Arquidiócesis de Tuxtla

09 de enero de 2022
Comunicado
Dios nos ha dado la gracia de iniciar un nuevo año. Ya estamos en la segunda semana de enero y
nuestra vida está tomando ya el cauce “normal”, luego de las fiestas navideñas y de fin de año.
Iniciar un nuevo ciclo es un regalo maravilloso para cada uno de nosotros: estamos vivos, alegres y
aceptamos este año nuevo con ánimo y con responsabilidad. Es verdad que todo año junto con sus
alegrías trae sus propios problemas y no es fácil, pero si el Señor Jesús es nuestro invitado
permanente, las cosas pueden ser mucho mejor en la familia, en el trabajo, en los proyectos
personales, en nuestro ser de cristianos testigos del amor de Dios. No echemos a perder este regalo,
si estamos vivos es porque el Señor cree, confía y necesita de nosotros.
Este año es una oportunidad maravillosa para construir nuestra felicidad y la de los que nos rodean,
para transformar la vida dando mejores frutos, por esto, el inicio del año es para motivarnos,
renovar nuestras fuerzas, iluminar todos los deseos e ilusiones para comenzar con esperanza y
decisión firme el mejor año de nuestras vidas. Dios quiere que este año sea un acontecimiento de
gracia, de vida nueva para todos nosotros, no nos cerremos a esta oportunidad abramos las ventanas
y la puerta de nuestro corazón al amor de Dios y caminemos de la mano de nuestra Madre del Cielo.
Por otra parte, este día, 9 de enero, en la liturgia dominical estamos celebrado la fiesta del Bautismo
del Señor. Para nosotros, los bautizados, es una valiosa ocasión para renovar nuestras promesas
bautismales. Ser hijos de Dios es nuestra dignidad y grandeza; y vivir como hijo de Dios, hermano
de los hombres, será siempre nuestro reto y tarea diaria.
También, este día 9 de enero se cumple un mes del fatídico accidente que arrancó la vida a 56
hermanos migrantes, guatemaltecos en su mayoría. Hoy por la tarde habrá el rezo del santo rosario
en el lugar del accidente, promovido por la Pastoral social, la Parroquia de Nuestra Señora del
Refugio y los grupos que han venido impulsando la preservación de la memoria de los migrantes
muertos en esta circunstancia. El día 18, habrá una misa con los sacerdotes encargados de la
Pastoral de Migrantes en las tres diócesis de la Provincia eclesiástica de Chiapas (San Cristóbal,
Tapachula y Tuxtla), por los 40 días de la muerte de los hermanos migrantes. Además de rezar por
el eterno descanso de los fallecidos y la recuperación total de los heridos, se trata de mantener en la
opinión pública este asunto, para que no caiga en el olvido y seguir exigiendo a las autoridades que
se esclarezca el accidente y se lleve a juicio a los responsables, no en un afán de venganza, sino en
aras de que una situación así (de tráfico de personas y corrupción) no se repita más en nuestro
estado. Deseamos que este año nuevo, también traiga buenas noticias a los migrantes y a los pobres
de nuestro estado.

Unidos en oración y esperanza

Mons. Fabio Martínez Castilla
II Arzobispo de Tuxtla