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Voces: JUICIO EJECUTIVO ~ CODIGO PROCESAL CIVIL Y COMERCIAL ~ PROVINCIA DE

CORDOBA ~ OBLIGACIONES ~ TITULO EJECUTIVO ~ CAUSA DE LA OBLIGACION


Título: El juicio ejecutivo en el CPCC de Córdoba y el análisis de la causa de la obligación
Autor: Badrán, Juan P.
Publicado en: LLC2015 (junio), 471
Cita Online: AR/DOC/26/2015
Sumario: I. Introducción.— II. El juicio ejecutivo y su marco cognoscitivo.— III. El análisis de la causa
de la obligación.— IV. La tesis que prohíbe el análisis de la causa es autocontradictoria.— V.
Repercusiones prácticas de nuestra concepción. .— VI. Conclusiones finales.
I. Introducción
Un error muy difundido entre los operadores jurídicos consiste en pensar que en el juicio ejecutivo no se
puede analizar la causa de la obligación; en esa inteligencia, los tribunales con frecuencia rechazan pruebas
ofrecidas que hacen a la causa de la obligación y el juicio ejecutivo concluye en el mismo estado que se inició
con una presunción de certidumbre o certeza de la pretensión ejecutiva, aunque ella no se pueda desvirtuar por
la imposibilidad generada por los mismos tribunales.
Al respecto, la doctrina señala:
Ponce: "...entendemos que en principio la enumeración de las defensas efectuadas por el Código Procesal
debe considerarse taxativa, no amparando aspectos vinculados con la causa de la obligación, ya sea dentro del
ámbito de las excepciones legalmente admitidas o en otras no comprendidas específicamente"(1).
Vénica: "Vigente el CA, la mayoría de la jurisprudencia se inclinaba por proscribir las excepciones fundadas
en la causa.
"Ahora así lo dispone, expresamente el art. 549, párr. 1, por lo que aquel criterio tiene expreso
reconocimiento legal, con lo que queda prohibida toda defensa que implique cuestionar la legitimidad de la
causa de la obligación ejecutada, esto es, fundada en la relación sustancial o acto jurídico generador de la
obligación de pagar una suma de dinero, motivo de creación del título"(2).
El Tribunal Superior de Justicia de Córdoba sostiene: "Las excepciones en el juicio ejecutivo deben acotarse
al análisis de la ejecutividad del título, excluyendo las defensas fundadas en la causa de la obligación, para no
desvirtuar la índole sumaria del juicio ejecutivo"(3).
En similar sentido, expresa: "La causa de la obligación no tiene cabida dentro del estrecho marco de
discusión del proceso ejecutivo. Discutir la causa de la obligación significaría desvirtuar la índole sumaria del
juicio ejecutivo y subordinar la pretensión que constituye objeto de éste a contingencias probatorias que deben
ser materia del juicio de cognición posterior"(4).
Así, ante la falta de explicaciones convincentes al respecto y a fin de buscar la respuesta adecuada en
función del sistema procesal local, nos proponemos a través del presente estudio indagar y demostrar los
verdaderos límites del debate y de la prueba en el juicio ejecutivo.
II. El juicio ejecutivo y su marco cognoscitivo
En el juicio ejecutivo, la limitación cognoscitiva del tribunal se traduce en la restricción o limitación a las
defensas o excepciones admisibles (adviértase que las excepciones admisibles son reguladas taxativamente).
Debe tenerse presente que mientras en el juicio declarativo las excepciones son ilimitadas, en el ejecutivo son
limitadas expresamente por la ley.
Al respecto señala Palacio que cuando se alude a las limitaciones cognoscitivas del proceso ejecutivo se
hace referencia a que las excepciones admisibles son taxativas (5) (mientras que en los juicios declarativos las
excepciones son ilimitadas).
Por lo tanto, si la excepción está permitida dentro de la enumeración taxativa de las excepciones, el tribunal
tiene facultades para conocer y resolver la cuestión.
III. El análisis de la causa de la obligación
a) El límite del análisis causal en la ejecución no cambiaria
Tampoco altera la conclusión anterior la concepción que prohíbe ingresar a la causa de la obligación en el
juicio ejecutivo. En principio, no existe ninguna norma jurídica, sea procesal o sustancial, que prohíba el
análisis de la causa de la obligación en este juicio.
El sentido común indica que si las excepciones son admitidas por la ley formal, luego el tribunal puede
conocerlas, y con mayor razón debe proveer a los medios probatorios que sirven para justificar o acreditar la
procedencia de la excepción.
De lo contrario, ningún sentido tendría que los Códigos Procesales permitan la oposición de una excepción y
que luego impidan la producción de prueba que sirve de sustento a ella.

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En ese orden de ideas, Zavala de González, refiriéndose a la concepción que proscribe el análisis causal,
señala: "La solución resulta atentatoria del derecho de defensa en juicio, por coartar defensas sustanciales, cuyo
ejercicio no perjudica al acreedor, en tanto se adecuen a las limitaciones formales que rigen el procedimiento del
juicio ejecutivo"(6). Y luego agrega: "La posibilidad de acudir a la vía declarativa posterior (art. 577, Código
Procesal de Córdoba) es un beneficio con que cuenta el deudor a fin de remediar o subsanar las limitaciones a su
derecho de defensa que pueda haber experimentado en aquel otro proceso, pero no puede ser aducida por el
acreedor para impedirle probar la inexistencia o falsedad del crédito por el cual acciona, si es ello es posible
aquí y ahora. (...) Finalmente, y esto es decisivo, quien no experimenta ningún perjuicio real y reconocible es el
acreedor, pues si debe luego restituir lo indebidamente percibido en la ejecución, no tiene sino un beneficio
provisorio y a posteriori reversible. Y, a la inversa, de fracasar la defensa causal, la anticipación de la discusión
en el juicio ejecutivo (sin merma alguna de su celeridad) libera al acreedor de la amenaza del ulterior juicio
ordinario"(7).
Es por ello que rechazamos, en principio, la concepción que impide la prueba de las excepciones admisibles
si a través de ellas se intenta analizar la causa de la obligación o la relación jurídica subyacente, ya que a nuestro
criterio se permite el análisis en la medida en que la excepción esté comprendida dentro de la enumeración
taxativa.
Ahora bien, existen dos importantes excepciones al mentado principio: la falsedad y la inhabilidad de título.
El art. 549 del Código Procesal Civil y Comercial de Córdoba, en su parte pertinente, dispone: "En el supuesto
del inc. 3 del art. 547 la falsedad de título sólo podrá fundarse en la inautenticidad o adulteración del
documento. La inhabilidad, se limitará a los requisitos extrínsecos del título"; mientras que el art. 544 del CPCC
de la Nación, en su parte pertinente, reza: "Las únicas excepciones admisibles en el juicio ejecutivo son (...) 4)
Falsedad o inhabilidad de título con que se pide la ejecución. La primera podrá fundarse únicamente en la
adulteración del documento; la segunda se limitará a las formas extrínsecas del título, sin que pueda discutirse la
legitimidad de la causa".
De la simple lectura se puede apreciar que el texto del CPCC de la provincia de Córdoba es diferente del
CPCC de la Nación, puesto que mientras la ley procesal de Córdoba nada dice respecto del debate causal, la ley
procesal nacional expresamente prohíbe la discusión sobre la legitimidad de la causa de la obligación.
Consecuentemente, cabe señalar que las conclusiones a las que arribemos sólo serán válidas para el
ordenamiento provincial local de Córdoba.
Es claro que la ley procesal, al determinar el campo de aplicación de la falsedad y la inhabilidad de título
como defensas, está restringiendo el ámbito de debate y su consecuente prueba respecto de esas defensas en
particular.
Esto nos permite arribar a dos conclusiones.
La primera: a través de la falsedad e inhabilidad se puede probar la causa de la obligación en la medida en
que del propio título o documento que sirve de base a la ejecución surja la causa.
La segunda: la inhabilidad de título y la falsedad no pueden emplearse para indagar más allá de los
requisitos formales del título, lo que impide analizar la causa de la obligación que no se encuentre expresada en
el título.
En definitiva, son las defensas de falsedad e inhabilidad de título las que impiden investigar la causa de la
obligación más allá de los requisitos extrínsecos del título ejecutivo (8), pero en el resto de los casos no existe
ningún obstáculo al estudio de la causa de la obligación.
b) El límite del análisis causal en la ejecución cambiaria
Además de las limitaciones descriptas en el acápite anterior para las ejecuciones no cambiarias, rige el art.
18 del decreto-ley 5965/1963, que consagra: "Las personas contra quienes se promueva acción en virtud de la
letra de cambio no pueden oponer al portador las excepciones fundadas en sus relaciones personales con el
librador, o con los tenedores anteriores, a menos que el portador, al adquirir la letra, hubiese procedido a
sabiendas en perjuicio del deudor demandado".
Palacio considera: "...cuando la pretensión cambiaria se canaliza a través de la vía ejecutiva, y en razón de
que la abstracción, autonomía y literalidad propias de la letra de cambio y del pagaré existen desde la creación
del título con prescindencia de su ulterior puesta en circulación, el ejecutado sólo puede oponer excepciones de
naturaleza cambiaria y en modo alguno, aun en el caso de que las partes sean contratantes inmediatos, las
defensas derivadas de la relación fundamental o subyacente"(9).
Ramacciotti expresa: "Preciso es admitir, no obstante, que al permitir el art. 18 del decreto-ley 5965/1963
que en las relaciones directas entre librador y tomador se pueda oponer una excepción personal fundada en la
causa, pues sólo declara inmunes a las excepciones personales —que incluyan la causa— al portador que tuviera
la letra de los terceros, ha venido a consagrar la tesis amplia, al menos en la órbita de las relaciones entre partes
inmediatas. (...) En consecuencia, y según se apuntó, quedan así circunscriptas las excepciones causales al
ámbito de las relaciones entre partes inmediatas de la relación cambiaria: librador y tomador, endosante y

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subsiguiente endosatario, avalista y avalado, etc."(10).
Por nuestra parte, compartimos el criterio expuesto por Ramacciotti, por cuanto el art. 19 de la Constitución
Nacional consagra el principio de clausura al expresar que nadie está obligado a hacer lo que la ley no manda,
de modo que una restricción al derecho de defensa siempre es estricta y limitada a la norma que literalmente la
consagra, de lo contrario se permitiría la creación de prohibiciones o restricciones por medio de la analogía, lo
que es a todas luces inadmisible. En definitiva, es válido el análisis causal entre las partes inmediatas, esto es:
librador y tomador, endosante y endosatario inmediato, avalista y avalado, en virtud de que la ley cambiaria
prohíbe la oposición de excepciones o defensas causales al tercero portador, que es naturalmente parte mediata.
IV. La tesis que prohíbe el análisis de la causa es autocontradictoria
La propia doctrina y la jurisprudencia que defienden firmemente la concepción que prohíbe el estudio de la
causa de la obligación en el juicio ejecutivo es aquella que le otorga a la inhabilidad de título un alcance o
ámbito de aplicación que excede el permitido y delineado por la ley procesal.
Así, según la doctrina, la inhabilidad de título se podría emplear para hacer valer la falta de legitimación
activa y/o pasiva. En efecto, sostiene Alvarado Velloso: "...la ejecución sólo podrá ser incoada útilmente por el
titular (...) (legitimatio ad causam activa) contra quien esté obligado a satisfacer la pretensión (legitimatio ad
causam pasiva)"(11), y luego agrega: "La ausencia de este requisito en un proceso declarativo, puede ponerse de
manifiesto por el demandado a través de la llamada excepción de falta de acción, o defensa sine actione agit o,
como la denomina el CPCN en su artículo 347, falta de legitimación para obrar en el actor o en el demandado.
"Pero tal defensa no se encuentra comprendida en la enunciación de excepciones procedentes en el proceso
ejecutivo que hacen generalmente todos los Códigos del país.
"En razón de no corresponder jurídicamente que el juez dicte sentencia a favor de quien no es acreedor o en
contra de quien no es deudor sin dar a éste la posibilidad de alegar tal circunstancia en el propio proceso, pienso
que la vigencia del requisito en cuestión puede ser defendida mediante la excepción de inhabilidad de título..."
(12).
En similar sentido, la jurisprudencia tiene dicho: "Queda encuadrada 'iura novit curia' como defensa de
inhabilidad de título la excepción por la cual el accionado esgrime no detentar a título personal el carácter de
deudor del ejecutante..."(13).
Lo antedicho demuestra claramente que la tesis que prohíbe el análisis de la causa de la obligación es
contradictoria, puesto que, por un lado, prohíbe el análisis de la causa de la obligación o de la relación jurídica
subyacente; pero, por el otro, lo permite a través de la inhabilidad de título.
Finalmente, cabe aclarar que, en principio, la inhabilidad de título no puede ser empleada para oponer válida
y exitosamente la falta de legitimación activa y/o pasiva, salvo cuando del propio título surge que el sujeto
obligado al pago no coincide con la persona del demandado. Ello es así por cuanto en tal caso surge del propio
título que el demandado no es el deudor. En los restantes casos, aquellos en los que no surge del título base de la
ejecución, corresponderá emplear la defensa de falta de legitimación y articular un incidente de
inconstitucionalidad al efecto para derribar la limitación taxativa de las excepciones y defensas.
V. Repercusiones prácticas de nuestra concepción
Las repercusiones prácticas de nuestra postura son las siguientes:
A) El proceso ejecutivo es considerado como un verdadero proceso, en el cual hay debate y prueba, y no
como un mero proceso monitorio (14).
B) El sistema procesal se vuelve coherente, pues una cosa es que la pretensión ejecutiva goce de una
presunción de certidumbre o certeza y otra muy distinta es que se prohíba al demandado demostrar lo contrario,
lo que a fin de cuentas es violar lisa y llanamente su derecho de defensa.
C) La articulación de un incidente de inconstitucionalidad a fin de oponer una defensa o excepción no
consagrada dentro del elenco taxativo de las excepciones admisibles, como, por ejemplo, la falta de legitimación
activa y/o pasiva, debe ser objeto de análisis por parte del tribunal y, en consecuencia, debe permitir la
producción de prueba que hace a su favor, sin perjuicio de tenerla por no producida en el caso de que el
incidente de inconstitucionalidad sea rechazado al dictarse la sentencia.
VI. Conclusiones finales
1. Es un error pensar que en el juicio ejecutivo se prohíbe el análisis de la causa de la obligación.
2. La limitación cognoscitiva del juicio ejecutivo se traduce en la limitación taxativa de las excepciones
admisibles.
3. En principio, no existe ninguna norma procesal o sustancial que prohíba el análisis de la causa en el juicio
ejecutivo.
4. Las defensas de inhabilidad de título y falsedad constituyen la excepción.

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5. El CPCC de Córdoba, al regular las excepciones de inhabilidad y falsedad, lo hace de manera diferente
que el CPCC de la Nación.
6. En el CPCC de Córdoba no se prohíbe el análisis de la causa de la obligación al regular defensas de
inhabilidad de título y falsedad, lo que se hace es restringir ese análisis a los requisitos extrínsecos del título
ejecutivo.
7. Consecuentemente, el CPCC de Córdoba permite el análisis de la causa de la obligación a través de las
defensas de inhabilidad de título y falsedad siempre que se refiera a los requisitos extrínsecos del título
ejecutivo.
8. En la ejecución cambiaria está permitida la oposición de excepciones causales entre las partes inmediatas,
esto es: librador y tomador, endosante y endosatario inmediato, avalista y avalado. En cambio, se encuentra
vedado el análisis causal cuando se trata de relaciones mediatas, esto es, frente al tercero portador.
VII. Bibliografía
Alvarado Velloso, Adolfo, "Sistema procesal. Garantía de la libertad", Ed. Rubinzal-Culzoni, Santa Fe,
2009.
Palacio, Lino E., "Derecho procesal civil", Ed. AbeledoPerrot, Buenos Aires, 2011.
Ponce, Carlos R., "Estudios de los procesos civiles. Ejecución procesal forzada. Juicio ejecutivo. Medidas
cautelares", Ed. Ábaco, Buenos Aires, 2000.
Ramacciotti, Hugo, "Compendio de derecho procesal civil y comercial de Córdoba", Ed. Depalma, Buenos
Aires, 1980.
Vénica, Oscar H., "Código Procesal Civil y Comercial de la Provincia de Córdoba - Ley 8465", Ed. Marcos
Lerner, Córdoba, 2002.
Zavala de González, Matilde, "Doctrina judicial. Solución de casos", Ed. Alveroni, Córdoba, 2000.
(1) Ponce, Carlos R., "Estudios de los procesos civiles. Ejecución procesal forzada. Juicio ejecutivo.
Medidas cautelares", Ed. Ábaco, Buenos Aires, 2000, p. 158.
(2) Vénica, Oscar H., "Código Procesal Civil y Comercial de la Provincia de Córdoba - Ley 8465", t. V, Ed.
Marcos Lerner, Córdoba, 2002, ps. 242/243. Cabe aclarar que luego el autor agrega: "Cabe señalar, por un lado,
que ello no es impedimento para tratar determinadas cuestiones...", aunque es importante tener en cuenta que no
explica cuáles son esas determinadas cuestiones y cuál es el fundamento para darles un tratamiento
diferenciado.
(3) Trib. Sup. Just. Córdoba, 18/4/1996, Foro de Córdoba, nro. 32, p. 133, citado por Zavala de González,
Matilde, "Doctrina judicial. Solución de casos", t. III, Ed. Alveroni, Córdoba, 2000, p. 214.
(4) Trib. Sup. Just. Córdoba, sala Civ. y Com., 29/11/2004, "Banco Roela S.A v. Rodolfo Enrique Layus y
otro - Ejecución hipotecaria - Recurso de casación", citado por González Castro, Manuel A., "Juicio ejecutivo.
Visión jurisprudencial", Ed. Actualidad Jurídica, Córdoba, 2007, p. 48.
(5) Palacio, Lino E., "Derecho procesal civil", t. VII, Ed. AbeledoPerrot, Buenos Aires, 2011, p. 268.
(6) Zavala de González, Matilde, "Doctrina judicial...", cit., t. III, p. 213.
(7) Zavala de González, Matilde, "Doctrina judicial...", cit., t. III, ps. 215 y 217.
(8) En similar sentido: Palacio, Lino E., "Derecho procesal civil", cit., t. VII, p. 344.
(9) Palacio, Lino E., "Derecho procesal civil", cit., t. VII, p. 345.
(10) Ramacciotti, Hugo, "Compendio de derecho procesal civil y comercial de Córdoba", t. II, Ed.
Depalma, Buenos Aires, 1980, ps. 352/353.
(11) Alvarado Velloso, Adolfo, "Sistema procesal. Garantía de la libertad", t. II, Ed. Rubinzal-Culzoni,
Santa Fe, 2009, p. 318. En similar sentido: Palacio, Lino E., "Derecho procesal civil", cit., t. VII, p. 327.
(12) Alvarado Velloso, Adolfo, "Sistema...", cit., t. II, p. 318.
(13) C. Civ. Com. y Cont. Adm. Río Cuarto, 2ª, 24/10/2002, "Mármol, Paola R. v. Olarán, José L. y otro".
(14) En contra: Alvarado Velloso, Adolfo, "Sistema procesal...", cit., t. II, p. 306.

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