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Él es un científico, practicante y
entrenador de Programación Neuro Lingüística, miembro de la Cognitive Science Society y de
la American Association for the Advancemente of Science. Furman desarrolló un nuevo campo
de investigación que ha denominado Tecnologías de Remodelado Neuro Sináptico (NSRä) con
el fin de sentar algunas bases científicas que permitan desarrollar niveles de comprensión
más amplios sobre la estructura de la experiencia subjetiva humana. Para estos efectos se ha
dado el trabajo de integrar 26 campos científicos interdisciplinarios que han intentado, en los
últimos 100 años, modelar el funcionamiento del cerebro humano.
Lo que ha posibilitado dicha integración es también una nueva tecnología de representación
del cerebro llamada SQUID "Super Conducting Quantum Interference Device" (Aparato de
Interferencia Cuántico Super Conductor) capaz de detectar campos magnéticos intracelulares,
resultantes de la actividad celular del cerebro, que son 1.000 millones menores que el campo
magnético de la tierra. Este dispositivo ha ayudado a los neuro científicos a hacer conexiones
entre los modelos de sucesiones electroquímicas en el cerebro y los comportamientos
humanos macroscópicos tales como el aprendizaje, la memoria y el pensamiento. Esta
tecnología de representación moderna provee una ventana para dilucidar algunos de los
misterios del cerebro.
La enseñanza, el aprendizaje, la persuasión y la influencia son tanto una ciencia como un arte.
La implementación y el entrenamiento exitoso de tales habilidades requiere tanto de una
comprensión básica de los principios que gobiernan el funcionamiento del cerebro como de
una comprensión afinada de lo que constituye un diálogo y de las condiciones para que éste
sea productivo. Su "práctica" con pleno dominio es un arte. Así, exploraremos algunos de los
principios que gobiernan nuestro sistema neurológico y su relación con las tecnologías que
hacen posible operar con excelencia en la dirección de diálogos productivos.
Especificamente, aquí nos referiremos a los siguientes 'misterios':
A.- El funcionamiento del cerebro humano.
El Cerebro: Un Sistema Dinámico No-Lineal.
B. ¿Cómo procesa nuestro Sistema Nervioso la Información Sensorial?
C. ¿Cómo influye una persona en otra?
Nivel de actividad del cerebro: ¿cómo afecta la lentitud el nivel de actividad del cerebro?
La resonancia forzada y el calce de fases.
Viraje de la fuente de información, de externa (los sentidos) a interna (las re-presentaciones).
Ambigüedad e intermitencia.
Acompañamiento y conducción: lo más útil para acompañar es cualquier cosa que le da a
usted un indicio de la frecuencia (velocidad o ritmo) al que el sistema nervioso está operando.
Neuro Biología De La Persuasión
FUENTE: POIETICAS
Centro Bert Hellinger de Chile
A.- El funcionamiento del cerebro humano.
A fin de apreciar la enorme tarea de modelar la mente y el cerebro, comencemos
mencionando algunos hechos. El cerebro humano es la organización más compleja de materia
que conocemos en el universo. Contiene sobre 100.000.000 millones de células, que están
todas presentes al nacer. Virtualmente ninguna célula nueva se agrega al cerebro a lo largo de
la vida. Las células del cerebro se llaman neuronas y se cree que son la unidad más básica de
comunicación en el cerebro. Cada una de estas neuronas se conecta con entre 1.000 y 100.000
neuronas para formar un mínimo de 100.000 trillones de conexiones llamadas sinapsis,
formando un sistema dinámico no lineal infinitamente complejo. Es fácil de imaginar que,
dado el potencial de conexiones, la tarea de investigar la comunicación entre células resulta
difícil pero no imposible. Para complicar más su rastreo, un mensaje puede pasar desde una
neurona a otra en sólo unos milésimos de segundo. La velocidad de transmisiones es otro de
los desafíos.
Es importante notar también que en el cerebro los 100.000 trillones de conexiones no están
cableados en forma fija como en una computadora, lo que le permite mantenerse flexible. La
pequeña brecha entre las neuronas mencionada anteriormente, la sinapsis, permite que los
mensajes eléctricos se conviertan en mensajes químicos que pasan de célula en célula y que
de vuelta nuevamente se convierten en mensajes eléctricos. Hasta la fecha, se han identificado
más de sesenta diferentes mensajeros neuroactivos químicos, y se cree que acarrean
instrucciones muy diferentes a lo largo del cerebro. Desde este material en bruto, el cerebro
puede crear un número infinito de modelos de sucesiones electroquímicas que hacen que el
trabajo del modelador sea sumamente difícil.
El número potencial de estados emergentes y comportamientos es virtualmente ilimitado y el
extenso sistema neuronal con su actividad electro-fisiológica nunca radicará exactamente en
el mismo estado dos veces (Kelso, 1995).
El Cerebro como un Sistema Dinámico No-Lineal.
Imagine la vista aérea de un laberinto de un tamaño a escala humana. Su objetivo es entrar
por un lado y después de muchas tortuosas pruebas y errores, surgir exitosamente por el otro
lado. El laberinto es un cuadrado con paredes de 3 metros de alto, dentro del cuadrado las
paredes forman un laberinto intrincado - como repliegues - con todos excepto uno de los
senderos que lo conducen a ninguna parte. Si este fuera un laberinto lineal, usted podría
entrar en él esperando encontrar siempre la entrada en el mismo lugar. Una vez adentro,
podría dar vuelta a la derecha y si eso lo conduce a un callejón sin salida podría devolverse e
intentar ir a la izquierda. El laberinto permanecería sin modificaciones. Eventualmente,
mediante muchas pruebas y error, saldría exitosamente, y siempre esperaría encontrar la
salida en el mismo lugar. ¿No sería estupendo que el cerebro de aquel a quien usted intenta
influir fuera un sistema lineal? ¡No lo es!
Ahora imagine una vista aérea de un laberinto "similar". Al mirar el terreno de más cerca, nota
que la apertura no está donde espera que esté. Y, de hecho, cada vez que intenta caminar
dentro del laberinto, la entrada, para comenzar, nunca se encuentra en el mismo lugar. Usted
circula por el perímetro buscando la manera de entrar. Cuando finalmente entra puede optar
por ir a la izquierda, a la derecha o adelante. Se vuelve a la derecha y una vez que se da cuenta
que ha entrado en un callejón sin salida, camina de vuelta al primer punto de decisión sólo
para encontrar que no hay ya más una izquierda. En cambio, se topa con 3 nuevos senderos.
De pronto cae en la cuenta de que cada paso que usted da lleva a que las paredes del laberinto
se reestructuren y se autoorganizen en un nuevo laberinto. Le es imposible tomar cualquier
decisión sin alterar el laberinto por siempre e irreversiblemente. Repentinamente se da
cuenta que no hay manera de comenzar otra vez desde el mismo lugar. No hay forma en que
usted pueda memorizar el paisaje o la topología del laberinto.
Su única esperanza para lograr salir afuera está en dilucidar los principios por los cuales su
propia acción lleva a la auto- organización del laberinto. Acaba de ingresar al mundo no lineal
del cerebro humano.
El cerebro humano es un sistema de procesamiento de información altamente complejo. Sin
embargo, su funcionamiento puede ser comprendido a partir de algunos principios simples y
unos cuantos conceptos de referencia producidos por los teóricos de la auto-organización.
Veamos primero estos últimos para luego adentrarnos en la comprensión de cómo funciona
nuestro sistema nervioso al procesar los estímulos que gatillan sus cambios de estado.
Cuando nuestros cinco sistemas sensoriales muestrean porciones del mundo externo un
patrón de activación electroquímico codifica la información entrante. Este es un proceso
conocido por los neuro científicos con el nombre de modificación sináptica, desde hace ya
algún tiempo. Se trata de una noción postulada por primera vez en 1945 por el neurologo
Donald Hebb y luego validada por el campo de la biología molecular.
Lo que por algún tiempo le faltó a muchos neuro científicos, es la noción crítica y la
comprensión de que mientras el sistema nervioso muestrea el mundo externo,
simultáneamente muestrea el mundo interno de respuestas fisiológicas por medio del sistema
somatosensorial. Aspecto del que trata en extenso "El Error de Descartes" de Antonio
Damasio, 1994, Editorial Andrés Bello.
El sistema somatosensorial muestrea y codifica la respuesta fisiológica de nuestro cuerpo a
cada suceso que ocurre en el mundo externo. El modelo de actividad electroquímica
muestreado por el sistema somatosensorial (el ‘paisaje’ interno, en el lenguaje de la teoría de
sistemas auto-organizados) se combina, en un modelo de activación ampliamente distribuido a
lo largo del cerebro, con el modelo de actividad electroquímica muestreado por los otros
sistemas sensoriales (‘paisaje’ externo).
En otras palabras, a medida que experimentamos nuestro mundo, nuestro sistema nervioso
no registra sólo los sucesos externos sino también la reacción de nuestro cuerpo a esos
sucesos para que luego, en otra fecha, podamos formular una respuesta fisiológica y motora
adaptada a cualquier suceso similar que percibimos (en términos de las relaciones entre sus
‘componentes’).
Por eso los humanos compartimos la experiencia de ser capaces de evocar una imagen visual
o auditiva de un evento que sucedió hace varios años y simultáneamente experimentar los
sentimientos conectados con ese evento como sí estuviera ocurriendo ahora. Damasio sugiere
que este mismo proceso es el correlato neuronal del proceso de toma de decisiones y
razonamiento humano.
El registro o codificado de patrones de activación es esencial para el proceso de percepción y la
memoria. Como Donald postuló en 1945, parece que las células que se descargan o ‘disparan’
juntas, se interconectan entre sí en circuitos en los cuales hay el equivalente a cables
conductores (las fibras del axón celular que entregan información y sus dendritas que son las
prolongaciones que la reciben) y conectores (sinapsis, puntos en los cuales los axones hacen
contacto con las dendritas de otras neuronas). Durante la percepción y el aprendizaje ocurren
procesos de auto-organización que se cree son el resultado de conexiones asociativas masivas
entre células nerviosas. Se produce un enlace o engranaje de células nerviosas entre un grupo
de neuronas interconectadas cuyas sinapsis se fortalecen mutua y simultáneamente gracias a
neuronas de aporte. Estas asociaciones se establecen y elaboran de acuerdo a la ‘regla de
Hebb’ (sinapsis Hebbianas). Donald Hebb, ganador del Premio Nobel, descubrió que si dos
elementos en un estado similar responden simultáneamente, su conexión se fortalece.
Un sistema autorganizador.
En términos de la metáfora de los sistemas autorganizados, un acto de percepción consiste en
un brinco explosivo (escape de un ‘atractor’) del sistema dinámico desde la ‘cuenca’ de un
‘atractor’ caótico a otro. La ‘cuenca’ de un ‘atractor’ es el conjunto de condiciones iniciales
desde las que el sistema va a un comportamiento en particular. En el cerebro, la ‘cuenca’ para
cada ‘atractor’ quedaría definida por las neuronas receptoras que se activaron durante la
percepción para formar el enlace de células nerviosas. Cuando un suceso externo llega a ser
por vez primera de alguna manera significativo, un nuevo ‘atractor’ se agrega al ‘paisaje’, y
todos los otros experimentan una ligera modificación. Por otra parte, si un suceso externo es
inmediatamente significativo traza una trayectoria directa al ‘atractor’ del comportamiento
existente.
La Resonancia Forzada es un proceso por el que la frecuencia de una fuerza impulsora (la
expresión del ritmo) equipara la frecuencia natural de una estructura (el cerebro) por un
proceso que en PNL denominamos ‘acompañamiento’. El acompañamiento produce lo que
observamos en términos vibratorios (energía) cuando hay ‘calce de fases’.
La fuerza impulsora (expresión del ritmo) puede conducir la frecuencia o nivel de actividad
del cerebro en una dirección inhibidora (a un estado de trance) o excitadora (fuera del estado
de trance) una vez que hay calce de fases con la frecuencia natural del cerebro.
Ambigüedad e intermitencia.
Los hipnoterapeutas hace mucho que saben que la ambigüedad lleva a las personas al trance,
mientras que la especificidad las saca de él. El uso de ambigüedades, sintácticas, fonológicas u
otras, es la forma más rápida de inducir a un individuo al trance.
Para comprender cómo ocurre esto es preciso redefinir el trance. El trance es un proceso
interno de transición por el cual la actividad electroquímica del cerebro se reorganiza
dinámicamente permitiéndole virar suavemente entre sus estados colectivos. Logra esto al
desestabilizar los estados existentes y permitiendo la reorganización espontanea de nuevos
estados. La información disponible en cada estado cerebral o fase será diferente.
Una manera sencilla de pensar sobre esta transición de estado o fase es compararlo a los
estados o fases del agua. En física, el agua puede ser un sólido, un liquido o un gas. Imagine
que usted esta de pie frente a una poza de agua quieta, recoge seis piedras y las arroja en la
poza. El contacto de las piedras con el agua resulta en un patrón de seis círculos concéntricos
que interfieren entre sí.
Imagínese que el patrón representa una cierta memoria. Si el agua se congelara y usted
arrojara las piedras en el mismo lugar, ¿emergerá el mismo patrón de círculos concéntricos?
La respuesta es no. ¿Y qué si el estado del agua fuera gaseoso? ¿Podría producirse el mismo
patrón con el mismo input? la respuesta es nuevamente no.
El cerebro está operando bajo esta restricción todo el tiempo. Sin embargo en vez de tres
posibles estados o fases colectivos, el cerebro puede entrar y salir de un número virtualmente
infinito de estados o fases. Estas fases forman ‘atractores’, áreas en el espacio de fases en que
la actividad caótica se estabiliza en un orden auto-organizado y en patrones predecibles. A la
diversidad de patrones espacio-temporales que resulta los llamamos ‘paisajes atractores’.
El ejemplo del agua ilustra porque la información puede quedar atrapada entre diferentes
estados cerebrales o ‘atractores’. El acceso a la información depende de una reproducción
aproximada de los patrones de secuencias electroquímicas. Como en el ejemplo del agua, no
podemos esperar que el cerebro produzca el mismo patrón hasta que entre en el estado o fase
en el que dicho estado quedo codificado por primera vez.
El proceso hipnótico hace posible que la información este más accesible porque facilita la
habilidad del cerebro para virar rápidamente entre estados cerebrales (patrones y
atractores). Para comprender el efecto de la ambigüedad en el cerebro debemos explorar el
proceso de transición de un estado (fase) a otro.
Todos los sistemas no lineales complejos conocidos en el universo mantienen su flexibilidad
cambiando rápidamente de estado en estado. El sistema logra esto mediante lo que en el
lenguaje de la física se denomina ‘transición no equilibrada de fases’. Esta transición de fases
es el concepto singular más crítico en la comprensión de la hipnosis.La premisa operativa es
que el estado del que está saliendo debe ser desestabilizado (traído a un no equilibrio) para
girar hacia el estado al que quiere entrar.
El lenguaje hipnótico actúa como una influencia paramétrica que mantiene al
sistema cerca o entre estados o ‘paisajes’ ‘atractores’, en vez deen ellos. Esto provee al
sistema de mayor flexibilidad y fluidez. En otras palabras al mantener un sistema cerca de la
inestabilidad, le damos al sistema un acceso más rápido a sus estados colectivos, o a sus
recursos e información, los que normalmente se encuentran atrapados en la codificación
dependiente del estado. Así, mientras más estable es un patrón o estado, menos flexibilidad
tiene el sistema.
¿Cómo desestabiliza el proceso de hipnosis los estados existentes para transicionar a uno
nuevo? La desestabilización ocurre de dos maneras. La primera es a través de la ambigüedad.
Cuando un estimulo presentado a uno de los sentidos es ambiguo, el cerebro oscila entre dos o
más interpretaciones (patrones o estados). La oscilación es facilitada por la transición no
equilibrada de fases (trance). En vez de que el sistema se estabilice en una interpretación
reconocida estable (como cuando se usa una especificación), el cerebro oscila rápidamente
entre las posibles interpretaciones (patrones o estados). A esta condición se le conoce como
intermitencia y es característico de todos los sistemas complejos no lineales.
Mientras más difícil es resolver un conflicto, como en el caso de la ambigüedad fonológica o en
la ambigüedad sintáctica, el sistema permanece más prolongadamente en intermitencia. En el
caso de intermitencia el sistema vive cerca o entre atractores (patrones), en vez de en ellos. El
sistema está en transición.
Frecuentemente el elemento más vital del acompañar se descuida. "El calce de fases" o lo que
a veces se conoce como "calce de frecuencia", es el elemento más vital. Este es el proceso de
acompañar el "ritmo" exacto del sistema nervioso para que su información pueda ser
óptimamente procesada por el cerebro en ese momento. En otras palabras la cosa más útil
para acompañar es cualquier cosa que le da a usted un indicio de la frecuencia
(velocidad o ritmo) al que el sistema nervioso está operando.
Esto incluye la tasa de cambio (o velocidad) del parpadeo de los ojos, movimiento de los
glóbulos de los ojos (los impulsos motores oculares), ritmo de la respiración, ritmo al hablar,
longitud de las frases, longitud de las pausas, movimiento de las extremidades, cambios del
cuerpo, velocidad y frecuencia de los gestos. Si usted está equiparando -ó espejando- esos
ritmos y acompañando el ritmo de su discurso con su respiración, puede tener la seguridad de
que creará las condiciones óptimas para el procesamiento de su mensaje.
Si usted no calza estas tasas, puede producir turbación y malestar, e inducir intuitivamente la
desconfianza debido a que su sistema nervioso esta fuera de sincronía con el del otro. Sin
embargo, este tipo de acompañamiento no necesariamente significa que usted está en
rapport. Usted puede estar en el ritmo perfecto y todavía infringir las creencias de una
persona o sus valores con lo que sus posibilidades de salir del laberinto serán pocas o nulas.
En todo caso, recuerde que dar información al sistema cerebro/mente es de poco valor sin
abordar primero la actividad nerviosa.
El proceso de calzar el ritmo de funcionamiento del sistema nervioso prepara los sistemas de
procesamiento de información del cerebro para la aceptación de nueva información al aflojar
las conexiones neuronales que se acoplaron anteriormente y al hacer que el sistema cerebral
sea más fluido y flexible. Los neuro moduladores en el tronco del encéfalo y en el tronco
cerebral están en constante interrelación dinámica. Cuando el nivel de actividad de los
circuitos del cerebro es alto, éste libera una cantidad mayor de norepinefrina (NE) en el
neocortex (Hobson, 1994).
Esto produce un fortalecimiento en exceso de las sinapsis, lo que puede causar interferencias
entre los patrones anteriormente almacenados así como también en los nuevos patrones
sensoriales entrantes. (Hassle y Bark, Octubre 1995). Esto puede resultar en un
correspondiente patrón de comportamiento de rigidez a nuevas ideas. El efecto de un
fortalecimiento excesivo de las sinapsis puede ser evitado reduciendo la fortaleza de las
sinapsis a través de una depresión del nivel de actividad. La reducción en la fortaleza de las
conexiones sinápticas y una mayor fluidez ocurre en presencia de acetilcolina (ACh).
El acompañamiento deliberado de los ritmos nerviosos intrínsecos por el uso efectivo del
calce de fases llega a ser una herramienta vital para la persuasión e influencia al conducir el
sistema cerebral a un estado fluido, ligeramente acoplado. Una vez que ocurre el calce de
fases de los ritmos, un comunicador puede comenzar a conducir el cerebro del oyente a un
nivel inferior de actividad al hacer gradualmente más lento su propio comportamiento
(respirando más lentamente, disminuyendo el ritmo del discurso, disminuyendo la frecuencia
de su gesticulación, etc.).
Esto a su vez ocasiona que el tallo cerebral produzca un nivel mayor de ACh para ser liberado
en el neocortex, reduciendo así la fortaleza de las conexiones sinápticas y permitiendo una
aceptación más fluida de nuevos patrones sensoriales (sus sugerencias). Este estado óptimo
del cerebro también se ha demostrado que mejora la instalación de potenciación a largo plazo
en la región hipotalámica del cerebro, resultando en reconocimiento y almacenaje a largo
plazo de los nuevos patrones sensoriales aportados (por ejemplo mediante patrones de
lenguaje que en PNL denominamos sugerencias post-hipnóticas).
Los neuro científicos están conscientes que el hemisferio derecho tiene conexiones más ricas
con las estructuras subcorticales, incluyendo las del sistema límbico, que juega un papel
crítico en coordinar los estados emocionales con los patrones sensoriales entrantes
apropiados creados por sucesos y objetos externos (Davidson y Hugdahl). Combinada con las
áreas de asociación, la amígdala cerebral es también esencial para la interpretación y
expresión del componente emocional del lenguaje y por lo tanto, puede ser activada por el
tono emocional de una sugerencia.
También se cree que hay un aumento de dopamina en el tálamo y corteza visual, permitiendo
imágenes más vívidas. El último beneficio importante de un abordaje deliberado del estado
del cerebro es una disminución de la atención general y un aumento mantenido de la atención
enfocada. Todos estos cambios en el funcionamiento del cerebro facilitan una mayor
receptividad a las sugerencias y la influencia en la interacción interpersonal
A partir de esta diversión neuronal (calce de fases), es ahora posible conducir el estado de una
persona kinestésicamente, mediante el cambio sutil del propio estado. A medida que usted
determina el estado óptimo para la receptividad a su sugerencia y el inicio del
comportamiento deseado, puede conducir a una persona a ese estado entrando en él usted
mismo, primero.
Así, si la motivación es el estado en que desea que esté su cliente y si usted calibró
anteriormente que el comportamiento deseado ocurrirá durante ese estado, debe calzar-fases
con el estado presente de su cliente y luego, gradualmente, motivarse usted a sí mismo. Al
influir directamente sobre el sistema nervioso, a este nivel, usted gana acceso a uno de los
principios auto-organizadores del cerebro más esenciales y al control sobre varias otras
funciones del cerebro. Abordar los ritmos intrínsecos del cerebro le da a usted acceso directo
a:
Emociones, memorias y comportamientos dependientes del estado, más
apropiadas. respuestas emocionales aumentadas; aportes de información y tasa de
procesamiento sincronizados; y los sistemas a largo plazo de memoria servidos por la Clase II
de ondas theta, que permiten la recuperación y almacenaje a largo plazo de sus sugerencias.
En resumen, influir en los estados fisiológicos y en los comportamientos por medio de los
principios de la neurofísica, permite tener el control sobre uno de los procesos principales
que es responsable de la reorganización espontánea del laberinto (la función del cerebro).
Para qué decir que usted puede reducir mucho la complejidad de la exploración del laberinto
influyendo directamente en la organización del laberinto que desea explorar.
La teoría de sistemas autorganizados
Casi todo el artículo está extraido de uno de Robert Dilts publicado en AnchorPoint, una revista de PNL en inglés.
Del estudio del caos emergió paradójicamente una explicación del proceso de formación
espontánea de orden en un sistema dinámico complejo. Científicos que estudiaban el caos (la
ausencia de orden) notaron que cuando se juntaban suficientes elementos complejos
interactuantes, en vez de crearse caos, tendía a formarse un orden espontaneo como
consecuencia de la interacción.
Según esta metáfora el orden en un sistema interconectado de elementos, se forma en torno a
los que se denominan ‘atractores’ que ayudan a crear y sostener en forma estable patrones o
configuraciones dentro del sistema. Estos ‘atractores’ forman una especie de ‘paisaje’ que da
forma y determina los patrones de interacción dentro del sistema.
La fuerza de un ‘atractor’ esta determinada por la profundidad y ancho de su ‘cuenca’. La
profundidad de la ‘cuenca’ tiene relación con la intensidad del recurso. El ancho de la ‘cuenca’
tiene relación con cuán fácilmente el recurso es accesible en diferentes situaciones.
El tejido mental y emocional de nuestras vidas podríamos imaginarlo como un paisaje. Los
"atractores" perceptuales, por ejemplo, son el punto focal en un fenómeno alrededor del cual
el resto de nuestras percepciones se organiza.
Aspectos de los eventos en que estos estados ocurrieron primero pueden llegar a ser las
anclas o ‘atractores’ alrededor de los cuales el estado se auto-organiza espontáneamente y
reoccurre o se gatilla más tarde. Así, los sucesos e "imprints" funcionan como los "atractores"
iniciales para nuestros posteriores modelos del mundo; ambos codificando experiencias y
coleccionándolas en la memoria. Estas colecciones de representaciones entonces llegar a ser
ellas mismas un "atractor" para el próximo nivel de organización.
En la teoría de auto-organización, la ‘fortaleza’ de un atractor se describe en términos de la
‘profundidad’ y ‘ancho’ de su ‘cuenca’. La ‘profundidad’ de la cuenca se relaciona con la
intensidad de la atracción. El ‘ancho’ de la cuenca se relaciona con cuán fácil es accesar ese
estado particular en diferentes situaciones. Por ejemplo, algunos de nuestros estados pueden
ser muy fuertes y poderosos, pero estar disponibles sólo en un número pequeño de
circunstancias especiales - como en momentos de inspiración que son intensos pero pocos y
lejanos entre sí. Otros estados pueden ser relativamente débiles, pero estar disponibles en
muchas circunstancias diferentes, tales como en breves momentos de irritación o duda que
pueden ocurrir en una variedad de situaciones pero que los superamos fácilmente. Así, una
cuenca que es ‘profunda’ pero ‘estrecha’ sería un estado fuerte que experimentamos sólo de
vez en cuando. Una cuenca ‘baja’ pero ‘ancha’ sería como un estado que nosotros somos
capaces de experimentar en muchas situaciones diferentes, pero que no es muy intenso.
Una cuenca ‘baja’ y ‘estrecha’ representaría un estado muy transitorio que nosotros
experimentamos únicamente rara vez y no muy fuertemente. Una cuenca ‘profunda’ y ‘ancha’
sería un estado que es intenso y fácil de conseguir en una variedad de circunstancias
diferentes.
En la metáfora de un ‘paisaje’, los procesos de cambio podrían ser vistos de una de dos
maneras;
l) cambios a nivel de superficie
2) cambios a nivel profundo.
Un cambio de superficie involucraría mover la pelota a una parte diferente del paisaje;
dejando el paisaje sin cambiar. Tratar de ignorar un sentimiento malo y permanecer optimista
sería un ejemplo de intentar mover la pelota de nuestra ‘conciencia’ a una parte diferente de
nuestro paisaje mental o emocional. Un cambio a nivel de la ‘estructura profunda’ conlleva
modificar el paisaje mismo alterando el ‘atractor’ o la ‘cuenca’ del atractor.
Mirado desde esta perspectiva, las soluciones a los problemas o las nuevas formas de abordar
una situación surgen orgánicamente mediante ciclos consecutivos de iteración, similar a la
Submodalidades
Mark Furman
Uno de los componentes más sutiles y ostensibles que usa el cerebro para construir modelos
del mundo son las cualidades de las modalidades de representación sensoriales que
distinguimos (ver, oir, sentir, gustar, oler), y que en PNL llamamos submodalidades (brillo,
color, volumen, ritmo, textura, temperatura, condimento, saleroso, etc.). Las submodalidades
son influidas por la interpretación del lenguaje y controlan su articulación, desde las palabras
individuales hasta la sintaxis. Cuando comunicamos algo, no podemos sino influir sobre las
submodalidades. Biológicamente, las submodalidades son la herramienta más aguda con la
que podemos influir sobre la estructura misma del pensamiento.
El concepto de submodalidades de la PNL es en verdad uno de los misterios más provocativos
para el pensamiento.
Las submodalidades no son nuevas entre la comunidad científica que se ocupa de las
neurociencias. Lo que sí es nuevo, es la influenciadeliberada de estos componentes sutiles del
pensamiento en la construcción de modelos humanos de desempeño y en las tecnologías de
cambio más penetrantes.
Circuitería Reentrante.
El primer principio de funcionamiento cerebral necesario para comprender los efectos de las
submodalidades es el de circuito o señalización reentrante. El circuito reentrante es un
principio arquitectónico básico de la formación de células nerviosas que dan origen a bucles
de información de tipo cibernético y todas las submodalidades hacen uso de este principio
arquitectónico. Los circuitos reentrantes son los circuitos en el cerebro que se vinculan
ciberneticamente en estructuras de retroalimentación elaboradas y actualizadas
continuamente. Cualquier cambio que usted haga en un circuito, afecta inmediatamente hacia
atrás a todos los circuitos participantes y viceversa.
Este solo principio es lo que da a las submodalidades su capacidad prominente para afectar
las emociones, el comportamiento, la capacidad para generalizar y los mismos ‘paisajes’ en
que organizamos y experimentamos nuestro mundo mediante el sistema cerebro/mente.
Un ejemplo simple del uso de circuitos reentrantes puede encontrarse en la submodalidad
"distinción de tamaño". Notamos que a medida que aumentamos el tamaño de una imagen, se
incrementa simultáneamente la intensidad de la emoción correspondiente. Al examinar de
manera más profunda este nexo cibernético, encontramos que a medida que la intensidad
emocional misma disminuye, también lo hace el tamaño de la imagen. Esta submodalidad en
particular depende no solamente de los circuitos reentrantes, sino también de una propiedad
del sistema nervioso llamada "codificación de población".
La Codificación de Población.
La codificación de población es una manera en que el sistema nervioso expresa la intensidad
de un estímulo. Mientras mayor la población de neuronas activada por el estímulo, más
intenso es el sentimiento o emoción. El principio de codificado de población no está limitado
al sistema visual.
Este principio es más fácil de entender al considerar la intensidad del dolor que se transmite a
través del sistema somatosensorial, (de la raíz griega soma por cuerpo, y sus sensaciones; el
sistema somatosensorial controla los sentidos externos del tacto, temperatura y dolor, y los
internos de estados viscerales, posiciones articulares y dolor. Damasio 1994). Si una persona
accidentalmente se quema toda la mano, la intensidad de las señales de dolor que viajan a
través del sistema somatosensorial es mucho mayor que si esa persona se quema sólo un
dedo, aún cuando ambas quemaduras sean graves. En este caso, el mecanismo que codifica la
intensidad del dolor es la población o el número de neuronas involucrada en transmitir el
mensaje.
Con este ejemplo es mucho más fácil comprender cómo funciona este principio en el sistema
visual. Cuando percibimos un objeto o un suceso con nuestros ojos, éste se transmite a la
corteza visual a más de 30 circuitos discretos. Uno de tales circuitos se llama VI. Esta área de
la corteza visual esta mapeada espacio-tópicamente. Esto significa que la actividad eléctrica
en esa parte del cerebro equipara (o replica) espacialmente el modelo de activación que una
imagen visual crea sobre la retina del ojo.
Esta es un área en la corteza visual donde las relaciones espaciales de una imagen visual son
preservadas, de la misma manera como los pixeles de un monitor de T.V. conservan las
relaciones espaciales codificadas por la cámara de video que inicialmente capturó la imagen.
Dicha información se transmite también a un área llamada corteza prefrontal de asociación,
que se ubica detrás de la frente. Es aquí donde laubicación es codificada por neuronas
especiales llamadas células VI. En esta corteza de asociación, la información sobre un estado
fisiológico es vinculada a información sobre la imagen visual. Lo que hace realmente el
sistema somático, al registrar información fisiológica sobre sus sensaciones corporales y su
estado emocional, es indexar la imagen visual que está siendo codificada por esas células
piramidales. En otras palabras, cuándo usted trae sus imágenes visuales a la memoria de
trabajo por medio de la corteza prefrontal, las coordenadas espaciales de todas las imágenes
activas son marcadas por un estado codificado por su sistema somatosensorial.
Esta función provee uno de los medios con el que usted puede cambiar el significado de un
suceso que ha registrado anteriormente con el simple expediente de cambiar la ubicación de
una imagen visual (como en un cambio de planimetría). La circuitería que sirve a esta función
es tan elaborada y poderosa que hace posible procesos cerebrales de orden más alto tales
como el razonamiento, la toma de decisiones, la resolución de problemas, planificar el futuro y
hasta la codificación del tiempo mismo. Sin esta circuitería, estas funciones cesarían de existir
tal como las conocemos.
El principio de circuitos reentrantes actúa conjuntamente con la codificación de coordenadas
de manera tal que a medida que aumenta el tamaño de una imagen visual, ocurre un aumento
en la población de neuronas que lleva esa información, tanto en VI como en la corteza
prefrontal. Ambos circuitos transmiten un cambio de intensidad a todos los circuitos
reentrantes que participan, uno de los cuales es el sistema somato-sensorial que registra los
sentimientos y las emociones conectadas con una imagen. En otras palabras, como en el
ejemplo de la víctima de quemaduras, una población o número aumentado de neuronas que
llevan el mensaje resultará en una señal aumentada de intensidad al sistema somatosensorial,
resultando en un aumento en cualquier emoción o sensación que haya sido codificada
originalmente.
Así, cuando influimos en el tamaño de una imagen "mental", hacemos uso de los principios de
los circuitos reentrantes y del codificado de población en el cerebro. Lo mismo es cierto
cuando influimos en la intensidad kinestésica y percibimos el cambio correspondiente en el
tamaño de una imagen visual. A este tipo de nexo nos referimos usualmente en PNL con el
término "cinestésia".
Lo qué es menos obvio es que el mismo principio de circuitería reentrante hace posible que el
lenguaje influya en una submodalidad y que una submodalidad influya en la selección de
palabras que describen la experiencia. Cuando le pedimos a alguien "acércate más para
echarle una mirada a eso", si el objeto es externo y ellos se mueven más cerca de él, el objeto
llenará una porción mayor de su campo visual, de su retina y de su área visual VI. Esto resulta
posible por la función de codificado de población. A su vez, cuando miramos algo de lejos, se
requiere de una población neuronal menor. Lo mismo es cierto para una imagen construida en
la mente que "acercamos", con la adición de otro conjunto de circuitos: la corteza prefrontal,
que sirve a la manipulación de imágenes.
Así, sí le pedimos a alguien que mire en detalle una cierta imagen, las palabras "en detalle" o
"de más cerca" es una instrucción al sistema nervioso para aumentar el codificado de
población y a su vez la intensidad. Lo inverso es verdad cuando le pedimos a una persona que
"tome distancia" para apreciar o ver las cosas. Lo qué hace posible esto es el diseño del
circuito reentrante entre las áreas que sirven al lenguaje (Área de Broca y área de Wernicke) y
en la corteza visual (corteza occipital), así como también aquellas que están entre el cortice
somatosensorial y el visual. En otras palabras, usted no puede no influir sobre las
submodalidades cuando comunica.
La Frecuencia de Codificado.
Otro sistema de codificación de información poderosa que da origen a las submodalidades se
llama frecuencia de codificado. Básicamente, la frecuencia de codificado significa el número de
veces que una neurona o sendero neuronal se dispara en un período determinado de tiempo.
Mientras mayor el número de impulsos por segundo, mayor la intensidad del estímulo.
Cuando su dedo toca ligeramente una mesa, el sistema somatosensorial codifica la intensidad
de la transacción enviando aproximadamente 1 impulso por segundo al cerebro. Pero, si con
el mismo dedo usted toca una estufa a 300 grados, el mensaje se transmite a una frecuencia
en
exceso de 500 impulsos por segundo.
Este mismo mecanismo opera en el sistema visual. Cuando sus ojos perciben la luz de tan sólo
una vela en una sala obscura, el cerebro recibe unos pocos impulsos por segundo por
intermedio de sus senderos visuales, mientras que la retina es capaz de enviar cientos de
impulsos por segundo durante la observación directa del sol.
Así, cuando le pedimos a alguien que "ilumine" una imagen, le damos una orden a su sistema
nervioso para aumentar la frecuencia de codificado de una imagen existente y, al hacerlo, le
estamos instruyendo que aumente la intensidad de las emociones y sensaciones codificadas
con esa imagen. Lo inverso es cierto cuando le pedimos que haga la imagen más opaca u
obscura o que la re-presente en blanco y negro.
Cuando una persona usa estos términos en su propio lenguaje mientras describe una
experiencia, lo que hace es hacer uso de las conexiones reentrantes entre los circuitos
lingüísticos y los visuales de su cerebro.
La frecuencia de codificado también puede encontrarse en circuitos auditivos y en los lóbulos
temporales. Este mecanismo sirve a la percepción del volumen. Mientras más fuerte parece un
estímulo o la imagen auditiva, más alta la frecuencia de impulsos a los circuitos auditivos en el
cerebro.
Aunque hayamos tratado sólo con la punta del iceberg, usted indudablemente, ahora, ya tiene
la idea de que las submodalidades no son simplemente una construcción de la mente. Son una
propiedad emergente de una manipulación precisa del tejido biológico en el cerebro, realizada
a través del lenguaje, invitando al otro a cambiar ciertas cualidades de sus imagenes.
La exploración de las submodalidades ha dado origen a información que nos permite
comenzar a modelar el desempeño humano al nivel neuro-cognitivo. Ahora tenemos una
comprensión mayor de los procesos biológicos que nos permiten modelar y formalizar
procesos tan notables como la memoria fotográfica.
Una rama relativamente nueva de las neurociencias referida en la literatura con el nombre de
"planimetría funcional del cerebro" ha validado también mucho de lo qué hemos creído
posible en la PNL por ya más de 20 años.
Sobre Metáforas y Anclas
Mark Furman
Y como tenemos estas cosas en común, hemos creado ciertas metáforas comunes; por
ejemplo, la del equilibrio. Todos sabemos qué significa estar equilibrado y qué significa perder
el equilibrio y caer. Así, si yo dijera que las ideas de ustedes están fuera de equilibrio o que le
asignan demasiado peso a ciertos hechos, ustedes sabrían qué quiero decir, porque conocen
esta metáfora subyacente del equilibrio. También conocemos las metáforas de la fuerza y la
resistencia, y entonces si yo digo que las ideas de ustedes me fuerzan a modificar mi opinión,
sentimos que nos comprendemos, ya que todos hemos tenido estas experiencias.
Nuestra intención en esta parte es elucidar la metáfora como una de las herramientas más
fundamentales y penetrantes del lenguaje; con funciones principales como organizador de
información sensorial y el desarrollo de categorías funcionales en el cerebro humano.
Usted puede obtener evidencia lingüística de que una estructura metafórica básica está en
operación prestando atención a las expresiones lingüísticas. Aunque una persona pueda no
estar conscientemente consciente de que su sistema nervioso está organizando "el cerebro"
en términos de una "computadora" su lenguaje reflejará esta organización mediante
expresiones tales como "El necesita programarse en forma positiva" o "Puede usted repetir,
que no lo computé la primera vez". Puesto que estos patrones lingüísticos son muy comunes,
tendemos a no prestar atención a la estructura subyacente responsable de generar el patrón
mismo.
Anclaje
El anclaje es un concepto de PNL que hace referencia a un fenómeno de asociación que se crea
entre pensamientos, ideas, sensaciones o estados y un estímulo determinado, externo o
interno.
Vivimos en un mundo lleno de situaciones de estímulo/respuesta y una gran parte del
comportamiento humano consiste en respuestas programadas inconscientes. ¿Quién no
experimentó alguna vez una sensación especial, automática, al escuchar el chirrido de unos
frenos o la sirena de una ambulancia? ¿Quién no se emociona cuando escucha «esa» canción
especial, o se llena de recuerdos ante un olor o un paisaje determinado? El estímulo que
dispara automáticamente estas vivencias es lo que llamamos anclaje, y logra que se genere un
estado específico en cualquier situación y momento, sin necesidad de pensarlo. Si esa vivencia
que se recupera es positiva, la llamamos «recurso». La PNL lo utiliza como una técnica eficaz
para canalizar constructivamente nuestras poderosas reacciones inconscientes, una forma
práctica de tenerlas siempre a nuestra disposición. De este modo, nuestros mejores recursos
están siempre a mano cuando los necesitamos.- Para usar los recursos a voluntad, activamos
los estados a través de una estimulación visual, auditiva o kinestésica.
A la vez, el cerebro está muestreando también su propio mundo interno, por medio de la
corteza somatosensora y codifica la reacción fisiológica entera del cuerpo al suceso externo en
el mismo patrón de activación. Cualquier cosa que reactiva este patrón electroquímico único
de activación también activa la respuesta fisiológica del cuerpo que fue codificada mediante
ese patrón.
Imagine algo que usted se motiva mucho a hacer. Note su ubicación. Ahora, imagine algo que
no le motiva hacer, pero que usted sabe que necesita hacer. Note como su memoria de trabajo
pone estas dos imágenes en ubicaciones diferentes. También note que cuando usted mira de
aquí para allá entre las dos posibilidades hay una diferencia kinestésica que llega a ser
fácilmente discernible y le da a saber cuál quiere usted hacer.
Esto es posible porque cada ubicación, ahora codificada por células piramidales (Goldman -
Rakic 1992) en la corteza frontal, ha llegado a ser discretamente anclada a su respuesta
fisiológica por medio del sistema somatosensorial . A esto se le llama un ‘marcador
somático’. Los usos de esto son asombrosos.
Volvamos a la metáfora "el cerebro es como una computadora". Las anclas digitales auditivas
(las palabras y frases) traen a mano instantaneamente una flexibilidad y un poder
discriminatorio tremendos para el proceso de recategorizar los aportes sensoriales
almacenados en nuevas estructuras. Un ancla digital auditiva tal como la palabra
computadora tiene la capacidad para accesar un conjunto rico de experiencias sensoriales
mediante todas las modalidades sensoriales (visual, auditova, kinestésica y oflativo/gustativa)
y a través de varios contextos, cada uno de los cuales puede ser un subconjunto de otro
conjunto de categorías y experiencias de referencia. Pocos sistemas de anclaje tienen el poder
y riqueza para accesar tan amplio conjunto de experiencias conceptuales y datos sensoriales
como una simple sucesión fonética. Para comprender verdaderamente el poder de tal sistema,
debemos descender temporalmente al nivel de la dinámica neocortical y examinar los
procesos corticales que ocurren en el cerebro humano durante la percepción, almacenaje y
subsiguiente formación de categorías de información sensorial entrantes.
En otras palabras, las anclas digitales "computadora" y "el cerebro" activan simultáneamente
los enlaces de células nerviosas que anteriormente estaban disjuntas y los patrones de
activación ampliamente distribuidos que conducen a una manera particular de pensar y
actuar en concordancia con "cerebro" o "computadora".
Una metáfora efectiva forma un ‘atractor’ ‘profundo’ y altamente ‘estable’ (enlace o engranaje
de red neuronal) capaz de capturar los dos patrones previos de activación disjuntos
(secuencias de pensamiento-acción). Consecutivamente, cualquiera de las dos anclas digitales
es ahora capaz de accesar el mismo ‘atractor’ (ancla de pensamiento) del comportamiento.
Este proceso permite que el cerebro responda de manera adaptativa a cualquiera de las dos
nociones ("cerebro" o "computadora") en términos del otro. Todo el proceso es altamente
dependiente de que las conexiones neuronales en el cerebro se encuentren sólo ligeramente
acopladas. Por lo tanto, el uso de metáforas siempre será muy efectivo cuando se acoplan con
patrones de interacción que bajan los niveles de activación del cerebro y sueltan las
conexiones acopladas establecidas anteriormente, tales como los que se utilizan en la
inducción de estados de trance hipnótico (aquellos en que enfocamos nuestra atención sólo a
la experiencia interna en curso).
Esto significa que cuando una sucesión de sucesos de percepción o incluso un suceso estático
único comienza una trayectoria de procesos interactuantes reentrantes internos, el rastro de
esa trayectoria se mantiene por un período de tiempo sin el reconocimiento consciente de la
dinámica neocortical en proceso. ¿Ha tenido usted alguna vez la experiencia de intentar
pensar en el nombre de alguien o de algo únicamente para encontrar que 3 horas después le
estalla en la conciencia consciente como salido de "ninguna parte"? El fenómeno hipnótico y
experiencias comunes de todos los días como estas, nos sugieren que varias trayectorias
coexistiendo pueden ponerse en juego a un tiempo sin la participación de la conciencia
consciente (un proceso paralelo). Puesto que el darse cuenta consciente mismo es un proceso
consecutivo, estas trayectorias pueden permanecer fuera de conciencia por algún tiempo o
pueden posiblemente nunca entrar en la conciencia consciente y en cambio afectar los
procesos subcorticales sin que nunca necesiten de una representación neocortical. La
confluencia de estas trayectorias anteriormente disjuntas es capaz de coalescer e influir el
pensamiento o el comportamiento en una fecha posterior. Una vez que han sido capturados
por un ‘atractor’ común y estable pueden alcanzar un cierto umbral que permite la conciencia
consciente. Aquí yace la dinámica neocortical que subyace en el uso de la sugestión post-
hipnótica por medio de metáforas.
Verdaderamente, estamos en una época excitante. Un tiempo en el que las técnicas poderosas
del pasado pueden validarse y ser entendidas por medio de un conjunto de nuevas tecnologías
de representación-neurológica impresionantes y del modelado neuro cientifíco del sistema de
la mente/cerebro. Lo desafío a tomar nota cuidadosa, en los meses que vienen, de los efectos
de las palabras y la metáforas sobre usted mismo y sobre otros.
¿Qué representaciones suscitan éstas palabras y metáforas? ¿Cómo cambian ellas sus
percepciones y acciones? ¿Sabiendo lo que usted sabe ahora, cómo cambiará esto la manera
en que usted construye metáforas para sus asociados en los negocios, sus amigos y para
quienes ama?
Las metáforas influyen, persuaden, crean comprensión, forman las percepciones y dirigen la
acción. Úselas con precisión. Usted teje el entramado del destino humano con cada una de sus
palabras.
Al modelar el sistema cerebro/mente desde el índice referencial de más de 26 campos
científicos de investigación, la "Remodelación Neuro Sináptica" construye modelos útiles y
excitantes para ayudarnos a comprender e influir en la conducta humana con gran precisión.
Para tener una comprensión clara de cómo funciona la comunicación, es esencial que
adoptemos un nuevo vocabulario para pensar sobre las funciones del cerebro.
Premisas:
La mente es una propiedad emergente del cerebro que resulta de la
reorganización dinámica continua de toda la información en el cerebro.
Esta información está codificada por patrones de sucesiones electroquímicas.
La consciencia es la consideración por parte del cerebro de alguna de esa
información.
La información es o accesible (consciente), o no accesible (no-consciente). No
puede existir en ninguno otro modo.
A la información que puede moverse desde no-consciente a consciente la
llamamos memoria explícita.
A la información utilizada sin consideración consciente se le llama memoria
implícita.
Todo aprendizaje, memoria y comportamiento es dependiente del estado.
La información disponible en cualquier momento determinado depende del
estado del cerebro.