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"DIOS LLAMA" (QUÉ ES LA VOCACIÓN)

Propósito: Los Animadores Vocacionales Parroquiales reflexionan sobre la llamada de


Dios y su propia persona para descubrir en sí mismo la acción de Dios en ella.

Oración Inicial:
Id por todo el mundo... Estas palabras están dichas para mí.
Soy, continuador de tu obra. Soy tu compañero en la misión.
Gracias, Jesús. Me encuentro emocionado por tu confianza.

La mies es mucha y los braceros pocos. Quiero ser uno de ellos.


Muchas personas están caídas y pasamos de largo.
Quiero ser un buen samaritano.

Conviérteme primero a mÍ, para que yo pueda anunciar a otros la Buena Noticia.
Dame AUDACIA. En este mundo escéptico y autosuficiente, tengo vergüenza y miedo.
Dame ESPERANZA. En esta sociedad recelosa y cerrada, yo también tengo poca confianza en
las personas.
Dame AMOR. En esta tierra insolidaria y fría, yo también siento poco amor.

Leer: Mt 5, 18-22

VER:
 ¿Quién llama a los apóstoles?
 ¿Cuál es su reacción al escuchar la llamada?

JUZGAR:
La vocación es un acontecimiento en nuestra vida. Cuando se toma conciencia del
llamado de Dios la vida adquiere un sentido nuevo. Se deja de atender solo a
nuestros gustos y caprichos, y se acude a las necesidades de los demás. La vocación
exige un salir de sí mismo y descubrirnos como alguien destinado para el servicio. Esta
toma de conciencia nos lleva a percibir la vida ya no como un derecho, sino como un
regalo de Dios, como misterio.
Cuando se comienza a vivir en la clave de la escucha y la respuesta, nos sentimos
felices. La llamada de Dios nos configura con el modelo humano perfecto, que es
Jesucristo, que ha venido a servir y a dar la vida. Se es feliz porque somos
plenamente hombres en un proyecto que nos identifica con Cristo en el camino de
una vocación específica.
Sin embargo, la vocación no se vive solo con gozo. Percibir un llamado ocasiona con
frecuencia una gran preocupación. Ante el proyecto grande de Dios pueden surgir
muchos temores. No será raro que nos invadan las dudas, y estas nos hagan sufrir.
También se podrán experimentar sensaciones contradictorias: alegría e inquietud;
valentía y temor; deseo de entregarte y apego a una situación más cómoda.
Pese a todo, se experimenta una seducción irresistible hacia el llamado de Dios.
Porque la vida es una aventura, y por la llamada de Dios nos asomamos a la aventura
de nuestra vida. Por eso vale la pena el esfuerzo por reflexionar, comunicar y orar
lo que se está viviendo hasta responder a la apremiante llamada que toda la
realidad hace en nombre de Dios.
Dios no suele llamar por apariciones o visiones. El camino ordinario de su llamada son
los acontecimientos que ocurren en nuestra vida diaria: situaciones personales,
comunitarias y sociales.
La llamada surge unida a un momento específico de la sociedad y de la historia.
Para descubrir el llamado de Dios es necesario que percibamos toda la realidad en la
que Dios está presente dándole sentido. Pueden ser acontecimientos felices o
dolorosos, pero o importante es que se descubra en ellos la presencia de Dios.
Hay que leer con ojos de fe la situación histórica en que se encuentra nuestro
pueblo o nuestra sociedad. Para ello conviene preguntarse: ¿Qué necesidades
llaman mi atención? ¿Qué sufrimiento de las personas me conmueve? ¿Qué
realidades me provocan incluso rebeldía?
No es casualidad que se haya nacido en un país y un estado; en un pueblo, colonia o
comunidad y en una familia;; en un momento de la historia y unas condiciones sociales
y económicas …y allí se encontrará el llamado.
En la Biblia Dios actúa a favor de quien sufre. Interviene en la Historia salvando y
liberando de la opresión a su pueblo. Hoy también es necesario que se ponga atención al
mundo que nos rodea.
En él hay una voz que, sí se escucha con atención, se transformará en un mandato: Ve y
salvarás a mi pueblo (Jc 6, 14).
Pero la mediación fundamental de la llamada es la persona de Jesús. Por eso
conviene que las impresiones, sentimientos, anhelos... se lleven ante su presencia por
medio de la oración. De modo que él dé a conocer el camino por el cual se pueda dar la
vida siguiendo su ejemplo.
Concluimos, que la vocación implica comprometerse en el mundo y en la sociedad
para buscar su bien.

ACTUAR:
Concluimos, que la vocación implica comprometerse en el mundo y en la sociedad
para buscar su bien. Para responder a esa vocación es indispensable que nos
preguntemos: ¿cómo leo mi historia ante Dios? Es un ejercicio interesante, que
requiere cierta dosis de valentía. Lo hicieron los grandes amigos de Dios a lo largo de la
Historia.
Para eso haremos esta actividad llamada, la película de mi vocación. (Anexo)

Oración final: «Manda y ordena lo que quieras»


Señor, tú que nos diste el que te encontráramos y el ánimo para seguir buscándote,
No nos abandones al cansancio ni a la desesperanza.
Haznos buscarte siempre y cada vez con más ardor y danos fuerzas para adelantar en la
búsqueda.
Manda y ordena lo que quieras, pero limpia mis oídos para que escuchen tu voz.
Sana y abre mis ojos para que descubran tus indicaciones.
Aparta de mí toda ignorancia para que reconozca tus caminos.
Dime a dónde debo dirigir la mirada para verte a ti, y así poder cumplir lo
que te agrada.
(Anexo)
La película de mi vocación
Elabora, el guión de la película de tu vocación. En la columna de la
izquierda, dibuja o describe los ACONTECIMIENTOS vocacionales
significativos durante tu vida. En la columna de la derecha escribe
qué tipo de llamada percibiste de parte de Dios.

Imágenes: Sonido:
Acontecimiento vocacional A qué te sentiste llamado/a
significativo

Escoge un compañero/a y COMPARTE, con mucha libertad, los momentos más


vocacionales de tu vida.

ELEMENTOS DE LA VOCACIÓN Y SU PROCESO


Propósito:
"Los Animadores Vocacionales Parroquiales identifican los elementos y el proceso de
toda vocación, para que iluminen su propia experiencia vocacional".
Es importante que antes de empezar, motives al grupo para su participación, que les
hagas sentir lo importante que es cada uno de ellos y lo enriquecedor que será, para el
grupo, que todos aporten algo de sí.

Ambientación: Canto o juego

Oración Inicial: Reflexionar sobre Amós 7, 14-15

Terminada la lectura sugerimos dejar un espacio para la reflexión personal. Una vez
terminado este momento se inicia la reunión.

Introducción al tema.
La sesión anterior reflexionamos sobre algunos términos que nos serán de mucha
utilidad. Hoy, la ración inicial nos abre al descubrimiento de nuestra propia vocación, al
mismo tiempo es una motivación a cada uno de nosotros a seguir la invitación que se
nos hace en este momento y descubrir las exigencias en nuestro propio llamado.

VER:
Contestar las siguientes preguntas:
a) ¿Qué significa la palabra vocación? ¿De quién? ¿Para quién?
b) Ante esta iniciativa ¿Qué se necesita? ¿Cómo debe ser esta
contestación?
c) ¿Para qué nos llamaría Dios? y nosotros ¿Para qué le
contestaríamos?

PENSAR:
ESTRUCTURA GENERAL DE LA VOCACIÓN
Muchas veces creemos que la palabra vocación sólo se debe usar
para las personas que deciden ser sacerdotes o religiosas. Pero lo
cierto es que todos tenemos vocación y, es tarea personal el
descubrirla, acogerla y realizarla.

Vamos a ver aquí los elementos fundamentales de la vocación:

a) Llamada.
Iniciativa amorosa y gratuita de Dios, don personal y personalizante que sin embargo se
dirige a todos los hombres, este llamado de ordinario se descubrirá en la comunidad. Es
un diálogo continuo entre Dios y el hombre. Este llamado se realiza en la historia. Dios
da a cada uno de los hombres en su situación histórica y su contexto social una vocación
única e irrepetible para desarrollar al máximo sus potencialidades y ser una nueva
criatura en Cristo Jesús.

b) Respuesta.
Es la disponibilidad ante Dios que llama, en la respuesta el hombre "se pone a
disposición" de manera libre, consciente, crítica, dinámica y compromete toda la
persona en el seguimiento de Jesús con plena libertad en un estilo de vida concreto.
Parte de una profunda inspiración de fe.
La respuesta la expresamos de forma global con la palabra “opción”. La respuesta se da
en el cumplimiento de la misión recibida, en unas condiciones históricas concretas.

c) Misión.
Es la tarea evangelizadora que el Espíritu encomienda a la Iglesia. La misión toma
rasgos específicos en cada uno de los convocados en la Iglesia y en las diversas
situaciones históricas, siempre en orden a la edificación del Reino de Dios. Es el fin del
acontecimiento vocacional. La comunidad es el espacio vital en el cual se desarrolla la
vocación-misión.

Resultado de los elementos anteriores, es proyecto, apertura, dinamismo en la


construcción del Reino de Dios. En esta misión se compromete toda la persona.

DINAMISMO DE LA OPCIÓN (Hacerlo tipo ejercicio de relacionar columnas)

Se escribe en un papelógrafo el esquema que se propone en el anexo, los participantes


tienen que relacionar los conceptos con los significados. No importa que no quede de
manera correcta, pues los posibles errores servirán para aclarar las dudas.

El formato del ejercicio está en el Anexo. El cuadro que sigue muestra los conceptos
que le corresponden correctamente a cada mecanismo de la opción.

a) Intuición: Momento en que un individuo se plantea la posibilidad de ser


llamado

b) Búsqueda: Ante las posibilidades se presenta la posible respuesta.

c) Inseguridad: El hombre teme equivocarse ante aquellos posibles proyectos


que tiene que adoptar
d) Crisis: La intranquilidad ante la respuesta que debe dar el hombre,
frente al llamado.

e) Opción: Cuando el individuo logra superar la crisis provocada por la


posible respuesta, opta por un determinado tipo de compromiso

f) Estilo de vida: Las opciones que el individuo tome lo llevarán a asumir


determinado estilo de vida, a la manera de Jesús

Cuando cada grupo termina de leer esta ficha, comentan qué es lo que más llamó la
atención de todo lo leído. Se trata de que, en el pequeño grupo, cada uno vaya haciendo
una especie de comparación de estos pasos de la vocación, con su experiencia personal,
con su situación actual, con su hoy.

ACTUAR
1. Reflexión personal:
a) ¿Habías pensado antes que tienes una vocación?
b) ¿A qué te invita lo que hemos reflexionado?
c) ¿Qué acciones concretas quieres realizar para descubrir y responder a tu vocación?

2.- Compartir en grupos


3.- En plenario, retroalimentación.

Oración final: Oración por mi propia vocación.

Señor Jesús, que has llamado a quien has querido,


llama a muchos de nosotros a trabajar para ti, a trabajar contigo.
Tú que has iluminado con tu palabra a aquellos que has llamado, ilumínalos con el don
de la fe en ti.
Tú que nos has sostenido en las dificultades, ayúdanos a vencer nuestras dificultades de
hoy.
Y si llamas a algunos de nuestra familia para consagrarlo todo a ti,
tu amor aliente la vocación, desde su nacimiento y la haga crecer y perseverar hasta el
fin. Amén.

Canto "la llamada”

ANEXO (fotocopia para cada uno)

a) Intuición: ( ) La intranquilidad ante la respuesta que debe dar el hombre,


frente al llamado.

b) Búsqueda: ( ) Cuando el individuo logra superar la crisis provocada por


la posible respuesta, opta por un determinado tipo de
compromiso

c) Inseguridad: ( ) Las opciones que el individuo tome lo llevarán a asumir


determinado estilo de vida, a la manera de Jesús.

d) Crisis: ( ) Ante las posibilidades se presenta la posible respuesta

e) Opción: ( ) Momento en que un individuo se plantea la posibilidad de


ser llamado

f) Estilo de vida: ( ) El hombre teme equivocarse ante aquellos posibles


proyectos que tiene que adoptar.

Actuar: Relaciona ambas columnas. A la derecha están los mecanismos de la vocación y


a la izquierda, los conceptos que les corresponden a los mecanismos. Escribe el número
del mecanismo en el paréntesis que corresponda.

LOS NIVELES DE LA VOCACIÓN


Propósito:
Que los Animadores Vocacionales Parroquiales distingan los niveles de la vocación y
comprendan que estos niveles no forman vocaciones diferentes sino que son
componentes de una sola vocación a la que hay que responder.

Introducción: Probablemente hemos escuchado los términos “vocación humana”,


“vocación cristiana” y “vocación específica” y creemos que son tres “vocaciones”, esto
nos confunde pues no son tres vocaciones sino tres niveles que forman parte de la única
vocación a la que Dios nos conduce desde el principio y hasta el final de nuestros días y
esta única vocación exige una sola repuesta.

Oración inicial:
Por el bautismo nos llamas, Señor, para anunciar tu amor sobre la tierra.
Haz que sepamos conocer cuál es nuestra misión en la Iglesia,
para darte gracias, para proclamar el Evangelio, para servir a nuestros hermanos.
Señor, ven a buscar entre nosotros: presbíteros: pastores de tu pueblo;
hombres consagrados, testigos de tu amor; misioneros y mensajeros de la buena noticia;
cristianos laicos comprometidos: trabajadores de tu Reino. Amén

Juzgar: Leer y comentar: Gálatas 4, 1-7

Tema: Los niveles de la Vocación

El ser humano está creado a imagen y


semejanza de Dios, gracias a esto tenemos
el gran regalo de pensar y decidir sobre cada
una de las acciones de nuestra vida, cosa
que los animales no pueden. Es por eso que
tenemos el compromiso de darle una
respuesta generosa a Dios ante la llamada
que nos hace, ya que él nos da la vida para
que seamos felices.

El proyecto vocacional de una persona va


madurando a partir de la llamada que
Dios nos hace a la existencia, Cada ser humano está llamado vivir en plenitud,
desarrollando al máximo su potencial, y, puesto que, la vocación es el llamado que el
Padre nos hace, veremos que en dicho llamado hay tres niveles de la vocación: la
vocación humana, vocación cristiana y vocación cristiana específica.

Veamos cada uno de estos niveles detenidamente:

Primer Nivel: La Vocación Humana

Cada hombre es un ser único e irrepetible, llamado por Dios a la existencia en un


camino en el que se descubre como persona, lleno de posibilidades y potencialidades,
con limitaciones y necesidades.
Este proceso se realiza en relación consigo mismo, con Dios, con los demás y el mundo
que le rodea.
Hemos sido llamados por Dios a la existencia como personas, hombres o mujeres. La
llamada de Dios se concreta y desarrolla también a partir de las capacidades humanas
utilizadas rectamente.
Todo hombre recibe esta vocación y está obligado a desarrollarse como tal.

Segundo Nivel: La vocación cristiana

El hombre llamado a la vida, descubre además un llamado a la fe, que es adentrarse a la


aventura de un Dios que se le revela en su camino. Por este segundo llamado descubre
que Dios es Padre y que le llama por Jesucristo para ser su hijo en una vida de santidad.
Implica un grado mayor de conciencia vocacional. Supone que conoces a Cristo y sabes
que él te llama a seguirlo. La vocación cristiana nos exige que, en medio de nuestro
desarrollo humano, reproduzcamos los rasgos de Cristo, el cual se nos presenta como el
hombre en plenitud. La vocación
cristiana se experimenta como una buena noticia. Se da cuando las personas perciben
con asombro la
presencia misteriosa de Cristo en sus vidas y comienzan a cambiar todos sus criterios de
pensamiento
y de conducta para hacerlos semejantes a los de El. Por eso, cuando tienes conciencia
cristiana, ya no eres tú ni tus criterios lo más importante, sino la persona de Cristo, de la
cual te hallas como sorprendido, porque ves que su estilo de vida es el mejor modo de
ser persona.

Tercer Nivel: La vocación específica.

El llamado a la fe implica una adhesión consciente a Cristo, y ya que el encuentro con él


transforma a la persona, de manera que el ser cristiano no puede darse de forma
abstracta, sino que pide situarse en una forma de ser cristiano concreto (como laico,
como consagrado o como ministro ordenado) que nos permite dar nuestra aportación
específica en la construcción del Reino.
La vocación humana-cristiana se experimenta como buena noticia. Y si es buena
noticia, debe cambiar la vida, y luego orientarla en un sentido concreto. Así, no se
puede ser cristiano en general.
Hay que serlo como laico, como religioso o como ministro ordenado, es decir, en una
función específica dentro de la Iglesia. Las personas que van descubriendo el sentido de
la fe, perciben en un primer momento el llamado de Dios como algo abierto o general,
pero, poco a poco, se van perfilando por un camino concreto en el seguimiento de Jesús.
Ese camino concreto, es lo que llamamos vocación específica.

Debemos hacer ahora una aclaración importante. Estos tres niveles de la vocación no
pueden vivirse como momentos sucesivos o parciales. Constituyen una sola llamada de
Dios. De modo que ser sacerdote significa ser hombre-cristiano-sacerdote; ser religiosa
significa ser mujer-cristiana-religiosa y hombre (mujer) -cristiano-laico. Porque el
llamado de Dios es integrador de nuestra existencia. De modo que se responde en los
tres niveles a la vez: Humana-cristiana y específica.

En resumen: El hombre ha sido llamado a la existencia para trascender como persona


(vocación humana) asimismo es convocado en un proyecto de crecimiento en el amor
mediante el llamado a la fe en Cristo Jesús (vocación cristiana) y se expresa de forma
concreta y específica por la participación en la misión y vida de la Iglesia para la
construcción del Reino de Dios (vocación específica).

JUZGAR:

Propuesta 1: Se les da a leer la vida (versión breve) de algunos santos, el EVP tiene que
escribir en qué momentos o formas se muestra en la biografía del santo cada uno de los
niveles de la vocación (humana-cristiana-específica)
Propuesta 2:
Instrucciones: (Se puede hacer de manera individual, por parejas o por pequeños
equipos, dependiendo del número de participantes). Se repartirán entre los
participantes todas las lecturas que se proponen, las leerán una por una y de esas
lecturas sacarán los valores vocacionales que muestran los personajes principales. De
cada lectura pueden salir dos o más valores pero solo pueden exponer 5 de esos valores
en total en el plenario (no es necesario decir un valor por lectura).
Deben exponer porqué escogieron ese valor en la lectura y cómo se manifiesta en el
personaje principal. (Si se desea se pueden utilizar otros personajes bíblicos para sacar
otros valores vocacionales)

María: Lc. 1, 26-38; 11, 27-28; Mc. 3, 31-35;


Jn. 2, 1 -11; 19, 25-31
Moisés: Ex. 3, 14 ; 6,2-13;
Samuel: 1 Sam. 3
Pablo: Hech. 9, 1-19
Pedro: Jn 21, 14- 19

ACTUAR:
Propondrán acciones o proyectos para promover esos
cinco valores entre los EVP. Exposición en plenario.

Oración final
Señor Jesús, concede la abundancia de tu vida a
todas las personas consagradas a ti, para el servicio
de la Iglesia; hazles felices en su entrega,
infatigables en su ministerio, generosas en su
sacrificio.
Que su ejemplo abra otros corazones para escuchar y
seguir tu llamada. Amén.
Señor Jesús, da la abundancia de tu vida a las familias cristianas, para que sean
fervorosas en la fe y en el servicio eclesial, favoreciendo así el nacimiento y el
desarrollo de nuevas vocaciones consagradas, Amén.
Señor Jesús, da la abundancia de tu vida a todas las personas, de manera especial a los
jóvenes, que llamas a tu servicio; ilumínalas en la elección; ayúdalas en las dificultades;
sostenlas en la fidelidad; hazlas dispuestas y decididas en ofrecer su vida, según tu
ejemplo, para que otros tengan la vida, Amén. Juan Pablo II
LAS DIFICULTADES PARA RESPONDER A LA
VOCACION
Propósito:
Los Animadores Vocacionales Parroquiales identifican las
características de la juventud actual y proponen acciones
para promover la cultura vocacional, basados en el
reconocimiento de esas características.

Oración Inicial:
Señor, Dios nuestro, haz que el clamor de tu voz llegue a
muchos que se levanten y vivan unidos en ti.
Prepara sus corazones con tu palabra, de modo que se
dispongan a evangelizar a los pobres y a cuidar de tu mies
abundante.
Señor, que todos los llamados a las diferentes vocaciones
específicas escuchen tu voz y puedan cumplir tu voluntad.
Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

VER:

Actividad Inicial
En el tema anterior reflexionamos sobre las características
de las sociedad actual, vimos que la sociedad actual tiene
una desconfianza a todo lo que signifique totalidad,
sacrificio y entrega; resalta valores relacionados con la
belleza física, demasiado fijada en la tecnología tiene
dificultad para relacionarse con el prójimo, con lo cual sus
relaciones básicas sus superficiales y carentes de compromiso.

a) Leer: (Lectura Bíblica sugerida): El joven rico Marcos 10, 17-22

b) Reunirse por parejas y contestar las siguientes preguntas:

1.- Recordando el tema anterior ¿Cuáles serían las características de la sociedad actual?
2.- ¿Qué características tienen los adolescentes y jóvenes de esta época?
3.- ¿Qué dificultades tienen para responder a la llamada de Dios?

c) Plenario Breve grupal

JUZGAR:

Tema: Repercusiones negativas de la cultura actual en los jóvenes para poder


asumir una opción
vocacional.
Las características de la sociedad en general modelan una forma de pensar y de vivir, y
los más jóvenes son muy receptivos a ello sobre todo a través de la moda; los rasgos de
la cultura toman formas específicas en la forma de ser, de vivir, de hablar y de pensar de
los jóvenes. Y aunque en cada adolescente o joven estos rasgos toman “tonalidades”
diferentes debido a su educación, nivel socioeconómico o contexto en general
comparten algunas características comunes. Veamos básicamente cuáles son:

1.- Conozco muchas cosas de ti pero me da miedo saber quién soy:


Se resta importancia al pasado y al futuro (se rompe una de las posibilidades de opción
y trabajo vocacional como el discernimiento de la acción de Dios en el pasado y sus
consecuencias para el futuro). Sin pasado ni futuro el presente no tiene historia y sin
historia, no podremos escuchar la voz de Dios que nos llama a salvar en la historia. Esta
época es tiempo de aceleración de la vida; el teléfono, el internet, los medios masivos de
comunicación nos ponen en contacto con todo el universo para tener una información
casi instantánea de la humanidad. Por las redes sociales sabemos muchas cosas de la
vida de los demás. Pero esta forma de relación va creando en todos un estado neurótico
ante la imposibilidad de encontrar respuestas importantes sobre nosotros mismos.

2.- Si no lo intento al menos no fracasaré:


Leen la realidad en clave mágica y religiosa;; hay “apariciones”, viven de la energía,
creen en los influjos negativos. Conocen las canciones de las estrellas del momento,
ritmos de la vanguardia en la que se expresa rebeldía contra la cultura y, con gran
confusión de valores buscan vivir más libres.
Todos estos jóvenes viven dentro de esta atmósfera cultural confusa y fragmentada. A
nivel racional su lógica es incoherente y desarticulada; y a nivel afectivo la persona se
siente insegura y la toma de decisiones les parecen agotadoras y difíciles de tomar por
esa inseguridad.

3.- Si el mañana no existe ¿qué gano preocupándome?:


Los jóvenes se sienten tentados a rechazar los “grandes relatos religiosos como los
relatos bíblicos o de otras religiones. Esta visión prioriza el instante, lo inmediato, se
estanca en lo presente. No hay una percepción del plan de Dios que recorre la historia y
afecta toda la realidad, a toda persona y a toda la persona. LA VIDA SE VIVE EN
PEQUEÑOS EPISODIOS.

4.- Antes novios… ahora “amigos con derecho”:


En la cultura de hoy en día se ha extendido la práctica de una sexualidad sin
trascendencia y sin compromiso. Para tener relaciones íntimas hoy se exige que sean sin
compromiso. Hoy se favorece un estilo de relaciones superficiales y que son vistas
como lo más natural y que interfieren frecuentemente con la capacidad de relaciones
profundas de amistad y entrega (como las que pide el seguimiento incondicional a
Jesús).
Los jóvenes de esta cultura tienen de positivo que han dejado de ver el cuerpo como un
tabú, pero lo ven como un fin y no como un medio de placer.

5.- Si soy libre ¿por qué me confrontas?:


Es una exigencia de nuestra sociedad el derecho a vivir con autonomía y tomar
decisiones libres y responsables. Así como es un logro, el ser tratado como persona
única y con derechos.
Pero otra cosa es considerar que para ser libre, no puede haber impedimento a la
libertad, ni ninguna ley superior a la propia conciencia. Libertad se confunde con
libertinaje.
Como su preocupación principal gira en torno a sí mismo, los jóvenes buscan aquellas
formas de oración que no se dejen confrontar por Dios, ni con la comunidad, que busca
liberación y salvación.

ACTUAR:

Reunidos por los equipos con los que se trabajó en la primera actividad.
Se entrega un pliego de papel bond, se trabajará el pliego de papel de manera
horizontal (acostada) se divide el papelógrafo en dos columnas. En la columna de la
izquierda escribirán las cinco características antes mencionadas y en la columna de la
derecha pondrán las situaciones positivas que son necesarias para que surja la
vocación, tomando en cuenta esas características. Trabajo grupal y luego plenario.

Nota: también se puede trabajar de modo personal, en ese caso en lugar del pliego de
papel bond se
puede trabajar con una hoja en blanco

Oración Final

LAS MEDIACIONES DE LA VOCACIÓN


Propósito:
El EVP descubre de qué mediaciones Dios se vale para llamar a los hombres.

Oración Inicial:
Sugerimos realizarla en la capilla del Santísimo como signo de que la oración es un
gran medio para descubrir lo qué Dios quiere para nuestra vida.

Lectura pausada de Jn 1, 25-48


Momento de reflexión en silencio de la siguiente pregunta:

En el pasaje anterior ¿Consideras importante el papel de las


personas con las que se encuentra Jesús, para el seguimiento
de los otros discípulos? Si, No, ¿Por qué?
No habrá comentarios sobre la pregunta. La oración
concluye con la proclamación del Padre Nuestro.

Introducción al tema:
La temática anterior nos permitió adentrarnos un poco sobre
los diversos niveles de vocación. Al mismo tiempo
reflexionamos sobre como esos niveles se van desarrollando
hasta llegar a una opción específica. Hoy meditaremos sobre
la importancia que tienen las mediaciones en el descubrimiento de nuestra vocación.
Prestemos mucha atención.

VER:
Nuestra realidad, el mundo y las personas que nos rodean e incluso nuestra misma
persona nos deben permitir ir descubriendo qué es lo que Dios nos pide. Es por eso que
necesitamos estar muy atentos para poder leer los signos y personas a través de los
cuales se va manifestando la voluntad de Dios.

Motivación

Hemos visto, en general qué es la vocación y hemos visto con mayor claridad cada una
de sus partes componentes (llamada-respuesta-misión), es cierto que Dios llama, pero
¿Cómo? ¿A través de qué medios? Dios llama a través de mediaciones vocacionales,
¿Qué son las mediaciones vocacionales?
Antes de ver este concepto hay que entender algo primero:

¿Qué es una mediación?

"El Verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros".


Si el Verbo se hizo carne, fue para que toda la fuerza y la gracia salvadora de Dios
Padre, Hijo y Espíritu Santo nos llegara a nosotros no directamente, sino pasando por la
humanidad del Hijo Encarnado, es decir, por su cuerpo y por su alma. Así como Moisés
fue el cauce para que Dios hablara a su pueblo en el Antiguo Testamento y para que lo
guiara por el desierto, así Jesucristo es el mediador de una nueva alianza, por medio de
la cual hemos entrado en una intimidad con Dios que nunca hubiéramos imaginado.
Ahora me pueden decir ¿Qué es Una mediación? (Pedir a los participantes que
elaboren una definición propia de mediación)

Ahora si, ¿Qué es una mediación vocacional? Son las circunstancias históricas,
sociales y personales por las cuales el creyente puede comprender el lenguaje de Dios
que llama. Dios llama por medio de acontecimientos históricos, a través de la Iglesia y
sus representantes y por medio de personas concretas. Y son estas últimas en las cuales
vamos a centrar la atención:
En los evangelios, Jesús se reserva el derecho de llamar. Llama en nombre de Dios y en
lugar de Dios. Es un gesto literal: Vengan detrás de mí, (Mc 1, 17), Sígueme (Jn 21, 19)
la llamada gira en torno a su persona y la respuesta correspondiente es seguimiento de
su persona y supone una experiencia de fe. La mediación vocacional se concreta en
rostros y nombres de personas.

Dios llama por diversos medios, veamos cuáles son:

1) La mediación de Jesucristo, que como ya hemos visto, es el primer mediador del


Padre y por eso, modelo de vocación.

2) La mediación de la iglesia, como continuadora de la misión de Jesús. Es la


responsable de llamar, acompañar y discernir la autenticidad y madurez de quienes son
llamados.
3) La mediación de las personas concretas, que como se muestra en muchos textos,
son “testigos-amigos” de Jesús que muestran la voluntad de Dios a los llamados.

4) La mediación de la historia (y del contexto geográfico) donde se vive, las


necesidades del pueblo, los gritos de los pobres, los enfermos, los marginados, etc. son
una mediación vocacional de primer orden.

Es muy importante, imaginarse a Jesús metido en nuestra vida diaria. Es, a partir de un
análisis de Fe, como los cristianos formulamos una opción de compromiso con la
realidad.
Esto supone ser inmensamente creativos, pues debemos discernir en los "signos de los
tiempos", esto es, en los acontecimientos, lo que el Señor nos pide. Además, para hacer
una opción más concreta y definitiva, se necesita:

a) Entrar en uno mismo: Conocerse a sí mismo y nuestra potencialidad, ya que cuando


Dios nos confía una misión, siempre equipa, prepara. Nuestras cualidades nos señalan el
rumbo.

b) Un discernimiento: Para facilitar la comprensión de este término ponemos algunos


sinónimos que son de mucha utilidad. la palabra discernir equivale comprender,
entender, juzgar, aclarar, apreciar, distinguir, diferenciar).
El llamado de Dios penetra y se manifiesta en nuestras vidas de modo constante. Estas
manifestaciones nos deben llevar a dar una respuesta concreta a ese Dios que nos llama.
Por eso es muy importante discernir qué es lo que quiere para nuestras vidas, y así
responden generosamente a esa invitación: "Ven y Sígueme”

ACTUAR:
Pasos a seguir
1. Reflexionar personalmente las siguientes
preguntas:
a) ¿Qué personas, acontecimientos y situaciones te
están ayudando a crecer en tu fe?
b) ¿Qué personas, acontecimientos y situaciones te
están ayudando a descubrir tu vocación específica, es
decir tu lugar en la iglesia?

2.- Compartir: en subgrupos o participación de


manera personal.

3.- Retroalimentación: para ello se les pedirá que


comenten cómo se sintieron al descubrir lo anterior,
tanto en lo personal, como en sus compañeros.

4.- En plenario: el coordinador remarca las principales ideas, tratando de relacionar


cada ejemplo o participación con la idea de mediación.
Reflexión personal (se sugiere para la casa)
1.- ¿Qué medios debo procurar para discernir mi vocación?
2.- ¿Cuál debe ser mi actitud al descubrirme como medio para el llamado de otros?

Oración Final: Oración por la Vocación


Señor, te pido por aquellos hombres y mujeres que van descubriendo su vocación,
para que sea cual sea el camino que hayas determinado para cada uno de ellos,
les des la gracia de descubrirla en los signos de los tiempos,
y la acepten conforme a tu voluntad, y se entreguen dócil y generosamente a ella,
cumpliendo fielmente los deberes que la misma vocación les imponga.
Por Jesucristo nuestro Señor. Amén

Padre Nuestro.
Ave María.

Y DIOS SIGUE LLAMANDO…


LAS VOCACIONES ESPECÍFICAS
Propósito:
Los Animadores Vocacionales Parroquiales profundizan en el conocimiento de las
vocaciones específicas y se cuestionan sobre su propia vocación.

Oración Inicial:
Señor Creador y Redentor!
Tú, que estás presente e invisible en el instante de nuestro primer palpitar,
y cuando el agua santa limpia lo más íntimo de nuestra naturaleza pecadora,
y en todos los momentos de nuestro agitado vivir hoy,
sal a mi encuentro y al encuentro de cada hombre,
y señala, con la luz de tu presencia percibida,
cuál sea nuestro servicio dentro de la Iglesia y de la comunidad de los hombres,
para que, empujados por tu gracia, cumplamos todos y cada uno con nuestra vocación.
Señor Creador y Redentor, escucha nuestra plegaria. Amén

VER:
Contestar en pequeños grupos:
- Para ti, ¿Quiénes son y qué hacen los laicos?
- ¿Quiénes son y qué hacen los sacerdotes?
- ¿Quiénes son y qué hacen los religiosos y las religiosas?
- ¿A qué vocación te llama Dios? y/ o ¿Por qué escogiste esa
vocación?

Plenario: cada grupo presenta sus respuestas.

JUZGAR:
Tema: Las vocaciones específicas

“Sed perfectos… como es perfecto vuestro Padre de los Cielos” (Mt 5, 48), con esas
palabras de Jesús en el Monte de las Bienaventuranzas inauguraba así una novedad.
Novedad, porque la palabra “perfectos” no aparece antes en la Biblia. Han pasado dos
mil años, sin embargo, la invitación permanece y muchos la han seguido… porque es
una invitación universal, no exclusiva para unos cuantos.
El Catecismo de la Iglesia católica dice: “Todos los fieles…son llamados a la plenitud
de la vida cristiana y a la perfección de la caridad.

En resumen, todos estamos llamados a la santidad.

Ahora bien, Es evidente que los caminos de la santidad son personales, ningún
camino es igual, y aunque el llamado general es a la santidad, cada persona debe
encontrar el camino donde pueda poner en juego todas sus facultades. Es como un
equipo de algún determinado deporte donde, aunque la meta general es ganar, no todos
tienen la misma posición, para que el equipo funcione y alcance su meta los jugadores
tienen diferentes posiciones. Y si eso pasa con un equipo deportivo con mayor razón
conviene también buscar el lugar para poder desarrollar la santidad. Esta búsqueda de
una posición para jugar, esa respuesta que se tiene que concretizar se llama vocación
específica Ahora bien, ¿qué son las vocaciones específicas y cuáles son?

La vocación cristiana específica, es la que nos permite hacer la aportación concreta a


la construcción del Reino, este aporte es un compromiso que se asume
conscientemente por medio de una opción de vida, ya sea desde la vocación laical, la
vocación a la vida consagrada o la vocación al ministerio ordenado; de este modo se
cumplirá, la misión evangelizadora de la Iglesia.

VOCACIÓN LAICAL

¿QUIÉN ES UN LAICO? (Cfr. Vat II Lumen Gentium No 31)


Laico es aquel fiel cristiano que ha optado seguir a Jesucristo desde las ocupaciones
ordinarias de
la vida familiar y social, ejerciendo su apostolado en medio del mundo a la manera de
fermento. Sus
campos de acción son: la educación, el deporte, el trabajo, la cultura, la política, la
ciencia, etc

NO ES AQUEL QUE NO PUDO SER SACERDOTE O NO TIENE VOCACION.

Los laicos son llamados por Dios para que, desempeñando su vocación (O SEA QUE
EL LAICO TAMBIEN TIENE VOCACION), contribuyan a la santificación del mundo
desde dentro. Es tarea del laico animar y ordenar las realidades del mundo para que se
transformen y respondan al Proyecto de Dios. El Laico es testigo de Cristo en medio
de la sociedad humana. Es tan importante que es enviado por el mundo para hacer de
él un cielo y una tierra nueva.

¿CÓMO VIVE Y QUÉ HACE UN LAICO?


La vocación laical admite una gran amplitud de formas de vida: la soltería o el
matrimonio, los diferentes oficios y profesiones, Todas estas formas de vida se
entienden desde su función vocacional: transformar el mundo según los planes y
proyectos amorosos de Dios.
Lo más propio, lo específico de la vocación laical es impregnar el Evangelio en los
campos de la política, la economía, el arte, los medios de comunicación, el mundo del
trabajo, la familia y la cultura.

VOCACIÓN A LA VIDA CONSAGRADA

¿QUIÉN ES UN “RELIGIOSO”? (Cfr. Vat II Dec. Perfectae Caritatis No 5)

Existe un elemento esencial, que nos puede ayudar a determinar dónde está la fuente de
la vida consagrada, se trata del seguimiento radical de Cristo, que se muestra en la
profesión de los consejos evangélicos (castidad, pobreza y obediencia).
Religioso es aquel que, desde la vivencia radical de los Consejos Evangélicos,
manifestada por la profesión de los tres votos, quiere ser testimonio ante el mundo
de los valores absolutos de Dios.

¿CUÁL SERIA LA MISIÓN DEL RELIGIOSO?


Todos los institutos o congregaciones religiosos, independientemente del carisma o de
los trabajos que desempeñen, se caracterizan por ser testigos ante el mundo de los
valores absolutos de Dios.
Los religiosos, pues, están llamados a vivir unos valores que superan los que el mundo
está acostumbrado a proponer. Por eso su misión es esencialmente de ser testigo. En
conclusión se puede decir que los religiosos son una referencia para todo el Pueblo de
Dios cuya misión es ser testimonios vivos de la radicalidad de los valores del Reino.

¿CÓMO VIVE Y QUÉ HACE UN RELIGIOSO?

Existen diferentes formas de vivir la vida religiosa Existen congregaciones que se


dedican a la enseñanza, otras son misioneras, otras se dedican a la oración y
contemplación, otras al servicio de los enfermos, a los ancianos, a la catequesis y otros
carismas encauzados a responder a diferentes necesidades desde el corazón de la Iglesia
para el mundo.

VOCACIÓN AL MINISTERIO ORDENADO

¿QUIÉN ES UN MINISTRO ORDENADO?


(Cfr. Vat II, Presbyterorum Ordinis No 2)

El ministerio ordenado se confiere por el sacramento del


orden sacerdotal; por medio del cual, los ministros
ordenados quedan sellados con un carácter peculiar.
Existen tres grados dentro del ministerio ordenado
(episcopado, presbiterado y diaconado). Los tres tienen
su origen en el Espíritu de Cristo que llama y
capacita a estos hombres para continuar el ministerio
apostólico de reconciliar, apacentar el Pueblo de Dios
y enseñar (Hech. 20, 28; 1 Pe. 5,2).
Explicamos brevemente la función de cada uno:
- EL EPISCOPADO: son los obispos. A ellos se les ha encargado una porción del
Pueblo de Dios (lo que llamamos Diócesis), para que la gobiernen y cuiden de ella.
- EL PRESBITERADO: Son aquellos que llamamos padres (curas o sacerdotes).
Apacientan al Pueblo de Dios por la predicación de la Palabra, la celebración de los
sacramentos y la animación de la caridad. Son los que ayudan al Obispo a cuidar el
rebaño apacentándolo.
- EL DIACONADO: El diácono tiene misión propia es servir al Pueblo de Dios en el
ministerio de la liturgia, la Palabra y la caridad.

¿CUÁL SERIA LA MISIÓN DE LOS MINISTROS ORDENADOS?

La característica fundamental del ministerio ordenado es el cuidado o "pastoreo" de la


Iglesia. Este cuidado debe vivirse en comunión y por eso no cabe la separación del
ministerio ordenado de las otras vocaciones, como si fuera algo superior o más
importante,

¿CÓMO VIVE Y QUÉ HACE UN MINISTRO ORDENADO?


Los ministros ordenados realizan multitud de tareas, desde el servicio a la palabra con la
predicación o la dirección de la catequesis, pasando por la celebración de los
sacramentos, visitando enfermos o ancianos, promoviendo iniciativas de asistencia a los
necesitados. En fin, realizan todas aquellas tareas y actividades que acrecienten y
alimenten a la comunidad a quien sirven, actuando en nombre de Cristo Pastor.

ACTUAR:
(De acuerdo a la cantidad de participantes se puede pedir que un solo equipo realice
varias de las sugerencias, o que por equipos se dividan las tareas a realizar) queda a
juicio del coordinador la forma más adecuada para llevar a cabo este último paso.

Reunirse por equipos. (Sugerencias de tareas a realizar)


a) Diseña un dibujo o un logo que represente a las tres vocaciones,
b) Diseña una frase vocacional que promueva la importancia de las tres vocaciones en
la comunidad. O una frase que promueva la importancia de descubrir la propia
vocación. Estas frases se podrán pegar a las entradas del templo parroquial y servirán
para promover la vocación entre la comunidad.
c) Escribir una oración en la que se pida luz para descubrir la vocación. Esta oración
se puede leer al final de la misa comunitaria previo permiso del párroco o sacerdote
encargado.

Compartir los trabajos elaborados.

Oración final

LA URGENCIA DE LA PV
Propósito:
Que los participantes reconozcan el trabajo de la Pastoral Vocacional como una tarea
necesaria entre todos los miembros de la iglesia e identifiquen formas en que el trabajo
pueda ser realizado en su comunidad.

Oración Inicial:

No te pedimos que hoy nos saques del mundo; mas líbranos del mal.
El fermento se pone en la mesa, no en el arca, para que haya buen pan,
y sacien los hombres su hambre haciendo comunión.
La luz no se luce, pero hace que vean los hombres el rostro del hermano
y distingan en él el ritmo que lleva el corazón.
La sal no alimenta, pero se hace sabroso lo insípido
y conserva cuanto está a su alcance de cualquier corrupción.
La voz no es palabra ni idea, pero entona el mensaje
y hace que se oiga y se escuche lo que dice el autor.
Los pies no son el hombre, pero le llevan:
la tierra es escenario de su movimiento y el campo de su acción.
Haz, Señor, que los que has elegido para tu servicio como luz y como sal,
como fermento para la masa humana, presenten en su palabra
y en su testimonio el evangelio de la salvación. Amén.

VER:

a) Leer. (Lectura bíblica sugerida):


En el camino de Emaús. Lucas 24, 13-35

b) Reflexionar por parejas o de manera personal


1.- Describe brevemente cómo las características del mundo
actual afectan las perspectivas vocacionales de los jóvenes
2.- ¿Qué relación guarda la actitud de los discípulos en Emaús
con la promoción vocacional hoy en día?
3.- ¿Qué es lo que provoca que los discípulos decidan salir a
buscar a otros a compartir su experiencia?

c) Plenario breve grupal

JUZGAR:
Tema:
LA URGENCIA DE LA PASTORAL VOCACIONAL
La pastoral vocacional es la acción de la iglesia a favor de las vocaciones, y muy
especialmente a favor de las vocaciones sacerdotales y los institutos religiosos. Es una
tarea en la que pueden y deben intervenir todos los miembros de la Iglesia.

LOS LLAMADOS DEBEN LLAMAR


Quien ha sido llamado por Dios llama a su vez a otros. Esta es una experiencia
que se repite en todos los personajes bíblicos. Así Moisés, que había recibido
una misión de parte de Yahveh, llama a su vez a Josué o Felipe, que había
encontrado a Jesús por medio de Juan el Bautista, llama a Natanael.
Y es que el puro hecho de conocer a Jesús tiende a divulgarse inmediatamente.
Es el caso de la mujer samaritana, que habiendo conocido más profundamente
a Jesús, dejando su cántaro junto al pozo, corrió a comunicarlo a su gente. Lo
mismo ocurre a los discípulos de Emaús; después de reconocerlo en la fracción
del pan, se van aprisa a Jerusalén para anunciarlo a los hermanos. María
Magdalena, según reconoce a Jesús en el huerto, junto al sepulcro fue corriendo
a donde estaban los discípulos para anunciarles la resurrección.
A lo largo de la Historia de la Iglesia, podemos hacer una constatación similar.
Los grandes santos que han recibido un carisma especial del Espíritu Santo, se
han vuelto de modo casi inmediato a la sociedad de su tiempo y han llamado a muchos
otros. Las instituciones que viven de uno de estos carismas han querido ofrecerlo a
hombres y mujeres, a ricos y pobres, a clérigos y a laicos. Es una tendencia natural a
compartir el don recibido de Dios, a hacerlo expansivo.
Este compartir para llamar a otros es parte del mismo dinamismo de la llamada de Dios.
Pues la vocación se experimenta como buena noticia que cambia la vida de las personas
llenándola de una inmensa alegría. Una noticia que se multiplica porque es un don de
Dios. Así se puede decir que los que han sido llamados tienen el deber de anunciar a
otros la alegría de la vocación.

LA ATENCION VOCACIONAL DE LOS JOVENES

La Pastoral Vocacional tiene su principal campo de acción entre los jóvenes, porque
ellos necesitan abrirse a la presencia de Cristo en ese momento crucial de su vida: el
momento de elegir. Porque hay esta urgente necesidad, la Iglesia tiene la obligación y el
deseo de estar presente en todos los momentos en torno a la elección. Se pueden
caracterizar tres momentos:

El de la formación básica cristiana:

En el cual los jóvenes van aprendiendo a abrirse a la presencia de Cristo y van


comprendiendo su llamado. Este primer momento se cultiva en la catequesis para la
confirmación, en los grupos juveniles, en las escuelas católicas. Todos estos ámbitos
necesitan que se fomente su dimensión vocacional. Es el lugar donde se prepara un
verdadero camino de fe y de respuesta al llamado de Dios.

El momento de la opción:

En el cual propiamente elegimos un camino de vida. Cuando necesitas optar es


conveniente un acompañamiento más intenso, porque humanamente es difícil tomar una
decisión. En este momento se ponen en juego todas las actitudes y disposiciones básicas
aprendidas durante la iniciación cristiana. En este momento de opción es muy
conveniente que abunde más la oración personal y la experiencia apostólica.
La formación específica:

Constituye el tercer momento de la pastoral vocacional de los jóvenes. Es cuando las


personas comienzan a conocer y a vivir con más profundidad los valores de una
vocación específica. Aquí hace falta una atención delicada y prolongada, por medio de
la cual se les ayuda en la difícil tarea de su transformación personal. La Iglesia designa
formadores y directores espirituales que se dedican a este servicio. En cualquier proceso
formativo para una vocación específica, es de capital importancia la comunicación
transparente y confiada entre formadores y formandos.
La Pastoral Vocacional no se limita a los jóvenes. También los adultos, que viven ya
una vocación específica, requieren de una esmerada atención. Si su proceso formativo
fue bueno, habitualmente buscarán ayuda ellos mismos. Sin embargo, hay que decir que
no es fácil encontrar personas que ejerzan ese delicado servicio.

LECTURA COMPLEMENTARIA:

TÚ PUEDES CULTIVAR LA VOCACION DE OTROS

En tu situación concreta, tú puedes cultivar la vocación de otras


personas. Te proponemos algunos medios para ello:

La oración por las vocaciones: Orar por tu propia vocación y la de las


personas con las que vives, trabajas o estudias. Hacer el hábito de
pensar en ellas y ofrecer por ellas los actos de tu vida de fe.

Conocer y valorar las otras vocaciones: Nunca despreciar a nadie en la


iglesia. Al contrario, hablar bien de todos y hacer que se respeten los
distintos caminos por los que las personas, con toda seriedad, intentan
responder al llamado de Dios.

Vivir con profundidad tu propia vocación: Es el mejor aporte que puedes hacer. La
vivencia de tu vocación, si es realizada con seriedad y con un alto nivel de conciencia
del don de Dios, edifica necesariamente a la comunidad y llama a otros por la vía del
testimonio.

Llamar a otras personas: Si ves a alguien una inclinación o capacidad para una
vocación determinada, no dudes en alentarle e invitarle a optar con la mayor radicalidad
posible. Dios se vale de nosotros para llamar y conquistar el corazón de las personas.
Hay muchos que desalientan a los llamados y les ponen obstáculos y críticas. Que tu
palabra y tu voz sea un instrumento de la llamada de Dios.

ACTUAR:

1) Elaborar un listado que contenga actividades que se sugieran para llevar a cabo en la
primera etapa de trabajo (Formación Básica Cristiana). (Dale una leída detenida a ese
paso, escribe tus ideas.
No importa que por el momento las sugerencias no se puedan poner en práctica)

2) De las actividades sugeridas poner en práctica al menos una de esas actividades.( La


más viable o
posible de realizar)

ORACION FINAL:

Preces
Llenos de alegría y gozo por sentirnos llamados a la gran misión de anunciar la Buena
nueva a todos los hombres, dirijamos al Padre nuestra oración confiada.

1. Por la Iglesia de Dios, para que ore siempre como Cristo nos enseñó, roguemos al
Señor.
Te rogamos, óyenos.

2. Por los religiosos, religiosas y sacerdotes para que encuentren siempre tiempo
dedicado a la oración, roguemos al Señor. Te rogamos, óyenos.

3. Por los cristianos del mundo, para que la oración sea seguridad en las horas de
angustia y duda, roguemos al Señor Te rogamos, óyenos.

4. Por la juventud, para que busque en la oración la fuerza y el camino de la verdad,


roguemos al Señor. Te rogamos, óyenos

5. Para que sean muchos los que sientan la llamada a la vocación laical, y nosotros
sepamos ser ejemplo y modelo para ellos, roguemos al Señor. Te rogamos, óyenos.

6. Por todos nosotros, para que en la oración busquemos espíritu de servicio a los
demás, roguemos al Señor. Te rogamos, óyenos.

Oración:

Oh Jesús, que con tu ejemplo nos enseñaste a unir nuestra vida a la voluntad del Padre,
para salvación del mundo: haz que seamos, por nuestra oración, testigos de la fe y
salvadores de nuestros hermanos. Tú, que vives y reinas, por los siglos de los siglos.
Amén.

Elevemos al Padre eterno, sustento de toda vocación, la oración que su hijo, Jesucristo,
nos enseñó:
Padre nuestro…

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