Está en la página 1de 3

Salmo 111. S.

Pinto, I segreti della sapienza, 254-259


Traducción CEE Traducción BJ3
1 1
¡Aleluya! ¡Aleluya!
(Álef) Doy gracias al Señor de todo corazón, (Alef) Doy gracias a Yahvé de todo corazón,
(Bet) en compañía de los rectos, en la (Bet) en la reunión de los justos y en la
asamblea. comunidad.
2 2
(Guímel) Grandes son las obras del Señor, (Guímel) Grandes son las obras de Yahvé,
(Dálet) dignas de estudio para los que las (Dálet) meditadas por todos que las aman.
aman.
3 3
(He) Esplendor y belleza son su obra, (He) Actúa con esplendor y majestad,
(Vau) su justicia dura por siempre. (Vau) su justicia permanece para siempre.
4 4
(Zain) Ha hecho maravillas memorables, (Zain) De sus proezas dejó un memorial.
(Jet) el Señor es piadoso y clemente. (Jet) ¡Clemente y compasivo Yahvé!
5 5
(Tet) Él da alimento a los que lo temen (Tet) Dio de comer a quienes lo honran,
(Yod) recordando siempre su alianza. (Yod) se acuerda por siempre de su alianza.
6 6
(Kaf) Mostró a su pueblo la fuerza de su (Kaf) Reveló a su pueblo la fuerza de su
obrar, acción,
(Lámed) dándoles la heredad de los gentiles. (Lámed) les dio como herencia las naciones.
7 7
(Mem) Justicia y verdad son las obras de (Mem) Su mano actúa con verdad y
sus manos, justicia,
(Nun) todos sus preceptos merecen
confianza: (Nun) son leales todos sus mandatos,
8
(Sámek) son estables para siempre jamás,
8
(Ayin) se han de cumplir con verdad y (Sámek) válidos para siempre jamás,
rectitud. (Ain) Para cumplirlos con verdad y rectitud.
9
(Pe) Envió la redención a su pueblo,
9
(Sade) ratificó para siempre su alianza. (Pe) Envió la redención a su pueblo,
(Qof) Su nombre es sagrado y temible. (Sade) determinó para siempre su alianza;
10
(Res) Principio de la sabiduría es el temor (Qof) santo y temible es su nombre.
10
del Señor, (Res) Principio del saber es temer al
(Sin) tienen buen juicio los que lo practican; Señor;
(Tau) la alabanza del Señor dura por
siempre. (Sin) son cuerdos los que lo practican.
(Tau) Su alabanza permanece para siempre.

Con este salmo inicia una pequeña serie de composiciones aleluyáticas (Sal 111-117), casi un
libreto litúrgico del que el primer versículo sirve de antífona: “Alabad a YAH” (HALELUYAH). La
composición alfabética en acróstico caracteriza el Sal 111 y el Sal 112. Como también en otras
composiciones comenzar un versículo (Sal 25; 34; 145) o grupo de versículos (9-10; 119) con
una letra del alfabeto hebreo tiene una función nemotécnica además de caracterizar al salmo
como composición completa. En este caso, ya desde la primera lectura, sobresale el tema de la
plenitud de la alabanza inspirada por el actuar histórico-salvífico de Dios.

El vínculo con el Sal 112 se da a nivel terminológico, si bien este último se concentra en el
hombre justo, abriéndose con un macarismo que condiciona el género, mientras que el Sal 111
se dirige a Dios con un “himno de acción de gracias” (es una vía intermedia entre el himno y la
TODAH): la estabilidad de los mandatos divinos, su justicia, su generosidad, su actuar por
siempre encuentra eco en la vida del justo.
1. El primer verbo que abre la composición con la consonante ALEF “Doy gracias/quiero dar
gracias”. Los lugares donde se realiza esta acción de gracias son el interior del hombre en su
dimensión intelectivo-volitiva (el corazón) y la asamblea comunitaria. “Con todo el corazón”
puede hacer pensar a la fraseología típica de la escuela deuteronomista (Dt 4,29; 6,5-6;
30,2.6.10), si bien pueda también indicar, de modo más sencillo, la indivisibilidad del espíritu
humano que se extiende intensamente hacia el Señor. Sea uno o lo otro, comenta L. Alonso
Schökel “es el punto de partida de todo el salmo: el rosario de aforismos quiere ser una
expresión ‘cordial’”.

El consejo y la asamblea de los justos son los lugares públicos del castigo por los delitos más
graves, como el adulterio. En el Sirácida se nombra la asamblea de la ciudad como lugar en el
que públicamente puedes ser avergonzado o, incluso, el pecador será castigado o ajusticiado.
Por esta razón, el salmista probablemente no está pensando directamente en una sesión
judicial litúrgica, aunque tal significado no se excluiría totalmente.

2-3. Que las obras de YHWH (la creación, la liberación, el don de la Ley y de la tierra) son
grandes y vengan alabadas es un dato establecido y ya proclamado en otros pasajes (Sal 46,49;
107,24; 118,17; Sir 12,4; 40,16.33). Menos usual es la invitación a buscar estas obras dirigida a
aquellos que la aman. El verbo DARASH significa “buscar, investigar” (de aquí MIDRASH) y
“estudiar” (Esd 7,10). Podemos decir que cuanto el Señor pone para demostrar que está de
parte de los hombres es maravilloso, espléndido y majestuoso, en el momento que es
objetivamente evidente para todos; más discutible es su significado subjetivo, es decir el
significado que cada hombre extrae de la contemplación de lo creado y de la historia. Este
sentido de fe es accesible sólo para quien se aplica con amor al estudio atento del paso de
Dios. La pareja “espléndido-majestuoso” es un estribillo muy frecuente en otros salmos (21,6;
96,6; 104,1; cf. 1Cro 16,27) y decanta la grandeza de Dios que sorprende y maravilla al
hombre. En este sentido, como atributo divino aparece también la SEDAQAH (“justicia”): ella
permanece para siempre porque solo Dios no cambia nunca, es el justo.

4. La construcción ZEKER ASHA con la que comienza el salmo (“hacer un recuerdo”) aparece
sólo aquí. “Maravillas/prodigios” es muy frecuente en el Salterio (72,18; 86,10; 106,22; 119,18;
136,4). Después de la primera pareja “espléndido y majestuoso” (v.3) aparece la segunda
pareja de títulos teológicos “misericordioso y piadoso” (HANNUN – RAHUM) que recuerda a Ex
34,6. De hecho, los vv.4-9 evocan los acontecimientos del éxodo de la liberación a la entrada
en la tierra. La piedad divina tiene que ver con sus vísceras (REHEM) y expresa un amor
profundo e intenso (Is 49,15).

5-6. El primer prodigio citado es el del alimento. No se menciona explícitamente el maná, sino
TEREF que significa “presa, suministro, botín” (Sal 76,5; Mal 3,10; Pr 31,15). Tal sustantivo
permite establecer un vínculo con el v.6 en el que se recuerda la ocupación de Canaán y la
expropiación de los otros pueblos para hacerle sitio a Israel; NAJALAH es, de hecho la posesión
de la tierra entendida como don (Dt 4,38; 9,4-6; Sal 2,8; 135,12; 136,22). La potencia de las
obras de YHWH recuerda a las doce plagas e incluso al paso del mar Rojo (Ex 7-14).

La alianza (BERIT se lee también en el v.9), de la que el Señor se acuerda, es la de Abrahán (Gn
15) y también del pacto bilateral sancionado en Ex 19-20; aquí se subraya mayormente la
participación activa de Dios en tal compromiso. En este sentido BERIT, más que referir al pacto
entre dos contrayentes, los cuales “cortan” una alianza (KARAT BERIT), pone el acento sobre la
asunción unilateral del vínculo por parte de Dios, como en Gn 15 (alianza unilateral entendida
como “compromiso, promesa”).
7-8 El contenido de este versículo es muy similar al del v.3. La pareja “verdad y
derecho/justicia” (EMET – MISHPAT) aparece también en Zac 8,13 en relación a la nueva
conducta de los habitantes de Jerusalén. El término PIQUDIM (sinónimo de mandamientos) es
raro y sólo es usado en los salmos más recientes (19,9; 103,18; 119,21). La idea de lo perenne
caracteriza a todo el Sal 111 apareciendo en los vv. 3, 5, 7, 8 y 9, así como la insistencia en el
actuar: el Señor hace tanto por su pueblo que, a su vez, debe practicar con verdad y rectitud
los mandamientos recibidos.

9. Es el versículo más largo ya que se desarrolla en tres hemistiquios. La liberación es aquella


de la esclavitud de Egipto y la mención de la alianza invita a explicar los adjetivos QADOSH y
NORÁ (“santo y terrible”) como vinculados a la teofanía sinaítica en la que el pueblo tiene
miedo de YHWH porque teme la propia seguridad (Ex 19). Sea “santo” que “terrible” son
certificados en relación a Dios o a su nombre (Sal 99; 96,4; 103; Dt 28,58): YHWH es santo, es
decir, separado de todo lo que no es santo y puro. Por lo cual, cuantos son privados de tal
tributo no pueden acceder a su presencia; más aún, podrían perecer si tuvieran que verlo cara
a cara (Ex 33). “Estableció/ratificó”: en hebreo responde al verbo SWH del que deriva el
sustantivo MISHWAH y subraya lo perentorio e irrevocable del pacto (Ex 12,28.50;
16,16.24.32.34; 19,7; 23,15; 34,4.11.18.32.34).

10. También el último versículo tiene tres hemistiquios. Los dos primeros están sacados del
corazón de la tradición sapiencial. Que el temor de YHWH sea el inicio de la sabiduría es un
dato establecido desde Pr 1,7 y repetido en otros lugares (Pr 9,10; 15,33; Jb 28,28; Sir 1,14.20).
Temer a Dios significa no tener terror de él sino intentar aquella justa veneración y aquel
profundo respeto que la criatura debe a su Creador. Siempre en la tradición sapiencial se
coloca la insistencia en la práctica de los preceptos (Pr 6,6-11). Es sabio (aquí aparece el
término SÉKEL que expresa el matiz del ser inteligente en la fe: Dn 1,14) quien se pone no
solamente en una relación de naturaleza meramente intelectual, sino que se dispone a la
aplicación concreta.

El último hemistiquio, que se abre con la letra TAU, renueva el tema central del salmo,
persistiendo en la constatación que la alabanza dirigida al Señor no conoce interrupción,
porque se transmitirá de generación en generación, sin fin: eterna es su justicia (v.3), su
alianza (v.5.9), sus obras (v.8) y, por tanto, también el himno de alabanza agradecido por todos
estos dones. Con las mismas palabras el Sal 145, similar también por ser acróstico, concluye la
alabanza a Dios descrito como rey potente (v.21).

También podría gustarte