Presentación, con un diseño sobrio pero atractivo, puedes aprovechar para proyectar tu

marca personal y darle un nombre inicial al proyecto (un reflejo de tu profesionalismo).

Debes utilizar hojas tamaño carta y encuadernación, si envías por email no olvides
agregar tu firma y convertir a formato PDF.

Objetivos, para describir el proyecto, qué se pretende lograr y cómo lograrlo, y la

importancia de su desarrollo.

Alcance, funciona para aclarar qué incluye y qué no en el proyecto, para que el cliente
sepa lo que está pagando.

Propuesta de trabajo, la metodología o flujo de trabajo a utilizar. No es necesario

entrar en detalles, una vez aceptada la propuesta sí se puede confirmar fechas y otros
aspectos.
Cotización (llegó el momento decisivo) la mejor opción es asignarle un precio a tus
horas de trabajo como freelance. Analiza variables como el tiempo utilizado y gastos de
electricidad, por ejemplo.

También recomendamos que agregues un 10% adicional al precio final para algún
imprevisto. Puedes dividir el pago en distintos porcentajes.

En las condiciones plantea la forma de pago, la cuenta a depositar o si se necesita en

efectivo, la vigencia de la propuesta, y cualquier dato relevante.

Para terminar el documento, expresa agradecimiento de antemano por la oportunidad

para colaborar con el prospecto.

Conclusión

Presentar una buena propuesta de proyecto de software aumenta significativamente las

posibilidades de vender tus proyectos como freelance, pero también estás adquiriendo
un hábito profesional que proyecta mucho valor.

Mantén siempre listo un modelo de propuesta para cuando lo necesites, y también

actualiza constantemente el costo de tu trabajo.