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El problema de la calidad de vivienda en México

El problema actual de la vivienda en México, es resultado de situaciones


estructurales, económico y demográficos desde tiempo atrás en nuestra historia y
que hasta hoy en día no se ha podido erradicar.
En México el derecho a la vivienda digna y decorosa no se está garantizando
plenamente. La accesibilidad a ella es desigual e implica un riesgo para la
satisfacción de necesidades básicas de una parte significativa de la población.
Las necesidades insatisfechas se incrementan y se hacen más evidentes en las
ciudades de crecimiento rápido. En lo que a accesibilidad física /territorial, se
identificó que existen 64,000 personas que habitan locales no construidos para
habitación, viviendas móviles o refugios (INEGI, 2015), los cuales podrían no
presentar los elementos mínimos de habitabilidad. Solo el 14.7% de las viviendas
están bien ubicadas, es decir, cuentan con infraestructura básica y están próximas
a fuentes de empleo: Ciudad de México (100%), Tlaxcala (86.8%) y Durango
(57.5%) concentran el mayor porcentaje (Conavi, 2017). Además, en 2010, 20.3
millones de personas habitaban localidades rurales en condiciones de aislamiento;
lo cual, se traduce en limitaciones en el acceso a bienes y servicios básicos y
complementarios.
La disponibilidad de la infraestructura complementaria, como el alumbrado público
o la pavimentación de las calles en el entorno inmediato a las viviendas, mostró
muy baja cobertura en todo el país (INEGI, 2010).
Características generales de la vivienda en México
Alrededor de 71 por ciento de las viviendas en el país están jefaturadas por
hombres. En el caso de las viviendas jefaturadas por mujeres, de 2010 a 2015
hubo un aumento de casi cinco puntos porcentuales, al pasar de 24.5 a 29 por
ciento. Sánchez y Martínez (2016).En 2015, la Ciudad de México fue la entidad
con el porcentaje más alto (35.6), y Nuevo León y Zacatecas reportaron los
porcentajes más bajos (23.6 y 23.8, respectivamente) (EIC 2015).
La principal modalidad de tenencia de las viviendas mexicanas es la propiedad
(67.9 por ciento de las viviendas), seguida de la renta (15.9 por ciento) y 14.1 por
ciento de las viviendas son prestadas (EIC 2015)
Fuente: Coneval 2018

De acuerdo con la OCDE (2016), el porcentaje de viviendas en propiedad en


México es cercano al promedio de los países miembros de la organización, y es
semejante al de Chile y al de países del sur de Europa. Se explica que, en esos
países, incluyendo México, el mercado hipotecario ha tenido un desarrollo
reciente, pero las familias han tenido, tradicionalmente, un rol de facilitadoras de la
vivienda, por ejemplo, mediante la herencia o el apoyo financiero (Allen et al.,
2004, citado en OCDE, 2016)

Fuente: Coneval 2018


Calidad de los espacios y los materiales
Uno de los elementos de la vivienda adecuada de la ONU-Hábitat (2010) es la
habitabilidad, relacionada con elementos de diseño y construcción para cumplir
con la suficiencia del espacio y la protección de sus ocupantes ante las
inclemencias del medio ambiente y las enfermedades.
El hacinamiento se determina mediante la relación entre el número de ocupantes
de la vivienda y la suficiencia de los espacios habitables
En el caso mexicano, el hacinamiento es una condición presente en el 8.4 por
ciento de las viviendas habitadas en el país (CONEVAL, 2017a). Guerrero,
Chiapas, Quintana Roo y Oaxaca son las entidades en donde se ubican más
viviendas particulares con hacinamiento (23.1, 15.9, 14.9 y 14.1 por ciento,
respectivamente). Los estados con el menor porcentaje de viviendas con
hacinamiento son Zacatecas (3.5 por ciento), Nuevo León (3.6 por ciento) y
Coahuila (4 por ciento) (CONEVAL, 2017)

Fuente: Coneval 2018

Respecto de los materiales de las viviendas, se identificó que solo 3.3 por ciento
de la población habita viviendas con piso de tierra;1.3 por ciento y 1.6 por ciento
reporta que el techo y los muros de su vivienda, en ese orden, están hecho con
materiales endebles (CONEVAL, 2017a). En los estados, los porcentajes son
similares; en la mayoría de los casos, destacan, en cuanto a las viviendas con piso
de tierra, Guerrero (13.7 por ciento), Oaxaca (10.8 por ciento) y Chiapas (9.4 por
ciento), ya que la proporción de población que presenta esta carencia es
considerablemente mayor que el promedio nacional. En cuanto a la carencia por
materiales de los techos de las viviendas, Michoacán (4.6 por ciento) y, de nuevo,
Guerrero (4.5 por ciento) registran los mayores niveles entre las entidades
federativas; en tanto, Oaxaca (8.7 por ciento), Tabasco (4 por ciento), Yucatán
(3.6 por ciento) y Guerrero (3.4 por ciento) reportan proporciones muy superiores
al promedio nacional en la carencia por materiales de los muros de la vivienda
(CONEVAL, 2017).
Fuente: Coneval 2018
Las localidades rurales mostraron una mayor incidencia de carencia por calidad y
espacios de la vivienda. La brecha entre el ámbito rural y el urbano asciende a
12.2 puntos porcentuales (24.4 por ciento y 9.2 por ciento, respectivamente) (MEC
2016 del MCS-ENIGH). Además, la población indígena también reporta una mayor
proporción de carencia (30.2 por ciento) que la población no indígena (10.2 por
ciento), situación que se agrava en la población hablante de lengua indígena, en la
que asciende a 33 por ciento (MEC 2016 del MCS-ENIGH)

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