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UNIVERSIDAD TECNOLOGICA DE SANTIAGO

(UTESA)

ASPECTOS LOGICOS DE LA ARGUMENTACION

Sustentante:

Materia:
Práctica Jurídica
(DER-509-013)

Profesora:
Licda. Cristina M. Ramírez Zabala

En Santo Domingo Este, a los veintitrés (23) días del mes de octubre del año dos
mil veintiuno (2021).
Investigar sobre Los requisitos de la acusación como baluarte de la protección de los derechos del
acusado.

La Acusación, también conocida como imputación, es el cargo que se formula ante la autoridad
competente contra persona o personas determinadas, por considerarlas responsables de un delito o falta,
con el objeto de que se le aplique la sanción prevista.

El proceso penal, se inicia con la presentación de la acusación que consiste en una declaración de
voluntad formal del titular de la acción penal, ya sea por el ministerio público, por el acusador particular o
por ambos a vez.

Imputar u probar son aspectos imprescindibles de la tarea acusatoria. En el proceso penal por su
contenido, el acusado conocerá del hecho que se le imputa.

La normativa procesal penal vigente establece que la acusación puede ser presentada por el Ministerio
Público o por la víctima o querellante, según lo prevé en el artículo 29 que dispone: La acción penal es
pública o privada. Cuando es público su ejercicio corresponde al ministerio público, sin perjuicio de la
participación que este código concede a la víctima. Cuando es privada, su ejercicio únicamente
corresponde a la víctima.

De igual manera, la legislación dispone en cuales casos pueden ser ejercidas la acción por el Ministerio
Público y en cuales puede ejercer la víctima, según los artículos. 31 y 32 del Código Procesal Penal.

Del lado de la acusación y de la promoción de la persecución penal se ubica, indudablemente, el Ministerio


Público, órgano responsable directo de ejercer la acción penal y de defender la pretensión
correspondiente. Además, el Ministerio Público, cuenta con la asistencia de la Policía Nacional que, en los
modelos acusatorios, le corresponde una labor de apoyo al Ministerio Público en lo que respecta a la
investigación pertinente propia de cada caso o proceso.

Igualmente, en esta margen del contradictorio, también puede ser ubicada la víctima, quien tiene un
interés particular, diferente del que corresponde al Ministerio Público, pero que, en todo caso, llega a
coincidir, en muchas ocasiones con el de ambas instituciones. Aparte, la víctima, cuando se trata de una
persona física, suele convertirse en una de las pruebas de cargo más importantes para los efectos de
sustentar y sostener la acusación.

El Ministerio Público es un órgano del Estado que tiene por función esencial promover o ejercer la acción
penal con el objetivo de defender la legalidad, los derechos de las personas y el interés público protegido
por a la ley, ya sea de oficio o a petición de la parte interesada.
El Ministerio Público es un órgano del sistema de justicia, garante del estado de derecho, funcionalmente
independiente en sus actuaciones. Es el encargado de dirigir la investigación de los hechos de carácter
penal en representación de la sociedad, de la puesta en movimiento y del ejercicio de la acción pública;
proteger a las víctimas y testigos en el ámbito de las actuaciones que realice y ejercer y cumplirtodas las
demás atribuciones que le confieren las leyes.

Dentro de los derechos que tiene el acusado como imputado, podemos encontrarlos establecidos en los
artículos 394, 95 y 111 del Código Procesal Penal. Estos artículos establecen que el defensor podrá
recurrir por el imputado. El imputado tiene el derecho de recurrir, a pesar de que haya contribuido a
provocar el vicio objeto del recurso. Desde que se solicite la aplicación de una medida de coerción o la
realización de un anticipo de prueba, el imputado tendrá derecho a lo siguiente:

1) Ser informado del hecho que se le atribuye, con todas las circunstancias de tiempo, lugar y modo,
en la medida conocida, incluyendo aquellas que sean de importancia para la calificación jurídica,
un resumen de los contenidos de prueba existentes y las disposiciones legales que se juzguen
aplicables;
2) Recibir durante el arresto un trato digno y, en consecuencia, a que no se le apliquen métodos que
entrañen violencia innecesaria o el uso excesivo y desproporcionado de la fuerza;
3) Conocer la identidad de quien realiza el arresto, la autoridad que lo ordena y bajo cuya guarda
permanece;
4) Comunicarse de modo inmediato con una persona de su elección y con su abogado para
notificarles sobre su arresto y a que le proporcionen los medios razonables para ejercer este
derecho;
5) Ser asistido desde el primer acto del procedimiento por un defensor de su elección, y a que si no
puede pagar los servicios de un defensor particular el Estado le proporcione uno;
6) No autoincriminarse, en consecuencia, puede guardar silencio en todo momento sin que esto le
perjudique o sea utilizado en su contra. En ningún caso puede ser sometido a malos tratos o
presión para que renuncie a este derecho ni ser sometido a técnicas o métodos que constriñan o
alteren su voluntad;
7) Ser presentado ante el juez o el ministerio público sin demora y siempre dentro de los plazos que
establece este código;
8) No ser presentado ante los medios de comunicación o ante la comunidad en forma que dañe su
reputación o lo exponga a peligro;
9) Reunirse con su defensor en estricta confidencialidad.

La precedente enumeración de derechos no es limitativa. El ministerio público y los demás funcionarios y


agentes encargados de hacer cumplir la ley, así como los jueces, tienen la obligación de hacer saber al
imputado de manera inmediata y comprensible sobre sus derechos, procurar su salvaguarda y efectividad.

El funcionario o agente que vulnere, permita o instigue el atentado o violación de cualquiera de estos
derechos será responsable y sancionado conforme a la ley. Serán nulos todos los actos realizados en
violación de estos derechos y los que sean su consecuencia.
El imputado tendrá el derecho irrenunciable a hacerse defender desde el primer acto del procedimiento por
un abogado de su elección, y si no lo hace, el juez ordenará a la Defensoría Pública que le designe el
defensor público que considere más idóneo para el caso en cuestión, para que asista al imputado. El
imputado podrá asumir su propia defensa, conjuntamente con aquel. En este caso, el juez deberá velar
para que esto no perjudique la eficacia de la defensa técnica. La designación del defensor no deberá
perjudicar el derecho del imputado a formular directamente solicitudes e informaciones. La inobservancia
de esta norma producirá la nulidad del procedimiento.

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