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SA

TUR
DAY
NIGHT
THRI
LLER
Y OTROS ESCRITOS
1998 - 2013

Giuseppe Campuzano
Editado por Miguel A. López
Entrevistas de R. Marcos Motta
y José Gabriel Chueca

estruendomudo
08 PINK IT, BITCH!
MIGUEL A. LÓPEZ CONCEPTO, CONTEXTO
66

Y PROCESO
PELUQUERA FICCIÓN/CHISME
EL MUSEO TRAVESTI
74

DEL PERÚ
SATURDAY NIGHT
22 EL MONSTRUO ESTÉTICO
82

THRILLER
90
DE ENGENDRO FABULOSO
MILUZCA 26 A PERFORMATIVIDAD
213 30 CREADORA
BARBIE® 34 PROCESOS DEL ARTE
100

EL GINOIDE
38 SEXUADO, EL CUERPO
AMADEUS 44 POLÍTICO Y LA
46
CUATERNA, TRINITAS, UNA NACIÓN TRAVESTIDA
WELCOME
TRABAJADORA
54

NARCISO 56

TRÁNSITO 58

CHAMANA SEXUAL CALLEJERA/ACTIVISTA


CURANDERA/MUSEXO
120
SUÉLTATE LA TRENZA
62
¿SON SUFICIENTES VOLANTE
124

DOS GÉNEROS? VIHDA


126
RECLAMANDO LAS
128 200
GENEALOGÍA VELADA DEL
HISTORIAS TRAVESTIS FUTURO TRAVESTI
CUBRIR PARA MOSTRAR
144
EL TERCER SEXO EN EL
210

146
ENCUENTROS TRAVESTIS CUARTO PODER
CONTEMPORÁNEOS 216
LETANÍA / TROPO / CIFRA
CON EL GÉNERO Y LA MANIFIESTO EN
220

SEXUALIDAD EN CUATRO ACTOS


AMÉRICA LATINA 232 GIUCAMP
PASQUÍN TRAVESTI
162
236 GIUSEPPE CAMPUZANO: "NO SOY MUJER NI HOMBRE...
LOS GÉNEROS NO EXISTEN"

COSTURERA
CORTE Y CONFECCIÓN/GENEALÓGICA
JOSÉ GABRIEL CHUECA
240 CORPS SANS ORGANES:
ENTREVISTA CON GIUSEPPE CAMPUZANO
R. MARCOS MOTTA
EN TODAS PARTES 170

246 FUENTES
ANDRÓGINA TRAVESTI
178

250 AUTORES
EXCÉNTRICA
¿ES POSIBLE UN 192

BICENTENARIO SIN SEXO?


NOMBRES SUREÑOS
196

COMUNES, AMBIGÜOS
Y POSTIZOS
◄ Giuseppe Campuzano,
A calzón quitao, 2010.
Fotografía: Claudia Alva
"...escribir es querer entender el deseo de transformar la
transficción en transfusión, es decir, es (in)tentar traducir,
transdecir, transgredir, es transignar, sí, transitar entre signos

//PINK IT,
transvestidos que solo se desvisten; signos que pueden ser sen-
tidos solamente a través de la apropiación corporal del otro"2.

BITCH!
Giuseppe Campuzano ha querido contar la historia de nuevo. Contarla
en versión traca y con el rímel corrido. Contar lo que nos fue arrebatado. Hace
más de quince años mientras vestía trajes de lentejuelas, tocados con plumas
Destellos de una escritura traca y tacones altos, mientras saltaba de maricón en maricón, de peluca en peluca,
de salón en salón, Giuseppe iba preguntándose por los parientes perdidos de
Miguel a. López su alegre cuerpo travesti. La pregunta era también una performance. Y una
revolución portátil a punto de estallar. Giuseppe empezó a sacar de su bolsito
plateado una serie de escritos, imágenes y objetos, que había acopiado mental-
mente desde su infancia como un álbum de su devenir-travesti. Ese álbum de
8 Travesti: aberrante, afeminado, anormal, callejero, degene- ficciones recicladas, recogidas de las letrinas del sistema de representaciones de 9

rado, delincuente común, delincuente de alta peligrosidad, de- la mirada heterosexual, dio origen a un imparable viaje vampiro de activismo
lincuente disfrazado de mujer, desvergonzado, desviado sexual, y teorización, de práctica sexual y producción cultural, que no haría nada más
disfrazado, drag queen, elemento antisocial, ente de transmisión que comenzar. Así, sin planes ni estructura previos, Giuseppe se vio juntando
del VIH, escandaloso, falsa mujer, gay, gay callejero, gay minifal- sus estampitas maricas para fundar, entre 2003 y 2004, un fabuloso almacén,
dero, hampón, hojita de té, hombre vestido de mujer, hombre con arsenal y archivo de cuerpos desviados, que él llamaría desde entonces Museo
prendas femeninas, homosexual, homosexual callejero, homo- Travesti de Perú (MTP).
sexual vestido de mujer, indeseable, individuo extraño, inmoral, En todos esos años previos a la fundación del MTP, Giuseppe había explo-
invertido, laberintoso, lacra social, loca, loca callejera, maleante, rado ya las posibilidades de su travestismo, teatralizando la normalidad sexual
malhechor, malviviente, marica, maricatú, maricón, mariposa, sin desparpajo en fiestas, marchas, ferias y galerías. La distancia crítica que
minoría erótica, pederasta, pederasta pasivo, persona de dudosa asume a fines de los años 90 frente al peligro de la domesticación mediática del
conducta, personaje, personaje antisocial, personaje de los bajos travesti en un país en dictadura, la imposibilidad de reconocerse en una his-
fondos, pervertido, pintarrajeado, rareza, raro, ser ambiguo, ser toria oficial con brechas abismales de raza, género y clase, así como el viaje al
marginado, soplón, tercer sexo, transexual, transformista, traves- pueblo de su padre, en los Andes, para disolver su cuerpo en la colectividad de
tista, vulnerable... (sigue en construcción)1.
1
Giuseppe Campuzano, Museo Travesti del Perú, Lima, Institute of Development 2
N. N. Argañaraz, La escritura bajo el signo del travestismo, (Montevideo, MZ Editor, 1990)
Studies, 2008, p.94.
la fiesta campesina, le dieron espacio para imaginar otras formas de interven-
ción. Su compromiso frente a la situación de persecución de una comunidad
travesti proscrita de la cual formó parte, pero también su obsesión por una
serie de códigos vernaculares y personajes históricos con los cuales Giuseppe
no había dejado nunca de fantasear, se cristalizaron rápidamente en un pol-
vorín de preguntas sobre las políticas de la representación de el/su/nuestros
cuerpo(s) raro(s).
Si el primer movimiento de su travestismo (en los años 90) había sido
remedar y trapichear las normas dominantes de género y sexualidad en el es-
pacio público, el segundo movimiento (comenzando el nuevo milenio) sería
una cirugía estética de los sistemas de significación que habían excluido histó-
ricamente una serie de cuerpos en relación a la heterosexualidad dominante.
Giuseppe lo intuía bien: había que canibalizar uno de los dispositivos de disci-
plinamiento político más efectivos desde la modernidad, "una de las promesas
occidentales de verdad más perfeccionadas"3, para quebrar la centralidad de
ciertos saberes y leer, desde la aparente desadaptación, aquella novela que nos
10
han vendido como "Historia". El proyecto del Museo Travesti, a medio cami-
no entre la performance y la investigación documental, colocaría narrativas
corrosivas del transgénero capaces de deshacer los mitos fundacionales escon-
didos en la figura del Estado-Nación. A través de pequeñas intervenciones en
calles y espacios institucionales, el MTP propició tensiones entre los emblemas
del grandilocuente heroísmo nacionalista y esas otras heroicidades minorita-
rias de comunidades que tienen que enfrentarse al orden vigente para seguir
viviendo. Desde entonces sus personajes –vírgenes posporno, mujeres con bar-
ba, andróginos nativos, putas de taco chueco, transandinos seropositivos, bru-
jas bulímicas, heteroinsumisos, y un número múltiple de identidades sexuales
errantes– se convertirían en ese ejército de drag queen guerrilleras dispuestas a
sodomizar los relatos unidireccionales de la sexualidad.
▲ Colectivo "Las Pelangochas" (Giuseppe Campuzano y Susana Torres), Suéltate
la trenza, 2003. Afiche para el Día del Orgullo Gay. Archivo Giuseppe Campuzano
3 ◄ Giuseppe Campuzano, La Carlita, 2005. Objet trouvé. Archivo Giu-
Giuseppe Campuzano, "De engendro fabuloso a performatividad creadora", conferencia leída en el
XIV Encuentro Internacional de Escritores de Literatura y Monstruosidad (28 setiembre - 3 de octu- seppe Campuzano
bre), en el Museo de Historia Mexicana de Monterrey, 2009. Incluido en este volumen, páginas 90-98. ► Giuseppe Campuzano, Diario travesti, (1773-2011) (detalle), 2012. Instalación
de medidas variables. Fotografía: Musuk Nolte
Fue precisamente la impugnación de su propio travestismo lo que llevó maricones representados por los acuarelistas de las expediciones científicas en
a Giuseppe a iniciar esa arqueología visual, histórica y filosófica de sus orí- el siglo XIX. También ha ensayado crónicas que narran el andar de prostitutas
genes. "Yo veo el travestismo como un ritual, como el sacerdote que realiza entre correteos y polvazos, notas de masculinidades deshechas, estudios sobre
una liturgia o como el chamán en las culturas originarias"4. Entendida como derechos de cuerpos cada vez menos humanos, y letanías extraídas de las páginas
alegoría de la máscara, de lo falso, de la copia y el camuflaje, el travestismo de prensa. En todos los casos sus personajes se niegan rotundamente a cumplir el
empezó a servirle como un concepto capaz de dar cuenta de los procesos de rol de víctimas y desdichadas como la norma habitualmente suele esperar de las
colonización, resistencia, hibridación y mestizaje: "entre el andrógino ritual y subjetividades desobedientes. Con mucho maquillaje y sin nada de culpa, estos
los danzantes travestis como mediadores culturales; en el cabello, de ofrenda cuerpos regurgitan la injuria hasta convertirla en un lugar capaz de ser habitado
sagrada indígena y colonial a medio de subsistencia de las peluqueras travestis con gozo, dando paso al "placer perverso (…) de quienes nos sabemos y desea-
modernas; en las plumas que comparten el Inca Manco Capac de la casta de los mos monstruos en la desemejanza"7.
hombres-mujeres, el arcángel colonial y la vedette travesti contemporánea"5. Este libro explora la contribución del filósofo, drag queen y activista Giu-
Pero también el travestismo entendido como una serie de rituales cotidianos, seppe Campuzano al debate sobre la memoria histórica y las políticas de re-
como puede ser la relación entre un cuerpo con VIH y la tecnología médica. presentación del cuerpo travesti. Sus escritos quiebran el lugar privilegiado de
Ingerir el cóctel además de ser necesidad vital es también una forma de habitar la subjetividad heterosexual que ha detentado largamente la hegemonía de la
la historia política del fármaco; la ingesta de pastillas es así vista por Giuseppe construcción de relatos. Y perforan también la perspectiva occidental moder-
como experiencia estética y acto ritual en donde el cuerpo anida en la terapia no-colonial de la sexualidad y las epistemologías del norte, desplazando la dis-
12 13
con el objetivo de alterar el destino de la enfermedad.6 cusión sobre las relaciones entre Estado y disciplinamiento del cuerpo sexual
Esa concepción ampliada de lo travesti –cargada de cuotas varias de humor de la modernidad europea (siglos XVIII y XIX) hacia el periodo de coloniza-
negro– derivó en pequeñas ficciones literarias y visuales, invenciones de sujetos ción, racialización y acumulación primitiva (siglo XVI) y ese naciente marco
transgénero y migrantes, donde es siempre la perra indomesticada del basurero jurídico de ordenanzas virreinales que ya en 1566 intentaría administrar el gé-
–y nunca el maricón jefe– la que tira abajo las estructuras de poder impuestas. nero como un binomio excluyente al prohibir el travestismo en la América co-
Así, Giuseppe Campuzano ha encadenado los deseos de las tapadas limeñas del lonial. Así también, frente a la figura del travesti blanco y occidental que cierta
siglo XIX –presencias subversivas para el control oficial del género–, los cantan- teoría queer anglosajona ha reivindicado con entusiasmo, el MTP excava en la
tes travestis de ópera de la comunidad china de 1870, y las imágenes de negros impureza de los rastros cuir del Sur: conexiones con lo andrógino y lo divino
del pasado, danzas ancestrales y ritos de inversión asociados a la cosecha, o la
proliferación de santos apócrifos y ritualidades andinas. Los textos aquí reu-
4
Tatiana Fuentes, "Entrevista a Giuseppe Campuzano", Archivo Virtual de Artes Escénicas, 2008
nidos funcionan como un archivo complementario de prácticas performativas
versión online: https://artesescenicas.uclm.es/index.php?sec=texto&id=134 (último acceso: 2 de que colocan al cuerpo tránsito como eje de sus enunciados –un cuerpo falso y
noviembre de 2013) prostético, "cuya naturaleza es la incertidumbre"8. No hay en estos escritos un
5
"Giuseppe Campuzano y el Museo Travesti. Entrevista con Lawrence La Fountain-Stokes", Hemis-
pheric Institute E-misférica 6.2 Cultura + Derechos + Instituciones, 2009. Versión online: http://hemis-
phericinstitute.org/hemi/es/campuzano-entrevista (último acceso: 2 de noviembre)
6 7
Así lo sugiere Giuseppe en el texto que acompañó su ensayo fotográfico Dos veces al día (2005) Giuseppe Campuzano, "De engendro fabuloso a performatividad creadora", Ibid.
8
que ganó el segundo lugar en concurso "Imágenes de Vida" sobre la realidad de personas viviendo Giuseppe Campuzano, "Concepto, contexto y proceso. Un museo travesti", charla en Espacio La
con VIH/SIDA. Culpable, Lima, julio 2008. Incluido en este volumen, ver pp. 66-73.
sujeto reconocible, tan solo procesos de mutación y desidentificación donde
unos cuerpos devienen otros. No hay más certeza que sus fraudes y desplaza-
mientos. Una fabulosa realidad emerge desde el propio artificio.
Aun cuando la prosa de Giuseppe es promiscua e inclasificable, se ha
optado por un ordenamiento provisional usando cuatro oficios o conceptos
políticos evocados por el autor en performances y acciones con las que in-
voca a sus hermanas: Peluquera, Curandera, Trabajadora sexual, y Costurera9.
Nociones-oficios como injertos y variantes del trabajo artístico, las cuales se-
ñalan la precaria inserción del travesti en la vida laboral en contextos donde la
patologización de la diferencia está íntimamente asociada con la imposibilidad
de ciertos cuerpos de cumplir con las demandas productivas del capitalismo.
Bajo la luz de estas labores periféricas estos escritos exhiben sus operaciones
subversivas de reciclaje, descentramiento y desvío.
El primer bloque titulado Peluquera es un breviario de chismes, cuen-
tos cortos y crónicas del deambular de prostitutas y andróginos empolvados,
cuya condición fronteriza los desplaza entre el hospital y la cárcel, entre los
15
resultados médicos de carga viral indetectable y la escarcha corrida color rosa
plateado. El segundo bloque, Curandera, presenta una serie de textos autore-
flexivos sobre la labor de chamaneo y curandería de Giuseppe en torno al mu-
sexo travesti, desde sus contrabandos de imágenes de la historiografía colonial
masculina hasta las performances dedicadas a repetir momentos de androginia
nativa y popular, procurando hacer de esos instantes de liberación maricona
un punto donde el pasado se convierta en un presente permanente10. El ter-
cer bloque, Trabajadora sexual, presenta su labor de agitación callejera y loca
activista a través de documentos y registros de acciones efímeras en marchas
del orgullo gay o en piquetes improvisados, donde volantes anónimos, colo-
ridos pasquines y graffitis son las armas de transmariconización del espacio
9
Estos cuatro oficios travestis estuvieron en la presentación del libro Museo Travesti del Perú, en el
Centro Cultural de España en abril del 2008. Las fotografías que abren cada una de las secciones de
este libro han sido tomadas de esta ocasión.
10
Debo esta última idea a Gregg Bordowitz, ver: Gregg Bordowitz, "Repetition and change: The film
installations of Pauline Boudry and Renate Lorenz", Afterall 31, Autumn/Winter 2012. Ver adicio-
▲ Giuseppe Campuzano, Línea de vida, 2013. Instalación del Museo Travesti del Perú en la Sala Luis Miró Quesada nalmente: Miguel A. López, Reality can suck my dick, darling. The Museo Travesti del Perú and the
Garland de Miraflores, como parte del proyecto "eX2periencia", curaduría de Jorge Villacorta. Fotografía: Claudia Alva histories we deserve, Visible workbook 2, Graz, Kunsthaus Graz, 2013.
público. Además, en este bloque se documentan las reflexiones del autor sobre
derechos humanos y políticas públicas en relación con las identidades trans-
género. El cuarto y último bloque, Costurera, presenta la práctica de corte y
cosido de fragmentos como la médula del pensamiento travesti: desde obras
donde expropia citas y referencias de otros artistas, súper-visiones del travesti
del futuro, así como manifiestos para ser recitados por impostoras que hagan
suyo el nombre y el cuerpo del MTP en los tiempos por venir. El libro cierra
con tres entrevistas: fragmentos de una conversación para el programa Hora
20 en febrero de 2000, una entrevista con José Gabriel Chueca sobre la primera
aparición del Museo Travesti en Lima en 2004, y finalmente una conversa-
ción realizada en 2011 por su cómplice y eventual alter-ego travesti, R. Marcos
Motta, donde ambos intercambian ideas sobre la profesión travesti, los archi-
vos sexuales y las memorias insumisas.
Las derivas de esta escritura permiten visualizar mapas disidentes de
producción de subjetividad y estrategias para contravenir los procesos hetero-
normativos que construyen una significación excluyente de los cuerpos. Este
16
archivo de relatos, memorias, crónicas y montajes es también una reserva vital
de contra-ficciones que necesitamos para seguir vivas y resistir a las formas
naturalizadas de dominación y patologización. Se trata de compartir y auto-
proveernos de narrativas sin las cuales sería imposible proyectar cualquier
imagen que valga la pena del futuro. "Vestir al travesti de museo es darle armas
para luchar" suele decir Giuseppe11. Sirva este libro para liberar ese armamento
tóxico rosa y penetrar en las entrañas de esta fabulosa máquina travesti y su
deliciosa e inextinguible escritura zorra.

Lima, noviembre de 2013

► Retrato de Giuseppe Campuzano como Virgen Dolorosa, 2007. Fotografía: Carlos Pereyra

11
Daniel Link, "Historia americana", Página 12, Buenos Aires, 23 de julio de 2010.
CUERPO MÉDIUM Y MIGRANTE
CUERPO INDÍGENA
{INDECISO-INDEBIDO}
CUERPA-PUERCA
CUERPO MESTIZO Y MESTIZANTE
CUERPO TEXTO Y PRETEXTO
CUERPO NACIÓN E INDIGNACIÓN
CUERPO Y NO CORPORACIÓN
CUERPO MÍMESIS-SÍNTOMA
CUERPO POĒSIS-GESTO
CUERPO-CRÓNICO
CUERPO-CRÓNICA
Giuseppe Campuzano
Pinchajarawis
Video, 2011

Fotografía: Claudia Alva / Maquillaje: Germain Machuca


PELUQUERA
FICCIÓN / CHISME
timo escalón chequea una vez más el sus fosas nasales y siembra hongos
make-up en la gran hebilla que remata en su paladar. Compara caspa con
el cinturón de un parroquiano que va glitter, gabardina con látex, badana

//SATURDAY
a su encuentro. con charol. Lo tantea, lo secciona
As usual, sobrepasa en estatura con sus pestañas de papel aluminio y
al grueso de la concurrencia. Ya está cerdas de escobilla para lavar la ropa,
acostumbrada: la gran peluca mora- mientras alrededor se inquieren Li-

NIGHT
do-octubre reconoce el territorio en- bretas Electorales, Libretas Mecani-
tre un mar de pelo negro. zadas y Documentos Nacionales de
Ya ubicada en el centro del juego Identidad.

THRILLER
de luces —amarilla, negra, piel roja— Diosa se dice herself:
cae en cuenta de que el gran amor —Cuando te identifiques, verán
pasado simplemente no ha llegado. con quién se meten.
Pero, ¿y si en el first floor? ¡A por él! Ahora inicia la inspección.
Esta vez no hay toqueteo. El des- Aprueba estaturas, corresponde mi-
censo solitario le sabe a destierro, mas radas, pero en su recorrido sucede

E
22 23
l dospuertas se detiene ante la poderosa luz fluores- Dionisa no olvida el retoque de rigor. algo: las piernas han sido cubiertas
cente. El chauffeur, todo un caballero: abre la puer- Solo luego pisa el último escalón e in- por pantalones, los accesorios-mil
ta, aparta el asiento delantero. Aún tambaleante tras gresa al círculo asignado: triste, pero han desaparecido y, a punta de Klee-
el primer alucinógeno, Diosa estira una pierna fuera del auto. El bien pintada tampoco. Dioniso cae nex y saliva, también el maquillaje.
primer silbido le da fuerzas. La pierna tatuada de aspas asienta en una silla que no hace juego con su De pronto Dionisa se ve rodeada de
en el pavimento la enorme plataforma blue car patpu. Gemela look de hoy. Garabatea una reflexión hombres que la inquieren. ¿Suboficia-
la sigue. Legs de ZZ Top pronto se erigen en las Twin Towers, sobre la solitudine, pero como siem- les u oficiales?
se hacen siamesas, una. Diosa encañonada por el spot, por las pre algo la interrumpe: sorbos de cer- Chaquetas mal cosidas, panta-
miradas, mira su alguna vez auto perderse en la Ciudad de los veza congelados; caras pintadas, pin- lones que no caen, barrigas a diestra
Balcones Restaurados. tadas de miedo; uniformes verdes y y siniestra y potos nada, las Twin
Diosademonia penetra el local de fiestas, no sin antes des- azules (jamás blue car patpu) y frente Towers se hacen cohetes a propulsión
pertar a la vendedora de chocolates, que cabecea insolente sin a ella-él, el Gran Fiscal de la Ciudad, listos para despegar.
soñarla. Constata que el pancake 70’s original heredado no ha por restaurar. —Papeles.
expirado, y olímpica asciende en cuerpo y alma, guiada por una Diosa-una-vez-más asienta el —Por favor —completa Dioni-
salsa impaciente que la impacienta. En el ascenso es pellizcada tacón early 70's, restaura su ser mien- sa impactada—. Aquí están mi DNI
tres veces, una con deseo, otras dos con envidia. En el penúl- tras se da un golpe de hierba, polvea y mi...
El uniformado atrapa el rectán- El serpenteo ha cesado una vez cargado de ello y la han segmentado transformación, y fresca como ella
gulo de cartón enmicado, gira 90º y más. La nueva incertidumbre se ha en dos sub-bandos: los ahombrados y sola se une a la fila de los ahombra-
desaparece entre las puertas de vaivén iniciado, pero esta vez la puerta no las transformadas. dos. La uniformada a cargo la pesca
que burlonas baten sus alas. Dioniso se abre. Aburridos de la vigilia, unos En la frontera, hunos y hunas con el rabillo del ojo pésimamente de-
no comprende, no capta, no entiende. trepan las paredes del vientre-reco- se escupen los más usados insultos, lineado y le espeta:
Ya ni siquiera hay silla compasiva don- lector, otros empiezan una cháchara mientras por los rincones se inter- —Tú, en esta fila —la señala con
de dejarse caer, y ya no es tiempo de cotidiana. Dos son menos creativos cambian experiencias recientes. Dio- su uña rota enterrada en la cutícula.
caer. Aprovecha un freezing de las de y se lían a golpes, una de vaqueros, y sa se ha encontrado con su espejo, Silencio sepulcral. Sonrisas, ri-
vaivén —debido a la ausencia de aceite el contenido del Gran Engullidor se éste la aconseja y, así reconfortada, sas, carcajadas. Las pestañas de las
en sus goznes— y de pronto aparece hace binario. inicia una metamorfosis en viceversa dejadas-atrás se han vuelto anzuelos
minúscula ante el Gran Recolector. Sin Finalmente, la puerta se abre. y se hace dios. y, ya clavados en Dioniso, lo traen de
comunicárselo, los uniformados cons- Ahora el temor muda en terror: lentes Extiende el pantalón camuflado vuelta. Su caída es inminente, Jesús
truyen a su alrededor un ágora en la y micrófonos la han derribado. Bár- en cartera, embute la peluca en algún lo sabe bien. Lentamente retoma el
cual ella es bárbara e inician un man- baro mira su cartera de sobre red-for- bolsillo, quita una pestaña postiza. emplazamiento asignado mientras
tra cada vez más subyugante: sube. real deseando estar dentro, I Dream of Calva y tuerta da un respingo pero, busca sin éxito su polvera. Y así, ni
Y Bárbara sube, primero un ta- Jeannie. Decide por lo único viable, lo point of no return, valiente continúa. chicha ni limonada, se enfrasca en un
25
24
cón tambaleante en el peldaño de que el renovado mantra indica: salta Se quita la otra, los aretes de frutas, juego de palabras con sus enanas ve-
metal, luego el otro. Plataforma sobre sobre cables eléctricos que la acechan, los anillos de flores, el collar de perro cinas, esperando que el cielo se pon-
plataforma, penetra una tierra super- con la cartera de antifaz, y Eréndira y, cuando flora y fauna han desapare- ga color panza de burro, anunciando
poblada, un mar de seres que desco- corre, corre y por tercera vez en la no- cido de entre su cuerpo, extrae su pri- su liberación.
noce. El aire no existe. che es engullida, ahora por la Peniten- mer Kleenex de la noche y por fin lo P.S.: Jesús camina por una do-
En la oscuridad de la Ciudad ciaría Municipal, que maternalmente logra: no está contenta en lo absoluto ble avenida, fumando lo más solapa
Restaurada, el rugido del Gran Re- le abre sus rejas. Dura lex sed lex. con el resultado, Zeus nunca ha sido posible la chicharra escondida unas
colector se abre paso. Ya en su vien- Escaleras, jardines y patios se su predilecto, mas su poder ha de ser- horas antes. La han soltado temprano
tre muchas bárbaras pierden el equi- han poblado de seres nocturnos. vir a sus propósitos. —léase: aún de noche— así que está
librio, se apoyan y se meten cabe en Aquí también hay dos bandos: unas, Aún encaramada sobre las blue en la búsqueda de algún recoveco en
pos de la próxima parada. Stop. La las putas, se han situado en el ala de- car, se abre paso en medio de las que, la arquitectura restaurada para iniciar
puerta se abre y una ráfaga de nuevos recha del edificio; mientras que los boquiabiertas, han presenciado la la próxima transubstanciación.
habitantes inunda el recinto. Son los otros, entre los que figura nuestra
ahombrados: polos de lycra, jeans de heroína, se hallan a la izquierda. Esta
imitación, caras lavadas, musculitos, dizque unión siniestra tampoco es
¡pelos de sólo un centímetro! unión. Los uniformados se han en-
gún edificio del barrio, una vieja llena Ahora estás en esa esquina con
de callos, hijos y cachos pero decente, la Flora, ojalá no estés tan sola como
eructará la frasecita. el diente que perdiste en la batida por
Tengo dos hijos, también padres caerte con tus tacos chuecos, como yo
y hermanos, pero no están, sólo las con esta ropa que no es mía sino de-
Colegas. Como la Pepa que no pue- cente, con estas carnes que ya tampo-
de con su genio y se sonríe desmo- co son mías sino heladas y desteñidas.

//MILUZCA
lada en un rincón. Ella no lo hace de Todas pasan vestidas como de
mala, debe de estar recordando una costumbre: tacos princesa, minifalda
de todas las que pasamos juntas, en la y politos. Dicen que quisieran haber-
Plaza, por estas calles. Si pudiera me se vestido distinto, "para la ocasión",
reiría contigo, Pepa, pero ya no puedo pero la verdad es que no han tenido
y eso es lo que más me duele. ni la ropa ni el tiempo. Además, ¿qué
La Pepa, se puede decir, es mi otra cosa se puede poner una con la
amiga; con las otras sólo comparti- sopa de clima que tenemos? Ya quisie-
mos el título: puta. Con la Pepa es ra estar aquí tirada en ropa interior y
26 27
Las putas, unidas, jamás serán vencidas distinto, es como que vemos unos sin tapa, o mejor calata tirando.
(Parafraseando a Quilapayún) tacos o un hombre y ya antes de ver- Sentada en la única silla del cuar-

E
le la cara presiento la misma codicia. to, otra mujer no me deja protagoni-
n la disco Llegué a la Plaza después que ella, zar ni siquiera mi propio velorio. To-
busco la bola de espejitos a juego con mis uñas me trató igual de mal que a las otras das tienen que ver con ella. Es rubia
desconchadas, girando sobre mi cabeza y la de las pero siempre supe que yo le había paja, y aunque vestida de negro, sus
Compinches, con nuestros pelos de colores innombrables. Ya gustado. Cuando íbamos de compras labios y uñas siguen cubiertos de su
no está. El gordo la habrá quitado por respeto, en sus dominios donde al Almirante, nos demorába- color favorito: el rojo. Su piel es láctea
sólo él podría y tendría la gentileza, sólo él usaría estas palabras. mos en cada puesto mintiéndonos: y su mirada celesta tan falsa como un
Mi cajón está tumbado en medio de la pista de baile. No es "¿Me queda bien?". "¡Por supuesto!". cielo azul para la Ciudad de los Balco-
del tipo que alguna vez vi pasar por la plaza mientras me per- Nos adelantábamos para conseguir nes Adoptados.
signaba, esta madera es más delgada y le clavaría mis uñas sin lo mejorcito.
esfuerzo, pero no puedo. Las camaradas desfilan a mi lado una a Muchas noches en esta misma En andas
una, varias se tapan la cara, como cuando llega la tela a la Plaza habitación terminamos bailando en- me siento como la Sarita, escolta-
luego de la policía, o simplemente desvían la mirada. Siempre tre nosotras, borrachas y hablando a da por la reja anaranjada que cerca la
le hemos tenido miedo al qué dirán aún después de la muerte, gritos, mal de alguien, felices. Plaza. Recogemos mis pasos que son
ya sabes, por lo de "la que mal empieza…". Ahora mismo en al-
En el hostal dejan por todas partes, entre losetas
los de Las Cofrades. Taconeo sindical. des micrófonos y no estoy segura por
le doy plata al Chino. Hoy ya rajadas, llena de tantas primeras veces.
La Vedette encabeza el cortejo, aún qué han venido pero no es por mí. Al
he vuelto varias veces, las suficientes
más rubia bajo su padre putativo el final va el Gordo sudando, primero
para que me diga "putita" y me guiñe Miluzca
sol. Yo en cambio bajo esta tapa me ofreció su discoteca para el velorio y
su otro ojo. Siempre vengo al mismo me han dicho siempre, nun-
eclipso, menguo: fui un polvo y en ahora ha dejado el negocio para achi-
sitio, divisando de lejos esta esquina ca me ha gustado el nombre en mi
polvo me convertiré. charrarse de calor y vergüenza en esta
musgosa que avanza hacia la cuadra partida, mi familia ya puede estar
Tras la Congresista van Las Com- procesión de putas.
entera. Me ha dado el 213, saco la contenta. Me han convertido en un
pañeras, además de varios hombres y Me montan al carro que la Espu-
cuenta mientras subo la escalera y símbolo: la Magdalena victoriosa que
mujeres que nunca conocí… quizás a ria ha traído mientras, allá arriba, el
husmeo las puertas gimientes. El Chi- bautizará hasta una asociación. Mira
algunos de los hombres. Llevan cáma- Primogénito Solar señala el camino
no es legal aunque no es su negocio. velándome a la Susy, esta semana
ras y grabadoras chiquitas con gran- hacía mi última morada.
El Cliente se ha quitado la ropa vendí más periódicos que ella y a eso
solo, es de los repelentes: no ofrecerle no está acostumbrada.
ayuda, hablar lo necesario. Me pongo Me tuvieron varios días en el
▼ Giucamp. Lima, ca. 2000. Concepto: Giuseppe Campuzano. Fotografía: César Delgado
Wixan. Archivo Giuseppe Campuzano en cuatro sobre el catre y, como siem- mortuorio, hasta que Las Adeptas
pre, intento mirar por las ventanas cansadas me sacaron por su cuen-
28 29
cuando me grita: ¡voltéate!, me mira ta. La Pepa dio el ejemplo poniendo
por primera vez a los ojos y me pene- todo su jornal y entonces todas die-
tra un cuchillo entre las tetas partién- ron, hasta Las Ambulantes se porta-
dome hacía abajo. ron con el café para el velorio aunque
no pudieran venir porque en sus ca-
En la morgue sas no saben. Ya cuando alcanzó para
permanezco calata, por primera el nicho llamaron a la Susy y la Susy
vez sobre una camilla. Todo es blanco. también se portó.
Unos guantes me manosean, nunca ¿Quién olvidó pintarme? Menos
había visto un hombre mirándome así, mal me metieron a este cajón en la
como si no me hallara. Éstos llegan aún Morgue, lo llevaron a la discoteca y a
más profundo que mi último cliente: seis cuadras de la Plaza lo bajaron en
aflojan mis músculos, desordenan mis el Cementerio. Ahora tras el cemento,
órganos, tiran casi todo. Tras la mas- maltarrajeados los dos, alguien ha es-
carilla uno dice algo que el otro escri- crito "Miluzca" mientras todos uste-
be en su cuaderno ensangrentado. Me des lo sienten y yo, por la puta, ya no.
SE COMUNICA A LOS PA- II Fase
CIENTES DEL PROGRAMA CÓDI-
GO BLANCO QUE ESTE CONSUL- Algunos pacientes, una vez más,
TORIO HA SIDO TRASLADADO AL ya están allí, junto a la puerta a la al-
SÓTANO DEL HOSPITAL (COSTA- tura de la vista. Otro rótulo cuya de-
DO DEL CAJERO AUTOMÁTICO). nominación esta vez ha sido retirada,
A mi precario sentido de orien- muestra un número el que contradi-

//213
tación le tomó algún tiempo el conse- ce cualquier lógica de señalización:
guir ubicarse, solo entonces emprendí 213. Y es que nuestro consultorio ha
el descenso. Reparé en el pasamanos sido reubicado, literalmente: mobi-
desechándolo simultáneamente ante la liario, instrumental, pacientes, mé-
suposición de bacterias. Me sentía ex- dicos, enfermera, terminalista y, por
traño, esta vez mis manos no se asían a supuesto, ese número que había ter-
una receta que apaciguase mis males. minado por representarnos más que
Ya en los escalones finales me cruzo cualquier código o especialidad, un
con algunos congéneres. Como siempre número que fuera de este mundo do-
30 31
I Fase no hablamos, mas la simple proximidad liente no significa y, sin embargo, nos
me sosegó: aquí es. Pregunté por el refe- describe plenamente.

C
omo ya se había hecho una costumbre, tomé las es- rido cajero a un hombre de marrón que Repasé una vez más el ticket
caleras y llegué al segundo nivel de ese gran mons- obstaculizaba el paso: de frente, en la con mi cita: era el número 7. Ya ha-
truo de concreto denominado hasta ese entonces primera entrada a la derecha. bían transcurrido muchos minutos
con las siglas S.S.P.. A mi paso observé obreros uniformados del A mi paso, una serie de tubos de a partir de la convocatoria pero aún
mismo color de la estructura que ahora alteraban. Mimetiza- distintos diámetros se despliegan en- nuestro médico no aparecía. Cuando
dos, parecía como que ella misma, con gran estruendo, iba mu- caramados a un techo invisible. Un el último de los afectados desistió de
dando en pos de una nueva apariencia. Mientras la viruta y un haz de luz natural infiltrado en medio mirarme, atiné a tomar asiento. Lo
asfixiante tufo a esmalte poblaban mi olfato, me encontré frente de la iluminación fluorescente advier- hice junto a quien tomé en primera
al consultorio de mi destino; el antaño naranja chillón de su te una alta concentración de polvo. He instancia por un travesti. Su protube-
puerta había trocado en un azul que poco a poco iba inundando girado a mi diestra, ante mí los letreros rante cuerpo y su rostro de facciones
las instalaciones. Traté de ubicar mi nombre en el papel coloca- se suceden advirtiéndome sus puertas, inverosímiles, rematado por formida-
do en la bandeja de acrílico transparente adosada a la puerta, uno de ellos reza: Vestuario médico bles pestañas, habían burlado mi jui-
pero la hoja no era lista alguna. (caballeros). La puerta está entreabier- cio a pesar de que un travestido en la
ta, atisbo sin detener el paso. ex S.S.P. resultaba contradictorio: este
era un servicio que se prestaba a per- rrumpida por accesos irregulares de tros dominios se restringían, circuns- tals. En uno de sus reconocimientos
sonas socialmente insertadas, es decir una tos seca. La mayor, entretanto, cribiéndose a esas tres sillas siamesas ha fijado los ojos en mí y también se
con un trabajo, y sería imposible que relataba a un compañero los indicios que nos habían sido asignadas. ha sonreído; yo, una vez más, no le he
alguien ilícito como ella gozase de de su desgracia. Un hombre atavia- Hoy en las mazmorras otros son dado crédito.
contrato alguno. Un niño que corría do de un camaleónico azul apareció los flancos: a la diestra, confiado al
a su encuentro llamándole mamá me entre las puertas de un ascensor que grueso calibre de su urna de vidrio, el IV Fase
apartó de la doxa; ella no era de los hasta entonces yo no había percibi- cajero automático. Mientras aguardo
nuestros, acaso quizá pertenecía a ese do, sus brazos repletos de historias frente a él se han ido alineando adve- Mi turno es inminente. Mi ante-
absurdo grupo de mujeres contagia- clínicas y unos sobres de mayor ta- nedizos de manos ávidas; a la siniestra, cesor ya ha sido pesado y entrado en
das por el marido. maño que posiblemente contenían un cubículo idéntico al 213 compone el consultorio: solos él, el ordenador y
Mis semejantes iban desapare- radiografías o TACs. Marchó hacia con éste una perfecta simetría cons- el infectólogo. Hoy en día mis seme-
ciendo uno a uno tras la puerta del nuestra puerta, los ojos apuntado ®
truida en melapak , módulos mela- jantes, de antiguos incautos han deve-
consultorio, hasta que el repicar de hacia esa cifra como conjurándola. mínicos. El clon alberga en su interior nido en doctos, y en el ágora ya com-
una impresora de matriz anunciaba Se internó y surgió de ella, ya alivia- un consultorio psicológico de estreno. paran sus esquemas, ya anuncian sus
que su consulta había finalizado. En- do de su carga, con el mismo rostro Una mujer ya conocida se aso- índices inmunológicos y virales. Oigo
tonces volvían a aparecer, a veces con impávido para finalmente desapare- ma a su puerta periódicamente, como una a una sus cifras, siempre con el
32 33
una solución; otras, con la misma in- cer por un pasillo que, a la postre, buscando algo que jamás ha de en- golpetear mutante de fondo, y espe-
certidumbre, pero indefectiblemente lo conduciría a nuestro encuentro, contrar. Otras veces decide mostrar- ro con los ojos fijos en nuestro nú-
con las manos llenas de indicaciones, pero no aquí, ya que para entonces se, sonriendo a modo de saludo a mero ese otro traquetear virtual que
con nuevas puertas que buscar, nuevas habría perdido su empleo. algunos de los nuestros. Sin detener me prescriba un algo, cualquier cosa,
labores que prolonguen su tiempo. el paso espeta aclichados holas y qué para afrontar mi actual infección.
Aún no recuperado del haber- III Fase
me trasladado de entre mis sábanas
al banco de madera que ahora me Atrás habían quedado toda una
sostenía, llegaban a mis oídos his- gama de discapacitados físicos prove-
torias muchas veces ya escuchadas, nientes de los otrora consultorios con-
entremezcladas con los sonidos de la tiguos. Sillas de ruedas, muletas y pró-
transformación. Una mujer abrazaba tesis en distintos modelos y estados
sobre su regazo la cabeza de otra más de envejecimiento desfilaban en una
joven. Ésta había terminado por en- procesión sin estaciones, siempre en
caramarse al tablón de una segunda pos de un ascensor lo suficientemente
banca y dormitaba solamente inte- vacío para contenerles, mientras nues-
mus. Crispada, ve cómo transcurren vuelto en una frustrante imitación de
los minutos en su reloj-celular-pc pla- sastre la detiene ipso facto.
ta con flores rosas y lilas. Persigue con —Debe de apretar el botón —ar-
un billete de $10, literalmente pegado guye Circunspecto.
a su mano de hule, a cuanto corpac- —Don't speak Peruvian —desati-
uniformado ve pasar. Boquiabiertos, na Bárbara.

//BARBIE®
no se le acercan. —Ayan sorri, puch de botón, plis
Las ha recolectado una a una. —le réplica él radiante, mostrando a
Ya con su inverosímil carga, rodante la vez su preciado incisivo enmarcado
pero igual a cuestas, se percata de que en platino.
le acaba de suceder lo mismo que a —¿Button? ¿What is it, the lotto?
®
Donatella Versace : ¡sus cremas! Of Dollie XS, en otro esfuerzo su-
course que no se tratan de Lancomes ® premo, presiona el botón que percibe
®
o Neutrogenas , a sus cuarenta y uno familiar. ¿Será también de plástico
ni nunca ha de necesitarlas, pero sí importado? Este le retorna al unísono
algo de silicón por si alguna rotura o una luz roja y sirena intermitentes; la

C
34 35
alzado y pie de látex se han posado en tierra, be- el glitter, que está tan en boga. pobre da un respingo, she's not a bu-
sarla a lo Papa ni pasa por su cabeza: too much! ¡Debe de hacer una cola! Más rrier, not Lorie Berenson!
La eterna neblina no le permite enterarse de nada, minutos. Exasperada aprovecha de Spechless ve cómo su equipaje,
how strange, empero haberle insistido a la azafata del first class: enviar algunos correos-e mancomu- perfectamente empacado por su nue-
creen un efecto invernadero, alguna nueva tecnología, please. nados a su recatafila de agentes, otro va lady-in-waiting Rigoberta, quien
Todas iguales, recluidas en el baño all trip long retocándose el ®
a Mattel y finalmente una llamada a a veces le imparte unas lecciones de
pancake, no se usa. Domésticas flotantes. Betty, que es en realidad la única co- DD. HH, es violado. Muy tarde ofrece
El cielo panza de burro es el mismo, mas ya en tierra el lega a quien teme. Ha surfeado en sus el gran llavero de zirconios, obsequio
desastre es inminente. Barbie aún no la para, se trepa a la ban- webs y definitivamente la cachetea en por su reciente cuarenta aniversario,
da-transporte de estreno en el Aeropuerto Recién-Privatizado calidad, cantidad e impresiones; otro con todas sus llavecitas en tonos pas-
y, plástica, avanza hacia su primer encuentro con un pequeño ®
mail a Mattel con copia, cómo no, a tel. Ante sus ojos se desparraman: sus
tentáculo del Monstruo Burocrático del Tercer Mundo. sus ineptos fans-clubs. pieles auténticas, después de tanta
Mientras oye el inglés jeroglífico de una voz en off que Etty Elkin y Susy Dyson, ubicadas eco-bulla el último grito de la moda;
jadea, moto, busca infructuosamente sus nunca-sabe-cuántas delante de ella, acaban de pasar regias, sus dvds (el propio Circuns ya se ha
valijas pink panther original. Está acostumbrada a dispensers gi- rapidísimo. Nuestra muñeca se apresta encaletado el Die Puppe de Lubitsch,
ratorios mucho más apoteósicos pero de su equipaje ni chus ni a hacer lo mismo pero un hombre en- alucinándola snuff o por lo menos tri-

34 35
ple X); los cds que traía para Keiko —Whatever, please hurry! La vía expresa se acaba, el bólido mano en el Cuarto Mundo, no way!
con todos los mixes imaginables del El fórmula-tico quema sus neu- es recibido por los alcohólicos ester- Las tires made in China han chillado
Music de Madonna, todo Victoria's máticos sin tracción alguna y se tores de una teknocumbia bajo una por última vez, nunca conocerá a su
®
Secret y, por ahora, su mascota pre- pasa el control pero igual le suma carpa animada. Peruvian Cirque du
®
homónima de Basa , de la que se ha
ferèe: el Drag Ken. mentalmente el importe a Barba- Soleil, how cool!, alucina Barbra.
El volumen de su equipaje ha as- rita. Ante sus ojos de sticker, ya en Las calles se van angostando, los
®
salvado; ¡y Di en Meche y Paris! It is
too late, el Ángel ha tocado su Trom-
cendido al doble, ya sólo asmática y la avenida de la Aerolínea en Quie- humores au contraire, niños descal-
peta. Chauffeur, tico y monigote, aca-
rumiando seriamente en proponerle bra, van surgiendo gas stations, fast zos y rapados (¿una freud fashion?),
ban por enquistarse en la reja verde
®
a Glaxo-Welcome una alianza para foods, hostales y casas de juego. ¡El le ofrecen candy sin código de barras,
petróleo que domina la Casa del Con-
®
lanzar un Ventolin con puffs rosas, mundo no estaba tan lejos! Aliviada mientras Caby la posee a través del re-
quistador Analfabeto, más allá una la-
corre al dutty-free a adquirir más ma- intenta acomodar sus largas piernas trovisor y Barbie hace ídem con él en
letas, sólo encuentra unas baratijas articulables en el reducido espacio, su espejito deluxe. va-la-bandera fregada en la pileta ese
que bien desquitan su precio, a estas selecciona un mp3 recién bajado de —Está A-1/ ¿interracial sex? viernes por la tarde, flamea olvidada
alturas cof, cof, lo mismo le da. ®
Napster y mientras tararea inten- —rezan sendas piensa-nubecitas que sujeta con dos ganchos de madera a
Ya de vuelta exige a Circ & Co. le ta ahora una conferencia tripartita: emanan por sus respectivas lunas. un absurdo cordel, mientras una per-
rehagan el equipaje, y una vez más la Kitty y la Boop-once-again. Él ha girado, poseerla de primera sistente garúa la humecta.
36 37
baba asoma por sus comisuras. —Lo zentimoz, loz teléfonoz ze-
Juguete y accesorios son todos lularez zolizitadoz ze encuentran apa-
depositados en la acera. Barbarella no gadoz o fuera del área de cobertura.
®
halla ningún Corvette de alquiler, not Y ella que pensaba decirle Bye-
a damned pink taxi, examina su tenida Kitty por haberle copiado la idea de
y sin pensarlo, qué raro, se monta en los trajes típicos para obsequiarse en
®
el asiento trasero de un Tico amarillo ®
cada Mc Donalds , ella que ya se reía
patito que la ha estado acosando. a little de la bidimensionalidad de
—¿A ónde flaquita? —pregunta Whoop-oop-a-loop. ¡Qué cólera!
el cabman mientras frota con huaipe Han transitado las mil y un aveni-
su luna delantera recien quiñada. das de Insignes Desconocidos, se han
—To the White House, s'il vous pasado todos los rojos, le han menta-
plait —se equivoca el monigote albino. do la madre a cuanta policía femenina
—Será al Palacio de Gobierno y se les ha cruzado. Ya en el Freeway del
serán unos veinte dolarcitos —corrige Tucán enrumban hacía la Tres Veces
y arriesga su Asesino Motorizado. Coronada Villa, ahora Restaurada. ▲ Giucamp. Lima, ca. 1998. Concepto: Giuseppe Campuzano. Fotógrafo desconocido.
Archivo Giuseppe Campuzano

36 37
antepuso. Espejo-espejito, sólo toma ritual; se encarama a las sandalias de
en cuenta el rostro, aumentándolo; el plataforma y taco aguja, sus manos
cuerpo aún sin vestir queda fuera de penetran las pulseras, sus dedos los

//EL
sus dominios, incluso no es. anillos, se clava un arete colgante en
Cabello, cejas y bozo acaban cada oreja, altas dosis de acrílico imi-
de ser eliminados, una pinza hizo la tación hielo frappé, cuando en este

GINOIDE
cara y el cráneo, un afeitador, los dos recubrir algo se descubre. Coge: en
desechables; la lampiña calavera está un meñique la boa rosada con chis-
siendo cubierta por pertinentes pig- pas limón; en el otro, la cartera cua-
mentos de color y finalmente por una driculada en medias perlas y se lanza
peluca peggy sue rosa neón, la cola es al exterior, a ver qué le deparan las
sintética, la peluca ídem, ésta ha des- pocas horas negras que los prepara-
andado el nacimiento del pelo todo lo tivos le han dejado.
que la gravedad le ha permitido. Los
nuevos ojos ya están listos, las fac- 1
ciones reubicadas; finalmente, pincel
38 39
Intro en mano, uñas previamente pintadas, Gina se advierte en su espejito
codo debidamente apoyado, se hace la compacto sabiendo que no es la úni-

S
e ha pegado las pestañas. Las superiores hoy son dos, boca prometida. ca, otros ojos desnudos la desnudan a
con el propósito de lograr el volumen requerido; El ginoide gira: vis-vis Madre y través de un nuevo espejo, el retrovi-
previamente ha debido de fijar una sobre la otra, así Sobrina, brazos en ángulo recto, pal- sor, pisan el pedal y Gino siente sus
se las chantaba de una sola vez ya que el pulso no era su fuer- mas extendidas hacia el sol, soplan la vértebras enderezarse cual tapa de un
te. La pestaña más larga es plateada, tejida con hilos de papel escarcha ala de mosca para trabajos tacho que se abre. Cuatro ojos par-
metálico; la negra es simplemente sintética, dispuesta bajo la manuales. Ésta lo va impregnando en padean unísonos: reflejo y él, luego,
primera. Las pestañas inferiores combinan los dos tipos de ma- su andar, cada milímetro de piel, cada los 3D ya a solas, se abalanzan sobre
terial, pero el papel metálico viene ahora en degradé, de dentro final de pestaña, confeccionando esa el conductor. Profundidad congelada
hacia fuera: cholopink-mix soda limón, el pelo industrial negro aura inexistente, destellos rosa y pis- lo ciega con sus brillos, nuevas notas
va entremezclado. Parpadeo: profundidad-resplandor, resplan- tacho; semáforo ideal. emanadas lo atan con su hedor.
dor-profundidad. El vestido, cascada de lentejones -Al final de la autopista hay un
Está completamente desnudo, tan sólo cubierto por Shali- rosáceos, lo enfunda hasta las ca- grifo 24 horas, necesito que se deten-
®
mar , apesta a vainilla; había elegido una bata en peluche palo deras, las medias panty perladas en ga para comprar película para fotos,
de rosa para mientras se maquillaba, pero el pánico al sudor se sentido contrario cumplen el mismo ¿usted cree que tengan?
Con la puerta trasera izquierda El auriga, ahora fotógrafo profe- Ya casi lo ha olvidado, Gina-una- que han dado las doce, sólo el tiem-
aún en la mano, emerge toda rosada sional, la ha plasmado en cada rincón vez-más está en el flirting; de pronto po suficiente para llegar a casa antes
del taxi amarillo patito. Despacha- de su vehículo de tecnología japone- siente una pulsera que no es suya ce- que el sol, para poner el cassette en
dores y clientes la percatan, el olor sa, hasta Greta Vampira le hizo una al rrarse alrededor de su antebrazo. Es la reverso y, ya solamente Gino, estar
a gasolina en sus tres variedades: timón y todo: cada rojo una escena, mano de un Segundo Vigilante que la listo para el desayuno dominical.
85, 90 sin plomo y 96 casi vencen al los verdes solo treguas, la producción. encara, ora el Único, Gina-gino resiste: Abre su cartera y se da el último
®
Shalimar carísimo. Mas Gina ya ha El último stop: idilio finalizado. Gino aletea, se frunce, le pestañea, mas final- polvazo, el único de los tres que le es
empujado el portón transparente del se deshace de la portezuela que esta mente es conducido, ausente de carga- posible y entre el vaho Cinderella-
mini-market que ahora la enmarca. vez le toca mientras saca una pata dores ni sinfín, a la Administración. calabaza desaparece.
Algunas plumas fluorescentes señalan completamente glaseada observando Frente a frente con la Regenta,
su recorrido, pero Gretel ya ha pene- la Gran Flecha de bombillas tuertas (sólo un decir ya que ésta le llega al 3
trado la casita de chocolate. que le indica el camino de entrada. ombligo), Gino-gina denuncia el mal-
La dependienta intenta colocar trato, se torna kantiana, sabe que esta Los taxis no paran, una de dos:
la película infelizmente, su visión no 2 mujer es de su cofradía. Tras los ar- o no están de servicio o la creen en
entrenada en la nueva golosina que gumentos y promesas de expiación la servicio. Gino arropado en su boa ya
acaba de penetrar su búnker, se nubla; Por entre los comensales, Greta- Guadalupe es redimida, sólo ha sido incandescente, se precipita tip-toe, ya
40 41
Greta no se queda quieta, fustigando más-vampira-que-nunca fluye sobre la una estación, la procesión reanuda. a un lado, ya al otro.
con todos y cada uno de sus lentejo- banda imaginaria en andas hacia el ara- Segundo pide disculpas, sus buenas Al fin sus plegarias son escucha-
nes-reflectores tamaña desatención escenario, no ve nada con sus anteojos proporciones lo asisten, la Lupe lo das y uno se detiene.
pues su brujeril propósito es el de mosca para sol pero así es más in, cuan- bautiza fotógrafo, siempre segundo. Antes de que cambie de parecer
trocar el rollo en huincha, tirar de la do se los quita ¡yaz! plataforma sobre El pacto: fotos, fotos, fotos. se trepa y entonces lo ve: es negro y
lengüeta y estrangular a la intrusa, plataforma, ya se sabe las coreografías, Piropeada, adulada, loada, Lu- ella ya es Billie Jean.
suspenderla en el lugar menos privi- el vj tiene el vídeo insertado con Greta- pita ya es un monstruo mitológico Viajan en silencio, el único con-
legiado del mini, paralizarla. otra en 8mm., el spot las destella, la gran pero de sexo nada, se toma todos los tacto son la mano derecha de él y la
Post data: no se la come porque bola de espejitos ya no puede detenerse. tragos, se fuma los cigarros, se mete rodilla izquierda de ella, ambos pe-
es una bruja bulímica y vomitarla se- La puerta del retrete se ha abier- los tiros, se empolva, esta vez la faz leándose la palanca de cambios me-
ría demasiado para sus nervios. to, situación y posiciones no pueden no la ñata, se peina, se aburre como cánica, literalmente: embrague bajo
De pronto Hansel acude al au- ser más incómodas, mientras el parte- ella sola. zurda de él bajo zanca de ella.
xilio. El uniforme le ayuda a cumplir naire se hace humo Vigilante la juzga. Sentada en una mesa dizque Enrumban por la avenida doble
con su deber, clava diente en ranura y En un reflejo Gino clava sus agujas en para dos, tiene esta vez como acom- del Mártir Suicidado, ésta se hace ca-
graba para la posteridad a la Garbo y el piso empozado y da un portazo: no pañante al reloj de pared inca-kola- lles y éstas pasajes, por lo de cortar
sus congéneres en color asa 800. puede argumentar sin retocarse. da-la-hora, hace millones de tic-tacs camino. se internan en la Vía Expresa,
déjà vu: avenida, calle, pasaje. El auto- -Dónde puedo poner mi arma.
motor se detiene. -Dámela -el contrincante le mues-
-Ahora a seguir trabajando. tra una pistola más negra que su piel.
-No, ya me voy a descansar. Ya recuperada Sugar Ray Billie lo
-Entonces por qué no descansa- recorre, lo arrastra hacía el tapizón de
mos juntos. más allá, en la posición tradicional no
-Ya pues. practicada hace milenios, siente cómo
Las luces del auto se apagan, el meneo le arranca y devuelve su pe-
el letrero de taxi es retirado, Billie luca time after time mientras su torso
desciende, Michael, ya todo un Mr. desnudo sufre las consecuencias que
10 1/2 inches, también. Las dos si- Gino deberá afrontar los días siguien-
luetas se desvanecen ante el umbral tes. Siente cómo la saliva disuelve los
de la puerta. pigmentos y la cola, como la claridad,
enemiga acérrima, inunda la estancia
4 mostrando impávida sus chaires re-
gados a diestra y siniestra, mientras
42
Frente-a-frente-ahora-sí, se a- Michael-una-vez-más hace ídem con
rrancan las prendas entre la penum- ella precipitadamente.
bra; las de él caen suavemente, las de
ella son algo más serio: desvanecer Epílogo
cartera y boa, aventarse de las plata-
formas, erradicar el vestido, extirpar La señora de la limpieza cumple
las panty hose, ¡pan, pin, pun, casca- con sus labores, entre los sillones halla
beles!; todo sin estropear el maquilla- una pluma rosa, cavila un momento.
je ni suprimir la peluca. En el trans- Sólo entonces la deposita en el inte-
curso Ola Ray percibe algo, sólo por rior de una gran concha que se abre
esta vez demasiado duro. sobre el altarcito familiar.

► Giucamp en Vampiros. Fotografía: Claudia Alva


pa sentados frente a frente a bordo del el hermano primogénito de Amadeus.
gran sillón, conversan largo y tendido, El desconcierto se aúna al interés.
plenos en la seguridad de su ausencia. Comen juntos una pizza en el res-
Pietro se introduce en la cama de taurán del barrio, los tallarines al hor-
Amadeus, quien lo acoge percibiendo no a la mesa de su comedor, elabora-
su temor por entre la penumbra. Pie- dos por la encargada, y unas galletas de
tro se acuesta muy cerca junto a él. El vainilla con forma de rombo cubiertas

//AMADEUS
sueño conquista a Amadeus una vez en chocolate negro, mientras miran te-
más. Sólo entonces Pietro inicia un levisión en el cuarto de Amadeus.
descenso pretendidamente impercep- Viajan en ese Volkswagen por
tible, mientras su otrora sentimiento esta misma carretera, pero en el senti-
muda a deseo. do contrario. Inmersos en el habitual
Sentados a la mesa en una de paisaje, conversan, convienen y ríen.
tantas cantinas, Amadeus refiere so- Sólo después se miran frente a
bre su madre y sus orígenes a un aten- frente.
to Pietro que lo observa a través del —Será mejor que te tomes un
44 45
to daddy ámbar de esas botellas de cerveza que taxi, no vayas a llegar tarde.
se suceden entre los dos. Es en ese —Pero tú, ¿qué vas a hacer?

V
an por la Carretera Central. Van en silencio. Ama- transcurrir del alcohol que Amadeus —No te preocupes.
deus pensando en cómo hacer para llegar al tra- cambia la persona de tercera a segun- —Chau, papi.
bajo, tan temprano como de costumbre. Pietro no da, y Pietro pasa a denominarse Julio, —Chau, hijito.
piensa, todo él está aún repleto del fastidio por haber madruga-
do. Grandes camiones adelantan al Volkswagen naranja mien-
tras el frío invernal se cuela por la ventana de Amadeus, abierta
de completo.
Un chirriante sonido irrumpe, repetido enésimas veces en
el lapso de ese instante. Le sigue otro, éste seco. Es el freno que,
en un reflejo, Amadeus imprime con su mocasín derecho lus-
trado al espejo. Frente a ellos la luna delantera hecha añicos les
muestra el paisaje inusitadamente nuevo.
Amadeus recién llegado a almorzar, observa a través del
vidrio catedral de la puerta de su sala a Pietro y la Muñeca Cres-
en seis modalidades que, imperioso, La Trimurti sortea airosa el filtro
la reclama. ¡No way! de la entrada, no obstante Tanga ha
Ha debido apearse de los cothur- sido requisada de su videograbado-

//CUATERNA,
nes, mas no puede evitarse el gusto de ra portátil. Pietà hubo sugerido que
descender cual efigie sobre ellos. Los la incorporase a su tocado, pero con
estrella contra cada uno de los dieci- esos supernatural looks ni modo. Aún
séis peldaños de escalera, incluso a en una U.C.I. subconsciente, bien bu

TRINITAS,
riesgo de despertar a las consanguí- ascienden a un segundo piso y se fu-
neas. Tactac, tac... tac. Tac. man el joint recientemente confeccio-
Ya enfundadas en el auto de al- nado. Ya en un tercer nivel, ¿cómo lle-

UNA
quiler, esas tres ahora son mercancía garon allí si no hay piso? Van glotonas
en vitrina. Cat Woman se mea en el tras el spot. Volátiles, surcan el nuevo
Manual de Carreño acomodándo- mundo a sus pies; aerodinámicas, la
se adelante; Tanga y Pietà, piconazas vista es inmejorable; sutiles, los pun-
pero en protocolo, se han montado tos están al alcance de la plataforma;
detrás y, en venganza, se hacen fotos etéreas, el sudor a raya.

D
46 47
os de sus compinches han caído en la trampa esta a diestra y siniestra ignorando a Cat Empero la felicidad no es para
noche. Luego de 3 horas 59 minutos de make-up in a Hot Tin Roof, que ronronea sin siempre y pronto Pietà es ubica-
session, las sonrisas son ahora rictus, la amigable siquiera percatarse. da por una de sus camaradas del
cháchara ha devenido en insultos. En un descuido enciende el Están arribando a la Nueva Dis- high school...
ordenador; su uña meñique, aún húmeda de acrílico se adhiere co cuando el taxi driver no-acreditado Debo acotar ipso facto que "ca-
al power. Powerless las mira. Primero a una, abanicándola con se detiene en seco a media cuadra del marada" es un término seventies, y
su pestaña derecha elaborada con patas de mantis. A la otra la recinto pertinente, dizque es contra. yo, adjunto mis certificados de estu-
®
deslumbra con su vestido de lentejitas D’Onofrio dispuestas Pietà no lo acepta: dio, a las pruebas me remito: he cur-
por colores en rectángulos divididos por gruesas líneas negras. —You must give a round! sado mis estudios secundarios en los
Fríamente calculado el software se ha instalado, así que resigna- Entonces percibe un fallo en el air eighties, ochentas, la generación X,
da hecha a perder otra de sus art nails y cliquea en el ícono de conditioner. Cat y Tan, traidoras, han el no future y todas esas cojudeces.
®
su QuickCam 5.2. abierto sendas puertas disponiéndose a Arribé postrera a todos esos Velaz-
Pietà, mondriánica ya habita dentro de la pantalla. Se res- bajar. La traicionada gira la manija y su cos y Morales Bermúdez. Nada de
triega contra el lente en nuevas dimensiones del close-up, com- puerta cruje ya entreabierta, arriesgando fe de erratas póstuma. Rectificación
pone aspas de molino. Mientras intenta un remix del baile de el bombé recién batido a la intemperie inmediata. Su atenta y segura servi-
San Vito, es arrancada de sus espasmos por el claxon-alarma nocturna. No le queda otra que bajarse. dora. Pietà.
... por una de sus classmates del es su fármaco, pesadumbre y alivio se despacha a hincarle su primer ta- atronador en el hi-fi del de alquiler.
high school. ¿Okay? simultáneos, y así como la trajo, así lón mas ésta estalla. Un colosal cubo El Triunvirato, ya casi sordo, bebe su
—¡Qué ha sido de tu life! la va alejando. La obtusa voz de la ex emerge de entre los escombros. Las brebaje, perfecta mezcla de miedo y
—Hace rato que te sonrío con fraterna se va extraviando a sus oídos, boquiabiertas hermanas, divididas deseo. Posesas, glam-glittered, pesa-
mi incisivo derecho engastado en oro, a la par inundados de una celestial por la catástrofe, lo observan sin pes- dísimas, horadan sus ventanas. Testas
bien Dita. Te tuerzo la mano que ni mezcla remezclada. Cuando pone un tañear. ¡Titán! cual tentáculos escudriñan uniforma-
Miss Tanga. Te señalo con mi uña re- pie en la pista de baile ya es nueva- Su teloncito granate deja entrever do o civil, bípedo o motorizado, dis-
cién diseñada y nada. mente una composición maestra, to- la silleta encañonada por el estático puesto al ultraje. Pirañas, mendigos y
—¡Es que sin el uniforme estás dos los rectangulitos en su lugar y de lente: interesante. Su metálica facha- vendedores se evaden.
irreconocible! fondo Deee-lite. da exhibe resultados contundentes, De nuevo eyectadas, yerran por
Para Pietà ya era tarde. La lógi- Tanga y Catwoman, cíclicas, ¡hmm! Su ranura aguarda golosa re- la Avenida del Mártir Suicidado sin
ca aristotélica está de vuelta y el spot le han dado el encuentro. El Ojo de zando en grandes letras de molde: siquiera saberlo; un monumento gre-
vuelve a decidir. Es enfundada en el Dios las ha visto parir ese trébol per- S/. 7.00 Nuevos Soles. corromano surge fluorescente a su
®
uniforme, de Polystel of course!, aun- fecto: Delovely, degroovy, divine. Peace Las Tríatas se miran entre sí, no paso. Ya están por entrar cuando el
que plomo al fin. El bombé es deca- & love, de a dos, seis dedos delinean pronuncian palabra pues quedaría rabillo del ojo premonitorio las vira
pitado y en su reemplazo va un corte unos ojos cleopatra, ¡Watoosi! Las registrado. Cierran esos seis ojos y, siniestras y una inmensa saeta empol-
48 49
escolar de raya al costado a punta de manos, ahora remos, ensayan estilos telepáticas, hacen un pacto de bru- vada las induce al interior del bruno
®
Glostora azul, blue velvet, ¡jamais de nado ornamental. Todas son Uma jas: Volveremos. cubo que advierte.
pairs! Ya van diez centímetros menos. Thurman en manos de un Travolta(a) Echadas a los leones, la Tríada
Las platform han sido sustituidas por Pulp Fiction, ¡Shag dance! ∞ y su auditorio son cómo el agua y el
unos tremebundos top siders que no La procesión, ora pesadumbre, aceite. Tanga oculta su desnudez, Pie-
son ni taco 3. ¡Ya van veinte! Diminu- las aísla de sus fanáticos, encaminán- Momentáneamente fieles han tà se traga todas sus lentejitas. Una
ta, lamida y seriada descubre, camino dolas hacía el orificio excretor. Time detenido el tráfico. En medio del par- grey azabache las acecha incrédula.
al colapso, que en el lugar del corazón to go. que automotor, ya frente a él, no se
ostenta un enmicado rectángulo ama- Otra vez a la intemperie, sellada lo pueden creer: Taxi Driver #2 está ∞
rillo y rojo de antojadizas formas. ¡La previa por si las moscas. Tanga des- como quiere.
insignia de su Unidad Escolar! enfunda a la ex presidiaria. La Terna La Avenida del Viernes Sangrien- —This is the Dark —corea
Sujeta al suelo por las top ve en pleno le pide disculpas. Marchan to las vomita por el Freeway del Tucán; amenazante.
cómo sus intimas, ya también mate- por la avenida que surge del Hostal de el motorizado es el Match Cinco y él, Las cabezas se hacen formida-
rializadas, corren con mejor suerte. ®
Tres Distritos, Súper Ocho las acosa. Meteoro. Se quita el casco develando bles hongos apuntalados con laca,
Trata de alcanzarlas y un hombruno Cat, fellinísima; Tan, hilos dentales; que la mohicana cabeza De Niro le ha sombríos tules cubren sus entidades
mar se lo impide. Mas esa procesión supertops vadean la pasarela. Pietá sido transplantada; Bon Jovi palpita modelándolas con remache e imper-
dible. Tres distintos modelos Chop- Yermísimas como sólo ellas cua- con el look de ese instante. No sin di- Desahogadas y nuevamente sis-
®
per han vestido los pies ahora en tro, una a una trastrabillan contra la ficultad dividen el monto y finalmen- ters, la Cuaterna desecha al causante
punteras de elfo. Investidas por los acera rota. Muertas de frío, sus ocho te le depositan siete relucientes mone- de su última crisis. Pietà abre su car-
banshees, sus entrañas convulsionan apéndices superiores inquieren por ditas de Un Nuevo Sol. La ranura les terita de hule fucsia con ribetes oro
al ritmo de las guitarras plagadas de un remisse: Shiva diva, Charlie’s An- vomita dos, indignada, pues no cuen- óxido y extrae el tercer paralelogra-
efectos. Vírgenes tribales se tributan ®
gels (Cherryl Ladd included). tan con el peso requerido; es decir, mo de la faena: la Olympus Digital
una y otra vez a Harmonía, quien lés- Las rogativas han surtido efecto: son bamba. Los Puntos Cardinales se Camera C-960 Zoom. Con la uña
bica las posee. un coche de alquiler se detiene en miran no sé si asqueadas o perplejas y pulgar milagrosamente indemne, li-
En un retuerto, Cat Woman ha ®
seco. Es un Tico infimísimo. Incier- en silencio las reponen. Ahora sí que bera al lente que priápico irrumpe,
descubierto a la cuartogénita: Vampi- tas se miran una a otra; improviso la no hay cabida para éticas; en tropel se echando abajo cualquier calificativo
ra. Trinitas la acoge transmutándose. primera tos, disemina todo titubeo. apelmazan dentro el recinto. Son to- de pocket. Alguna debe de sacrificar-
® ®
Ventolínes , Ventides y todo el ar- das dientes, ¡pow!; se roban la cámara, se, al menos por turno. Nuevamente
∞ senal en mano. Se dan una buena ¡pow!; ensayan sus mejores ángulos, Trinidad, ya danzan de larga túnica
inhalada antes que el asma colecti- ¡pow!; alguna lanza un alarido, la han recogida en una mano, las Horas; ya
La liturgia se reinicia. El cua- va cunda. Vampi se da diez para su- pisado, ¡pow! se cogen por el hombro, las Gracias;
drivio sincrónico es cada vez: un plir la cannabis sativa en su sangre. Magulladas y neurasténicas el flash las congela mientras hilos de
50
signo de más, un aspa, un molinete Rewinding se hacinan en el Tico ® aguardan los resultados a boca de agua surgen de sus frentes, erosio-
51

y una esvástica. color dorado conserva. Sus rostros urna. Transcurren los segundos, nándolas perezosamente. Áglaye y
Una mano ajena desentornilla de recobran los arreboles dieciochescos tic-tac y no pasa nada. Ya peleadas Eufrósine oyen como Talía, su propia
la estructura a una de las elegidas, la de la discothèque. Vamp, obviamente, de alma con el cubículo y cuando la hermana, da un paso adelante y ya ni
cual iconoclasta le sigue. Es un single persiste marmórea. primera se le echa encima, un retor- cascada ni flash, espeta:
tenebrosísimo pero ellos dos ya están No han olvidado su alianza. tijón expele esas esperadas cuatro —Para todos mis chidísimos
en Broadway, Ginger and Fred. Él tra- Number Four, trompa encajada entre impresiones: Dieciséis divas para el ®
fans. ¡Arrasando !
jina por las paredes de espejos, ella índice y cordal, apalabra lo que sus recuerdo. Silencio sepulcral.
vuela congelada, imanes de atracción frattas le piden. En viceversa han re- —De ninguna manera te lo va-
y repulsión alternas. En una de esas, montado al Tucán y ya en la del Vier- ∞ mos a permitir, Talía sin H; ni por-
Pietà propulsada más de la cuenta, nes Sangriento avistan su objetivo. que esa se haya casado con el Tony
es expelida pulcramente, guiada por Ya libres del no agraciado, los —Mi performance es soberbia. ®
Motola de la Sony . Además se ha
la siempre presente Gran Saeta. Los Cuatro Vientos resoplan nuevamente —Hay telegenias y telegenias. desencajado una costilla y nosotras
otros tres tifones la prolongan preten- ante el Polígono de Metal que no va a —Yo tengo el copyright de hemos sido manufacturadas en Italia.
diendo pillar a su paso algún punta- ser, esperaba su retorno. De inmedia- esa mueca. ¡Somos bellezas renacentistas, por el
cho. No lo consiguen. to extraen sendos monederos a juego —¡Vampira no retrata! amor de Dios!
Una mejilla de nuestra oveja ne- —responde Pietà, sin desentrañar cómo
gra es bañada nuevamente, esta vez hace semejante espécimen para caber
por una lágrima que surca el pancake en el autito modelo caja de fósforos.
a punto de expirar. Se restaura la des- —¿Dónde vives? —propone El
vencijada costillita, sólo rogando en Hombre mientras la desarma con una
silencio que la punición no la bautice blanquísima sonrisa que destaca su
como Adán. mate piel café.
A punto de la estabilidad, Pietà A estas alturas, Pietà ya no hace
avista el vehículo sobreparado en la sinapsis; ha olvidado que alguna vez
autopista. fue cuadrilátero perfecto, Santísima
—Otro Tico . ® Trinidad. Más allá del bien y del mal
Azuzada por las cofrades no obs- se encarama al auto. ¡Pero si es el de
tante, da un taco adelante, mas antes Penélope Glamour! Viajan sin decirse
del segundo gira unos 180° y mira a palabra. Ya frente a frente, en el um-
Cat Woman en los ojos. bral de la morada, comprueba que a
—¡Dame mi cámara! pesar de batido y coturnos, Él es más
52
—Yo te la guardo. No te la vaya prominente. Autómata, desactiva
a robar. alarma y alambrado eléctrico y, en
—¡Es lo único que tengo para su último atisbo de lucidez, rompe su
pecharle! penúltima art nail contra el broche de
Ahora completa el círculo con los oro para esta noche: el de la puerta de
otros 180°. Tac, tactac, tactactactac... garaje levadiza.
—¿Qué tal tu Saturday Night Ora sí se despide de su última
®
Thriller ? uña, quebrándola contra el botón
—Taxeando. ¿No quieres que te postrero. Y mientras mi retina codi-
lleve a algún lado? cia sus ya difusas siluetas, mis labios
—No sé. The night is young espetan: Eva, no.

► Giucamp. Lima. Fotógrafo desconocido. Archivo Giuseppe Campuzano.


—Vámonos a la casa nomás… No me —¡Vamos a otro lado!

//WELCOME
siento bien, debe ser la bebé. —Mámala de nuevo, para que se
pare.
(1983) —¡No seas así!
—¡Baja, baja! Aquí en el techo hay un
—Chúpamela. sitio.
—¿Y si suben?
—A esta hora no hay nadie. (1997)
—Es que…
—¡Chupa! —¿En qué piso está Medicina Interna,
—… compadre?
54 55
(1969) —¡Toda, toda! —Es en el primero, señor, en la Zona
—No te lo bajes… Oeste.
—¡Entra nomás, hija! —¡Sigue! —Y yo que me fui hasta arriba. ¿Por
—Nunca me voy a acostumbrar… —… dónde me voy?
—Ese es nuestro problema. —¡Párate, párate! ¡Rápido! —Joven, de aquí se va de frente no-
—¡No seas así! Me acabas de decir delante del juez que ya no —¡Buenas! más hasta llegar al primer cruce, de
había problema. —Buenas. allí dobla a su derecha y le da su pase
—Está bien, no he dicho nada. —… al vigilante. Ahí nomás está.
—Nunca dices nada. Ese es tu problema. —… —Gracias, señora. Pero no tengo
—¿Sacamos a los chicos y nos vamos a un restaurán? —… pase…
—… —Permiso. —¡Uy hijito! Háblale pues.
—¿Está bajando? —… —Gracias. Buenos días.
—Sí, señora. —Ahora si, bájate el pantalón
—… ¡Rapidito! (2002)
—… —No…
—Buenas tardes… —Ya no sube nadie. ¡Franco! FUERA DE SERVICIO
//NARCISO seccionándolo. Digita la T de Always
on Top, santo remedio.
La bizquera de los tres agra-
1 al fin y al cabo. Transa y rechaza
instintivo, no hay espacio para perfi-
les. Arremete. Lo rechazan y transan,
va, perturbando la euritmia de los monitores que lo pueblan. Reenvía
círculos concéntricos. U acecha sin sistemáticamente mensajes intactos,
contemplaciones. X alterna fluctuan- sin responder. Iniciada la exhibición,
te. L inspecciona, sin pretenderlo, calcula el cuadro, desenfoca, congela

T
cuando incoherente se pone de pie, el detalle. Mr. Heels salpica sus san-
56 57
ransita de cuarto en cuarto, escrutando cada cáma- empotrándose con todo lo que tiene. dalias. God-shave-queen prosigue
ra visible. El tiempo real transcurre nefasto mas su Una vez más, la silla le sobra a X en con su espalda. El pop-up continua,
reflejo no lo registra, la opción ha sido desactivada. el sucederse de posiciones. L, tabi- se extingue y bulle. Él persiste en su
La luz de vieja lo inunda, retoca, perfila, y así es clonado 6, 28, que, cabeza de X, tabique. Reacción rutina sin final, sin caer en cuenta.
496 veces. en cadena. Gemidos en cinta, reales. Escupe, se acomoda, abre la
Puerta que sella, el segundo flanco ha sido ocupado. Patea Chirriar de bisagras y patas de silla. puerta.
la silla, haciéndose espacio en el cubículo austero, se embute. Un inmóvil mocasín de U enajena Su imagen colapsa, autoconge-
Tercera azota cuando la hipóstasis se dispone, U, X, L. Mientras, la mirada de X, un opaco charco lo lándose en todas las reproduccio-
3 Mirway™ de 11" proyectan la misma función impertérrita. refleja. Y ese algo que se dijo, viaja, nes, incluyendo el propio espejo.
Cinturete, arnés, medias, portaligas y tacones lo estrangu- sin respuesta alguna, por el infinito Las ventanas conquistadas se cie-
lan pero arman. Él apura un ritual sintético. Suelda 4 pestañas, de los círculos conectores. rran en tropel mientras un anun-
2-2, arriba-abajo, en torno al globo ocular. Ya tiene ojos. Ta- Accesa al cuarto. Arranca un cio del Ministerio Transnacional
túa el orificio fónico. Sus labios. Pigmentos que antagonizan su pop-up incesante. Nudillos resuel- de Energía en PANTONE 185 CVC
piel. Canjea pobreza de calidad por más cuadros/minuto. Sufre. tos tocan a su puerta. Pacta con Mr. 2X™ tiñe el silicio.
Para cuando su espejo digital lo devuelve, todo queda olvidado, Heels. Tenemos, 2 matemáticamen-
incluso ese nuevo él. Mensajes Tinkerbelle se les interponen, te, 4 con sus monitores respectivos, VENCIMIENTO CADUCADO
◄ Guiseppe
Campuzano,
Tránsito,
Collage digital,
2010.

//TRÁNSITO
58
El contrato social: Acta de Na- el cuerpo de su madre no sólo estu- 59
«On ne naît pas femme, on le devient» cimiento y Documento Nacional vo prohibido de abortarlo sino que
Le Deuxième Sexe, Simone de Beauvoir de Identidad (DNI), que provee al su decisión de convertirse en madre-

E
nacido de nacionalidad, salud, etc., soltera fue revocada por la necesidad
sta no es una crónica sino algunos apuntes desor- mientras pretende registrar sus parti- científica y la obligación social y jurí-
denados sobre las estructuras sociales, científicas y cularidades cuando paradójicamente dica de proveerle un padre.
jurídicas que rondan el nacimiento de Tránsito. despoja a Tránsito de sus particulari- Los datos en el DNI de Tránsito
Ser madre-hijo sin padre como imposibilidad y/o disiden- dades potenciales. (nacionalidad, apellidos, nombres,
cia del modelo de familia biparental legitimado por la propia Tránsito y sus prejuicios-des- sexo) han de marcar su existencia
familia —con una historia plagada de crianza colectiva y ausen- cripciones se excederán mutuamente inmersa en una estructura binaria
cias—, los amigos y la publicidad críticos ante determinada cir- desde un primer momento. Su con- de opuestos. Un sistema sin alterna-
cunstancia pero acríticos ante la diversidad de circunstancias. dición espuria como impugnación de tivas, metamorfosis ni contradiccio-
La imagen de un pene y unos testículos que el ultrasonido la biparentalidad y como posibilidad nes. Sin embargo, las circunstancias
arroja —la evidencia médica—, representación imprecisa que de varios padres, de una parentalidad que tejan a Tránsito y aquéllas que
una serie de mitos, mecanismos, necesidades y finalidades cul- andrógina, mientras las casillas vacías Tránsito teja, sucederán a partir de
turales reafirman. No la deconstrucción Ceci n'est pas une pipe, bajo los «datos del padre» en el acta las clasificaciones impuestas pero
sino el It’s a boy! determinista. de nacimiento son el recordatorio que sólo para superarlas.
CHAMANA
CURANDERA / MUSEXO
Colonizadores de 1566 prohíben las les ve femeninos cuando enfrentan
identidades transgénero violencia, en ocasiones proveniente

//¿SON
de su mismo círculo familiar. En el
Los colonizadores españoles lle- mercado laboral, la discriminación
garon hace casi 500 años a América implica que el trabajo sexual sea casi

SUFICIENTES
Latina y tomaron el control del Im- la única opción disponible. Sin em-
perio Inca. Antes de su arribo había bargo, ahora las y los travestis se están
una identidad indígena de personas movilizando para exigir sus derechos

DOS
que no se veían a sí mismas ni como y ampliar sus posibilidades.
mujeres ni como hombres. Los colo-
nizadores suprimieron esta identidad El Museo Travesti del Perú
castigando a esas personas con latiga-

GÉNEROS? zos y humillación pública. Travesti,


un término moderno que describe a
aquellas personas que en toda Améri-
ca Latina cruzan las fronteras del gé-
Una de esas iniciativas es el Mu-
seo Travesti, que establecí en el 2004
a fin de hacer visible la rica tradición
histórica de las y los travestis, tanto
62 63
nero, del sexo y del vestuario, surgió para ellas/os mismas/os como para
de esa identidad suprimida. el público en general. El museo con-
siste de una exhibición itinerante de

E
s indispensable, y urgente, que dejemos de regirnos por Travestis del siglo XXI heredan lo obras de arte e información sobre las
la idea absurda de que existen sólo dos cuerpos posibles peor de ambos roles de género y los travestis desde tiempos históri-
(macho y hembra) y dos géneros ligados indisoluble- cos hasta la época actual. La exhibi-
mente a ellos (hombre y mujer). Hacemos de las personas y de Las y los travestis de la actualidad ción ya ha sido mostrada en varios
las temáticas trans e intersex nuestra prioridad porque son ellas han heredado lo peor de ambos roles parques, plazas, bulevares, mercados,
quienes -con su presencia, su activismo y su producción teó- de género. En los espacios públicos universidades y centros culturales a
rica- nos marcan el camino hacia el cambio de paradigma que se percibe que son lo suficientemen- lo largo del Perú.
permitirá que en nuestro mundo haya tantos cuerpos, tantas te hombres como para ser golpeados El 6 de abril del 2006, dos días
sexualidades y tantas identidades como la vida vaya queriendo. por agentes de la policía, mientras que antes de las elecciones nacionales,
Y todas respetadas, deseadas, celebradas. dentro de las relaciones todo depen- las y los activistas del museo toma-
Programa de América Latina y el Caribe de. A veces se les percibe como mas- ron una nutrida calle en San Isidro,
de la Comisión Internacional de Derechos Humanos culinos, cuando trabajan para man- el distrito más próspero de Lima,
para Gays y Lesbianas, 2005, pág. 7-8. tener a sus familias; en otros casos se para desplegar, enfrente de una gran
pared cubierta con afiches proseli- tu trasero o tus senos no son lo sufi- ro. Así, la exigencia de los derechos daridad entre activistas feministas y
tistas, enormes versiones impresas cientemente grandes como para que transgénero está inextricablemente transgénero;
de artículos de la prensa local que se te considere femenina. Y aunque vinculada a los objetivos del movi- • Apoyo de las feministas a los dere-
describían la identidad travesti, el tengas un pene, la sociedad podría miento feminista. Es hora de trabajar chos transgénero; y
hostigamiento y los asesinatos en su haberte provocado un complejo que juntas/os para superar las limitantes • Reconocimiento de que las cate-
contra, como también su resistencia te hace pensar que tu pene es dema- dicotomías que nos restringen a to- gorías sexuales son al menos en
política. Hablaron con transeúntes, siado pequeño como para que seas das/os. parte construidas socialmente y
entre otras cosas, sobre el significa- un verdadero hombre. O quizás tu En la práctica, esto podría que, al igual que los roles de géne-
do del mensaje de la campaña de la cuerpo encaja perfectamente en el significar: ro, pueden ser opresivas y pueden
conservadora candidata presidencial estereotipo de la belleza femenina, • Generación de intercambio y soli- ser modificadas.
Lourdes Flores: «Tú eres mujer, yo pero quieres vivir como se espera
soy mujer, haré cosas por ti y las haré que un hombre viva.
bien» (mi paráfrasis). Siendo ella una Las categorías sexuales, como
mujer adinerada, educada y blanca, ¿a el género, son socialmente construi-
cuáles mujeres se estaba refiriendo? das (al menos hasta cierto grado).
¿Incluía a aquéllas que no pertenecen Al igual que ocurre con el género,
64 65
a las elites? ¿Incluía a travestis, que en la socialización regula y reprime la
algunos casos se consideran a sí mis- diversidad de sexos. Si desafiamos la
mas mujeres? categorización de toda la gente como
hombres y mujeres, esto puede poner
Nuestro mensaje fin a la exclusión de las y los travestis,
a la vez de ampliar las posibilidades
En el museo no sólo celebra- para toda la gente.
mos a las y los travestis -nuestro
propósito es además mostrar que el Derechos transgénero y feminismo
intento por categorizar a todos los ¿Una lucha común?
seres humanos, ya sea como hom-
bres o mujeres, plantea problemas Como lo hacen también otras
no sólo para travestis sino también personas transgénero a nivel mun-
para otras personas. Mucha gente no dial, las y los travestis ofrecen nuevas
encaja en estas categorías. Puedes te- reflexiones sobre el pensamiento con-
ner genitales femeninos, pero quizás vencional referido al sexo y al géne- ▲ Guiseppe Campuzano, Sin título, Collage digital (boceto para serigrafía), 2012
de un enemigo indigno y el héroe. La cuya naturaleza es la incertidumbre,
sala idéntica al otro lado del corre- o como mejor dice Rosalyn Deuts-
dor se planteaba como desafío y allí che: «Propiciar, más que resolver, la

//Concepto,
monté Certamen (Proyecto para un confrontación. Quien expone, se ex-
Museo Travesti) en 2004. Un concur- pone». Desmontar toda certeza del
so de belleza con candidatas de ex- propio cuerpo: un cuerpo travestido.

contexto y
clusivas colecciones, y otras no tanto, El Museo Travesti propone un
pero también una batalla que aquellas diálogo con el espacio —intervenir-
misses librarían revelando sus signifi- lo y ser intervenido— alejándose de

proceso
cados en el ensamblaje curatorial. La la abstracción del cubo blanco como
vedette comme soldat (decía mi texto continuidad de la sociedad fragmen-
de presentación). tada. Cada muestra significa ocupa-
Pero, ¿por qué un museo?, ¿qué ción y ensamblaje, pero ante todo un
UN MUSEO TRAVESTI
es un museo travesti? Asumir la de- diálogo entre proyecto de investiga-
nominación «museo» situaba al pro- ción y proyecto de curaduría, inves-
yecto en el contexto moderno: la or- tigación siempre en curso cuya cura-

L
66 67
a necesidad bien puede ser el origen del Museo Tra- denación del cuerpo travesti —sujeto duría es su plasmación en el espacio
vesti. Descomponer mi cuerpo y sus estéticas, tan otro, marginal al ilustrado— a partir concreto, y la experiencia de aquella
propias como de segunda mano: Hollywood y otras de una clasificación artística. La post- curaduría como retroalimentación.
etiquetas femeninas, lo dark o lo electrónico. En 2003 necesita- modernidad, como desmontaje de tal Más allá del cubo blanco aséptico,
ba replantear mi propio travestismo ante aquel «travesti» ma- modernidad, proveyó la mirada rela- este proceso propone una dialéctica (te-
noseado por las ONG y el drag queen producido para el con- tiva: la subjetividad que posibilita a la sis, antítesis y síntesis) como constante:
sumo. Contaba con la reproducción de un huaco moche donde Teoría Queer transformar lo marginal • Proceso interno como preguntas al
un personaje con vestimentas masculinas y femeninas mediaba en centro. El museo como posibilidad espacio seleccionado:
entre lo concreto y lo mágico y algunos recortes de periódico de pertenecer y permanecer no mar- → Desmontar el museo perua-
con titulares como: «Matan de cinco balazos a otro travesti». cando al travesti como arte moderno, no al interior del edificio del
Replantearme requería descifrar aquello travesti eludido por la o como exótico fardo funerario a di- Parque Reducto.
historia del Perú oficial. seccionar, sino travistiendo la insti- → Replantear la institución mu-
Buscando una galería llegué al Museo de Sitio de la Bata- tución artística al asumir sus formas seal esta vez desde fuera: una
lla de Lima, o «Museo Reducto» en Miraflores, estereotipo de (infectándola como un retrovirus). carpa en el Parque de la Ex-
una historia resuelta en los condicionamientos de género, para El travestismo como deconstrucción posición frente al Museo de
el caso nuestra eterna guerra con Chile: las mujeres víctimas de los mecanismos de una identidad Arte de Lima.
→ Hacerse accesible descentrali- es necesariamente material sino ese
zándose en lugares como Ca- mismo proyecto crítico que la define.
llao, Jesús María, La Molina, Carencia aparente que es potenciali-
Lima, Los Olivos, Miraflores, dad. Patrimonio intangible. Sin ma-
Ricardo Palma, San Borja, terialidad no hay límite, sólo el de los
San Isidro y Villa El Salvador vacíos intelectuales. Que aquellas co-
o Arequipa; Brighton, Mon- lecciones físicas ostentasen sus vacíos
treal y Tarapoto. Desde uni- es un ejercicio necesario que artistas
versidades, bibliotecas, par- como Michael Asher, Tatzu Nishi o
ques, hasta la calle. Fred Wilson proponen mediante di-
→ Ubicarse en la trastienda de versos procesos (desinstalando, alte-
una conferencia para plan- rando, señalando).
tear la situación del travesti El Museo Travesti como investi-
dentro de la llamada «diver- gación desmonta el proceso peruano
sidad sexual». desde lo travesti:
→ Complementar sillar y ban- • La Colonia tuvo su primer momen-
68
ners en Arequipa como símil to crítico —distinta del trueque
de un legítimo mestizaje en- cultural planteado por el Tawan-
tre travestismo y museo. tinsuyo— cuando la identidad
• Y un proceso externo consistente dejó de ser complementaria para
en producir y reproducir la obra. definirse exclusivamente por opo-
Metacontexto que en realidad no siciones: débil/fuerte, víctima/ver-
lo es. dugo. Surgen los géneros mientras
La colección física del Museo el andrógino, símbolo de aquella
Travesti no existe. Este es un museo complementariedad, desaparece ▲ Giuseppe Campuzano, Certa-
men (El otro sitio). Proyecto para
virtual en metamorfosis constante para dar paso al travestido margi- un Museo Travesti, 2004. Inter-
sin ningún límite curatorial, alber- nal. Cabe aclarar que decidí usar vención en el Museo de Sitio de
gando, y mestizando, colecciones de «travesti» y no «andrógino» ya Miraflores (Museo de la Guerra
del Pacífico). Lima, 2004. Archivo
arte y periódicos chicha. Gustavo que «travesti» es el término que ha
Giuseppe Campuzano
Buntinx sostiene que el museo es un trascendido. No deseaba huirle al
proyecto crítico y una colección, me término peyorativo sino ampliar ► Portada y fundas del libro Mu-
queda agregar que esa colección no su campo semántico. seo Travesti del Perú de Giuseppe
Campuzano, 2008
• La Ilustración como segunda colo- ¿Son la curaduría y la crítica obra un proceso. Esta publicación edita y un pago a los asistentes y los dioses
nización. No la razón que llegó para artística? La obra a partir de otra ¿es esos cuatro años dividida a través de antiguos y modernos exhibidos en el
librar a un pueblo de la fe opreso- obra propia? En tal sentido, el travestis- cuatro capítulos: recinto.
ra, sino como nueva estrategia para mo operaría como nuevo ismo artísti- • Muestrario - los símbolos de lo También estuvo presente en 2006,
«normalizar» aquella sociedad crio- co, resignificando lo tantas veces visto. travesti en el arte e historia pe- dos días antes de las elecciones genera-
lla que había logrado mestizar es- Mencioné a la incertidumbre ruanos, de la época preínca a la les, día de cierre de una campaña elec-
téticas originarias y colonizadoras como naturaleza de la identidad. En contemporánea. toral donde candidatearon por prime-
bajo la estética católica. 2004, durante el ensamblaje de Cer- • Glosario - los significados y signifi- ra vez al parlamento 2 travestis, 1 gay
• Ya que estamos inmersos en ellos, tamen, confeccioné DNI (De Natura cantes travestis. y 1 lesbiana —autorreconocidos como
quizá sea intempestivo señalar al Incertus) un documento de identidad • Archivo - el travesti según la prensa es- tales— frente a los 2 candidatos pre-
mercado o a la industria del desa- alterado con 2 fotografías: la «origi- crita. Identidad, persecución, asesinato sidenciales favoritos: Lourdes Flores
rrollo como tercera colonización nal» revestida por otra travestida y y contraofensiva. Un nuevo estudio a manipulando el discurso feminista y
—la «legitimación» de identida- «movida», de color rosa, incaducable partir del trabajo sexual y el sida. Ollanta Humala haciendo su parte con
des etiquetándolas bajo conceptos y con un cambio de sexo (y con sexo • Estadística - la historia de aquella la homofobia. Ya desde 2004 venía pre-
occidentales (gay, lesbiana, trans- implico género en tanto categorías persecución como fichas técnicas sentando Identikit, un archivo sobre la
género, drag queen) como nueva culturales y no naturales). Sharon desprovistas de toda emoción. persecución de travestis vista por la
71
70
«normalización» de las sociedades Lerner y Miguel López, curadores de Lo performático está presente an- prensa a través de cuatro décadas (de
mestizas. Sin embargo, estos pro- «Tener lugar (Experiencia, aconteci- terior al Museo Travesti, como también 1966 a 1996) y para la ocasión deci-
cesos son igualmente críticos para miento, posibilidad)» tienen razón durante. En 2006 realicé una coreogra- dí sacarlo a la calle. Lo travesti como
la identidad. cuando señalan que éste no busca afir- fía durante la inauguración de la mues- cuerpo colectivo que retoma antiguos
• Estas crisis definen lo peruano. En este mar la existencia de una sexualidad tra en Arequipa. La llamé Cortapelo espacios del trabajo sexual (la cuadra
sentido ser peruano es ser travesti. otra, distinta de las dos convencional- —similar al bautismo en el contexto 7 de Javier Prado Este) que las actuales
• Travestir como acción y no obser- mente aceptadas, sino señalar la fic- andino— y exploraba la relación de lo políticas ediles han transformado de
vación del travestismo contempo- ción de esta división1. travesti y lo sagrado, un pasado como negocio fracasado (Mitsubishi Motors)
ráneo. Travestir al museo, travestir Concretar un libro sobre la sacerdotisas-chamanes y el presente en monumentos a una mujer unívoca:
a la travesti, a uno mismo, constan- experiencia del Museo Travesti se como devotas de vírgenes y santos. La la vecina sanisidrina (incluida Lourdes
temente. Proponiendo relaciones presentó como un desafío editorial. importancia del cabello como identi- Flores), que la gente rompe al paso y
más allá de los discursos artísticos y Había que resolver aquellas curadu- dad, profesión (la peluquería), y como que el municipio reemplaza, todo sis-
de género excluyentes. Travestismo rías en dos dimensiones, capturar un sacrificio a la deidad para preservar temáticamente. Travestis, mujeres
como método para razonar el Perú. discurso en ciernes, la instantánea de esa misma identidad. Una coreografía lesbianas y mestizas y hombres afemi-
1
acompañada del wititi, la danza tra- nados volvimos a cubrir este espacio,
Exposición presentada en el Centro Fundación Telefónica en colaboración con el Museo de Arte de
Lima, en el marco del proyecto Arte para Aprender entre mayo y agosto del 2008. vesti arequipeña más característica, esta vez para mostrar sobre nuestros
como una galería del horror. Acercán- → Negras pregoneras
dose a la tradición de la performance → Blancas hipertélicas
occidental del martirio y la redención • Terapeutas, cuatro oficios travestis
que las travestis cholas, con sus cuer- injertados al espacio artístico: tra-
pos caóticos, disimiles entre sí, y su bajadora sexual, costurera, curan-
historia no lineal, resuelven a través la dera y peluquera.
fe y el recurseo. • Sagradas durante la fiesta patronal
Tres acercamientos. donde la travesti contemporánea
Una galería de personajes/con- reencuentra sus raíces míticas,
ceptos travestis: mientras la Virgen María recobra
• Prohibidas que invitan al museo por- sus sentidos prehispánicos y sus
tando carteles como «mandamien- antepasados andróginos (Pachaka-
tos» que las prohíben y definen: maq y Viracocha).
→ Indígena andrógino: «No De algún modo, la obra travesti
confundiré con mi cuerpo». en cualquiera de sus formatos (cróni-
▲ Giuseppe Campuzano, Simulábase una vez..., 2008. Collage digital.
72 → Tapada limeña: «No ocultaré ca, plástica, literatura y, obviamente, 73

cuerpos las noticias de persecuciones por la tiranía de la edición. mi cuerpo». el arte escénico y tecnológico) es el re-
cotidianas y crímenes impunes. Era la Durante una muestra que acom- → Danzante vernácula: «No gistro de una performance (el cuerpo,
hora de mayor tráfico, con personas pañó el lanzamiento del libro, presen- exageraré mi cuerpo». su puesta en escena y el espectador),
agobiadas por el ruido y la propaganda té la coreografía Toda Peruanidad es → Trabajadora sexual: «No dis- pero tal registro hace posible esta
electoral que nos preguntaban ¿De qué un Travestismo que procuró resumir pondré de mi cuerpo». reflexión. La performance como ex-
partido son?, ¿Por quién quieres que en breves momentos, movimientos • Emplumadas. ¿Qué tienen en común periencia crítica de lo travesti, ya no
vote? Si es que había una campaña era limpios y un espacio por conquistar, Manco Cápac, San Miguel y una ve- más mediado por el pincel, la pluma
la de un dolor irresuelto, que la campa- siglos de historia travesti. Esto fue po- dette travesti? La historia del Perú a o el estereotipo. La revitalización de
ña electoral puede y debe ser momento sible gracias a los entrenados cuerpos través de la pluma y sus significados. sus otros sentidos para recuperar los
de transformación y no de fórmulas a de Germain Machuca y David Sán- • Mestizas. El aporte cultural de las nuestros (también los fisiológicos).
consumirse mansamente. chez, tan parecidos físicamente aun- razas y sus travestismos como ge- El cuerpo travesti ya no heredero de
Pero es luego de editado el libro que percibidos como opuestos por los neradores de un travestismo ma- clichés prefeministas sino como pre-
que la performance se vuelve a pre- tonos de sus pieles. yor: el Perú. servación del andrógino originario y
sentar como necesidad imperiosa. La Finalmente, la presentación del → Moras tapadas de la teatralidad católica.
consigna era devolver el discurso a libro en sí, planeada desde la perfor- → Chinas diablas
sus dueñas, romper el orden impuesto mance. Acciones simultáneas también
riormente se les incorpore cuando ya Hoy en día, en el Perú, el mer-
han dejado de ser poderosas y, por cado ha convertido las identidades

//EL
tanto, «peligrosas»—; así, el discurso sexuales en productos de consumo.
dominante toma forma en las colec- Los museos más importantes han
ciones de los museos y en la manera abrazado esta tendencia de mercadeo

MUSEO
como son expuestas. La exposición, y perpetúan discursos que podrían
las imágenes ordenadas y contadas considerarse ya superados por los
como verdad irrefutable represen- nuevos estudios en materia de diver-

TRAVESTI
tan un discurso político contundente sidad de identidades sexuales y de gé-
que gran parte de los espectadores nero (teoría queer, el feminismo, etc.);
acepta; y al asumir ese discurso se las otras historias del Perú, las de las
aprende que no somos protagonistas minorías y las nuevas generaciones y

DEL PERÚ de nuestra propia historia.


Uno de esos discursos es el de
la historia de la sexualidad peruana,
que responde a la misma lógica de
sus medios de expresión, quedan al
margen, a la espera de que algún es-
caparate o museo se halle dispuesto a
admitir nuevos puntos de vista.
74 75
Introducción colonización, monopolio y margina- El Museo Travesti surge en Lima,
ción. El discurso colonizador fue y ha capital del Perú, en noviembre de

P
erú es un país muy diverso y rico en tradiciones mesti- sido incapaz de concebir una sexuali- 2003, ante la necesidad de una histo-
zas que permanecen inconexas en el discurso nacional. dad más allá de la genitalidad, es de- ria propia del travesti peruano. Mover
Nuestra singular historia de sucesivos colonialismos (los cir, se niega a reconocer identidades lo travesti del margen al centro de la
incas, la Corona española, la ilustración francesa, el neoliberalismo), sexuales que trasciendan lo masculi- discusión en un proyecto de museo
puede ser interpretada de dos maneras: la de un encuentro, una re- no y femenino exclusivos. Las «otras» es una forma de plantear una nueva
troalimentación que ha ido definiendo lo peruano en su continua sexualidades no han tenido cabida historia del Perú. El Museo Travesti
transformación; y la de un discurso totalizante en el que los grupos dentro del nuevo discurso dominan- construye un territorio que sirve para
con mayor poder monopolizan no sólo la riqueza sino, sobre todo, el te, no obstante que existen identida- plantear reflexiones y llevar a cabo di-
discurso acerca de lo peruano. des —como la travesti— cuyo poder versas actividades.
Esta situación se evidencia en los discursos que los mu- reside en su capacidad de comple- El potencial del Museo Travesti
seos elaboran en torno a sus colecciones y, como interesa mentar lo masculino y lo femenino. no equivale a la cantidad o el costo
destacar aquí, particularmente las colecciones de arte. Ante En la lógica de los opuestos, esta de su colección sino a su audacia para
el acuerdo de que el arte no debe responder a discurso po- identidad ha sido considerada como deconstruir y replantear continua-
lítico alguno, muchas obras son desechadas —aunque poste- imposible, incluso una aberración. mente sus supuestos. Este Museo más
que adquirir obra pretende discutirla; lo que clasificar a los cuerpos, sus ca- El Museo Travesti no pretende de otras alternativas. Por ejemplo, se
se define a partir de su potencial y no racterísticas y deseos en masculino o determinar qué es travesti y qué no plantea que las personas travestis han
de su materialidad. Como propuesta femenino, corresponde a convencio- para plasmar una identidad inamovi- logrado superar la marginación de la
de largo aliento, el Museo crece ade- nes culturales que varían según el es- ble, sino trasladar el/la travesti des- institución católica participando ac-
más hacia dentro, complejizando su pacio y el tiempo. de la periferia hasta el núcleo de la tivamente de la religiosidad popular,
estructura con el afán de transmitir la En el año 2004 el Museo Travesti discusión para así, desde su circuns- espacio social que resulta relevante
historia travesti sin simplificaciones. llevó a cabo una serie de exhibiciones tancia, hacer visible su tradición his- para reconceptualizar la religión y la
en Lima y luego en otras ciudades del tórica y repensar la historia peruana. fe como rasgos de la identidad perua-
Actividades país y del mundo. Estas exhibiciones Ello sólo es posible en la medida en na y herramienta de empoderamiento
itinerantes de obras de arte e infor- que el discurso ya no se hace "desde para sus comunidades.
El proyecto del Museo inició con mación sobre las y los travestis des- afuera", sino desde la propia expe- Conforme se ha ido extendiendo,
un trabajo de investigación que ha de tiempos antiguos hasta la época riencia, "desde dentro". También se el Museo ha ido incorporando accio-
continuado hasta la fecha, y cuyos re- actual se hicieron en parques, plazas, muestra que el intento por categori- nes que inducen la participación de
sultados se encuentran en el libro pu- avenidas, mercados, universidades, zar a todos los seres humanos como la comunidad más allá de la recep-
blicado en abril de 2008: Museo Tra- galerías y centros culturales, y tam- hombres o mujeres plantea proble- ción de la información que el Museo
vesti del Perú. La investigación rescata bién en zonas rojas donde las perso- mas no sólo para travestis sino tam- propone. Entre estas acciones está el
76 77
la diversidad de los significados del nas travestis trabajan o se reúnen; fue bién para otras personas. cuaderno de comentarios en el que
travestismo en el contexto peruano, así como se tuvo acceso a un público El Museo también se propone se invita a los asistentes a expresar sus
en espacios tan disímiles como el arte, sumamente variado. replantear conceptos, incluidos el de opiniones. En las muestras públicas de
la fiesta patronal o lo cotidiano. Para Los contenidos de la exposición "museo" y el de "travesti". La figura la investigación de cuatro décadas de
ello se han documentado y contrasta- incluyen aspectos de la vida de las per- del travesti deja de ser un tabú o una prensa, en la que se expone la persecu-
do diversas fuentes sobre el tema, tan- sonas travestis en espacios públicos, imagen estereotipada porque se abor- ción y el asesinato de travestis a través
to «oficiales» (el arte, la antropología en sus familias, y en el mercado labo- da al travesti real, desde el ejercicio de las notas de prensa, se consulta al
y la historia) como «informales» (los ral. Esto supone abordar cuestiones del trabajo sexual hasta el ritual de las público de dos distintas maneras: una
procesos judiciales y la prensa escri- como la violencia, la discriminación, fiestas patronales. La colonia, la reli- pública, a través de un panel donde
ta). Y más allá de una escritura occi- etc. Más que denunciar, el propósito gión o la academia son instituciones la gente escribe sus puntos de vista; y
dental, las coreografías y los textiles del Museo ha sido comunicar que las y conceptos que también se replan- una privada, una cabina donde se gra-
costumbristas. También se ha reunido personas travestis se relacionan ínti- tean, en la medida en que se revisa el ban las sensaciones que estos reportes
información de los estudios feministas mamente con la comunidad en sus di- papel que históricamente han jugado generan. Estas actividades permiten
y queer. De acuerdo con estas teorías, versos planos y participan activamente en la reproducción o transformación conocer los puntos de vista del públi-
las identidades sexuales son determi- en la producción de la cultura, enten- de las identidades y de las sexualida- co y medir el nivel de incidencia de la
nadas social y no biológicamente, por diendo ésta en su sentido más amplio. des, y en el surgimiento y valoración propuesta del Museo Travesti.
En el Museo las imágenes juegan peruanas para inquirir acerca de las
un papel fundamental en la comuni- estrategias políticas de los conten-
cación de los resultados de la investi- dientes y discutirlas. Las y los activis-
gación. También se recurre al cuerpo tas del Museo realizaron una mani-
—teatro y performance— para acce- festación contra la homofobia en las
der a un público no habituado a los campañas electorales, denunciando el
formatos de las exhibiciones o pu- hostigamiento contra la comunidad
blicaciones. De este recurso se echó travesti, los asesinatos contra miem-
mano, por ejemplo, durante la presen- bros de la comunidad y la resistencia
tación del libro del Museo Travesti. frente a estos ataques. En la manifes-
Otra actividad más del Museo tación se mostraban algunos mate-
Travesti consiste en identificar piezas riales de la «colección» del Museo y
travestis en otras colecciones y rela- se informaba a transeúntes sobre los
cionarlas con sus discursos originales, motivos de la manifestación.
no obscurecidos por los prejuicios del
discurso oficia. Por ejemplo, se iden- Resultados
79
tifica una cerámica de la cultura mo-
che, propiedad del Museo Larco, que A lo largo de estos cinco años el
muestra una escena ritual donde un Museo Travesti ha ido incrementando
individuo ataviado con ropas de am- su «colección». El hecho de exteriori-
bos sexos coita con otro sobrenatural. zar y hacer público el proceso mismo
Esta pieza ha sido agrupada en un de la creación y conceptualización del
conjunto de «huacos moralizantes», Museo ha impedido que se estanque
es decir, que indican lo socialmente en sus primeros planteamientos; más
prohibido. El papel del Museo Traves- bien ha supuesto un proceso continuo
ti es discutir esta posición enfrentán- de discusión y ampliación que se ha
dola a los resultados de nuevos estu- llevado a cabo de manera interacti-
dios antropológicos. va gracias a los aportes recibidos. La
Además de las actividades ante- necesidad original de contar con una
riores, el Museo realizó en 2006 una historia travesti individual ha deveni-
▲ Giuseppe Campuzano, Museo Travesti del Perú. Intervención en el Parque de la Exposición
primera intervención pública en el do en historia colectiva y en una nue-
en Lima, 2004. Fotografía: Claudia Alva contexto de las elecciones generales va estrategia para razonar el Perú. La
comunidad travesti, como cualquier su potencialidad incluyente, en diá- Recomendaciones para la acción continuo es el punto de partida para
otra, dista de ser un bloque homogé- logo con la visión «oficial» que obs- un proyecto que no sólo no tergiverse
neo; la comunidad continúa siendo curece y niega la «otra» historia y las El método contenido en la inves- definiciones y reivindicaciones, sino
una utopía, una finalidad. No siempre «otras» identidades. tigación que ha conducido a la crea- que además permita un encuentro
se comprende el papel de la historia y El Museo Travesti desarrolla un ción del Museo Travesti puede apli- cultural y social más allá del reclamo
del arte en la lucha por los derechos trabajo único en el campo de los de- carse para reflexionar y contrarrestar violento y árido.
cotidianos ni el poder de la memoria, rechos humanos, al ofrecer una serie la discriminación de otras minorías. El museo puede ser un medio
la cultura y la resemantización de lo de recursos novedosos y útiles para Esta experiencia demuestra que las ideal, flexible y creativo para la reu-
travesti para la transformación de las quienes están comprometidos en las personas travestis no sólo son sujetos nión y difusión de información, para
condiciones de vida de la comunidad luchas por los derechos sexuales. Des- capaces de autodeterminar su género, su lectura crítica, para la reescritura
travesti y de la población en general. de ahí contribuye al cuestionamiento sino también de construir sus propios de historias, memorias y discursos
Entre los resultados pragmáti- de prejuicios y promueve el reconoci- discursos a partir de su experiencia y grupales, sectoriales o nacionales; y
cos del Museo están el brindar a la miento y la participación de grupos de ser agentes activos en su sociedad. con esto, para el rescate del «otro»,
comunidad travesti una memoria marginados muy diversos. Considerar una lectura alternati- de grupos que han permanecido en
a partir de un discurso fincado en Un elemento central de esta va de las fuentes de información y de los márgenes, que han sido estereo-
la observación y no en el juicio. El iniciativa es que aborda una temáti- las colecciones de los museos permite tipados y representados de manera
80 81
Museo constituye un vehículo para ca que suele quedar excluida de los que la investigación se desarrolle no limitada. Más que un mero recurso
el empoderamiento de las personas proyectos comunitarios y sociales: la sólo a partir de estudios «amigables», de comunicación, es un medio para
con identidades no aceptadas, y la discriminación de género, y particu- sino también tomando en cuenta la sensibilización, un dispositivo
valoración del trabajo sexual como larmente de personas con identidades otros enfoques que por haber sido para el diálogo social, un espacio
cualquier otro en tanto productor de genéricas y sexuales distintas a las considerados «hostiles» han sido des- para el activismo político. Lograr-
bienes e ingresos; la reflexión acerca consideradas «normales» en nuestras echados, es decir, se requiere un crite- lo requiere retar la idea misma del
de las características de una comuni- sociedades, rara vez reconocidas, y di- rio incluyente y abierto en el proceso museo, reordenar críticamente las
dad formada por entes complejos y fícilmente trabajadas. En este sentido, de documentación que admita una obras y la información, incorporar
no simples personajes. y desde diversos contextos, el Museo amplia diversidad de lecturas. lo que ha sido tradicionalmente ig-
El Museo también ha consegui- Travesti ha apoyado trabajos vincula- Establecer la acción del museo norado y destacar omisiones, quie-
do visibilizar y reconocer el papel dos a temas como el VIH/SIDA, géne- como un proceso de intercambio bres, olvidos.
del travestismo en la historia del ro, derechos humanos, ciudadanía se-
Perú, y ha propiciado un avance en xual y el empoderamiento de grupos
su conceptualización en tanto iden- subordinados; además, constituye, en
tidad transformadora, así como del sí mismo, un medio para replantear el
museo, de la historia y del arte en trabajo museístico.
Bacon retoma en una serie de estudios. Whatever Happened to Campy
Se sostiene fervientemente que Bacon Jane? es el registro de una perfor-
exagera el retrato original hasta sus mance que realicé en directo para

//EL límites más grotescos; sin embargo, un chatroom de travestis en el que


parecería no hacer más que continuar copio una escena de la película
el trabajo emprendido por Velázquez. Whatever Happened to Baby Jane?,

MONSTRUO
Dice la historia que el «papa inocente» donde Baby Jane Hudson ensaya el
exclamó asqueado: «¡troppo vero!» ante relanzamiento del acto que la hizo
la fidelidad de su retrato. Es ésta la si- una estrella infantil, justo antes de

ESTÉTICO
miente grotesca velazqueña —más que advertir que ya no es más una niña.
la de todos sus enanos juntos—, aque- La reelaboración de esta escena en
lla que Bacon continúa «exagerando» el contexto de una sala de sexo vir-
para la modernidad. tual plantea el tema de la incomu-
Valga la introducción para de- nicación en el espacio comunica-
sarrollar mis procesos a la luz de tivo por antonomasia: la internet,
82
Introducción lo grotesco. mas no logra romper la convención 83

Mi indagación estética empie- erótica de manera contundente. Me

G
rotesco es habitualmente un adjetivo, un diagnós- za cuando niño, atiborrándome de pregunto si la condición de mi acto
tico peyorativo. Su sustantivación se origina en el estampas y escenas (mi madre, sus continuaba siendo subversiva o si
arte, remontando así los juicios de valor. No obstan- cuentos, la música de mis hermanos, el mi máscara grotesca había sido sim-
te, lo grotesco es muchas veces entendido como exageración de microbús hacia y desde el colegio). Mi plemente asimilada.
la realidad. No voy a indagar si es el arte el que exagera la vida o travestismo es una experiencia íntima, Era 2003 y tales referentes —mi
viceversa sino si lo grotesco es exageración gratuita o si lo que le sin registro. A los 20 años hallo con cuerpo colonizado por el referente
subyace es una cualidad ética, y me refiero con «ética» al diálogo quienes compartir en las discoteca No hollywodense, el monstruo de una
que se puede desarrollar entre el sistema de creencias establecido Helden las delicias de una subversión mujer pre-feminista— parecieran ha-
socialmente y el de los individuos. La historia de las artes —plás- estética, ahora hacia y desde la disco- ber expirado, por lo menos de la ma-
tica, escénica, literarias— infiere tal diálogo entre sus producto- teca. Siguen las inauguraciones en la nera como estaban siendo planteados.
res: artistas, críticos, instituciones, nunca equitativo pero siempre galería de arte Parafernalia, y, de pron- Un viaje a los carnavales del pueblo de
con una dialéctica (tesis-antítesis-síntesis) como constante. to, la era drag queen y las invitaciones a mi padre me ofrece respuestas. Vis-
El retrato oficial del papa Inocencio X pintado por Velázquez espacios antes vedados. ¿Era momento lumbró allí lo que devendría en Mu-
en 1650, que tres siglos después, y durante tres décadas, Francis de pertenecer? ¿Bajo qué términos? seo Travesti.
Esquema: Museo Travesti

Museo Travesti - procesos no


axiomas:
• Traslada al travesti del margen
al centro (estrategia de la Teoría
Queer) para repensar la historia ofi-
cial. Transcurre del insulto al sus-
84 tantivo: lo Travesti.
• Hilvana una tradición que no insis-
te en las particularidades travestis República
sino en sus conexiones con el todo. ▲ Ignacio Merino, Tapadas y Sacer-
• Examina el pasado para plantear lo dote, Litografía sobre papel. Publicada en
Simón Ayanque [Esteban de Terralla], Lima
travesti aquí y ahora. por dentro y por fuera, París: Librería Espa-
• Lo travesti implica procesos (como ñola de A. Mezín, [1845]. Museo de Arte de
el presente) más allá de un travestis- Lima. Biblioteca Manuel Solari Swayne
mo concreto. Lo travesti se postula
como estética. Costa
► Pregonero. Barranco, Provincia de
Parte de este proceso consiste Lima. 2007. Fotografía: Claudia Alva
en un análisis del arte peruano, es-
tableciendo nuevos nexos donde la Selva
obra travesti, hasta ahora relegada ►► Christian Bendayán, Estética
Center, 1998Acrílico sobre MDF, 153 x 227
a la historia del ridículo, logra des- cm. Museo de Arte de Lima. Donación Vas-
entrañar sus símbolos. Muestro sólo co, Antonia y Vigo Sousa Neumann
algunos ejemplos.
Esta es una curaduría no aséptica, Luego de editado el libro con
con el propio cuerpo como insumo. la investigación completa de 4 años,
◄ Giuseppe Campuzano, DNI (De mi consigna era devolver el discurso
Natura Incertus, fotografía carné de César
Delgado Wixan), 2004
a sus dueñas, romper el orden im-
puesto por la bidimensionalidad de
Esta indagación ha devenido un libro. Esos cuerpos caóticos y su
en una obra paralela cercana a la historia no lineal como performan-
performance. ces simultáneas, articulados por 3
◄ Giuseppe Campuzano, Cubrir para acercamientos: una galería de per-
Mostrar - Avenida Javier Prado Este, San sonajes/conceptos travestis; 4 ofi-
Isidro, 2006. Archivo Giuseppe Campuzano cios —costurera, peluquera, chamán
y trabajadora sexual— injertados al
El rastreo de la persecución de espacio artístico; y la fiesta patronal
travestis bajo diversos pretextos (colo- donde la travesti contemporánea
nialismo, ilustración o sida). El traves- reencuentra sus raíces míticas, su
89

tismo como cuerpo testarudo que se función social terapéutica.


da la libertad y decide su estética y su Pero no he dejado mis obsesio-
sexualidad, como cuerpo colectivo que nes estéticas primeras, sólo las he
retoma antiguos espacios del trabajo se- complementado. Actualmente trabajo
xual que las actuales políticas ediles han una simbiosis entre Whatever Happe-
transformado en monumentos a una ned to Baby Jane? de Robert Aldrich y
mujer unívoca: la vecina sanisidrina. Orquídeas a la luz de la luna de Teatro
Travestis que cubren para mostrar con del Sol.
sus cuerpos que izan las noticias de tal Mario Bellatin dijo del Museo
persecución, en contra de una campa- Travesti: «Está signado por el ho-
ña electoral con 2 candidatas travestis, 1 rror». Horror sí, en el sentido de
lesbiana y 1 gay pero sobre todo con dos que continúa significando. Grotes-
favoritos: Lourdes Flores manipulando co como pulsión colectiva sin re-
el discurso feminista y Ollanta Humala solver. Esperpénticas sí, pero aquí y
haciendo su parte con la homofobia. muy orondas.
//DE
el infinito que los mecanismos de la promesas occidentales de verdad más
literatura y el travestismo ofrecen a la perfeccionadas como instrumento
historiografía para trasponer verdades, político de centralidad y de sus con-
tiempos, espacios e identidades fijos. secuentes marginalidades. El Museo

ENGENDRO
Travesti traslada estratégicamente al
Literatura y monstruosidad andrógino indígena-travesti mesti-
zo hacía un centro simbólico y a tra-

FABULOSO A
En contraste, en su ensayo Deco- vés de él relee la historia del Perú. La
lonizing the Sodomite (2005), Michael propuesta es explorar un concepto de
Horswell hace un análisis de la litera- museo que parte no de tesoros-fetiche

PERFORMATIVIDAD
tura española anterior y posterior a la sino de una serie de actos —Atlas Mne-
Conquista para señalar paradigmas mosyne (1924-1929) de Aby Warburg,
del humanismo y catolicismo medie- que explora otras asociaciones para

CREADORA
vales trasplantados al contexto ame- la memoria visual; La boîte-en-valise
ricano, así como fórmulas provenien- (1936-1968) de Marcel Duchamp, mu-
tes del previo enfrentamiento entre seo portátil construido a partir de au-
90 91
peninsulares y árabes replicadas en torreferencias y falsificaciones; Mining
ese «otro» americano, sin preceden- the Museum (Minando-haciendo mío

E
n marzo de 2009 recibí la invitación para participar te, para interpretarlo como «nuevo el museo, 1992) de Fred Wilson, que
en un encuentro de literatura fantástica, invitación moro»1. El hecho de pretender enca- reordena la colección Baltimore His-
que me sorprendió ya que mi réplica inmediata fue: jar una serie de ideas, leyes y creencias torical Society combinando el grillete
«pero yo no hago literatura»; no obstante, pensé: «¿Y si leyeron sobre otras disímiles creó un efecto de de un esclavo negro con un juego de té
mi libro Museo Travesti del Perú como ficción?». Esta aparente distorsión que el proyecto moderno de plata o destacando a los esclavos en
contradicción derivó en una disquisición sobre las cuestiones de no ha planteado trascender. una serie de retratos familiares del siglo
ficción y realidad —la literatura y la historia, y no respectivamen- Los fundamentos de la historia XVIII; las substracciones de Michael
te—, sus transposiciones corporeizadas en el travesti, concepto de Occidente impuestos sobre otra, sin Asher, por ejemplo un panel de la Ga-
que investigo hace 6 años a través del proyecto Museo Travesti, una reflexión necesaria desde la relati- lleria Toselli, Milan (1973) borrando
como otra cartografía para el cuerpo y la nación. Sonreí. Ha- vidad y la fabulación constitutivas de los límites entre oficina y exhibición—
bía conseguido por ese instante asir aquel significante equívoco cualquier historiografía, se perpetúan que problematizan las genealogías, ob-
—«travesti»— para encontrar la Nada —como de maneras dis- en la institución del museo, una de las jetividad, originalidad o fisicidad del
tintas enuncian Jaques Lacan, Severo Sarduy y Judith Butler—: 1
Michael J. Horswell, Decolonizing the Sodomite. Queer troops of sexuality in Colonial Andean Culture,
aquel referente diferido (aplazado, distinguido, disentido) hasta Austin, University of Texas Press, 2006.
museo moderno. Así la memoria de tales como empatar cabezas de diosas radigma del castigo al argumento, pero cuencia, y que, en el fondo, quieren
un cuerpo que se desea siempre otro, con torsos efebos. no los de las relaciones de poder entre dejar de serlo pero ¿y si no quisieran?
los intentos de terceros por fijarlo y las Así, los ritualistas indígenas (cul- los sujetos. Y, ¿qué significó la Ilus- La estética y ética de proporciones im-
estéticas que resultan de este careo, se turas Moche, Inca) cuya androginia tración como génesis de la República puestas —físicas, psíquicas— no con-
ofrecen como ritual mimético donde habría sido símil del trueque y asimi- Peruana? ¿Acaso un clasicismo apolí- sistiría únicamente en su imposición y
aquel cuerpo no domesticado se tra- lación de lo desconocido, y por tanto neo imponiendo sus medidas literales la imposibilidad de cumplirlas, sino en
viste de museo sólo para travestir al productora de la cultura, devinieron que transformarían en monstruos a los el desarrollo de otras estéticas y éticas
museo, una deconstrucción desde sus en hombres disfrazados de mujeres — mestizos incubados durante dos siglos sólo posibles desde tales márgenes. Del
cimientos —del saqueo moderno al mientras las «mujeres disfrazadas de de teatralidades traslapadas —indíge- horror vacui al desmantelamiento de
mercadeo contemporáneo— hacia el hombres» iniciaban su propia histo- na, judeocristiana, asiática, africana? las estructuras impuestas, y, de allí, al
cuerpo mutante como acto creador. ria invisible—; el ara (cultura Chavín; Ya en 2009, en esta sucesión de placer perverso como función política
dioses Pachakamaq, Virakuchan) cuya celebraciones por los bicentenarios re- de quienes nos sabemos y deseamos
Una genealogía de lo monstruoso espacialidad hermafrodita correspon- publicanos, cabría repensar el proyecto monstruos en la desemejanza. Rema-
en estampas coleccionables día a una cosmovisión cíclica fue frag- bolivariano y sus pseudorevoluciones, pear el cuerpo, sus hot spots tan sexua-
mentada en ídolo bifronte —hoy con- así como en la década de 1990 las femi- les como políticos, consistiría asimis-
Traslademos la sujeción del cuer- denado a una musealidad white box—; nistas mestizas de la América norteña mo en remapear la nación: su folclor,
92 93
po —indígena, andrógino, deseme- o el gobierno bipartito inca de oposi- repensaron ese constructo mujer-blan- lenguaje, mitos, fronteras y agendas,
jante— de la Europa del XIX, señalada ciones complementarias, reducido a ca-clasemediera que las representaba y para señalar los terrores globales a la
por Michel Foucault, a la América del imperio. Los sujetos que tramaron el enajenaba. Tal cambio de actitud es otra movilidad travesti —no cruzar de una
XVI, para reconstruir la estética tera- devenir de la comunidad —parafraseo de las estrategias que el Museo Traves- orilla del río a la otra, ni nadarlo, sino
tológica que ha de iniciarse con aque- a Gabriela Torres— devinieron enton- ti plantea, una poscolonialidad de los devenir aquel río heraclíteo—, a la
llos grabados de la Conquista donde ces en monstruos marginales —muxe cuerpos hacia la historia, como un dio- promiscuidad libertina, a la infección
la «maldad» de los americanos se ar- mexicana, two spirit estadounidense rama, no visualidad binaria sino de múl- étnica; y asimismo no prescindir del
gumentó a partir de sus deformidades o hijra hindú desdibujadas en tercer tiples posibilidades, donde lo travesti terror a suponer la comunidad y hu-
simbólicas. Tal monstruosidad fun- sexo, reducción o paria. Y pienso en transcurra de objeto pasivo de contem- manismo naturales, a no poder expre-
dante observada a través del panópti- la Ciguapa dominicana, a la que José plación a sujeto activo de revolución. sar y perderse en este lenguaje binario.
co maniqueo, a su vez fundado en una Mármol nos introdujo, como oralidad El Museo Travesti es un mons-
estética grecorromana depurada —ya de estéticas y éticas inarrables. Terrores globales, tan ajenos truo que viaja hacia adentro, hacia
Marie Delcourt en su ensayo Herma- Ya en la Europa de los siglos XVIII como propios la memoria, y, sólo entonces, hacia
phrodite (1958) señalaba la teogonía y XIX, el transcurrir de los «fenóme- nuevas transubstanciaciones trans-
andrógina de las tallas divinas y equí- nos» desde los circos a las palestras La mitología oficial enseña que géneros, transmigrantes. Un cuerpo,
vocos (¿reminiscencias?) posteriores médicas, evidencian el cambio de pa- los monstruos son siempre conse- travestido de civil, cumpliendo cada
vez más requisitos con los que la al- ya hacia atrás ya hacia adelante —los
dea global (se)protege su viaje, inves- acompaño de unos pequeños textos
tido de documentos que lo identifi- para contextuar sus propuestas en el
can para limitarlo, que destripa ritos vacío de la página publicada.
que lo amplían y que descoloniza sin En medio de la investigación y
cesar para trascenderlos y trascen- primera instalación del Museo Tra-
derse. Genealogía que se inventa a vesti (Certamen, 2004), juzgué nece-
sí misma como el relato novelado de sario alterar mi documento de iden-
un encuentro sexual, como las licen- tidad, mostrándolo ampliado. Desde
cias del folclor vivo —sus vestidos, entonces, cada vez que lo vuelvo a
máscaras y coreografías mutantes. presentar, constan en ella nuevas alte-
Literatura donde el terror es estrate- raciones como el cambio de sus datos,
gia de diversas aristas —«Tudo o que que corresponden con la autorrefe-
não invento é falso» enunció Manoel rencialidad del momento, o su paso de
de Barros. Sólo debo acotar que con- plano a objeto. En 2009, su nueva mu-
tinúo inventándome falsa, contradic- tación (imposible de reproducir aquí)
94
toria, múltiple. consistió en el empleo de la técnica
de impresión lenticular que permite
Apostillas a este texto y encuentro contemplar una metamorfosis de sus
elementos con el desplazamiento del
En la radicalidad de proponer observador. Estas sucesivas transfor-
un Museo Travesti en el contexto de maciones del propio documento de
una reunión literaria, opté en primer identidad son un comentario tanto a
término por prescindir de imágenes la imposibilidad de contener la iden-
plásticas que complazcan visualmen- tidad en un documento fijo, como a la
te la lectura de un manifiesto sobre el misma idea de unidad que no corres-
▲ Giuseppe Campuzano, DNI (De Natura Incertus), 2009. Impresión lenticular, 110 x 144 cm.
cuerpo que pretende no ser contem- ponde con una identidad que siempre
Fotografía: Carlos Pereyra
plado sino atendido. Me desdigo, no se está tejiendo.
obstante, y ofrezco tres piezas donde Así como en la antigüedad pe-
lo travesti es protagonista y a la vez ruana hubo correspondencia entre el
desplazamiento para explicar mejor andrógino y los rituales de mediación
los temas que propongo remontar, cultural, existe actualmente una rela-
▲ Alejandro Gómez de Tuddo, La virgen de las guacas, 2007. Impresión cromogénica,
70 x 194 cm. Colección del artista, Roma
ción confesional entre las travestis pe- de un fraile enamorado), y una nue- una vez más, en está ocasión para sificada fue la que expuse en Bogotá
ruanas y la Virgen María. Es a partir va «inacción» —serie de performan- mostrarlos en Bogotá, pero no los y que cercené como ritual mimético
de estas reciprocidades que elaboro ces en las que, contrariando las ruti- encontré: mi madre los había tirado del viaje trunco, para exhibirlos en la
una relación conceptual entre la Vir- nas travestis, no hago nada. Desde el a la basura. Luego de un instante de Trienal de Chile, en el Museo de Arte
gen y el travestismo para trascender acantilado, en zigzag, observé bajar histeria fetichista, logré reencontrar Contemporáneo de Santiago, aunque
los tópicos católicos de unicidad —las a algunos transeúntes —ellos pro- su sentido travesti y entonces simple- debo acotar que La Carlita original
múltiples idolatrías indígenas y apa- bablemente avistaban, a lo lejos, una mente conseguí otros. Esa Carlita fal- jamás existió.
riciones marianas como mestizajes pequeña virgen refulgiendo contra
culturales —y pobreza— la Virgen el mar— quienes al acercarse lo sufi-
como el travesti por excelencia con ciente batieron en retirada —tenien- ▼ Giuseppe Campuzano, La Carlita, 2004. Objet trouvé. Fotografía: Carlos Pereyra
su ajuar magnífico y sus apariciones do ya en perspectiva no a María sino
performativas. No soy el primero que al maricón. Esa tarde fui testigo de un
se trasviste de Virgen, me anteceden peregrinaje trunco, en "u", del abismo
siglos de teatro medieval; sin embar- estético entre la composición triangu-
go, es en 2007, ante la necesidad de lada, sacra y estable del Renacimiento
un retrato idóneo para ilustrar mi y la mácula mestiza y queer que ha de
98
publicación Museo Travesti del Perú desestabilizar aquel orden.
(2008), que decido cambiar la gastada En 2003 mi amiga Carla migró
metáfora de puta erotizada por otra de Perú a Italia. Se deshacía entonces
más poderosa: la de Virgen sufriente. de algunas cosas, entre ellas estos za-
Una segunda aparición virginal patos viejos que le pedí me regalara.
sucedió en el contexto de la filmación En 2004 empecé a exhibirlos como
de un pseudocumental sobre el escri- parte del Museo Travesti, ya tildados
tor mexicano Mario Bellatín —algo de objet trouvé artístico. Cuando le
de este material finalmente formó contaba a Fiorella (ya para entonces
parte de otra película: El Niño Fiden- le gustaba llamarse así), sobre aque-
cio y sus hermanos de luz (2008)— llos montajes, ella siempre ofrecía
donde María falsificaría las memorias enviarme unos nuevos y yo le repetía
de Mario durante su estancia en el que prefería esos como símbolo de
Perú. Todo esto como pretexto para sus viajes (transgénero, transnacio-
una aparición en la costa limeña, so- nal). A Carlita la asesinó en 2008 un
bre una peña (famosa por el suicidio cliente. En 2009 busqué los zapatos
consigo contextos de expolio, exoti- Museo Travesti del Perú. Ciertamente

//PROCESOS
zación, colonialismo y elitismo? mucha, si consideremos los museos
• ¿Cómo un proyecto político puede como administradores históricos del
partir de la sexualidad? conocimiento y la incidencia de sus

DEL ARTE
• ¿Para qué una sexualidad politizada? catalogaciones sobre la sexualidad y
• ¿Por qué un museo travesti peruano? cómo nos relacionamos con ella.
Sin embargo, los modos de co-

SEXUADO,
1. Consideraciones leccionar y presentar el conocimiento
de los museos modernos vienen sien-
Contextualicemos, ante todo, los do impugnados desde inicios del siglo

EL CUERPO
términos «museo», «travesti» y «Perú». XX por diversos individuos y comuni-
dades, con sus revolucionarias mane-
1.1 El museo moderno ras de hacer memoria, planteamien-
La construcción, física e ideológi- tos de los que movimientos como el

POLÍTICO Y LA
ca, del museo moderno se ha de origi- feminismo o la descolonialidad han
nar en dos mecanismos simultáneos: la hecho eco. Estos desplazamientos de
100 101
exotización de todo aquello no occiden- la memoria han permitido a artistas,

NACIÓN
tal al interior de las colecciones euro- activistas e intelectuales plantearse
peas, que tuvo como origen a los «gabi- una pregunta fundamental: ¿cuál es
netes de curiosidades» de los siglos XVI la coyuntura desde donde se enuncia

TRAVESTIDA
y XVII, donde los documentos prove- determinada verdad? Pregunta que
nientes de «otras» culturas eran mostra- no sólo pone en evidencia las presun-
dos como insólitos. Asimismo, y ya «al ciones al interior de una concepción
exterior» (África, Asia, América), esa del mundo sino que procede a su des-
misma colonización del conocimien- montaje como oportunidad para el

E
ste artículo consiste en una serie de reflexiones y to proyectaba sus pautas de selección, nuevo relato desde otra perspectiva.
relatos sobre el proyecto Museo Travesti del Perú catalogación y distribución de aquello
(2003 y en proceso) a partir de algunas de las pre- digno de ser conocible y reconocible. 1.2 Una travesti en el museo
guntas formuladas durante sus procesos. Pero a estas alturas, quizá ya nos Un desmontaje constante del mu-
• ¿Por qué optar por una identidad entre muchas para nombrar preguntemos sobre cuál es la relación seo es análogo al travestismo como
este proyecto? directa entre el museo y la sexualidad, desmontaje cotidiano del mandato de
• ¿Cuál es la necesidad del sustrato «museo» cuando éste arrastra más allá de los planteamientos del género y la sexualidad hegemónica
percibida como natural —tengamos • La multitud de danzantes travesti-
en cuenta que en algunas regiones de dos en las fiestas peruanas tradi-
Latinoamérica el término «travesti» ha cionales ya como transformación
pasado del insulto cotidiano y su defi- doble, de hombres indígenas a
nición por la Academia de la Lengua mujeres blancas; como viejas sa-
Española: «Persona que, por inclina- biamente satíricas; o como diablas
ción natural o como parte de un es- que completan las facetas de las
pectáculo, se viste con ropas del sexo vírgenes por quienes bailan. To-
contrario», a reelaborarse en sujeto po- dos actos de oposición y comple-
lítico por sus propias depositarias. Tal mento simultáneos.
descentramiento, ideológico o cotidia- • La «tapada» con su atuendo de ori-
no, implica una revisión del orden que gen musulmán que, en el contexto
refutamos e, incluso, del mismo con- de una sociedad mestiza, decantó
cepto de excentricidad desde donde en un espacio social desde donde
nos afirmamos. Así, la sexualización y mujeres, colores de piel y hombres
la marginalidad travestis se ofrecen ya no normativos socavaron la socie-
102 103
no como descalificaciones sino como dad patriarcal republicana y colo-
potencialidad al plantear una serie de nial a lo largo de tres siglos.
nuevas asociaciones. Una historia en • La androginia ritual indígena como
reversa. Una memoria al revés. símil de incertidumbre social ante
Travestidas de museo para tra- el encuentro con un clima adverso
vestir el museo, ingresando en éste o una etnia extraña, pero asimismo
no para pertenecer desapareciendo como nexo con aquello descono- ▲ Giuseppe Campuzano, Cortapelo, 2006. Coreografía. Acción en Editora Perú,
sino para transformarlo desde dentro, cido y, por tanto, propiciadora de Arequipa. Fotografías: Paul Apaza y Miguel Coaquira
como caballo de Troya, hendiéndolo cultura mientras hace explícito evi-
en muchas puertas falsas hacia su re- denciar su proceso. el género comenta otras dimensiones y seguro, en pos de una necesaria de-
volución. Entonces, reproducidas sus La historia del travestismo es sociales como la etnia o la clase. construcción de los cuerpos.
tácticas para coleccionar travestismos también una historia de la moda don- Un museo travesti como espacio Una travesti en el museo no
pasados y presentes, este doble traves- de la apariencia es una crítica al orden de empoderamiento y memoria de las como marca identitaria sino como
tismo no consistiría en otra cosa que establecido, donde la sexopolítica ha personas travestis, pero del mismo visibilización de la metamorfo-
en un proceso de restauración de las de desfigurar los cortes limpios en- modo un dejarse llevar más allá de la sis constante de cuerpos y saberes,
propias tácticas travestis. tre fuero privado y público, y donde necesidad por el espacio diferenciado como cultura viva.
1.3 La peruanidad como sus geografías. Geopolíticas siempre 2. Un museo travesti. Del sexo Las funestas consecuencias de
travestismo inéditas para el cuerpo y su nación. exótico al instrumento político un cuerpo-estrategia malentendido
Tal como partimos desde las Un Perú donde la travesti transcurre como cuerpo-esencia son manifies-
fronteras del género para borrarlas, de marginal a articuladora de la na- El Museo Travesti del Perú es un tas. Sin embargo, el horror ante estos
partiremos metodológicamente des- ción fracturada. archivo sexual. No obstante, los docu- asesinatos ha mermado el reconoci-
de el Perú como territorio, y de los La fricción entre tres estereotipos: mentos que lo componen sólo cons- miento, igualmente importante, de la
documentos depositados al interior la travesti marginal, el museo coloni- tituyen el medio para explorar las es- persistencia histórica de estos cuer-
de sus fronteras, hacia un Perú como zante y el Perú nacionalista, es el punto trategias de un cuerpo travesti a la vez pos no esencialistas. Por lo tanto,
significado donde el análisis de esos de quiebre intencional. Un museo que histórico y vigente. Su desmontaje, de esta primera muestra incidió en tras-
documentos proporcionará las calas parte desde la autorreferencia: ciudada- sexo exótico en instrumento político, tocar el sistema de referencia norma-
que componen su memoria, mien- no, sexopolita, travestido. Un proyecto pasa por un proceso de recolección y tivo, trasladando el cuerpo travesti
tras borra sus fronteras y trastoca desde el propio cuerpo como nación. contrastación de dicho archivo, hacia de los márgenes hacia el centro, des-
su posterior comunicación que ponga de la negación a su afirmación en la
en práctica las estrategias mutantes de memoria nacional.
▼ Giuseppe Campuzano, Certamen (El otro sitio). Proyecto para un Museo Travesti, 2004. esta memoria siempre en proceso. Re- Esta muestra, albergada dentro
Intervención en el Museo de Sitio de Miraflores (Museo de la Guerra del Pacífico), Lima. lataré así algunos de estos montajes. de un museo de sitio, se valió de esta
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Archivo Giuseppe Campuzano oportunidad para contrastarse con
2.1 Certamen. El Otro Sitio (Pro- un museo estereotípico, y con uno
yecto para un Museo Travesti) de los capítulos más políticamente
En 2004 y ya luego de algunos manipulados de la historia peruana:
meses de investigación aún quedaba la guerra con Chile. De este modo,
la interrogante sobre cómo conectar aquellas imágenes de los hombres-
un puñado de recortes periodísti- héroes peruanos, las mujeres-vícti-
cos, sobre el asesinato de travestis mas, y los hombres-viles chilenos,
en Perú durante las décadas de 1980 rodeados por una profusión de sím-
y 1990, con una cerámica indígena bolos nacionalistas y militares, sir-
de la cultura Moche, en la cual un vieron de marco para el falseamiento
personaje andrógino protagoniza de dichos estereotipos que proponía,
un ritual donde el género comple- al lado, un museo de heroínas tra-
mentario supone el nexo entre lo vestis peleando su ciudadanía desde
nativo y lo extranjero, entre lo con- un certamen no bélico sino de belle-
creto y lo sobrenatural. za y alteridad.
Este primer muestrario remitía puesto, dentro de esta feria, alber- cortes periodísticos ampliados corres- lación del tema «de género», desde y
además a una autorreferencialidad gó una porción de los documentos pondientes a una investigación previa más allá de la campaña electoral, don-
que su texto de presentación advierte: mostrados previamente al interior del sobre cuatro décadas (1966-1996) de de lo femenino se esencializa al pun-
museo, esta vez como contrapunto y persecución y asesinato de travestis re- to de considerar a unas mujeres más
Hace poco más de un año hice un comentario a las prácticas y usos (fue- latados por la prensa peruana. representativas y con más derechos
viaje al pueblo de mí padre, Mu- ra-dentro, reproducción-original) de El plantón fue además comple- que otras, o al excluir a las travestis,
quiyauyo; ya en su plaza principal, los espacios comunitarios y artísticos. mentado con la distribución de volan- cuando muchas de ellas se conside-
inmerso en esa música terapéutica, Esta primera versión callejera fue tes con el siguiente comunicado: ran mujeres, inclusive al interior de
con el castillo a punto de dispararse, continuada por un plantón el día 6 de espacios autoproclamados feminis-
las cintas en busca de padrino y el abril de 2006 y en el contexto del cierre Ante los crímenes de odio contra tas. Asimismo, una de las estrategias
gran árbol ataviado para la ocasión, de campaña de la última elección ge- travestis cometidos por Sendero Lu- incorporadas fue la de la máscara in-
es que experimento mi doble prove- neral peruana que ganó Alan García. minoso, MRTA, grupos de derecha, dígena como instrumento ritual que
niencia, esa otra mitad esencial que Sin embargo, hasta la segunda vuelta Fuerzas Armadas y del orden, de los cubre para mostrar. Dicha paradoja,
a lo largo de treinta y tres años mi electoral los candidatos favoritos eran que el "Informe final de la Comisión desde un punto de vista occidental,
inconsciente había ignorado. Tomo dos manipuladores del género: Ollan- de la Verdad y Reconciliación" y los establecía los nexos entre el acto po-
la cerveza que se me tiende y me ta Humala, un nacionalista cuya ma- medios de comunicación han dejado lítico del travestismo contemporáneo
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106
dispongo a bailar enlazado al pueblo dre proponía fusilar homosexuales, constancia. Ante su archivamiento y el ritual social de la androginia in-
del que al fin soy parte […] El retor- y Lourdes Flores, una neoliberal que legal. Ante la complicidad con estos dígena, complejizando una identidad
no de un Inkarri que no ha parado prometía generar el cambio basándo- crímenes, plasmada en una campa- travesti donde la mismidad es tam-
de viajar subterráneo, y llega, para se en el hecho de ser mujer mientras ña electoral donde ese odio es par- bién negociable.
conciliar esas dos mitades que trans- se oponía, por ejemplo, al aborto. te integral de la propuesta de unos Además, la calle intervenida ha-
curren paralelas al interior nuestro. El espacio elegido para realizar el candidatos mientras otros se oponen bía sido anteriormente espacio de
plantón fue uno de los puntos céntri- pero no en sus propuestas. Ante su trabajo sexual, por lo que esta acción
2.2 Museo Travesti del Perú cos de Lima, donde hacía ya bastante se aprobación por parte de la población también consistió en la recuperación
También durante el 2004 y lue- exhibía un mural con las fotografías de según los sondeos de opinión. Ante de un espacio por el cuerpo sexuado
go de aquella primera incursión en las vecinas del distrito financiero, Lour- la manipulación del discurso de la para expresar su opinión sobre la co-
el museo oficial, sucede un segundo des Flores incluida, adornadas por citas mujer mientras su situación perma- yuntura política.
montaje en el contexto de una feria sobre la impronta de la mujer peruana. nece tan desigual y contradictoria Dicho archivo periodístico fue
por la diversidad sexual, ubicada en Fue entonces que un grupo de travestis como siempre. presentado por primera vez en la
los exteriores del museo moderno y otros activistas y artistas cubrieron Universidad Nacional Mayor de San
más importante de Lima —Museo estas imágenes con sus propios cuer- Esta superposición de mensajes Marcos (Lima, 2004), y desde enton-
de Arte de Lima MALI. Un pequeño pos, cubriéndose a su vez con los re- hizo hincapié en la compleja manipu- ces ha continuado presentándose en
▲► Giuseppe Campuzano, Proyecto Identikit. Archivo travesti, 2004 - 2013. Recortes de
prensa y documentos apropiados.
cia sexual y travesti madrileño con El propósito es revisar tanto los ro-
la finalidad de compartir esta «otra» les que han sido adjudicados con-
memoria mediante una intervención vencionalmente al travesti como
callejera donde las estrategias de di- aquéllos que le han sido arrebata-
vulgación de la prensa local jugarán dos, y que subyacen a la oposición
parte importante. complementaria entre colonialismo
—tanto imposición como heren-
2.3 Publicación y presentación cia— y encuentro —sus imbricacio-
del libro Museo Travesti del Perú nes y restauraciones. Así se postula
Otro de los formatos de difusión un análisis, tanto histórico como
del proyecto es la académica, a través hermenéutico, de la iconografía y
▲ Giuseppe Campuzano, Intervención pública con el Archivo travesti en los distritos de Los Olivos y Miraflores, de conferencias y publicaciones. los textos; y, evitando la esterilidad
2006. Archivo Giuseppe Campuzano
En 2008 se publicó el libro Mu- de estudios aislados, se procede a
seo Travesti del Perú, que contiene un trabajo multidisciplinario que
diversos espacios y ciudades con la La nación sexuada, la gestión gran parte del archivo sexual y sus trasciende la historia lineal —la que
intención de recuperar estas historias de la memoria histórica y la fun- procesos. La edición de este libro fue sólo permanece en la naturaleza de
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de persecución y asesinatos impunes ción político-social de los archivos, un proceso difícil ya que consistió en su soporte gráfico. Distintas dis-
—aunque también de comunidad y la producción y circulación de sa- adecuar un proyecto que partía del ciplinas se mestizan al interior del
supervivencia— para la memoria co- beres, y las estructuras coloniales y cuerpo no normativo, además de lo muestrario, en un viaje a través de
lectiva, muchas veces provisto de di- modernas son algunos de los temas tridimensional, al orden de las pá- los tiempos, espacios y fuentes más
versas tácticas destinadas a registrar que el Museo Travesti del Perú revi- ginas de un libro. Sin embargo, fue disímiles —de las culturas preíncas
las impresiones de los asistentes. sará mediante un taller-intervención mediante este cambio de formato a las post-industriales, de las colec-
En 2010, año internacional de la propuesto a la colectividad. Para ello, que el archivo travesti se reelaboró ciones de arte a los diarios chicha.
celebración de los bicentenarios de las este archivo sexual mudará de mime- en genealogías que parten de atribu- El travesti es puente entre imagen
independencias del Caribe y América tizar las estrategias del museo a mi- tos travestis específicos: terapéutica, y texto, entre tiempos y espacios,
Latina, el Museo Travesti del Perú for- metizar las estrategias de la prensa. poder, dualidad, plumaria, precepti- donde, heredero de un linaje de
mará parte de un conjunto de memo- Un museo travesti de libro-historia va, epopeya, mestizaje, coreografía y mediadores —chamanes, dioses,
rias disrruptoras de tales festejos, con travesti a periódico-historieta tra- revolución, para establecer relaciones vírgenes y santas—, ha de volverse
la propuesta de impugnar aquellas vesti. Luego de compartir el archivo históricas alternativas a las simplifica- a encontrar. Un ritual librado en su
historiografías y teorías oficiales que travesti, sus estrategias y procesos, ciones de la causalidad y la linealidad. propio cuerpo. Nueve atributos tra-
continúen omitiendo ciertas insur- con los interesados, se propondrá El prólogo del libro incide en el proce- vestis pautan un muestrario plagado
gencias estéticas y políticas. elaborar un mapa de placer-violen- so de tales genealogías: de trastocamientos temporales que
evidencian la imposible disección con el público —contradiciendo el cri- las estrategias sexuales de la sociedad que devela la falacia identitaria […]
del travesti-todo, cual pacha de par- terio usual de mantener distancia res- habanera, los documentos recabados y MUSEO TRAVESTI: autorretrato
tes recíprocas. pecto de la obra dentro del museo—, cotejados consistieron en una superpo- múltiple […] historia de la repre-
y cuyo simulado orden era roto con la sición de elementos sexuales, artísticos, sentación […] Andróginos, enanos,
Estas genealogías son por su- aparición de la genealogía «sagrada», religiosos y políticos donde la travesti amazonas, siameses, sirenas, minus-
puesto perfectibles, móviles y susti- una tropa de danzantes travestidos era sinónimo de la nación cubana. válidos, anoréxicos, componen una
tuibles, tal como los documentos que pertenecientes a distintas fiestas regio- En los dos últimos años, y desde estética queer donde todos los tiem-
las componen, traslapándose siempre nales. Una coreografía desbaratando su condición liminar, este proyecto ha pos son uno, consagrados al Jano
de manera distinta al cuerpo discursi- otra mientras mezclaba travestis his- satirizado la estructura artística. transformador y a Santa Liberata
vo como un retrovirus lo hace respec- tóricos y vigentes con el público, en un Así, para el Centro Gallego de cuya androginia se remonta a los
to del cuerpo humano. momento excepcional donde la travesti Arte Contemporáneo (Santiago de cultos hermafrodíticos de la Grecia
Esta publicación se complemen- se restituía como nexo nacional. Compostela, 2009) se propuso una cu- Antigua […] La muerte como tra-
ta con un glosario que recoge, aun- Asimismo se desarrolló un colo- raduría travesti de la curaduría oficial vestismo. No finalidad sino estadio,
que no agota, las distintas voces que quio donde el travestismo se abordó que lo seleccionó, junto a otros pro- muerte como ritualidad que la epi-
enunciaron y enuncian al sujeto tra- desde la academia y sus distintas pers- yectos políticos de la diversidad sexual demia del SIDA, la enfermedad en
vesti, así como una estadística (1776- pectivas: antropología, historia, literatu- en el arte. Ubicada en uno de los acce- general, ha desdibujado. SIDA como
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2005) de persecución sostenida hacia ra, psicoanálisis, pintura y museología. sos a la muestra, esta pieza compuesta concepto complejo y contradictorio
esta colectividad. Finalmente se programó un ciclo por el dibujo ampliado de la cerámica al plantearse como flagelo, visibiliza-
Luego de casi dos años de redac- de cine y teatro donde una selección ritual ya descrita y un biombo cuyo ción y estereotipia de la diversidad
tar textos, reunir imágenes y diseñar de estéticas y circunstancias travestis collage reiteraba imágenes del archivo sexual, como síntoma de la violencia
el libro, su presentación consistió en pudo ser apreciada. travesti, resguardaba la supuesta cerá- que hace invisibles otras maneras de
una compleja performance que par- mica original, que era una réplica. Y ver el mundo y violencia contraofen-
tía de algunas de las genealogías ya 2.4 Otros proyectos un texto en la pared que trata acerca siva, donde información no equivale
publicadas y elaboraba otras nuevas: En 2008 el Museo Travesti del de la muestra en general, aunque des- a protección. SIDA como replantea-
prohibidas, emplumadas, mestizas, Perú participó de una residencia de de la perspectiva del travestismo: miento de las relaciones entre muer-
terapeutas y sagradas que, como re- cinco semanas en La Habana. Esta ex- te, enfermedad y vida; entre infec-
vancha, retornaban el cuerpo vivo periencia en una sociedad con un pro- ¿Comisariado (travesti) del comi- ción, dolor y placer […] La muerte
luego de cierto anquilosamiento, pro- ceso peculiar comprobó una vez más sariado? Dislocación del saber […] como rito de paso, travesti que es río
ducto del proceso editorial. que las pesquisas sobre la sexualidad realidades que explicitan las repre- heracliteo: nunca el mismo. MUSEO
Cada genealogía correspondía no pueden disgregarse del proceso de sentaciones en juego, no oposición TRAVESTI: recuperación la teatra-
con un grupo de ejecutantes que fun- sus geografías. Así, luego de la explora- —masculino o femenino, público o lidad ritual […] realidades alucina-
cionaban como circuitos al interactuar ción de diversos archivos y el paneo de privado— sino continuum sexualis das, mutantes, ilusas, inasibles, que
interpelan la producción de identi- muestra «real» en Lima para la que ha Esta selección de documentos del 3. Conclusión
dades fijas, solo letras cebando una sido convocado. MUSEO TRAVESTI […] no se
sigla. Íconos poscoloniales en certa- Además, para la I Trienal de Artes exhibe accidentalmente sobre las El proyecto Museo Travesti del
men (de belleza): caballo de Troya Visuales de Chile (Santiago de Chile, paredes de ladrillo que bordean Perú se plantea desde la itinerancia
como détournement del «museo», 2009), ordenó rigurosamente el ar- este auditorio principal, sino que constante de un cuerpo. Itinerancia
del «travesti», de la «identidad» y chivo sexual en una línea de tiempo simboliza la situación actual de la transexual —la migración del géne-
de esta selección. «Construir» el travesti-peruana, ironizando los mon- comunidad travesti, tanto respec- ro—, y transnacional —su migración
MUSEO TRAVESTI a partir de tajes de aquellos museos históricos y to de la sociedad en general como geográfica. Este continuo desplaza-
sus deconstrucciones. antropológicos donde la museografía de las minorías sexuales, y quienes miento consiste en un diálogo de re-
refiere a un tiempo lineal y perfectivo. trabajan por sus derechos; y es que partición y acopio, revelado no sólo
Se proponía pues una ritualiza- También ha cuestionado la cuota aún nos quedan por vencer mu- en sus documentos sino a través de
ción del espacio que alterara las rela- de participación de las travestis dentro chas barreras. La situación de las una memoria inmaterial que se rebela
ciones preestablecidas entre los hemis- del activismo sexual, al ubicar las hue- travestis es aún precaria pero sa- con la performance de género.
ferios sur y norte, artista y curador, llas de la memoria travesti en la tras- bemos que mejorarla es un trabajo Esta micropolítica sexual se
público y muestra, y objeto y sujeto. tienda del auditorio principal de la VI ofrece como una oportunidad de
que tenemos que hacer por noso-
ciudadanía más allá de la manipula-
Asimismo, acabo de elaborar un Conferencia de la International Asso- tras mismas. Desde aquí el recono-
116 ción macropolítica y la tiranía de la 117
afiche que simula una muestra retros- ciation for the Study of Sexuality, Cul- cimiento a todas las agrupaciones
teoría dominante, donde la recupe-
pectiva para un museo falso: el Museo ture and Society (Lima, 2007). Manifes- y personas travestis que luchan por
ración de una memoria travesti no
Travesti del Perú. Todo dentro de la tándolo así en su texto de presentación: hacer esto posible.
consiste en la recuperación de la me-
▼ Giuseppe Campuzano, El afeminamiento de lo marcial, 2011. Impresión digital. 165.7 x moria de un determinado grupo que
70 cm. Presentado en la exposición "Ejército rosa: La feminización de lo marcial", curaduría Del mismo modo, ha puesto en
reclama un poder originario, sino en
de Gustavo Buntinx en la sala Luis Miró Quesada Garland, Lima, julio 2011 evidencia la situación de violencia
ciertas estrategias históricas donde el
que viven las travestis, al mostrar contexto prevalece sobre el sujeto, lo
su archivo periodístico de persecu- que se traduciría en la sociedad indi-
ción y asesinato durante diferentes vidualista contemporánea como un
encuentros de diversidad sexual (I sujeto no identitario sino estratégi-
Encuentro Nacional de Organiza- co. Las travestis con su pasado como
ciones y Activistas Lesbianas, Gays, vínculo simbólico, su historia de su-
Bisexuales y Trans, Lima, 2005; pervivencia gracias al propio inge-
Institute of Development Studies, nio, y su explicitación contemporá-
Brighton 2005, Palais des Congrès, nea de los procesos de la identidad,
Montreal, 2006). dan cuenta de ello.
TRABAJADORA
SEXUAL
CALLEJERA / ACTIVISTA
//SUÉLTATE
120

LA
TRENZA
◄► Colectivo Las Pelangochas
(Giuseppe Campuzano y Susana
Torres), Suéltate la trenza, carda
tus cabellos… Pon tus trapitos al
sol, 2003. Intervención pública y
afiches realizados para "Encuen-
tros con el Arte", actividad artís-
tica en celebración del Orgullo
Gay-Lésbico Bisexual Trans, Lima.
Fotografias: Carlos León-Xjiménez
124

//VOLANTE

▲ Giuseppe Campuzano, Volante repartido en la marcha del orgullo LGTB en Lima, Julio 2004.
126

//VIHDA

▲ Giuseppe Campuzano, Camiseta confeccionada para el proyecto "Vivo con VIH", impul-
sado por Fernando Olivos, 2005.
no vestirá lo prescrito a un hombre, das, donde localidades indígenas fue-
ni el hombre deberá vestir prendas de ron asignadas a los colonos para su

//RECLAMANDO
mujer" (Deuteronomio cap. 22, versí- gestión, y se trasladó hacía el sistema
culo 5), y "el mismo buen sentido nos de reducciones, en el que las locali-
enseña que para el hombre es vergon- dades indígenas fueron convertidas

LAS
zoso dejarse crecer el pelo, mientras al cristianismo y luego devueltas a
que una larga cabellera es el orgullo sus antiguos administradores indíge-
de la mujer, y precisamente le ha sido nas. La Corona esperaba recuperar

HISTORIAS
dada para servirle de velo" (1 Corin- el control de la producción mediante
tios Cap. 12, versículo l4-15). Bonnie la integración de los administradores
y Vern Bullough observaron que des- indígenas a la estructura colonial de
de que "el cambio de sexo simulado poder. Esta nueva organización tam-

TRAVESTIS era parte frecuente de los cultos de


la fertilidad de la época, los autores
de la Biblia eran mucho más hostiles
hacía el travestismo de lo que luego
bién afirmó, al menos sobre el papel,
preservar parte de las culturas nativas.
Pero el requisito de conversión al cris-
tianismo y la priorización de la pro-
128 129
1. Ordenanzas y supuestos coloniales serían otros comentaristas" Bullough ducción implicaban todo lo contrario,
y Bullough (1993: 40). Ellos subesti- dando lugar a la supresión de algunas
...Y ten si algún indio condujere en hábito de india, o india maron los niveles de hostilidad que identidades autóctonas.
en hábito de indio, los dichos alcaldes los prendan, y por la surgirían posteriormente. Travestis, es un término que ha
primera vez le den cien azotes y los trasquilen públicamente, Hace casi 500 años, los coloni- sobrevivido hasta la contemporanei-
por la segunda sean atados seis horas a un palo en el tiánguez zadores españoles llegaron a América dad -actualmente se utiliza en Améri-
a vista de todos y por la tercera vez con la información preso Latina a asumir el control del Impe- ca Latina para describir a aquellos que
lo remitan al corregidor del valle o a los alcaldes ordinarios rio Inca (S. XIII-1538 DC). "Su deseo se desplazan entre los géneros, a través
de la Villa de Santiago de Miraflores para que hagan justicia por el supuesto oro sin límite fue gran del sexo y la forma de vestir- y que
dellos conforme a derecho.... parte de la razón por la cual sometie- proviene de estas identidades repri-
Gregorio González de Cuenca, ron el continente, junto con el presti- midas. El concepto mismo de travesti,
Ordenanzas de los indios, 1566 gio del Imperio y la fuerza de trabajo que literalmente significa "quien viste
barata. El Juez González de Cuenca las ropas del otro sexo", nació de la fija-
Esta ordenanza, aprobada hace 450 años por el gobierno presentó las Ordenanzas de los indios ción de los colonizadores con el bina-
colonial español, fue la primera proscripción legal del travestis- como la génesis de un nuevo orden. rismo de género. El binarismo incluía
mo en el Perú. Sus orígenes se encuentran en la Biblia: "La mujer Éste partió del sistema de encomien- el imperativo de vestirse según el lugar
que uno ocupa en la rígida dicotomía 2. El continuo del género pre- Verdad es, que generalmente entre nero alternativos. Pero, ¿por qué es
entre los géneros, en la que había dos hispánico y la reacción colonial los serranos y yungas ha el demo- que aquellos que tomaron estos roles
sexos claramente definidos y dos géne- nio introducido este vicio debajo de provocaron el odio, la condenación y
ros basados en estos sexos1. El género En tiempos prehispánicos el gé- especie de santidad. Y es, que cada el castigo descritos más arriba? Para
prehispánico fue leído a través de ese nero no estaba limitado a lo mascu- templo o adoratorio principal tiene iluminar esta pregunta, recurriré a
lente, por lo que el travestismo se con- lino y femenino. Principios de pen- un hombre o dos, o más, según es Murray Davis.
virtió, dentro de ese esquema, en el samiento no binario permanecen en el ídolo. Los cuales andan vestidos
acto de vestirse al otro lado del binario. el diseño del tradicional bolso tejido como mujeres desde el tiempo que Cualquier cosa que socave la con-
Aunque travesti fue original- andino aymara, que está formado eran niños, y hablaban como tales, fianza en el esquema de clasifica-
mente un adjetivo peyorativo, ha sido por bandas apareadas y repetidas y en su manera, traje y todo lo de- ción en el que las personas basan
resignificado por travestis activistas de diferentes colores de manera que más remedaban a las mujeres. Con su vida los enferma, como si el mis-
argentinos y peruanos para ser con- cada una tiene su par en la mitad estos casi como por vía de santidad mo suelo sobre el cual están para-
vertido en una categoría política, rede- opuesta de la bolsa (Cereceda, 1986). y religión tienen las fiestas y días dos se cayera precipitadamente. El
finiendo esta "dualidad como poder"; El número total de bandas es siem- principales su ayuntamiento carnal vértigo producido por la pérdida
como lo que la androginia y el herma- pre impar por lo que una de ellas y torpe, especialmente los señores y de la orientación cognitiva es simi-
froditismo significaban en las antiguas se queda sin contraparte, actuando principales. Esto sé porque he casti- lar al producido por la pérdida de
130 131
culturas de Oriente y el Occidente. como el eje central (Chhima); tanto gado a dos (…) indios de su majes- la orientación física. Las personas
En este artículo, rastrearé la his- el separador como el nexo de estas tad A los cuáles hablándoles yo de considerarán cualquier fenómeno
toria prehispánica de los travestis en dos mitades. Este concepto de "uno esta maldad que cometían, y agra- que produzca esta desorientación
el Perú. Analizaré lo que la recupera- entre pares de cosas, pero sin un par" vándoles la fealdad del pecado me como "asqueroso" o "sucio". Para
ción del valor otorgado al rol del tra- (Chhullu), se puede utilizar para re- respondieron que ellos no tenían la ser considerado de esta manera, sin
vesti en las culturas indígenas puede interpretar a las personas que los culpa, porque desde el tiempo de embargo, el fenómeno debe amena-
ofrecer en las luchas de los travestis cronistas españoles encontraron en su niñez los habían puesto allí sus zar con destruir no sólo sus catego-
por sus derechos y reconocimiento en toda la América colonial y que des- Caciques, para usar con ellos este rías cognitivas, sino la totalidad de
el Perú contemporáneo. criben a continuación: maldito y nefando vicio y para ser su sistema cognitivo.
sacerdotes y guarda de los templos Davis, 1983, citado en
de sus Indios. Bornstein, 1994: 72.
1
Pedro Cieza de León, 1553,
Numerosos textos feministas han problematizado los binarios de género (por ejemplo, ver Butler,
1990). También existe un cuerpo considerable de investigaciones sobre formulaciones transgénero al-
La Crónica del Perú. Las prácticas de estos "sacerdo-
ternativas en los estudios antropológicos e históricos de tradiciones espirituales, que refuerzan la idea tes" estaban tan en desacuerdo con
del género como un continuo (por ejemplo, ver Eliade, 1964; Bullough y Bullough, 1993; Conner et al,
1997 y Herdt, 1996). Sólo el complejo de creencias judeo-cristiano-musulmanas insiste en esta particu-
Para los colonialistas católicos la perspectiva teocéntrica y falocén-
lar yuxtaposición de sexos y géneros binarios. no había lugar para papeles de gé- trica de la Española Colonial, que
los españoles llegaron a pensar que nidades. Han intercambiado "calienti- Un reporte de la Comisión de Ciuda- sexualidad, también perpetuaron esta
estaban salvando nativos aun cuan- to" (un brebaje alcohólico andino) por danos de Derechos Humanos señala situación al trabajar desde un marco
do los estaban explotando y destru- cervezas, y los zapatos chatos por los que el Movimiento Revolucionario conceptual colonial, en vez de partir
yendo elementos de su cultura. Or- de plataforma transparente, mientras Túpac Amaru (MRTA) "ha tendido a del discurso precolonial.
denanzas coloniales ordenaron a los transforman el ritual en un espectácu- ver a hombres gay y a lesbianas como Durante el intercambio colonial
"Indios", categorizando y contándo- lo de danza técnica. Es importante no- "antirrevolucionarios" o como "pro- de creencias e ideologías, el género
los: una poderosa herramienta para tar que esto sucede en lugares donde el ductos de la decadencia burguesa", y perdió su amplitud, profundidad y
asegurar la docilidad y la utilidad de desarrollo no ha sido muy exitoso. Esto por lo mismo una amenaza al "pro- elasticidad, y no ha sido recuperado
los cuerpos indígenas. no significa que el desarrollo equivalga yecto político izquierdista" (ICCHR- en los tiempos poscoloniales. Sin em-
a destrucción, ni que estas sociedades LA, 1996:19). Chauvin (1991) refiere bargo, los travestis peruanos siguen
3. Controlando los cuerpos hayan permanecido "puras". Lo que es- que en 1990 y 1991 más de 40 traves- cumpliendo una función bisagra en-
toy sugiriendo es que quizás el impacto tis fueron asesinadas en Lima, la ca- tre pares. Lo hicieron antes conec-
Un estampado prehispánico atenuado del desarrollo ha permitido pital del Perú, por grupos de derecha tando los mundos prehispánicos de
que, según varios antropólogos, des- tender un puente, tal vez no demasia- conocidos como "mata cabros". La dioses y humanos, y de los vivos y los
cribe un ritual religioso, muestra a do sólido ni elaborado, pero suficiente Comisión de la Verdad y Reconcilia- muertos, y ahora enlazando el pasado
hombres alados que preparan un para permitir la inclusión mediante un ción del Perú afirma que por estas vías y el presente. Los travestis continúan
132 133
brebaje y lo ofrecen a una pareja que correlato entre las dos culturas, la pa- el MRTA "buscaba legitimarse ante la desempeñando roles de mediación en
está copulando —formada por un sada y la presente. población estimulando los prejuicios la sociedad, primero como chamanes
ser suprahumano y una de ambos En tiempos poscoloniales, tra- sociales contra la homosexualidad" y hoy día en calidad de cosmetólogas
géneros- mientras otros dioses y vesti se ha interpretado como parte (IFCVR, 2003: 433). o brujas, terapeutas que escuchan y
seres humanos observan y esperan, de las identidades "LGTB" (lesbianas, Vemos aquí los resultados de un transforman -inyectando silicona
comiendo carne humana como parte gays, transexuales y bisexuales). La trágico malentendido: en su rechazo líquida en los cuerpos de sus com-
del ritual. El cuerpo travestido apare- inclusión de lo travesti dentro de estas a las libertades sexuales poscolonia- pañeras2. Esta escena contemporá-
ce como mediando entre los mundos identidades sexuales normativas de- les, los anticolonialistas reforzaron la nea recuerda a la que se describe en
natural y supranatural. muestra cómo los géneros alternati- ideología colonial. Así, la ideología de la cerámica moche reproducida más
Pasemos ahora al Perú contempo- vos han sido categorizados a través del la iglesia terminó siendo fortalecida arriba: un grupo de amigos travestis
ráneo, donde en algunas zonas andinas lente de la sexualidad debido a la falta por los (ateos) de extrema izquierda. entrando en calor con algún brebaje
los travestis llevan a cabo rituales de de perspectivas históricas. La asocia- Los activistas e investigadores de la alcohólico que la "paciente" les ofrece,
cosecha ancestrales que ahora se pre- ción de lo travesti con las identidades
sentan como "exhibiciones de danza", sexuales -en vez de con la idea de un 2
Ejemplos como este han sido considerados antiéticos y delictivos por las autoridades legales y sani-
y que continúan desempeñando un rol género alternativo- los ha llevado a tarias, pero esa reacción no difiere de sus políticas contra el aborto y de la falta de oportunidades de
social importante dentro de las comu- ser sujeto de discriminación y ataque. género dentro de una sociedad dispuesta a encontrar cualquier culpable distinto de ella misma.
◄► Giuseppe Campuza-
no con María Gracia Mo-
®
rán, TransformaT , 2006.
Performance. Edith Sachs
Artes Visuales. Fotografía:
Frank García "Photon"
cantando mientras planifican el pro- justificar las operaciones transexuales cas", aunque resultan esenciales para guir adelante con este procedimiento
cedimiento séptico y sin anestesia que y el reconocimiento legal del sexo mo- su bienestar psicológico. Los travestis doloroso que ahora le ha dejado cica-
los realizará. La exploración del ser, dificado. Sin embargo, estos conceptos también buscan servicios alternativos trices de tamaño considerable. Cuan-
pese a sus giros postmodernos, per- están en sí mismos anclados en la nor- -de chamanes y cosmetólogas, o la do le pregunté si estaba satisfecha con
manece intacta. Los travestis conec- matividad de género, negando el inter- automedicación-porque no confían los resultados, me respondió afirma-
tan los diferentes lados de los seres: lo sexualismo y el travestismo ocasional. en los servicios de salud. Estos facto- tivamente. Sin presiones normativas,
espiritual y lo material, la realidad y el En este contexto de normatividad de res, combinados con la falta de cono- ¿podría haberse planteado otros ob-
sueño. Ellos y sus roles no han desa- género, algunos travestis han adop- cimientos y una baja autoestima, dan jetivos o utilizado métodos distintos?
parecido. Han mutado3. tado prácticas ‘histéricas’ en busca de como resultado una ruta compleja
una feminidad idealizada, las cuales se que las devuelve a la silicona líquida 4.2 Elección de "machos" como
4. La travesti del siglo XXI detallan a continuación. como única forma de alcanzar su ob- pareja y relaciones violentas
jetivo. Los implantes de cirugía esté- Conocí a Rosa cuando éramos
Las batallas legales de la actua- 4.1 Transformaciones del cuerpo tica y la ingestión automedicada de adolescentes. Algunos años después,
lidad en torno al reconocimiento de Muchos de mis colegas y amigos hormonas, aunque quizás "exitosas" cuando me lo encontré en una disco-
la identidad travesti están sometidas travestis se inyectan silicona líquida al comienzo, también pueden fracasar teca, le pregunté por qué había desa-
a la normatividad de género y la re- en el cuerpo para incrementar la vo- en el mediano o largo plazo debido a parecido tanto tiempo y dónde había
136 137
producen. Incluso las sociedades más luptuosidad de su pecho, caderas y los efectos secundarios o a los cam- estado. Me respondió que ahora tenía
progresistas, como Bélgica, Alemania, nalgas, pese a los riesgos de desfigura- bios en las tendencias estéticas. una pareja violenta y controladora
el Reino Unido y España, no alcanzan ciones y otras amenazas para su salud Un amigo travesti mío, Carla, que no le permitía salir de la casa, y
a validar la auto-expresión de géne- (por ejemplo, migración de la sustan- se había inyectado silicona líquida que ella había salido a divertirse sólo
ro ambigua. Si bien en esos países las cia dentro del cuerpo, tumores, ne- en la frente, mejillas, pecho, caderas porque él estaba de viaje por razones
personas han logrado ciertos derechos crosis, infección, embolia pulmonar o y nalgas para alcanzar la voluptuosi- de trabajo. Algún tiempo después la
para cambiar de sexo, todavía no tie- muerte). Esta "decisión" tiene muchos dad que deseaba. Después de haber volví a encontrar. Me dijo que todo iba
nen derecho alguno a elegir quedar- ángulos. En su mayoría, los travestis migrado a Europa y ganado el dinero mejor, que las cosas habían cambiado
se en un estadio intermedio, o para son pobres y por lo tanto están exclui- suficiente, sus percepciones estéticas desde que comenzaron a tener rela-
transitar más de una vez entre los gé- dos de otras opciones más costosas y sobre los procedimientos cambia- ciones sexuales "modernas" (inter-
neros establecidos. Conceptos como para la transformación corporal, dado ron. Se decidió por los implantes de cambiando los roles activo y pasivo) y
"disforia de género" o "trastorno de la que las políticas de salud definen estos silicona. El cirujano le dijo que, para que los golpes, la violencia verbal y el
identidad de género" se utilizan para procedimientos como "cirugías estéti- poder colocárselos, primero había aislamiento habían cesado. Las prácti-
que eliminar toda la silicona líquida, cas que desmantelan los roles fijos de
3
Sobre este punto, la metáfora literaria de América Latina como travesti resulta útil; el travestismo se
convierte en un modelo histórico y no metafórico para el desarrollo cultural de cualquier territorio
inclusive la que había migrado a otras género habían resultado liberadoras
colonizado, tal como América. partes de su cuerpo. Carla decidió se- para ambas partes de la pareja.
4.3 Negación de su rol sexual trabajar como docente de religión y
activo se convirtió en peluquera. Algunos
Los travestis comúnmente sólo días después se encontró consigo
admiten desempeñar un rol sexual "mismo" en su propia casa: la madre
pasivo con sus parejas y tienden a había desobedecido, regalándole sus
burlarse de los que hacen lo contra- ropas a su hermano. Hoy día Jana es
rio. Cuando conocí a Gata en una activista travesti y tiene una Maestría
discoteca, rápidamente comenzamos en Estudios de Género. Mientras mi-
a hablar sobre los hombres y el sexo. raba un video familiar, observó a un
Más tarde, un amigo común me contó hombre desconocido en la pantalla y
que Gata tenía una pareja mujer y dos de repente se dio cuenta que ese hom-
niños, y que ejercía el trabajo sexual bre era ella misma. Cuando le pre-
para mantener a su familia. Le pre- gunté qué había sentido al enfrentarse
gunté a este amigo por qué Gata no de nuevo "consigo mismo", no pudo
me lo había contado. Él me explicó describir la sensación. Una suerte de
que otros travestis molestan a Gata tristeza, tal vez vergüenza, quizás nos-
138
por ello, lo que provoca reacciones talgia se apoderó de su rostro: "Parece
violentas de su parte. De alguna ma- que ese hombre es algo que sucedió
nera, Gata había desarrollado dos gé- hace mucho tiempo".
neros, uno para su ambiente social y
su trabajo, otro para su vida familiar. 4.5 Lo peor de ambos roles de
género
4.4 Negación del hombre que Los travestis han heredado lo
"antes" fueron peor de ambos roles de género. Cuan-
Cuando decidió vestirse como do un travesti es golpeado es percibi-
mujer, Jana rompió las fotografías da, por los policías o cualquiera que la
familiares en las que aparecía como esté castigando, como suficientemen-
hombre y le pidió a su madre que te hombre para golpearla con liber-
donara todas sus ropas masculinas a tad. En las relaciones, depende. Algu-
la iglesia. Al mismo tiempo, dejó de nas veces la masculinidad prevalece si

► Giucamp. Lima, ca. 1992-1994. Fotógrafo desconocido. Archivo Giuseppe Campuzano


se trata de trabajar para mantener a la No se trata simplemente de asig- la exclusión de los travestis no es su- Si pudiéramos reclamar nuestra
familia o a la pareja. A veces prevalece narles a los travestis un género o una ficiente por sí solo. Es necesario en- propia historia, se fortalecería la lu-
la feminidad y los travestis son objeto sexualidad únicas, ni de dar por sen- contrarle un paralelo estudiando las cha de los travestis peruanos por de-
de violencia y victimización por parte tada su homosexualidad o su deseo subjetividades de las mujeres perua- rechos y reconocimiento. Revisitar las
del propio círculo familiar. De repen- de convertirse en mujeres genitales4. nas prehispánicas, para problemati- tradiciones prehispánicas que mues-
te, una vez más, los travestis son hom- Es necesario liberar a los travestis de zar los estereotipos que las excluyen tran la existencia de géneros interme-
bres cuando es la ley quien juzga. En las presiones normativas para que y oprimen5. La demanda de los tra- dios revela cómo se nos ha obligado
el mercado laboral, la discriminación puedan expresarse libremente. Lejos vestis en cuanto a ser reconocidos a encajar en los binarios de género
implica que el trabajo sexual sea casi de ser productos irreflexivos de la y empoderados como las mujeres coloniales. Los travestis peruanos no
la única opción disponible para ellos. cultura, los travestis atraviesan por que visiblemente son, desafía el es- están solos: identidades indígenas
Esta situación de estar en el mo- procesos críticos de auto-examen tereotipo de que la pobreza e inde- transgénero han existido en diferen-
mento y el lugar equivocados se ha que podrían ser usados en contextos fensión de las mujeres peruanas son tes culturas, lugares y momentos del
hecho más profunda para los travestis más amplios. condiciones naturales, y que puede mundo entero, reprimidas y condena-
contemporáneos por la incongruen- permitirse que continúe. Así, la de- das por los cristianismos coloniales.
cia entre su práctica, de una sensua- 4.6 ¿Transgénero postfeminista? manda de derechos para los traves- Reivindicar nuestra historia exige no
lidad que desafía los límites entre los ¿Dónde está el transgénero tis está inexorablemente ligada a los sólo reconstruir la cultura incluyente
140 141
géneros, y el discurso binario acerca postfeminista? ¿Cuándo se perdie- objetivos del movimiento feminista del pasado, sino también reivindicar
del género como piedra angular de ron las vestimentas como símbolos en cuanto a la emancipación de las las identidades travestis en toda su
la construcción de la identidad. A de poder, lo andrógino como doble mujeres, de todos los tipos y en to- variedad. Necesitamos investigar los
lo largo de su viaje, de los vestidos símbolo de la perfección? ¿Cómo se das partes. pasados travestis en todas las regio-
a los cuerpos, los travestis han con- llegó a negar la riqueza de los múlti- nes de nuestro país, para afirmar a
vertido la "histerización del cuerpo ples puntos de vista (antes: una mu- 5. Reflexiones los travestis en el presente y construir
de la mujer" —que Foucault planteó jer dentro de un cuerpo masculino; Las herramientas del amo nunca respeto por los deseos y necesidades
en un primer borrador de la Histoire después: un hombre encerrado en desmantelarán su propia casa. Nos de los travestis contemporáneos, ya
de la Sexualité (Foucault, 1979)- en un cuerpo femenino) como ventaja pueden permitir que temporalmen- sea como consumidores, personas
una esencia, apropiándosela en su importante? El esfuerzo por reivin- te lo venzamos en su propio juego, religiosas, trabajadores sexuales, bi-
discurso, transmutando la violencia dicar la subjetividad travesti tiene pero nunca nos permitirán generar sexuales, padres o mujeres. Como
del medio externo y llevándola a sus ramificaciones que también afectan cambios genuinos. lo sugiere este artículo, y como lo
mentes y cuerpos. a las mujeres. El cuestionamiento de Audre Lorde, 1984:112. prueban actividades como el Museo

4 5
El trabajo sexual es un ejemplo ideal cuando se trabaja sobre este tema: el género y el erotismo no La investigación ‘Divina y humana’ realizada por Marisa Villavicencio y exhibida en el 2004 en Perú,
como deseos sino más bien como resultados del mercado sexual y las etiquetas de género. México y Estados Unidos, recontextualiza los roles de las mujeres en sociedades peruanas más antiguas.
Travesti del Perú -una exhibición iti- la década de 1960 lo demandaron. Bibliografía Davis, Murray S. Smut: Erotic Re-
nerante que conmemora las culturas Es hora de escuchar toda la gama de ality/Obscene Ideology, Chicago, Uni-
travestis prehispánicas y contemporá- importantes narrativas intersexuales Arboleda, Manuel. ‘Representa- versity of Chicago Press. 1983.
neas-, la dimensión política del arte y transgénero, y aprender de cómo ciones Artísticas de Actividades Ho- Eliade, Mircea. Shamanism, Ar-
se puede utilizar con efectos podero- ellas problematizan el pensamiento moeróticas en la Cerámica Moche’, en chaic Techniques of Ecstasy, New York,
sos en esta lucha. convencional en cuanto al género, Boletín de Lima. 1981. 16-18. Bollingen Foundation. 1964.
Tal vez ya sea el momento de así como de sus experiencias. Para Bornstein, K. Gender Outlaw: On Foucault, Michel. The History of
plantear un nuevo desafío a la es- hacerlo requerimos trabajar con los Men, Women and the Rest of Us, New Sexuality, Part 1. Harmondsworth,
tructura de la "casa del amo" que, movimientos de mujeres para ir más York: Vintage Books. 1994. Penguin. 1979.
como lo señala la lesbiana feminista allá de las dicotomías limitantes que Bullough, Bonnie and Bullough, González de Cuenca, Gregorio.
afro-estadounidense Audre Lorde, nos constriñen a todos. Aplicar el Vern. Cross Dressing, Sex, and Gender, Ordenanzas de los indios, Archivo
Philadelphia: University of Pennsyl- General de las Indias, Patronato 189.
no puede ser desmantelada utilizan- principio de la relatividad de los gé-
vania Press. 1993. Ramo II. 1556.
do las propias herramientas del amo. neros podría resultar en un desarro-
Butler, Judith. Gender Trouble, Herdt, Gilbert (ed.). Third Sex,
Los travestis son, ciertamente, obje- llo más saludable y más sabio, en el
Feminism and the Subversion of Iden- Third Gender: Beyond Sexual Dimor-
tos del género. Pero también son su- que las personas puedan reivindicar
tity, London, Routledge. 1990. phism in Culture and History. New
jetos capaces de autodeterminar su su derecho a combinar los géneros, a
142 Cereceda, Verónica. ‘The Semio- York, Zone Books. 1996. 143
género, como muchas feministas de transitar por ellos y a elegir.
logy of Andean Textiles: The Talegas of ICCHRLA. "La violencia al des-
Isluga’, en J.V. Murra, N. Wachtel and J. cubierto: represión contra lesbianas
Revel (eds.) Anthropological History of y homosexuales en América Latina",
Andean Polities, Cambridge: Cambrid- Informe especial del ICCHRLA, To-
ge University Press. 1986. 149-73. ronto: Inter-Church Committee on
Chauvin, Lucien. ‘Struggling in Human Rights in Latin America (IC-
Peru: A Steady Diet of Oppression CHRLA). 1996.
Fails to Extinguish the Gay and Les- IFCVR. Informe Final de la Co-
bian Movement in Peru’, Gay Com- misión de la Verdad y Reconciliación,
munity News, 18-24, March: 8. 1991. Lima, Comisión de la Verdad y Re-
Conner, Randy P., Sparks, David, conciliación. 2003.
Sparks, Mariya and Anzaldúa, Gloria. Lorde, Audre. "The Master’s Tools
Cassells Encyclopedia of Queer Myth, Will Never Dismantle the Master’s
Symbol and Spirit: Gay, Lesbian, Bi- House", en A. Lorde (ed.) Sister Out-
sexual and Transgender Lore. London, sider: Essays and Speeches, Freedom.
Cassells. 1997. CA, The Crossing Press. 1984.
//CUBRIR
PARA
MOSTRAR
144

▲ Cubrir para mostrar, 2006. Intervención en la Aveni-


da Javier Prado en el día del cierre de la campaña elec-
toral presidencial, Lima. Archivo Giuseppe Campuzano ▲ Giuseppe Campuzano, Volantes distribuidos en la acción Cubrir para mostrar, 2006.
las categorías de género masculino/ vía para explorar la identidad de géne-

//ENCUENTROS
femenino que dan forma al terreno. ro. En efecto, como las entrevistas de
La experiencia travesti, sin embar- Cáceres y Rosasco (2000) con travestis
go, desafía la inserción obligatoria en revelan, los jóvenes tienden a identifi-

TRAVESTIS
las categorías fijas masculina/femenina carse con la homosexualidad no tanto
y los comportamientos sexuales que a causa de la sexualidad que plantea,
implican. Los travestis que se presentan sino porque ofrece una explicación

CONTEMPO-
a sí mismos como «mujeres» -tanto en para su diferencia. No obstante, las
sus modales, vestimenta y maquillaje- identidades transgénero, que desafían
a menudo son considerados homo- los binarismos de género, tienen una
sexuales, incluso por otros travestis. A larga historia en todo el mundo (Cua-

RÁNEOS
CON EL GÉNERO Y LA SEXUALIDAD
esta suposición subyace la idea de que
los travestis son travestis porque esto
les ofrece una forma de ser gay. No obs-
tante, puede que muchos travestis no
dro 1). Algunas de estas identidades si-
guen teniendo una presencia contem-
poránea, mientras que muchas otras
identidades han ido surgiendo. Todas
EN LATINOAMÉRICA se identifiquen ni con la homosexuali- estas realidades, sumadas al gran nú-
146 147
dad ni la heterosexualidad. Algunos de mero de identidades alternativas del
Introducción ellos, por ejemplo, pueden llevar ropa pasado existentes a lo largo del todo el

C
de mujer por razones estrictamente mundo, demuestran claramente lo po-
reencias predominantes en América Latina y otras estéticas -porque los hace sentir bien. bre que es la dicotomía de género.
partes del mundo establecen conexiones rígidas Muchos travestis y trabajadores sexua- En Perú, como en otros lugares,
entre el género y la sexualidad, sosteniendo que les, están involucrados en las relaciones los travestis y otras minorías sexuales,
son categorías naturales y fijas, en vez de social y culturalmente sexuales y afectivas heterosexuales, han sido invisibilizadas social e histó-
construidas. En algunos contextos, en los que el cristianismo pueden tener mujeres e hijos, y conti- ricamente. La cultura dominante del
todavía ejerce una importante influencia, esta conexión es con- nuar realizando la penetración «activa» machismo no acepta perturbaciones
siderada sagrada, por lo que cualquier desviación de la misma más allá de las situaciones de trabajo a la heteronormatividad; y está tan
es rápidamente rechazada. Aunque debido al VIH y al SIDA, sexual- aunque también suelen man- temerosa de esta confrontación que
las políticas en torno a la sexualidad han desafiado la rigidez tener estas relaciones en privado. cualquier «alterador del género» es
de esta conexión, poco se ha hecho para cambiar la creencia de Para muchos travestis es el géne- tratado como un traidor. Con el enfo-
que la sexualidad es «natural»; de manera que la búsqueda de ro, su propio género y no la sexualidad, que económico de las instituciones de
una base biológica para la homosexualidad y la bisexualidad ha el problema principal. La identidad se- conocimiento contemporáneo, incluso
continuado. Asimismo, no se ha cuestionado o problematizado xual puede, sin embargo, ofrecer una los más pobres se han hecho más visi-
bles que los travestis. Los datos sobre 2008b). La marginación de los traves- Pobreza travesti trabajo sexual por lo general se lleva a
los travestis, como grupo, simplemen- tis los hace invisibles para las agencias cabo en lugares contaminados y poco
te no existen: no hay registros sobre el de desarrollo, excepto como vectores Hay una profunda falta de opcio- saludables, y hay poca infraestructura
número de travestis asesinados duran- de infección por VIH. Sin embargo, nes de trabajo para los travestis en todo que lo apoye. Así, hay una falta de es-
te la guerra civil, por ejemplo, o el nú- como muestra este artículo, su expe- el Perú. En Lima, las opciones se limi- pacios limpios para orinar y defecar,
mero de travestis que ha migrado. Los riencia de la pobreza y la violencia de- tan al trabajo sexual y la peluquería. El establecer relaciones sexuales con los
travestis experimentan todas las priva- muestran que la vulnerabilidad de los trabajo sexual es agotador, peligroso, clientes o hasta cambiarse de ropa. Es
ciones asociadas a la pobreza, en sus travestis debería ser una preocupación aislado, informal y generalmente mal también un trabajo físico y psicoló-
múltiples dimensiones (Campuzano, de las agencias de desarrollo. remunerado. La baja remuneración es gicamente aislado, que a menudo es
a menudo exacerbada por el robo. El objeto del hostigamiento de una po-
Cuadro 1: Identidades de trans- • Los Kocek, Imperio Otomano.
carácter ocasional del trabajo implica licía violenta -que limita aún más el
género históricas y contemporáneas. • Los Mak Nyahs, Malasia.
ingresos irregulares, sin seguro médi- «espacio» disponible para travestis y
• Los Acault, Birmania. • Los Maori Takatapui tane ki wahine.
co ni pensión. Ofrece poca o ninguna algunas veces intimida a los clientes,
• Los Assinu y Galatura, Mesopotamia. • Los Megabyzos Greco-romanos.
oportunidad de ingresos en la vejez a a los otros compañeros trabajadores
• Los Bacchá, Asia Central. • Los Menang and Waria, Bali,
personas que a menudo están aisladas sexuales y motiva la delicuencia-. El
• Los Bajasa, Célebes. Indonesia.
de sus familias y que en general no tie- mismo sexo suele ser un acto perse-
148 • Los Bakla, Filipinas. • Los Meti, Nepal. 149
nen hijos propios que puedan cuidar guido y apresurado en espacios inade-
• Los Baptai, Tracia. • Mukhannathun Islámicos.
de ellos más adelante. También conlle- cuados. El estigma del trabajo sexual
• Los Basir, Borneo. • Los Muxe y las contemporáneas
va riesgos para la salud, no sólo la ex- también genera otras restricciones
• Los Calusari, Europa del Este. Vestidas, México.
posición a las ETS (Enfermedades de para los travestis, a veces autoimpues-
• Los Enaree, Sycthia. • Norse Seid.
Transmisión Sexual) y al VIH/SIDA, ta, como el acceso limitado o nulo a
• Fa’afafine polinesio, Samoa. • Shaman, de Alaska y Siberia.
sino también al frío. Casi siempre se los recursos públicos, tales como hos-
• Fakaleiti, Tonga. • Los Serrer, África.
trata de un trabajo al aire libre, por lo pitales y educación básica. Aunque a
• Rae rae y los contemporáneos • Los Xanith, Omán.
que los inviernos no sólo significan menudo los trabajadores sexuales tra-
Mahu, Polinesia Francesa. • Las 80 diferentes manifes-
menos clientes e ingresos, sino que vestis viven en guetos para protegerse
• Los Gali, Antigua Roma y Phyrigia. taciones indígenas de Norte
también estar de pie en las calles frías del estigma y la violencia fuera de su
• Los Hijra, Jogappa, Jogta, Sakhibha- América, incluyendo los Ara-
sin ropa adecuada al clima, y por lo comunidad, la naturaleza competitiva
va and Shiv-shakti en Asia del Sur y naruaq, Keknatsa’nxwix, Wer-
tanto ser vulnerable a resfriados y otras de su trabajo también da lugar a una
los Hijra y Kothi contemporáneos. gern, Osha’pu, Tubas, Alyha, Ai-
enfermedades respiratorias. violencia interna entre ellos mismos.
• Los Kathoey y los contemporáneos yahkwew, Agokwa, Boté, He’eman,
Hay una «pobreza de espacios» Los travestis pagan una especie
Phet thee y sam Sao prophet song, Winkte, Kwido, Pádleehi, Lhama-
asociado a los travestis en general, de «impuesto» a los hombres que los
Tailandia. na, Mixu’ga, Koueta -los contem-
como también a su trabajo sexual. El cuidan, como una «dote» permanen-
• Los kelabim, Fenicia. poráneos dos-espíritus.
te proveniente de las ganancias de la al extranjero, el dinero ganado afue- travestis migrantes que ayudan con el regulares a sus familias y «maridos» y,
prostitución. Asimismo, cuando se ra ofrece la oportunidad de volver al papeleo, el alojamiento y los contactos ocasionalmente, a sus amigos.
migra de «madre» travesti, quienes Perú por las añoradas y más econó- en la nueva ciudad. La migración está, En algunas regiones, como en
patrocinan a otros emocionalmente y micas «transformaciones corporales», sin embargo, cargada de riesgos, a me- los Andes Centrales y del Sur, algu-
económicamente, se paga por los gas- así como de «comprar» el respeto nudo sin límite claro entre los aspectos nas pocas opciones de trabajo están
tos generados como «recién llegado», inexistente en sus relaciones sociales voluntarios y los aspectos relacionados disponibles. En estas áreas, los tra-
mientras se les impone algún tipo de previas. Para algunos, mayores ingre- con la trata. Se inicia con el «ritual» de vestis trabajan también en el pequeño
contrato no especificado. sos representan la posibilidad de ser la construcción de una relación con comercio y en la minería. Dado que
El trabajo sexual travesti no es aceptados por sus familias que ante- una «madre» capaz de pagar por el via- este trabajo no atrae ningún estigma,
una experiencia miserable mitigada. riormente los habían rechazado. je y dispuesta a «adoptar» una «hija». permite a los travestis un mayor gra-
Ni tampoco están sus vidas, inclu- Muy pocos encuentran otro tipo Tener éxito en la adquisición de esta do de inclusión en sus comunidades.
yendo sus vidas sexuales, totalmente de trabajo, ya sea suprimiendo su relación «madre/hija» depende de una En zonas como éstas, que han expe-
definidas por su trabajo. El trabajo identidad travesti o por medio de es- variedad de circunstancias, tales como rimentado un menor desarrollo eco-
sexual no es sólo acerca de la enfer- trechas relaciones que a veces se com- la afinidad, la buena apariencia y el in- nómico que otras partes del Perú, los
medad, y el sexo no tiene que ver binan con la migración, la cual es una genio. El siguiente paso son las trans- travestis han logrado conservar o re-
sólo con el trabajo. Puede incluir el estrategia muy importante de la vida formaciones corporales a medida que cuperar sus antiguas posiciones como
150 151
placer. De hecho, los travestis llegan de trabajo de muchos travestis. Las el viaje continúa a través de Argenti- figuras clave en ciertos rituales, como
a tener orgasmos durante su traba- rutas de migración incluyen la migra- na y de otras paradas, de las cuales la los Hijras -transgénero del sur de
jo. Muchos travestis también tienen ción rural-urbana dentro del Perú, te- más recientemente es Brasil, donde al Asia- han hecho. En algunos lugares,
parejas/«maridos» con los que tienen niendo a Lima como destino principal, parecer todo es «más fácil». Muchos ello se materializa en ser considera-
relaciones placenteras, incluyendo re- y la migración internacional, en parti- travestis tienen que esperar durante dos como bailarines expertos, la prin-
laciones sexuales. En general, al estar cular a Como y Milán, en Italia. Por lo años en cada parada y algunos nun- cipal atracción en días festivos anua-
privados de espacio, y sin ofertas de general, la migración se da en el con- ca llegan a su destino final. Una vez les. A veces los travestis patrocinan
lugar específico para el placer, los tra- texto del trabajo sexual. La migración en Europa, los recién llegados tienen parte de las fiestas. Estas tradiciones
vestis hacen de todos los lugares un internacional se ha convertido en una que comenzar a pagar a las «madres» travestis locales son importantes, y el
«espacio de placer». Entre travestis estrategia popular entre los travestis por su «inversión» de acuerdo a dife- conocimiento acerca de ellas debería
locales, el dinero rápidamente ganado peruanos en las últimas tres décadas, rentes arreglos, además de los pagos a difundirse tanto entre la población
es también rápidamente gastado; a ve- sobre todo debido a la disponibilidad los proxenetas por «alquilar» la calle general, como entre los grupos de tra-
ces en drogas y/o alcohol, que ofrecen de tratamiento antirretroviral gratuito y ser defendidos de otros proxenetas. vestis en otros lugares. He sostenido
elementos de placer de corto plazo. (ART) y otras atenciones médicas en Sin embargo, muchos travestis tienen anteriormente que los bajos niveles de
La vida se vive un día a la vez. Para estas ciudades. Se apoya además en éxito y, finalmente, logran hacer di- desarrollo económico de estas zonas
muchos de los travestis que migran una red bastante bien desarrollada de nero suficiente para enviar remesas han permitido la construcción de un
puente entre la rica herencia travesti solteras en la tradición de la familia intento de acceder a los sistemas de 2000), muchos travestis fueron ase-
de la época pre-hispánica y la actua- mestiza, el Muxe se ocupa de los ni- salud moderna para el tratamiento sinados en Lima y en otras ciudades
lidad. Este puente puede no ser muy ños y los ancianos, limpia la casa y el del VIH/SIDA, para los implantes de por grupos de derecha e izquierda, así
sólido, pero es suficiente para permi- patio, cocina y alimenta a los anima- cirugía estética o para quejas genera- como por fuerzas militares e incluso
tir un cierto grado de inclusión (Cam- les. El Muxe también tiene la repu- les de salud. Pero la discriminación por ciudadanos. El Movimiento Re-
puzano, 2006: 36). tación de ser trabajador y contribuir que reciben en las instituciones de sa- volucionario Túpac Amaru (MRTA)
Muchos travestis también traba- con sus ingresos al mantenimiento de lud pública está «viva y coleando», y y los grupos paramilitares han reco-
jan duro para cuidar de sus familias la familia. estas instituciones también sufren de nocido la responsabilidad de varios
-parejas, padres, hermanos, sobri- La situación económica de la limitaciones de infraestructura y de de estos asesinatos. Travestismo y
nos, sobrinas y en algunos casos de mayoría de los travestis, combinada las ineficiencias que hacen que acce- homosexualidad no son delitos según
los propios hijos. Para algunos esto es con la discriminación, impide su ac- der a ellas sea un proceso demandan- la ley peruana. No obstante, sobre la
una expresión de valores femeninos ceso a la atención médica estándar. te y agotador, tanto para las travestis base de un artículo que proscribe de
relacionados a la responsabilidad y Como resultado, la mayoría mantiene como para el público en general. 10 a 30 días de servicio comunitario
el amor. El trabajo fuera del hogar es hábitos de salud tradicionales/alter- para aquellos que «hacen propuestas
quizás más fácilmente asociado con nativos como el chamanismo y la au- Violencia inmorales o indecentes a un tercero
estos valores femeninos en América tomedicación. Los temas de la salud en los espacios públicos», los traba-
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Latina que en otras partes, ya que la moderna son problemas importantes Crímenes de odio y acoso físico jadores sexuales travestis son a me-
cultura machista del hombre irres- en la comunidad travesti, como el institucionalizado son manifestacio- nudo acosadas ilegalmente (Campu-
ponsable produce una situación en la VIH y el SIDA y las transformacio- nes directas de la violencia hacia las zano, 2008a: 101). Crímenes de odio
que el trabajo de la mujer fuera de la nes corporales, que suelen realizarse travestis en el Perú. Estas manifesta- contra las travestis son un fenómeno
casa -llevado junto a la maternidad y sin apoyo médico moderno. Algunos ciones tienen raíces profundas, soste- frecuente, pero rara vez son denun-
otras responsabilidades domésticas- toman ART sin continuidad, envia- nidas en una historia que cuidadosa y ciados a la policía debido al temor a la
es la principal fuente de ingresos. La dos por amigos travestis migrantes forzosamente creó barreras entre los discriminación y al estigma.
asociación entre travestis y cuidado que también suelen ayudar con los géneros, y por las expresiones cultu- La violencia contra las traves-
de la familia, como expresión de los gastos de funeral y entierro. Muchos rales contemporáneas que reprodu- tis -combinada con la marginación
valores femeninos también tiene un travestis inyectan silicona líquida en cen y refuerzan estas estructuras. La social- ha generado una profunda
precedente en la figura de la Muxe sus cuerpos para aumentar el tamaño figura 2 ilustra el ciclo o red de vio- inseguridad que tiene manifestacio-
-el zapoteco transgénero de México. de sus glúteos, cadera o pechos; al- lencia que esta combinación produce. nes psicológicas, como la angustia, la
En una familia tradicional, el Muxe es gunos también se automedican la in- Existe una larga historia de crí- vergüenza y la culpa. A veces esto se
a menudo considerado por su madre gestión de hormonas para aumentar menes de odio contra las travestis en vuelca en sus propios cuerpos como
como «el mejor de sus hijos» (Miano, la apariencia femenina (Campuzano, el Perú. Durante los 20 años que duró contraviolencia -ya sea en forma
2001: 127-128). Al igual que las hijas 2006: 36). Algunos travestis hacen el nuestra reciente guerra civil (1980- de repetidas transformaciones cor-
porales o en la forma de la violencia Esta violencia estructural sigue
en sus relaciones íntimas (Campuza- siendo reproducida a través de las ins-
no, 2006:36). Las relaciones travestis tituciones del Estado. En educación,
combinan amor, explotación econó- por ejemplo, casi todas las escuelas del
mica y el abuso físico. En general, hay Perú están fuertemente influenciadas
un ocultamiento sistemático de los por la moral cristiana y estereotipos
crímenes de odio al hacerlos pasar machistas militares, por lo que las
como «crímenes pasionales», y por desviaciones de la normatividad de
tanto como casos individuales no vin- género están simplemente fuera de
culados a ninguna comunidad. Ade- discusión. Estudiantes de minorías
más, la policía está lista para archivar sexuales tienen que lidiar con los pre-
y olvidarse de estos casos. juicios de los profesores y psicólogos,
Este tipo de violencia no sólo es así como con su criterio improvisado
una problemática actual, sino que se de cómo tratar el «problema». Las
ha estructurado a través de la violencia dificultades de estas relaciones em-
directa ejercida por los colonizadores, peoran si un estudiante decide hacer
154 ▲ Giuseppe Campuzano, La Pinchajarawis, 2011. Fotomontaje 155
quienes reprimieron cualquier iden- pública su identidad sexual de género
tidad de género u orientación sexual minoritaria, lo que a menudo atrae la
que contradijese o desafiase la hetero- violencia de los otros estudiantes. La
normatividad (Campuzano, 2006: 34- situación generalmente termina en de los travestis ha sido contradictoria. con el apoyo del Papa Juan Pablo II,
5). Además de esto, los colonizadores suspensión o con las travestis mismas Por un lado, muchas de estas institu- quien puso fin a la doctrina católica
construyeron elaboradas jerarquías renunciando a la escuela. ciones -tanto católicas como protes- progresista de la Teología de la Libe-
sociales, creando una desigualdad es- La violencia directa es ejercida tantes- han sido responsables de una ración Latinoamericana apoyando a
tructural que ha sido mantenida por por delincuentes y fuerzas de seguri- gran parte del estigma social en torno grupos muy conservadores como el
los gobiernos «democráticos» y milita- dad del Estado, y la violencia estruc- a los travestis. El apoyo a la difusión Opus Dei, entre otros.
res, a pesar de las promesas de cambio tural por el Estado y la sociedad. Pero del odio contra los travestis y otras Por otro lado, algunas partes de
social. Las travestis que transgredieron hay una tercera clase de violencia, una minorías sexuales, haciendo uso y la iglesia han promovido -y conti-
las normas de género fueron ubicadas violencia simbólica. El cristianismo abuso de la fe de los dos seguidores y núan promoviendo- estudios acer-
en la parte inferior de estas jerarquías, constituye un elemento esencial de la la población en general, distorsionan ca de las travestis y luchas contra el
y aún hoy sufren de una inferioridad cultura y la sociedad en esta región, el mensaje real de Cristo. Estos seg- estigma que sufren. El trabajo social
impuesta en las diferentes dimensio- pero la influencia de las instituciones mentos de derecha de la iglesia han del padre Gustavo Gutiérrez con los
nes de sus vidas. de la iglesia cristiana en la situación ganado terreno en los últimos años pobres, por ejemplo, se ha arraigado
en la sociedad peruana tomando la periencia travesti desde un punto de drían generar a partir de la interac- enfoques o parte de los mismos, son
forma de una religiosidad popular. vista respetuoso. ción entre diferentes comunidades muy comunes entre grupos de dere-
De manera similar, la Asociación Hay muchos casos de trabajo e se desperdicia. Los travestis tienen chos humanos trabajando con traves-
Cristiana de Travestis de la Virgen ideas, en diferentes niveles, que po- mucho que compartir alrededor de tis en Latinoamérica. Estos grupos
de la Puerta fue el resultado de tra- drían mejorar la situación de las tra- sexualidad en general -en términos que se consideran a sí mismos como
vestis y sacerdotes trabajando juntos vestis. Como, por ejemplo, el plantea- de la experiencia de «salir del closet» de «mente abierta», con frecuencia
en una relación de respeto mutuo miento de medidas para eliminar los y de la marginación social con respec- tienen una ética judeo-cristiana iden-
que se construyó sobre sus similitu- obstáculos que encuentran en el acce- to a la enfermedad, de cómo hacer tificable en su núcleo. Lo que se ne-
des en lugar de sus diferencias. Sari- so a los recursos o el trabajo sobre el frente al VIH y otras enfermedades de cesita es una aproximación directa de
ta Colonia, la santa del pueblo, sim- tema de la identidad y los derechos, transmisión sexual dentro de sus vi- los gobiernos en la que se «reconoz-
boliza esta relación: ambos, Sarita y e incluso la reflexión teórica sobre las das y sobre el tema del trabajo sexual. ca el trabajo sexual como cualquier
los travestis, son mujeres, mestizas, dicotomías de género. Hacer accesibles activamente estos es- otra actividad generadora de ingre-
pobres, víctimas y rechazadas por la Algunas soluciones son muy pacios a los travestis -como un lugar so» (Choike, 2006) y por tanto suje-
Iglesia Católica. En algunos lugares, sencillas: en el Centro de Salud Al- de intercambio- podría dar lugar a to a beneficiarse de las medidas para
la sexualidad travesti es considerada berto Barton del Callao en Lima, las un reconocimiento de que su sexua- construir un ambiente de trabajo más
como un atributo sagrado para la fe mañanas son dedicadas al cuidado lidad va mucho más allá de lo que seguro y saludable.
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contemporánea, y se materializa en de las madres y sus hijos. Pero por las pensaban anteriormente. Estos son Poner el trabajo sexual en la
las ganancias de comercio sexual tardes, los travestis son bienvenidos. los sitios en los que la discusión sobre misma categoría que otras formas de
que son asignadas para comprar ves- Ahí, los travestis son llamados por los el VIH/SIDA y la sexualidad puede trabajo tiene el potencial de reducir
tidos y accesorios para la estatua de nombres que han elegido, y no por los extenderse más allá de los conceptos considerablemente el estigma sobre el
la Virgen de la Puerta y para pagar que aparecen en sus documentos de como grupos «alto y bajo riesgo», mismo, facilitando la inclusión social
los gastos de la procesión, mientras identidad (DNI). Muchos de ellos han para centrarse en las interconexiones de los trabajadores sexuales, incluyen-
que la fe en la Virgen María y Sa- viajado largas distancias para visitar al entre personas individuales. do a los travestis. Además, prepara el
rita crece y se internacionaliza con médico homosexual y loca (afemina- Reivindicar sus derechos como camino hacia mejores condiciones de
travestis migrantes. A esta compleja do) a cargo del centro de salud. Pero trabajadores sexuales es fundamental trabajo, como estabilidad, ingresos
situación se suma el hecho de que la ellos prefieren hacer este viaje que para el bienestar de los travestis. En- más seguros, seguros de salud, pen-
religión, como el trabajo sexual, es asistir a centros más cercanos porque foques que consideran a los trabaja- siones y vacaciones. Por último, el re-
una parte importante de la vida de el médico realmente los entiende. dores sexuales como inmersos en un conocimiento de la prostitución como
las travestis; por lo que en vez de po- En cada hospital o centro de sa- «estado de prostitución», sin ofrecer un trabajo como cualquier otro reduce
ner la religión fuera de la discusión, lud hay al menos un grupo de ayuda soluciones, son desempoderantes considerablemente la vulnerabilidad
hay que tomarla en cuenta cuando para personas con SIDA (PVVS), pero para las trabajadoras sexuales traves- de los profesionales sexuales al acoso y
se pretende trabajar la compleja ex- la rica experiencia que estos sitios po- tis. Sorprendentemente quizás, estos abuso por parte de los delincuentes. Un
trabajo positivo alrededor del trabajo (LGBTI). Podemos promover el res- Trabajando sobre la identidad: ción, para registrar los sentimientos,
sexual implica fundamentalmente tra- peto a la diversidad sexual y cultural, el Museo Travesti del Perú opiniones y propuestas los visitantes.
bajar con todas las partes involucradas como Gosine (2004) lo ha hecho. Tam- Al representar a los travestis pre-
para encontrar la manera de ir más allá bién podemos mirar a los modelos que El objetivo del Museo Travesti del hispánicos peruanos en términos no
de la violencia de la que actualmente tenemos. Travestis, transgénero, inter- Perú es afirmar la identidad travesti a de masculinidad o feminidad, sino en
es vulnerable. Esto incluye trabajar con sexuales y transexuales son los mejores través de la difusión de la información términos del rol de equilibrio social
los clientes, los proxenetas, los compa- ejemplos de lo que no estamos miran- sobre la rica tradición histórica con la y ritual que personificaron, el Museo
ñeros y oficiales de policía, así como do, de lo que nos falta incorporar en el que tiene vínculos y la generación de no busca restaurar el rico panorama
con las trabajadoras sexuales. mundo del género binario. Sus luchas un diálogo con la situación de los tra- del género que existía en el pasado,
Quizás más que cualquier otra para conseguir un género más rico del vestis en la actualidad. El museo llega sino iniciar un proceso en el que los
cosa, tenemos que ir más allá de las que el binarismo permite -sus «viajes a los travestis de una manera interac- travestis y el resto de la sociedad lle-
dicotomías de género. Pero, ¿cuánto de género» puede ser la mejor respues- tiva, priorizando aprender de ellos. guen a ser conscientes de las muchas
va a tomar? Podemos empezar por ta que podemos darnos a nosotros También se extiende al público en posibilidades que el género implica.
deshacernos de las ideas fijas acerca de mismos en estos momentos. general, provocando el reconocimien- De la misma manera, al hacer cons-
heterosexuales y las minorías sexua- La emergente discusión sobre la to del patrimonio histórico travesti cientes a los travestis de los crímenes
les como poblaciones homogéneas sexualidad ofrece una oportunidad en la sociedad peruana hegemónica, cometidos en su contra, el objetivo
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dominadas por hombres y con sólo para explorar estas luchas y apren- así como cuestionando los prejuicios no es fomentar la venganza, sino co-
dos géneros, al hacer visible la diver- der de ellas. Sin embargo, con el fin e ideas erróneas acerca de los traves- menzar el largo camino de la verdad
sidad dentro de estas comunidades. de utilizar esta oportunidad, la no- tis. Hasta la fecha, el Museo ha lleva- y la reconciliación. Hacer evidentes
Podemos hablar el «continuo de gé- ción misma de sexualidad necesita do a cabo dos proyectos diferentes. los nombres e historias de vida de las
nero» prehispánico o de un «género deshacerse del marco de «factor de El primero fue una investigación y víctimas, así como sus muertes, es
fluido»; podemos hablar de «géneros riesgo» en el que la discusión ac- presentación de los orígenes traves- un acto de «visibilización» necesario
que se sobreponen», «bifurcaciones» tualmente la localiza, y obtener un ti prehispánicos hasta la actualidad. para iniciar el diálogo y para la cons-
e «imbricaciones» como propone Jolly marco de inclusión y diálogo. Tomar El segundo examinó cuatro décadas trucción de la conciencia política de
(2007); o podemos hablar del «plura- esta oportunidad significa también (1966-1997) de la historia travesti a esta «comunidad invisible».
lismo del género» o de los «campos o que los actores de todo el espectro través del periodismo local, centrán- Se espera que el Museo también
agrupamientos» del género propuestos de las sexualidades deben ser inclui- dose en la identidad travesti, el acoso, sirva como un ejemplo de afirmación
por Monro (2005). Podemos hablar dos, de manera que puedan pasar de el asesinato y la resistencia. El material e inspiración para que otros activistas
de «alianzas arco iris» entre minorías ser espectadores a ser los actores que recogido se ha ofrecido al público de transgénero investiguen su patrimonio
sexuales y de género, y podemos ir más realmente son. El Museo Travesti del muchas ciudades del Perú de forma de género, sobre todo en los lugares
allá de la etiqueta de lesbianas, gays, Perú es una iniciativa que busca ha- interactiva, a través de folletos, cues- donde hay una continuidad percep-
bisexuales, transgénero e intersexuales cer justamente esto. tionarios, paneles y cabinas de graba- tible como en el caso de los Mahus
en la Polinesia Francesa, las Hijras salió a las calles por primera vez. El
y Kotis en Asia del Sur y los Muxes grupo de activistas incluía el candida-
en México. Sin embargo, en todo el to del Parlamento Andino travesti y
Perú queda mucho trabajo por hacer la candidata lesbiana del Parlamento
para continuar difundiendo esta in- Peruano. Veinticuatro copias de gran
formación, así como para activar las formato de artículos de prensa locales
opiniones y sugerencias recogidas en sobre la difícil situación de los traves-
datos cuantitativos en el cambio de tis fueron presentadas. Los mismos
políticas. Hay un gran potencial para fueron exhibidos en un gran muro
desarrollar más y diferentes tipos de que, por lo general, muestra fotogra-
Referencias Bibliográficas informes/1763.html, accessed 30 Au-
materiales al final de este proceso fías de mujeres de la alta sociedad
gust.
2006.
participativo y de extender y ampliar -incluida Lourdes Flores, candidata
Cáceres, Carlos F. y Ana María Gosine, Andil. ‘Sex for Pleasure,
el diálogo. Diferentes comunidades presidencial favorita- acompañados
Rosasco. Secreto a Voces. Homoero- Rights to Participation and Alterna-
travesti de la misma zona podrían de consignas sobre el poder de las
tismo Masculino en Lima: Culturas, tives to AIDS: Placing sexual minori-
reunirse para discutir las similitudes mujeres y su importante papel en la
Identidades y Salud Sexual. Lima, ties and/or dissidents in development’,
y diferencias entre sus situaciones. sociedad. El mensaje era el siguiente:
160 Universidad Peruana Cayetano Here- IDS Working Paper 228. Brighton, 161
Deberían encontrarse maneras de hay una gran diversidad de mujeres
dia//REDESS Jóvenes. 2000. IDS. 2004.
llegar a las comunidades indígenas peruanas, incluyendo a los travestis,
Campuzano, Giuseppe. ‘Reclai- Jolly, Susie. ‘Why the Develop-
transgénero y aprender de ellas. Es que viven en circunstancias muy di-
ming Travesti Histories’, Sexuality ment Industry Should Get Over its
esencial, sin embrago, que todos es- símiles. La imagen de una mujer que
Matters IDS Bulletin 37.5, pp 34-39, Obsession with Bad Sex and Start to
tos esfuerzos incluyan sensibilidad, hace caso omiso a estos otros grupos
Brighton, IDS. 2006. Think about Pleasure’. IDS, Working
precaución y capacidad de introspec- simplemente manipula, excluye y
Campuzano, Giuseppe (2008a) Paper. 2007.
ción. Aunque esto es una tarea difícil, perjudica la vida de las mujeres. Este
Museo Travesti del Perú, Lima, IDS. Miano, Marianella. ‘Los Muxe
es vital que los travestis luchen de evento «invadía» un espacio político/
Campuzano, Giuseppe (2008b) entre la Tradición y la Modernidad.
manera más efectiva en contra de la público masculino no sólo con estas
‘Building Identity While Managing Sobre la Homosexualidad entre los Za-
invisibilización y violencia a la que su historias «travestis», sino también
Disadvantages: Peruvian transgen- potecos de Tehuantepec’, in Jorge Bra-
comunidad está expuesta. con sus propios cuerpos, y fue esto lo
der issues’, IDS Working Paper 310, camonte (ed.) De Amores y Luchas. Di-
En la campaña política del 2006, que produjo que fuesen escuchados.
Brighton, IDS. versidad Sexual, Derechos Humanos y
el Museo Travesti del Perú también En el camino, los travestis regresaron
Choike. ‘‘Migrant Sex work’, Re- Ciudadanía. Lima, Flora Tristán. 2001.
experimentó con nuevas formas de al antiguo barrio rojo, pero esta vez
port on the ‘II World Social Forum Monro, Surya. Gender Politics:
activismo. Dos días antes de las elec- no para realizar trabajo sexual, sino
on Migrations’’, Madrid, Spain, 22-24 Activism, citizenship & sexual diversi-
ciones generales, el Museo Travesti para expresar sus voces.
June, www.choike.org/nuevo_eng/ ty. London, Pluto. 2005.
//PASQUÍN
162 TRAVESTI

► Pegado de afiches y graffitis en las calles de Madrid como parte del taller "Del archivo
sexual a la acción travesti" realizado por Giuseppe Campuzano. Participan: Carolina Busta-
mante, Jesús Carrillo, Darby (Jenn Derfa-Teague) y Bam Bam, Francisco Godoy, Miguel A.
López, André Mesquita, Juan Carlos Romero, Paulina Varas, entre otros amigos y cómplices.
El Pasquín Travesti fue concebido e impreso para formar parte de una de las intervenciones
de "Memorias disruptivas: tácticas para entrar y salir de los Bicentenarios de América Latina
y El Caribe" organizado por la Red Conceptualismos del Sur en el Museo Reina Sofía, en
noviembre-diciembre del 2010. Archivo Giuseppe Campuzano
COSTURERA
CORTE Y CONFECCIÓN / GENEALÓGICA
...También hay que notar que estas ...Las actividades homosexuales, re-
calidades del vestuario de la figura presentadas en el arte moche, pare-
postrada (el colmillo de felino y/o cen reflejar un comportamiento se-
la correa con acabados de serpiente) xual conectado con ritos religiosos
están relacionadas a símbolos super- en lo cual participaron varias clases

//EN TODAS
naturales en la iconografía moche. o grupos sociales (entre ellos: los
...El individuo supino... se diferencia sacerdotes). Aunque las figuras...
de la figura postrada en que la figura parecen ser míticas, no niega la po-

PARTES
no está asociada con detalles super- sibilidad de que estos individuos
naturales. En cambio, la figura supi- funcionaban como sujetos religio-
na parece tener trenzas femeninas. sos de ritos diarios.
...Pero si la figura supina... se con- Manuel Arboleda, Represen-
sidera femenina debido a la asocia- taciones artísticas de actividades
ción de trenzas, ¿cómo podríamos homoeróticas moche, 1981.
explicar la rara asociación de carac-
terísticas o el «breechcloth» en el La reproducción ampliada del
170 171
Intro individuo supino...? Debido a que calco de una cerámica (civilización
la tradición de combinar caracterís- Moche, S. I‐VIII d.C.) distingue dos

D
os espejos antagónicos, en el salón de belleza, ticas masculinas con características personajes que coitan en la escena: ser
me multiplican. femeninas es rara en la iconografía andrógino (en rosa) y ser fabuloso. A
moche, quizás la presencia de estas la izquierda un grupo de seres alados
características en un solo individuo preparan un alucinógeno que de-
La actividad erótica de la figura postrada y supina parece ser represente una tradición antigua de rraman sobre la pareja. A la derecha
el punto central de la escena... el área genital del individuo representar «berdache». otros aguardan ingiriendo carne hu-
postrado... no se muestra. Sin embargo, este individuo aparece ...Además de estas figuras la activi- mana —los vocablos: «alucinógeno»,
con dos características identificables: un sombrero de tela de dad erótica es caracterizada por la «dios», «andrógino» y «antropofagia»
felino y una correa con acabados de serpiente que parece salir presencia de una vasija mostrada informan esta ritualidad (hoy) excén-
de la cintura o «breechcloth»... estas características aparecen encima de la cabeza del individuo trica que desestabiliza la oficial.
solamente en el género masculino en contextos eróticos y no‐ supino... En la iconografía moche,
eróticos. Igualmente el «breechcloth»... y la rodillera pintada... vasijas solitarias generalmente apa- Y para que entiendan los que esto
también aparecen en individuos del género masculino en con- recen asociadas con individuos pro- leyeren, como aun se guardaua en-
texto erótico. minentes en escenas complejas. tre algunos esta diabólica sancti-
monia: pondré vna relación que me no tenían la culpa, porque desde el Travestismo como audición para la attempt at «normalization». I belie-
dio dello en la ciudad de los Reyes el tiempo de su niñez los auían puesto construcción del cliché [Cabello Car- ve in crossing the line as many ti-
padre fray Domingo de sancto Tho- allí sus Caciques, para vsar con ellos celler, Casting (James Dean). Rebelde mes as it takes to build a bridge we
más. La qual tengo en mi podder, y este maldito y nefando vicio, y para sin causa]. can all walk across.
dize assí. ser sacerdotes y guarda de los tem- Avenida Libertador de Alexan- Del LaGrace Volcano, 2005.
Verdad es, que generalmente entre plos de sus Indios. der Apóstol, dualidad arquitectónica
los serranos et Yungas ha el demo- Pedro de Cieza de León, y política que sus travestis transitan. Nursing, autorretrato de Cathe-
nio introduzido este vicio debaxo Crónica del Perú, 1553. ¡Ocupémoslo todo (comisariado cual rine Opie, ¿Virgen de Sandusky o
de specie de sanctidad. Y es, que acto travesti de horror vacui)! Galaktotrofusa travestida? Traves-
cada templo o adoratorio principal Tras el dibujo, una mampara Kael, Lazlo, Shanti y Vincent fo- tismo artístico como paralelo: las
tiene vn hombre o dos, o más: se- confeccionada con desechos del libro tografiados por Del Lagrace Volcano, piscinas vacías de Cabello Carceller
gún es el ydolo. Los quales andan Museo Travesti del Perú (Giuseppe su Hermaphrodite Torso y un Self (Utopía, 1998) y las californianas de
vestidos como mugeres dende el Campuzano, 2008). Historia como Nude de Loren Cameron, realidades David Hockney; las estructuras de
tiempo que eran niños, y hablauan adobes traslapados, sus símbolos y que explicitan las representaciones poder sexual en Z Portfolio de Robert
como tales: y en su manera, trage y mestizajes potenciados en la sobreim- en juego, no oposición —masculino Mapplethorpe y Notes on the Margins
todo lo demás remedauan a las mu- presión promiscua. Copyleft que ocul- o femenino, público o privado— sino of the Black Book de Glenn Ligon,
172 173
geres. Con estos casi como por vía ta el huaco origen del dibujo, el acceso continuum sexualis que devela la fala- en las «mujeres» de G.B. Jones y los
de sanctidad y religión tienen las al secreto nos enfrenta, una vez más, cia identitaria. «hombres» de Tom of Finland; las 2
fiestas y días principales su ayunta- a la réplica. Andrógino que, simul- Fridas: Yeguas del Apocalipsis y Fri-
miento carnal y torpe: especialmen- táneamente, divide e intercambia los As a gender variant visual artist I da Kalho ¿mujer y representación?
te los señores y principales. Esto sé géneros, lo familiar y lo extraño. Tra- access «technologies of gender» in Ruptura travesti con el martirologio
porque he castigado a dos: el vno vesti cual falsa mujer. La simulación. order to amplify rather than erase femenino.
de los indios de la sierra, que estaua Capas, espejos y espejismos para the hermaphroditic traces of my
para este efecto en un templo que el rito iniciático. ¿Comisariado (tra- body. I name myself. A gender abo- No somos, jugamos, ese es el peligro.
ellos llaman Guaca de la prouincia vesti) del comisariado? Dislocación litionist. A part time gender terro- Yeguas del Apocalipsis en
de los Conchucos, términos de la del saber. rist. An intentional mutation and Revista Cauce, Santiago de Chile,
ciudad de Guánuco: el otro era en ¿Cristo travesti (Elisabeth Ohl- intersex by design, (as opposed to mayo de 1989.
la prouincia de Chincha indios de son, Last Supper)? ¿Bolívar marica diagnosis), in order to distinguish
su magestad. A los quales hablán- (Juan Dávila The Liberator Simon my journey from the thousands of También como complemento:
doles yo de esta maldad que come- Bolivar, 1994)? Salvador y trece Mag- intersex individuals who have had Candy Darling on her Deathbed (Pe-
tían, y agrauándoles la fealdad del dalenas, nuevo proyecto bolivariano their «ambiguous» bodies mutila- ter Hujar, 1974) o la fotografía de
pecado me respondieron: que ellos desmontando el corcel de opuestos. ted and disfigured in a misguided un Klaus Nomi agónico que Michael
Halsband tomó pero nunca mostró; la men. I envied the nonverbal quality su memoria iconográfica. N.O. Body with it the story of a historical trans-
orgía de lápiz labial en Flaming Crea- and the absolute sexual abandon of de Renate Lorenz & Pauline Boudry formation in the representation and
tures de Jack Smith y la de Amanda his experiences. escudriña el archivo de imágenes de evaluation of difference and of the
Lepore para M.A.C Cosmetics (David AIDS confused all this —and I be- Magnus Hirschfeld donde la «mujer practices associated with it.
LaChapelle, 2004); Yasumasa Mori- gan to wonder about this decision barbuda» y el «fetichista de cinturas» Renate Lorenz y Pauline Boudry,
mura y Andy Warhol; Hustler White to pursue this despite the conse- conviven forzando la categorización Laughing about N.O.Body, 2008.
de Bruce LaBruce: Sunset Boulevard quences. I understood his desire to hasta sus límites mientras el objeto
(Billy Wilder, 1950), Whatever Hap- «connect» through sex regardless of transita a sujeto sin perder su derecho Freak Orlando de Ulrike Ottin-
pened to Baby Jane? (Robert Aldrich, the cost. I viewed this paintings as a ser nadie. ger, travestismo del travestismo: Or-
1962), My Hustler (Andy Warhol, religious... As I continued to paint lando. A Biography (Virginia Wolf,
1965), Flesh (Paul Morrissey, 1968); I slowly realized that I was identi- We liked the «bearded ladies» most 1928), travestismo del género, litera-
Super 8 1⁄2: Otto e mezzo (Federi- fying, uncomfortably so, with the of all. Masculinity and femininity rio, al inscribir otras sexualidades en
co Fellini 1963), recreación de Ho- masochist in the compositions. are exhibited at one and the same la tradición literaria y sexualidad in-
llywood y de sí mismo. El cine como Monica Majoli. time in the photographs of the glesas. Andróginos, enanos, amazo-
parodia, creación de universos, sus «bearded ladies» without shifting nas, siameses, sirenas, minusválidos,
mitologías y panteones, Miron Myra Cabello Carceller, Se vende, la a body clearly in one direction or anoréxicos, componen una estética
175
174
Breckinridge dixit (Gore Vidal, 1968). producción de esencialismos que con- the other. It is also striking that the queer donde todos los tiempos son
No simples opuestos ni evoluciones trarrestan nuestros existencialismos. bearded ladies look proudly into the uno, consagrados al Jano transfor-
del discurso sino la necesidad de uno MUSEO TRAVESTI: historia de camera and do not in any way seem mador y a Santa Liberata cuya an-
con el otro, no binomio perfecto sino la representación. La bourgeoise o La to conform to an objectifying gaze. droginia se remonta a los cultos her-
segmentos del sinfín. femme américaine libérée de Samuel ...We decided to work with this mafrodíticos de la Grecia Antigua.
MUSEO TRAVESTI: auto- Fosso, travestismos culturales como photograph of Annie Jones becau- MUSEO TRAVESTI: freak show que
rretrato múltiple. Untitled de Mo- mestizajes; Bearded Cockette de Peter se it crosses two different contexts. despliega diversidades.
nica Majoli, las cabezas de Nancy Hujar, el hippie two spirit; Flower Ven- This illustration of a body travelled Travestir la enfermedad y la
Grossman. dor de Juan Dávila, el chaman arauca- from the freak show in the 2008 muerte: Carrying de Pepe Espaliú,
no, las mahu de Paul Gauguin. circus, where she was presented to reconexión con el otro en la socie-
The male sex scenes began when a Some Gay-Lesbian Artists (and/ the public for a fee as a «wonder» to dad fragmentada; Untitled de Félix
close friend of mine started to go to or Artists Relevant to Homo-Social the medical theater, where she was González-Torres, la entrega como
underground piss parties and beca- Culture) Born in between 1717-1864 shown in Hirschfeld’s book as a po- actitud: amor, cruising, pieza-obse-
me increasingly involved with S/M de Henrik Olesen traviste la cultura tential «patient»... The photograph quio; Hallelujah! Ron Athey. A Story
sex. I had always been fascinated visual occidental —el jardín de las es- moved from freak discourse into the of Deliverance de Catherine Gund
by his anonymous encounters with pecies decimonónico— al desalinear medical discourse, bringing along Saalfield, dolor que es vida.
Being self‐destructive is more ta- La muerte como travestismo.
boo than ever, whether you are ta- No finalidad sino estadío, muerte
lking about drug‐addiction or in- como ritualidad que la epidemia del
dulging in unsafe sexual practices. SIDA, la enfermedad en general, ha
I think that even many liberals are desdibujado. SIDA como concepto
still frightened by the transsexual complejo y contradictorio al plan-
community; here you find same‐ tearse como flagelo, visibilización y
gender sex, genital mutilations, estereotipia de la diversidad sexual,
and if you open the door you see como síntoma de la violencia que
that in appearance at least the po- hace invisibles otras maneras de ver
larity between the two sexes is not el mundo y violencia contraofensi-
insuperable. va donde información no equivale
«Conversation between Ron Athey a protección. SIDA como replantea-
and Francesca Alfano Miglietti» miento de las relaciones entre muer-
en Extreme Bodies. The Use and te, enfermedad y vida, entre infec-
Abuse of the Body in Art, 2003. ción, dolor y placer.
176 177
La muerte como rito de paso,
La imagen de la muerte que travesti que es río heracliteo: nunca
▲ Giuseppe Campuzano, La Pinchajarawis, 2011. Collage digital
transcurre de mano en mano: Candy el mismo.
Darling por Peter Hujar (1974), Peter MUSEO TRAVESTI: recupera-
por David Wojnarowicz (1987), Da- ción la teatralidad ritual. La parodia
vid por Robert Gober (1992). de Ocaña (Video‐Nou, 1997).

David Wojnarowicz died of AIDS When I started working in pros-


last week, he would talk now and titution, I felt a strong connection
then about suicide, but as death to a long lineage of whores and
came closer, he didn’t talk about it sexual healers before me. Perhaps
anymore. He’d always understood this connection was inspired by my MUSEO TRAVESTI: realidades (de belleza): caballo de Troya como dé-
we each have to figure out what to psychedelic journeys. alucinadas, mutantes, ilusas, inasibles, tournement del «museo», del «travesti»,
do with the darkness (Obituary by Annie Sprinkle, que interpelan la producción de iden- de la «identidad» y de esta selección.
C, Carr, p. 23) How Psychedelics Informed My Sex tidades fijas, solo letras cebando una si- «Construir» el MUSEO TRAVESTI a
Robert Gober, Newspaper, 1992. Life and Sex Work, 2002. gla. Íconos poscoloniales en certamen partir de sus deconstrucciones.
La memoria andrógina-travesti ex- analiza iconográficamente en 1979. El
céntrica frente a los acuerdos de un núcleo de la escena correspondería a
activismo globalizado, que recuer- una figura que representa una cópula,

//ANDRÓGENA
dan cada vez más los concilios vati- donde el personaje arrodillado posee
canos; la producción de identidades atributos sobrenaturales, y el perso-
en el sistema de mercado señalada naje tendido —que he resaltado en
por Michel Foucault; o una ciudada- rosa— luce una combinación de atri-

TRAVESTI
nía desde el Estado incapaz de incluir butos masculinos y femeninos, mien-
la diversidad anotada por Butler. tras que el ceramio suspendido sobre
El Museo Travesti enfrenta la la cabeza del personaje tendido indica

EXCÉNTRICA
chata «realidad» de la ficha técnica su prominencia social. A la izquierda,
artística con una genealogía travesti un grupo de seres alados prepara y
inventada, otra anatomía-geografía vierte un líquido —presumiblemente
peruana y sus estética mutantes, para el alucinógeno Sampedro— sobre la
su contraste y reflexión. pareja que copula. El orgasmo, el alu-
cinógeno y la deidad como mediacio-
179
178
2. Orígenes nes de la sensorialidad dan indicios

¿
1. Introducción
de la ritualidad de la escena mientras
Qué implica trabajar la cultura en el Perú, en América, 2.1 El andrógino ritual indígena que el agente de esta mediación entre
mientras los vestigios culturales americanos permane- preínca e inca lo natural y sobrenatural es el perso-
cen articulados bajo las claves de un arte occidental? Dos distintas fuentes se contra- naje andrógino, y es justamente su
No obstante, bajo esta pulida capa de poder aparente —ya Ma- ponen y complementan en la ubica- androginia el símil de una función
rie Delcourt en su ensayo Hermafrodita, notaba la confusión de ción de otras sexualidades indígenas que, contextualizada, trascendería de
tallas de efebos decapitados con cabezas de diosas—, los saberes distintas de la reproductiva. la ritualidad concebida como un con-
subalternos traslapan los linderos trazados por el jardín de las La primera corresponde a una junto de formalidades a la producción
especies renacentista. Este es el encuentro que plantea el Museo cerámica moche —cultura preínca de la cultura en la interacción con lo
Travesti al hacer suya la institución museo, que discurre de ex- que se desarrolló en la costa norte pe- desconocido (los fenómenos natu-
poliar a ser deconstruido (Georges Didi-Huberman, Fred Wil- ruana entre 100 a.C. y 800 d.C. y legó rales, las culturas vecinas). La propia
son, Henrik Olesen), y la sujeto travesti, que mediante la sexua- al Perú su más grande memoria se- continuidad de la escena (el dibujo
lidad y la simulación (Judith Butler, Severo Sarduy), explicita xual contenida en sus ceramios ritua- corresponde a una botella, así su ma-
los procesos de la colonización, mestizaje y quimera peruanos. les, la mayoría aún no estudiados— terialidad es circular sin principio ni
¿Qué supone desarrollar una genealogía sexual peruana? que el antropólogo Manuel Arboleda fin) plasma un conjunto de acciones
sucesivas (preparación y consumo fiestas y días principales su ayunta- mientras la botella moche estudiada ficante en Lacan, la simulación para
del alucinógeno) o la instantánea del miento carnal y torpe: especialmen- ha sido catalogada entre los siglos V Sarduy— se constituye en otro de los
proceso, que corresponderían a una te los señores y principales. Esto sé y VIII d.C., la segunda sucede a me- mecanismos travestis como paradoja
cosmovisión donde la individualidad, porque he castigado a dos: el vno diados del siglo XVI y pertenece a la idéntico-mutante.
hoy tan preciada, no tendría cabida. de los indios de la sierra, que estaua cultura Inca (Huánuco, sierra norte,
«Soy donde no pienso, pienso donde para este efecto en un templo que e Ica, costa sur). Sin embargo, la pri- 2.2 El maricón colonial: coloni-
no soy», diría Jaques Lacan. No hay ellos llaman Guaca de la prouincia mera fuente nos llega mediada por zación y mestizaje
sustancia, sólo hay relaciones, habría de los Conchucos, términos de la las herramientas de la antropología y
dicho Georg Hegel. La androginia, ciudad de Guánuco: el otro era en siempre tenemos a mano el referente, Resulta significativo que la con-
como différance y postidentidad, evi- la prouincia de Chincha indios de mientras que la segunda consiste en sulta para la palabra «colonia» en el
denciaría estas relaciones en las que su magestad. A los quales hablán- el testimonio del sacerdote domini- diccionario en línea de la Real Aca-
una aproximación dual a esta escena doles yo de esta maldad que come- co frente a su equivalente nativo. Sin demia Española, arroje descripciones
(pareja, hombre-mujer, sociedad ver- tían, y agrauándoles la fealdad del embargo, esta segunda fuente ubica para el sujeto colonizador y el terri-
tical) se termina diluyendo. pecado me respondieron: que ellos al andrógino en el terreno de lo con- torio colonizado pero no para el su-
Una segunda fuente es la cróni- no tenían la culpa, porque desde el creto e, incluso desde su mirada bina- jeto colonizado, anécdota que hace
ca del sacerdote Domingo de Santo tiempo de su niñez los auían puesto ria (vicio-santidad, hombre-mujer), patente un vacío que llena los modos
181
180
Tomás, que Pedro de Cieza de León allí sus Caciques, para vsar con ellos aporta información sobre el contexto de reflexionarnos como protagonistas
publicó en 1553: este maldito y nefando vicio, y para de los ritualistas indígenas. del proceso colonial.
ser sacerdotes y guarda de los tem- Además, debo acotar que la Un ejemplo de dicho sujeto co-
Verdad es, que generalmente entre plos de sus Indios. presente investigación incorpora lonizado, al punto de su destierro de
los serranos et Yungas ha el demo- Pedro de Cieza de León, Crónica esas otras dimensiones sensoriales la historia oficial, sería el andrógino
nio introduzido este vicio debaxo del Perú, 1553/1995: 199-200. (orgasmo, alucinaciones) al campo indígena devenido en travesti:
de specie de sanctidad. Y es, que semántico del travestismo, como
cada templo o adoratorio principal La descripción de la primera también recalcar que el personaje an- Yten si algún indio condujere en
tiene vn hombre o dos, o más: se- fuente corresponde al estudio icono- drógino moche no debería ser equí- hábito de india o india en hábi-
gún es el ydolo. Los quales andan gráfico de un objeto ceremonial pre- vocamente señalado como «hombre to de indio, los dichos alcaldes los
vestidos como mugeres dende el hispánico con aportes del presente es- vestido como mujer», ante el género prendan y por la primera vez le den
tiempo que eran niños, y hablauan tudio, mientras que la segunda fuente masculino no marcado en el idioma cien azotes y los trasquilen pública-
como tales: y en su manera, trage y data de la Colonia temprana. Y aun- castellano, ya que estos atributos po- mente, y por la segunda sean atados
todo lo demás remedauan a las mu- que el objeto de estudio es evidente, es drían asimismo cubrir a una mujer seis horas a un palo en el tiánguez a
geres. Con estos casi como por vía asimismo necesario tener en cuenta la o a un intersexual. El vestido como vista de todos, y por tercera vez con
de sanctidad y religión tienen las diferencia temporal entre ambas. Así, apariencia que lo es todo —el signi- la información preso lo remitan al
corregidor del valle o a los alcaldes des americanas no normativas fueron
ordinarios de la Villa de Santiago de acuñadas según sus preconcepciones
Miraflores para que hagan justicia respecto de los árabes. Sin embargo,
dellos conforme a derecho. aquel largo periodo en la historia de
Archivo General de Indias, Orde- España no sólo consistió en un en-
nanzas para el repartimiento de frentamiento de culturas sino tam-
Jayanca, Saña, ca. 1566: 5r. bién en su mestizaje.

La Colonia en su conjunto, La historia de la moda femenina


como proceso travesti donde los na- durante la Colonia es una historia
tivos hubieron de disfrazar su manera peculiar que contiene los elementos
de ver el mundo, es asimismo sujeto de las mejores producciones satí-
de nuestro análisis. Un cuerpo coyun- ricas de la época: elementos de re-
tural que deviene en nación. Sería ab- beldía, desobediencia, y sobre todo,
surdo simplificar el proceso colonial de duplicidad como mecanismo de
en una oposición moros-cristianos sobrevivencia ante una autoridad
183
ante la diversidad indígena de la que lejana y severa. Aunque la con-
el expansionismo inca fue deposita- quista fuera una empresa militar y
rio, mientras que por el otro supuesto espiritual protagonizada por frailes
lado estaría la compleja España del si- y soldados, no fueron pocas las mu-
glo XVI, resultado de ocho siglos de jeres que llegaron clandestinamente
colonia musulmana. en aquellos barcos en que viajaban
Así, muchas de las estrategias de franciscanos, dominicos y torvos
la Conquista supusieron las anterior- conquistadores, para desempeñarse
mente empleadas frente a los árabes. como soldaderas o rabonas. Estas
Michael Horswell (2005)1 en su aná- mujeres, muchas de ellas de sangre
lisis comparativo de textos anterio- mora y sin estatus social en sus pue-
res y posteriores a la colonización de blos de origen, fueron las primeras
América, señala cómo las sexualida- españolas que se establecieron en

1
Decolonizing the Sodomite. Queer Tropes of Sexuality in Colonial Andean Culture, Austin,
▲ Giuseppe Campuzano, Rosa Limensis, 2004-2005. Fotografía: Claudia Alva University of Texas.
el Virreinato del Perú, a pesar de la cómo géneros y etnias minoritarios mujeres y tapados sin poder ser sirven, ya que en público no pue-
existencia de una ley de Indias que descubrieron bajo el embozo estrate- conocidos, han hecho y hacen. den renunciar del todo al vestido
prohibía la inmigración de españo- gias de seducción en pos de la acción Cortes de 1586, 1590: 21. viril, para modificarlo de tal suerte
las solteras en las colonias [...] Las política, proponiéndose como so- que el ménos perspicaz ve un hom-
primeras mujeres españolas en el cialización distinta al lograr acceder La peruanidad es resultado del bre adornado con la ropa de ambos
Perú empiezan desde muy tempra- a espacios políticos vedados, pero a entramado entre poder normativo y sexôs.
no a establecer antecedentes de in- la vez siendo reprimidos constante- saberes subalternos. Habría que aban- […] partímos á la casa del festín.
dependencia y heterodoxia femeni- mente hasta con la «muerte social» y donar las divisiones raciales, y racis- Esta presentaba una entrada des-
na, que su sucedánea, la criolla, con el destierro al ser descubiertos. tas, advirtiéndonos como etnias que truida por el tiempo: pasado el
el transcurrir del tiempo va refinan- se traslapan. patio, llegamos á una sala que no
do, interiorizando y decantando. Ha venido a tal extremo el uso de tenia por techo sino el mismo cielo,
Francesca Denegri, El abanico y la andar tapadas las mujeres, que de- 2.3 El maricón ilustrado: las ra- ni mas aliño que las paredes carco-
cigarrera. La primera generación de llo han resultado grandes ofensas zones para su destierro midas: luego se seguía la quadra, la
mujeres ilustradas en el Perú 1860- de Dios y notable daño de la Repú- que estaba regularmente adornada,
1895, 1996: 54-55. blica, a causa de que en aquella for- Entre los raros y agradables objetos é iluminada con algunas luces; y á
ma no conoce el padre a la hija, ni que aquí se presentan á cada paso, un lado se dexaba ver un aparador
185
184
Además, la duplicidad señalada el marido a la mujer, ni el hermano me ha hecho la mayor impresión cubierto de muchas vasijas de plata:
por Denegri constituye uno de los a la hermana, y tienen la libertad una especie de hombres, que parece pero lo que arrebató toda mi aten-
rasgos fundamentales del Virreinato y tiempo y lugar a su voluntad, y les pesa la dignidad de su sexô; pues cion, fué un largo estrado donde
del Perú: un poder extraviado en los dan ocasión a que los hombres se de un modo vergonzoso y ridículo estaban sentadas muchas negras y
vericuetos de las prácticas coloniales atrevan a la hija o mujer del mas procuran desmentir á la naturale- mulatas adornadas de las más ricas
cada vez más mestizas. Recurramos principal, como a la del más vil y za. ¿Qué dirían nuestros conciu- galas. No me dexó de admirar este
pues a la historia del vestido, de uno bajo, lo que no sería si diesen lugar dadanos, si viesen un ente de esta trastorno de las condiciones, pues
en concreto: el de tapada limeña. Le- yendo descubiertas a que la luz dis- clase que intenta imitar en todo á veía como Señoras las que en nues-
gado por la España morisca, el tra- cerniese las unas de las otras, por- las mugeres? El ayre del cuerpo, el tra Patria son esclavas; pero mas
je de tapada fue usado entre 1560 y que entonces cada una presumiría garbo, los pasos, las acciones, has- creció mi admiracion quando unas
1860, tres siglos que comprendieron ser y sería de todos diferentemente ta los menores movimientos, todo tapadas que se hallaban próximas
un periodo histórico completo: de la tratada y que se viesen diferentes respira en ellos una afeminación á nosotros, se decían mutuamen-
Colonia temprana a los orígenes de obras en las unas que en las otras. ridícula y extravagante. Su empe- te: ve allí á la Oidora, á la Conde-
la República. El disimulo, en el con- Demás de lo cual se excusarían ño en contrahacer los accidentes cita de… á la Marquesita de… á
texto de una sociedad vertical, ter- grandes maldades y sacrilegios, mugeriles, es excesivo […] todas Doña Fulanita de... & c. de suerte
minó significando su contraparte, de que los hombres vestidos como estas y mil otras menudencias les que iban nombrando quantos Tí-
tulos y Señoras principales había mentos claves para la reflexión de lo el género hacía la etnia y la clase. rio peruano. El proceso del traves-
en la Ciudad [...] saco mi anteojo, peruano, respectivamente: la conde- Contrastemos la carta con una esce- tismo en sí queda explicitado en la
lo aplico á los tostados rostros de na y consiguiente marginación de la na cotidiana limeña, pintada por el fiesta patronal. Proceso que se inicia
estas señoritas; y al punto ¡que ad- cosmovisión indígena como acto fun- francés Léonce Angrand casi medio con colonización del cuerpo andró-
miracion! Las veo cubiertas de mas dacional de la Colonia, y el desprecio siglo después. El coloquio entre un gino que nombrado travesti se nie-
espesas barbas que la infeliz Con- de las costumbres mestizas por el religioso mendicante, un maricón ga y asiente simultáneamente como
desa Trifaldi: á este tiempo llegaron pensamiento ilustrado como discur- «mulato» y un estudiante de filoso- «mujer», es en el espacio performati-
de fuera unas madamitas de este so constitutivo del proyecto Republi- fía retratados por un diplomático y vo de la fiesta patronal donde el tra-
jaez, y levantándose del estrado á cano (la «Carta sobre los maricones» americanista extranjero, ofrecen otra vestido se realiza como el concepto
recibirlas, enseñaron unos pies tan fue publicada por el Mercurio Perua- perspectiva de los entramados socia- femenino designado, ejecutando a
grandes, como serían los de Polife- no, el periódico ilustrado más influ- les de la época frente al texto ilustra- su vez las funciones del intercambio
mo, pero bien hechos […] quando yente de la época). Bajo una siempre do anónimo. andrógino nativo entre las culturas
llegó el Alcalde con sus minístros, pretendida naturalidad, amparada en Nos hemos referido al enfren- que lo definen. Los danzantes traves-
los que con bastante diligencia to- las leyes de la fe y la ciencia, ambos tamiento entre las cosmovisiones tis contemporáneos cumplirían una
maron todas las salidas, y formaron textos imponen una sexualidad ar- nativas y españolas, retomemos di- función doble que resulta idéntica:
una sarta de Condecitas, Marquesi- bitraria sobre esos «otros» cuerpos. chas relaciones esta vez a partir del dialogar, dentro del espacio lúdico
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186
tas, y Señoritas, hicieron un botin Habría que retomar la impugnación encuentro de las ritualidades indíge- del ritual devenido en espectáculo,
del refresco que estaba preparado, y de toda naturalización planteada por na y católica. En su proceso evange- dos representaciones del mundo en
las condujeron á la cárcel, en donde Butler para replantear dichos sujetos lizador, la Iglesia Católica consideró una sola estética, como diálogo ofi-
á sus Señorías por aliviarles la ca- históricos, teniendo en cuenta la im- provechoso el uso de los símbolos cial siempre propuesto y pospuesto
beza, con gran prolixidad les quita- portancia de lo performativo, como indígenas, el andrógino ritual entre pero además como trascendencia de
ron su precioso pelo, aplicándoles acto constitutivo de realidades, en la ellos, la ritualidad indígena habría la mímesis carnavalesca a la poēsis
al mismo tiempo el confortativo de construcción del andrógino indígena observado en dicha maniobra la cotidiana: la realidad de un espacio
una buena tostada [...] Androginó- y el maricón colonial. oportunidad para su subsistencia. social para el travestido.
polis, Agosto 10 de 1773. Este espacio de mestizaje simbólico El filósofo y activista intersex
Mercurio Peruano, 3. Ritual travestido de denominado «fiesta patronal», en Mauro Cabral propuso abandonar la
Carta sobre los maricones, espectáculo honor a los patronos de cada pueblo, sigla LGBT, cada vez más prolonga-
1791: 230–232 enmascara bajo los santos, vírgenes y da, y aceptar que todos somos trans.
La «Carta sobre los maricones» dioses del catolicismo, deidades na- La historia del Perú planteada a par-
Retomemos la crónica de 1553 y nos proporciona también contex- tivas y, a través de éstos, la continui- tir de la metamorfosis como única
comparémosla con la de 1791. Am- to suficiente para observar cómo la dad de las diversas interpretaciones esencia da fe de ello. Toda peruani-
bos manifiestos corresponden a mo- sexualidad performativa trasciende del mundo contenidas en el territo- dad es travestismo.
4. Museo Travesti (2003-¿?): márgenes al centro, de la aldea global la abundancia de iniciados en la San- acepciones de escisión y simulacro.
de la complementariedad indígena a los vericuetos étnicos, de la ciudad tería, identificados por sus atuendos Un montaje tan precario como el con-
a la fragmentación moderna al campo. blancos, me condujo a la lectura de cepto de identidad.
Prescindiendo de una colec- los patakís, la teogonía de la Santería,
Museo Travesti es un proyec- ción, carencia como potencialidad de los que el travestismo y el engaño 5.2 Colombia: la migración de
to que se inició en 2003. He partido para la elaboración de un discurso son constitutivos. La aparente ausen- una danza y la integración americana
desde mi propia experiencia como crítico sin otros linderos que las cia de travestis fue compensada por a través de un cuerpo. Bogotá: sexo-
travesti y mi sexualidad como medio propias limitaciones. otra performance de género caribeña: curadurías, del white box al environ-
de socialización hacia una genealo- jóvenes ostentando un cuerpo exage- ment y la anécdota como fuente.
gía y una geografía sexual peruanas: 5. Latinoamérica travesti rado, ya sea provisto o desprovisto de Mi visita a Bogotá en agosto de
el cuerpo como nación. Desde la au- (2008-¿?) ropa, que de tanto actuarse erosiona- 2009 tuvo como fin el montaje del
torreferencia, los deseos tras los dis- ba el género. La posterior ubicación Museo Travesti en el contexto del VII
cursos, disecto y rearticulo mi cuerpo 5.1 Cuba: de teogonía travesti a de los espacios travestis, sus perfor- Encuentro de Performance y Política
mientras impugno la historiografía nación doble mances cargadas de sátira política, del Instituto Hemisférico de la Univer-
oficial peruana. En noviembre de 2008 realicé desde el cuerpo y el discurso. sidad de New York. Decidí entonces
Sirviéndome de las herramientas una residencia artística de cinco se- Todo ello contrastado con un arte mostrar una genealogía de las danzas
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de la curaduría, me travisto de museo manas en La Habana gracias al Pro- plástico donde el carácter erótico per- rituales peruanas como espacios polí-
para travestir al museo, institución que yecto Batiscafo-Triangle Hearts. Y, si manecía fuertemente asociado a la he- ticos para otras ciudadanías, articula-
transcurre de expoliar a ser decons- bien treinta y cinco días eran a todas rencia clásica, griega y romana, en des- das a través del feminismo postidenti-
truida —una campaña en actos para- vistas escasos para lograr mapear el medro de un erotismo local, y con los tario y el propio cuerpo vivo.
lelos: Georges Didi-Huberman, cote- travestismo habanero, las estrategias espejismos de la libertad: la sociedad La representación de una danza
jando imágenes exhaustivamente para desarrolladas durante la experiencia de consumo traída de contrabando por colombiana, in situ, remataría mi cu-
impugnar su memoria; Fred Wilson, previa peruana me proporcionaron el turismo y la media e implantada por raduría en dos sentidos: animando los
replanteando la memoria afroameri- los primeros indicios. el gobierno a través de la doble mone- objetos exhibidos y cruzando nuestra
cana al «desordenar» las colecciones La conversación con una ven- da, o el Centro Nacional de Educación memoria compartida a través de la
que la contienen; Henrik Olesen, re- dedora de souvenirs quien me habló Sexual (CENESEX), organismo guber- coreografía. «Danza de Males» fue la
visando la mirada histórica hacia las indistintamente de Santa Bárbara y el namental que al fomentar el cambio de danza escogida, remontándose sus
minorías sexuales y plasmándola en orisha Changó —como sostuve pre- sexo, ante la «indecisión» travesti, rati- orígenes al Perú prehispánico de don-
materiales endebles para desestabilizar viamente, la superposición de deida- fica la sociedad binaria. de emigro a Nariño, en el sudoeste co-
la categoría de autenticidad. des en Perú existe, sin embargo esta Dichos fragmentos van dibu- lombiano. Hasta el día de su represen-
Descentrando saberes para tra- no traspone el género ni trasciende jando otra geografía, aún en proceso. tación logré conversar directamente
vestir poderes. Transitando de los al espacio del discurso—, así como El mapa de una nación doble, en sus con Gerardo Rosero, el bailarín, don-
de él me preguntó sobre los motivos versión del Museo Travesti, Identikit, y Santiago de Chile) y participó asi- general. Dicha instalación se dispuso
del proyecto y yo le pedí que luego de una investigación sobre tres décadas mismo en la muestra "En todas partes. como un filtro para dislocar el orden
la danza dirigiese unas palabras al pú- de travestismo a través de la prensa Políticas de la diversidad sexual en el artista-curador, Europa-América, a
blico. Durante la performance, Gerar- peruana (1966-1996). Pensar estas arte", curada por Juan Vicente Aliaga partir de la investigación desarrolla-
do logró integrar el espacio interveni- dos muestras como un nuevo modo en Santiago de Compostela. Esta úl- da, al plantearse otra perspectiva del
do, tejiendo con su danza los objetos, de historiografía latinoamericana: la tima planteaba un recorrido histórico conjunto y a su vez desplazarse ha-
el público y las drag queens, asimismo anécdota como historia y nuevamen- de la diversidad desde el movimien- cía obras y autores no incluidos en
convidadas. El traje de fantasía y la te la autorreferencialidad, ya no más to de liberación sexual en New York la muestra. Mi intención no fue pro-
música de fondo complementada por subalterna sino hermenéutica, de pri- en 1969 hacia otras disidencias alre- poner un nuevo orden sino, a través
su propia voz, fueron claros indicios mera mano en «Yo no soy esa» o a tra- dedor del planeta. En ese contexto de tales estrategias de simulacro, co-
de que Gerardo había construido su vés del contraste de fuentes periodís- planteé una instalación que, ubicada municar el concepto de travestismo
propio mito sobre la ya inventada ticas, de texto e imágenes, una lectura al inicio del recorrido, mostraba en como complemento de los alcances
genealogía de la danza. Concluida la entre líneas de una prensa plagada de primer plano el dibujo ampliado de del activismo sexual.
coreografía, Gerardo habló sobre la estereotipos en «Identikit». la cerámica moche analizada al ini- 2010 se planea como un paneo
identidad y pertenencia que la danza El montaje propuesto en «Yo no cio de esta ponencia, seguido de un de Latinoamérica en dos niveles. El
le había conferido, la performatividad soy esa», desprovisto de pies de obra, biombo construido a partir de los so- primero, la realización de muestras
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190
ritual de la memoria como inventivas como instalación o mejor dicho como brantes de un libro sobre el proyecto puntuales con obra que proponga y
de su realidad presente. espacio familiar que te invita a formar que publiqué en 2008, mientras, de- discuta las dimensiones travestis pro-
Posterior a esta experiencia, tuve parte o hacerla tuya, podría preten- trás de éste, se escondía la cerámica- puestas en esta charla. El segundo, la
la oportunidad de reunirme con algu- derse como opuesto a un proyecto referente del dibujo ampliado. Sin publicación de volúmenes en colabo-
nos de los gestores de la muestra «Yo que lleva el vocablo «museo» inserto embargo, al examinarla de cerca, el ración con teóricos y artistas en pos de
no soy esa», entre ellos Víctor Manuel en su nombre; sin embargo, este Mu- visitante constataría que se trataba de otros museos travestis que en el con-
Rodríguez, uno de sus curadores hoy seo Travesti se propone como des- otra réplica. Las paredes aledañas al texto de las celebraciones del bicen-
aquí presente. No voy a describir esta mantelamiento de una historia desde objeto falsificado se encontraban cu- tenario de nuestras independencias
curaduría, ya Víctor Manuel lo hará el cuerpo vivo mismo. biertas por un texto con una curadu- muestren que otra memoria y otras
con mayor propiedad más adelante, ría (travesti, paralela) de la curaduría realidades son posibles en América.
sino que me remitiré a establecer al- 6. 2010: planteando nuevos
gunas correspondencias entre ella y montajes y publicaciones
mi propuesta. Me gusta pensar que
«Yo no soy esa» inauguraba en di- Este año el proyecto visitó otras
ciembre 2005 mientras, casi simultá- ciudades latinoamericanas (São Pau-
neamente, yo presentaba en Lima otra lo, Goiânia, Campinas, Monterrey
//¿ES
POSIBLE UN
BICENTENARIO
SIN SEXO?APOSTILLAS BICENTENARIAS
192 193

¿
Rebobinando ▲ Cecilia Noriega Bozovich, El último brunch. Proyecto
"Todos somos presidenciables" (fragmento), 2001. Info-
grafía sobre papel. Colección de la artista, Lima. Archivo
Y si un cuerpo atávico, ataviado de otro, fuera símil
Giuseppe Campuzano
de la movilización y actualización de la cultura? ¿Si
tal proceso de (definirse por) oposición y (asimi-
larse en) complemento persistiera cuando nos vestimos de
y coitamos con otros? Sí, como las travestis. El cuerpo como
origen, memoria y presente políticos, como otra geografía El mito crítico del Inkarri —la rica-Europa y, desde luego, patria
para la nación. reconstitución simbólica del cuer- independiente-colonia) o el cambio
Mediante este ritual las costumbres ajenas y propias deven- po cercenado del inca— plantea un no desde un origen hacía una finali-
drían otras, a través de este cuerpo de intercambio. Los ideales regeneracionismo americano, pero dad sino en sí mismo y constante. La
conservadores, independentistas, igualitarios, libertarios, o los ¿cómo? Sus dimensiones de alternan- paradoja. Como el río heracliteo o el
pretendidos cortes limpios del binomio nacionalismo-imperia- cia y latencia como desplazamientos cuerpo travesti que sólo permanecen
lismo, se traslaparían en el trueque, como las cicatrices de la de las asimetrías simétricas modernas porque mutan. La esencialidad no
memoria con nuestras pieles. (mujer-hombre, oficio-arte, Amé- esencialista de estas tierras y sus artes.
Posbicentenarias tras, otros más aguardan. Este juego Mama Ocllo, naturalizando la sime- no hegemónicos. El vestido mestizo,
del lenguaje, el castellano, sólo per- tría de ciertos roles. cual máscara indígena, como espa-
Proponen trastocar los espacios mite referirnos a ellos por oposición: Sin embargo, la confluencia del cio horizontal alterno al contexto
privados y públicos: el sexo en la ca- mujer-hombre o andrógino y sobre- mecanismo indígena de propiciación- vertical imperante.
lle, la conciencia política. Una trans- natural, pero los individuos descritos asimilación y el mecanismo español Pero, ¿qué sucede con la teatra-
formación de nuestro mobiliario co- refieren siempre al complemento y de control mediante la evangeliza- lidad travesti durante la fundación
tidiano que pase por el desmontaje de contexto de una alegoría aglutinan- ción se articulan en el espacio ritual de la República ilustrada? ¿Cómo
quienes lo diseñamos, de los cuerpos te tal como sus lenguas y su panteón mestizo donde el andrógino ritual se articulan los travestismos mesti-
que lo consumen. Una transforma- hermafrodita. Definir por alteración indígena se traviste (el travestismo zos en medio de un renacimiento de
ción no necesariamente quirúrgica el género y la conciencia es explicar el como simulación sarduyana, como hermafroditismos teratológicos, de
sino más bien hermenéutica de nues- proceso cultural donde el cambio es alternativa para la continuidad de sus razias occidentalizantes como idea-
tros maquillajes y vestidos, nuestro origen, medio y fin que se propicia (el metamorfosis) de celebrante católico. les republicanos?
ajuar autorreferencial. cambio meteorológico) o asimila (la Y es en tal espacio de control donde ¿Son sus secuelas los asesinatos
Un sexo que ha de devolvernos otra cultura). proliferan nuevos desplazamientos, impunes de travestis, locas y maricas
nuestra historias-herstorias-storyas. Tal dispositivo (en el sentido donde los dioses del catolicismo se durante doscientos años de democra-
Rebobinémonos poscoloniales, pos- de Foucault pero donde el sexo se infectan de los sentidos indígenas cia? La incongruencia de sucesivas
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194
modernas, posidentitarias, posporno, articula no como control sino como para criarse mestizos, donde la más- rebeliones que obliteran la alteridad
para debatir en contexto y consenso, posibilidad) es constitutivo de la ad- cara oculta para mostrar no sólo un sexual probándose así revoluciones
con sexo. ministración bipartita inca donde género disímil sino la profusión de fallidas. El trabajo sexual denunciado
sus poderes ritual-incierto y mar- mestizajes étnicos que resultaron de como no ético dentro de una moral de
La nación travesti cial-concreto se oponían y comple- las migraciones forzadas coloniales y mercado. La identidad como promesa
como posibilidad mentaban, tal como en las figuras de que pronto excedieron aquel mismo de ciudadanía vacua, ya señalada por
Manku Qhapaq —chamán, hombre- espacio ritual. Judith Butler.
Al sur que es nuestro norte, en la mujer y líder mágico-religioso, se- Como la saya y el manto musul- Una rearticulación travesti es
América Invertida de Joaquín Torres gún Guamán Poma, Garcilaso de la manes, que llegados desde una Espa- su réplica contemporánea. El espec-
García, una escena prehispánica se Vega y María Rostworowski respec- ña ocupante y ocupada con aquellas táculo postindustrial (como vestido
reproduce. Un personaje con caracte- tivamente— y Mama Guaco —mu- mujeres que se permitieron formar mestizo (o máscara indígena) para el
rísticas masculinas y femeninas, que jer-hombre y líder guerrera— pero parte de esta empresa americana: tráfico de significados en medio de la
coita con otro de propiedades sobre- una posterior articulación del sexo las moras. Traje que otro territorio dictadura lúdica. El gesto travesti he-
naturales, asistidos por un grupo de como control, tergiversa la Manku recuperaría y decantaría como es- cho franquicia para la sátira política.
seres alados que les preparan e inocu- Qhapaq en marcial, omite a Mama pacio social y político para mujeres, El artificio como profesión: la danza,
lan una sustancia alucinógena. Mien- Guaco y resalta a la mujer-mujer hombres y su diversidad de colores el maquillaje, el sexo.
que relee conceptos históricos como versivas. Logró en 1821 lo que los
clasificación y frontera, traslada estra- sacerdotes de la fe no pudieron, ha-

//NOMBRES
tégicamente al travestido del margen cer su amante al capitán del batallón
al centro para genitalizar la memoria Numancia e incorporarlo a las tropas
oficial, relativizándola. Esta es una ge- patriotas. Un viaje de la periferia al

SUREÑOS
nealogía imaginada de Rosa, Giusep- centro, geográficos. Deseando dicho
pe y el proyecto compartido. centro como periferia. Murió indi-
gente en 1851.

COMUNES,
Pasaría del bicentenario
He contemplado fundando este pri-
He dañado una pintura de mi vilegio, hacer hereditario el amor a

AMBIGUOS
abuela Ildaura de la Quintana de Loza- la gloria, porque después de derogar
no al querer limpiarla. Mientras inten- los derechos hereditarios, que traen
to restaurarla con algo de maquillaje, su origen de la época de nuestra hu-
imagino el nacimiento de Rosa Cam- millación, es justo subrogarlos con

Y POSTIZOS
puzano en 1796, hija de Felipa Corne- otros que, sin herir la igualdad ante
196 197
jo. Todas mulatas. Todas espurias. la ley, sirvan de estímulo a los que se
De Guayaquil a Lima en 1817. interesen en ella.
Hizo su amante a un partidario de la José de San Martín, 1821.
Soy Patria, la rabona, descendiente de Rosita Campuzano, monarquía, traficando información
Traficaba, de tapada, en la plaza colonial, desde su tertulia en Lima al campa- «Al patriotismo de las más sen-
Traficada, tapada, fuera de la plaza colonizada. mento republicano en Huara. Hizo sibles». La escandalosa distinción con
Patria, la apátrida su amante, encubierto, a José de San la Orden del Sol a Rosa, «la otra» con-
Diatriba en Plaza Mayor de Lima, 2000. Martín. Atravesó la ciudad, de ta- fundida entre señoras, provocó que
pada1, disimulando proclamas sub- en 2004, durante la primera muestra
Preámbulo 1
El atuendo de tapada se usó en Lima entre 1560 y 1860. Llegado con las mujeres moras de la Conquis-

R
ta, fue adoptado por criollas, mestizas, indias, negras y maricones que usufructuaron las libertades del
osa Campuzano fue una revolucionaria por la in- embozo y la disociación entre colonia y monarquía. Tapadas y tapados fueron condenados tenazmente
por ordenanza del virrey Diego López de Zúñiga y Velasco (1561), el III Concilio Provincial Limense
dependencia del Perú, llamada «La protectora» (1582-1583), las Cortes de 1586 (ya expresamente respecto de los tapados), las Pragmáticas Reales de
por mediar parte de las luchas que «El protector 1594, 1600 y 1639 y un auto del virrey Diego Fernández de Córdoba (1624). Así, la Real Audiencia
(Causa criminal 1192) castigó en 1803 a Francisco Pro con la pena de «vergüenza pública» y el destierro
del Perú», José de San Martín, comandó. Giuseppe Campuza-
a perpetuidad. La lucha por el derecho al velo retornó a la mujer mora con su censura durante el siglo
no mediante el «Museo Travesti del Perú», un archivo sexual XX en las colonias francesas en África y su prohibición actual en Francia.
del Museo Travesti —sus heroínas En la Campusano vi a la mujer con y complementa con la normatividad nea, como entes chamánicos frente a
penetrando un estereotípico museo toda la delicadeza de sentimientos de la mujer-mujer Mama Ocllo. Aná- sus fijaciones occidentales.
de sitio— me ciñera la banda de Miss y debilidades propias de su sexo... y logamente, Rosa y Manuela se cons- Rosa Campuzano y la identidad
Gay como gesta ciudadana. Dios le concedió hasta el goce de la tituyen en otredades que, más allá de travestida: mulata alabastrina, amante
Pero no es mi interpretación sino maternidad... amaba el hogar y la subordinarse a la figura de poder ofi- espía, tapada política. Toda peruani-
la de Ricardo Palma, su más popular vida muelle de la ciudad... se enor- cial, se oponen y complementan en- dad es travestismo.
biógrafo, la que devino en tradición. gullecía de ser mujer... se preocu- tre sí. La autoridad de San Martín, o Escudriño durante horas la qui-
paba de la moda en el traje... era de Simón Bolívar, serían sólo medios mera hermafrodita y el arcángel an-
Veinte años atrás debió haber sido devota creyente... sabía desmayar- para una revolución sexual propia. drógino del Museo de Antropología y,
mujer seductora por su belleza y se o disforzarse, como todos esos La Rosa literaria ha transcurrido de una vez más, regreso a la quinta que
gracia y trabucado el seso a muchos seres preciosos y engreídos que la Bovary de Palma a la Tránsito de habitó Rosa en la calle Junín. Entro al
varones... a los quince años bailaba estilan vestirse por la cabeza... De- Isabel Allende: huerto y robo un higo que devoro en
como una almea de Oriente, can- cididamente Rosa Campusano era casa. Tecleo su nombre en el catálogo
taba como una sirena... el número toda una mujer. «Soy Tránsito Soto, patrón. Cumplí virtual de la Biblioteca Nacional y sólo
de sus enamorados tenía que ser «La protectora y la libertadora», su encargo». encuentro una publicación en relación
como el de las estrellas... cumplidas Tradiciones peruanas, 1889. La Casa de los Espíritus, 1982. a San Martín, buscaba su pornografía.
198 199
las diez y ocho primaveras, prefirió Ahora quiero alguna imagen suya, y la
el ser la esposa de un hombre pobre ¿Fueron acaso estos tópicos los «No somos, jugamos, ese es el hallo de tapada en un vitral del Salón
de fortuna que la amase con todo el que desterraron a Rosa de la épica peligro» de las Libertadoras, en Quito. La estoy
amor del alma, ser la querida de un peruana? Palma sugiere un San Mar- Yeguas del Apocalipsis, 1989. recortando y guardaré en una misma
hombre opulento que por vanidad la tin eje donde la mera-mujer, Rosa y carpeta junto a las revoltosas árabes
estimase como valiosa joya... conspi- Manuela Sáenz, la mujer- hombre, sus El juego de roles encarnado por contemporáneas. (Carlos Latuff, Mu-
radores en favor de la causa de la in- satélites, se contraponen. el enmascarado indígena, la tapada jeres unidas contra la dictadura: nueva
dependencia formaban la tertulia de Crónicas previas habían ya mestiza o la prostituta contemporá- bandera de Baréin, 2011).
Rosita, que con el entusiasmo febril propuesto un Manqu Qhapaq flan-
con que las mujeres se apasionan de queado por Mama Ocllo y Mama
toda idea grandiosa, se hizo ardiente Guaco asimismo antagónicas. Sin
partidaria de la patria... Con el aleja- embargo, el carácter ritual-incierto
miento de San Martín de la vida pú- del hombre-mujer Manqu Qhapaq
blica se eclipsa también la estrella de y el marcial-concreto de la mujer-
doña Rosa Campusano. Con Bolívar hombre Mama Guaco, como figu-
debía lucir otro astro femenino. ras de alteridad, es el que se opone
pendencia y heterodoxia femenina, durante la ocupación árabe de la pe-
que su sucedánea, la criolla, con el nínsula ibérica, pero el mestizo, pro-

//GENEALOGÍA
transcurrir del tiempo va refinando, ducto de dicha ocupación, se ha ido
interiorizando y decantando. redefiniendo en esta interacción nó-
Denegri, 1996: 54-55. made y travesti.

VELADA Simulábase una vez, una saya y


un manto surgiendo de una carabela,
A partir de este momento [la
ocupación], los valores reales del

DEL FUTURO
y tras la irrupción, el vestido, la mu- ocupado tienden rápidamente a
jer: su memoria vagabunda. adquirir una forma de existencia
clandestina. En la presencia del
La noción de una «cultura» mu- ocupante, el ocupado aprende a

TRAVESTI sulmana fija, oculta la ambivalente


realidad sociológica de adaptación y
discriminación experimentada por
estos inmigrantes a Occidente […]
disimular, a recurrir a engaños.
Al escándalo de la ocupación con-
trapone el escándalo del contacto.
Todo contacto entre el ocupante y

L
200 201
a historia de la moda femenina durante la Colonia es Entre los inmigrantes musulmanes, el ocupado es una falsedad.
una historia peculiar que contiene los elementos de las hay, ciertamente, intentos de esta- Fanon, 1969: 273.
mejores producciones satíricas de la época: elementos blecer identificaciones colectivas,
de rebeldía, desobediencia, y sobre todo, de duplicidad como pero estas son voluntarias, dice [Oli- ¿Y si tal estética de la simulación
mecanismo de sobrevivencia ante una autoridad lejana y se- vier] Roy, en cuanto estas ya no co- precedió a la ocupación? En Améri-
vera. Aunque la Conquista fuera una empresa militar y espiri- rresponden con lugares establecidos ca, la máscara y el carnaval indígenas
tual protagonizada por frailes y soldados, no fueron pocas las —territorios, Estados— o siquiera antecedieron a la Conquista —for-
mujeres que llegaron clandestinamente en aquellos barcos en con instituciones como la familia. jados durante siglos de expansión
que viajaban franciscanos, dominicos y torvos conquistadores, Scott, 2007: 3, 6. territorial y trueque cultural—, com-
para desempeñarse como soldaderas o rabonas. Estas mujeres, plementándose una vez más en este
muchas de ellas de sangre mora y sin estatus social en sus pue- Indoamérica fue nombrada des- nuevo encuentro.
blos de origen, fueron las primeras españolas que se establecie- de una finalidad fallida, Latinoaméri- Se dice que las tapadas limeñas
ron en el Virreinato del Perú, a pesar de la existencia de una ley ca fue colonizada con el «imaginario» se manifestaron sólo treinta años des-
de Indias que prohibía la inmigración de españolas solteras en árabe como referente. Los indígenas pués de la Conquista (1560), pero tal
las colonias [...] Las primeras mujeres españolas en el Perú em- americanos fueron leídos como otros pliegue social —que Occidente llamó
piezan desde muy temprano a establecer antecedentes de inde- «moros», un estereotipo delineado moda— fue un proceso sin origen. Así,
el atuendo fue hilvanándose de memo- al hurgar los archivos e imágenes, luz dicirniesse las vnas de las otras, las Pragmáticas Reales de 1594, 1600
rias moras, criollas, mestizas, negras, leyendo entre líneas, con feminismo, porque entõces cada vna presumi- y 1639 y un auto del virrey Diego Fer-
indias y mariconas y del usufructo de la tapada se rebela otra: intangible ria ser y seria de todos diferente- nández de Córdoba (1624); y conde-
las libertades del embozo ante la diso- (cual kuroko de kabuki), andrógina, mente tratada, y que se viessen nadas, como el tapado Francisco Pro,
ciación colonia-monarquía. erotizante, política. Fanon señala la diferẽtes obras en las vnas que en a la pena de «vergüenza pública» y
¿Fue la tapada una dislocación condición encubierta del matriarcado las otras: demas de lo cual se escu- el destierro a perpetuidad (Real Au-
del tiempo-espacio árabe, el augurio argelino aunque sistematizada por el sarian grandes maldades y sacrile- diencia. Causas Criminales. Leg. 98,
de las revueltas del velo modernas? colonizador (¿será posible determi- gios, que los hõbres vestidos como C. 1192; Año: 1803).
¿Qué hay detrás de la representación nar lo velado?): una argelina humi- mugeres y tapados sin poder ser Tal tenacidad de tapados y asi-
clásica, pasada y presente, de la «mu- llada y transformada —el transcurso conocidos, han hecho y hacen. milacionistas persistió durante la
jer» peruana y árabe? ¿Cuál es el futu- de la mujer-intermediario protectora Cortes de 1586 (1590: 21). consolidación de la Independencia
ro proyectado sobre sus velos? del secreto cultural a la mujer-velada peruana (1811-1824), donde conver-
como secreto cultural. Paralelamente Asimismo señaladas por or- gieron la sistematización colonial del
Detrás del visible manifiesto pa- la administración colonial española denanza del virrey Diego López de indígena1, el despotismo ilustrado,
triarcado, la existencia, más sig- demandó descubrirse a la limeña se- Zúñiga y Velasco (1561), el III Con- con prohibiciones análogas para los
nificativa, de un matriarcado pri- ñalándola como sujeto y no objeto de cilio Provincial Limense (1582-1583), gitanos españoles2, y la Ilustración,
202 203
mordial fue afirmada. El rol de la tales agravios.
madre argelina, el de la abuela, la 1
«—Yten si algun yndio condujere en abito de yndia o yndia en abito de yndio los dichos alcaldes los
prendan y por la primera vez le den çient açotes y los trasquilen publicamte y por la segunda sean atados
tía y las «mujeres viejas» fue defini- Ha venido a tal estremo el vso de
seis oras a un palo en el tianguez a vista de todos y por terçera vez con la ynformaçion preso lo remitan
do e inventariado […] La adminis- andar tapadas las mugeres, q dello al corregidor del ualle o a los alcaldes hordinarios de la Villa de Santiago de Miraflores para que hagan
tración dominante se comprome- han resultado grandes ofensas de justiçia dellos conforme a derecho.
—Yten que de traer los yndios cauellos largos como las yndias es causa que no anden limpios/ y tengan
tió solemnemente a defender esta Dios, y notable daño de la Repúbli- enfermedades de cabeça y porque aya diferençia de los varones a las mugeres y por otros ynconvenientes
mujer, retratada como secuestrada, ca, a causa de que en aquella forma que dello se sigue se manda que los yndios traigan cortados los cabellos por cima de la frente y por los
lados debaxo de las orejas y las yndias por la frente y los dexar creçer so pena que si los traxeren largos
humillada, recluida… transforma- no conoce el padre a la hija, ni el como hasta aqui sean tresquilados públicamente (Ordenanzas de 1566. Firmadas por Felipe II por ini-
da por el hombre argelino en un marido à la muger, ni el hermano ciativa del oidor Gregorio González de Cuenca, instaurando el control del cuerpo andrógino peruano)».
2
objeto inerte, inválido, deshuma- a la hermana, y tienen la libertad «No habiendo bastado, para desterrar de la Corte el mal parecido y perjudicial disfraz ó abuso del
embozo con capa larga, sombrero chambergo ó gacho, montera calada, gorro ó redecilla, las Reales
nizado (Fanon, 1969: 37-38). y tiempo y lugar a su voluntad, y órdenes y bandos publicados en los años de 1716, 719, 723, 729, 737 y 740, prohibiendo dichos embo-
dan ocasion a que los hombres se zos, y especialmente la Real orden, que á consulta de la Sala y del Consejo se renovó en el año de 743, y
publicó por bando en 13 de Noviembre; mando, que ninguna persona, de qualquier calidad, condición
Los cronistas de la tapada lime- atreuan a la hija, o muger del mas y estado que sea, pueda usar en ningún parage, sitio ni arrabal de esta Corte y Reales Sitios, ni en sus
ña, retratistas y escritores ilustrados, principal, como a la del mas vil paseos ó campos fuera de su cerca, del citado trage de capa larga y sombrero redondo para el embozo;
pues quiero y mando, que toda la gente civil, y de alguna clase, en que se entienden todos los que viven
la capturaron predominantemente ve- y baxo, lo que no seria si diessen de sus rentas y haciendas, ó de salarios de sus empleos, ó exercicios honoríficos y otros semejantes, y sus
lada por la instantánea voyerista, pero lugar yendo descubiertas a que la domésticos y criados que no traigan librea de las que se usan, usen precisamente de capa corta (que á
▲ Anónimo. Ca. 1865
◄ Courret hermanos, Niña y ama
◄◄ Courret hermanos, Carte de visite,1854
donde aquella misma razón europea republicano. Traficando información
que impugnó la tiranía monárquica, desde su tertulia en Lima al campa-
fue tirana en América, al proponerse mento republicano en Huaura, atra-
arrasar con tres siglos de accidentado vesando la ciudad con proclamas
mestizaje colonial desde un proyecto subversivas bajo el embozo proscri-
republicano que pretendió ignorar la to. «Suicidal resistance is a message
memoria indígena y mestiza. Tales inscribed in the body when no other
resistencias frente al asimilacionismo means will get through» (Spivak 2004:
son cotejadas por Ignacio Merino en 96). La propaganda bajo el manto li-
una irónica litografía de 1854. meño corresponde al explosivo bajo el
velo árabe, como travestismos subal-
◄ Felix Bonfils, Mujer en Burka, ca. 1870
Lo que establece a los musulmanes ternos de la palabra negada. ► Revoltosos árabes, 2011. Fotógrafo desconocido.
como comunidad única, una co- Ya republicana, la tapada misma
munidad «virtual» en la descrip- se hizo propaganda para favorecer a
político. Las tapadas transcurrieron de la república, que se afirma son la
ción de Roy, es una «legislación sus caudillos presidenciales: la saya
de autoras de la Colonia mestiza a realización de los principios de la
específica» que sirve para «obje- salaverrina (Felipe Santiago Salave-
personajes demodé de la Moderni- Ilustración en su forma más alta y
206
tivarlos». Varios decretos judicia- rry, 1835-1836), la saya gamarrina 207
dad colonizada. Aunque su lucha por perdurable. Esta es una imagen mí-
les y legislativos de Europa Occi- (Agustín Gamarra, 1829-1833 y 1838-
el derecho al velo ha de resignificarse tica de Francia. Su poder y atracti-
dental, entre ellos la ley francesa 1841), la saya orbegosina (Luis José
en la revoltosa árabe —enfrentada a vo descansa, en gran medida, en su
prohibiendo el velo islámico, son de Orbegoso y Moncada, 1833-1836).
su censura moderna en las colonias caracterización negativa del Islam.
ejemplos de esta objetivización. No obstante, consolidada la República
francesas en África y su prohibición La objetivización de los musulma-
Scott, 2007: 6. ilustrada, la saya y el manto, así como
contemporánea en Francia3—: del nes como una «cultura» fija tiene
la capa y el chambergo, fueron asimi-
velo-tótem al velo-agente. su contraparte en la mitificación
Tapadas como Rosa Campuza- lados al imaginario popular y parale-
de Francia como una «república»
no fueron sujetos agentes del proceso lamente desprovistos de su carácter
[…] la idealización de la nación ha perdurable. Ambos son imaginados
lo menos le falte una quarta para llegar al suelo), ó de redingot ó capingot, y de peluquín ó pelo propio, tomado muchas formas. En Fran- fuera de la historia —antagonistas
y sombrero de tres picos, de forma que de ningún modo vayan embozados, ni oculten el rostro: y por cia ha tomado la forma de una in- enfrascados en un eterno combate.
ló que toca á los menestrales, y todos los demás del pueblo (que no puedan vestirse de militar), aunque
usen de la capa, sea precisamente con sombrero de tres picos, ó montera de las permitidas al pueblo ín- sistencia en los valores y creencias Scott, 2007: 7.
fimo, y mas pobre ó mendigo, baxo de la pena por la primera vez de seis ducados, ó doce días de cárcel,
y por la segunda doce ducados, ó veinte y quatro dias de cárcel, y por la tercera quatro años de destierro
á diez leguas de esta Corte y Sitios Reales, aplicadas las penas pecuniarias por mitad á los pobres de la
3
cárcel (Bando de 1766 [1850 p. 378]. Firmada por Carlos III por iniciativa de su ministro el marqués de Dans les écoles, les collèges et les lycées publics, le port de signes ou tenues par lesquels les élèves ma-
Esquilache, que generó el Motín de Esquilache)». nifestent ostensiblement une appartenance religieuse est interdit (Ley 2004-228, artículo 1 [2005 p. 52]).
El velo rebelado-revelado ha travesti no radica en el atuendo sino
devenido en tropo para el asimi- en su fugacidad.
lado y el asimilacionista. La caída El embozo como subversión trans-
de mantos peruanos y velos árabes nacional. Una relectura histórica desde
(culturales pero también fetiches) la apariencia donde imaginar el pasado
no extirpa el deseo simulador —el y futuro, nos plantea otro presente.

Bibliografía Reader. Michigan, Grove Press. 1969.


161‐185.
Bando de 1766 [1850]. Los Códigos Ley 2004-228 [2005]. Ministère de
españoles concordados y anotados, tomo l’éducation nationale de l’enseignement
VII. Madrid, Imprenta de la Publicidad. supérieur et de la recherche. Applica-
Campuzano, Giuseppe. Museo tion de la loi du 15 Mars 2004. http://
Travesti del Perú. Lima, Giuseppe lesrapports.ladocumentationfrancaise.
208
Campuzano Ed. 2008. fr/BRP/064000177/0000.pdf (22 de ju-
Capitvlos generales de las Cortes nio de 2011).
del año de ochenta y seys, fenecidas y Ordenanzas para el repartimien-
publicadas en el de nouenta. Madrid, to de Jayanca, Saña ca. 1566. Archivo
Pedro Madrigal ed. General de Indias.
Denegri, Francesca. El abani- Spivak, Gayatri Chakravorty.
co y la cigarrera. La primera genera- «Terror: A Speech After 9-11» en
ción de mujeres ilustradas en el Perú Boundary 2, volumen 31, número
1860-1895. Lima, Centro de la Mujer 2. Durham, Duke University Press.
Peruana Flora Tristán-Instituto de Es- 2004. 81-111.
tudios Peruanos. 1996. Scott, Joan Wallach. The Politics
Fanon, Frantz. «Algeria Unvei- of the Veil. New Jersey, Princeton Uni-
led» en Carl Oglesby ed. The New Left versity Press. 2007.

► Retrato de tapada como Giuseppe Campuzano. Fotografía: Claudia Alva. Archivo


Giuseppe Campuzano
Democracia como concep- denigrante forma de vida de lle-
to clásico, unitario y vacío —Tout van algunos gays, prostituyéndo-

//EL TERCER
pour le peuple, rien par le peuple— se, provocando escándalos en la
que la sexualidad de sus minorías vía pública".
desmonta. «Homosexuales convierten Lima

SEXO EN
en "ciudad rosa"», La Nación,
"Adoro Lima. Me gusta la plaza 16 de febrero de 1993.
San Martín, cuando amanece llena

EL CUARTO
de pichi… ayy me gustan mucho El acopio de un archivo perio-
los hombres"… la prostitución ho- dístico sexual, manifiesta una ciu-
mosexual es considerada en cual- dad2 donde la prensa y los propios
quier ciudad del mundo como un activistas sexuales barbarizan toda

PODER problema social que atenta contra


la moral y las buenas costumbres,
contra la niñez y la adolescencia
que representan para cualquier
socialización, todo placer, distinta de
la burguesa.

Inalcanzables cuando corren por


210 211
Rebobinando país su invalorable potencial hu- la Vía Expresa al escapar de los
mano de cara al futuro. Erradicar- operativos.

P
artamos desde la democracia como etimología, donde los del centro histórico de Lima es «Gays escandalosos ponen
δῆμος (pueblo) fusionó los sujetos δημιουργός (artesa- civilizar la ciudad, contribuir con cabezón al alcalde de Lince», Ojo,
no) y γεωµέίροµαι (campesino), en oposición comple- la revalorización de lo cívico y de 11 de febrero de 1996.
mentaria a εὐπατρίδαι (noble)1. Hacía su fabulación travesti —en las buenas costumbres que digni-
Weltanschauung también griega—: bárbara, famosa, ciudadana. fican el estilo de vida de los ciuda- Y es que los travestis olvidan su
La metamorfosis de señoríos indígenas en colonias mesti- danos… el Director Ejecutivo del delicadeza a la hora de demarcar
zas, en repúblicas humanistas ha prescindido históricamente de Movimiento Homosexual de Lima jurisdicciones. Ellos han elegido
la sexualidad de sus ciudadanos: el liberto, la mujer, el campesi- (MHOL), Aldo Araujo, pidió a la "sus distritos".
no, el escolar. Es así como, la travesti y la prostituta se transfigu- ciudadanía no confundir homo- «90 por ciento de las prostitutas de
ran simultáneamente en sus ofensoras y deconstructoras. sexualidad con exhibicionismo. San Isidro… ¡son hombres!», Hoy,
'Nosotros estamos en contra de la 7 de julio de 1988.
1
Concepto más cercano a la hoz y el martillo de la democracia directa durante
la Revolución rusa que a las democracias representativas del humanismo europeo.
2
Aunque tal ciudadanía ateniense no involucró a mujeres, niños o deudores, ni a Sus artículos, en mayoría, corresponden a periódicos capitalinos o bien reproducen sus argumentos;
esclavos, ni a metecos. reflejo del centralismo peruano y la condición de Lima como ciudad modélica.
Una ciudad en conflicto: objeti- Ubicar a otras víctimas que están se suma una supuesta revolución gareños y visitantes, quienes al final
vo subjetivo. "Suicidal resistance is a deambulando y contagiando a los marxista, de pretensiones burguesas. de cada jornada observaban espec-
message inscribed in the body when jóvenes de Lima táculos nada edificantes por parte
no other means will get through", dijo «Confirman que 20 homosexuales He demostrado que con talento, de algunos personajes ‘raros’… mu-
Gayatri Chakravorty Spivak luego del de "reinado gay" tienen SIDA», con cerebro y con arte uno puede chos de ellos llegados de la capital
11 de setiembre de 2001. Trocar las Onda, 2 de mayo de 1990. abrirse paso sin llegar a la prostitu- «En tradicional fiesta de la
ropas y ejercer la sexualidad como te- ción, sin llegar a cosas que muchas ‘tunantada’ evitarán participen
rrorismo sexual-estético. Y una infección perfecciona la veces se usan para poder arribar. homosexuales», El Comercio,
patología. «Coco Marusix: transformándose 12 de enero de 1995.
Estoy por obtener mi nuevo nom- en escena», Expreso,
bre, que será en lo sucesivo Maritza —¿A quién temes, Ángela? 11 de agosto de 1991. Este ministro, que estaba vestido de
Cáceres Cortez… —A los del «Escuadrón Anti-gay» mujer, con su gua gua encima y bai-
—¿Y por qué no lo dijo antes? —¿Y a quién más? No creo ser quién para juzgar a la lando alegre, está haciendo el ridí-
—Temía ser enjuiciada nuevamente —A la policía. gente, la prostitución es algo malo culo y su foto ha pasado por todo el
«Jueces no pueden condenar a «Gays en la lista del escua- y yo no ando con gays que se pros- mundo. ¡Que vergüenza caramba!
"Pepita"», El Nacional, drón de la muerte», Extra, tituyen. Siempre me doy mi lugar ¿quién lo sanciona a este señor?
212 213
6 de abril de 1988. 30 de junio de 1990. y estoy con gente que me respeta «Humala defiende posición de
y sabe como soy. Nunca vendí mi su bancada en repartición de
Nací mujer. La razón por la que A la ya naturalizada violencia cuerpo y no soy de las que paran en utilidades mineras», El Comercio,
figura el nombre de un hombre es social y policial —ciudadana en el las esquinas, porque sé lo que valgo. 30 de mayo de 2008.
algo muy personal. Cogí documen- obituario—, «En la cama soy una
tos que no eran míos e incluso hice mansa paloma», Super Ídolo, La presencia de la androginia
estudios con ellos. Fueron torturados durante toda la 17 de noviembre de 1991. ritual-sexual indígena, reminiscente
«Oswaldo Rojas: soy noche hasta arrancarles la promesa en la fiesta agraria contemporánea, ha
una verdadera mujer», El Trome, de no volver a efectuar actividades Con la democracia neoliberal en sido reducida a la estética burguesa
14 de febrero de 2005. delictivas y por el contrario, sumar- ciernes de Alberto Fujimori, prolifera- omnipresente y tildada de intrusa. Ma-
se a la lucha armada que el MRTA ron las estadísticas sobre enfermas, per- nipulada por el gobierno neoliberal y
La imposibilidad de un sexo u viene llevando a cabo. seguidas y asesinadas; así como virtuo- la oposición nacionalista, de turno.
otro, transcurre de la omisión al es- «Atribuyen racha de violentos sas vedettes y misses en pos de la fama.
cándalo y el desacato. Es la identidad crímenes contra "gays" al MRTA Cuando la Juventud Comunista de-
que no alcanza. en Pucallpa», Página Libre, Esta decisión llegó a raíz de las críti- cidió que su candidato fuera de la
20 de julio de 1990. cas lanzadas anteriormente por lu- diversidad sexual, pensó en que un
travesti era el que mejor evidencia- postulación travesti mientras, tras dé- nos, si viesen un ente de esta cla- Tal pena es digna de locura tan
ba el rechazo de la sociedad a quie- cadas de jerga y símil, hacía del tra- se que intenta imitar en todo á las monstruosa.
nes escogen una opción sexual dis- vestismo tropo. mujeres?... un largo estrado donde «Carta sobre los maricones»,
tinta. Y no se equivocó. Se trata de estaban sentadas muchas negras y Mercurio Peruano,
un colectivo representativo. Lo que nadie dijo es que se trataba mulatas adornadas de las mas ricas 27 de noviembre de 1791.
«"Chicas" que aspiran de un grupo de transexuales que galas. No me dexó de admirar este
al Congreso», La República, presentan todas las noches un es- trastorno de las condiciones, pues Un Perú humanista. Condición
23 de enero de 2006. pectáculo en que precisamente ha- veia como Señoras las que en nues- que transcurre de la democracia ate-
cen escarnio de la Constituyente y tra Patria son esclavas… llegó el Al- niense al humanismo eurocentrista.
Bonita pareja esta de travestis y ca- de su condición. calde con sus ministros, los que con A la colonialidad del placer.
raduras que se dan la mano, solapa «El tercer sexo en el bastante diligencia tomaron todas Una poscolonialidad donde el
nomás, a ver si afirman el conti- primer poder», Oiga, las salidas, y formando una sarta de monstruo califique como ciudadana
nuismo que instauró el golpe de 11 de diciembre de 1978. Marquesitas, Condecitas y Señoritas, no humana —sin devenir burguesa
estado del cinco de abril de 1992 y hicieron un botin del refresco que de valores inherentes. Pornógrafa ba-
que sigue impidiendo el progreso Estafa contra la fe pública, porque no estaba preparado, y las conduxeron rroca. Transhumana efímera.
del Perú. es un certamen internacional… Por- á la carcel, en donde á sus Señorías Y sí, la democracia incurre
214 215
«Travestis y caraduras», que no se llaman así. Porque no son por aliviarles la cabeza, con gran pero ocurre. Una revolución no
La República, hombres. Porque no son mujeres. prolixidad les quitaron su precioso ideológica sino carnal. No tesis-an-
7 de febrero de 2006. «Se quieren morir», Expreso, pelo, aplicándoles al mismo tiempo títesis-síntesis sino el cuerpo, siem-
22 de setiembre de 1991. el confortativo de una buena tostada. pre, desobediente.
Por eso el transfuguismo es, acaso,
la mejor expresión de lo que es sus- La teatralidad travesti es sátira y
tantivo en nuestra vida nacional: "el deseo —ya micropoder desde los poe-
travestismo". Somos, pues, lo más tas cómicos de la Grecia Clásica—, una
parecido a la avenida Javier Prado ἐκκλησία popular no determinista.
de noche.
«Transfuguismo y/o travestismo», Me ha hecho la mayor impresión
La República, una especie de hombres, que parece
16 de junio de 2006. les pesa la dignidad de su sexô; pues
de un modo vergonzoso y ridículo
La cobertura de la campaña elec- procuran desmentir á la naturaleza.
toral de 2006, autorizaba la incipiente ¿Qué dirían nuestros conciudada-
//LETANÍA /
216

TROPO /
CIFRA

► Giuseppe Campuzano, Letanía/Tropo/Cifra, 2012. Collage digital y serigrafía sobre papel,


30 x 50 cm. Impresas en el taller ÁÁ
—como el prolapso de Gingsberg— mos hegemonistas, sus mesianismos
dilatándose hacia los otros, marxistas y feministas.
hacia lo otro. Parasitar Occidente, mimesis an-

//MANIFIESTO
tropofágica, de ritualismos fragmenta-
Lloralluvias Wari rios que lo fragmenten. Posujeto mesti-
—mascarada mimética— zo-postizo como lugar de enunciación,
generando en degenere. no individual sino colectiva. Retrofa-

EN CUATRO
bulaciones como tecnología performa-
Manku Qhapaq y Mama Guako, tiva. Mitomanía como metonimia.
hombre—mujer Incas, tiempo incier- De infundios a mitos fundacio-

ACTOS
to —que alternará en concreto. An- nales, donde el alegato costumbrista es
droginias mestizas para un gobierno utopía ante dioses/héroes ni deontoló-
duplicado. gicos ni ontológicos sino performativi-
dad anárquica. De travesti moralizan-
Transcendidos en cópula cósmica. te en andrógino inesencial1.
Venéreo
Y serán travestidos, para travestir la aborigen, El Dorado invertido sin
220 221
[...] del eurocentrismo como perspectiva hegemónica de co- colonialidad que se va fijando. pretéritos: ni nostalgia indígena ni
nocimiento, de la versión eurocéntrica de la modernidad y sus dos impugnación colonial,
impropiamen-
principales mitos fundantes: uno, la idea-imagen de la historia de ἐπιμελείας ἑαυτ te. No reconstruyamos tanto huaco
la civilización humana como una trayectoria que parte de un esta- roto sino deconstruyamos la fantasía
do de naturaleza y culmina en Europa. Y dos, otorgar sentido a las Partamos al sujeto, desujeto de desde sus intersticios2. No inventariar
diferencias entre Europa y no-Europa como diferencias de natura- historia. Imaginar[se] pasado para sino inventar la realidad. No genealo-
leza (racial) y no de historia del poder. Ambos mitos pueden ser re- producir[se] presente desde un occi- gía sino geneologías.
conocidos, inequívocamente, en el fundamento del evolucionismo dente indígena como ocaso de Occi- Tabú que es génesis, de la expe-
y del dualismo, dos de los elementos nucleares del eurocentrismo. dente: sus academicismos y activis- riencia a la transmitología.
Quijano, 2000.
1
Para el Museo Larco (Lima) —el mayor expolio de huacos sexuales moche—, la representación sin fi-
Simulábase una vez nalidad procreadora (genitales, personajes genitomorfos, masturbación, sexo oral, anal, entre hombres,
(en los señoríos tutelados por el andrógino). con animales, con y entre muertos) es catalogada como "moralizadora" mientras que los personajes
andróginos -descritos por Arboleda (1981)— casi no son siquiera comprendidos en su taxonomía.
2
La historia minoritaria está [...] hecha de silencios, de contornos que no constituyen figura y de trazos
Orificios Moche chupando el sampedro que se superponen sin crear paisaje. Se trata de un tipo de política-ficción en la que no se pueden seguir
y la verga divinos, sus sentidos las huellas sin inventarlas (Preciado, 2004).
Sayas y mantos surgiendo contacto entre el ocupante y el ocu- Se dice que la tapada limeña se La caída de mantos peruanos y
de las carabelas. pado es falsedad. manifestó sólo treinta años luego de velos árabes (culturales pero también
Fanon, 1969. la Conquista (1560), pero tal pliegue fetiches) no extirpa el deseo simula-
Atravesando la ciudad. social —que Occidente llama moda— dor —el travesti no radica en el atuen-
¿Y si la simulación precedió a la fue un proceso sin origen. Francisco do sino en su fugacidad.
Francisco Pro —maricón ritual— ocupación? En América, máscara y Pro festejaba a un dios indígena. Rosa El embozo como subversión
y Rosa Campuzano —amante carnaval indígenas antecedieron a la Campuzano movilizaba la causa re- transnacional. Una relectura histórica,
patriota— tapadas3. Conquista —forjados durante siglos publicana. La lucha por el derecho al desde la apariencia, donde imaginar el
de expansión territorial y trueque cul- velo retornó a la mujer mora ante su pasado nos plantea otro presente. Fe-
Revoltosas árabes veladas. tural—, complementándose una vez censura moderna en las colonias fran- minismos desde las colonias desman-
Traficantes traficadas. más en este nuevo encuentro. cesas en África y su prohibición con- telando lo femenino imperializante.
Indoamérica fue nombrada des- temporánea en Francia. El travestismo Hipótesis infundadas sobre per-
A partir de este momento, los valo- de una finalidad fallida. Latinoamé- mestizo de Pro y el tráfico republicano sonajes infundiosos. Colisionemos
res reales del ocupado tienden rá- rica colonizada desde el imaginario de Campuzano —bajo el manto lime- Colonia y República con metacontex-
pidamente a adquirir una forma de árabe. El indígena americano fue leí- ño— corresponden a las revueltas bajo to que descontextualice el Humanis-
existencia clandestina. En la presen- do como otro moro, un estereotipo el velo árabe presentes, como travestis- mo colonizante. Generemos desde la
222 223
cia del ocupante, el ocupado aprende delineado durante la ocupación árabe mos subalternos de la palabra negada4. periferia para ser replicadas en el cen-
a disimular, a recurrir a engaños. Al de la península ibérica, pero el mes- Del velo-tótem al velo-agente, tro de poder.
escándalo de la ocupación contrapo- tizo, producto de dicha ocupación, se ¿fue la tapada una dislocación del Ciudadana no humana.
ne el escándalo del contacto. Todo fue redefiniendo en dicha interacción. tiempo-espacio árabe, el augurio de
las revueltas del velo modernas? No Maorilyn5, de los retoques se-
3
El atuendo de tapada se usó en Lima entre 1560 y 1860. Llegado con las mujeres moras de la Con- la historia proyectada sobre sus velos riados de Drella Warhol a la imagen-
quista, fue adoptado por criollas, mestizas, indias, negras y maricones que usufructuaron las libertades
del embozo y la disociación entre colonia y monarquía. Condenadas por ordenanza del virrey Diego sino sus velos como proyecto históri- testimonio del Libro Rojo.
López de Zúñiga y Velasco (1561), el III Concilio Provincial Limense (1582-1583), las Cortes de 1586 co. Velo revelado-rebelado, ¿será po- —Mímesis travesti de un Presi-
(ya expresamente respecto de los tapados), las Pragmáticas Reales de 1594, 1600 y 1639 y un auto del
virrey Diego Fernández de Córdoba (1624). Tal tenacidad de tapados y asimilacionistas persistió du-
sible determinar lo velado? dente Gonzalo ausente—
rante la consolidación de la Independencia peruana (1811-1824), donde convergieron la taxonomía del
indígena y el despotismo ilustrado, con prohibiciones análogas para los gitanos españoles. Esa misma 4
razón europea, que impugnó la tiranía monárquica, fue tirana en América al pretender arrasar con tres El Suicidal resistance is a message inscribed in the body when no other means will get through
siglos de accidentado mestizaje colonial, desde un proyecto republicano que ignoró la memoria indíge- (Spivak, 2004).
5
na y mestiza. La tapada misma se hizo propaganda para favorecer a sus caudillos presidenciales: la saya Pieza de NN-PERÚ (1988), o también llamada "Carpeta Negra", compuesta de 14 fotocopias de mitos-
salaverrina (Felipe Santiago Salaverry, 1835-1836), la saya gamarrina (Agustín Gamarra, 1829-1833 y muertos de izquierda, serigrafiadas con la estética del rock subterráneo y chicha limeños. Edición de 20
1838-1841), la saya orbegosina (Luis José de Orbegoso y Moncada, 1833-1836). No obstante, consoli- ejemplares. Algunas se vendieron, las demás se regalaron y, ante la persecución, varias fueron destrui-
dada la República ilustrada, la saya y el manto, así como la capa y el chambergo, fueron asimilados al das o permanecieron ocultas. Fue exhibida por primera vez en 1994. Durante la democracia neoliberal,
imaginario popular, desprovistos de su carácter político. Las tapadas transcurrieron de autoras de la perdió peligrosidad mientras surgía el interés por su testimonio y colección. Hoy existen entre 5 y 10
Colonia mestiza a personajes demodé de la Modernidad colonizada. ejemplares. En 2011, 1 ejemplar se puso a la venta por internet fue comprada por US$7.000.
Rouge-barcode-teléfono Estereotipo que es memoria,
soplón: patriarcalidad memorias desde el estereotipo
desplazada-signo restaurado.
De maricón erotizado en Virgen
¿Revolución? Sin mesías. Ni fu- extática (un posporno mariano).
turos programáticos predestinados ni Procesión de género: Mamasaras
naturalización del autoritarismo y la transgénicas, exvotos-retrato —ofren-
subordinación de género, tras la su- da y pertenencia al panteón divino—
puesta emancipación marxista. para Sarita Colonia, cerros hermafro-
No pretendamos tomar el po- ditas: Ritualidad cósmicosmética.
der sino transformar su estructura, Archivos que construyen y
desde otro occidente no hegemónico guardan a la nación y sus parias.
sino terminal.
Renegociemos la historia capita- Mestiza infecta-terrorista
lista, no desde el héroe dualista —la sexual cargadora de andas.
heroicidad hegemónica de la guerrille-
225
ra— sino, invertidamente, mariconi- Estaba una plazuela hecha a mano,
zando su Izquierda. Desde un híbrido y en ella una estatua de piedra la-
político que desplace la clase hacia el brada con dos figuras monstruo-
sexo, la lengua, la etnia. Cuerpos mo- sas, la una de varón, que miraba
dificándose mutuamente en los proce- al nacimiento del Sol, y la otra con
sos que juegan. Trastornemos la cen- otro rostro de mujer a las espaldas,
tralidad desde nuestra promiscuidad. que miraba al Poniente con figura
Tomemos las armas licencio- de mujer en la misma piedra. Las
sas para nuestro encuentro callejero. cuales figuras tienen unas culebras
Conceptualicemos la guerrilla para gruesas que suben del pie a la ca-
una subversión desde la ficción, la de- beza, a la mano derecha e izquier-
mocracia desde el deseo. Muerte no da y así mismo tienen otras figuras
violenta, alegórica, que libera. como de sapos. Estaba esta Huaca
Todos somos negros. del pecho a la cabeza descubierta
Todos somos terroristas. y todo lo demás debajo de tierra.
▲ NN, Mao del proyecto NN-PERÚ (Carpeta Negra), 1988. Serigrafía sobre fotocopia, Todos somos nativos. Tres días tardaron más de treinta
29 x 42 cm. Cortesía Archivo Alfredo Márquez
Todos somos travestis. personas en descubrir todo el sitio
al derredor de este Ídolo, y se halla- condición humana no sobrevive a la Archivos venéreos y sus in[ve]s- No más dualismo. No un aden-
ron de la una parte y otra delante vigilancia sino en el silencio de sus tigadoras. Ficción periodística y fic- tro y fuera del lenguaje, el ritual. la
de los dos rostros, a cada parte una huellas? ¿Es posible impugnar la tra- ción travesti. Fragilidad y resistencia. nación, el museo, sino cuerpos trans-
piedra cuadrada delante de la esta- ma identificadora que lo sancionó y Inventario inventado. Diario vender- géneros, transnacionales. Hiatos esté-
tua, de palmo y medio de alto, que borró, simultáneamente, en el acto de se. Travesti cuyo deseo otro la desu- ticos, no al evolucionismo.
al parecer servían de aras o altares registro? ¿De qué manera puede ser jeta del capitalismo. Puta decolonial. Museo, musexo, mutexto,
muy bien puestas y arrancadas de sujeto de derechos humanos quien, Puta transmoderna. mutante.
su asiento con mucha dificultad [...] corporalmente, desmiente la corpora-
Mucho trabajo he pasado en arran- lidad normativa del ser humano?
car este Ídolo y deshacerle, y más en Los archivos son huellas que
desengañar a los Indios. pretenden mantener la memoria
Arriaga, 1621. del pasado. Las huellas no archi-
vadas son, sin embargo, mucho
Los extirpadores de idolatrías más numerosas que las archivadas.
suplantaron dioses hermafroditas por Añadamos un criterio de selección
cruces, santos y vírgenes, los indíge- que comúnmente obedece a la his-
226 227
nas simularon adorarlos mientras el toriografía oficial —superyó colo-
andrógino persistía. Los mestizos nialista. Canon problemático para
continuamos decantando dicha me- una genealogía de las estrategias de
moria bajo mantos barrocos. resistencia, y de los momentos de
Redimámonos en ritual dio- emergencia y ruptura al interior del
nisiaco que trueque culpa en éxta- discurso dominante. Ausencia esen-
sis. Teólogas de la liberación sexual cial para el subalterno.
emanadas de la experiencia, donde Renegociemos el archivo desde
el signo carnal ha sido restaurado. esa Latinoamérica que fue el mo-
Poscolonialidad del placer —ante la mento inicial de formación del capi-
colonialidad del ser— como transfi- talismo moderno-colonial y que es
guración eterna. hoy centro de producción alternativa
Placer vs saber. No enunciar el frente a la colonialidad. Una Lima
mundo sino revolcarnos con él. —occidente de Sudamérica— como
¿Cómo abrir el archivo para espacio de disputa donde la colisión
aquel cuerpo donde el despojo de su es manifiesta.
Bibliografía López, Fiorella. Feminismos des-
de las fronteras. Repensando la eman-
Arboleda C., Manuel. «Repre- cipación femenina y la revolución en
sentaciones artísticas de actividades el discurso del Partido Comunista
homoeróticas en la cerámica moche». del Perú-Sendero Luminoso. Tesis de
En Boletín de Lima, n°. 16-17-18. maestría. Lima. 2012.
Lima, COFIDE. 1981. López, Miguel. «Indígena-An-
Arriaga, Ioseph de. Extirpación tropofágica-Tropical-Mutante-Me-
de la idolatria del Pirv. Lima: Cerony- moria-Sexual. El Museo Travesti del
mo de Contreras ed. 1621/1910. Perú y la lucha política por nuevos
Campuzano, Giuseppe. «Genea- marcos historiográficos». Ponencia
logía velada del futuro travesti». En leída en Art ó Archives Latin America
El futuro dura para siempre, Gävle, and Beyond - From 1920 to Present,
Runo Lagomarsino y Carlos Motta Austin. 2010.
eds. 2011. Preciado, Beatriz. «Género y per-
Campuzano, Giuseppe. Museo formance, 3 episodios de un cyber-
228
Travesti del Perú. Lima, Giuseppe manga feminista queer trans...». En
Campuzano ed. 2007. Zehar. Revista de Arteleku-ko aldizka-
Campuzano, Giuseppe. Pasquín ria, Nº. 54. Guipúzcoa. 2004.
Travesti del Perú. Madrid, Museo Quijano, Aníbal. «Colonialidad
Nacional Centro de Arte Reina So- del Poder. Eurocentrismo y América
fía. 2010. Latina». En Edgardo Lander ed. La
Fanon, Frantz. «Algeria Unvei- colonialidad del saber. Eurocentrismo
led». En Carl Oglesby ed. The New Left y ciencias sociales. Perspectivas lati-
Reader. Michigan, Grove Press.1969. noamericanas. Buenos Aires, CLAC-
Longoni, Ana. Ya no abolir mu- SO. 2000.
seos sino reinventarlos. Algunos dis- Spivak, Gayatri Chakravorty.
positivos museales críticos en América «Terror: A Speech After 9-11». En
Latina. Ponencia leída en Pamplona y Boundary 2, volumen 31, N°. 2. Dur-
Bahía Blanca. 2011. ham, Duke University Press. 2004.

▲ Giuseppe Campuzano, Carnet. Fotografías para documento de identidad, 2011.


Medidas variables. Fotografía: Claudia Alva. Maquillaje: Germain Machuca
Fotografía: Claudia Alva
¿Qué te caracteriza?
Mis excesos. Si no me crees visítame en internet: personales.com/andorra/
andorralavella/giucamp.

//GIUCAMP
¿Cuánto tiempo tardas en maquillarte?
Milenios.

¿Por qué esa ropa, los colores?


Todo sea por el escándalo.

¿En base a qué eliges tu vestuario, hay detrás criterios, conceptos?


Soy una drag básicamente cachinera, me voy de shopping entonces veo
una peluca y de pronto ya tengo el personaje. Los argumentos vienen después,

E
232
ntrevista emitida por el programa Hora 20, en Amé- la imago siempre ha sido más ágil que el logos. 233

rica Televisión. Escena del camerino, secuencia


"calvo/bata rosada". Febrero del 2000. ¿Qué significa drag queen en peruano?
Giu-camp.
¿Cuál es tu papel como drag queen?
Ser el centro de atención a como dé lugar. ¿Cómo y cuándo fue la primera vez que te vestiste drag?
De seguro no fue un día específico, en los ochenta yo era una dark vamp,
¿Cómo te sientes con ese traje encima? más adelante descubrí el color y devine en trans drag.
Aún no lo tengo encima, pero igual me siento fa-bu-lo-so.
¿Te gusta?
¿Qué crees que piensa la gente cuando te ve? Me aloca.
Cosas terribles que no puedo repetir.
¿De qué época eres, si tienes, qué pretendes representar?
¿Cuándo nace una drag? La historia no existe, no hay época, ni lugar, ni edad, agarra esos cuentos
Cada vez que se te corra el rímel o batas la peluca más de la que tanto nos ha costado aprender embútelos en una licuadora, de doce velo-
cuenta, puede nacer una drag, ten cuidado. cidades, y listo, ya tienes tu drag queen auto generada.
¿Qué implementos usas?
Aquí en el cuarto mundo todo sirve, por ejemplo la escarcha para hacer
trabajos manuales.

¿Cómo nació la idea de ser una drag?


Todo comenzó con mi muñeca que era drag king, jugábamos a casarnos y
yo, con sólo un juego de sabanas, tuve que hacer de novia.

¿Te consideras un travestí?


Travestí por excelencia. Pero no el paso de macho a hembra sino el de
realidad a mito.

¿Por qué Giucamp?


Es un mensaje subliminal, si te lo cuento dejaría de serlo. Solo repítete:
you-camp.

¿Con qué sueña una drag?


235

Con un doctorado en artificialidad o ser la nueva heredera de la tanga de oro.

¿Cuáles son tus ideales?


Vampira, Foucault, Sarduy, Bette Davis, Elizabeth I, Susy Díaz y, por su-
puesto, cualquier chica Almodóvar.

◄ Giucamp. Lima, ca. 2001-2002. Concepto: Giuseppe Campuzano. Fotógrafo desconocido.


Archivo Giuseppe Campuzano
// "No soy
esta vez fui sin ninguna razón en particular. Cuando llegamos a este pueblo
en fiesta, sentí esa familia que no conocía, pero que lo recibe a uno con mucho
cariño", explica Giuseppe Campuzano sobre uno de los sucesos que decidió el
desarrollo de su proyecto de museo travesti.

mujer ni ¿Y qué representó aquello?


Ahí me di cuenta de que nunca había reconocido mi lado paterno, que es,

hombre... los
también, ese lado peruano, porque en mi familia mi mamá es la ‘blanca’ y mi
papá, el ‘indio’. Creo que no haberlo re-conocido tiene que ver con ser maricón,
con ser travesti. En general, he sido hijo de mi madre.

génerosno Certamen es una muestra museográfica. ¿Está relacionada con eso?


He sentido esta exposición comprometida con mi lado masculino y, como

existeN"
en el libro Raíces, con buscar mis propios héroes históricos. Para eso hice una
investigación de meses. Es gracioso, uno siempre piensa que el travesti es el
protagonista, por su relación con el espectáculo o el escándalo, pero cuando
236 237
UNA ENTREVISTA DE estudié historia, casi no aparecía. Como que la mayoría de los historiadores
JOSÉ GABRIEL CHUECA son heterosexuales u homosexuales reprimidos; entonces, si no mencionan a
los gays, menos van a mencionar a los travestis.

L
Es algo parecido al trabajo que hicieron las historiadoras feministas
a exposición Certamen (El Otro Sitio). Proyecto para sobre la participación de la mujer en la historia oficial...
un Museo Travesti de Giuseppe Campuzano, pre- Hay que releer, volver a abrir el libro para leerlo de otra manera. Esa es la
sentada en el Parque Reducto de Miraflores (mayo teoría queer, que lee todo desde otra perspectiva.
de 2004), fue la primera presentación pública de su proyecto de
relectura de la historia desde la perspectiva del travesti. La expo- ¿Qué es queer?
sición ocupó el espacio de las salas de exposiciones temporales y Es una palabra que [se] opone a gay. El gay surge y lucha por sus derechos,
parasitó también las salas de la exposición permanente del Museo pero, en el fondo, se clona del heterosexual. O sea, quiere pareja estable, disco-
de Sitio de la Guerra del Pacífico ubicada en la misma institución. teca en Miraflores, trabajo y terno. En cambio, lo queer cuestiona el sistema en
sí. Es lo que llamarías el maricón, y prefiero esa palabra, porque es peligroso
"Hace poco fui a una fiesta del pueblo de mi papá, Mu- aplicar indistintamente términos de otras culturas.
quiyauyo, en Junín. Nunca en 33 años había ido a esa fiesta y
En la exposición revisa también el mundo precolombino… papá se molestaba, pero había como un pacto intrínseco entre mi mamá y yo.
La muestra es la huella del travesti en la historia del arte. En las tribus pri- Ella llegaba y decía, ‘tu papá ya va a llegar...’. O sea, ‘cámbiate’.
mitivas en general, la diferenciación se hacía a partir del atuendo. Por ejemplo,
en el mundo mochica un individuo podía decidir ser un pájaro y, entonces, Ahora suena gracioso. ¿En ese momento lo era?
usaba unas plumas. Creo que es la primera línea del travestismo. Ya en el Perú No, era doloroso. Quizá yo puedo en algún momento haberme autocul-
contemporáneo, el travesti es nuevamente protagonista en la obra de Christian pado de ser homosexual, pero no por ser travesti. Una cosa no implica la otra.
Bendayán o de Cecilia Noriega, por ejemplo.
¿Qué espera que pase con la muestra?
Pero el arte no siempre va con la realidad Como todo trabajo artístico, es hacia uno, pero uno que ya no es uno
Yo sé que es idealizado, pero en el futuro, cuando revisen los cuadros de esta sino su comunidad. Yo sé que este trabajo es elitista, pero, en el corazón, esta
época, podrían pensar, ah, o sea que en el siglo XXI los travestis eran importan- muestra está dedicada a ellos. Yo la dedico a un amigo mío que era travesti y
tes. Como yo lo digo de los mochicas, y quizá ahí también les metían palo. murió de SIDA.

Me decía que le interesaba vincular esto con los travestis de Floral, en ¿Qué tipo de pleitos le ha generado hacer esta muestra?
Yerbateros. Son marginales... Los mismos de siempre. Por ejemplo, estoy haciendo una impresión y un
Es como si hubiera esta ligazón subterránea entre los travestis del pasado pata me conversa, ‘que sí, compadrito, para qué es esta foto’. Para una muestra.
238 239
y los marginales de hoy. Y no hablo de las drag queens –entre las que me inclu- ‘¿Sobre qué?’. Sobre travestis... Mutis total. Yo no hablo con el cabro.
yo–, que tenemos una cultura muy hollywoodense. En cambio, los que viven
24 horas de travestis son vistos como marginales porque tienen todas las con-
diciones para serlo. Son pobres, indios, delincuentes, se prostituyen, se drogan,
toman. En esta sociedad no atinan ni una para ser aceptados como ciudadanos.
Entonces han hecho su propio mundo.

Usted es travesti. ¿Qué es eso?


Hace poco leía que el género travesti se define a partir de la ropa. Para mí,
travesti es tránsito, una cuestión continua. Yo no soy mujer, no soy hombre y no
es que no me decido. Lo que planteo, justamente, es que los géneros no existen.

¿Cómo es la vida de un travesti?


Para mí, siempre fue lo más natural del mundo. Desde que me acuerdo, yo
les saqueaba el clóset a mi mamá y a mi hermana y me ponía sus cosas. Y mi
cionista con los maquillajes de su supuesta identidad; hacia los juegos de roles
sexosociales como imposiciones que el travestismo potencia —no somos, juga-

//CORPS
mos, ese es el peligro, decían ya las Yeguas del Apocalipsis. Y es que al trabajar
el propio cuerpo hay que reaprender el narcisismo y la verdad como juegos, di-
ciendo no a todo activismo que consagre este cuerpo como uno. El imaginario

SANS
travesti es el maquillaje nuestro de cada día: mi cuerpo como el lienzo donde
pintar el otro mapa nacional, un cuerpo-todo, de todos.

Ante una situación de "globalización" colonizadora, apuestas por el

ORGANES
archivo. El cuerpo travesti peruano se somete a una doble colonización.
¿Sigue este proceso de archivo los mismos pasos de tu ampliación del ima-
ginario travesti como artista? ¿En qué medida?
UNA ENTREVISTA DE Tal archivo sexual también se presentó (entre otras manifestaciones del
R. MARCOS MOTTA Museo Travesti) como publicación no registrada, ya que se me pedía la auto-
(2011)
rización de sus imágenes, incluso de aquellas a partir de mi cuerperforman-
ce, y mi comentario sobre los textos citados. Exigencias que la descoloniza-
240 241
En el Perú ¿cuáles son las posibilidades laborales de los ción de la imagen y una no prevalencia de la lengua escrita (ya dicotómica en
travestis? ¿Por qué crees que es así? sí), desbarataban. Este archivo se entrega como proceso siempre inconcluso y
En Lima y otras ciudades peruanas: trabajo sexual, pelu- conflictivo entre imagen y texto. Wunderkammer deconstruido o carpetas de
quería y activismo, y mientras más periféricas las ciudades/ Windows donde la interfaz es el propio cuerpo travesti, prescindiendo así de
travestis, sus posibilidades prosperan ya que, como alegué en toda clasificación y borramiento e insistiendo en una transversalidad sexual,
un artículo sobre «desarrollo», los bajos índices de desarrollo étnica, de clase.
económico mantienen a las travestis contemporáneas integra-
das con sus sociedades en la medida que una memoria sexual ¿Crees que el archivo puede funcionar como corporeidad de referentes?
diversa se preserve alejada de los estereotipos colonizantes y Sí, considerando este archivo sexual como un cuerpo y su memoria, pero
globalizantes, y aquí incluyo el travestismo estereotípico. la corporeidad travesti de De dónde son los cantantes de Sarduy que es nación
y, a la vez, nada.
En cuanto a lo anterior, tú como travesti, eliges ser artis-
ta como profesión. ¿En tu trabajo construyes una lógica de Identificas la figura del travesti con la noción de nación peruana. Me
ampliación del imaginario travesti? hace pensar en un diálogo entre J. Giorno y W. Burroughs imaginando un
No soy artista travesti sino un travesti profesional que par- estado homosexual, aunque los matices cambian completamente el concep-
te [desde] su cuerpo hacia su memoria, como herida exhibi- to. Precisamente el travesti tiene una identidad muy flexible, casi una no-
identidad pública. ¿Hablas en estos términos? ¿Cómo aplicarías esta idea al
concepto de identidad nacional?
Me gustaría mucho leer este diálogo ante los vínculos entre travestismo y
poēsis. Toda peruanidad es travestismo es un oxímoron (y Museo Travesti otro),
un sinsentido donde dos excesos se encuentran: el nacionalismo identitario y la
no-identidad pública que mencionan. Es asimismo ese esencialismo estratégico
de Spivak, la lengua común de la identidad nacional en la que debemos seguir-
nos enunciando para desmontar esa peruanidad de la expansión, colonialismo
y mestizaje y cuya única "identidad" es su metamorfosis constante.

Verdad, actitud, corporeidad, farmacopoder… ¿Cuáles son los límites,


los pros, los contras y las razones entre travesti y transexual? Nos referimos
sobre todo a las carencias legales respecto a la identidad travesti y el some-
timiento legislativo respecto a la metamorfosis transexual. ¿Puede haber un
término medio? ¿O por el contrario, hay que trabajar hacia la hipérbole de
esas dos actitudes?
242
No considero que haya una actitud travesti frente a otra transexual, pero
sí que la concesión de identidad por un tercero al travesti y la concesión de
padecer disforia de género para acceder a esa misma identidad por el propio
transexual, corresponden a una misma actitud.
¿Cómo se concede dicha identidad?, se preguntaba Butler y todos somos
trans afirmaba el activista intersex Mauro Cabral. Desde 2004 vengo desarro-
llando una pieza a partir de mi documento de identidad, su más reciente ver-
sión es un impreso lenticular a partir de dos fotografías mías, una «femenina»
y otra «masculina» cuya transición depende de la perspectiva del espectador.
Más que un término medio propongo un doble sentido indisociable: ¿es la na-
turaleza-mutante de la pieza o el vaivén del espectador quién define su género?,
¿cabe establecer eso definible dentro del continuum de género propuesto, en la
amalgama de tiras de fotografía alternas?

► Giuseppe Campuzano en colaboración con Germain Machuca, Las dos


Fridas - Línea de vida. 2013. Performance. Fotografía: Claudia Alva.
¿El show y la ocultación pueden constituirse como ejercicios políticos? nos llega con las primeras palabras. La palabra pues no será el mejor disposi-
Estuve en La Habana en 2008. Conocí a Estrella en un montaje cubano/ tivo sino el cuerpo, y no el cuerpo del otro sino el propio cuerpo como otro.
travesti de Die bitteren Tränen der Petra von Kant y quedamos en ir a una fiesta.
La busqué en su casa, tirábamos dedo y un jeep/colectivo nos recogió, ya en ¿Crees que el travesti constituye un paradigma y paraíso de roles sub-
la carretera tuvimos que tomar un taxi porque el bus no pasaba. Finalmente alternados?
llegamos a un gran portón en medio del parque Lenin. Ya durante el show, Un Paradiso, el poema que se volvió novela como dice Lezama. Nunca
una travesti alternaba lipsync con sátira política contra Castro y Bush y pude pensé el Museo Travesti como la ruptura con un paradigma para sustituirlo por
imaginar su voz haciendo todo el camino de vuelta. otro sino como subalternidad estratégicamente nuclear como dispositivo para
reescribir la historia. La travesti no como modelo sino mimesis eterna, como
¿Un cuerpo travesti puede considerarse un dispositivo encarnado? poēsis inasible.
Ahora pienso en mi travestismo como Virgen María y en la época cuan-
do planeaba mi museo como libro, buscando una encarnación aún más po- Entonces, ¿hay esperanza? ¿Qué esperamos? ¿Hay que esperar?
tente que la puta. Fue cuando me transformé de puta erotizada en virgen ex- Yo no espero nada de los otros. De mí: siempre ser otra.
tática, como una especie de posporno mariano. Los íconos como las palabras
son dispositivos que podemos encarnar, vaciándolos para llenarlos de otros
significados. Ejerzo el cuerpo/palabra/ícono travesti en ese sentido, partien-
244 245
do de sus facetas más visitadas hacía otras extraviadas en su memoria, como
un Atlas Mnemosyne donde las transformaciones más fabulosas son también
las más razonadas.

¿Crees que existe una visión de peligrosidad política ante el cuerpo tra-
vesti? ¿Un miedo al travesti (como miedo a la mujer insumisa)?
Es tanto el miedo ante el cuerpo travesti como monstruo múltiple que
se replica en un cisma/disociación del deseo de ese que confía ser uno (y cree
así en los cortes limpios): el deseo de someter al travestido públicamente y de
someterse ante él en privado.

¿Sería positiva una pedagogía travesti?


Si entendí bien, está el proyecto que me comentaste, de alentar a las fami-
lias heteronormativas a travestirse como jugando. Vuelvo entonces al travestis-
mo yeguoapocalíptico, no como identidad sino juego (por ende peligroso), y
entonces considero necesaria tal contrapedagogía de tal fijación por lo fijo que
//FUENTES Concepto, contexto y proceso fue presentado como una charla dentro de la serie
de presentaciones de portafolio Conversando con La Culpable, en Lima, el 10 de
julio de 2008. Texto inédito.
PELUQUERA (ficción / chisme)
El Museo Travesti del Perú fue publicado en Decisio, Nº 20, Michoacán, CREFAL,
mayo-agosto 2008, pp. 49-53.
El cuento Saturday Night Thriller fue escrito en mayo de 1998. Al año siguiente
fue el cuento ganador de el Primer Concurso de Cuentos ‘Una Aventura Nocturna’
El texto El monstruo estético fue presentado en la conferencia "Lo Bizarro. Vigencia
organizado por el Circuito de Librerías de Miraflores, y se publicó junto con los
y Magnitud en el Imaginario Popular (Los Grotesco en el Arte). Freaks. Criaturas ex-
otros relatos ganadores en: Saturday Night Thriller y otros cuentos, Lima, Editorial
trañas", en el Centro Cultural Británico de Miraflores, Lima, en 2008. Texto inédito.
San Marcos, 1999, pp. 9-13.
La conferencia De engendro fabuloso a performatividad creadora fue presenta-
Miluzca fue escrito en 1999. En 2010 fue primer puesto en la 3era. edición del concur-
da en el XIV Encuentro Internacional de Escritores de Literatura y Monstruosidad
so ‘Ten en Cuento a La Victoria’, y publicado en: Ten en Cuento a La Victoria. Tercera
(28 setiembre – 3 de octubre) en el Museo de Historia Mexicana de Monterrey en
versión del concurso de cuentos, Lima, Municipalidad de La Victoria, 2010, pp. 7-12.
2009. Texto Inédito.
213 fue escrito en junio de 2000. Texto inédito.
Procesos del arte sexuado, el cuerpo político y la nación travestida fue presen-
tada a modo de conferencia magistral en el II Encuentro Latinoamericano y del
®
Barbie fue escrito en setiembre de 2000. Texto inédito.
Caribe ‘La Sexualidad frente a la Sociedad’, en la Universidad Nacional Autónoma
de México (UNAM), Ciudad de México, en agosto de 2010. Texto inédito.
246
El Ginoide fue presentado como una conferencia multimedia como parte de la 247
charlas de la exposición "UNZIP. Disectando la ropa", curaduría de Susana Torres
TRABAJADORA SEXUAL (callejera / activista)
en la Galería John Harriman del Centro Cultural Británico de Miraflores, Lima, en
febrero/marzo de 2001. En esa exposición Giuseppe participó con una obra.
El afiche Suéltate la trenza fue realizado por el colectivo Las Pelangochas (Giu-
seppe Campuzano y Susana Torres) para los "Encuentros con el Arte", actividad
Amadeus fue escrito en julio de 2001. Texto inédito.
artística en celebración del Orgullo Gay-Lésbico Bisexual Trans, Lima, julio 2003.
Cuaterna, Trinitas, Una fue escrito en julio de 2001. Texto inédito.
El volante fue repartido en la Marcha del Orgullo LGTB en Lima en julio de 2004.
Welcome fue escrito en 2002. Texto inédito.
VIHDA fue confeccionado en 2005 como parte del proyecto de activismo cultural
"Vivo con VIH", impulsado por Fernando Olivos. Entre otras acciones, se realiza-
Narciso fue escrito en 2002. Texto inédito.
ron una serie de polos intervenidos por diversos artistas peruanos comprometidos
en la lucha contra la no discriminación hacia personas viviendo con VIH.
Tránsito fue escrito originalmente para el dossier de textos y documentales digi-
tales para ramonaweb. Este dossier iba a ser un complemento de la edición #99 de
Reclamando las historias travestis fue publicado originalmente en inglés ("Reclai-
la revista ramona (Micropolíticas Cuir: Transmariconizando el Sur), editado por
ming Travesti Histories"), en IDS Bulletin, vol. 37, Nº 5, octubre 2006, pp. 34-39. La
Fernando Davis y Miguel A. López en abril de 2010. Texto inédito.
edición de este número estuvo a cargo de Andrea Cornwall y Susie Jolly, bajo el título
"Sexuality Matters". La traducción al castellano es de Florencia Portocarrero.
CHAMANA (curandera / musexo)
Cubrir para mostrar fue una acción realizada en la Avenida Javier Prado Este,
¿Son suficientes dos géneros? fue publicado en En Breve, boletín de Bridge, Nº 18,
Lima, en abril de 2006. En la acción realizada el día de cierre de campaña electoral
Brighton, enero 2007, s/p.
presidencial, diversos activistas y amigos sacaron a la calle carteles que reprodu- Nombres sureños comunes, ambiguos y postizos fue solicitado como una cola-
cían treinta años de historia travesti mediatizada (imágenes tomadas del "Archivo boración para el primer número la revista SUR/versión, editada en Caracas por el
Travesti"), para cubrir una valla con citas de "célebres vecinas" del distrito financie- Centro de Estudios Latinoamericanos ‘Rómulo Gallegos’ (Fundación Celarg), bajo
ro de San Isidro. En la acción se repartieron los volantes multicolores sobre la com- el tema "Los nombres propios de nuestro SUR", en 2010. El texto fue aprobado por
plicidad de la clase política, partidos y candidatos presidenciales, con los crímenes los editores pero sin embargo no fue publicado por decisión de los mismos, sin
de odio cometidos a diario en el país. explicación alguna.

El travesti contemporáneo se encuentra con el género y la sexualidad en Améri- El ensayo Genealogía velada del futuro travesti fue comisionado para el libro The Fu-
ca Latina se publicó originalmente en inglés ("Contemporary Travesti Encounters ture Last Forever, editado por Carlos Motta y Runo Lagomarsino, Gävle Konstcentrum,
with Gender and Sexuality in Latin America") en: Development, vol. 52, Nº 1, So- IASPIS, 2011, pp. 143-151; y reeditada en español e inglés como el primer volumen de
ciety for International Development, 2009, pp. 75-83. La traducción al castellano la serie de publicaciones de artistas Encuentros Cercanos (Nancy La Rosa, Miguel A.
es de Florencia Portocarrero. López, y Juan Salas editores), en Lima, Ediciones Delmasacá, octubre 2012.

El Pasquín Travesti fue concebido e impreso para ser parte de una de las inter- El tercer sexo en el cuarto poder fue escrito como una contribución para el libro
venciones del proyecto "Memorias Disruptivas: Tácticas para entrar y salir de los ¿Y qué si la democracia ocurre?, editado por Miguel A. López y Eliana Otta, Lima,
Bicentenarios de América Latina y el Caribe" (martes 30 de noviembre y miércoles Ediciones Delmasacá y 80m2 Livia Benavides, 2012, pp. 44-45. Este libro acom-
1 de diciembre), organizado por la Red Conceptualismos del Sur en el Museo Na- pañó una exposición del mismo nombre curada por López, donde se presentó la
cional Centro de Arte Reina Sofía en 2010. Giuseppe lideró un taller titulado "Del instalación Diario Travesti (1773-2011) de Giuseppe Campuzano, que consistió en
Archivo Sexual a la Acción Travesti" en donde se realizaron, con el apoyo del ar- un montaje de recortes periodísticos e históricos tomados del ‘archivo travesti’.
tista argentino Juan Carlos Romero, matrices en esténcil con imágenes del Museo
248 Travesti que luego sirvieron para hacer unas intervenciones con graffitti junto al La serie de tres serigrafías Letanía, Tropo y Cifra, de 30 x 50 cm. c/u, fueron realiza- 249

pegado del Pasquín Travesti en las calles de Madrid. das en 2012 por integrantes del Taller ÁÁ (Álex Ángeles, Nancy La Rosa, Juan Salas).

COSTURERA (corte y confección / genealógica) Manifiesto en cuatro actos salió publicado como "Museo Travesti del Perú [Mani-
fiesto en Cuatro Actos]" en ERRATA Nº 6, Museos y Nuevos Escenarios del Arte, Bo-
En todas partes fue concebido como un texto sin título para formar parte de una gotá, diciembre 2011 [2013]. En este número se incluyó además un "Inserto" de Giu-
instalación-intervención en la exposición "En Todas Partes. Políticas de la Diversidad seppe Campuzano: la reproducción de su obra DNI (De Natura Incertus) en tamaño
Sexual en el Arte", curada por Juan Vicente Aliaga, en el Centro Galego de Arte Con- idéntico al carnet de identidad nacional. La pieza venía incluida al final de la revista.
temporánea (14 de mayo – 20 setiembre) en 2009. El texto es un recorte y pegado de
citas y referencias de los artistas incluidos por Aliaga en la exposición. Texto inédito. ∞

La conferencia Andrógina travesti excéntrica fue presentada a modo de introduc- Giucamp. Fragmentos de entrevista en reportaje del programa Hora 20, transmiti-
ción al Museo Travesti del Perú en "Troca-Troca: Encontro de Práticas Artísticas e do por América Televisión en febrero de 2000.
Curatoriais, Indagando as Sexualidades Disidentes" (25-26 de noviembre), organiza-
da por el curador Inti Guerrero en la Universidade do Estado do Rio de Janeiro en Giuseppe Campuzano: "No soy mujer ni hombre… los géneros no existen" fue
2009. Texto inédito. realizada por el escritor José Gabriel Chueca y publicada en Perú21, Lima, 25 de
mayo de 2004.
¿Es posible un bicentenario sin sexo? Apostillas bicentenarias fue publicado en
la revista {{em_rgencia} {{em_02 – bicentenarios postmortem, Bogotá, setiembre Corps Sans Organes: Entrevista con Giuseppe Campuzano fue realizada por el
2010, pp. 84-93. artista R. Marcos Motta para Antigonia nexo informativo (editores: Xose Quiroga
y Daniela Ortiz) en 2011.
//AUTORES
Giuseppe Campuzano (Lima, 1969 - †2013). Es un filósofo travesti. En 2004 creó
el Museo Travesti del Perú, una contra-narrativa corporal que maquilla los agujeros
y desmaquilla las fronteras. Con ello ha parasitado museos de arte contemporáneo
en ciudades como São Paulo, Santiago de Chile, Barcelona y Madrid. Ha infectado
también universidades en Lima, Brighton, Río de Janeiro, Bogotá, México D.F. y
Quito. También ha deambulado y trabajado en las calles. En los últimos años ha
engendrado Museo Travesti del Perú (2008, Giuseppe Campuzano editor); "Chama-
nes, danzantes, putas y misses: el travestismo obseso de la memoria" (2010, ramona
99); "Andróginos, hombres vestidos de mujer, maricones… El Museo Travesti del
Perú" (2011, Vozal 1), y Genealogía velada del futuro travesti (2012, El futuro dura
para siempre, Carlos Motta y Runo Lagomarsino eds.). En 2013 recibió en Lima un
reconocimiento a su labor de loca activista por los Derechos Humanos TLGB. Re-
cientemente recibió también una beca de la Foundation for Arts Iniciatives.
José Gabriel Chueca (Lima, 1972). Creció en la residencial San Felipe. Estudió
Pintura. Es periodista. Hasta el año 2009 trabajó en el diario Perú21 haciendo las
250 entrevistas de la página central. Hizo la Maestría en Escritura Creativa en la Uni-
versidad de Nueva York y actualmente está en el programa de doctorado en Lite-
ratura Hispánica en la Universidad Stony Brook, en Nueva York. Colabora con la
revista Poder, edición Perú.
Miguel A. López (Lima, 1983). Investigador y escritor sobre cultura visual y polí-
tica. Integra la Red Conceptualismos del Sur (RCS) desde su fundación en 2007.
Sus proyectos recientes intersectan prácticas desviadas y rearticulaciones maricas
de la historia. Ha curado "Perder la Forma Humana. Una imagen sísmica de los
años 80 en América Latina" (junto con la RCS) en el Museo Reina Sofía de Madrid,
2012 "Pulso Alterado" (junto a Sol Henaro) en el MUAC-UNAM, México, 2013; y
"Un Cuerpo Ambulante. Sergio Zevallos en el Grupo Chaclacayo, 1982-1994" en
el Museo de Arte de Lima, 2013. Está desarrollando exposiciones y eventos sobre
formas contemporáneas de recodificación maricona, junto con Oliver Ressler e
Ines Doujak para Secession de Viena (2014), para la 31 Bienal de Sao Paulo (2014),
y junto con Fernanda Nogueira para Kadist Art Foundation de París (2015).
R. Marcos Motta (Tarragona, España, 1988 probablemente). Desdoblada en
www.rmarcosmota.com. Impostora de Giuseppe Campuzano en la TATE Mo-
dern para el simposio "Charming for the Revolution: A Congress for Gender
Talents and Wildness". Integrante de El Palomar, La Familia Drag, Vaginoplastia, ▲ Gloria Arteaga, Giuseppe Campuzano y Mónica Pasco, Beautifalse, 2003. Instalación y
Voz Fail, entre otros colectivos y proyectos. performance. Archivo Giuseppe Campuzano
« SATURDAY
TEXTOS
GUISSEPE CAMPUZANO
MIGUEL A. LÓPEZ
R. MARCOS MOTTA

NIGHT FOTOS
JOSÉ GABRIEL CHUECA
GUISSEPE CAMPUZANO

THRILLER«
Claudia Alva
Frank García "Photon"
Alejandro Gómez de Tuddo
CÉSAR DELGADO WIXAN
STARRING Museo de Arte de Lima
DIOSA FANTABULOSA
GIUSEPPE CAMPUZANO CARLOS PEREYRA
MUSUK NOLTE
PAUL APAZA
CAST MIGUEL COAQUIRA
EDICIÓN GENERAL
MIGUEL A. LÓPEZ MAQUILLAJE Y ACCESORIOS
GERMAIN MACHUCA
PRODUCCIÓN EDITORIAL
ÁLVARO LASSO
SUSANA TORRES
DIRECCIÓN DE ARTE Y DISEÑO
CHANA RODRÍGUEZ
CORRECCIÓN
CARLOS RAMOS L.
TIPOGRAFÍAS
MARCO UGOLINI (BIKO)
CARMEN NOBLECILLA LA FOTOGRAFÍA DEL DETENTE
ELIANA OTTA QUE ACOMPAÑA A ESTA PUBLICACIÓN
EFRAÍN BEDOYA ES DE CARLOS PEREYRA
Fotografía: Claudia Alva
1ERA EDICIÓN
LIMA, DICIEMBRE 2013 Este libro ha tenido el apoyo de
TIRAJE
1000 EJEMPLARES Foundation for Arts Initiatives (FfAI),
Centro Cultural de España en Lima,
ISBN
978-612-4165-13-9 Juan Carlos Verme Y MIGUEL A. LÓPEZ
REG. N°
2013-19613 agradecemos de forma especial al museo de arte de lima
REG. PROYECTO EDITORIAL N°
31501131300515 por el apoyo brindado en la gestión del proyecto

AEROLÍNEAS EDITORIALES S.A.C. Agradecimientos


PARA SU SELLO EDITORIAL ESTRUENDOMUDO Enma Espinoza de Campuzano, Karen Bernedo,
Germain Machuca, MalÚ Machuca, Susana Torres,
LOS FRESNOS DPTO. 104, RESIDENCIAL SAN FELIPE Florencia Portocarrero, NATALIA MAJLUF, Sharon Lerner,
LIMA 11 - PERÚ Antoine Schweitzer, Félix Espinoza, HORACIO RAMOS,
CONTACTO@ESTRUENDOMUDO.PE Juan Sánchez, anselmo lópez rojas, daniela ortiz,
WWW.ESTRUENDOMUDO.PE xose quiroga, NANCY LA ROSA, JUAN SALAS Y SOPHIA DURAND.

© DE LOS TEXTOS, SUS AUTORES


© DE LAS FOTOGRAFÍAS, SUS AUTORES
© DE LAS OBRAS, SUS AUTORES
IMPRESO EN LOS TALLERES DE GRÁFICA BIBLIOS
JR. MOROCOCHA 152, SURQUILLO, LIMA 34
DICIEMBRE DEL 2013

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