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“AÑO DEL BICENTENARIO DEL PERÚ: 200 AÑOS DE

INDEPENDENCIA
UNIVERSIDAD NACIONAL SAN ANTONIO ABAD DEL CUSCO

ESCUELA PROFESIONAL DE ANTROPOLOGÍA

 TEMA: 

MACHU PICCHU AL DESCUBIERTO -


NATIONAL GEOGRAPHIC

DOCENTE: DAVID UGARTE VEGA CENTENO


CURSO: ANTROPOLOGIA Y DESARROLLO II
ALUMNA: GRAILIN YORDANA VENTURA GUERRA
CODIGO: 150811

CUSCO- PERU
MACHU PICCHU AL DESCUBIERTO - NATIONAL GEOGRAPHIC

El Santuario de Machu Picchu, una de las siete maravillas del mundo moderno,
cuenta con más de 600 años de historia, pero sólo a comienzos del siglo XX se
difundió su existencia, cuando el explorador estadounidense Hiram Bingham
publicó el hallazgo de las ruinas incaicas en la revista de la Nacional
Geographic.

Machu Picchu, ciudadela construida durante la época del Imperio Inca, significa
“montaña vieja” y es considerada una de las obras maestras más importantes
para Perú y la región andina por su arquitectura, trabajo de ingeniería y valor
arqueológico. Ubicada en la provincia de Urubamba, a 130 kilómetros al
noroeste de Cuzco, en la cresta del cerro Machu Picchu, sus creadores
supieron reunir piedras y encajarlas armoniosamente en declives montañosos a
2438 metros sobre el nivel del Mar. superficie edificada es aproximadamente
de 530 metros de largo por 200 de ancho. Los arqueólogos dividieron a Picchu,
nombre original, en dos zonas separadas por un muro, un foso y una
escalinata:

La zona urbana donde habitaban la nobleza y los sacerdotes, contaba con 172
edificios que incluyen el barrio Sagrado de Intiwatana, el Templo del Sol y la
Habitación de las Tres Ventanas.

La zona agrícola se encuentra al sur y está formada por conjuntos de terrazas


de cultivo junto a viviendas de la población común.

Una ciudad de piedra construida en lo alto de un istmo sometida a constantes


terremotos y a copiosas lluvias supone un reto para cualquier constructor. El
secreto de la longevidad de Machu Picchu deriva del sistema de drenaje con
129 canales que conducían el agua hacia un foso principal lo cual impidió que
todo el complejo se desmoronara con el transcurso del tiempo. Según las
diferentes investigaciones, Picchu no fue ideada como fortaleza militar. Era un
centro de residencia privado, un lugar de descanso para la nobleza y santuario
religioso. Los caminos de acceso eran prohibidos para el común de la
población y su ubicación era un secreto militar. Los profundos barrancos y
agrestes montañas fueron la mejor defensa natural contra el embate directo y
destructivo de los conquistadores, destacó el arqueólogo cuzqueño Alfredo
Mormontoy, durante las celebraciones del centenario del descubrimiento de la
ciudadela. Se cree que sus habitantes fueron desterrados luego de la captura y
muerte del último inca rebelde Tupac Amaru I en 1572.

Las primeras referencias sobre visitantes en las ruinas de Machu Picchu


indican que Agustín Lizárraga, arrendatario cuzqueño, llegó al santuario el 14
de julio de 1902 guiando a sus compatriotas Gabino Sánchez, Enrique Palma y
Justo Ochoa, quienes dejaron un grafiti con sus nombres en un muro del
Templo de las Tres Ventanas. Además, existen informaciones que sugieren
que Lizárraga había mostrado las construcciones a distintos visitantes desde
1894.

Por su parte, Bingham, profesor norteamericano de historia interesado en


encontrar los últimos reductos incas de Vilcabamba, llegó a Machu Picchu el 24
de julio de 1911 guiado por Melchor Arteaga, otro arrendatario peruano y
acompañado por un sargento de la guardia civil peruana. Al llegar al lugar
encontraron a dos familias de campesinos, los Recharte y los Álvarez, quienes
vivían allí y usaban los andenes del sur de las ruinas para cultivar y hasta
bebían el agua de un canal inca que aún funcionaba. Fue el niño llamado Pablo
Recharte quien guio a Bingham hacia la zona urbana que estaba cubierta por la
maleza.

Si bien es claro que Bingham no descubrió Machu Picchu, en el sentido estricto


de la palabra, porque no se puede descubrir algo que nunca estuvo perdido, es
indudable que tuvo el mérito de ser la primera persona en reconocer la
importancia de las ruinas, estudiarlas científicamente con un equipo
multidisciplinario y divulgar sus hallazgos gracias al auspicio de la Universidad
de Yale, la National Geographic Society y el gobierno peruano. El investigador
norteamericano sustrajo del lugar unas 50.000 piezas arqueológicas entre
restos óseos, momias y objetos decorativos realizados en cerámica y diversos
metales. Todos los elementos fueron llevados al Museo de la Universidad de
Yale, y si bien son reclamados por Perú desde hace varias décadas, recién en
abril del 2011 se logró repatriar el primer lote. Se cree también que entre los
objetos estarían incluidas algunas joyas del tesoro Inca, sin embargo, nunca
fueron halladas. El establecimiento de una Zona de Protección Ecológica en
torno de las ruinas en 1981, la inclusión de Machu Picchu como integrante de
la Lista del Patrimonio Cultural Mundial de la Humanidad por la ONU en 1983,
la adopción de un Plan Maestro para el desarrollo sostenible de la región en
2005 y la elección como una de las nuevas maravillas del mundo en julio de
2007 han sido los hitos más importantes en el esfuerzo por conservar Machu
Picchu y su entorno. Sin embargo, en 2011, la UNESCO estuvo a punto de
incluir al santuario en la lista de sitios en peligro debido al paso de la inmensa
cantidad de turistas que lo visitan diariamente. Ricardo Vega Llona, presidente
de la comisión organizadora de los festejos por los cien años, señaló que se
trata de una ciudadela difícil, con una sola entrada; el turista sólo ve unas 35
hectáreas cuando el santuario ocuparía más de 40. 000.Con la tradicional
ceremonia incaica del Tinkay, el saludo del inca Pachacútec junto a un grupo
de danzantes, dieron inicio a los festejos por el centenario del “descubrimiento
científico” de Machu Picchu.

ANEXO

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