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Botánica y Cultivo del Ají Dulce

El ají procede de las zonas comprendidas entre el Sur de los Estados


Unidos y Colombia. Sus hallazgos arqueológicos en Tehuacán, centro de
México, datan de 6,500 a 5,000 años antes de Cristo. Fue la primera especie
que encontraron los españoles en América, y en las regiones agrícolas más
avanzadas, México y Perú, su uso era más intenso y variado (Jaimez, 2006)
El sur de Europa y Estado Unidos ocupan el primer lugar en producción
de pimientos o ajíes dulces. Europa figura en primer término en semipicantes
para la elaboración de paprika, y los Estados Unidos para tabasco. En la
actualidad, el ají se cultiva en casi todas las regiones del globo terráqueo
bajo la forma de ají o pimiento dulce y picante.

Clasificación Taxonómica

Reino: Plantas
Subreino: Tracheobionta
Superdivisión: Spermatophyta
División: Magnoliophyta
Clase: Magnoliopsida
Subclase: Asteridae
Orden: Solanales
Familia: Solanaceas
Género: Capsicum L.
Especie: Capsicum chinense Jacq.

Descripción de la Planta
Es una planta anual o bienal de la cual existen numerosísimas variedades,
sus frutos presentan diferentes colores, formas, tamaños y sabores, desde
los dulces hasta los picantes. Casi todas las variedades de ajíes son plantas
relativamente pequeñas de 50 cm a 1 m de altura, a pesar de que algunos
son arbustos de mayor tamaño (Jaimez, 2006).
Cultivo del Ají Dulce
Suelos
El cultivo  se adapta a diferentes tipos de suelo, pero prefiere suelos
profundos, de 30 a 60 centímetros de profundidad, de ser posible, francos
arenosos, franco limosos o franco arcillosos, con alto contenido de materia
orgánica y que sean bien drenados.
Se se adapta y desarrolla en suelos con pH desde 6.5 a 7.0 aunque hay
que considerar que en suelos con pH de 5.5 hay necesidad de hacer
enmiendas. Por abajo o arriba de los valores indicados no es recomendable
su siembra porque afecta la disponibilidad de los nutrientes. Es muy
importante conocer y considerar el pH del suelo porque indica los rangos
para el buen uso y asimilación de los fertilizantes y especialmente cuando
sean de origen nitrogenado (Jaimez, 2006).

Fertilización
La fertilización contribuye a que las plantas crezcan mejor, ayudan a la
conservación de los nutrientes del suelo y hacen que los cultivos dejen
mayores ganancias por el alto rendimiento que se puede obtener. Los
elementos nutricionales críticos para este cultivo son Fósforo (P205), Calcio
(Ca), Magnesio (Mg), Zinc (Zn). Boro (B) y Nitrógeno (N). Todos los
elementos son necesarios e indispensables, pero el Fósforo y el Nitrógeno
son los elementos con los cuales hay mayor respuesta del cultivo (Jaimez,
2006).

Riego
El consumo de agua de una plantación de chile depende de factores
tales como: a) zona de siembra; b) época de siembra; c) tipo de suelo; d)
especie empleada; e) tipo de riego que se emplee. El manejo del agua debe
de ser muy cuidadoso, porque la escasez o el exceso son inapropiados para
la planta. 
Demanda de buena humedad en la zona de raíces que oscila de 0 a 40
centímetros de profundidad. Este cultivo requiere de una buena humedad, la
cual debe de estar bien distribuida. Los mejores rendimientos en chile se
alcanzan cuando los suelos se tienen próximos a capacidad de campo.
En zonas cálidas secas por su baja humedad relativa, se requiere de
mayor aprovisionamiento de agua. Así también los suelos sueltos y arenosos
requieren de riesgos más frecuentes y ligeros. En los suelos pesados a
francos, los riesgos deben de ser más espaciados, con la finalidad de
mantener la humedad que exige la planta (Jaimez, 2006).

Factores climáticos
El ciclo vegetativo de esta planta depende de las variedades, de la
temperatura en las diferentes épocas (germinación, floración, maduración),
de la duración del día y de la intensidad luminosa. El chile necesita una
temperatura media diaria de 24°C. Debajo de 15° C el crecimiento es malo y
con 10°C el desarrollo del cultivo se paraliza. Con temperaturas superiores a
los 35°C la fructificación es muy débil o nula, sobre todo si el aire es seco
(Jaimez, 2006).

Reproducción
La reproducción se logra a partir de las semillas obtenidas de los frutos
maduros que se siembran a chorrillo en viveros para ser trasplantadas
cuando tienen alrededor de 10-15 cm de altura. Las pequeñas posturas
deben cuidarse de los pájaros que gustan mucho de ellas. Los semilleros se
comienzan en los meses de septiembre-octubre para la mayoría de las
variedades de ajíes.

Malezas, Plagas y Enfermedades


Las malezas constituyen un verdadero problema para cualquier cultivo
dado que además de competir por la luz, agua, nutrientes y espacio, son
hospederos alternos de plagas y enfermedades, especialmente, hospederos
de insectos chupadores, razón por la cual deben de eliminarse.
En cuanto a las plagas, este cultivo es afectado por varias. Uno de los
mayores problemas ha sido su reconocimiento y el abuso del control con
plaguicidas. Para su control se pueden hacer labores culturales, tales como:
1. buena preparación del suelo;
2. destrucción de malezas hospederas, que sirven como refugios para las
plagas;
3. uso de barreras vivas de gramíneas (maíz, sorgo y otros);
4. rotación de cultivos, entre otros.
También se puede hacer un control biológico liberando insectos
parásitos o predadores que puedan controlar o contrarrestar el daño que
ocasionan las plagas y control químico, evitando su abuso para evitar
ocasionar la resistencia de las plagas a los mismos.
En relación con las enfermedades, el manejo fitosanitario en el cultivo
del ají debe ser un conjunto de prácticas que contribuyan a lograr la mejor
expresión posible del potencial genético del cultivar que se plante, el cual se
ve limitado por un conjunto de factores ambientales, bióticos y no bióticos.
Entre factores que pueden limitar la producción se encuentran las
enfermedades.
Las enfermedades de etiología parasitarias son causadas por hongos,
bacterias, virus y micoplasmas. Cuando cualquiera de éstos agentes
causales penetra en los tejidos de la planta, la infección y contagio de las
plantas que están a la vecindad, puede ser tan violenta que en general los
tratamientos de control no llegan a tiempo de evitar los daños. 
Ante esto se sugiere que los controles de las enfermedades sean en
forma preventiva. El criterio que deberá seguirse con las enfermedades es si
se conoce que factores favorecen la misma, tomar las medidas que el caso
ameritan, incluyendo medidas extremas, siempre el mejor criterio es el
porcentaje de incidencia y porcentaje de severidad, cuidando siempre los
factores de temperatura y humedad, como los que más influyen sobre cada
enfermedad (Jaimez, 2006).

Cosecha del Ají Dulce


La cosecha se realiza de acuerdo con la variedad de ají que se cultive,
aproximadamente a los 3-4 meses después de trasplantados. Los ajíes
pimientos grandes se cosechan una vez al año en varias partidas. Pero los
pequeños ajíes se cosechan intermitentemente de manera escalonada todo
el año (Jaimez, 2006).

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