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Aprende lo básico · Unidad 1.

Literatura

El Romanticismo: la revolución de los sentimientos


El Romanticismo es un movimiento artístico que se desarrolla en la primera mitad del siglo xix. Se caracteriza
por exaltar la libertad y los sentimientos en todos los aspectos de la vida..
Características generales del Romanticismo Los temas románticos
Lo románticos son idealistas: sueñan con una sociedad El amor imposible.
justa y generosa, con la belleza y la libertad. La rebeldía y las ansias de libertad.
La furia de la naturaleza.
Están interesados en su propio yo, valoran su forma
La angustia ante el paso del tiempo y la muerte.
particular de percibir el mundo y los sentimientos.
Los ambientes inquietantes y tenebrosos.
Se sienten atraídos por el misterio: la magia, los sueños, La identidad nacional.
la fantasía, el mundo de ultratumba.
Los creadores deben buscar ante todo la inspiración y la
imaginación como fuentes del arte.

José de Espronceda (1808-1842): rebeldía social y libertad creadora


Nació en Almendralejo (Badajoz) en 1808, pero creció en Madrid. Se enamoró de Teresa
Mancha, con quien vivió una apasionada relación y a la que, tras su prematura muerte,
dedicó una de las más hermosas elegías de nuestra literatura. Su rebeldía le hizo participar
en numerosas y peligrosas revueltas políticas.
En el plano literario escribió obras progresistas, exaltadas, llenas de ritmo y fantasía.
Destacan dos extensos poemas narrativos: El diablo mundo, en el que aparece el famoso
«Canto a Teresa», dedicado a su amada; y El estudiante de Salamanca, su obra más
famosa, protagonizada por Félix de Montemar, un personaje pendenciero, mujeriego y
jugador, que termina siendo castigado por sus excesos.

11. Lee el comienzo de El estudiante de Salamanca, de Espronceda.

Era más de media noche, de alguna arruinada iglesia El ruido


antiguas historias cuentan da misteriosos sonidos cesó,
cuando en sueño y en silencio, de maldición y anatema, un hombre
lóbrega, envuelta la tierra, que los sábados convoca pasó
los vivos muertos parecen, a las brujas a su fiesta. embozado,
los muertos la tumba dejan. y el sombrero,
Era la hora en que acaso Súbito rumor de espadas recatado,
temerosas voces suenan cruje y un ¡ay! se escuchó; a los ojos
informes, en que se escuchan un ay moribundo, un ay se caló.
tácitas pisadas huecas, que penetra el corazón, Se desliza
y pavorosos fantasmas que hasta los tuétanos hiela y atraviesa
entre las densas tinieblas y da al que lo oyó temblor. junto al muro
vagan, y aúllan los perros Un ay de alguno que al mundo de una iglesia,
amedrentados al verlas; pronuncia el último adiós. y en la sombra
en que tal vez la campana se perdió.
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a Comenta el ambiente que se describe en el primer bloque de versos. ¿En qué medida es román-
tico?

b ¿Qué sucede en la segunda parte? ¿Estamos ante un misterio?

c En la tercera parte, el asesino huye. ¿Ha cambiado la medida de los versos? Si quieres escuchar las
pisadas del fugitivo, levántate de la silla y comienza a caminar al tiempo que los recitas, ¿marcan
ritmo?

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Gustavo Adolfo Bécquer (1836-1870)


Gustavo Adolfo Bécquer nació en Sevilla. Tuvo una infancia triste: su familia se arruinó y
quedó huérfano a los cinco años. Se fue forjando así su carácter melancólico y tímido.
En 1854 se trasladó a Madrid, donde vivió una vida bohemia, llena de dificultades
económicas.
Es autor de dos obras: Rimas, recopilación de su poesía, con una fuerte carga sentimen-
tal, caracterizada por su lenguaje sencillo y sus estructuras simétricas (paralelismos), y
Leyendas, una colección de relatos fantásticos.

12. Lee esta rima de Bécquer y contesta a las pre- 13. Lee «La ajorca de oro», una de las leyendas de
guntas. Bécquer, y contesta a las preguntas.

Dos rojas lenguas de fuego Ella era hermosa, hermosa con esa hermosura
que, a un mismo tronco enlazadas que inspira el vértigo. Él la amaba; la amaba
se aproximan, y al besarse con ese amor que no conoce freno ni límite.
forman un sola llama; Ella se llamaba María Antúnez; él, Pedro Alon-
so de Orellana. Eran toledanos, y vivían en la
dos notas que del laúd ciudad que los vio nacer.
a un tiempo la mano arranca, Él la encontró un día llorando, y le preguntó:
y en el espacio se entrecruzan «¿Por qué lloras?». María respondió: «Ayer es-
y armoniosas se abrazan; tuve en el templo. Se celebraba la fiesta de la
Virgen. No sé por qué mis ojos se fijaron en la
dos olas que vienen juntas ajorca de oro que tiene en uno de los brazos...
a morir sobre una playa, ¿La ves? parecía decirme. Pues no es tuya...
y que al romper se coronan Tendrás otras; pero esta que resplandece de
con un penacho de plata; un modo tan fascinador... nunca».
¡La Catedral de Toledo! Pedro entró en el
dos jirones de vapor templo. En su mirada inquieta, en el temblor
que del lago se levantan, de sus rodillas, en el sudor que corría por su
y al juntarse allá en el cielo frente, llevaba escrito su pensamiento. Todo
forman una nube blanca; alrededor se revestía de formas quiméricas y
horribles; todo era tinieblas o luz dudosa, más
dos ideas que al par brotan, imponente aún que la oscuridad. Solo la Reina
dos besos que aun tiempo estallan, de los Cielos parecía sonreír en medio de tanto
dos ecos que se confunden... horror. Cerró los ojos para no verla, extendió la
eso son nuestras dos almas. mano y le arrancó la ajorca de oro. Solo resta-
ba huir, huir con ella; pero para esto era preciso
abrir los ojos, y Pedro tenía miedo de ver, de
a Escribe el tema del poema. ver la imagen.
Al fin abrió los ojos y un grito agudo salió de
sus labios. La catedral estaba llena de estatuas,
estatuas que habían descendido de sus huecos
y ocupaban la iglesia y lo miraban con sus ojos
sin pupila.
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Cuando al otro día los dependientes de la igle-


sia lo encontraron al pie del altar, tenía aún
la ajorca de oro entre sus manos, y al verlos
b Explica la metáfora que desarrolla cada una exclamó con una estridente carcajada: «¡Suya,
de las cuatro primeras estrofas y las cua- suya!». Estaba loco.
tro metáforas que se acumulan en la última.
¿Crees que esta estrategia permite que la a ¿Quiénes protagonizan la leyenda? ¿Dónde
tensión aumente al final? viven? ¿Se mezcla de algún modo fantasía y
realidad?

b ¿Crees que María envidia de algún modo a


la Virgen? ¿Compite con ella? Justifica tu
respuesta.

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c ¿Qué se propone Pedro? ¿Por qué crees que e Subraya algunos de los paralelismos que dan
actúa de este modo? ritmo al texto.

d Comenta el ambiente lúgubre de la catedral,


¿es propio del Romanticismo?

f ¿Qué papel juega el mundo sobrenatural en


el relato? ¿Cómo es castigado Pedro?

g ¿Cuál crees que es el mensaje de la leyenda?

Rosalía de Castro (1837-1885), la poeta del Rexurdimento


Nació en Santiago de Compostela. Su carácter melancólico y dolorido se refleja en su
poesía que gira en torno a tres temas: 1 la idealización de Galicia (exaltación de la cul-
tura y el paisaje gallegos), 2 la crítica social (denuncia de las desigualdades y de la dolo-
rosa emigración del pueblo gallego por razones económicas), 3 el pesimismo existencial
(la angustia de vivir, la soledad y la falta de esperanza).
Rosalía escribió dos obras en gallego: Cantares gallegos y Follas novas, contribuyendo
de este modo al Rexurdimento, el renacimiento de la cultura y la lengua gallegas durante
el siglo xix, que habían permanecido olvidadas desde la Edad Media. También es autora
de un poemario en castellano: En las orillas del Sar.

14. Lee la siguiente composición y contesta a las c Explica por qué el texto desprende un tono
preguntas. de pesimismo romántico.

Yo no sé lo que busco eternamente


en la tierra, en el aire y en el cielo;
yo no sé lo que busco, pero es algo
que perdí no sé cuándo y que no encuentro,
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aun cuando sueñe que invisible habita
en todo cuanto toco y cuanto veo.
Felicidad, no he de volver a hallarte,
en la tierra, en el aire ni en el cielo,
¡aun cuando sé que existes d Resume el contenido del texto en una línea.
y no eres vano sueño!

a ¿Tiene este poema un tono elegiaco?

b ¿A quién se dirige la autora?

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Don Juan Tenorio, de José Zorrilla (1817-1893)


El vallisoletano José Zorrilla es el autor de la obra teatral más representada de la historia
de la literatura española: Don Juan Tenorio. Su protagonista es el símbolo del seductor.
No teme a nada ni a nadie: deshonra a las mujeres, lleva orgulloso la cuenta de cuantos
han caído muertos bajo su espada, desafía a los difuntos y al mismísimo Dios. Sin embar-
go, cuando conoce a doña Inés, la inocencia de la joven transforma su corazón y, quien
parecía destinado al infierno, se arrepiente y se redime.

16. Lee este fragmento de Don Juan Tenorio y contesta a las preguntas.

Al final de la obra, Don Juan acude a la sepultura de su amada Doña Inés, que ha muerto con el corazón
roto después de que el seductor matase a don Gonzalo, su padre, y huyera abandonándola. El fantasma
de don Gonzalo acompañado de decenas de espectros advierte al protagonista de que tiene sus horas
contadas.

Don Gonzalo: Aquí me tienes, don Juan, la virtud escarnecí


y he aquí que vienen conmigo y a la justicia burlé,
los que tu eterno castigo y emponzoñé cuanto vi y
de Dios reclamando están. pues tal mi vida fue,
Don Juan: Pavor jamás conocido no, no hay perdón para mí.
el alma fiera me asalta, Don Gonzalo: Adiós, don Juan; ya tu vida
y aunque el valor no me falta, toca a su fin, y pues vano
me va faltando el sentido. todo fue, dame la mano
Don Gonzalo: Eso es, don Juan, que se va en señal de despedida.
concluyendo tu existencia, Don Juan: ¡Aparta, piedra fingida!
y el plazo de tu sentencia Suelta, suéltame esa mano,
está cumpliéndose ya. que aun queda el último grano
Don Juan: ¿Y qué es lo que ahí me das? en el reló de mi vida.
Don Gonzalo: Aquí fuego, allí ceniza. Suéltala, que si es verdad
Don Juan: ¡Fuego y ceniza he de ser! que un punto de contrición
Don Gonzalo: Cual los que ves en redor: da a un alma la salvación
en eso para el valor, de toda una eternidad,
la juventud y el poder.. yo, Santo Dios, creo en ti:
Don Juan: Ceniza, bien; ¡pero fuego! si es mi maldad inaudita,
Don Gonzalo: El de la ira omnipotente tu piedad es infinita...
do arderás eternamente ¡Señor, ten piedad de mí!
por tu desenfreno ciego. Don Gonzalo: Ya es tarde.
Don Juan: Tarde la luz de la fe Doña Inés: ¡No! Heme ya aquí,
penetra en mi corazón, don Juan: mi mano asegura
pues crímenes mi razón esta mano que a la altura
a su luz tan solo ve. tendió tu contrito afán,
¡Ah! Por doquiera que fui y Dios perdona a don Juan
la razón atropellé, al pie de mi sepultura.
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a Comenta el ambiente de la escena. ¿Es pro- d D on Gonzalo toma la mano de don Juan
pio del Romanticismo? para llevárselo a los infiernos, ¿qué ocurre
entonces?

b ¿Qué significa la ceniza y el fuego que don


Gonzalo presenta ante don Juan?
e Parece que el arrepentimiento de don Juan
llega tarde, ¿es así? ¿Quién aparece en el
c ¿En qué versos resume don Juan cómo ha momento decisivo?
sido su vida? ¿A qué conclusión llega?

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