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Arquitectura Barroca en Puebla, México durante los siglos XVII Y XVIII. Y poder
determinar a base de edificaciones que aún perduran en buen estado en su mayoría, si es
posible que se empleara de una nueva forma ideas barrocas en futuras proyecciones o
diseños en construcciones de cualquier índole; por ejemplo, casa habitación, templos o
edificios religiosos y construcciones civiles.
Si uno busca como era la arquitectura de esa época en Puebla te va a a salir en la página
oficial del gobierno de Puebla
Con una arquitectura excepcional religiosa de los siglos XVII y XVIII. Se fundó
en 1531 por Fray Toribio de Benavente. La ciudad de Puebla era de suma
importancia ya que era paso obligado entre el puerto de Veracruz y la Ciudad
de México. Su belleza le mereció ser reconocida como “El relicario de
América”. Como reconocimiento del mundo a su valor cultural e histórico, la
ciudad de Puebla queda inscrita en la Lista del Patrimonio Mundial de
UNESCO, el 11 de diciembre de 1987. (Ciudades Mexicanas – Patrimonio
Mundial, 2020: 1)
¿Pero de verdad sabemos lo que eso implica en nuestra ciudad como parte de nuestra
hermosa historia arquitectónica?
Durante los siglos XVII y XVIII la arquitectura en la región de Puebla manifestó
características bien definidas, como resultado del empleo de algunos elementos
constructivos, arquitectónicos y decorativos, así como por el uso de materiales locales.
Ninguno de estos elementos y materiales es excepcional en la arquitectura de la Nueva
España, pero su reiterado empleo y la ausencia de otros materiales típicos de otras
regiones, es lo que contribuye a definir el carácter regional de Puebla.
Entre las características regionales figura el uso de algunos materiales locales como el
mármol, alabastro, cerámica y ladrillo, especialmente con fines decorativos; hay que
destacar la decoración suele ser muy abundante en la arquitectura de la región
especialmente en las portadas de varias iglesias y capillas.
Hablando en específico de las decoraciones, el barroco poblano se caracteriza por el
detalle y los elementos antropomorfos, así como las columnas salomónicas que imparten
un movimiento ascendente.
En el siglo XVIII se describe en el concepto del propio barroco poblano, se pierden los
grandes patios arcados, y ahora son sustituidos por elementos de piedra, ménsulas que
sostienen grandes baldosas de piedra para conformar una circulación horizontal de la
planta alta. Petatillo en combinación con Talavera poblana azulada que engalanan con
hermosas marquesinas de yesería sutilmente tratadas por manos artesanales. Patios
interiores que encierran majestuosidad, bellas fuentes labradas en piedra que se integran
al trabajo de cantería por la mano de los artífices de los barrios fundacionales. Espacios
arquitectónicos que muestran la cotidianeidad de la sociedad, y que reflejan con el paso
del tiempo el interés y gusto artísticos por la ornamentación y la pintura que decoran y
dan vida.
El gusto por la rica ornamentación y el color en el barroco novohispano se vio alimentado
por el aspecto simple y pobre de los materiales constructivos. En un principio,
predominaron los motivos geométricos, la heráldica y los florones. Más adelante,
predominaron las figuras antropomorfas, zoomorfas y vegetales, así como las volutas. El
decorativismo se intensificó en el siglo XVIII gracias a la influencia del churrigueresco
español, caracterizado por una ornamentación mucho más suntuosa y efectista.
La expresión más importante del barroco novohispano y por lo tanto Poblana fue la
arquitectura religiosa en particular.
En la estructura, predominaron los esquemas sencillos, como la planta de cruz latina.
Menos frecuentes fueron la planta basilical, la planta circular, la planta de cruz griega y la
planta mixtilínea, como la de la Capilla del Pocito (Ciudad de México). Se usaron las
cúpulas, pilares, torres y arcos de diversos estilos, como el arco poli lobulado, el conopial,
el mixtilíneo o el de medio punto.
Solían usarse diversos órdenes arquitectónicos. Entre ellos, los más valorados fueron el
salomónico (columnas de fuste retorcido) y el estípite (falso pilar con fuste de pirámide
invertida truncada).
Los arquitectos preferían materiales locales livianos, como el tezontle (un tipo de piedra
volcánica rojiza y porosa) y la piedra pómez. Se usaron técnicas como la tabiquería y la
yesería policromada.
El centro de interés fue la decoración interior (retablos, series pictóricas y dorado de
maderas). Las fachadas podían concebirse como retablos, incluir hornacinas y decorarse
con relieves, azulejos policromados o ladrillos coloridos.
También se usaron otros órdenes como el jónico, el dórico-romano y la columna tritóstila
(columna en la que se destaca solo un tercio del fuste, sea el inferior o el superior).
Un ejemplo de esto es la Iglesia de San Francisco Acatepec, Puebla. La decoración hecha
en azulejos (mosaico) y ladrillo que resalta a primera vista y encanta con sus patrones. Su
colorismo y predominio de motivos geométricos contrasta con los relieves sinuosos de la
fachada de Catedral Metropolitana. Fue culminada hacia 1730 aproximadamente.
Se trata de una iglesia que posee un atrio en forma octagonal; el lugar sirvió como capilla
abierta y camposanto, razón por la cual se encuentran sepulturas en el camino, la más
antigua es de 1887. Además, el arco atrial cuenta con columnas estilo toscano y en la cruz
atrial se encuentra grabada la Santa Faz de Cristo.
Para finalizar yo considero que la arquitectura barroca fue un momento muy importante en nuestra
historia arquitectónica en lo que Puebla se refiere, ya que fue una época donde se desarrolló mucho
nuestra mercancía e imaginación para cumplir los estándares que nos marcaba la sociedad. Con esto
me refiero a que empezamos a la producción masiva de Talavera como material constructivo y
decorativo, también los edificios que aún permanecen en Puebla son una gran atracción turística que
ayuda a recaudar fondos y mover la economía.
Considerando ahora la idea de que se pueda seguir construyendo edificaciones con características
barrocas en una idea un tanto difícil.
Esto me refiero a que por más que tratemos de darle el diseño principal barroco es casi imposible ya
que los materiales empleados en ese entonces no son lo suficientemente seguros para aguantar las
capacidades que tenemos hoy en día, los desastres naturales como los terremotos y por supuesto la
duración que es necesaria en nuestros tiempos.
Lo que podemos llegar a aspirar es poner solo pequeños toques que podamos considerar barrocos a
los edificios de gran magnitud o edificaciones religiosas ya que sería más complicado tanto
económicamente como socialmente adoptarlo a lo que tenemos.
Bibliografía
Conti, Flavio: Cómo reconocer el arte barroco. Barcelona: Editorial Médica y Técnica,
1980. Recuperado el 1 de septiembre.