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alimentos.
Las pérdidas y desperdicios de alimentos (PDA), son un problema mundial que trae
consecuencias económicas, ambientales y afectan la seguridad alimentaria y nutricional de
las poblaciones. Reducir y prevenir este fenómeno es uno de los retos para transitar hacia
el desarrollo sostenible. Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), incluyen
específicamente, una meta para abordar el fenómeno de las PDA (meta 12.3): “De aquí a
2030, reducir a la mitad el desperdicio de alimentos per cápita mundial en la venta al por
menor y a nivel de los consumidores y reducir las pérdidas de alimentos en las cadenas de
producción y suministro, incluidas las pérdidas posteriores a la cosecha”1.
Hacer frente a las PDA implica contemplar toda la cadena agroalimentaria, por lo cual
también se relaciona con el cumplimiento de otros ODS. Entre ellos se encuentra el ODS 2,
acerca de la erradicación del hambre y el logro de la seguridad alimentaria y la mejora de la
nutrición; el ODS 6, gestión sostenible del agua; el ODS 11, ciudades y comunidades
sostenibles; el ODS 13, cambio climático; el ODS 14, recursos marinos; y el ODS 15,
ecosistemas terrestres, bosques, tierras y biodiversidad; adicionalmente, podrían
producirse efectos acumulativos en otros ODS. Si bien se han desarrollado diferentes
medidas desde el orden internacional que vinculan estrategias para hacer frente a este
fenómeno en algunas cadenas de valor, es necesario lograr un abordaje integral con
soluciones efectivas y eficientes2.
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FAO. (2019). El estado mundial de la agricultura y la alimentación. Progresos en la lucha contra la pérdida y
el desperdicio de alimentos. Roma.
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FAO. (2019). El estado mundial de la agricultura y la alimentación. Progresos en la lucha contra la pérdida y
el desperdicio de alimentos. Roma.
decir, en la distribución minorista y el consumo3. En Colombia según el Departamento
Nacional de Planeación (DNP), se pierden y desperdician anualmente el 34% de todos los
alimentos disponibles; equivalente a 9,76 millones de toneladas (6,1 millones de toneladas
62% de frutas y verduras, 2,4 millones de toneladas 25% de raíces y tubérculos; 772.000
toneladas 8% de cereales; 269.000 toneladas 3% de cárnicos; 148.000 toneladas 2% de
oleaginosos y legumbres; 50.000 toneladas 1% de pescado y 29.000 toneladas de productos
lácteos)4.
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FAO. (2019). El estado mundial de la agricultura y la alimentación. Progresos en la lucha contra la pérdida y
el desperdicio de alimentos. Roma.
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DNP. (2016). Pérdida y desperdicio de alimentos en Colombia. Estudio de la Dirección de Seguimiento y
Evaluación de Políticas Públicas.
https://mrv.dnp.gov.co/Documentos%20de%20Interes/Perdida_y_Desperdicio_de_Alimentos_en_colombia
.pdf
tradicionales y productivistas, a unos más integrales, que involucren los objetivos de
nutrición, inclusividad y género, es decir, sistemas alimentarios sostenibles que
proporcionen dietas más nutritivas, tanto para las generaciones presentes como para las
futuras5.
5 FAO. (2017). Reflexiones sobre el sistema alimentario y perspectivas para alcanzar su sostenibilidad en
América Latina y el Caribe. http://www.fao.org/3/i7053s/i7053s.pdf
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HLPE. (2014). Las pérdidas y el desperdicio de alimentos en el contexto de sistemas alimentarios sostenibles.
Un informe del Grupo de alto nivel de expertos en seguridad alimentaria y nutrición del Comité de Seguridad
Alimentaria Mundial.
7 FAO. (2017). Reflexiones sobre el sistema alimentario y perspectivas para alcanzar su sostenibilidad en
El sistema alimentario debe ser eficiente e inclusivo y requiere de un enfoque integral, que
aborde una adecuada gestión y conservación de los recursos naturales; el uso eficiente de
los recursos naturales para la producción; la protección de los medios de vida rurales; la
mejora de la equidad y el bienestar rural; aumento de la resiliencia de las personas y
comunidades; el establecimiento de mecanismos de gobernanza responsables y eficaces,
fortaleciendo la institucionalidad y la inversión; y, que vincule el manejo y reduzca las
pérdidas y los desperdicios de alimentos10.
La huella de carbono se refiere a los gases de efecto invernadero (GEI) emitidos en todas
las etapas de la cadena agroalimentaria, así como a las emisiones procedentes de la
eliminación de los desechos. Las pérdidas y desperdicios de alimentos tienen una estrecha
relación con la gestión integral de los residuos y, por lo tanto, inciden en la producción de
este fenómeno contaminante. Las emisiones de GEI de las PDA se atribuyen, en su mayoría,
a las hortalizas. Por el elevado porcentaje de pérdidas y desperdicios que generan, en
intensidad relativa según el lugar del mundo donde se siembran y cosechan, logran superar
la proporción de emisiones de gases de efecto invernadero derivadas de la producción de
9 HLPE. (2014). Las pérdidas y el desperdicio de alimentos en el contexto de sistemas alimentarios sostenibles.
Un informe del Grupo de alto nivel de expertos en seguridad alimentaria y nutrición del Comité de Seguridad
Alimentaria Mundial.
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FAO. (2017). Reflexiones sobre el sistema alimentario y perspectivas para alcanzar su sostenibilidad en
América Latina y el Caribe. http://www.fao.org/3/i7053s/i7053s.pdf
carnes y otros productos de origen animal que, usualmente, emiten mayores GEI en la
alimentación y en la gestión del estiércol pero que, en comparación con el grupo de frutas
y verduras, dejan una menor huella de carbono, en etapas posteriores a la producción e
inclusive en el consumo, donde la acumulación de las emisiones generadas por hortalizas
es mayor11.
Por otro lado, en la agricultura, la huella de agua representa alrededor del 70% de la
extracción de agua en todo el mundo; el 30% restante corresponde a la producción
industrial y al abastecimiento para uso doméstico. La medición de este indicador incorpora
las aguas azules, subterráneas o superficiales; las aguas verdes y precipitaciones; y las aguas
grises, que son las utilizadas para diluir concentraciones de contaminantes hasta un nivel
aceptable. En relación con las PDA, las más analizadas son las azules, dependiendo del tipo
de alimento y de las características del sistema de producción. En cuanto a grupos de
alimentos, los cereales y las legumbres, junto con las frutas y las hortalizas, representan casi
el 90% de la huella de agua correspondiente al total de las PDA a nivel global, a razón del
riego en la producción, principalmente, de trigo, arroz y maíz. Por último, la huella de tierra
se analiza con base en el uso del suelo y la expansión geográfica para fines agrícolas,
contemplando también el sistema de producción de alimentos, lo que determina los
impactos en la sostenibilidad ambiental debido a la generación de PDA a expensas de los
bosques y de la alteración de la biodiversidad y los servicios ecosistémicos. Globalmente,
son la carne y los productos de origen animal los que representan más del 60% del uso total
de la tierra, debido a que la producción ganadera requiere una gran cantidad de extensión
para la producción de alimento de animales o pastoreo12.
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FAO. (2019). El estado mundial de la agricultura y la alimentación. Progresos en la lucha contra la pérdida y
el desperdicio de alimentos. Roma.
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FAO. (2019). El estado mundial de la agricultura y la alimentación. Progresos en la lucha contra la pérdida y
el desperdicio de alimentos. Roma.
Las causas directas de la pérdida y el desperdicio de alimentos se relacionan con las medidas
(o la ausencia de ellas) que toman los actores de la cadena de suministro de alimentos y
que ocasionan directamente el fenómeno. Existen otros factores indirectos asociados a la
pérdida y el desperdicio de alimentos, relacionados con aspectos de carácter sistémico,
como el entorno económico, cultural y político del sistema alimentario en el cual operan los
actores. Esta diferenciación es pertinente para las políticas, ya que los factores indirectos
condicionan el proceso de adopción de decisiones de los diferentes actores y pueden servir
como punto de partida de las políticas e intervenciones dirigidas a reducir la pérdida y el
desperdicio de alimentos. Estas causas directas y factores indirectos son resultado de la
medida en que interactúen correctamente los elementos del sistema alimentario.
Entre las causas directas se encuentran las prácticas y elecciones productivas y agrónomas
(por ejemplo la elección de ciertas variedades de cultivos); daños causados por equipos o
trabajadores; programación inadecuada de la cosecha; mala gestión logística (como la
manipulación inadecuada de productos delicados); gestión deficiente de la temperatura y
la humedad en el almacenamiento y el transporte; deficiencias técnicas (tamaño
inadecuado o envase dañado); eliminación de los productos con una apariencia
“imperfecta”; exposición y envasado inadecuados de los productos; confusión entre las
etiquetas en las que se indica la fecha de vencimiento; almacenamiento o administración
inadecuados de las existencias en el hogar; servido de porciones excesivas; entre otros. Los
factores indirectos pueden ser las normas de calidad; caída brusca de los precios; falta de
instalaciones adecuadas de almacenamiento o transporte (por ejemplo, camiones
refrigerados); capacidad insuficiente de elaboración para la sobreabundancia productiva
estacional, entre otros13.
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FAO. (2019). El estado mundial de la agricultura y la alimentación. Progresos en la lucha contra la pérdida y
el desperdicio de alimentos. Roma.
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FAO. (2019). El estado mundial de la agricultura y la alimentación. Progresos en la lucha contra la pérdida y
el desperdicio de alimentos. Roma.
precios de los alimentos y se impide el acceso a ellos por parte de los grupos poblacionales
más pobres y vulnerables, agudizando sus condiciones de inseguridad alimentaria. Los
productores de alimentos, en especial, los pequeños y medianos, también ven disminuidos
sus ingresos, debido a los alimentos que se pierden y desperdician. Esto genera
afectaciones de tipo social, que traducen en salarios más bajos, consumidores con menos
recursos para comprar, falta de productos, baja productividad de la mano de obra, y mayor
número de personas por debajo del umbral de la pobreza.
Hay una justificación comercial para reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos, esta
se basa en las ganancias privadas que pueden lograr los actores que reduzcan los niveles (o
cantidades) de ese fenómeno. Los actores de la cadena de suministro alimentario adoptan
decisiones que maximizan sus beneficios (en el caso de los productores o proveedores), o
su bienestar (en el caso de los consumidores). La reducción de la pérdida y el desperdicio
de alimentos implica costos, y los proveedores y consumidores solo realizarán los esfuerzos
necesarios si estos se ven compensados por los beneficios. La justificación comercial gira en
torno a los beneficios y costos privados15.
Dentro de los beneficios potenciales para los consumidores se encuentra el dinero ahorrado
en alimentación; la restricción de los efectos negativos en el medio ambiente y la sociedad.
Para los proveedores de alimentos se presenta un aumento de su productividad al tener
más alimentos para vender usando los mismos recursos; reducción de costos relacionados
con la gestión adecuada de residuos; mejoramiento de su reputación al proteger al medio
ambiente, lo que también sería positivo frente a sus consumidores; entre otros aspectos.
No obstante, estos beneficios requieren un costo; los consumidores deberán destinar más
tiempo y esfuerzo en la planeación, adquisición, almacenamiento y conservación de los
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FAO. (2019). El estado mundial de la agricultura y la alimentación. Progresos en la lucha contra la pérdida y
el desperdicio de alimentos. Roma.
alimentos comprados, mientras que, para el caso de los proveedores, deberán realizar una
mayor inversión en equipos, o diseño de otras estrategias para reducir la pérdida y el
desperdicio de alimentos, por ejemplo16.
Para finalizar, los efectos precisos de la reducción de las PDA dependerán de las
interacciones complejas en el sistema alimentario. Es necesario diseñar intervenciones que
transiten de una economía lineal a una circular, donde se replanteen procesos que
aprovechen más los recursos inmersos y dignifiquen los medios de vida de los actores que
producen, distribuyen y consumen alimentos. Pues esto, será un punto de partida para
cambios estructurales en los sistemas alimentarios, que a la vez resultarán en una reducción
de la pérdida y el desperdicio de alimentos.
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FAO. (2019). El estado mundial de la agricultura y la alimentación. Progresos en la lucha contra la pérdida y
el desperdicio de alimentos. Roma.
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FAO. (2019). El estado mundial de la agricultura y la alimentación. Progresos en la lucha contra la pérdida y
el desperdicio de alimentos. Roma.
Prevención y disminución de la pérdida de alimentos.
Cuando las buenas prácticas agrícolas y las relacionadas con la producción animal (o
veterinarias) se aplican debidamente, pueden proteger los alimentos en las fases iniciales
de la producción frente a los daños o la contaminación física procedentes de materias
extrañas, plagas, insectos o parásitos, y de la contaminación biológica por mohos, bacterias
patógenas o virus, lo que produce deterioros, daña los cultivos, es causa de enfermedades
transmitidas por los alimentos o incluso provoca alteraciones o trastornos crónicos de la
salud humana. El aumento de los riesgos para la salud humana también puede deberse al
consumo de productos cárnicos de animales alimentados con piensos contaminados, por lo
cual también deben aplicarse buenas prácticas en la elaboración de este tipo de
alimentación18.
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HLPE. (2014). Las pérdidas y el desperdicio de alimentos en el contexto de sistemas alimentarios sostenibles.
Un informe del Grupo de alto nivel de expertos en seguridad alimentaria y nutrición del Comité de Seguridad
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La responsabilidad de los productores agropecuarios es garantizar, por un lado, la utilización
eficiente de los recursos y, por otro, que los consumidores reciban alimentos inocuos, sanos
y de calidad, que no contengan sustancias perjudiciales para la salud y que ayuden a mejorar
la nutrición de toda la familia.
Por otra parte, es posible prevenir y reducir las pérdidas generadas en la etapa productiva,
esto mediante el reingreso al sistema alimentario, bien sea aprovechando sus nutrientes
como sustrato, o a la cadena de comercialización y/o de consumo de alimentos, mediante
transformaciones aptas para la alimentación animal (piensos) o humana (derivaciones
nutritivas de alimentos). Lo anterior, puede ser producto de la promoción de la economía
circular, pues esta se relaciona con los sistemas de producción y consumo que promuevan
la eficiencia en el uso de materiales, agua y la energía, teniendo en cuenta la capacidad de
recuperación de los ecosistemas, el uso circular de los flujos de materiales y la extensión de
la vida útil a través de la implementación de la innovación tecnológica, alianzas y
colaboraciones entre actores y el impulso de modelos de negocio que responden a los
fundamentos del desarrollo sostenible.
Los alimentos en riesgo de pérdida se pueden derivar a alimentos aptos para consumo,
según su calidad organoléptica y de inocuidad; en caso de que el alimento no cumpla con
dichas características y se tenga que descartar para consumo humano, se pueden aplicar
estrategias que favorezcan la sostenibilidad, tanto de los recursos como de los procesos
productivos, al incorporar estos sustratos de nuevo a la tierra, permitiendo que retornen
los minerales críticos en la producción, como el fósforo y el nitrógeno, a través de
compostaje de diversas técnicas, incluyendo el lombricultivo.
Las Buenas Prácticas Agrícolas (BPA) se definen como las actividades aplicadas en las
unidades productivas, que hacen más eficaz el manejo de la planeación, las prácticas
culturales, la fertilización, el control de insectos-plagas y enfermedades, la cosecha, y el
empaque y transporte de los alimentos; con el objetivo de asegurar su inocuidad, la
conservación del medio ambiente, la seguridad y bienestar de los productores, la reducción
de pérdidas de alimentos y la mejora de ingresos mediante accesos a mercados19,20,21.
Estas actividades surgieron por la necesidad de cambiar las inadecuadas prácticas de pro-
ducción, la baja competitividad y productividad de los cultivos, y la ausencia de estándares
y normas de calidad de los alimentos, acciones erróneas que han contribuido al deterioro
de los recursos naturales, a las pérdidas de alimentos y a la acentuación de la pobreza rural.
Las Buenas Prácticas Agrícolas implican la planificación del cultivo, que abarca el
conocimiento de la unidad productiva, los tipos de cultivos que han existido, los
agroquímicos aplicados, plagas presentadas y dedicación del suelo (agropecuario o
forestal); involucra también la revisión y evaluación de la cantidad y calidad de agua
disponible para labores del cultivo; evaluar las condiciones climáticas; evaluar accesos
viales; valorar la disponibilidad de personal capacitado; realizar el análisis de riesgos frente
a la unidad productiva y el cultivo a sembrar; entre otros23.
19 FAO. (2012). Manual de Buenas Prácticas Agrícolas para el Productor Hortofrutícola. 2° Edición.
http://www.fao.org/3/as171s/as171s.pdf
20 Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, Instituto Colombiano Agropecuario y Corporación Colombia
Con el fin de garantizar condiciones adecuadas para los trabajadores y para facilitar el
trabajo asociado al cultivo, la unidad productiva debe contar entre otras, con instalaciones
adecuadas, debidamente identificadas, ubicadas y construidas de acuerdo con la
normatividad vigente. Se deben mantener en óptimas condiciones de higiene para evitar
accidentes, intoxicaciones y contaminación, a fin de garantizar la inocuidad de lo producido.
El agua es un recurso escaso y de origen natural, por lo que su uso al interior de una unidad
productiva debe ser eficiente y racional, propendiendo por su conservación. En éstas se
debe garantizar que la calidad del agua utilizada para consumo humano, riego y lavado de
productos, es la ideal para evitar afectación a la salud de los trabajadores y a la integridad
del cultivo. Dentro de la unidad productiva se debe tener un plan de manejo de agua, que
incluya el aprovechamiento eficiente del recurso y los planes para cuidar las fuentes de
agua; y la realización de los análisis fisicoquímicos y microbiológicos del agua para verificar
la calidad de esta25.
24
Gobernación del Tolima y Universidad de Ibagué. (s. f.). Buenas Prácticas Agrícolas (BPA). Logihfrutic.
https://logihfrutic.unibague.edu.co/buenas-practicas/agricolas
25
Gobernación del Tolima y Universidad de Ibagué. (s. f.). Buenas Prácticas Agrícolas (BPA). Logihfrutic.
https://logihfrutic.unibague.edu.co/buenas-practicas/agricolas
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HLPE. (2014). Las pérdidas y el desperdicio de alimentos en el contexto de sistemas alimentarios sostenibles.
Un informe del Grupo de alto nivel de expertos en seguridad alimentaria y nutrición del Comité de Seguridad
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Adicionalmente al manejo integral de plagas, la garantía de las condiciones adecuadas para
el trabajo (bienestar del recurso humano), y el cuidado del medio ambiente; las BPA
implican la trazabilidad, entendida como el conjunto de procesos que permiten realizar el
seguimiento de un producto desde cualquier lugar de la cadena de suministro hasta su
etapa inicial, haciendo verificación de los registros documentales relacionados con él.
Almacenamiento de alimentos27.
Los productos pueden ser almacenados desde pocas horas hasta varios meses, en función
de la mercancía y las condiciones de almacenamiento. El almacenamiento sirve como medio
para afrontar el paso del tiempo, permitiendo así que el producto se comercialice y
consuma posteriormente. Esto solo puede conseguirse si se optimizan las condiciones de
almacenamiento o, de lo contrario, se producirán pérdidas. Cabe resaltar que, aunque se
den las mejores condiciones de almacenamiento, la duración de la conservación estará
subordinada a la calidad inicial del producto y a las decisiones que se adopten en las fases
iniciales de la cadena de producción.
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HLPE. (2014). Las pérdidas y el desperdicio de alimentos en el contexto de sistemas alimentarios sostenibles.
Un informe del Grupo de alto nivel de expertos en seguridad alimentaria y nutrición del Comité de Seguridad
Alimentaria Mundial.
Una intervención clave a lo largo de todas las cadenas alimentarias es la mejora de las
condiciones de almacenamiento. En esta etapa, es necesario considerar la selección y
clasificación del producto en un área libre de contaminaciones y adecuada para esta labor,
el centro de acopio o lugar de almacenamiento debe ser cubierto y protegido para evitar el
acceso de plagas, debe estar en óptimas condiciones de limpieza y el producto debe estar
ubicado sobre estibas alejado del suelo; se debe contar con un programa para la disposición
y gestión adecuada de residuos en los lugares de almacenamiento y controlar condiciones
de temperatura y humedad en almacenamiento, principalmente en ubicaciones geográficas
con altas temperaturas.
Durante el procesamiento industrial los alimentos sufren transformaciones que dan lugar a
nuevos productos y que ingresan de nuevo en el circuito de comercialización para ser
dispuestos al consumidor. Por deficiencias en los procedimientos y debido a la demanda de
alimentos con altos estándares estéticos y de calidad, los actores industriales descartan
parte de sus producciones. En muchos casos la transformación puede constituir una forma
de reducir las pérdidas y aumentar la duración de conservación, en particular de los
alimentos que son perecederos.
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HLPE. (2014). Las pérdidas y el desperdicio de alimentos en el contexto de sistemas alimentarios sostenibles.
Un informe del Grupo de alto nivel de expertos en seguridad alimentaria y nutrición del Comité de Seguridad
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La prevención en esta etapa contempla la reducción de las pérdidas de alimentos mediante
la recuperación de excedentes que tengan como principio tanto la calidad sanitaria como la
nutricional, para no propiciar la generación de eventos de interés en salud pública, como
las intoxicaciones alimentarias y la obesidad. Para lograr una adecuada donación de
alimentos, favoreciendo el flujo del proceso, se deben fortalecer alianzas regionales que
provean servicios logísticos y que contribuyan a garantizar la calidad del alimento y la
oportunidad de la donación.
Una herramienta clave para la reducción de las pérdidas es la inversión en las tecnologías
nuevas e innovadoras y el desarrollo de procesos adecuados. Por ejemplo, el uso de
teléfonos inteligentes crece y han aumentado las aplicaciones para resolver la pérdida (pero
también el desperdicio de alimentos), algunos países empezaron a desarrollar herramientas
para facilitar la logística, transporte, distribución y comercio de los alimentos perecederos.
Un ejemplo para el caso de las pérdidas es la plataforma “Twiga Foods” en Kenya que
conecta a 3.000 puestos de venta de alimentos al día con productos frescos a través de una
red de 17.000 agricultores y 8.000 proveedores, lo que permite a los restaurantes comprar
solo lo que necesitan y a los agricultores ofrecer sus productos más eficientemente. La
empresa ha reducido las pérdidas postcosecha usuales de Kenya del 30% al 4% para la
producción que se lleva a los mercados a través de la red “Twiga”29.
La FAO ha trabajado con varias tecnologías innovadoras que buscan aumentar la eficiencia
en el manejo postcosecha y la elaboración de alimentos. Una de estas nuevas soluciones
aprovecha las ventajas de la tecnología de impresión en 3D. La FAO ofrece en línea diseños
en 3D de equipos innovadores de código abierto (equipos que la propia Organización utiliza
en proyectos en los países) que pueden ser descargados y utilizados. Una de las descargas
más populares de la FAO es una caja de madera de uso múltiple para el transporte, manejo,
almacenamiento y exposición de productos para la venta al por menor, que reduce la
necesidad de trasladar los productos de una caja a otra. El diseño innovador utiliza
materiales de madera básicos, pero su uso permite que se arruinen muchos menos
alimentos a lo largo de la cadena de valor. Este diseño se ha descargado 13.000 veces en
menos de dos años y su uso está muy difundido en el Sudán y Tailandia30.
29
FAO. (2020). Tres formas inteligentes en que la innovación ayuda a reducir la pérdida y el desperdicio de
alimentos. Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura. http://www.fao.org/fao-
stories/article/es/c/1309721/
30 FAO. (2020). Tres formas inteligentes en que la innovación ayuda a reducir la pérdida y el desperdicio de
Cambios simples pero eficaces como este pueden lograr una mejora importante en el
manejo en la cadena de suministro y tener una enorme repercusión en los ingresos y la
seguridad alimentaria de los agricultores locales. Para los consumidores, también
contribuyen a mejorar la calidad y el tiempo de conservación de los alimentos.
En Colombia existe la Resolución Número 5109 de 2005 que tiene como objeto establecer
el reglamento técnico a través del cual se señalan los requisitos que deben cumplir los
32
FAO. (2020). Tres formas inteligentes en que la innovación ayuda a reducir la pérdida y el desperdicio de
alimentos. Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura. http://www.fao.org/fao-
stories/article/es/c/1309721/
33
FAO. (s. f.). INPho. Información sobre Operaciones de Poscosecha. http://www.fao.org/in-
action/inpho/somos/es/
34
FAO. (2008). Silos metálicos familiares. Aliados fundamentales de la FAO en la lucha contra el hambre.
Servicio de Tecnologías de Ingeniería Agrícola y Alimentaria.
http://www.fao.org/fileadmin/user_upload/ags/publications/silos_S_light.pdf
rótulos o etiquetas de los envases o empaques de alimentos para consumo humano
envasados o empacados, así como los de las materias primas para alimentos, con el fin de
proporcionar al consumidor una información sobre el producto lo suficientemente clara y
comprensible que no induzca a engaño o confusión y que permita efectuar una elección
informada35.
Dentro de esta resolución se presentan las siguientes definiciones, para efectos del
reglamento técnico:
35
Resolución 005109 de 2005. Por la cual se establece el reglamento técnico sobre los requisitos de rotulado
o etiquetado que deben cumplir los alimentos envasados y materias primas de alimentos para consumo
humano. 29 de diciembre de 2005. D.O. No. 46.150.
https://www.icbf.gov.co/cargues/avance/docs/resolucion_minproteccion_5109_2005.htm
parámetros, por ejemplo, para la donación de los alimentos a bancos de alimentos u otras
instituciones.
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FAO. (2019). El estado mundial de la agricultura y la alimentación. Progresos en la lucha contra la pérdida y
el desperdicio de alimentos. Roma.
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FAO. (2019). El estado mundial de la agricultura y la alimentación. Progresos en la lucha contra la pérdida y
el desperdicio de alimentos. Roma.
Prevención y disminución del desperdicio de alimentos
38FAO. (2020). Guía práctica para la incorporación de soluciones a las pérdidas y los desperdicios de alimentos.
https://nacionesunidas.org.co/Publicaciones-
FAO/Perdidas%20y%20Desperdicios/1%20Gu%C3%ADa%20PDA.pdf
capacidades técnicas de los actores para que, también mediante Buenas Prácticas de
Manufactura (BPM), prevengan la generación desperdicios.
Muchas soluciones técnicas no son tan fáciles de aceptar o aplicar, ya que implican costos;
sin embargo, las alternativas en este punto deben adaptarse a las situaciones locales,
incluidas el nivel de las infraestructuras, los recursos económicos y humanos, así como las
condiciones a lo largo del resto de la cadena alimentaria; unas soluciones sencillas y
económicas suelen reducir el nivel de desperdicio de alimentos.
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HLPE. (2014). Las pérdidas y el desperdicio de alimentos en el contexto de sistemas alimentarios sostenibles.
Un informe del Grupo de alto nivel de expertos en seguridad alimentaria y nutrición del Comité de Seguridad
Alimentaria Mundial.
Promover circuitos cortos entre la producción y comercialización40.
Los circuitos cortos son una forma de comercio basada en la venta directa de productos
frescos o de temporada sin intermediario —o reduciendo al mínimo la intermediación—
entre productores y consumidores. Los circuitos de proximidad acercan a los agricultores al
consumidor, fomentan el trato humano, y sus productos, al no ser transportados a largas
distancias ni envasados, generan un impacto medioambiental más bajo.
Existe un consenso general acerca de las principales características de los circuitos cortos
de comercialización. Tienen una baja o nula intermediación; cercanía geográfica; confianza
y fortalecimiento de capital social; sin embargo, la realidad actual de los circuitos cortos de
comercialización es más diversificada y no necesariamente estas características se
presentan de manera simultánea. Muchos de los circuitos cortos de comercialización son
movilizados por agricultores familiares.
En las últimas décadas ha habido un tránsito desde una economía rural donde la agricultura
representaba la actividad principal, a una economía rural diversificada, basada en múltiples
actividades rurales no agrícolas que adquieren relevancia. Esto se complementa con una
mayor articulación urbano-rural y una creciente importancia de pueblos y ciudades
intermedias.
Cabe señalar que ha habido un cambio en los patrones de consumo. De hecho, entre los
consumidores habría una tendencia a pagar más por productos éticos, producidos
localmente y de mejor calidad. Por otro lado, crecen los problemas de salud que están
afectando a la población. En este contexto, los circuitos cortos de comunicación empiezan
a ser reconocidos como un fenómeno en crecimiento, vinculado al patrimonio local, cultural
y a la biodiversidad; que contribuye a reducir el desperdicio de alimentos.
40
Ranaboldo, C., & Arosio, M. (2016). Circuitos Cortos de Comercialización: una mirada desde el enfoque
territorial. Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura. http://www.fao.org/in-
action/territorios-inteligentes/articulos/colaboraciones/detalle/es/c/410218/
• Mercados domésticos: En Colombia existen espacios de comercialización como las
ferias y los mercados campesinos, y sus expresiones en zonas urbanas y grandes
ciudades; las transacciones realizadas en estos espacios pueden ser muy grandes y
de gran importancia para los pequeños productores.
41
Naciones Unidas. (2021). Ley de Compras Públicas de alimentos: oportunidad para la inclusión y el desarrollo
local. Naciones Unidas Colombia. https://nacionesunidas.org.co/noticias/actualidad-colombia/ley-de-
compras-publicas-de-alimentos-oportunidad-para-la-inclusion-y-el-desarrollo-local/
Todo lo anterior configura a las compras públicas locales como un mecanismo de inclusión
social42.
Las compras públicas locales son esa oportunidad para dar garantías y oportunidades a los
pequeños productores, un instrumento de política efectivo para mejorar los ingresos y la
calidad de vida de los campesinos colombianos. Desde hace algunos años, varios países de
América Latina (incluyendo Colombia), han utilizado la capacidad de compra de los
gobiernos como un mecanismo para generar inclusión e ingresos estables en los pequeños
productores rurales, al convertirlos en proveedores directos de los programas que
adquieren alimentos43.
En Colombia existe la ley 2046 de 2020, por la cual se establecen mecanismos para
promover la participación de pequeños productores locales agropecuarios y de la
agricultura campesina, familiar y comunitaria en los mercados de compras públicas de
alimentos. El objeto de esta ley consiste en establecer condiciones e instrumentos de
abastecimiento alimentario para que todos los programas públicos de suministro y
distribución de alimentos promuevan la participación de pequeños productores locales y
productores locales agropecuarios cuyos sistemas productivos pertenezcan a la Agricultura
Campesina, Familiar y Comunitaria, o de sus organizaciones legalmente constituidas. Crea
la Mesa Técnica Nacional de Compras Públicas locales de Alimentos, como instancia
articuladora de la política pública; y establece que las entidades que contraten con recursos
públicos la adquisición, suministro y entrega de alimentos en cualquiera de sus modalidades
de atención, están en la obligación de adquirir localmente alimentos comprados a pequeños
productores agropecuarios locales y/o a productores de la Agricultura Campesina, Familiar
o Comunitaria locales y sus organizaciones en un porcentaje mínimo del 30% del valor total
de los recursos del presupuesto de cada entidad destinados a la compra de alimentos44.
42
Naciones Unidas. (2021). Ley de Compras Públicas de alimentos: oportunidad para la inclusión y el desarrollo
local. Naciones Unidas Colombia. https://nacionesunidas.org.co/noticias/actualidad-colombia/ley-de-
compras-publicas-de-alimentos-oportunidad-para-la-inclusion-y-el-desarrollo-local/
43
Naciones Unidas. (2021). Ley de Compras Públicas de alimentos: oportunidad para la inclusión y el desarrollo
local. Naciones Unidas Colombia. https://nacionesunidas.org.co/noticias/actualidad-colombia/ley-de-
compras-publicas-de-alimentos-oportunidad-para-la-inclusion-y-el-desarrollo-local/
44
Ley 2046 de 2020. Por la cual se establecen mecanismos para promover la participación de pequeños
productores locales agropecuarios y de la agricultura campesina, familiar y comunitaria en los mercados de
compras públicas de alimentos. 6 de agosto de 2020. D.O. No. 51.398
https://dapre.presidencia.gov.co/normativa/normativa/LEY%202046%20DEL%206%20DE%20AGOSTO%20D
E%202020.pdf
Prevención y disminución del desperdicio en el consumo45.
Por otra parte, la donación de alimentos se puede realizar siempre y cuando la normatividad
sanitaria, principalmente, lo permita. Para promoverla, se ha de tener como principio la
entrega de alimentos adecuados para el consumo humano, garantizando que estos sean
aptos nutricionalmente y aceptados culturalmente, rescatándolos sin promover altas
45
FAO. (2020). Guía práctica para la incorporación de soluciones a las pérdidas y los desperdicios de alimentos.
https://nacionesunidas.org.co/Publicaciones-
FAO/Perdidas%20y%20Desperdicios/1%20Gu%C3%ADa%20PDA.pdf
frecuencias donativas, pues este proceso debe acompañarse de verificación y de acciones
correctivas sobre la sostenibilidad, consumo responsable en la compra y almacenamiento y
transformación, para que prevalezca la prevención del desperdicio. Es importante anotar
que, para que la donación ocurra en esta y en todas las etapas, deben promoverse
incentivos a los donantes y capacidad logística a los donatorios.
En los hogares, los consumidores y las personas que compran los alimentos no siempre
cuentan con los conocimientos acerca del manejo de los productos, respecto a cadena de
frio, disposición de productos perecederos, entendimiento de etiquetas y fechas de
vencimiento. Lo anterior, también genera afectaciones en la vida útil de los productos, así
como en la aceptabilidad de estos, lo que deriva en el desaprovechamiento de los
micronutrientes en los alimentos, impactando así en el bienestar, la capacidad de
aprendizaje y la productividad de las personas. Teniendo en cuenta lo anterior, el
desperdicio generado se relaciona con la desarticulación que se puede presentar entre la
planificación de compra, frente al número de comensales (ocasionando aprovisionamiento
excesivo de productos frescos), los grupos de edad de los consumidores (lo que incide en la
definición del tamaño de las porciones), así como con las fallas en la sensibilización que se
realiza a las personas que preparan los alimentos (en aspectos como la conservación y
manipulación de los alimentos, aprovechamiento completo de los alimentos e ingredientes
y fallas en el proceso de preparación para evitar que se quemen o estropeen) y las falencias
en la estandarización de las raciones (pues en ocasiones se cocinan más alimentos de los
que se consumen).
Para prevenir el desperdicio es necesario realizar una compra responsable de alimentos, lo
que implica un proceso de planificación, a continuación, se describirá un paso a paso para
realizar este proceso de forma adecuada46:
46
FAO. (s. f.). Publicaciones FAO. Planificación de compra #Desperdiciocero. Naciones Unidas Colombia.
Recuperado 9 de abril de 2021, de https://nacionesunidas.org.co/Publicaciones-FAO/
un refrigerador y congelador, hay maneras de realizar un correcto almacenamiento. A
continuación, algunas recomendaciones.
• Adquirir alimentos como lácteos y derivados, carnes y pescado para ser consumidos
de forma inmediata.
• Es necesario limpiar y desinfectar los productos y alimentos antes del
almacenamiento.
• Mantener los alimentos en zonas frescas y secas, donde no reciban la luz directa del
sol o calor que provenga de estufas u hornos que aceleren la descomposición.
• Lo primero en entrar es lo primero en salir, por lo tanto, es necesario utilizar y
consumir los alimentos que se hayan comprado o adquirido primero. Ubicar en la
parte de adelante los alimentos que estén por vencer o que tengan indicios de
deterioro.
• Mantener cerrados los empaques y recipientes para evitar la contaminación,
conservar especias naturales en recipientes de vidrios que estén tapados.
• Ubicar Ubique los alimentos o productos alimenticios lejos de detergentes, jabones
o productos de aseo.
47
FAO. (s. f.). Publicaciones FAO. Adecuado almacenamiento de alimentos en casa. Naciones Unidas Colombia.
Recuperado 9 de abril de 2021, de https://nacionesunidas.org.co/Publicaciones-FAO/
• Algunas neveras no tienen la misma distribución que la mencionada acá, sin
embargo, es pertinente tener en cuenta los aspectos de organización presentados
para evitar la contaminación de los alimentos y el desperdicio.
• Para la congelación es necesario disponer los alimentos en porciones individuales,
al descongelar será más fácil seleccionar únicamente lo que se va a consumir y así
se evita el daño del resto del alimento.
• Para alistar un alimento que está congelado, se debe dejar en refrigeración desde la
noche anterior en el estante inferior.
• Es importante tener en cuenta la fecha de congelación, se puede marcar en el
envase o empaque de almacenamiento para dar una rotación adecuada a los
productos; y colocar en la parte superior del congelador aquello que está próximo a
consumir, así se evitará el desperdicio de alimentos.
• Consumir en el menor tiempo los alimentos congelados y si se descongelaron es
importante no volverlos a congelar.
Referencias