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Jessica Sofia Garcia Oscos Grupo A

VIDA Y OBRA DE BERNINI Y BORROMINI.


Ambos crearon un nuevo estilo escultórico que embelleció Roma en el siglo XVII.
Pero los dos luchaban por conseguir los mejores proyectos arquitectónicos. La
clave era ganarse al Vaticano. Y uno lo hizo mejor que otro.
Bernini es un artista polifacético -arquitecto, escultor, pintor, comediógrafo y
compositor-. Es también un hombre de mundo, brillante, simpático, rico, que goza
de gran fama y éxito, protegido por el papa Urbano VIII y más tarde por Alejandro
VII, para los que trabaja. Usa elementos constructivos clásicos: columnas y
pilastras de órdenes clásicos, prefiriendo el orden gigante, entablamentos,
frontones y artesonados clásicos, pero tratados de forma poco ortodoxa. Los
elementos decorativos que emplea son abundantes y de gran riqueza (mármoles
veteados, bronces, estucos pintados), buscando el colorido y los juegos de luz y
sombra.
Borromini, por el contrario, es un hombre tímido, profundamente religioso,
mentalmente desequilibrado, de carácter difícil, solitario y con poco éxito, que se
acaba suicidando. Tras una breve colaboración, se convierte en rival de Bernini.
Se dedica en exclusiva a la arquitectura y vigila personalmente la ejecución de sus
obras, con gran dominio técnico. Trabaja para las órdenes religiosas, que no
tienen muchos recursos; suele construir iglesias de pequeñas proporciones y
materiales pobres (ladrillo, estuco) pero que destacan por sus innovaciones
técnicas, originalidad, movimiento y libertad de formas. Evita la inclusión de otros
géneros artísticos en la creación del ambiente espacial. La decoración interior es
geométrica, menos recargada que la de Bernini. Ejerce gran influencia posterior en
toda Europa.
Los pobladores de la bella Roma los conocían también por el fuerte carácter que
tenían ambos: temperamentales y sensibles. Bernini nació en Nápoles, la mayor
parte de su vida la vivió en Roma. Es considerado el mejor escultor de su tiempo
realizó pinturas y fuentes. Era extremadamente simpático y amigable, pero cuando
se enojaba era capaz de cualquier cosa. Por parte del Papa Urban VIII recibió
diversos encargos.
Borromini nació en Bissone suiza, era un hombre solitario, compulsivo,
melancólico y con un carácter irritable. Estableció un nuevo lenguaje figurativo en
el estilo Barroco, utilizó geometría, rectángulos, óvalos repetitivamente en
secuencias alternativas obteniendo resultados innovadores, en contraste con
Bernini inspirado por los conceptos religiosos ya establecidos. La popularidad de
Borromini constantemente estuvo opacada por la fama de Bernini.
El Papa estaba indeciso a quién encargarle la cúpula. Bernini estaba seguro de
que él sería el elegido, pero cuál fue su sorpresa que el Papa eligió a su rival
Borromini, en consolación el Papa le asignó a Bernini que hiciera una fuente
enfrente de la iglesia en la Plaza Novona de Roma, aceptó el encargo.
Borromini realizó un gran trabajo diseñó una cúpula que sobresale de los edificios
y casas romanas, se sintió orgulloso de que el Papa lo eligiera para el gran trabajo
burlándose de que a Bernini solo se le encargó la fuente de la plaza.

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