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Introducción:

Ansiedad, estrés postraumático, ataques de pánico, depresión: todos estos son


trastornos que han existido siempre a lo largo de la historia pero, ¿bajo qué
circunstancias y en qué contextos aparecen los mismos? Múltiples y diversos son los
motivos por los cuales un sujeto puede sufrir estos trastornos. Una circunstancia muy
cercana ha generado un crecimiento y profundización de dichas problemáticas. En
este orden de ideas realizaré un breve recorrido y análisis donde explicaré porque ha
sucedido esto, argumentando sobre la relevancia de las secuelas psicológicas que nos
han dejado las medidas de confinamiento tomadas debido al brote del virus COVID-19.

Desarrollo:

La pandemia generada por el brote del virus COVID-19 es un caso muy particular
en la historia de la humanidad. Pocos han sido los sucesos que han generado un
impacto de magnitud mundial, y más si hablamos de eventos que nos atraviesan en
todo sentido, en lo social, lo económico, lo político y sobre todo en lo sanitario.

Este virus conocido a finales del 2019 tiene una forma muy particular de actuar en
los organismos humanos, específicamente en relación a su alto grado de
contagiosidad, lo cual ha generado una crisis sanitaria nunca antes vista en la historia.
Ante la ausencia de un protocolo específico para un virus de este tipo, el mundo entero
se vio obligado a tomar medidas drásticas y muy espontáneas para resistir el
exponencial riesgo que el COVID-19 representaba, por lo menos hasta la
implementación de una futura vacuna. Este nuevo escenario ha modificado la forma de
ver al mundo y de desenvolverse en el mismo

Muchas fueron las precauciones que se implementaron para poder reducir la mayor
cantidad de casos posibles: distanciamiento social, profundización sobre los hábitos y
costumbres higiénicas, concientización sobre los cuidados a tener en cuenta, etc.
Epidemias como las generadas por la fiebre del Ébola en diversos países africanos
(2014) implicaron también cambios y transformaciones en los hábitos y costumbres en
lo que refiere a lo sanitario y a lo social. Sin embargo, hubo una medida que ha sido
las más representativa, y a su vez la más controvertida, de la primera parte de la
Pandemia Actual: el encierro obligatorio, el cual se denomina formalmente como
“Cuarentena”. Cabe aclarar que no todos los países tomaron de forma obligatoria está
precaución.

Por consiguiente, resaltar la medida del encierro obligatorio es imperante ya que


ningún otro suceso histórico había llevado al ser humano, de forma global, a
encerrarse de forma indefinida, exceptuando las guerras mundiales donde por razones
de fuerza mayor los civiles se resguardaban en sus casas. La cuarentena obligatoria
significó realizar un corte abrupto y contundente con el exterior. Esto implicó adaptar la
rutina cotidiana a un ambiente único por un tiempo prolongado, sumando a esto las
incertidumbres que el contexto generaba y el consumo de información que, en un
principio, era desalentadora. A su vez, no es menor el factor económico, dado que
muchos sujetos al verse obligados a encerrarse indefinidamente se vieron privados de
poder continuar con su trabajo, entendiendo que no todos podían recurrir al
denominado "homeworking". Esto último ha resultado en un incremento del temor a
perder la fuente de ingreso y, por lo tanto, de tener menos recursos para subsistir.

En función de lo planteado sostengo que el confinamiento ha reavivado


problemáticas de carácter psicológicas en los sujetos. Teniendo en cuenta lo
anteriormente mencionado, en relación al aislamiento total y la incertidumbre, no
sorprende evidenciar los efectos negativos que la pandemia ha generado sobre las
psiquis de las personas, las cuales se pueden relacionar con la vulnerabilidad
individual y/o por la existencia de antecedentes previos de trastornos mentales.
Algunos estudios han arrojado datos que explican mejor estos sucesos, como los
citados por el artículo "El COVID-19: Cuarentena y su Impacto Psicológico en la
población" (2020) el cual desarrolla que:

"En otro estudio realizado, se examinaron los efectos psicológicos de la cuarentena en


personas en Toronto, Canadá, encontrándose una alta prevalencia de angustia psicológica.
Los síntomas del TEPT y la depresión se observaron en el 28,9% y el 31,2% de los
encuestados, respectivamente. Las duraciones más largas de la cuarentena se asociaron con
una mayor prevalencia de síntomas de TEPT. Así mismo el conocimiento o la exposición
directa a alguien con un diagnóstico de SARS también se asoció con TEPT y síntomas
depresivos "1

1
Rosemary Marquina Medina, L. J.-V. (18 de Mayo de 2020). El COVID-19: Cuarentena y su Impacto
Psicológico en la Población. Obtenido de SciELO Preprints:
https://preprints.scielo.org/index.php/scielo/preprint/view/452/version/462

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