MODELOS DE EVOLUCION TERMAL DE LA CUENCA TRIASICA BIOBÍO-TEMUCO EN BASE A LA

REFLECTANCIA DE VITRINITA, PARA LOS DEPOCENTROS SANTA JUANA Y HUIMPIL (CHILE

CENTRAL)

Autor: Orlando Alberto Zambrano Estrada1

Comisión: Patricio Zambrano Lobos, Pablo Rossel Estrada, Edgar San Miguel Jaimes

(1) Universidad Nacional Andrés Bello Facultad de Ingeniería, Carrera Geología, Talcahuano 7100,

Chile.

Resumen

Se presentan los resultados de un estudio de modelado 1D en software PetroMod en base al análisis

de la reflectancia de la vitrinita para la cuenca triásica Biobío-Temuco. Se determinaron para
carbones de esta cuenca valores de reflectancia de vitrinita que varían entre los 1,86 y 2,94%,
estando en el rango de la subatrancita. Los depósitos analizados pertenecen a la Formación Santa
Juana, correspondiente al depocentro norte, y la Formación Llafquentue-Huimpil, correspondiente
al deposcentro sur. Estas secuencias son de carácter continental y marino de transición. Los
resultados del modelo 1D sugieren un elevado flujo calórico de 120 mW m-2 durante el triásico
superior para ambos depocentros. También sugiere erosiones en torno a los 1800 metros para el
depocentro Santa Juana y de 2500 metros para el depocentro Huimpil.

Abstract

The results of a 1D modeling study in PetroMod software based on the vitrinite reflectance analysis
for the Biobío-Temuco Triassic basin are presented. Vitrinite reflectance values ranging from 1.86
to 2.94% were determined for coals in this basin, being in the subatrancite range. The deposits
analyzed belong to the Santa Juana Formation, corresponding to the northern depocenter, and the
Llafquentue-Huimpil Formation, corresponding to the southern depositor. These sequences are
continental and transitional marine. The results of the 1D model suggest a high caloric flux of 120
mW m-2 during the upper Triassic for both depocenters. It also suggests erosions around 1,800
meters for the Santa Juana depocenter and 2,500 meters for the Huimpil depocenter.

1. Introducción medio-tardío, durante el cual se produce un

1.1. Planteamiento del problema
La presencia de depósitos triásicos tanto en
Chile como Argentina ha sido atribuida al
desarrollo de depocentros generados por
cuencas de tipo horst, graben y hemigraben,
de orientaciones NNW-SSE oblicuas al margen
continental de Gondwana (Charrier et al.,
2007). El desarrollo de estas cuencas
extensionales estaría asociado a un cambio en
las condiciones tectónicas durante el Pérmico
cese o desaceleración de la subducción de
una antigua placa oceánica bajo Gondwana, y
el subsiguiente desarrollo de una etapa de
ruptura en el margen occidental del
Gondwana (Vilas & Valencia, 1978).
Entre los 34° y los 40°S, en la Cordillera de la
Costa y el este de la Cordillera Principal, se
han reconocido depósitos marinos y
continentales asignados a la Cuenca Bío-Bío-
Temuco, desarrollada durante el Triásico en el

1
margen occidental del Gondwana (Charrier et
al., 2007).
En este contexto en la Región del Biobío y la
Región de la Araucanía existen afloramientos
localizados y discontinuos de depósitos
continentales de edad Triásico Medio a
Superior, las cuales se encuentran expuestas
a ambos lados de la ribera del rio Biobío en las
cercanías de las localidades de Santa Juana y
Hualqui (Región del Biobío), los cuales fueron
agrupados bajo el nombre de Formación
Santa Juana (Ferraris, 1981), y en la localidad
de Llafquentué (Región de la Araucanía),
asignados a la Formación Llafquentué-
Huimpil (Parada & Moreno, 1980).
La mayoría de los estudios del triásico en la
cuenca Biobío-Temuco están focalizados
principalmente al análisis paleoambiental,
paleofauna y paleoflora. Sin embargo, el
análisis de la evolución termal que sufrieron
estos depósitos a lo largo del desarrollo del
margen gondwanico es totalmente
desconocido. Estudios de este tipo se han
realizado a los depósitos paleógenos de la
misma zona (Kuhn et al., 2010), por lo que es
interesante establecer relaciones y
diferencias entre el desarrollo de las cuencas.
La importancia de realizar este modelamiento
termal radica en aclarar interrogantes
referidas a la formación y evolución de la
cuenca Biobío-Temuco. En este estudio se
analizan ambas cuencas midiendo la madurez
termal de la materia orgánica determinada a
partir de la reflectancia de la vitrinita, lo que
permite explicar condiciones
enterramientos, junto con presiones,
temperatura y profundidades alcanzadas,
para así entender de mejor manera el
contexto tectónico que a la fecha es materia
de incertidumbre.
1.2. Objetivos
1.2.1. Objetivo General
Generar un modelo termal 1D de la cuenca
Biobío-Temuco utilizando como indicadores
el análisis de macérales en mantos de carbón
para la Formación Santa Juana y la Formación
Llafquentué-Huimpil.
1.2.2. Objetivos Específicos
• Colección y preparación de las
muestras mediante la confección de
briquetas de carbón.
• Realizar análisis de reflectancia de
vitrinita para las formaciones Santa
Juana y Llafquentué-Huimpil.
• Integrar datos estratigráficos, de
macerales y estructurales para
generar el modelamiento termal de la
cuenca.
• Determinar la evolución
termal/enterramiento de la cuenca
Biobío-Temuco y realizar una
comparación con la cuenca de
Arauco.
1.3. Ubicación y Accesos
El área de estudio se ubica en las regiones del
Biobío y de la Araucanía, abarcando desde las
localidades de Patagual por el norte, hasta
Llafquentué-Huimpil por el sur. Los
afloramientos de la Formación Santa Juana se
encuentran circundantes a la ribera este y
oeste del Río Biobío, en las localidades de
Patagual, Santa Juana, Talcamavida y
Gomero, todas ubicadas al sur de Concepción.
Lugares donde aflora la Formación
Llafquentué-Huimpil se encuentran en las
localidades del mismo nombre, ubicadas al
NW de Temuco y al SE de Galvarino (figura 1).
2. Marco Geológico
de
Desde mediados del Cenozoico los Andes
Centrales entre los 18 y 46°S han sido
sometidos a convergencia oblicua entre las
placas oceánica de Nazca y continental de
Sudamérica, siendo la convergencia a la
latitud de este estudio de aproximadamente
30° de inclinación, con una tasa de
convergencia de 8cm/año (Levenu y
Cembrano, 1999).
Las formaciones triásicas del estudio se
encuentran contiguas a dos importantes
lineamientos de carácter regional. En la zona
2
sur, correspondiente al depocentro Huimpil
se encuentra la Zona de Falla Lanalhue, que es
una estructura que se extiende desde Lebu
hasta Temuco, presentando una orientación
NW-SE. Su cinemática es de rumbo sinestral y
ha estado activa desde el Pérmico Inferior. En
la zona norte del estudio está presente el
Figura 1. Mapa de ubicación y accesos al área de estudio (elaboración propia).
La unidad más antigua, sobre la cual
sobreyacen en inconformidad los depósitos
triásicos corresponden a rocas del Basamento
Metamórfico, el cual aflora en el norte del
área de estudio y corresponden a la Serie
Oriental del basamento metamórfico (Figura
2). La Serie Oriental corresponde a la franja de
bajo P/T del cinturón metamórfico pareado.
Esta se formó producto de la acreción frontal
de la subducción, y posteriormente sufrió
metamorfismo de contacto asociado a la
intrusión del Batolito Costero (Hervé, 2013).
El protolito se habría depositado en un
3
lineamiento Biobío en el caso del depocentro
Santa Juana, que presenta una orientación
NW-SE, y se extiende desde la Península de
Tumbes al oeste hasta la Depresión
Intermedia al este. Este lineamiento orienta el
cauce del Río Biobío en dirección NW-SE.
margen continental pasivo durante el Silúrico-
Devónico (Hervé, 1988).
Las rocas ígneas que afloran en el área de
estudio corresponden al denominado Batolito
Costero del Sur, el cual se emplaza con una
elongación preferentemente NNE-SSW
(Figura 2). En general, esta orientación estaría
gobernada por la actividad de un arco
magmático que estuvo activo durante el
Paleozoico Superior, con edades que van de
los 300 a los 320 Ma. (Deckart et al., 2014). La
composición en el área de estudio es
principalmente tonalitica.
 Figura 2. Mapa Geológico de Chile de las regiones del Biobío y Araucanía. Basado en mapa geológico de Chile
(SERNAGEOMIN, 2003) y Encinas et al., (2012). En los recuadros negros el área de estudio.
La Formación Santa Juana fue definida por
Ferraris (1981). Corresponde a una secuencia
siliciclastica, observada en afloramientos
restringidos, constituidas por arcosas y
litarenitas feldespáticas, alternadas con
lutitas negras y presencia subordinada de
ruditas. Las potencias de estas sucesiones
sedimentarias varían desde 10 hasta 700m de
acuerdo con la continuidad de los
afloramientos, dispuestos discordantemente
sobre rocas metamórficas y granitoides del
Paleozoico (Leppe et. al., 2006). Dadas las
características geográficas de la zona, sumado
a la frondosa vegetación característica de la
región es que trabajos que se enfoquen al
estudio de la estratigrafía de detalle no se han
llevado a cabo. Tavera (1960), distinguió a los
siguientes tres miembros en la parte oriental
de la Formación Santa Juana, definiendo de
base a techo: (1) el miembro de Quilacoya que
consiste en areniscas, limolitas y arcillas con
capas de carbón subordinadas, fitodetritos,
restos de plantas y bivalvos de agua dulce. No
presenta influencia marina. (2) el miembro de
4
Unihue o sección marina, que contiene
moluscos marinos, y (3) el miembro
Talcamavida-Gomero o miembro Limín
Superior, contiene restos de plantas y
bivalvos de agua dulce. Fue datada como
Triásico superior (Cárnico- Rético) por
Steinmann (1921), Tavera (1960) y Leppe
(2000) mediante fósiles presentes de
invertebrados marinos y de flora (Figura 2)
La Formación Llafquentué-Huimpil fue
reconocida por Fritzshe (1922), Hauser (1970)
y posteriormente por Parada & Moreno
(1980) en las localidades de Huimpil-
Llufquentué, ubicadas a 28 km al noroeste de
Temuco. Se encuentra delimitada por la Zona
de Falla Lanalhue (ZFL; Melnick et al., 2003).
Parada & Moreno (1980) definieron la
Formación Llafquentué-Huimpil como “una
secuencia de rocas sedimentarias clásticas
formada por areniscas, lutitas y
conglomerados con una disposición de
dirección NW e inclinaciones hacia el SW”. Los
afloramientos de esta formación están
limitados en el norte por el valle del estero
Llafquentué-Curaco y en el sur y sureste por
los cerros Postahue y los extremos sur de los
cerros Ñielol (Parada & Moreno, 1980). El
techo de esta formación se halla en
discordancia angular y de erosión con la
Formación Pilmahue (Elgueta & Rubio, 1989)
y la Formación Temuco, además subyace en
discordancia angular a la Formación Malleco y
Conglomerados Paillal (Mella & Quiroz, 2010).
Está datada como Triásico superior en base a
su flora fósil (Troncoso et al. 2004).
La Formación Pilmahue corresponde a una
secuencia de alrededor de 800 metros de
bancos de brechas volcánicas de composición
andesítica basáltica asignadas al mioceno
(García, 1968). En el área de estudio las rocas
de la formación Pilmahue sobreyacen en
discordancia angular y de erosión a las de la
formación Llafquentué-Huimpil.
3. Metodología
Para evaluar la historia termal de la Cuenca
Biobío-Temuco el trabajo se centró en tres
líneas de análisis, que son la estratigrafía, la
tectónica local y la reflectancia de la vitrinita.
La estratigrafía es fundamental para
comprender la dinámica de la cuenca junto
con la evolución de la misma. El análisis de
reflectancia de la vitrinita se realizó en
muestras de carbones de las formaciones
Santa Juana y Llafquentué-Huimpil. La
vitrinita es el grupo maceral más utilizado en
las mediciones de reflectancia
(específicamente la collotelinita), ya que al
aumentar la temperatura máxima presenta
un cambio relativamente progresivo en las
propiedades ópticas (Kuhn et al., 2010). Esto
lo hace ser un método confiable para calibrar
la historia termal de una cuenca
sedimentaria.
Las muestras analizadas, de ambas cuencas,
se colectaron en afloramientos y en labores
mineras antiguas (abandonadas). Para la
Formación Santa Juana, se colectaron
muestras de la localidad de Quilacoya. Para la
Formación Llafquentué-Huimpil, se
5
colectaron muestras de la localidad Huimpil.
En estos mismos lugares se realizan las
columnas estratigráficas (anexo 1). Para el
sector de Humpil se dispone de datos de
sondajes, propiedades fisicoquímicas, análisis
de macerales y valores de reflectancia de
vitrinita provenientes de la ex mina Nueva
Esperanza en base a estudios de INTEC (1977)
y de Alfaro y Helle (2000). Para Quilacoya los
estudios son escasos, se dispone de datos
sobre las propiedades fisicoquímicas de los
carbones provenientes de Alfaro y Helle
(2000), no encontrándose registros de valores
de vitrinita.
3.1. Análisis de Vitrinita: Preparación y
medición
Para la preparación de las briquetas de
carbón, se utiliza la norma ASTM D 2797-85.
Esta consiste en reducir el tamaño de grano,
mediante molienda por mortero.
Posteriormente se tamizan las muestras
utilizando malla #20 arriba y malla #60 abajo
con tapa de fondo. La briqueta se prepara
utilizando el material atrapado entre las
mallas #20 y #60. El material obtenido se
mezcla con resina obteniendo una mezcla
homogénea, la cual se vierte en un molde. El
molde se deja durante 8 horas en el horno a
una temperatura de 30°. Una vez la briqueta
esta endurecida se procede al pulido de una
de sus caras para adecuarla al análisis
microscópico. Se utilizan una serie de
abrasivos de tamaño decreciente, siendo el
abrasivo final sílice coloidal de 0,05 micrones
sobre un paño OP-CHEM.
El análisis de reflectancia de la vitrinita se
realizó en el laboratorio del Instituto de
Geología Económica Aplicada (GEA), según la
norma ASTM D 2799-99. Este consiste en
realizar un conteo con un número mínimo de
1000 puntos (si se utilizan dos cortes de la
misma muestra 500 en cada una). El quipo
utilizado es un microscopio Leitz; ocular 10x
con retículo incorporado; objetivo 32x para
aceite de inmersión; contador automático
Swift. La identificación de macerales se hace
sobre la base de sus características de
reflectividad y morfología.
3.2 Modelado y comparación
Los modelos geotermales y sus softwares de
modelización asociados son una importante
herramienta utilizada en la exploración y
evaluación de hidrocarburos. Para el
modelado 1D de este estudio se utiliza el
software PetroMod desarrollado por IES,
Alemania. Predice la generación, migración,
acumulación y pérdida de hidrocarburos a lo
largo del tiempo geológico, combinando
información sísmica, de pozos y geológica
para modelar la evolución de una cuenca
sedimentaria.
Específicamente para este estudio, se
combinan los datos estratigráficos junto con
la reflectancia de la vitrinita con el objetivo de
Figura 3. Diagrama resumen de la metodología del proyecto.
4. Resultados
4.1. Reflectancia de la vitrinita
Los resultados indican que las muestras de
carbón de las formaciones Santa Juana y
Llafquentue-Huimpil muestran una alta
madurez termal basado en la clasificación de
6
determinar la historia termal de la cuenca. El
modelo 1D se utiliza para inferir la máxima
temperatura alcanzada y su duración durante
el enterramiento, estableciendo rangos de
posibles escenarios para determinar factores
que influyen en la evolución de la cuenca,
como lo son el enterramiento, fuentes de
calor, nivel de erosión, entre otros. Los
factores y variables se analizan
posteriormente en las discusiones.
Los resultados obtenidos se comparan con
estudios similares realizados para la cuenca
de Arauco por Kuhn et al., (2010), para así
evaluar las diferencias de la formación de
ambas cuencas. Entender la historia de
enterramiento del antearco y la evolución
termal.
Taylor et al (1998) (anexo 5), alcanzando
rangos de subantracita (tabla 1), lo cual se
condice con datos publicados anteriormente
por Alfaro y Helle (2000), pero menores a los
valores determinados por un estudio de
INTEC (1977). De todos modos, estos valores
son considerablemente superiores a los
observados en las formaciones del Cenozoico
de la cuenca de Arauco, cuyos valores se
observan en la tabla 4 (Kuhn et al., 2010). La
desviación estándar promedio para las
muestras medidas en este estudio es de
Tabla 1.
Resultados de la medición de reflectancia de vitrinita medidas en GEA y ubicación de muestras.
Muestra
HCSJ-M1
HCSJ-M3
HSJC-M4
GHM-M1
GHM-M2
GHC-M4
4.2. Modelado Numérico de la cuenca
4.2.1 Preparación del modelo 1D en
PetroMod
El modelado de los pozos se realiza tomando
como primera base establecer una
correlación entre Santa Juana y Humpil,
considerando los datos estratigráficos (tablas
2 y 3) y datos de VR descritos anteriormente.
Para a partir de esto postular una serie de
posibles arreglos que sean coherentes con la
base de datos y la realidad observada.
4.2.2. Condiciones límite de la cuenca
Tanto el tipo como la geometría de la cuenca
Biobío-Temuco son en la actualidad materia
de estudio. Si bien en un principio se postula
como una cuenca de rift de orientación NW-
SE característica del Triásico, junto a otras
como la cuenca El Profeta la Ternera, cuenca
San Felix, cuenca la Ramada (Charrier, 1979).
Características como la estratigrafía, junto
con la poca continuidad de sus depósitos,
además de la cercanía de los depocentros con
importantes lineamientos de carácter
regional, como lo son la Zona de Falla
0,56%, encontrándose los histogramas
correspondientes en el anexo 2.
Según lo anterior, se deduce que existe una
relación congruente en cuanto a estratigrafía
y reflectancia de la vitrinita para las
formaciones Santa Juana y Llafquentué-
Huimpil.
%Ro Ubicación
2.23 37° 5'52.27"S/ 72°53'45.60"O
2.33 37° 5'45.83"S/ 72°53'51.60"O
2.94 37° 5'35.74"S/ 72°53'33.78"O
2.39 38°31'28.40"S/72°41'57.90"O
2.19 38°31'26.53"S/72°42'2.14"O
1.86 38°29'50.30"S/ 72°44'9.80"O
Lanalhue en el caso del depocentro Temuco y
el Lineamiento Biobío en el caso del
depocentro Santa Juana se relacionan bien
con las propiedades descritas para cuencas de
pull-apart según Hempton & Dunne (1983). Lo
anterior, se suma a la ausencia de estudios en
la zona que indiquen presencia de
magmatismo alcalino, característico de zonas
de rift, lo que permite sugerir si bien no
confirmar, que la cuenca Biobío-Temuco
podría corresponder a una cuenca de Pull-
Apart limitada por ambos lineamientos de
carácter regional.
4.2.3. Paleo-profundidad del agua (PWD)
La PWD se suele determinar mediante el
análisis de la subsidencia tectónica de una
cuenca junto con los cambios globales en el
nivel del mar (Kuhn et al., 2010). El análisis de
subsidencia se sustenta en las asociaciones de
facies y al material fósil contenido en las
formaciones Santa Juana y Llafquentué-
Huimpil. Por otro lado, para los cambios en el
nivel del mar se toma en cuenta la curva
global del nivel del mar de Hallam (1992)
(anexo 3).
7
Tabla 2.
Datos estratigraficos de la Formación Llafquentué-Huimpil. Los valores destacados corresponden a subdivisiones
estimadas para realizar el modelo.
Top Base Espesor Erosión Depo. de Depo. hasta
Formacion
[m] [m] [m] [m] [ma] [ma]
Pilmahue 0 800 800 33.9 20.44
Llafquentue-
Huimpil V 960 160 208.2 201.3
Llafquentue-
Huimpil IV 1080 120 215.4 208.2
Llafquentue-
Huimpil III 1600 520 222.6 215.4
Llafquentue-
Huimpil II 1700 100 229.8 222.6
Llafquentue-
Huimpil I 2150 450 237 229.8
Basamento 200 150

Tabla 3.
Datos estratigraficos de la Formación Santa Juana sumados a las formaciones de la cuenca de Arauco
Top Base Espesor Erosión Depo. de Depo. hasta Erosión de Erosión
Formacion
[m] [m] [m] [m] [ma] [ma] [ma] hasta [ma]
Tubul 0 73 73 10 2.59 1.8 1.8 0
sub+inv 73 73 0 600 12.6 7.5 5 3.6
LowMio 73 458 385 600 15.5 12.6 3.6 2.6
E M Low
458 458 0 60 21 18 18 16
Mio
Oligocene 458 458 0 60 33 28 28 26
Millongue 458 691 233 117 39 33.9 26 22
Trihueco 691 1141 450 44 39
Boca Lebu 1141 1295 154 50 44
Curanilahu
1295 1502 207 57 50
e
Quiriquina 1502 1962 460 84 57
Sedi Sta.
1962 2189 227 1000 210 201 201 84
Juana3
Sedi Sta.
2189 2899 710 219 210
Juana2
Volcanico
2899 3399 500 228 219
Sta. Juana
Sedi Sta.
3399 3799 400 237 228
Juana1
Basamento 3799 5237 1438 382.4 237

Para Santa Juana se define un medio aluvial
con subambientes deltaicos, cercano a un
borde costero (Abad, 2000; Nielsen, 2005). La
presencia de invertebrados como
nautiloideos indicaría influencia oceánica
(Leppe y Moisan, 2003). Mientras que para
Llafquentué-Huimpil la alternancia rítmica de
areniscas con lutitas y carbones permite
señalar que la cuenca experimentó un
periodo de subsidencia constante lo que se
traduce en la instauración de un ambiente de
frente deltaico por sobre los depósitos de
llanura deltaica. Existe una influencia marina,
en especial en el frente de este mismo,
reflejado en los intervalos heterolíticos
existentes en depósitos de bahía

8
interdistributaria y en el desarrollo de
tempestitas (Jara, 2019).
En base a lo anterior se estima que, durante
los registros observados para el triásico, la
columna de agua es más bien somera.
4.2.4. Interfaz de temperatura agua-
sedimento
La interfaz de la temperatura agua-sedimento
se ajusta mediante un dataset interno de
PetroMod, basado en Wygrala (1989). Para el
ajuste se debe ingresar la latitud en la cual se
realiza el estudio. La curva de temperaturas
queda reflejada en el Anexo 4.
4.2.5. Flujo Calórico (HF)
El flujo calórico está sujeto a la circulación
hidrotermal, producción de calor radiogénico
cuando hay abundancia de isotopos
radiactivos, a las condiciones tectónicas y al
tiempo entre los eventos tectónicos (Molčan,
2013). Cuando se renueva la actividad
tectónica, el flujo calórico tiende a aumentar
(Stein, 1995). Esta continua actividad
tectónica se refleja en la alternancia rítmica
de areniscas con lutitas y carbones que a su
vez señalan una continua subsidencia. Los
valores de flujo calórico tanto para cuencas de
rift como de pull-apart son muy variables y
dependen mucho del lugar de la cuenca en la
que se toman los datos. En general, las
cuencas de rift tienden a presentar mayores
valores de flujo calórico que las cuencas de
pull-apart, pero existen numerosos casos
denominados como “hipertermales” donde
cuencas independientes del tipo presentan
elevado flujo calórico. Un claro ejemplo de
esto se da en algunas cuencas de pull-apart en
California, asociadas a la falla de San Andrés,
donde se registran gradientes geotermales de
hasta 200°Ckm-1 (Allen y Allen, 2005).
Modelos de historia termal de Pitman y
Andrews (1985) muestran que en pequeñas
cuencas pull-apart la conductividad térmica
de los sedimentos generalmente aumenta a
medida que se compactan los sedimentos. Su
9
modelo indica que los sedimentos tempranos
durante el syn-rift, también debido a una
rápida sedimentación, podrían alcanzar más
de 150 °C causando una rápida maduración.
Sin embargo, es improbable que cualquier
otro sedimento durante el syn-rift y post-rift
alcance temperaturas suficientemente altas
para madurar. Las cuencas de pull-apart en
ambiente de litosfera continental tienen
valores que oscilan entre 40 mW m-2 y 120
mW m-2 (Allen y Allen, 2005). Por otro lado, en
las cuencas de rift se pueden encontrar
valores que van entre los 45-150 mW m-2
(Morgan, 1982).
Por lo tanto, se sugiere que durante el
desarrollo de la cuenca triásica el flujo
calórico era elevado, lo que permitiría
explicar en parte la alta madurez de los
carbones estudiados independiente de si el
tipo de cuenca corresponde a una cuenca de
rift o pull-apart.
4.3. Resultados del modelo 1D
Con los datos estratigráficos actuales, junto
con los resultados de la reflectancia de la
vitrinita, se puede observar un gran contraste
entre las curvas teóricas calculadas por el
software (Figuras 4 y 5) y las mediciones de la
reflectancia de vitrinita para las muestras,
tanto para la Formación Santa Juana como
para la Formación Llafquentué-Humpil. El
flujo calórico utilizado es de 120 mW m-2. La
curva teórica indica para las profundidades a
la que se tomaron las muestras, valores de
reflectancia en torno a los 0,8-0,9% en el caso
del depocentro Santa Juana, bastante
menores al rango de 2,23-2,94% medido en
las mismas (figura 5). El contraste es similar
para el depocentro Humpil, donde la curva
teórica indica para las profundidades de las
muestras valores entre los 0,5-0,6% y los
valores medidos en las mismas están en el
rango 1,86-2,39% (figura 4). Una posible
explicación para este contraste se tratará en
las discusiones.
Figura 4. Curva teórica de %Ro vs profundidad para el depocentro Llafquentué-Huimpil. La curva indica los valores teóricos
de la columna estratigráfica en profundidad. Las cruces a la derecha indican los valores de reflectancia de vitrinita medidos.

Figura 5. Curva teórica de %Ro vs profundidad para el depocentro Santa Juana. La curva indica los valores teóricos de la
columna estratigráfica en profundidad. Las cruces a la derecha indican los valores de reflectancia de vitrinita medidos.

Debido a lo anterior es que se abren distintos representa en la figura 6 en donde se observa

escenarios que permitan explicar estas
diferencias, planteándose las dos hipótesis
que se presentan en los modelos:
La primera hipótesis consiste en un modelo
que asume que sobre las formaciones
triásicas existió una “continua” depositación
de sedimentos de menor edad, asociados a la
cuenca de Arauco. Esta hipótesis se
un pseudopozo para el depocentro Santa
Juana en cuya base se encuentra el
basamento metamórfico seguido de la
Formación Santa Juana y sobre esta las
secuencias de la Cuenca de Arauco utilizando
datos del trabajo de Kuhn et al., (2010). Los
valores de vitrinita para las formaciones de la
cuenca de Arauco se presentan en la tabla 4.

10
En este caso el modelo calibrado arroja que
para alcanzar la madurez medida en los
carbones de la Formación Santa Juana se
produjo una erosión de 1000 metros. La
madurez del carbón se habría alcanzado
durante el triásico superior como se observa
en la figura 7. El modelo de evolución del
enterramiento se muestra en la figura 8
donde se representan las profundidades
alcanzadas y los periodos en los que se
generan los espacios de acomodación.
Para el depocentro Huimpil no se confeccionó
un pseudopozo con formaciones del
cenozoico ya que no se contaba con datos de
reflectancia de vitrinita para las formaciones
de menor edad de esa localidad.
La segunda hipótesis consiste en asumir que
las formaciones triásicas del interior
presentaban un espesor mayor al actual, sin
estar conectadas con las formaciones del
cenozoico.

Figura 6. Curva de %Ro calibrada para el depocentro Santa Juana asumiendo depósito de formaciones del cenozoico sobre
las triásicas. Las cruces en la curva corresponden a las muestras medidas.

Figura 7.
Curva teórica de la madurez de la vitrinita en el tiempo, para el pseudopozo Santa Juana-Quiriquina.

11
Figura 8.
Modelo de la evolución de enterramiento, para el pseudopozo Santa Juana-Quiriquina.

Figura 9.
Curva de %Ro calibrada Para el depocentro Santa Juana, considerando erosión de 1800 metros. Las cruces en la curva
indican los valores de Ro medidos.

Tabla 4.
Promedio de valores de reflectancia de vitrinita para las formaciones del cenozoico de Kuhn et al., (2010).
Formacion %Ro medio
Curanilahue 0.68
Trihueco 0.67
Ranquil 0.46
Quiriquina 0.88
Boca Lebu 0.69
Millongue 0.61

En este caso se modelaron un pozo para cada
uno de los dos depocentros estudiados. Para
el depocentro Santa Juana (figura 9), se
determinó que la erosión necesaria para
alcanzar los valores de reflectancia de la
vitrinita obtenidos, asumiendo un flujo
calórico de referencia máximo de 120 mW/m²
(Allen y Allen, 2005) para este tipo de cuenca
es del orden de unos 1800 metros,
alcanzando la madurez termal durante el
triásico superior (Figura 10). El modelo de
evolución de enterramiento de la cuenca se

12
observa en la figura 11, donde se representa
a grandes rasgos el comportamiento de la
formación desde el triásico a la actualidad.
Por otro lado, para el depocentro Huimpil
(figura 12) se observa un mayor contraste
entre la curva teórica y real de la reflectancia
de vitrinita. Para calibrar el sistema,
considerando al igual que para Santa Juana un
flujo calórico de referencia de 120 mW/m²
(Allen y Allen, 2005), se estima una erosión de
2500 metros, alcanzando su madurez termal
durante el triásico superior (Figura 13). El
modelo de evolución de enterramiento de la
cuenca se observa en la figura 14, donde se
representan las profundidades alcanzadas y
los periodos en los que se generan los
espacios de acomodación.

Figura 10.
Curva teórica de la madurez de la vitrinita en el tiempo para el depocentro Santa Juana.

Figura 11.
Modelo de la evolución de enterramiento para el depocentro Santa Juana.

13
Figura 12.
Curva de %Ro calibrada para el depocentro Huimpil, considerando erosión de 2500 metros. Las cruces en la curva indican
los valores de Ro medidos.

Figura 13.
Curva teórica de la madurez de la vitrinita en el tiempo. Para la Formación Llafquentué-Huimpil.

14
Figura 14.
Modelo de la evolución de enterramiento para el depocentro Huimpil.

5. Discusión contacto con el basamento (metamórfico e

5.1. Incertidumbre estratigráfica
Esta incertidumbre estratigráfica puede
obviamente tener cierto impacto en los
resultados obtenidos en el modelo, por
cuanto se hace necesario utilizar datos de la
mejor calidad posibles para disminuir estos
errores. En el caso de del depocentro
Llafquentué-Huimpil los sondajes ayudan en
la confección de un registro fiel a la realidad.
Para Santa Juana el registro se confecciona
mediante estudios realizados en base a los
afloramientos de la zona, muchos de los
cuales han sido elaborados por autores
dedicados al estudio de la paleoflora triásica
como son el caso de Leppe et al. (2006) y Abad
(2000).
Si bien para la zona del depocentro Humpil la
incertidumbre es menor, debido a la
existencia de datos de pozos que datan de la
época de explotación a pequeña escala de
carbón descritos por García (1965) para ENAP
(Empresa Nacional del Petróleo), el registro
completo de la formación nunca se logró
establecer al no identificarse contacto alguno
con el basamento metamórfico. Por otro lado,
para la Formación Santa Juana no se cuenta
con registro alguno de sondajes realizados en
la zona. Sin embargo, si se conocen zonas de
intrusivo) y en general se encuentran
afloramientos con mejor exposición
comparado los de la Formación Llafquentué-
Huimpil.
Sumado a lo anterior otro conflicto asociado
a la estratigrafía es el espesor faltante de las
columnas estratigrafías. Se hace evidente por
medio de la madurez alcanzada en ambas
regiones, que parte de la columna
estratigráfica sufrió erosión, pero no es
posible determinar a ciencia cierta si la
erosión afectó a los estratos triásicos o bien a
estratos de formaciones más jóvenes.
Importante para esclarecer este punto, seria
conocer la edad a la que se produce la
madurez termal, ya que con ese dato se
podría determinar si las formaciones del
cretácico en adelante influyen o no en el
proceso de maduración de la materia
orgánica. El método AFT (Apatito Fission
Track) sería adecuado para aclarar esta
incertidumbre y calibrar de mejor manera el
modelo.
Otro punto asociado a la estratigrafía es la
posible conexión entre la cuenca triásica y las
cuencas del cenozoico esto depende
principalmente del alzamiento de la cordillera
de la costa, y de los cambios en el nivel del

15
mar. En este punto se abren dos posibles
escenarios que dependen de la edad en que
el alzamiento de esta morfoestructura
termina con la influencia marina de las
cuencas interiores. La edad a la que se
produce el alzamiento principal de la
cordillera de la costa es aún materia de
debate. Las rocas triásicas presentes en
ambos depocentros, presentan componentes
del basamento metamórfico y también de
rocas intrusivas paleozoicas (Hervé et al.,
1976), evidencia que se observa
principalmente en los clastos de niveles
conglomeradicos. De lo anterior se infiere que
el alzamiento y exhumación del basamento ya
estaba desarrollado durante el triásico
superior. Glodny et al (2007) indica que la
exhumación del basamento que da origen a la
Cordillera de la Costa habría estado
completamente desarrollada en el cretácico
superior. También señala que la tasa de
exhumación posterior al triásico fue muy
lenta (0,03mm/año). Elgueta y otros (2000)
señalan que la Cordillera de la Costa ya existía
cuando se produjo la transgresión miocena.
En este escenario, las formaciones triásicas
del interior presentaban un espesor bastante
mayor al actual, sin estar conectadas con las
formaciones del cenozoico identificadas en la
actual zona litoral, las que posteriormente
fueron afectadas por una fuerte erosión a
medida que la zona se fue alzando.
Sin embargo, otros autores (Frutos y
Cisternas, 1994; Carrizo et al., 2008; Encinas
et al., 2018) señalan que el alzamiento
principal de la cordillera de la costa sería más
bien reciente y ocurre durante el Neógeno.
Esta situación es más favorable para el
modelo que asume influencia de rocas del
cenozoico en adelante. Se considera que la
geomorfología que se observa hoy en día
comenzó durante el Neógeno, durante la fase
compresiva Quechua (Camus, 2003), que es la
que provoca el principal alzamiento de la
16
Cordillera de la Costa (Frutos y Cisternas,
1994). La exhumación de esta
morfoestructura habría iniciado hace unos 4
Ma, debido a un cambio en el modo de
subducción hace 5 Ma atrás (Bangs y Cande,
1997). Encinas et al (2018) señala como
evidencia de este joven alzamiento, la
presencia de depósitos marinos del mioceno,
alzados a la cota de los 400 m.s.n.m. También
la presencia de depósitos fluviales Pliocenos
que rellenan parte del Valle Central y que se
pueden encontrar en la Cordillera de la Costa
a altitudes de hasta 650 m.s.n.m.
Existen datos de un sondaje realizado por
ENAP al occidente de Freire, donde se alcanzó
una profundidad de 2.672 m, interceptando
depósitos continentales que los autores
atribuyen al Triásico, aunque consideran la
falta de antecedentes para confirmarlo. Una
de sus bases para creer esto es la relativa
cercanía que existe con los afloramientos
triásicos de Huimpil y una discordancia que
separaría el Terciario del Triásico (diferencias
en el manteo, del orden de 15° para el
Terciario y de 40°-50° para el Triásico).
Obtuvieron testigos con presencia de láminas
carbonosas correspondientes a carbón
antracítico que tenían entre un 15-18% de
humedad más materias volátiles, mientras
que los carbones de Huimpil dan valores del
orden del 12%. Los mismos autores concluyen
que los depósitos Triásicos de Freire estarían
localmente restringido a esa zona, por lo que
las correlaciones con el Triásico de la Cuenca
de Temuco serían exclusivamente
cronoestratigráficas. De estar las
interpretaciones del sondaje en lo correcto,
estas sustentan la idea de la presencia de las
formaciones jóvenes en gran parte erodadas.
Teniendo lo anterior en cuenta, se utilizaron
datos estratigráficos, de reflectancia de la
vitrinita (tabla 4) y de flujo calórico
provenientes del trabajo de Kuhn et al.,
(2010) para completar el pseudopozo con las
formaciones desde el cretácico en adelante.
Como se puede observar en la figura 6, al
asumir este espesor adicional en la columna
sobre las rocas triásicas, el modelo en base a
los valores y curva de la vitrinita no logra
generar la madurez necesaria para alcanzar
los valores determinados en el laboratorio,
por lo tanto, se estima que las rocas triásicas
fueron afectadas por una erosión cercana a
los 1000 metros. Además, en la figura 7 se
observa que la madurez termal se alcanza
mayormente durante el triásico superior. Sin
embargo, es importante señalar que no
existen pruebas de campo que sustenten la
idea de que las formaciones registradas desde
el cretácico en adelante para la cuenca de
Arauco se hayan desarrollado hacia el
interior.
En el depocentro Humpil, también se podrían
asumir mayores espesores, ya que además de
las rocas volcánicas, existen registros de rocas
sedimentarias marinas asignadas a la
formación Santo Domingo de edad Mioceno
en el margen oriental de la cordillera de la
costa (Encinas et al., 2012), lo cual hace
posible suponer que se depositaran sobre las
rocas triásicas. Sin embargo, a pesar de que
existen pruebas más contundentes que para
Santa Juana, no se cuenta con datos
estratigráficos de detalle ni de reflectancia de
vitrinita que permitan construir un pseudo
pozo de mayor potencia que incluya
formaciones más jóvenes en esta localidad.
Todo lo anterior sugiere que el marco
estratigráfico de los depósitos triásicos de la
Cuenca Biobío-Temuco si bien es claro en
cuanto la definición de ambientes de
depositación gracias al contenido fosilífero y
de carbón. Está pendiente
5.2. Volcanismo triásico
Si bien las formaciones Santa Juana y
Llafquentué-Huimpil presentan marcadas
similitudes en cuanto a edades, litología,
17
ordenamiento y también con los valores de
reflectancia de la vitrinita, existe una
importante diferencia en la columna
estratigráfica, que tiene que ver con el
volcanismo triásico de Santa Juana que no se
refleja en Llafquentue Huimpil. La presencia
de estas lavas, junto con ayudar al espesor de
la columna tienen una incidencia en flujo
calórico de la zona, ya que son indicativas de
una fuente de calor cercana y en general
presentan una menor conductividad térmica
que las rocas sedimentarias circundantes, lo
que podría tener incidencia en eventos
posteriores. Esta presencia de rocas
volcánicas explica que la calibración necesaria
para Santa Juana sea menor en cuanto al
ajuste de la reflectancia de la vitrinita.
Sin embargo, pese a no existir registros de
lavas triásicas en la zona de Huimpil, Alfaro &
Helle, (2000) hacen referencia a la presencia
de interbandeamiento de semi-antracitas
decimétricas con “Tonstein”, lo que es
indicativo de un volcanismo contemporáneo
a la formación Llafquentué-Huimpil cercano a
la zona o a lo menos de carácter regional que
también podría tener influencia en la
madurez de los carbones y no estar
adecuadamente representada en el modelo
para esta zona.
5.3. Litologías PetroMod
Otro de los factores a considerar en el
modelado son la base de datos utilizadas para
la litología. En este punto se utilizaron
litologías predeterminas en el software en las
que vienen configuradas además de la
litología en sí misma, parámetros físicos como
lo son la porosidad y la conductividad termal
de las rocas sedimentarias implicadas. Se sabe
que dentro los parámetros que producen más
incerteza dentro de los modelos numéricos de
las cuencas están la determinación de las
propiedades petrofísicas de las rocas
presentes en el estudio (Ondrak, 2019). Por lo
tanto, la elección de las distintas litologías
dentro de la base de datos es un aspecto Temuco. Salvo los resultados de reflectancia
critico a la hora de generar un modelo de la vitrinita, los demás parámetros si bien se
adecuado. justifican en valores teóricos y estimaciones
de acuerdo con el contexto regional, están
5.4. Flujo Calórico
abiertos a discusión, por lo que variaciones en
El flujo calórico es un parámetro clave en la
los resultados del modelo son válidas en la
calibración del modelo. El flujo calórico
medida que se complementen con nuevos
utilizado en este trabajo corresponde a un
trabajos.
valor estándar promedio en base a un rango
Considerando que probablemente la madurez
de valores determinado en estudios
termal de la vitrinita se alcanza durante el
desarrollados en cuencas con características
triásico superior en ambos depocentros y que
similares a las de este caso en cuestión. El
la potencia de las columnas en cuanto al
hecho de no tener las herramientas para
material depositado durante el triásico es
determinar experimentalmente el valor real
similar en ambos sectores, las variaciones en
de flujo calórico para esta cuenca abre la
la estimación de la erosión determinada por
posibilidad de tener variaciones con respecto
el software estarían asociadas principalmente
al flujo calórico que presentó la cuenca en el
a las diferencias litológicas, ya que si bien el
pasado, lo cual tendrá cierta influencia en la
material sedimentario es similar en cuanto a
determinación de la magnitud de la erosión
composición y estructuras, la presencia de
necesaria para alcanzar la madurez en los
lavas en Santa Juana pudo tener implicancia
carbones. Como se mencionó en el apartado
en el flujo calórico, ya que coincidentemente
de flujo calórico de los resultados, el flujo
los valores de reflectancia son algo mayores
calórico tiende a aumentar cuando se
en Santa Juana y la muestra de mayor valor es
renueva la actividad tectónica de un área
la más cercana a las lavas. El hecho de que
determinada (Stein, 1995). Estudios
para el depocentro Huimpil se necesite una
realizados en el complejo metamórfico de
mayor erosión para calibrar haría referencia a
Bahía Mansa, relativamente cercano a la zona
las diferencias en las propiedades físicas de
de estudio, señalan que precisamente
los materiales de la columna y a que quizás el
durante triásico se desarrollaba en la zona la
flujo calórico haya sido algo menor al de Santa
deformación dúctil y penetrativa que afecta al
Juana.
mencionado complejo, alcanzando facies de
esquistos verdes con temperatura de cierre 5.6. Comparación con modelo de la cuenca
de alrededor de 350°C (Duhart et al., 2001). de Arauco (Kuhn et al., 2010)
Esta deformación se hace evidente en lo Para explicar las diferencias entre los
fuertemente plegadas que se encuentran las resultados para ambas cuencas se necesita
formaciones sedimentarias del triásico, tanto hacer un análisis del contexto en los que
en el depocentro Santa Juana como el ambos procesos se fueron desarrollando.
depocentro Huimpil. Lo anterior, apoya la Para comenzar, existe una diferencia en el
idea de condiciones adecuadas para ambiente tectónico entre ambas cuencas. Se
encontrar un flujo calórico elevado en los sugiere que la Cuenca Biobío-Temuco sería
depósitos sedimentarios. una cuenca de pullapart, lo que implica entre
otras cosas subsidencias rápidas, la acción de
5.5. Resultados del Modelo
esfuerzos que generan una importante
Los resultados del modelo permiten estimar
deformación. Lo anterior tiene como
parámetros numéricos de erosión y flujo
consecuencia un elevado flujo calórico (Allen
calórico para la cuenca triásica Biobío-

18
y Allen, 2005). Por otro lado, la Cuenca de
Arauco se desarrolla como una cuenca de
antearco, que se caracterizan por presentar
flujos calóricos bajos (Kuhn et al., 2010). Lo
anterior explica en gran parte la diferencia en
la madurez termal observada para ambas
cuencas medidas en los carbones, donde se
observa que para la cuenca Biobío-Temuco
alcanzan rango de subantracita y para la
cuenca de Arauco en general rangos de sub-
bituminosos. Otro punto importante de
diferenciación en el desarrollo de ambas
cuencas tiene que ver con su evolución, en el
relleno de la cuenca Biobío-Temuco se
determinan procesos en general cíclicos que
se van repitiendo de base a techo, mientras
que en la cuenca de Arauco desde el Cretácico
en adelante se documentan importantes
cambios de ambiente sedimentario
representados por las distintas formaciones
definidas en la zona. Una representación
global se puede observar en la figura 8.
6. Conclusiones
La cuenca triásica Biobío-Temuco dadas sus
características es más afín a una cuenca de
pullapart, cuya geología se compone
fundamentalmente por la alternancia de
areniscas y lutitas con niveles carbonosos con
niveles subordinados de conglomerados.
Presentó interés económico durante inicios
del siglo XX por la alta calidad de sus
carbones.
Los altos valores alcanzados en el análisis de
la reflectancia de la vitrinita indican que
además de un flujo calórico elevado
característico de cuencas de pullapart (en
este caso 120 mW m-2), necesariamente tuvo
que existir un fuerte proceso erosivo cuya
estimación en este trabajo es cercana a los
2000 metros.
Si bien el tiempo en el que se genera la
máxima temperatura y maduración está
abierto a discusión, correlaciones con la
19
estimación reflectancia de vitrinita permitirán
estimar valores de Tmax cercanos a los 500°C,
probablemente durante fines del triásico,
asociados a volcanismo y a la actividad
tectónica que genera el importante
plegamiento de las formaciones triásicas y
que también es responsable de parte del
metamorfismo del basamento metamórfico.
La posible conexión entre las cuencas Biobío-
Temuco y la de Arauco es una propuesta que
queda a discusión y a la espera de nuevos
estudios que permitan sustentar o descartar
la idea.
La principal diferencia que se da entre los
procesos que se desarrollan en la cuenca
Biobío-Temuco y la cuenca de Arauco tiene
que ver con el contexto tectónico que se da
en cada una de ellas. La cuenca triásica se
desarrolla probablemente como una cuenca
de pullpart que favorece rápidas subsidencias
y soterramiento, lo que a su vez es propicio
para que se produzca una mayor madurez
termal, mientras que la cuenca de Arauco es
una cuenca de antearco, que suelen estar
asociadas a flujos calóricos relativamente
bajos. A pesar de que la cuenca de Arauco
presentaría valores algo más elevados de lo
esperable, pero insuficientes para estar al
nivel de la cuenca Biobío-Temuco.
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 Anexos
Anexo 1.
Columnas estratigraficas de Formación Santa Juana (a) y de Formación Llafquentué-Huimpil (b)

a) b)

23
Anexo 2.
Histogramas de la medicion de la reflectancia de vitrinita.

Anexo 3.
Curva gloval del nivel del mar de Hallam (1992).

24
Anexo 4.
Grafica y curva de la interfaz de la temperatura agua-sedimento ajustado para Sudamérica a los 38° de latitud, según
Wygrala, (1998).

Anexo 5.
Relación del rango del carbón con los valores de la reflectancia de la vitrinita según Taylor et al (1998).

25