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Invasión Haitiana de 1822

El 09 de febrero de 1822, se inicia en la parte oriental de la Isla de Santo


Domingo, la ocupación de este territorio por parte de las autoridades haitianas,
encabezada por Jean-Pierre Boyer y finalizó el 27 de febrero de 1844 con la
proclamación de nuestra Independencia Nacional.
A las 7 de la mañana del 9 de febrero de 1822, los miembros de la Sala Capitular
de Santo Domingo, se reunieron en la puerta del Conde para recibir al Presidente
haitiano, donde se les rindieron los honores de Presidente de la Isla.
El licenciado José Núñez de Cáceres, forzado por las circunstancias al no tener el
apoyo externo la proclamación de independencia que había proclamado el 1 de
diciembre de 1821, formalizó la entrega del Gobierno a Jean-Pierre Boyer.
Garantizando al Presidente Boyer que las ciudades de la parte Este que se
encontraban bajo su control acatarían sus órdenes con tranquilidad y reposo.
En un discurso ante el Presidente Boyer, Núñez de Cáceres expresó:
“… sólo me falta, como el último de mis deberes, rogar a Vuestra Excelencia, a
pesar de que, por un rasgo heroico de su virtuosa modestia, ella rehúse someterse
a la ceremonia establecida en semejantes circunstancias de la costumbre de
entregar las llaves de la Ciudad en señal de posesión del territorio, porque Vuestra
Excelencia no ha entrado en él como conquistador, sino más bien como un padre,
hermano y amigo, que me sea al menos permitido simbolizar la adhesión de los
nuevos súbditos de la República, dóciles por convicción, sometidos por deber y
unidos por cordialidad.
En opinión de Núñez de Cáceres, esas son las virtudes que adornan al pueblo
dominicano, virtudes adquiridas y depuradas, en el crisol de una larga y penosa
experiencia de sus vicisitudes políticas.
Al entregarle el Gobierno al Presidente haitiano, Núñez de Cáceres le pidió que
protegiera y defendiera al pueblo del antiguo Santo Domingo español a fin de
hacerlo dichoso para que no tenga que pasar por ninguna de sus calamidades
anteriores.
Luego de concluido el acto, los presentes aclamaron la Independencia, la
República y al Presidente Boyer. Acto seguido, los presentes se dirigieron a la
Catedral de Santo Domingo, para escuchar la homilía que pronunció el Arzobispo
Portes, quien invitó a aceptar el traspaso de mando como un hecho consumado.
El día anterior, el 8 de febrero de 1822, el presidente haitiano Jean Pierre Boyer,
llegó con su Ejército al sector de San Carlos que en esa época quedaba en las
afueras de la ciudad de Santo Domingo.
En San Carlos, Jean Pierre Boyer se unió con las tropas del general Bonnet que
vinieron de la ciudad de Santiago de los Caballeros. Boyer, tenía preparados
desde el 1 de enero de 1822, doce mil hombres para ocupar el Santo Domingo
español.
El presidente haitiano dividió su ejército en dos: uno al mando suyo y otro
comandado por el general Bonnet. Copiando la estrategia de ataque que habían
aplicado Toussaint y Dessalines, el general Boyer, atravesó el sur con su tropa y
el general Bonnet la región Norte.
El 28 de enero de 1822, el Presidente de Haití, Jean Pierre Boyer, había iniciado
la marcha en Puerto Príncipe con su Ejército de 12 mil hombres para tomar el
control del territorio del Santo Domingo Español, hoy República Dominicana.
Boyer, había llegado a Baní, el día 6 de febrero de 1822. En San Carlos trató con
el general Bonnet sobre la forma de ocupación que se aprestaban a formalizar a
pesar del rechazo de una parte de la población.
Aprovechó una división de los residentes en el Santo Domingo español, hoy
República Dominicana, así como la debilidad del proyecto de Independencia de
Núñez de Cáceres, quien no encontró apoyo político ni militar.
La ocupación haitiana iniciada el 9 de febrero de 1822 se prolongó hasta el día 27
de febrero de 1844, cuando fue proclamada la República Dominicana.
Las causas de la ocupación son muchas, pero las mismas se explican en la
especial situación haitiana que hereda Jean Pierre Boyer, quien fue llamado
“unificador de Santo Domingo”, por unir el norte y el sur de Haití, así como el
territorio de su país con el dominicano.
La ocupación de Boyer fue la tercera invasión que procedía de Haití al territorio de
la parte este de la isla. Esta se produjo sin derramamiento de sangre y fue
aceptada pasivamente por la población dominicana.
Origen del movimiento de independencia nacional
El 16 de julio de 1838 Juan Pablo Duarte y ocho amigos fundaron en la ciudad de
Santo Domingo La Sociedad Secreta La Trinitaria, su fin era, obtener la
separación de la antigua colonia española del Estado de Haití.
Duarte se constituyó en el más respetado propagador de la idea independentista.
Es el precursor por haber fundado el partido que hizo la separación del territorio
Dominicano del Estado de Haití, el 27 de febrero del año 1844.
En el 1840, los Trinitarios aprobaron fomentar más abiertamente la causa de la
separación con el doble objeto, de fomentar el espíritu público y de recaudar
fondos; fundaron la sociedad dramática “La Filantrópica” en la cual montaban
obras alusivas a la separación.
Posteriormente se movilizaban por el interior y en enero de 1843,Matías Ramón
Mella, coordinaba con los “líderes de la reforma haitiana”, la participación de los
partidistas dominicanos en la conspiración contra Boyer en conjunto con Francisco
del Rosario Sánchez.
Juan Pablo Duarte frecuentemente pronunciaba discursos como este:
“Puesto que el Gobierno se establece para el bien general de la asociación y de
los asociados, el de la nación dominicana es y deberá ser siempre y ante todo,
propio y jamás ni nunca de imposición extraña bien sea esta directa, indirecta,
próxima o remotamente; es y deberá ser siempre electivo en cuanto al sistema,
republicano en su esencia y responsable en cuanto a sus actos”.
Enteradas las autoridades haitianas de la idea de separación, iniciaron una ola de
persecución en contra de los Trinitarios, donde Duarte tuvo que embarcarse hacia
Saint Thomas, Mella fue hecho prisionero y Sánchez tuvo que fingir una
enfermedad.
En medio de estas circunstancias, los Trinitarios se vieron disgregados, pero
pudieron recuperarse al quedar su movimiento de independencia bajo el liderazgo
de Sánchez.
Liberado Mella, y ya para febrero, la situación de Santo Domingo hacía propicio
llevar a cabo el plan de separarse con el apoyo de los hateros seibanos, los
Trinitarios acordaron reunirse en la Puerta de la Misericordia el 27 de febrero de
1844 por la noche, y de allí marchar hasta el Baluarte del Conde, al mismo tiempo
que se posesionaban de algunos sitios estratégicos.
Una vez en el Baluarte izaron la bandera, y en medio de la agitación, las tensiones
del momento y de un breve tiroteo que se produjo, proclamaron la independencia.
La misma no sólo constituía el fin del predominio haitiano, sino el surgimiento de la
República Dominicana.
La independencia y el surgimiento del Estado dominicano
El 27 de febrero de 1844 surgió el Estado Dominicano según la concepción
independentista infundido por Juan Pablo Duarte y como consecuencia del
activismo revolucionario que desplegaron Los Trinitarios, a la cabeza de los cuales
quedaron Francisco del Rosario Sánchez, Ramón Matías Mella, Manuel Jiménez,
Vicente Celestino Duarte y José Joaquín Puello.
Pero el surgimiento del Estado contó con la participación de personas
experimentadas políticamente como Tomás Bobadilla, y con el respaldo de
grandes propietarios como los hermanos, Ramón y Pedro Santana.
Dicha proclamación, siempre estuvo acompañada de una serie de pasos
estratégicos que a la postre, permitió a los que junto al pueblo lucharon para
mantener la garantía de dicho triunfo.
La ocupación haitiana que se inició en Santo Domingo a partir del 9 de febrero del
año 1822, y que fue encabezada por Jean-Pierre Boyer, se extendió por 22 años
hasta el 27 de febrero del 1844.

Son muchas las causas de la ocupación, pero las mismas se explican en la


especial situación haitiana que hereda Jean Pierre Boyer, a quien fue llamado
"Unificador de Santo Domingo", por unir el norte y el sur de Haití, así como
también el territorio de su país con el dominicano.

La ocupación de Boyer fue la tercera invasión que procedía de Haití al territorio de


la parte este de la isla. Esta se produjo sin derramamiento de sangre y fue
aceptada pasivamente por la población que se definía como dominicana; esta
aceptación se debió quizás al terror que habían infundido las invasiones haitianas
anteriores, y a la superioridad del ejército de Boyer.

La pasividad puso de manifiesto la debilidad general de los dominicanos en todos


los aspectos.

La primera medida tomada por Boyer fue la abolición de la esclavitud lo que


permitió que la situación económica cambiara las y la condiciones de vida de las
personas mejoraran. La población volvió a crecer y productos como el tabaco y la
caoba recuperaron su importancia.

Sin embargo, Boyer transfirió algunos problemas interno de Haití hacia la parte
oriental, la que tuvo una repercusión negativa. El principal problema era la deuda
de 150 millones contraída con Francia para alcanzar el reconocimiento de la
independencia haitiana por parte de ese gobierno. Saldar esa deuda se convirtió
en un serio problema debido a que la economía haitiana se encontraba paralizada.
Boyer se propuso que los habitantes de ambas partes de la isla contribuyeran con
el pago de la deuda lo que desato una fuerte resistencia entre haitiano y
dominicano.

Dado que Haití no pudo mantener adecuada mente a su ejercito las fuerzas de
ocupación en gran parte sobrevivieron confiscando alimento y suministro a punto
de pistola. Los intento de redistribución de la tierra en conflicto por el sistema de
tenencia comunal de la tierra (terreno comunero),que había surgido con la
economía ganadera y el resentimiento de los recién emancipados esclavos hace
que la administración haitiana se vea obligada a aumentar los cultivo comerciales
en virtud del código rural de Boyer en las zonas rurales, la administración haitiana
solía ser demasiado ineficiente para hacer cumplir sus propias leyes. Fue en la
ciudad de Santo Domingo en la que los efectos de la ocupación se sintieron mas
agudamente, y fue allí donde se origino el movimiento por la independencia .

De inmediato surgieron los cuestionamiento a Boyer desde diferentes sectores


sociales y políticos. La economía Haitiana continuaba en declive y la dominicana
no por lo que el nacionalismo comenzó a tomar fuerza en la parte oriental de la
isla.

Medidas tomadas por Boyer

-Abolición de esclavitud .
-Se apropio de los bienes de la iglesia católica y de los españoles que se
encontraban ausente de la isla.
-Distribución de tierra entre libertos.
-Unifico la moneda y se abrieron las puertas del mercado mundial.
-Imposición del idioma francés.
-Se impuso el servicio militar obligatorio.
-Aplicación en el país del código civil francés.

La primera y más importante de estas medidas fue la abolición de la esclavitud.


Este acto de Boyer afectó a una población de aproximadamente unos 8 a 9 mil
esclavos. Concomitantemente se determinaron repartos de tierras a los ex-
esclavos y a aquellos que carecieran de ellas de entre las tierras del dominio del
Estado.

Igualmente, Boyer procedió a la confiscación de las tierras y otras propiedades de


la iglesia, así como de los ausentes que no regresaran en determinados plazos.

Por último, de entre las medidas más importantes iniciales tomadas por Boyer,
está la institucionalización de los mecanismos jurídicos y políticos que regirán la
vida del país, notablemente su división en diversas unidades, la representatividad
de las poblaciones por electores en diversos niveles y la puesta en vigencia del
Código civil francés.

Las medidas agrarias de Boyer lo que hicieron fue precipitar y profundizar un


proceso que se estaba desarrollando desde hacía mucho tiempo, que era la
formación del campesinado propietario como sector social fundamental del país.

Las medidas de Boyer no fueron extremadamente revolucionarias en la parte


española en la medida en que gran parte de la población tenía acceso a la tierra,
pero sí fueron suficientemente revolucionarias en la medida en que implicaban la
plena propiedad del campesino y la erradicación de los lazos de dependencia
personal y económica frente a la clase dominante de parte de los esclavos, los
libertos y los campesinos en general. O sea, a partir de Boyer la tierra dejó de ser
un monopolio de la clase dominante para aprovechar el plus-producto generado
por los productores directos, fueran libres o esclavos.

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