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1
Véase
D&C
14:7
2
Juan
3:16
La
obra
de
Dios
Todopoderoso
así
como
Su
gran
plan
de
felicidad
son
opuestos
por
el
adversario
y
sus
secuaces.
Satanás
desea
que
seamos
tan
miserables
como
lo
es
él.
3
Primero
atacó
a
los
profetas.
Cuando
eso
no
funcionó,
atacó
las
escrituras.
Como
eso
tampoco
funcionó
ahora
ataca
el
corazón
mismo
de
la
Iglesia,
el
cual
es
la
familia.
Ustedes
están
dolorosamente
conscientes
de
esta
guerra
por
los
corazones
y
almas
de
nuestros
prójimos,
aun
algunos
miembros
de
nuestras
propias
familias.
Nosotros,
como
los
misioneros
del
Señor,
enseñamos
la
verdad
de
que
“existen
los
hombres
para
que
tengan
gozo”.4
El
gozo
llega
a
cada
individuo
al
recibir
las
ordenanzas
iniciales
de
salvación.
Y
gran
gozo
llega
a
las
familias
cuando
reciben
las
ordenanzas
de
la
exaltación.
Las
cosas
más
preciosas
de
la
vida
se
relacionan
con
nuestras
familias.
5
Las
conversaciones
acerca
de
la
familia
son
maravillosas
para
abrir
puertas.
El
librito,
Mi
Familia:
Historias
que
nos
Acercan
es
muy
útil
en
conversaciones
con
vecinos
y
amigos
quienes
les
gustaría
conocer
más
acerca
de
sus
ancestros,
y
también
es
una
herramienta
muy
útil
en
la
reactivación
de
los
élderes
prospectos,
un
ejército
el
cual
está
allí
en
el
mundo
esperando
por
ustedes
Esta
es
una
manera
maravillosa
de
atraer
y
de
enseñar
a
los
investigadores.
Los
obispos
y
presidentes
de
rama
también
pueden
usar
este
librito
como
un
recurso
para
los
nuevos
conversos.
Todos
ellos
deben
tener
un
llamamiento
en
la
Iglesia.
¿Por
qué
no
hacer
que
llenen
su
propia
información
familiar
como
su
primera
asignación?
Extenderles
un
llamamiento
con
un
enfoque
inmediato
en
sus
familias
será
algo
feliz
para
ellos.
Puede
convertirse
en
el
trampolín
hacia
la
obra
del
templo
para
los
parientes
de
estos
miembros
nuevos.
Los
índices
de
retención
se
incrementarán
infinitamente
si
ellos
hacen
la
obra
del
templo
para
sus
ancestros.
Aun
en
su
primer
año,
pueden
ser
bautizados
por
sus
parientes
muertos.
Se
encuentra
gozo
en
las
relaciones
familiares
porque
son
centrales
al
plan
eterno
de
Dios.
Los
misioneros
sabios
se
aprovechan
de
esta
realidad.
Los
misioneros
deben
invitar
a
las
personas
a
venir
a
Cristo.
Ellos
hablan
de
Cristo.
Se
regocijan
en
Cristo.
Ellos
predican
de
Cristo.6
Ellos
enseñan
que
la
Expiación
del
Señor
hace
posible
ambos
objetivos
de
Dios,
la
inmortalidad
y
vida
eterna,
para
que
lleguen
a
ser
una
realidad.
La
vida
eterna
es
un
regalo
condicional
–
condicionada
a
la
obediencia
sobre
la
cual
está
basada.
7Esta
verdad
es
un
tema
para
los
misioneros.
Ellos
pueden
ayudar
enseñando
el
plan
de
Dios
así
como
la
doctrina
de
progreso
personal
Ellos
pueden
enseñar
la
verdad
acerca
del
potencial
divino
de
cada
ser
humano
para
que
literalmente
lleguen
a
ser
más
3
Véase
2
Nefi
2:27
4
2
Nefi
2:25
5
1
Nefi
8:12
6
Véase
2
Nefi
25:26
7
D&C
130:
21
como
su
Padre
Celestial.
Ese
potencial
inicia
desarrollando
una
fe
inquebrantable
en
Dios,
fe
en
el
Señor
Jesucristo
y
fe
en
Su
plan
para
los
hijos
de
Dios.
Su
plan
incluye
el
arrepentimiento.
Debemos
llamar
a
todas
las
personas
al
arrepentimiento.
Si,
aún
como
ciudadanos
conscientes
y
que
obedecen
la
ley,
aun
nosotros
–
que
nos
estamos
esforzando
por
hacer
lo
correcto
–
de
todas
maneras
somos
invitados
a
arrepentirnos.
El
arrepentimiento
realmente
significa
conversión
–
verdadera
conversión
–
al
Señor
y
a
Su
manera.
Conversión
total
¡es
arrepentimiento
total!
El
honrar
compromisos
prepara
a
una
persona
para
guardar
convenios.
El
evangelio
de
Jesucristo
incluye
el
hacer
y
guardar
convenios
sagrados,
el
primero
de
los
cuales
es
el
convenio
del
bautismo.
El
acto
en
sí
del
bautismo
no
lava
los
pecados.
Gracias
a
la
Expiación,
los
efectos
de
los
pecados
se
alejan
cuando
uno
fielmente
guarda
el
convenio
bautismal
de
seguir
al
Señor
Jesucristo.
Después,
viene
el
don
del
Espíritu
Santo.
¡Que
bendición
tan
grande
es
esto!
Como
todos
los
regalos,
éste
necesita
ser
desenvuelto
y
usado.
Entonces
llegamos
a
esas
cuatro
palabras
finales
en
nuestra
declaración
de
propósito:
“[permanecer]
hasta
el
fin”.
Ese
fin
incluye
las
ordenanzas
de
investidura
y
sellamiento
del
templo.
“Cada
vez
que
el
Señor
ha
tenido
a
un
pueblo
sobre
la
tierra
que
obedece
Su
voz,
ellos
han
sido
ordenandos
a
construir
templos”.
8
Los
modelos
de
los
templos
son
tan
antiguos
como
la
vida
humana
sobre
esta
tierra.
Actualmente
el
plan
para
los
templos
fue
establecido
aún
antes
de
los
cimientos
del
mundo,
cuando
se
hicieron
las
provisiones
para
la
redención
de
aquellos
que
murieran
sin
el
conocimiento
del
evangelio.
9
El
Señor
les
dio
instrucciones
a
Adán
y
Eva
de
construir
un
altar
y
que
ofrecieran
sacrificios.
10
El
tabernáculo
de
Moisés
fue
un
precursor
portátil.
11
Después
vino
el
templo
que
fue
construido
en
los
días
de
Salomón.
Fue
destruido
en
600
A.C.
y
restaurado
por
Zerubbabel
cerca
de
cien
años
después.
Fue
quemado
en
37
A.C.
y
re-‐
construido
por
el
Rey
Herodes.
Este
fue
el
templo
que
Jesús
conoció
y
amó.
Más
no
estaba
complacido
con
la
manera
en
que
las
personas
deshonraron
el
templo
En
la
primera
purificación,
Jesús
se
refirió
de
manera
reverente
al
templo
como
“la
Casa
de
Mi
Padre”.12
Durante
la
segunda
purificación
del
templo,
Él
lo
llamó
“mi
casa”.
13
Posteriormente,
cuando
predijo
la
8
Diccionario
de
la
Biblia,
“Templos”
9
Véase
D&C
124:33,
41;
128:5
10
Véase
Moisés
5:5-‐
El
Antiguo
Testamento
tiene
muchas
referencias
a
la
actividad
y
vestimenta
del
templo
(por
ejemplo,
véanse
estos
capítulos:
Éxodo
28,
29;
Levítico
8).
11
Véase
Éxodo
38:21
12
Véase
Juan
2:13-‐16
13
Véase
Mateo
21:13;
Marcos
11:17
destrucción
del
templo,
Jesús
lo
llamó
“vuestra
casa”.
.
.os
es
dejada
desierta”.
14
Esa
profecía
fue
cumplida
cuando
el
templo
fue
destruido
por
los
romanos
en
70
A.D.
Hace
varios
años,
estuve
en
Jerusalén
y
me
llevaron
por
unas
excavaciones
a
la
izquierda
del
así
llamado
“Muro
de
las
Lamentaciones”.
Allí
en
el
túnel,
rabinos
Judíos
estaban
pidiendo
por
el
día
en
que
el
tercer
templo
sea
construido
en
Jerusalén.
Me
dijeron
que
uno
de
ellos
le
había
preguntado
al
famoso
arqueólogo
de
Israel,
Yigael
Yadin,
qué
harían
con
un
nuevo
templo
si
fuera
construido
en
Jerusalén.
El
respondió,
“Yo
no
sé,
pregúntenle
a
los
Mormones,
¡ellos
lo
sabrán!
¡En
verdad,
nosotros
sí
sabemos!
Los
templos
son
un
componente
esencial
de
la
restauración
del
evangelio
en
su
plenitud.
Después
de
décadas
de
oscuridad
espiritual
llego
el
inició
de
la
restauración.
En
1820,
Dios
el
Padre
y
Su
Hijo
Jesucristo,
aparecieron
al
Profeta
José
Smith.
Posteriormente,
Ellos
le
dieron
instrucciones
de
construir
el
primer
templo
de
esta
nueva
y
última
dispensación
del
cumplimiento
de
los
tiempos.
Fue
construido
en
Kirtland,
Ohio.
Fue
un
templo
preparatorio,
en
donde
se
confirieron
llaves
importantes
del
sacerdocio
a
los
seres
humanos.
El
siguiente
templo,
el
de
Nauvoo,
tenía
una
pila
bautismal
para
que
los
Santos
pudieran
bautizarse
vicariamente
por
sus
antepasados
muertos.15
Ustedes
saben
que
el
Presidente
Brigham
Young,
poco
después
de
que
llegó
al
valle
del
gran
Lago
Salado,
tocó
la
tierra
del
desierto
con
su
bastón
y
proclamó:
“Aquí
construiremos
un
templo
a
nuestro
Dios”.16
Año
con
año,
paso
a
paso,
la
revelación
ha
llegado
a
los
profetas
sucesores.
El
Presidente
Wilford
Woodruff
enseñó
este
concepto
en
un
discurso
de
conferencia
general
en
a
bril
de
1894,
él
dijo:
“[José
Smith
y
Brigham
Young]
no
recibieron
todas
las
revelaciones
pertenecientes
a
la
obra
del
[templo];
ni
tampoco
el
Presidente
Taylor,
ni
Wilford
Woodruff.
Esta
obra
no
tendrá
fin
hasta
que
haya
sido
perfeccionada”.17
En
la
dedicación
del
templo
de
Saint
George
el
1º
de
Enero
de
1877,
el
mismo
año
en
que
falleció
el
Presidente
Young,
él
dijo:
“¿Qué
suponen
que
dirían
los
padres
muertos
si
pudieran
hablarnos?
¿No
dirían
ellos,
‘hemos
estado
aquí
por
miles
de
años,
aquí
en
esta
prisión,
esperando
que
llegara
esta
dispensación’?
.
.
.¿Qué
susurrarían
a
nuestros
oídos?
Si
ellos
tuvieran
el
poder
sonaría
en
nuestros
oídos
los
truenos
de
los
cielos,
si
tan
solo
pudiéramos
comprender
la
importancia
de
la
obra
en
la
que
estamos
comprometidos.
Todos
los
ángeles
del
cielo
están
pendientes
de
este
puñado
de
personas,
estimulándolos
hacia
la
salvación
de
la
familia
humana
.
.
.
Cuando
pienso
en
este
tema,
quisiera
tener
las
lenguas
de
siete
truenos
para
despertar
a
las
personas”.18
14
Mateo
23:38;
Lucas
13:35
15
Allí,
se
efectuaron
unas
6,000
ordenanzas
antes
de
que
se
tuviera
que
abandonar
el
templo.
El
templo
fue
re-‐construido
y
re-‐dedicado
en
el
año
2002,
ahora
permanece
en
completo
esplendor
y
majestuosidad.
16
Véase
Susa
Young
Gates
y
Leah
D.
Widtsoe,
La
Vida
de
Brigham
Young
(1930),
104-‐5.
17
Discursos
de
Wilford
Woodruff,
sel.
G.
Homer
Durham
(1946),
154
18
Discursos
de
Brigham
Young,
sel.
John
A.
Widsoe
(1954),
403,
404.
El
Presidente
Howard
W.
Hunter
agregó
esta
declaración:
“Invito
a
los
Santos
de
los
Últimos
Días
a
ver
el
templo
del
Señor
como
el
gran
símbolo
de
[su]
membresía.
Es
el
deseo
más
profundo
de
mi
corazón
que
todo
miembro
de
la
Iglesia
sea
digno
de
entrar
al
templo.
Esto
agradaría
al
Señor
si
cada
miembro
adulto
fuera
digno
de
–
y
llevara
consigo
–
una
recomendación
vigente
del
templo”.19
Ahorita
tenemos
funcionando
143
templos
y
más
están
en
camino.20
¿Por
qué
tenemos
templos?
¿Por
qué
tenemos
misioneros?
¿Por
qué
habría
alguien
de
unirse
a
esta
Iglesia?
¿Para
que
la
vida
sea
más
agradable,
satisfactoria
o
edificante?
Sí,
pero
otras
organizaciones
pueden
proveer
algo
de
eso.
De
hecho,
¡nos
unimos
a
la
Iglesia
para
hacer
y
guardar
convenios
sagrados
que
nos
calificarán
para
la
vida
eterna!
¡Nos
unimos
a
esta
Iglesia
para
que
nuestras
familias
estén
juntas
para
siempre!
¡Solo
la
Iglesia
del
Señor
puede
ofrecer
estas
bendiciones
perdurables!
Sin
las
ordenanzas
selladoras
realizadas
por
las
familias
en
el
templo,
¡toda
la
tierra
sería
totalmente
asolada!21
Los
propósitos
de
la
Creación,
de
la
Caída
y
de
la
Expiación
se
habrían
frustrado.
Repito:
Dios
simplemente
quiere
que
Sus
hijos
regresen
a
Él.
Para
que
esto
pueda
suceder,
cada
uno
de
nosotros
necesita
hacer
y
guardar
convenios
sagrados,
recibir
las
ordenanzas
de
salvación
y
exaltación,
y
ser
sellados
tanto
a
nuestros
ancestros
como
a
nuestra
posteridad.
Solo
entonces
estaremos
calificados
para
morar
con
la
Deidad
y
con
nuestras
familias
para
siempre.
Albergamos
estas
esperanzas
para
cada
nuevo
miembro
de
la
Iglesia.
Hablando
de
manera
práctica,
sin
embargo,
estamos
conscientes
que
demasiados
de
nuestros
miembros
nuevos
se
alejan
de
la
Iglesia
y
nunca
llegan
a
disfrutar
de
estas
bendiciones.
El
Presidente
Gordon
B.
Hinckley
dijo
una
vez:
“No
tiene
caso
hacer
la
obra
misional
a
menos
que
retengamos
los
frutos
de
ese
esfuerzo.
Los
dos
deben
ser
inseparables.
Estos
conversos
son
preciosos.
Cada
converso
es
un
hijo
o
hija
de
Dios.
Cada
converso
representa
una
responsabilidad
grande
y
seria.
Es
absolutamente
imperativo
que
veamos
por
aquellos
que
se
han
llegado
a
ser
parte
de
nosotros.
Parafraseando
al
Señor,
porque,
¿qué
aprovechará
al
misionero
si
bautiza
a
todo
el
mundo
a
menos
que
los
que
se
han
bautizado
permanezcan
en
la
Iglesia?
(véase
Marcos
8:36).22
De
cierto,
¿de
qué
nos
aprovechará
a
cualquiera
de
nosotros?
19
“Preciosas
y
Grandísimas
Promesas”,
Liahona,
Octubre,
1994
20
Todos
los
143
templos
son
iguales
en
autoridad
y
eficiencia.
Las
ordenanzas
son
las
mismas
y
los
convenios
son
igualmente
obligatorios.
21
Véase
D&C
2:3;
138:48;
José
Smith
Historia
1:39
22
“Encuentren
los
Corderos,
Alimente
a
las
Ovejas”,
Liahona,
Abril
1999
Al
embarcarse
en
sus
nuevas
asignaciones,
queridos
presidentes
y
hermanas,
recuerden
las
cualidades
importantes
de
liderazgo,
mayordomía
así
como
el
poder
de
la
colaboración.
Permítanme
explicar
esto
por
medio
de
una
analogía.
Después
de
una
operación
exitosa,
sigue
un
periodo
de
cuidado
intensivo
en
el
hospital.
Después,
cuando
la
condición
de
paciente
está
estable,
él
o
ella
es
referido
a
una
unidad
de
cuidados
intermedios,
en
donde
él
o
ella
recibirá
un
cuidado
continuo
pero
menos
intenso,
y
finalmente
el
paciente
es
dado
de
alta
al
cuidado
tierno
y
amoroso
de
su
familia
en
casa.
Un
resultado
exitoso
dependerá
de
una
buena
comunicación,
cooperación
y
compromiso
de
parte
de
cada
miembro
del
equipo
a
todos
los
niveles.
Si
surgiera
una
complicación,
se
toman
pasos
inmediatos
para
rescatar
al
paciente,
y
nadie
discute
sobre
a
quién
le
corresponde
salvar
la
vida
del
paciente.
En
la
obra
misional,
un
resultado
exitoso
ya
sea
con
un
miembro
nuevo
o
uno
que
regresa
refleja
una
cooperación
completa
entre
el
obispo,
el
consejo
de
barrio,
el
líder
misional
de
barrio
así
como
los
misioneros
de
tiempo
completo.
Ellos
trabajan
como
colaboradores.
Ellos
perciben
su
responsabilidad
combinada
de
cuidar
de
la
vida
espiritual
de
cada
hijo
o
hija
preciosa
de
Dios.
Sin
importar
su
edad,
los
nuevos
miembros
son
como
niños
en
la
Iglesia.
No
podemos
fallar
en
proveerles
el
cuidado
espiritual
y
fortaleza
cuando
se
necesite.
Recordemos
la
lección
enseñada
con
tanta
frecuencia
por
el
Presidente
Gordon
B.
Hinckley.
Cada
converso
necesita
un
amigo,
una
responsabilidad,
y
ser
nutrido
por
la
palabra
de
Dios.
Ese
consejo
es
tan
bueno
ahora
como
cuando
salió
de
su
propia
boca.
Ahora,
con
el
fin
de
lograr
un
esfuerzo
en
equipo
de
manera
más
efectivo,
así
como
ha
sido
mandado
por
la
Primera
Presidencia
y
el
Quórum
de
los
Doce,
anunciamos
cuatro
ajustes
al
proceso
de
enseñanza,
diseñados
para
ofrecer
más
ayuda
a
nuestros
miembros
nuevos.
Recuerden,
que
queremos
que
ellos
permanezcan
para
que
puedan
obtener
todas
las
bendiciones
que
el
Señor
tiene
guardadas
para
Sus
hijos
fieles.
Los
siguientes
cuatro
ajustes
deben
ser
implementados
inmediatamente:
1.
Los
misioneros
enseñarán
la
“Lección
5:
Leyes
y
Ordenanzas”
en
el
capítulo
3
de
Predicad
Mi
Evangelio
tanto
antes
como
después
del
bautismo.
Anteriormente
se
daba
esta
lección
después
del
bautismo.
2.
Los
presidentes
de
misión
enseñarán
y
volverán
a
enseñar
de
manera
activa
la
norma
del
Señor
en
cuanto
al
bautismo,
como
se
registra
en
Doctrina
y
Convenios
Sección
20,
versículo
37
y
repetido
en
Predicad
Mi
Evangelio,
capítulo
12.
Dos
frases
son
particularmente
importantes
en
la
preparación
del
investigador
para
el
convenio
del
bautismo:
“con
la
determinación
de
servirle
hasta
el
fin,
y
verdaderamente
manifiesten
por
sus
obras
que
han
recibido
el
Espíritu
de
Cristo
para
la
remisión
de
sus
pecados,
serán
recibidos
en
su
Iglesia
por
el
bautismo”.
Estos
dos
primeros
ajustes
fortalecerán
al
investigador
antes
del
bautismo
y
asegurarán
que
él
o
ella
esté
preparado
espiritualmente
para
vivir
de
acuerdo
con
las
enseñanzas
del
Señor
Jesucristo,
perseverando
hasta
el
fin,
lo
cual
incluye
recibir
las
ordenanzas
de
investidura
y
sellamiento
del
templo.
3.
En
donde
sea
posible,
los
misioneros
trabajarán
de
cerca
con
cada
miembro
nuevo
por
lo
menos
durante
los
primeros
tres
o
cuatro
meses
después
de
su
bautismo
y
continuarán
manteniéndose
cerca
de
ellos
por
lo
menos
durante
un
año,
y
esperamos
que
sea
durante
muchos
años
y
aun
generaciones.
Este
no
es
un
ajuste
mayor;
es
un
paso
práctico.
Piensen
en
ello
como
cuando
un
médico
revisa
un
registro
médico
para
evaluar
el
progreso
del
paciente
en
visitas
posteriores
de
seguimiento.
Los
buenos
misioneros
son
como
los
buenos
doctores.
Con
el
paso
del
tiempo,
ellos
quieren
que
sus
pacientes
(nuevos
miembros)
disfruten
de
resultados
excelentes.
Los
misioneros
trabajan
con
el
líder
misional
y
con
el
consejo
de
barrio
usando
el
Formato
de
Progreso
de
Miembros
Nuevos
y
de
los
que
Regresan
para
monitorear
el
progreso
de
cada
miembro
nuevo.
Dentro
de
un
mes
del
bautismo
del
miembro
nuevo,
los
misioneros
trabajarán
con
los
líderes
del
barrio
para
asegurarse
que:
• El
obispo
haya
entrevistado
al
miembro
y
ha
repasado
con
él
el
principio
del
diezmo
así
como
otros
asuntos
de
dignidad
para
ayudarlo
en
su
preparación
para
la
adoración
en
el
templo.
• Que
los
varones
elegibles
hayan
sido
entrevistados
para
recibir
el
Sacerdocio
Aarónico.
• El
miembro
esté
inscrito
en
el
curso
de
Principios
del
Evangelio.
• Los
misioneros
de
tiempo
completo
y
misioneros
de
barrio
están
volviendo
a
enseñar
las
lecciones
misionales.
Dentro
de
los
siguientes
seis
meses
después
del
bautismo
de
un
nuevo
miembro,
los
misioneros
deben
asegurarse
que
el
miembro:
• Haya
sido
entrevistado
y
recibido
un
llamamiento
o
responsabilidad
en
la
Iglesia,
tal
como
ingresando
información
en
su
librito
propio
de
Mi
Familia
y
llenando
su
hoja
de
grupo
familiar.
• Esté
asistiendo
regularmente
a
la
reunión
sacramental.
• Se
esté
preparando
para
efectuar
ordenanzas
bautismales
vicarias
por
sus
ancestros.
• Los
misioneros
tomarán
la
delantera
en
volver
a
enseñar
las
cinco
lecciones
en
Predicad
Mi
Evangelio
después
del
bautismo.
Los
misioneros
verán
a
su
líder
misional
de
barrio
como
su
colaborador
personal
para
que
puedan
identificar
a
un
amigo
en
el
barrio
para
ayudar
a
enseñar
las
lecciones.
Los
misioneros
deberán
ser
la
fuerza
activa
en
agendar
y
enseñar
las
lecciones,
ayudando
a
cada
miembro
nuevo
a
hacer
y
guardar
convenios
sagrados.
El
cuarto
ajuste
requerirá
de
un
poco
de
sabiduría
y
tacto.
Al
mismo
tiempo
que
los
misioneros
están
enseñando
al
converso,
ellos
también
deben
estar
enseñando
a
los
miembros
del
barrio
cómo
enseñar
las
lecciones.
Los
misioneros
necesitarán
ser
tan
pacientes
y
compasivos
con
un
miembro
del
barrio
como
lo
serían
con
un
nuevo
compañero
en
la
misión.
Juntos,
los
miembros
y
los
misioneros
trabajan
como
colaboradores
para
asegurar
la
salud
espiritual
de
los
nuevos
miembros.
La
magia
de
una
verdadera
colaboración
es
esta:
Se
puede
lograr
más
como
colaboradores
de
lo
que
se
puede
hacer
actuando
solos.
Con
verdaderos
colaboradores,
uno
más
uno
es
más
que
dos.
El
Dr.
Will
Mayo
y
el
Dr.
Charles
Mayo
fundaron
la
Clínica
Mayo.
Una
esposa
y
un
esposo
pueden
formar
una
familia.
Como
socios
colaboradores,
los
misioneros
y
los
miembros
puede
hacer
crecer
un
barrio
y
pueden
edificar
la
Iglesia.23
Como
colaboradores
equitativos,
misioneros
y
miembros
del
barrio
comprenden
su
mayordomía
compartida
hacia
los
nuevos
miembros.
Ellos
actúan
con
amor
al
ser
guiados
por
el
Espíritu.
Ellos
aman
a
los
nuevos
miembros
y
los
ayudan
a
progresar
hacia
sus
propias
ordenanzas
sagradas
y
convenios
en
el
templo
sagrado.
Algunos
de
ustedes
quizá
estén
pensando,
“¿Cómo
sabremos
si
hemos
sido
un
presidente
de
misión
y
compañera
exitosos?”
La
respuesta
es:
Amen
y
cuiden
a
sus
misioneros.
¡Ese
amor
resultará
en
conversiones!
Cada
misionero
(él
o
ella)
¡puede
tener
por
lo
menos
un
converso
en
su
misión!
No
solo
un
bautismo,
no
solo
uno
que
asiste,
no
solo
un
nombre
para
ser
recordado
–
sino
una
roca
sólida,
incondicional
discípulo
del
Señor
quien
será
un
miembro
ejemplar
y
esposo(a)
mucho
después
de
que
haya
terminado
su
misión.
Nosotros
queremos
que
sus
misioneros
desarrollen
una
fe
tan
inalterable
que
sus
hijos
y
sus
nietos
podrán
calificar
para
recibir
las
bendiciones
del
templo.
¿Cómo
mediremos
su
éxito
como
presidentes
de
misión?
Si,
nosotros
queremos
misioneros
convertidos
y
muchos
bautismos.
Pero
más
que
nada,
queremos
que
los
nietos
de
sus
misioneros
y
los
nietos
de
aquellos
a
quienes
sus
misioneros
bauticen
sean
investidos
y
sellados
en
el
templo.
Queremos
familias
multigeneracionales
de
fe.
¡Dios
quiere
que
Sus
hijos
regresen
a
Él,
convertidos,
investidos
y
sellados
como
familias!
23
Véase
D&C
31:7;
64:33
Que
Dios
los
bendiga
nuestros
queridos
presidentes
y
compañeras.
Estaremos
orando
por
ustedes
y
sus
misioneros
todos
los
días.
Los
honramos,
los
amamos,
y
los
bendecimos
en
el
sagrado
nombre
de
Jesucristo.
Amén.