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Oración Inicial:
Id por todo el mundo... Estas palabras están dichas para mí.
Soy, continuador de tu obra. Soy tu compañero en la misión.
Gracias, Jesús. Me encuentro emocionado por tu confianza.
Conviérteme primero a mÍ, para que yo pueda anunciar a otros la Buena Noticia.
Dame AUDACIA. En este mundo escéptico y autosuficiente, tengo vergüenza y miedo.
Dame ESPERANZA. En esta sociedad recelosa y cerrada, yo también tengo poca confianza en
las personas.
Dame AMOR. En esta tierra insolidaria y fría, yo también siento poco amor.
Leer: Mt 5, 18-22
VER:
¿Quién llama a los apóstoles?
¿Cuál es su reacción al escuchar la llamada?
JUZGAR:
La vocación es un acontecimiento en nuestra vida. Cuando se toma conciencia del
llamado de Dios la vida adquiere un sentido nuevo. Se deja de atender solo a
nuestros gustos y caprichos, y se acude a las necesidades de los demás. La vocación
exige un salir de sí mismo y descubrirnos como alguien destinado para el servicio. Esta
toma de conciencia nos lleva a percibir la vida ya no como un derecho, sino como un
regalo de Dios, como misterio.
Cuando se comienza a vivir en la clave de la escucha y la respuesta, nos sentimos
felices. La llamada de Dios nos configura con el modelo humano perfecto, que es
Jesucristo, que ha venido a servir y a dar la vida. Se es feliz porque somos
plenamente hombres en un proyecto que nos identifica con Cristo en el camino de
una vocación específica.
Sin embargo, la vocación no se vive solo con gozo. Percibir un llamado ocasiona con
frecuencia una gran preocupación. Ante el proyecto grande de Dios pueden surgir
muchos temores. No será raro que nos invadan las dudas, y estas nos hagan sufrir.
También se podrán experimentar sensaciones contradictorias: alegría e inquietud;
valentía y temor; deseo de entregarte y apego a una situación más cómoda.
Pese a todo, se experimenta una seducción irresistible hacia el llamado de Dios.
Porque la vida es una aventura, y por la llamada de Dios nos asomamos a la aventura
de nuestra vida. Por eso vale la pena el esfuerzo por reflexionar, comunicar y orar
lo que se está viviendo hasta responder a la apremiante llamada que toda la
realidad hace en nombre de Dios.
Dios no suele llamar por apariciones o visiones. El camino ordinario de su llamada son
los acontecimientos que ocurren en nuestra vida diaria: situaciones personales,
comunitarias y sociales.
La llamada surge unida a un momento específico de la sociedad y de la historia.
Para descubrir el llamado de Dios es necesario que percibamos toda la realidad en la
que Dios está presente dándole sentido. Pueden ser acontecimientos felices o
dolorosos, pero o importante es que se descubra en ellos la presencia de Dios.
Hay que leer con ojos de fe la situación histórica en que se encuentra nuestro
pueblo o nuestra sociedad. Para ello conviene preguntarse: ¿Qué necesidades
llaman mi atención? ¿Qué sufrimiento de las personas me conmueve? ¿Qué
realidades me provocan incluso rebeldía?
No es casualidad que se haya nacido en un país y un estado; en un pueblo, colonia o
comunidad y en una familia;; en un momento de la historia y unas condiciones sociales
y económicas …y allí se encontrará el llamado.
En la Biblia Dios actúa a favor de quien sufre. Interviene en la Historia salvando y
liberando de la opresión a su pueblo. Hoy también es necesario que se ponga atención al
mundo que nos rodea.
En él hay una voz que, sí se escucha con atención, se transformará en un mandato: Ve y
salvarás a mi pueblo (Jc 6, 14).
Pero la mediación fundamental de la llamada es la persona de Jesús. Por eso
conviene que las impresiones, sentimientos, anhelos... se lleven ante su presencia por
medio de la oración. De modo que él dé a conocer el camino por el cual se pueda dar la
vida siguiendo su ejemplo.
Concluimos, que la vocación implica comprometerse en el mundo y en la sociedad
para buscar su bien.
ACTUAR:
Concluimos, que la vocación implica comprometerse en el mundo y en la sociedad
para buscar su bien. Para responder a esa vocación es indispensable que nos
preguntemos: ¿cómo leo mi historia ante Dios? Es un ejercicio interesante, que
requiere cierta dosis de valentía. Lo hicieron los grandes amigos de Dios a lo largo de la
Historia.
Para eso haremos esta actividad llamada, la película de mi vocación. (Anexo)
Imágenes: Sonido:
Acontecimiento vocacional A qué te sentiste llamado/a
significativo
Terminada la lectura sugerimos dejar un espacio para la reflexión personal. Una vez
terminado este momento se inicia la reunión.
Introducción al tema.
La sesión anterior reflexionamos sobre algunos términos que nos serán de mucha
utilidad. Hoy, la ración inicial nos abre al descubrimiento de nuestra propia vocación, al
mismo tiempo es una motivación a cada uno de nosotros a seguir la invitación que se
nos hace en este momento y descubrir las exigencias en nuestro propio llamado.
VER:
Contestar las siguientes preguntas:
a) ¿Qué significa la palabra vocación? ¿De quién? ¿Para quién?
b) Ante esta iniciativa ¿Qué se necesita? ¿Cómo debe ser esta
contestación?
c) ¿Para qué nos llamaría Dios? y nosotros ¿Para qué le
contestaríamos?
PENSAR:
ESTRUCTURA GENERAL DE LA VOCACIÓN
Muchas veces creemos que la palabra vocación sólo se debe usar
para las personas que deciden ser sacerdotes o religiosas. Pero lo
cierto es que todos tenemos vocación y, es tarea personal el
descubrirla, acogerla y realizarla.
a) Llamada.
Iniciativa amorosa y gratuita de Dios, don personal y personalizante que sin embargo se
dirige a todos los hombres, este llamado de ordinario se descubrirá en la comunidad. Es
un diálogo continuo entre Dios y el hombre. Este llamado se realiza en la historia. Dios
da a cada uno de los hombres en su situación histórica y su contexto social una vocación
única e irrepetible para desarrollar al máximo sus potencialidades y ser una nueva
criatura en Cristo Jesús.
b) Respuesta.
Es la disponibilidad ante Dios que llama, en la respuesta el hombre "se pone a
disposición" de manera libre, consciente, crítica, dinámica y compromete toda la
persona en el seguimiento de Jesús con plena libertad en un estilo de vida concreto.
Parte de una profunda inspiración de fe.
La respuesta la expresamos de forma global con la palabra “opción”. La respuesta se da
en el cumplimiento de la misión recibida, en unas condiciones históricas concretas.
c) Misión.
Es la tarea evangelizadora que el Espíritu encomienda a la Iglesia. La misión toma
rasgos específicos en cada uno de los convocados en la Iglesia y en las diversas
situaciones históricas, siempre en orden a la edificación del Reino de Dios. Es el fin del
acontecimiento vocacional. La comunidad es el espacio vital en el cual se desarrolla la
vocación-misión.
El formato del ejercicio está en el Anexo. El cuadro que sigue muestra los conceptos
que le corresponden correctamente a cada mecanismo de la opción.
Cuando cada grupo termina de leer esta ficha, comentan qué es lo que más llamó la
atención de todo lo leído. Se trata de que, en el pequeño grupo, cada uno vaya haciendo
una especie de comparación de estos pasos de la vocación, con su experiencia personal,
con su situación actual, con su hoy.
ACTUAR
1. Reflexión personal:
a) ¿Habías pensado antes que tienes una vocación?
b) ¿A qué te invita lo que hemos reflexionado?
c) ¿Qué acciones concretas quieres realizar para descubrir y responder a tu vocación?
Oración inicial:
Por el bautismo nos llamas, Señor, para anunciar tu amor sobre la tierra.
Haz que sepamos conocer cuál es nuestra misión en la Iglesia,
para darte gracias, para proclamar el Evangelio, para servir a nuestros hermanos.
Señor, ven a buscar entre nosotros: presbíteros: pastores de tu pueblo;
hombres consagrados, testigos de tu amor; misioneros y mensajeros de la buena noticia;
cristianos laicos comprometidos: trabajadores de tu Reino. Amén
Debemos hacer ahora una aclaración importante. Estos tres niveles de la vocación no
pueden vivirse como momentos sucesivos o parciales. Constituyen una sola llamada de
Dios. De modo que ser sacerdote significa ser hombre-cristiano-sacerdote; ser religiosa
significa ser mujer-cristiana-religiosa y hombre (mujer) -cristiano-laico. Porque el
llamado de Dios es integrador de nuestra existencia. De modo que se responde en los
tres niveles a la vez: Humana-cristiana y específica.
JUZGAR:
Propuesta 1: Se les da a leer la vida (versión breve) de algunos santos, el EVP tiene que
escribir en qué momentos o formas se muestra en la biografía del santo cada uno de los
niveles de la vocación (humana-cristiana-específica)
Propuesta 2:
Instrucciones: (Se puede hacer de manera individual, por parejas o por pequeños
equipos, dependiendo del número de participantes). Se repartirán entre los
participantes todas las lecturas que se proponen, las leerán una por una y de esas
lecturas sacarán los valores vocacionales que muestran los personajes principales. De
cada lectura pueden salir dos o más valores pero solo pueden exponer 5 de esos valores
en total en el plenario (no es necesario decir un valor por lectura).
Deben exponer porqué escogieron ese valor en la lectura y cómo se manifiesta en el
personaje principal. (Si se desea se pueden utilizar otros personajes bíblicos para sacar
otros valores vocacionales)
ACTUAR:
Propondrán acciones o proyectos para promover esos
cinco valores entre los EVP. Exposición en plenario.
Oración final
Señor Jesús, concede la abundancia de tu vida a
todas las personas consagradas a ti, para el servicio
de la Iglesia; hazles felices en su entrega,
infatigables en su ministerio, generosas en su
sacrificio.
Que su ejemplo abra otros corazones para escuchar y
seguir tu llamada. Amén.
Señor Jesús, da la abundancia de tu vida a las familias cristianas, para que sean
fervorosas en la fe y en el servicio eclesial, favoreciendo así el nacimiento y el
desarrollo de nuevas vocaciones consagradas, Amén.
Señor Jesús, da la abundancia de tu vida a todas las personas, de manera especial a los
jóvenes, que llamas a tu servicio; ilumínalas en la elección; ayúdalas en las dificultades;
sostenlas en la fidelidad; hazlas dispuestas y decididas en ofrecer su vida, según tu
ejemplo, para que otros tengan la vida, Amén. Juan Pablo II
LAS DIFICULTADES PARA RESPONDER A LA
VOCACION
Propósito:
Los Animadores Vocacionales Parroquiales identifican las
características de la juventud actual y proponen acciones
para promover la cultura vocacional, basados en el
reconocimiento de esas características.
Oración Inicial:
Señor, Dios nuestro, haz que el clamor de tu voz llegue a
muchos que se levanten y vivan unidos en ti.
Prepara sus corazones con tu palabra, de modo que se
dispongan a evangelizar a los pobres y a cuidar de tu mies
abundante.
Señor, que todos los llamados a las diferentes vocaciones
específicas escuchen tu voz y puedan cumplir tu voluntad.
Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
VER:
Actividad Inicial
En el tema anterior reflexionamos sobre las características
de las sociedad actual, vimos que la sociedad actual tiene
una desconfianza a todo lo que signifique totalidad,
sacrificio y entrega; resalta valores relacionados con la
belleza física, demasiado fijada en la tecnología tiene
dificultad para relacionarse con el prójimo, con lo cual sus
relaciones básicas sus superficiales y carentes de compromiso.
1.- Recordando el tema anterior ¿Cuáles serían las características de la sociedad actual?
2.- ¿Qué características tienen los adolescentes y jóvenes de esta época?
3.- ¿Qué dificultades tienen para responder a la llamada de Dios?
JUZGAR:
ACTUAR:
Reunidos por los equipos con los que se trabajó en la primera actividad.
Se entrega un pliego de papel bond, se trabajará el pliego de papel de manera
horizontal (acostada) se divide el papelógrafo en dos columnas. En la columna de la
izquierda escribirán las cinco características antes mencionadas y en la columna de la
derecha pondrán las situaciones positivas que son necesarias para que surja la
vocación, tomando en cuenta esas características. Trabajo grupal y luego plenario.
Nota: también se puede trabajar de modo personal, en ese caso en lugar del pliego de
papel bond se
puede trabajar con una hoja en blanco
Oración Final
Oración Inicial:
Sugerimos realizarla en la capilla del Santísimo como signo de que la oración es un
gran medio para descubrir lo qué Dios quiere para nuestra vida.
Introducción al tema:
La temática anterior nos permitió adentrarnos un poco sobre
los diversos niveles de vocación. Al mismo tiempo
reflexionamos sobre como esos niveles se van desarrollando
hasta llegar a una opción específica. Hoy meditaremos sobre
la importancia que tienen las mediaciones en el descubrimiento de nuestra vocación.
Prestemos mucha atención.
VER:
Nuestra realidad, el mundo y las personas que nos rodean e incluso nuestra misma
persona nos deben permitir ir descubriendo qué es lo que Dios nos pide. Es por eso que
necesitamos estar muy atentos para poder leer los signos y personas a través de los
cuales se va manifestando la voluntad de Dios.
Motivación
Hemos visto, en general qué es la vocación y hemos visto con mayor claridad cada una
de sus partes componentes (llamada-respuesta-misión), es cierto que Dios llama, pero
¿Cómo? ¿A través de qué medios? Dios llama a través de mediaciones vocacionales,
¿Qué son las mediaciones vocacionales?
Antes de ver este concepto hay que entender algo primero:
Ahora si, ¿Qué es una mediación vocacional? Son las circunstancias históricas,
sociales y personales por las cuales el creyente puede comprender el lenguaje de Dios
que llama. Dios llama por medio de acontecimientos históricos, a través de la Iglesia y
sus representantes y por medio de personas concretas. Y son estas últimas en las cuales
vamos a centrar la atención:
En los evangelios, Jesús se reserva el derecho de llamar. Llama en nombre de Dios y en
lugar de Dios. Es un gesto literal: Vengan detrás de mí, (Mc 1, 17), Sígueme (Jn 21, 19)
la llamada gira en torno a su persona y la respuesta correspondiente es seguimiento de
su persona y supone una experiencia de fe. La mediación vocacional se concreta en
rostros y nombres de personas.
Es muy importante, imaginarse a Jesús metido en nuestra vida diaria. Es, a partir de un
análisis de Fe, como los cristianos formulamos una opción de compromiso con la
realidad.
Esto supone ser inmensamente creativos, pues debemos discernir en los "signos de los
tiempos", esto es, en los acontecimientos, lo que el Señor nos pide. Además, para hacer
una opción más concreta y definitiva, se necesita:
ACTUAR:
Pasos a seguir
1. Reflexionar personalmente las siguientes
preguntas:
a) ¿Qué personas, acontecimientos y situaciones te
están ayudando a crecer en tu fe?
b) ¿Qué personas, acontecimientos y situaciones te
están ayudando a descubrir tu vocación específica, es
decir tu lugar en la iglesia?
Padre Nuestro.
Ave María.
Oración Inicial:
Señor Creador y Redentor!
Tú, que estás presente e invisible en el instante de nuestro primer palpitar,
y cuando el agua santa limpia lo más íntimo de nuestra naturaleza pecadora,
y en todos los momentos de nuestro agitado vivir hoy,
sal a mi encuentro y al encuentro de cada hombre,
y señala, con la luz de tu presencia percibida,
cuál sea nuestro servicio dentro de la Iglesia y de la comunidad de los hombres,
para que, empujados por tu gracia, cumplamos todos y cada uno con nuestra vocación.
Señor Creador y Redentor, escucha nuestra plegaria. Amén
VER:
Contestar en pequeños grupos:
- Para ti, ¿Quiénes son y qué hacen los laicos?
- ¿Quiénes son y qué hacen los sacerdotes?
- ¿Quiénes son y qué hacen los religiosos y las religiosas?
- ¿A qué vocación te llama Dios? y/ o ¿Por qué escogiste esa
vocación?
JUZGAR:
Tema: Las vocaciones específicas
“Sed perfectos… como es perfecto vuestro Padre de los Cielos” (Mt 5, 48), con esas
palabras de Jesús en el Monte de las Bienaventuranzas inauguraba así una novedad.
Novedad, porque la palabra “perfectos” no aparece antes en la Biblia. Han pasado dos
mil años, sin embargo, la invitación permanece y muchos la han seguido… porque es
una invitación universal, no exclusiva para unos cuantos.
El Catecismo de la Iglesia católica dice: “Todos los fieles…son llamados a la plenitud
de la vida cristiana y a la perfección de la caridad.
Ahora bien, Es evidente que los caminos de la santidad son personales, ningún
camino es igual, y aunque el llamado general es a la santidad, cada persona debe
encontrar el camino donde pueda poner en juego todas sus facultades. Es como un
equipo de algún determinado deporte donde, aunque la meta general es ganar, no todos
tienen la misma posición, para que el equipo funcione y alcance su meta los jugadores
tienen diferentes posiciones. Y si eso pasa con un equipo deportivo con mayor razón
conviene también buscar el lugar para poder desarrollar la santidad. Esta búsqueda de
una posición para jugar, esa respuesta que se tiene que concretizar se llama vocación
específica Ahora bien, ¿qué son las vocaciones específicas y cuáles son?
VOCACIÓN LAICAL
Los laicos son llamados por Dios para que, desempeñando su vocación (O SEA QUE
EL LAICO TAMBIEN TIENE VOCACION), contribuyan a la santificación del mundo
desde dentro. Es tarea del laico animar y ordenar las realidades del mundo para que se
transformen y respondan al Proyecto de Dios. El Laico es testigo de Cristo en medio
de la sociedad humana. Es tan importante que es enviado por el mundo para hacer de
él un cielo y una tierra nueva.
Existe un elemento esencial, que nos puede ayudar a determinar dónde está la fuente de
la vida consagrada, se trata del seguimiento radical de Cristo, que se muestra en la
profesión de los consejos evangélicos (castidad, pobreza y obediencia).
Religioso es aquel que, desde la vivencia radical de los Consejos Evangélicos,
manifestada por la profesión de los tres votos, quiere ser testimonio ante el mundo
de los valores absolutos de Dios.
ACTUAR:
(De acuerdo a la cantidad de participantes se puede pedir que un solo equipo realice
varias de las sugerencias, o que por equipos se dividan las tareas a realizar) queda a
juicio del coordinador la forma más adecuada para llevar a cabo este último paso.
Oración final
LA URGENCIA DE LA PV
Propósito:
Que los participantes reconozcan el trabajo de la Pastoral Vocacional como una tarea
necesaria entre todos los miembros de la iglesia e identifiquen formas en que el trabajo
pueda ser realizado en su comunidad.
Oración Inicial:
No te pedimos que hoy nos saques del mundo; mas líbranos del mal.
El fermento se pone en la mesa, no en el arca, para que haya buen pan,
y sacien los hombres su hambre haciendo comunión.
La luz no se luce, pero hace que vean los hombres el rostro del hermano
y distingan en él el ritmo que lleva el corazón.
La sal no alimenta, pero se hace sabroso lo insípido
y conserva cuanto está a su alcance de cualquier corrupción.
La voz no es palabra ni idea, pero entona el mensaje
y hace que se oiga y se escuche lo que dice el autor.
Los pies no son el hombre, pero le llevan:
la tierra es escenario de su movimiento y el campo de su acción.
Haz, Señor, que los que has elegido para tu servicio como luz y como sal,
como fermento para la masa humana, presenten en su palabra
y en su testimonio el evangelio de la salvación. Amén.
VER:
JUZGAR:
Tema:
LA URGENCIA DE LA PASTORAL VOCACIONAL
La pastoral vocacional es la acción de la iglesia a favor de las vocaciones, y muy
especialmente a favor de las vocaciones sacerdotales y los institutos religiosos. Es una
tarea en la que pueden y deben intervenir todos los miembros de la Iglesia.
La Pastoral Vocacional tiene su principal campo de acción entre los jóvenes, porque
ellos necesitan abrirse a la presencia de Cristo en ese momento crucial de su vida: el
momento de elegir. Porque hay esta urgente necesidad, la Iglesia tiene la obligación y el
deseo de estar presente en todos los momentos en torno a la elección. Se pueden
caracterizar tres momentos:
El momento de la opción:
LECTURA COMPLEMENTARIA:
Vivir con profundidad tu propia vocación: Es el mejor aporte que puedes hacer. La
vivencia de tu vocación, si es realizada con seriedad y con un alto nivel de conciencia
del don de Dios, edifica necesariamente a la comunidad y llama a otros por la vía del
testimonio.
Llamar a otras personas: Si ves a alguien una inclinación o capacidad para una
vocación determinada, no dudes en alentarle e invitarle a optar con la mayor radicalidad
posible. Dios se vale de nosotros para llamar y conquistar el corazón de las personas.
Hay muchos que desalientan a los llamados y les ponen obstáculos y críticas. Que tu
palabra y tu voz sea un instrumento de la llamada de Dios.
ACTUAR:
1) Elaborar un listado que contenga actividades que se sugieran para llevar a cabo en la
primera etapa de trabajo (Formación Básica Cristiana). (Dale una leída detenida a ese
paso, escribe tus ideas.
No importa que por el momento las sugerencias no se puedan poner en práctica)
ORACION FINAL:
Preces
Llenos de alegría y gozo por sentirnos llamados a la gran misión de anunciar la Buena
nueva a todos los hombres, dirijamos al Padre nuestra oración confiada.
1. Por la Iglesia de Dios, para que ore siempre como Cristo nos enseñó, roguemos al
Señor.
Te rogamos, óyenos.
2. Por los religiosos, religiosas y sacerdotes para que encuentren siempre tiempo
dedicado a la oración, roguemos al Señor. Te rogamos, óyenos.
3. Por los cristianos del mundo, para que la oración sea seguridad en las horas de
angustia y duda, roguemos al Señor Te rogamos, óyenos.
5. Para que sean muchos los que sientan la llamada a la vocación laical, y nosotros
sepamos ser ejemplo y modelo para ellos, roguemos al Señor. Te rogamos, óyenos.
6. Por todos nosotros, para que en la oración busquemos espíritu de servicio a los
demás, roguemos al Señor. Te rogamos, óyenos.
Oración:
Oh Jesús, que con tu ejemplo nos enseñaste a unir nuestra vida a la voluntad del Padre,
para salvación del mundo: haz que seamos, por nuestra oración, testigos de la fe y
salvadores de nuestros hermanos. Tú, que vives y reinas, por los siglos de los siglos.
Amén.
Elevemos al Padre eterno, sustento de toda vocación, la oración que su hijo, Jesucristo,
nos enseñó:
Padre nuestro…