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La ocupación haitiana que se inició en Santo Domingo a partir del 9 de febrero

del año 1822, y que fue encabezada por Jean-Pierre Boyer, se extendió por
22 años hasta el 27 de febrero del 1844.

Son muchas las causas de la ocupación, pero las mismas se explican en la


especial situación haitiana que hereda Jean Pierre Boyer, a quien fue llamado
"Unificador de Santo Domingo", por unir el norte y el sur de Haití, así como
también el territorio de su país con el dominicano.

SITUACIÓN DE LA ISLA

Dominación Haitiana
La parte española de la isla fue invadida por la naciente República de Haití por
razones de tipo económicas, sociales y políticas siendo la de mayor
importancia la preservación de su propia independencia frente a un vecino que
mantenía el sistema esclavista y que por sus propios intereses era un potencial
enemigo de la recién creada república negra, en la que había sido abolida la
esclavitud.

La invasión se produce casi sin ninguna oposición militar dada la diferencia


numérica de ambos lados. La parte este o española tenía una población inferior
al pueblo haitiano de esa época, además de la desorganización y miseria
producto de la Guerra de la Reconquista en la parte española. Por otra parte,
España estaba en franca decadencia y enfrentando los movimientos
independentistas en el territorio continental y había perdido el interés por esta
posesión cuyas minas de oro ya estaban agotadas.

La ocupación haitiana de la parte oriental de la isla duró 22 años. Esta


ocupación, que pretendía anexar el territorio oriental a Haití, produjo
inmediatamente un gran malestar y repulsa en los habitantes españoles dado
sus irreconciliables diferencias de idioma, cultura, religión y su organización
política, pero sobre todo por su concepción diferente del derecho de propiedad
de la tierra.

PROYECTOS Y ACCIONES INDEPENDENTISTAS


Movimientos separatistas
La ocupación generó resistencia, desobediencia civil e incluso algunas
conspiraciones que fueron develadas y hechos prisioneros o condenados a
muerte sus miembros en un régimen que representaba cada día más el oprobio
natural de una dominación extranjera.

La Trinitaria
En 1838 y después de regresar de estudiar en Europa y convencido por los
vientos del Liberalismo que azotaban el viejo continente, Juan Pablo Duarte
funda la organización secreta La Trinitaria cuya meta fue la creación de una
Patria independiente de toda dominación extranjera.

La Trinitaria creció rápidamente dentro de la juventud y se extendió a las


principales ciudades del país producto del trabajo tesonero y también como
resultado de una sociedad artística llamada La Filantrópica que por medio de
obras de teatro iba llevando el mensaje independentista.

Cuando el presidente Boyer es derrocado por un movimiento revolucionario


haitiano, se presentan coyunturas que precipitan los acontecimientos en la
parte oriental de la isla firmemente decidida a terminar con el yugo opresor.

En ese momento existían cuatro movimientos separatistas como nos menciona


Frank Moya Pons en su Manual de Historia:

1.El movimiento independentista encabezado por Juan Pablo Duarte

2. Movimiento pro-español, del cual eran exponentes en Santo Domingo los


sacerdotes Gaspar Hernández y Pedro Pamiés, y en Puerto Plata el veterano
General Andrés López Villanueva.

3. Movimiento pro-ingles, se inclinaba a buscar la protección de Inglaterra a


cambio de ventajas comerciales y lo encabezaba un propietario de Las Matas
de Farfán de apellido Pimentel.

4. Los Afrancesados: compuesto por hombres maduros, la mayor parte de los


cuales habían ocupado puestos administrativos dentro del gobierno haitiano
anterior y que creían poder alcanzar la eliminación del dominio haitiano con
ayuda de Francia, (los afrancesados) a cambio de otorgarle a esta potencia
privilegios políticos, arancelarios y territoriales. Sus cabecillas visibles eran un
rico propietario de Azua llamado Buenaventura Báez (que luego se convirtió en
dictador) y el importante abogado y comerciante Manuel Joaquín Delmonte.

El Gobierno provisional haitiano ordenó que se realizaran elecciones


municipales el día 15 de Junio de 1843, elecciones que fueron ganadas en su
mayoría por los miembros de la Trinitaria en el sector oriental, victoria que
agudizaría la lucha contra la dominación haitiana e hizo que el General Gérard
o Herard con sus tropas iniciara la persecución de los trinitarios en todo el país,
obligando a Duarte a embarcarse subrepticiamente hacia Saint Thomas para
evadir dicha persecución.

El movimiento quedó bajo la dirección de Francisco del Rosario Sánchez y


buscando lograr nuevos adeptos lograron “conquistar” para la causa a Tomás
Bobadilla, antiguo funcionario del régimen de Boyer que el nuevo gobierno
haitiano había dejado fuera. También conquistaron los hateros del este del
país, un grupo de personas privilegiadas por la colonia mediante la entrega de
grandes cantidades de tierra y sus líderes eran los hermanos Pedro y Ramón
Santana.

CONSOLIDACIÓN DE LA IDENTIDAD
Declaración de Independencia
Aunque Juan Pablo Duarte, el Padre de la Patria, se hallaba ausente, la noche
del martes 27 de febrero de 1844, en la Puerta del Conde de la ciudad de
Santo Domingo, la República Dominicana era proclamada por Francisco del
Rosario Sánchez, jefe del movimiento tras la ausencia de Duarte, Tomás
Bobadilla y Briones, representante de los conservadores, Ramón Matías Mella,
Manuel Jiménez, Vicente Celestino Duarte, José Joaquín Puello, Gabino
Puello, Eusebio Puello, Eduardo Abreu, Juan Alejandro Acosta, Remigio del
Castillo, Jacinto de la Concha, Tomás de la Concha, Cayetano Rodríguez, Félix
María del Monte y otros patriotas, quienes expresarían a a las autoridades
haitianas su indestructible resolución de ser libres e independientes, a costa de
nuestras vidas y nuestros intereses, sin que ninguna amenaza sea capaz de
retractar nuestra voluntad.

Ese 27 de febrero se izó la Bandera Dominicana en la Puerta del Conde.


Ondeó en la ciudad de Santo Domingo la bandera bordada por Concepción
Bona y María Trinidad Sánchez, junto con otras damas. La Bandera había
surgido de un proyecto presentado por Juan Pablo Duarte, aprobado el 16 de
julio de 1838 en La Trinitaria, donde se presentaron los colores y la forma de la
enseña que representaría al nuevo estado, que se denominaría “República
Dominicana”.

La naciente república quedó dirigida por una Junta Central Gubernativa bajo el
poder de los conservadores hasta el 14 de noviembre de 1844 en que Pedro
Santana es electo como el Primer Presidente Constitucional de la República
Dominicana.

La pasividad puso de manifiesto la debilidad general de los dominicanos en


todos los aspectos.

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