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Elaborado por:
Andrei Peres Rokhas
2004
Introducción
Tendiendo en mente el alcance y las posibilidades del curso, para el cual se presenta
este documento, la posibilidad de abordar el tema desde el punto de vista
geomorfológico es una buena oportunidad para sentar unas bases personales sobre el
conocimiento de la expresión morfológica de un grupo de cuencas sedimentarias intra-
montanas en la cordillera Bética. Luego servirá esta compilación para el análisis
evolutivo durante el Paleógeno y Neógeno del sistema sedimentario intra-montano de
algunas cuencas en España y Colombia .
Otra cosa que quiero hacer notar es que no voy a tocar información alguna relacionada
respecto de las cuencas terciarias en Colombia por no poseer de momento
documentación de aquellas cuencas.
Antecedentes relevantes
Estos antecedentes son los trabajos en los que sentaron de modo general las bases
con las que se trabaja en la actualidad en la zona, y sobre las cuales se escriben todos
los artículos posteriores en la zona de la cordillera Bética en lo que respecta a las
cuencas sedimentarias.
Esta gran Cordillera Bética se extiende en dirección OSO – ENE, desde el golfo de
Cádiz hasta el Mediterráneo alicantino (unos 800 Km) y entre la Depresión del
Guadalquivir, la Meseta y la terminación meridional del Sistema Ibérico, por un lado, y
el Mediterráneo, por otro (unos 200 Km).
Se suele distinguir, como el todas las cordilleras alpinas propiamente dichas, dos
zonas, interna y externa; el bloque de Alborán, y el paleo – margen Ibérico. La zona
externa, corresponde a una cobertura postpaleozoica depositada en la margen
continental de la placa ibérica, que a su vez se subdivide en prebética y otra subbética.
La zona interna, afloran rocas del paleozoico y el triásico que se encuentran afectadas
por procesos metamórficos. Esta última zona esta formada por un apilamiento de
escamas y mantos de corrimiento vergentes hacia el exterior de la cordillera (NNO). Se
distinguen dentro de esta zona tres grandes unidades; El comple jo nevado-filábride, El
complejo alpujárride, y el complejo maláguide.
La secuencia mas baja yace disconforme sobre el basamento, compuesto por unidades
sedimentarias del Mieoceno medio. Esta secuencia corresponde a una etapa de
sedimentación marina en una cuenca intramontana. Empezando por un evento
transgresivo que en su parte basal está conformado por conglomerados litorales. La
distribución vertical de facies varia entre base de acantilado (base), frente de playa,
plataforma interna. Estos depósitos son reemplazados (a techo) por calcarenitas
someras en las que se observa bivalvos, equinodermos, etc notándose además la
ocurrencia de estratificación cruzada (canales mareales). Soria et al. interpretan este
conjunto como TST. Esta termina por un conjunto que yace igualmente disconforme,
ya sea sobre la secuencia anterior o sobre el basamento, está conformada por
calcarenitas bioclásticas, seguido por un gran aporte de sedimento clástico (margas) al
techo, interpretado como HST.
La formación Baza se subdivide en tres unidades; una inferior lacustre con margas y
calizas nodulares alternado con arcillas orgánicas negras y limos grises. Una segunda
aluvial con arcillas rojizas y marrones, limos y arenas (pobremente consolidadas). La
tercera es una unidad lacustre alternando con cuarzo y calcarenitas, calizas y limolitas
y margas, mostrando laminación cruzada y acumulación de clastos intraformacionales.
Las condiciones lacustres están aumentadas por indicios de condiciones anóxicas por la
presencia de pyrrotita (M. Garcés et al., 1997). La parte mas alta de la formación
presenta un conjunto grano creciente con conglomerados al tope, donde los clastos
son de origen metamórfico lo que apunta a un origen de la zona interna de las Béticas.
Ya para el Plioceno tardío, los cambios en el nivel base regional junto con los cambios
climáticos ocurridos durante el Pleistoceno modelaron definitivamente la geomorfología
de la cuenca Guadix – Baza como lo es hoy. Aunque antes de poder colocar una
morfología definitiva para el presente que esté de acuerdo con la historia
sedimentológica de la cuenca hace falta ver la etapa final de formación de unidades
sedimentarias.
Superficie 3: Una tercera superficie, que en este caso se formó por la disección de la
superficie 2.
El canal principal del Río Almanzora corta conglomerados, arenitas y margas del
Mioceno, marcado por fuerte imbricación en el interior del canal, y uno modelo tipo
meandriforme. De acuerdo con trabajos anteriores (Mather 1991, Mather and Harvey
1995, y Stokes 1997, en M. Stokes, A.E. Mather, 2003) el sistema de drenaje moderno
se instaló durante el Mioceno Tardio, resaltando interés para la presente compilación lo
ocurrido al norte de la Sierra de Almagro, en donde (al pie de la nombrada) aparecen
sedimentos fluviales del Mioceno tardío y Plioceno que cubren de modo inconforme el
basamento metamórfico y conglomerados continentales del Mioceno medio. Más al
norte de la Sierra en áreas mas centrales de la cuenca aparecen arenitas amarillas y
margas grises, de origen marino, de edad Mioceno temprano.
Estudios recientes (Briend et al 1990 en M. Stokes, A.E. Mather, 2003) sugieren que
las arenitas representan la depositación en condiciones de mar poco profundo cerca de
la costa y las margas un ambiente de aguas profundas tipo offshore.
Así cabe la posibilidad que la cuenca de Guadix - Baza estuviera conectada con el mar
durante sus etapas primarias de formación por un corredor marino que hoy es el Río
Almanzora y además en la etapa de levantamiento más intensa, etapa en la cual el río
Almanzora drenaría la cuenca de Baza por el sur. En vez de haber sido una cuenca
endorreica tuvo una salida vía el paleo Río Almanzora hacia la cuenca de Huercal-
Overa. Posteriormente el sistema de drenaje evolucionó conectado las cabeceras de
los drenajes que existían sobre la Sierra de la Almagro formando el actual río
Almanzora.
Conclusiones
J.M. Soria et al., 1999, Late Miocene stratigraphy and palaeogeographic evolution of
the intramontane Guadix Basin (Central Betic Cordillera, Spain); implications for an
Atlantic-Mediterranean connection. PALEO 151, 255-266.
J.L. Diaz-Hernandez et al., 2003, Organic and inorganic carbon in soils of semiarid
regions: a case study from the Guadix -Baza basin(Southeast Spain). GEODERMA 114,
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A.F. Garcia et al., 2004, An incision wave in the geologic record, Alpujarran Corridor,
southern Spain (Almería). GEOMORPHOLOGY 60, 37 – 72.
J.M. Schoorl, A. Veldkamp, 2003,Late Cenozoic landscape development and its tectonic
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GEOMORPHOLOGY 50, 43 – 57.
J. Agustí et al., 2001, A calibrated mammmal scale for the Neogene of Western
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J.C. Braga et al., 2003, Patterns and average rates of late Neogene – Recent uplift of
the Betic Cordillera, SE Spain. GEOMORPHOLOGY 50, 3 – 26.
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M. Stokes, A.E. Mather, 2003, Tectonic origin and evolution of the transverse drainage:
the Río Almanzora, Betic Cordillera, Southern Spain. GEOMORPHOLOGY 50, 59 – 81.
J. Golonka, 2004, Plate tectonic evolution of the margin of Eurasia in the Mesozoic and
Cenozoic. TECTONOPHISICS 381, 235 – 273.