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DÍA DEL DESCUBRIMIENTO DE MACHU PICCHU

El Día del Descubrimiento de Machu Picchu es una conmemoración que recuerda el


descubrimiento de la gran ciudad incaica ocurrida el 24 de julio de 1911.

El gobierno del Perú estableció por decreto gubernamental el 7 de julio como el “Día del
Santuario Histórico de Machu Picchu”, en honor a su nombramiento como una de las
nuevas siete maravillas del mundo moderno ocurrido el 7 de julio del 2007.

Este nombramiento sirve para recordar la importancia del santuario histórico y para
promover el turismo en el país.

LA CIUDAD “PERDIDA” DE LOS INCAS

Una antigua ciudadela de piedra: terrazas esculpidas, edificios de granito y paredes


pulidas que antes formaban parte de sedes religiosas y administrativas eran cubiertas por
siglos de vegetación. Lo que antes había sido la capital del Imperio Inca había sido
abandonado por siglos. Lo cierto es que este lugar espectacular nunca estuvo perdido,
sólo olvidado por los habitantes que vivían a su alrededor.

Agustín Lizárraga fue un peruano proveniente de Cusco quien es considerado como


el Descubridor Oficial del complejo arqueológico de Machu Picchu. Se sabe que en 1902
descubrió los restos de este lugar y que tuvo fallidos intentos de darlo conocer al mundo,
pues no contó con el apoyo del gobierno de turno. Nueve años después, un  24 de julio de
1911, aparece Hiram Bingham, un profesor estadounidense de historia, y llega a Machu
Picchu mientras buscaba Vilcabamba, la ciudad perdida de los Incas. Bingham fue guiado
por un arrendatario de tierras, Melchor Arteaga, y acompañado por un sargento de la
guardia civil peruana de apellido Carrasco. Al llegar, encontraron a dos familias de
campesinos viviendo allí: los Recharte y los Álvarez, quienes usaban los andenes del sur
de las ruinas para cultivar y bebían el agua de un canal incaico que aún funcionaba y que
traía agua de un manantial. Pablo Recharte, uno de los niños de Machu Picchu, guió a
Bingham hacia la zona urbana de la ciudadela cubierta por maleza.

“De repente me encontré parado frente a las paredes de una ruina y casas construidas con
la mejor calidad del arte inca. Las paredes fueron difíciles de ver ya que los árboles y el
musgo habían cubierto las piedras por siglos. Pero en la sombra del bambú y trepando los
arbustos estaban las paredes visibles hechas de bloques de granito blanco cortados con la
más alta precisión. Encontré brillantes templos, casas reales, una gran plaza y miles de
casas. Parecía estar en un sueño “- Hiram Bingham, libro “El descubrimiento de Machu
Picchu”

Bingham quedó muy impresionado por lo que vio. Con auspicios de la Universidad de
Yale, la National Geographic Society y el gobierno peruano comenzó inmediatamente el
estudio científico del sitio. Junto con el ingeniero Ellwood Erdis, el osteólogo George
Eaton, la participación directa de Toribio Recharte y Anacleto Álvarez y un grupo de
anónimos trabajadores de la zona, Bingham dirigió trabajos arqueológicos en Machu
Picchu de 1912 a 1915 período en el que se despejó la maleza y se excavaron tumbas
incas de la ciudad. El conocimiento mundial de Machu Picchu se dio 1913 con la
publicación de un artículo en la revista de National Geographic. A partir de ese momento,
Hiram Bingham pasó a la historia tras ser considerado como el Descubridor Científico
de Machu Picchu.

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