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Inamovilidad laboral en época de pandemia: la crisis de trabajadores y empresas

FECHA: 29/05/2020

Desde su decreto hace casi dos décadas, la inamovilidad laboral ha implicado un obstáculo para
el desarrollo empresarial. Aún en medio de una crisis por el Covid-19 urge una reactivación
definitiva de sector industrial                                                                                                     

“A fin de proteger el derecho del trabajador venezolano” en tiempos de pandemia, la inamovilidad


laboral fue ratificada el pasado 23 de marzo por la administración de Nicolás Maduro. Sin
embargo, la medida lejos de amparar a los empleados, acelera el quiebre de las industrias del país.
Especialmente, durante el confinamiento.

Como explica la especialista en derecho laboral Olivia Rizo, el encarecimiento del despido es una
de las consecuencias más alarmante de este decreto.

Sin una falta justificada en el artículo 79 de la Ley Orgánica del Trabajo, los Trabajadores y la
Trabajadoras (LOTTT), el proceso resulta complejo. Según Rizo, además de extenderse hasta dos
años, requiere un gasto adicional en asesoría legal.

“Mientras dure el proceso de calificación de la inspectoría de trabajo, el patrono debe seguir


pagando al trabajador”, afirma Rizo. En un contexto de confinamiento, las empresas difícilmente
generan bienes, servicios y salarios para sus empleados. Por lo tanto, hacer un recorte de personal
puede resultar aún más contraproducente.                                                                                                                         

Consecuencias

Si bien la cuarentena fue decretada para evitar la propagación del Covid-19, solo consiguió la
parálisis del sistema económico del país. Tras seis meses de su decreto, 69% del sector industrial
reportó la caída de sus ventas, según el último informe de la Confederación Venezolana de
Industriales (Conindustrias).

Incluso, bajo el esquema laboral rotativo 7+7 implementado hace tres meses, el estudio revela que
la operación de los sectores priorizados superó “levemente”  20% de su capacidad.

Solo 21% de las empresas optaron por la reducción del personal para mantener el equilibro
económico durante la emergencia nacional. En este sentido, como afirma el economista Aarón
Olmos, la mayoría de las empresas se ven obligadas a ir en contra de sus ahorros para pagar los
sueldos a sus empleados y así evitar la clausura.

Otro elemento que destaca Olmos es el atraso digital de las empresas venezolanas. Asegura que la
mayoría de los empleados del país no poseen condiciones para integrar el trabajo a su vida
remota, visto que “no tienen equipos, luz, computadoras”.
En fecha 31 de diciembre de 2021, el Presidente de la República promulgó en Gaceta Oficial de la
República Bolivariana de Venezuela (“GORBV”) N° 6.611 Extraordinario, el Decreto N° 4.414 de la
misma fecha (“Decreto de Inamovilidad”), mediante el cual se establece una inamovilidad laboral
(“Inamovilidad Laboral”) la inamovilidad laboral de las trabajadoras y trabajadores del sector
público y privado regidos por el Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley Orgánica del Trabajo, los
Trabajadores y las Trabajadoras, por un lapso de dos (2) años contados a partir de la entrada en
vigencia de dicho Decreto.

Consecuencias de la Inamovilidad Laboral

La Inamovilidad Laboral decretada implica que, por el término de dos (2) años contados a partir
del 31 de diciembre de 2020, el empleador no puede despedir, desmejorar o trasladar a un
trabajador sin justa causa calificada previamente por el Inspector del Trabajo de la jurisdicción.
Para poder despedir, desmejorar o trasladar justificadamente a los trabajadores, el empleador
deberá obtener previamente una autorización del Inspector del Trabajo, a través de un
procedimiento de autorización de despido que deberá iniciarse ante la Inspectoría del Trabajo
competente, en los términos previstos en el artículo 422 de la Ley Orgánica del Trabajo, los
Trabajadores y las Trabajadoras (“LOTTT”)[i].

El incumplimiento de la solicitud previa del empleador de autorización para despedir al trabajador,


dará derecho a este último a solicitar el reenganche y el pago de los salarios y beneficios laborales
dejados de percibir o la restitución de la situación jurídica infringida, con base en lo previsto en los
artículos 425 de la LOTTT y 3° del Decreto de Inamovilidad.

Trabajadores Amparados y Excluidos del Decreto de Inamovilidad

El artículo 1° del Decreto de Inamovilidad establece que la inamovilidad ampara a los trabajadores
de los sectores público y privado. Sin embargo, de conformidad con el artículo 5° del Decreto de
Inamovilidad, quedan expresamente exceptuados de la Inamovilidad Laboral Especial, los
siguientes trabajadores:

1. Los que ejerzan cargos de dirección[ii] y

2. Los trabajadores de temporada u ocasionales [iii].

El Decreto Inamovilidad establece que la estabilidad de los funcionarios del sector público se
regirá por las normas de protección contenidas en la Ley del Estatuto de la Función Pública [iv].

Sanciones

El Decreto de Inamovilidad establece en su artículo 6° que el empleador que despida, traslade o


desmejore a un trabajador amparado por la Inamovilidad Laboral Especial, sin haber solicitado
previamente la autorización de parte de la Inspectoría del Trabajo será sancionado conforme a lo
establecido en la Ley.
De igual forma, establece el artículo 6° que los Tribunales del Trabajo no podrán dar curso a los
recursos administrativos de nulidad de las órdenes de reenganche y pago de salarios caídos, hasta
tanto no sea cumplida la orden, conforme a lo establecido en la LOTTT.
El Gobierno nacional con la finalidad de proteger el derecho al trabajo, publicó en Gaceta Oficial
Extraordinario nro. 6.611 del 31 de diciembre de 2020, el Decreto N° 4.414 mediante el cual
establece la Inamovilidad Laboral de las trabajadoras y trabajadores del sector público y privado,
que se rigen por el Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley Orgánica del Trabajo, los
Trabajadores y las Trabajadoras (LOTTT), por un lapso de dos (2) años contados a partir de la
entrada en vigencia del Decreto. Esta inamovilidad laboral ampara a los trabajadores y las
trabajadoras de ser despedidos, desmejorados o trasladados sin causa justa calificada previamente
por la Inspectoría del Trabajo. En este sentido, el trabajador que durante el período de
inamovilidad sea despedido, desmejorado sin justa causa o trasladado sin su consentimiento,
podrá interponer denuncia dentro de los treinta (30) días continuos siguiente ante el inspector del
trabajo de la respectiva jurisdicción, y solicitar el reenganche y pago de salarios caídos, así como
los demás beneficios dejados de percibir, o la restitución de la situación jurídica infringida, de
acuerdo al procedimiento establecido en el artículo 425 de la LOTTT. Gozarán de la inamovilidad,
los trabajadores referidos en el artículo 87 de la LOTTT, exceptuando aquellos trabajadores que
ejerzan cargos de dirección, así como los trabajadores de temporada u ocasionales. Con respecto,
a la estabilidad de los funcionarios públicos, se aplicarán las normas de protección contenidas en
la Ley del Estatuto de la Función Pública, sin perjuicio de las demás disposiciones que resulten
aplicables. El Decreto entrará en vigencia a partir de su publicación en Gaceta Oficial.

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