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Con el nombramiento de Mario Zelaya como director del Instituto Hondureño de Seguridad
Social (IHSS), inició una de las etapas más oscuras de la institución.
Fue juramentado por el entonces Ministro del Trabajo, Felícito Ávila, en su condición de
Presidente de la Junta Directiva del IHSS y a partir de ese momento, Zelaya instaló el
escenario para llevar a cabo el fraude más grande registrado en Honduras en los últimos
tiempos. Nombró a Ramón Bertetty, gerente financiero y a José Zelaya Guevara, subgerente
de compras y suministros, puestos claves para llevar a cabo el robo de 6,300 millones de
lempiras (aproximadamente $300 millones de dólares), según investigaciones del Ministerio
Público.
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El 2 de marzo de 2010, dos semanas después, en sesión ordinaria le planteó a la Junta
Directiva su necesidad de contar con un equipo de “colaboradores” de confianza, y en tal
sentido lo facultaron a despedir y nombrar a los empleados y ejecutivos que él considerara
convenientes, atribución que en Resolución 04-19-01-2010 del 19 de enero de ese año, le
había quitado al director ejecutivo la Junta Directiva anterior.
Es así como Mario Zelaya, logra acuerdos para nombrar a Ramón Bertetty en la gerencia
administrativa y a José Zelaya en la subgerencia de compras y suministros. A petición de
Mario Zelaya, la Junta Directiva también separó de su cargo a la Secretaria General, Carmen
Alejandra Castro y nombró en esa posición a Sandra Argüello.
Argumentando que el IHSS debía 272 millones de lempiras sumados a otras necesidades el
17 de diciembre de 2010 Mario Zelaya logró que mediante Resolución SOJD No.01-17-12-
2010, la Junta Directiva lo autorizara a gestionar un préstamo de a hasta de 327 millones de
lempiras, decisión que fue aprobada con el voto favorable del ex vice ministro del Trabajo,
Carlos Montes; los empresarios, Benjamín Bográn y Fabricio Vásquez; el dirigente obrero,
Hilario Espinoza y Odesa Henríquez, del Colegio Médico. Solo votó en contra Luis Mayorga
de la CUTH y Fernando García que se abstuvo.
Lo anterior provocó que a enero de 2014 el IHSS ya registraba siete líneas de crédito con
saldos de cuentas por pagar por valor de 600 millones 524 mil 887 lempiras a cinco bancos:
Atlántida, BAC, Continental, Lafise y Ficohsa. El informe de la Junta Interventora detalla que
Ficensa y Banpais no les permitieron verificar los datos.
Las compañías fantasmas fueron constituidas por esposas y amantes, otros parientes, amigos
y ex empleados de la institución, que sirvieron de testaferros obedientes en el manejo
millonario de fondos a través de sus cuentas bancarias. Ellos dirigían la red que envuelve a
unas 320 personas, a quienes las autoridades les han encontrado evidencias de haber
participado en los contratos, viajes, fiestas y lujosas viviendas, vehículos y joyas, entre otros
bienes.
Por ejemplo, Mario Zelaya, nombró gerente de compras a José Zelaya, esposo de su sobrina,
Michelle Rojas y ella fue participe directa en la creación de las empresas que sirvieron para
lavar el dinero, con solo un simple oficio, firmado por la tesorera general del IHSS, Vivian
Juárez.
El Ministerio Público acusó a la Tesorera del IHSS, de ser la responsable de ordenar a los
banco, Atlántida, Continental, Ficohsa y Lafise, entregar a empleados de esa institución, 45
millones 838 mil 241 lempiras con 63 centavos, mediante cheques emitidos a favor de
empresas de maletín. Y sumado a eso 5 mil dólares que por órdenes directas de Mario Zelaya,
recibió Juárez mediante el cheque 225 debitados de la cuenta 01-121-908284 de la empresa
C.A Tecnologías. La fiscalía considera que esta empresa pudo haber lavado 20 millones de
lempiras.
Según investigaciones, la Tesorera del IHSS mantenía relaciones comerciales con Gabriela
María Laínez, quien, junto a su esposo, Marco Antonio Jean Velasco de origen panameño,
fueron acusados de lavado de activos por mantenerse en posesión de 21 bienes inmuebles
supuestamente comprados con el dinero ilícito sacado del IHSS. En su relato la Fiscalía
sostiene que Gabriela María contrató al arquitecto, Carlos Enamorado, para que le
construyera una casa en un terreno registrado a favor de la Corporación Metrópolis, en la
Residencial El Sauce, pagando por adelantado 2 millones 500 mil lempiras, el 60% de la
obra.
Posteriormente, María Gabriela llamó al arquitecto y canceló el trato pidiéndole que el dinero
entregado se lo depositara en varias cuentas. Es así como la Fiscalía descubrió que el 4 de
abril de 2013, Vivian Juárez, Tesorera del IHSS, percibió 405 mil lempiras de la empresa
SIMIMED, a través de cheques del Banco Atlántida y Banco Ficohsa, librados a nombre de
Henry Gómez. El primero por 330 mil depositados por Gómez a una cuenta de Nora Juárez,
madre de la tesorera del IHSS y el otro de 75 mil lempiras a nombre de la propia Vivian
Juárez.
La Fiscalía menciona que entre noviembre de 2012 y julio de 2013, por líneas de crédito
ordenadas por Mario Zelaya, Marco Jean Velasco, esposo de María Gabriela, actuando como
gerente de la Empresa Mercantil Inmobiliarias, recibió 1 millón 460 mil lempiras por el
supuesto alquiler de una bodega ubicada en San Pedro Sula. De este contrato no tenía
conocimiento ni la misma subgerencia del IHSS en aquella ciudad.
En marzo de 2013 Susette Atuan y su esposo Juan Carlos Berganza obtuvieron un préstamo
de 1 millón 343 mil lempiras para comprar un terreno en la colonia Altos de Miramontes el
que fue cancelado de un solo pago tres meses después, el 6 de junio. En septiembre de ese
año, Juan Carlos le cede el derecho a su esposa Susette Atuan, quien en agosto de 2014 lo
dividió para entregárselos en partes iguales a sus hijas, Natalia Susette Gómez Atuan y Sofía
Michelle Berganza Atuan.
En los archivos de la Fiscalía también se registran los nombres de Elena María Cornavaca
Paz; su esposo Oscar Laínez Reina; la hermana de este último, Gabriela María Laínez; el
esposo de la anterior, Marco Antonio Jaen Velásco y Jorge Daniel Herrera, como socios de
COSEM y otras empresas, relacionadas con Ramón Bertetty y Mario y José Zelaya.
Zelaya egresó del Liceo Militar del Norte, instituto de segunda enseñanza donde también
estudió el Presidente Juan Orlando Hernández. Allí se graduó de subteniente con el grado de
bachiller y luego entró a la Universidad Nacional Autónoma de Honduras para estudiar
medicina, donde dio sus primeros pasos en la política formando parte junto a Ricardo Álvarez
del Frente Unido Democrático (FUUD), organización estudiantil que siempre es apoyada por
la línea dura del Partido Nacional.
Cuando cursaba su quinto año de la carrera de medicina Zelaya renovó su carnet militar y
consiguió trabajo de enfermero en la posta policial del barrio Belén en Tegucigalpa y al
graduarse de médico le asignaron turnos en el cuartel de Casamata. Estando allí, en diciembre
de 1996 ascendió al grado de subteniente activo de sanidad policial. Su vida cambió cuando
fue aceptado en la especialización de Ortopedia y Traumatología del Instituto Traumatológico
en la Universidad de Chile y estando allá fue ascendido a teniente. En el 2000 regresó a
Honduras, lo ascendieron a capitán y fue asignado al Hospital Militar.
Hospital IHSS
En el 2005 pidió la baja en el ejército para dedicarse a la política, por la corriente nacionalista
de Ricardo Álvarez consiguió ser electo diputado suplente, posición que repitió en las
elecciones de del 2009, pero en el 2010 el ex presidente Lobo lo nombro director del IHSS.
A finales de 2013 surgen las primeras denuncias por corrupción, pero fue hasta inicios de
2014 cuando el escándalo alcanza dimensiones enormes. Zelaya fue destituido y el gobierno
intervino la institución y varios meses después el MP lo acusó a él, a Bertetty y a otros
involucrados de varios delitos en perjuicio de la salud y del Estado.
Con ese dinero, Bertetty adquirió ocho vehículos: Una Toyota Prado, un Volkswagen
Amarok, dos Porche, dos Mini Cooper, un BMW deportivo y un Ford Explorer, valorados en
su totalidad 16 millones de lempiras, sumados a siete millones más por el blindaje de los
mismos. Varios de estos automóviles fueron registrados a nombre de sus familiares y
supuestas amigas sentimentales. El MP lo acusó de ser responsable de la compra
sobrevalorada de 10 ambulancias y la sobrevaloración de pasajes aéreos.
Con su esposa fundó Suministros Médicos (Sumimed), la que le permitió agenciarse de 102
millones 883 mil 132 lempiras y la Comercializadora de Productos Médicos Hospitalarios
(Copromedh), para conseguir contratos de 16 millones 265 mil 216 lempiras. También
fundaron la Importadora de Productor Médicos (Impromeh) con la que se agenciaron de 9
millones 400 mil lempiras; Suministros AD-Astra que les permitió el retiró 2.4 millones de
lempiras e Importaciones Sierra, con la que extrajeron 1.6 millones.
Insumedic, fundada por los hermanos, José David Cardona y Vanessa Maribel Cardona, era
administrada por Ilsa Vanessa Molina, ex amante de José Zelaya; esta empresa canalizó 9.2
millones de lempiras por contratos de material quirúrgico. Investigaciones del Consejo
Nacional Anticorrupción (CNA) también relacionan con esta empresa a Héctor Jonatán
Padilla Martínez.
Los medios destacaron el derroche de belleza y encanto de su rostro y su cuerpo que fue su
tarjeta de presentación para convertirse en modelo de la televisión. Laboró para 5 Deportivo
de Televicentro y al verla nadie se imaginó que en poco tiempo aquella mujer de dulce rostro,
mirada inocente y esbelto cuerpo, llegaría a ser millonaria para luego ir a parar a la cárcel. Es
licenciada en turismo y en el 2012 fue administradora de Insumedic, suscriptora de varios
contratos amañados con el Seguro Social. Antes, ella había laborado en Astropharma y allí
conoció a José Zelaya, con quien tuvo un romance y procreó una hija.
Es naturalmente bella, pero al entrar en el mundo del modelaje se sometió a una rinoplastia y
mejoró su nariz, una mentoplastía para moldearse la barbilla y una liposucción de papada.
Extraoficialmente se dice que en el IHSS también se hizo una mamoplastía para aumentar sus
pechos. A Ilsa Vanesa las autoridades le incautaron una residencia valorada en cuatro
millones 726 mil 150 lempiras, ubicada en El Portal del Bosque de Tegucigalpa.
Otra pieza que jugó un papel importante para Mario Zelaya fue el director del hospital de
emergencia del IHSS en Tegucigalpa, Lisandro Ponce, quien coordinaba el Comité Evaluador
y encargado de que cumpliera el contrato de 118.9 millones de dólares por la compra y
mantenimiento de equipo médico con empresa Distribuidora Metropolitana S.A. (Dimesa).
Dimesa, propiedad de Schucry Kafie y representada por Juan Alberto Madrid Casaca,
suscribió el 9 de mayo de 2011 el Contrato 020-2011 por 95 millones 244 mil 66 dólares,
para la adquisición, reparación y mantenimiento de equipos médicos de los hospitales de
Tegucigalpa y de San Pedro Sula, pero el 10 de julio de 2012, el convenio fue ampliado en 23
millones 668 mil 761 lempiras con 80 centavos más, mediante Adendum.
Finalmente este contrato, aprobado por Congreso Nacional, dominado en dos terceras partes
por el Partido Nacional, mediante Decreto Legislativo Nº 117-2011, fue sobrevalorado en 1
millón 31 mil 127 dólares más del costo real de los equipos.
En Honduras ya no es secreto que parte de los fondos robados se vinieron a parar en las arcas
de las campañas para elecciones internas y generales del Presidente Juan Orlando Hernández,
del Designado Presidencial, Ricardo Álvarez y varios diputados, aunque el presidente de la
Republica ha alegado que desconocía el origen de estos fondos y ha prometido regresarlos.
No obstante, se trata de un hecho que para muchos sectores, como la Plataforma Indignada,
no debe quedar en una simple devolución de los recursos.