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Además, lo que nos hace aún más felices es la felicidad de los
participantes, fruto de la aceptación y alegría de las personas a
quienes ofrecieron las Flores de Luz y transmitieron Johrei.
Muchos de ellos afirmaron que, al principio de la dedicación,
estaban inseguros y temerosos de la reacción negativa de las
personas, pero no fueron pocas las situaciones en que las personas
abordadas declararon que era "exactamente eso que estaban
necesitando".
El resultado fue tan positivo que, por unanimidad, se
manifestaron ansiosos de dar continuidad a esta gratificante
dedicación. Estos emocionantes relatos y algunas fotografías, ¡serán
publicados en el próximo Boletín Informativo e invito a todos
ustedes a deleitarse con estos testimonios!
A propósito de esforzarnos en convertirnos en la primera
persona en la felicidad de alguien, la Enseñanza que escuchamos en
el Culto de hoy, extraído del Libro "El Pan Nuestro de Cada Día",
se inicia con el siguiente poema de Meishu-Sama:
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significa que no puede ser rayado por ningún otro mineral o
sustancia, excepto por el propio diamante.
De esta forma, podemos comparar la enorme presión y la
elevada temperatura que transforman el carbono en diamante, a las
vicisitudes que enfrentamos en la vida. Estas, cuando son aceptadas
con gratitud, vistas como algo enviado por Dios para nuestro
crecimiento, evolución y auto perfección, propician las condiciones
necesarias para que se adquiera ese quilate.
En otro poema, Meishu-Sama también nos guía:
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que aprendía en la Iglesia. Mejoró tanto que, naturalmente, se olvidó
de tomar la medicación que, hasta entonces, no conseguía vivir sin;
hecho que se mantiene hasta hoy. Por lo tanto, se convirtió en
miembro con el objetivo de ayudar a otras personas, ya que había
sido ayudada.
A pesar de ese sentimiento suyo y de, siempre que era posible,
hablar de las experiencias vividas en la práctica de la fe, etc., su
familia, aunque ya estaba atravesando una severa purificación con
su sobrina, no le escuchaba. Ese desinterés por parte de ellos, la llevó
a pensar en desistir, pues creía que aún no había llegado el tiempo
oportuno.
Mientras tanto, su sobrina, que desde hacía 25 años sufría de
hepatitis autoinmune, comenzó a pedirle Johrei siempre que la
purificación se intensificaba.
En marzo de este año, la Sra. Ana Cristina vio como su
situación empeoraba al tener que quedarse internada y así, pidió a su
tía que orara por ella. En el hospital, ella solo pensaba en las
experiencias de fe, en Johrei, en las Flores de Luz y, por primera
vez, consiguió agradecer de corazón todo lo que estaba pasando. Se
alegró mucho al saber que la ministra había pedido a todos los
miembros que oraran por ella.
Al salir del hospital, su tía, incluso trabajando entre 10 y 12
horas al día y saliendo tarde del trabajo, creó el objetivo de
transmitirle al menos una hora de Johrei diariamente.
En este momento, para sorpresa de la Sra. Eugenia, sucedió
algo que ella deseaba desde que se hizo miembro: su sobrina le
manifestó, por primera vez, el sincero deseo de recibir a Ohikari.
A partir de ahí, la Sra. Ana Cristina pasó a ser acompañada por
la ministra, habiendo mejorado cada día, conforme ella misma nos
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relata. Por estar de baja médica, pasó a tener tiempo para dedicar en
la Iglesia, en la limpieza, confección de Flores de Luz, oferta de
Gratitud, esforzándose para practicar las Enseñanzas de Dios
reveladas a Meishu-Sama.
Las consultas eran constantes y, a cada una de ellas, la médica
quedaba sorprendida con los resultados de los análisis y exámenes,
pues éstos presentaban cada vez más mejoras. Contrariamente a lo
que los médicos pensaban inicialmente, el trasplante hepático fue
puesto a un lado y la medicación comenzó a reducirse.
Tuvo el permiso de recibir el Ohikari, de asistir a las clases de
Ikebana Sanguetsu, de volver a trabajar, de tomar una medicación
muy ligera, y de que las crisis fueran cada vez menos frecuentes y
de menor duración.
Al regresar al trabajo, sus colegas que ya la conocían muy bien,
comentaron que ella estaba diferente. Así, compartió con ellos que
se había convertido en miembro de la Iglesia Mesiánica Mundial,
que transmite y recibe a Johrei, practica las Enseñanzas y que éstas
están haciendo toda la diferencia en su vida, pues, además de
esclarecerla sobre su purificación, todavía le orientan cómo ayudar
a los demás. Todo esto ha despertado un gran interés, habiendo
manifestado ya la voluntad de conocer nuestra Iglesia, y a uno de
ellos incluso le ha transmitido a Johrei. Actualmente transmite 30
minutos de Johrei al día a su marido y varias veces a la semana a sus
padres.
Con este resultado de la sobrina, la Sra. Eugenia aprendió que,
en nuestro Sonen, nunca debemos renunciar a la persona, incluso
cuando ella no se muestra muy interesada, pues, el tiempo correcto
acaba por llegar con el permiso de Dios y Meishu-Sama.
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Lo más emocionante de estos dos Testimonios, además de los
beneficios alcanzados en la salud, es el hecho de que la sobrina
heredó el Sonen de su tía, de querer ayudar a las personas a ser
felices, deseando ser el "número uno" en su felicidad, tal como su
tía hizo con ella.
En este sentido, Meishu-Sama, en la Enseñanza del Culto de
hoy, nos orienta:
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"Eso es porque se razona a través de los patrones de las
religiones existentes hasta hoy. La Iglesia Mesiánica Mundial es
totalmente diferente. Siendo una religión tan elevada, no puede ser
comparada con las otras. Especialmente, el resultado de curar las
enfermedades a través de Johrei es tan maravilloso, que es difícil
de creer. Este hecho se hace comprensible cuando se tiene
contacto con nuestra Iglesia."
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sobrina, habiendo heredado su Sonen, también conseguirá formar
cien miembros convencidos. Por lo tanto, nuestro mayor desafío es
no permitir que el mal haga nuestro Sonen pequeño, débil e
inconstante.
¡Estamos a pocos días de fin de año! Vamos a aprovechar para
hacer el balance de las maravillosas gracias y purificaciones
recibidas, reportándolas a Meishu-Sama en la parte frontal del
formulario para el Culto de Su Navidad. En el verso, siguiendo la
guía de Meishu-Sama, vamos a buscar el continuo progreso
espiritual, es decir, la elevación de la individualidad, a través de la
práctica de las Enseñanzas en la familia, en el trabajo o estudio, en
la Unidad Religiosa que frecuentamos, en la reforma de la Sede
Central y en la sociedad en general.
En ese sentido, en la Enseñanza "Renovarse
constantemente", del Cimiento del Paraíso, Meishu-Sama nos
orienta:
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Me despido con un fuerte abrazo, con la esperanza de
encontrarme pronto personalmente con todos ustedes.
¡Muchas gracias y un buen mes a todos!