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DEPARTAMENTO DE GEOLOGÍA

DOCTORADO EN CIENCIAS AMBIENTALES

GEOMORFOLOGÍA DE CUENCAS TERCIARIAS

SISTEMA SEDIMENTARIO NEOGENO DE LA CUENCA GUADIX-BAZA, ESPAÑA

Elaborado por:
Andrei Peres Rokhas
2004
Introducción

Tendiendo en mente el alcance y las posibilidades del curso, para el cual se presenta
este documento, la posibilidad de abordar el tema desde el punto de vista
geomorfológico es una buena oportunidad para sentar unas bases personales sobre el
conocimiento de la expresión morfológica de un grupo de cuencas sedimentarias intra-
montanas en la cordillera Bética. Luego servirá esta compilación para el análisis
evolutivo durante el Paleógeno y Neógeno del sistema sedimentario intra-montano de
algunas cuencas en España y Colombia .

Otra cosa que quiero hacer notar es que no voy a tocar información alguna relacionada
respecto de las cuencas terciarias en Colombia por no poseer de momento
documentación de aquellas cuencas.

Antecedentes relevantes

Estos antecedentes son los trabajos en los que sentaron de modo general las bases
con las que se trabaja en la actualidad en la zona, y sobre las cuales se escriben todos
los artículos posteriores en la zona de la cordillera Bética en lo que respecta a las
cuencas sedimentarias.

?? Fontboté y Vera (1983) hacen una síntesis de la historia de la nomenclatura de la


nomenclatura sedimentaria de la zona Bética Interna.

?? Sanz de Galdeano (1990) describe la evolución de la cordillera Bética durante el


Neógeno. Del cual en el presente trabajo se consulta una compilación sobre el
sistema Bético-Rifeño.

?? Martín Algarra (1987) hace una discusión de los principales dominios de la


cordillera Bética y presenta un conjunto de mapas paloegeográficos del ámbito
Bético.

Estos conforman el marco en el que se circunscriben todos los artículos consultados.


La Cordillera Bética

Esta gran Cordillera Bética se extiende en dirección OSO – ENE, desde el golfo de
Cádiz hasta el Mediterráneo alicantino (unos 800 Km) y entre la Depresión del
Guadalquivir, la Meseta y la terminación meridional del Sistema Ibérico, por un lado, y
el Mediterráneo, por otro (unos 200 Km).

Se suele distinguir, como el todas las cordilleras alpinas propiamente dichas, dos
zonas, interna y externa; el bloque de Alborán, y el paleo – margen Ibérico. La zona
externa, corresponde a una cobertura postpaleozoica depositada en la margen
continental de la placa ibérica, que a su vez se subdivide en prebética y otra subbética.
La zona interna, afloran rocas del paleozoico y el triásico que se encuentran afectadas
por procesos metamórficos. Esta última zona esta formada por un apilamiento de
escamas y mantos de corrimiento vergentes hacia el exterior de la cordillera (NNO). Se
distinguen dentro de esta zona tres grandes unidades; El comple jo nevado-filábride, El
complejo alpujárride, y el complejo maláguide.

Se formó con el plegamiento alpino en el área de interacción de la subplaca de Alborán


y de las placas africana y europea. Esta cordillera es junto con el Rif (norte de África),
la parte mas occidental de cadena alpino – mediterránea que se formó al cerrarse el
mar de tethys (Sanz de Galeano, 1990 en Soria et al., 1999) sufriendo procesos de
convergencia y colisión que terminaron en el Mioceno temprano. Posteriormente una
fase extensional dominada por procesos de despegue (detachment) y movimientos de
rumbo que jugaron un papel esencial en el estructuramiento de las cuencas del
Neógeno.
La cuenca intramontana de Guadix – Baza

La cuenca del Guadix es una cuenca intramontana ubicada en el sector central de la


cordillera Bética, y cubre el contacto entre las zonas externa e interna de la cordillera
Bética. Su registro estratigráfico perteneciente al Mioceno está dividido en tres
secuencias deposicionales. La primera de edad Tortoniana - Tortoniana tardia, la
segunda de edad Tortoniana tardia, y la tercera de edad Tortoniana tardia – Messiana.

La secuencia mas baja yace disconforme sobre el basamento, compuesto por unidades
sedimentarias del Mieoceno medio. Esta secuencia corresponde a una etapa de
sedimentación marina en una cuenca intramontana. Empezando por un evento
transgresivo que en su parte basal está conformado por conglomerados litorales. La
distribución vertical de facies varia entre base de acantilado (base), frente de playa,
plataforma interna. Estos depósitos son reemplazados (a techo) por calcarenitas
someras en las que se observa bivalvos, equinodermos, etc notándose además la
ocurrencia de estratificación cruzada (canales mareales). Soria et al. interpretan este
conjunto como TST. Esta termina por un conjunto que yace igualmente disconforme,
ya sea sobre la secuencia anterior o sobre el basamento, está conformada por
calcarenitas bioclásticas, seguido por un gran aporte de sedimento clástico (margas) al
techo, interpretado como HST.

La segunda secuencia deposicional aparece disconforme sobre la anterior secuencia, y


esta conformada de base a techo por cuerpos sedimentarios en forma de lentes
compuestos por brechas (gravas matriz soportadas) y arenas formadas por flujos de
detritos y procesos de deslizamiento bajo condiciones sub-aéreas. Las partes
marginales están compuestas por conglomerados con braquiópodos, ocurriendo
también la aparición de formas de crecimiento (boundstone).

La tercera secuencia yaciendo de modo disconforme sobre las anteriores secuencias,


marca la retirada definitiva del mar en la cuenca, en la parte proximal aparecen
conglomerados de cono aluvial que pasa a facies lacustres y deltáicas. Este sistema
erosionó el basamento dejando drenaje transversal. El sistema distal se compone de
lutitas, arcillas y limos con alternancia de paleosuelos y ocurrencia de gasterópodos. En
la parte central de la cuenca se desarrollo drenaje axial acompañado por depósitos de
pantano (Viseras & Fernández 1992, 1995, en Soria et al., 1999).
Del conjunto de facies diferenciado en las tres secuencias del Tortoniano – Messiano,
se puede reconstruir la paleografía del siguiente modo; la secuencia I fue una
plataforma marina marginal rodeando el relieve escarpado del basamento, la secuencia
II marca el primer cambio significativo en el paleorelieve, que dejo las partes someras
de la plataforma emergida, que o bien fue erosionada o fue depocentro de
sedimentación continental siendo esta de carácter de conos aluviale s (a base de
escarpes de falla) y las zonas distales de la cuenca pasaron a alojar depósitos de deltas
y estructuras de arrecife. La tercera secuencia se caracteriza por depósitos aluviales,
de abanicos aluviales y abanicos lacustre-deltáicos.

La cuenca de Baza da nombre a la formación pliocena formada por secuencias aluvio-


lacustres someras. Una sección destacada es la de Galera que aparece sin hiatos
mayores, y que presenta una buena colección de fósiles de roedores. La formación de
esta cuenca como la de Guadix y la de Granada por otro lado es en parte resultado de
la extensión radial causada por levantamiento isotático de la cadena montañosa. Los
sedimentos del Plioceno – Pleistoceno se dividen en dos formaciones; los sedimentos
rojos de origen aluvial de la formación Guadix, y los sedimentos de origen lacustre
que pertenecen a la formación Baza.

La formación Baza se subdivide en tres unidades; una inferior lacustre con margas y
calizas nodulares alternado con arcillas orgánicas negras y limos grises. Una segunda
aluvial con arcillas rojizas y marrones, limos y arenas (pobremente consolidadas). La
tercera es una unidad lacustre alternando con cuarzo y calcarenitas, calizas y limolitas
y margas, mostrando laminación cruzada y acumulación de clastos intraformacionales.
Las condiciones lacustres están aumentadas por indicios de condiciones anóxicas por la
presencia de pyrrotita (M. Garcés et al., 1997). La parte mas alta de la formación
presenta un conjunto grano creciente con conglomerados al tope, donde los clastos
son de origen metamórfico lo que apunta a un origen de la zona interna de las Béticas.

Como principal evento de evolución de la subcuenca de Baza es la


desecación/reduccion del sistema lacustre al finalizar de la primera secuencia que
luego se ve reemplazada por el sistema fluvial. Este es un evento importante que luego
fue reemplazado por un nuevo sistema lacustre que cubrió toda la cuenca de Guadix -
Baza, además de ampliar el área de extensión del sistema sobre el basamento
restante. El periodo de desecación se relaciona con una glaciación menor ocurrida
aproximadamente 3.3 Ma. antes del presente, que seria el reflejo de un periodo mas
frío y seco.

Ya para el Plioceno tardío, los cambios en el nivel base regional junto con los cambios
climáticos ocurridos durante el Pleistoceno modelaron definitivamente la geomorfología
de la cuenca Guadix – Baza como lo es hoy. Aunque antes de poder colocar una
morfología definitiva para el presente que esté de acuerdo con la historia
sedimentológica de la cuenca hace falta ver la etapa final de formación de unidades
sedimentarias.

De acuerdo con datos sedimentológicos y tafonómicos aportados en el trabajo de M.T.


Alberdi el al., 2001, la etapa final de sedimentación lacustre de la cuenca ocurrida
durante el Plioceno temprano y Plioceno medio llevo al desarrollo de un sistema
lacustre que dominó toda la cuenca que de acuerdo con tres columas trabajadas en la
zona occidental de la cuenca permiten ser interpretadas de la siguiente manera.

La columna de Huélago (límite Plioceno – Pleistoceno) se compone de limos grises y


verdes con abundante contenido de gastropodos ademas de roedores se clasifica como
una llanura de inundación adyacente a un río que estaba en condiciones de
permanente inundación, donde el río desembocaba en un gran lago. Esta llanura era
afectada periódicamente por eventos de inundación seguidos por largos periodos de
calma en los que se desarrollaban procesos pedogenéticos y de crecimiento vegetal
denotado por raíces de apreciable tamaño. Columna de Huéscar (Pleistoceno temprano
– medio) compuesta por un sistema de ríos que desembocaban a un lago profundo
que por la presencia de un sistema montañoso más cercano conllevaba a un aporte de
materiales mas gruesos. Cúllar de Baza (Pleistoceno medio) Sistema marcado por
interdigitación de un conjunto de conos aluviales con un ambiente lacustre que resulta
en la formación de lentes y capas de arena. A pesar de las variaciones se puede
caracterizar el conjunto como un sistema marginal – lacustre.

Es posible subdividir dentro de la cuenca cinco geoformas principales de acuerdo


trabajos anteriores (Díaz Hernández, 1998 en Díaz Hernández, 2003). En orden
cronológico:

Superficie 1: Superficie mas elevada consistiendo de amplios relictos de la antigua


base de la cuenca, y ápices de abanicos a lo largo de los frentes de las montañas. Esta
superficie buza suavemente hacia el centro de la cuenca y está cubierta de suelos ricos
en caliche, en su mayoría luvisols.

Superficie 2: Una segunda serie de superficies entrecortadas de piedemonte de


abanico, que se interdigitan con la superficie 1. Su contenido de caliche y espesor de
horizontes de calcificación es menor. Marcada por calcisols.

Superficie 3: Una tercera superficie, que en este caso se formó por la disección de la
superficie 2.

Conjunto 4: Terreno fuertemente acarvado con yeso, mayoritariamente conformado


por lomeríos.

Conjunto 5: Valles fluviales recientes marcados principalmente por fluvisols.

Conjunto 6: de acuerdo con el autor (Díaz Hernández, 2003) conjunto difícil de


caracterizar desde el punto de vista de formación de suelos, que no agrupa con ningún
sistema. Que de acuerdo con su distribución tan irregular puede incluir coluviones
originados entre las superficies en varias etapas diferentes.
El sistema expuesto con anterioridad expresa de modo general la evolución y
estructuración de la mayoría de las cuencas existentes en la cordillera Bética, las
variaciones con respecto a esta cuenca que debería considerarse la mas importante del
sistema, están caracterizadas por paralelismos temporales o simplemente por
intensidad en la actividad de sedimentación / erosión. Es así que la cuenca de Granada
presenta una similitud para las etapas mas tempranas de su evolución y una menor
similitud hacia el presente simplemente por que ha sido menos afectada por la
actividad erosiva. Notándose su similitud con la cuenca Guadix -Baza en la siguiente
fotografía oblicua de los abanicos aluviales – delta / abanico, del borde de la cuenca.

El sistema sedimentario conformado a partir del proceso de levantamiento de las


beticas tiene un aspecto de interés adicional, este es el de los corredores que llevaban
al mar luego del abandono definitivo del mar de las cuencas internas. Llamo la
atención sobre estos corredores porque las condiciones endorreicas planteadas por
algunos son cuestionables.

La cuenca/corredor de Almanzora es unos de los elementos más interesantes del


sistema de cuencas terciarias de la Cordillera Bética. Partiendo del hecho que el
drenaje contemporáneo que se desarrolla dentro de la cordillera tiende a explotar las
litologías mas débiles y zonas de debilidad, el río Almanzora, en parte, es una
excepción porque corta una barrera topográfica mayor, la Sierra de Almagro,
formando drenaje que es transversal a la estructura geológica regional.

El canal principal del Río Almanzora corta conglomerados, arenitas y margas del
Mioceno, marcado por fuerte imbricación en el interior del canal, y uno modelo tipo
meandriforme. De acuerdo con trabajos anteriores (Mather 1991, Mather and Harvey
1995, y Stokes 1997, en M. Stokes, A.E. Mather, 2003) el sistema de drenaje moderno
se instaló durante el Mioceno Tardio, resaltando interés para la presente compilación lo
ocurrido al norte de la Sierra de Almagro, en donde (al pie de la nombrada) aparecen
sedimentos fluviales del Mioceno tardío y Plioceno que cubren de modo inconforme el
basamento metamórfico y conglomerados continentales del Mioceno medio. Más al
norte de la Sierra en áreas mas centrales de la cuenca aparecen arenitas amarillas y
margas grises, de origen marino, de edad Mioceno temprano.

Estudios recientes (Briend et al 1990 en M. Stokes, A.E. Mather, 2003) sugieren que
las arenitas representan la depositación en condiciones de mar poco profundo cerca de
la costa y las margas un ambiente de aguas profundas tipo offshore.
Así cabe la posibilidad que la cuenca de Guadix - Baza estuviera conectada con el mar
durante sus etapas primarias de formación por un corredor marino que hoy es el Río
Almanzora y además en la etapa de levantamiento más intensa, etapa en la cual el río
Almanzora drenaría la cuenca de Baza por el sur. En vez de haber sido una cuenca
endorreica tuvo una salida vía el paleo Río Almanzora hacia la cuenca de Huercal-
Overa. Posteriormente el sistema de drenaje evolucionó conectado las cabeceras de
los drenajes que existían sobre la Sierra de la Almagro formando el actual río
Almanzora.
Conclusiones

La cuenca de Guadix se estableció como cuenca independiente a partir del Mioceno


tardío (Fernández et al., 1996 en Soria et al., 1999) después de los eventos tectónicos
principales que formaron las grandes estructuras del orógeno Bético. La cuenca fue
luego rellenada durante el plioceno tardío. Desde entonces esta a pasado a ser parte
de la zona de captura de la cuenca del río Guadalquivir, y ha sido sujeta a erosión
significativa (Calvache & Viseras, 1997 en en Soria et al., 1999) aunque hay que hacer
notar que no ha sido un proceso continuo sino por sucesivas etapas como lo expresa
su composición de paleosuelos de acuerdo con el trabajo de Diaz-Hernandez
(referencia No. 3).

La segunda secuencia deposicional de la cuenca de Guadix representa un cambio


significativo en la paleogeografía de la zona, haciendo hincapié en el cierre de los
pasos marinos a través de las cuencas de Granada y Almanzora, pasando esta última a
drenar la cuenca de Baza por el sur. Y para la etapa Tortoniano tardio – Messiano las
dos cuencas (Granada y Guadix) presentaron un cambio definitivo a la sedimentación
continental.
De allí se concluye que la evolución geomorfológica temprana de la cuenca de Guadix -
Baza,es idéntica a la de granada, que posteriormente al ser drenada pobremente
genera un conjunto muy bien conservado de cada etapa de evolución, que en la
cuenca de Granada es mas pobre en información.

Sistemas montañosos que aportan a la formación de abanicos y cono de deyección que


con el tiempo quedan colgados y pasan a ser las marcas del relieve – acompañados
por el desarrollo de terrazas y terrazas colgadas que dejan de manifiesto varias etapas
de desarrollo y evolución.
Referencias

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