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UNIVERSIDAD EVANGELICA BOLIVIANA

FACULTAD CIENCIAS DE LA SALUD


CARRERA BIOQUIMICA Y FARMACIA

INTOXICACION POR PLOMO

DOCENTE : DR. ELIAS AGUILERA VACA


INTEGRANTES : ROSA ALEJANDRA PEÑA MENDOZA
DANIELA CONDORI

SANTA CRUZ – BOLIVIA


2015

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RESUMEN

El plomo es un metal que se ha usado extensamente desde la antigüedad, por lo


que se le puede demostrar en la mayoría de personas. Este metal afecta sistemas,
órganos y tejidos y su efecto puede ser proporcional a la cantidad presente en el
organismo. Pero los umbrales de sus efectos tóxicos varían en diferentes
individuos. Los niños generalmente absorben una mayor proporción del plomo y
con un efecto más severo que los adultos, porque están en un proceso activo de
desarrollo y por ciertas características fisiológicas, patológicas y de conducta. Los
servicios de salud pública pueden identificar áreas en que la población tiene un
riesgo mayor de intoxicación con plomo y establecer condiciones para el
despistaje, identificación temprana y tratamiento de las personas afectadas. La
determinación de plomo en sangre venosa es la prueba más sensible de
exposición al plomo. Se recomienda que los niveles en sangre se mantengan
debajo de 10 µg/dL. Este artículo revisa las fuentes de contaminación, efectos,
diagnóstico y tratamiento del plomo.

Palabras clave: Intoxicación por plomo; prevención, toxicidad, diagnóstico.

2
OBJETIVOS

Realizar un trabajo de investigación sobre las causas y

consecuencias que causa el plomo en las personas.

MARCO TEORICO

El plomo es un metal blando, gris azulado, estable y resistente a la corrosión. Sin


embargo, cuando forma parte de tuberías, conexiones o soldaduras, en presencia
de agua ligeramente ácida puede contaminar el agua potable (1). El plomo no
conduce bien la electricidad, posee una temperatura de fusión baja, por lo que se
le utiliza (fusible) en algunas partes de las instalaciones eléctricas; cuando la
carga eléctrica excede un nivel predeterminado, se funde e interrumpe la
transmisión eléctrica. Este metal también ofrece protección contra la radiación, por
lo que se emplea en mandiles de trabajadores de salud y en las paredes de los
salones de diagnóstico y tratamiento radiológico. Desde la antigüedad, el plomo ha
sido usado extensamente y se le puede encontrar en casi todas las personas, aún
a niveles elevados (2).

Este metal existe en forma inorgánica y orgánica. La forma inorgánica puede


encontrarse en las pinturas, tierra, polvo y en otros productos de manufactura. Los
gases de la combustión de la gasolina, a la que se le ha agregado plomo, contiene
la forma orgánica del metal (plomo tetra etilo); nuestro cuerpo absorbe esta forma
más fácilmente, por lo que resulta más tóxica que la forma inorgánica (1). Con la
eliminación del plomo de la gasolina en la mayoría de países la contaminación con
la forma orgánica de plomo se limita a casos de contaminación ocupacional.

El Perú es uno de los cinco mayores productores de plomo en el mundo, con un


volumen de exportación que continúa aumentando. Las minas de las que se
extrae plomo, las fundiciones y sus alrededores naturalmente sufren una mayor
contaminación. A los servicios de salud pública y a los profesionales les
corresponde un papel activo en la educación de políticos, empresarios y del

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público en general, para así disminuir la posibilidad de efectos adversos asociados
con la presencia, uso y comercio de este metal. Este artículo revisa las fuentes de
contaminación, los efectos del plomo en el organismo humano, la evaluación
diagnóstica y el tratamiento de sus efectos tóxicos.

Fuentes de contaminación

En EE UU, la contaminación con plomo está asociada con la presencia de pintura


que contiene plomo en construcciones viejas, con lugares de trabajo que usan
plomo (fábrica de baterías), con agua potable, comidas y bebidas contaminadas,
con juguetes, medicinas tradicionales (3), cosméticos y con la tierra, polvo, agua,
aire de las cercanías de minas y fundiciones 

En EE UU, se eliminó casi completamente el plomo de las pinturas en 1977


(0,06%) (1). Pero, aunque la pintura esté cubierta con otras capas de pintura sin
plomo, este metal puede entrar al ambiente del hogar cuando la pintura se
descascara, debido a fricción o impacto o durante reparaciones actuales o
pasadas (4). Los trabajadores de construcción o puentes se exponen a las capas
de pinturas que estas estructuras han recibido a través de los años, antes de las
nuevas regulaciones. Los trabajadores antes de pintar un puente o un edificio o
casa tienden a remover las capas de pinturas del metal (puente) o de paredes o
techos que están descascarados —los resanan— antes de aplicar las nuevas
capas de pintura. Este procedimiento remueve las capas de pinturas nuevas, sin
plomo, exponiendo las capas de pinturas antiguas con plomo a la piel, vías
respiratorias, ropa y herramientas de los trabajadores.

Además, el plomo de esas estructuras contamina la tierra alrededor de la casa o


los trabajadores llevan el plomo en sus ropas a sus casas (bañándose,
cambiándose de ropa y zapatos; antes de regresar a casa, pueden prevenir esta
exposición secundaria), aunque algunos de estos negocios que utilizan el plomo
funcionan en la casa, donde la posibilidad de contaminación es mayor

4
El plomo también puede contaminar productos que normalmente no contienen
este mineral, como las comidas, agua o licor. Esta contaminación puede ocurrir
durante la producción, embalaje o almacenamiento de los productos. Por ejemplo,
las raíces del vegetal pueden extraer el mineral del suelo o el mineral en la
atmósfera puede depositarse en las hojas de los vegetales, o los equipos de cortar
o moler pueden estar contaminados (5). Las pinturas que se utiliza en las latas o
cerámica o cristales en que se envasa el producto pueden contener plomo (5). El
plomo se usa en baterías o radiadores de automóviles, pintura de puentes,
computadoras, productos de jebe o plástico, joyería o cerámica, cristales y pewter
(mezcla de estaño y plomo). Los remedios tradicionales mejicanos utilizados para
tratar el empacho, que contienen plomo, se les conoce con el nombre de azarcón,
greta(3), Alarcón, coral, liga, María Luisa y rueda. En las comunidades asiáticas, se
conoce los productos que contienen plomo con los nombres de ba-baw-san, bai
goli, chuifong, ghasard, kandu, tokuwan.

Absorción del plomo

La absorción del plomo depende del estado de salud, nutrición y edad de la


persona. Los adultos generalmente absorben 20% del plomo que ingieren y casi
todo ese plomo es inhalado. La mayor parte del plomo que ingresa al cuerpo es
excretado por la orina o a través de la bilis por las heces. La forma más común de
plomo, la inorgánica, no es metabolizada en el hígado; mientras tanto, el plomo
orgánico ingerido (presente en aditivos de la gasolina) se absorbe casi en su
totalidad y es metabolizado en el hígado. El plomo en la gasolina puede ingresar a
través de la piel. La extracción del plomo del subsuelo (minas) y las emisiones de
las fundiciones afectan tanto a niños como a adultos (6,7). La ingestión de polvo
contaminado o de alimentos, agua o alcohol contaminados es la forma más común
de ingreso del plomo al organismo. Los niños absorben una proporción mayor que
los adultos. La inhalación es la vía de ingreso más común en personas que utilizan
este metal en sus ocupaciones.

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El plomo que no es excretado permanece en el cuerpo por periodos prolongados y
se intercambia entre 3 compartimientos -sangre, huesos y dientes- que contienen
casi la totalidad del plomo, y en otros tejidos, como el hígado, riñones, pulmones,
cerebro, bazo, músculos y corazón (1). El plomo almacenado en los huesos y
dientes puede volver a entrar a la circulación durante periodos de deficiencia de
calcio, como el embarazo, lactancia y osteoporosis .

Comparado con los adultos, los niños absorben más el plomo que ingieren). Los
niños a menudo se colocan las manos y los objetos en la boca, ingieren más tierra
o polvo contaminado. Además, muchos niños tienden a comer productos no
alimenticios (pica), su frecuencia respiratoria es más alta, respiran más volumen
por kilos de peso y, como son más pequeños, están más cerca del aire
contaminado con el polvo, así como con emisiones del subsuelo. Mientras menos
edad tienen, el intestino absorbe más plomo, 5 a 10 veces, que niños mayores y
los adultos, especialmente con el estómago vacío (8). La absorción intestinal de
plomo en niños aumenta en casos de deficiencia de hierro, calcio y zinc, que son
condiciones comunes (1). Todas estas condiciones favorecen un mayor riesgo de
toxicidad en los niños.

En EE UU, desde 1991, se recomienda que niños con un nivel de diez


microgramos por decilitro (10 µg/dL) de plomo en sangre requieren acción
inmediata (CDC, Center for Disease Control and Prevention, Atlanta, GA). Se
indica que todos los niños que viven en zonas reconocidas como de riesgo alto de
intoxicación tengan pruebas de sangre y que sus niveles se mantengan bajo 10
µg/dL, porque varios estudios han demostrado alteraciones neurológicas y de
conducta, aún a niveles más bajos que 10 µg/dL (9-12). En lugares de trabajo, el
límite permisible promedio de plomo es 50 µg/m 3 por la jornada de 8 horas
(OSHA, Occupational Safety Health Administration, Department of Labor,
Washington, DC). Pero, OSHA requiere pruebas de plomo en sangre para
trabajadores expuestos a concentraciones de ≥30 µg/dL en el aire por más de 30
días al año. Si el nivel sanguíneo es >40 µg/dL, la compañía debe notificar al
empleado por escrito ofreciéndole una evaluación médica. Si el nivel sanguíneo

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llega a 60 µg/dL o resulta en un promedio de ≥50 µg/dL en ≥3 pruebas, la
compañía debe relevarlo de esa exposición excesiva, manteniendo su sueldo y
tiempo de servicio hasta un nivel <40 µg/dL.

Se considera no contaminada a la tierra o polvo con concentraciones de plomo


<50 ppm (partes por millón); pero, en muchas áreas urbanas las concentraciones
de plomo exceden 200 ppm (13). La EPA (Environmental Protection Agency,
Washington, DC) recomienda 400 ppm de peso en áreas accesibles al juego de
niños y a 1 200 ppm en áreas no accesibles al juego. La EPA también recomienda
ausencia completa del plomo en el agua potable y 15 µg/dL como nivel que
requiere acción. La FDA (Food and Drug Administration, Department of Health and
Human Services, Washington, DC) recomienda acción si se encuentra el plomo a
un nivel 0,5 µg/dL en alimentos destinados para infantes y niños y ha eliminado el
uso de envases que usan soldadura de plomo.

La sangre solo lleva una pequeña cantidad del plomo total, pero sirve como medio
de transporte para la distribución de este metal en el cuerpo y su excreción. Se
estima que el tiempo medio de vida del plomo en la sangre es de 28 a 36 días (14).
Casi todo el plomo en sangre (99%) se encuentra en los eritrocitos, el resto en el
plasma.

En adultos, los huesos y dientes contienen 94% y en niños 73% de la cantidad


total de plomo del cuerpo (17). El plomo no se distribuye uniformemente en estos
tejidos, pero tiende a acumularse en regiones con la calcificación más activa
durante la exposición. En los niños, el plomo tiende a acumularse en el hueso
trabecular, mientras que en los adultos se acumula en ambas cortical y
trabecular (18). Parece que existen 2 compartimientos fisiológicos en los huesos: el
compartimiento inerte (almacena plomo por décadas) y el compartimiento lábil
(intercambia fácilmente su contenido de plomo con la sangre) (1). Bajo ciertas
circunstancias, el plomo del compartimiento inerte vuelve a entrar a la sangre y a
otros tejidos. La movilización del plomo del compartimiento inerte a la sangre
aumenta en condiciones de deficiencia de calcio, como durante el embarazo,

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lactancia, menopausia, condiciones de estrés, enfermedades crónicas,
hipertiroidismo, enfermedad renal, fracturas y edad avanzada. Este componente
inerte permanece como una fuente endógena de plomo que puede causar niveles
elevados de plomo en sangre años después que la exposición al metal ha pasado.
Por lo que, los síntomas pueden aparecer en ausencia de exposición actual al
plomo. En la mayoría de los casos, los niveles de plomo en sangre representan
una mezcla de exposición actual y contribución endógena de exposiciones
anteriores. Pero, una exposición aguda puede acompañarse brevemente de
niveles sanguíneos muy elevados y causar síntomas de toxicidad.

Efectos del plomo

El plomo afecta todos los órganos y sistemas. Actúa como agonista o antagonista
de las acciones del calcio y se relaciona con proteínas que poseen los grupos
sulfidrílicos, amina, fosfato y carboxilo (1). El nivel sanguíneo de plomo materno
aumenta el riesgo fetal y de alteraciones neurológicas en los recién nacidos. Los
embarazos con niveles elevados de plomo en la sangre tienen un riesgo mayor de
partos prematuros, abortos espontáneos, muertes fetales y de recién nacidos con
peso bajo para su edad gestacional (1).

En niños, se ha asociado la exposición al plomo con ausencias más frecuentes a


la escuela, menor rendimiento escolar, intervalos de reacción prolongados y
coordinación mano-ocular disminuida (13). La inmadurez fisiológica de fetos e
infantes (hasta la edad de 36 meses) aumenta el riesgo de que el plomo penetre al
sistema nervioso central, lo que puede resultar en alteraciones neurológicas o de
conducta permanentes. El plomo también puede afectar los sistemas renal,
endocrino y sanguíneo. No existe un nivel de plomo en sangre que se pueda
considerar inocuo en niños. La ausencia de síntomas no excluye el
envenenamiento por plomo. Algunos estudios sugieren que el plomo continúa
ejerciendo efectos negativos en la conducta social juvenil (19,20). Los efectos
inmediatos del plomo son neurológicos, pero el envenenamiento en la infancia

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puede conducir más tarde a problemas renales, hipertensión arterial y problemas
de la reproducción (1).

Efectos neurológicos

Los problemas neurológicos se pueden presentar aún en individuos con niveles de


plomo en sangre considerados seguros (<10 µg/dL) (9-13). Individuos aún sin
síntomas, especialmente niños, pueden tener daño neurológico (1). En los niños, la
exposición aguda a dosis altas de plomo puede causar encefalopatía, con la
presencia de ataxia, convulsiones, hiperirritabilidad, estupor, coma y muerte.
Varios estudios en niños se refieren a diferentes niveles sanguíneos de plomo
asociados con encefalopatía, pero un nivel ≥70 µg/dL indica un riesgo alto de
presentar la complicación. Este nivel está asociado con daño neurológico o
alteraciones de conducta a largo plazo, aunque el niño aún no presente síntomas
y signos de encefalopatía (1).

Algunos estudios muestran que, por cada 10 µg/dL de aumento de plomo en


sangre, el cociente de Inteligencia baja 4 a 7 puntos (21-23). La exposición al plomo
también está asociada con otros problemas neurosicológicos, disminución de la
atención con hiperactividad, sordera, alteraciones del balance y de los nervios
periféricos. Algunos de estos defectos persisten en la edad adulta (1).

Los individuos expuestos al plomo como adultos pueden presentar las mismas
complicaciones que presentan los niños, pero a niveles más altos de plomo en
sangre. Por ejemplo, la encefalopatía puede ocurrir con 460 µg/dL (24).

Los síntomas precursores de la encefalopatía incluyen somnolencia, irritabilidad,


disminución de la atención y memoria y presencia de tremores, que pueden ocurrir
con niveles más bajos de plomo en sangre. En la realidad clínica, los síntomas y
signos no necesariamente ocurren en la forma esperada; algunos síntomas
ocurren a niveles más bajos, otros a niveles más altos. Existen otros síntomas que
pueden ocurrir a niveles de 40 a 120 µg/dL; estos incluyen disminución de libido,
de dexteridad manual, habilidad de entender, intervalo de reacción, actividad

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visual motora, cociente de inteligencia, memoria y concentración. Esta persona
también puede presentar depresión, cefaleas, cambios del estado de ánimo,
dolores de cabeza, mareos, fatiga, impotencia, irritabilidad, letargia, nerviosidad,
malestar general, parestesias y debilidad. Además, se describe problemas de
equilibrio postural y alteraciones de los nervios periféricos. Los trabajadores
expuestos a niveles altos de plomo muestran parálisis del nervio radial, debido a
disminución de la conducción del nervio y debilidad muscular (1).

Efectos renales

La severidad de la exposición al plomo se relaciona directamente con los efectos


en el riñón. Una exposición severa por un periodo breve se la asocia con
alteraciones reversibles de la función tubular proximal —glicosuria, aminoaciduria,
hiperfosfaturia (1). Sin embargo, exposiciones continuas o repetidas pueden
conducir a nefropatía crónica (nefritis intersticial), que es generalmente irreversible
No se conoce el nivel mínimo de plomo que causa esta complicación, pero varias
comunicaciones indican >60 µg/dL (1). Tampoco existe alguna prueba de
diagnóstico de daño renal temprano. Pero, para evaluar la condición renal se
emplea la creatinina en sangre y la prueba de la depuración de la creatinina.
Algunos estudios encuentran un aumento acelerado de la creatinina o disminución
de la depuración de la creatinina cuando los niveles de plomo en la sangre son
<60 µg/dL (25,26). Los efectos del plomo en ocasiones anteriores, por ejemplo
durante la infancia, pueden favorecer la disminución de la función renal o la
progresión a la fase crónica. En niños, los efectos renales de la intoxicación aguda
parecen reversibles y la recuperación ocurre generalmente dentro de los dos
meses de tratamiento (27). El tratamiento parece que previene la progresión de la
nefropatía aguda a nefritis intersticial crónica (28). La enfermedad renal puede
mantenerse asintomática hasta sus estadios tardíos, a menos que se la descubra
mediante pruebas de laboratorio.

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La exposición al plomo también puede causar hipertensión arterial de origen renal.
Con la disminución de la función renal, la excreción de ácido úrico disminuye, lo
que determina hiperuricemia y síntomas de gota. Un estudio determinó que más
de la mitad de los pacientes que sufría de nefropatía relacionada con plomo
presentaba síntomas de gota (29). Los pacientes con este tipo de gota presentan
ataques menos frecuentes que los que sufren de la gota clásica. Este tipo de gota
puede ocurrir en mujeres de edad reproductiva, lo que es raro en la gota
clásica (30). Los casos de gota por intoxicación por plomo afectan al riñón más
frecuentemente y la complicación es más severa que en los casos de gota
clásica (31).

Anemia

La presencia del plomo disminuye la producción del núcleo heme, lo que afecta la
habilidad del organismo de producir hemoglobina. El plomo inhibe la dehidratasa
del ácido d-amino levulínico y la actividad de la ferrochelatasa. La ferrochelatasa
cataliza la inserción del hierro a la protoporfirina IX y es muy sensible al efecto del
plomo. Con la disminución de la actividad de esta enzima aumenta la
protoporfirina del glóbulo rojo. En presencia del plomo, aumenta el ácido d-amino
levulínico, en sangre y plasma, así como la protoporfirina libre (1). Se estima que un
nivel de plomo en sangre de 50 µg/dL en adultos con exposición ocupacional y de
alrededor de 40 µg/dL en niños, representan el umbral de anemia, aunque otros
estudios en niños sugieren un umbral más bajo (25 µg/dL) (1). La determinación de
protoporfirina en eritrocitos no es una prueba suficientemente sensitiva como para
usarla en el despistaje de intoxicación por plomo, especialmente en niños (1).

El plomo puede causar dos tipos de anemia, a menudo acompañadas con


inclusiones basófilas de los eritrocitos jóvenes. Una exposición severa aguda se
asocia con anemia hemolítica. La anemia no es una manifestación temprana de la
intoxicación con plomo; solo se hace evidente con exposiciones altas y
prolongadas(1). En casos de exposición crónica, el plomo produce anemia, porque
interfiere con la síntesis del núcleo heme y disminuye el promedio de vida de los

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eritrocitos. La anemia es hipocrómica y normocítica o microcítica asociada a
reticulocitosis. La alteración de la síntesis del núcleo heme también afecta otros
procesos biológicos del sistema nervioso, renal, endocrino y hepático (1).

En niños existe una correlación inversa entre los niveles de plomo en la sangre y
los niveles de vitamina D. El plomo previene la conversión de la vitamina D a 1,
24-dihidroxivitamina D. Esta hormona, que mantiene el equilibrio del calcio
intracelular y extracelular, además puede limitar el crecimiento, maduración y
desarrollo de los huesos y dientes. Estos efectos son evidentes en casos de
exposición crónica con niveles sanguíneos elevados (62 µg/dL) y desnutrición
crónica, especialmente relacionada a deficiencia de calcio, fósforo y vitamina D (32).

En casos severos de envenenamiento, los niños o adultos pueden quejarse de


cólicos severos, que pueden ser considerados equivocadamente como apendicitis
o abdomen agudo.

Efectos cardiovasculares

La hipertensión arterial está relaciona con varios factores de riesgo; estos factores
incluyen la edad, peso corporal, dieta y actividad física. La exposición al plomo
puede ser otro factor que contribuye al desarrollo de la hipertensión. Aunque la
exposición a niveles bajos o moderados de plomo (nivel sanguíneo <30 µg/dL)
solo muestra una relación mínima, los niveles más elevados, generalmente
relacionados a contactos ocupacionales, aumentan el riesgo de hipertensión
arterial y enfermedad cerebrovascular. Comparados con los controles, los adultos
que sufrieron de envenenamiento con plomo durante la infancia tienen un riesgo
mayor de hipertensión(33). Esta asociación también ha sido encontrada en estudios
de población con niveles de plomo en sangre <30 µg/dL (34). Se estima que la
intoxicación con plomo causa hasta el 2% de casos de hipertensión arterial (1).

Sistema reproductor

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La exposición al plomo causa disminución de la cuenta total y aumento en la
proporción de espermatozoides anormales. Los efectos comienzan con niveles de
alrededor de 40 µg/dL. La exposición crónica, aparte del efecto de una exposición
aguda, también disminuye la concentración, cuenta total y motilidad de los
espermatozoides (35). Se desconoce la duración de estos efectos nocivos, después
que cesa la exposición al plomo.

No se conoce con certeza si el plomo a niveles bajos afecta el resultado de los


embarazos. Pero, existe una asociación clara entre la exposición a nivel
ocupacional y las consecuencias en el embarazo. Algunos estudios, que
comparan a mujeres embarazadas con niveles sanguíneos más elevados de
plomo que viven cerca de fundiciones con otras que viven lejos, muestran
aumento de la frecuencia de abortos espontáneos (39) , muertes fetales (40) y partos
prematuros (41,42). Pero no todos los estudios encuentran esta asociación (43).

Durante el embarazo, el plomo entra libremente al compartimiento fetal, por lo que


afecta la viabilidad fetal y el desarrollo del niño durante la vida extrauterina. Aún
con niveles sanguíneos bajos (14 µg/dL), la exposición al plomo puede aumentar
el riesgo de partos prematuros y de recién nacidos con peso menor que el
esperado. Un estudio encontró una asociación del plomo con anomalías
congénitas, como testículos no descendidos y complicaciones de la piel (44). Pero,
no se ha demostrado anomalías congénitas mayores relacionadas con el
plomo (40).

La proporción de niños con problemas de aprendizaje es mayor en los hijos de


padres que fueron expuestos al plomo durante su infancia.

Evaluación diagnóstica

Los clínicos pueden identificar a los individuos expuestos a niveles peligrosos de


plomo, antes que se produzcan síntomas de intoxicación severa. El
reconocimiento de un individuo puede facilitar la identificación de muchos otros
que sufren de la misma exposición. El Departamento de Salud de la cuidad de

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Chicago recomienda pruebas de sangre para plomo cada 6 meses en todos los
niños. Estas pruebas las comienzan entre los 6 y 9 meses de edad, con la
identificación del tipo de riesgo de envenenamiento que el niño presenta. Se debe
averiguar el origen del agua que toman, el tipo de tubería que tienen, la condición
de los animales caseros (también son afectados), posible exposición familiar (tipo
de trabajo), uso de remedios caseros, la posibilidad de que la casa tenga pinturas
con plomo, remodelación de las viviendas, ocupación familiar en el domicilio, uso
de cerámica e historia de familiares intoxicados.

La intoxicación es más seria en niños menores de 6 años. Se debe evaluar a todo


niño con problemas del desarrollo, de conducta, dificultades de pronunciación o
que pueden haber sido expuestos, y también a sus hermanos, compañeros de
casa y de juego. Se puede instruir a la comunidad de estos riesgos y a los padres
durante el embarazo.

El examen físico debe incluir evaluación de cambios de conducta y de los


sistemas neurológico, hematológico, cardiovascular (presión arterial),
gastrointestinal y renal.

Se debe evaluar en los niños el progreso de la audición, pronunciación y


momentos claves del desarrollo. Como la deficiencia de calcio y hierro facilitan la
absorción del plomo y agravan la pica, es muy importante evaluar el estado
nutricional. Existe una continuación de signos y síntomas relacionados con los
niveles y la duración de la exposición. La susceptibilidad de los individuos varía,
por lo que el inicio de los síntomas también puede variar. La disminución de
habilidades puede ocurrir con niveles entre 10 y 15 µg/dL; los síntomas de
intoxicación ocurren entre los 35 y 50 µg/dL en niños y 40-60 µg/dL en adultos; y,
la toxicidad severa, entre los ≥70 µg/dL en niños y ≥100 µg/dL en adultos.

Algunas de las alteraciones sanguíneas pueden también presentarse en otras


enfermedades. En casos de anemia microcítica, si el nivel del plomo en sangre es
<25 µg/dL, la anemia se debe a deficiencia de hierro o a una hemoglobinopatía.
Existen dos enfermedades raras (porfiria aguda intermitente y coproporfiria), que
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también resultan de alteraciones del núcleo heme (como la intoxicación con
plomo). Algunas personas con intoxicación con plomo solo son tratadas por
neuropatía periférica o por el síndrome carpal, lo que pospone un tratamiento
adecuado. Cuando se demora el diagnóstico de intoxicación con plomo, los
síntomas abdominales pueden ser considerados como abdomen agudo y llevar al
paciente al quirófano.

Laboratorio

La determinación de plomo en sangre venosa es la prueba que representa mejor


la severidad de la exposición reciente y crónica a este metal. Pero, en individuos
con exposición muy severa o crónica, el nivel en la prueba en sangre venosa no
representa la cantidad total de plomo en su organismo. La mayor parte del plomo
se almacena en los huesos, por lo que el individuo puede presentar niveles
normales en la sangre. Los individuos con niveles elevados de plomo en sangre
requieren un hemograma completo, hemoglobina, hematocrito y determinación de
hierro y ferritina.

Cuando un individuo ha tragado joyas, peso de cortinas, residuos de pintura que


contienen plomo, las radiografías de abdomen pueden mostrar la presencia de
cuerpos extraños en el tracto digestivo. En niños, las radiografías de huesos
largos pueden mostrar las líneas de plomo —líneas de mayor densidad en las
metáfisis de crecimient. Ésta no es una prueba que se utiliza para el diagnóstico,
pero su presencia indica exposición crónica.

Tratamiento

En general, en casos de intoxicación por plomo, lo más importante es remover la


fuente de la intoxicación. En los EE UU, los departamentos locales de salud
pública están involucrados con estos procesos. Sus trabajadores de salud tienen
la experiencia para identificar productos caseros que pueden ser la fuente de la
contaminación, proveen la educación familiar, ofrecen centros de referencia,
tratamiento y seguimiento.

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Quelación

En individuos con niveles de plomo sanguíneos elevados, los agentes quelantes


se unen al plomo en la sangre, facilitando su eliminación por la bilis y orina, lo que
reduce la cantidad total de plomo en el cuerpo y sus efectos tóxicos. No se
recomienda estos agentes para personas con niveles de plomo <45 µg/dL. En las
personas con exposición alta al plomo y cuyos niveles sanguíneos son bajos,
tampoco se usa estos agentes, porque el riesgo de movilizar el plomo es más
severo que los beneficios del tratamiento. En estos casos, se recomienda una
dieta rica en calcio, para evitar que su deficiencia movilice el plomo de los huesos.

Para este tratamiento, se recomienda edetato disodio cálcico (versenato de calcio


disódico, CaNa2EDTA). Otros productos incluyen al dimercaprol (British
antilewisite, 2,3-dimercaptro-propanol), d-penicilamina (cuprimina, 3-mercapto-D-
valina) y Succimer (Chemet, ácido meso-2,3-dimercaptosuccínico). En niños, se
debe evitar el ácido etileno diamino tetraacético disódico (Na 2EDTA), porque
puede causar hipocalcemia y paro cardiaco fatal (46). Los individuos que reciben
este tratamiento no deben regresar a su domicilio ni los adultos a su trabajo, hasta
que se descubra y se elimine la fuente de contaminación. Así también se identifica
otros individuos afectados que requieren tratamiento y se evita un daño mayor en
la comunidad. La solución no es fácil, sobre todo para personas pobres, quienes
no tienen otro lugar donde vivir o dependen del trabajo para su subsistencia.

Como conclusión podemos decir que, en los últimos 20 años, en los EE UU, la
proporción de niños con niveles de plomo en sangre de ≥10 µg/dL ha bajado más
de 80%, después de la eliminación del plomo de la gasolina, de la soldadura de
plomo en latas que contienen alimentos y en las pinturas y otros productos de
consumo. Ahora, son raras las muertes o los casos de niños con síntomas debidos
a la intoxicación con plomo (47). La dedicación de todos los sectores envueltos en la
eliminación de este problema ha dado resultados.

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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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