Está en la página 1de 3

Banca De Inversión

COMPOSICIÓN ÓPTIMA DE LA DEUDA

Juan Pablo Mejía Caicedo

Banca de Inversión

La estructura de endeudamiento de una compañía está determinada por su


estructura de capital (representada en su relación “deuda/patrimonio”) y la
composición de su deuda financiera. Así como la estructura óptima de capital varía
entre las compañías, la composición óptima de la deuda también es distinta en cada
caso y depende de las características propias de cada negocio, tales como las
inversiones que se deben realizar, los gastos operativos, la composición de sus
ingresos y la variabilidad de los mismos, entre otras características.

La principal razón por la cual se debe buscar una composición óptima de la deuda es
para intentar que el pago de capital e intereses (servicio de la deuda) tenga el
menor impacto posible en los resultados finales de la compañía. Aunque la
composición de la deuda no tiene una influencia directa en los ingresos y los gastos
operativos del negocio, existen mecanismos de estructuración que permiten que el
servicio de la deuda se comporte de manera similar al flujo de caja operativo de la
compañía, mitigando así el riesgo que el pago de la deuda afecte los resultados
esperados de la compañía.

Algunos ejemplos de estructuras de financiación que permiten que el servicio de


deuda se comporte de manera similar al comportamiento del flujo de caja operativo
de una compañía, dependiendo de sus características, son:

· Una compañía genera el 60% de sus ingresos en el mercado local y el 40% en


exportaciones a Estados Unidos. Para este caso cerca del 40% del flujo de caja
operativo de la compañía se podría ver afectado por fluctuaciones en el
precio del dólar (por sus exportaciones a Estados Unidos), razón por la cual se
debería estructurar una deuda cuyo componente en pesos sea del 60% y el
componente en dólares sea del 40%.

· Una compañía tiene un proyecto cuya construcción puede tardar hasta 3 años,
periodo en el cuál no espera recibir ingresos significativos. En este caso se
podría estructurar una deuda con un periodo de gracia de 3 años (periodo en

Banca de Inversión
COMPOSICIÓN ÓPTIMA DE LA DEUDA

el cual sólo pagaría intereses y no realizaría amortizaciones) o con un periodo


muerto de 3 años (periodo en el cual no se pagarían intereses ni se
amortizaría capital).

· Una compañía tiene un contrato de venta de cierto producto cuyo precio está
indexado al IPC y la cantidad de unidades a vender aumenta con el paso de
los años. Para este caso se podría estructurar una deuda cuya tasa esté
indexada al IPC y cuyas amortizaciones no sean lineales y se puedan
determinar con base en las unidades que se espera vender de acuerdo con el
contrato de venta (amortizaciones crecientes).

Como se puede observar en los ejemplos anteriores, dependiendo de las


características y los flujos de cada compañía es posible estructurar una deuda con
distintas condiciones, con el objetivo de minimizar el impacto de la deuda
financiera en el resultado del ejercicio de la compañía.

Para determinar la composición óptima de la deuda de cada compañía es necesario


evaluar la proyección de las distintas coberturas de deuda, tales como la relación
“deuda/EBITDA” y la relación “flujo de caja operacional/servicio de deuda”, que
permiten identificar si el nivel de deuda y la composición de la misma es adecuada
frente a la capacidad de generación de caja de la compañía. En este punto resulta
de suma importancia observar cómo se comportan las distintas coberturas de deuda
frente a fluctuaciones significativas en los supuestos macroeconómicos de
proyección, para así encontrar las principales variables que pueden afectar el pago
de la deuda e identificar una financiación cuya composición permita que las
coberturas se vean afectadas en la menor medida posible.

Por otro lado, para la mayoría de deudas estructuradas es común encontrar que los
financiadores requieren “covenants” de la deuda, que en muchos casos pueden ser
financieros, positivos y/o negativos, entre otros. Estos “covenants” pueden
representar limitaciones e inconvenientes para la compañía, sus directivas y/o sus
accionistas, motivo por el que se deben tratar de restringir y preferiblemente deben
ser negociadas por un asesor con amplia experiencia en estructuración de deuda.

Para concluir, ahora resulta evidente que no necesariamente una tasa más baja de
la deuda representa las mejores condiciones de financiación, para una compañía,
pues dependiendo de las características de cada negocio puede ser mejor adquirir

Banca de Inversión
COMPOSICIÓN ÓPTIMA DE LA DEUDA

una deuda con una tasa ligeramente superior a la ofrecida por algún financiador,
mientras se acomode a las condiciones deseadas por la compañía en términos de
periodos de gracia, esquemas de amortización, plazo de la deuda, moneda de la
deuda e índice de referencia para la tasa, entre otras condiciones.

Correval, a través de su Banca de Inversión, ha estructurado financiaciones por más


de 8 billones de pesos y actualmente ofrece a sus clientes asesoría en “Liability
Management”, donde se incluye la realización de un diagnóstico de la financiación
actual de la compañía y se contempla la estructuración y/o reestructuración de la
deuda, para que se acomode de la mejor manera posible a las necesidades y las
características de cada cliente.

Banca de Inversión

También podría gustarte