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PROGENITOR

AFIN

Dra. Duzdevich María Cecilia


PROGENITOR AFIN

Nuevo Vínculo legal como forma de


reconocimiento de los nuevos modelos
familiares.

Art 672 a 676 CCCN.


CONCEPTUALIZACIÓN
ARTICULO 672 CCCN -Progenitor afín. Se
denomina progenitor afín al cónyuge o conviviente
que vive con quien tiene a su cargo el cuidado
personal del niño o adolescente.
DEBERES
ARTICULO 673.-Deberes del progenitor afín. El
cónyuge o conviviente de un progenitor debe
cooperar en la crianza y educación de los hijos del
otro, realizar los actos cotidianos relativos a
su formación en el ámbito doméstico y adoptar
decisiones ante situaciones de urgencia. En caso de
desacuerdo entre el progenitor y su cónyuge o
conviviente prevalece el criterio del progenitor.

Esta colaboración no afecta los derechos de los


titulares de la responsabilidad parental.
DELEGACION EN EL PROGENITOR AFIN

ARTICULO 674.-Delegación en el progenitor afín. El


progenitor a cargo del hijo puede delegar a su cónyuge o
conviviente el ejercicio de la responsabilidad parental
cuando no estuviera en condiciones de cumplir la
función en forma plena por razones de viaje, enfermedad o
incapacidad transitoria, y siempre que exista imposibilidad
para su desempeño por parte del otro progenitor, o no
fuera conveniente que este último asuma su ejercicio.

Esta delegación requiere la homologación judicial, excepto


que el otro progenitor exprese su acuerdo de modo
fehaciente.
EJERCICIO CONJUNTO CON EL
PROGENITOR AFIN
ARTICULO 675.-Ejercicio conjunto con el progenitor
afín. En caso de muerte, ausencia o incapacidad del
progenitor, el otro progenitor puede
asumir dicho ejercicio conjuntamente con su cónyuge o
conviviente.

Este acuerdo entre el progenitor en ejercicio de la


responsabilidad parental y su cónyuge o conviviente
debe ser homologado judicialmente. En caso de
conflicto prima la opinión del progenitor.

Este ejercicio se extingue con la ruptura


del matrimonio o de la unión convivencial. También se
extingue con la recuperación de la capacidad plena del
progenitor que no estaba en ejercicio de la
responsabilidad parental.
No se contempla la posibilidad de que una vez cesada la
convivencia , en circunstancias excepcionales , el progenitor
afin pueda ser beneficiario del cuidado personal de quien fuera
su hijo a fìn . En vigencia de régimen anterior la jurisprudencia
se ha pronunciado al respecto, en un precedente provincial. En
tal sentido resolvió que si el vínculo socioafectivo entre una
joven y la ex pareja de su madre tiene espacio propio y ha sido
alimentado por los años de convivencia y no se ha evidenciado
una manipulación que pudiera afectar la decisión de la joven ,
debe disponerse la responsabilidad de sus cuidados cotidianos a
cargo de quien cumpliera el rol de progenitor afín , sin perjuicio
de mantener supervisión del caso y que tanto la menor como sus
padres bilógicos deberán trabajar en el restablecimiento de los
vínculos. *

*Juzg.Fam. Nro 9, Bariloche, 1/7/2015. RDF 2015-VI-123, Abeledo


Perrot , diciembre de 2015.
ALIMENTOS
ARTICULO 676.-Alimentos. La obligación alimentaria del
cónyuge o conviviente respecto de los hijos del otro, tiene
carácter subsidiario. Cesa este deber en los casos de
disolución del vínculo conyugal o ruptura de la
convivencia. Sin embargo, si el cambio de situación puede
ocasionar un grave daño al niño o adolescente y el
cónyuge o conviviente asumió durante la vida en común
el sustento del hijo del otro, puede fijarse una cuota
asistencial a su cargo con carácter transitorio, cuya
duración debe definir el juez de acuerdo a las condiciones
de fortuna del obligado, las necesidades del alimentado
y el tiempo de la convivencia.
ANÁLISIS DE JURISPRUDENCIA
Expte. Nº 6344-18 - "C. O c/C. F. y O. s/impugnación de
reconocimiento" - CÁMARA DE APELACIONES EN LO CIVIL, COMERCIAL,
LABORAL Y DE MINERÍA DE LA SEGUNDA CIRCUNSCRIPCIÓN JUDICIAL DE
GENERAL PICO (La Pampa) – SALA A - 24/06/2019
Citar: elDial.com - AAB502

Publicado el 27/08/2019

Fallo ordena al progenitor afín pagar una cuota alimentaria a favor del
hijo de su ex cónyuge. La decisión obedece a que se desconoce el
paradero del padre biológico y la madre carece de recursos, por lo que no
cesa la obligación por la disolución del vínculo. Se ordenó fijar un plazo
razonable para cumplir con la obligación.
La sentencia de primera instancia que admitió la acción de
impugnación de reconocimiento de filiación decidió que
C.F continúe abonando la cuota alimentaria y la obra
social a favor del niño G.E.C.A en los términos del
convenio de fs. 47/48, por aplicación analógica de la
obligación alimentaria del progenitor afín regulada en el
art. 676 del CCyC. (fs. 157/170 v.).-
C.F. apeló la decisión .
Es muy claro que en el caso que nos ocupa están afectados
los derechos a un niño, y justamente en ese marco la
Convención de los Derechos del Niño, que nuestro país ha
ratificado y tiene raigambre constitucional.
Por tanto cuando está en juego la subsistencia de un niño,
se produce una merma en el derecho dispositivo, para que
el juez pueda proteger al sujeto vulnerable.
El hecho del desconocimiento del paradero del padre biológico,
y la carencia de recursos de la madre, hace que el niño vea
disminuido su sustento y ello constituye una excepción prevista
en el art. 676 del Código Civil y Comercial, tal como lo dispuso la
sentenciante.
Ahora bien, la jueza omite disponer de un plazo de la obligación
alimentaria del padre afín, y en ese sentido vale decir que esta
obligación que emana del art. 676 del Código Civil y Comercial
que delimita el cese de esta obligación cuando existe disolución
del vínculo matrimonial, salvo en un caso como el de marras en
el cual el niño se ve claramente perjudicado en su sustento y por
ello la prestación alimentaria debe continuar, tal como lo
resolvió la sentenciante. Pero el interrogante que debe
formularse es hasta cuándo se mantiene esta obligación.-
Para responder a ello debo decir que siendo el principio general que
el cese de la obligación alimentaria del padre afín es por la
disolución del vínculo matrimonial o ruptura de la convivencia, la
excepción no pude tener un carácter permanente so pena de
desnaturalizar el instituto de la obligación de la cuota asistencial a
cargo del padre afín. Así kemelmajer de Carlucci dice comentando el
art. 676 del C.C. y C.: "Cesa este deber en los casos de disolución del
vínculo conyugal o ruptura de la convivencia. Sin embargo, si el
cambio de situación puede ocasionar un grave daño al niño o
adolecente y el cónyuge o conviviente asumió durante la vida en
común el sustento del hijo del otro, puede fijarse una cuota
asistencial a su cargo con carácter transitorio, definiendo el juez su
duración de acuerdo con las siguientes pautas: a) condiciones
económicas del alimentante, y b) necesidades del alimentado, para
lo cual debe tenerse en cuenta el contenido de la obligación
alimentaria establecido en el artículo 659." (el subrayado me
pertenece) (Aída Kemelmajer de Carlucci, Marisa Herrera, Nora
Lloveras, Tratado de Derecho de Familia T° IV, pág. 273, Ed.
Rubionzal Culzoni, año 2.014).-
Por lo tanto es muy claro que la sentenciante ha omitido
disponer de un plazo límite hasta el cual se mantiene la
obligación en cabeza del padre afín sobre el pago de la cuota
asistencial; pero para fijarlo quien cuenta con los elementos
de juicio necesarios es justamente la jueza de Primera
Instancia, ya que ha tenido la inmediatez con las partes y
conoce en esencia los diferentes conflictos suscitados entre
ellas; por este motivo entiendo adecuado, que una vez firme la
presente, la jueza deberá fijar una plazo razonable de la
obligación de pago de la cuota asistencial del padre afín.-
Por lo tanto, cabe rechazar el recurso de apelación con costas,
disponiendo que la jueza de grado fije un plazo hasta cuando
el padre afín contribuirá con el pago de los alimentos o
también denominada cuota asistencial, compresiva de la Obra
Social al niño G.E.C.A. Es mi voto. -
Expte. A767598-2016/0 – “O. M.J. V.; B.C.A. c/ Obra Social de la
Ciudad de Buenos Aires s/ amparo – salud - otros” - JUZGADO DE
PRIMERA INSTANCIA EN LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO Y
TRIBUTARIO DE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES Nº 6 – 14/07/2017
elDial.com - AAA09E

Valiéndose de la figura del progenitor afín contemplada en el CCCN,


se condenó a OBSBA a afiliar a una menor. La Justicia porteña
entendió que la ley obliga al progenitor afín a cumplir con las
responsabilidades en el cuidado, protección y asistencia integral del
niño, y que la conducta denegatoria de la obra social demanda
frente a la solicitud de afiliación era ilegítima y violatoria de
derechos y garantías constitucionales.
“… cabe memorar que el artículo 5º del Reglamento de Afiliaciones de la
ObSBA establece que el grupo familiar primario está integrado por “(…)
todas las personas que tengan un vínculo filial o relación conyugal con el
afiliado titular”. Por su parte, a los fines establecidos en el precepto
anterior, su artículo 6º define quiénes tienen un vínculo filial con el
titular y en su inc. e) incluye a “[l]os menores de 21 años que se
encuentren bajo guarda o tutela del titular otorgada legalmente”. De la
literalidad de la norma en crisis surge que el ámbito subjetivo del
derecho a afiliarse queda acotado a los menores de 21 años que se
encuentren bajo guarda o tutela del titular otorgada legalmente.”

“… la no afiliación a la ObSBA de la niña Y.C.G. encuadra


normativamente en el artículo 6 del Reglamento de Afiliaciones a raíz de
no encontrarse bajo la guarda o tutela legal allí prevista. De tal suerte
que ello conduce a la privación del derecho a la salud integral por no
contar con las prestaciones sanitarias que tornan posible su resguardo.”
“En razón de la delimitación del grupo familiar primario trazado por la
ObSBA, resulta necesario efectuar algunas precisiones en torno a las
transformaciones de la institución familiar en el devenir de los lazos
sociales en el siglo XXI. Estos cambios socio-jurídicos han alterado de
forma directa los parámetros con los que otrora se concebía la vida
familiar con afectación de la concepción de la estructura clásica ligada a la
órbita conyugal.
Da cuenta de ello el surgimiento de la familia ensamblada, entendida ésta
como una organización familiar originada en parejas estables,
matrimoniales o en uniones convivenciales que cohabitan con hijos
comunes y/o con los hijos de anteriores nupcias y/o uniones. En el seno de
este modelo se gestó la figura del progenitor afín como consecuencia de la
ampliación de los efectos propios de los vínculos familiares a relaciones
que en épocas precedentes no resultaban alcanzados por ellas. Se puede
describir este nuevo concepto de familia como un conjunto solidario
formado por quienes jurídicamente deben contribuir al sostenimiento del
grupo convivencial, ya sea en forma pecuniaria o en especie con una
encarnación que trasvasa lo biológico para trascender en lo sociológico,
cultural e ideológico y que brinda una nueva identidad a raíz del arraigo de
vínculos y afectos.”
“… esta evolución socio-cultural ha sido recogida por el nuevo Código Civil y
Comercial el cual en su artículo 672 define al progenitor afín como “… el
cónyuge o conviviente que vive con quien tiene a su cargo el cuidado personal
del niño o adolescente” y en su artículo 673 reza que “El cónyuge o
conviviente de un progenitor debe cooperar en la crianza y educación de los
hijos del otro, realizar los actos cotidianos relativos a su formación en el
ámbito doméstico y adoptar decisiones ante situaciones de urgencia...”.”

“… el progenitor o progenitora afín tiene ahora el deber legal de contribución


y cooperación pecuniaria según sus posibilidades dentro de la economía del
grupo familiar. El mismo se le impone por el hecho de compartir el hogar y se
ve materializado en la carga de soportar con sus recursos aquellos gastos que
genera el sostenimiento de la vivienda familiar y de sus miembros, tanto de
los hijos comunes como también de los afines.”
“… la ley obliga al progenitor afín a cumplir con las responsabilidades
en el cuidado, protección y asistencia integral del niño. El Estado, por
su parte no puede deslindarse de la co-responsabilidad en torno a
adoptar las medidas apropiadas para dar efectividad a los derechos y
responsabilidades que al efecto se consagran en los artículos 18 y 27 de
la Convención sobre los Derechos del Niño. Ello impone confrontar la
ley n° 23.660 de Obras Sociales con la que conforma a la ObSBA y su
reglamento de afiliaciones, objeto de impugnación en el sub judice.”

“… el confronte normativo del artículo 6 inc. e) del Reglamento de


Afiliaciones con la letra de los artículo 19 de la ley nº 472 y de los
artículos 8 y 9 de la ley nacional n° 23.660 delatan su irrazonabilidad.
Ello, en tanto exige mayores recaudos a los previstos en normas de
rango superior y excede groseramente la pauta de los artículos 28 de la
CN y 10 de la CCABA por establecer una limitación a través de un
requisito no previsto en la normativa de jerarquía superior.”
“… resultan de aplicación directa las normas internacionales que
reconocen el derecho a la salud integral consagrado en el artículo 25 inciso
1º de la Declaración Universal de los Derechos Humanos; artículo 11 de la
Declaración Americana de Derechos y Deberes del Hombre; artículos 10
inciso 1º y 12 incisos 1º y 2º puntos c) y d) del Pacto Internacional de
Derechos Económicos, Sociales y Culturales y artículo 5º inciso 1º de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos.”

“El contenido internacionalmente delineado respecto al derecho a la salud


forma parte de nuestro bloque constitucional federal en atención a la
jerarquía constitucional dada a los tratados internacionales de derechos
humanos en el inciso 22 del artículo 75 de la CN. Impronta que se
manifiesta en el orden local en el capítulo segundo de la Constitución de la
Ciudad -artículos 20 a 22-, en el cual se reafirma el reconocimiento al
derecho a la salud de manera amplia, mediante la clara expresión de la
extensión del contenido del derecho, la creación de obligaciones para los
órganos locales y la fijación de principios rectores para la materia.”
“… no debe soslayarse que el sub examine se encuentra
conectado con otros derechos que gozan de idéntica tutela
convencional. En particular, la Observación General n° 19 del
Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales
interpreta el derecho a la seguridad social, reconocido en el
artículo 9º del PIDESC, como comprensivo del “derecho a no
ser sometido a restricciones arbitrarias o poco razonables de la
cobertura social existente y del derecho a la igualdad en el
disfrute de una protección suficiente contra los riesgos e
imprevistos sociales”. Ello, en consonancia con en el artículo
XVI de la Declaración Americana de Derechos y Deberes del
Hombre y el artículo 22 de la Declaración Universal de
Derechos Humanos.”
“… la Convención sobre los Derechos del Niño, en su artículo 24,
asegura que ningún niño sea privado de su derecho al disfrute de esos
servicios sanitarios y a recibir asistencia médica y atención sanitaria
necesaria y en artículo 27 se garantiza el desarrollo integral del niño.
Por su parte, el artículo 6 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos protege el derecho a la vida. En íntima conexión con los
derechos reseñados ut supra, es importante recordar que la
incorporación a la plataforma constitucional de los pactos
internacionales por medio del inc. 22 del artículo 75, ha permitido
precisar el modo en que opera la protección constitucional a la familia y,
en consecuencia, receptar una protección ampliada.
Acorde con esa concepción la Corte Suprema de Justicia tiene dicho que
“…la protección constitucional de la familia no se limita a la surgida del
matrimonio…”.”
“ es dable destacar que tanto los tratados internacionales
como las observaciones o recomendaciones generales, los
fallos judiciales u opiniones consultivas de los comités creados
por los tratados a los fines de su cumplimiento, resultan de
aplicación obligatoria, según lo ha establecido la Corte
Suprema de Justicia de la Nación en oportunidad de
reconocer a los órganos de los tratados como únicos
interpretes autorizados de éstos, por lo que los tribunales
inferiores deben adecuarse a dicha interpretación. Por lo
tanto, toda disposición de inferior jerarquía a las normas
legales y supralegales citadas precedentemente debe
reconocer la responsabilidad asumida por el progenitor afín y
coadyuvar a su ejercicio. No ha sido ésta la conducta
observada por la demandada, que ha rechazado la afiliación
de la niña con fundamento en requisitos no contemplados en
el ordenamiento legal vigente.”
“… la conducta denegatoria de la demandada frente a la
solicitud de afiliación como adherente de la hija afín del
afiliado titular -por exigir requisitos que el ordenamiento
legal vigente no contempla- resulta manifiestamente
ilegítima y violatoria del plexo de derechos y garantías
constitucionales reseñados. Por todo lo cual corresponderá
declarar la inconstitucionalidad y la inconvencionalidad
del artículo 6º inc. e) del Reglamento de Afiliación y de la
Disposición nº 459/UNAA/15 en cuanto cercenan el
derecho a la salud, a la protección integral de los niños,
niñas y adolescentes y a la familia, en el sentido ut supra
explicado.”.”
Expte. Nº 8586 - "G. P. V. S c/ O. C. V. s/ ordinario impugnación de
paternidad" - CÁMARA SEGUNDA DE APELACIONES EN LO CIVIL Y
COMERCIAL DE PARANÁ (Entre Ríos) - SALA TERCERA – 20/02/2017-
elDial.com - AA9DAF

Obligan a un hombre a pagar la obra social de una niña


discapacitada, pese a que no era su hija. Fue porque él mismo la
reconoció y ostentó el título de padre durante varios años. Los
jueces aplicaron analógicamente la figura del progenitor afín y
ordenaron que se fije el plazo de la medida dispuesta.
Vienen las presentes con el objeto de abordar el tratamiento del recurso
de apelación que la parte actora deduce contra la Resolución obrante a
fs. 48/50 vta. que admitió la impugnación del reconocimiento de su
paternidad sobre la niña A.M.G.P., sin perjuicio de lo cual dispuso que
tanto la madre biológica como el actor arbitraran los medios tendientes
a mantener y/o garantizar a la menor una cobertura de obra social que
le permita afrontar las necesidades especiales de atención de su salud
en virtud de la discapacidad que presenta.-
.- Contra esto último es que se queja el recurrente pues entiende que al
admitirse la demanda han cesado para él todas las obligaciones en
relación a la menor en mérito a la inexistencia de vínculo filial.-
el resolutorio se encuentra a nuestro criterio correctamente dictado y
debe ser mantenido (más allá de lo que infra señalaremos respecto de la
duración de la medida) dadas las singularidades que el caso en análisis
presenta, entre ellas tres fundamentales a saber: la edad de la niña, su
discapacidad y el trato ostensible y efectivo de padre que durante años él
actor diera a aquella.- Se hallan en juego relevantes derechos de la niña a
ser tutelados que dimanan en particular de la "Convención de los
derechos de niño" (interés superior art. 3 y concs.) y la "Convención
sobre los derechos de las personas con discapacidad".- Vale señalar que
incluso antes de la vigencia del nuevo Código Civil y Comercial, la
jurisprudencia había receptado este tipo de circunstancias respecto a la
construcción de la identidad dinámica conf. KEMELMAJER DE
CARLUCCI, Aída, HERRERA, Marisa, LLOVERAS, Nora, "Tratado de
Derecho de Familia", T.IV, 274/275, Ed. Rubinzal Culzoni, año 2014).-
“…doctrinariamente se distinguen dos aspectos o facetas del derecho a
la identidad a las que se identifica como: `la faz estática´, referida al
origen biológico de la persona (aquello que hace a su identificación, el
nombre e imagen) y la `faz dinámica´, esencialmente cambiante,
configurada por lo que constituye el patrimonio ideológico cultural y
vital de la personalidad que se trasunta en el exterior. Se refiere a
hechos objetivos por los cuales se identifica a la persona, a través de su
historia individual y social. La identidad personal se construye día a
día, y se encuentra vinculada a todos y cada uno de los actos y vivencias
de la persona a lo largo de su existencia.”
“…consideramos que el art. 676 del C.C. y C. (progenitores afines) luce
aquí analógicamente aplicable, más allá de los condimentos
particulares que el caso que nos ocupa ofrece, habida cuenta de que si
un cónyuge conviviente debe luego de la ruptura continuar con algunas
de sus responsabilidades alimentarias (como podría ser aquí el
mantenimiento de una obra social) para atender la salud cuando ello
pueda ocasionar un grave daño al niño o adolescente, cuanto más
sucede en este caso con quien ha ostentado durante años el título de
verdadero padre de la niña, por un reconocimiento que él mismo
realizó de la criatura.”
“…es la madre de la niña y el padre biológico de la criatura (con el
apoyo del Ministerio Público de la Defensa y del Estado si fuera
necesario) quienes en un tiempo prudencial deberán asumir la
exclusiva responsabilidad sobre esta.”

“…el mantenimiento del actor en la cobertura social que atienda las


necesidades de la niña dispuesta en la sentencia de grado es
necesariamente subsidiaria y provisoria como surge del rol que le
toca desempeñar y analógicamente del art. 676 Cód. Civ. y Com..
En orden a ello en la instancia de grado -donde se cuenta o se
contará con mayores elementos de juicio para ello- oportunamente
se deberá establecer la duración que la medida dispuesta tendrá.”
"M., S. M. y Otro- solicita homologación” – JUZGADO DE FAMILIA
NÚMERO 6 DE CÓRDOBA - 31/08/2015 (Sentencia firme)
elDial.com - AA91E7

comparece la Sra. S. M. M. con el patrocinio de la Dra. A. A.


L., y manifiesta que promueve incidente en contra del
demandado J. D. A. a fin de que se disponga aumentar la
cuota alimentaria fijada por acuerdo homologado en estos
obrados, consistente en la suma de pesos mil doscientos
($1.200), en favor de su hija menor de edad, C. A. M., atento
al aumento en los costos del nivel de vida, como
consecuencia de los procesos inflacionarios padecidos por el
país provocado por el aumento masivo y generalizado de los
precios
comparece el Sr. J. D. A solicitando el rechazo del mismo .
indica que sí posee una familia a cargo con la que es su
pareja, Sra. S. D., y desde hace ya 8 años. Junto a la Sra. D.
han formado una familia, también junto a la hija de la
referida quien cuenta con 15 años de edad. Manifiesta que si
bien la Sra. D. realiza labores de manera esporádica como
cocinera, ello no le aporta un ingreso estable ni sustancial,
con lo que su salario es la fuente principal de sustento de su
grupo familiar, debiendo afrontar con el mismo todos los
gastos que se generan mes a mes en su vivienda.
“…atento la entrada en vigencia del nuevo Código Civil y Comercial de la
Nación, y lo dispuesto por el artículo 7 de dicho cuerpo legal, el que
dispone su aplicación inmediata para las relaciones y situaciones jurídicas
existentes, será a tenor de dicha normativa conforme la cual procederé a
resolver la presente incidencia.”
“La obligación alimentaria a cargo de los padres tiene
fundamento directo en los derechos deberes de la
responsabilidad parental y su satisfacción recae sobre ambos
progenitores de manera conjunta. Es deber de ambos titulares
brindarles alimentos “conforme su condición y fortuna” (Art. 658
y 646 C. Civil y Comercial de la Nación) y según las necesidades
de los hijos. Este deber es receptado asimismo a nivel
supranacional de manera clara en la Convención de los Derechos
del Niño en tanto que en su art. 27 inc. 2 establece que `a los
padres u otras personas encargadas del niño les incumbe la
responsabilidad primordial de proporcionar, dentro de sus
posibilidades y medios económicos, las condiciones de vida que
sean necesarias para el desarrollo del niño´, gozando de jerarquía
constitucional (art. 75 inc. 22 de la CN). Es por ello que la
obligación de alimentos debe ser acorde a los ingresos del
alimentante y a su situación personal, no siendo viable la
subsistencia de prestaciones mínimas que no reflejen en los
niños, niñas y adolescentes los reales emolumentos de sus padres
ni que tampoco resulten insuficientes a la hora de subvenir sus
necesidades básicas.”
“...se ha dicho que `... el Código se preocupa de dejar asentado que
el niño sigue teniendo dos progenitores a quienes les caben todos
los derechos y deberes como principales responsables en el cuidado
y crianza de los hijos, siendo el progenitor afín una figura que
complementa la dinámica de la vida cotidiana de los hijos, en
beneficio de éstos... Así ... el deber de colaboración del padre afín
tiene como límite las posibilidades familiares a tal fin ...el límite no
es estricto, sino que estará determinada en relación con el vínculo
que se genere tanto con el padre como con el hijo...´ (Código Civil y
Comercial de la Nación Comentado, Director Lorenzetti Ricardo
Luis, Tomo IV 673. Ed. Rubinzal Culzoni.)”
En el caso C. -de la niña de autos-, la responsabilidad del Sr. A. es de
índole principal, derivada de la responsabilidad parental y
abarcativa de todos los derechos y obligaciones de los progenitores –
no sólo el alimentario -, los que a título enunciativo, se encuentran
descriptos en el artículo 646 del C.C.yC. De lo dicho se desprende en
consecuencia, que si bien la contribución al sostenimiento del hijo
del conviviente constituye en la actualidad una carga de familia, ello
nunca podría ser en desmedro de la propia prole, ya que si tanto
acento se ha puesto en la subsidiariedad de dicha obligación en
relación a los titulares de la responsabilidad parental, con mayor
razón deberá ceder ante la obligación que de manera principal y
directa nace del vínculo paterno filial propio.”
La Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil confirmó una sentencia
que rechazó el reclamo de contribución alimentaria intentado por una
mujer a favor de su hija adolescente contra su ex conviviente (que no
era el padre de la menor).

*https://www.erreius.com/opinion/14/civil-y-
patrimonio/Nota/260/cesa-la-obligacion-alimentaria-respecto-de-la-
hija-de-la-ex-tras-la-ruptura-de-la-convivencia
La Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil confirmó
una sentencia que rechazó el reclamo de contribución
alimentaria intentado por una mujer a favor de su hija
adolescente contra su ex conviviente (que no era el padre
de la menor).
En el caso “B. M. C. y otro c/R. J. M. s/alimentos”, los
magistrados de la Sala I tuvieron en cuenta que se había
homologado un acuerdo en el que el padre biológico
asumió el pago de la cuota del colegio, del comedor, del
transporte escolar y de la empresa de medicina prepaga,
que aquel no incurrió en ningún incumplimiento y que
no se acreditó la necesidad de aumentarla, por lo que no
se presentaba el requisito de subsidiariedad previsto en
el artículo 676 del Código Civil y Comercial.
En esta oportunidad, la señora M. C. B. y el señor J. M. R.
convivieron durante varios años. El grupo familiar también estaba
conformado por V. P. (fruto de la relación entre la señora B. y el
señor J. C. P.), de catorce años de edad al momento de resolverse
el reclamo.
Luego de la ruptura del vínculo en el año 2016, la mujer inició un
proceso para obtener una contribución alimentaria por parte del
exprogenitor afín.
Señaló que el padre biológico de V. nunca dio cumplimiento con el
deber alimentario respecto de su hija, quien era muy pequeña -tres
años- cuando aquella comenzó su relación con el señor R. Por esa
razón, señaló que el demandado colaboró en gran magnitud para
que la niña desarrollase un nivel de vida alto.
El hombre opuso la excepción de falta de legitimación pasiva, el juez
la admitió y rechazó la demanda. Para decidir de esa manera, tuvo
en cuenta que, de los autos conexos sobre divorcio, homologación y
ejecución, surgía la existencia de un acuerdo con el padre de V. para
el pago de la obligación alimentaria respecto del cual nunca se
denunciaron incumplimientos.
La mujer apeló ante la Cámara. Allí, los jueces Paola Guisado,
Patricia Castro y Juan Pablo Rodríguez tuvieron en cuenta que el
artículo 27 de la Convención de los Derechos del Niño establece que
“1. Los Estados Partes reconocen el derecho de todo niño a un nivel
de vida adecuado para su desarrollo físico, mental, espiritual, moral
y social. 2. A los padres u otras personas encargadas del niño
(énfasis agregado) les incumbe la responsabilidad primordial de
proporcionar, dentro de sus posibilidades y medios económicos, las
condiciones de vida que sean necesarias para el desarrollo del
niño.”.
“Por derivación de esa regla, en nuestro país el legislador ha
delineado el contorno de la norma en cuanto a los legitimados pasivos
del reclamo de alimentos. Entre ellos, el artículo 676 del Código Civil
y Comercial”, agregaron.
Este artículo prevé que “la obligación alimentaria del cónyuge o
conviviente respecto de los hijos del otro tiene carácter subsidiario.
Cesa este deber en los casos de disolución del vínculo conyugal o
ruptura de la convivencia. Sin embargo, si el cambio de situación
puede ocasionar un grave daño al niño o adolescente, y el cónyuge o
conviviente asumió durante la vida en común el sustento del hijo del
otro, puede fijarse una cuota asistencial a su cargo con carácter
transitorio, cuya duración debe definir el juez de acuerdo a las
condiciones de fortuna del obligado, las necesidades del alimentado y
el tiempo de la convivencia”.
Al analizar el expediente, para los magistrados, no se pudo
comprobar ningún incumplimiento en el pago de la cuota por
parte del padre de la menor, por lo que no se presentaba el
requisito de subsidiariedad previsto en la norma citada.
La mujer había expresado en su agravio que decidió no
reclamar la contribución alimentaria al padre de V., porque
atraviesa problemas de salud y carece de recursos económicos.
Pero los camaristas dieron varias razones para entender que ello
era insuficiente para hacer variar la solución adoptada, ya que “la
apelante omitió introducir esa argumentación en primera instancia
y aun si se soslayara tal impedimento formal, se contrapone
radicalmente con lo afirmado en la demanda, pues en dicha
oportunidad se dijo que el señor P. nunca dio cumplimiento con el
deber alimentario y que el requerido exigió que desistiera de
cualquier reclamo para que no interfiera en la vida de ambos”.
Con respecto a las costas, indicaron que debían ser distribuidas
por su orden, debido a que el carácter asistencial de la prestación
alimentaria justifica, en este caso, un apartamiento del principio
objetivo de la derrota consagrado en el artículo 68 del Código
Procesal.
“Desde un punto de vista subjetivo, es relevante que en el
caso quedó comprobada la relación de familia que unió a
las partes durante varios años. A partir de ello, es lógico
inferir que la apelante pudo creerse con derecho a
peticionar de la manera en que lo hizo”, agregaron.
En el artículo “El progenitor afín y su obligación
alimentaria en el nuevo Código Civil y Comercial”,
publicado en Erreius online, Fernando Millán explica que
“la obligación alimentaria del cónyuge o conviviente,
respecto de los hijos del otro, tiene carácter subsidiario”.
“Por lo tanto, al momento de hacer el reclamo al progenitor afín,
previa o simultáneamente se deberá acreditar que no se podrán
percibir estos alimentos del obligado en primer término”, destaca
el especialista.
“Se deberá demostrar que ni él -cónyuge o conviviente- ni el otro
padre del hijo, como obligados principales, están en condiciones
de suministrar en la cantidad suficiente para atender a las
necesidades. Por dicho motivo el padre afín tiene responsabilidad
subsidiaria, y es bueno que así sea”, agrega Millán.
El coordinador de la revista “Temas de Derecho de Familia,
Sucesiones y Bioética” de Erreius también señala que “la
subsidiariedad impuesta por la norma para la obligación
alimentaria de los progenitores afines debe ser evaluada de
manera flexible, considerándose el contexto fáctico de cada grupo
familiar y, en especial, si el cambio de situación de convivencia
con el progenitor afín pudiera ocasionar un grave daño al niño o
adolescente”.
Los hechos que serán jurídicamente relevantes por el juez al
momento de determinar el quántum de la obligación alimentaria
serán la condición de fortuna del obligado y las necesidades del
alimentado; hasta aquí resultan similares a los criterios seguidos
para establecer los alimentos entre padres e hijos.
“Sin embargo, dos cosas resultan bien diferenciadas en
cuanto al progenitor afín, y ello es que la cuota asistencial
tiene carácter de transitorio, lo que claramente marca un
límite temporal, que no tiende a perpetuarse esa
obligación, sino que deberá fijarse por plazos acotados, y
para ello deberá tenerse particularmente en cuenta el
tiempo de duración de los vínculos con el cónyuge o
conviviente del niño”, concluye el especialista.
Partes: S. B. E. por la menor A. C. M. A. s/ guarda judicial
Tribunal: Cámara de Apelaciones en lo Civil, Comercial, Minas, de Paz
y Tributaria de Mendoza
Fecha: 10-abr-2017
Cita: MJ-JU-M-104049-AR | MJJ104049 | MJJ104049
Sumario:
1.-Cabe confirmar la sentencia que de acuerdo a lo previsto en los arts.
674 y 643 del CCivCom. relativos a la delegación del ejercicio de la
responsabilidad parental, otorgó la guarda judicial de una niña a su
progenitora afín, disponiéndose que ella detentará el cuidado personal
de la adolescente y estará facultada para tomar las decisiones relativas a
las actividades de la vida cotidiana, ya que desde que la menor tenía
cuatro años asumió el rol de madre y se ha desempeñado como tal hasta
la actualidad.
2.-Cuando el o los progenitor/es no puede/n hacerse cargo
de la guarda de sus hijos para su protección, educación y
manutención, o no se encuentran en las condiciones
adecuadas para ello y esto además controvierte el deseo de
la joven involucrada, quien siendo ya casi mayor de edad
ha expresado su deseo categórico de seguir viviendo con su
progenitora afín y con sus hermanos, resulta procedente la
delegación de la guarda para que ésta asuma las funciones
protectoras que en realidad ya viene ejerciendo de hecho
en forma compartida con el progenitor.
3.-El progenitor afín puede o no ser un pariente por afinidad,
pues se está frente a una figura más amplia que también se
extiende al conviviente del progenitor, supuesto en el que no
puede hablarse de un parentesco por afinidad respecto al hijo
del conviviente.
Para así resolver la juez a quo tuvo en cuenta que la mamá de M. ha
fallecido, la Sra. S.tuvo una relación de pareja con el demandado, solicitó
la guarda judicial de la joven y el progenitor se opuso a ello.
Estima que de la prueba pericial se desprende que el Sr. A. es una
persona violenta, que no ha acreditado cuál es su medio de vida ni que
pueda darle a M. la seguridad, cuidados y asistencia que necesita acorde
a su discapacidad visual. Tampoco ha demostrado su intención de tener
una adecuada comunicación o contacto con ella, ni ha solicitado la
fijación de un régimen a tal fin.
Resalta que la adolescente se encuentra habituada y adaptada a la
convivencia con la progenitora afín y con sus hermanos, por lo que no es
conveniente que se modifique su centro de vida, atendiendo a sus
circunstancias actuales.
la Sra. S., es la progenitora afín de M.El nuevo código destaca
superlativamente la figura del progenitor afín, definiéndolo como el
cónyuge o conviviente que vive con quien tiene a su cargo el cuidado
personal del niño o adolescente y destacando su presencia e intervención
en la vida de los hijos menores de edad del cónyuge o conviviente (art. 672
CCyC).
En la obra de Alberto Bueres se señala que a diferencia del Código Civil que
tenía muy escasas referencias al parentesco por afinidad, la normativa
citada ut supra define claramente la figura del progenitor afín que ha
tomado una trascendencia importante a raíz del aumento del número de
familias ensambladas y, por ello, resulta adecuada su regulación. Además
se incluye el conviviente afín a pesar de no existir entre ellos parentesco
por afinidad. («Código Civil y Comercial de la Nación, analizado,
comparado y concordado , Ed. Hammurabi, Bs.As., 2014, Tomo 1, p. 444).
Así pues el progenitor afín puede o no ser un pariente por afinidad, pues
estamos frente a una figura más amplia que también se extiende al
conviviente del progenitor, supuesto en el que no puede hablarse de un
parentesco por afinidad respecto al hijo del conviviente: «Si bien, el
parentesco por afinidad se genera tras el matrimonio y las uniones
convivenciales no hacen nacer este tipo de lazos jurídicos, se mantiene
la noción de «afín con un sentido más amplio o laxo, más allá de que
técnicamente se configure o no un vínculo de parentesco ; agregando
que «El Código no se circunscribe a la noción de parentesco por
afinidad que establece el artículo 538, sino que lo extiende también a
relaciones de pareja y convivencia con el hijo de quien no está unido por
un vínculo matrimonial (Marisa Herrera, en «Código Civil y Comercial
de la Nación. Comentado , obra dirigida por Ricardo Luis Lorenzetti,
Ed. Rubinzal Culzoni, Santa Fe, 2015, Tomo IV, p.463).
Aplicación analógica a un caso de desistimiento de una guarda
preadoptiva.
* Ref. Pag 710 Libro Derecho de las Familias-Dr. Nestor E Solari. 2da
Ed. La ley.

En vigencia del nuevo régimen legal, un precedente judicial


aplicó la obligacion alimentaria prevista para el progenitor afín
a un matrimonio que tenía una guarda preadoptiva y que
desistieron de la pretendida adopción.
Se trata de una guarda con fines de adopción , en la cual
habían transcurrido casi 5 años de primera instancia en donde
cesa la guarda y se tiene presente el desistimiento de la acción
de adopción.
La sentencia del juez de grado resolvió tener presente el
pedido de desistimiento de la acción y del derecho
efectuado por el matrimonio, hasta tanto los niños se
encuentren con sus derechos restablecidos en una nueva
situación de guarda, desafectando a los guardadores , de los
deberes de cuidado y de convivencia . Asimismo , fijó una
cuota alimentaria a favor de los niños, y condenó al
matrimonio mantener la obra social a favor de los mismos.
Se alegó que la situación en que se encuentran los niños
actualmente , habiendo vuelto a vivir en un hogar de niños
pero en otra provincia , teniendo en cuenta el conjunto de
padeceres y sufrimientos sentimentales que les ha causado
desprenderse de su entorno familiar, debe ser tenido en
cuenta al utilizar las herramientas legales y tomar
decisiones para que aunque sea de alguna manera intenten
ser paliativas de la situación de vida que les ha tocado
atravesar debido a la ruptura intempestiva del vínculo con
quienes querían adoptarlos.
Así , dada la realidad del caso, el cese de la manutención
económica ocasionaría un daño en la vida de los niños, que
durante casi cinco años cubrían sus necesidades y si bien
los alimentantes no son padres biológicos , ni adoptivos se
los puede considerar padres solidarios o progenitores a fín
justificado en la solidaridad familiar.

Ahora bien , en virtud de que resultaría arbitrario no fijar


un plazo por el tiempo que deba realizarse la prestación
alimentaria , la misma no puede superar el plazo razonable
de cinco años, que es el lapso que los guardadores han
cuidado de ellos. Por lo que la obligación cesará al cabo del
plazo antes señalado o con la guarda de los niños otorgada
a otra persona , lo que ocurra primero.

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