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UNIVERSIDAD NACIONAL DE TUMBES

FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS


ESCUELA PROFESIONAL DE ADMINISTRACIÓN

IMPACTO DE LA PANDEMIA COVID – 19 SOBRE LA POBREZA Y

DESIGUALDAD EN EL PERÚ

DOCENTE:

Dr. Murga Fernández Gilmer R.

CURSO:

Gerencia Social y Gobiernos Locales

ALUMNO:

Tandazo Armanza, George S.

CICLO:

VIII

TUMBES, PERÚ

2021
I. INDICE

II. INTRODUCCIÓN....................................................................................................................2

III. OBJETIVOS............................................................................................................................3

IV. MARCO TEORICO...............................................................................................................4

4.1. COVID -19 DEFINICIÓN..................................................................................................4

. ¿Cómo se transmite el Covid -19?.........................................................................................5

¿Cómo se diagnostica la enfermedad, o COVID-19?............................................................5

4.2. IMPACTO DEL COVID-19 FRENTE A LA POBREZA EN EL PERÚ......................6

4.3. IMPACTO DE LA COVID-19 FRENTE A LA DESIGUALDAD EN EL PERÚ......12

V. CONCLUSIONES..................................................................................................................20

VI. REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS................................................................................21


II. INTRODUCCIÓN

La sociedad peruana, como otras de América, es pronunciadamente desigual. Si bien ha crecido

económicamente de forma estable durante los últimos 30 años, fortaleciendo grupos económicos

nacionales, generando nuevas fortunas y expandiendo el ahorro público, la pobreza no ha sido

superada y es que desde la llegada del Covid-19 lo que se genero es una pobreza en aumento ante

un país no preparado en el ámbito económico y de salud como el Perú, la población peruana

desde aquel 2020 a sufrido día a día el hecho de perder a su familia por falta de un respaldo de

gobierno que permita hacerle frente a este virus.

Por otro lado, tenemos la desigualdad económica que a sido la determinante en muchas vidas en

lo últimos dos años en nuestro país y cómo no si es que conseguir desde el oxigeno hasta una

atención médica costaba mucho para familias que se respaldan con un sueldo mínimo, a pesar de

que podían ser atendidos de forma gratuita no era suficiente para salvarse a comparación de las

personas que podían económicamente hacerle frente a esta problemática.

La presente nos detalla en base a fuentes confiables cómo afecta la Covid-19 a la población

pobre de nuestro Perú, y por qué la desigualdad no puede hacerle frente a este virus.
III. OBJETIVOS

1. Concluir el impacto que presenta la Covid -19 frente a la pobreza en el Perú.

2. Identificar cómo la desigualdad en el Perú provoco mortalidad ante un virus como el

Covid-19.
IV. MARCO TEORICO

4.1. COVID -19 DEFINICIÓN

En [ CITATION isg18 \l 2058 ] nos menciona que la epidemia está evolucionando de manera
muy rápida y con ello, el conocimiento que tenemos sobre este nuevo virus. De no saber nada de
él a principios del 2020, la comunidad científica ya ha logrado aislarlo, secuenciarlo,
identificarlo y desarrollar pruebas para diagnosticarlo. El nuevo coronavirus, primero llamado
2019-nCoV y rebautizado con el nombre SARS-CoV2 (el virus) y COVID-19 (la enfermedad),
pertenece a la familia de los coronavirus, llamados así por una especie de picos en la superficie
del virus que asemejan una corona. La gran mayoría de los coronavirus descritos se han aislado
de aves o mamíferos, especialmente murciélagos.

El SARS-CoV2 se llama así porque tiene una secuencia genética muy parecida a la


del SARS, otro coronavirus que apareció por primera (y única vez) en el 2002 y causó una
pandemia con más de 8.000 personas infectadas y 800 muertes. Otro coronavirus que causa
enfermedad grave en humanos es el MERS-CoV, que se identificó por primera vez en el 2012 en
el medio oriente y está asociado con camellos.

Sin embargo, como sucede con toda nueva epidemia, sigue habiendo muchas incógnitas
que se irán resolviendo a medida que ésta evolucione y a medida que los científicos logren
entender más sobre el comportamiento del virus.

Según la [CITATION Org20 \l 2058 ] , es una enfermedad causada por un nuevo coronavirus
que no había sido detectado en humanos anteriormente. En la mayoría de los casos, la COVID-
19 produce síntomas leves como tos seca, cansancio y fiebre, aunque la fiebre puede no ser un
síntoma en algunas personas mayores. Otros síntomas son: dolor, congestión nasal, rinorrea,
dolor de garganta o diarrea. Algunas personas que se infectan no presentan ningún síntoma ni se
sienten mal. La mayoría de la gente se recupera de la enfermedad sin necesidad de ningún
tratamiento especial. Aproximadamente una de cada seis personas enfermas de COVID-19
presenta síntomas graves y tiene dificultades para respirar. Las personas infectadas por el virus
pueden contagiar la enfermedad a otras personas.

. ¿Cómo se transmite el Covid -19?

[ CITATION isg18 \l 2058 ] La vía principal de transmisión del nuevo coronavirus es por vía
aérea, a través de pequeñas gotas que se producen cuando una persona infectada tose, estornuda
o habla, así como de aerosoles (gotas más pequeñas capaces de permanecer suspendidas durante
varias horas) que se acumulan en lugares cerrados y mal ventilados. El virus también se puede
transmitir al tocarse ojos, nariz o boca tras tocar superficies contaminadas, aunque esta vía de
contagio no parece ser muy frecuente.

A diferencia del SARS, que se transmite solo cuando la persona presenta síntomas, este
nuevo coronavirus se puede transmitir uno o dos días antes de la aparición de síntomas
(presintomáticos) o incluso si la persona no presenta síntomas (asintomáticos). Esto dificulta
considerablemente las medidas de contención de la epidemia y es la razón por la que todas las
personas deben usar cubrebocas y respectar la distancia social.

El SARS-CoV2 ha demostrado que puede transmitirse de una persona a otra con bastante
facilidad. De momento, la OMS estima que la tasa de contagio (R0) del virus es de 1,4 a 2,5,
aunque otras estimaciones hablan de un rango entre 2 y 3. Esto quiere decir que cada persona
infectada puede a su vez infectar a entre 2 y 3 personas, aunque se ha visto que pueden haber
personas o eventos “supercontagiadores”- se piensa que el 20% de casos es responsable del 80%
de contagios.

¿Cómo se diagnostica la enfermedad, o COVID-19?

Infección activa: Buscar al virus. El SARS-Cov2 se encuentra principalmente en las vías


respiratorias. Por ello, las pruebas de diagnóstico moleculares, que consisten en amplificar
secuencias génicas del virus por PCR requieren hacer un frotis de nariz, garganta o faringe para
detectar la infección. Es importante señalar que las pruebas por PCR no distinguen entre virus
viable y fragmentos del virus. Además, el resultado puede depender del momento o la manera en
que se tome la muestra.
Otras pruebas, que detectan proteínas del virus (tests rápidos de antígenos), son menos
sensibles (es decir, no detectan a todas las personas infectadas) pero tienen la ventaja de ser más
rápidas y son capaces de detectar a personas con alta carga viral y por lo tanto altamente
infecciosas.

Infección pasada: Buscar anticuerpos. Otro tipo de diagnóstico es una prueba que detecta
anticuerpos contra el virus. En este caso, una muestra de sangre es suficiente. Esta prueba detecta
personas que ya han estado expuestas al virus y que por lo tanto pueden ser inmunes al mismo.
Por el momento, las pruebas serológicas que se están usando varían mucho en sensibilidad
(capacidad de detectar casos positivos) y especificidad (capacidad de diferenciarlo de otros
virus), por lo que hay que interpretar los resultados con cautela. Además, el hecho de tener
anticuerpos contra el virus no garantiza que se tiene inmunidad contra el mismo. Inversamente,
se ha observado inmunidad celular (células T específicas del virus) incluso en pacientes
recuperados que no tienen niveles detectables de anticuerpos.

4.2. IMPACTO DEL COVID-19 FRENTE A LA POBREZA EN EL PERÚ

El impacto económico y social a causa de la pandemia, solo deja espacio para un trabajo

colaborativo que genere propuestas efectivas y concretas desde los sectores económico,

empresarial y educativo. El Ciclo de conferencias virtuales: Perú frente al COVID-19, es el

espacio creado por la CONFIEP y la Escuela de Postgrado de la Universidad Peruana de

Ciencias Aplicadas (UPC) para exponer esas iniciativas.

En su primera edición, “El impacto del covid-19 en los niveles de pobreza: Un llamado a

la acción”, convocó a Pablo Lavado, ex viceministro de Prestaciones y Aseguramiento en Salud;

y a César Liendo, ex viceministro de Economía, quienes presentaron un estudio sobre qué

medidas se debe impulsar para la reactivación del país y evitar el aumento de la pobreza.
El estudio fue analizado por María Cecilia Villegas, experta en diseño de políticas

públicas; y el Padre Omar Sánchez, Secretario General de Cáritas Lurín y Director de la

Asociación de las Bienaventuranzas. El webinar tuvo como moderador a Carlos Adrianzén,

Decano de la Facultad de Economía de la UPC.

El COVID-19 ha tenido un severo impacto en la economía mundial. Las proyecciones de

crecimiento económico de las diferentes naciones se han reducido considerablemente, incluso

llegando a alcanzar cifras negativas. Los efectos en los ingresos de la población mundial también

han sido considerables y han resultado en muchos casos en el retorno a la pobreza. Desde 1998,

año de la crisis financiera asiática, la pobreza mundial seguía una tendencia a la baja. No

obstante, a partir del impacto estimado del COVID-19 en las economías, ahora se proyecta un

incremento en el presente año y el próximo. Es importante entonces, comprender cómo medimos

la pobreza y cómo el coronavirus ha afectado estas mediciones, así como dar un vistazo a lo que

hemos observado en Perú.

¿A qué nos referimos con pobreza?

Actualmente, el Banco Mundial define que una persona vive en pobreza cuando sus

ingresos son inferiores a $3.2 diarios y que vive en extrema pobreza cuando aquellos son

inferiores a $1.9. Este método se llama “línea de pobreza”. El Banco Mundial estimaba en el

2017 que 9.2% de la población estaba en una situación de pobreza (aproximadamente 689

millones de personas). En el Perú, también se utiliza el método la línea de pobreza, pero el límite

se define a partir de la construcción de una canasta de consumo mínima socialmente aceptable.

La canasta básica de alimentos define la línea de pobreza extrema (S/187 en 2019). Cuando a

dicha canasta se le añaden el valor monetario necesarios relacionado a las necesidades no

alimentarias esenciales (transporte, vestimenta, vivienda, salud, etc.) se define la línea de


pobreza (S/352 en 2019). En 2019, se tenía que 20.2% de la población peruana vivía en pobreza

total y 2.9% en pobreza extrema.

¿Cómo el COVID-19 agrava la pobreza?

El Banco Mundial identificó [EF1] cuatro maneras en la cual el COVID-19 aumentaría

[EF2] la pobreza en los países. La primera se observa en los ingresos obtenidos por trabajo. Esto

se puede dar de manera directa (si un individuo cae enfermo o debe cuidar de otro que lo esté) o

indirecta (por disrupciones en la oferta y demanda que se manifiestan en la reducción de cantidad

de trabajo, de salarios, y de ingresos de independientes). El segundo impacto se ve en los

ingresos no obtenidos por trabajo a partir de la reducción de remesas y cambios en las

transferencias del Estado. El tercer impacto se da de forma directa en el consumo por (1)

cambios en precios y escasez de productos esenciales e (2) incremento en los costos de la

atención de salud. Finalmente, el cuarto impacto ocurre a través de las disrupciones de servicios

que afectan las dimensiones no monetarias del bienestar. Estas incluyen (1) la suspensión de

clases y programas de alimentación en las escuelas, (2) la potencial saturación del sistema de

salud y (3) disrupciones en la movilidad que puede afectar su acceso a transporte público y

privado.

El impacto actual

A partir de las cifras oficiales del 2017, se estimó que la pobreza mundial había sido 8.4%

en el 2019. Así mismo, dada la tendencia, calculó que en el 2020 esta se reduciría a 7.9% y a

7.5% en el 2021. No obstante, desde el desencadenamiento de la pandemia y por las razones

explicadas el Banco Mundial tuvo que revisar dichas proyecciones. La actualización más

reciente (octubre) señala que en el 2020 la población en pobreza en el mundo representaría entre
9.1% y 9.4% de la población en el 2020 y entre 8.9% y 9.4% en 2021. Esto quiere decir que

aproximadamente 1.4% de la población mundial regresaría a una situación de pobreza. Esta

entidad también informó que el impacto se observa con mayor fuerza en la línea de pobreza de

$1.90, comparada con las alternativas líneas de pobreza de $3.2 y $5.5. Entre junio y septiembre,

17 millones de personas entraron a una situación de pobreza utilizando la línea de $1.9.

La población que ha entrado a una situación de pobreza a causa del COVID-19 vendría

de países que actualmente afrontan índices altos de pobreza. El Banco Mundial estima que 82%

del total vendrían de países de ingresos medios. Aproximadamente la mitad de esta población se

encontraría en la zona sur de Asia y más de un tercio en África sub-Sahara. Latinoamérica y el

Caribe representan aproximadamente 4% del total. Cabe destacar que incluso antes de la

pandemia global, el progreso respecto a la reducción de pobreza estaba desacelerándose. Entre

2015 y 2017 la pobreza se redujo en a una tasa de 0.5% por año (52 millones en total), mientras

que la tasa había sido aproximadamente 1% en el periodo 1990-2015.

¿Y qué ha pasado en Perú?

Según el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (MIDIS), la pobreza en el Perú

incrementó entre 8% y 10%, con mayor impacto en las zonas urbanas hasta el mes de agosto, con

proyecciones a que se agravaría en los siguientes meses. Por otro lado, UNICEF proyecta que el

segmento etario más afectado sería los niños y adolescentes jóvenes, los cuales pasarían de tener

un índice de pobreza de 26.9% en el 2019 a un 39.9% en 2020 como consecuencia directa de la

pandemia. Esta misma entidad proyecta que para la población en general el incremento será de

10.1% (20.2% en 2019 a 30.3% en 2020). El impacto en menores de edad se daría con mayor
énfasis en las zonas rurales. Representantes de UNICEF, indicaron que Perú podría retroceder 10

años en materia de pobreza de no tomar las medidas necesarias.

¿Qué sigue adelante?

Entidades como el Banco Mundial y UNICEF urgen a los gobiernos de países tomar

medidas políticas para afrontar esta creciente problemática. Es importante que no se detengan los

actuales esfuerzos por reducir la pobreza y que se elaboren e implementen medidas estructurales

orientadas a reducir el riesgo de regresar a los niveles de pobreza pico registrados antes de la

pandemia. El Perú, ha tomado ya algunas medidas para aliviar la situación tales como el bono

familiar. No obstante, tal y como UNICEF y el Banco Mundial han señalado, sería más efectivo

adoptar una perspectiva multidimensional de la pobreza y centrar los esfuerzos en la mejora del

acceso a la educación, la salud y otros servicios básicos.

En base al comunicado de prensa de [ CITATION Cas20 \l 2058 ].

El Grupo Banco Mundial, una de las principales fuentes de financiamiento y

conocimientos para los países en desarrollo, está adoptando medidas rápidas y de amplio alcance

a fin de ayudar a esos países a fortalecer su respuesta frente a la pandemia. En tal sentido,

respalda intervenciones de salud pública, trabaja para garantizar el suministro de insumos y

equipos clave, y ayuda al sector privado a continuar sus operaciones y preservar el empleo.

Destinará hasta US$ 160 mil millones en un plazo de 15 meses como apoyo financiero para

ayudar a más de 100 países a proteger a los sectores pobres y vulnerables, apoyar a las empresas

e impulsar la recuperación económica. Dicho monto incluye US$ 50 mil millones

correspondientes a nuevos recursos de la Asociación Internacional de Fomento que se ofrecerán

mediante donaciones y préstamos en condiciones sumamente concesionarias.


En el Perú, el Banco Mundial viene acompañando los esfuerzos del Estado en la

respuesta a la pandemia y en la recuperación de la economía del país y de los hogares mediante

financiamiento, asistencia técnica especializada, servicios de análisis y generación de evidencia,

entre otros mecanismos. Dichos esfuerzos abordan áreas clave para el desarrollo del país, como

Salud, Educación y Protección Social, y están enfocados la población en mayor situación de

vulnerabilidad.

Bajo este marco, el 20 de agosto, el Gobierno peruano recibió el desembolso de alrededor

de US$1.8 mil millones de una línea de crédito contingente (DDO por sus siglas en inglés) del

Banco Mundial para financiar parcialmente transferencias monetarias y otros gastos

excepcionales para atender el impacto de la pandemia por la COVID-19 en los hogares pobres y

más vulnerables.

Los datos Estadísticos presentados por el [ CITATION Ins \l 2058 ] mencionan que:

La pobreza alcanzó en 2020 en Perú su nivel más alto en 10 años, afectando al 30,1% de

la población debido a la recesión económica generada por la pandemia de covid-19, informó este

viernes el gobierno. "En el año 2020, la pobreza monetaria afectó al 30,1% de la población del

país, incrementándose en 9,9 puntos porcentuales en comparación con el año 2019", anunció el

Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).

La última vez que Perú tuvo tanta población pobre fue en 2010, cuando ésta constituía el

30,8% del país. "El aumento de la pobreza estaría asociado a la paralización de la mayoría de las
actividades económicas, ante el Estado de Emergencia Nacional [sanitario] y el aislamiento

social obligatorio por la presencia del COVID-19 en el país", subrayó el INEI en un reporte

anual sobre pobreza.

4.3. IMPACTO DE LA COVID-19 FRENTE A LA DESIGUALDAD EN EL PERÚ.

[CITATION Ges20 \l 2058 ] La desigualdad y la respuesta a la pandemia se cruzan en

muchos puntos. Si bien el Estado está teniendo un rol proactivo en el apoyo a los ciudadanos

para manejar esta crisis sanitaria y económica a partir de transferencias directas, el ahorro

familiar es el que cubre la mayor parte de los costos. Los más afectados por la COVID-19 a nivel

sanitario son, de nuevo, los más pobres. En Lima, la mayor parte de contagiados se distribuyen

en los grandes distritos populares, probablemente porque no han podido respetar la cuarentena y

protegerse adecuadamente, ya que muchos han mantenido sus actividades laborales, aunque

reducidas. Está claro que las personas con menos ingresos son las que han dejado de recibirlos

durante esta cuarentena (53% del cuartil con ingresos más bajos) (Ipsos, 2020). Mientras los

bonos cubren algo del gasto para los más pobres, los peruanos de clase media “emergente” están

agotando sus ahorros y buscando opciones de préstamos de consumo de hasta 10.000 soles

(2.900 dólares) para subsistir a esta pandemia.

Como se menciona en el comunicado de prensa de [ CITATION Cas20 \l 2058 ] plantea que

los resultados de la encuesta a hogares del Banco Mundial revelan que la pérdida de empleos y

fuentes de ingreso fue bastante alta en el Perú y más pronunciada aún entre los sectores

informales, independientes y con bajo nivel educativo de la población. El impacto económico y

la pérdida de empleo mostraron una ligera disminución en junio y julio.


El Banco Mundial presentó los resultados de tres rondas de encuestas telefónicas

realizadas en el Perú entre mayo y julio del 2020. El objetivo de las encuestas fue conocer los

efectos de la pandemia en los hogares y ofrecer evidencia que permita informar las políticas

públicas para mitigar sus efectos sociales y reactivar la economía. Estudios similares se realizan

en paralelo en otros 12 países de América Latina y El Caribe.

“Los desafíos estructurales del país han contribuido a dar forma a la crisis. Factores de

desigualdad como el nivel educativo, contar o no con un empleo asalariado, el acceso a conexión

a Internet y el género han determinado en gran parte qué hogares han recibido el impacto más

duro. Si bien los niveles de pérdida de empleo, inseguridad alimentaria y acceso a servicios

muestran ligeras mejoras en julio, consolidar la recuperación del país dependerá de manera

importante de los esfuerzos por cerrar esas brechas”, señaló Hernán Winkler, Hernán Winkler,

economista senior de la Práctica Global de Pobreza.

Dentro de la región, Perú destacó por su despliegue para dar rápida respuesta a los

impactos de la pandemia. Sin embargo, las brechas de desigualdad y los desafíos estructurales

que enfrenta el país han impedido una evolución más favorable. Estos factores explican en parte

los grandes impactos de la pandemia en términos de empleo, seguridad alimentaria y acceso a

servicios.

“La crisis ha expuesto y profundizado las desigualdades existentes. Los resultados de las

encuestas muestran que la acción rápida del Estado ha ayudado a mitigar el aumento de la

pobreza. Sin embargo, continúa siendo prioritario brindar protección a los hogares más afectados

y consolidar registros para identificarlos y asistirlos oportunamente. Es necesario además

identificar estrategias para apoyar a los trabajadores y escalar las intervenciones de carácter
productivo, y fomentar el acceso a servicios clave, como a los servicios financieros”, afirmó

Marianne Fay, Directora del Banco Mundial para Bolivia, Chile, Ecuador y Perú.

Las encuestas fueron aplicadas a alrededor de 1,000 hogares peruanos entre el 21 mayo y

el 26 julio de 2020. Son representativos para los hogares con teléfonos del país (alrededor del

90% del total de hogares). Las rondas de consultas indagaron sobre los principales mecanismos a

través de los cuales la pandemia ha afectado a los hogares: las pérdidas de empleo e ingresos

laborales; las pérdidas de remesas y beneficios de transferencias sociales; disrupciones en los

mercados como el aumento de precios y escasez de alimentos; y dificultades para acceder a

servicios clave como salud y educación.

Pérdida de empleo disminuyó en junio y julio. Cerca del 30% de los encuestados

mencionó haber perdido su empleo en mayo, y alrededor del 15% declaró lo mismo en julio.

A fines de julio, los trabajadores asalariados (66%) y con altos niveles educativos (67%)

pudieron conservar sus empleos en una mayor proporción que aquellos con baja calificación

(62%) y empleos no asalariados (63%). Además, una mayor proporción de hombres (74%)

conservaron sus trabajos en comparación con las mujeres (53%). La posibilidad de teletrabajar

fue otro elemento crítico para preservar el empleo.

La reducción de ingresos ha sido muy alta de acuerdo con las encuestas de mayo y de

julio. En mayo, el 80% de los hogares encuestados reportaron una disminución del ingreso

familiar. De ellos, la mitad volvió a mencionar una caída en su ingreso en julio.

La inseguridad alimentaria y falta de acceso a servicios médicos han disminuido desde

mayo. Sin embargo, en uno de cada cinco hogares encuestados, algún adulto se saltó una comida
debido a falta de recursos en el último mes; y en uno de cada cuatro, algún miembro no pudo

realizarse una consulta médica.

La falta de conectividad de los hogares más vulnerables es una barrera importante para

acceder a la educación. A fines de julio, la falta de conectividad fue una razón muy importante

para explicar por qué los menores no participaron en educación a distancia, especialmente en los

hogares donde los adultos tienen bajos niveles educativos (34%).

Aunque la pandemia afectó diversas actividades en el país, el PNUD continuó sus labores

en favor de poblaciones vulnerables como las comunidades nativas y la población femenina de

todos los estratos.

Según la entrevista a MARÍA DEL CARMEN SACASA. REPRESENTANTE

RESIDENTE DEL PNUD EN EL PERÚ en el diario el PERUANO.

[ CITATION Jul21 \l 2058 ]

El PNUD tiene un amplio espectro de labores en naciones como el Perú. ¿Cuántos

programas desarrolla actualmente en el país?

– El año pasado logramos integrar a más de 280 instituciones en 21 regiones del

país, en el desarrollo de más de 40 proyectos a escala nacional, conectando los

puntos entre temáticas que en el pasado tenían pocas oportunidades de encuentro.

Este ha sido un importante valor agregado de nuestra cooperación durante la

pandemia. Por ejemplo, por medio de nuestras plataformas de Amazonía pudimos


integrar y fortalecer servicios vinculados con la protección social, la inclusión

económica y la prevención sanitaria en más de 300 comunidades indígenas.

¿Cuál es la importancia de organismos como el PNUD en una emergencia como la

pandemia que ha golpeado naciones sin distinción?

– El PNUD ha sido nombrado como líder del sistema ONU para la recuperación

socioeconómica ante los impactos del covid-19. En este escenario, nuestro mandato es

brindar soporte a los países para resurgir mejor y más fuertes. Esto implica dejar de

aspirar a ‘volver a la normalidad’, y más bien, a utilizar este escenario de crisis como una

oportunidad para reimaginar nuestras trayectorias de desarrollo.

¿Qué condiciones deben existir para lograr ese objetivo en el corto, mediano y largo

plazo?

–Primero, hay que entender al covid-19 como una crisis de desigualdad, en la que las

personas que ya eran vulnerables se llevan la peor parte. Por ello, el PNUD trabaja con el

Estado a fin de combinar conocimiento territorial con innovación para abordar los

desafíos específicos de los sectores con mayor vulnerabilidad. Segundo, debemos

reconocer que la pandemia no ha puesto en pausa otras crisis emergentes. El cambio

climático, en particular, se complejiza fuera de los reflectores, pero sus impactos

continúan sintiéndose en el territorio. Y tercero, en un contexto de alta volatilidad e


incertidumbre, nuestros procesos de aprendizaje, dentro y entre organizaciones de

desarrollo, deben acelerarse. Incluso dos o tres meses de distancia entre data e

intervención pueden llevarnos a tomar decisiones equivocadas.

El Perú pasa por una etapa electoral y el PNUD no ha detenido su trabajo incluso en

este ámbito. ¿Puede detallar algunas iniciativas?

– Hemos desplegado nuestros esfuerzos para apoyar a formar liderazgos de

poblaciones históricamente excluidas, como las mujeres, indígenas y jóvenes. Así,

nace Redpública, que aspira a ser una plataforma de cocreación cívica en la que la

ciudadanía pueda acceder a información fiable, debatir sobre las decisiones que se

toman y proponer nuevas soluciones a los desafíos compartidos. También es clave

el combate contra la infodemia y las fake news. Ante este desafío, el PNUD

ejerció un papel integrador, promoviendo la plataforma Ama Llulla, a la que se

sumaron diversos medios nacionales aunados por su interés de generar una

comunidad de fact-checking que cumpla con los mayores estándares a escala

global, asegurando la mayor rigurosidad posible en el proceso.

El 28 de julio tendremos un nuevo gobierno. ¿Qué prioridad debe tener en los

pueblos originarios?

– Sabemos que, debido a la limitada oferta de servicios públicos y financieros, los

desafíos socioeconómicos de las comunidades indígenas se han profundizado. Sin

embargo, hay vacíos de información con respecto a qué tan grandes han sido los
retrocesos, lo que imposibilita tomar decisiones de política adecuadas al escenario actual.

Creo que un primer gran reto para el Gobierno siguiente será justamente ese, asegurar

que se visibilicen los nuevos desafíos que han emergido en territorios indígenas durante

la pandemia, y conectar con el ecosistema de innovación para brindar soluciones

diferenciadas de manera ágil.

– El Gobierno tiene la responsabilidad principal de lograr avances en todos los

campos mencionados. ¿Cuál es el papel que le corresponde al sector privado?

– El sector privado siempre ha sido un importante actor para el desarrollo, pero su

compromiso con un abordaje más integral de las problemáticas sociales, ambientales,

económicas y políticas ha ido en aumento. El covid-19 es un claro ejemplo de que una

crisis no puede ser asumida por un solo actor. Al respecto, las alianzas con entidades

privadas son claves para responder con maneras más flexibles e innovadoras a los

desafíos que atravesamos.

Impacto en las mujeres

María del Carmen Sacasa alertó que los impactos de la pandemia no han sido neutrales

frente al género. Una medición que hizo el PNUD con ONU Mujeres, en América Latina,

indicó que 50% de las medidas adoptadas por los gobiernos para abordar los impactos

sociales y económicos del covid-19 fueron sensibles al género, y es la prevención y

abordaje de la violencia contra las mujeres la problemática que concentra la mayor

proporción de medidas.
 Sin embargo, el impacto de la pandemia en el trabajo de las mujeres ha sido drástico, en

comparación con los hombres. Un reciente estudio del BID e INEI en Lima

Metropolitana reveló que el año pasado el empleo femenino cayó 14.7%, mientras que

para los hombres la caída fue de 113%.

 Desde antes de la pandemia, el 57.3% de las mujeres se desenvolvía en trabajos

vulnerables, frente al 44.6% de los hombres. De hecho, las mujeres, además, tenían las

tasas de ocupación más bajas: 9.4 millones de hombres y 7.4 millones de mujeres

ocupadas en el país.

 “Esto se puede relacionar con múltiples desigualdades, como el trabajo de cuidados no

remunerados, pero también está la otra pandemia a la sombra: la violencia contra ellas”,

dijo.
V. CONCLUSIONES

1. El impacto que a tenido el Covid -19 en la población pobre del Perú, radica en su

crecimiento por lo tanto es importante que no se detengan los actuales esfuerzos por

reducir la pobreza y que se elaboren e implementen medidas estructurales orientadas a

reducir el riesgo de regresar a los niveles de pobreza pico registrados antes de la

pandemia. El Perú, ha tomado ya algunas medidas para aliviar la situación tales como el

bono familiar.

2. A diario la tasa de mortalidad iba en aumento en el año 2020 y es que desde el oxigeno

hasta una cama UCI era dinero conseguirla, “Respirar tenia un costo” y la desigualdad de

económica se vio reflejada en ello. Si bien el Estado intento tener un rol proactivo en el

apoyo a los ciudadanos para manejar esta crisis sanitaria y económica a partir de

transferencias directas, el ahorro familiar es el que cubre la mayor parte de los costos.

Los más afectados por la COVID-19 a nivel sanitario son, de nuevo, los más pobres.
VI. REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

Panduro, J. (28 de 04 de 2021). “Hay que entender al covid-19 como una crisis de desigualdad”.

El Peruano.

Gestión. (2020). ¿Cómo interactúa la capacidad estatal y la desigualdad con la pandemia.

INEI. (2021). Pobreza sube 10 puntos en Perú por pandemia y alcanza al 30% de la población.

Lima: © 2021 AFP.

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personal de salud y en la población general de China. Revista de Neuro-Psiquiatria, 83-

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Casapia, J. P. (2020). Crisis por el coronavirus aumentó las desigualdades en el Perú. Lima:

Banco Mundial Perú.

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QKzkqA3htv2030saqWqe3OfaH25oP4QitOstllHbVFo7v_RIWYc5QaAi-

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