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Aqui he reproducido parte del trabajo de Mark E. Furman.

Él es un científico, practicante y
entrenador de Programación Neuro Lingüística, miembro de la Cognitive Science Society y de
la American Association for the Advancemente of Science. Furman desarrolló un nuevo campo
de investigación que ha denominado Tecnologías de Remodelado Neuro Sináptico (NSRä) con
el fin de sentar algunas bases científicas que permitan desarrollar niveles de comprensión
más amplios sobre la estructura de la experiencia subjetiva humana. Para estos efectos se ha
dado el trabajo de integrar 26 campos científicos interdisciplinarios que han intentado, en los
últimos 100 años, modelar el funcionamiento del cerebro humano.
Lo que ha posibilitado dicha integración es también una nueva tecnología de representación
del cerebro llamada SQUID "Super Conducting Quantum Interference Device" (Aparato de
Interferencia Cuántico Super Conductor) capaz de detectar campos magnéticos intracelulares,
resultantes de la actividad celular del cerebro, que son 1.000 millones menores que el campo
magnético de la tierra. Este dispositivo ha ayudado a los neuro científicos a hacer conexiones
entre los modelos de sucesiones electroquímicas en el cerebro y los comportamientos
humanos macroscópicos tales como el aprendizaje, la memoria y el pensamiento. Esta
tecnología de representación moderna provee una ventana para dilucidar algunos de los
misterios del cerebro.

La enseñanza, el aprendizaje, la persuasión y la influencia son tanto una ciencia como un arte.
La implementación y el entrenamiento exitoso de tales habilidades requiere tanto de una
comprensión básica de los principios que gobiernan el funcionamiento del cerebro como de
una comprensión afinada de lo que constituye un diálogo y de las condiciones para que éste
sea productivo. Su "práctica" con pleno dominio es un arte. Así, exploraremos algunos de los
principios que gobiernan nuestro sistema neurológico y su relación con las tecnologías que
hacen posible operar con excelencia en la dirección de diálogos productivos.
Especificamente, aquí nos referiremos a los siguientes 'misterios':
A.- El funcionamiento del cerebro humano.
El Cerebro: Un Sistema Dinámico No-Lineal.
B. ¿Cómo procesa nuestro Sistema Nervioso la Información Sensorial?
C. ¿Cómo influye una persona en otra?
Nivel de actividad del cerebro: ¿cómo afecta la lentitud el nivel de actividad del cerebro?
La resonancia forzada y el calce de fases.
Viraje de la fuente de información, de externa (los sentidos) a interna (las re-presentaciones).
Ambigüedad e intermitencia.
Acompañamiento y conducción: lo más útil para acompañar es cualquier cosa que le da a
usted un indicio de la frecuencia (velocidad o ritmo) al que el sistema nervioso está operando.
Neuro Biología De La Persuasión

FUENTE: POIETICAS
Centro Bert Hellinger de Chile
A.- El funcionamiento del cerebro humano.
A fin de apreciar la enorme tarea de modelar la mente y el cerebro, comencemos
mencionando algunos hechos. El cerebro humano es la organización más compleja de materia
que conocemos en el universo. Contiene sobre 100.000.000 millones de células, que están
todas presentes al nacer. Virtualmente ninguna célula nueva se agrega al cerebro a lo largo de
la vida. Las células del cerebro se llaman neuronas y se cree que son la unidad más básica de
comunicación en el cerebro. Cada una de estas neuronas se conecta con entre 1.000 y 100.000
neuronas para formar un mínimo de 100.000 trillones de conexiones llamadas sinapsis,
formando un sistema dinámico no lineal infinitamente complejo. Es fácil de imaginar que,
dado el potencial de conexiones, la tarea de investigar la comunicación entre células resulta
difícil pero no imposible. Para complicar más su rastreo, un mensaje puede pasar desde una
neurona a otra en sólo unos milésimos de segundo. La velocidad de transmisiones es otro de
los desafíos.
Es importante notar también que en el cerebro los 100.000 trillones de conexiones no están
cableados en forma fija como en una computadora, lo que le permite mantenerse flexible. La
pequeña brecha entre las neuronas mencionada anteriormente, la sinapsis, permite que los
mensajes eléctricos se conviertan en mensajes químicos que pasan de célula en célula y que
de vuelta nuevamente se convierten en mensajes eléctricos. Hasta la fecha, se han identificado
más de sesenta diferentes mensajeros neuroactivos químicos, y se cree que acarrean
instrucciones muy diferentes a lo largo del cerebro. Desde este material en bruto, el cerebro
puede crear un número infinito de modelos de sucesiones electroquímicas que hacen que el
trabajo del modelador sea sumamente difícil.
El número potencial de estados emergentes y comportamientos es virtualmente ilimitado y el
extenso sistema neuronal con su actividad electro-fisiológica nunca radicará exactamente en
el mismo estado dos veces (Kelso, 1995).
El Cerebro como un Sistema Dinámico No-Lineal.
Imagine la vista aérea de un laberinto de un tamaño a escala humana. Su objetivo es entrar
por un lado y después de muchas tortuosas pruebas y errores, surgir exitosamente por el otro
lado. El laberinto es un cuadrado con paredes de 3 metros de alto, dentro del cuadrado las
paredes forman un laberinto intrincado - como repliegues - con todos excepto uno de los
senderos que lo conducen a ninguna parte. Si este fuera un laberinto lineal, usted podría
entrar en él esperando encontrar siempre la entrada en el mismo lugar. Una vez adentro,
podría dar vuelta a la derecha y si eso lo conduce a un callejón sin salida podría devolverse e
intentar ir a la izquierda. El laberinto permanecería sin modificaciones. Eventualmente,
mediante muchas pruebas y error, saldría exitosamente, y siempre esperaría encontrar la
salida en el mismo lugar. ¿No sería estupendo que el cerebro de aquel a quien usted intenta
influir fuera un sistema lineal? ¡No lo es!

Ahora imagine una vista aérea de un laberinto "similar". Al mirar el terreno de más cerca, nota
que la apertura no está donde espera que esté. Y, de hecho, cada vez que intenta caminar
dentro del laberinto, la entrada, para comenzar, nunca se encuentra en el mismo lugar. Usted
circula por el perímetro buscando la manera de entrar. Cuando finalmente entra puede optar
por ir a la izquierda, a la derecha o adelante. Se vuelve a la derecha y una vez que se da cuenta
que ha entrado en un callejón sin salida, camina de vuelta al primer punto de decisión sólo
para encontrar que no hay ya más una izquierda. En cambio, se topa con 3 nuevos senderos.
De pronto cae en la cuenta de que cada paso que usted da lleva a que las paredes del laberinto
se reestructuren y se autoorganizen en un nuevo laberinto. Le es imposible tomar cualquier
decisión sin alterar el laberinto por siempre e irreversiblemente. Repentinamente se da
cuenta que no hay manera de comenzar otra vez desde el mismo lugar. No hay forma en que
usted pueda memorizar el paisaje o la topología del laberinto.
Su única esperanza para lograr salir afuera está en dilucidar los principios por los cuales su
propia acción lleva a la auto- organización del laberinto. Acaba de ingresar al mundo no lineal
del cerebro humano.
El cerebro humano es un sistema de procesamiento de información altamente complejo. Sin
embargo, su funcionamiento puede ser comprendido a partir de algunos principios simples y
unos cuantos conceptos de referencia producidos por los teóricos de la auto-organización.
Veamos primero estos últimos para luego adentrarnos en la comprensión de cómo funciona
nuestro sistema nervioso al procesar los estímulos que gatillan sus cambios de estado.

B. ¿Cómo procesa nuestro Sistema Nervioso la Información Sensorial?


La Percepción y el Registro de Patrones:
Percibir es un proceso creativo activo (Kosslyn, et. al., 1994) en constante fluctuación
dinámica, a diferencia de lo que ocurre al sensar que es un proceso más pasivo. La imaginería
interna, por medio de todos nuestros sistemas representacionales, está activa durante el
proceso de percepción. Un ejemplo elegante de esto es nuestra capacidad para percibir una
imagen parcial o degradada. La mayoría de nosotros ha tenido la experiencia de ser capaz de
reconocer a un amigo que no hemos visto por varios años. Es asombroso que el cerebro
humano tenga la capacidad de comparar aportes sensoriales y representaciones almacenadas
internamente dando por resultado el reconocimiento de un viejo amigo, desde cualquier
ángulo, desde casi cualquier distancia, por el estilo de su caminata, el sonido de su voz, de la
imagen de una cara que ha envejecido 15 años, o incluso de la mitad que quedó de una
fotografía que se rasgo en dos.
Esta capacidad extraordinaria no sería posible si almacenáramos y recobráramos
"exactamente" lo que experimentamos. Un acto de percepción no es el copiado de un
estímulo entrante. Más bien, registramos relaciones entre cosas de una manera dinámica
"ligeramente- acoplada". El reconocimiento de cualquier imagen sensada por el cerebro
requiere simultáneamente de imágenes internas activas (Kosslyn, et. al., 1994). Podemos
pensar en la percepción como en un proceso de apareamiento entre los datos que
actualmente están entrando y los que hemos registrado anteriormente.

Cuando nuestros cinco sistemas sensoriales muestrean porciones del mundo externo un
patrón de activación electroquímico codifica la información entrante. Este es un proceso
conocido por los neuro científicos con el nombre de modificación sináptica, desde hace ya
algún tiempo. Se trata de una noción postulada por primera vez en 1945 por el neurologo
Donald Hebb y luego validada por el campo de la biología molecular.

Lo que por algún tiempo le faltó a muchos neuro científicos, es la noción crítica y la
comprensión de que mientras el sistema nervioso muestrea el mundo externo,
simultáneamente muestrea el mundo interno de respuestas fisiológicas por medio del sistema
somatosensorial. Aspecto del que trata en extenso "El Error de Descartes" de Antonio
Damasio, 1994, Editorial Andrés Bello.
El sistema somatosensorial muestrea y codifica la respuesta fisiológica de nuestro cuerpo a
cada suceso que ocurre en el mundo externo. El modelo de actividad electroquímica
muestreado por el sistema somatosensorial (el ‘paisaje’ interno, en el lenguaje de la teoría de
sistemas auto-organizados) se combina, en un modelo de activación ampliamente distribuido a
lo largo del cerebro, con el modelo de actividad electroquímica muestreado por los otros
sistemas sensoriales (‘paisaje’ externo).
En otras palabras, a medida que experimentamos nuestro mundo, nuestro sistema nervioso
no registra sólo los sucesos externos sino también la reacción de nuestro cuerpo a esos
sucesos para que luego, en otra fecha, podamos formular una respuesta fisiológica y motora
adaptada a cualquier suceso similar que percibimos (en términos de las relaciones entre sus
‘componentes’).
Por eso los humanos compartimos la experiencia de ser capaces de evocar una imagen visual
o auditiva de un evento que sucedió hace varios años y simultáneamente experimentar los
sentimientos conectados con ese evento como sí estuviera ocurriendo ahora. Damasio sugiere
que este mismo proceso es el correlato neuronal del proceso de toma de decisiones y
razonamiento humano.
El registro o codificado de patrones de activación es esencial para el proceso de percepción y la
memoria. Como Donald postuló en 1945, parece que las células que se descargan o ‘disparan’
juntas, se interconectan entre sí en circuitos en los cuales hay el equivalente a cables
conductores (las fibras del axón celular que entregan información y sus dendritas que son las
prolongaciones que la reciben) y conectores (sinapsis, puntos en los cuales los axones hacen
contacto con las dendritas de otras neuronas). Durante la percepción y el aprendizaje ocurren
procesos de auto-organización que se cree son el resultado de conexiones asociativas masivas
entre células nerviosas. Se produce un enlace o engranaje de células nerviosas entre un grupo
de neuronas interconectadas cuyas sinapsis se fortalecen mutua y simultáneamente gracias a
neuronas de aporte. Estas asociaciones se establecen y elaboran de acuerdo a la ‘regla de
Hebb’ (sinapsis Hebbianas). Donald Hebb, ganador del Premio Nobel, descubrió que si dos
elementos en un estado similar responden simultáneamente, su conexión se fortalece.

De esta manera, la experiencia selecciona un cierto patrón de conexiones celulares, fortalecido


selectivamente para un suceso en particular. Pero dado que las conexiones se distribuyen
ampliamente, cuando cualquier subconjunto de neuronas recibe un aporte familiar, el enlace
completo responde rápidamente. Esto se considera un fenómeno de campo morfogenético,
específicamente de regulación, lo que significa que cualquier parte del campo puede activar el
campo entero. Las neuronas que participan en el reconocimiento del olor a "moho" son
afectadas también por la historia de las neuronas que codificaron el olor "rancio" del desván
de la abuelita. La historia tiene preeminencia sobre la representación estática de un estímulo.

Un sistema autorganizador.
En términos de la metáfora de los sistemas autorganizados, un acto de percepción consiste en
un brinco explosivo (escape de un ‘atractor’) del sistema dinámico desde la ‘cuenca’ de un
‘atractor’ caótico a otro. La ‘cuenca’ de un ‘atractor’ es el conjunto de condiciones iniciales
desde las que el sistema va a un comportamiento en particular. En el cerebro, la ‘cuenca’ para
cada ‘atractor’ quedaría definida por las neuronas receptoras que se activaron durante la
percepción para formar el enlace de células nerviosas. Cuando un suceso externo llega a ser
por vez primera de alguna manera significativo, un nuevo ‘atractor’ se agrega al ‘paisaje’, y
todos los otros experimentan una ligera modificación. Por otra parte, si un suceso externo es
inmediatamente significativo traza una trayectoria directa al ‘atractor’ del comportamiento
existente.

En esencia, la percepción permite al cerebro planificar y prepararse para la acción


subsiguiente en base a (a) la acción pasada, (b) los aportes sensoriales y (c) la síntesis de la
percepción. Un acto de percepción no es el copiado de un estímulo entrante. Es un paso en
una
trayectoria en que los cerebros crecen, se reconstituyen a sí mismos y se adaptan a su
ambiente.
C. ¿Cómo Influye Una Persona Sobre Otra?
Para establecer un modelo que explique la influencia de un comunicador en las percepciones
de otra persona (por ejemplo un vendedor que diáloga con un cliente explorando mapas
cognitivos y conectandolos a experiencias de referencia), tenemos que comenzar al nivel de
generación de patrones entre neuronas. Estos patrones de sucesiones electroquímicas son
afectados por el proceso de comunicación de tres maneras básicas: nivel de la actividad,
fuente
de información y ambigüedad e intermitencia.

Nivel de Actividad del Cerebro.


Durante el curso de un día promedio el cerebro humano se mueve a través de muchos niveles
diferentes de activación. Los niveles de activación están asociados a la frecuencia de la
actividad electro-fisiológica producida por la circuitería nerviosa en cualquier momento
determinado (Hobson 1994). El nivel de activación del cerebro determina críticamente su
velocidad de procesamiento de información, exactitud, motivación y dirección de la atención
(interna/externa).

Los patrones de sucesiones electroquímicas se propagan a ciertas frecuencias en el cerebro.


Una de las metas principales, de cualquiera que desea influir en las percepciones de otro de
manera efectiva, es reducir la frecuencia o nivel de actividad dentro del cual esos patrones se
generan. Los mejores comunicadores cuando desean influir sobre alguien hacen más lento el
ritmo de su voz y bajan su volumen.
¿Cómo afecta la lentitud el nivel de actividad del cerebro?
Dos principios de neurofísica ayudan a explicar esto: Resonancia Forzada y Calce de Fases.
La Resonancia Forzada y el Calce de Fases.

La Resonancia Forzada es un proceso por el que la frecuencia de una fuerza impulsora (la
expresión del ritmo) equipara la frecuencia natural de una estructura (el cerebro) por un
proceso que en PNL denominamos ‘acompañamiento’. El acompañamiento produce lo que
observamos en términos vibratorios (energía) cuando hay ‘calce de fases’.
La fuerza impulsora (expresión del ritmo) puede conducir la frecuencia o nivel de actividad
del cerebro en una dirección inhibidora (a un estado de trance) o excitadora (fuera del estado
de trance) una vez que hay calce de fases con la frecuencia natural del cerebro.

Metafóricamente es equivalente a lo que ocurre al colgar dos relojes de péndulo sobre la


misma pared. Si usted hace partir un reloj balanceando un péndulo y luego hace lo mismo con
el otro reloj, los péndulos permanecerán desincronizados durante un período corto de tiempo.
Las vibraciones transmitidas por la pared proveerán la información para que los péndulos
lleguen a un calce de fases. Pronto verá a ambos péndulos balanceándose al unísono. Una vez
que el calce de fases se logra, los péndulos se mueven en la misma dirección al mismo ritmo.
El principio de resonancia forzada puede conducir el cerebro desde una onda de actividad
beta (aproximadamente 12 a 30 Hz) hacia una onda theta (aproximadamente 4 a 8 Hz). Este
cambio en la actividad de cerebro puede fácilmente verse sobre un EEG que mide ondas
magnéticas extracelulares.

La importancia de cambiar el nivel de actividad del cerebro desde un funcionamiento beta al


de una onda theta reside en que todas las facultades del cerebro y la mente dependen de y
están sujeta a estos niveles de actividad o estados cerebrales globales (un nivel de actividad
del cerebro más lento da origen a muchos fenómenos de trance tales como la catalepsia). Así,
facultades tales como la visualización, la memoria, la atención y la voluntad serán accesibles a
un nivel de actividad y no a otro.
Cuando el nivel de actividad en el cerebro disminuye, hay un giro en el predominio entre
norepinefrina y acetilcolina. A medida que la norepinefrina disminuye, y la acetilcolina
aumenta, las imágenes visuales son más vívidas y la capacidad de dirigir la atención y ejercer
la voluntad disminuye.

Fuente de información interna o externa.


Cuando el nivel de la actividad en el cerebro baja, la fuente de aporte de información evaluada
por el cerebro cambia de predominio, de externo a interno. Cuando uno presta menos
atención a la información que viene a través de los sentidos, más atención presta a la
información interna que resulta del juego dinámico entre los patrones almacenados en el
cerebro, llamados ‘memoria’, y el ambiente externo.
Los patrones hipnóticos generalmente buscan realizar ambas tareas simultáneamente. Para
esto hacemos más lento el ritmo de nuestra voz (reducir el nivel de actividad) a la vez que
dirigimos la atención del sujeto a su experiencia interna (imágenes recordadas o construidas).
La hipnosis es un proceso externo de uso de patrones de comportamiento para inducir un
trance. Es un juego dinámico en constante evolución entre quién comunica algo con patrones
de lenguaje verbal y no verbal hipnóticos y su interlocutor.

Ambigüedad e intermitencia.
Los hipnoterapeutas hace mucho que saben que la ambigüedad lleva a las personas al trance,
mientras que la especificidad las saca de él. El uso de ambigüedades, sintácticas, fonológicas u
otras, es la forma más rápida de inducir a un individuo al trance.
Para comprender cómo ocurre esto es preciso redefinir el trance. El trance es un proceso
interno de transición por el cual la actividad electroquímica del cerebro se reorganiza
dinámicamente permitiéndole virar suavemente entre sus estados colectivos. Logra esto al
desestabilizar los estados existentes y permitiendo la reorganización espontanea de nuevos
estados. La información disponible en cada estado cerebral o fase será diferente.

Una manera sencilla de pensar sobre esta transición de estado o fase es compararlo a los
estados o fases del agua. En física, el agua puede ser un sólido, un liquido o un gas. Imagine
que usted esta de pie frente a una poza de agua quieta, recoge seis piedras y las arroja en la
poza. El contacto de las piedras con el agua resulta en un patrón de seis círculos concéntricos
que interfieren entre sí.
Imagínese que el patrón representa una cierta memoria. Si el agua se congelara y usted
arrojara las piedras en el mismo lugar, ¿emergerá el mismo patrón de círculos concéntricos?
La respuesta es no. ¿Y qué si el estado del agua fuera gaseoso? ¿Podría producirse el mismo
patrón con el mismo input? la respuesta es nuevamente no.

El cerebro está operando bajo esta restricción todo el tiempo. Sin embargo en vez de tres
posibles estados o fases colectivos, el cerebro puede entrar y salir de un número virtualmente
infinito de estados o fases. Estas fases forman ‘atractores’, áreas en el espacio de fases en que
la actividad caótica se estabiliza en un orden auto-organizado y en patrones predecibles. A la
diversidad de patrones espacio-temporales que resulta los llamamos ‘paisajes atractores’.
El ejemplo del agua ilustra porque la información puede quedar atrapada entre diferentes
estados cerebrales o ‘atractores’. El acceso a la información depende de una reproducción
aproximada de los patrones de secuencias electroquímicas. Como en el ejemplo del agua, no
podemos esperar que el cerebro produzca el mismo patrón hasta que entre en el estado o fase
en el que dicho estado quedo codificado por primera vez.
El proceso hipnótico hace posible que la información este más accesible porque facilita la
habilidad del cerebro para virar rápidamente entre estados cerebrales (patrones y
atractores). Para comprender el efecto de la ambigüedad en el cerebro debemos explorar el
proceso de transición de un estado (fase) a otro.
Todos los sistemas no lineales complejos conocidos en el universo mantienen su flexibilidad
cambiando rápidamente de estado en estado. El sistema logra esto mediante lo que en el
lenguaje de la física se denomina ‘transición no equilibrada de fases’. Esta transición de fases
es el concepto singular más crítico en la comprensión de la hipnosis.La premisa operativa es
que el estado del que está saliendo debe ser desestabilizado (traído a un no equilibrio) para
girar hacia el estado al que quiere entrar.
El lenguaje hipnótico actúa como una influencia paramétrica que mantiene al
sistema cerca o entre estados o ‘paisajes’ ‘atractores’, en vez deen ellos. Esto provee al
sistema de mayor flexibilidad y fluidez. En otras palabras al mantener un sistema cerca de la
inestabilidad, le damos al sistema un acceso más rápido a sus estados colectivos, o a sus
recursos e información, los que normalmente se encuentran atrapados en la codificación
dependiente del estado. Así, mientras más estable es un patrón o estado, menos flexibilidad
tiene el sistema.
¿Cómo desestabiliza el proceso de hipnosis los estados existentes para transicionar a uno
nuevo? La desestabilización ocurre de dos maneras. La primera es a través de la ambigüedad.

Cuando un estimulo presentado a uno de los sentidos es ambiguo, el cerebro oscila entre dos o
más interpretaciones (patrones o estados). La oscilación es facilitada por la transición no
equilibrada de fases (trance). En vez de que el sistema se estabilice en una interpretación
reconocida estable (como cuando se usa una especificación), el cerebro oscila rápidamente
entre las posibles interpretaciones (patrones o estados). A esta condición se le conoce como
intermitencia y es característico de todos los sistemas complejos no lineales.
Mientras más difícil es resolver un conflicto, como en el caso de la ambigüedad fonológica o en
la ambigüedad sintáctica, el sistema permanece más prolongadamente en intermitencia. En el
caso de intermitencia el sistema vive cerca o entre atractores (patrones), en vez de en ellos. El
sistema está en transición.

La segunda forma en que la hipnosis desestabiliza los patrones existentes es a través de la


resonancia forzada o el calce de frecuencia, un tipo de calce de fases. Todos los patrones en el
cerebro dependen de la frecuencia. A medida que hacemos más lento el ritmo de nuestra voz,
conducimos al cerebro mediante la resonancia forzada, a través de frecuencias o actividad
cada vez más lenta.

Llegado a un punto, el cerebro es incapaz de mantener un patrón dado en el tiempo y


comienza a oscilar rápidamente entre patrones. Este fenómeno puede verse también en el
sueño REM. Mientras soñamos, el cerebro oscila rápidamente entre estados y contextos
virtualmente incontrolables por parte del sujeto dormido. Veamos algo más sobre algunos de
los misterios más comunes del trance a fin de integrar esta información.
Una de las sensaciones más comunes que experimenta alguien que entra en trance es la
sensación de profundidad. Ahora podemos describir desde el nivel neurobiológico que le pasa
al individuo en trance. La ‘profundidad’ del trance es experimentada como resultado del
cambio del equilibrio dinámico entre la norepinefrina y la acetilcolina en el cerebro. A medida
que cae el nivel de norepinefrina, un sujeto hipnotizado siente sensaciones similares a las que
experimenta cuando pasa de dormir a despertar (¡los dos estados más fundamentales del
cerebro!). Los niveles de trance que experimentamos subjetivamente corresponden a niveles
de norepinefrina en el cerebro.
A este tipo de correspondencia temporal entre cambios de frecuencia microscópicos y niveles
macroscópicos de funcionamiento se le denominafractal. Un fractal es un proceso en el que los
patrones que ocurren en un pequeño espacio o en una pequeña escala temporal se repiten a
niveles más amplios. En este caso, la neurobiología del cerebro y los indicadores
macroscópicos del trance que el sujeto y el observador pueden calibrar, constituye un fractal.
Otra experiencia común en el trance es la conservación o economía del momento. A medida
que el nivel de acetilcolina en el cerebro aumenta, elpons en el tronco cerebral, una parte
central del cerebro, envía una orden a los músculos que inhibe el movimiento de las costillas.

Esta característica de nuestra neurobiología es particularmente útil cuando entramos en el


sueño REM. Nos permite experimentar sueños vividos sin la correspondiente actividad
muscular que nos podría hacer daño o hacer daño a otros cercanos. Durante el sueño REM, la
actividad neuromuscular queda completamente desconectada. A medida que el sujeto en
trance despierta, observamos lo que denominamos una respuesta de reorientación, que
consiste en moverse de un estado quieto a un rango y velocidad de movimiento normal. Esto
indica que el equilibrio de los neuroquimicos en el cerebro ha cambiado nuevamente.

Si usted quiere tener algún grado de control sobre el procesamiento de información en el


cerebro de una persona, debe aprender primero a equiparar el aporte de información al nivel
de actividad en que se encuentra actualmente, y luego conducir al sistema nervioso a operar al
nivel de actividad necesario para embalar/empacar de manera óptima la información que
usted propone (coordinar los estados internos con los objetos y sucesos externos más
apropiados). Los neurocientíficos se refieren a este proceso llamándolo "calce de fases". Los
ritmos del comportamiento humano reflejan los ritmos intrínsecos del cerebro mismo. En
PNL se nos enseña a construir "rapport" acompañando y conduciendo, equiparando y
reflejando.

Frecuentemente el elemento más vital del acompañar se descuida. "El calce de fases" o lo que
a veces se conoce como "calce de frecuencia", es el elemento más vital. Este es el proceso de
acompañar el "ritmo" exacto del sistema nervioso para que su información pueda ser
óptimamente procesada por el cerebro en ese momento. En otras palabras la cosa más útil
para acompañar es cualquier cosa que le da a usted un indicio de la frecuencia
(velocidad o ritmo) al que el sistema nervioso está operando.

Esto incluye la tasa de cambio (o velocidad) del parpadeo de los ojos, movimiento de los
glóbulos de los ojos (los impulsos motores oculares), ritmo de la respiración, ritmo al hablar,
longitud de las frases, longitud de las pausas, movimiento de las extremidades, cambios del
cuerpo, velocidad y frecuencia de los gestos. Si usted está equiparando -ó espejando- esos
ritmos y acompañando el ritmo de su discurso con su respiración, puede tener la seguridad de
que creará las condiciones óptimas para el procesamiento de su mensaje.

Si usted no calza estas tasas, puede producir turbación y malestar, e inducir intuitivamente la
desconfianza debido a que su sistema nervioso esta fuera de sincronía con el del otro. Sin
embargo, este tipo de acompañamiento no necesariamente significa que usted está en
rapport. Usted puede estar en el ritmo perfecto y todavía infringir las creencias de una
persona o sus valores con lo que sus posibilidades de salir del laberinto serán pocas o nulas.
En todo caso, recuerde que dar información al sistema cerebro/mente es de poco valor sin
abordar primero la actividad nerviosa.
El proceso de calzar el ritmo de funcionamiento del sistema nervioso prepara los sistemas de
procesamiento de información del cerebro para la aceptación de nueva información al aflojar
las conexiones neuronales que se acoplaron anteriormente y al hacer que el sistema cerebral
sea más fluido y flexible. Los neuro moduladores en el tronco del encéfalo y en el tronco
cerebral están en constante interrelación dinámica. Cuando el nivel de actividad de los
circuitos del cerebro es alto, éste libera una cantidad mayor de norepinefrina (NE) en el
neocortex (Hobson, 1994).

Esto produce un fortalecimiento en exceso de las sinapsis, lo que puede causar interferencias
entre los patrones anteriormente almacenados así como también en los nuevos patrones
sensoriales entrantes. (Hassle y Bark, Octubre 1995). Esto puede resultar en un
correspondiente patrón de comportamiento de rigidez a nuevas ideas. El efecto de un
fortalecimiento excesivo de las sinapsis puede ser evitado reduciendo la fortaleza de las
sinapsis a través de una depresión del nivel de actividad. La reducción en la fortaleza de las
conexiones sinápticas y una mayor fluidez ocurre en presencia de acetilcolina (ACh).
El acompañamiento deliberado de los ritmos nerviosos intrínsecos por el uso efectivo del
calce de fases llega a ser una herramienta vital para la persuasión e influencia al conducir el
sistema cerebral a un estado fluido, ligeramente acoplado. Una vez que ocurre el calce de
fases de los ritmos, un comunicador puede comenzar a conducir el cerebro del oyente a un
nivel inferior de actividad al hacer gradualmente más lento su propio comportamiento
(respirando más lentamente, disminuyendo el ritmo del discurso, disminuyendo la frecuencia
de su gesticulación, etc.).

Esto a su vez ocasiona que el tallo cerebral produzca un nivel mayor de ACh para ser liberado
en el neocortex, reduciendo así la fortaleza de las conexiones sinápticas y permitiendo una
aceptación más fluida de nuevos patrones sensoriales (sus sugerencias). Este estado óptimo
del cerebro también se ha demostrado que mejora la instalación de potenciación a largo plazo
en la región hipotalámica del cerebro, resultando en reconocimiento y almacenaje a largo
plazo de los nuevos patrones sensoriales aportados (por ejemplo mediante patrones de
lenguaje que en PNL denominamos sugerencias post-hipnóticas).

Se cree que el colinérgico al fortalecer las modificaciones sinápticas, juega un papel


importante en el almacenaje permanente de información en las estructuras corticales. Una
evidencia de comportamiento importante puede ser encontrada al estudiar la dinámica
neocortical de la hipnosis y el trance. Los sujetos en trance tienen una susceptibilidad y
recordación mayor de las sugerencias. La dinámica electro fisiológica, que ya describimos, es
en gran parte responsable de esta capacidad. Es también de valor notar en este punto, que el
aprendizaje acelerado ocurre mejor durante este estado de neuro modulación colinérgica y se
asocia con la Clase II de ondas theta (Kandel, Schwartz, Jessell, 1991 y 1995).

También se ha encontrado que el fortalecimiento excesivo de las sinapsis intrínsecas puede


conducir la activación simultánea de todos los patrones ya almacenados, resultando en una
pérdida de discriminación de recordación entre patrones (Hasselmo y Barkai, Octubre 1995)
Este estado del cerebro puede ocasionar una resistencia devastadora frente a la sugerencia
persuasiva. Esto es parecido a tratar de mirar un programa televisivo sin la antena.
El fortalecimiento excesivo de conexiones sinápticas dentro de la corteza puede resultar
también en una pérdida de especificidad y/o de respuesta a patrones específicos de aporte.
Esto se ve usualmente en el sujeto (alumno o cliente) confuso, abrumado y vacilante, quien
necesita algún tiempo "para pensarlo". El fortalecimiento extremo de conexiones sinápticas
puede resultar en actividad cortical parecida a la de una fisura y dar origen a dolores de
cabeza severos y a desorientación.
En resumen, abordar el sistema nervioso acompañándolo y conduciéndolo a un nivel inferior
de actividad, es esencial para reducir rápidamente la resistencia (la interferencia entre
patrones sensoriales) a nuestras sugerencias. Otro beneficio de reducir el nivel de actividad
del cerebro humano con anterioridad a la sugerencia es que la relación entre la activación de
ambos hemisferios cerebrales comienza a cambiar.

Los neuro científicos están conscientes que el hemisferio derecho tiene conexiones más ricas
con las estructuras subcorticales, incluyendo las del sistema límbico, que juega un papel
crítico en coordinar los estados emocionales con los patrones sensoriales entrantes
apropiados creados por sucesos y objetos externos (Davidson y Hugdahl). Combinada con las
áreas de asociación, la amígdala cerebral es también esencial para la interpretación y
expresión del componente emocional del lenguaje y por lo tanto, puede ser activada por el
tono emocional de una sugerencia.

Cuando hay disminución en la activación neuronal y aflojamiento de los acoples neuronales,


hay un cambio en la actividad dominante desde el hemisferio izquierdo al derecho y un
correspondiente aumento en la intensidad de la emoción experimentada, así como también
una excitación fuerte del sistema límbico de gratificación del cerebro (Kissin, 1986). Este
cambio en la actividad hemisférica permite al comunicador un control mucho mayor sobre los
estados emocionales y motivadores necesarios para que un interlocutor tome una decisión
sobre un asunto nuevo.

También se cree que hay un aumento de dopamina en el tálamo y corteza visual, permitiendo
imágenes más vívidas. El último beneficio importante de un abordaje deliberado del estado
del cerebro es una disminución de la atención general y un aumento mantenido de la atención
enfocada. Todos estos cambios en el funcionamiento del cerebro facilitan una mayor
receptividad a las sugerencias y la influencia en la interacción interpersonal

A partir de esta diversión neuronal (calce de fases), es ahora posible conducir el estado de una
persona kinestésicamente, mediante el cambio sutil del propio estado. A medida que usted
determina el estado óptimo para la receptividad a su sugerencia y el inicio del
comportamiento deseado, puede conducir a una persona a ese estado entrando en él usted
mismo, primero.
Así, si la motivación es el estado en que desea que esté su cliente y si usted calibró
anteriormente que el comportamiento deseado ocurrirá durante ese estado, debe calzar-fases
con el estado presente de su cliente y luego, gradualmente, motivarse usted a sí mismo. Al
influir directamente sobre el sistema nervioso, a este nivel, usted gana acceso a uno de los
principios auto-organizadores del cerebro más esenciales y al control sobre varias otras
funciones del cerebro. Abordar los ritmos intrínsecos del cerebro le da a usted acceso directo
a:
Emociones, memorias y comportamientos dependientes del estado, más
apropiadas. respuestas emocionales aumentadas; aportes de información y tasa de
procesamiento sincronizados; y los sistemas a largo plazo de memoria servidos por la Clase II
de ondas theta, que permiten la recuperación y almacenaje a largo plazo de sus sugerencias.

En resumen, influir en los estados fisiológicos y en los comportamientos por medio de los
principios de la neurofísica, permite tener el control sobre uno de los procesos principales
que es responsable de la reorganización espontánea del laberinto (la función del cerebro).
Para qué decir que usted puede reducir mucho la complejidad de la exploración del laberinto
influyendo directamente en la organización del laberinto que desea explorar.
La teoría de sistemas autorganizados

Casi todo el artículo está extraido de uno de Robert Dilts publicado en AnchorPoint, una revista de PNL en inglés.

Del estudio del caos emergió paradójicamente una explicación del proceso de formación
espontánea de orden en un sistema dinámico complejo. Científicos que estudiaban el caos (la
ausencia de orden) notaron que cuando se juntaban suficientes elementos complejos
interactuantes, en vez de crearse caos, tendía a formarse un orden espontaneo como
consecuencia de la interacción.
Según esta metáfora el orden en un sistema interconectado de elementos, se forma en torno a
los que se denominan ‘atractores’ que ayudan a crear y sostener en forma estable patrones o
configuraciones dentro del sistema. Estos ‘atractores’ forman una especie de ‘paisaje’ que da
forma y determina los patrones de interacción dentro del sistema.
La fuerza de un ‘atractor’ esta determinada por la profundidad y ancho de su ‘cuenca’. La
profundidad de la ‘cuenca’ tiene relación con la intensidad del recurso. El ancho de la ‘cuenca’
tiene relación con cuán fácilmente el recurso es accesible en diferentes situaciones.

El tejido mental y emocional de nuestras vidas podríamos imaginarlo como un paisaje. Los
"atractores" perceptuales, por ejemplo, son el punto focal en un fenómeno alrededor del cual
el resto de nuestras percepciones se organiza.

Considere el ‘estimulo’ proveído


por la Figura. ¿Es la imagen de una
mujer joven que usa una
gargantilla o la de una vieja con su
cabeza inclinada? Por supuesto, el
cuadro en sí mismo es
simplemente una combinación
compleja o ‘paisaje’ de líneas y
áreas iluminadas y obscuras. La
mujer, joven o vieja, no está
realmente sobre el papel, sino que
en nuestras mentes. Nosotros
vemos una mujer "joven" o "vieja"
a causa de suposiciones básicas y
estructuras profundas
dentro de nuestros propios
sistemas nerviosos - a los que
Aristóteles se refirió como a
"causas
formales"-.
Para movernos entre las
‘imágenes’ en el ‘paisaje’
necesitamos desestabilizar
primero nuestro
foco sobre un atractor y
consecutivamente re-estabilizar o
‘fijar’ nuestra atención alrededor
del nuevo atractor.
Por supuesto, los ‘atractores’ no son solamente un fenómeno de percepción. Ellos ocurren en
otras formas también. Por ejemplo, un proceso similar parece estar detrás de los mecanismos
neurológicos por los que somos capaces de establecer diferentes ‘partes’ de nosotros mismos
dentro de nuestro único sistema nervioso. Como analogía, las imágenes de las mujeres en el
cuadro anterior serían como dos ‘partes’ de una misma persona. Bajo ciertas circunstancias, el
sistema nervioso de una persona podría auto-organizarse para traer a la atención la parte de
la "cara joven" como figura sobre un fondo, y en otras circunstancias la "parte vieja" podría
ser la figura sobre un fondo.

En los sistemas auto-organizados la ‘fuerza’ de la "atracción" no viene realmente desde el


objeto o suceso fuera del sistema sino que es más bien el resultado de la interacción entre el
sistema y su ambiente. Los ‘atractores’ son simplemente los puntos de referencia externos en
torno a los cuales el resto del sistema organiza su actividad. Por ejemplo para un ganso recién
nacido, ‘el movimiento’ es el atractor inicial alrededor del cual el sistema nervioso del ganso
comienza a formar el resto de su representación o "imprint" de ‘la madre’, de acuerdo al
concepto de "imprint" de Konrad Lorentz. De acuerdo con la teoría de autoorganización, los
estados internos (estados problema o de excelencia) se considerarían patrones de
organización dentro del sistema nervioso del individuo que pueden ser ‘auto organizados’ y
mantenidos bajo ciertas condiciones.

Aspectos de los eventos en que estos estados ocurrieron primero pueden llegar a ser las
anclas o ‘atractores’ alrededor de los cuales el estado se auto-organiza espontáneamente y
reoccurre o se gatilla más tarde. Así, los sucesos e "imprints" funcionan como los "atractores"
iniciales para nuestros posteriores modelos del mundo; ambos codificando experiencias y
coleccionándolas en la memoria. Estas colecciones de representaciones entonces llegar a ser
ellas mismas un "atractor" para el próximo nivel de organización.
En la teoría de auto-organización, la ‘fortaleza’ de un atractor se describe en términos de la
‘profundidad’ y ‘ancho’ de su ‘cuenca’. La ‘profundidad’ de la cuenca se relaciona con la
intensidad de la atracción. El ‘ancho’ de la cuenca se relaciona con cuán fácil es accesar ese
estado particular en diferentes situaciones. Por ejemplo, algunos de nuestros estados pueden
ser muy fuertes y poderosos, pero estar disponibles sólo en un número pequeño de
circunstancias especiales - como en momentos de inspiración que son intensos pero pocos y
lejanos entre sí. Otros estados pueden ser relativamente débiles, pero estar disponibles en
muchas circunstancias diferentes, tales como en breves momentos de irritación o duda que
pueden ocurrir en una variedad de situaciones pero que los superamos fácilmente. Así, una
cuenca que es ‘profunda’ pero ‘estrecha’ sería un estado fuerte que experimentamos sólo de
vez en cuando. Una cuenca ‘baja’ pero ‘ancha’ sería como un estado que nosotros somos
capaces de experimentar en muchas situaciones diferentes, pero que no es muy intenso.

Una cuenca ‘baja’ y ‘estrecha’ representaría un estado muy transitorio que nosotros
experimentamos únicamente rara vez y no muy fuertemente. Una cuenca ‘profunda’ y ‘ancha’
sería un estado que es intenso y fácil de conseguir en una variedad de circunstancias
diferentes.

Los paisajes atractores individuales de nuestras propias vidas dependerían mucho de la


influencia de nuestras propias historias personales, aquellas que nos contamos o narramos
para encontrarle significado a nuestras vidas. Por ejemplo, una persona que ha
experimentado un suceso traumático, pero en una circunstancia muy inusitada, puede
desarrollar una reacción muy intensa (una cuenca ‘profunda’) pero sólo en circunstancias
muy específicas (una anchura ‘estrecha’).
Alguien con fobia a pasar sobre un puente específico sería un ejemplo de esto. Una persona
que ha experimentado un fuerte susto pero en una situación más común también podría tener
una reacción intensa, pero experimentarla más frecuentemente y en más contextos (su cuenca
es ‘ancha’). Esto sería como la situación de una persona que experimenta algo como la
agorafobia (temor a salir a lugares abiertos).
El establecimiento de una ‘posición de observador’ con respecto a experiencias pasadas
desafiantes podría ser visto como una manera de ayudar a hacer que la ‘cuenca del atractor’
de esas experiencias particulares sea más ‘ancha’ (este disponible conscientemente en más
circunstancias) pero también más ‘profunda’ (disminuyendo las emociones afectivas
asociadas con la experiencia).

En la metáfora de un ‘paisaje’, los procesos de cambio podrían ser vistos de una de dos
maneras;
l) cambios a nivel de superficie
2) cambios a nivel profundo.

Un cambio de superficie involucraría mover la pelota a una parte diferente del paisaje;
dejando el paisaje sin cambiar. Tratar de ignorar un sentimiento malo y permanecer optimista
sería un ejemplo de intentar mover la pelota de nuestra ‘conciencia’ a una parte diferente de
nuestro paisaje mental o emocional. Un cambio a nivel de la ‘estructura profunda’ conlleva
modificar el paisaje mismo alterando el ‘atractor’ o la ‘cuenca’ del atractor.

El proceso básico de cambio a nivel profundo en un sistema auto-organizado involucra


primero ‘desestabilizar’ los atractores existentes que retienen el sistema en su estado
presente, y luego introducir o activar un nuevo atractor que alterará el ‘paisaje’ del sistema.
En la teoría de auto-organización, se considera que el cambio resultante en el paisaje es
producido o ‘develado’ mediante un proceso de ‘iteración’. Esto es porque los sistemas auto-
organizados tienden a incidir en su ambiente por el continuo intento de manifestar sus
propias estructuras internas profundas.

Mirado desde esta perspectiva, las soluciones a los problemas o las nuevas formas de abordar
una situación surgen orgánicamente mediante ciclos consecutivos de iteración, similar a la

noción de Freud de "corrección asociativa". Una rica representación de un resultado que


quiero lograr, por ejemplo, puede ser un "atractor" para posibles soluciones y formas de
aplicar recursos (en la forma de un bucle o enlace en un proceso de Sensar-Decidir-Actuar.
Cada etapa en el proceso de lograr ese resultado o meta es otra ‘iteración’, que se construye
sobre la previa, hasta que se produce el resultado final; como ocurre en el crecimiento
orgánico en la naturaleza o en las matemáticas de un fractal.

Submodalidades
Mark Furman

Uno de los componentes más sutiles y ostensibles que usa el cerebro para construir modelos
del mundo son las cualidades de las modalidades de representación sensoriales que
distinguimos (ver, oir, sentir, gustar, oler), y que en PNL llamamos submodalidades (brillo,
color, volumen, ritmo, textura, temperatura, condimento, saleroso, etc.). Las submodalidades
son influidas por la interpretación del lenguaje y controlan su articulación, desde las palabras
individuales hasta la sintaxis. Cuando comunicamos algo, no podemos sino influir sobre las
submodalidades. Biológicamente, las submodalidades son la herramienta más aguda con la
que podemos influir sobre la estructura misma del pensamiento.
El concepto de submodalidades de la PNL es en verdad uno de los misterios más provocativos
para el pensamiento.
Las submodalidades no son nuevas entre la comunidad científica que se ocupa de las
neurociencias. Lo que sí es nuevo, es la influenciadeliberada de estos componentes sutiles del
pensamiento en la construcción de modelos humanos de desempeño y en las tecnologías de
cambio más penetrantes.

¿Cómo Influyen las Submodalidades en el Funcionamiento del Cerebro?


Aunque las submodalidades han estado presentes en el arsenal de tecnologías del practicante
de PNL ya por algún tiempo, sólo recién hemos comenzado a explorar las aparentemente
infinitas posibilidades disponibles para influir en la construcción de modelos en el cerebro a
este nivel. A fin de ilustrar su poder, es necesario comprender cómo las diferentes
submodalidades afectan el funcionamiento del cerebro.

Circuitería Reentrante.
El primer principio de funcionamiento cerebral necesario para comprender los efectos de las
submodalidades es el de circuito o señalización reentrante. El circuito reentrante es un
principio arquitectónico básico de la formación de células nerviosas que dan origen a bucles
de información de tipo cibernético y todas las submodalidades hacen uso de este principio
arquitectónico. Los circuitos reentrantes son los circuitos en el cerebro que se vinculan
ciberneticamente en estructuras de retroalimentación elaboradas y actualizadas
continuamente. Cualquier cambio que usted haga en un circuito, afecta inmediatamente hacia
atrás a todos los circuitos participantes y viceversa.

Este solo principio es lo que da a las submodalidades su capacidad prominente para afectar
las emociones, el comportamiento, la capacidad para generalizar y los mismos ‘paisajes’ en
que organizamos y experimentamos nuestro mundo mediante el sistema cerebro/mente.
Un ejemplo simple del uso de circuitos reentrantes puede encontrarse en la submodalidad
"distinción de tamaño". Notamos que a medida que aumentamos el tamaño de una imagen, se
incrementa simultáneamente la intensidad de la emoción correspondiente. Al examinar de
manera más profunda este nexo cibernético, encontramos que a medida que la intensidad
emocional misma disminuye, también lo hace el tamaño de la imagen. Esta submodalidad en
particular depende no solamente de los circuitos reentrantes, sino también de una propiedad
del sistema nervioso llamada "codificación de población".

La Codificación de Población.
La codificación de población es una manera en que el sistema nervioso expresa la intensidad
de un estímulo. Mientras mayor la población de neuronas activada por el estímulo, más
intenso es el sentimiento o emoción. El principio de codificado de población no está limitado
al sistema visual.

Este principio es más fácil de entender al considerar la intensidad del dolor que se transmite a
través del sistema somatosensorial, (de la raíz griega soma por cuerpo, y sus sensaciones; el
sistema somatosensorial controla los sentidos externos del tacto, temperatura y dolor, y los
internos de estados viscerales, posiciones articulares y dolor. Damasio 1994). Si una persona
accidentalmente se quema toda la mano, la intensidad de las señales de dolor que viajan a
través del sistema somatosensorial es mucho mayor que si esa persona se quema sólo un
dedo, aún cuando ambas quemaduras sean graves. En este caso, el mecanismo que codifica la
intensidad del dolor es la población o el número de neuronas involucrada en transmitir el
mensaje.
Con este ejemplo es mucho más fácil comprender cómo funciona este principio en el sistema
visual. Cuando percibimos un objeto o un suceso con nuestros ojos, éste se transmite a la
corteza visual a más de 30 circuitos discretos. Uno de tales circuitos se llama VI. Esta área de
la corteza visual esta mapeada espacio-tópicamente. Esto significa que la actividad eléctrica
en esa parte del cerebro equipara (o replica) espacialmente el modelo de activación que una
imagen visual crea sobre la retina del ojo.
Esta es un área en la corteza visual donde las relaciones espaciales de una imagen visual son
preservadas, de la misma manera como los pixeles de un monitor de T.V. conservan las
relaciones espaciales codificadas por la cámara de video que inicialmente capturó la imagen.
Dicha información se transmite también a un área llamada corteza prefrontal de asociación,
que se ubica detrás de la frente. Es aquí donde laubicación es codificada por neuronas
especiales llamadas células VI. En esta corteza de asociación, la información sobre un estado
fisiológico es vinculada a información sobre la imagen visual. Lo que hace realmente el
sistema somático, al registrar información fisiológica sobre sus sensaciones corporales y su
estado emocional, es indexar la imagen visual que está siendo codificada por esas células
piramidales. En otras palabras, cuándo usted trae sus imágenes visuales a la memoria de
trabajo por medio de la corteza prefrontal, las coordenadas espaciales de todas las imágenes
activas son marcadas por un estado codificado por su sistema somatosensorial.

Esta función provee uno de los medios con el que usted puede cambiar el significado de un
suceso que ha registrado anteriormente con el simple expediente de cambiar la ubicación de
una imagen visual (como en un cambio de planimetría). La circuitería que sirve a esta función
es tan elaborada y poderosa que hace posible procesos cerebrales de orden más alto tales
como el razonamiento, la toma de decisiones, la resolución de problemas, planificar el futuro y
hasta la codificación del tiempo mismo. Sin esta circuitería, estas funciones cesarían de existir
tal como las conocemos.
El principio de circuitos reentrantes actúa conjuntamente con la codificación de coordenadas
de manera tal que a medida que aumenta el tamaño de una imagen visual, ocurre un aumento
en la población de neuronas que lleva esa información, tanto en VI como en la corteza
prefrontal. Ambos circuitos transmiten un cambio de intensidad a todos los circuitos
reentrantes que participan, uno de los cuales es el sistema somato-sensorial que registra los
sentimientos y las emociones conectadas con una imagen. En otras palabras, como en el
ejemplo de la víctima de quemaduras, una población o número aumentado de neuronas que
llevan el mensaje resultará en una señal aumentada de intensidad al sistema somatosensorial,
resultando en un aumento en cualquier emoción o sensación que haya sido codificada
originalmente.

Así, cuando influimos en el tamaño de una imagen "mental", hacemos uso de los principios de
los circuitos reentrantes y del codificado de población en el cerebro. Lo mismo es cierto
cuando influimos en la intensidad kinestésica y percibimos el cambio correspondiente en el
tamaño de una imagen visual. A este tipo de nexo nos referimos usualmente en PNL con el
término "cinestésia".
Lo qué es menos obvio es que el mismo principio de circuitería reentrante hace posible que el
lenguaje influya en una submodalidad y que una submodalidad influya en la selección de
palabras que describen la experiencia. Cuando le pedimos a alguien "acércate más para
echarle una mirada a eso", si el objeto es externo y ellos se mueven más cerca de él, el objeto
llenará una porción mayor de su campo visual, de su retina y de su área visual VI. Esto resulta
posible por la función de codificado de población. A su vez, cuando miramos algo de lejos, se
requiere de una población neuronal menor. Lo mismo es cierto para una imagen construida en
la mente que "acercamos", con la adición de otro conjunto de circuitos: la corteza prefrontal,
que sirve a la manipulación de imágenes.
Así, sí le pedimos a alguien que mire en detalle una cierta imagen, las palabras "en detalle" o
"de más cerca" es una instrucción al sistema nervioso para aumentar el codificado de
población y a su vez la intensidad. Lo inverso es verdad cuando le pedimos a una persona que
"tome distancia" para apreciar o ver las cosas. Lo qué hace posible esto es el diseño del
circuito reentrante entre las áreas que sirven al lenguaje (Área de Broca y área de Wernicke) y
en la corteza visual (corteza occipital), así como también aquellas que están entre el cortice
somatosensorial y el visual. En otras palabras, usted no puede no influir sobre las
submodalidades cuando comunica.

La Frecuencia de Codificado.
Otro sistema de codificación de información poderosa que da origen a las submodalidades se
llama frecuencia de codificado. Básicamente, la frecuencia de codificado significa el número de
veces que una neurona o sendero neuronal se dispara en un período determinado de tiempo.
Mientras mayor el número de impulsos por segundo, mayor la intensidad del estímulo.
Cuando su dedo toca ligeramente una mesa, el sistema somatosensorial codifica la intensidad
de la transacción enviando aproximadamente 1 impulso por segundo al cerebro. Pero, si con
el mismo dedo usted toca una estufa a 300 grados, el mensaje se transmite a una frecuencia
en
exceso de 500 impulsos por segundo.
Este mismo mecanismo opera en el sistema visual. Cuando sus ojos perciben la luz de tan sólo
una vela en una sala obscura, el cerebro recibe unos pocos impulsos por segundo por
intermedio de sus senderos visuales, mientras que la retina es capaz de enviar cientos de
impulsos por segundo durante la observación directa del sol.
Así, cuando le pedimos a alguien que "ilumine" una imagen, le damos una orden a su sistema
nervioso para aumentar la frecuencia de codificado de una imagen existente y, al hacerlo, le
estamos instruyendo que aumente la intensidad de las emociones y sensaciones codificadas
con esa imagen. Lo inverso es cierto cuando le pedimos que haga la imagen más opaca u
obscura o que la re-presente en blanco y negro.

Cuando una persona usa estos términos en su propio lenguaje mientras describe una
experiencia, lo que hace es hacer uso de las conexiones reentrantes entre los circuitos
lingüísticos y los visuales de su cerebro.
La frecuencia de codificado también puede encontrarse en circuitos auditivos y en los lóbulos
temporales. Este mecanismo sirve a la percepción del volumen. Mientras más fuerte parece un
estímulo o la imagen auditiva, más alta la frecuencia de impulsos a los circuitos auditivos en el
cerebro.

Aunque hayamos tratado sólo con la punta del iceberg, usted indudablemente, ahora, ya tiene
la idea de que las submodalidades no son simplemente una construcción de la mente. Son una
propiedad emergente de una manipulación precisa del tejido biológico en el cerebro, realizada
a través del lenguaje, invitando al otro a cambiar ciertas cualidades de sus imagenes.
La exploración de las submodalidades ha dado origen a información que nos permite
comenzar a modelar el desempeño humano al nivel neuro-cognitivo. Ahora tenemos una
comprensión mayor de los procesos biológicos que nos permiten modelar y formalizar
procesos tan notables como la memoria fotográfica.
Una rama relativamente nueva de las neurociencias referida en la literatura con el nombre de
"planimetría funcional del cerebro" ha validado también mucho de lo qué hemos creído
posible en la PNL por ya más de 20 años.
Sobre Metáforas y Anclas
Mark Furman

¿Cómo construye categorías el cerebro?


Una ‘categoría’ se crea en un contexto, es una trayectoria de actividad interna en el tiempo. La
trayectoria siempre es un producto complejo del contexto inmediato, de la actividad interna
inmediatamente anterior, y de la historia del mapeado reentrante entre procesos
heterogéneos que constituyen el sistema cerebral. La señalización reentrante es un
requerimiento neuronal importante. Para que un sistema no instruido efectúe la
categorización de una percepción dinámicamente, dos redes nerviosas abstractoras
independientes deben trabajar simultánea y disjuntamente en respuesta a un estímulo y luego
interactuar por reentrada para proveer algún enlace abstracto de ‘orden más alto’ en sus
representaciones. Como veremos a continuación, este es, en esencia, el proceso de dinámica
neocortical que sirve al poder imponente y escurridizo de las metáforas.

¿ Qué es una Metáfora?


La mayoría de nosotros al pensar en una metáfora vislumbramos un dispositivo de la
imaginación poética para contar cuentos. La metáfora es vista típicamente como una
característica sólo del lenguaje, materia de palabras más bien que de pensamientos o acción,
aún cuando Lakoff & Johnson han mostrado rcientemente (1980) que las metáforas
comunican la esencia de un significado. Nos comprendemos mutuamente porque
compartimos ciertas metáforas o imágenes comunes. Y son metáforas comunes a todos
nosotros porque tenemos características físicas similares. Todos pertenecemos a la especie
Homo sapiens sapiens, y tenemos atributos neurofísicos comunes que participan de un mundo
físico también común. Vivimos en la superficie de un globo bastante grande, en el cual la
temperatura varía dentro de un intervalo determinado, de modo tal que el agua es
habitualmente líquida, rara vez gaseosa, aunque a veces es sólida.

Y como tenemos estas cosas en común, hemos creado ciertas metáforas comunes; por
ejemplo, la del equilibrio. Todos sabemos qué significa estar equilibrado y qué significa perder
el equilibrio y caer. Así, si yo dijera que las ideas de ustedes están fuera de equilibrio o que le
asignan demasiado peso a ciertos hechos, ustedes sabrían qué quiero decir, porque conocen
esta metáfora subyacente del equilibrio. También conocemos las metáforas de la fuerza y la
resistencia, y entonces si yo digo que las ideas de ustedes me fuerzan a modificar mi opinión,
sentimos que nos comprendemos, ya que todos hemos tenido estas experiencias.
Nuestra intención en esta parte es elucidar la metáfora como una de las herramientas más
fundamentales y penetrantes del lenguaje; con funciones principales como organizador de
información sensorial y el desarrollo de categorías funcionales en el cerebro humano.

Mediante la metáfora hacemos uso de patrones y relaciones que obtenemos en nuestra


experiencia física para organizar nuestra comprensión más abstracta.
Puesto que la comunicación es servida por los mismos componentes nerviosos que el sistema
conceptual que usamos para pensar y actuar, el lenguaje es una fuente importante de
evidencia sobre cómo se organiza y dirige ese sistema. Al dar una mirada más profunda a la
comunicación humana, la evidencia lingüística apoya la noción de que la mayoría de nuestro
sistema conceptual es de naturaleza metafórica. Es apenas posible proferir una sola frase sin
el uso de metáforas.
En su forma lingüística más básica, la esencia de la metáfora es comprender y experimentar
un tipo de cosa o evento en términos de otro. Un ejemplo simple de esto sería el concepto
metafórico: "el cerebro es una computadora".
Este concepto metafórico tiene la capacidad para estructurar y organizar nuestras
percepciones sensoriales, pensamientos y acciones relacionadas al cerebro en términos de un
objeto más familiar con nuestra experiencia sensorial, específicamente una computadora. La
intención de esta estructura lingüística es ayudar al lector o a quien escucha a comprender y
experimentar el cerebro desde el punto de vista de una estructura que es más familiar para los
sistemas sensoriales del ser humano en forma cotidiana.

Usted puede obtener evidencia lingüística de que una estructura metafórica básica está en
operación prestando atención a las expresiones lingüísticas. Aunque una persona pueda no
estar conscientemente consciente de que su sistema nervioso está organizando "el cerebro"
en términos de una "computadora" su lenguaje reflejará esta organización mediante
expresiones tales como "El necesita programarse en forma positiva" o "Puede usted repetir,
que no lo computé la primera vez". Puesto que estos patrones lingüísticos son muy comunes,
tendemos a no prestar atención a la estructura subyacente responsable de generar el patrón
mismo.

Muchos de nosotros hemos oído frases como:


"Necesito archivar eso en mi base de datos";
"Necesito tiempo para procesar esa información ";
"Registraré eso en mi mente ";
"No puedo procesar más información, estoy sobrecargado ";
"Soy incapaz de accesar esa memoria ".
Estas frases simples se escurren en nuestra conciencia todos los días y estructuran la
experiencia de los que las oyen sin que nosotros jamás explícitemos el fundamento de que el
cerebro es una computadora. ¿Cómo es esto posible? Una manera de comprender este
fenómeno es explorar sus efectos al nivel del anclaje.

Anclaje
El anclaje es un concepto de PNL que hace referencia a un fenómeno de asociación que se crea
entre pensamientos, ideas, sensaciones o estados y un estímulo determinado, externo o
interno.
Vivimos en un mundo lleno de situaciones de estímulo/respuesta y una gran parte del
comportamiento humano consiste en respuestas programadas inconscientes. ¿Quién no
experimentó alguna vez una sensación especial, automática, al escuchar el chirrido de unos
frenos o la sirena de una ambulancia? ¿Quién no se emociona cuando escucha «esa» canción
especial, o se llena de recuerdos ante un olor o un paisaje determinado? El estímulo que
dispara automáticamente estas vivencias es lo que llamamos anclaje, y logra que se genere un
estado específico en cualquier situación y momento, sin necesidad de pensarlo. Si esa vivencia
que se recupera es positiva, la llamamos «recurso». La PNL lo utiliza como una técnica eficaz
para canalizar constructivamente nuestras poderosas reacciones inconscientes, una forma
práctica de tenerlas siempre a nuestra disposición. De este modo, nuestros mejores recursos
están siempre a mano cuando los necesitamos.- Para usar los recursos a voluntad, activamos
los estados a través de una estimulación visual, auditiva o kinestésica.

¿Cómo Funcionan las Anclas?


A esta altura sería útil discutir brevemente sobre cómo son capaces de influir las anclas en el
sistema nervioso humano. Mientras más comprendemos sobre cómo funcionan las anclas,
mayor será nuestra flexibilidad para diseñar nuevos usos efectivos. En PNL decimos que
"usted no puede no anclar". Cuando el cerebro humano muestrea su mundo externo por
medio de sus cinco sentidos, una representación de estos sucesos externos es codificada
por modificación sináptica. La modificación sináptica es un proceso por el que el sistema
nervioso fortalece ciertos senderos nerviosos y debilita otros, lo que resulta en patrones de
activación electroquimicos singulares. En otras palabras, un patrón de activación
electroquímica codifica la actividad simultánea de todos los cinco sentidos como si fuera un
solo trozo o segmento de información.

A la vez, el cerebro está muestreando también su propio mundo interno, por medio de la
corteza somatosensora y codifica la reacción fisiológica entera del cuerpo al suceso externo en
el mismo patrón de activación. Cualquier cosa que reactiva este patrón electroquímico único
de activación también activa la respuesta fisiológica del cuerpo que fue codificada mediante
ese patrón.

Al patrón resultante de activación lo podemos denominar estado ‘atractor’. Mientras más


efectiva llega a ser la sinapsis mediante la modificación, más profundo y más estable llega a
ser el ‘atractor’. Cada codificación del sistema sensorial de este suceso simultáneo, es
unatrayectoria conducente al estado ‘atractor’ y es capaz de reactivar el patrón codificado.
El fenómeno resultante es parecido a un campo morfogenético (capaz de auto-organización
propia espontánea). Repetimos que la propiedad más importante de este tipo de campo es
que es capaz de regulación, lo que significa que cualquier parte del campo puede activar el
campo entero. En cada respuesta fisiológica está codificado un patrón de activación. Mientras
más singular el ancla, es más probable que la trayectoria que traza conduzca al patrón
deseado de activación o estado atractor.

Las Anclas Visuales y el Proceso de Decisión Humana


Una manera fácil de ligar entre sí toda esta información es comprender cómo usa el sistema
nervioso humano las anclas, discretamente, en el proceso de tomar decisiones. La corteza
frontal del cerebro humano es responsable de establecer el campo de trabajo de memoria que
usamos para pensar. Activa patrones desde la memoria de largo plazo y los indexa por
ubicación. En la PNL, este proceso está relacionado al concepto de ‘submodalidades’.
En el trabajo con submodalidades se descubre que la ubicación de una imagen es sumamente
importante en la codificación de su significando. La razón de esto es que la ubicación de la
imagen es también indexada por el sistema somatosensorial. Esto significa que cuando usted
activa una memoria y la pone o localiza en un lugar en la memoria de trabajo, la ubicación de
esa imagen queda indexada por la misma respuesta fisiológica que la memoria. (Goldman-
Rakic 1992) (Damasio, 1994).

Imagine algo que usted se motiva mucho a hacer. Note su ubicación. Ahora, imagine algo que
no le motiva hacer, pero que usted sabe que necesita hacer. Note como su memoria de trabajo
pone estas dos imágenes en ubicaciones diferentes. También note que cuando usted mira de
aquí para allá entre las dos posibilidades hay una diferencia kinestésica que llega a ser
fácilmente discernible y le da a saber cuál quiere usted hacer.
Esto es posible porque cada ubicación, ahora codificada por células piramidales (Goldman -
Rakic 1992) en la corteza frontal, ha llegado a ser discretamente anclada a su respuesta
fisiológica por medio del sistema somatosensorial . A esto se le llama un ‘marcador
somático’. Los usos de esto son asombrosos.

No solamente usted puede mover la imagen "no motivadora" a la posición "motivada" y


sentirse de manera diferente, también puede discretamente influir en el estado fisiológico de
otro, desde fuera, al anclar la ubicación de cada una con un gesto de su mano. Gesticulando
discretamente hacia la ubicación donde una persona ha almacenado estas imágenes, usted
será capaz de reactivar la respuesta fisiológica de esa persona. En vez de establecer anclas
artificiales, en este caso, utilizamos el propio sistema de marcado somático del cerebro y
acompañamos cabalmente el modelo del mundo interno de esa persona.
¿Cómo puede usar esta herramienta en tiempo real en el marco de la verdadera toma de
decisiones en su vida? La próxima vez que se encuentre intentando persuadir a alguien de
algo que tenga en perspectiva, suscite un evento en el cual la persona vio algo en alguna parte
que sabía que tenía que tener. Al calibrar, para asegurarse de que ésta es la respuesta que
usted quiere, note hacia donde se mueven sus ojos cuando él piensa en esa memoria.
Simultáneamente, ancle esa ubicación precisa con un gesto discreto de su mano. Ahora con
solo hablar sobre los beneficios de lo que usted tiene para ofrecer, mientras gesticula hacia
esa ubicación precisa, anclará el estado deseado a su oferta.

Volvamos a la metáfora "el cerebro es como una computadora". Las anclas digitales auditivas
(las palabras y frases) traen a mano instantaneamente una flexibilidad y un poder
discriminatorio tremendos para el proceso de recategorizar los aportes sensoriales
almacenados en nuevas estructuras. Un ancla digital auditiva tal como la palabra
computadora tiene la capacidad para accesar un conjunto rico de experiencias sensoriales
mediante todas las modalidades sensoriales (visual, auditova, kinestésica y oflativo/gustativa)
y a través de varios contextos, cada uno de los cuales puede ser un subconjunto de otro
conjunto de categorías y experiencias de referencia. Pocos sistemas de anclaje tienen el poder
y riqueza para accesar tan amplio conjunto de experiencias conceptuales y datos sensoriales
como una simple sucesión fonética. Para comprender verdaderamente el poder de tal sistema,
debemos descender temporalmente al nivel de la dinámica neocortical y examinar los
procesos corticales que ocurren en el cerebro humano durante la percepción, almacenaje y
subsiguiente formación de categorías de información sensorial entrantes.

La función de una metáfora desde el punto de vista de la dinámica neocortical es activar


simultáneamente dos o más trayectorias anteriormente disjuntas, que definen dos o más
sucesiones de percepción- acción diferentes, en un sólo patrón único de activación.

En otras palabras, las anclas digitales "computadora" y "el cerebro" activan simultáneamente
los enlaces de células nerviosas que anteriormente estaban disjuntas y los patrones de
activación ampliamente distribuidos que conducen a una manera particular de pensar y
actuar en concordancia con "cerebro" o "computadora".
Una metáfora efectiva forma un ‘atractor’ ‘profundo’ y altamente ‘estable’ (enlace o engranaje
de red neuronal) capaz de capturar los dos patrones previos de activación disjuntos
(secuencias de pensamiento-acción). Consecutivamente, cualquiera de las dos anclas digitales
es ahora capaz de accesar el mismo ‘atractor’ (ancla de pensamiento) del comportamiento.
Este proceso permite que el cerebro responda de manera adaptativa a cualquiera de las dos
nociones ("cerebro" o "computadora") en términos del otro. Todo el proceso es altamente
dependiente de que las conexiones neuronales en el cerebro se encuentren sólo ligeramente
acopladas. Por lo tanto, el uso de metáforas siempre será muy efectivo cuando se acoplan con
patrones de interacción que bajan los niveles de activación del cerebro y sueltan las
conexiones acopladas establecidas anteriormente, tales como los que se utilizan en la
inducción de estados de trance hipnótico (aquellos en que enfocamos nuestra atención sólo a
la experiencia interna en curso).

De esta manera, la metáfora es capaz de crear un cambio espacial en engranajes colectivos de


células nerviosas resultando en re-organizaciones neuronales espontáneas. La fuerza crucial
detrás de la reorganización de nuestros mapas o ‘paisajes’ mentales es la actividad
temporalmente correlacionada entre muchas neuronas. El movimiento o reorganización de
nuestros mapas mentales parece que no involucra movimiento migracional o el crecimiento
de neuronas, per se, sino que un cambio espacial en su actividad colectiva. Aquí yace el
correlato nervioso del proceso mismo de anclar.
Quiero sugerir aquí que al nivel de dinámica neocortical, la metáfora es una forma elaborada y
elegante de ancla auditiva digital, tan poderosa y penetrante que sus efectos conversacionales
son virtualmente invisibles.
Una experiencia común que todos compartimos es el poder de la metáfora de organizar
espontáneamente el mapeado neuronal de tal manera que experimentamos esa escurridiza
sensación de "Ah-ha" cuando una nueva manera de comprender algo nos golpea cual tonelada
de perogrullos. ¿Cuántas veces un buen maestro o entrenador tuvo la experiencia de que un
estudiante le dijera: "¡Increible!, yo nunca pense de esta manera, esto cambia todo"? Un
cambio profundo en la manera en que percibimos o comprendemos algo inicia un cambio
igualmente profundo en la manera en que nos comportamos con respecto a eso.

Esto significa que cuando una sucesión de sucesos de percepción o incluso un suceso estático
único comienza una trayectoria de procesos interactuantes reentrantes internos, el rastro de
esa trayectoria se mantiene por un período de tiempo sin el reconocimiento consciente de la
dinámica neocortical en proceso. ¿Ha tenido usted alguna vez la experiencia de intentar
pensar en el nombre de alguien o de algo únicamente para encontrar que 3 horas después le
estalla en la conciencia consciente como salido de "ninguna parte"? El fenómeno hipnótico y
experiencias comunes de todos los días como estas, nos sugieren que varias trayectorias
coexistiendo pueden ponerse en juego a un tiempo sin la participación de la conciencia
consciente (un proceso paralelo). Puesto que el darse cuenta consciente mismo es un proceso
consecutivo, estas trayectorias pueden permanecer fuera de conciencia por algún tiempo o
pueden posiblemente nunca entrar en la conciencia consciente y en cambio afectar los
procesos subcorticales sin que nunca necesiten de una representación neocortical. La
confluencia de estas trayectorias anteriormente disjuntas es capaz de coalescer e influir el
pensamiento o el comportamiento en una fecha posterior. Una vez que han sido capturados
por un ‘atractor’ común y estable pueden alcanzar un cierto umbral que permite la conciencia
consciente. Aquí yace la dinámica neocortical que subyace en el uso de la sugestión post-
hipnótica por medio de metáforas.

Verdaderamente, estamos en una época excitante. Un tiempo en el que las técnicas poderosas
del pasado pueden validarse y ser entendidas por medio de un conjunto de nuevas tecnologías
de representación-neurológica impresionantes y del modelado neuro cientifíco del sistema de
la mente/cerebro. Lo desafío a tomar nota cuidadosa, en los meses que vienen, de los efectos
de las palabras y la metáforas sobre usted mismo y sobre otros.
¿Qué representaciones suscitan éstas palabras y metáforas? ¿Cómo cambian ellas sus
percepciones y acciones? ¿Sabiendo lo que usted sabe ahora, cómo cambiará esto la manera
en que usted construye metáforas para sus asociados en los negocios, sus amigos y para
quienes ama?

Las metáforas influyen, persuaden, crean comprensión, forman las percepciones y dirigen la
acción. Úselas con precisión. Usted teje el entramado del destino humano con cada una de sus
palabras.
Al modelar el sistema cerebro/mente desde el índice referencial de más de 26 campos
científicos de investigación, la "Remodelación Neuro Sináptica" construye modelos útiles y
excitantes para ayudarnos a comprender e influir en la conducta humana con gran precisión.
Para tener una comprensión clara de cómo funciona la comunicación, es esencial que
adoptemos un nuevo vocabulario para pensar sobre las funciones del cerebro.
Premisas:
La mente es una propiedad emergente del cerebro que resulta de la
reorganización dinámica continua de toda la información en el cerebro.
Esta información está codificada por patrones de sucesiones electroquímicas.
La consciencia es la consideración por parte del cerebro de alguna de esa
información.
La información es o accesible (consciente), o no accesible (no-consciente). No
puede existir en ninguno otro modo.
A la información que puede moverse desde no-consciente a consciente la
llamamos memoria explícita.
A la información utilizada sin consideración consciente se le llama memoria
implícita.
Todo aprendizaje, memoria y comportamiento es dependiente del estado.
La información disponible en cualquier momento determinado depende del
estado del cerebro.

Algunas conclusiones para la práctica.


Acompañe primero calzando el ritmo o velocidad de procesamiento cerebral de su
interlocutor, conduzca después.
Baje el volumen y haga más pausada la cadencia de su voz una vez que se encuentre en
sincronía con su interlocutor.
Pregunte para comprender primero al otro, luego use las palabras que dijo el otro y
asócielas con las ideas que usted quiere proponerle.
Escuche las metáforas que emplea su interlocutor, enriquezcalas amplificandolas con
submodalidades visuales, auditivas, sensitivas, sabores, y olores, y conéctelas a otras
metáforas cuando quiera persuadir.
Induzca estados de aceptación y alegría entrando primero usted en ellos y ánclelos mediante
marcadores visuales, auditivos y kinestésicos y con palabras y metáforas.

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