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Cuidar de nuestra Casa común: una tarea de todos

Dimensión Pastoral del Cuidado integral de la Creación

P. Gilberto Hernández García, DMJBP | Tarea Social

“Fortalece la espiritualidad ecológica para la re-significación del Evangelio de la Creación y


acompañar procesos de organización, planificación y acción comunitaria para el cuidado, la
conservación y restauración de las relaciones socioambientales de nuestra Casa Común con la
mirada de Laudato Si”. De esta manera es como la Dimensión pastoral del Cuidado integral de la
Creación enuncia su misión.

Cuidado integral

Hace tres años, con una especial atención al tema ecológico, la Conferencia del Episcopado
Mexicano creó la Dimensión Pastoral del Cuidado integral de la creación. Aunque esta labor no es
nueva dentro de la Iglesia, con esta iniciativa es más específica la atención al tema.

La PCIC, “al ser una nueva dimensión tiene que hacer nuevas líneas de acción, ya que el tema
estaba insertado en la Pastoral del trabajo, pero como el tema de la ecología es transversal se
podría diluir”, afirma el secretario de la Dimensión PCIC, David Torres.

“La Iglesia como cuidadora de los bienes de la naturaleza tiene mucha historia, muchos agentes y
expresiones de Iglesia que ya venían teniendo incidencia en temas concretos comunitarios. Ahora
implica formalizar la cuestión institucional, las directrices, etc.”. afirma el secretario de la PCIC.

David Torres señala que a partir de Laudato si “hay una mirada, como marco teórico, bastante
sólida, que nos habla de qué cosa es la ecología integral; porque ciertamente había muchos
sectores que hablaban más de pastoral del medio ambiente, un término más usado en
organizaciones de la sociedad civil. Hablar de ecología integral, aunque no sea un tema acuñado
por el Papa, nos da el marco para entender por qué la ecología debe ser así. Y lo que hemos
venido reflexionando a partir de ello es que la ecología debe mirar cinco dimensiones:

La ecología ambiental: que es lo que casi todo mundo piensa cuando se habla de ecología, es decir
el cuidado de la flora, la fauna, la restauración y el cuidado de los bienes de la naturaleza.

La ecología económica: implica algo que no se ha reflexionado lo suficiente, y es que, si no


incidimos en los procesos de producción, en toda la cadena productiva, desde la obtención de la
materia prima, transformación, distribución, almacenaje, el consumo y la disposición de residuos,
muy poco tenemos que hacer cuando hablamos de ecología.

Ecología social: es una mirada a lo importante que es reconocer todo lo que se puede hacer en la
organización comunitaria, del barrio, del pueblo, de la cuadra, del grupo parroquial, etc., que
implica el ejercicio comunitario, centrada en el cuidado de la Casa común.

Ecología cultural. Es reconocer los saberes ancestrales de los abuelos; aquellas prácticas que son
importantes en la vida de las comunidades. Como se puede ver, no sólo es cuidar las plantas y los
animales, sino también los procesos culturales de las comunidades, que le va dando una riqueza a
la Casa común.
Ecología humana. El término no es nuevo, pero se ha perdido de vista. Habla de cómo reconstruir
las relaciones entre las personas y la relación con Dios y los bienes de la naturaleza.

Espiritualidad ecológica: hay esperanza

A la luz de la crisis ecológica actual, Laudato Si’ nos enseña que “todo está conectado”, pero al
descuidar nuestra relación con nuestro divino Creador, las relaciones humanas se han decaído y
nuestro mundo se ha vuelto más caliente, menos estable y menos vivo. Como resultado, todos
sufrimos, y sobre todo los más pobres y vulnerables. Nos enfrentamos a una “compleja crisis
socio-ambiental”. (LS 139)

El Papa Francisco nos llama a desarrollar una “amorosa conciencia” de esta casa que compartimos
y a actuar desde los valores en los que creemos (LS 220). Apoyados en el firme terreno de “tres
relaciones fundamentales estrechamente conectadas: la relación con Dios, con el prójimo y con la
tierra”, nos comprometemos a emprender “largos procesos de regeneración”. (LS 66, 202)
Asumimos el lugar que nos corresponde en el “orden y dinamismo” que nuestro Creador ha
establecido, y buscamos urgentemente nuevas formas de vivir con “creatividad y entusiasmo” (LS
221, 220).

Retos de la pastoral

En palabras de su secretario, la PCIC tiene varios retos en México: uno es que esta pastoral se vaya
asumiendo como parte del ser cristiano, no como algo aledaño. Para algunos, el tema ecológico
sigue siendo una cuestión que deben resolver las organizaciones ecologistas y que nada tiene que
ver con nuestra fe: ¿Qué tiene que ver la ecología, el reciclaje, la composta con nuestra fe, si la
misión del cristiano es la evangelización y el encuentro con Dios?

Todavía hay un sector de la Iglesia que mira este tema como fuera de lugar; tienen un enfoque
superficial. Cuando se habla de ecología piensan que, con solo separar los residuos, no usar
popotes o bolsas, ya están siendo ecologista. Ahí está otro reto: es necesario mirar la casa
completa, en las dimensiones que ya se reseñaron.

Hay otros temas muy profundos en los que hay que avanzar: la defensa del territorio, el derecho
al acceso al agua potable, el derecho al acceso a alimentos sanos, reconocer a la naturaleza como
a un sujeto y no un objeto. Todos somos colaboradores y todos creaturas de Dios. El animal, la
planta, los ríos, la montaña, los humanos, juntos alabamos a Dios.

Otro reto es ir desarrollando localmente esta pastoral, en cada diócesis, pero no con una mirada
superficial, no como una “pastoral verde”, que tiende a mirar cambios de fachada, pero no de
fondo.

Los avances

Dice David Torres: “Creo que en los tres años que tiene la pastoral ha habido avances, por lo
menos un tercio de las diócesis del país tienen un referente. Ahí está la inquietud de los obispos de
decir “este tema debe atenderse”.

También se ha insistido en el planteamiento de una mirada agroecológica, que no solo tiene que
ver con la producción de alimentos, sino también con el ejercicio comunitario mediante los
huertos comunitarios, incluso para personas que viven en la ciudad, con el intercambio de
semillas; con el volver a la tierra, porque las personas hemos perdido contacto con la tierra en
todas sus formas y nos hemos construido ideas mágicas de todo lo que llega a nuestra mesa, que
además nos está enfermando por todos los agroquímicos y por las maneras de producir los
alimentos.

Otra área en la que se está avanzando es la de la economía solidaria, como una práctica
comunitaria en el ejercicio de emprender, de hacer una sociedad más vertical y buscar otras
maneras de producir, más respetuosas con los bienes de la naturaleza, con las necesidades, con
romper las asimetrías con los seres humanos.

RECUADRO

Pastoral del Cuidado Integral de la Creación - Tuxtla


Coordinadora: Claudia Contreras Sarmiento
Tel. 961 112 2683
Servicios:
 Talleres Cuidemos con alegría
 Talleres de reciclaje y composta
 Cooperativas de consumo solidario

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