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Imprimir más billetes no es la solución. ¿Por qué?

El razonamiento del estudiante en principio parece lógico, puesto que, si la gente no


tiene dinero, al estado no le costaría mucho imprimir dinero para entregarle a cada persona
unos cuántos billetes, lo que supondría una solución a la pobreza.

El problema es que la economía no funciona así. La solución a la pobreza es mucho


más complicada que «soplar y hacer billetes».

La razón por la que esta solución es inviable, es porque entre más dinero haya en
circulación, menor valor tendrá el dinero.

Es un juego simple como el de la oferta y la demanda. Si hay algo en abundancia, ese


algo pierde valor.

Es por eso que la falsificación del dinero y el dinero originado en actividades ilícitas
pueden significar más un problema que una solución para la economía.

Imprimir billetes genera inflación.

Cuando hay mucho dinero en circulación el primer efecto es la inflación, por cuando
hay una gran capacidad de consumo lo que empuja los precios al alza.

Si el gobierno decidiera emitir más papel moneda para cubrir sus necesidades de dinero,
el dinero perdería valor y en poco tiempo el valor nominal del billete apenas alcanzaría para
cubrir el costo de su impresión.

Igual sucede cuando se inyecta dinero en exceso al mercado, lo que genera una demanda
artificial de bienes y servicios, haciendo que los precios se incrementen por el desequilibrio
causado en el mercado.

El dinero no es riqueza, es un medio de pago.

El dinero no es riqueza; el dinero es simplemente un mecanismo de intercambio, un


medio de pago, por lo que la riqueza no se hace imprimiendo más papel moneda sino
produciendo. La riqueza se hace fabricando cosas, trabajando para una empresa, haciendo
negocios, etc.

La riqueza es el resultado de la interacción de los medios de producción; es el resultado


de la acción del hombre sobre los medios de producción lo que genera crecimiento y riqueza.

Si la sociedad A produce unos bienes que valen $100, sólo se necesita papel moneda
por $100 para intercambiar esos bienes. Nada se gana con emitir $200 si la sociedad apenas
produce $100, pues significará que esos bienes que antes valían $100, ahora valdrán $200 [se
ha presentado el fenómeno inflacionario].

La necesidad de imprimir más dinero surge cuando esa sociedad produce más bienes,
cuando es más productiva.
Al haber más bienes y servicios se necesitarán más papel moneda (oferta monetaria) para
intercambiarlos.

Si la sociedad no produce más no tendrá objeto emitir más papel moneda porque no
habrá nada adicional para intercambiar con ese nuevo dinero.

Soluciones complejas a la impresión del dinero.

Por supuesto que esta una teoría general meramente ilustrativa, puesto que la política
monetaria junto con la política económica es mucho más compleja, tanto que luego de cientos
de años aún no se logra la fórmula perfecta que solucione los problemas económicos de ningún
país.

Todos los países recurren en mayor o menor medida a la emisión de dinero sin sustento en el
incremento de la producción, pero lo hacen de forma moderada y en conjunto con otras medidas
para mitigar sus efectos inflacionarios, y conseguir reactivar o incentivar algunos sectores o
comportamientos determinados en la economía.

¿Por qué no se puede imprimir más dinero cuando se necesita para pagar las deudas?

Creo que esta es una de las cuestiones que más veces me han planteado, cada vez que
he estado hablando con alguien sobre la crisis y el endeudamiento de un país. Y es que es muy
frecuente mencionar estos conceptos y que el interlocutor me pregunte ¿y por qué el Estado no
imprime más dinero para pagar las deudas? ¿Por qué el banco central de cada país no imprime
la cantidad que necesita en billetes de 500 euros para hacer frente a sus deudas?

Varios son los factores por los que no se realiza (y sobre todo no es recomendable
hacerlo) pero, para explicároslo de una manera muy sencilla y rápida, uno de los principales es
que cuanto más papel moneda (dinero) es expedido por un país menor es el valor de éste, debido
a la ‘hiperinflación’ que ello provocaría y, por tanto, la deuda todavía sería mayor.

La cantidad de dinero en circulación en cualquier país está estrechamente vinculado


con la oferta y la demanda y necesidades del país, pero el hecho de que se imprima más cantidad
no quiere decir que se vaya a ser más rico, porque ese dinero de más haría perder el valor del
conjunto. De ahí que esté vigilado y controlado por los diferentes bancos centrales y
organismos económicos la cantidad de dinero en circulación (otro de los motivos por el que es
también tan perseguida la evasión de capitales hacia el extranjero o paraísos fiscales).

En el caso de Europa es el Banco Central Europeo el encargado de autorizar la


impresión de nuevas series de billetes. Normalmente cada país lo hace en función a la cantidad
de billetes (y monedas, evidentemente) que necesita ir renovando y quitando de circulación por
deterioro. Pero siempre es equivalente: tanto retiro y tanto imprimo nuevo.

En un país con exceso de papel moneda en circulación se perjudicaría seriamente a la


economía del mismo (devaluación respecto a la divisa de los países vecinos) y debido a que a
cuanto más dinero tuvieran los ciudadanos más gastarían en compras. Posiblemente estaréis
pensando que esto no es malo del todo, pero sí lo es, porque al igual que el estancamiento
económico genera crisis, la venta por encima de lo previsto provocaría que el género escasease
y, por tanto, tuvieran que subir los precios de los productos de manera exagerada (ley de la
oferta y la demanda) por lo que ¿quién estaría dispuesto a pagar por una barra de pan, por
ejemplo, 200 euros?

Se utiliza como ejemplo práctico, cuando se plantea esta cuestión, el caso ocurrido en
Alemania tras la Primera Guerra Mundial, en el periodo conocido como República de Weimar,
en el que el endeudamiento del país, tras el conflicto bélico, provocó una profunda crisis
económica, la impresión masiva de papel moneda y la devaluación de la misma.

A partir de mediados de 1922 los precios se dispararon y, por seguir con el ejemplo del
pan, la barra pasó de costar apenas 1 marco a tener que pagar por una alrededor de dos cientos
mil millones de marcos (sí, habéis leído bien: 200.000.000.000).

Llegó incluso a haber un momento en el que el papel utilizado en cada billete tenía un
valor muy superior al que marcaba en el mismo y salía más barato quemarlo para encender la
chimenea que comprar leña o carbón.

Todo esto es el motivo por el que un país no puede ni debe imprimir más dinero cuando
lo necesita para pagar sus deudas. Hay otros mecanismos para financiar la deuda y/o aplazarla
para que no perjudique a la economía de un país y este no acabe en la ruina total.

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