Está en la página 1de 16

Evolución Geomorfológica

En el sector de estudio(poner coordenadas y ubicación) se han identificado una serie de unidades


geológicas que controlan las características geomorfológicas del mismo.

Según Ramos(1998), en el paleozoico con la orogenia Famatinianos, Chanica y San Rafael o


Godwanica sobre el margen SO de Godwana se formaron de los andes entre los 28° y 38° .

La evolución geodinámica del basamento metamórfico paleozoico de la cordillera de la costa de


Chile central entre los 34 y 38 se encuentra ligada a la subducción de la placa paleo-pacifica bajo el
margen occidental de Godwana.esto dio lugar a un complejo acresionario que se desarrollo en el
carbonífero superior(Hervé et al., 1981)

La mayor parte de los niveles batimétricos que resaltan en la zona de estudio corresponden a

terrazas de abrasión marina que descansan sobre la plataforma emergida terciaria. En cotas más

altas probablemente constituye un relieve escalonado en niveles de terrazas de erosión asociado a

la exhumación de la cordillera de Nahuelbuta desde el Plioceno.

El principal desarrollo del relieve actual ocurre durante el Cenozoico, desde el Plioceno con

el alzamiento de la Cordillera de la Costa por efecto de la fase Quechua (Melnick & Echtler, 2006).

En el litoral plataformas de abrasión emergidas evidencian periodos constantes de alzamiento y

cordones litorales que conforman marcadores de paleocostas. Se inicia además una tectónica de

bloques generando el alzamiento de la Península de Arauco asociado a la formación de fallas

normales de orientación NE-SW en la costa.

Factores exógenos también son determinantes, sobre todo durante el Cuaternario

conformando los relieves de acumulación a través del desarrollo de redes de drenaje E-W, la
acción

eólica, mareal y pluvial, diseccionando el relieve de cordones montañosos formando valles

fluviales, además de llanuras litorales y playas.

Börgel (1983) describe la geomorfología de Chile según unidades correspondientes a agrupaciones


regionales divididas de acuerdo a sus características climáticas y geomorfológicas.

Otro contexto geológico nacional (Domi-

nio Geológico 2) presente en el geoparque, hace

referencia a los batolitos intrusivos del paleo- zoico superior (Carbonífero-Pérmico), que dan

lugar al relieve y la geomorfología a la cordillera de la costa o Cordillera de Nahuelbuta.


Geneticamente parece corresponder a una superficie trabajada por el mar en un periodo en el que
la posición del basamento rocos era mas baja

Las Planicies Costeras o Planicies Litorales es la unidad fisiográfica con mayor superficie dentro del
área de estudio, y se extiende hasta 7,2 km al interior del continente en Coronel. Su altura fluctúa
entre 0 y 8 m s.n.m. y fue formada a expensas de la progradación de bermas sucesivas de playas
asociadas a procesos de transgresión marina ocurridos durante el Holoceno (Martínez y otros,
2016). Durante estas transgresiones, la abrasión marina erosiona el relieve preexistente formando
un acantilado que avanza progresivamente y durante la regresión, el acantilado es abandonado
formándose las líneas de costas regresivas

Moreno (2003) en este sector observa 4 niveles aterrazados producto del avance y retroceso del
mar con diferencias inferiores a 1 m entre cada una de ellas. Existen antecedentes sobre una
transgresión holocena determinándose entre 8.000 y 6.400 años mediante foraminíferos
encontrados en la zona de Escuadrón (Quezada y otros, 2009).

La Cordillera de la Costa al sur del Río Biobío es denominada Cordillera de Nahuelbuta (Fotografía
2.5.) y ha sido definida como una secuencia de macizos costeros litológicamente homogéneos
conformados en bloques frente a la costa del centro de Chile (Mardones, 2005 en Pauchard y
otros, 2006).

Hacia el extremo norte sobre un ambiente de estuario se deposita una amplia terraza Holocena

Se ubica al sur del río Biobío (37°11’S) y al norte del río Imperial (38°45’S), y su formación data del
Paleozoico superior siendo mucho más antigua que la Cordillera de los Andes, que data de fines
del Terciario (Pauchard y otros, 2006)

alzamiento de las terrazas costeras pleistocenas

bloque de Arauco (36 46-38 30ºS) La evolución sedimentaria de la sucesión paleógena

en la cuenca de Arauco se caracterizó por una compleja alternancia de ciclos siliciclásticos de


progradación y retrogradación

y ciclos deltaicos (Pineda, 1982).

La sucesión marina paleógena de la Península de Arauco (Grupo Lebu; Figura 1) se divide


comúnmente, de la base a la cima, en las formaciones Curanilahue, Bocalebú, Trihueco y

Millongue (García, 1968). La mayoría de los trabajos anteriores coinciden en la edad del Eoceno
temprano-medio para el Grupo Lebu

descartando un evento de sedimentación del Paleoceno (Tavera, 1942; Bruggen, 1950; Martínez,
1968; Osorio, 1991).

La base de la secuencia paleógena (Grupo Lebu) se caracteriza por una paraconformidad con la
subyacente Formación Quiriquina, mostrando localmente una icnofacies de Glossifungites. La
sucesión sedimentaria del Grupo Lebu está compuesta, al menos, por dos conjuntos de
parasequencia progradante a gran escala, separados por

dos conjuntos de parasequencia retrogradacional (eventos transgresivos mayores).


conglomerado, lo que representa rezagos transgresivos debidos a ravitalizacion.

Regresión=progradación.

Seis muestras de conglomerados de guijarros, areniscas y limos tobáceos distribuidas en


diferentes secciones desde el tope de la Formación Quiriquina (Cretácico Superior) hasta la
Formación Millongue (Eoceno medio) fueron datados con U-Pb de circones detríticos (técnicas LA-
ICP-MS).

Una muestra fue tomada del tope de la Formación Quiriquina, mostrando una edad deposicional
máxima de 64

Ma. En la base de la secuencia paleógena (Formación Curanilahue), una muestra da una edad
deposicional máxima de 57 Ma

una muestra da una edad deposicional máxima de 57 Ma, indicando un hiato en el límite K-T de 7
Ma. Tres muestras corresponden a la base y

parte media a la Formación Millongue.

En la cuenca de Arauco Se identifican tres dominios estructurales: (1) Inversión, (2) Extensión y (3)
Acreción.

El acortamiento comenzó en el sur de la cuenca de Arauco de forma coetánea a un importante


reajuste de la tasa de convergencia de las placas (~34 Ma). de convergencia de las placas (~34 Ma)
que está representado por estructuras de inversión y secuencias cinemáticas de sin-inversión. A
marcada inconformidad erosiva (34-23 Ma) representa un evento posterior de
erosión/levantamiento durante el Oligoceno.

Una fase de deformación contractiva del Mioceno reforzó la inversión tectónica y generó
estructuras extensionales del Mioceno. del Mioceno. A partir del Plioceno la rápida exhumación de
la Cordillera de Nahuelbuta permite el surgimiento de la Cuenca de Arauco. Cuenca de Arauco.
Dentro de la cuenca, las secuencias pliocenas y cuaternarias fueron afectadas por estructuras
contraccionales que incluyen la inversión de las fallas extensionales del Mioceno.

La cuenca de la antepaís de Arauco se encuentra en la zona de subducción del sur de Chile de


subducción (Fig. 1), en la plataforma continental y forma parte de la la Península de Arauco (Fig.
2). Esta cuenca cubre un área de 8000 km2 y contiene más de 3000 m de depósitos continentales y
marinos (González, 1989).

La evolución de la cuenca de Arauco puede describirse en base a cuatro secuencias


tectonoestratigráficas (Fig. 3) (por ejemplo, Álvarez et al., 2006; González, 1989; Kuhn et al., 2010;
Melnick y Echtler, 2006; Melnick et al., 2006a; Radic et al., 2005): (1) Cretácico Superior, (2)
Eoceno-Oligoceno, (3) Mioceno y (4) Plioceno-Pleistoceno. Estas secuencias representan fases
alternas de levantamiento/erosión y subsidencia/sedimentación que probablemente estén
relacionadas con ciclos de erosión/acrecimiento(Kuhn et al., 2010).

El centro de propagación Nazca-Antártico o la Cresta de Chile (CR) y la Dorsal de Juan Fernández


(JFR) segmentan el margen continental entre márgenes acretivos y erosivos (Fig. 1).
Los principales depocentros de las cuencas del antepaís contienen sedimentos marinos del
Cretácico Superior (por ejemplo, González, 1989). Por lo demás, el talud y la plataforma están
divididos por un complejo sistema de fallas (por ejemplo, Geersen et al., 2011; González, 1989) y

exhiben varias unidades morfoestructurales como crestas sedimentarias, escarpas y cañones


profundos, que corresponden a la continuación de los principales ríos continentales y valles
glaciares pleistocenos.

La cuenca de la precordillera de Arauco está limitada al oeste por el actual complejo de


subducción (Contreras-Reyes et al., 2008) en el que se produce un frente de frente de
deformación activo, y al este por el basamento preandino que corresponde al Complejo
Acrecionario Paleozoico (e.g., Herve et al., 1988; Mordojovich, 1974), que es intruido por el
Bañolito de la Costa (Cordillera de Nahuelbuta) (Fig. 2). Las rocas neógenas que corresponden a
depósitos marinos, costeros y fluviales son abundantes en las áreas emergidas de la Cuenca de
Arauco (Fig. 2). La morfología actual de la Cuenca de Arauco es el resultado de complejos procesos
de sedimentación y tectónicos tectónicos.

Dentro de la Cuenca de Arauco se han reconocido cuatro secuencias tectonoestratigráficas


discordantes (Fig. 3) (por ejemplo, Álvarez et al., 2006; González, 1989; Kuhn et al., 2010; Melnick
y Echtler, 2006; Melnick et al., 2006a; Radic et al., 2005). De abajo a arriba, son: (1) Cretácico
tardío (Maashtrichtiano santoniano), (2) Eoceno-Oligoceno, (3) Mioceno y (4) Plioceno-
Pleistoceno, que se correlacionan con la Formación Quiriquina, Grupo Lebu, talud continental
Ranquil hasta la costa), pero sólo segmentos cortos de la misma.

En particular, el momento de la inversión tectónica, sigue siendo paradigmático (por ejemplo,


Álvarez et al., 2006), así como su relación con los procesos de transferencia de masa y las fases
andinas en el desarrollo de la cuenca de Arauco.

La edad de la inversión de la cuenca de Arauco se ha inferido en 2,5-3,6 Ma (Melnick et al., 2006a)


basándose en la edad del depósito sin contracción más antiguo (Formación Tubul) y de las
secuencias sin contracción más jóvenes (Formación Ranquil). Por el contrario, Álvarez et al. (2006),
basándose en datos sísmicos, propusieron que la inversión de la cuenca se produjo en torno a los
10 Ma. Además, Radic et al. (2005) mostraron que las estructuras extensionales se invirtieron
durante el Eoceno tardío-Oligoceno temprano (?) y en el Plioceno tardío.

Sin embargo, la rápida exhumación de la Cordillera de Nahuelbuta (Plioceno a Reciente) (Glodny et


al., 2008) es covalente con la inversión de la Cuenca de Arauco (Melnick et al., 2009). Desde el
Plioceno, la región ha estado sometida a un continuo acortamiento que resultó en un efecto de
contrafuerte(buttress efect), debido a la traslación de la faja de la antepaís de Chiloé(chiloe
forearc slider) hacia el norte y desprendimiento de la placa Sudamericana (Melnick et al., 2009).
Tectónica de inversión del Eoceno-Oligoceno

Extensión del Mioceno

El antepaís del centro-sur de Chile (36°30'-42°S) se caracteriza por la presencia de una Cordillera
de la Costa y una zona baja conocida como la Depresión Central. El crecimiento progresivo de la
cuña de acreción dio lugar a un alto forearc, la Cordillera de la Costa, que se elevó en los últimos 2
Ma. La Cordillera de la Costa y la Depresión Central del centro-sur de Chile se desarrollaron en los
últimos 2 Ma y son mucho más jóvenes de lo que se considera clásicamente. Los márgenes
erosivos se forman en zonas donde el espesor del sedimento de la zanja
es inferior a 1 km y las tasas de convergencia superan los 6,0 cm/a. Se caracterizan por el
retroceso de la fosa y la subsidencia de la precordillera provocada por la erosión de la subducción

(von Huene y Scholl, 1991; Clift y Vannucchi, 2004). Los márgenes de acreción se desarrollan en
regiones en las que el espesor de los sedimentos de la fosa supera 1 km, y la tasa de

convergencia ortogonal es <7,6 cm/a (Clift y Vannucchi, 2004). En los márgenes de acreción, el
sedimento de la fosa es obducido frontalmente hacia la placa superior formando un prisma de
acreción, que puede describirse como un caso particular de faja plegada y corrida submarina

(Clift y Vannucchi, 2004; Maksymowicz, 2015). Las cuencas de Forearc están sometidas a poca
deformación deformación, ya que ésta se concentra principalmente en la cuña de acreción
(Dickison, 1995). Se cree que la subsidencia en las cuencas forearc está causada principalmente
por la creciente carga tectónica de la cuña de acreción (Dickinson, 1995). A medida que el
complejo de subducción crece, las cuencas forearc suelen apuntalarse con el tiempo,
evolucionando de una deposición turbidítica a una marina poco profunda e incluso continental
(Dickinson y Selly, 1979; Dickinson, 1995). Las cordilleras costeras son consideradas típicamente
como elevaciones subaéreas expuestas a la superficie del mar (por ejemplo, Brandon et al., 1998).
Son características de los márgenes convergentes de márgenes convergentes continentales
maduros clasificados por Dickinson y Seely (1979) como forearcs.

La mayoría de los autores atribuyen el levantamiento y la emersión de las Cordilleras Costeras al


engrosamiento de una cuña de acreción (por ejemplo, Brandon et al., 1998; Clift y Vannucchi,
2004). El margen chileno presenta una Cordillera de la Costa que corre paralela a la fosa a lo largo
de la mayor parte de su longitud. Entre esta cordillera y la Cordillera de los Andes hay una zona
baja baja, típicamente interpretada como una cuenca de antepaís, conocida como la Depresión
Central (por ejemplo, Jordan et al., 1983; Horton, 2018). La génesis de la Cordillera de la Costa y la
Depresión Central en las latitudes citadas se ha asignado al Cretácico (Gana y Wall, 1997),
Oligoceno tardío-Mioceno temprano (Muñoz et al., 2000), Mioceno tardío (Farías et al., 2008a), o
el Plioceno (Brüggen, 1950; Melnick et al., 2009). Cabe destacar que algunos autores relacionan la
evolución tectonoestratigráfica de estas unidades morfoestructurales con el desarrollo de la
Cordillera de los Andes (e.g., Armijo et al., 2010; Giambiagi et al., 2014) mientras que otros
atribuyen su origen a procesos de acreción ocurridos exclusivamente en la precordillera (por
ejemplo, Lohrmann et al., 2006; Rehak et al., 2008; Melnick et al., 2009). El margen chileno ha sido
una zona de subducción continua, probablemente desde el Paleozoico (Oliveros et al., 2019). En el
centro-sur de Chile, la placa oceánica de Nazca subduce bajo el continente sudamericano a una
velocidad de convergencia de 66 mm/a, con un acimut de aproximadamente N78°O (Kendrick et
al., 2003). Tres unidades morfoestructurales paralelas a la fosa caracterizan la mayor parte del
margen chileno. de Chile; de oeste a este, son la Cordillera de la Costa, la Depresión Central y la la
Cordillera de los Andes. En la zona de estudio (36°30'-42°S), la Cordillera de la Costa y el
basamento de la Depresión Central está compuesta principalmente por rocas metamórficas del
Paleozoico Superior-Triásico y rocas plutónicas del Carbonífero-Pérmico y Cretácico (Sernageomin,
1998 y sus referencias. Figs. 2, 3, 4 y 5). La Depresión Central (también conocida como Valle
Central o Depresión Longitudinal) es una zona de bajo relieve situada entre la Cordillera de la
Costa y la Cordillera de los Andes que al sur de ~42° está sumergida. La historia geológica del
antepaís del centro-sur de Chile comenzó a finales del Paleozoico con el desarrollo de una amplia
cuña de acreción durante el Devónico y el Devónico a Triásico (Duhart et al., 2001). Los granitoides
del arco magmático cristalizaron en el Carbonífero a principios del Pérmico (Glodny et al., 2008).
Los datos de fisión de zircón y apatito en la actual Cordillera de la Costa del centro-sur de Chile
(36°-42°S. Figs. 3, 4 y 5) indican una exhumación significativa de estas rocas durante el Triásico,
que terminó alrededor de 200 Ma (Glodny et al., 2008). La exhumación ha sido notablemente
lenta en esta zona desde ese período, con tasas medias a largo plazo de 0,03-0,04 mm/a (Glodny
et al., 2008). Posteriormente, el registro sedimentario indica intervalos posteriores de
levantamiento y hundimiento que dieron paso a eventos transgresivos y regresivos. Las sucesiones
marinas acumuladas durante el Maastrichtiano (Stinnesbeck, 1986), el Paleoceno-Eoceno (Grupo
Lebu García, 1968), el Oligoceno tardío y el Mioceno temprano (Encinas et al., 2018 y referencias
en las mismas), el Mioceno medio-tardío (Valenzuela, 1982; Álvarez et al; Nielsen y Glodny, 2006;
Encinas et al., 2012), el Plioceno (Biró-Bagoczky, 1979) y el Plio-Pleistoceno (Kaizuka et al., 1973).
En la zona de estudio, la Cordillera Andina (también conocida como Cordillera Principal o principal)
tiene volcanes activos y los picos más altos que alcanzan altitudes máximas de ~3500 m. ~

la actual Cordillera de la Costa del centro-sur de Chile (36°-42°S) indican una exhumación muy
lenta en esta zona desde ~200 Ma.

La actividad sedimentaria e ígnea fue escasa en la precordillera durante el Mesozoico y el


Cenozoico temprano hasta el Oligoceno-primer Mioceno. En este periodo, un importante evento
de tectónica extensional durante el Oligoceno-primer Mioceno dio lugar a la génesis de una serie
de cuencas que se extendieron desde la actual costa chilena hasta el retroarco en Argentina entre
~33° y 46° S (Muñoz et al., 2000; Jordan et al., 2001. Fig. 18a). La transgresión del Pacífico cubrió la
mayor parte del antepaís en la zona de estudio y depositó hasta 1500 m de sedimentos marinos
profundos. Una importante fase de tectónica compresiva que se inició en ~19 Ma causó la
emersión, el levantamiento y la deformación de los estratos marinos del Oligoceno superior-
Mioceno inferior y rocas más antiguas. Esta fase causó el crecimiento de la Cordillera de los Andes,
y el comienzo de la sedimentación del antepaís en el centro-sur de Chile y Argentina. (Orts et al,
2012; Rojas Vera et al. 2015; Giambiagi et al., 2016; Horton y Fuentes 2016; Encinas et al., 2018).
La información de campo y sísmica de la zona del antepaís muestra evidencias de inversión
tectónica y leve deformación compresiva de los estratos del Oligoceno-Mioceno inferior (Elgueta
et al., 2000; Jordan et al., 2001; Melnick y Echtler, 2006; Mella et al., 2012). La mayor parte del
antepaís se convirtió en una zona positiva y montañosa durante el finales del Mioceno temprano y
tardío. La sedimentación marina sintectónica sólo tuvo lugar en la zona costera y la costa durante
este periodo (Álvarez et al., 2006. Fig. 18b).
Mientras que la Cordillera de la Costa está compuesta principalmente por rocas metamórficas y
plutónicas del Triásico-Paleozoico,

es evidente que las áreas fuente de estas unidades debieron ubicarse en la Cordillera de los Andes
(Niemeyer y Muñoz, 1983; Suárez y Emparán, 1997; Campos et al.,

1998).

Finalmente, la ocurrencia de terrazas marinas levantadas y plegadas en el área de Arauco-


Nahuelbuta, las superficies Cañete, Esperanza y Nochas (Fig. 3 y 14a), que alcanzan elevaciones
máximas de 232, 360 y 471 m s.n.m. y edades de ca. 130-116, 220-200 y 340-320 ka
respectivamente (Kaizuka et al., 1973; Melnick et al., 2009), también explican el reciente
levantamiento de esta zona.

El análisis anterior indica tres procesos fundamentales en la

configuración morfoestructural del antepaís del centro-sur de Chile durante el

Cenozoico. 1) Inversión de las cuencas extensionales del Oligoceno superior-Mioceno inferior y

desarrollo de un área de levantamiento en la precordillera durante el Mioceno tardío. 2)

Generación de un importante retroempuje en el límite entre los Andes y el antepaís,

levantamiento importante de la Cordillera Occidental de los Andes, hundimiento por flexión en el


antepaís y

acumulación de depósitos del Plio-Pleistoceno. 3) Levantamiento de algunas zonas de la Cordillera

costera (segmentos de Nahuelbuta y Bueno) en los últimos 2 Ma.


Como se discutió anteriormente, creemos que el antepaís fue sometido a subsidencia flexural sólo
durante el Plio-Pleistoceno y que el levantamiento de la Cordillera de la Costa ocurrió en los
últimos ~2 Ma.

Formación Tubul. Sin embargo, nosotros hemos demostrado que el levantamiento de la Cordillera
de la Costa de la Cordillera de la Costa comenzó después de la deposición de esta unidad y de la
suprayacente Formación Cañete.

Nuestros estudios indican las siguientes etapas en la evolución tectono-sedimentaria del forearc
del centro-sur de Chile (36°30'-42°S) durante el Cenozoico tardío.

1) Un evento regional de tectónica extensional durante el Oligoceno-principios del Mioceno

dio lugar a la génesis de una serie de cuencas que se extendieron desde la actual costa chilena

hasta el retroarco en Argentina. Tras un periodo caracterizado por un vulcanismo generalizado

extensión progresiva y el adelgazamiento de la corteza condujeron a una transgresión marina


generalizada que

que cubrió la mayor parte del antepaís y parte de la actual Cordillera de los Andes alrededor de
~20 Ma.

2) Una importante fase de tectónica compresiva que se inició en ~19 causó la deformación de los
estratos del Oligoceno superior-Mioceno inferior y de las rocas más antiguas, el crecimiento

de la Cordillera de los Andes y el inicio de la sedimentación del antepaís. La mayor parte del
antepaís se convirtió en una zona positiva y montañosa durante el Mioceno temprano-tardío.

La sedimentación sinctónica tuvo lugar en la zona costera durante este período.

3) La generación de una importante falla de vergencia inversa al oeste en el límite entre la


Depresión Central y la Cordillera de los Andes provocó un importante levantamiento del flanco
occidental de

de los Andes, desencadenando una subsidencia flexural y la acumulación de depósitos marinos y


continentales de grano grueso en la antecima durante el Plio-Pleistoceno. Estos

Estos depósitos rellenaron el paleorrelieve generado durante la etapa anterior.

4) El súbito aumento del flujo de sedimentos hacia la fosa provocó el cambio de la no-acreción o
erosión por subducción a la acreción en el margen del centro-sur de Chile.

El crecimiento progresivo de la cuña de acreción dio lugar a un alto de la antecima, la Cordillera de


la Costa, que se elevó en los últimos 2 Ma.

La citada secuencia de eventos indica que el antepaís del centro-sur de Chile tuvo un

complejo desarrollo relacionado con la evolución andina en una primera etapa, seguido de

procesos de acreción que actuaron exclusivamente en el antepaís en una segunda etapa. El


antepaís
tuvo una evolución tectónica similar a la de la Cordillera de los Andes durante el Oligo-Mioceno,

incluyendo el desarrollo de cuencas extensionales durante el Oligoceno-Mioceno temprano

seguido de una deformación compresiva durante el Mioceno tardío. Posteriormente,

el antepaís actuó como una cuenca de antepaís durante el Plio-Pleistoceno. La citada evolución

implica que la Cordillera de los Andes no creció hacia la trinchera en lugar de hacia el cratón

durante los últimos 20-25 Ma como proponen algunos autores. El levantamiento de la Cordillera
de la Costa

ocurrió en los últimos 2 Ma, un proceso mucho más joven de lo que se considera clásicamente. El

origen de esta cordillera no está relacionado con la evolución tectónica de la Cordillera de los
Andes, pero

el levantamiento del flanco occidental de esta cordillera fue un proceso fundamental porque
provocó

un aumento significativo de la sedimentación de la fosa, desencadenando la acreción.

La cuenca de Arauco forma parte del dominio costero del forearc del centro-sur de Chile. Durante
su evolución desde el

cretácico tardío, estuvo sujeta a múltiples ciclos de deposición y a la erosión de los sedimentos

playa y laguna. surgen inconsistencias en cuanto al origen de la alta madurez térmica de los
carbones del Eoceno y

las estimaciones de los movimientos verticales de toda la zona durante el Cenozoico.

La evolución geológica de la cuenca de Arauco se inició con la primera deposición de sedimentos


someros del Cretácico Superior sobre un basamento cristalino del Permo-Triásico (Fig. 2). Tras la
alternancia de fases de levantamiento/

erosión y subsidencia/sedimentación, probablemente relacionadas con

de acreción/erosión de la cuña de la precordillera, el espesor máximo actual de

de sedimentos que varía drásticamente a lo largo y a lo ancho de la

que varía drásticamente a lo largo y a lo ancho.

El margen de Chile está formado por la subducción oblicua de la placa oceánica de Nazca
El levantamiento regional en tiempos del Plio-Pleistoceno en el segmento de la antecima 37°S-
38°S está indicado además por la aparición de la Península de Arauco.

Como se ha descrito anteriormente (García, 1968; Pineda, 1983; Glodny et al., 2006; Radic et al.,
2006; Encinas et al., 2008), el desarrollo de la cuenca de la precordillera de Arauco (Fig. 2) ha
ocurrido durante cuatro fases diferentes de sedimentación:

1. La unidad sedimentaria más antigua de la cuenca forearc se depositó durante

Cretácico Superior (Santoniano-Maastrichtiano) en un entorno extensional indicado por fallas


normales (Wenzel, 1972). Los espesores

oscilan entre 300 y 1300 m.

2. La segunda unidad está datada entre el Eoceno y el Oligoceno temprano. Estas rocas se
depositaron durante una fase de hundimiento tectónico activo. Las rocas carboníferas

Trihueco y la Formación Curanilahue indican cambios relativos en el nivel del mar durante ese
período (Wenzel et al. nivel del mar durante ese período (Wenzel et al., 1975). Después de la

Después de la deposición de la Formación Millongue del Eoceno tardío no se conservan más


registros del Oligoceno. Este vacío puede explicarse por un tiempo de inactividad geológica o por
un ciclo completo de deposición y erosión total de los sedimentos. Ninguna de las dos alternativas
ha sido alternativa ha sido limitada por los archivos geológicos.

Inversión de cuencas forearc en el centro-sur de Chile causada por el rápido relleno de trincheras
de edad glacial: Este estudio examina la respuesta de un antepaís al aumento del flujo de
sedimentos hacia la trinchera causado por el inicio de la denudación glacial en los Andes
patagónicos. El inicio de un importante enfriamiento global hacia los 6 Ma desencadenó la
denudación glaciar en los altos Andes elevados.
El material exhumado transportado a lo largo de la empinada y húmeda ladera occidental andina
aumentó

de sedimentación de la fosa y provocó una continua acreción y subducción de material terrígeno.

material terrígeno. Interpretamos la inversión de la cuenca de la precordillera como una respuesta


a la disminución de la pendiente y

fricción basal de la cuña causada por la acreción frontal y la subducción de material rico en agua

respectivamente, para alcanzar un estrechamiento crítico. Este proceso elevó la plataforma 1,5

km durante el Plioceno medio. La dorsal Juan Ferna'ndez y la elevación de Chile confinaron 2

km de relleno de la fosa entre 45 y 34S, limitando la acreción y la inversión de la cuenca. La edad


glacial

y la disminución constante de la velocidad de convergencia de las placas hicieron que este


segmento del margen pasara de ser erosivo a ser de acreción.

margen de erosión a acreción durante el Plioceno. El relleno de la fosa y la tasa de convergencia


de las placas ejercen

controles de primer orden sobre la naturaleza acrecional o erosiva

de los márgenes de subducción (von Huene

y Scholl, 1991; Clift y Vannucchi, 2004). El relleno grueso de la zanja conduce a la acreción frontal,
lo que da como resultado

en cuñas de baja pendiente formadas por láminas de empuje imbricadas

imbricadas (Davis et al., 1983).

Por el contrario, un relleno de zanja fino da lugar a márgenes erosivos

erosivos con cuñas de gran inclinación que pueden ser

gravitacionalmente inestables y dominadas por la extensión. La eliminación de material del pie y la


base del

base del continente por la erosión tectónica explica

la subsidencia evidente en la variación de

de la costa a las aguas profundas en las cuencas

de las cuencas foráneas (por ejemplo, von Huene y Scholl, 1991). Durante el Oligoceno-Mioceno

durante el Oligoceno-Mioceno, el bajo relieve y la lenta exhumación de los

Andes patagónicos dieron lugar a una fosa carente de sedimentos

de sedimentos, lo que sumado a las altas tasas de


de convergencia de las placas causó la erosión de la subducción. Este proceso explica 1,5

km de subsidencia de la precordillera evidente en las secuencias costeras

costeras superpuestas a sedimentos batimétricos inferiores de 10,9-3,6 Ma. Proponemos que el


cambio de condiciones erosivas a

condiciones de acreción durante el Plioceno

y la inversión de las cuencas de la precordillera fueron causadas

(1) el aumento del flujo de sedimentos hacia la

trinchera producido por el inicio de la denudación glacial

en los altos Andes elevados (Figs. 4B,

4D); (2) una disminución constante de la tasa de convergencia de las placas

(Fig. 4C); y (3) la posición estacionaria

posición estacionaria de la Dorsal de Juan Ferna'ndez (Fig.

4E), que bloqueó el transporte de sedimentos de la fosa

más al norte. La glaciación comenzó hace unos 6 Ma, pero

pero nuestras observaciones determinan el inicio de la inversión

como unos 3 Ma. Teniendo en cuenta las tasas de sedimentación del ODP

de sedimentación del ODP y que el relleno de la fosa se acumula frontalmente

y subducción, este retraso debería representar

el tiempo necesario para alcanzar el espesor mínimo

para la acreción y para lubricar toda la

zona de acoplamiento.

Segmentation of megathrust rupture zones from forearc deformation


patterns
over hundreds to millions of years, Arauco peninsula, Chile
La rápida exhumación del núcleo en forma de cúpula de Nahuelbuta de Nahuelbuta comenzó a los
4 ± 1,2 Ma, coevolucionando con la inversión de la cuenca adyacente de Arauco que dio lugar a la
aparición de la península de Arauco. Aquí, las similitudes entre la topografía, las tendencias
espacio-temporales en las edades de fisión de fisión, los estratos de crecimiento del Plioceno-
Pleistoceno y las terrazas marinas plegadas sugieren que el acortamiento paralelo al margen
paralelo al margen ha dominado desde el Plioceno. Este acortamiento es probablemente el
resultado de de una astilla o microplaca de la precordillera, desacoplada de Sudamérica por una
de deslizamiento del arco. La colisión de la microplaca contra un contrafuerte conduce a un
levantamiento localizado en Arauco acumulado por fallas inversas profundas, así como una
incipiente flexión oroclinal.

La deformación del forearc relacionada con los terremotos suele quedar registrada por las formas
del terreno costero, como múltiples niveles de plataformas de abrasión emergidas o terrazas
costeras.

Curiosamente, varios estudios han

demostrado que las formas terrestres costeras distintivas, como las penínsulas y las bahías,
tienden a producirse en los límites sismotectónicos [por ejemplo, Ando, 1975; Bourgois, et al.,
2007; Collot, et al; Kelleher, 1972; Lomnitz, 1970]. De hecho, los principales segmentos
sismotectónicos históricos a lo largo del margen Perú- Chile están delimitados por dichos
promontorios, que marcan distintas anomalías de la línea de costa (Figura 1a). Algunos de estos
límites sísmicos también coinciden con anomalías de la placa inferior. En ejemplo, la colisión de la
dorsal peruana de Nazca (14°S) coincide con la península de Pisco y el límite entre las rupturas de
Mw 8.0 de 1974 y 2007; la colisión de la dorsal de Chile (46°S) se correlaciona con la península de
Taitao, que constituye el límite sur de la ruptura sísmica de 1960 Mw 9,5 de 1960 [Cisternas, et al.,
2005; Lomnitz, 2004]. De hecho, algunas penínsulas que corresponden claramente a límites
históricos de ruptura sísmica, como las Mejillones (23°S) y Arauco (38°S), aparentemente no están
relacionadas con anomalías de la placa inferior. En este estudio, intentamos obtener una visión
fundamental del problema de la segmentación de la ruptura sísmica de terremotos.
Estructuralmente, la península de Arauco corresponde a un alto forearc donde la plataforma
continental ha emergido a elevaciones superiores a los 400 m, dando lugar a la exposición de rocas
marinas deformadas del Cenozoico (Figura 2). Las terrazas marinas levantadas y deformadas
también están continuamente expuestas a lo largo de la costa de la península. El margen de Chile
está formado por la subducción de la placa oceánica de Nazca bajo el América del Sur a una
velocidad de convergencia de 66 mm/a, que ha disminuido ~40% en los últimos 10 Ma [Kendrick,
et al., 2003]. Trabajos anteriores han sugerido que el levantamiento anómalo de la península de
Arauco es resultado de la subducción de la Zona de Fractura Mocha [Boettcher, 1999; Cifuentes,
1989; Kaizuka, et al., 1973; Lohrmann, et al., 2006; Lomnitz, 2004]. Sin embargo, esta zona de
fractura es oblicua al vector de convergencia de placas del Plioceno-Cuaternario [Somoza, 1998],
por lo que su intersección con el margen ha migrado hacia el sur a una velocidad de ~100 km/Ma.
Un dramático incremento en el flujo de sedimentos hacia la fosa durante el Plioceno causado por
erosión glaciar en los Andes patagónicos condujo al inicio de los procesos de acreción a lo largo del
margen del centro-sur de Chile en esa época [Bangs y Cande, 1997]. La parte terrestre del margen
consiste en (Figura 2) [por ejemplo, Melnick y Echtler, 2006b; Mpodozis y Ramos, 1990]: (1) la
plataforma costera, formada por secuencias marinas y costeras del Cenozoico costeras del
Cenozoico, en las que se centra este estudio; (2) las cordilleras costeras, que incluyen una
segmentado del Permo-Triásico y un arco magmático del Paleozoico tardío; (3) la Depresión (3) la
Depresión Central, una zona de bajo relieve formada por rocas sedimentarias y volcánicas del
Oligo-Mioceno cubiertos por sedimentos fluviales-aluviales del Plioceno-Cuaternario; y (4) la
Cordillera Principal, que alberga un arco magmático meso-cenozoico de larga duración y cuencas
volcano-sedimentarias intra-arco. La cuenca de Arauco contiene más de 3 km de sedimentos
continentales y marinos de finales del Cretáceo a y marinos del Cretácico tardío a Holoceno, y ha
sido un importante centro de extracción de carbón y exploración de hidrocarburos durante más de
un siglo.
más de un siglo. Este depocentro incluye la Formación Quiriquina del Campaniano al
Maastrichtiano, el Grupo Lebu, que va del Paleoceno al Eoceno sin extensión, la Formación
Ranquil, que va del Mioceno tardío al Plioceno temprano Formación Ranquil, y la Formación Tubul,
sin-contractiva, de finales del Plioceno a Pleistoceno. [por ejemplo, Biró, 1979; Elgueta y Arcos,
1994; Encinas, et al., 2008; Finger, et al., 2007; Le Roux y Elgueta, 1997; Melnick y Echtler, 2006a;
Pineda, 1986]. (Figura 2b). Durante Mioceno a principios del Plioceno, las bajas cantidades de
relleno de la fosa y la alta velocidad de convergencia de las placas de subducción, lo que dio lugar
a más de 1,5 km de hundimiento de la corteza terrestre y a la deposición sin-extensional de la
Formación Ranquil. de la Formación Ranquil, que comprende principalmente turbiditas
batimétricas inferiores [Encinas, et al, 2008; Finger, et al., 2007; Melnick y Echtler, 2006a]. Durante
el cambio hacia condiciones de acreción de acreción entre 4,5 y 2,5 Ma, se produjo una inversión
positiva y un levantamiento de los depocentros en la región entre 34 y 45°S [Melnick y Echtler,
2006a]. Los estratos de crecimiento asociados a sísmicamente activas reflejan un acortamiento y
un levantamiento continuos y en curso, coetáneos a la la deposición de la Formación Tubul
[Melnick, et al., 2006a]. Esta cordillera(Nahuelbuta) está formada por un núcleo granítico
carbonífero
limitado por rocas metasedimentarias de contacto de alta temperatura denominadas Serie
Oriental [Hervé, 1988]. Sólo unos pocos estudios anteriores se han centrado en la geomorfología
tectónica de esta región y han abordado la relación entre la deformación cuaternaria tardía y la
histórica de la precordillera. El trabajo pionero El trabajo pionero de Kaizuka et al. [1973] describió
tres secuencias de terrazas marinas levantadas en Arauco
incluyendo la bien conservada superficie Cañete, correlacionada con el MIS 5e, que alcanza 232 m
y que se ha inferido que se correlaciona con el MIS 5e, así como dos superficies más altas,
Esperanza y Nochas, que alcanzan 360 m y 471 m, respectivamente (Figuras 3c y 4b). Estas tres
superficies son plataformas de abrasión cubiertas por una capa de sedimentos marinos poco
profundos, fluviales y eólicos.
Las islas Santa María y Mocha, así como el núcleo de la península de Arauco, están inclinadas hacia
el este (Figura 6c).
El levantamiento sísmico durante el terremoto de 1835 fue medido por Darwin y FitzRoy en el área
de la Bahía de Arauco y en la Isla Mocha entre dos y cuatro semanas después del evento [Darwin,
1851]. El levantamiento máximo de 3,0 m ocurrió en la Isla Santa María, 2,4 m en la Isla Quiriquina
en la Bahía de Concepción, 1,8 m en Tubul y 1,5 m en el puerto de Talcahuano, mientras que la Isla
Mocha se elevó sólo 0,6 m (Figura 2a).

Estratigrafia de las series de Arauco de carbon

La transgresión miocena se realizó con bastante rapidez


Heredia, N., Busquets, P., Charrier, R., Colombo, F., Cuesta, A., Farias, P., ... & Rubio, Á.
Evolución geodinámica de los Andes centrales (28º-38º S) durante el Paleozoico.

MORENO, M. 2004. Dinamica de Antearco Externo en la zona del Bloque Arauco, 37°-38°S, VIII
Región, Chile. Memoria para optar al título de Geólogo, Depto. de Ciencias de la Tierra,
Universidad de Concepción (Inédito): 121 pp. Concepción

También podría gustarte