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Estado vítreo

Tradicionalmente se ha considerado que la materia podía presentarse bajo tres formas:


la sólida, la líquida y la gaseosa. Nuevos medios de investigación de su estructura
íntima –particularmente durante el siglo XX– han puesto al descubierto otras formas o
estados en los que la materia puede presentarse. Por ejemplo el estado mesomorfo (una
forma líquida con sus fases esmécticas, nemáticas y colestéricas), el estado de plasma (o
estado plasmático, propio de gases ionizados a muy altas temperaturas) o el estado
vítreo, entre otros.

Los cuerpos en estado vítreo se caracterizan por presentar un aspecto sólido con cierta
dureza y rigidez y que ante esfuerzos externos moderados se deforman de manera
generalmente elástica. Sin embargo, al igual que los líquidos, estos cuerpos son
ópticamente isótropos, transparentes a la mayor parte del espectro electromagnético de
radiación visible. Cuando se estudia su estructura interna a través de medios como la
difracción de rayos X, da lugar a bandas de difracción difusas similares a las de los
líquidos. Si se calientan, su viscosidad va disminuyendo paulatinamente –como la
mayor parte de los líquidos- hasta alcanzar valores que permiten su deformación bajo la
acción de la gravedad, y por ejemplo tomar la forma del recipiente que los contiene
como verdaderos líquidos. No obstante, no presentan un punto claramente marcado de
transición entre el estado sólido y el líquido o "punto de fusión".

Todas estas propiedades han llevado a algunos investigadores a definir el estado vítreo
no como un estado de la materia distinto, sino simplemente como el de un líquido
subenfriado o líquido con una viscosidad tan alta que le confiere aspecto de sólido sin
serlo. Esta hipótesis implica la consideración del estado vítreo como un estado
metastable al que una energía de activación suficiente de sus partículas debería conducir
a su estado de equilibrio, es decir, el de sólido cristalino.

Figura 1: Cristal organizado de SiO2

En apoyo de esta hipótesis se aduce el hecho experimental de que, calentado un cuerpo


en estado vítreo hasta obtener un comportamiento claramente líquido (a una temperatura
suficientemente elevada para que su viscosidad sea inferior a los 500 poises, por
ejemplo), si se enfría lenta y cuidadosamente, aportándole a la vez la energía de
activación necesaria para la formación de los primeros corpúsculos sólidos (siembra de
microcristales, presencia de superficies activadoras, catalizadores de nucleación, etc.)
suele solidificarse dando lugar a la formación de conjuntos de verdaderos cristales
sólidos.

Todo parece indicar que los cuerpos en estado vítreo no presentan una ordenación
interna determinada, como ocurre con los sólidos cristalinos. Sin embargo en muchos
casos se observa un desorden ordenado, es decir, la presencia de grupos ordenados que
se distribuyen en el espacio de manera total o parcialmente aleatoria.

Esto ha conducido a diferentes investigadores a plantear diversas teorías sobre la


estructura interna del estado vítreo, tanto de tipo geométrico, basadas tanto en las teorías
atómicas como en las de tipo energético.

Figura 2: SiO2 en estado vítreo.

Según la teoría atómica geométrica, en el sílice sólido cristalizado el átomo de silicio se


halla rodeado de cuatro átomos de oxígeno situados en los vértices de un tetraedro cada
uno de los cuales le une a los átomos de silicio vecinos. Una vista en planta de este
ordenamiento se esquematiza en la figura 1, en la que el cuarto oxígeno estaría encima
del plano de la página. Cuando este sílice pasa al estado vítreo, la ordenación tetraédrica
se sigue manteniendo a nivel individual de cada átomo de silicio, aunque los enlaces
entre átomos de oxígeno y silicio se realizan en un aparente desorden, que sin embargo
mantiene una organización unitaria inicial (véase la figura 2).

No obstante, ninguna de estas teorías es suficiente para explicar el comportamiento


completo de los cuerpos vítreos aunque pueden servir para responder, en casos
concretos y bien determinados, a algunas de las preguntas que se plantean.

Las sustancias susceptibles de presentar un estado vítreo pueden ser tanto de naturaleza
inorgánica como orgánica, entre otras:

 Elementos químicos: Si, Se, Au-Si, Pt-Pd, Cu-Au.


 Óxidos: SiO2, B2O3, P2O5, y algunas de sus combinaciones.
 Compuestos: As2S3, GeSe2, P2S3, BeF2, PbCl2, AgI, Ca(NO3)2.
 Siliconas (sustancias consideradas como semiorgánicas)
 Polímeros orgánicos: tales como glicoles, azúcares, poliamidas, poliestirenos o
polietilenos, etc.

[editar] Vidrios comunes


[editar] Sílice vítrea

Se denomina sílice a un óxido de silicio de fórmula química SiO2. Se presenta en estado


sólido cristalino bajo diferentes formas enanciotrópicas. Las más conocidas son el
cuarzo (la más frecuente y estable a temperatura ambiente), la cristobalita y las
tridimitas. Además de estas formas, se han llegado a identificar hasta veintidós fases
diferentes, cada una de ellas estable a partir de una temperatura perfectamente
determinada.

Cuando se calienta el cuarzo lentamente, este va pasando por distintas formas


enanciotrópicas hasta alcanzar su punto de fusión a 1.723 °C. A esta temperatura se
obtiene un líquido incoloro y muy viscoso que si se enfría con relativa rapidez, se
convierte en una sustancia de naturaleza vítrea a la que se suele denominar vidrio de
cuarzo.

Este vidrio de cuarzo presenta un conjunto de propiedades de gran utilidad y de


aplicación en múltiples disciplinas: en la investigación científica, tecnológica, en la vida
doméstica y en general en todo tipo de industria. Se destacan como más relevantes las
siguientes:

1. Gran resistencia al ataque por agentes químicos, por lo que es muy


utilizado como material de laboratorio. Sólo es atacado, de manera
importante a temperatura ambiente, por el ácido fluorhídrico en sus
diferentes formas (gaseosa o disolución). A temperaturas superiores a
800 °C reacciona a velocidades apreciables con sales alcalinas o
alcalinotérreas, en particular con sales sódicas, tales como el carbonato o
el sulfato sódicos.
2. Si bien su densidad a temperatura ambiente es relativamente alta
(2,2 g/cm3) su coeficiente de dilatación lineal medio a temperaturas
inferiores a los 1.000 °C es extremadamente pequeño: se sitúa en 5,1•10-
7
 K-1, lo que permite, por ejemplo, calentarlo al rojo y sumergirlo
bruscamente en agua, sin que se fracture. El número de aplicaciones que
esta propiedad suscita es elevado.
3. Su índice de refracción a la radiación electromagnética visible es 1,4589,
lo que le hace apto para instrumentos ópticos en general.
4. Su resistividad eléctrica es del orden de los 1020 ohm·cm en condiciones
normales lo que le convierte en uno de los mejores aislantes eléctricos
conocidos, con todas las aplicaciones que de ello se derivan en la
industria moderna.
5. La absorción de la radiación electromagnética del vidrio de cuarzo
muestra una gran transparencia a la luz visible así como en las bandas
correspondientes al espectro ultravioleta, lo que le hace especialmente
apto para la fabricación de lámparas y otros instrumentos generadores de
este tipo de radiación.
Otras propiedades, sin embargo, dificultan su (Según Brückner)
elaboración y utilización. En particular, las siguientes: Viscosidades
de la sílice vitrea Viscosidad
1. El punto de fusión de la sílice cristalizada Temperatura
depende de la variedad enanciotrópica °C μ (poises)
que se trate. Para la variedad estable a
1.800 107,21
partir de los 1.470 °C (la α-cristobalita)
este es de 1.723 °C. Estas son 2.000 106,10
temperaturas que no pueden alcanzarse 2.200 105,21
fácilmente, salvo en instalaciones muy
2.400 104,50
especializadas. Por esta razón, la
fabricación del vidrio de cuarzo ha sido 2.600 103,90
siempre rara y cara. Industrialmente, su 2.800 103,40
producción es bastante limitada si se la
compara con otros tipos de vidrio.
2. Su viscosidad en estado vítreo presenta una gran variación con la
temperatura, pasando de valores superiores a 107 poises (aspecto
totalmente sólido) por debajo de los 1.800 °C, a 103,5 poises a 2.758 °C
(aspecto pastoso y moldeable).
3. Las viscosidades toman valores tan sumamente elevados que deben
expresarse como potencias de diez. En general, las viscosidades de los
vidrios suelen darse bajo la forma de su logaritmo decimal. Para obtener
el vidrio de cuarzo es necesario partir de un cuarzo cristalizado de gran
pureza, finamente molido, que se somete a altas temperaturas. El líquido
que se obtiene presenta gran cantidad de burbujas diminutas de aire
ocluido entre los granos del cuarzo, que le dan un aspecto lechoso,
traslúcido, al que se suele denominar gres de cuarzo y cuyas aplicaciones
como recipiente resistente al ataque químico o a los cambios bruscos de
temperatura son frecuentes. Sin embargo, resulta totalmente inútil para
aplicaciones en las que se precise una gran transparencia (lámparas de
rayos UVA, lámparas de cuarzo y óptica en general). Para estas últimas
es necesario que durante el proceso de fusión se puedan desprender esas
burbujas gaseosas ocluidas. Para que ese desprendimiento fuera efectivo
bajo la presión atmosférica y a una velocidad aplicable industrialmente,
se precisaría que el líquido presentara una viscosidad por debajo de los
200 poises, lo que en el caso de la sílice líquida implicaría temperaturas
del orden de los 3.600 °C. En la práctica para poder desgasificar el vidrio
de sílice se funde el cuarzo a temperaturas próximas a los 2.000 °C en
recipientes donde se hace el vacío, complicando mucho la tecnología de
su producción y, por consiguiente, encareciendo el producto.
4. La resistencia a la tracción en estado puro, en condiciones normales y
con una superficie perfectamente libre de toda fisura, es de unos 60 kbar.
Esta gran resistencia (superior a la del acero) se ve fuertemente
disminuida por imperfecciones en la superficie del objeto, por pequeñas
que estas sean.
5. Su módulo de Young a 25 °C es de 720 kbar y el de torsión 290 kbar.
Cuando se le somete a un esfuerzo de tracción mecánica a temperaturas
próximas a la ambiente, se comporta como un cuerpo perfectamente
elástico con una función alargamiento/esfuerzo lineal, pero sin
prácticamente zona plástica cercana a su límite de rotura. Esta propiedad,
unida a la resistencia mecánica a la tracción anteriormente citada, lo
convierten en un producto frágil. Al golpearlo, o se deforma
elásticamente y su forma no se altera o, si se sobrepasa su límite de
elasticidad, se fractura.

[editar] Silicato sódico

Las sales más comunes de sodio tienen puntos de fusión por debajo de los 900 °C.
Cuando se calienta una mezcla íntima de cuarzo finamente dividido con una sal de estos
metales alcalinos, por ejemplo Na2CO3, a una temperatura superior a los 800 °C se
obtiene inicialmente una fusión de la sal alcalina, cuyo líquido rodea a los granos de
cuarzo, produciéndose una serie de reacciones que pueden englobarse en la resultante
siguiente:

SiO2 (s) + Na2CO3 (s) Na2SiO3 (s) + CO2 (g) ΔH = -5,12 kcal/mol

Esta reacción, levemente exotérmica, desprende anhídrido carbónico gaseoso -que


burbujea entre la masa en fusión- y conduce a un primer silicato sódico, de punto de
fusión 1.087 °C.

De acuerdo con la termodinámica, la mezcla de dos sustancias de puntos de fusión


diferentes presenta un “Punto de Liquidus”[cita  requerida] que se sitúa entre los de las dos
sustancias en contacto. De esta forma la mezcla de la sílice y el silicato sódico formado
da lugar a un producto de SiO2 y silicatos, ya en estado líquido a temperaturas que no
sobrepasan los 1.200 °C, lejos de los más de 2.000 °C necesarios para preparar el vidrio
de cuarzo.

Al producto así obtenido se le da corrientemente el nombre genérico de silicato sódico,


si bien con esta denominación se identifica a un conjunto de productos derivados de la
fusión del cuarzo con sales sódicas (generalmente carbonatos) en diferentes
proporciones de uno y otro componente. Industrialmente se preparan silicatos sódicos
con proporciones molares de cada componente situadas entre:

3,90 moles de SiO2 / 1 mol de Na2O y 1,69 moles de SiO2 / 1 mol de Na2O

NOTA: la proporción estequiométrica de un metasilicato sódico puro sería de 1 mol de


SiO2 / 1 mol de Na2O

Estos silicatos sódicos presentan un aspecto vítreo, transparente y muy quebradizo. Para
alcanzar una viscosidad del orden de los 1.000 poises (necesaria para su moldeado) se
precisan temperaturas que, en función de su composición, oscilan entre los 1.220 °C
para el silicato más rico en SiO2, y los 900 °C para el más pobre. Son muy solubles en
agua: entre un 35% y un 50% en peso de silicato, según el contenido en SiO2. Su falta
de rigidez mecánica y su solubilidad en agua les hacen inútiles como sustitutos del
vidrio de cuarzo en ninguna de sus aplicaciones.

Raramente se presentan en la industria en forma sólida, sino bajo la forma de disolución


acuosa. Su solución en agua se utiliza como pegamento cerámico muy eficaz o como
materia prima para la producción mediante hidrólisis de gel de sílice, sustancia usada
como absorbente de la humedad (torres de secado de gases, etc.) o como componente de
ciertos productos tales como neumáticos para vehículos y otras aplicaciones en la
industria química.

Su producción se realiza en hornos continuos de balsa calentados mediante la


combustión de derivados del petróleo y frecuentemente también con energía eléctrica, a
temperaturas lo más elevadas posibles (dentro de una cierta rentabilidad) con el fin de
aumentar la productividad del horno. Estas temperaturas suelen situarse entre los
1.400 °C y los 1.500 °C.

[editar] Vidrios de silicato sódico

Con el fin de obtener un producto con propiedades similares a las del vidrio de cuarzo a
temperaturas alcanzables por medios técnicamente rentables, se produce un vidrio de
silicato sódico al que se le añaden otros componentes que le hagan más resistente
mecánicamente, inerte a los agentes químicos a temperatura ambiente -muy
particularmente al agua- y que guarden su transparencia a la luz, al menos en el espectro
visible.

Estos componentes son metales alcalinotérreos, en particular magnesio, calcio o bario,


además de aluminio y otros elementos en menores cantidades, algunos de los cuales
aparecen aportados como impurezas por las materias primas (caso del hierro, el azufre u
otros). Las materias primas que se utilizan para la elaboración de vidrios de este tipo se
escogen entre aquellas que presenten un menor costo:

 Para el cuarzo:
o Arenas feldespáticas, de pureza en SiO2 superior al 95% y con el menor
contenido en componentes férricos posible (entre un 0,15% y 0,01% en
términos de Fe2O3)
o Cuarcitas molidas
 Para el sodio:
o Carbonatos sódicos naturales (yacimientos de EE.UU. y África).
o Carbonato sódico sintético, el más utilizado en Europa.
o Sulfato sódico sintético, subproducto de la industria química.
o Nitrato sódico natural (nitrato de Chile).
o Cloruro sódico o sal común.
 Estos tres últimos, utilizados en pequeñas proporciones, debido al
desprendimiento de gases contaminantes durante la elaboración
del vidrio: SOX, NOX, Cl2.
 Para el Calcio:
o Calizas naturales.
 Para el Magnesio:
o Dolomitas naturales.
 Para el Bario:
o Sulfato bárico natural (baritina).
 Para el Aluminio:
o Feldespatos naturales (caolines).

La producción industrial de este tipo de vidrios se realiza, al igual que en el caso de los
silicatos sódicos, en hornos para vidrio, generalmente de balsa, calentados mediante la
combustión de derivados del petróleo con apoyo, en muchos casos, de energía eléctrica
a temperaturas que oscilan entre los 1.450 °C y los 1.600 °C. En estos hornos se
introduce una mezcla en polvo ligeramente humedecida ( 5% de agua) y previamente
dosificada de las materias primas ya citadas. Esta mezcla de materias minerales
reacciona (a velocidades apreciables y, evidentemente, cuanto mayores mejor) para
formar el conjunto de silicatos que, combinados y mezclados, darán lugar a esa
sustancia a la que se denomina vidrio común.

[editar] Propiedades del vidrio común


Las propiedades del vidrio común son una función tanto de la naturaleza de las materias
primas como de la composición química del producto obtenido. Esta composición
química se suele representar en forma de porcentajes en peso de los óxidos más estables
a temperatura ambiente de cada uno de los elementos químicos que lo forman. Las
composiciones de los vidrios silicato sódicos más utilizados se sitúan dentro de los
límites que se establecen en la tabla adjunta.

Intervalos de composición frecuentes en los vidrios comunes


Componente Desde ... % ... hasta %
SiO2 68,0 74,5
Al2O3 0,0 4,0
Fe2O3 0,0 0,45
CaO 9,0 14,0
MgO 0,0 4,0
Na2O 10,0 16,0
K2O 0,0 4,0
SO3 0,0 0,3

Muchos estudios –particularmente en la primera mitad del siglo XX– han intentado
establecer correlaciones entre lo que se denominó la estructura interna del vidrio –
generalmente basada en teorías atómicas– y las propiedades observadas en los vidrios.
Producto de estos estudios fueron un conjunto de relaciones, de naturaleza
absolutamente empírica, que representan de manera sorprendentemente precisa muchas
de esas propiedades mediante relaciones lineales entre el contenido de los elementos
químicos que forman un vidrio determinado (expresado bajo la forma del contenido
porcentual en peso de sus óxidos más estables) y la magnitud representando dicha
propiedad. Curiosamente, las correlaciones con las composiciones expresadas en forma
molar o atómica son mucho menos fiables.

silicato sódico
Composición "tipo" de vidrio de
Al2O3 Fe2O3 CaO MgO Na2O K2O SO3
SiO2
73,20 1,51 0,10 10,62 0,03 13,22 1,12 0,20

Los contenidos en MgO, Fe2O3 y SO3 son consecuencia de las impurezas de la caliza,
arena y el sulfato sódico, respectivamente.
 Coeficientes para el cálculo de propiedades del vidrio

[editar] Reciclaje del vidrio

Depósito público para reciclaje de vidrio. En éste, existen tres divisiones para separar el
vidrio según su color: transparente, verde y ámbar.

El vidrio es un material totalmente reciclable y no hay límite en la cantidad de veces que


puede ser reprocesado. Al reciclarlo no se pierden las propiedades y se ahorra una
cantidad de energía de alrededor del 30% con respecto al vidrio nuevo.

Contenedor de recogida de botellas de vidrio en España.

Para su adecuado reciclaje el vidrio es separado y clasificado según su tipo el cual por lo
común está asociado a su color, una clasificación general es la que divide a los vidrios
en tres grupos: verde, ámbar o café y transparente. El proceso de reciclado luego de la
clasificación del vidrio requiere que todo material ajeno sea separado como son tapas
metálicas y etiquetas, luego el vidrio es triturado y fundido junto con arena, hidróxido
de sodio y caliza para fabricar nuevos productos que tendrán idénticas propiedades con
respecto al vidrio fabricado directamente de los recursos naturales. En algunas ciudades
del mundo se han implementado programas de reciclaje de vidrio, en ellas pueden
encontrarse contenedores especiales para vidrio en lugares públicos.

En ciertos casos el vidrio es reutilizado, antes que reciclado. No se funde, sino que se
vuelve a utilizar únicamente lavándolo (en el caso de los recipientes). En
acristalamientos, también se puede aprovechar el vidrio cortándolo nuevamente
(siempre que se necesite una unidad más pequeña).

[editar] Véase también


 

     Consideraciones Generales:

El vidrio es un producto amorío de fusión, difiere ampliamente de


composición. Es una mezcla compleja de silicatos; un silicato alcalino y el
silicato de una o más bases (calcio o plomo). Esto en lo que se refiere a la
mayor parte de los vidrios comerciales; mientras que en vidrios especiales
se han reemplazado los álcalis por boratos, fosfatos y aluminatos y el
plomo y calcio por otros metales: bario, magnesio, cinc, etc.

Para aplicaciones técnicas se emplean casi exclusivamente los silicatos


dobles alcalino-calcicos y alcalino-plúmbico; que al solidificarse son
transparentes y límpidos: y dentro de estos vidrios el más usado es el
calcico-sodico. La razón de que la mayor parte del vidrio sea de soda y cal,
es por el bajo valor de la materia prima.

Los principales variedades de vidrio son las siguientes:

1. Vidrios Sodicos (Silicato de sodio y calcio). – Es el vidrio ordinario


que se emplea para elaborar vidrios planos, botellas, frascos y otros
objetos varios. Tienen casi siempre un ligero color verde debido al
hierro de las materias primas. Resisten a la acción disolvente del
agua y los ácidos, tienen poco brillo. Las composiciones extremas de
estos vidrios son las siguientes:

2. Vidrios Potasicos.
(Silicato de potasio y calcio). – Se reemplaza, en el vidrio anterior,
el sodio por el potasio. Son más duros que los anteriores, muy
brillantes, resisten mejor las variaciones de temperatura y son muy
resistentes a la acción del agua y de los ácidos. Ejemplos; son los
vidrios de Bohemia, vidrios de óptica (crown), etc:

3. Vidrios Plúmbicos.
(Silicato de potasio y plomo). – En este vidrio se ha reemplazado
del anterior el calcio por el plomo. Tienen peso especifico elevado y
poseen notable esplendor, son muy transparentes, sonoros y refractan
muy bien la luz. Dentro de estos vidrios se encuentra el cristal, el
flint-glass empleado en óptica y el strass que sirve para elaborar
piedras preciosas artificiales. La composición de algunos de estos
vidrios es la siguiente:

  SiO2 K2O PbO


Cristal …. 53% 11 % 335 %
Flint …. 20 – 54 0 – 12 80 – 34
% % %
Strass …. 40 % 7% 52 %

4. Vidrios Doricos. – Son vidrios en los que se ha reemplazado partes


de sus componentes por anhídrido bórico, dando vidrios duros,
resistentes al calor, para laboratorios por su bajo coeficiente de
dilatación y debido a su bajo contenido en metales alcalinos y
alcalino-terreos.

Vidrios clásicos de este tipo son Pixer y Jena.

Composición de los vidrios Jena y Pirex


  SiO H2O2 Na2O Al2O2 As2O4 K2 Mg Ca Fe2O3 ZnO
O O O

Pirex .. 80, 62 11, 90 3, 83 2,00 0,66 0,61 0,20 0,22 0,12 ---
.
Jena .. 64,58 10,03 7,38 6,26 --- --- 0,12 0,08 0,10 11,7
.
 

5. Vidrios de Cuarzo. – Son vidrios obtenidos fundiendo sílice o cuarzo


purísimo (99,5 % de SiO2) generalmente en hornos eléctricos de
resistencia a unos 1800 °C.

6. Vidrios Varios. – Teniéndoos vidrios aluminosos, vidrios baríticos,


vidrios de cinc, etc.

     Propiedades:

El vidrio es una masa amorfa transparente. Se caracteriza porque carece de


punto de fusión determinado y desde su estado liquido se vuelve cada vez
más pastoso a medida que se enfría y el estado sólido lo adquiere a gran
diferencia de temperatura y sin cesar de mantenerse amorfo. Esto se debe a
la viscosidad del vidrio que aumenta rápidamente con el descenso de
temperatura e impide que las moléculas tomen la forma cristalina.

La viscosidad, propiedad tan importante del vidrio, permite elaborar


productos soplados, pero trae dificultades en la elaboración, al oponerse al
desprendimiento de burbujas gaseosas retenidas durante la fusión y exige
una fluidificación final alrededor de 1400 °C., Además, si se enfría muy
rápidamente, se desarrollan en el vidrio tensiones inertes (de temple) que lo
hacen frágil.
Desde que vitrificación se refiere a la fusión incipiente de unas mezclas de
sólidos granulados, desvitrificación se refiere a la formación de cristales de
un material en el estado vidrioso. Los silicatos individuales difieren
grandemente en la prontitud con que ellos se desvitrifican, o sea, que pasan
de un estado vidrioso al cristalino. El metasilicanato de sodio puro (Na2O.
SiO2) cristaliza muy rápidamente. Los vidrios comerciales soda-cal-sílice
(Na2O . 3CaO. 6SiO2) se pueden enfriar y no cristalizan el vidrio industrial
es esencialmente una solución compleja de compuestos y es como
cualquier otra mezcla de sales fundidas donde existe un equilibrio definido.
Ella difiere solamente en que cuando el vidrio fundido se enfría, se hace
continuamente más viscoso que las moléculas se mueven más o menos
lentamente. El tiempo necesario para alcanzar el equilibrio químico llega a
ser aumentado grandemente a bajas temperaturas. Debido a esta propiedad,
los vidrios no tienen punto de fusión definido. Esta propiedad hace posible
trabajar el vidrio a la llama y también trabajarlo para industrializarlo.

El vidrio es mal conductor del calor de la electricidad. Un buen vidrio debe


resistir a la acción de los agentes atmosféricos, agua, CO2, ácidos y álcalis
diluidos.

     Materias Primas:

Como materias primas para la elaboración del vidrio se emplean óxidos


ácidos y óxidos básicos.

A. – Los óxidos ácidos utilizan, sea en primer lugar la sílice (SiO2), que
constituye el 40- 75 % de los vidrios: el anhídrido bórico (B2O3),
constituyente importante de los vidrios de bajo coeficiente de
dilatación (Pirex); la alúmina (Al2O3), etc.

B. – Los óxidos básicos utilizados se obtienen de metales alcalinos,


alcalinotérreos, etc. ; en forma de óxidos o de sus sales.

C. –Además se emplean sales y óxidos varios para colorear los vidrios.

a) Óxidos ácidos:
SÍLICE. –Es el mayor ingrediente de los vidrios comerciales. Se emplea
como cuarzo o arena, donde la pureza varía de acuerdo a su origen. La
arena debe ser de tamaño uniforme, ni muy pulverizada ni muy grueso el
grano: puesto que muy pulverizado forma espuma e hincha la masa durante
la fusión y si el tamaño es muy grande no puede reaccionar con los otros
metales y no se disuelve completamente, apareciendo el vidrio con piedras.
De aquí se requiere arena en su mayoría de grano medio. Se determina la
fineza pasándola por cedazos de diferentes mallas.

Las arenas arcillosas como se encuentran, están mezcladas con cierta


cantidad de arcilla y otras impurezas, y cuando contiene poco Fe se
purifican, empleándose para elaborar vidrios incoloros.

Las impurezas de Sílice suelen ser: Hierro, Aluminio y materia orgánica.


La presencia de pequeñas cantidades de aluminio no afecta al vidrio: el
hierro actúa como agente colorante produciendo un verde intenso; que
depende de la cantidad existente y del grado de oxidación. Para los vidrios
incoloros la arena debe contener la menor cantidad de hierro posible,
mientras que para el vidrio común, tales como el de botella, no afecta.

Las mejores arenas para vidrios por su pureza son: Fontainebleau y


Nemours en Francia; las islas Wight en Inglaterra; las Berkley Srings en
América y las de Australia. Las arenas contienen Al2O2 en cantidades que
pueden llegar hasta 2-3% y pueden tener efectos importantes en el vidrio
terminado.

ACIDO BORICO.- B (OH)3 y bórax (B4O7Na2.1OH2O). –Se usa para


vidrios resistentes al calor y para vidrios de óptica. Eleva la resistencia
química, la dureza, la fusibilidad, rebaja el coeficiente de dilatación y
modifica el índice de refracción.

ALUMINA.- Al2O3. –Empleada en forma de feldespatos, forma


aluminatos, que junto con la cal y la magnesia aumenta la resistencia del
vidrio y elevan su punto de fusión. La alumina en gran cantidad enturbia la
masa fundente.

b) Óxidos Básicos:
 

ALCALINOS: SODIO Y POTASIO.-

     Carbonato de sodio anhídrido (soda Solvay): Es la fuente de sodio mas


empleada. El sulfato de sodio que reemplaza a la sosa se emplea
mezclándolo con 6 o 7 % de carbon (evitando el exceso porque
entonces en el horno se formaria sulfuro de sodio que teñiria el vidrio
color pardo y tendra que corregirse con un oxidante; y tambien el
exceso de carbon facilita la formación de sulfuro de calcio), y a
temperatura elevada es descompuesta por la sílice; se desprende todo el
asufre como anhídrido sulfuroso y en esa forma se pierde. Tambien se
emplea nitrato de sodio (Nitro de Chile), se emplea como oxidante para
destruir la materia organica y para pasar el hierro a sal ferrica.

     Carbonato de potasio (potasa). –Es la fuente principal de potasio en la


industria del vidrio. El nitrato de potasio se emplea como oxidante.

ALCALINOS TERREOS:

     Calcio: Se intoduce el calcio como carbonato, oxido, etc. En la


naturaleza se encuentran calizas de suficiente pureza para usarlas
después de un simple desmenuzado, empleándose tambien creta blanca.
Para vidrios finos se utiliza el mármol; las calizas deben estar en lo
posible, exentas de hierro, mintras que el magnesio no afecta la calidad
del vidrio.

     Bario: Se emplea generalmente como carbonato natural o precipitado.


Los vidrios que tienen bario son más pastosos y se prestan para
articulos prensados. El oxido bárico aumenta el brillo y el peso
especifico del vidrio y facilita el proceso de fusion. El bario puede
substituir al plomo en el Flint-Glass.

OTROS METALES:

 
     Plomo: El plomo se emplea en forma de minio (Pb3O4) y litargirio
(PbO) que hacen al vidrio brillante y le dan mayor poder refringente;
pero en cambio lo hacen blando y fusible. El minio actua como
oxidante por el oxigeno que desprende y por esta razon es más
empleado.

     Magnesio: El oxido de magnesio hace al vidrio refractario sin


modificar su dureza y al mismo tiempo aumenta su tenacidad, mucho
más que por la accion del oxido calcico. Por lo tanto su agregado a un
vidrio de calcio da un producto más tenas y refractrio.

     Cinc: Se usa como oxido de cinc y reemplaza al calcio y al plomo,


especialmente en los vidrios modernos, resistentes al calor; tambien se
emplea en vidrios de optica porque aumenta la refraccion y rebaja la
dispersión.

MATERIAS OPACIFICANTES:

     Para obtener vidrios ópalos y color blanco opaco, muy empleados para
la iluminación electrica, etc., se agregan al vidrio productos que dan
lugar a precipitaciones coloidales por enfriamiento (cuerpos solubles en
el vidrio fundido, pero insolubles o poco solubles en el vidrio solido).
Se emplean oxidos y sales.

        Arsnico: Como arsénico blanco (As2O2)

III. PROPIEDADES DE LOS VIDRIOS

GENERALMENTE, cuando pensamos en el vidrio nos imaginamos un sólido con una


rigidez y elasticidad comparables a las del acero, pero con ciertas propiedades
mecánicas que limitan sus aplicaciones; como por ejemplo que no tiene ductibilidad, ya
que no se deforma a temperatura ambiente, y que si tratamos de cambiar su forma
aplicando una fuerza, lo único que logramos es que se rompa. En realidad es un material
duro pero frágil al mismo tiempo, y algo que refuerza esa debilidad es la presencia de
imperfecciones superficiales, como astilladuras o ranuras.

El éxito en la manufactura del vidrio radica en controlar la temperatura del proceso,


para regular las fuerzas internas que lo hacen quebradizo. Estas fuerzas internas también
se aprovechan para producir vidrio de extrema dureza y resistencia si se emplea la
técnica del templado. Templar un vidrio es someterlo a un calentamiento controlado y
después enfriarlo rápidamente. La superficie queda en un estado permanente de
compresión, de modo que las fuerzas que se apliquen al objeto tendrán que vencer
primero las tensiones de comprensión. El efecto del templado se puede demostrar con
las conocidas gotas de Prince Rupert, como se ve en la figura 26. En este experimento
se dejan caer unas gotas de vidrio fundido en agua fría. Aquellas gotas que sobreviven
son muy resistentes, tanto, que puedes golpearlas con un martillo y no se rompen, pero
si después de golpear una de ellas la presionas ligeramente con los dedos, la gota entera
explota en fragmentos diminutos. De alguna manera la presión de los dedos actúa como
una imperfección que se propaga a través de la pieza entera en respuesta del
impresionante esfuerzo interno.

Figura 26. La gota de Rupert.

Por diversos experimentos se ha comprobado que la tensión en un vidrio puede ser


menor cuando éste ha sido templado dentro de cierto rango de temperatura. En la figura
27 se muestra la temperatura de templado de un vidrio pyrex contra el tiempo. Cuando
la temperatura y el tiempo son bajos, en la figura se indica con puntos, y cuando tienen
valores mayores, aparecen círculos cada vez más grandes. Esto quiere decir que, para el
vidrio pyrex, cuando la temperatura de templado es alta y el tiempo largo, la diferencia
entre el límite superior y el inferior es grande. El límite superior está determinado por la
temperatura a la cual el vidrio es un líquido que fluye con facilidad. El límite inferior,
también llamado punto de tensión, no está completamente definido, aunque lo han
descrito como la temperatura a la que una pieza puede ser rápidamente enfriada sin que
tenga una tensión permanente. Así, mientras más separados estén estos límites es mejor,
porque el rango en el que podemos trabajar es mayor.
Figura 27. Curva de templado de un vidrio pyrex.

La viscosidad en un vidrio es otra propiedad de importancia práctica en todas las etapas


de preparación porque de ésta depende la velocidad de fusión. Podríamos definir la
viscosidad como la resistencia que presenta un líquido a fluir, pero si el vidrio parece un
sólido, ¿por qué medimos su viscosidad? Lo hacemos porque los vidrios, en realidad,
son líquidos sobreenfriados. Un líquido sobreenfriado es aquel que permanece como
líquido a temperaturas más bajas que la de solidificación. Esto se logra llevando a cabo
el enfriamiento en condiciones extremas de cuidado y pureza. La viscosidad de algunos
líquidos sobreenfriados comienza a aumentar violentamente a medida que la
temperatura disminuye y alcanzan una consistencia tal que su endurecimiento los hace
aparecer como sólidos, pero en realidad tienen la misma estructura atómica que un
líquido. Esto mismo le ocurre al vidrio.

Una forma de determinar la viscosidad es midiendo el tiempo que tarda en pasar una
cantidad determinada de líquido a través de un tubo de diámetro pequeño a una presión
dada. La resistencia a fluir se debe a la atracción entre las moléculas, por lo que es una
medida de su fuerza. En general, a medida que aumenta la temperatura, las fuerzas de
cohesión están más incapacitadas para competir con el creciente movimiento molecular,
y por lo mismo la viscosidad disminuye.

Para tener un material con cierta resistencia es necesario que las moléculas estén unidas
con una firmeza relativamente constante, lo que se traduce en tener una viscosidad
invariable. Si medimos el tiempo requerido para que esto ocurra, observamos que la
temperatura de templado es importante. En la figura 28(a) la temperatura de templado es
menor que en la 28(b), y lo que vemos es que la primera tarda más en llegar a ser una
línea horizontal que la segunda, y por lo tanto necesita más tiempo para que su
viscosidad sea constante. Por otro lado, es evidente que también varía en función de la
composición. En la figura 29 cada raya de la gráfica representa un valor diferente de x
en la fórmula química que aparece en el pie de la figura. Es normal que al variar la
cantidad de sodio y calcio cambien las propiedades del vidrio. Por otro lado, mientras
mayor sea la proporción de óxido de aluminio, magnesio o calcio con respecto al óxido
de sodio, mayor será la viscosidad, como puede verse en la figura 30, donde también se
aprecia que la presencia de óxido de magnesio es la que aumenta más rápidamente esta
característica.
Figura 28. Curva de viscosidad de un vidrio tratado a 477° C (a) y a 486° (b).

Figura 29. Cambio de la viscosidad (en poises) de algunos vidrios con fórmula (2—
x)Na2O — xCaO — 6SiO2.
Figura 30. Variación de la viscosidad (en poises) a 1 000°C con respecto a la
composición del vidrio.

Dentro de las propiedades térmicas podemos definir cuatro temperaturas de referencia


en función de la viscosidad del vidrio. El punto de trabajo, donde la viscosidad del
vidrio caliente es lo suficientemente baja como para poder darle forma utilizando
métodos ordinarios. El punto de reblandecimiento, temperatura a la cual el vidrio
empieza a deformarse de manera visible. El punto de recocido, que es cuando las
tensiones internas existentes son desvanecidas, y que corresponde a la temperatura más
alta de recocido. Por último el punto de deformación, donde el vidrio es un sólido rígido
y puede enfriarse rápidamente sin introducir ningún tipo de tensiones externas.

La densidad, definida como el resultado de la masa entre el volumen, es otra propiedad


de los vidrios que ha sido muy estudiada. Depende de factores como la temperatura, la
presión a la que está sometido y la composición. En la figura 31 se observa que en un
vidrio la densidad aumenta al incrementar la concentración de óxido de calcio (CaO) y
de titanio (TiO2), mientras que cuando se eleva la cantidad de alumina (A12O3) o de
magnesia (MgO) la densidad disminuye. Por otro lado, comparando un vidrio con
fórmula Na2O-PbO-SiO2 con otro que contenga K2O-PbO-SiO2, vemos que se
intensifica notablemente la densidad cuando el porcentaje de PbO es alto (figura 32),
que con sodio (Na) es más alta que con potasio (K), y que cuando llegan alrededor de
40% de contenido de óxido de plomo prácticamente se igualan. En general, la densidad
de un vidrio varía muy poco si cambiamos la presión.
Figura 31. Densidad de algunos vidrios de fórmula (2 — x)Na2O — x[MgO,CaO,Al2O3
o TiO2]6SiO en el punto de templado.

Figura 32. Densidad de diferentes vidrios de composición: a) Na O — PbO— SiO y b)


2 2

K O —PbO—SiO .
2 2

|||

Cuando una pieza de vidrio es estirada por la acción de una fuerza, puede regresar a su
tamaño y forma original en el momento que se elimina el esfuerzo que lo deforma,
siempre que nos movamos dentro de ciertos límites de temperatura. A esta propiedad se
le llama elasticidad y si después de eliminar la fuerza deformante el material no
recupera sus dimensiones originales, se dice que excedió el límite elástico. Mientras no
se alcance ese límite podemos decir que la tensión es directamente proporcional al
esfuerzo. Para calcular la deformación se usa una constante elástica, determinada
experimentalmente, llamada módulo de Young, que mide la relación del esfuerzo de
alargamiento con la tensión que se produce. Matemáticamente se expresa como:

Y = (F/A) / (e/L)
F = (AY/L)e
k = (AY/L)

donde Y es el módulo de Young, F es la fuerza aplicada para producir el alargamiento,


A es el área, L es la longitud del vidrio, e es el alargamiento y k es la constante elástica.

La fuerza elástica en un vidrio se debe a las atracciones moleculares dentro del material
cuando éste se solidifica. Si las capas de vidrio se separan ligeramente por la aplicación
de una fuerza deformadora, las fuerzas moleculares se ponen en actividad para atraerlas
a sus posiciones originales. Pero en el límite elástico las fuerzas moleculares dejan de
ser tan efectivas a causa de las imperfecciones y de la falta de cristalinidad del material.

En la figura 33 se presenta la variación del módulo de Young en un vidrio formado por


18% de Na2O y 82% de SiO2, al cual se le agregan pequeñísimas cantidades de
diferentes óxidos metálicos para cambiar su composición. Con la incorporación de
óxidos de sodio y potasio el módulo de Young disminuye, mientras que con óxidos de
magnesio, hierro y calcio, aumenta. Sin embargo, al adicionar óxidos de bario,
aluminio, cinc y plomo casi permanece constante. Un efecto diferente ocurre cuando el
óxido es un borato (B2O3), porque en este caso el módulo de Young primero aumenta
hasta llegar a un máximo, y después disminuye por el exceso de boro. Desde el punto de
vista práctico, la composición ideal para que un vidrio tenga mayor elasticidad es con
silicio, sodio, calcio y boro.
Figura 33. Variación del módulo de Young por adición de óxidos en el vidrio que
contiene 18% de Na2O y 82% de SiO2.

Como se observa en la figura 34, la temperatura es un factor muy importante debido a


los altos valores de compresibilidad y la rapidez con la que cambia, que concuerdan con
la concepción de la naturaleza líquida del estado vítreo. La compresibilidad es la acción
de reducir el volumen de un material. En los sólidos y líquidos el volumen se comprime
muy poco por efecto de la presión. En el vidrio sucede lo mismo, pero esta propiedad es
importante porque de ella dependen las aplicaciones que se le puedan dar. En la figura
34 se aprecia que la compresibilidad del vidrio de Na y K aumenta linealmente con la
temperatura, el que contiene borosilicato de cinc siempre decrece, mientras que el de
sílice y el pyrex decaen para volver a crecer aproximadamente después de los 250ºC.
Figura 34. Porcentaje de compresibilidad por efecto de la temperatura en varios vidrios.

La resistencia que ofrece el vidrio al ponerlo en contacto con el agua o con agentes
atmosféricos, así como con soluciones acuosas de ácidos, bases y sales, es una
propiedad de gran importancia llamada durabilidad química, que lo hace tomar ventaja
sobre otro tipo de materiales, como los plásticos, por ejemplo. Los vidrios comunes
parecen ser químicamente inertes, pero en realidad reaccionan con muchas sustancias,
lo que sucede es que lo hacen lentamente y por eso se pueden utilizar. Cuando se habla
de altas resistencia a reactivos químicos se quiere decir que para que las reacciones
ocurran tiene que pasar un tiempo muy largo, por lo que prácticamente no reaccionan.
El vidrio tiene una resistencia excelente a los ácidos, excepto al fluorhídrico, y a las
soluciones alcalinas frías. Por eso es muy útil como envase de reactivos químicos.
También es particularmente adecuado para tuberías transparentes. Por supuesto que
tiene el gran inconveniente de su fragilidad y de la poca resistencia a los cambios
bruscos de temperatura, pero en ese caso se puede usar vidrio blindado con fibra de
vidrio de poliéster para evitar roturas, teniendo así la ventaja de la resistencia a la
corrosión del vidrio y la fuerza estructural del acero.

Los recubrimientos de vidrio son resistentes a todas las concentraciones de ácido


clorhídrico a temperaturas menores de 200º C; a todas las concentraciones de ácido
nítrico hasta el punto de ebullición; al ácido sulfúrico diluido hasta el punto de
ebullición y concentrado hasta 300º C. Existe también un vidrio que aguanta a los
ácidos con resistencia mejorada a las bases. En la figura 35 se presenta una gráfica de la
resistencia que tiene un vidrio comercial a la acción de diferentes ácidos y álcalis. El
material fue expuesto a los reactivos durante seis horas. De estas gráficas se deduce que
el vidrio pyrex es el más inerte y el único que no es afectado por las bases. Los otros
vidrios tienen como fórmula química general wNa2O-xCaO-SiO2. Nuevamente, lo que
cambia son los valores de w y x, dando distintas composiciones. Mientras más grande
sea el valor de w, más Na2O tendrá y será más resistente.
Figura 35. Comparación de la acción de diferentes soluciones ácidas, H2O y básicas en
seis vidrios. Los números del 1 al 5 son sódico-cálcicos y el 6 es pyrex.

En la misma figura se puede observar que todos, menos el pyrex, reaccionan con el agua
caliente. En contacto con medio acuoso lo que ocurre es un intercambio de iones sodio
[Na+] por iones hidronio [H3O+]. Los iones hidronio están presentes en el agua en
equilibrio con los iones [OH—]. Este intercambio va disolviendo el material. Por el
contrario, cuando el vidrio se mezcla con una base, el intercambio iónico sucede entre
los aniones (los que tienen carga negativa) de la estructura [A1(OH)— 4] y los grupos
hidroxilo [OH—] de la base. Como resultado tendremos una mayor cantidad de [OH—]
dentro de la estructura del vidrio.

Tener un material químicamente inerte ha sido una preocupación por muchos años.
Desde que en 1868 Stas obtuvo por primera vez un vidrio resistente a los ácidos, a las
bases y a diferentes agentes corrosivos químicos, se han sucedido muchos adelantos
hasta llegar al vidrio pyrex, conocido por su alta durabilidad química a altas
temperaturas, con una composición de 81% de SIO2, 13% de B2O3, 3.6% de Na2O, 0.2%
de K2O y 2.2% de A12O3, que hasta la fecha no ha cambiado ni ha podido ser sustituido
por otro.

Con respecto a las propiedades eléctricas, la conductividad de un vidrio depende de su


composición, de su temperatura y de las condiciones atmosféricas que rodean al
material. A bajas temperaturas los vidrios multicomponentes son aislantes. A todas las
temperaturas son conductores electrolíticos, y de 25 a 1,200ºC la resistividad, o
resistencia a conducir la electricidad, es variable. La resistividad del vidrio disminuye
rápidamente a medida que aumenta la temperatura, y por consiguiente se dice que es un
semiconductor. La conducción en este caso no se debe a que los electrones se muevan,
sino a iones que emigran a través de la red vítrea.

En la figura 36 se observa que al aumentar la temperatura aumenta la conductividad


eléctrica, y a pesar de que es semejante el comportamiento de los vidrios que aparecen
en la figura, se puede ver que los que contienen bario (4) y plomo (5) necesitan una
temperatura mayor, de 244 y 248ºC respectivamente, para comportarse como
conductores.
Si nos referimos a la capacidad calorífica del vidrio, sabemos que es mucho más
pequeña que la de los metales, pero que puede usarse con éxito en ciertas aplicaciones
de transmisión de calor, como en los moldes para cocinar en hornos caseros. La
conductividad de diversos vidrios a temperatura ambiente varía mucho, y los valores
más altos se encuentran en aquellos que tienen un mayor contenido de sílice.

Figura 36. Cambio de la conductividad eléctrica con la temperatura en varios vidrios.

De esta forma quedan descritas las propiedades más importantes del protagonista de
nuestro libro. Conociéndolas es posible que tengas una idea más clara de por qué los
reactivos químicos se guardan en frascos de vidrio, y de por qué los focos también están
hechos con este material.

Imperfecciones del vidrio


VIDRIO ÓPTICO
Las lentes de vidrio utilizadas en las monturas,
microscopios, telescopios, cámaras fotográficas etc.
se distingue de los demás vidrios por su forma de
refractar la luz y por ser homogéneos en su interior,
y estar libres de inclusiones y tensiones internas.

La fabricación requiere de un proceso delicado; las materias primas deben ser


de gran pureza, y hay que tener especial cuidado para evitar imperfecciones en
el proceso de fabricación.

IMPERFECCIONES DEL VIDRIO


Diminutas burbujas de aire o materia no vitrificada pueden provocar
distorsiones en la superficie de la lente. Las llamadas cuerdas, (estrías causadas
por la falta de homogeneidad química del vidrio) también pueden causar
distorsiones importantes, así como, un recocido imperfecto provocarían
tensiones en el vidrio y afectarían a sus cualidades ópticas.
Las Imperfecciones que pueden presentan los vidrios en su proceso de
fabricación, suelen producirse en su manipulado y deberse al afino,
homogeneidad, vitrificación y recocido.

DEFECTOS POR MASA


Escorias
Son granos de cualquier sustancia contenida en el vidrio y que no se han
fundido debidamente en el curso de la fabricación; pueden ser granos de
materias primas que por un defecto de fusión no han salido del estado sólido o
pueden ser cuerpos extraños.

Vetas
Son causadas por la falta de homogeneidad, debida a diferencias de
composición o enfriamiento. Se clasifican según su forma en: ondas, hilos y
estrías.

Burbujas
Formaciones gaseosas en el interior del vidrio en forma ovoidal o lenticular y
esférica según el procedimiento de fabricación.

DEFECTOS SUPERFICIALES
Picaduras
Es causado cuando un grano del abrasivo grueso crea una erosión profunda que
no puede eliminarse en el pulido.

Rayado
Defecto producido por deficiencias en el pulido o por causas de rozamientos con
otros productos durante el almacenaje o transporte.

Aguas
Se encuentra en los vidrios planos no pulidos, a causa de las imperfecciones en
las superficies planas.

Mermas o creces
Defectos o excesos de dimensiones en los vidrios moldeados.

Rebabas
Imperfecciones producidas por el mal ensamblaje de las juntas en los moldes
durante el proceso de fabricación.

Grietas
Diversas fisuras de diferente longitud y profundidad, causadas por el
enfriamiento radical a partir de una temperatura inferior al punto de
reblandecimiento, o bien por la presión excesiva del émbolo en productos
moldeados.

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