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Diseño y diagramación:
Editorial Metropolitana
CAPÍTULO I
EL DERECHO CONCURSAL: CONCEPTO Y
EVOLUCIÓN HISTORICA
A) La responsabilidad
patrimonial ...........................................................19
B) Incumplimiento e
insolvencia .............................................................20
C) Ejecución individual y ejecucion
colectiva ..........................................21
CAPÍTULO II
APUNTE HISTÓRICO DE LOS
PROCEDIMIENTOS CONCURSALES
A) Derecho
Romano ...............................................................................23
B) Derecho
Intermedio ...........................................................................25
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C) Derecho
moderno ..............................................................................26
CAPÍTULO III
DERECHO CONCURSAL EN CHILE
CAPÍTULO IV
OBJETIVOS QUE TUVO EN CUENTA EL LEGISLADOR
PARA CAMBIAR EL DERECHO CONCURSAL CHILENO
CAPÍTULO V
PRINCIPIOS FORMATIVOS DE LA LEY Nº 20.720
CAPÍTULO VI
LOS ÓRGANOS EN LOS PROCEDIMIENTOS CONCURSALES
sección segunda
suPerintendencia de insoLvencia y reemPrendimiento ..........................51 sección
tercera
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Curso de dereCho ConCursal
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sección Quinta
eL veedor ...............................................................................................55
sección sexta
eL LiQuidador ........................................................................................59
CAPÍTULO VII
PROCEDIMIENTOS CONCURSALES DE
REORGANIZACIÓN JUDICIAL
A) Introducción.......................................................................................63
B) Inicio del
procedimiento .....................................................................64
Protección financiera
concursal ................................................................67
CAPÍTULO VIII
ACUERDOS DE REORGANIZACIÓN JUDICIAL
CAPÍTULO X
EFECTOS DE LA RESOLUCIÓN DE LIQUIDACIÓN
A) Desasimiento (Art.
130) ...................................................................105
B) Fijación de derechos de acreedores (Art.
134) ...................................107
C) Suspensión de ejecuciones individuales (Art.
135) ............................108
D) Exigibilidad y reajustabilidad de obligaciones
(Art.136) ...................108
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Curso de dereCho ConCursal
CAPÍTULO XI
INCAUTACIÓN E INVENTARIO DE BIENES
A.-
Concepto .........................................................................................113
B.- Acta de incautación (Art.
164) .........................................................113
C.- Inventario (Art.
165) .......................................................................114
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D.- Agregación al expediente del acta y su publicación (Art.
166) .........114
CAPÍTULO XII
DETERMINACIÓN DEL PASIVO: VERIFICACIÓN DE CRÉDITOS
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CAPÍTULO XIII
LAS JUNTAS DE ACREEDORES EN LOS PROCEDIMIENTOS
CONCURSALES DE LIQUIDACIÓN
CAPÍTULO XIV
REALIZACIÓN DE LOS BIENES DE LA EMPRESA DEUDORA
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Curso de dereCho ConCursal
CAPÍTULO XV
CONTINUACIÓN DE LAS ACTIVIDADES ECONÓMICAS
Aspectos
Generales ........................................................................................137
A.- Continuación provisional de las actividades económicas (Art.
232) .......138
B.- Continuación definitiva de las actividades económicas (Art.
232) ..........138
CAPÍTULO XVI
PAGO DEL PASIVO
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Curso de dereCho ConCursal
CAPÍTULO XVII
TÉRMINO DEL PROCEDIMIENTO CONCURSAL
DE LIQUIDACIÓN
CAPÍTULO XVIII
PROCEDIMIENTOS CONCURSALES DE LA PERSONA DEUDORA
A.- Introducción....................................................................................147
CAPÍTULO XIX
PROCEDIMIENTO CONCURSAL DE LIQUIDACIÓN
DE LOS BIENES DE LA PERSONA DEUDORA
CAPÍTULO XX
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CAPÍTULO XXI
LAS ACCIONES REVOCATORIAS CONCURSALES
CAPÍTULO XXII
EL ARBITRAJE CONCURSAL
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CAPÍTULO XXIII
LA INSOLVENCIA TRANSFRONTERIZA
A.-Introducción.....................................................................................187
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Curso de dereCho ConCursal
CAPÍTULO XXIV
DELITOS CONCURSALES
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PRÓLOGO
Hace ya tres años que nuestra legislación dejo atrás el antiguo estatuto
que regulaba los procedimientos concursales, específicamente la quiebra.
La nueva legislación conocida como, “Reorganización y Liquidación de
Empresas y Personas”, ha tenido un tiempo de maduración y puesta en
práctica, marcando un hito en nuestro país, al permitir que las personas
deudoras, mediante procedimientos ad hoc a ellas, puedan reorganizar sus
deudas y liquidar su patrimonio. Ello también ocurre para el concepto de
empresa deudora, el cual, mediante la incorporación del nuevo
procedimiento de reorganización ha permitido evitar, que las empresas
viables, caigan en lo que antiguamente era considerado como la quiebra.
El Manual que ponemos a disposición de alumnos, abogados no
especializados en la materia y, el público en general, tiene como objetivo,
servir de material complementario a las clases de derecho concursal en las
distintas universidades de nuestro país, y ser un apoyo práctico en el
desarrollo del ejercicio profesional.
Los autores han hecho un esfuerzo por reunir sus clases dictadas en
diversas universidades, en la primera edición de este manual, que hoy ve la
luz y que estamos seguros será una herramienta de enseñanza de gran
utilidad para todos los alumnos de las escuelas de derecho de nuestro país.
Este se encuentra organizado en XXIV capítulos de acuerdo con la
siguiente estructura:
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Editorial Metropolitana – 17
• Los dos primeros capítulos nos introducen en la historia de los
procedimientos concursales, desde Roma hasta nuestros días;
• En los siguientes capítulos (del III al XXII) los autores realizan una completa
revisión de los aspectos relevantes en el sistema jurídico chileno, pasando por
los procedimientos de insolvencia y liquidación de bienes del deudor, la
figura de la continuidad económica de la empresa, sus principios inspiradores
y efectos para la empresa en quiebra; las acciones revocatorias concursales; el
arbitraje concursal, y finalmente,
• Dos capítulos novedosos en estas materias (XXIII y XXIV), como son, una
breve referencia a la insolvencia transfronteriza y los delitos concursales.
Finalmente, recomendamos este recurso académico para aquellos
estudiantes que se inicien en el aprendizaje de los procedimientos
concursales, así como también, para quienes deseen actualizar de forma
general, sus conocimientos en estas materias.
16 – Editorial Metropolitana
PRIMERA PARTE
CAPÍTULO I EL
DERECHO
CONCURSAL:
CONCEPTO Y EVOLUCIÓN HISTÓRICA
A) LA rESPOnSABiLiDAD PAtriMOniAL
Toda obligación comprende, como elementos separados, la deuda y
la responsabilidad. La deuda indica solamente el deber de realizar la
prestación. La responsabilidad es la sujeción al poder coercitivo del
acreedor.
En el derecho antiguo, las obligaciones nacían únicamente de los
delitos. La deuda era el deber del autor de un delito de pagar una
compensación pecuniaria. La responsabilidad, en cambio, era la
posibilidad que el demandante de esa compensación y los miembros de
su clan familiar tenían de agredir al deudor, en virtud de la pérdida de la
paz. Cuando, más adelante, las obligaciones nacen también de los
contratos, la distinción entre deuda y responsabilidad aparece más
acentuada: la deuda es el deber de una persona que ha prometido hacer o
pagar algo; la responsabilidad, entendida en el sentido de sumisión al
poder jurídico del acreedor, no nace sino en virtud de un acto formal por
Editorial Metropolitana – 21
el que se constituye un objeto de responsabilidad, que se crea por la
dación de un rehén o de una prenda.
Idéntica distinción se aplica en el Derecho romano, contraponiendo
las ideas de debitum y de obligatio: el obligatus no es la persona que
debe, sino la
persona entregada como rehén para asegurar que será cumplido el
debitum. Pero, mientras que el debitum puede constituirse mediante una
simple promesa o pacto, la obligatio sólo nace si se especifica a través de
un acto formal (nexum, sponsio, etc.).
La distinción entre deuda y responsabilidad, como elementos
conceptuales distintos, se ha mantenido en la terminología jurídica de
todos los países. Tal distinción, en sede teórica, es clara en nuestro
Código Civil (v. Art. 2465 del cumplimiento de las obligaciones
responde el deudor con todos sus bienes presentes y futuros).
El concepto de responsabilidad patrimonial tiene un gran significado
para el Derecho concursal. El fundamental principio de la
responsabilidad patrimonial universal por deudas se encuentra formulado
en nuestro Ordenamiento en el Art. 2465 del C.C. Y, ello implica una
sujeción del patrimonio del deudor: si la prestación objeto de la
obligación no cumple, el perjudicado puede agredir el patrimonio del
deudor para obtener la satisfacción de la obligación no cumplida o por
equivalente.
B) incuMPLiMiEntO E inSOLvEnciA
Si el deudor no satisface la deuda, se produce el incumplimiento,
situación que se refiere a una relación concreta.
La insolvencia es una situación de carácter económico con
relevancia jurídica. La insolvencia no es una situación en la que están
presentes un acreedor y un deudor en una relación crediticia, sino la
situación en la que se encuentra un deudor en relación con su patrimonio,
como consecuencia de la cual, de una parte, le es imposible llevar a cabo
el débito y, de otra, adolece de una insuficiencia patrimonial para
proporcionar el equivalente para la satisfacción debida al acreedor con
objeto de hacer frente a la responsabilidad.
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Más el problema de la insolvencia es el de cómo se comprueba. A
veces, se manifiesta por la indicación del contenido patrimonial de
determinadas
Curso de dereCho ConCursal
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que se da cuando existe una pluralidad de obligaciones que pesan sobre
la totalidad del patrimonio del deudor, insuficiente para satisfacer los
derechos que ostenta generalmente una pluralidad de acreedores. En esta
última situación, el procedimiento de las ejecuciones aislada significaría
necesariamente, para algunos acreedores, la imposibilidad de satisfacer
su derecho de crédito, mientras que otros (los más astutos o veloces,
audaces o próximos al afecto del deudor común) percibirían
íntegramente sus créditos.
Una elemental exigencia de justicia impone en estos casos una
organización de defensa de los acreedores, como colectividad, mediante
el establecimiento de una normativa especial; el Derecho concursal (con-
currere: correr conjuntamente). Al estímulo individual o egoísta propio
del sistema de las ejecuciones aisladas se opone un principio de equidad;
el régimen del azar o del favor debe sustituirse por el de comunidad de
pérdidas y el tratamiento paritario (par condicio) de todos los acreedores,
cuando el patrimonio del deudor no basta para satisfacer a todos ellos
íntegramente sus créditos.
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CAPÍTULO II
APUNTE HISTÓRICO DE
LOS PROCEDIMIENTOS CONCURSALES
A) DErEchO rOMAnO
En Roma, en el procedimiento ejecutivo más antiguo, el acreedor
insatisfecho podía proceder, mediante autorización del magistrado,
contra la persona del deudor (manus injectio), a quien podía matar,
mantener en esclavitud (servi loco) o vender como esclavo en el
extranjero (Venditio trans Tiberium); concurriendo varios acreedores, la
Ley Decenviral de la Tabla III permitía, si nadie ofrecía rescate por el
deudor durante un plazo cierto, la división del deudor (partes secanto) en
tantos pedazos cuanto acreedores hubiera. En defensa del deudor podía
intervenir un tercero (vindex), liberándolo de la manus injectio,
contrayendo la obligación de indemnizar al acreedor y resarciéndole
inmediatamente del importe de la deuda.
Con la Lex Poetelia Papiria (313 o 326 a.C.) comienza a suavizarse
paulatinamente la crueldad de la institución anterior hasta la
transformación del procedimiento ejecutivo de personal en real (non
corpus debitoris, sed bona obnoxia). Surgen así dos procedimientos
complementarios: la missio in bona, por la que el pretor designaba una
persona (curator bonorum) a instancia de los demás acreedores para que
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tomara posesión del patrimonio del deudor, con objeto de asegurar su
guarda o conservación; transcurrido un determinado plazo, tenía lugar la
bonorum venditio sub hasta, por la que se nombraba magíster a un
acreedor, cuya misión era la de vender la totalidad de los bienes del
deudor al mejor postor (bonorum emptor), quien era considerado
ficticiamente sucesor universal de aquél, cobra los créditos del deudor y
paga sus deudas hasta donde alcance la cantidad fijada como precio de
venta. El deudor sufría una capitis deminutio ( pérdida de los derechos
civiles), acarreándole la infamia.
Más adelante, en la época de Trajano, se crea el procedimiento de la
bonorum distractio para evitar lo gravoso del procedimiento anterior y
favorecer a ciertos deudores (senadores, locos, impúberes o pródigos)
con objeto de sustraerlos del carácter infamante del procedimiento
anterior. A través de este último, la sucesión universal se sustituye por la
venta de los bienes individualmente o al detalle por un curator, sin
injerencia de la autoridad y sin la formalidad de la pública subasta, pero
bajo la vigilancia de los acreedores. El precio recabado se dividía entre
los acreedores en proporción de sus créditos, teniendo en cuenta el
derecho de preferencia de cada uno.
Mediante la Lex Julia (17 a.C.) la nota infamante puede eludirla ya
cualquier deudor, recurriendo a la cessio bonorum, presentándose ante el
magistrado y declarando en forma solemne que ponía sus bienes a
disposición de los acreedores, haciendo cesión de ellos en pago de sus
créditos. Se le concede un trato más benévolo al deudor, permitiéndosele
incluso retener parte de los bienes de su patrimonio para hacer frente a
sus propias necesidades económicas, el llamado beneficium
competentiae.
El Derecho justinianeo1 introduce el pignus judicati causa captum,
por el que el pretor ordenaba la venta de los bienes muebles secuestrados
al deudor, afirmándose de modo definitivo el carácter patrimonial del
procedimiento ejecutivo romano y presentándose como una propia venta
judicial.
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En el Derecho en Roma, pues, el procedimiento de ejecución
universal tuvo siempre una naturaleza fundamentalmente privada y
penal. La actuación de la autoridad era secundaria y casi limitada a los
efectos penales.
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B) DErEchO intErMEDiO
Durante la Edad Media (476 d.C.) se forman dos corrientes jurídicas
que desembocan en otros tantos sistemas de ejecución universal: por una
parte, la que se presenta como continuadora del Derecho romano y que
concibe la ejecución por los acreedores sólo como ejercicio de la
autoayuda, no teniendo el juez otra misión que la de asistirles en sus
peticiones para la efectividad de sus derechos. Por otra, la representada
por el Derecho visigodo que tiende a colocar la colectividad de
acreedores y el ejercicio de sus derechos bajo la continua dirección de la
autoridad judicial. Se parte de la base de que el quebrado es un
defraudador (decoctor ergo fraudator) y al Estado corresponde la
represión de la quiebra como hecho ilícito, surgiendo así la naturaleza
pública del procedimiento.
Con la palabra decoctio (conocimiento, aniquilación) se designaba
en la Edad Media el estado del comerciante incapaz de cumplir sus
compromisos. El nombre de bancarrota tiene su origen en Italia, porque
los comerciantes solían solventar sus obligaciones contando el dinero a
la vista de sus acreedores, sentado sobre un banco en la plaza pública;
cuando el comerciante se encontraba ante la imposibilidad de hacer
frente a sus obligaciones, rompía el banco en señal de protesta y como
medida simbólica, punitiva e infamante. Las palabras faillite y
fallimento, con que se designaban, respectivamente, en Francia y en
Italia a la quiebra, tiene su fundamento porque la manifestación externa
de la situación de insolvencia se revelaba con frecuencia en dos de los
actos más típicos que el deudor ejecuta encontrándose en tal estado: el
engaño para sorprender la buena fe de los que con él contratan, y
conservar así el crédito, y la ocultación o fuga para sustraerse a la
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persecución de sus acreedores. Nuestro vocablo “quiebra” se acercaba
más a la realidad porque la institución se caracteriza por implicar un
quebrantamiento, una paralización o torcimiento de la marcha normal de
la actividad mercantil.
En esta época el procedimiento del concurso se aplicaba
indistintamente a toda clase de deudores, comerciantes o no, como se
pone de manifiesto en el Derecho estatutario italiano (Siena, Venecia,
Padua, Génova, Bolonia, etc.) y persiste una tremenda severidad contra
la persona del deudor común.
El ius mercatorurn despliega así su más despiadado rigor en relación con
el comerciante cuando éste cae en estado de quiebra. La grave represión
penal y las consecuencias infamantes para su persona testimonian hasta
qué punto y a qué precio la clase mercantil quiere adquirir y conservar el
crédito y gozar de la confianza de los mercados. La quiebra satisface las
exigencias de autodisciplina interna en la clase mercantil. El
procedimiento de quiebra tiene una finalidad reparadora del daño social
y una finalidad restitutoria: se introduce derogando el principio prioritas
tempore, la par condictio creditorum. La prueba de fraude, requerida por
el Derecho romano, se sustituye por la presunción de fraude.
En España el primer cuerpo legal que en cierta forma regula la
institución concursal es el Código de las Siete Partidas. 2 Así, en la
Partida V del Código alfonsino se regulan instituciones tan
características de la quiebra como la cesión de bienes a los acreedores, el
convenio preventivo extrajudicial, la graduación de los créditos, la
formación de la mayoría y de la masa, la fuga del deudor, etc. Con
precedencia, en el Fuero Juzgo, en el Fuero Real y en diversas Leyes de
Cortes, existían ciertas referencias concursales, centradas casi
fundamentalmente en aspectos penales.
c) DErEchO MODErnO
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Los principios acabados de exponer se difundieron rápidamente por
Francia a través de los intensos contactos entre los mercaderes en las
ferias, y de ahí se extendieron a Inglaterra y a los Países Bajos. No
aconteció lo propio en Alemania en donde ejerció una extraordinaria
influencia el libro del autor español Francisco Salgado de Somoza,
Labyrinthus creditorum concurrentium ad litem per debitorem
communem inter illos causatam (Lyon, 1651). Esta obra constituye el
primer tratado sistemático que sobre la quiebra se publicó en el mundo.
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3 Las Ordenanzas de Bilbao de 1737 rigieron en Chile hasta la dictación del decreto ley sobre
juicio ejecutivo del año 1837
30 – Editorial Metropolitana
Con la publicación del Código de Comercio español de 1829, se
confirma la distinción entre comerciantes y no comerciantes, para
someter al procedimiento de quiebra sólo a los primeros, y se establece
la separación de los aspectos sustantivos y procesales de la quiebra, aun
cuando no de forma tajante.
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CAPÍTULO III
DERECHO CONCURSAL EN CHILE
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El Código Civil trató del pago con beneficio de competencia, de la
cesión de bienes, de la prelación de créditos y de la acción pauliana.
En el año 1865 se dicta el Código de Comercio, que en su Libro IV
reglamenta las quiebras. El Código de Comercio, especialmente el Libro
IV De las Quiebras, recibe fuerte influencia no sólo del Código de
Comercio francés de 1808, sino que también del Código de Comercio
español de 1829.
El Art. 1325 del Código de Comercio francés define la quiebra como
“el estado del comerciante que cesa en el pago de sus obligaciones
mercantiles”. Los redactores de este cuerpo legal eran proclives al
concepto restringido de la cesación de pagos, influenciados por la
doctrina y jurisprudencia francesa a la sazón.
Por último, el Art.1356 establecía que “los juzgados de comercio
sólo podrán hacer de oficio la declaración de quiebra cuando el deudor
se fugare u ocultare, dejando cerrados sus escritorios y almacenes y sin
haber nombrado persona que administre sus negocios y dé cumplimiento
a sus obligaciones”4.
En esta materia el Código de Comercio chileno se inspiró –por no
decir copió- en el Código de Comercio francés según el texto de 1808.
Al Código siguió la ley del 23 de junio de 1868 que abolió la prisión
por deudas (bajo el imperio del Código, en la misma sentencia de
apertura debía ordenarse el arresto preventivo del cesante).
Otra revolución en nuestro derecho concursal se suscitó con la
dictación en 1902 del Código de Procedimiento Civil, que vino a
modificar aun las reglas procesales concursales contenidas en el Código
de Comercio. El Título XVI del Libro III del Código de Procedimiento
Civil, “De los Procedimientos de las Quiebras”, vino a reglamentar el
proceso respectivo y a modificar y complementar las normas del Código
de Comercio.
34 – Editorial Metropolitana
En vista de los adelantos del derecho concursal y a los vicios que
provocaba la legislación pertinente, vino en Chile la dictación de la Ley
N° 4.558, de
Curso de dereCho ConCursal
Editorial Metropolitana – 35
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En 2005, se dictaron las leyes N° 20.004 y N° 20.073 que modifica
la derogada Ley de Quiebras, cuyo objetivo es obtener el fortalecimiento
de la transparencia en la administración privada de las quiebras y de la
labor de los síndicos y otorgar mayores facultades fiscalizadoras a la
Superintendencia de Quiebras. Esta ley reglamenta con mayor
especificidad los ámbitos de competencia de los síndicos privados de
quiebra, su forma de designación, sus honorarios, incompatibilidades y
otorga mayores facultades fiscalizadoras y sancionatorias a la
Superintendencia. También, en el mismo año se publicó la Ley 20.080,
publicada el 24 de noviembre de 2005, que incorporó la Ley N° 18.175
en el Libro IV del Código de Comercio.
Finalmente, en el Diario Oficial el 9 de enero de 2014 se publicó la
Ley N° 20.720 denominada Ley de insolvencia y reemprendimiento,
para entrar en vigencia nueve meses después, o sea, el 10 de octubre de
2014, estableciendo un cambio transcendental en el derecho concursal
chileno. Esta Ley reemplaza el régimen de quiebra contenida en la Ley
18.175 que se encontraba incorporada al Libro IV del Código de
Comercio.
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CAPÍTULO IV
OBJETÍVOS QUE TUVO EN CUENTA EL
LEGISLADOR PARA
CAMBIAR EL DERECHO CONCURSAL CHILENO
Editorial Metropolitana – 37
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algunos que las personas jurídicas de derecho privado (corporaciones y
fundaciones) quedaran fuera de la quiebra.
2.- Justicia especializada. Se considera la distribución preferente de
los procesos concursales a tribunales ordinarios de justicia especialmente
capacitados. Ello no implica crear nuevas judicaturas, sino establecer, tal
como se hizo en la ley que crea un sistema de responsabilidad de los
adolescentes por infracciones a la ley penal, una especialización efectiva
en materia de quiebras para un conjunto acotado de jueces civiles, que
tendrían competencia preferente para conocer de estas materias.
3.- creación del “Boletín concursal”. que será una plataforma
electrónica a cargo de la Superintendencia, sin costo para sus usuarios,
en la que se publicarán todas las resoluciones y actuaciones que se dicten
en los procedimientos concursales5.
4.- Establecimiento de un procedimiento de determinación del
pasivo. que comprende la verificación por acreedor ante el tribunal, una
instancia de objeción de créditos presentados y una arbitración de las
objeciones por parte del veedor o liquidador nombrado, el que genera
una nómina de créditos reconocidos y otra con los impugnados, con el
fin de que el tribunal resuelva en definitiva.
5.- creación de un procedimiento de arbitraje concursal de
carácter voluntario y destinado únicamente a empresas. Explicó que en
caso de que este procedimiento tenga por finalidad la reorganización,
requiere la subscripción de una carta de apoyo por la mayoría absoluta
de los acreedores, pero si tiene por objetivo la liquidación de la empresa,
necesita del voto conforme de los 2/3 del pasivo.
6.- creación de nuevos entes concursales: el veedor y el
liquidador. Con esta medida, se busca diferenciar perfiles,
correspondiéndole al veedor propender a acuerdos de reorganización y al
liquidador, la función de liquidar activos. Ambas funciones eran
cumplidas en la antigua ley por el sindico.
5 Se crea una nueva forma de notificación en los procedimientos concursales que la ley anterior no
contemplaba.
38 – Editorial Metropolitana
7.- nueva regulación para las acciones revocatorias concursales.
La anterior ley no establecía en forma clara quienes eran los sujetos que
tenían legitimación activa para deducir las acciones revocatorias y
tampoco si dichas acciones tenían que dirigirse contra el tercero que
contrató con el deudor, o contra ambos, o contra el síndico que
representaba al fallido. Además, la normativa que regulaba la fecha de
cesación de pagos (distinguía entre deudor comerciante
Curso de dereCho ConCursal
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fiscalizadora, y se entrega el nombramiento de su dirección al sistema de
Alta Dirección Pública6.
Con esta ley, el proceso de quiebra tendrá un profundo cambio en su
estructura: establecerá un mecanismo más ágil para no afectar en exceso
a las partes involucradas y facilitará la opción de reemprender tras un
fracaso.
El énfasis de la nueva ley está puesto en el reemprendimiento y en la
rehabilitación del deudor, teniendo siempre en consideración que el
emprendedor, que hoy tiene un problema de insolvencia, antes fue
alguien que generó riquezas, que generó empleos y que fue
contribuyente del Estado. Mientras más rápido esta persona pueda volver
a levantarse, y mientras menor sea el estigma que el sistema pone sobre
los hombros del deudor, más rápido podrá reemprender y convertirse
nuevamente en sujeto de crédito, en creador de riquezas, trabajo e
impuestos.
Además, en el procedimiento de liquidación, la persona deudora
podrá obtener el término legal del mismo en un período de menos de 8
meses, extinguiéndose los saldos insolutos de sus deudas y recuperando
la libre administración de sus bienes, entendiéndose rehabilitado para
todos los efectos legales.
La anterior ley derogada establecía que tanto empresas como
personas naturales se sujetaban a un mismo y único procedimiento. Pero
con la nueva ley 20.720 de Insolvencia y Reemprendimiento, se
establece un modo especial para las empresas y otra forma exclusiva
para las personas naturales. Además, como se dijo, busca erradicar la
palabra “quiebra” del vocabulario y reemplazarla por “liquidaciones o
reorganizaciones” cuando se trata de empresas y “renegociaciones” en
personas.
En este último caso, se crean dos nuevos procedimientos: uno que le
permite al deudor (persona natural) renegociar sus obligaciones con sus
acreedores; y otro que le da la facultad al individuo de liquidar sus
6 La anterior Superintendencioa de Quiebras se relacionaba con el Ejecutivo a través del
Ministerio de Justicia.
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bienes, pagando a los acreedores acorde a las normas legales establecidas
para el efecto.
Al no tratarse de un procedimiento judicial, sino que se trata de un
procedimiento administrativo ante la SIR. no se requiere de abogados.
La persona encontrará disponible en la Superintendencia los formularios
necesarios para iniciar el procedimiento adecuado, debiendo acompañar
el mismo ciertas declaraciones relativas a la identificación de sus
acreedores, sus bienes y sus ingresos.
El nuevo procedimiento de renegociación tiene por objeto ofrecer a
esta clase de personas un procedimiento administrativo y gratuito para
ayudar a lograr acuerdos con sus acreedores. Con esto se evita que el
deudor deba ir, uno a uno, ante sus diferentes acreedores para poder
renegociar su deuda, ofreciéndose un único foro coordinado de
discusión.
Curso de dereCho ConCursal
Editorial Metropolitana – 41
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condiciones de pago, sin poder hacer efectivas las cláusulas de
resolución o caducidad fundadas en el inicio del proceso. En todo caso,
cualquier interesado podrá objetar el listado de acreedores presentado
por el deudor, y este no podrá ejecutar actos ni contratos relativos a sus
bienes embargables que sean parte de la diligencia.
Una vez que todos los procedimientos legales hayan sido
terminados, se realizará una audiencia de determinación del pasivo y una
audiencia de renegociación, donde la Superintendencia actuará como
facilitadora y se propondrán y acordarán las nuevas condiciones que
regirán las relaciones entre los acreedores y el deudor.
Si no se llegare a acuerdo en esta audiencia, se procederá a una
audiencia de ejecución, en la cual la Superintendencia presentará una
propuesta de realización del activo del deudor y dos o más acreedores
que representen a lo menos el 50% del pasivo reconocido con derecho a
voto, o el 50% del pasivo contenido en la propuesta presentada por la
autoridad del área.
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CAPÍTULO V
PRINCIPIOS FORMATIVOS DE LA LEY Nº 20.720
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concurso, en la cual se le informa al Deudor acerca de la demanda
presentada en su contra y de los efectos de un eventual Procedimiento
Concursal de Liquidación.
3.- Preeminencia de la Función Jurisdiccional. - La ley mantiene la
intervención de los Tribunales Ordinarios de Justicia en materias
concursales, salvo claro está los concursos que se siguen ante el órgano
administrativo concursal (SIR)7.
4.- Justicia Especializada. - Se considera la distribución preferente de
los procesos concursales a tribunales ordinarios de justicia especialmente
capacitados. Ello no implica crear nuevas judicaturas, sino establecer, tal
como se hizo en la ley que crea un sistema de responsabilidad de los
adolescentes por infracciones a la ley penal, una especialización efectiva en
materia de quiebras para un conjunto acotado de jueces civiles, que tendrán
competencia preferente para conocer de estas materias. La ley optó por la
especialización por sobre la especialidad.
5.- Economía procesal y celeridad. - La ley contempla un conjunto de
audiencias verbales destinadas a conocer y resolver inmediatamente las
controversias que se suscitaren en el procedimiento. Así por ejemplo
podemos citar en el Procedimiento Concursal de Liquidación Forzosa,
entre otras, la Audiencia Inicial (Art. 120), Audiencia de Prueba (Art. 126),
Audiencia de Fallo (Art. 127); Audiencia para resolver Impugnaciones de
Créditos y Preferencias (Art.175) considera la distribución, entre otras.
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Curso de dereCho ConCursal
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c) PrOcEDiMiEntOS cOncurSALES
Diferenciados los tipos de deudores la Ley regula cuatro tipos
diferentes de procedimientos concursales:
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CAPÍTULO VI
LOS ÓRGANOS EN LOS PROCEDIMIENTOS
CONCURSALES
SEcción PriMErA
A) introducción
1.- introducción. - Antes de la publicación de la ley, el síndico era
quien representaba los intereses de los acreedores, en lo concerniente a la
quiebra, administraba el patrimonio del fallido y también representaba sus
derechos, en todo lo que tuviera interés en la masa.
Pronunciada la declaración de quiebra, al fallido se le privaba de la
administración de todos sus bienes, no perdía la propiedad de ellos, sino
sólo la facultad de disponer de los mismos. La administración de que era
privado el fallido pasaba de derecho al síndico.
Las personas legalmente investidas de síndicos, eran nombrados por
decreto expedido a través del Ministerio de Justicia y pasaban a integrar la
nómina que era publicada en el Diario Oficial.
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Dentro de las facultades que tenía el síndico podemos destacar:
• Incautar bajo inventario los bienes de la quiebra y administrarlos en
conformidad a la ley.
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SEcción SEGunDA
SuPErintEnDEnciA DE inSOLvEnciA y rEEMPrEnDiMiEntO
1.- concepto (Art. 331). - La SIR es una institución autónoma con
personalidad jurídica y patrimonio propios, que se relacionada con el
Presidente de la República a través del Ministerio de Economía,
Fomento y Turismo.
Un funcionario, con el título de Superintendente de Insolvencia y
Reemprendimiento, designado por el Presidente de la República es el
jefe superior del servicio (Art. 334).
2.- Funciones: (Art. 332 a 338). Entre las principales funciones
podemos señalar:
1) Le corresponde la supervigilancia y fiscalización de las
actuaciones de los Veedores, Liquidadores, Martilleros Concursales,
asesores económicos, administradores del giro y, en general, de toda
persona que por ley quede sujeta a la supervigilancia y fiscalización de
dicha institución.
2) Interpretar administrativamente las leyes, reglamentos y demás
normas que rigen a los fiscalizados, sin perjuicio de las facultades
jurisdiccionales que corresponde a los tribunales competentes.
3) Examinar los libros, documentos y contabilidad relativos a los
Procedimientos Concursales o a asesorías económicas de insolvencia.
4) Objetar las Cuentas Finales de Administración.
5) Actuar como interviniente en los procesos criminales respecto de
los delitos que cometiere el Veedor, Liquidador y demás entes
fiscalizados, interponiendo la querella respectiva ante el Juez de
Garantía competente.
6) Poner en conocimiento del tribunal de la causa o de la Junta de
Acreedores cualquier infracción o irregularidad que se observe en la
conducta de los fiscalizados.
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SEcción tErcErA
EL triBunAL DEL cOncurSO
Señalemos, en primer lugar, que para que los procedimientos
concursales produzcan los efectos que le son propios, se requiere la
intervención de un órgano jurisdiccional competente: el tribunal del
concurso.
Se considera la distribución preferente de los procesos concursales a
tribunales ordinarios de justicia especialmente capacitados. Ello no
implica crear nuevas judicaturas, sino establecer, tal como se hizo en la
ley que crea un sistema de responsabilidad de los adolescentes por
infracciones a la ley penal, una especialización efectiva en materia de
concursos para un conjunto acotado de jueces civiles, que tendrían
competencia preferente para conocer de estas materias.
Son competentes los juzgados de letras que correspondan al
domicilio del deudor para conocer los Procedimientos Concursales (art.
3°).
En las ciudades asiento de Corte la distribución se regirá por un auto
acordado dictado por la C. de Apelaciones respectiva, considerando
especialmente la radicación preferente de causas concursales en los
tribunales que cuenten con la capacitación sobre derecho concursal.
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SEcción cuArtA
LAS JuntAS DE AcrEEDOrES
Como consecuencia de un procedimiento concursal se origina la
formación de la llamada “masa de acreedores”. Se trata de una unión
virtual que se produce entre los acreedores del concurso, que permite que
la mayoría de ellos pueda imponer su criterio a la minoría. Los
acreedores se organizan en juntas o asambleas, en las cuales toman
decisiones propias de la competencia que se les atribuye por el
ordenamiento jurídico concursal
La junta de acreedores es el órgano donde los acreedores expresan su
voluntad en relación con sus intereses y con los fines del concurso. Es un
órgano creado por la ley para que cumpla ciertas y determinadas
funciones tendientes a alcanzar los fines del concurso.
Desde el punto de vista de su estructura, es un órgano colegiado. La
determinación de la voluntad del órgano resulta ser el producto de la
conjunción de las voluntades de los acreedores, en el número que señala
la ley y según las condiciones de representatividad que ésta establece.
La junta se reúne previa convocatoria, en la forma y términos legales.
La presencia de un número de acreedores es indispensable para que
la reunión tenga lugar. La asistencia debe ser además representativa del
pasivo comprometido en la quiebra. Las decisiones se adoptan por un
número de acreedores, representativa también del pasivo de la quiebra,
en algunos casos.
Es un órgano deliberante y resolutivo. El carácter deliberante se
concreta en los acuerdos que toma por las mayorías necesarias en cada
caso. Y, es un órgano resolutivo en cuanto a que sus decisiones las
impone a los demás órganos de la quiebra cuando ellas se han adoptado
legalmente.
La junta de acreedores expresa su voluntad por medio de “acuerdos”,
que se adoptan por los quórum establecidos en la ley. La expresión
acuerdos, en sentido estricto y legal, significa la resolución dictada por
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c) Prohibiciones
No podrán ser Veedores las siguientes personas:
i) Los que hayan sido condenados por crimen o simple delito.
ii) Funcionarios de la administración del Estado y los que ejerzan
cargos de elección popular.
iii) Los que tuvieren incapacidad física o mental para ejercer el cargo.
d) responsabilidad
La responsabilidad civil del Veedor alcanzará hasta la culpa levísima
(Art. 44 C.C., culpa o descuido levísimo es la falta de aquella esmerada
diligencia que un hombre juicioso emplea en la administración de sus
negocios importantes). Se persigue a través del juicio sumario.
A su vez, el Veedor que se concertare con el Deudor, con algún
acreedor o un tercero para proporcionarle alguna ventaja indebida o para
obtenerla para sí, será sancionado de conformidad a lo establecido en el
Párrafo 7 del Título IX del Libro Segundo del Código Penal (De las
defraudaciones).
e) Designación del veedor en los Procedimientos concursales
i) inhabilidades. - No podrán ser nominados o designados Veedores en
un Procedimiento Concursal de Reorganización:
1. Las personas relacionadas con el deudor.
2. Los deudores y acreedores del Deudor y terceros que tuvieren un
interés directo o indirecto en el respectivo procedimiento.
3. Los que tuvieren objetada su Cuenta Final de Administración en un
Procedimiento Concursal.
ii) nominación. -Para el inicio de los Procedimiento Concursales la em-
presa deudora deberá presentar una solicitud ante el tribunal
correspondiente a su domicilio, en dicha solicitud se propone una terna
de Veedores. Copia de este documento con el cargo del tribunal se
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CAPÍTULO VII
PROCEDIMIENTOS CONCURSALES
DE REORGANIZACIÓN JUDICIAL
A) intrODucción
.- Ámbito de aplicación (Art. 54). - El Procedimiento Concursal de
Reorganización sólo es aplicable a la Empresa Deudora que también la
ley se refiere a ella como Deudor, con el objeto que puedan proponer a
sus acreedores distintas fórmulas de reestructuración de sus pasivos y
activos para propender al pago de sus deudas. Esta proposición es
analizada por los acreedores en junta quienes la aprobaran si es viable o
la rechazarán, caso en el cual se dará inicio al Procedimiento Concursal
de Liquidación.
Recordemos que el Art. 2 Nº 13 entiende por Empresa Deudora: a)
Personas jurídicas privadas, con o sin fines de lucro: sociedades,
empresas individuales de responsabilidad limitada, fundaciones y
corporaciones; b) Persona natural contribuyente de primera
categoría de la Ley de la renta del Art.42, n°1) y c)Persona natural
contribuyente de la segunda categoría de la Ley de la renta del Art.
42, nº 2): esto es personas que obtienen renta en razón del ejercicio de
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CAPÍTULO VIII
ACUERDOS DE REORGANIZACIÓN JUDICIAL
GEnErALiDADES
Uno de los objetivos de la ley es el Reemprendimiento, la
rehabilitación del deudor que se encuentra en una situación patrimonial
crítica, pero que su empresa es viable, para tal efecto se establece un
procedimiento, que tiene por objeto reestructurar los pasivos y activos de
una Empresa Deudora, mediante una propuesta de acuerdo de
reorganización que será analizada por la Junta de Acreedores decidiendo su
aprobación o rechazo.
Antes de estudiar los acuerdos de reorganización, es necesario
establecer la conformación del pasivo, toda vez que serán solamente los
créditos reconocidos los que decidirán la suerte de la propuesta, para ello
es necesario determinar cuáles acreedores serán los habilitados para
conocer y votar la propuesta.
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1.- verificación de créditos (Art. 70). - Los acreedores tendrán un
plazo de 8 días contado desde la notificación de la Resolución de
Reorganización para verificar sus créditos ante el tribunal que conoce el
procedimiento. Verificar un crédito significa, hacerlo valer en el
Procedimiento. Junto con su solicitud deberán acompañar los títulos
justificativos de éstos, señalando en su caso, si se encuentran garantizados
con prenda o hipoteca y el avalúo comercial de los bienes sobre los cuales
recae la garantía. Si el acreedor está satisfecho con la información
presentada por el Deudor en la solicitud del Procedimiento Concursal de
Reorganización, no es necesario verificación alguna de crédito.
Vencido el plazo de 8 días y dentro de los dos días siguientes el Veedor
publicará en el Boletín Concursal el detalle de las verificaciones
presentadas ( monto del crédito; garantías; avalúo comercial de los bienes
dados en garantía )
2.- Objeción de créditos y preferencia (Art. 70, inciso 3°). - En el
plazo de 8 días contados desde la publicación de los créditos verificados, el
Veedor, el Deudor y los acreedores podrán deducir objeción fundada sobre
la falta de títulos justificativos de los créditos, sus montos, preferencias o
sobre el avalúo comercial de los bienes sobre los que recaen las garantías
ante el tribunal.
El Veedor arbitrará las medidas necesarias para subsanarlas.
Vencido dicho plazo y dentro de los 2 días siguientes, el Veedor
publicará en el Boletín Concursal las objeciones.
Transcurrido el plazo para objetar, el Veedor confeccionará la nómina
de los créditos reconocidos indicando montos; garantías y avalúo comercial
de los bienes dados en garantía, acompañándola al expediente dentro de 5°
día de expirado el plazo para objetar y la publicará en el BC. Los
acreedores contenidos en esta nómina podrán votar en la Junta llamados a
pronunciarse sobre el Acuerdo.
En la antigua ley no existía esta etapa.
3.- impugnación de créditos (Art. 71). - En el evento que no se
subsanen las objeciones por el Veedor, los créditos, las garantías y el
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Esta acción puede ser enervada por el Deudor, por una sola vez,
cumpliendo las estipulaciones dentro del plazo de 60 días contados desde
la notificación de la acción.
Las acciones de incumplimiento prescribirán en el plazo de un año
contado desde que se produce el incumplimiento del Acuerdo.
En la demanda de nulidad del Acuerdo, el demandante propondrá a
un Liquidador titular y a uno suplente de la Nómina de Liquidadores
vigente.
3.- Procedimiento de declaración de nulidad e incumplimiento
del Acuerdo (Art.99). - Se tramitan de acuerdo al procedimiento del
juicio sumario en el tribunal ante el cual se tramitó el Acuerdo.
La resolución que acoja las acciones de nulidad o incumplimiento
del Acuerdo será apelable en ambos efectos.
El deudor queda de inmediato sujeto a la intervención de un Veedor.
La declaración de nulidad o incumplimiento del Acuerdo no tiene
efecto retroactivo, es decir, no afectará la validez de los actos y contratos
debidamente celebrados en el tiempo que media entre la resolución que
aprueba el Acuerdo y la declaración de nulidad o el incumplimiento.
En la demanda de incumplimiento del Acuerdo, el demandante
propondrá a un Liquidador titular y a uno suplente de la Nómina de
Liquidadores vigente.
4.- Efectos de la resolución que declara la nulidad o el
incumplimiento del Acuerdo (Art. 100). - Una vez firme y ejecutoriada
la resolución que declara la nulidad o el incumplimiento del Acuerdo, el
mismo tribunal dictará la Resolución de Liquidación de la Empresa
Deudora, de oficio y sin más trámite.
En esta resolución el tribunal deberá nombrar al Liquidador titular y
al suplente.
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aceptación ante el tribunal que debe ser aprobado por dos o más
acreedores que representen a lo menos las ¾ partes del total del pasivo.
La resolución será publicada en el BC por el Veedor.
El Acuerdo, debidamente aprobado, obliga al Deudor y a todos los
acreedores de cada clase o categoría de éste, hayan o no concurrido al
Acuerdo.
8.- nulidad e incumplimiento del Acuerdo Simplificado (Art.
114). - Se aplican las mismas normas del Acuerdo de Reorganización
Judicial, esto es:
Las únicas acciones de nulidad en contra del Acuerdo son la
ocultación o exageración del activo o del pasivo y de las que se hubiere
tomado conocimiento después de haber vencido el plazo para impugnar
el Acuerdo.
Las acciones de nulidad y de incumplimiento podrán interponerse
por cualquier interesado y prescribirán en el plazo de un año contado
desde la fecha en que el Acuerdo empezó a regir.
También podrá declararse incumplido si se hubiere agravado el mal
estado de los negocios del Deudor de forma que haga temer un perjuicio
para dichos acreedores.
La acción de incumplimiento es respecto de cada clase o categoría.
Esta acción puede ser enervada por el Deudor, por una sola vez,
cumpliendo las estipulaciones dentro del plazo de 60 días contados desde
la notificación de la acción.
En la demanda de nulidad del Acuerdo, el demandante propondrá a
un Liquidador titular y a uno suplente de la Nómina de Liquidadores
vigente.
Se tramitan de acuerdo al procedimiento del juicio sumario en el
tribunal ante el cual se tramitó el Acuerdo.
La resolución que acoja las acciones de nulidad o incumplimiento
del Acuerdo será apelable en ambos efectos.
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CAPÍTULO IX PROCEDIMIENTO
CONCURSAL DE LIQUIDACIÓN.
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d) Estado de deudas, con nombre, domicilio y datos de contacto de los
acreedores, así como la naturaleza de sus créditos.
e) Nómina de los trabajadores, cualquiera sea su situación contractual,
con indicación de las prestaciones laborales y previsionales adeudadas
y fueros laborales en su caso.
f) Si el Deudor llevare contabilidad completa presentará, además, su
último balance.
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La SIR notificará a los tres mayores acreedores del Deudor, dentro del
día siguiente y por el medio más expedito, lo que será certificado por un
ministro de fe de la Superintendencia.
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JuiciO DE OPOSición
CAPÍTULO XIV
REALIZACIÓN DE LOS BIENES DE LA EMPRESA
DEUDORA
ASPEctOS GEnErALES
La continuación de actividades económicas, según el Art. 231, podrá
ser provisional o definitiva:
Provisional es aquella que es decidida por el Liquidador desde que
asuma el cargo hasta la celebración de la Junta Constitutiva, con miras a:
a) Aumentar el porcentaje de recuperación por parte de los acreedores del
Deudor;
b) Facilitar la ejecución de las prestaciones que se encontraren pendientes
y de las cuales se derive un beneficio para la masa, y
c) Propender a la realización de los activos del Deudor como unidad
económica.
Definitiva que es aquella que es acordada con Quórum Especial (2/3
del pasivo de la quiebra con derecho a voto verificado) por la Junta de
Acreedores Constitutiva u otra posterior, y a proposición del liquidador o
de cualquier acreedor.
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A.- cOntinuAción PrOviSiOnAL DE LAS ActiviDADES
EcOnóMicAS (Art. 232)
Procedimiento que debe cumplirse para la continuación provisional de
actividades económicas del deudor:
1. El Liquidador deberá informar al tribunal y a la Superintendencia las
razones que justifiquen su decisión, los bienes adscritos a la
continuación provisional y la fecha exacta de su inicio. Estas
comunicaciones deberán efectuarse al día siguiente de aquél en que el
Liquidador disponga la continuación.
2. La administración de la continuación provisional de actividades
económicas recaerá exclusivamente en el Liquidador. Nombramiento
requiere quórum especial (2/3 pasivo).
3. El Liquidador deberá presentar a la Junta Constitutiva un informe
pormenorizado de las operaciones ejecutadas durante la
administración.
4. Junta de Acreedores decidirá la continuación definitiva de dichas
actividades.
CAPÍTULO XVIII
PROCEDIMIENTOS CONCURSALES
DE LA PERSONA DEUDORA
A.- intrODucción
La antigua Ley de Quiebra no hacía ningún distingo entre deudores
civiles y aquellos que dicha ley denominaba calificados, por ejercer una
actividad comercial, industrial, agrícola o minera, salvo algunas situaciones
muy particulares que los diferenciaban, como, por ejemplo, la obligación
que tenían los deudores calificados de pedir su propia quiebra o el
tratamiento distinto que se les daba en materia de quiebra fraudulenta.
En cambio, la actual ley concursal destina un capítulo especial para que
la Persona Deudora pueda renegociar con sus acreedores el pago de sus
obligaciones en un procedimiento diferente ante la autoridad administrativa
(SIR). Asimismo, se establece un procedimiento de liquidación ordenada
de sus bienes, en caso que no exista acuerdo.
Recordemos que por “persona deudora” se entiende a toda persona
natural no comprendida en la definición de Empresa Deudora y las
personas naturales contribuyentes del Art. 42 Nª 1 de la Ley del Impuesto a
CAPÍTULO XXI
LAS ACCIONES REVOCATORIAS CONCURSALES
A.- GEnErALiDADES
Enseña don Ramón Meza Barros en su Manual de las Obligaciones (p.
365 y siguientes) que un viejo adagio dice que quien se obliga, obliga sus
bienes. El Código Civil ha consagrado esta vieja fórmula y, en su artículo
2465, dispone: “Toda obligación personal da al acreedor el derecho de
perseguir su ejecución sobre todos los bienes raíces o muebles del deudor,
sean presentes o futuros, exceptuándose solamente los no embargables,
designados en el Art. 1618”.
Esta facultad de los acreedores para perseguir la totalidad de los bienes
del deudor es lo que la doctrina llama derecho de prenda general de los
acreedores.
El término prenda no está tomado en su sentido técnico y propio y sirve
solamente para expresar la idea de que los bienes todos del deudor están
afectos al cumplimiento de sus obligaciones. Es más propio hablar de
derecho de garantía general.
A.-intrODucción
insolvencia transfronteriza
La insolvencia transfronteriza se puede definir como todos aquellos
casos en que la insolvencia de un determinado deudor, afecta a acreedores
que se encuentran establecidos territorialmente fuera de los límites del país
en que se declaró la apertura del procedimiento, buscando la inclusión de
estos acreedores, así como de los bienes que el deudor pueda tener en el
extranjero, a dicho proceso.
• Ámbito de aplicación,
por los administradores concursales cuando así les fuere requerido por la
Superintendencia.
2.- Autorización para actuar en un Estado extranjero. La
Superintendencia será el órgano legitimado para actuar en un Estado
extranjero en representación de un procedimiento iniciado en Chile con
arreglo a esta ley o a toda otra norma especial relativa a la insolvencia,
en la medida en que lo permita la ley extranjera aplicable.
La Superintendencia podrá delegar esta autorización para actuar en
el administrador concursal que esté conociendo del procedimiento. La
responsabilidad civil y administrativa en la que pudieren incurrir en el
ejercicio de sus funciones en un procedimiento extranjero se hará valer
de acuerdo a los términos establecidos en esta ley.
3.- Excepción de orden público. Lo dispuesto en el presente
Capítulo no impedirá que el tribunal competente y la Superintendencia
se nieguen adoptar una medida específica dictada por un tribunal
extranjero contraria al orden público de Chile.
4.- Asistencia adicional en virtud de alguna otra norma. Nada de
lo dispuesto en el presente Capítulo limitará las facultades que pueda
tener el tribunal competente, la Superintendencia y los administradores
concursales para prestar asistencia adicional al representante extranjero
con arreglo a alguna otra norma chilena.
5.- interpretación. En la interpretación del presente Capítulo habrá
de tenerse en cuenta su origen internacional y la necesidad de promover
la uniformidad de su aplicación y la observancia de la buena fe.
al artículo 303.
2) Se reconocerá el procedimiento extranjero :
a) Como procedimiento extranjero principal, si se está tramitando
en el Estado donde el deudor tenga el centro de sus principales intereses;
o
b) Como procedimiento no principal, si el deudor tiene el territorio
del Estado del foro extranjero un establecimiento en el sentido de la letra
f) del artículo301.
3) Se dictará a la mayor brevedad posible la resolución relativa al
reconocimiento de un procedimiento extranjero.
4) Lo dispuesto en el presente artículo y en los artículos 314, 315 y
317 no impedirá que se modifique o revoque el reconocimiento en caso
de demostrarse la ausencia parcial o total de los motivos por los que se
otorgó, o que esos motivos han dejado de existir.
iv.- Deber de información continua. A partir del momento en que
se presente la solicitud de reconocimiento de un procedimiento
extranjero, el representante extranjero informará sin demora al tribunal
competente de:
a) Todo cambio importante en la situación del procedimiento extranjero
reconocido o en el nombramiento del representante extranjero; y
b) Todo otro procedimiento extranjero que se siga respecto del mismo
deudor y del que tenga conocimiento el representante extranjero.
i. Toda medida que estuviere en vigor con arreglo a los artículos 318 o
320 será reexaminada por el tribunal competente y modificada o
revocada en caso de ser incompatible con el Procedimiento
Concursal en Chile;
ii. De haberse reconocido el procedimiento extranjero como
procedimiento extranjero principal, la suspensión de que se trata en
el número 1) del artículo 319 será modificada o revocada con arreglo
al número 2) del artículo 319, en caso de ser incompatible con el
Procedimiento Concursal iniciado en Chile; y
iii. Al conceder, prorrogar o modificar una medida otorgada a un
representante de un procedimiento extranjero no principal, el
tribunal competente deberá asegurarse de que esa medida afecta a
bienes que, con arreglo a esta ley, deban ser administrados en el
procedimiento extranjero no principal o concierne a información
necesaria para ese procedimiento.
iii.- coordinación de varios procedimientos extranjeros. (Art.
329). En los casos contemplados en el artículo 300, cuando se tramite
más de un procedimiento extranjero respecto de un mismo deudor, el
tribunal competente procurará que haya cooperación y coordinación con
arreglo a lo dispuesto en los artículos 324, 325 y 326, y serán aplicables
las siguientes reglas:
a) Toda medida otorgada con arreglo a los artículos318 ó
320 a un repre-
sentante de un procedimiento extranjero no principal, una vez
reconocido un procedimiento extranjero principal, deberá ser compatible
con este último;
b) Cuando un procedimiento extranjero principal sea
reconocido o una vez presentada la solicitud de reconocimiento
de un procedimiento extranjero no principal, toda medida que
estuviere en vigor con arreglo a los artículos 318 ó 320 deberá
ser reexaminada por el tribunal competente y modificada o
A.- GEnErALiDADES
La Ley Nº 20.720 innovó radicalmente en materia de delitos
concursales. La antigua Ley de Quiebra en materia de insolvencia
punible establecía presunciones simples de quiebra culpable o
fraudulenta, que eran meras descripciones de tipos o figuras penales,
respecto de las cuales el juez debía proceder a establecer la
responsabilidad criminal según las reglas generales. Así, por ejemplo, si
el deudor calificado (deudor que ejercía una actividad comercial, minera,
agrícola o industrial) no solicitaba su quiebra transcurrido el plazo de 15
de haber cesado en el pago de una obligación mercantil, se consideraba
autor de quiebra culpable o fraudulenta, sancionado con cinco años de
prisión.
Siguiendo criterios modernos de criminalidad, la nueva ley concursal
respecto de las conductas que puedan significar una insolvencia
provocativa de un deudor o la ejecución de actos dolosos de la especia al
Código Penal (Título IX, Libro Segundo, Párrafo 7. “De los delitos
concursales y de las defraudaciones”), radicando en la Ley Concursal
Los bienes jurídicos que se protegen son, por una parte, que el
patrimonio del deudor no se vea mermado con actos que importen una
disminución de los activos o que se produzcan incrementos en los
pasivos, sin ningún tipo de justificación económica o jurídica, por otro
lado, que cada vez que el deudor realice movimientos en su activo
patrimonial, exista la debida subrogación por otro bien o su valor que
ocupe el lugar que tenía el bien que salió del patrimonio.
Penalizando estas conductas se pretende resguardar el patrimonio
para garantizar el cobro que realizan los acreedores del deudor dentro de
los Procedimientos Concursales que establece la ley.
La acción o conducta objetiva es la celebración de actos o contratos.
El tipo penal exige el dolo directo, debido a que en la celebración del
acto o contrato debe existir la intención de causar perjuicio al acreedor
mediante la celebración del acto o contrato que provoque la disminución
de sus activos y aumento de sus pasivos.