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El Capital

Un Libro que quiere cambiar al Mundo


Espinoza Arias Ailyn Lupita

Introducción
La gran obra de Karl Marx “El Capital” publicado por primera vez en
Hamburgo en 1867 compuesto de tres volúmenes, de los cuales solo el
primer volumen fue escrito completamente por Marx, el segundo y tercer
volúmenes fueron publicados por su colega Friedrich Engels en 1885 y 1894
respectivamente, después de la muerte del autor en 1883 usando como
guía los fragmentos de escritos que había dejado el autor.

Este escrito hace una crítica a la economía política como él mismo expresa,
convirtiéndola así en una investigación teórica, porque sin lugar a dudas
hay algo que impera y domina en nuestra sociedad de forma bastante
abstracta, que es el capitalismo.

Marx al darse cuenta de esto no deja pasar la situación por inadvertida,


descubriendo elementos estructurales que componen la sociedad
capitalista, incluyendo los efectos adversos que esto ocasiona al hombre,
creando así una labor histórica que hasta nuestros días sigue en lucha.

Este ensayo es un minucioso análisis y reflexión de esta obra, siguiendo los


planteamientos que fueron expuestos a lo largo del libro y la lectura
complementaria de Heinrich, pero sobre todo resaltando temas como la
acumulación originaria, la mercancía y sus tipos de valores, el trabajo, la
fetichización, el dinero y la valorización.

Por supuesto contemplando y desglosando cada uno de los subtemas


tratando que sea claro y concreto, encontrando respuestas con las
experiencias políticas, económicas e históricas explícitamente
diversificadas en esta obra.
Acumulación Originaria y Despojo
La acumulación originaria es el proceso histórico mediante el cual se
separan a los trabajadores de sus medios de trabajo para que estos no
tengan más que vender su fuerza de trabajo, este proceso abarca toda la
historia de la sociedad burguesa sin la cual no se hubiera disuelto el modo
feudal de producción.
Esta misma sociedad burguesa, en su economía política haciendo
referencia a Adam Smith y a David Ricardo la acumulacion originaria no las
explica de forma anecdótica diciendo que “En tiempos muy remotos
había, por un lado, una elite diligente, y por el otro una pandilla de vagos y
holgazanes. Ocurrió así que los primeros acumularon riqueza y los últimos
terminaron por no tener nada que vender excepto su pellejo. Y de este
pecado original arranca la pobreza de la gran masa […] y la riqueza de unos
pocos, que crece continuamente aunque sus poseedores hayan dejado de
trabajar hace mucho tiempo” (Marx 1988, 891-892).
Esta fábula burguesa no tiene para nada algún tipo de sustento histórico o
empírico, pero claro que sirve de justificación para el hecho de que
grandes masas trabajadoras vivan en la pobreza y en la explotación,
mientras que la riqueza de cada vez menos personas va en aumento.
La relación del capital supone la escisión entre los trabajadores y las
propiedades esenciales sobre las condiciones para la realización del
trabajo, es decir, que para que haya capitalismo se necesita que existan
trabajadores que no tengan nadamas que su fuerza de trabajo y además
que coexistan los propietarios de los medios de trabajo.
Marx nos dice que la historia de la acumulación está marcada por
momentos donde a grandes masas humanas se les son arrancados de
forma violenta y súbita sus medios de producción y subsistencia.
Este proceso convierte a estas grandes masas en proletarios, los cuales son
integrados al mercado de trabajo como supuestos “individuos libres”, por
ello la base fundamental de la acumulación originaria son la expropiación,
que despoja a los trabajadores de su tierras y medios de producción.
El proceso de despojo sucede de distintas maneras en cada país y en
distintos tiempos, osea que depende del contexto epocal. Marx toma de
ejemplo a Inglaterra afirmando que ahí se retoman en su forma clásica.
Marx nos cuenta que desde finales del siglo XIV y hasta finales del siglo
XVII en Inglaterra prácticamente había desaparecido la servidumbre, la
mayoría de la población se dedicaban a ser campesinos independientes
que cultivaban sus propias tierras.
Si existía el trabajo asalariado pero no era como lo conocemos
actualmente, no era una relación de producción, si no qué consistía en que
los trabajadores, como ya lo dije antes, cultivaban en sus propias tierras y
que usaban su tiempo libre para trabajar en las tierras de algún
arrendatario a cambio de un pago. Estos mismos trabajadores recibian
beneficios de la tierra comunal, en la cual pastoreaban a su ganado y
recogían leña.
Durante el auge de la manufactura de las telas de lana llevó al aumento de
los precios de este material, haciendo que los señores feudales convirtieran
las tierras comunales en praderas las cuales requieren menos trabajadores
y las volvía más redituables. No importó que los mismos principios jurídicos
feudales, que brindaban garantías tanto a los señores feudales como a los
trabajadores fueran revocados.
Los antiguos campesinos fueron expropiados y despojados de sus tierras
que por generaciones fueron su medio de sustento, hubo reyes que
intentaron defender a los trabajadores de los señores feudales pero todos
sus intentos fueron en vano.
La historia oficial no dice que esto constituye la historia de la liberación de
los siervos, pero de lo único que fueron “liberados” fue de sus medios de
vida y producción, fueron arrojados al mercado de trabajo como
proletarios.
Mercancía, sus valores y trabajos

Marx comienza haciendo un análisis de las mercancías, haciendo la


conceptualización del primer término de mercancía. “La mercancía es, en
primer lugar, un objeto exterior, una cosa que merced a sus propiedades
satisface necesidades humanas del tipo que fueran” (Marx 1975, 43). En
primera instancia nos dice que la mercancía no es más que un bien
puramente material, creado con el propósito de satisfacer necesidades
cualesquiera, necesidades que primeramente son deseos, mismos que se
convierten en necesidades.
Pero, ¿cómo es que se producen estas mercancías?. Por medio del trabajo
por supuesto, Marx establece el trabajo como la esencia del hombre
puesto que este lo ha creado y lo ha hecho subsistir voluntaria y
conscientemente, esta misma esencia como ya lo había mencionado es la
que se encarga de producir las mercancías, mismas que se pueden
intercambiar ya que cuentan con la propiedad de un “valor”.
El autor concibe que “el valor de una mercancía se determina por la
cantidad de trabajo gastada en su producción[…]en la producción de una
mercancía, sólo utiliza el tiempo de trabajo promedialmente necesario, o
tiempo de trabajo socialmente necesario.” (Marx 1975,48). Dando entender
que el valor está sujeto al tiempo de trabajo invertido en la producción,
pero condicionado a lo que la sociedad concibe como necesario.
En este punto Marx hace una dicotomía teórica de las mercancías en
cuestión del “valor”, separándolo en dos propiedades que son el valor de
uso y el valor de cambio.
El valor de uso está determinado por dos factores principales, la función de
la mercancía (concepto abstracto) y la materialización de las riquezas, que
por este medio se propician los intercambios, en este valor se encuentran
cualidades de las mercancías, como la utilidad, es decir para qué sirve, la
materialidad, que es como y de qué está hecha y su historicidad, es decir
cómo ha ido evolucionando el producto en cuanto a su utilidad y
materialidad.
El valor de cambio es donde podemos encontrar la “magia” del
capitalismo, como su mismo nombre lo dice, es una propiedad
cuantitativa que establece el mercado en el que se pueden intercambiar
dos mercancías en una proporción determinada, lo que las hace
equiparables, por opuestos o diferentes que sean sus valores de uso, esto
quiere decir que se pueden intercambiar valores de uso de un tipo
diferente.
Pero, ¿qué pasaría si abstraemos el valor de uso a las mercancías?, sólo nos
queda la propiedad de ser producto de la fuerza de trabajo, al que se le
hace de nuevo una dicotomía, teniendo como resultado el trabajo
concreto y el trabajo abstracto que se encuentran orgánicamente
vinculados al valor de uso y al valor.
En el trabajo concreto es donde se generan los bienes que componen la
riqueza material, Marx lo comprende como concreto ya que para producir
estos valores de uso se necesita reunir materia prima, herramientas y
habilidades específicas y determinadas con un fin preciso, creando así el
valor de uso de la mercancía.
El trabajo abstracto es por otro lado el gasto de fuerza de trabajo humano
en general que es independiente a su forma concreta, este trabajo es el
que crea la el valor de las mercancías, cualquiera que sean las condiciones
sociales que existan, implica un desgaste de fuerza de trabajo (desgaste
físico), siendo la mercancía la vía principal, sin contacto o separado
completamente del valor de producción, por eso su esencia abstracta, ya
que no es real para la mercancía final.
La Fetichización
Marx nos habla sobre los enigmas y misterios que se presentan en un
análisis de la mercancía: Para llegar a su investigación sobre el fetichismo
planteó lo siguiente; “A primera vista, una mercancía parece una cosa
evidente, trivial. Pero su análisis demuestra que es una cosa muy compleja,
llena de sutilezas metafísicas y argucias teológicas. En tanto que valor de
uso, no hay nada misterioso en ella [...] Pero en cuanto se presenta como
mercancía, se transforma en una cosa sensiblemente suprasensible” (Marx,
1975, 87).
Lo que Marx intentaba decir, era que la mercancía en tanto el valor es
exclusivamente social, recordando que para que algo sea una mercancía
debe ser un valor de uso para alguien distinto de quien lo produce y ese
producto debe llegar de productor a consumidor por medio de un
intercambio.
Esto significa que la mercancía tiene dos momentos, el momento de
producción y el momento de intercambio. Por ello el trabajo que produce
mercancías se realiza por separado de los demás trabajos y su carácter
social no es manifestado sino hasta el momento del intercambio, siendo
así que no se manifiesta como un trabajo social sino una relación social
entre objetos.
La igualdad de los trabajos concretos consiste en una abstracción de su
desigualdad que sucede durante el intercambio pero nos dice que "Al
equiparar entre sí en el cambio como valores sus productos heterogéneos,
equiparan recíprocamente sus diversos trabajos como trabajo humano. No
lo saben pero lo hacen” (Marx, 1975, 90).
La abstracción es algo objetivo y real, pero no es para nada consciente,
porque sin saberlo durante el intercambio se el trabajo lo que lo hace ser
trabajo determinado y concreto, quedando solamente de forma abstracta
y humana el trabajo útil. Esto se convierte en una realidad porque es la
única manera en la que se pueden equiparar y comparar mercancías.
Al participar en el mercado, en el intercambio de mercancías, estamos
haciendo una abstracción, lo hacemos de forma totalmente inconsciente,
¡NO LO SABEMOS PERO LO ESTAMOS HACIENDO!, porque es inevitable
que en la cotidianidad vivir en el nivel concreto que se representa.
El Dinero
Las mercancías no se intercambian por sí solas, para que el intercambio
suceda debe de haber una relación social de al menos dos personas cuya
voluntad reside en los objetos y con suma voluntad se apropian de la
mercancía ajena al enajenar la suya, o sea dejan de ser dueños de sus
propias mercancías para volverse dueños de las mercancías de alguien
más. Es un proceso en el que ambas partes se reconocen mutuamente
como propietarios privados
Marx nos dice que quien lleva la mercancía al mercado, esta no posee
ningún valor uso, solo posee el valor de ser un valor de cambio, lo que
significa que no quiere ser un consumidor solo busca hacer un
intercambio de mercancías por alguna que si quiera consumir.
Así el intercambio de mercancías consiste en la mutua y voluntaria
enajenación de las mercancías por parte del individuo. Ambos individuos
quieren enajenar una mercancía para que quien la tiene no sea un valor de
uso pero sí lo es para quien lo va a recibir, o se “no valores de uso” para el
dueño pero “si valores de uso” para otros y se hace una relación de valores.
Marx dice que solo un acto social puede convertir a una mercancía
determinada en el equivalente general, la forma equivalente socialmente
vigente. Esta mercancía adapta, mediante este proceso social, la forma del
dinero. La transformación de los productos de trabajo en mercancía es
necesario el desdoblamiento de mercancía en mercancía y dinero.
Esto desarrolla una antítesis entre el valor de uso y el valor, antítesis que
empieza en el intercambio, pero teniendo la necesidad de darle una
expresión exterior la lleva a hacer la manifestación del dinero. Marx nos
dice que a distinción de muchos de sus colegas antecesores, el
intercambio no surge dentro de la comunidad, sino entre comunidades,
pero la proporción del intercambio no se seguían las leyes del valor, esa
impredecible, es decir que en los intercambio el fin no era encontrar cosas
del mismo valor para intercambiar, sino obtener cosas que no se podían
obtener fácilmente o bien mejorar relaciones entre comunidades.
Con el paso del tiempo el intercambio se vuelve un proceso social bastante
regular, ante estos ciertos productos se empieza a producir dentro de la
comunidad con vista hacia el intercambio.
Este desarrollo lleva poco a poco se vaya solidificando la antítesis del los
valores, el tráfico en el que los poseedores de mercancías comparaban sus
mercancías con otras siendo así una forma de determinar sus valores, pero
no surge sino hasta que existe una que permitirá a todos comprar los
valores.
Marx tiene claro que las sociedades no comenzaron con el trueque y así
llegaron al dinero, pero la construcción del concepto del dinero requiere
conceptos abstractos como el valor de uso, el valor de cambio, el valor y la
forma singular del valor. La aparición del dinero es la que permite este
desarrollo lógico, es decir que el dinero es la condición material histórica
necesaria para poder concebir el concepto de valor.
Marx dice que la forma que toma el dinero es un hecho fortuito, pero que
hay elementos de una sociedad particular que podrían hacer que una o
otra mercancía sea considerada dinero. Una posibilidad es que sea
mercancía que se obtenga del exterior, en el intercambio de otra sociedad.
Esta mercancía llega a la sociedad teniendo un valor de cambio, por lo que
ya cuenta con ventaja como equivalente general.
Al crecer el intercambio con más y más sociedades, hace que se expanda
el mercado, siendo así que el equivalente general (dinero) tiende a tomar
forma de metales preciosos. Lo que hace que los metales sean óptimos
para ser equivalente general (dinero) es que son materiales cuyas
propiedades en las que se pueden hacer porciones de la misma cualidad
de manera homogénea y que son completamente divisibles.
Con la forma del dinero en metal precioso aparece su primera función que
es ser la primera manifestación del valor de las mercancías, ser una
expresión social de las magnitudes de valor de estas. El desarrollo del
concepto de intercambio lleva a la construcción del concepto del dinero.
Plusvalor y el Dinero convertido en Capital
Marx nos plante que no todo el dinero es capital y para explicar esto va a
partir de la circulación simple a la que había llamado “metamorfosis de las
mercancías” (forma simple)
M-D-M
Ejemplo: alguien llega al mercado con una mercancía haciendo el
intercambio con dinero (M) y luego usa el dinero (D) para adquirir otra
mercancía mediante la compra (M).
Le llama metamorfosis por que el valor que se mantiene cambia de forma
de valor de uso, va pasando, siendo primero una mercancía luego se
convierte en dinero y de nuevo una mercancía.
Por otro lado, viéndolo desde el punto de vista de la circulación es el dinero
en cuanto al capital hace la “metamorfosis” de forma distinta (forma
capitalista)
D-M-D
Este llega como dinero (D), se convierte en mercancía (M) y de nuevo
regresa a ser dinero (D) mediante la venta. Pero si ambas formas están
compuestas por compra-venta.
La única razón por las que las personas participan en la circulación
capitalista aportando dinero para obtener dinero final, es por que en la
suma final existe una mayor suma por que hay un cambio en el valor.
Marx en esta forma capitalista omite este punto en su fórmula de la forma
capitalista que después no representa con una apóstrofe
D-M-D’
Esta apóstrofe indica que la segunda suma de dinero es igual a la primera
más un incremento y este incremento se llama plusvalor.
La circulación capitalista no tiene el objetivo de obtener valores de uso
distintos a los que ya se tienen, sino de incrementar el valor del dinero con
el que se llega o en otras palabras de valorizarlo y al pasar el dinero por
este proceso de valorización se transforma en capital. El capital no es más
que el dinero que pasa por el proceso de valorización.
¿Pero qué pasa con el dinero incrementado (plusvalor)?. El dinero
incrementado vuelve a entrar a la circulación capitalista para hacer una
cadena sin fin de aumentos a la plusvalía.
Referencias

Heinrich, M. (2008). Crítica de la economía política (Primera ed.). Escolar y

Mayo.

Marx, K. (1975). El Capital (Vol. 1). Siglo XXI.

Marx, K. (1975). El Capital (Vol. 3). Siglo XXI.

Tamaro, E. (2004). Karl Marx. El capital. Biografias y Vidas .com.

https://www.biografiasyvidas.com/monografia/marx/capital.htm

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