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ANTOLOGÍA

DE
LEYENDAS
Alumno: Arriaga Gonzalez Edher Gabriel
Profesora: Lic. Gloria Corina Regalado
Grado: 5° Grupo: A
Escuela: Primaria “José Vasconcelos”

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ÍNDICE

 La llorona…………………………………………………………………………3
 El Popocatépetl y el Iztaccíhuatl……………………………………………..3
 El callejón del beso……………………………………………………………..4
 El colibrí maya…………………………………………………………………...4
 La Mulata de Córdoba…………………………………………………………..5
 El nagual…………………………………………………………………………..5
 El callejón del diablo……………………………………………………………6
 La isla de las muñecas…………………………………………………………6
 La princesa Donají………………………………………………………………7
 El árbol del vampiro de Guadalajara…………………………………………7
 Bibliografía ………………………………………………………………………8

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1. La llorona
Cuenta la leyenda que hace mucho tiempo existió una mujer que, en un intento de
vengarse del hombre que amaba, asesinó a sus hijos ahogándolos en un río.
Inmediatamente después se arrepintió, y ante la culpa decidió suicidarse.

Desde entonces, vaga por las calles de distintas ciudades al caer la media noche
(especialmente se aparece cerca de lugares donde hay agua), y repite sin cesar
“¡Ay mis hijos!”. Por esto es conocida como “La Llorona”

2. El Popocatépetl y el Iztaccíhuatl
En el centro de México existen dos volcanes que se llaman Popocatépetl e
Iztaccíhuatl, tal como habían sido nombrados un guerrero azteca, y la hija de uno
de los jefes, respectivamente. Popocatépetl tuvo que ir a la guerra, pero le
prometió a Iztaccíhuatl que volvería tan pronto como fuera posible.

No obstante, otro guerrero que los había escuchado y también se encontraba


enamorado de la hija de jefe, le hizo saber a Iztaccíhuatl que Popocatépetl había
muerto en combate, aunque esto no había ocurrido. Fue tanta la tristeza que
Iztaccíhuatl decidió quitarse la vida, y cuando Popocatépetl regresó y no encontró
a su amada, hizo lo mismo. En un signo de estremecimiento, los dioses decidieron
reunirlos de nuevo en la forma de dos grandes volcanes.

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3. El callejón del beso
Esta leyenda, típica de la ciudad de Guanajuato, cuenta que un padre receloso
habían separado a su hija Carmen de su enamorado. A tal punto le disgustaba el
vínculo amoroso, que le prometió casarla con otro hombre, más rico y prestigioso,
que vivía fuera de país. Antes de cumplir con ello, encerró a la hija en una de las
típicas casas de la ciudad, que se caracterizan por encontrarse en alto y una muy
cerca de la otra, divididas únicamente por un pequeño callejón.

Para fortuna de los enamorados, la ventana de la habitación de Carmen colindaba


con la de una casa en venta, que fue rápidamente adquirida por el enamorado,
como única solución para su reencuentro. Así los enamorados pudieron estar
juntos nuevamente.

Pero, poco después, fueron descubiertos por el padre, quien presa de la furia,
clavó una navaja en el pecho de su hija. Su amado solo pudo darle un beso de
despedida. Desde entonces, este callejón ha sido bautizado como el callejón de
beso, y es tradición para las parejas que lo atraviesan besarse ahí mismo.

4. El colibrí maya
Dicen cuando los dioses mayas crearon la tierra, a cada animal le asignaron una
tarea determinada. Pero, al terminar, se percataron de que no había quien
transportara las ideas, los pensamientos y los deseos entre unos y otros.

Encima se habían terminado el barro y el maíz, que son los materiales con los que
habían originado el resto de las cosas. Sólo les quedaba una pequeña piedra de
jade, por lo que decidieron tallarla y crear una pequeña flecha. Cuando finalizaron
soplaron sobre ella y salió volando. Habían creado así un nuevo ser, al que
llamaron x’ts’unu’um, que significa colibrí.

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5. La Mulata de Córdoba
La Mulata de Córdoba fue una mujer condenada a la hoguera por el Santo Oficio,
cerca de la costa al este de México. Se le atribuía el poder de la eterna juventud y
ser la abogada de los casos imposibles, como los de obreros desempleados y
mujeres solteras. Se encontraba siempre rodeada de hombres que con facilidad
se enamoraban de ella y perdían el camino de la rectitud. Ante todo lo anterior,
decían que tenía pactos con el diablo y que incluso lo recibía en su propia casa.

Hasta que fue detenida por el Tribunal de la Santa Inquisición, siendo acusada de
practicar la brujería y de haber llegado en un barco que no había atracado en
ninguna playa. Una noche antes de cumplir su condena y mientras se encontraba
en una celda, solicitó que le llevaran un trozo de carbón, con el que dibujó un
barco y pudo volar fuera de las rejas. Al llegar, los guardias sólo pudieron
encontrar un olor a azufre, cuya existencia se relata hasta nuestros días.

6. El nagual
Desde la época prehispánica, varios de los dioses que han formado parte de la
cultura mexicana han tenido la facultad de cambiar de la forma humana a la de
algún animal. Está facultad se trasladó después a brujos, brujas y chamanes,
quienes adquieren las habilidades del animal en el que se transforman y lo utilizan
en favor de la comunidad.

Así pues, dice la leyenda que los nahuales se aparecen constantemente a las
personas, especialmente a la media noche y tomando la forma de animales
comunes.

Esta es una de las leyendas mexicanas en las que se nota la influencia del folclore
prehispánico fundamentado en muchas creencias animistas según las cuales
objetos y animales no humanos tienen facultades intelectuales propias de nuestra
especie.

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7. El callejón del diablo
Ubicado en la Ciudad de México, cuentan que en este callejón se aparece el
mismísimo diablo. Un hombre escéptico decidió comprobar tal historia, con lo que
se animó una noche a caminar por ahí. Se trataba de un lugar sombrío donde se
encontraban algunos árboles.

Cuando no llevaba ni la mitad del camino se detuvo, ya que creyó haber visto una
sombra detrás de un árbol. Enseguida continuó andando, y cuentan que la sombra
se le acercó, tomando la forma de un hombre que reía intensamente. El hombre
antes escéptico salió corriendo, pero comenzó a sentir que el suelo se hundía y le
atrapaba con fuerza para impedir su huída.

No obstante, logró escapar y transmitir su encuentro con el diablo a quienes se


encontró por el camino. En otras versiones se cuenta que la aparición fue hacia un
hombre borracho y que, para evitarla, es necesario depositar diariamente joyas y
ofrendas bajo el árbol donde se aparece.

8. La isla de las muñecas


En Xochimilco, una de las delegaciones de la Ciudad de México donde se
encuentra un gran lago con numerosas trajineras, se cuenta que un hombre
llamado Julián Santana recolectaba muñecas abandonadas.

El hombre vivía en una de estas trajineras, y la razón por la que juntaba las figuras
era para ahuyentar a los espíritus de lago. Específicamente, Don Julián ofrecía
estas muñecas en símbolo de paz para ahuyentar el espíritu de una niña que
murió ahogada ahí mismo.

Actualmente existe una pequeña isla con las muñecas recolectadas por Don Julián
en los canales de Xochimilco, y dicen que el alma de este hombre vuelve
constantemente para cuidarlas. De sta manera, esta leyenda mexicana ha dado
paso a una leyenda urbana cuya realidad transcurre en el tiempo presente.

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9. La princesa Donají
Esta leyenda cuenta que Cosijopi, el último gobernador del Istmo de Tehuantepec,
en la zona sur de México, tuvo una hija a la que llamó Donají. Durante una guerra
entre los mixtecos y los zapotecos, Donají fue capturada como rehén y
posteriormente decapitada. A pesar de que su cuerpo fue sepultado, nunca se dio
a conocer el lugar donde yacía su cabeza.

Tiempo después, un pastor que pasaba por la sierra oaxaqueña arrancó una
azucena (flor silvestre también llamada lirio). Al hacer esto, encontró bajo la tierra
lo que parecía ser una cabeza humana, y al rescatarla, la llevó a reunirse junto
con su cuerpo en el templo de Cuilapam. Fue entonces cuando el alma de la
princesa Donají pudo finalmente descansar en paz.

10. El árbol del vampiro de Guadalajara


Hace muchos años, un extranjero proveniente de Europa llegó a un poblado de la
zona de Guadalajara, México. Era una persona extraña y reservada, pero su falta
de interés en socializar con la gente de la región no era lo más inquietante.

De hecho, desde la llegada de este hombre misterioso, empezaron a aparecer


primero cadáveres de animales, y luego cuerpos sin vida de niños, todos ellos
desangrados.

Una noche, las gentes del poblado decidieron buscar al extranjero para
enfrentarlo, asumiendo que él era el autor de los hechos. Esa noche lo
encontraron intentando morder a un lugareño, así que le clavaron una estaca de
madera y luego sepultaron su cuerpo bajo una pila de ladrillos.

Años después un árbol creció de entre los ladrillos a partir de la estaca de madera,
y se dice que al cortar sus ramas aparecen dentro del corte regueros de sangre,
de las víctimas del vampiro de Guadalajara.

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Referencias bibliográficas:
 Erbiti, A. (2004): Mitos y leyendas de México. Buenos Aires: Círculo Latino
Austral.
 Fernández del Castillo, Francisco (1991): Tacubaya. Historia, leyendas y
personajes. México D. F.: Porrúa.

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