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ÉTICA

COMPORTAMIENTO

MOTIVACIÓN PARA EL APRENDIZAJE


Existe una gran cantidad de estudios que demuestran que la
emoción y el pensamiento están fuertemente
interconectados. En 2003 un grupo de investigadores del
Hospital Universitario Charitè de Berlín, liderados
por Sussane Erk, publicaron un documento en el que
demostraban que ante contextos emocionales positivos se
activa el hipocampo, región cerebral importante para la
memoria, mientras que ante estímulos negativos se activa
la amígdala, región cerebral que se activa ante reacciones
emocionales, especialmente el miedo. Es decir, que para
poder fijar el aprendizaje es necesario que el alumno esté
contento.

Años más tarde, en 2010, un equipo de investigadores del Massachusetts Institute of


Technology (MIT), colocaron a un universitario de 19 años un sensor que medía la actividad
eléctrica de su cerebro las 24 horas durante siete días. El experimento arrojó un resultado
inesperado por aquel entonces y que hoy nos parece previsible: la actividad cerebral del
estudiante cuando atendía en una clase magistral era la misma que cuando veía la
televisión; prácticamente nula.

Esta era la prueba definitiva de que el modelo educativo basado en un alumno


pasivo atendiendo a clases magistrales no funciona porque no emociona y como no emociona no
consigue fijar los conocimientos en la memoria. La clave para generar emociones positivas es
motivar al alumno.

LA MOTIVACIÓN

Debemos saber que hay dos tipos de motivación: la intrínseca y la extrínseca. La primera es la


que nos empuja a realizar una tarea por nosotros mismos y no necesitamos de un estímulo
externo para lanzarnos a hacer dicha tarea. Esto es así porque nos emociona la tarea y
reconocemos el beneficio de llevarla a cabo. Además el cerebro refuerza ese comportamiento
liberando un chute de dopamina que nos hace sentirnos más felices, lo que cierra el círculo.

La motivación extrínseca es esa por la cual necesitamos que un agente externo nos diga cuál
es el beneficio de completar la tarea. Un ejemplo claro es cuando la empresa trata de motivar a
sus trabajadores a que hagan mejor su trabajo ofreciéndoles un bono como recompensa.

La motivación extrínseca es menos potente pero puede desencadenar la motivación


intrínseca. En el caso anterior, el bono de empresa puede ser el incentivo inicial para hacer mejor
las cosas, pero cuando empiezas a hacerlas bien recibes tu chute de dopamina por la propia
satisfacción personal, lo que te motiva para seguir haciéndolo bien independientemente de que
finalmente se reciba o no ese bono.

El efecto Eclipse

Pero hay que tener cuidado con cómo se motiva a los demás ya que si lo hacemos de manera
incorrecta se producirá un gran rechazo.

Si estamos haciendo una tarea y ya estamos motivados de manera intrínseca, es decir estamos
implicados personalmente, y de repente la misma tarea es recompensada por una serie de
reforzadores externos, se puede producir un efecto no deseado. El efecto eclipse es ese efecto no
deseado y es cuando en estas nuevas condiciones la motivación intrínseca llega a ser sustituida
por una motivación extrínseca, o en casos extremos llega a desaparecer cualquier tipo de
motivación.

LA PERSONALIDAD
La personalidad es un patrón de actitudes,
pensamientos y sentimientos recurrentes, que
son más o menos estables a lo largo de la vida de
un individuo y que permiten cierto grado de
predictibilidad respecto a su modo de ser.

Hoy en día entendemos que la personalidad es una


serie de rasgos mentales que permiten distinguirlo
de los demás, y que además son más o menos
fieles a sí mismos a lo largo del tiempo. Sin
embargo, la personalidad puede cambiar, modificarse paulatinamente a partir del tiempo y de las
experiencias vividas.

La personalidad tiene como componentes: temperamento y el carácter.

El temperamento es un fenómeno naturalmente emocional, es decir, que se puede presentar a


causa de factores genéticos o hereditarios, pues los individuos reaccionan de manera rápida e
intensa ante la estimulación ambiental y por tanto su estado puede fluctuar de acuerdo a las
exigencias del medio.

El carácter que es entendido como el grado de organización moral que posee un individuo y que se
fundamenta a través de los juicios de valor y de una evaluación ética que se hace de la
personalidad, depende en gran medida de la propia experiencia de cada individuo, debido a que
cada persona se ve influenciada por diferentes factores que ocurren a su alrededor.

Componentes de la personalidad

Conforme a la escuela y el modelo de pensamiento del psicoanálisis, especialmente de los


estudios de Sigmund Freud (1856-1939), la personalidad de los individuos está conformada por
tres factores importantes que operan en conjunto y por separado:

 El Yo. También conocido como lo consciente o la consciencia, es el componente de


nuestra mente del cual más percepción tenemos, ya que está constantemente diciéndonos
dónde estamos y haciendo qué, o cómo estamos. Ello implica tanto la percepción del
mundo externo, como los pensamientos y el mundo interior. Su función es brindarnos
un Principio de realidad respecto a la existencia.
 El Super Yo. Comprendido como el conjunto de interiorizaciones que definen el «deber
ser» sobre a nosotros mismos, es decir, es la instancia en donde se encuentran grabadas
las leyes existenciales, sociales, culturales, etc., que provienen del exterior, y que sirven
para brindarnos un Principio de perfeccionamiento respecto de nosotros mismos.
 El Ello. Identificado como el inconsciente de Freud (aunque no son sinónimos), se refiere
al contenido bloqueado o reprimido de nuestra mente, que se vincula con nuestras
necesidades primarias y biológicas, como la alimentación, la reproducción, etc. Está
encargado de brindarnos el Principio del placer.

Factores de la personalidad
Conforme al modelo de los Grandes Cinco (Big Five, en inglés), todas las personalidades
están determinadas por una serie de factores que se dan en distinta proporción en cada
individuo. Estos cinco factores son:

 Factor O (de Openness o apertura). Se refiere al grado de apertura que un individuo


presenta respecto a las nuevas experiencias, al cambio y la variedad, e incluso la
curiosidad. Los individuos dotados de gran apertura son inquietos, imaginativos, originales
y deseosos de valores no convencionales. Su polo opuesto lo constituyen sujetos más
conservadores en lo social y en la vida, que prefieren el ámbito familiar y las experiencias
más controladas.

 Factor E (de Extraversion o extroversión). La extroversión se refiere a un alto grado de


sociabilidad y de interés por situaciones sociales, por la compañía de otros y la tendencia a
evitar la soledad. Los individuos extrovertidos requieren de estimulación social constante y
están muy volcados al mundo externo, a diferencia de sus opuestos, los introvertidos, que
le rehúyen a las situaciones sociales, se sienten a gusto en su mundo interior y suelen
valorar la soledad.

 Factor C (de Conscientiousness o responsabilidad). Alude al autocontrol, la


planificación y el compromiso, tanto en la organización como la ejecución de las tareas.
También se la conoce como “voluntad de logro” y los individuos que la poseen en altas
dosis suelen ser los llamados workaholics o adictos al trabajo, que manifiestan altísimos
grados de compromiso con las tareas emprendidas. Por el contrario, sus opuestos son
personas poco confiables y poco comprometidas, informales o laxos con sus
principios morales.

 Factor A (de Agreeableness o amabilidad). Se refiere a las tendencias interpersonales,


específicamente a la empatía y la capacidad de vínculo con el otro. Las personas con alto
nivel de amabilidad tienden a ser consideradas, altruistas, confiadas y solidarias, mientras
que las personas con baja amabilidad tienden a relacionarse de maneras más hostiles.

 Factor N (de Neuroticism o
neuroticidad). Este último rasgo
tiene que ver con la inestabilidad
emocional fruto de ansiedad,
preocupación y percepciones
catastróficas de las cosas, que son
consecuencia de la imposibilidad de
la mente de prever y controlarlo todo.
Las personas con alto nivel de
neuroticidad suelen ser ansiosas,
estresadas, poco sociables, y
pueden incurrir a menudo en
la depresión, la irritabilidad o
la vulnerabilidad. Por el contrario, los bajos niveles de este rasgo tienden a personalidades
más estables, menos preocupadas por el control y más relajadas.
TIPOS DE PERSONALIDAD
TRASTORNOS DE PERSONALIDAD

Los trastornos de personalidad son rasgos de la personalidad que se muestran inflexibles,


desadaptativos, en lugar de contribuir a la adaptación y al desempeño vital. Sabotean el
desempeño social o emocional de los individuos, y a menudo conducen a complicaciones más
serias.

No suelen tener cura o tratamiento fácil, ya que forman parte de la personalidad del sujeto, o
sea, son parte de él.

Los trastornos de personalidad pueden ser muy distintos entre sí y siempre obedecen a
condiciones sumamente particulares del paciente, pero a grandes rasgos pueden resumirse en tres
grupos:

Personalidades excéntricas y raras, como el


Trastorno de Personalidad Paranoide, Trastorno de
Personalidad Esquizoide o Trastorno de Personalidad
Esquizotípico.

Personalidades erráticas, emocionales y teatrales,


como el Trastorno de Personalidad Histriónico,
Trastorno de la Personalidad Antisocial, Trastorno de
la Personalidad Naricisista o Trastorno Límite de
Personalidad.

Personalidades con marcada ansiedad, como el


Trastorno de Personalidad Dependiente, Trastorno de Personalidad Obsesivo-Compulsivo,
Trastorno de la Personalidad Evitativo.

FORMACIÓN DE LA PERSONALIDAD

1. Los primeros momentos

En el momento en que un bebé nace no podemos considerar que tenga una personalidad
marcada, ya que el nuevo individuo no ha tenido experiencias concretas que le hagan ser, pensar o
actuar de una manera determinada. Sin embargo, sí que es cierto que según pasan los días vamos
viendo cómo el niño o niña tiene una tendencia a comportarse de una manera determinada:
por ejemplo podemos observar si llora mucho o poco, cómo se alimenta o si responde al tacto con
miedo o curiosidad.

Estas primeras características forman parte de lo que se viene a llamar temperamento, el cual


forma parte de la constitución innata de la persona y que posteriormente puede ser moldeado
mediante el aprendizaje. El temperamento tiene base biológica y proviene principalmente de la
herencia genética de nuestros antepasados. Siendo un componente vinculado principalmente a la
afectividad, se trata de un componente primigenio que va a actuar como base para la construcción
de la personalidad.

2. Infancia

Según el sujeto va creciendo, va desarrollando poco a poco diferentes capacidades cognitivas y


físicas que le van a permitir captar la realidad, empezar a intentar entender cómo funciona el
mundo y cómo el propio ser puede influir y participar en él. 
Esta etapa se caracteriza por la adquisición de valores, creencias y normas provenientes del
exterior, de una manera inicialmente imitativa y con pocos tintes críticos. La personalidad empieza
a formarse según las características del temperamento van siendo confrontadas a la realidad,
adquiriendo patrones de comportamiento y
maneras de ver mundo y formándose el
carácter.
En esta etapa la autoestima tiende a ser
inicialmente elevada debido al elevado nivel
de atención que se suele prodigar al menor en
el entorno familiar. Sin embargo en el momento
de la entrada al mundo escolar tiende a
disminuir, debido a que se deja atrás el entorno
familiar para entrar en uno desconocido en el
que confluyen numerosos puntos de vista.

3. Pubertad y adolescencia

La adolescencia, el punto en que pasamos de ser niños a ser adultos, es una etapa clave en la
formación de la personalidad. Se trata de una etapa vital compleja en que el organismo se
encuentra en proceso de cambio, al tiempo que se aumentan las expectativas respecto al
comportamiento del individuo y este empieza a experimentar diferentes aspectos y realidades. 
Se trata de un momento vital caracterizado por la necesidad de diferenciarse, siendo frecuente que
aparezca una ruptura o separación respecto a los adultos al cargo y un cuestionamiento
continúo de todo lo que hasta entonces se le ha inculcado.

Se aumenta el número de entornos en los que la persona participa, así como el número de
personas con las que interactúa, propiciando junto a
los cambios hormonales y el aumento en la
capacidad de abstracción propia de la maduración
cognitiva hará que experimente diferentes roles que
le enseñaran que le gusta y que se espera de él o
ella. Se da una potenciación de la búsqueda de
vinculación social y aparecen las primeras
relaciones. El adolescente busca una identidad
propia a la vez que un sentimiento de pertenencia al
entorno social, intentando insertarse como parte de
la comunidad y del mundo.

En esta etapa la autoestima tiende a variar producto de las inseguridades y los descubrimientos
propios de la adolescencia, A través de la experimentación el adolescente va a ir probando
diferentes maneras de ver la vida, quedándose e introyectando algunos aspectos y variando otros.
Se busca una identidad propia, búsqueda que con el tiempo cristaliza en una personalidad
diferenciada.

4. Adultez

Se considera que es a partir de la adolescencia cuando podemos hablar de personalidad


propiamente dicha, habiéndose forjado ya un patrón relativamente estable de conducta, emoción y
pensamiento
.
Esta personalidad aún va a variar a lo largo de la vida, pero a grandes rasgos la estructura va a
ser semejante salvo que suceda algún acontecimiento muy relevante para el sujeto que le empuje
a realizar cambios en su manera de visualizar el mundo.
En relación a otras etapas vitales, la autoestima tiende a subir y en general el auto-concepto del
adulto tiende a intentar acercar su yo real con el ideal, por lo que  la timidez disminuye, en caso
de haber sido elevada anteriormente. Como consecuencia, deja de tener tanta importancia lo que
los demás opinen de uno mismo, y pueden
llevarse a cabo actividades que en etapas
anteriores darían vergüenza.

5. Ancianidad

Si bien en general la personalidad sigue siendo


estable la llegada a la vejez supone la progresiva
vivencia de situaciones como la pérdida de
habilidades, actividad laboral y seres queridos,
cosa que puede afectar en gran medida a nuestra
forma de relacionarnos con el mundo. Se registra
una tendencia a la disminución de la
extraversión y la autoestima.

PLANEAMIENTO ESTRATÉGICO PERSONAL

Planeamiento estratégico es un conjunto de principios y acciones que se consideran en una


organización para definir qué dirección tomar y cómo asignar los recursos disponibles para lograr la
meta propuesta.

Si llevamos este concepto al ámbito personal, podríamos decir que consiste en tener claramente
definido a dónde queremos llegar en períodos de tres a cinco años. Estoy seguro de que si
realizamos una encuesta y preguntamos “¿cuáles son sus planes a mediano plazo?”, la mayoría de
interrogados nos podrá dar una respuesta. Sin embargo, tener una idea de lo que queremos está
muy alejado de tener un plan serio de acción, el cual es parte intrínseca de un planeamiento
estratégico personal.

Según Shanda Miller, “el proceso de crear


su propio plan puede ayudarlo a definir qué
significa el éxito para usted. El éxito
significa diferentes cosas para diferentes
personas. Creo que el éxito se define como
el logro de los objetivos que están en línea
con nuestros valores fundamentales y lo
que es más importante para nosotros”.

El primer paso para formular un plan


estratégico personal es encontrar el tiempo
para hacerlo

Luego hay que tener claros cuáles son los valores con los que nos sentimos más identificados.
¿Qué valoras más en tu vida? Es importante no centrarse en los más obvios y generalmente
aceptados, como familia, salud y felicidad. Recomiendo pensar en otros no tan mencionados pero
que también son muy importantes, como la humildad, gratitud, prudencia y honestidad.

Realizar un análisis FODA (fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas) de nosotros


mismos, pero aquí es muy importante buscar opiniones de terceros que sean sinceras, objetivas e
interesadas en ayudarnos, ya que es muy fácil el autoengaño. Nunca hay que ser juez y parte.

Una vez realizadas estas tareas, estaremos en mejor posición para crear nuestros objetivos. Estos
deberán estar centrados en los valores ya definidos.
Posteriormente se deberá realizar un monitoreo o seguimiento para ver el avanze y mejorar las
posibilidades de éxito.

Crear un plan
estratégico personal
puede ser
transformador, pero
también muy
frustrante si no ha
sido elaborado
profesional y
objetivamente. Es
muy importante
tener la seguridad
de que, aunque las
cosas no estén
saliendo
necesariamente
según lo planeado,
nos estamos
moviendo en la dirección correcta. Finalmente, recuerde que se planifica de arriba hacia abajo;
pero el plan se ejecuta de abajo hacia arriba.

LA INTELIGENCIA

El término inteligencia proviene del
latín inteligentia, que a su vez deriva
de inteligere. Esta es una palabra compuesta
por otros dos términos: intus (“entre”)
y legere (“escoger”). Por lo tanto, el origen
etimológico del concepto de inteligencia hace
referencia a quien sabe elegir: la inteligencia
posibilita la selección de las alternativas más
convenientes para la resolución de un
problema. De acuerdo a lo descrito en la
etimología, un individuo es inteligente
cuando es capaz de escoger la mejor opción entre las posibilidades que se presentan a su alcance
para resolver un problema.
La inteligencia pueden clasificarse en distintos grupos según sus características: la inteligencia
psicológica (vinculada a la capacidad cognitiva, de aprendizaje y relación), la inteligencia
biológica (la capacidad de adaptación a nuevas situaciones), la inteligencia operativa y otras. En
todos los casos, la inteligencia está relacionada a la habilidad de un individuo de captar datos,
comprenderlos, procesarlos y emplearlos de manera acertada. Quiere decir que es la capacidad de
relacionar conocimientos y conceptos que permiten la resolución de un determinado conflicto, es
una cualidad que poseemos los humanos y también los animales, sólo que en el caso de ellos se la
llama erróneamente instinto.

Existen muchos conceptos erróneos acerca de la inteligencia, incluso se han elaborado diversos
conceptos y mecanismos para medir la inteligencia, como el del cociente intelectual o coeficiente
intelectual de los individuos. Sin embargo con ellos sólo se analizan las capacidades de lógica,
matemática y lingüísticas de una persona, obteniéndose resultados poco precisos de la capacidad
verdadera de una persona.

Si se tiene en cuenta el carácter complejo de la inteligencia, el concepto sólo puede ser definido en
forma parcial y para esto se apela a diversos procedimientos y atributos. Hablaremos de lo
planteado por el psicólogo estadounidense Howard Gardner, de la Universidad de Harvard,
quien asegura que la inteligencia puede entenderse como el potencial de cada individuo que
puede advertirse e incrementarse a través de diversos procedimientos, pero que resulta imposible
de cuantificar. A su vez explica los distintos tipos de inteligencia que existen:

-Inteligencia lógico –matemático


-Inteligencia lingüística-verbal
-Inteligencia Visual-Espacial
-inteligencia corporal-cinética
-Inteligencia interpersonal – intrapersonal
-Inteligencia musical
-Inteligencia artificial

INTELIGENCIA RACIONAL es la capacidad de entender, asimilar y elaborar información para


utilizarla en la resolución de problemas. Está ligada a otras capacidades como: percepción,
capacidad de dar y retener información, atención y memoria.
INTELIGENCIA EMOCIONAL es la capacidad de expresar nuestras propias emociones y
percibir las de los demás de
manera justa, haciendo uso de las habilidades sociales (empatía y asertividad, etc.) con el fin de
comunicar, motivar y gestionar el día a día.

Durante mucho tiempo el mayor valor para una empresa lo tenía la inteligencia racional. Poder
medir las capacidades de los empleados, su rendimiento y ser objetivos en la selección de
personal aseguraban éxito a las empresas, pero con el paso del tiempo y el auge de la tecnología y
las redes sociales cada vez es más importante ser
un buen comunicador.

Disponer en la plantilla empresarial de personas con inteligencia emocional da garantía de


resultados ya que suelen generar buen estado de ánimo a su alrededor y sensación de equipo. El
ambiente de trabajo es determinante en el éxito de empresas y proyectos; desarrollar el intelecto
por sí solo no es suficiente, si no se posee inteligencia emocional las empresas terminarán por
relegar a esos empleados a puestos con escaso contacto interpersonal y forma parte del ser
humano el deseo de pertenencia al grupo, así que esos empleados empezarían a verse en
situaciones de insatisfacción laboral y bajo rendimiento.

Las empresas que dan tanta importancia a los conocimientos como a las emociones y su gestión
crean el entorno propicio para el éxito, no solo de las empresas si no de sus empleados a nivel
laboral y personal.

la inteligencia emocional es la capacidad de sentir, entender, controlar y modificar estados


anímicos propios y ajenos, es decir, la definición es interesante porque muestra un proceso,
muchas veces se nos pregunta como tenemos que desarrollar la capacidad de sentir, es una
capacidad dada, que quiere decir que se puede tener una emoción y no sentirla, existen los
mecanismos de defensa, existe el inconsciente psicodinámico, yo puedo tener por diferentes
motivos una emoción que no me es permitida que no es permitida sentir.
para que alcancemos la tan necesaria deseada inteligencia emocional lo primero que tenemos que
reconocer es que no
existen emociones
negativas, que ya llamar
a una emoción negativa
es una forma de
descalificación que ya
está hablando de
nuestra ignorancia
emocional y que nos
perturba en la
posibilidad de
comprenderla y
aprovecharla, podemos
hablar de emociones
más agradables, por
ejemplo si estoy en una
situación en la que me
siento contento, feliz,
puedo sentir alegría, gratitud, son emociones agradables y si estoy en una situación que me siento
amenazado, como un riesgo, un peligro, puedo sentir miedo, puedo sentirme incomodo, enojo,
culpa, pudo sentir envidia, son emociones más desagradables pero no son emociones negativas,
son emociones que nos informan con una información exquisita a cerca de la situación en la que
estamos experimentando en ese momento. Todos los sentimientos y todas las emociones tienen
una razón de ser, ningún sentimiento es malo en sí, simplemente cumple su función.

LOS VALORES
Este vocablo alude a todos aquellos
principios que le permiten a los seres
humanos, mediante su comportamiento,
realizarse como mejores personas; es decir
son esas cualidades y creencias que
vienen anexadas a las características de
cada individuo y que ayudan al mismo a
comportarse de una forma determinada.
Los valores posibilitan la determinación de
nuestras prioridades, y ayudan a encaminar
la vida del ser humano a una autorrealización; estas creencias permiten elegir al hombre entre una
situación u otra, o entre una cosa u otra.

Valores Éticos

Son aquellos patrones de conducta que buscan regular el comportamiento de las personas, posee
una característica universal y se logra durante el desarrollo de la personalidad de cada sujeto.
Por tanto, al hablar de valores éticos se hace referencia directamente a conceptos culturales y
sociales que funcionan como guía en la conducta del ser humano o de una organización. Es
decir, se refiere a las reflexiones ideales, de las reglas socialmente aceptadas y valoradas o
al deber ser.
Por lo tanto, los valores éticos no suelen ser ni universales, ni absolutos, ni tampoco eternos, sino
que evolucionan, así como lo hace la sociedad que los cumple. Son una rama de la filosofía que
analiza las nociones de lo correcto e incorrecto, del bien y del mal, en el ámbito cultural de las
capacidades de una sociedad en un momento determinado, asumiendo los cambios y evolución de
la historia del raciocinio humano y de su meditación en torno de sí mismo.
Ejemplo de valores éticos
 valor de la honestidad.
 Valor de la responsabilidad.
 Valor del respeto.
 Valor de la justicia.
 Valor de la libertad.

Valores Morales

Son aquellos propagados por la sociedad, de una descendencia a otra que, en ciertas


circunstancias, pueden estar establecidos por una ideología religiosa. Los valores Morales son
modificables con el pasar de los años. Estos aluden a aquellos parámetros que posibilitan a cada
individuo a realizarse como mejor persona y que pueden ser desarrollados y perfeccionados por los
mismos a lo largo de la vida.

El valor de la moral está compuesto por un conjunto de creencias y normas que se traspasan


desde la sociedad hasta las personas, con el propósito de que sean respetados y cumplidos. Aquí
se busca sostener y mantener el equilibrio de una conducta adecuada en las personas, para que
de esta forma puedan diferenciar lo malo de lo bueno y lo justos de lo injusto.

Éstos corresponden a las acciones de comportamientos


correctos o incorrectos, permiten diferenciar el bien del
mal, de lo que se debe hacer y lo que no, lo justo de lo
injusto; por ende se puede decir que los valores
involucran nuestros sentimientos y emociones; como por
ejemplo cuando se ama o se valora al amor, se aborrece
el odio, o cuando se está de acuerdo con la paz, no se
debe estar con la guerra, y cuando se valora la libertad
no se es partidario de la esclavitud. Cada individuo
debería identificar cuáles son los valores que se le
inculcaron, y al hacerlo se dará cuenta de lo que realmente es importante para él.

Ejemplo de Valores Morales

 Bondad.
 Generosidad.
 Amistad.
 Compasión.
 Compromiso.

Tipos de Valores

Los tipos que existen en la sociedad se pueden clasificar de acuerdo al escenario cultural
de donde proviene, estos tipos de valores son:

Valores Personales

Son aquellos a los cuales se les estima como fundamentos o normas indispensables para el
levantamiento de nuestra vida, es decir los pilares fundamentales establecidos por sí mismo para
vivir, que pueden variar de acuerdo a la persona. Por esta razón, estas virtudes personales se
encuentran adaptadas a cada individuo y lo cual definen su estilo de vida, personalidad, objetivos,
conducta, etc.
Estas virtudes son variantes en el tiempo según las necesidades o experiencias, y arrancan de la
idea de proceder bajo aquellos hechos que se crean acertados, en este caso los valores incluidos
son: honestidad, respeto, tolerancia y responsabilidad.
Valores Socio-Culturales

Estos son principios que se enfocan en el comportamiento de cada individuo dentro de una
determinada sociedad; con el correr de la historia estos han ido variando de acuerdo a la
sociedad. Los valores culturales y sociales son los cánones absolutos que trabajan y forman parte
de la cultura de una sociedad. Más que un núcleo hegemónico, estos están en constante
yuxtaposición con el resto de los valores.

Estos son adquiridos de forma pasiva desde muy pequeños, ya que son infundidos dentro del
grupo familiar, esta es la manera en que cada individuo tiene su primer contacto con la sociedad.

Valores Familiares

Estos se refieren a todos aquellas normas inmersas o que imperan en una familia, y que
permiten relacionarse entre sí; los valores familiares pasan de generación en
generación definiendo su comportamiento dentro del ámbito familiar. Éste se fundamenta
en la presencia mental, física y espiritual de los miembros de la misma.

Dentro de la familia, las personas aprenden que es la unidad, amor, respeto, los lazos
familiares y el sentido de pertenencia. La amistad como valor fundamental es de gran
importancia porque conforma la base de toda sociedad, así como también lo es el amor.

Valores Espirituales

Son patrones de comportamiento que a través de su práctica permiten que se tenga una relación
con alguna deidad; es decir, generan que exista una conexión con Dios.
El ser humano aprende y desarrolla esta aptitud a lo largo de su vida de acuerdo como va
recibiendo una educación moral, ya que los mismos se transforman en buena conducta y en
costumbres respaldadas por la cultura. La esperanza, la fe, la verdad, la armonía y la caridad son
las cualidades más tratadas por la teología como valores espirituales.

Valores Materiales

Son aquellos valores que le permiten a un individuo la permanencia o estabilidad, relacionándose a


las necesidades básicas existentes tales como la vestimenta, la comida, etc. Por tanto, los valores
materiales brindan un balance de subsistencia al ser humano. Sin embargo, en ocasiones este
valor se vuelve vulnerable debido a que las personas le transforman su sentido Real.

Lo que significa que le dan un valor extra al bien material, lo que se convierte en muchas ocasiones
en algo innecesario, especialmente cuando se busca abarcar un vacío emocional o afectivo con los
bienes monetarios o materiales.

Valores Organizacionales

Son aquellos valores definidos por una determinada organización o empresa inmersos en su
política empresarial; entre los valores organizacionales se pueden describir: el trabajo en equipo, la
justicia, los valores de la democracia, el orden, etc.

Los valores organizacionales son adoptados como dictámenes insustanciales que realmente no
influyen en el desempeño corporativo, pero si se estudian sus alcances reales, un valor
compartido conforma la base de la organización, y crean beneficios para la empresa y los
trabajadores que los ponen en práctica .Los valores principales son aquéllos sostenidos
profundamente y, por lo tanto, son aceptados y compartidos ampliamente por más personas.

LA FORMACIÓN DE VALORES

Comenzamos a tener valores cuando somos niños. Primero aprendemos a tener aprecio por las
cosas que satisfacen nuestras necesidades básicas, pero valoramos especialmente a las personas
que nos las proporcionan. Su comportamiento hacia nosotros se vuelve la principal referencia de lo
que es valioso.

Por esta razón, nuestro carácter y personalidad se


moldea con las actitudes y comportamientos de
las personas que nos crían, bien sea los padres u
otros familiares. Sus conductas tienen el principal
peso de lo que después se convierte en nuestros
principios y creencias personales más
importantes.
Aprendemos a valorar el fondo y la forma de todo
lo que ellos dicen y hacen, así como lo que dejan
de decir o hacer. Cada gesto o comentario tiene
una gran influencia en la formación de nuestro
juicio y aprendemos también a diferenciar la teoría
y la práctica de los valores. Esto último es lo que
más nos marca.
Así que la consistencia y la coherencia en el comportamiento de nuestros padres es lo que le da
solidez a nuestra formación. Si ellos hacen lo que dicen nuestra personalidad será más fuerte que
cuando ellos no practican lo que pregonan.

Más adelante, cuando nos volvemos estudiantes, comenzamos a sentir presiones sociales y
presión de valores diferentes a los nuestros, a través de la relación con otras personas. Se pone a
prueba la fortaleza de los valores que formamos con nuestros padres.

Se suele confundir valores con hábitos, y muchos padres aspiran que el colegio forme los valores
que no fueron formados en la casa. Eso no es posible, simplemente porque el colegio no satisface
necesidades básicas de vida, esa es responsabilidad de las personas que nos crían.
Los maestros, líderes y modelos de valores en el colegio, tienen la posibilidad de reforzar lo
formado en el hogar, pero no sustituirlo. Si las convicciones que se forman en la casa no son
sólidas, pronto se verán expuestas a una intensa competencia social con otras creencias

¿POR QUÉ ES TAN DIFÍCIL FORMAR VALORES?

Porque, a diferencia de las normas, los valores son convicciones.

Son comportamientos que decidimos con gusto y nos producen satisfacción. Las normas las
podemos acatar a pesar de nuestra voluntad, pero los valores tienen el respaldo de nuestra
voluntad. Hemos aprendido su importancia por los beneficios que nos producen, individuales y
colectivos.

Las personas que en nuestras vidas tienen un rol de liderazgo son quienes nos transmiten más
valores. Por eso no es casual que ellas sean nuestros padres, hermanos mayores, abuelos, ciertos
familiares, maestros, compañeros estudiantiles que admiramos, profesores y jefes.

Pero para poder transmitir algo hay que poseerlo, y sólo se transmiten a través del ejemplo práctico
cotidiano de las actitudes y conductas. Es muy poco probable formarlos con grandes explicaciones
o a través de una lista de lo que se considera correcto o incorrecto. La memorización de sus
significados teóricos no garantiza que los valores se pongan en práctica.

VALORES DE LAS PERSONAS

SERVICIO
El valor del servicio habla de nuestro alto sentido
de colaboración para hacer la vida más
placentera a los demás. La persona servicial
ayuda a los demás de manera espontánea, en
una actitud permanente de colaboración. La
persona servicial lo es en el trabajo, con su
familia, lo mismo en la calle ayudando a otras
personas en la búsqueda de un mejor destino.

Las personas serviciales viven continuamente muy atentas, observando y buscando el momento
oportuno para ayudar a alguien, aparecen de repente con una sonrisa y dispuestos a hacernos la
tarea más sencilla. En cualquier caso, recibir un favor hace nacer en nuestro interior un profundo
agradecimiento. Negarse a servirle a los demás, vivir para si mismo, hacerse el loco cuando los
demás necesitan su ayuda es una de las actitudes más atrasadas que experimenta la sociedad
actual.
La persona servicial, ha superado barreras que parecen infranqueables para las otras personas:
– El miedo a convertirse en el que “siempre hace todo”, en el cual, las otras personas,
descargarán parte de sus obligaciones, aprovechándose de su buena predisposición. Ser servicial
no es ser débil, incapaz de levantar la voz para negarse, al contrario, por la rectitud de sus
intenciones sabe distinguir entre la necesidad real y el capricho.

– Muchas veces nos molestamos porque nos solicitan cuando estamos haciendo nuestro
trabajo, o relajados en nuestra casa (descansando, leyendo, jugando, etc).

En estos momentos pensamos ¡Qué molesto es levantarse a contestar el teléfono, atender a quien
llama la puerta, ir a la otra oficina a recoger unos documentos… ¿Por qué “yo” si hay otros que
también pueden hacerlo?

En este sentido, poder ser servicial implica superar estos pensamientos y actitudes, en otras
palabras, quien supera la comodidad, ha entendido que en nuestra vida no todo está en el recibir,
ni en dejar la solución y atención de los acontecimientos cotidianos, en manos de los demás.

RESPONSABILIDAD

Responsabilidad es el cumplimiento de las


obligaciones, o el cuidado al tomar decisiones o
realizar algo. La responsabilidad es también el hecho
de ser responsable de alguien o de algo.
Responsabilidad, se utiliza también para referirse a la
obligación de responder ante un hecho.

Procede del latín responsum, del verbo respondere,


que a su vez se forma con el prefijo re-, que alude a la
idea de repetición, de volver a atrás, y el
verbo spondere, que significa "prometer", "obligarse" o
"comprometerse".

El valor de la responsabilidad

La responsabilidad se considera una cualidad y un valor del ser humano. Se trata de una


característica positiva de las personas que son capaces de comprometerse y actuar de forma
correcta. En muchos casos, la responsabilidad viene dada por un cargo, un rol o una circunstancia,
como un puesto de trabajo o la paternidad.

En una sociedad, se espera que las personas actúen de forma responsable, ejerciendo sus
derechos y desempeñando sus obligaciones como ciudadanos. En muchos casos, la
responsabilidad obedece a cuestiones éticas y morales.
Responsabilidad social

Responsabilidad social es la carga, compromiso u obligación que los miembros de una


sociedad, como individuos o como miembros de algún grupo, tienen entre sí y para la propia
sociedad.

Es un tipo de responsabilidad basada en la ideología y las normas internas de una entidad. La


responsabilidad social puede ser positiva, en el sentido de obligarse a actuar o a realizar algo, y
también puede ser negativa, en referencia a abstenerse de actuar o de realizar algo.
La responsabilidad social empresarial (RSE), también conocida como responsabilidad social
corporativa, es el compromiso y contribución voluntaria y activa de una empresa a la mejora
socioeconómica y ambiental, orientada principalmente al aumento de su competitividad, su
valoración y su valor añadido.

Responsabilidad civil

La responsabilidad civil es la obligación de una persona de reparar un daño a la persona que


lo ha sufrido. La responsabilidad civil puede ser adquirida por contrato (contractual) o estar
estipulada por ley (extracontractual). Cuando la persona que responde por los daños es una
persona diferente al autor, se llama responsabilidad por hechos ajenos.

Responsabilidad solidaria

La responsabilidad solidaria es la obligación o compromiso de una empresa principal de


responder, en caso de que existan deudas del contratista o subcontratista con sus
trabajadores. Este tipo de responsabilidad, por lo tanto, se aplica a varias personas que
responden ante una obligación contraída sin que sea necesaria una declaración de insolvencia del
agente principal. De este modo, el acreedor puede reclamar la deuda contra una o todas las partes
a la vez.

EL RESPETO

Se denomina respeto a
una actitud de valoración que se mantiene hacia
una cosa o persona. Así, es posible hablar
del respeto a las instituciones, a la memoria, a
la familia, etc. El respeto guarda estrecha
vinculación con una actitud de reconocimiento hacia
lo que ese algo o persona representan.
El respeto es una cualidad en una persona cunado
esta hace una justa valoración de los demás

El respeto no sólo se manifiesta hacia la actuación


de las personas o hacia las leyes. También se
expresa hacia la autoridad, como sucede con los alumnos y sus maestros o los hijos y sus padres.

El respeto permite que la sociedad viva en paz, en una sana convivencia en base a normas e
instituciones. Implica reconocer en sí y en los demás los derechos y las obligaciones, por eso suele
sintetizarse en la frase “no hagas a los demás lo que no quieres que te hagan a ti”.

Por el contrario, la falta de respeto genera violencia y enfrentamientos. Cuando dicha falta


corresponde a la violación de una norma o de una ley, incluso es castigada a nivel formal. Este
castigo puede ser una multa económica o hasta el encarcelamiento.

LA PUNTUALIDAD
La puntualidad es una conducta humana que hace que lleguemos puntuales a los lugares, en
el horario exacto pactado con anterioridad. Las personas se valen de ciertos instrumentos para
tener conocimiento de la hora, como los relojes.

La puntualidad, en principio, es una cualidad adquirida por los seres humanos, que es


considerada como la virtud de cumplir con la entrega de
una tarea o cumplir con una obligación, dentro del
tiempo estipulado y totalmente comprometido a la
realización de ésta.

En algunas culturas, el tiempo no es tan


importante como en otras y, por lo tanto, algunas
personas dentro de dichas culturas se encuentran
en la libertad de no cumplir con los plazos, como
así tampoco con los horarios. En estas culturas no
está mal visto llegar tarde a las reuniones, ni
incumplir con los plazos de entrega.

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