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TRABAJO SOBRE EL PROCESO DE LA INCURSIÓN EN E-COMMERCE, UNA

NECESIDAD EN TIEMPOS DE COVID 19 PARA MIPYMES

Nathalie Stephanie Godoy fuerte, Manuel Alejandro Moreno Vera, Camila Andrea Osorio
Rojas
Facultad de Ciencias Administrativas, Económicas y Contables, Administración de

Empresas.

Universidad de Cundinamarca.

Nota del autor

Nathalie Stephanie Godoy fuerte, Manuel Alejandro Moreno Vera, Camila Andrea Osorio
Rojas, Facultad de Ciencias Administrativas, Económicas y Contables, Universidad de
Cundinamarca.
La correspondencia relacionada con este documento debe ser dirigida al docente

Héctor Adolfo Ochoa Martínez, Universidad de Cundinamarca, Sede Fusagasugá, Dg 18

# 20 – 29
INCURSIÓN EN E-COMMERCE, UNA NECESIDAD EN TIEMPOS DE COVID 19 PARA MIPYMES

Las sociedades y los seres humanos como muchos otros elementos que se encuentran dentro del
planeta están en constantes cambios que se pueden dar por múltiples factores, sólo para dar un
ejemplo podemos decir, que se encuentra el cambio climático, socioculturales, alimenticios,
económicos, industrial, sistemático y hasta religiosos; Esos cambios generan un viraje en cuanto al
manejo que se deba dar para combatir las consecuencias negativas generadoras de las nuevas
formas que afectan las estructuras anteriores, viéndose con ello comprometidas renglones del
conglomerado social como lo sería la economía, la salud, la industria las empresas y en fin el
desarrollo de la humanidad.

Es un suceso comprobado que la pandemia del COVID-19 nos trajo grandes cambios a todos; en
especial, nos hizo replantear muchos aspectos a nivel personal y en conjunto. De hecho, generó
nuevas necesidades en esta sociedad ya globalizada como el hecho de llevar nuestras vidas
estrictamente a través de la tecnología para seguir realizando actividades diarias, anteriormente
esto era una opción.

El objetivo del presente escrito es mirar como el comercio digital, crea una nueva forma de hacer
empresa, él mismo contribuye con el desarrollo tanto de las compañías como de la sociedad;
Dándole a los consumidores una manera fácil y rápida de adquirir los productos que necesitan, así
como poder observar la diversidad de productos y servicios que puede adquirir desde la comodidad
de su hogar o del sitio donde realicen sus actividades diarias y cotidianas, disminuyendo gastos,
dándole un mejor manejo de su tiempo y por ende generando una mejor calidad de vida.

En materia económica y empresarial, también se tuvo que innovar la manera en afrontar la


situación en cuestión. Muchas pequeñas y medianas empresas se vieron obligadas a cerrar ya que
su modelo de negocio se realizaba únicamente de manera presencial. Otras en cambio, percibieron
al comercio electrónico como una solución esencial para seguir llevando a cabo su objeto social
ampliando, con ello su campo de acción y cobertura e incluso generando nuevas formas desarrollar
su objeto social a partir de esta nueva manera de ver la empresa, forjar un nuevo emprendimiento
capaz de cubrir las necesidades de sus consumidores y de sí mismos.

Siendo conscientes los gobernantes, los legisladores y las instituciones de la necesidad e


importancia que tienen la modernización de la sociedad y su estructura, surge la imperiosa
necesidad de hacer uso de los medios tecnológicos disponibles a nivel mundial, esenciales para
garantizar el desarrollo de la economía, la industria y la comercialización de los distintos productos
que circulan por el mercado y de esta manera suplir las necesidades de la sociedad, las cuales
también ha sufrido un cambio drástico tras la llegada y expansión por todo el mundo del COVID-19.

En Colombia, la legislación abarca un gran número de leyes que reglamentan las operaciones
realizadas en el comercio electrónico. Con la expedición Ley 527 de 1999, se podrá decir, que se
impulsó y legalizo el comercio electrónico; desaparecieron las brechas entre productores y
consumidores; se disminuyeron incluso los costos y gastos tanto para el productor como para el
consumidor; se crearon las pautas y los lineamientos para reconocer los mensajes de datos como
documentos capaces de cumplir con las funciones y requisitos del documento de papel, fue así
como se le reconoció jurídicamente su validez, eficacia, autenticidad como medio de prueba y su
capacidad probatoria.

En esta oportunidad se traerán a colación los artículos que consideramos más relevantes de la ley
527 de 1999 que deben conocer nuestros lectores sobre la reglamentación del acceso, uso de
mensaje de datos y firmas digitales para que así puedan incursionar en este ámbito a sus
emprendimientos y llevar a cabo adecuadamente sus operaciones.

Según esta ley, el comercio electrónico abarca toda relación comunicada de índole comercial por
medios electrónicos, sea o no contractual, estructurada a partir de la utilización de uno o más
mensajes de datos o de cualquier otro medio. Es por ello, que la correcta utilización de mensajes
de datos y firmas digitales es determinante en el manejo de los procedimientos de las
organizaciones.

Como lo indica el artículo 9, la integridad de un mensaje de datos consiste en conservarlo


completamente y sin alteraciones salvo algún endoso adicional o un cambio inherente. Es un
aspecto relevante a tener en cuenta ya que en caso de tener algún percance con la contraparte y
tener que llevar alguna situación a instancias legales, podemos vernos beneficiados frente a alguna
irregularidad, si cumplimos con los parámetros establecidos.

Ahora bien, en cuanto a la correcta comunicación entre las partes, hay que tener en cuenta que el
iniciador debe ser él mismo o delegar a terceros y que dicha comunicación debe realizarse en los
parámetros acordados entre las partes. Además de ello, el destinatario como lo indica el artículo
18, podrá actuar en consecuencia a lo que quería indicar el iniciador en un principio, si así fue
concebido por ambos, si esto no sucede, el destinatario no tendrá derecho a proceder en
consecuencia si hubiera evidenciado algún error en el mensaje recibido. Por ello siempre se deben
estipular las reglas de juego entre las partes desde el inicio para evitar los contratiempos, mal
entendidos, discordias, conflictos y quizás retrasos que se pueden generar en la negociación.

Las entidades de certificación juegan un papel importante en la emisión de firmas certificadas y de


la conservación de mensajes de datos para los suscriptores, por ello deben de cumplir los deberes
que se estipulan en el artículo 32 para proveer un servicio de confianza y de calidad, en el caso de
no cumplirse alguno de estos deberes o aplicarlos incorrectamente supone un riesgo para el
suscriptor en cuanto a la filtración de información o suplantación de identidad.

De igual forma es de suma importancia conocer las formas de revocar las certificaciones de las
firmas digitales según lo dicta el artículo 37, ya sean por problemas del suscriptor (pérdida de la
clave pública, muerte, liquidación si se trata de una persona judicial), o problemas de las entidades
de certificación (registro de datos incorrectos o falsificados, cese de actividades de la misma), esto
con el fin de evitar la vulneración de seguridad en la información del suscriptor y de no llegar a
situaciones legales que comprometan a ambas partes.

Como se puede observar la ley 527 de 1999, es una norma que surgió y fue expedida en Colombia
con mucha antelación a la llegada de la pandemia; resulta paradójico que se haya necesitado la
aparición de un de un virus tan grave, para que se empezará a implementar y aplicar la
normatividad relativa a la economía electrónica; Quizás donde no hubiera hecho su aparición la
pandemia la ley estaría llamada a desaparecer debido a su no utilización, sin embargo se hace
preciso notar, que afortunadamente ya existía legislación al respecto del comercio digital, siendo
ello la causa que las empresas hubiesen implementado esta nueva forma de hacer negocios de
una manera pronta y ágil. Para nadie es un secreto que si bien es cierto, la nueva manera de hacer
negocios contribuye al bienestar general y al del planeta, no deja de intriga el por qué, esta forma
de Comercio tardó más de una décadas, después de su promulgación para lograr su desarrollo y
auge dentro de nuestra sociedad.

Dicha factura electrónica es obligatoria y estaba obligada a expedirla todas las personas o
entidades que tengan la calidad de comerciantes, que ejerzan profesiones liberales o presten
servicios inherentes a estas, o enajenen bienes producto de la actividad agrícola o ganadera;

La Dirección De Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN), entidad gubernamental encargada de


recaudar los impuestos a nivel Nacional, no siendo ajena con el cambio de los tiempos y la llegada
de la tecnología al sistema financiero, la economía mercantil y del comercio tanto Nacional como
Internacional; expidió una resolución a través de la Dirección General de la Unidad Administrativa
Especial, por medio de la cual señaló los sujetos obligados a expedir facturas electrónicas de venta
con validación previa a su expedición, así como estableció el calendario para su implementación,
fijando la tabla de porcentaje máximo que podrá soportar el contribuyente sin la necesidad de la
factura electrónica.

La factura electrónica es un mecanismo digital que entra a suplir la antigua factura cambiaria de
compraventa, que tendrían qué expedir todas aquellas entidades empresas y/o comerciantes que
vendan o comercialicen bienes y servicios de los cuales como agentes retenedores debería
facturar el respectivo impuesto a la DIAN; Los requisitos, condiciones y procedimientos
establecidos por la Dian para que entre en circulación la factura electrónica deben ser regulados
por el Gobierno Nacional e incluso ser sometido a control de legalidad ante las altas Cortes, en
aras de evitar que sean conculcados los derechos fundamentales de los ciudadanos, que por Ley y
por principio de pertenencia con el Estado deben contribuir con sus impuestos.

Dentro de los requisitos de validez de la factura electrónica, se encuentra el reconocimiento


tributario y esto no es otra cosa, que todas las facturas electrónicas deben ser validadas previa a
su expedición por la Dirección De Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN), lo cual se realizará de
manera directa por la entidad o por intermedio de un proveedor autorizado por ésta.

A manera de conclusión, se podría decir, cómo lo enseñaba ese adagio popular, que no hay mal
que por bien no venga y si bien es cierto la pandemia, ha sido nefasta para la sociedad; la misma
ha contribuido para que las empresas, el comercio, las economías y los consumidores se
reinventen; allí en esa nueva manera de ver las cosas, es que la economía digital ha logrado que
se pongan los ojos en ella y de esta manera ha conseguido no sólo su desarrollo como una nueva
forma de hacer negocios; sino que además, ha contribuido con el bienestar de las personas,
sociedades e incluso con el planeta, ya que los niveles de contaminación ambiental han disminuido
ampliamente gracias a la disminución en la circulación de factores contaminantes que la sociedad
de consumo y las compañías producían a diario en cantidades alarmantes; esto también ha servido
para crear conciencia en la humanidad de la necesidad de modificar varios estándares y/o patrones
de conducta que a la postre estaban siendo perjudiciales para todos.

También se puede concluir, que la factura electrónica es un medio tecnológico utilizado por el
Estado para facilitarle al contribuyente llegar de una manera más rápida y fácil, a efectuar la
facturación que por Ley siempre ha tenido que hacer, de los productos que comercializa; esta
nueva manera de facturación, no sólo facilita que el contribuyente realice sus actividades
comerciales con menos traumatismos y tramitología, sino que también le permite al Estado regular
más fácilmente el recaudo de impuestos y la vigilancia que debe ejercer en la comercialización de
los productos, bienes y servicios que se ofrecen, circulan, se producen y distribuyen en el territorio
Nacional.

En el tema de la economía digital, por estarse hasta ahora incursionando de lleno en el mismo,
queda mucho por aprender y por corregir, en temas como la expansión del comercio y la seguridad
de los canales digitales; pues no hay que olvidar que así como las economías buscan su desarrollo
y expansión, existen factores externos que buscan destruirla y apropiarse de los recursos tanto de
las empresas como de los consumidores; Es por ello que se hace necesario mejorar en aspectos
de seguridad para evitar ataques cibernéticos que afectaría a la estructura de la economía digital,
frente a ello las leyes deben ser más garantista, protectoras y drásticas.

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