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Nota: Los apellidos de los personajes que coincidan en muchos casos son por el hecho de que

sean apellidos comunes, no porque posean lazos sanguíneos.

Tang San - Lan Zhan, Lan Wangji

Xiao Wu – Wei Ying, Wei Wuxian

Dai Mubai – Jiang Cheng

Zu Zhuqing – Wen Qing

Ma Hongjun – Wen Ning

Ou Sike – Nie Huaisang

Tang Hao – Lan Qingheng

Dashi – Jiang Fengmian

Ning RongRong – Jin Zixuan

Lan De (presidente de Shi Lanke) – Nie Mingjue


Xiao Chenyu (hijo del gobernador) – Wen Xu

Liu Long (asistente de Xiao Chenyu)– Wen Chao (en la adaptación será hermano menor de
Wen Xu)
Ling Feng (guardaespaldas del gobernador) – Wen Zhuliu

Wang Sheng - Su She


Su Yuntao – Lan Qiren
Prólogo
Un mundo donde cada persona posee un espíritu marcial; pueden ser armas, plantas o
bestias. Los humanos son codiciosos, por lo que para ganar más poder asesinan a otros seres
vivos.

Las bestias espirituales; criaturas de diversas formas y apariencias. Son seres vivos que poseen
energía espiritual, por lo que la humanidad los caza para obtener sus “aros” de espíritus. A
estas personas se les conocen como “maestros espirituales”. Mientras más aros de espíritus
tenga una persona, más poder presenta; la cantidad de años de las bestias también influye en
esto.

Un “aro blanco” es de una bestia espiritual de más de una década de vida.

Un “aro amarillo” es de una bestia centenaria.

Un “aro púrpura” es de una bestia de más de un milenio.


Un “aro negro” es de una bestia de un millón.

Un “aro rojo sangre” es de una bestia de cien millones de años.

Las bestias espirituales al alcanzar los cien millones de años adquieren forma humana; sus
aros son los más poderosos entre todos por lo que son los más deseados.
Lan Zhan, cortesía Lan Wangji; hijo de un herrero en una aldea remota desde pequeño ha sido
inculcado con las Técnicas del Registro XuanTian por su padre, Lan Qingheng, aunque
desconoce el motivo de que le enseñaran estas.
La vida siempre trae sorpresas. ¿Cuántos obstáculos traerá el destino esta vez? Después de
todo “Cada mal tiene su bien”.
Capítulo#1 – Espíritu marcial
En una pequeña cabaña rodeada de bosque, se encontraba un joven chico de piel hecha de
jade; estaba en los brazos de Morfeo. Su respiración poco a poco aumentaba…alguien le
hablaba.

“Despierta”

“Despierta”

Varias imágenes se empezaban a reproducir en su cabeza, no sabía que significaban. Aquella


voz continuaba hablándole.

“Con tu verdadero yo y una esperanza incesante, busca el secreto más profundo en tu


corazón”

Las imágenes seguían reproduciéndose una tras otra junto con la misteriosa voz.

“Despierta”
“Entonces, verás tu yo auténtico”

“Entonces, puedes revelar la verdad encubierta”

“Pasa por las mentiras sinceras a tus pensamientos más íntimos y en algún lugar lejano tal vez
renazcas”

La respiración del joven aumentaba cada vez más mientras se removía inquieto.
“Tal vez te caigas en la oscuridad más profunda…”

Despertó.

El joven abrió los ojos agitado por el sueño que acababa de tener, se sentó rápidamente en la
cama mientras intentaba calmarse.
-Patético. - Dijo y con un pequeño suspiro apenas audible se levantó a arreglarse.

Se vistió con unas túnicas blancas, como era costumbre en su pequeña casa. Desde pequeño
lo educaron estrictamente y aunque su padre rompía la mayoría de sus reglas, él las seguía al
pie de la letra. Al estar listo salió a trabajar, el clima era frio, la nieve hacía juego con su pulcra
figura. Se puso a cortar un poco de leña.

Al terminar volvió a entrar a su pequeño hogar, echó la leña cortada en la vieja chimenea y
calentó la comida. Dentro de un rato sirvió un poco en un cuenco de madera y lo llevó a la
habitación de su padre.

-Padre. -Llamó el joven mientras entraba. – Los clavos que hay que en…- detuvo su habla al ver
a su padre sentado en una esquina de la habitación notoriamente borracho.

“Está prohibido beber alcohol” pensó mientras cerraba los ojos y se mordía levemente el labio
inferior.
-Estás borracho de nuevo. -Fue lo único que salió de sus labios mientras ayudaba a su padre a
ponerse en pie y dirigirse a su cama.
-Wangji…- calló al no saber que decir.

-Cogerás un resfriado. – Se limitó a decir Lan Zhan mientras acostaba a su padre y lo tapaba,
después se marchó de la habitación dejando la comida en una mesa.

Salió de la casa y se dirigió a un claro cerca de un pequeño río. Al llegar se sentó suavemente
en la hierba, con cuidado de no estrujar su túnica, cerró los ojos lentamente y empezó a
meditar un rato.

Pasó un tiempo para que Lan Wangji, se levantara, sacudiera su túnica y se dirigiera
calmadamente a su hogar. Por el camino se encontró con que una mesa donde el y su padre
guardaban un poco de cosechas estaba tirada en el suelo, los cultivos se encontraban
alrededor de esta. Se le extrañó esto, primeramente, pensó que fue su borracho padre, pero al
ver a su alrededor y no encontrarlo descartó esta opción.

Estaba pensando en que pudo haber volcado la mesa cuando sintió un ruido proveniente de
los arbustos. Se dirigió hacia ese lugar y lentamente separó las hojas de las plantas para ver
que había detrás. Su corazón se detuvo por unos segundos al ver una enorme araña
asechándolo cual depredador a su presa. Rápidamente se paró y empezó a intentar huir, le era
imposible luchar contra una araña de tal tamaño.

La bestia le perseguía a pocos metros de distancia, cada vez se acercaba más y más, esta
utilizaba los árboles como vía para moverse más rápido. Lan Zhan seguía huyendo mientras
pensaba.

“No puedo deshacerme de ella”

“¿Qué hago?”

“No puedo volver a casa o el monstruo me seguirá”

Al llegar a la decisión de que no podría huir, decidió intentar pelear, aunque sabía que no
duraría mucho, no perdía nada.

Se dirigió corriendo hacia un árbol, trepó un poco en él y cuando la araña fue hacia él saltó y
logró patearla, haciendo que esta se estrelle contra el mismo árbol en el que él se encontraba.
Volvió a correr. La araña logró ponerse delante suyo por lo que cambió su trayectoria.

“Rastro fantasmal” pensó a la vez que su cuerpo se movía un poco más rápido y dejaba tras de
sí como unas ilusiones de si mismo marcando un borroso rastro y haciendo más difícil la
persecución. Se escondió tras un árbol. Intentaba calmar su agitada respiración; pensaba que
ya se había librado de la bestia hasta que sintió un gruñido sobre él. Subió lentamente la
cabeza y se encontró con la araña a tan solo unos centímetros de su rostro.

El monstruo intentó clavarle dos de sus patas delanteras en la cara. Wangji las aguantó a la
vez que retrocedía sin poder contra la fuerza de la araña. Retrocediendo logró llegar hasta un
árbol, pateándolo para conseguir más fuerza y empujó a la bestia alejándola de él.

“No puedo escapar”

“Debo enfrentarlo si o si”


Pensó.
“¡Ojo de demonio púrpura!” Sus dorados ojos adquirieron una tonalidad morada a la vez que
podía notar las cosas a su alrededor más detalladamente y los movimientos más lentos. Sacó
tres clavos que tenía guardados en el bolsillo de su túnica y los lanzó hacia la araña,
impactando uno en un ojo de esta.

La araña enloqueció y empezó a perseguirlo con más fuerza, logrando acorralarlo contra un
árbol. Lan Wangji ya lo creía todo perdido y estaba esperando el ataque de la bestia, pero este
nunca llegó. Abrió los ojos y se encontró con que un hombre (bastante guapo si no fuera por
su barba en su opinión) había sujeto a la araña por una pata trasera impidiéndole acercársele.

-Ha sido cegada. -dijo el misterioso hombre.

Aventó la araña lejos. Esta iba a volverle a atacar, pero el desconocido sacó tres misteriosos
aros de su cuerpo, uno blanco y dos amarillos. Sus uñas se transformaron en garras y sus
manos y cara adquirieron un espeso pelaje gris. La bestia al ver esto terminó huyendo.

- ¿Le destruiste un ojo? -Preguntó el extraño mientras su cuerpo volvía a la normalidad y se


giraba hacia Lan Zhan acariciando su barba.

Lan Zhan aún se encontraba un poco conmocionado por lo que no respondió. El desconocido
notó esto.

-Soy Lan Qiren, del Salón Espiritual Marcial. -añadió.

-Lan Zhan. -Dijo a lo que el otro hombre asintió.

- ¿Nunca has visto a nadie del Salón Espiritual Marcial? – preguntó Qiren.

-Gracias por salvarme. – dijo haciendo una pequeña inclinación con la cabeza intentando salir
de ese lugar e ignorando la pregunta.
- ¿A dónde vas? -preguntó al verlo intentando irse, deteniendo al joven jade.

Lan Qiren lo agarró de su mano izquierda y Wangji sintió una sensación extraña en esta.
-Todavía ni has despertado tu espíritu marcial, pero te las arreglaste para destruir un ojo a la
araña demoníaca de rostro humano. -dijo mientras tocaba su barba con el ceño fruncido. -
Normalmente, solo los maestros espirituales pueden luchar contra las bestias, es un milagro
que un chico como tú, cuyo espíritu marcial no ha despertado pueda cegar a una araña de
rostro humano.

-Solo fue suerte. -Dijo Lan Zhan con expresión neutra.

Después de un rato hablando Lan Zhan regresaba a su pequeña cabaña con un libro que Lan
Qiren le había dado sobre el mundo del espíritu marcial. También le había informado que
mañana haría la ceremonia de “despertar” el espíritu marcial de las personas en la aldea y que
esperaba que él fuera.

Al llegar todo fue normal, como todos los días de su vida. Su padre pidiéndole más alcohol,
pues este ya se le había acabado, después ayudarlo con la herrería. Lo único que cambió fue el
hecho de que esta vez Lan Zhan habló.

-Padre. - llamó y esperó un momento a que este le prestara atención. - ¿Sabías de las bestias
espirituales?

Lan Qingheng simplemente lo vio y continúo haciendo su trabajo. Lan Wangji tomó esta
acción como un sí.

- ¿Por qué no me lo dijiste? -preguntó, pero solo recibió un “No tenías por qué saberlo” a
cambio.

-Las bestias espirituales… ¿son buenas o malas? -volvió a preguntar, ya estaba preparado para
otra respuesta cortante por parte de su padre, grande fue su sorpresa al ver que esta vez si
llamó su completa atención.

-Las bestias espirituales también son seres vivos como nosotros. Hay personas buenas y malas,
también lo son las bestias espirituales. -en la mirada de su padre Lan Zhan podía notar varias
emociones, pero las principales solo eran dos: melancolía y tristeza.

-Padre…- Lan Zhan se detuvo a pensar nuevamente lo que diría. -he aprendido todo lo que me
has enseñado de ser herrero… también ya dominé los registros XuanTian, mañana iré a la
ceremonia de despertar. -dijo firme.

-Se que cuando tomas una decisión no puedo retractar. -dijo su padre suspirando. -pero hay
una condición que no importa que, nunca debes incumplir. – su semblante cambió a uno serio.

Lan Zhan solo frunció un poco el ceño, hacía tiempo que no veía esa expresión en su padre,
por lo que la condición debe ser algo importante.

-Puedes convertirte en un maestro espiritual, pero nunca, NUNCA -recalcó la palabra. -debes
asociarte al Salón Espiritual Marcial, ¿entendido?

-Mn. -asintió

El resto del día pasó bastante rápido. Por la mañana Lan Zhan se dirigió a la aldea y entró a un
viejo templo el cual se nota que hacía años no se usaba.
Dentro se encontraban muchos adolescentes y niños, acompañados por el jefe de la aldea y
Lan Qiren, el cual estaba dando indicaciones para que despertaran su espíritu marcial. Wangji
observaba el proceso atentamente hasta que llegó su turno.
Lo hicieron pararse en un circulo extraño que poseía caracteres que no podía leer, los cuales
brillaban.

-Extiende tu mano derecha y concéntrate. -ordenó.


Lan Zhan hizo lo que le dijeron. Cerró los ojos, respiró lentamente, extendió su mano derecha
y se concentró. Pasado unos segundos volvió a abrir los ojos y notó que de su mano derecha
ahora salía una especie de planta. Notó los suspiros de decepción del alcalde y Lan Qiren.
-Hierba de plata azul. -volvió a suspirar Qiren. – sinceramente esperaba algo mejor, al parecer
este año en la aldea no hubo ningún espíritu marcial útil. - empezó a tocarse la barba, Lan Zhan
ya se había hecho a la idea de que probablemente era una manía del hombre.

-Pero… ¿cómo puede ser Hierba de Plata Azul? -Preguntó el viejo alcalde aún sin creérselo.

-Es…-tragó saliva. - ¿malo? -preguntó Lan Wangji.

-Es el peor espíritu marcial de todos. - dijo Qiren sin rodeos. -un espíritu marcial inútil.

Lan Zhan en ese momento se decepcionó. Si era inútil…no podía convertirse en un maestro
espiritual entonces ¿verdad? Bajó el cabeza un poco deprimido, pero con la misma expresión
neutra de siempre en su rostro. En ese momento sintió una extraña sensación en su mano
izquierda, La miró de reojo y notó un humo negro saliendo de esta. Sabía que era, pero si no lo
han mencionado es mejor no decirlo, así que cerró su mano para que no lo notaran

-Bueno, no hay nada que podamos hacer, una persona nace con el espíritu marcial, es
imposible cambiarlo. -Intentó cambiar de tema Lan Qiren. -Ven, mediremos cuanto poder del
alma tienes, aunque con un espíritu marcial inútil como ese no deberías tener mucho.

Lan Qiren le acercó una piedra azul noche a Lan Zhan.


-Extiende tu mano y colócala sobre la piedra, cuanto más brille la piedra más poder del alma es
el que posees. Explicó

Lan Zhan obedeció y colocó su mano sobre la piedra. Todos en el salón se sorprendieron al
notar el inmenso brillo que había adquirido, este llenaba toda la piedra, dejando a Qiren y al
alcalde con la palabra en la boca.

- ¿Todo el poder del alma? ¿Posees la Hierba de plata azul y aún así tienes todo el poder del
alma? – dijo el alcalde boquiabierto.

- ¿Eso es bueno? – preguntó Lan Zhan frunciendo el ceño, después de todo le acababan de
decir que su espíritu marcial era inútil.
-Esa es una oportunidad entre un millón, Lan Wangji. -respondió Qiren sin poder creerlo aún. -
es algo que no debemos ignorar.
El lugar se quedó en silencio por unos segundos hasta que Lan Qiren lo rompió.

-Le daré a su aldea una recomendación para Wangji, para que se inscriba en la escuela
Nuoding para principiantes, ahí aprenderás todo lo necesario para ser un maestro espiritual.
Después de que acordaron que Lan Zhan se inscribiría en la escuela dentro de tres días este
regresó a su casa, bastante entusiasmado, aunque no se notara.

-Wangji. - Lo llamó su padre nada más lo vio entrar.

-Padre. -Lo saludó con una leve inclinación de la cabeza.

- ¿Qué espíritu marcial tienes? -dijo su padre directo al grano.

Lan Zhan se acercó a él y le extendió su mano derecha, de ahí lentamente empezó a salir la
Hierba de Plata Azul. Su padre al verla lució asombrado por unos segundos, pero luego frunció
el ceño.
- ¿Cuál es el que tienes en la mano izquierda? -preguntó asombrando a Lan Zhan por la
pregunta, después de todo ni siquiera Qiren se dio cuenta.

Repitió el proceso, pero esta vez con la mano contraria, frunció un poco el ceño al pasar más
trabajo en sacar el espíritu marcial que con la Hierba de Plata Azul. Después de un poco más de
esfuerzo, el espíritu marcial de su mano izquierda se mostró.

Este tenía la forma de un martillo, aún a su alrededor había rastros del humo negro que había
visto anteriormente. Su padre esta vez no se molestó en camuflar su asombro.

-Espíritus marciales gemelos…Martillo HaoTian. – Martillo HaoTian…así que así se llamaba su


nueva arma, pensó Lan Zhan.

Wangji ya sabía sobre los espíritus marciales gemelos, había leído sobre ellos en el libro que
Qiren le había dado ayer. Los espíritus marciales gemelos son cuando una persona posee doble
espíritu marcial, actualmente se han dado solamente tres casos de esto.

-El hecho de que tenga espíritus marciales gemelos… ¿tiene algo que ver con mamá? -
preguntó.

-Aún no es tiempo de que te hable sobre tu madre Wangji…pero te diré una cosa. -Lan Wangji
miró fijamente a su padre esperando que hablara. -Siempre protege a la planta de tu mano
derecha, con el martillo de tu mano izquierda. -Dijo a lo que Lan Zhan asintió.

El tiempo pasó y con eso llegó el día en el que se tenía que inscribir en la escuela para
maestros espirituales principiantes. El alcalde de la aldea quería acompañarlo, pero el insistió
en ir solo. Se encontraba apunto de subir las escaleras para llegar a la entrada principal cuando
de repente sintió una voz justo frente a él.

- ¿“Escuela Nuoding”? ¿Dónde está la palabra principiantes? -Dijo una voz tan melodiosa que
Lan Zhan pensó que podría escucharla por siempre sin nunca cansarse.

Wangji subió la vista y se encontró con el dueño de aquella hermosa voz. Un chico de cabello
negro largo, atado en una coleta. Se encontraba vestido con unas túnicas negras y rojas que
resaltaban su estrecha cintura.

Continuará…

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