUENA Dimas, 150.
VALBUENA Valentín, 150.
VALDERRAMA Antonio, 188.
VALDÉS Eduardo (teniente coronel), 484.
VALDlVIESO José Félix, 178.
VALDIVIESO José Javier (jefe supremo de Guayaquil), 98.
VALENCIA (señora), 303.
VALENCIA Antonio (doctor), 475 y 494.
VALENCIA Joaquín (secretario de Hacienda), 368, 670, 675 Y 677.
VALENZUELA Emilio, 594.
VALENZUELA Justino, 594 y 595.
VALENZUELA Ulpiano, 719.
VALERI Juan Bautista (presbítero, secretario del nuncio), 648.
VALVERDE Marcelino (jefe militar de Riohacha), 708.
VALLARINO José (tesorero general), 377.
VANEGAS Ricardo (senador, gobernador de Vélez), 356, 543, 551,636,637
Y 640.
VARAS Antonio (doctor, secretario de Relaciones Exteriores de Chile), 266.
VARGAS Antonio (médico, redactor de La Lanceta), 79 y 229.
VARGAS Celso, 709.
VARGAS Donato (presidente del Tribunal), 240.
VARGAS fray Eduardo (dominicano secularizado), 192.
VARGAS Germán (diputado), 618.
VARGAS Inocencia (doctor), 433.
VARGAS Jorge (doctor), 245.
VARGAS Juan de la Cruz (vicario), 264.
VARGAS Manuel María (coronel), 413.
VARGAS PARIS José María (coronel), 10, 157, 158, 166, 167, 168, 171,
187 Y 188.
254 JosÉ MANUEL RESTREPO

VARGAS Pedro Pablo (alférez), 609.


VARGAS Ramón, 665.
VARGAS REYES Antonio (médico), 79, 229 Y 245.
VARGAS los, 421.
VARGAS (hijos del doctor Inocencio Vargas), 433.
VASQUEZ (padre provincial de San Agustín), 633.
VASQUEZ fray Eduardo (dominicano, obispo de Panamá), 299,"597,600
Y 602.
VEGA Gaoriel (coronel), 714.
VEGA Gregario, 119.
VEGA José (zapatero), 495, 515 y 526.
VEGA Rufino (vicepresidente del Senado), 188, 381, 385, 665,693,717 Y 721.
VELANDIA (oficial), 456, 459, 460 Y 475.
VELASCO José Miguel de (presidente de Bolívia), 12 y 23.
VELASCO Tomás (sargento mayor), 137.
VENGOECHEA Gabriel (doctor), 401.
VERGARA Estanislao (doctor), 350 y 366.
VERGARA TENORIO José María (cónsul en el Ecuador, editor de El
Aviso), 47, 117 Y 144.
VERNAZA Manuel Antonio, 142.
VESGA (coronel), 171.
VIANA Mateo (gobernador de Mariquita), 154, 158, 159, 167, 168, 187, 287,
381 Y 383.
VICTOR Manuel II (duque de Saboya), 44.
VICTORIA 1" (reina de Inglaterra), 72, 211, 230, 358, 416, 673, 686, 691
Y 699.
VICTORIA José María, 616.
VILLA Félix (senador), 608.
VILLA José, 258.
VILLA Nicolás (gobernador de Medellín), 188 y 189.
VILLA Ricardo (senador).
VILLAFA:litE José Gregario (ministro de Venezuela), 255, 256, 262, 265,
325, 365, 378, 435, 442, 445, 453, 464, 481, 484, 495, 504, 507, 568
Y 591.
VILLAR Ernesto del, 150.
VIVANCO Manuel Ignacio (general peruano), 87,558,645, 728 y 732.
VIVERO José Manuel del (vicepresidente de la Cámara), 16 y 64.

w
WALKER William, páginas 611, 619, 622 a 627, 629, 642, 651 a 653, 683,
684, 695, 696 Y 722.
WELIS Enrique, 576.
WILSON Patricio, 30 y 505.
WILLIAMSON J. D. (ingeniero), 623.
WILLIS Enrique S., 576.
WILLS Guillermo, 335, 336 Y 337.
WINDISCH-GRXTZ Alfredo Zu (general austríaco), 9 y 12.
WRIGHT Ricardo (general), 252.
DIARIO POLfTICO y MILITAR - ONOMÁSTICA 255

YOY A. (agente para la navegación del Magdalena), página 698.

z
ZABALA Francisco María (vicario), 264.
ZALDUA Francisco Javier (vicepresidente del Senado), 29, 30, 39, 43, 68.
70, 80, 83, 121, 126, 132, 148, 220, 222, 249, 255, 366, 699, 701 Y 720.
ZAMARRA Juan Esteban (doctor), 108, 665, 715 Y 716.
ZAMORA, 489.
ZAMORA Ezequiel, 15.
ZAMORA Ramón. 160.
ZAMORAS los, 158.
ZAPATA Juan Manuel, 428.
ZAPATA Y PORRAS Francisco, 150.
ZULOAGA Félix (general mejicano), 727 y 732.
Zú~IGA (oficial), 513.
ZENTER (véase CENTER A. J.).
INDICE

Autobiografía de José Manuel Restrepo ...........•.....•......• 5

Apuntamientos sobre la emigración que hice en 1816 de la ~ovincia


de .Antioquia a la de Popayán .•...........•.............• 63

Diario del viaje que hice de la ciudad de Rionegro, en la Provincia de


Antioquia, a la de Kingston, en la isla de Jamaica. Año de
1816 .................•.......•...............•.•...••..• 79

Diario de un viaje que hice de Kingston de Jamaica a New York, en


los Estados Unidos ...........•........•.....•........... 101

Noticias generales sobre los Estados Unidos ....................• 143

DIARIO POLITICO Y MILITAR

Onomástica.

Tomo 1 ••••••••••••••••••••••••••••• ••••••••••••••• •••••• 0 •••• 167


Tomo II ••• 0 •• , •••••••••••• '" ••••••• " ••••••••••••••••••••• ,.
187

Tomo III .•..•..•..•................ o.· •....•.....•..•••...... 203

Tomo IV .0 .. ·.·.0 ,'" o" ••••••••••• 227


SE IMPRIMiÓ ESTELIBRO DE LA I/BIBLlO·
TECA DE LA PRESIDENCIADECOLOMBIAI/,
POR DISPOSICiÓN DEL GENERAL JEFE
SUPREMO GUSTAVO ROJAS PINILLA, EN
LA EMPRESA NACIONAL DE PUBLICA-
CIONES. - MCMLVII.

LAUS DEO

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