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JONNIER AGUIRRE VALENCIA


Candidato al diaconado permanente

EXPOSITOR:
Diácono Martín Londoño

ESPIRITUALIDAD DEL DIÁCONO

En la historia de la humanidad cada individuo ha sentido el llamado a cumplir un


designio que viene de lo alto, una meta de la cual se siente llamado a alcanzar. El
dar respuesta a dicho llamado es una de los grandes retos que presenta en su
vida.

El diaconado permanente es el llamado del actuar de Dios desde el diario vivir, es


el constante actuar de la vida del consagrado que se aparta para entrar en
intimidad con Dios con sus variados coloquios y también el accionar desde su
trabajo, familia y cotidianidad, de su vida cristiana; yo lo llamaría un “Monje
urbano”, parece contradictorio el término pero es así.

Este llamado exige una respuesta, Dios nos llama y nos convoca, a veces nos
pide aislarnos de nuestras cotidianidades para ser enviados a unas zonas
inimaginables, pero en otros casos nos llama a dar respuesta desde nuestras
condiciones de: Esposos, obreros, amigos, deportistas, Dios reclama de nosotros
un amor abierto a ser vivido y enviado a donde Él quiere.

Toda esta realidad pretende santificar nuestras acciones, reflejar el actuar de Dios
en la comunidad, busca reflejar a Dios en todo y en todos. Lo particular es que
Dios no nos pide renunciar a nuestra realidad humana, sino por el contrario, a
través de nuestras debilidades reflejar su grandeza y su gloria, san Pablo lo dirá
en su carta: “Cuando soy débil, entonces soy fuerte” 2 Corintios 12, 10.

El diácono surge pues, no como un super hombre, sino como aquel que responde
al llamado, aquel que se pone al servicio de los demás, dignificando con sus
acciones a quienes lo rodean y señalando la ruta de la salvación: La caridad,
muestra plena de quien tiene a Cristo en su vida, su actuar ilumina todo ámbito,
espacio y tiempo, siendo la presencia viva de Cristo en medio de los necesitados.

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