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Vida profunda

En el día de reflexionaremos en torno a la vida profunda, a ese tipo de espiritualidad que no


es un escapismo a la realidad. En la cultural actual cuando piensa en espiritualidad su
definición esta cargada de fetichismo y de pensamiento mágico pero en las Escrituras
bíblicas se comprende espiritual como alguien sujeto al Espíritu, que da a conocer con su
conducta que Dios habita en él. La vida profunda en la que vivimos no es un recetario de
formas y posturas inflexibles a la hora de acercarnos a Dios. Entonces ¿Que es la vida
profunda? Es una vida que esta de manera ininterrumpida conectada al Señor como centro.
Es una vida que esta unida a Dios mediante su Palabra y hace esa Palabra viva y real en el
mundo que le ha tocado vivir. Dos cosas importantes que reflexionaremos en este Sermón,
Palabra de Dios y sociedad, es decir una Palabra encarnada (que se hace carne) que vive la
realidad, que no es ajena a su contexto y que nada de lo que es humano le puede ser ajeno a
su servicio. Es el tipo de vida profunda que vivió Jesús.

El Evangelio de Juan 1:1-4 y 14 nos dice “ En el principio ya existía el Verbo, y el


Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios. 2 Él estaba con Dios en el principio. 3 Por
medio de él todas las cosas fueron creadas; sin él, nada de lo creado llegó a existir. 4
En él estaba la vida, y la vida era la luz de la humanidad” y v.14 “Y el Verbo se hizo
hombre y habitó entre nosotros. Y hemos contemplado su gloria, la gloria que
corresponde al Hijo unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad” otras versiones
traducen “En el principio la Palabra ya existía. La Palabra estaba con Dios, y la Palabra era
Dios. 2 El que es la Palabra existía en el principio con Dios. 3 Dios creó todas las cosas por
medio de él, y nada fue creado sin él. 4 La Palabra le dio vida a todo lo creado, y su vida
trajo luz a todos...v.14 ... Entonces la Palabra se hizo hombre y vino a vivir entre nosotros”

¿Que quieren decir estos versículos ? el tema principal es la Encarnación junto con la
venida de este Verbo a la tierra (Jn.3:16) El Evangelista Juan esta escribiendo sobre un
nuevo comienzo, un nuevo principio, una nueva creación eso nos recuerdan el v.1. el Verbo
aquí mencionado existía antes de todas las cosas, antes de la creación por lo tanto está por
encima del tiempo. Este Verbo nos dice el prologo que estaba “cara a cara con Dios” ¿y
quien puede estar así delante de Dios sin caer muerto? Entonces ¿quien es este Verbo?
Porque lo que Dios era, el Verbo también lo era, Juan esta diciendo que el Verbo es Dios.

En los primeros siglos había un movimiento llamado el gnosticismo que le daba valor a lo
espiritual, a lo místico, a lo que ellos consideraban puro. En su definición del Verbo, de lo
que significa el Verbo encontramos por lo menos dos explicaciones: el pensamiento de una
persona o la expresión del pensamiento de una persona, es decir “un discurso” y la otra
muy griega, el Verbo es un principio omnipresente, el principio racional del universo, una
fuerza creadora. El Evangelista trabaja con estas definiciones, se mete en el mundo de los
pensadores pero lo sorprendente es lo que dice el v.14, es ahí donde explica quien es el
Verbo, dice “Y el Verbo se hizo hombre y habitó entre nosotros” o “Entonces la
Palabra se hizo hombre y vino a vivir entre nosotros”. Si deseamos tener una vida
profunda en Dios debemos imitar a Jesús, debemos meternos en el mundo y debemos tener
una Palabra que decir.
La vida profunda en Dios como hemos dicho debe esta conectada con La Palabra, con las
Escrituras con la doctrina bíblica y digo bíblica porque de ella nos nutrimos para
alimentarnos, el alimento que recibimos y entregamos debe venir exclusiva y primeramente
de Dios, no entregamos nuestra propia palabra sino la que escuchamos en las Escrituras y a
la que respondemos con fe, la predicación y la doctrina de hoy debe recobrar ese sentido
bíblico, debemos escuchar un poco mas al texto, la Palabra, esta será “una tarea descriptiva,
histórica, que trata de determinar cuál fue la teología de los autores bíblicos mismos”1
primero escuchamos a Dios en su Palabra con profunda meditación y reflexión, no
oscureciendo el texto con alegorías sino clarificando y actualizando ese mensaje para
vivirlo en el presente que nos toca vivir, debemos interpretarla y hacerla comprensible o
sino ese mensaje se trasformará en una pálida abstracción de palabras que nada tiene que
ver con la vida de la comunidad de fe, que es la Iglesia.

Como creyentes respondemos a la Palabra que Dios pronunció y recordemos que esa
Palabra se hizo carne en la persona de Jesús (Jn.1:14) entonces cuando escuchamos el
testimonio de estos testigos no estamos ni oyendo ni a un Jesús histórico o Cristo de la fe
estamos ante el testimonio de personas reales que conocieron, escribieron y proclamaron lo
que vieron y vivieron, es decir, vieron a la Palabra-el Verbo, vivir y mostrar visiblemente
esa Palabra ¿Por qué digo esto? Porque deseo el mayor respeto posible a ese texto inspirado
que hemos recibido y que cuando lo hemos interpretado bien ha sido de profunda
bendición, ¿Cual es la ventaja de los testigos bíblicos, de aquellos que vieron y
experimentaron a la Palabra? (con mayúscula) K. Barth que es uno de los mas importantes
teólogos de este ultimo tiempo ha dicho asertivamente “la teología no puede situarse en
modo alguno por encima de los testigos bíblicos. El teólogo posbíblico poseerá
seguramente mejores conocimientos de astronomía, zoología, psicología, fisiología,
etcétera que aquellos testigos bíblicos. Pero en lo que respecta a la palabra de Dios, el
teólogo no tiene justificación alguna para comportarse, en relación con tales testigos, como
si poseyera mejores conocimientos que ellos acerca de la Palabra…incluso el más pequeño,
el más extraño, el más sencillo o el más anónimo de los testigos bíblicos tiene una
incomparable ventaja acerca de la Palabra reveladora, por encima incluso del más piadoso,
del más docto y del más sagaz de los teólogos posteriores”2 entonces cuando hablamos de
una doctrina que sea bíblica no estamos comentando nada extraño, decimos sencilla y
llanamente que la Palabra debe hablarnos para hablar a nuestra iglesia local.

¿Que le diremos al mundo, que Palabra entregaremos, que tenemos que decir? El creyente
que esta en la iglesia, que conoce las realidades de los hermanos sabrá dar esperanza, no
caerá en la fantasía ni en un escapismo que elude los graves problemas sociales y políticos,
dejamos de ser pertinentes cuando no sabemos conectar la Biblia, la doctrina o
conocimiento escritural o bíblico (como quiera llamar su saber de la Biblia) y sociedad, es
peligro dejar ciertos temas contingentes al arbitrio personal, sin dialogo o sin discusión
comunitaria eclesial porque con eso le estamos diciendo que los únicos canales validos de
información son la Redes sociales, la radio y la televisión, el llamado príncipe de los
predicadores Charles Spurgeon decía “Solo los tontos creen que política y religión no se
discuten. Por eso los ladrones siguen en el poder y los falsos profetas siguen predicando”.
Llevamos una vida profunda en Dios cuando damos esperanza, cuando reconocemos la
1
Brevard S. Childs, Teología Bíblica del Antiguo y del Nuevo Testamento, 2011:17
2
Karl Barth, Introducción a la Teología Evangélica, 2006:51
realidad que vivimos, cuando no nos ladeamos ni por un lado ni por el otro en nuestras
opiniones, es necesario que los creyentes hoy mantengamos la objetividad en estos temas,
nuestra labor y compromiso es con la Palabra, con las Escrituras divinamente inspiradas por
Dios.

Una vida profunda no es escapista, enfrenta la realidad, la reconoce tal cual es por dura que
sea, y a pesar de todo da esperanza, porque se refugia en esa Palabra inspirada por el Señor.

Hoy aludo al mensaje de esperanza del Evangelio, porque la Palabra se hizo carne, vino y
habito entre nosotros y en tanto que seguimos con esta Pandemia por ahí pululan mensajes
de juicio, se levantan pseudos profetas, y una visión apocalíptica aterradora como si el fin
del siglo hubiera comenzado justo ahora, nada mas contrario a las Escrituras que nos dicen
que el fin de esta era comenzó con la irrupción, con la venida del Hijo, Hebreos 1:1-2 dice
que “Dios, que muchas veces y de varias maneras habló a nuestros antepasados en otras
épocas por medio de los profetas,  en estos días finales nos ha hablado por medio de su
Hijo” hace dos mil años que estamos en los días finales y desde entonces estamos
expectantes a la espera del advenimiento del Hijo de Dios, esperamos con esperanza, como
dirá Tito 2: 3 “la bendita esperanza es decir, la gloriosa venida de nuestro gran Dios y
Salvador Jesucristo” en el mensaje de hoy, año 2021 quisiera mas que nunca que este tema
no fuera un apéndice, un tema a no tocar, se ha dicho repetidas veces que debemos tener
cuidado con la escatología y en esa preocupación hemos dejado que la iglesia siga
educándose por otros medios, especialmente por predicadores que suben sus mensajes a
plataformas como YouTube, J. Moltmann, el teólogo de la esperanza escribía “las
doctrinas acerca de este final llevaban una vida peculiarmente estéril, situadas al final de la
dogmática cristiana. Eran como un apéndice suelto, como algo apócrifo, carente de toda
importancia esencial”3.

Deseo terminar recordando que el Señor ha salido al encuentro de su iglesia todas las veces
que esta le ha buscado de corazón y ha dicho “ Si me buscan de todo corazón, podrán
encontrarme. Sí, me encontrarán—dice el Señor” el Señor nos ha llenado de ese
apasionamiento por lo posible (Kierkegaard), la esperanza de nuestros pulpitos debe ser
expectación de aquellas cosas que están verdaderamente prometidas por Dios. ¡Que
podamos vivir una vida profunda en Dios, arraigada cuales raíces de un árbol a la tierra!
Que vayamos al mundo a anunciar la Palabra, esa Palabra que no quedó encerrada en el
cielo sino que vino y se metió en este mundo, el mundo que tanto ama Dios.

3
Jürgen Moltmann, Teología de la Esperanza, 2006:19

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