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Real Academia Española y Asociación de Academias de la Lengua Española (2010).

Nueva
gramática de la lengua española. Manual. Buenos Aires: Planeta, 19.3.3, pp. 361-362.

19.3.3 Clases de cuantificadores según su naturaleza semántica

En la actualidad se acepta generalmente una división de base semántica entre dos grupos de
cuantificadores los llamados FUERTES (también UNIVERSALES y a veces definidos) y los llamados
DÉBILES (o INDEFINIDOS).

19.3.3a Son FUERTES los cuantificadores todo, cada (uno) y ambos. Estos cuantificadores
comparten con los determinantes definidos una importante propiedad semántica: los grupos
sintácticos que forman se aplican a la totalidad de las entidades a las que se refiere el
sustantivo. Por el contrario, la predicación que introducen los débiles (como algún, mucho,
varios, poco o los numerales, entre otros) no se aplica más que a una parte de ese conjunto.
Así pues, no son contradictorias oraciones como Algunas acertaron y algunas fallaron (donde
se alude a grupos diferentes de personas) u otras como Muchos de estos empleados son
casados, pero algunos son solteros. Sería, en cambio, contradictoria, aplicada al mismo
conjunto de individuos, la oración Cada uno de estos empleados es casado, pero algunos son
solteros. Por otra parte, los cuantificadores débiles pueden formar grupos nominales que
resultan naturales como complementos del verbo haber, contexto en el que se rechazan tanto
los cuantificadores fuertes como los determinantes definidos. Contrasta, pues la aceptabilidad
de Hay varios niños en el patio o No había nada de dinero en la caja con la inaceptabilidad de
*Hay ambos niños en el patio o *Había todo el dinero en la caja. El artículo indeterminado
uno(o)/un(a) se asimila en parte a los cuantificadores débiles y, como ellos, puede aparecer en
este tipo de contexto: Hay una forma de solucionarlo.

19.3.3b Dentro de los CUANTIFICADORES DÉBILES pueden distinguirse varias subclases. Así, los
cuantificadores EXISTENCIALES (alguno, ninguno, algo, nada, alguien, nada) expresan la
existencia o inexistencia de la persona o cosa de la que se habla; los NUMERALES CARDINALES
(dos, veinte, ciento cuarenta y seis) expresan cómputos establecidos en función de la serie de
los números naturales; los EVALUATIVOS (mucho, poco, un poco, un tanto, bastante, demasiado,
unos cuantos) introducen una medida imprecisa, superior a la unidad e inferior a la totalidad,
establecida en función de una norma o expectativa. A ellos se asimilan el relativo cuanto y el
interrogativo cuánto. Son también débiles los comparativos (más, menos, tanto), que
establecen relaciones cuantificativas de superioridad, inferioridad o igualdad entre dos
nociones. El cuantificador cualquiera (llamado de INDISTINCIÓN o de ELECCIÓN LIBRE) se adscribe
a los débiles. Aun así, la interpretación existencial que muestra en algunos contextos
(Preguntale a cualquiera viene a significar ‘Preguntale a alguien, sea el que fuere’) alterna en
otros contextos con propiedades o interpretaciones que parecen corresponder a los
cuantificadores fuertes: Cualquier persona tiene derecho a la vida equivale, en efecto,
aproximadamente, a Todas las personas tienen derecho a la vida.

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