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UNIVERSIDAD DE COSTA RICA

FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES

ESCUELA DE HISTORIA

ASIGNATURA:

Historia Colonial de América Latina

TÍTULO:
Desarrollo de la arquitectura religiosa durante el siglo XVIII en la Ciudad de México

DOCENTE:

Elizet Payne Iglesias

ESTUDIANTES:

Daniel Vargas Mata A65978 daniel.vargasmata@ucr.ac.cr


David Robles Elizondo B99214 jose.robleselizondo@ucr.ac.cr
Nancy Leitón Sandí B94218 nancy.leiton@ucr.ac.cr
Paula Artavia Vargas B90791 maria.artaviavargas@ucr.ac.cr
Tomás Fernández Cavada B52654 tomas.fernandezcavada@ucr.ac.cr

II SEMESTRE 2021
Índice

Introducción: 2
Problema de investigación 2
Objetivos: 2
Objetivo general……………………………………………………………………………….2
Objetivos específicos…………………………………………………………………………. 2
Plan Capitular: 3
Capítulo I: Contexto histórico de la arquitectura religiosa durante el siglo XVIII en la Ciudad
de México……………………………………………………………………………………...
3
Capítulo II: Influencias y características de la arquitectura religiosa durante el siglo XVIII en
la Ciudad de México………………………………………………………………………….. 7
Conclusiones: 12

Bibliografía: 14

1
Introducción:

Problema de investigación
El problema del trabajo de investigación radica principalmente en el análisis de las
principales obras arquitectónicas construidas en la Ciudad de México durante el siglo XVIII.
Esto en parte debido a que la arquitectura religiosa de este momento fue de suma importancia
tanto para una mayor aceptación de la cultura española como para la definición de una nueva
identidad colonial dentro de este territorio. Es clara una evolución de la arquitectura religiosa
hacia un estilo propio debido en parte, a una mezcla de culturas que se convertirán después en la
base tanto de la cultura colonial como de su arte en sí. Para ello se utilizarán como objetos de
estudios obras arquitectónicas del siglo XVIII que permitirán observar de mejor manera el
planteamiento arquitectónico que se dio durante esta época, el contexto histórico detrás de las
mismas y las características que les definirán, considerando esta época como la de mayor
definición de un estilo propiamente colonial, el cual se comienza a alejar de ser considerado
como una copia de los estilos traídos por los españoles

Objetivos:

Objetivo general:
1. Analizar el desarrollo de la arquitectura religiosa durante el siglo XVIII en la Ciudad de
México.

Objetivos específicos:
1. Investigar el contexto histórico de la arquitectura religiosa durante el siglo XVIII en la
Ciudad de México.
2. Reconocer las influencias en la arquitectura religiosa durante el siglo XVIII en la Ciudad
de México.
3. Identificar características de la arquitectura religiosa durante el siglo XVIII en la Ciudad
de México.

2
Plan Capitular:

Capítulo I: Contexto histórico de la arquitectura religiosa durante el siglo XVIII en la


Ciudad de México.

Con la llegada de los europeos a México, ya las personas autóctonas tenían sus propias
creencias religiosas y por ende, su propia arquitectura; sin embargo, uno de los intereses en la
colonización fue la evangelización de las poblaciones indígenas; en donde los predicadores se
encargaban de esta tarea y de llegar a erradicar las antiguas prácticas religiosas; es por ello que
resultaba necesario establecer conventos, capillas, templos, entre otras infraestructuras en donde
se pudiera adoctrinar y enseñar los valores cristianos.
Desde los primeros años de la Colonia, cuando la población del occidente de la Nueva
España era una cantidad bastante amplia de personas indígenas; los europeos construyeron gran
variedad de capillas y conventos bastante modestos, mientras que al final del siglo XVI, en
donde la población indígena ya había disminuido en gran medida, se llegaron a levantar la
mayoría de conventos e iglesias, de forma más sólida, mejor construídos y entre otros edificios
hasta el siglo XVIII1.
Varios investigadores han escrito referente a la evolución de la arquitectura religiosa en
México. Por ejemplo, George Kubler menciona que la construcción de conventos durante el siglo
XVI se desarrolló en dos etapas: la “preconventual” y fija que abarca de 1524 a 1546 y la
“conventual” que la ubica de 1546 a finales del siglo XVI; con una etapa de construcción de gran
importancia en los años setenta2.
A partir del siglo XVII en España comienza a cobrar mucha importancia la arquitectura
barroca, que toma impulso gracias a la llegada de los arquitectos italianos, que toma fuerza por la
movilidad de sus plantas, caso contrario de lo que sucede en la Nueva España en donde esta
dinamicidad nunca se hace válida, debido a que en la mayoría de los casos las plantas de los

1 José Martínez, «Formación y usos de los conventos en la provincia franciscana de Michoacán durante el
virreinato». Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. (2020), 600.
2 George Kubler, «Arquitectura mexicana del siglo XVI». Fondo de Cultura Económica, México. (1948), 304.

3
edificios barrocos novohispánicos permanecieron inmóviles, pero el espacio logró cierto
movimiento mediante proyectos ornamentales3
Carlos Chanfón menciona cuatro etapas más en la formación y funcionamientos de los
conventos novohispánicos: una etapa fija que le llama “provisional o de prestado” que abarca el
siglo XVI; una segunda que establece durante los siglos XVI y XVII en donde se dio un
crecimiento y producción de conventos bastante amplio; la tercera situándose en entre los siglos
XVII y XVIII en donde considera que se observa una transformación amplia de los espacios y
una cuarta etapa ubicada en el siglo XIX cuando se experimenta una reducción y pérdida de estas
arquitecturas4. Es importante destacar que Kubler y Chanfón se basan específicamente en la
arquitectura religiosa construida por europeos en lo que era el territorio mexicano para ese
momento.
Haciendo énfasis en el siglo XVIII, específicamente en la primera parte de este, fue una
época de gran auge para las órdenes religiosas, tanto así que La Compañía de Jesús remodeló en
este tiempo muchos de los edificios de sus colegios y algunos de sus templos, inclusive se
abrieron algunos en las fechas cercanas a la expulsión. De hecho, hay iglesias tan relevantes de
este periodo, como es el caso de una de las representantes de la historia nacional mexicana, la
Iglesia de Santo Domingo. Este lugar perteneció a los dominicos y fiel al siglo XVIII presenta un
estilo barroco, otro de estos centros religiosos del este siglo, es La Capilla de las Ánimas, es un
pequeño templo estilo barroco construido en el siglo XVIII, forma parte del complejo que integra
la Catedral Metropolitana, aunado a los anteriores, está la iglesia de Jesús Nazareno e
Inmaculada Concepción, fundada por el mismo Hernán Cortés en 1524 y cuyos restos se hallan
en una urna en su interior. Este templo católico fue construido en los siglos XVII y XVIII, con
modificaciones durante el siglo XIX5.
Mientras tanto en Europa se observó la transformación o el avance de nuevas técnicas
para la decoración y la edificación, ya fueran hogares, palacios o centros religiosos; estos
cambios dieron paso a la modificación del barroco, formando así el llamado ``churrigueresco '' o
ultrabarroco, estilo que tuvo un desarrollo lento, pues en el siglo XVII apenas se vieron unas

3 Christian Martínez, “El dinamismo espacial en el Barroco de la Ciudad de México”. Tesis de Licenciatura,
Universidad Nacional Autónoma de México, 2014. 34.
4 Carlos Chanfón. «Historia de la arquitectura y el urbanismo mexicanos». Fondo de Cultura Económica,
Universidad Nacional Autónoma de México. (2001), 11.
5 Centro Histórico, “Iglesias y templos en el Centro Histórico de la Ciudad de México”. Fundación Centro
Histórico. (2021). http://fundacioncentrohistorico.com.mx/iglesias-y-templos-en-el-centro-historico-de-la-ciudad-
de-mexico/

4
pocas muestras, pero fue hasta el siglo XVIII en los que se dio inicio. Tanto el barroco, como
este estilo arquitectónico, que se destacaba sobre todo por el uso de estípites o columnas en
forma de pirámide invertida, provinieron de España y poco a poco fueron implantados en Nueva
España, empleandose como forma decorativa sobre todo entre los años de 1736 y 1775
aproximadamente hasta su decaimiento a finales del siglo XVIII, por la influencia del clasicismo.
Su origen según las fuentes viene de la familia de arquitectos barrocos, José Benito de
Churriguera y sus hermanos Joaquín y Alberto, mismos que se destacaron por presentar una
recargada decoración en sus obras, incluso lograron inculcar por churrigueresca, a aquella
arquitectura que poseía un movimiento muy marcado y una abigarrada ornamentación. Este
estilo se puede ver en varios centros religiosos mexicanos, como es el caso del Altar de los Reyes
de la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México, ya que el andaluz Jerónimo de Balbas fue
el encargado de llevar el estilo churrigueresco a México y sus obras se desarrollaron entre 1718 y
1736.
Además de las características mencionadas anteriormente, en necesario agregar que, en
México al churrigueresco se le añadieron características del arte local, lo que enriqueció y le
otorgó aún más importancia a estas expresiones artísticas, haciéndolas más extravagantes para
los espectadores, las características más relevantes parten desde el uso característico del color,
las decoraciones, una ornamentación muy lujosa usada para cubrir las fachadas y algunas zonas
en la parte superior de las torres; también usaban este estilo en los retablos que se encontraban en
la parte trasera de los altares, y en la madera que era tallada para formar diferentes figuras.
Habían formas de querubines, frutas, flores y cabezas humanas6.
Pero, para que estas características se dieran dentro de la arquitectura colonial de la
Ciudad de México dentro de la concepción espacial barroca de la época, sucedieron diversos
hechos importantes dentro del desarrollo de la sociedad de dicha época. Por ende, podemos
afirmar que el desdén de los espacios en la arquitectura barroca de la Ciudad de México, fue una
acción premeditada, ya que es una tipología impuesta por la iglesia de la Nueva España, ya que
esta colonia ofrecía características particulares por las cuales los templos debían enfocarse en sus
aspectos persuasivos, que atrajeron a los habitantes lográndose esto mediante los proyectos
ornamentales.7
6 Andreina Fernandes. “Churrigueresco: historia, características, artistas y obras”. Revista Lifeder, (10 de julio de
2019). Recuperado de https://www.lifeder.com/churrigueresco/.
7 Christian Martínez, “El dinamismo espacial en el Barroco de la Ciudad de México”. Tesis de Licenciatura,
Universidad Nacional Autónoma de México, (2014). 12.

5
El espacio arquitectónico generado en esta época en la Ciudad de México estuvo ligado
directamente y de manera muy cercana con el Neóstilo. “El Barroco Neóstilo, se preocupo al
restaurar la columna, al buscar nuevos ambientes estructurales, por recuperar el carácter
arquitectónico que tendía peligrosamente a desaparecer de fachadas y retablos; pero
ciertamente se interesó mucho mas por las fachadas y espacios (lo específicamente
arquitectónico) que, por los retablos, muchas veces no encontró mal que un edificio de la nueva
arquitectura llevara retablos que siguieran la vieja escuela.” 8. De manera que, este barroco que,
constituido por la iglesia de la Nueva España, no veía de mala manera mantener las fachadas
antiguas o bases arquitectónicas antiguas de las ciudades que se consideraban de la vieja escuela
o un barroco inicial.
El ultrabarroco, que es otro estilo similar y que usó el churrigueresco como base, pues
sus obras están muy cargadas, vino a modificar la arquitectura de los centros religiosos
novohispanos, debido a que creaba o crea transformaciones y deformaciones de elementos
arquitectónicos más clásicos,como eran los barrocos y churriguerescos, dando como resultado
“tortuosos elementos ornamentales que exaltan las proporciones. El estilo alcanzó gran
perfección técnica en el modelado del estuco y el tallado de la madera”.9

Esta última característica es importante, pues a este tallado en la madera se le conoce


como retablo. Esta estructura funcionó como elemento decorativo, además de servir de respaldo
físico y simbólico en los altares dentro del templo. Su estructura “compositiva atraviesa por una
serie de modelos que van de la cuadrícula formada por columnillas y peinazos horizontales de
los primeros ejemplos del siglos XVI y finalmente atrevimientos formales del ultra barroco del
siglo XVIII”10.

Capítulo II: Influencias y características de la arquitectura religiosa durante el siglo XVIII


en la Ciudad de México.

Primeramente, se debe considerar que la arquitectura religiosa colonial en el territorio de


México tuvo un atraso estilístico de acuerdo con los modelos europeos. Es decir, estos eran
8 Jorge Alberto Manrique, El neóstilo: La última carta del barroco novohispano. 363.
9 Carlos Vidal Licona, Arquitectura Virreinal”. México: La Cuarta Generación, (2012): 10-11.
https://lacuartageneracion.files.wordpress.com/2016/11/arquitectura-virreinal.pdf
10 Joaquín Bérchez, "La arquitectura mexicana de los siglos XVII y XVIII", Anales del Instituto de Investigaciones
Estéticas, vol. XVI, núm. 65, (1994): 11.

6
transmitidos a los territorios coloniales un par de décadas después de que hubiesen tenido su
mayor impulso en los países europeos. Es así como entonces desde el siglo XVI se comienza a
dar la predominancia del estilo barroco en Europa, pero este comenzó a transmitirse, alrededor
del siglo XVII a las Américas, dando un impulso de construcciones de este estilo en casi todos
los territorios coloniales del Reino de España, siendo principalmente iglesias y templos.
Desde el siglo XVI se comienza a dar la predominancia del estilo barroco en Europa y el
cual comenzó a transmitirse, alrededor del siglo XVII a las Américas, dando un impulso de
construcciones de este estilo en casi todos los territorios coloniales del Reino de España, siendo
principalmente iglesias y templos. En un principio, y durante todo el siglo XVII se seguirán los
modelos españoles, no obstante con el inicio del siglo XVIII se comienza a guiar a un estilo más
propio en donde sus múltiples líneas retorcidas serán características junto con permitir que se
expresen las ideas propias de sus artífices 11. Es así como entonces durante el siglo XVIII se da el
esplendor de lo que después se considerará como el barroco novohispano, siendo la Ciudad de
México uno de los centros de sus ejemplos más importantes. Este estilo se definirá
principalmente en guiarse más hacia lo racional en donde se trata de unificar la cultura
dominante española con las tradiciones indígenas aún vigentes en la época12, lo que convierten a
dichas edificaciones en representaciones de una mezcla de estas culturas. Sin embargo, es
necesario destacar cómo al menos hay un seguimiento de la expresión barroca española en el
sentido de que dicho estilo no se expresa por medio de la concepción espacial, sino en la
exuberancia decorativa tanto en el interior como en el exterior de los edificios, llegando a
modificar la estructura13.
Uno de los ejemplos más importantes de las construcciones religiosas durante el siglo
XVIII es la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México. Esta se comenzó a construir en 1571
y fue finalizada 242 años después, provocando que en dicha edificación se encuentren alrededor
de tres estilos arquitectónicos, predominando el barroco entre ellos. Centrándonos entonces en
los desarrollos dados durante el siglo XVIII y que se pueden considerar como una un elemento
que caracterizaría a la arquitectura de este siglo es el Retablo de los Reyes, creado por Jerónimo
de Balbás con el objetivo de servir para el culto y el oficio de las misas. Es de tres cuerpos

11 Leopoldo Zea, «Hispanoamérica: Nacimiento de una cultura mestiza», en Barroco, ed. por UNESCO (París:
Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, (1987): 34.
12 Zea, «Hispanoamérica: Nacimiento de una cultura mestiza», 35.
13 César Civita, Gran Historia de Latinoamérica (Buenos Aires, Abril Educativa y Cultural, 1973), 245.

7
verticales, formados por pilastras estípites (otro elemento que será fundamental dentro de las
construcciones barrocas, principalmente en las iglesias) y entre las cuales se encuentran
esculturas policromadas de reyes y reinas canonizados en medio de una variedad de detalles
como querubines y guirnaldas14. Este modelo de retablo se verá ejecutado de igual forma en otras
edificaciones, configurándose como un elemento arquitectónico durante el siglo XVIII.

Aquí se debe rescatar el elemento de los estípites, el cual es una columna que tiene tanto
funciones de soporte como de antropomorfa. Este perdurará por medio de diferentes como en las
piedras de las fachadas, los retablos dorados, y en los mobiliarios religiosos y civiles 15. En el
caso de la Catedral Metropolitana, estos se vieron utilizados en el Altar del Perdón y en el
Retablo de los Reyes, siendo estos últimos copiados en menor escala, convirtiéndose desde esta
edificación en la característica que diferenciaría el barroco novohispano de los estilos europeos.
En relación con esto, otro elemento perteneciente al siglo XVIII que destaca en el interior de la
Catedral Metropolitana es el Altar del Perdón, el cual representa la primera utilización del
estípite en las construcciones coloniales, junto con simbolizar en sus columnas el cuerpo
humano. Así se percibe como también estos estípites funcionaron como formas de representar
distintos simbolismos o temas, destacando aún más esa característica de la arquitectura como un
plano más a donde se podían agregar variedad de decoraciones.

14 Elisa Vargas Lugo, «Nuevos documentos sobre Gerónimo, Isidoro y Luis Balbás», Anales del instituto de
investigaciones estéticas de la UNAM 43 (1974): 79, doi:10.22201/iie.18703062e.1974.43.992.
15 Gonzalo Obregón, «Barroco Estípite/The Baroque ‘Estipite». Artes de México 106 (1968): 41,
http://www.jstor.org/stable/24314429

8
Por lo que se refiere a las fachadas y los exteriores los detalles finales le son atribuidos a
José Damián Ortiz de Castro. Este arquitecto les otorgó a las torres un sentido de armonía en su
perfil y de unidad, además de perfeccionar las proporciones de las fachadas. Además, sus
originales remates en forma de campana serán repetidos en otros ejemplos de iglesia, los cuales
al igual que el estípite se llegaron a volver otra característica fundamental dentro de las fachadas
de los edificios del siglo XVIII16. Es necesario recalcar como cada torre tiene ocho esculturas
representativas de santos protectores de la ciudad, siendo cuatro pertenecientes a la Iglesia en
América y los otros cuatro de la Iglesia en España, considerándose como otra señal de esa
evolución hacia la adición de tradiciones y culturas propias de los territorios coloniales que
comenzaban a desembocar en un estilo propiamente mexicano.

Templo de la Profesa

16 Jorge Pedro Uribe Llamas, «Ocho curiosidades que quizá desconocíamos de la Catedral», en Km Cero, ed. por
FIDEICOMISO (Ciudad de México: Centro Histórico de la Ciudad de México, 2017), 21.

9
Otro edificio por estudiar es el llamado Templo de la Profesa, el cual fue construido
durante los años de 1714-1720 y se ubica en el actual Centro Histórico de la Ciudad de México.
Su nombre original era Templo de San José el Real y pertenecía a la Orden Jesuita. Luego de su
expulsión, pasó a ser administrada por los Padres Filipenses, quiénes pusieron como nuevo
nombre “Oratorio de San Felipe Neri”. El templo actual es un sustituto del templo original
levantado alrededor de 1610. El edificio actual consta de tres naves y fue edificado en un estilo
barroco diseñado por Pedro de Arrieta. Iniciando con sus fachadas se encuentran recubiertas por
sillarejos de tezontle y contrafuertes de gárgolas decoradas, presentan además columnas
decoradas con vistosos follajes en sus bases y tercios inferiores, demostrándose el uso exuberante
de decorados. Para el caso de su cúpula y torres es de media naranja y ochavada mientras que las
torres son apilastradas, en donde se nota esa búsqueda del barroco mexicano en incluir formas
diferentes y de dar un sentido de escultura a la misma estructura del edificio17.

Templo de la Enseñanza

17 Marisol Sala Díaz, Templo de la Profesa (Ciudad de México: Guía turística del Instituto Nacional de
Antropología e Historia, 1993), 4.

10
La Iglesia de la Enseñanza, construida entre 1772 y 1778, se localiza en el centro histórico de la
Ciudad de México. Su arquitecto fue Francisco Antonio Guerrero y Torres y el arzobispo que la
consagró en 1778 fue don Alonso Núñez de Haro y Peralta 18. Su
nombre oficial es Iglesia Nuestra Señora del Pilar, pero su nombre
popular lo obtiene del antiguo convento llamado “El Convento de
la Enseñanza La Antigua” en dónde se
impartían lecciones a las niñas de las
familias más pudientes de la Ciudad de
México. La bóveda se considera un
exponente del churrigueresco, estilo
arquitectónico nacido en España en el
contexto del barroco y que se caracteriza por tratarse de obras muy
ornamentadas y decoradas y que se extendió por América 19. Una
curiosidad de la estructura es que tiene una sola portada, lo que es poco
común entre los templos de la época que solían tener dos portadas
paralelas a la calle principal. La iglesia cuenta con una planta, una nave con cúpula dividida en
dos cuerpos. La primera sección alberga cuatro retablos (altares laterales) así como un gran arco,
pilares decorados que hacen alusión a la Virgen del Pilar y otra ornamentación. La segunda
sección contiene un arco triunfal que separa al presbiterio de la nave, en donde se puede admirar
el altar mayor, estructura sumamente decorada e imponente que recibe luz natural (que contrasta
con el resto de la Iglesia que es más sombrío) por medio de la cúpula principal 20. La iglesia
también cuenta con una entrada impresionante. Se trata de una fachada barroca, con dos pilastras
y los muros laterales que antiguamente pertenecían al convento. También cuenta con una gran
puerta, trabajada con tableros y grandes clavos de hierro forjado. Adornan la entrada las estatuas
de San Miguel Arcángel, San José, San Juan Nepomuceno, San Ignacio de Loyola y la de San
Benito21.

18 Alejandro Escobar, Claudia Rea, y Luis Trejo (2018), “Templo De La Enseñanza”, 44.
19 Franco Flores, Edgar. “El Barroco en la Nueva España”, 8.
20 Alejandro Escobar, Claudia Rea, y Luis Trejo (2018), “Templo De La Enseñanza”, 47-48.
21 Alejandro Escobar, Claudia Rea, y Luis Trejo (2018), “Templo De La Enseñanza”, 56.

11
Conclusiones:

Es importante determinar que la llegada de los europeos a México, se comienza a dar uno
de los procesos de mayores intereses en la colonización como lo fue la evangelización de las
poblaciones indígenas y que a la postre vendría siendo uno de los factores más importantes para
la creación de diferentes infraestructuras o arquitecturas para en México, debido a que la religión
católica debía llegar a posicionarse sobre las creencias religiosas que tenían los indígenas. Por
tanto, el espacio arquitectónico que se desarrolla en la Ciudad de Mexico responder un tipo de
barroco que se encuentra ligado directamente con Neostilo, que fue constituido primeramente
por la iglesia de la Nueva España, que nunca vio de mala manera que se mantuvieran las
fachadas antiguas y las bases arquitectónicas antiguas de las ciudades.

Por otro lado, se debe rescatar como el caso de la Catedral Metropolitana de la Ciudad de
México sirvió como modelo a seguir para una gran mayoría del resto de iglesias y construcciones
religiosas en general. De esta edificación se puede observar como se adquirieron características
que después serían consideradas como elementos del barroco novohispano ante su repetición en
otras iglesias tanto de distintas partes como de técnicas, lo que permite que se pueda considerar
como el primer exponente y la edificación originaria de un nuevo estilo original y que se puede
considerar completamente colonial. Además, es en esta edificación donde se encontraran los
modelos más importantes del barroco novohispano y en dónde se puede apreciar también otras
influencias arquitectónicas que permiten estudiar esa evolución arquitectónica que finalizaría en
el estilo novohispano.

Entre los principales templos contamos con el Templo de la Profesa y el Templo de la


Enseñanza, ambos en el centro histórico de la Ciudad de México. El Templo de la Profesa,
originalmente de la poderosa orden Jesuita, sigue un estilo barroco, con 3 naves, así como uso
exuberante de decorados en su fachada y columnas. Si bien sigue un estilo arquitectónico
influenciado por las corrientes europeas y en particular de España, la bóveda también contiene
influencias originarias de México. Algo similar observamos en el Templo de la Enseñanza, claro
exponente del churrigueresco mexicano, que es un estilo arquitectónico proveniente de España
pero que adquirió características propias en América. Dicho estilo se ubica dentro del barroco,
pero se caracteriza por la cargada ornamentación tanto en sus fachadas como en su interior, en

12
particular sus altares. También dicha estructura se caracteriza por tener luz natural en la cúpula
principal, misma que alumbra el altar mayor, generando un contraste con el resto de la iglesia
que es sombría. Se trataba de generar una diferenciación clara entre la sección del altar (en dónde
debían ocurrir los ritos) y el resto de la iglesia, secundario en comparación. Llama la atención
como los templos construidos en este periodo se caracterizan por ser suntuosos, señoriales, y por
querer seguir las corrientes provenientes del Viejo Mundo al mismo tiempo que se incorporan
componentes autóctonos que las diferenciaría e inclusive adaptaría mejor a su entorno.

Bibliografía:

Bérchez, Joaquín. "La arquitectura mexicana de los siglos XVII y XVIII". Anales del Instituto
de Investigaciones Estéticas, vol. XVI, núm. 65, (1994): 11.

13
file:///C:/Users/Usuario/AppData/Local/Temp/71365107-Arquitectura-Religiosa-Siglo-
XVII-y-XVIII.pdf

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Centro Histórico, (2021). http://fundacioncentrohistorico.com.mx/iglesias-y-templos-en-
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Checa-Artasu, Martín Manuel, et al. Territorialidades y arquitecturas de lo sagrado en el


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14
Manrique, Jorge Alberto. El neóstilo: La última carta del barroco novohispano. Disponible en
http://blogs.fad.unam.mx/asignatura/ma_del_carmen_rossette/wp-
content/uploads/2018/02/El-Neoestilo.pdf

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15
Vargas Lugo, Elisa. «Nuevos documentos sobre Gerónimo, Isidoro y Luis Balbás». Anales del
instituto de investigaciones estéticas de la UNAM 43 (1974): 77-81.
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Zea, Leopoldo. «Hispanoamérica: Nacimiento de una cultura mestiza». En Barroco, editado por
UNESCO, 34-35. París: Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la
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16

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