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UNIVERSIDAD PRIVADA ANTENOR ORREGO

ESCUELA DE POST GRADO

ENSAYO SOBRE DOGMÁTIVA PENAL

 ALUMNO : ALEMÁN NEVADO CARLOS EMILIO

 DOCENTE : DR. LOYOLA FLORIAN MANUEL

 CURSO : METODOLOGIA DE LA CINCIA PENAL

Chiclayo, 2021
REFLEXIONES SOBRE LA DOGMATICA JURIDICA PENAL, METODOS Y
EVOLUCION HISTORICA.

1. INTRODUCCION

Para dar inicio al tratamiento de la Dogmática Penal, debemos partir en considerar al


derecho penal como una ciencia, cuyas disciplinas que la componen tienen como
objeto común el estudio de la criminalidad Por consiguiente tanto la Criminología, el
Derecho Penal sustantivo, Procesal Penal, la Política Criminal entre otros conforman
un Sistema Penal, en donde todos los subsistemas trabajan en la búsqueda de un
tratamiento adecuado para enfrentar el fenómeno de la criminalidad. El maestro
Zafaroni concibe al derecho penal como “La rama del saber jurídico que, mediante la
interpretación de leyes penales, proponen a los jueces un sistema orientador de
decisiones que contiene y reduce el poder punitivo, para impulsar el progreso del
estado constitucional de derecho”1

Bajo esa premisa, el Derecho penal, al igual que toda ciencia necesita de un método,
siendo para esta ciencia jurídica, el método de la dogmática penal, cuya función
consiste en averiguar cómo está regulado un supuesto de hecho concreto por el
derecho penal. Con dicho método se busca obtener soluciones coherentes y
racionales a los conflictos sociales que se producen de los delitos. En palabras del
profesor alemán, Claus Roxin: La dogmática penal es la disciplina que se ocupa de
la interpretación, sistematización y elaboración y desarrollo de las disposiciones
legales y las opiniones de la doctrina científica en el campo del derecho penal.2

Se logra entender que el método dogmático busca realizar el análisis del contenido
normativo, descomponiéndolo analíticamente en elementos, logrando obtener o
construir una teoría o sistema que fundamente las bases del Derecho penal con el fin
de obtener un sistema integral de justicia penal. En otros términos, consiste en
elaborar las construcciones respectivas de las diferentes instituciones que integran el
derecho penal.

2. DESARROLLO

Antes de desarrollar la evolución histórica o revolución científica dada a través de la


dogmática penal, debo señalar la importancia que tiene ésta en nuestro sistema de
justicia. Relevancia que considero no tiene algún margen de cuestionamiento, me
refiero a su utilidad; no obstante debo aceptar que cuando uno toma las primeras
clases de Derecho Penal, considera que sus conceptos son de sencilla ejecución; es
decir te encuentras con un Código Penal que establece conductas que ante su
comisión o configuración son objetos de una sanción penal, eso hace concebir que la
labor judicial en materia penal resulta tan fácil, que no necesitarías de otros
preceptos, conceptos, dogmas, o estudios científicos, creyendo erróneamente que lo
establecido en el código penal es suficiente para impartir justicia. Pues que tan difícil
resulta un caso donde Juan mata a Pedro, o donde dos sujetos roban a una persona.
Sin embargo, ahora, sin duda no podría sostener ese argumento, pues qué pasaría
si Juan mata a Pedro, creyendo que mataba a Julio su peor enemigo, o si los sujetos
que iban a robar no concretaron el hecho, por una circunstancias ajenas a su
voluntad; tendríamos que desarrollar conceptos como error de tipo, tentativa;
estudiar los supuestos objetivos y subjetivos de cada tipo penal, cómo determinar
los grados de participación delictiva, cómo eximir responsabilidad ante un estado de
justificación o de necesidad; como determinar correctamente los presupuestos de
1
Zaffaroni, Eugenio; “Derecho penal. Parte general”, Buenos Aires. Editorial Ediar,año 2000, pag.4
2
Roxin, Claus. Derecho penal, parte general, t I. Segunda ed. Civitas, Madrid 1997, pag 7.
una legítima defensa, bajo que título de imputación debe responder el sujeto que
interviene en la comisión de un delito especial o de infracción de deber. La ausencia
de dolo en una conducta excluye el tipo penal, o constituye una conducta típica,
antijurídica pero no culpable, el tratamiento de concurrencia de culpas en delitos
culposos; podría continuar una lista inmensa de temas; sí justamente de todos estos
temas mencionados es que la dogmáticamente penal ha permito acuñar conceptos o
dogmas que han servido de orientadores para la resolución de los casos concretos al
momento de administrar justicia en materia penal.

Los preceptos y dogmas que se obtienen a través de la dogmática penal contribuyen


en la labor judicial, otorgando seguridad jurídica ante resoluciones judiciales
previsibles. Resultando oportuno citar a Gimbernat Ordeig quien afirma sobre la
dogmática penal que “(…) si no se conocen los límites de un tipo penal, si no se ha
establecido dogmáticamente su alcance, la punición o impunidad de una conducta no
será la actividad ordenada y meticulosa que debería ser, sino una cuestión de lotería.
Y cuanto menor sea el desarrollo dogmático, más la lotería, hasta llegar a la más
caótica y anárquica aplicación de un derecho penal del que por no haber sido objeto
de un estudio sistemático y científico, se desconoce su alcance y su límite”3

La dogmática penal sirve para garantizar mejores resultados al momento de resolver


un caso en concreto, si bien en el desarrollo de las teorías del delito y de la pena, las
distintas corrientes han desarrollado sus propios preceptos u opiniones científicas
sobre ciertas instituciones del Derecho Penal, una superando a la anterior u
oponiéndose; la adopción de dichas teorías por parte de nuestro sistema de justicia
ha contribuido a garantizar una correcta imposición de sanciones de naturaleza
penal, y efectuar un corrector control del poder punitivo que ostenta el Estado.

La dogmática jurídico penal tiene como labor analizar el tipo penal en determinados
ámbitos, a fin de someterlo a evaluación con la conducta humana catalogada como
ilícita, cada componente o dogma asume una función de conformidad al derecho
positivo, y a partir de soluciones universales o generales se busca dar vigencia
efectiva a cada caso en concreto que sea objeto de interpretación por el aplicador de
la norma penal. Cada conocimiento científico aprobado o dogma, así como su
discusión y relevancia ha estado sujeta al tiempo y espacio en que cada sociedad lo
ha requerido. Es decir ha existido y existe una constante revolución científica
encargada del actualizar, descubrir o consolidad los dogmas penales que sirven para
efectuar una correcta aplicación de la norma penal en su conjunto.

Con la Dogmática penal se alcanzó el estudio de las teorías del delito, teoría que
resulta ser de aplicación a la ley penal, permitiendo establecer un orden para
plantear y resolver los problemas de aplicación de la ley penal, mediante el método
analítico se separa los distintos problemas en niveles o categorías jurídicas que
serán objeto de estudio lográndose obtener un postulado de aplicación racional de la
ley, lo cual le otorga su legitimación. En los próximos párrafos procederé a realizar
un resumen de la evolución histórica de la dogmática penal, desde los postulados de
la escuela Clásica hasta los modernos dogmas de la escuela funcionalista.

El CAUSALISMO, planteo lograr una secuencia en el análisis de la acción delictiva,


la cual quedo constituida en categorías, estas serían la tipicidad, antijuricidad y
culpabilidad. Esta teoría tomó como punto referente a la ley existente, lo
eminentemente normativo, excluyendo valoraciones morales, psicológicas, filosóficas
o axiológicas. La línea de pensamiento del causalismo propuso una separación entre

3
Gimbernat Ordeig “¿tiene futuro la dogmática jurídico penal? Estudios de Derecho Penal, 3° ed.
Tecnos,Madrid 1990, pag. 158.
la política criminal y la dogmatica jurídico penal. El propulsor más importante de esta
teoría fue Von Lizt, quien distinguía entre derecho penal (dogmática) que estudia el
delito como ente jurídico, y la política criminal, que ve el delito como fenómeno
individual y social en su aspecto real.

Los filtros para la configuración del delito establecidos por los causalistas fueron la
tipicidad, antijuricidad y culpabilidad, donde se fijó que todo lo objetivo se situaría en
el injusto, esto es tipicidad y antijuricidad; y lo subjetivo en la culpabilidad. La
tipicidad era una respuesta normativa positiva. El tipo hace referencia a las
descripciones delictivas establecidas en la parte especial del Código Penal. Luego
que la conducta era considerada como típica, debía analizarse su adecuación a la
antijuricidad, o por el contrario si es que el supuesto factico presenta alguna causa
de justificación, si hubiera existido el injusto se torna no punible, pero si no existiere,
se pasa al último filtro denominado culpabilidad, donde se analizaba la relación
psicológica del autor con el hecho, la misma que podía ser excluida cuando el autor
se encontrase frente a un error invencible o alguna causal de exculpabilidad.

El concepto de acción para el causalismo era naturalista o mecánico, consistente en


movimiento corporal que generaba una alteración en el mundo externo. Sin embargo
los causalistas partían de que cada una de las condiciones deben ser considerados
como causas para el hecho concreto, dando a luz a la teoría de la equivalencia de
las condiciones, en la cual se establece como postulado que, un resultado es
causado por una acción si esta no puede ser suprimida mentalmente sin que aquel
desaparezca. Con este si un sujeto vende un cuchillo a una persona, quien decide
matar a su esposa, el vendedor, el fabricador del cuchillo y todos los que hicieron
posible la existencia del arma debían ser responsables del mencionado homicidio.
Criterio que sin duda fue objeto de fuerte crítica para esa teoría, al igual que en los
delitos de omisión, dicha teoría causalista no podía dar respuesta a su configuración
a través de su sistema tripartita del delito, mismos problemas presentaba para
resolver los delitos imprudentes.

El FINALISMO, con su máximo representante Hans Welzel, desarrollo un sistema


donde se enfoca mucho en el elemento subjetivo, al que lo llamo desvalor de la
acción. La acción es ejercicio de actividad final que comprender anticipar los fines
perseguidos, la elección de los medios adecuados y la consideración de los efectos
de conformidad a los medios elegidos. El finalismo, sustente su teoría en que el ser
humano, atendiendo a su saber causal, puede preveer, dentro de determinados
límites, las consecuencias posibles de su conducta, fijarse fines diversos y dirigir su
actividad conforme a un plan. El dolo a diferencia de los causalista, estaría en la
acción final, es decir el dolo pasa a la tipicidad. Este cambio de concepción del
aspecto subjetivo, tiene gran implicancia práctica, pues con la teoría causalista la
conducta carente de voluntad que genere un daño, resulta ser típica y antijurídica
mas no culpable; sin embargo para los finalistas esta conducta es atípica, es decir no
hay comisión del injusto penal, lo que conllevaría a que no se tenga que discutir el
pago de una reparación civil por el resultado.

La corriente finalista establece que el error sobre el dolo se llamará error de tipo,
distinguiendo error de tipo y error de prohibición. Siendo que en este último se niega
la conciencia de antijuricidad, donde se introducen los conceptos de evitabilidad e
inevitabilidad. La participación solo es posible en el hecho doloso, no hay
participación delictiva en los delitos culposos. Autor será quien tenga el dominio del
hecho, el injusto personal manifiesta el valor de la acción el cual debe estar
relacionado de forma casual. La culpabilidad estará compuesta por la imputabilidad y
conciencia de la antijuricidad, aceptándose la no exigibilidad de otra conducta, dicha
culpabilidad resulta ser sinónimo de reproche, y lo que se reprocha es que siendo
libre, y pudiéndose determinar o actuar conforme a ley, no lo hizo.

Al igual que en el casualismo, el finalismo presenta cierta debilidades en algunas


concepciones que ha tratado, como lo es los intentos realizados para aclarar la
punibilidad de la acción imprudente, pero no lo han conseguido, puesto que el autor
imprudente no dirige directamente el curso causal hacia el resultado obtenido y sin
embargo es sancionado. Tampoco el injusto de los delitos de omisión puede
entenderse como una acción final, puesto que el autor de un delito de omisión no
dirige el curso causal hacia el resultado producido, sino que simplemente no
interviene en el desarrollo de un acontecimiento causal que independiente de él. Sin
embargo no podemos dejar de reconocer que la teoría finalista obtuvo un progreso
esencial y significativo respecto del sistema clásico del delito, eliminando problemas
que ella presentaba. Sentando que el injusto del hecho no depende solamente de
elementos objetivos, sino también de predisposición de un fin del autor, es decir del
elemento subjetivo denominado dolo.

El FUNCIONALISMO, a mi entender resulta ser una corriente de naturaleza practica


que intenta dar mejores soluciones a problemas concretos del derecho penal. Separa
lo que es importante de lo que no lo es y centralmente adecuar el derecho penal a la
política criminal. Se evidenciara notoriamente que no busca continuar con las
discusiones de las escuelas anteriores, no discutirá a profundidad sobre la
naturaleza de la acción, desarrolla la teoría de imputación objetiva con un carácter de
práctica aplicación sobre los casos judiciales, y busca responder sobre la utilidad o
fin de la pena. Tiene como máximos exponente a Roxin a quien se le cataloga como
propulsor de un funcionalismo moderado y al profesor Jacobs de concebir conceptos
y dogmas de un funcionalismo radical. Para Roxin, el sistema penal solo puede ser
de un tipo político criminal, pues los elementos de la teoría del delito se orientan a los
fines del derecho penal. Incorpora intereses de política criminal a los principios
normativos de la determinación del merecimiento de pena y su ejecución.

Roxin, plasma a la acción como exteriorización de la personalidad, el


comportamiento resulta ser la relación del agente consciente y físicamente libre con
el mundo exterior manejando procesos causales. Para Jakobs la acción sería la
causación de un resultado evitable, mientras que la omisión resulta ser la no
evitación evitable del resultado. El delito para Jacobs quiebra la vigencia de la norma,
ante la existencia de una comunicación defectuosa, una desautorización de la norma
o falta de fidelidad a la misma. La norma resulta ser una expectativa social
institucionalizada; no obstante la sociedad aceptara ciertos riesgos que son propios
de su funcionamiento, y que estos estarán excluidos del reproche penal. El sistema
de la teoría del delito para Roxin se fundamenta en la función social del derecho
penal y de la pena y se construye basándose en decisiones valorativas y de política
criminal. Su idea fundamental es que la estructura del injusto se construye de
acuerdo con la función que tiene encomendada el derecho penal, y por su parte la
culpabilidad se basa en el fin de la pena.

Para Jacobs el delito viola la confianza en la norma y la pena restablece la confianza


en la norma, tornando el concepto del delito eminentemente normativo. Otro aspecto
importante de la teoría que desarrolla Jacobs es sobre el cuestionamiento que realiza
a la teoría del bien jurídico protegido, pues considera que lo que hace el derecho
penal es proteger la vigencia de la norma y no proteger bienes jurídicos. Respecto a
este apartado, debo señalar que lo sostenido por el pensamiento de Jacobs resulta
acertado y de aplicación práctica, pues en la realidad se ha demostrado que el
derecho penal, no protege bienes jurídicos como tal, pues su intervención se efectúa
cuando estos bienes jurídicos ya han sido afectados o vulnerados, y lo que hace el
derecho penal es revestir de vigencia la norma que ordena proteger esos bienes
jurídicos. Finalmente sobre la culpabilidad, Roxin sostiene que es la realización del
injusto a pesar de la capacidad de reacción normativa; por su parte Jacobs dice que
la culpabilidad es ser infiel al derecho. Observándose que Jacobs se aparta de
sistema clásico de la teoría del delito y funda la culpabilidad en la prevención general
positiva.

El funcionalismo busca adecuar la dogmática en general y los fines del derecho


penal y de las penas a las necesidades sociales de su empleo, procurando con
criterio dogmático cerrar la brecha entre el derecho penal y la política criminal. El
funcionalismo es la teoría que ha conseguido el progresivo proceso de
normativización, dejando el concepto ontológico a un concepto normativo. Resulta
imprescindible destacar que la corriente funcionalista ha logrado desarrollar con buen
atino la teoría de imputación objetiva, teoría que busca establecer correctamente el
nexo entre acción y resultado para lograr una correcta imputación, debiendo existir
entre la acción del autor y el resultado acaecido, además de una relación de
causalidad, una de adecuación, del fin de protección y una relación de realización.
Con ayuda de estos criterios normativos adicionales quedan fuera, como casos en
los que el resultado no es imputable objetivamente, en especial, situaciones en que
el autor solamente ha disminuido el riesgo, o simplemente ha desencadenado
riesgos generales de la vida, o aquellos supuestos en los que directamente, por
principio, la creación del peligro de producción del resultado no puede ser
desaprobada por diversas razones normativas. Dogmáticamente se han desarrollado
criterios de imputación objetiva como la creación de un riesgo permitido, el principio
de confianza, prohibición de regreso, acción de propio riesgo o competencia de la
víctima.

Dada la naturaleza de este trabajo, he intentado destacar la relevancia de la


dogmática penal, su función y su evolución histórica, que sin duda quedan muchos
aspectos por tratar. Pero me es pertinente reflexionar sobre, que tan importante
resultaría efectuar o desarrollar un contenido dogmático, pero de forma local, es decir
partiendo del tiempo y espacio en que se desarrolla nuestro sistema, no hay duda
que casi la mayoría o por no decir todas las teorías que hoy son de aplicación por
nuestros operadores judiciales son de origen europeo y sobre todo de Alemania para
ser más específicos. Dichos criterios se han aplicado en nuestro país y se vienen
aplicando, la aceptación de uno u otro dogma puede marcar la resolución de un caso
concreto, es decir resulta evidencia la consecuencia aplicar uno u otro. Sin embargo
no debemos olvidarnos que la formación de cada concepto o dogma que se forma,
parte o se construye de acuerdo a un marco sociopolítico y económico del país o del
continente donde se encuentre los dogmáticos. Pues por ejemplo los criterios para
establecer el filtro de culpabilidad, en la actual teoría funcionalista, basta con el
establecer si ha existido un desmerecimiento o haber sido infiel a la norma en
palabras de Jacobs, pero en una país como el nuestro, multicultural o muy
estratificado resulta cuestionable aplicar esos criterio normativos a todos por igual.

3. CONCLUSIONES

1. La dogmática penal ha demostrado ser el método de investigación jurídico del


Derecho penal, que permite analizar, interpretar y constituir los dogmas que serán de
aplicación al momento de resolver un caso en concreto, permitiendo de esta manera
a los operadores jurídicos efectuar decisiones correctas.

2. Los dogmas o teorías que se obtiene de las constantes investigaciones a través de


dogmática penal, sirven para entender al derecho penal en su conjunto, y darle valor
a cada uno de los elementos que se necesitan para realizar una correcta imputación,
consiguiéndose de esa forma resoluciones judiciales previsibles, que otorguen
seguridad jurídica a los ciudadanos, así como evitar que se efectúen interpretaciones
arbitrarias, o impidiendo que el poder punitivo del Estado sea dictatorial.

3. Qué, debería plantearse el desarrollo de teorías o dogmas emergentes de nuestra


realidad social, que contribuyan a interpretar nuestra normativa penal de forma más
directa y humana de acuerdo a las necesidades que esta manifieste. Debiendo partir
que la norma debe ser el reflejo de nuestra sociedad, donde la exigencia de esta y su
cumplimiento reflejen expectativas sociales atendiendo a la estratificación de nuestro
país.

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