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Cómo hacer tallarines rojos peruanos con pollo.

Los tallarines rojos con pollo son un plato muy popular en Perú. Una


receta sencilla de preparar, perfecta para diario, fruto de la fusión de la
gastronomía peruana con la italiana.

Entre los años 1840 y 1880 fueron muchos los italianos que emigraron a
Perú, atraídos por el guano y su atractivo comercio. Con ellos llegó su
gastronomía y la influencia en la comida peruana, algo que está bien
presente en esta receta. Y es que hoy en día los tallarines rojos no son
solo una de las recetas peruanas más deliciosas, sino también de las más
nutritivas. Proteína, hidratos y vitaminas en un solo plato, perfecto
para deportistas, que gusta a todo el mundo, especialmente a los niños.

Su salsa de tomate está enriquecida con un toque de comino, laurel y ají.


Este último es un tipo de pimiento de pequeño tamaño y sabor suave. En
Perú se usan los ajíes para todo, es un ingrediente con siglos de historia
en su gastronomía, los hay de distintas variedades: rojo, amarillo, rocotto,
charapita, entre otros.

Y es que la cocina peruana es impresionante, muchos sólo conocen


sus cebiches, la parihuela de marisco, el delicioso arroz chaufa o el
archiconocido pisco sour,… pero es mucho más, un ejemplo es la receta
de pasta que podéis ver a continuación. ¿Te animas a probarla?

Preparación de tallarines rojos peruanos con


pollo
1. En esta receta veréis fotos para la preparación para dos personas,
pero como normalmente es para 4 personas, en los ingredientes he
puesto la preparación para una familia de 4 personas.
2. Lo primero es limpiar el pollo con un trapo húmedo, secamos con
papel absorbente. Retiramos los restos de plumas con unas pinzas
o con un soplete. Retiramos también los excesos de grasa.
Salpimentamos por todos lados, con generosidad.
3. Calentamos un poco de aceite de oliva virgen extra en una sartén y
freímos el pollo a fuego fuerte por el lado de la piel durante un par
de minutos o hasta que esté dorado. Volteamos y doramos por la
otra cara. Retiramos y reservamos.
4. Lavamos los tomates y los troceamos. Introducimos en el vaso de
una batidora. Pelamos la cebolla y troceamos. La añadimos al vaso,
junto con los tomates. Lavamos la zanahoria, laminamos y
añadimos también al vaso. Añadimos un poco de agua y trituramos
con una batidora de brazo hasta obtener un puré homogéneo.
5. Calentamos la sartén en la que hemos frito el pollo y añadimos una
pizca más de aceite, los dientes de ajo pelado y rallados, la pasta de
ají, la hoja de laurel, 1/2 cucharadita de comino molido, sal y
pimienta negra recién molida. Removemos unos segundos antes de
incorporar las verduras trituradas anteriormente.
6. Cuando la salsa comience a hervir incorporamos el pollo, bajamos
el fuego y cocemos durante 20 minutos. Tapamos la sartén para
que no salpique la salsa y evitamos ensuciar en exceso.

Cocción de la pasta y presentación final de los


tallarines rojos
1. Mientras la salsa y el pollo se están cociendo, ponemos a calentar
abundante agua en una cacerola grande. Cuando arranque a hervir
añadimos una cucharada de sal y también los tallarines.
2. Cocemos los tallarines siguiendo las instrucciones del fabricante o
hasta darles el punto que nos guste. A nosotros nos gustan los
tallarines (y la pasta en general) ligeramente firmes, así que
seguiremos los tiempos que indica el paquete, pero la cosa va en
gustos. Una vez listos los tallarines, escurrimos y refrescamos bajo
el grifo de agua fría para cortar la cocción.
3. Cuando la salsa y el pollo estén listos, retiramos este a un plato y
añadimos los tallarines a la sartén. Removemos para mezclar con la
salsa y calentar de nuevo. Emplatamos los tallarines junto con el
pollo y servimos inmediatamente.

Consejos para unos tallarines perfectos


 Para conseguir una salsa de tomate más fina y con una textura
aterciopelada, podemos colar las verduras trituradas antes de
pasarlas a la sartén y cocer. Con ello retiramos las posibles pepitas
de tomate y trocitos que no haya triturado la batidora. Si vemos
que la salsa se comienza a secar añadimos un poco de agua
caliente u otro tomate triturado.
 Los tallarines se pueden servir en blanco, sin mezclar con la salsa,
pero a nosotros nos gusta mucho mezclarlos. Ese último hervor que
le damos a la salsa son los tallarines consigue que los sabores se
incorporen y quede un plato más redondo.
 Si no tenemos tallarines a mano, podemos usar cualquier otro
tipo de pasta larga: espaguetis, espaguetini, tagliatelle, etc.
 Si no te gusta tener que limpiar el pollo y prefieres usar una
pechuga, adelante. Recomendamos que sea con piel, eso sí, porque
quedará más jugosa.
 Si no encuentras pasta de ají, prueba a sustituirlo por carne de
pimiento choricero. No tiene el mismo sabor, pero el resultado es
también de rechupete.

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