Orientando a mi equipo de trabajo en el manejo de

pérdidas significativas, en tiempos de contingencia.

Lic. Yaneth Rubio Pinilla

Psicóloga – Tanatóloga
Miembro de la Red Latinoamericana de Resiliencia

Y de pronto amanecimos y nos tuvimos que enfrentan con una realidad que no entendíamos,
aparecieron ciertas exigencias que trajeron consigo nuevos miedos, y nos dijeron que teníamos
que volver a construir nuestro proyecto de Vida … y entonces, qué pasó con los propósitos y metas
que habíamos generado tan motivados para 2020? Pues ya no van nos dijeron, y entramos en
shock, en un duelo que no esperábamos, que es global, que trae incertidumbres nuevas.

Tuvimos entonces que recordar que una pérdida es el resultado de algo que teníamos tangible o
intangible y ya no tenemos, que trae sentimientos normales cuando la vida no se ajusta a las
expectativas y se nos obliga a “reinventarnos”. Que son de carácter somático cuanto intervienen el
cuerpo físico; sociales en cuanto perdemos roles privilegiados, relaciones interpersonales;
psicológicas por pérdidas afectivas, cognitivas, intelectuales, de la voluntad, del sí mismo, de lo
amado y relacionadas a la construcción de la realidad y el futuro psicológico.

Nos enfrentamos entonces al llamado duelo social, definido como una construcción que se da en
masa en torno a una pérdida, conlleva un proceso adaptación, nos obliga a construir una nueva
forma de vida, con una transición tarda tiempo, y que trae sus etapas. Hemos perdido el control
libertad, autonomía, capacidad de decidir, relaciones afectivas, seguridad, dinero, salud,
expectativas, sueños pensados y hemos sumado el miedo a encontrarnos con nosotros mismos,
potenciado el miedo a la muerte, recordado que somos vulnerables y que se han roto las historias
que nos habían contado.

Según las investigaciones realizadas por científicos, se encuentra que cada 100 años se han
afrontado pandemias que llegan con una etapa de confinamiento, con medios de comunicación
que hoy nos ofrecen una nueva construcción donde se recuerda de forma permanente que todos
estamos de duelo, y una forma de conexión virtual de forma diferente a la ordinaria. Resulta ser
además, un tema mundial, pero personal, y tan nacional como íntimo e individual; y donde una
vez terminado el confinamiento nos encontraremos con una nueva pandemia, esta vez, la
despedidas sin hacer, una serie de duelos congelados.

Encuentro la contingencia como un viaje que nos han pedido hacer, sólo que el destino es nuestra
propia casa, haciéndose presentes los llamados 7 duelos de la migración, un viaje del que no
sabemos si vamos a regresar de igual manera como salimos, estos duelos son por la separación de
los familiares y amigos, por la cultura, del paisaje y de su tierra, del estatus social, del contacto con
el grupo étnico, por la seguridad física, por las formas de comunicación que utilizamos.

Dentro del proceso nos encontramos con una etapa preventiva, luego vino la del confinamiento,
neutralización donde nos acostumbramos a nuevas rutinas, una más donde hay rebeldía, por un
comienzo de saturación del tema y la necesidad de hablar de otro tema, luego una etapa de
resignación que no significa aceptación, para llegar a la readaptación concretizando nuevos
proyectos, encontrando luego el reajuste social que indica el final del proceso, del que veremos la
conmemoración social, pues llegaran las películas, documentales, se impulsan medidas de
prevención, adiestramientos, fundaciones, museos, monumentos, acuerdos mundiales, etc.

Se queda esta vivencia en el registro de la humanidad, un duelo social más que con el tiempo se
le llamará HISTORIA.

Encontramos las Emociones que más predominan y una idea acerca del cómo trabajarlas:

 Tristeza: Acompañamiento amoroso, redes de apoyo.

 Miedo: Expresión emocional, restructuración cognitiva.
 Inquietud: Actividades prosociales, estéticas o espirituales.
 Incertidumbre: Información fidedigna, conocimiento.
 Frustración: Replantear planes, adaptarse creativamente.
 Ira: Ejercicios psico corporales, movilizar habilidades.

Resulta importante tener en cuenta que no es hora de cobrar pendientes: usted me hizo. Tampoco
regresarnos al pasado: usted me prometió.

Desde las áreas de recurso humano de las empresas se sugiere ofrecer un mayor apoyo social a los
colaboradores, máxima interacción con su comunidad, generar recordación del objetivo propuesto
por la cuarentena.

Tener una entrevista individual con cada uno de los integrantes de los equipos de trabajo, donde
se identifiquen las necesidades de acompañamiento dentro del entorno, con ello definir
estrategias concretas para facilitar los procesos de duelo y diseñar y realizar actividades de
acompañamiento y de liberación emocional.

Recordar que es importante encontrar el sentido de la contingencia y hacer ver la importancia de

empezar a construir nuevas historias.

Utilizar como tips de control, acciones como:

Háblalo: Expresar las emociones, sentimientos, pensamientos regularmente, no esperar a

estallar.

Respira hondo: Lenta, profundamente, desde el abdomen.

Actívate: Elegir actividades agradables.

Céntrate en el presente: Que se tiene ahora? Que se puede hacer? Qué se puede
cambiar?

Vive más lento: Organizarse, priorizar y delegar tareas.

 Ventilación: Desde la narrativa, hablar de lo sucedido, escribirlo, contarlo muchas veces.

La sabiduría radica en ser capaces de agradecer cuando las cosas no van bien, te da un margen
importante de crecimiento, mejoramiento y aprendizajes, la oportunidad de superar limitaciones,
conectar con los demás y con tu entorno.

La gratitud nunca sobra, fortalece la mente y ennoblece el alma.

Sugerir que cada integrante del equipo realice un inventario de lo que tiene, recordando la
importancia de las fortalezas humanas con el fín de potenciar sus competencias blandas:

Las pérdidas hacen que revisemos nuestras prioridades vitales, busquemos oportunidades para
aplicas el aprendizaje que deja, generar nuevos proyectos y relaciones.

Hay personas mágicas, te lo prometo. Les he visto. Se encuentran escondidas por todos los
rincones del planeta, disfrazadas de normales, disimulando su especialidad.

Procuran comportarse como los demás… por eso, a veces, es tan difícil encontrarlas.

Por tanto cuando las descubres ya no hay marcha atrás, no puedes deshacerte de su recuerdo.

No se lo digas a nadie, pero dicen que su “magia” es tan fuerte, que si te toca una vez, lo hace para
SIEMPRE.