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Rosana guber. El salvaje metropolitano.

5. Reformulaciones en torno a la cuestión del objeto de conocimiento


Desde la perspectiva con que abordamos el conocimiento social, lo real se manifiesta mediatizado por
una construcción teórica desde donde se interroga. Ello permite al investigador delinear una estrategia
general de investigación que incluye pautas de análisis y procedimientos de la ciencia en general,
adecuados y reformulados a la luz de la investigación sobre un objeto particular. El investigador
construye su objeto de conocimiento, que es una relación construida teóricamente y en torno de la
cual se articulan explicaciones acerca de una dimensión de lo real.
Los cuerpos teóricos son las herramientas por excelencia para problematizar lo real con fines de
investigación. Problematizar significa introducir preguntas acerca de lo que sucede. Los esquemas
teóricos priorizan determinadas cuestiones y deja otras en un plano secundario. En la formulación de
un interrogante ya preexiste alguna orientación hacia la respuesta. De este modo, los hechos y
conductas calificados como desviados o marginales son objeto de explicaciones diferentes según la
teoría desde la cual sean abordados. Los hechos empíricos a relevar serán diferentes.
El bagaje teórico no sólo promueve ciertas preguntas sobre lo real, sino que distancia al investigador
del objeto empírico. A través de la elaboración de un modelo de conexiones tendenciales, lo
naturalizado se desnaturaliza y adquiere así el carácter de realidad problematizada.
La contrastación de modos de vida y organizaciones diversas ha sido uno de los principales alicientes de
la investigación en esta disciplina, obligando al antropólogo a relativizar pautas y valores considerados
únicos y absolutos.
La distinción entre sentido común y teoría no significa una escisión tajante. Aquel suele contener
teorías fragmentadas, que pueden estar en contradicción o ser congruentes con otras partes de ese
conocimiento.
La construcción del objeto de investigación es delineada inicialmente en función de ambos bagajes.
Para iniciar la construcción del objeto de investigación es necesario explicitar y sistematizar los
supuestos teóricos y explicitar los supuestos del sentido común.

III. El Enfoque antropológico: señas particulares

1. Aportes de la antropología clásica: el trabajo de campo y la etnografía.

La antropología, planteada inicialmente como ciencia de la diversidad cultural se abocó a la tarea


científica de explicar y de describir los pueblos primitivos. El referente empírico fue ubicado luego en
sectores de las sociedades capitalistas avanzadas que evidenciaban pautas de vida aparentemente
alternativas a las normalizadas en la llamada cultura occidental. Progresivamente tales estudios se
orientaron hacia agrupamientos humanos regidos por valores y modos organizativos diversos del
mundo social circundante (ej.: migrantes, hippies, linyeras) Cada grupo encarna en su singularidad la
diversidad con que los hombres modelan sus vidas en procesos histórico-sociales, según formas propias
de organización social, política, económica y simbólica.
La antropología comparte con otras disciplinas la intención explicativa de los fenómenos sociales en
proceso. Pero para hacerlo sin caer en el etnocentrismo, debe reconocer cómo los actores configuran el
marco significativo de sus prácticas y nociones, la perspectiva del actor.

2. El papel de la teoría en la producción del conocimiento social

Las corrientes racionalistas críticas del empirismo, sostienen que el conocimiento se lleva a cabo a
través de la organización cognitiva propia del sujeto y que esta organización responde a cierta
conceptualización teórica de aquello que se desea conocer. El teoricismo se opone al empirismo, que
sostiene una concepción del acceso a lo real como inmediato y no teórico.
Una confesión teórica no especifica la totalidad de la realidad social en una región determinada. Incluye
una pauta general pero no una explicación especifica. Para ello es necesaria la bidireccionalidad del
proceso de conocimiento, la retroalimentación entre conceptos del investigador y referentes de los
actores.
La perspectiva del actor es una construcción orientada teóricamente por el investigador, quien busca
dar cuenta de la realidad empírica tal como es vivida y experimentada por los actores. El investigador
emplea sus propios marcos de referencia para interpretar, en un principio, que sucede en el sistema
estudiado. Pero los irá modificando gradualmente, en búsqueda de un marco que dé cuenta de la
lógica de sus actores.

3. Dos conceptos claves: diversidad y perspectiva del actor.

El antropólogo social ha buscado una alteridad que le permita superar los límites tanto del sentido
común como de los siempre perfectibles paradigmas teóricos. El antropólogo social se ocupa de
producir la diversidad, gracias al descentramiento de sus propios parámetros.
La diversidad no es sino una construcción teórica. Ella cumple un papel en la explicación.
El componente fuertemente teórico del concepto de diversidad no excluye una dimensión
complementaria en el análisis de la realidad social: las manifestaciones empíricas en que se arraiga
dicha diversidad. Y estas manifestaciones son siempre de índole social. Esta noción de diversidad está
imbricada en nuestra concepción de la naturaleza del mundo social y en la importancia que otorgamos
al papel de la perspectiva del actor en la explicación socio-antropológica. Al igual que la diversidad, la
perspectiva del actor tiene existencia empírica, aunque su formulación, construcción e implicancias
estén definidas desde la teoría. Este marco de conocimientos presupuestos sobre el mundo social no es
indeterminado ni inmanente, sino que está circunscripto sociocultural e históricamente y necesita ser
explicado en relaciones que vinculen esos universos significantes con el proceso social general.
El antropólogo ha desarrollado cierta destreza en estudiar lo no documentado, lo implícito, lo no
formalizado. La capacidad de descubrir desfasajes y contradicciones internas en una cultura, entre lo
que los actores dicen que hacen y lo que hacen realmente.
La relación a veces discordante entre lo formal y lo no formal es una de las fuentes más comunes de
desconcierto para el investigador. Es en este punto inesperado, sin referencias teóricas ni coincidencias
con la cultura del investigador, donde se producen los quiebres con lo familiar y lo conocido. Y es aquí
donde se manifiesta antropológicamente el movimiento de desnaturalizar lo naturalizado.
La elaboración teórica tiene sentido si se contrasta y reformula desde las categorías de los actores y los
avatares del trabajo empírico.
Concebimos al conocimiento reflexivamente, lo cual significa incorporar al investigador al campo de
análisis y poner en cuestión su mundo académico, cultural y social, que es su condicionamiento, a la
vez que su posibilidad de conceptualizar la objetividad social.
4. características de la investigación socio-antropológica.
La vida social se expresa en nociones, actividades, representaciones, prácticas y contextos. Pero la
enunciación de sus conexiones significativas, de los atributos que integren una descripción, su
interpretación o su simple registro, responden en buena medida a la organización cognitiva del
investigador. Si bien existen sujetos reales de investigación, solo es posible conocer su mundo a través
de conceptos.
Al afirmar que el mundo social está pre-constituido por marcos de sentido propios de quienes en ellos
se desenvuelven suponemos que ese mundo y esos marcos existen como objetividad social. Pero el
investigador no accede a ellos de manera directa, sino a través de la contrastación crítica y permanente
entre su bagaje teórico y de sentido común, y el complejo de la realidad social, focalizando
particularmente en la perspectiva del actor.
El investigador traza un diseño general para iniciar su labor, pero este es solo un bosquejo que
necesariamente se verá alterado a medida que se desarrolla la investigación.
El holismo llama la atención sobre la naturaleza sistémica, plural e interrelacionada de la vida social,
obliga a reformular el sistema clasificatorio académico de lo económico, lo político, lo social, lo
simbólico como esferas separadas.

IV El trabajo de campo como instancia reflexiva del conocimiento.

El trabajo de campo antropológico se fue definiendo como la presencia directa, generalmente


individual y prolongada, del investigador en el lugar donde se encuentran los actores de la unidad
sociocultural que desea estudiar.

1¿Qué es el campo?
El campo de una investigación es su referente empírico. Es un recorte de lo real construido activamente
en la relación entre investigador e informantes. No es un espacio geográfico, sino una decisión del
investigador.
Lo real se compone no solo de fenómenos observables, sino también de la significación que los actores
le asignan a su entorno y a la trama de acciones que los involucra; se integran en él prácticas y
nociones, conductas y representaciones. El investigador accede a dos dominios diferenciales, aunque
unidos: las prácticas y las representaciones.
Al considerar que el mundo social es un mundo preinterpretado por los actores, el investigador
necesita desentrañar los sentidos y relaciones que construyen la objetividad social. A ello accede en el
trabajo de campo.

2. Trabajo de campo y reflexividad


Los datos no provienen exclusivamente de los hechos ni los replican, pues tras la intervención del
investigador, pasan a integrar sus intereses y a encuadrarse en su problema de investigación. La tensión
entre el bagaje del investigador y la originalidad del campo recorre la totalidad de esta disciplina.
El propósito de una investigación antropológica es doble: por un lado, ampliar y profundizar el
conocimiento teórico, extendiendo su campo explicativo; y por el otro, comprender la lógica que
estructura la vida social y que será la base para dar nuevo sentido a los conceptos teóricos.
Prácticas teóricas, de campo y del sentido común se reúnen en un término que define al TC: la
reflexividad. Nos referiremos a ella en dos sentidos paralelos y relacionados. Por una parte, aludimos
en un sentido genérico a la reflexividad como capacidad de los individuos de llevar a cabo su
comportamiento según expectativas, motivos, propósitos, esto es, como agentes o sujetos de su
acción. Lo dicho vale obviamente para quienes toman parte en el TC, sea como investigadores o como
informantes. En un segundo sentido mas especifico, aludimos a la reflexividad desde un enfoque
relacional, no ya como lo que el investigador y el informante realizan en sus respectivos mundos
sociales, sino como las decisiones que toman en el encuentro, en situación de trabajo de campo.
A los efectos del grado de conocimiento, es muy probable que el investigador sepa más de su
reflexividad después de haberla contrastado con la de sus informantes que antes del TC. Este proceso
está íntimamente ligado con el aprendizaje de perspectivas no sociocéntricas.
El investigador se encuentra con comportamientos y aseveraciones inexplicables que distinguimos en
dos órdenes: por una parte, el mundo social y cultural propio de los sujetos cuya lógica el investigador
intenta dilucidar; por la otra, las reacciones y conductas de la situación de campo propiamente dicha.
Al producirse el encuentro, la reflexividad del investigador se pone en relación con la de los individuos
que, a partir de entonces, se transforman en sujetos de estudio y eventualmente en informantes. La
reflexividad adopta, sobre todo en esta primera etapa, la forma de perplejidad. Desencuentros se
plantean en las primeras instancias del trabajo de campo como inconvenientes, obstáculos, resistencia
a la asignación de roles. Ante estas perplejidades o crisis de comunicación el investigador tiene varias
opciones: la más frecuente es creer que lo que ve es la inmediata respuesta a sus incógnitas. El
subproducto de esta creencia es forzar los datos hacia modelos clasificatorios y explicativos, realizando
traducciones aventuradas. La unilateralidad consiste en acceder al referente empírico siguiendo
acríticamente las pautas del modelo explicativo abstracto.
La dificultad de hacer frente al proceso de conocimiento de una manera no etnocéntrica reside en que
la diversidad está desafiando el propio sistema de clasificación, significación y comprensión que
sustenta el investigador. En el campo, estos modelos que no son sólo teóricos sino también políticos,
culturales y sociales, se confrontan con los de los actores. En la instancia del TC, el investigador pone a
prueba no sólo sus conceptos teóricos, sino fundamentalmente sus patrones de pensamiento y de
acción más íntimos. Es necesario encarar un control permanente por el cual el investigador reconozca y
explicite el origen de los supuestos, de las inferencias y de los datos.
Lo que saben y hacen informante e investigador en la situación de campo aparece mediatizado por su
interacción, interacción pautada en tanto está estructurada socialmente y no como una mera
improvisación azarosa. De ahí que el trabajo de campo no sea sólo un medio de obtención de
información, sino el momento mismo de producción de datos y elaboración de conocimientos.
4 técnicas de campo para un conocimiento no etnocéntrico.
Las técnicas son teoría en acto. Su uso debe estar efectivamente controlado si se busca la producción
de nuevos conocimientos sobre lo real en sus rincones más inesperados. Encuadradas en el TC, las
técnicas son las herramientas del investigador para acceder a los sujetos de estudio y su mundo social.
El empleo reflexivo de técnicas antropológicas puede dar lugar al reconocimiento del mundo del
investigador y de los informantes, a la elucidación de los contenidos de esta relación, al reconocimiento
de los supuestos teóricos y de sentido común que operan en el investigador
La flexibilidad ha sido una de las características más desconcertantes y enriquecedoras del TC
antropológico. Para ampliar la mirada es necesario utilizar rigurosamente técnicas de obtención de
información, pero con el margen suficiente para que el investigador pueda reparar en lo no previsto y,
en general, en la PA.

V ¿Adónde y con quiénes? Preliminares y reformulaciones de la delimitación del campo.


El TC antropológico tiene una fase de preparación, una de desarrollo y una de cierre. Cuando hablamos
de preliminares, nos referimos al periodo de la delimitación del campo donde se realizará la recolección
de información. Cuando nos preguntamos a que campo nos dirigimos, como lo concebimos y cuáles
son sus límites, nos referimos a dos cuestiones fundamentales: el ámbito físico o unidad de estudio y
los sujetos de estudio o unidades de análisis.
El investigador necesita explicitar los límites no sólo conceptuales sino también empíricos de su tarea.
Debe estar dispuesto a reformular los límites del campo en función de las nociones y practicas de sus
informantes. El TC suele ser llevado a cabo individualmente o por equipos reducidos, demandando la
presencia directa del investigador ante sus sujetos, las unidades de estudio no pueden ser de grandes
dimensiones; ello se vincula, a su vez, al tipo de técnicas de obtención de información que la
antropología social califica como no invasoras. El tipo de información que se pretende obtener también
impone límites al campo de trabajo.
Nada de lo que se haga en la etapa de delimitación puede ser definitivo, más bien aparece como
primera aproximación abierta a nuevas exploraciones y reformulaciones; de lo contrario, se caería en
un enfoque sociocéntrico y tautológico.
1. Niveles de análisis
En el proceso de acotamiento se articula el plano teorico-conceptual con el empírico. La delimitación
del campo en el nivel teórico implica definir la significación teórica del ámbito y los sujetos concernidos
en la investigación. De acuerdo a cómo se emprenda este nivel de definición, ello puede resultar en la
obtención de nueva información o, por el contrario, en el refuerzo de prejuicios. Algo similar ocurre con
la definición teórica de quienes protagonizan la investigación: ejemplo: no es lo mismo tratar a los
villeros como marginados, que como lumpenproletarios, como clase subalterna, o con cualquier otra
categoría. Las denominaciones conllevan una teoría que se vera reflejada en la obtención de
información y producción de datos.
En el nivel empírico se define el tipo de población y de lugar que serán necesarios.La incorporaciones
de nuevas unidades de estudio y unidades de análisis es una consecuencia del desarrollo del trabajo de
campo; al iniciar la investigación, algunas variantes de la delimitación pueden ser insospechadas.
2. acotando la unidad de estudio y las unidades de análisis: vías y criterios
La unidad de estudio es el ámbito donde se realiza la investigación de campo. Ahora bien, esta
definición no es sólo una caracterización geográfica, sino también sociológica. La unidad de estudio
empírica y el concepto teórico de cultura o sociedad se plantean como análogos.
La unidad de estudio remite a un acotamiento territorial: una extensión de tierra, un ámbito donde se
concentra un grupo humano o una institución con correlato espacial circunscripto o disperso.
Los antropólogos trabajan con hombres y mujeres, sus actitudes y comportamientos, sus
verbalizaciones y sus gestos. Para que discursos y actitudes tengan algún sentido en la vida social deben
estar referidos a los individuos que los ejercen; cuando el investigador formula sus interrogantes,
cuando recoge información y cuando la analiza, tiene presente cierta concepción de ese individuo.
El mismo debate se plantea en la investigación, cuando se define con quienes se realizará. El punto
decisivo no solo al establecer sobre quienes, sino también con quienes hacer la investigación.
En la definición del adonde y con quienes del trabajo de campo entran en juego, entonces, tres
categorías: teóricas, metodológicas y de los actores.
La construcción de determinada UE y UA puede estar modelada según la preeminencia de uno o varios
de los siguientes criterios: 1)un problema empirico,2) un área cultural o un grupo social, 3)un objeto
teórico, 4)la accesibilidad
3. Unidad de estudio: número y extensión
La definición de UA y UE no se da una vez y para el resto de la investigación. En el TC, el investigador va
descubriendo conexiones no previstas. Detectar su relevancia depende de la habilidad y apertura del
investigador. Otro criterio que puede operar en la selección de más de una unidad es la aplicación de
un enfoque comparativo.
4. unidad de análisis ¿muestra representativa o muestra significativa?
Las muestras probabilísticas son aquellas en las cuales, por medio de ciertos procedimientos
matemáticos, cada individuo tiene básicamente las mismas posibilidades que los demás de ser elegido
para integrarlas. Este criterio responde a los objetivos de generalización de las conclusiones elaboradas
en base al material recogido.
Los procedimientos probabilísticos son útiles para establecer la distribución social de una práctica,
creencia o atributo en la totalidad de una población.
Otro tipo de muestras son las no probabilísticas que se diseñan según otros procedimientos por
ejemplo: muestras de oportunidad que consisten en individuos que se ofrecen de forma voluntaria
para informar; muestra evaluada, en la que interviene el investigador en la elección.
De este modo el criterio de representatividad puede ampliarse sin quedar limitado a patrones
cuantitativos que son sólo una de las representatividades posibles. Otra posibilidad es que una muestra
sea significativa, esto es, que un hecho o un caso sean pertinentes para dar cuenta de cierto haz de
relaciones en un sistema social.

XIV. A modo de ejercitación


1. Un esquema práctico para construir el objeto de conocimiento.
El proceso de la construcción del objeto de conocimiento abarca dos momentos de la investigación
científica: la abstracción de los datos de campo y la concreción de dicha abstracción en contextos
específicos. Es necesario poner en relación las formulaciones teóricas generales con los contextos
particulares del campo y de la perspectiva del actor.
Una investigación puede partir de la formulación de un problema teórico o empírico. Asimismo, los
propósitos últimos del investigador pueden ser fundamentar o ampliar los alcances de una teoría.
Momentos por los que transcurre la formulación primera de un objeto de investigación:
1. Elección del tema
2. Problematización: proceso de desnaturalización de lo real.
3. Sistematización: marco teorico, explicitación de las conexiones explicativas de la
problemática enunciada
4. Especificación: elección de contexto empirico para contrastar la teoría y relativización de
la relacion teorica en términos de su especificación desde la perspectiva de los
implicados. Formulación del problema en forma de rpegunta, para ser respondida por los
actores.

Finaliza con un grafico que indica que la investigación nace del plano empírico y se dirige al plano
teórico donde se problematiza y se realiza la elaboración conceptual y vuelve al plano empírico para
contrastar la teoría.

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