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Ciclos biogeoquímicos

del
carbono y nitrógeno

El ciclo del carbono es la forma en que el carbono circula a través de la atmósfera, los océanos y de
la superficie e interior de la Tierra a través de procesos químicos, físicos, geológicos y biológicos
llamado ciclo biogeoquímico.

El carbono está presente en todos los elementos en la Tierra, por lo tanto su ciclo es vital para la
renovación, recomposición, alimentación y sobrevivencia de todos los seres y materias no vivas en
la Tierra.

En el ciclo del carbono, el carbono se transfiere o se mueve entre los cuatro reservorios donde se
encuentra en diferentes estados:

Atmósfera, donde se encuentra en forma de dióxido de carbono (CO2) al juntarse con el oxígeno
en forma de gas.
Biósfera terrestre, se encuentra en los elementos que componen los ecosistemas terrestres y
costeros, en la materia orgánica no viva, y en el suelo.

Océanos, forma parte de la hidrósfera, se encuentra en el carbono orgánico disuelto, en los


organismos marinos y en las materias no vivas.

Sedimentos: forma parte de la geósfera, se encuentra en los fósiles y los combustibles fósiles.

Ciclos biogeoquímicos Un ejemplo del ciclo del carbono comienza con el dióxido de carbono en la
atmósfera, el cual es absorbido junto con la luz solar por las plantas en el proceso de fotosíntesis
para su crecimiento y alimentación.

Cuando las plantas mueren son absorbidas por el suelo que, después de millones de años,
transforma el carbono en fósiles y combustibles fósiles como el carbón, el petróleo, el gas natural
y el gas licuado.

Cuando usamos estos combustibles fósiles, el carbono es nuevamente transformado, entrando en


la atmósfera como dióxido de carbono.

Las plantas también mueren al ser comidas por los animales. Los animales transforman el carbono
de las plantas en azúcares. La respiración del animal devuelve el carbono a la atmósfera también
en forma de dióxido de carbono.

El ciclo del carbono repite este intercambio con todos los seres y reservorios donde se divide en un
ciclo rápido o biológico y un ciclo lento y geológico
El nitrógeno (N) es un componente esencial de los organismos de los seres. No en vano, los
átomos del elemento químico cuyo número atómico es el 7, cuentan con presencia en todas las
proteínas y en el ADN.

Se caracteriza por ser sumamente variable y se encuentra en distintas formas en el planeta, por lo
que se puede conseguir de forma orgánica e inorgánica, así como en diversos grados de oxidación.

Este elemento existe en la atmósfera como N2 gaseoso y constituye un nutriente limitante común
en la naturaleza y en las actividades agrícolas. El hecho de que sea un nutriente limitante significa
que está disponible en una cantidad mínima y que, por ende, limita el crecimiento.

Una vez que los fertilizantes que contienen N y fósforo llegan a lagos y ríos, puede que provoquen
el florecimiento de algas, un proceso que se conoce como eutrofización. Aquí puedes ver más
sobre el fósforo.

Una vez aclarada la importancia del ciclo del N, vamos a tratar de establecer la forma en la que la
actividad humana influye sobre el mismo.

La clave se encuentra en que, si bien los humanos no somos capaces de fijar el nitrógeno a nivel
biológico, ¡industrialmente no hemos perdido oportunidad de hacerlo!

Así, podemos hablar de la producción de unas 450 millones de toneladas métricas de nitrógeno
fijo cada año a través de un método químico denominado proceso de Haber.Bosch, en el que se
hace reaccionar el N2 con H2 a elevadas temperaturas.

Casi todo este nitrógeno fijo es usado para la producción de fertilizantes que utilizamos en
huertos, cultivos agrícolas y jardines.

Generalmente, la actividad humana libera este elemento por dos vías:

 La quema de combustibles fósiles


 El uso de fertilizantes nitrogenados en la actividad agrícola

Los elevados niveles de nitrógeno atmosférico, distintos al N2, están asociados con perjudiciales
afectos como la producción de lluvia ácida en forma de ácido nítrico, HNO3 y contribuyen al
nocivo efecto invernadero en forma de óxido nitroso, N2O.
Etapas del ciclo del nitrógeno

Las fases del ciclo de este abundante elemento se dividen en seis, sujetas a un perfecto engranaje,
vital para la supervivencia de los seres vivos de la Tierra:

Fase uno del ciclo

Fijación. Consiste en que el N contenido en la atmósfera terrestre es absorbido por las plantas.
Una vez que este elemento se encuentra en forma gaseosa, se transforma en amoniaco, dada la
acción de ciertos microorganismos de los que hacen vida en suelo y agua, siendo los responsables
de descomponerlo. Esta fijación en el ciclo hace que las plantas puedan utilizar los nutrientes para
mantenerse con vida.

Fase dos del ciclo

Nitrificación. Se conoce como nitrificación del N al proceso mediante el que las bacterias con
presencia en el suelo, participan en la oxidación del amoniaco, obteniendo amonio, que a su vez se
oxida por otras bacterias y se transforma en nitrato.

Fase tres del ciclo

Asimilación. En esta fase las plantas se impregnan del amoniaco o del nitrato, iniciando el proceso
de asimilación del nitrógeno y transformándolo en nutrientes, que pueden aprovecharse con
facilidad por los seres vivos que los consuman.

Fase cuatro del ciclo

Amonificación. Llegada la fase de amonificación del ciclo del elemento químico con mayor
presencia en el aire, adquiere especial importancia la descomposición de la materia orgánica, pues
una vez descompuestos los desechos, entran en acción los microorganismos, para degradarlos a
compuestos simples y metabolizarlos, liberando el exceso de N en forma de ion amonio o
amoniaco.

Fase cinco del ciclo

Inmovilización. Esta fase se da como respuesta a la intervención de los procesos metabólicos de


los microorganismos en el uso del elemento que nos ocupa, formando nitrógeno orgánico. Podría
decirse que la inmovilización del N es la fase contraria a la nitrificación.

Fase seis del ciclo

Desnitrificación. La intervención de microorganismos encargados de desoxidar los nitratos y el


amoniaco, propiciando su regreso a la atmósfera en forma de gas, es el conocido como “proceso
de desnitrificación del nitrógeno” o “participación de bacterias desnitrificadoras”.

Importancia: El azufre y el fósforo desempeñan un importante papel en la síntesis de proteínas.


Aunque la proporción de ambos elementos en la materia viva es relativamente pequeña, las
funciones que desempeñan son vitales. Se encuentran en la corteza terrestre.

Con respecto a su afección al medio ambiente, el incremento de la concentración de fósforo en las


aguas superficiales provoca el crecimiento de organismos dependientes del fósforo, como son las
algas. Estos organismos consumen grandes cantidades de oxígeno, provocando un déficit del
mismo en los ríos, lagos y embalses.
Tragedia del Salto de Juanacatlan El Río Alrededor de este río se han generado gran número de
problemáticas socioambientales asociadas al mal uso y gestión del agua que, como lo denuncian
diversos pobladores, han afectado la calidad de vida de los campesinos, pescadores e indígenas de
la región al contaminar el agua, cercenar las especies de peces en la cuenca y vulnerar las formas
tradicionales de subsistencia, situación que ha reforzado el fenómeno de migración que sufren
gran parte de los estados mexicanos, esta realmente contaminado.

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