Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Equipo Editorial
Coordinación:
• Consuelo Infante (Chile)
• Eduardo Gudynas (Uruguay)
• Gonzalo Gutiérrez Nicola (Uruguay)
• Marcelo Ferreiro (webmaster)
Publicado bajo licencia Creative Commons CC BY NC SA 4.0, que permite compartir (copiar
y redistribuir el material en cualquier medio o formato) y adaptar (remezclar, transformar
y construir a partir del material), con propósitos no comerciales, y los materiales derivados
deben distribuirse bajo la misma licencia del original.
ISSN 2730-5015
Reflexión Salvaje
El signo de los tiempos: polarización más que derechización,
Pablo Ospina Peralta (Ecuador)..................................................................................... 9
Patronas y patroncitos: narrativas empresariales en el Chile neoliberal,
Lorena Burgueño (Chile)................................................................................................ 14
Bitácora de lo que salió peor: seis meses de Covid19 en Bolivia,
Marco A. Gandarillas (Bolivia)...................................................................................... 18
Jinetes del apocalipsis que anuncian nuevos tiempos,
Paul E. Maquet (Perú).................................................................................................... 22
Narrativa Salvaje
Perro que piensa, Daniel F. Costa (Uruguay)............................................................... 26
Imágenes Salvajes
Máscaras salvajes, Patricia Gainza (Uruguay)............................................................. 28
Reflexión Salvaje
Manifiesto salvaje, Eduardo Gudynas (Uruguay)........................................................ 34
Críticos, independientes,
latinoamericanistas
palabra salvaje
Número 1 - Diciembre 2020 - ISSN 2730-5015 - www.palabrasalvaje.com
palabra salvaje 5
Finalmente, nuestras palabras e imágenes ser una agencia de noticias, y tampoco deben
serán siempre salvajes. No queremos domesti- ser concebidos como un espacio para publicar
car ni ser domesticados. ensayos académicos especializados.
Resumiéndolo, Palabra Salvaje es una revis- Aspiramos a un proceso participativo
ta independiente, crítica y latinoamericanista. desde los primeros pasos. Por ello, desde este
Cada número estará disponible en formato sitio web, www.palabrasalvaje.com, y las redes
digital bajo liciencia Creative Commons. Aso- sociales, iremos informando sobre los avances
ciada a ella, funciona el sitio web que da cabida en la organización de esta revista y la con-
a aportes complementarios. formación de su comité editorial. Enseguida
Desde esa perspectiva, la revista cubrirá una compartiremos el llamado a escribir, y por
temática variada, atendiendo campos como supuesto, anunciaremos el lanzamiento del
el análisis político, la coyuntura económica, primer número de la revista.
aportes desde la narrativa y la poesía, novedades Les invitamos a seguirnos en esta web, en
sobre la música popular o los espacios audiovi- Twitter (@SalvajePalabra) o desde Facebook
suales, e incluso el deporte, claro que sin olvidar (www.facebook.com/PalabraSalvaje).
el fútbol. Esos y otros abordajes deben servir De esta manera compartimos la ilusión de
para presentar análisis y reflexiones desde una lanzar Palabra Salvaje. Esperamos entusias-
mirada crítica e independiente. No está de más marlos con esta propuesta, para contar son su
precisar que ni la revista ni su sitio web buscan participación y adhesión. n
Esta presentación se redactó en las Américas del Sur, en setiembre de 2020, el colectivo de los cola-
boradores y la coordinación de Palabra Salvaje. La imagen es de las pinturas murales de los huma-
nos jaguares de Cacaxtla, México.
Qué hace lo salvaje
Consuelo Infante Correa
Salvajes
Decretan:
debemos aislarnos
debemos temer al otro que antes que otro es fuente de contagio
debemos desgarrar lo que queda de tejido social
y con palillos de culpa
retejernos un capullo que nos permita salvar la crisis
...seremos mariposas cuando pase…
dicen.
Pero hay tantos y tantas indomables
que al saber del hambre del vecino
olvidan el capullo
y organizan rifas en el edificio,
redistribuyen alimentos en el condominio,
palabra salvaje
Número 1 - Diciembre 2020 - ISSN 2730-5015 - www.palabrasalvaje.com
palabra salvaje 7
Consuelo Infante Correa, chilena, es vecina de la comuna de Monte Patria, mamá de dos hijos, dirigente social, periodista, facilitadora
de biodanza y aprendiz de la Naturaleza. Las imágenes corresponden al valle de la comuna Monte Patria, Coquimbo, Chile. Participa
del colectivo de Palabra Salvaje. Publicado originalmente en Palabra Salvaje, 16 de setiembre de 2020. Se permite la reproducción
siempre que se cite la fuente.
REFLEXIÓN SALVAJE
En la acción política, usar la polarización como estrategia de crecimiento o consolidación es muy frecuente y
generalizada. Todo político debe presentarse como la única alternativa ante del desastre.
C
ircula (y tiene seguidores) la interpre- capacidad para regular estatalmente los flujos
tación de que luego de la “ola rosada” económicos y la tendencia a la caída de la tasa
asistimos a un ciclo de derechización de beneficio y del comercio mundial. No soy
en la política y la sociedad latinoamericana. experto en estos temas, pero la mejor explica-
Los gobiernos de izquierdas o centroizquierda ción que he leído al respecto es la de Giovanni
han sido derrocados fraudulentamente (Dilma Arrighi que propone que el presente ciclo de
y Evo), traicionados (Correa) o sustituidos caos y desorden global es una recurrencia his-
democráticamente (Cristina y Tabaré Vázquez) tórica del capitalismo mundial y que empezó a
por gobiernos neoliberales. mediados de los años 1970. Esta fase anuncia
Como un péndulo, la política latinoame- el fin de la hegemonía norteamericana sobre el
ricana bascula y se mueve entre un extremo sistema mundial (y por tanto el orden que ella
y otro. Las victorias de Luis Arce en Bolivia, trae aparejada), de sus sistemas empresariales
de Alberto Fernández en Argentina o López y de sus formas estatales de regulación.1
Obrador en México; así como las resistencias
“heroicas” de Daniel Ortega y Nicolás Madu- La mecánica de la polarización
ro contra la agresión imperialista y la guerra Sea cual fuere el origen del caos circundan-
económica, han hecho exclamar a varios de te, lo que se ha apoderado del mundo y sus
estos analistas que el giro del péndulo es me- habitantes es el miedo. La incertidumbre, la
nos claro. El péndulo parece levitar a veces a falta de confianza en el futuro, el deterioro de
la izquierda, desafiando la ley de la gravedad; todas las seguridades económicas y sociales, el
así como una década antes levitaba a la dere- peligro acuciante de la movilidad descenden-
cha en Colombia o Perú, cuando cundía la ola te, alientan interpretaciones conspirativas, la
progresista. desazón cultural o civilizadora, y los designios
La metáfora de las “olas” o los “ciclos” de de catástrofe. La hecatombe del coronavirus
izquierda y derecha no nos sirven para enten- solo ratifica una trayectoria previa. Semejante
der lo que está pasando. No es que los ciclos no ambiente político y cultural es receptivo para
existan. Lo que ocurre es que no se mueven a cualquier proyecto político que proponga otro
izquierda y derecha. El ciclo relevante para en- orden y una renovada seguridad.
tender la situación es más largo en el tiempo. Y Lo que contemplamos a nivel global, y
es mundial, no latinoamericano. Vivimos una
reestructuración global del capitalismo que se 1 Giovanni Arrighi (1999) [1994] El largo siglo XX.
caracteriza por el caos geopolítico, la incerti- Dinero y poder en los orígenes de nuestra época.
dumbre económica y cultural, la falta de toda C. Prieto del Campo (trad.). Akal. Madrid.
palabra salvaje
Número 1 - Diciembre 2020 - ISSN 2730-5015 - www.palabrasalvaje.com
10 Año 1 | Número 1 | Diciembre 2020
en América Latina, es una disputa cada vez lizar las energías destiladas por el descontento
más agria, que se desenvuelve en escenarios con el desorden vigente.
diversos, por el diseño del orden alternativo El contexto global de incertidumbre, temor
al desorden que nos rodea. Las migraciones e inseguridad económica, social y cultural,
existen hace siglos y es difícil postular que es el que en todas partes ha ampliado los
haya habido una intensificación de las mi- oídos receptivos a las profecías radicales. A
graciones en los últimos años, cuando hemos izquierdas y derechas. Esa es la polarización.
presenciado olas migratorias masivas a fines Los viejos sistemas políticos y las desvencija-
del siglo XIX e inicios del XX. Pero las migra- das estructuras de partidos que emergieron
ciones se han convertido, en el actual contexto, en el período anterior del capitalismo se han
en el chivo expiatorio perfecto para el miedo estremecido en esta época de incertidumbre y
creciente y en el eje del discurso de quienes muchos de ellos han sucumbido, aumentando
proponen orden en medio del desorden. Ha la incertidumbre. Las prédicas radicales se
sido la principal herramienta política de las de- pueden manifestar en forma de movimientos
rechas en Europa, e incluso en Estados Unidos. políticos más o menos centralizados que com-
Pero no la única. piten en elecciones, o pueden tomar la forma
La globalización del capital también ha sido de movilizaciones más o menos inorgánicas de
combatida y convertida en enemiga de la se- protesta, o como ambas, en diferentes propor-
guridad personal, no solo para varias derechas ciones. Son los contextos nacionales y locales,
sino para las izquierdas. Las “ideologías de gé- marcados por estructuras sociales y trayecto-
nero”, que agreden la célula básica del cuidado rias históricas particulares, los que determinan
y la solidaridad, la familia, han servido tam- la amplitud de esa escucha, y el nivel de centra-
bién como contrincante para recoger y centra- lización o de expresión electoral que pueden
palabra salvaje 11
adquirir los distintos “polos” de las soluciones “derechización” en los progresismos no necesi-
que se proponen al desorden. tó el cambio de gobierno: fue suficiente que el
No es el “ciclo” el que se mueve a la izquier- espacio de autonomía estatal abierto por el au-
da o la derecha; son los proyectos políticos mento de los precios de las materias primas se
que proponen soluciones, los que se mueven evaporara para que los intentos más o menos
a un lado y a otro. No existe tendencia alguna tímidos de heterodoxia económica cedieran el
en su éxito aparente, salvo la que deriva de la paso a las políticas perfectamente ortodoxas de
máxima general de que siempre tienen más Dilma Roussef, Alberto Fernández o Nicolás
oportunidad quienes corren del lado del poder Maduro.
político y económico del capital, que quienes
lo cuestionan. ¿Por qué polarización?
En Colombia y Perú, antes y en medio de la En la acción política, usar la polarización
“ola rosada”, la polarización pudo ser capita- como estrategia de crecimiento o consolida-
lizada por Álvaro Uribe o Alberto Fujimori ción es muy frecuente y generalizada. Todo
porque consiguieron fabricar un “eje de pola- político debe presentarse como la única
ridad” aglutinador alrededor de la guerra civil alternativa ante del desastre de los anteriores.
interna. En lugar de girar alrededor del neoli- El bipartidismo que predominó en casi toda
beralismo, la polarización en estos dos países Europa desde la posguerra o que predomina
fue reconducida hacia el combate en la guerra todavía en Estados Unidos, se forjó sobre un
interna. El “orden” se identificó con la refriega tipo de polaridad que excluía o limitaba a
contra las guerrillas; mientras las guerrillas se terceros. Retirar el apoyo al PSOE equivalía
convirtieron exitosamente en la identificación a asegurar la victoria del PP. y viceversa. La
del desorden, el crimen, la incertidumbre y la conocida teorización de Ernesto Laclau sobre
inestabilidad. La “derechización” en esos países la “agregación discursiva de demandas”, es la
no necesitó la migración, aunque pueda usarla. formalización, en clave del giro lingüístico, de
En los países andinos en los que triunfaron esta exitosa fórmula política.2
gobiernos progresistas, éstos fueron capaces ¿Qué nos ofrece de diferente este vago
de lograr que el desorden y la incertidumbre término para entender la época actual? Que
se identificaran con el modelo económico en estos tiempos de incertidumbre, el orden
neoliberal. La línea de fractura que lograron antiguo se ha desacreditado y aumentaron las
instituir fue claramente la de las izquierdas. Sin oportunidades para quienes se oponen a él.
embargo, los proyectos económicos y políticos La polaridad se desplaza a todo el sistema. Sea
que instauraron a partir de esa concentración cierto o figurado su genuino título “antisis-
de poder, no atisbaron ninguna economía témico”, la estrategia política en la actualidad
alternativa. Daniel Ortega y Nicolás Madura se ubica por fuera de las polaridades anterio-
representan dos extremos en el proceso de res. Hay que construir una (o varias) nuevas
emergencia de nuevas elites tan podridas y polaridades para capitalizar el descontento, la
perversas como las que sustituyen. Ortega ira, la indignación ante el ambiente de clausura
tiene tan poco que envidiar al somocismo que y desconcierto, por el cual se culpa al sistema
imita, como Maduro a la corrupción de Punto en su conjunto. Estos intentos existían antes
Fijo que sustituye. pero no tenían el mismo éxito. Lo que ha
Sin llegar a tales extremos de degenera- cambiado no es la estrategia política misma
ción, el correísmo en Ecuador y el evismo en sino el ambiente de la recepción: es el entorno
Bolivia terminaron expresando a su manera social el que está crispado y legitima el uso del
los forcejeos de nuevas elites que utilizan el término para describir el signo de los tiempos.
Estado para imponerse y que tratan de domes- La polarización social se expresa (o no lo hace)
ticar a los movimientos sociales que una vez políticamente.
los vieron con esperanza. Si en Ecuador esos
movimientos sociales se distanciaron tempra- 2 Ernesto Laclau (2005) On Populist Reason. Londres y
namente del correísmo y buscaron constituir New York: Verso. Otros autores prefieren usar el térmi-
no “antagonismo”, en lugar de polarización; cfr. Massi-
su propia “polaridad”, en Bolivia la mayoría se mo Modonessi (2010) Subalternidad, antagonismo, au-
mantuvo dentro de la órbita del Movimiento tonomía: marxismos y subjetivación política. CLACSO /
al Socialismo pugnando por su autonomía. La Prometeo Libros, Buenos Aires.
12 Año 1 | Número 1 | Diciembre 2020
logró conducir políticamente el episodio desde ocurrió en Europa en los años 1920 y 1930. El
su inicio en las calles hasta la negociación final fascismo y el comunismo eran los polos más
ante las cámaras de televisión. El escenario visibles del momento antisistémico que se
electoral previo al 7 de febrero de 2021 presen- abrió paso con el fin de la hegemonía mundial
ta un panorama incierto con tres candidatos británica. No fue una polarización pareja ni se
con opciones: el de la derecha empresarial, el expresó por igual en todos los países. Al final,
del correísmo y el de la CONAIE. El desplaza- la solución “de centro” prevaleció contra todo
miento político del correísmo en octubre abre pronóstico; emergió un Estado de Bienestar
la precaria oportunidad de que la polarización inspirado tanto en las demandas socialdemó-
pueda ser movilizada hacia la construcción cratas y obreras, como en las experiencias de-
ya no de un proyecto personalista sino de un mocristianas tributarias de la encíclica Rerum
proyecto alternativo centrado en la más grande Novarum. Un camino análogo en la situación
de las organizaciones populares de Ecuador. actual no puede descartarse sin más.
Estos breves ejemplos quieren resaltar la Pero lo cierto es que el escenario de pola-
utilidad del concepto de polarización para rización amplía las ventanas de oportunidad
entender la coyuntura mundial y regional que para acumular fuerzas en favor de cambios
estamos viviendo. Siempre son las condiciones radicales en un contexto de debilitamiento del
históricas particulares de cada país las que orden social. Los balances de fuerzas internos
permiten entender por qué razones el contexto de cada país, nacidos a su vez de trayectorias
mundial, que presiona hacia la polarización, históricas pasadas y de estructuras sociales
se manifiesta de un modo u otro, se intensifi- particulares, definirán quién los puede capita-
ca o se modera. ¿Por qué el bolsonarismo no lizar y quiénes terminarán desplazados. Ten-
echa raíces en Uruguay, Argentina o Ecuador, drán su peso también en el resultado final, la
donde las derechas dominantes siguen siendo inteligencia estratégica de los grupos organiza-
bastante tradicionales? ¿Por qué la polariza- dos y las capacidades de centralización política
ción social puede expresarse electoralmente de cada uno de ellos.
en unos países con más facilidad que en otros? A los movimientos sociales latinoamerica-
¿Por qué casi siempre la cohesión organizati- nos no les ayuda quedar pegados a proyectos
va es más difícil en las izquierdas que en las políticos desacreditados e indeseables, como
derechas, pero a veces las derechas son las más las experiencias venezolana o nicaragüense.
divididas? Les conviene y les ayuda construir una au-
Finalmente, una analogía histórica servirá tonomía que vaya cimentando, con el barro
para dejar sentado un último punto: la pola- disponible en su propia historia, proyectos
rización dificulta el trabajo de las opciones alternativos que no dependan de caudillos vo-
moderadas del centro, pero en ningún caso lubles, nuevas elites corruptas ni de jugadores
las elimina. Una época de polarización similar prestados. n
Pablo Ospina Peralta es docente de la Universidad Andina Simón Bolívar en Quito (Ecuador), y militante de la Comisión de Vivencia,
Fe y Política. Las fotografías fueron tomadas en México y son de Amalia Ospina Palacios.
REFLEXIÓN SALVAJE
C
uando alguien me pregunta ¿cómo es Patronas y Patroncitos, y buenxs inquilinxs,
Chile? Respondo que es un fundo muy donde una elite económica se ha reproducido
largo y angosto en el pacífico austral por más de dos siglos como ‘poder constitui-
del sistema-mundo colonial. El fundo es un do’.
tipo de ordenamiento territorial, de carácter Si bien la “Revuelta popular” del 2019 puso
‘señorial’ y de orientación agroganadera, del en serio riesgo la estabilidad del fundo, la ver-
que emerge la elite criolla progresista, que dará dad es que a 10 meses de los hechos, el poder
origen a la nación chilena. El fundo constituye de la elite económica sigue intacto. La retórica
el poder territorializado de la elite dominante y de la chilenidad bienportada, aquella que se
por ende, la cuna de una “chilenidad” cons- reconoce en el éxito económico de un país
truida para perpetuar sus privilegios. que crece y que gana gracias al esfuerzo de su
En este fundo llamado Chile existe un gente, ha sido reciclada por el empresariado,
amplio sector de inquilinxs disciplinadxs que que se reinventa a sí mismo aprovechando el
agradecen los favores de “Patronas”1 y “Patron- escenario pandémico. Una certeza es que Chile
citos”; este último, es el término cariñoso usado sigue siendo el fundo donde Patroncitos y
por el inquilinaje para referirse al terrateniente Patronas discuten en los almuerzos gourmet de
que vio crecer hasta convertirse en el “amo y “Casa Piedra”2 las fronteras de la política públi-
señor” de la tierra y de sus propias vidas. Por ca, las estrategias de pacificación y el destino
supuesto, también existe un sector de capa- de su inquilinaje. De hecho, a fines de enero,
taces que protegen con ‘chicote y a bala’ las cuando las barricadas populares aun alumbra-
tierras del patrón; y periféricamente algunxs ban las noches en los sures y nortes de estas
revoltosxs que no se cansan de amenazar, una tierras, el Instituto Chileno de Administración
y otra vez, el orden señorial. Racional de Empresas (ICARE)3 convocó a un
Esta es una síntesis de la nación chilena, mega encuentro en “Casa Piedra” con la con-
aunque aclaro que no mucha gente estaría de signa “Conexión con divergencia”4, para pensar
acuerdo con dicha síntesis e incluso sería juz-
gada de resentida. Sin embargo, no estaría mal 2 Centro de eventos del “barrio alto” santiaguino, donde
se realizan los principales encuentros y reuniones del
discutir los efectos actuales del mito funda- empresariado chileno.
cional del Chile bienportado, aquel de buenas 3 ICARE es una corporación que agrupa a más de 1.200
empresas de las diversas actividades de la producción,
1 Revisar el trabajo de investigación “Patronas: el comercio y los servicios, transformándose en uno de
Mujeres del neoliberalismo salvaje” del Colec- los espacios más influyentes no tan sólo en ámbito
tivo Libertario Flora Sanhueza, disponible en: económico, sino que también político;
https://drive.google.com/file/d/1-8giyAFCAH_SO- https://www.icare.cl/sobre-icare/
fHh0izZVUKS0U5aKYR-/view 4 ICARE. Mesa Temática B “El diálogo de las ideas: La
palabra salvaje
Número 1 - Diciembre 2020 - ISSN 2730-5015 - www.palabrasalvaje.com
palabra salvaje 15
mecánicos al sistema de salud pública, 130 mil merican, el Consejo Minero, BHP, Teck y por
cajas de alimentos a familias vulnerableas a supuesto, empresas Sutil.
través de Ministerio de Desarrollo Social, 240 Así, los mismos responsables de la devasta-
mil raciones de alimentos para 300 comedores ción territorial, y el empobrecimiento y explo-
y ollas comunes. Para hacernos una idea de la tación de nuestras comunidades, hoy limpian
narrativa empresarial posterior a la Revuelta su imagen y generan nuevos nichos de nego-
de Octubre, solo basta leer la presentación de cios con campañas de caridad mediáticas. Han
dicha campaña, en la que se señala: “Somos sido siglos de filantropía empresarial, operan-
las empresas, los empresarios, las familias y do como efectiva estrategia de control social,
grupos empresariales comprometidos SiEm- siglos de violencia estructural invisibilizadas
pre con Chile, aportando al bien común y por la caridad de los patroncitos y patronas,
a la construcción de un mejor país desde la hasta sedimentar la narrativa de una chileni-
solidaridad, la innovación y la colaboración dad solidaria, donde los empresarios junto a su
(…) mostrando aquí iniciativas concretas que pueblo, en un pacto sin clases sociales antagó-
estamos realizando con Chile, para Chile, nicas, trabajan juntas para levantar la patria.
SiEmpre por Chile”8. Cabe señalar la fuerte Esta narrativa de “solidaridad policlasista”,
presencia del empresariado extractivista en que se instala en plena pandemia, pretende
dicha cruzada, donde destacamos a Barrick, bloquear la expansión del espíritu de revuelta.
Minera Pelambres, Colbun, CMPC, AngloA- Bajo este discurso es imposible pensar que en
Chile exista una lucha de clases, para la elite lo
8 Campaña de la Confederación de la Producción y del que existe son “desconexiones y divergencias”.
Comercio (CPC), la cual agrupa a los 6 gremios em- Paradójicamente, el empresariado explo-
presariales de Chile: Sociedad Nacional de Agricultura
(SNA), Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Tu- tador se ha envestido de solidaridad y em-
rismo (CNC), Sociedad Nacional de Minería (SONA- patía, tanto que incluso se hace parte de las
MI), Sociedad de Fomento Fabril (SFF), Cámara Chile- ollas comunes, infiltrándose en el corazón
na de la Construcción (CChC) y Asociación de Bancos mismo de las resistencias populares; a la vez
(ABIF); información en https://siempreporchile.cl/
palabra salvaje 17
Lorena Bugueño, chilena, es investigadora en el Colectivo El Kintral, espacio de investigación militante, dedicado al análisis geopolítico
de la conflictividad ecoterritorial, en el norte semi árido de Chile.
REFLEXIÓN SALVAJE
No se trata de una crisis nueva, ni siquiera se remonta sólo a los hechos que derivaron en la salida del poder
de Morales y su partido en octubre de 2019. Esta crisis es más profunda y de más larga data.
E
l 12 de septiembre se cumplieron seis cuestionadas. Periodistas del New York Times
meses desde que las autoridades bolivia- han indagado en los datos del Registro Civil
nas dieron a conocer el primer caso de en donde se cuentan cerca de 20 mil muertes
Covid19. La trama dió inicio el 12 de marzo adicionales en estos meses. La reciente incor-
cuando las autoridades declararon emergen- poración (el 7 de setiembre) de 1570 muertos
cia nacional a través del Decreto Supremo No no contabilizados en Santa Cruz en los meses
4179. Desde entonces han transcurrido 180 anteriores, apunta a verificar la denuncia pe-
días de muerte y de crisis múltiples sobre- riodística de un marcado subregistro (se men-
puestas. ciona 4 a 5 veces más muertos de los oficial-
Para comprender la situación de muerte mente reportados). De ser así, Bolivia podría
es necesario hacer una reconstrucción cuan- acercarse a Ecuador, el país de la región, con el
titativa y cualitativa. En este primer semestre porcentaje más alto de letalidad (9,33%).
de Covid19 se contaron oficialmente 7297
decesos. La mitad de estos en Santa Cruz, foco ¿Cómo sobrevivimos?
principal de la pandemia. La letalidad más alta En el centro de La Paz, donde viví la pan-
también ha estado en ese departamento (8,8%) demia, atravesamos por un carrusel de emo-
seguido de cerca por Cochabamba (7,8%), am- ciones. Los primeros meses cundió el miedo,
bos por encima de la media nacional (5,79%). nos encerramos y, por primera vez en años, el
Cifras que doblan la media de mortalidad silencio se hizo de la ciudad.
Covid19 del continente (3,44%). Al igual que con la última crisis, pre y post
Bolivia ha sido noticia internacional por caída de Evo, la desesperación se apoderó de
la crisis funeraria que se vivió, especialmente los mercados de abasto. Esta vez no llegaron
durante los meses de junio y julio. En el depar- a escasear los productos pero todo subió de
tamento amazónico de Beni, para atender la precio. Los alimentos siguen siendo los bienes
ola de muertes, se habilitaron dos cementerios más demandados.
de fosas comunes Covid19. Ante el abandono Poco a poco, tuvimos que aprender a salir a
total de las autoridades encargadas, en Cocha- hacer las compras con mucho miedo, munidos
bamba se dejaban los cadáveres en las aceras de mascarillas (el principal producto y nuevo
de varias zonas. Esta situación se repitió en negocio ambulante de la pandemia), lentes
otros departamentos, en los que se llegaron empañados, trajes de “bioseguridad”, que nos
a contar más de cuatro centenas de muertos midan la temperatura y nos rocíen con alcohol
arrojados en las calles. y quién sabe qué productos. Las filas, que
Las cifras oficiales de muertes están siendo son comunes aquí, se multiplicaron por todo y
palabra salvaje
Número 1 - Diciembre 2020 - ISSN 2730-5015 - www.palabrasalvaje.com
palabra salvaje 19
para todo. La cotidianidad pasa ahora por una Del edificio en el que vivo se han ido
larga fila. muchas personas. Para quienes deben pagar
En este tiempo, las caseras del mercado un alquiler, la situación se ha tornado insoste-
vieron recortadas sus jornadas a seis o menos nible. Similar situación se ve con los pequeños
horas diarias y solo entre semana. Acostum- negocios de la zona, cada día uno menos. Lo
bradas a vivir en el puesto de mercado, solían que prolifera son nuevos negocios de produc-
decirme que no sabían qué hacer en sus casas, tos Covid19 y multitud de personas vendiendo
que allí se aburrían. Tras toda una vida traba- lo que pueden o pidiendo limosna.
jando de sol a sol, no estaban acostumbradas Para quienes hemos podido permitirnos
a “estar sin vender” o a tener que hacer cosas pasar la mayor parte de la pandemia encerra-
como cocinar para ellas mismas todos los días. dos, el tiempo ha trascurrido lentamente. En
Este fue quizás el cambio más grande en la pocas semanas empezamos a perder la noción
cotidianidad de los habitantes de esta urbe, en entre los días ordinarios y los fines de semana,
la que la mayor parte de las familias trabajado- entre los horarios de oficina y cualquier otra
ras viven y comen en la calle. hora del día. Dormir se hizo difícil, desper-
Las primeras víctimas económicas fueron tarse también. El virus ha provocado mucha
casi todos los restaurantes que ya han cerrado ansiedad y desvelo.
o están por hacerlo. Las pensiones de oficinis- Desafortunadamente tuvimos que pisar, en
tas, los negocios de comida rápida y los puesti- dos ocasiones, los centros médicos, a los que
tos de la noche paceña no pudieron sobrevivir llamo después de estas experiencias los “in-
tanto tiempo a media máquina. fiernos Covid”. La primera vez, en el segundo
20 Año 1 | Número 1 | Diciembre 2020
La fila para
el supermercado,
bajo la lluvia, en la
Av. Sanchéz, La Paz,
en marzo 2020.
palabra salvaje 21
número de muertes del contexto Covid19, la realizar las pruebas suficientes al inicio de la
crisis política. crisis. Recientemente, cuando los contagios
No se trata de una crisis nueva, ni siquiera ya están muy extendidos, se realizan rastri-
se remonta sólo a los hechos que derivaron en llajes muy precarios.
la salida del poder de Morales y su partido en Por su parte, la Asamblea Legislativa,
octubre de 2019. Esta crisis es más profunda y controlada en 2/3 por el MAS, emitió 12 leyes
de más larga data. El último antecedente se re- en este periodo. Algunas de estas, por ejemplo,
monta al referendum de 2016. Desde entonces, para promover el uso del polémico dióxido de
las fisuras se han ensanchado desde los grupos cloro. Casi todas estas normas, por su evidente
políticos a la sociedad. El resultado es una carácter proselitista, crisparon más las relacio-
polarización que ha tomado al propio Covid19 nes con el ejecutivo.
como campo de disputa. En medio de estas tensiones, el personal
Las autoridades de todos los niveles han en primera línea ha estado bajo un incesante
estado enfrascadas en distintos tipos de tensio- ataque sociopolítico. En diferentes regiones
nes marcadas por el entorno electoral. Bolivia de Bolivia se han reportado actos de violen-
debía ir a las urnas en mayo, pero debido a la cia extrema contra el personal sanitario. Esto
pandemia las elecciones fueron postergadas viene sucediendo desde hace años en el marco
en dos oportunidades, hasta que se llegó a un de un conflicto prolongado que el gobierno
reciente y trabajoso acuerdo (con un grave de Morales tuvo con ese sector. Eso explica
conflicto y muertes de por medio). Finalmente que durante la pandemia los militantes de ese
se fijó la fecha de las elecciones para el domin- partido tomaron por la fuerza centros de salud,
go 16 de octubre. secuestraron y vejaron a médicos y pacientes y
En un lado de la vereda están las fuerzas que apedrearon sistemáticamente ambulancias. Por
todavía controla Evo Morales desde Buenos otro lado, este mismo personal, ha soportado
Aires. La asamblea legislativa, gobernaciones y condiciones de trabajo precario: sin insumos,
municipios del MAS (Movimiento al Socialis- sin indumentaria, sin contratos laborales ni el
mo) han tratado de bloquear al gobierno, en al- pago puntual de sus salarios.
gunos casos literalmente con dinamitas y rocas. El resultado de todos estos elementos
Este, a su vez, ha estado envuelto en numerosas juntos es una tormenta perfecta que le costó la
denuncias de corrupción y ha priorizado la vida a miles de personas. Empezando por las
campaña electoral a la gestión de la crisis sanita- del propio personal sanitario. Denuncias de
ria. Los desacuerdos entre ambos se terminaron los gremios sanitarios refieren al menos cuatro
volcando a la calle. El más importante conflicto centenas de sus colegas muertos hasta agosto.
duro más de dos semanas en el mes de julio (en El dato es catástrofico a largo plazo conside-
pleno pico de contagios) y provocó decenas de rando que Bolivia tenía, antes del Covid19,
muertes y miles de nuevos contagios. uno de los índices más bajos de médicos por
Las medidas que las autoridades de todos habitantes: apenas 1,6 x 1000. Recuperarnos
los niveles tomaron para hacer frente al Co- de esta pérdida puede tomarnos una o más
vid19 se caracterizaron por la improvización generaciones.
y el proselitismo. Por ejemplo, el gobierno Entretanto, el virus tocó la puerta de
nacional aprobó 76 Decretos Supremos muchos seres queridos, amigos/as cercanos
hasta la fecha. Entre ellos, los que autorizan pasaron con mucha angustia por el suplicio de
a pagar bonos sin una identificación seria buscar las pruebas, peregrinar por medicinas
de los grupos económicamente vulnerables. (en julio no se enontraban ni aspirinas) o lo-
Sin embargo, a pesar del elevado número grar la atención médica. Sufrieron doblemente,
de medidas emitidas, no fueron capaces de por el dolor de perder a quienes querían y no
fortalecer a los centros hospitalarios con saber qué hacer con los cadáveres por varios
equipamientos e insumos de bioseguridad o días. Sus penas nos tocaron muy hondo. n
M. A. Gandarillas González, boliviano, es sociólogo. Es un conocido militante e investigador en derechos humanos, ambiente y políticas
extractivistas; actualmente es investigador asociado y doctorante en CIDES, Universidad Mayor San Andrés, La Paz. Las imágenes mues-
tran a la Avenida Ecuador, en La Paz, usualmente repleta de personas y vehículos, desierta en marzo; y una de las filas que deben hacer las
personas, en ese caso a las 07 horas, bajo lluvia, a lo largo de 200 metros, para ingresar al supermercado del barrio. Las fotos son del autor.
REFLEXIÓN SALVAJE
El movimiento indígena, por su parte, nos anuncia la terca persistencia de esas otras maneras
de pensar la vida.
E
n estos tiempos de pestes, hambre y vio- que disponemos los seres humanos. Y quizá
lencias, cuando parece que ya “se quemó nadie ha llevado hasta sus últimas consecuen-
la tercera parte de la tierra” y “la tercera cias la crítica feminista de la economía con
parte de los árboles ardió”, ¿dónde están esos la radicalidad con la que lo ha hecho Frigga
jinetes del apocalipsis, que con sus trompetas Haug, quien ha mostrado que para destruir a
anuncian un cambio total? la Bestia patriarcal-capitalista-productivista es
Están allí, están tocando las trompetas. El necesario quitarle el alimento que devora con
que tenga oídos, que escuche. voracidad: nuestro tiempo. Y redistribuirlo en-
Son los movimientos feministas, los movi- tre las cuatro dimensiones de la vida humana:
mientos indígenas, los movimientos ecologis- la producción, el trabajo de cuidado, la partici-
tas, los movimientos de crítica a la democracia pación política o comunitaria, y la realización
y los movimientos de crítica a la economía. y disfrute personal. Cuatro horas para cada
Allí están: la música de sus trompetas ha crea- cosa.
do un huracán que derrumbará la Babilonia Ello implica reducir la jornada laboral a
globalizada abriendo paso a nuevos tiempos. cuatro horas, como lo han propuesto también
Los movimientos feministas han emergido agudos críticos de la economía, entre ellos el
con fuerza para ponerlo todo de cabeza. Para peruano Carlos Tovar1, que propone una huel-
hacer realidad el derecho pleno a la igualdad: la ga mundial inspirada en el movimiento que
igualdad de participación, que no significa nada conquistó hace cien años las históricas ocho
sin paridad; el igual respeto a la libertad y a la horas. Desde entonces, explica Tovar, la pro-
vida de las mujeres, es decir, la garantía de una ductividad se ha multiplicado, lo que significa
vida sin violencias y con libertad para decidir que las empresas cada vez pueden producir
sobre sus cuerpos; y el igual goce de su tiempo más rápidamente. Gracias a la automatización,
para trabajar, para participar y para usarlo libre- a la digitalización y al avance tecnológico, cada
mente en lo que valoran y disfrutan. vez producimos el dinero de nuestro salario
La lucha por la igualdad de género, cuan- en menos tiempo de trabajo. Pero ese avance
do se asume en toda su dimensión, no puede
limitarse a buscar la igualdad entre hombres y 1 Tovar ha escrito tres libros en los últimos años profun-
mujeres dentro de este mismo sistema. Porque dizando su propuesta, así como ha realizado innume-
esa lucha lleva inmediatamente a cuestionar rables presentaciones y conferencias. Para más detalle
sobre su trabajo y la propuesta de una jornada de
los cimientos del sistema. En primer lugar, cuatro horas laborales, véase: Tovar (2014)
cuestiona la distribución del tiempo, que es en El socialismo en 4 horas. En video: Tovar (2010) Mani-
realidad el único recurso “no renovable” del fiesto del siglo XXI: https://youtu.be/aB8D_9_fZRI
palabra salvaje
Número 1 - Diciembre 2020 - ISSN 2730-5015 - www.palabrasalvaje.com
palabra salvaje 23
técnico no nos libera, sometido como está a la oculto tras las puertas de nuestras casas, a ese
voracidad de la Bestia productivista que sigue tiempo de trabajo invisible que no “da plata”
devorando nuestro tiempo. Por el contrario, pero que sostiene la vida: el trabajo de cuida-
la tecnología produce cada vez nuevos des- do. Y entendiéndolo en toda su profundidad,
empleados y al mismo tiempo arrincona a los está pasando de reivindicaciones inmediatas,
aún-empleados, que se ven obligados a au- como el reconocimiento salarial del trabajo
to-explotarse y a “sudar la camiseta” por temor de cuidado, a un replanteamiento general
al fantasma del despido. de la vida a partir del paradigma del cuida-
La crítica a la economía también ha llevado do. ¿Cómo sería un mundo organizado para
a cuestionar la desigualdad extrema del capita- el cuidado? ¿Un mundo donde cuidemos y
lismo globalizado, y a proponer como solución aseguremos la reproducción de la naturaleza,
una renta básica universal financiada con una en vez de someterla a la agresiva extracción
política tributaria más progresiva. Sin em- de plusvalía? ¿Una política donde nos cuide-
bargo, probablemente nadie ha apuntado con mos entre compañeras y compañeros, en vez
tanta precisión al corazón de la Bestia produc- de guiarnos por las lógicas del dominio y la
tivista como Tovar, Haug otros que coinciden hegemonía? ¿Un mundo donde el cuidado de
en proponer la reducción de la jornada laboral: la salud y de la buena alimentación esté por
antes que redistribuir la plusvalía generada por encima del negocio? ¿Con ciudades hechas
el capitalismo, se trata de redistribuir el tiempo para las niñas y los niños, ciudades amables,
con el que se genera esa plusvalía, abriendo pedagógicas y sin violencias?
oportunidades inimaginadas para la participa- El movimiento indígena, por su parte,
ción, la libertad y la igualdad. nos anuncia la terca persistencia de esas otras
Pero el movimiento feminista también nos maneras de pensar la vida. Mientras el mundo
ha hecho volver la mirada a aquello que estaba occidental nos ha encandilado con los fuegos
24 Año 1 | Número 1 | Diciembre 2020
artificiales del “desarrollo”, los pueblos indíge- El movimiento ecologista, por su parte, nos
nas nos dicen “no nos interesa tu desarrollo”. Y anuncia la urgencia. No se trata de discusiones
Babilonia no entiende y grita ferozmente “¡ya abstractas sobre qué mundo nos parece más
ven! ¡son antidesarrollo! ¡son terroristas!”. Pero bonito: se trata de un desafío existencial. Si
para responder al desafío indígena no basta no derrotamos a la Bestia extractivista-pro-
con hacer estudios que demuestren que “los ductivista-consumista, nuestros hijos vivirán
impactos” del “desarrollo” pueden ser “mitiga- en un mundo apocalíptico, no en términos
dos”: para sentarse a conversar de igual a igual metafóricos sino reales. Tenemos muy poco
con los pueblos indígenas en resistencia hay tiempo, como mucho diez años para evitar las
que estar dispuestos a aceptar que, quizá, es peores consecuencias a largo plazo del co-
nuestro desarrollo el que está equivocado. Que lapso climático. Y ya sabemos que no se trata
quizá es mejor que el petróleo se quede bajo de corregir algunas cositas, como no tirar las
tierra, que el oro siga en el seno de las monta- bolsas de plástico o reciclar: para mantener
ñas, que los árboles sigan en su lugar, porque las condiciones ecológicas que han permitido
no habrá valor económico capaz de compensar la civilización humana en los últimos 200 mil
la destrucción de los territorios con los cuales años, urge una transformación profunda de la
las naciones indígenas han convivido durante economía global. Y urge entender que somos
miles de años. nosotros, los seres humanos, los que debemos
El conocimiento moderno-occidental ha adaptar nuestra economía y nuestra vida a los
sido como un niño engreído y arrogante que ciclos y límites de la Naturaleza, y no preten-
miraba con desprecio a sus abuelos, que más der que la Naturaleza se adapte a nosotros y a
saben por viejos que por diablos. Pero poquito nuestra voracidad.
a poco, las ciencias occidentales se están apro- El movimiento ecologista integra en buena
ximando a las mismas conclusiones de los sa- medida las banderas de una vida centrada en
bios indígenas: todo está relacionado con todo, el cuidado, de la crítica a la economía capita-
la Tierra está viva, los seres de la Naturaleza lista globalizada enloquecida por la extracción
actúan con inteligencia y sensibilidad, y los de plusvalía, y del rechazo a la imposición de
seres humanos pertenecemos a un entramado un “desarrollo” incapaz de dialogar con otras
de relaciones ecosistémicas que no podemos maneras de entender la convivencia entre los
“dominar”. seres humanos y la Naturaleza. Acoge pues en
su seno los aportes de la crítica de la economía,
del movimiento feminista y ecofeminista, y de
los movimientos indígenas.
Pero hay un jinete más, que con la furia de
su trompeta anuncia el derrumbe de la política
tal como la conocimos en los tiempos de Babi-
lonia. Si nos contaron que “el fin de la Historia”
era el dominio infinito del capitalismo globali-
zado y de la democracia liberal, ahora no solo
sabemos que la economía está destruyendo la
Naturaleza, sino que asistimos a la decadencia
de los sistemas políticos occidentales. Sínto-
mas como Trump y Bolsonaro no muestran
solo los peligros de que un ególatra acceda al
poder: muestran el vaciamiento de sentido de
las instituciones democráticas, cooptadas por
el dinero y desconectadas de la gente. Trump
mismo fue elegido inicialmente como rechazo
a una “democracia” que vendía una fantasía
de consumo y derroche al mismo tiempo que
dejaba a miles sin empleo y sin vivienda.
Las crisis de las democracias modernas
enfrentan tres soluciones: el neofascismo auto-
palabra salvaje 25
ritario; el statu quo tecnocrático que vacía de propone reivindicar la herejía primera de la
contenido la democracia; y la consolidación de democracia: el “cualquiera puede ejercer el
autoritarismos centralizadores por izquierda, poder”, como nos lo recuerda Rancière. Con
inspirados en el modelo chino o en el popu- las elecciones no elegimos a “los mejores” -una
lismo latinoamericano. Pero hay un camino idea más aristocrática que democrática- sino
de esperanza: la transformación creativa de a los que tienen tiempo y recursos económi-
nuestros sistemas políticos. En ese camino, la cos para dedicarse a la política profesional. El
única receta es la imaginación: ¿cómo po- sorteo puede devolverle a la democracia lo que
demos reconstruir formas de gobernarnos le falta: el pueblo, la legitimidad de la partici-
colectivamente? pación popular, la sencillez del sentido común
Uno de los aires más frescos que circulan y la buena fe de la gente que no está sometida a
en medio de esta tormenta es la propuesta de los intereses creados del poder.
sortear los cargos políticos. Ante la pérdida He allí los jinetes que han venido a anun-
de legitimidad de nuestros representantes, se ciar los nuevos tiempos. n
Paul Maquet, peruano, es académico, periodista e investigador, habiendo colaborado con varias organizaciones como Cooperacción.
Las fotografías son del autor y corresponden a la marcha Ni Una Menos, Lima, 2020.
NARRATIVA SALVAJE
H
oy no sé bien qué le pasa. Hace rato par de veces. Perros chicos, ladran porque sí.
que se fue la luz y no se levantó ni una Pasó un auto. Un perro nuevo se acercó a la
vez. Lo hubiese sentido aquí afuera de basura y lo corrí. Una lechuza se paró en un
la ventana. Respira y ronca despacito, tranqui- poste y se fue.
lo. Hoy hubo poca acción. Dimos una vuelta Cruje la cama, está girando… no, ese ruido
con Rubio, los perros de enfrente ladraron un es de talones, va a ir al baño. El patrón dijo que
nunca más va a tener un ovejero. ¿Será por
mí? Me tengo que apurar y dar vuelta a la casa.
Ya está, por la banderola lo oigo venir. Está
orinando a oscuras. Dice que los ovejeros se
parecen de-ma-sia-do a una persona. No dice
demasiado, dice de-ma-sia-do. Que dependen
mucho de uno. ¿Qué es uno?
Ruido de un vaso, está tomando agua. Va
a volver al baño en un rato, seguro. Él dice
próstata, ¿qué tendrá que ver? Me apuro para
ir a la ventana del dormitorio, lo siento llegar
de nuevo a la cama. Corre un poco la cortina,
me dice Charly, suspira, se sienta y la cama
cruje de nuevo. Cumplí, estuve siempre cerca
de él. Anteayer no pude, llovía en cantidad y
no pude aguantar mucho en la ventana por los
chorros de las tejas. Sé que estuve mal, pero me
caía justo arriba.
Tengo media noche por delante. Antes de
la luz se va a levantar de nuevo, estoy segu-
ro. Se hace larga la noche, uno de guardia
atento y dormitando poco. Con la luz es
la felicidad, me deja entrar. Dice que tiene
miedo que yo arme lío con la gente que baja
temprano a la playa. Antes se la agarraba con
Rubio, pero ahora Rubio está viejo y gordo, y
ya no pelea.
Es lindo dormir con ellos. Entro y me
acuesto al lado de la ventana, bien cerquita
de donde estaba antes, pero adentro, con ellos.
palabra salvaje
Número 1 - Diciembre 2020 - ISSN 2730-5015 - www.palabrasalvaje.com
palabra salvaje 27
Adentro sí puedo dormir tranquilo, los cuido ladro fuerte un par de veces, ya angustiado.
de al lado. Pero a veces me hacen pasar cada Da resultado, se separan.
nervio… Se mueven, me tiran las sábanas Ella se ríe a carcajadas, el patrón se enojó
arriba. Les siento bien el olor, con toda la piel mal y se me viene encima. Se sienta en la
al aire, como debe ser. Qué raros son los hu- cama, se le afloja la cara y sonríe, menos
manos. Cuando se mueven despacio y hablan mal. Me agarra fuerte los cachetes, entre
bajito, yo estoy atento pero tranquilo. Pero enojado y cariñoso, y me dice perro de mier-
cuando se ponen a luchar y uno se sube arriba da, qué rompehuevos que sos, Charly, qué
del otro siento que tengo que hacer algo. Pero rompehuevos. Le siento como un amor, un
nadie me llamó, soy ovejero alemán y trato de cariño...
no meterme. Estoy en la gloria, nunca me habían dicho
Pero ahora la cosa se puso brava; me algo tan lindo. Ser rompehuevos debe ser la
acerco y los huelo, les digo que estoy aquí, gloria de un ovejero, lo máximo. Me da como
por si alguien me precisa. La patrona dice las gracias por ayudarlos en sus problemas. Me
que hago cosquillas y se ríe. No se enojó, le tiro arriba y le lamo la cara para agradecerle.
menos mal, yo cumplo con mi deber. No Los dos ríen como locos.
entiendo, siguen peleando, y ahora peor. Ahora entiendo. La próxima vez no espero
Tengo que hacer algo, ¿qué hago? ¿Que hace tanto: ladro, me subo a la cama, los separo y
un perro? No me gusta, pero debo hacerlo: chau. n
Paul Maquet, peruano, es académico, periodista e investigador, habiendo colaborado con varias organizaciones como Cooperacción.
Las fotografías son del autor y corresponden a la marcha Ni Una Menos, Lima, 2020.
Máscaras salvajes
Patricia Gainza
Soñaba
máscara 2 de 100
palabra salvaje
Número 1 - Diciembre 2020 - ISSN 2730-5015 - www.palabrasalvaje.com
Pieles, tripas, tuétanos
máscara 13 de 100
máscara 21 de 100
Resistente.
Negro.
Refriega su piel sin lograrlo.
La dualidad de ser y no querer.
Y ser
orgullosamente.
Pasteles secos sobre papel; 30 x 21 cm,
Flores, 2016.
Viento silencioso
máscara 31 de 100
Viento silencioso.
Marcas históricas
resecas y recelosas de lo que vendrá.
Atención tensa sin sueños
sin esperanzas.
Y con pistas.
Pasteles secos sobre papel; 30 x 21 cm,
Montevideo, 2018.
Tosca, inocente
máscara 53 de 100
Tosca, desvencijada y
desprevenida hilvana los
relatos de una civiliza-
ción. La más pecadora.
Ella se redime. Inocente,
vuelve al origen.
Pasteles secos sobre papel; 30 x 21 cm,
Buenos Aires, 2019.
Trabajo y pantalla
máscara 90 de 100
Desquiciado de trabajo,
de compra, de pantalla.
Ya no ve, ni piensa, ni espera.
Pasteles secos sobre papel; 35 x 25 cm,
Accra, 2012.
Patricia Gainza, uruguaya, socióloga y artista plástica es la autora de las imágenes y textos que las acompañan.
La autora se puede seguir en Instagram: @patogainza
REFLEXIÓN SALVAJE
Manifiesto Salvaje.
Dominación, miedo
y desobediencia radical
Eduardo Gudynas
Q
ueda algo de lo salvaje en el siglo XXI? sobre otros humanos o sobre la Naturaleza.
En las selvas y sierras ya casi no hay Con el paso del tiempo fueron muchos los
sitios que sean realmente silvestres ni que festejaron que el sentido de lo salvaje fuera
que estén libres de alguna huella del capitalis- reemplazado por ideas como progreso, desa-
mo contemporáneo. Las bestias salvajes apenas rrollo o modernización. Pero no hay nada que
sobreviven en pocos sitios, y son más conoci- celebrar. Cuando lo salvaje perdió sus entra-
das por los documentales televisivos o detrás ñas, el envoltorio que subsistió fue más fácil de
de las rejas en zoológicos. El rugido del puma dominar y controlar. La obediencia se acepta,
se puede reproducir desde una aplicación en el se la impone, incluso se la desea.
celular. El indígena ya no debería ser salvaje, y Ante las múltiples crisis que ahora enfren-
si lo fuera sigue sin ser un elogio para muchos. tamos, se vuelve inevitable romper con ese aca-
Lo salvaje está atado al pasado de grabados tamiento que nos deja cada vez más indefensos
y fotos en blanco y negro, a una historia que e inmovilizados. Es tiempo de desobediencias,
quedó atrás. La ecuación es menos salvajismo y para ello, necesitamos volver a ser salvajes.
y más modernidad, menos selva y más plásti-
co. Reinventando a los salvajes
¿Qué significa ser salvaje hoy? En el vo- Antes de entrar al infierno estaba la selva,
cabulario actual esa palabra tiene otros usos. y ella era salvaje. Un espacio oscuro, áspero
Algunos la usan para denunciar como salvajes y espeso, que despertaba el pavor, según lo
a los que hacen la guerra o a los mercenarios dejaba en claro Dante Alighieri en su Divina
en las bandas de narcotraficantes. Es lo que Comedia1. Ese miedo, confesado casi dos siglos
detestamos. Pero en sentido contrario, salvaje antes de la llegada a las Américas, era la carga
también puede ser el slogan en la publicidad que portaban los colonizadores. Los primeros
de un desodorante o un perfume. Es una an- europeos que pisaron las playas americanas
cestralidad animal que algunos añoran. aplicaron esas ideas convirtiendo a casi todo lo
Sea de un modo u otro, salvaje no es una que les rodeaba en salvaje. No inventaron nada
palabra cualquiera. Mucho menos es un tér- sino que ejecutaron un malabarismo transat-
mino sin historia. Ha marcado el devenir del lántico que trasplantó los mitos europeos a
sur global desde el primer día de la coloniza- las tierras americanas y sus habitantes de las
ción. Se intentó aplacar el temor fundacional
1 Infierno, Divina Comedia, escrito por Dante Alighieri,
imponiendo la civilización sobre lo salvaje, sea
posiblemente entre 1304 y 1307.
palabra salvaje
Número 1 - Diciembre 2020 - ISSN 2730-5015 - www.palabrasalvaje.com
palabra salvaje 35
Animales salvajes en la televisión. Documentales de Na- Ser salvaje para volver al origen. Publicidad
tional Geographic retratan el mundo silvestre en pantallas actual de un perfume que invoca ser salvaje para
con millones de pixeles. ser seductor.
Américas2. Fueron incapaces de hacerlo de sino que les atemorizaban. Podían morir al
otra manera. intentar cruzar un río, llegaban a padecer ham-
Es que en la Europa occidental de aquellos bre por no saber qué comer, los diezmaban
tiempos, salvaje era la etiqueta que se aplicaba nuevas enfermedades y todo tipo de parásitos,
a los bosques, a las montañas o a cualquier y además, podían ser atacados. No sólo temían
otro sitio remoto, a los animales silvestres, morir, sino que incluso después de muertos
pero también a hombres y mujeres que vi- podían ser canibalizados.
vían en esos lugares, los incultos que estaban Al inicio de la colonización, Hernán Cortés
desnudos o con ropas gastadas, recubiertos de ya dejaba en claro en sus cartas al rey, que todo
vello desde los pies a la cabeza, incapaces de lo que le rodeaba era inmenso y exuberante,
hablar o que si lo hacían eran muy rudos3. Un una Naturaleza que describe como espantosa,
imaginario de espacios sin cultivar, animales a la que teme porque le resulta hostil e inen-
sin domesticar, caos y desorden. tendible4. Lo colonizadores repetidamente
Pero lo que no siempre se advierte es que están al borde de morir de hambre o sed o de
la idea de salvaje es íntimamente dependiente extraviarse en la espesura, retratando sitios con
del miedo. Aquel pavor que invocaba Dante montañas desmesuradas, ciénagas inabarca-
se debía a que esos sitios les resultaban peli- bles, ríos furiosos y lluvias interminables.
grosos y los incultos que los habitaban no se Ese temor nunca se apagaría. Siglos des-
diferenciaban de las fieras del bosque. El temor pués, Thomas Whiffen, en su exploración en la
una y otra vez aparece asociado a lo salvaje, Amazonia, en 1915, admitía que la selva era un
aplicado tanto al ambiente como a sus habitan- “despiadado enemigo”, “innatamente malévo-
tes, indiferenciados unos de otros, y esa fue la lo”, una oscura “barbarie”, porque no hay nada
sensibilidad que instalaron los colonizadores “más cruel en la naturaleza que la vegetación
en nuestro continente. inconquistada de la selva”. Viajar por la Ama-
Los nuevos paisajes que encontraron en las zonia era el “horror de lo no visto”.5
Américas, no sólo les resultaban desconocidos, No se le ha dado suficiente atención a este
temor fundacional que fluía entre los recién
2 Esa reformulación de la idea de salvaje la analiza Roger
Bartra en El mito del salvaje, Fondo Cultura Económi- 4 Cartas de relación de la conquista de México, H. Cortés,
ca, México, 2011. Espasa Calpe, México, 1961 [1519-1526].
3 Así se los describe por ejemplo en el Tesoro de la Len- 5 The North-West Amazons. Notes on some months spent
gua Castellana, Sebastián Covarrubias Orozco, L. Sán- among cannibal tribes, T. Whiffen, Constable, Londres,
chez impresor, Madrid, 1609. 1915.
36 Año 1 | Número 1 | Diciembre 2020
El mundo nuevo. Los habitantes del nuevo mundo son “caníbales pero viven en un estado de naturaleza en que todo es común…”, dice el
texto. Imagen de uno de los primeros grabados sobre lo que hoy denominamos indígenas, inspirado en los textos de Américo Vespucio, y
publicado entre 1505 y 1507, en Augsburgo. Reproducido de América imaginaria, M. Rojas Mix, Erdosain y Pehuén, Santiago, 2015.
gurar el orden en el caos de lo incomprendido, los adultos y las mujeres a los varones, habien-
para liberarse del miedo. No están en juego en do entre ellos tanta diferencia como la que
esto las intenciones sino una dinámica histó- va de gentes fieras y crueles a gentes clemen-
rica, ya que aún donde existieran los mejores tísimas …, y estoy por decir que de monos a
propósitos y la mayor compasión, siempre se hombres”7. Esas ideas resumen, con toda cris-
caía en imponer obediencia y control. Llegado talinidad, la dominación sobre la Naturaleza, el
el caso no dudaban en librar “guerras contra patriarcado y el colonialismo que se desplegó
los naturales”, como en su momento lo justificó en los siglos siguientes.
la corona española, o en castigar violentamente Como contracara, los pueblos indígenas
a los desobedientes. rápidamente comenzaron a entender, según
Esa dominación seguía una racionalidad y algunos de los pocos testimonios disponibles,
afectividad que repetidamente se dejó en claro. que los españoles estaban únicamente inte-
Era simultáneamente social y ecológica, ya que resados en robar, especialmente alimentos y
así como las fieras “se amansan y se sujetan oro, esclavizar a los varones o violar a mujeres.
al imperio del hombre”, del mismo modo “el Los retrataban como ladrones y asesinos, y eso
varón impera sobre la mujer, el hombre adulto rápidamente llevó al rechazo, el resentimiento
sobre el niño, el padre sobre sus hijos, es decir, y el odio8.
los más poderosos y más perfectos sobre lo
7 Tratado sobre las justas causas de la guerra contra los in-
más débiles e imperfectos”, tal como lo dejó
dios, J. Ginés de Sepúlveda. Fondo Cultura Económica,
muy en claro Juan Ginés de Sepúlveda hacia México, 1996 [1550], págs. 85 y 101.
1550. Siguiendo esa postura, los españoles te- 8 Véase, por ejemplo, La gestación del odio indígena
nían un “perfecto derecho” de “imperar sobre hacia el conquistador en el siglo XVI, L. Fossa, en El
estos bárbaros del Nuevo Mundo”, porque son odio y el perdón en el Perú. Siglos XVI al XXI (C. Rosas
Lauro, ed). Fondo Editorial Pontificia Universidad Ca-
tan “inferiores a los españoles como los niños a tólica del Perú, Lima, 2009.
38 Año 1 | Número 1 | Diciembre 2020
Es cierto que se intercalaron algunas polé- suficiente se agregaron nuevos rótulos como
micas que, por ejemplo, presentaban al salvaje mestizos, cimarrones, marginales, desclasados,
como verdaderamente bueno y noble. Mon- informales, locos, y más.
taigne proclamaba que el salvajismo anidaba Bajo esos vaivenes la Modernidad se
en Europa, y más tarde, Rousseau afirmaba construyó a sí misma como una superación
que no había nada más dulce que el hombre en de la condición salvaje. Su propósito era que
su estado primitivo9. Del otro lado, seguían en desaparecieran aquellos naturales o indios
sus trincheras los que insistían en pintar al sal- y sólo serán aceptados los que se civilizaban
vajismo como negativo, atrasado o inmaduro. o se purificaban. Sin embargo, a pesar de su
Hegel con toda su petulancia enseñaba desde supuesto triunfo, nunca superó su miedo ante
la cátedra prusiana que los pueblos de las la condición salvaje.
Américas tenían una “débil cultura” que “pere- Ese temor disparaba la violencia de los
cen cuando entran en contacto con los pueblos colonizadores y continúo con los criollos.
de cultura superior”, la que, por supuesto, era Proyectaban hacia afuera, sobre los indígenas,
europea. De todos modos quedaba en claro la violencia que ellos mismos practicaban,
su temor a que esos inmaduros, esas culturas siguiendo una clásica observación de Michael
infantiles, finalmente podrían vencer la batalla Taussig. El recuento de las atrocidades que
de la historia10. ocurrieron en tiempos del caucho en la región
No hay que confundirse porque esas de Putumayo, le sirve a Taussig para mostrar
oposiciones, los Rousseau contra los Hegel, que los colonizadores torturaban, despedaza-
nunca dejaron de ser enfrentamientos entre los ban y mataban a los indígenas porque eso era
modernos europeos. Cada bando moldeaba a lo que hacían entre ellos13.
su modo una idea de la condición salvaje para Todo eso no se trata de algo del pasado, ya
atacar a sus contrincantes, pero sin que partici- que con tristeza debemos reconocer que se re-
paran esos indios expresándose en sus propias pite en la actualidad. En Colombia, se asesinan
lenguas y modos. No se encontrarán defensas líderes locales, casi siempre indígenas, campe-
ni reivindicaciones dichas o escritas en ná- sinos o afro, para acallar sus voces o controlar
huatl, aymara o mapudungún. Aquellos eran sus tierras, lo que es un reflejo del barbarismo
debates de salón del otro lado del Atlántico de buena parte de la sociedad en ese país.
que no lograron más que alguna incomodidad Los sicarios que en la amazonia brasileña son
en la marcha de la Modernidad, donde cada enviados a matar, reflejan el barbarismo de
uno defendía su propia versión del progreso policías, militares, guerrilleros, políticos loca-
universal11. les, y muchos sectores e instituciones del país.
Las etiquetas podían cambiar, haciendo En Chile, los carabineros arremeten contra
que los salvajes se volvieran naturales, infieles, los mapuches, llegando a asesinar a un joven
impuros, indios, y se los catalogaba según su por la espalda y lo encubren con fabulaciones
sangre, su casta, raza o religión, siempre bajo y mentiras – el miedo hace que sean asesinos,
modos que legitimaran la dominación colo- cobardes y mentirosos14. Todos estos hechos no
nial12. Con el paso del tiempo, aquello no era son esencialmente diferentes de lo que ocurría
en el Putumayo poco más de un siglo atrás.
9 Ensayos, M.E. de Montaigne, edición de M. de Gour-
nay. Acantilado, Barcelona, 2007 [1595]. Discurso sobre Obediencia y educación
el origen y los fundamentos de la desigualdad entre los Cada vez que esa modernización tenía que
hombres, J.J. Rousseau, Biblioteca Nueva y Siglo XXI,
enfrentar a los seres y mundos salvajes recurría
Madrid, 2014 [1755].
10 Lecciones sobre la filosofía de la historia universal, a una idealización de Europa. Cuando eran
G.W.F. Hegel, Altaya, Barcelona, 1994 [1837]. superados por el miedo buscaban refugio en
11 Véase, por ejemplo, Nosotros y los otros, T. Todorov, Si-
glo XXI, México, 1991. 13 Chamanismo, colonialismo y el hombre salvaje. Un es-
12 ¿Qué tal raza?, A. Quijano, Ecuador Debate, Quito, tudio sobre el terror y la curación, M. Taussig, Editorial
48: 141-152, 1999. Otros textos en la antología Aníbal Universidad Cauca, Popayán, 2012, pág. 179.
Quijano. Cuestiones y horizontes, seleccionada por D. 14 Véase, por ejemplo, A un año de la muerte de Camilo
Assis Clímaco, Clacso, Buenos Aires, 2014. Además, Catrillanca: la cronología del caso a la espera del juicio,
La invención del racismo. Nacimiento de la biopolítica El Mercurio, Santiago, 14 noviembre 2019, https://www.
en España, 1600-1940, Francisco Vázquez García, Akal, emol.com/noticias/Nacional/2019/11/14/967128/Cro-
Madrid, 2009. nologia-Caso-Catrillanca-Carabineros-Mapuche.html
palabra salvaje 39
aquel origen. Algunos tenían momentos de nas y campesinos, pero eso mismo luego se
sinceridad que permitían conocer sus pen- continuó años después con obreros, emplea-
samientos más íntimos, confesando que era dos, y con cualquiera que debiera ser miem-
la memoria europea la que les nutría de la bro de la civilidad. El propósito ya está claro
energía para enfrentar el temor y seguir orde- en el significado de la palabra obedecer, que
nando, a su manera, el desorden salvaje de las impone cumplir con la voluntad de un supe-
Américas. rior o un mandante; es ejecutar las órdenes de
El explorador alemán, Carl Freidrich von otros, y se aplicaba tanto a humanos como a
Martius en el punto más extremo de su viaje animales. Es, como explica un diccionario de
dentro de la Amazonia brasileña, escribía a ini- 1609, el reconocimiento al mayor y superior,
cios del siglo XIX: “Profundamente emociona- y cumplir con los mandamientos de la fe16,
do por el escalofrío de esta salvaje soledad, me y como agrega otro diccionario, pero en el
senté para dibujarlo; pero no intentaré descri- siglo XIX, al indicar que es la imposición de
birle al lector los sentimientos que durante este docilidad por la cual los “brutos”, uno de los
trabajo conmovió mi alma. Este era el punto sinónimos de los salvajes, se “sujetan” a la
más occidental al que podría llegar el viaje. En- enseñanza o al arte17.
tretanto me oprimían todos los terrores de una Todo eso se desplegó no solamente por
soledad desprovista de seres humanos, sentía medios simples y violentos sino también por
una nostalgia indescriptible de la compañía de una construcción de la idea de normalidad
los hombres de la querida Europa civilizada. que se ajustaba a aquellos modelos eurocén-
Pensé cómo toda la cultura y la salvación de tricos. Se puso en marcha un disciplinamiento
la humanidad habían venido desde el Oriente. que abarcaba el espacio, el cuerpo, el pensar
Dolorosamente comparé aquellos países ventu- y el sentir de las personas, tal como advierte
rosos con este yermo pavoroso, pero aun así, Michel Foucault18. La pretendida normalidad
me congratulé de estar aquí. Levanté la mirada no significa uniformidad, pero sí una sobre-
más al cielo y con coraje orienté el espíritu y el determinación de los modos por los cuales se
corazón al Oriente amigo”15. producen los discursos y prácticas que resultan
Es una confesión impactante porque, por en aceptar esas condicionantes. De ese modo
un lado, von Martius realmente nunca estaba pueden coexistir diversas singularizaciones de
solo ya que viajaba acompañado por brasileños las personas o grupos, pero todos deben acatar
que le servían de guías, traductores y ayudan- los límites propios de la modernidad ya que,
tes. A pesar de estar rodeado se sentía invadi- siguiendo el razonamiento de von Martius,
do por la soledad, y lo era por no estar junto a sólo así serían humanos.
otros europeos, los únicos que eran realmente Esa tensión fue muy evidente sobre todo
“humanos”. Por otro lado, una vez más apa- para los pueblos indígenas forzándolos a ser
rece el miedo ante lo que le rodea, ya que a cada vez menos salvajes para ser más civili-
sus ojos de explorador la Amazonia era un zados. Era la única vía para ser reconocidos
desierto pavoroso, y lo reconocía de un modo como “seres racionales y dignos de disfrutar de
que recuerda al Dante antes de encaminarse al la condición humana”, claro que ello es según
Purgatorio. Su antídoto fue mirar al cielo en las escalas occidentales. Quedaban atrapa-
la dirección de Europa, confiado en que desde dos en una terrible imposición, nos aclara la
allí llegaría la civilización redentora. El manda- boliviana Silvia Rivera Cusicanqui, debiendo
to era claro y se repetía en todo el continente: “negarse a sí mismos y aprender los modos de
se debía educar a los salvajes, lo que implicaba ser y de pensar de la minoría dominante” para
imponerles otro idioma, cristianizarlos, ves- no ser marginados y excluidos19.
tirlos, y comportarse del mismo modo que sus
maestros.
En juego está la necesidad de asegurar la 16 Tesoro de la lengua castellana... op. cit.
17 Diccionario general etimológico de la lengua española,
obediencia, en aquellos tiempos de los indíge- E. de Echegaray, J.M. Paquineto Editor, Madrid, 1889,
tomo 4.
15 Viagem pelo Brasil (1817-1820), J.B. von Spix y C.F.P. 18 Véase por ejemplo Defender la sociedad, M. Foucault,
von Martius, Senado Federal, Brasilia, 2017, Vol III, Fondo Cultura Económica, Buenos Aires, 2000.
pág. 344; traducción de EG desde la versión en portu- 19 Violencias (re)encubiertas en Bolivia, S. Rivera Cusi-
gués. canqui, La Mirada Salvaje, La Paz, 2010.
40 Año 1 | Número 1 | Diciembre 2020
Educando a la salvaje. Indígena del pueblo huitoto (izquierda) “que hace diez o quince años iba desnuda y pintarrajeada y que hoy viste ropas cosidas
por ella misma con máquina de mano Singer, último modelo”, según Carlos de Rey Castro, 1913. Huitota, desnuda y con su hijo (derecha), en 1904 según
una imagen que mostraba esa condición que el colonizador deseaba domesticar. Los huitoto son un pueblo indígena que ocupa territorios en lo que
actualmente es el norte de Perú y el sur de Colombia, y que fueron diezmados por los colonizadores que explotaban el caucho. Las fotografías están
tomadas de: (izquierda) Los escándalos del Putumayo, C. Rey de Castro, Barcelona, 1913, reproducido en La defensa de los caucheros, Monumenta Ama-
zónica, Lima, 2005; (derecha) En el Putumayo y sus afluentes, E. Robuchon, La Industria, Lima, 1907.
Esos mecanismos no sólo no han desapare- México, José María Luis Mora reclamaba pasar
cido en la actualidad sino que se ampliaron a del retroceso al progreso, del otro lado del
las instituciones de enseñanza, la intelectuali- ecuador, en Argentina, Domingo Faustino Sar-
dad académica y los medios de comunicación. miento exigía abandonar una condición que
En esos y otros ámbitos han jugado roles deci- calificaba como bárbara por ser americana y
sivos en delimitar a lo normal como contracara casi indígena, para reemplazarla por europeos
de una anormalidad que es inaceptable, y en la para ser civilizados20. El salvaje seguía siendo
que justamente residen los salvajes. En tanto el indígena, pero ahora se sumaba el criollo
obedecer es cumplir con la voluntad de otro, o cholo, o a las razas, o incluso las clases, ya
inmediatamente se establece una jerarquía, que todas expresarían un atraso que se quería
donde encaje perfectamente aquellos propó- superar. Al mismo tiempo, las movilizaciones
sitos de la imposición de los varones sobre de cualquier de esos distintos tipos de salva-
mujeres, padres sobre hijos, maestros sobre jes, como horda, manada, malón, o multitud,
alumnos, colonizadores sobre colonizados, y alimentaba todavía más los temores que obli-
de los humanos sobre la Naturaleza. gaban a controlarlos. Fue en ese contexto que
cristalizó el capitalismo en América Latina.
Orden y progreso
En el siglo XIX los mecanismos de control 20 Revista política de diversas administraciones que ha
se reforzaron todavía más bajo el llamado al tenido la República hasta 1837, J.M.L. Mora, en Pensa-
progreso. Se volvió en el antídoto para superar miento positivista Latinoamericano, Biblioteca Ayacu-
cho, Caracas, 1980 [1838]. Facundo o civilización y
lo que se describía como sociedades retrasadas, barbarie en las pampas argentinas, D.F. Sarmiento, Pla-
inmaduras, frágiles o salvajes. Así como en neta Agostini, Buenos Aires, 2000 [1845].
palabra salvaje 41
Pero en esta situación, aquellos que se fael Núñez, advertía en 1929 que casi todo el
proclamaban como superiores a los salvajes territorio del país estaba en “poder del salvaje”,
al mismo tiempo se confesaban incapaces de por lo que no podían asentarse las familias
sacar a sus países del supuesto atraso, y sumi- colombianas o extranjeras sin exponerse a sus
samente admitían que necesitaba de maestros ataques. Concluía que si no eran “amansados”
europeos, especialmente franceses e ingleses. no tardaría el día que se deberá “derramar
El patriciado y la oligarquía latinoamericana su sangre y la nuestra para contenerlos”22. De
que en aquellos años se declaraba superior, a la uno y otro modo, todas esas generaciones y
vez construían su propia subordinación a Eu- en todos los países, se sentían como “europeos
ropa. De ese modo, el imaginario del progreso exilados” en estas “salvajes pampas”, como de-
en nuestro continente estuvo anclado en sentir cía José Luis de Imaz en la década de 196023.
una inferioridad propia. En esas ideas descan- Bajo esas condiciones, ideas como las del
san los llamados a una recolonización, como progreso expresaban el avance de una civili-
sostenían de distinto modo los argentinos Juan dad y una razón que, como advertían ya en
B. Alberdi y Domingo F. Sarmiento. Europa el siglo XX, Horkheimer y Adorno, tenían el
era el modelo a seguir en aquel tiempo, y más objetivo de “liberar a los hombres del miedo
tarde sería reemplazado por Estados Unidos. y construirlos en señores”24. La invocación
Esa recolonización también era espacial y del progreso primero, y la del desarrollo más
ecológica, para ordenar y transformar pai- recientemente, se volvieron una huida hacia
sajes que seguían siendo considerados como adelante para dejar atrás el temor y renovar las
salvajes. No se abandonó la avaricia por el oro formas de dominación. Junto a otras con-
y la plata, solo que se sumaron otros mine- cepciones y sensibilidades cristalizaron en la
rales, y enseguida la conquista por la tierra Modernidad. En esos cimientos se encuentran
para la explotación agropecuaria. Caña de la disociación de la sociedad de la Naturaleza,
azúcar, tabaco, cacao, cueros y tasajo, caucho el antropocentrismo en entender y asignar
y banano, se sumaron rápidamente. Los sitios valores, epistemologías de talantes cartesia-
que no podían ser manejados, por la incapaci- nos, el convencimiento de la linealidad en una
dad colonial de entender otras ecologías, eran historia que a su vez era la historia occidental,
calificados como desiertos, como ocurrió con o el eurocentrismo en concebir a la política o
la Pampa, el Chaco o la Patagonia, a pesar de la justicia.
estar repletos de vida. Sin embargo el miedo nunca desapareció
No puede sorprender que en aquel contex- porque siempre había un salvaje más a con-
to, en el siglo XIX, el positivismo de A. Comte trolar. Desde que se izó la bandera del orden
se difundiera en todo el continente, reclaman- y el progreso a fines del siglo XIX en Rio de
do progreso, orden y obediencia. Uno de sus Janeiro, a las celebraciones del presidente Jair
mayores éxitos se logró en Brasil tal como se Bolsonaro, en la Brasilia del siglo XXI, lo que
expresa en la bandera diseñada en 1889, bajo el se ha visto es cómo la idea de progreso fue
impulso de la autodenominada “Iglesia Positi- reemplazada por la de desarrollo, travistien-
vista” y el apoyo de la Escuela Militar de Rio de do la ambición filosófica por formulaciones
Janeiro. “Orden y Progreso” se lee en ella, un económicas, mientras se endureció más y más
mandato que deriva directamente de la senten- el disciplinamiento. Los maestros franceses y
cia de Comte “El amor por principio, el orden alemanes del siglo XIX fueron reemplazados
por base, el progreso por fin”. Compromisos de en el siglo siguiente por manuales y consulto-
ese tipo también fueron abrazados en el largo res enviados desde Washington. La obsesión
gobierno de Porfirio Díaz en México o en las con el crecimiento económico no se abandonó
presidencias de Rafael Núñez en Colombia21. en todo lo ancho del espectro político, ya que
Pero por detrás de esas ideas persistía el
temor al salvaje. Por ejemplo, Rafael Uribe 22 La cita en Indios, negros y otros indeseables, P. Gómez
Nadal, AbyaYala, Quito, 2017. Muchos otros ejemplos
Uribe, un político colombiano liberal que en de la condición del salvaje se encuentran en esta obra.
su momento se opuso al conservador Ra- 23 Nosotros, mañana, J.L. de Imaz, Eudeba, Buenos Aires,
1968.
21 El impacto de esas ideas en América Latina se revisa 24 Dialéctica de la ilustración. Fragmentos filosóficos, M.
en: El positivismo, L. Zea, en Pensamiento positivista Horkheimer y T.W. Adorno. Trotta, Madrid, 1998
Latinoamericano, Biblioteca Ayacucho, Caracas, 1980. [1944], p 59.
42 Año 1 | Número 1 | Diciembre 2020
de algunos colonizadores sobre si los salvajes sienten en “modérnico”, los que se vuelven sal-
tenían alma, para esos jesuitas fue desplaza- vajes comienzan a pensar, sentir y expresarse
da por la interrogante sobre si podían usar la en otros lenguajes. Por lo tanto su radicalidad
razón36. Los salvajes “no adoran nada, al fin está en que rompe con las raíces compartidas
de cuentas, porque no obedecen a nadie”, tal por la Modernidad. Lo es no solamente en un
como advierte Viveiros de Castro37. Es precisa- sentido epistémico, sino incluso ontológico.
mente ese tipo de desobediencia radical, que Esto la hace muy distinta a la desobediencia
no está atada a las normas y creencias, o por lo del delincuente que quebranta una ley, la del
menos a aquellas que son propias de la Moder- objetor de conciencia, e incluso de los que co-
nidad, la que necesitamos en la actualidad. rrientemente se concibe como desobediencia
En efecto, sin esos aportes difícilmente se civil. Lo es porque éstas siguen estando enmar-
podrán construir alternativas más allá de la cadas dentro de la Modernidad, mientras que
Modernidad. Los intentos desde las cosmo- la desobediencia salvaje se siente libre para po-
visiones occidentales sin duda pueden ser ner en entredicho todos esos conceptos, tanto
muy importantes, pero no lograrán romper en quienes los acatan como en sus infractores.
por sí solos los acuerdos sobre la normalidad Eso no impide que la desobediencia salvaje
moderna. Necesitamos ayuda que provenga y pueda servirse, por ejemplo, de la desobedien-
se inspire en esos mundos indígenas, sean de cia civil en algunas circunstancias. Pero no es
quienes resisten como de quienes recuerdan. sólo eso, es mucho más.
A su vez, en las condiciones actuales de los La desobediencia radical, pongamos por
pueblos indígenas, sus alternativas requerirán caso, no acepta las formas modernas de enten-
el aporte de la crítica que hacen los modernos der y asignar valores, pone en entredicho in-
desconformes y desobedientes. Esa mutua ne- cluso qué es un valor, y de allí puede repensar
cesidad permite advertir sobre otra simplifica- las distinciones entre lo correcto e incorrecto,
ción: no es posible que todos nos convirtamos lo justo o lo injusto. No acepta el canon de una
en indígenas, ni tampoco se pueden clonar las historia única, universal, que nos predestina
identidades, culturas o historias. Pero cual- a seguir progresando, y en cambio se admira
quiera de nosotros puede volverse un salvaje. ante multiplicidad de historias locales y regio-
nales. Es una desobediencia socioambiental
Podemos ser salvajes porque tampoco cree en la dualidad que separa
En efecto, no todos podemos ser indíge- la Naturaleza de la sociedad.
nas, pero es posible plantarnos como salvajes. La condición salvaje no se refiere a perso-
Cualquiera puede intentarlo, ya que no depen- nas o actores sociales, no debe pensarse en un
de del color de la piel, el origen del nombre y rebelde en la ciudad o un indígena en la sierra.
del apellido, el lugar de nacimiento o la cultura Es un modo de pensar y sentir que desafía la
aprendida desde la familia y la escuela. Lo que normalidad, es una actitud, es una praxis. No
se requiere es una desobediencia radical a la es posible ser salvaje en forma aislada, no es
normalidad de la Modernidad. una reflexión personal ni una desconexión in-
Esa desobediencia es radical en el sentido dividual. La desobediencia sólo se puede cons-
que debe dejar atrás tanto el miedo como la do- tituir en colectivos, siempre es una pluralidad.
minación, dos condiciones que están profunda- En las movilizaciones o prácticas colectivas
mente arraigadas. Es una condición tan antigua es cuando se ejerce estas desobediencias. Del
que en el origen de la palabra obedecer está la mismo modo, los salvajes construyen su propia
sumisión del esclavo al amo, una obediencia espacialidad, creando espacios desobedientes
que respondía al miedo que éste le tenía. que no siguen los órdenes de la modernidad,
Si todos los que adhieren a los magisterios habitados tanto por humanos como por otros
de la “santísima trinidad” moderna, piensan y existentes. Así como en el pasado los salvajes
ocupaban las selvas, los nuevos salvajes deben
36 Ratones y jaguares. Reconstrucción de un genocidio a
crear sus nuevas “selvas” contemporáneas.
la manera de los Axe-Guayakí del Paraguay Oriental, Nada de esto es sencillo, y aun reconocien-
B. Melía y C. Münzel, en: Las culturas condenadas (A, do las dificultades, a pesar de todas las trabas
Roa Bastos, ed.).Siglo XXI, México, 1978. y condicionantes, de todos modos estamos
37 La inconsistencia del alma salvaje, E. Viveiros de Cas-
rodeados de intentos salvajes, manifestaciones
tro, UNGS, Polvorines, 2018.
palabra salvaje 47
Estallido social en Chile. A partir de protestas estudiantiles contra el aumento en el precio del transporte público, se encadenaron movilizaciones
callejeras en la capital, Santiago, y que rápidamente se extendieron a casi todas las regiones del país. El 23 de octubre de 2019 el gobierno había decla-
rado en emergencia a 15 de las 16 capitales regionales. Las protestas ciudadanas no decayeron y se mantuvieron por meses, y la situación solamente se
alteró con la llegada de la pandemia por coronavirus. El epicentro simbólico de muchas movilizaciones fue la Plaza Baquedano, en Santiago, renombra-
da como Plaza de la Dignidad por la ciudadanía (en la foto, en segundo plano, el monumento ecuestre al general Baquedano).
de desobediencia radical que a su vez generan había dejado de creer en la normalidad chilena
espacios autónomos ante la dominación. Es- y su éxito económico, tal como se les había
tán, por ejemplo, en una comunidad vecinal en machacado por décadas. Se abrieron espacios
un barrio, en una iniciativa colectiva rural en- de reconocimiento y debate sobre la situación
focada en la agroecología, en prácticas artísti- de los pueblos indígenas, en un país donde se
cas de cualquier tipo, en otras religiosidades y, los había marginado y ocultado desde tiempos
porque no, también en la magia. No solamente coloniales. Había tantos salvajes desobedien-
son reacciones a escala local sino que pueden tes en las calles que desde la derecha política
generalizarse, y un ejemplo reciente y contun- chilena no dejaban de denunciarlos exigiendo
dente ha sido el estallido social que ocurrió en repetidamente la imposición de más orden y
Chile en octubre de 2019. más castigos. Esa movilización carecía de líde-
A lo largo de las siguientes semanas se res visibles, y en ello se desvaneció el vínculo
encadenaron rebeliones y desobediencias, su- entre el mandante y el obediente que es típica
mando a todo tipo de actores ciudadanos. Así en el disciplinamiento moderno. El miedo
como Albert Camus decía que en la rebelión quedó atrás.
nace la conciencia, podría sostenerse que en No es posible predecir el devenir futuro del
estallidos como el chileno alumbraron el re- estallido social chileno, y es necesario tener
torno de los salvajes. Ciertamente no todos los precaución porque en el pasado, otras desobe-
que estaban en las calle eran nuevos salvajes, diencias ciudadanas fueron disciplinadas con
pero algunos sí, y entre los que no lo eran ha- el paso de los meses, y finalmente engullidas
bía varios que comenzaban a dudar del orden otra vez por la Modernidad. Están allí los casos
y el progreso. La desobediencia a la que aquí se del “que se vayan todos” en Argentina en 2001,
alude no estaba en tirar piedras o en incendiar diferentes sublevaciones indígenas y populares,
comercios, sin que se refiere a su sentido más como la “guerra del gas” de 2003 en Bolivia, y
profundo donde todo podía ser discutido, todo antes, por ejemplo las distintas versiones del
podía ocurrir en las calles, y cualquiera podía “mayo francés” en 1968. Otros, en cambio,
hacerlo a su modo. Mucha gente mostraba que siguen resistiendo, como parece ocurrir con el
48 Año 1 | Número 1 | Diciembre 2020
zapatismo mexicano. Más allá de esto, el caso miedo al indio, al negro, al mestizo, al cholo.
chileno como aquellos otros, son válidos para El miedo al pirata, al invasor, al extranjero. El
dejar en claro que existen esas posibilidades y miedo al campesino, al pobre y al enfermo. El
que ellas ocurren continuamente, y que no son miedo al guerrillero, al soldado, al policía, al
simplemente pequeñas manifestaciones loca- ladrón y al narco. El miedo al patrón, al políti-
les, sino que pueden desencadenar cataclismos co o al empresario. El miedo al desempleo, la
políticos y sociales. lluvia, el hambre o la enfermedad. El miedo al
Esos y otros casos muestran que la desobe- día de mañana. El miedo al miedo. Son estos
diencia salvaje puede perforar las imágenes y temores y pavores los que alimentan la domi-
los significados de la Modernidad. Recordando nación y el disciplinamiento. Pensar, imaginar
a Taussig, una vez más, el salvajismo “desafía la y desear otros futuros sólo es posible si los
unidad del símbolo, la totalización trascenden- dejan atrás.
te que ata la imagen a lo que representa”, es la Así se vuelve posible desobedecer las reglas
“muerte de la significación”38. Debe serlo ade- y normas que imponen la normalidad y el
más en ese sentido radical de acabar con la in- orden que hacen a la esencia de la Moderni-
evitable necesidad que tiene el orden moderno dad. Es dejar de asumirlas como mandatos
de crear nuevos salvajes para inmediatamente inescapables. Es imaginar que pueden existir
disciplinarlos, legitimando su dominación y otras normas, otros órdenes; es poder tener la
control. Es, entonces, un salvajismo que nos oportunidad de escoger. Esa es la postura que
puede liberar de las oposiciones entre caos y corresponde a lo que inicialmente se denomi-
orden, inculto y culto, incivilizado y civilizado. naba como salvaje. Diciéndolo de otro modo:
debemos ser salvajes para poder construir
Desobedientes para sobrevivir, salvajes para alternativas.
desobedecer Esta condición salvaje no se refiere a una
Al iniciarse la segunda década del siglo desobediencia en sus sentidos banales, sino
XXI, enfrentamos múltiples crisis en los más que anida en aquellos sótanos y cimientos. Son
diversos frentes. La búsqueda de alternativas actos de ruptura radical con las raíces afectivas
no es un lujo ni una manía de académicos o y racionales que sostienen en pie a la Moderni-
inconformistas, sino que debería ser la tarea dad, es recuperar la capacidad para encontrar
más urgente a enfrentar por nuestras socie- sus límites, y asumir que pueden ser cruza-
dades. Los más severos problemas sociales dos. Es recuperar la posibilidad de imaginar
no se han solucionado, y sobre ellos se agrega y pensar lo inimaginable, lo inconcebible, lo
una debacle ecológica que pone en riesgo a la prohibido.
vida misma en un futuro inmediato. Todas las Es desobedecer para no aceptar que la
soluciones modernas que se han intentado han Naturaleza y la sociedad están separadas,
fracasado, y por esa razón no hay otra opción para no obsesionarnos con el crecimiento y la
que buscar cambios más allá de ella. posesión. Desobedecer para no estar obligado
Esos pasos sólo son posibles si se logra a ser capitalistas o socialistas. Desobedecer
superar el miedo fundacional que alimen- para dejar de desear el espíritu de los “blan-
ta el disciplinamiento. Se ha dicho muchas cos” y respetar a los indígenas. Desobedecer
veces que la condición colonial se caracterizó para no repetir una historia que creemos
sobre todo por la dominación, con lo cual no universal. Desobedecer para comenzar a
siempre se asume que ésta deriva directamente escuchar a la Naturaleza. Desobedecer para
del temor –son inseparables. Desde el inicio acompasarnos a tiempos lentos, pausados,
colonial se ha sucedido el miedo a la selva, a ecológicos. Desobedecer para reconocer que
la inmensidad, al desierto y a las montañas. El hay valores en otros seres y objetos. Desobe-
decer para no tener más miedo. Desobedecer
38 Chamanismo, colonialismo..., citado arriba, pág. 271. para volver a ser salvajes. n
Eduardo Gudynas es analista en temas de ambiente y desarrollo en el Centro Latino Americano de Ecología Social (CLAES) en Mon-
tevideo (Uruguay). Las versiones iniciales de este artículo fueron comentadas por Ros Amils, Carlos Anido, Paula di Bello, Gonzalo
Gutiérrez Nicola, Pablo Ospina Peralta, Axel Rojas, y Angie Torres, a quienes el autor agradece por su tiempo y aportes.
Guía para autores